Afraid (Niall Horan)

Ariadne Mac Guire escribió:Bueno ahora no tengo mi ficha lista pero te dejo una simple.

# Nombre:Ariadne Mac Guire

#D.Fisica:Mac guire podría ser definida como una diosa griegos,de cuerpo perfecto por así decirlo.Mide 1.79,modelo de interiores que deslumbra a todos con su cuerpo y sus ojos exóticos que son de un tono medio azulado.Tiene largas piernas y una piel de porcelana,tan suave que parece de bebe,cabello castaño claro cuando le da el sol se vuelve rubio.

#D.Psicologica:Necesitas una amiga ?,Ariadne es la solución a tu problema,es una muy buenas persona,una chicas je podría ser una niña,Tiene un carácter fuerte con algunas personas pero si la conoces bien puede llegar a ser una gran persona.

#Edad:la que tu decidas 

#pareja:Alexander Ludwig

Perdóname si no te gusta Pero recién he regresado y tengo cosas que hacer no te preocupes con comentare seguido,

Saludos Ari .

 Genial! Muchas gracias por la descripción 

Estaban a punto de decir quién ganaba The X Factor. Habían quedado entre los tres finalistas, y las ansias de ganar eran indescriptibles. Les temblaban las manos y tenían la boca seca. ¿Qué habrían decidido? 

Sus competidores eran muy buenos, de eso no había duda, pero... ¿Estarían ellos al nivel?

Simon iría al escenario con ellos aquella vez.

Harry, Liam, Zayn, Louis y Niall intercambiaron una mirada de nerviosismo. Si tenían que dejar The X Factor, aquella sería, posiblemente, la última vez que se verían. Habían forjado una gran amistad, mayor de la de los amigos de sus lugares natales. Tenían fans, buenas voces. Aunque quizá eso no fuera suficiente a esas alturas. 
Por quinta vez en lo que iba de día, a Niall se le curzó por la mente el verde de los ojos de aquella chica. Y a ella, lo más seguro era que no la volviera a ver tampoco. Fue un estúpido. Debería haberle pedido el número de teléfono, o algo. Con dos billones de personas en el mundo, ¿qué probabilidades había que se la volviera a encontrar?

Muy pocas, por no decir ninguna. 

-¡Que pasen los finalistas!

Los cinco inspiraron una gran cantidad de aire y lo soltaron al mismo tiempo. Caminaron en fila recta, hasta llegar al escenario. El público los aplaudió, y los jueces sonrieron. A su lado, estaba un hombre, Matt, según creían recordar. A su otro lado, Rebecca. Los dos tenían más experiencia que ellos, ya que los superaban en edad, y también más potencia de voz. 

Empezaron con el discurso, y Niall tuvo que esconder las manos detrás de la espalda para que la cámara no las grabase temblando. 

-El primer puesto es para... ¡Matt!

El hombre saltó de ilusión, y se abrazó a su compañero. Los cinco se quedaron congelados. Como mucho, podían aspirar a la segunda posición. Aplaudieron al ganador y lo felicitaron con una sonrisa fingida, ya que por dentro lo estaban maldiciendo. Se mostraron diplomáticos hasta el final. Los fans de Matt alzaron sus pancartas, victoriosos, y la cámara los enfocó. Una vez el hombre había bajado del escenario para abrazar a su familia, la entrega de premios continuó. 

-Felicidades, Matt. Y ahora vamos a por el segundo premio...

"One Direction. One Direction. One Direction. One Direction. One Direction". -rezaron los cinco al unísono. 

-¡Rebecca!

El mundo se les cayó a los pies. Niall una vez lo describió así "la peor sensación del mundo. Esperar a tu nombre a ser llamado, y no lo es". Y en aquel momento, lo volvió a repetir. No se atrevieron a mirarse entre ellos para no ver decepción en los ojos del otro.
Habían visto muchas veces a la gente irse, pero aunque lo habían considerado muchas veces, nunca imaginaron el dolor de ser eliminados en toda su plenitud. 

Y ya está. Es tan sencillo como un ¡zas! y tus sueños acaban de ser tirados por la borda.

