Kiss me.{harry styles.

Estamos nuevamente atraídos como el principio de una historia que emerge para enamorar al lector. Caemos al vacío, pero lo hacemos juntos. Tú con mi corazón enjaulado para que no vuele, para que no me escape de tu lado; yo con el tuyo en mi pecho para que tu calor me acompañe, para que me salve. 

La noche nos envuelve prisioneros del deseo. La luna se entromete entre nosotros, la brisa envuelve nuestros cuerpos y ambas saben qué sucederá. Entras en mí arrebatándolo todo. Estoy a la deriva de un océano impertinente, profundo y despiadado como la vida. Tú eres mi costa, tan calma y tranquila. Me besas lentamente como si quisieras ser amado, desenjaulas mi corazón para que vuele a tu lado. 

Tus imperceptibles toques me llenan a mitad de la noche. Has sido creado para mantener mi cuerpo cálido, para estar a mi lado. Pero eres tan frío que solo juntos congeniamos. Somos el viento que se escapa de nuestras manos, nos sostenemos entre nuestros brazos, nosotros mismos nos aprisionamos.

Con tus rizos rozando mis manos y tus labios en mi cuello suspirando. Con mis piernas en tus caderas y con mi espalda rozando la tela. Tus ojos del color de las esmeraldas, encuentran los míos entre la oscuridad, me sonríes con la mirada, con esa sonrisa ladeada que me quita el alma. Me besas como si quisieras ser amado, sueltas mi cabello para que sea libre, para que no se ate a la vida. 

Es tu risa la que me acompaña por las noches en las que no te encuentras. Es cuando miro tus fotos, cuando me visto con tu ropa mientras me arropo con esas sábanas que te abrazaron. Ahora que te tengo a mi lado, con tu respiración en mi nuca y tus brazos envueltos en mi cintura, no me dejas ir porque sabes que el tiempo no esperará por nosotros y nuestro amor. 

Somos la noche que no tiene límites ni prejuicios. Somos la oscuridad que esconde nuestro secreto. Somos lo perfecto de lo imperfecto. No hay correcto ni incorrecto alrededor nuestro. Hasta que el sol se acerque, hasta que el error deje de camuflarse con el amor.  

Y te despiertas con la luz brillante en tu rostro, sonriendo como el niño que alguna vez fuiste, con esa inocencia que la realidad nos arrebató. Recorro tu rostro, con las yemas de mis dedos lo reconozco y lo memorizo, no lo olvido. Me aferro a ti, una vez más te tienes que ir. La luna no volverá esta noche por nosotros, la brisa no entrará en mi habitación. Me besas como si quisieras ser amado, me miras a los ojos con el recuerdo color esmeralda.

Te alejas, mi voz se apaga, te grito que te quedes, que no me dejes. Oigo el sonido de la puerta. Mi corazón me dice que volverás, que renunciarás todo solo por mí. Mi mente me susurra que no lo harás, que volverás solo cuando más lo necesites y cuando me recuerdes, cuando el dolor te aceche. 

Y me encuentro sola nuevamente, con esa prenda que siempre me obsequias, aquella que me envolverá cuando tú no estés. Con esas lágrimas saladas cayendo sobre las sábanas; algunas desaparecen y otras detienen su camino en mis mejillas. Parecen detenerse a recordarte, ellas tampoco quieren alejarse. 

Solo me queda tu corazón en mi pecho, para mantenerme cálida, para que me acompañe, para que me salve. A lo lejos suspiro, esta vez me besabas como si quisieras quedarte…

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terrenos olvidados ¿?: