+ words flying on the sky

-Esto es un plan, nada más que eso. ¡Concéntrate, Styles!-susurré enfadada, mirando a mi alrededor. ¿Por qué tardaban tanto en llegar?

-Te ves linda cuando estás molesta-contestó él, y sentí como mis mejillas se enrojecían. ¿Pero qué hacía? ¡Por Dios! Era Harry Styles, el mejor amigo del chico del que estaba enamorada. Entorné los ojos y volví a recorrer el lugar con la mirada hasta que los vi.

-Allí, allí está-dije, sintiendo como las comisuras de mi boca se elevaban en una sonrisa. Era inevitable no sonreír apenas lo veía.

Liam James Payne. Así se llamaba el amor de mi vida. O al menos yo pensaba eso. Con su perfecto cabello castaño, sus ojos marrones y su sonrisa de propaganda había terminado por conquistarme desde la primera vez que lo había visto. De ese primer encuentro ya habían pasado seis meses. Y yo aún seguía poniéndome nerviosa cada vez que lo veía.

-Sí, con Danielle-dijo Harry, y automáticamente la expresión de mi cara se transformó en una extraña mueca-Lo siento-murmuró segundos después al ver que su último comentario me había afectado. Y mucho.

La noticia de que Liam y Danielle salían me había caído como un balde de agua fría. Acababa de pasar apenas una semana desde que había conocido a Liam y desde que nos habíamos besado –aunque, bueno, esa es otra historia – y había pasado todo el fin de semana ilusionada de que al llegar el lunes al instituto me pediría ser oficialmente su novia. Pero no; había llegado tomado de la mano de Danielle y desde ahí no había momento en que no los veía juntos. Me había dolido en su momento, y aunque había tenido tiempo para acostumbrarme a la idea me seguía doliendo. Porque yo seguía irremediablemente enamorada de Liam.

-Listo. ¿De acuerdo al plan?-volví a hablar, viendo como la parejita se sentaba en una de las mesas del café. Ordenaron algo y luego comenzaron a hablar amenamente. Una punzada de celos recorrió mi cuerpo, pero no le hice caso. Esta vez sería Liam el que sentiría lo que yo había sentido durante tanto tiempo.

Harry asintió y ambos entramos al café tomados de la mano y abrazados. La mirada de Danielle se dirigió a nosotros apenas entramos y, claro está, le avisó a su novio. Este levantó la mirada de lo que sea que estuviera leyendo y me miró. Traté de actuar natural y fui a pedir un café con Harry a la barra, acto seguido nos sentamos en una de las bancas cerca.

-¿Harry? ¿______?¿Qué hacen aquí….los dos…juntos?-nos preguntó Liam apenas nos vio. Danielle y él se acercaron a nosotros. Yo fingí una sonrisa.
-Quisimos venir a pasar el rato, eso es todo-le contesté, encogiéndome de hombros.
-¿No tenías práctica de soccer?-insistió. Harry rió.
-Lo sé, pero por un día que no vaya no pasará nada.
-¿Quieren sentarse con nosotros?-intervino Danielle, señalando la mesa en la que momentos antes estaban sentados. Harry y yo negamos rápidamente.
-Lo siento -dije-Veníamos de pasada. Tengo que llegar temprano a casa.
-Podemos acompañarte -se ofreció Payne. Harry se puso serio al instante y volvió a pasarme  el brazo por el hombro.
-Yo lo haré. Eso hacen los novios, ¿cierto?-
-¿N-novios?-tartamudeó. Sonreí ante su reacción, al parecer el plan salía a la perfección-Estás bromeando, ¿cierto?
-¡Felicidades!-exclamó Danielle con una sonrisa-Realmente hacen una linda pareja.
-¿Es en serio?-le preguntó Liam a Harry, y este sólo asintió. Pero yo sabía muy bien que Liam no se convencería tan fácilmente de nuestro supuesto noviazgo. Ambos nos quedaron viendo, esperando lo obvio. Si Harry y yo éramos pareja había que demostrarlo, ¿no? Y que mejor forma que un beso.

Harry me miró a los ojos, y por un momento sentí que aquellos ojos esmeraldas se veían mucho más brillantes de lo normal. Su mirada se dirigió a mis labios, y yo dirigí mi mirada a los suyos. Y así él acortó la poca distancia que había entre nosotros.

Fue un beso corto, tierno, esos besos que terminan  y una sonrisa se forma en los rostros de los enamorados. Liam y Danielle se lo creyeron; ella sonrió y Liam sólo la llevó hacia la mesa en donde estaban momentos antes. Si lo veía de ese modo el plan había salido a la perfección, Liam estaba claramente molesto y ese había sido el objetivo desde el comienzo.

Sólo había un pequeño problema. Ese beso con Harry me había gustado más de lo que había imaginado.