-Guau. -dijo Mar, cuando Justin le quitó las manos de los ojos, dejándole ver lo que había preparado. Un picnic, a la luz de un farolillo colgado encima de la rama de un árbol cercano, solo para ellos dos. 

La chica sonrió pero por un momento tuvo miedo. Pero no, era imposible. Justin no podía estar pensando en algo romántico, porque el romanticismo no existía entre ellos dos. O al menos, así era para ella. 

Se sentaron en la hierba y hablaron de temas sin importancia. Rieron y comieron, una buena balada. 

-¿Qué te han parecido los nuevos? -preguntó él, devorando un sándwich. 

Mar entendió a quienes se refería al instante.

-Me caen muy bien. Son buenas personas. 

-De buenas personas hay muchas, pero ti se te ve mucho con ellos. 

Ella lo pensó... Sí, tenía razón. No sabía por qué, pero se habían convertido en buenos amigos.

-Te entiendo, pero no sé. Me resulta agradable y cómodo estar con ellos. Demi, Tay y Jen són...

-¿Les has puesto apodos? -interrumpió Justin, alzando una ceja.

Si Mar hubiera sido una chica normal y corriente, se habría sonrojado al ver a un chico guapísimo mirándola fijamente  a los ojos y jugando con ella. Pero com Mar era bastante más lanzada que una chica normal, entrecerró los ojos y le devolvió la calculadora mirada. 

-Demi, Taylor y Jennifer, si lo prefieres, son muy simpáticas y me hacen reír. Se cuentan todo entre ellas y acuden a mí para consejos. Son personas en las que se puede confiar. Y Alexander, es muy divertido. Podrían llegar a ser buenos amigos, al menos yo ya los considero como tal. Además, si Josh confía en ellos, será por algo. 

Justin recapacitó y asintió. 

-Es verdad. Josh no acostumbra a ser tan estúpido como para confiar en mala gente -hizo una pausa, y 
continuó-. Además, estas semanas he estado hablando con Alexander, y me ha caído muy bien. 

Mar le sonrió de medio lado, y guardó silencio. El castaño claro también calló unos minutos. Si se prestaba atención se podía escuchar las polillas volar cerca del farolillo, algunos grillos cantar y, si se estaba en un silencio sepulcral como era el caso, podían oír, muy a lo lejos,el agua de un riachuelo correr. 

Fue un sonido digno de admirar, hasta que Justin habló para desconcentrarla.

-Todavía no me has preguntado por qué te he traído aquí. 

Mar parpadeó. Había preferido evitar el tema. 

-Ya.

-¿No quieres saberlo?

"No. Por supuesto que no". -pensó.

-Me lo vas a decir de todas formas, así que la pregunta no viene al caso. 

Él se miró los pies, riendo por lo bajo de lo nervioso que estaba.

-Llevamos tiempo tonteando, y durante ese tiempo me he dado cuenta de una cosa.
"Por Dios, que no me diga que está enamorado de mí. Por favor, por favor. No." -se dijo Mar. 

-Me he dado cuenta -prosiguió- de que eres una gran chica, y de que me gustaría estar contigo de otra forma. 

No sólo como ligue ocasional, sino algo más serio. 

"Bueno, no es para tanto" -se reconfortó Mar en sus pensamientos - "No está enamorado de mí, sólo quiere 
que salgamos oficialmente. Pero no está enamorado de mí".

-No sé, quiero poder abrazarte donde quiera y como quiera, y no sentir que estamos haciendo algo malo 
porque la gente me pregunte si somos novios y no sepa qué responder. Así que... ¿quieres ser mi novia?

Al final tenía que hacer la pregunta. Mar cerró los ojos y habló pausadamente, como si fuera un niño pequeño que no entendiera porque había hecho algo mal.

-¿Por qué es necesario poner etiquetas a todo? Me refiero, estamos bien como estamos. No hace falta poner etiquetas. ¿Qué quieres que te diga, Jus? -dijo con cariño- ¿Qué somos amigos? ¿Qué somos novios? ¿Qué somos amigos con derecho a roce? Ese... nombre, no cambiará absolutamente nada de lo que tengamos, entonces no es necesario que tengamos un nombre que nos defina. 

Justin se lo pensó, y Mar esperó haberlo convencido. 

-Para mí sí que es necesario -dijo, después de un momento de silencio. La miró a los ojos con confusión reflectida en ellos, y a ella le resultó imposible apartarlos -. Necesito saber qué hacemos. Necesito saber si tengo el derecho de alejarte de alguien que quiera ligar contigo, y si sólo debo sonreír y hacer yo lo mismo. Y lo necesito porque...

-Por favor, no lo digas. -rogó ella. 

-Porque estoy enamorado de ti. 

Aquellas palabras le cayeron a Mar como un cubo de agua helada que le hubieran echado por encima.

¡Subiste! 
Hay me hiciste acordar el día en el que los chicos perdieron
Me enoje... Naaaa imposible enojarme contigo :3 

Dios, Jus esta enamorado de Mar! Lo sabía e.e 
Tienes que seguirla pliiiiiiis, besos.x

Cami13 escribió:¡Subiste! 
Hay me hiciste acordar el día en el que los chicos perdieron
Me enoje... Naaaa imposible enojarme contigo :3 

Dios, Jus esta enamorado de Mar! Lo sabía e.e 
Tienes que seguirla pliiiiiiis, besos.x

Jajajaj soy malvaada
okno jajaj ahora la siigo kissees  xoxo

 

Había sido un día de locos. Unos días de fiesta después de volver del picnic que Justin había preparado (en un silencio incómodo en el coche, por cierto), lo único que hizo Mar fue irse a ver a sus amigas para pedir consejo. Clara, Helena y Allison se habían ido de nuevo a España, ya que las vacaciones habían acabado y tenían que continuar con sus estudios y trabajos allí. Normalmente iban a verla en los breaks de verano, invierno e incluso algún fin de semana suelto. Y al no tener a sus tres mejores amigas allí, fue a ver a alguien que estaba convencida que le ayudaría a aclarar sus ideas.

Jennifer, Taylor y Demi.

No tenían una gran historia (sólo hacía un mes que las había conocido) pero eran simpáticas y buenas amigas. ¿Qué más se podía pedir?

Picó a la puerta del piso de Jen, y escuchó voces dentro. Como suponía, Tay y Dems estarían con ella, como todo el tiempo libre que tenían, que se lo pasaban juntas. 

Jennifer abrió la puerta, y sonrió encantada al ver a Mar clavada en la calle y mirándola directamente a los ojos, como solía hacer. 

-¡Marie! Pasa. -aún no conocerse mucho, ya la llamaban por el apodo que Josh le había puesto al conocerla. 

Taylor y Demi estaban en el comedor, jugando a ver quién se encanestaba un trozo de galleta en la boca de la otra, cuando ella llegó. Al lado de Tay había otra chica que Mar no había conocido nunca. Era bastante alta, rubia y de ojos claros. El pelo le llegaba a la cintura, más o menos como a la pelirroja. Mar clavó su vista a la de ella, y la chica le devolvió la mirada con una pequeña sonrisa. 

-Mar, ella es Camila. Camila Jones. Es mi prima y se va a quedar a vivir conmigo una temporada, porque quiere ser actriz y así le enseño Hollywood. -dijo, rodando los ojos. -Lo que se tiene que hacer por las primas pequeñas... 

-¡Eh! -protestó Camila. 

Mar rió por lo bajo, ya que vio que la rubia se había enfadado con el comentario de su prima. Se acercó a ella y le dio dos besos de presentación.

-Hola, yo soy Mar Swegther. Encantada de conocerte. 

-Igualmente... -dijo ella, todavía fulminando a su prima con la mirada. De pronto la miró con los ojos salidos de sus órbitas y se puso roja. 

-¿La actriz? 

Mar asintió, y Camila puso una sonrisa de oreja a oreja.

-¡Genial! ¡Conozco a una actriz famosa! Vale, vale, ya está, Camila cálmate. –se dijo más a ella misma que a las demás.

La pelirroja ojiverde sonrió con cariño. Le caía muy bien aquella chica y su bipolaridad extrema.

-Bueno… -dijo Dems, rompiendo el hielo- ¿A qué se debe tu visita?

Ella abrió la boca al instante para explicárselo todo a sus nuevas amigas, pero luego la cerró. Cogió a Camila de los hombros y la sentó en el sofá con delicadeza, e hizo lo mismo con Jennifer.

-Me tenéis que prometer –dijo en tono confidencial- que no le vais a explicar esto a nadie por nada del mundo.

Las cuatro fruncieron el entrecejo al mismo tiempo de manera que resultó prácticamente cómica. Sin embargo, dos segundos después se lo tomaron más en serio, y lo prometieron. Así que Mar les contó todo lo que había pasado con Justin, la visita sorpresa, el picnic, la confesión de amor y como le había sentido de mal, tanto, que cuando volvió a casa de Allison no fue capaz de contarles nada y cuando quiso hacerlo, ellas ya se habían ido.

-Vaya, que mal rollo. –susurró Taylor.

-¿Me lo dices o me lo cuentas?

-No lo sé, Mar… -empezó Jennifer- Me parece que es un muy buen chico, tal vez deberías darle una oportunidad.

-Pero no lo quiero. De eso estoy convencida. Y no quiero darle falsas esperanzas.

-No le estarás dando falsas esperanzas si se lo dices desde el principio –habló Camila.

Mar arqueó una delgada ceja.

-Explícate. –pidió.

-Verás, si le dices que le vas a dar una oportunidad y salís juntos de manera oficial…

-¿Novio y novia?

-Exacto. Como pareja. Quizá después te guste y te acabes enamorando de él. Quién sabe, el amor de nuestras vidas debe estar escondido por ahí, en alguna parte. El mío tiene que estar muy, muy escondido, pero…

Taylor se inclinó para verla mejor y le dijo:

-¿Qué?

Jen le acarició la cabeza y lo explicó.

-Un estúpido que enamoró a Camila y le hizo perder la fe en el amor.

Mar vio como la rubia puso cara de protestar por revelar un suceso íntimo, pero no lo hizo. Entonces interfirió Dems, volviendo a la conversación inicial, y explicar que ella no pensaba que Wilmer fuera el amor de su vida, pero que para entonces estaba segurísima. Taylor y Jennifer dijeron que todavía no los habían encontrado, al igual que Camila, que no volvió a hablar hasta que el tema de los enamoramientos había sido dado por terminado.

Mar tampoco dio su opinión, pero eso no significaba que no la tuviera clara: ella, de ninguna de las maneras, podía estar en una relación donde quisiera a alguien. ¿Por qué? Porque el amor te hace débil, te hace vulnerable.

No tenía el mismo problema que la prima de Jennifer: enamorarse de alguien equivocado que le rompiera el 
corazón.

No, lo suyo no era dado por alguien más. Era un problema de ella misma, ella era la arma asesina.
Porque estaba segura que destruiría a cualquier persona que se le acercara demasiado.

Como lo destruyó una vez a él, como le apagó la vida de sus ojos brillantes. Literalmente.

Cami13 escribió:Aparecii, me encantó el capítulo, no, no me encantó, LO AME!
Y lo voy a seguir amando e.e 
Espero la sigas muy pronto linda, besos   

Se me olvidó respondeerte!    Sorry
Muchisimas gracias linda

Mar picó dudosa a la puerta de Justin. Iba a hacer caso a sus amigas. Jus la atendía y le hacía reír. ¿No era eso lo que se suponía que era el amor? No lo sabía. Pero decidió ignorar sus dudas. 

Él abrió la puerta y se quedó atónito al verla allí parada, al parecer tan sorprendida como él mismo. 

-Hey. -saludó ella, levantando la mano. 

Justin no saludó. No era porque no quisiera, o porque estuviera enfadado con ella. Sencillamente, no se podía creer que la ojiverde hubiera ido expresamente hasta allí para verlo. Eso no lo hacía ni cuando estaban de buenas. No se esperaba que lo hiciera ahora por nada del mundo. 

-Vale... -empezó ella tras el incómodo silencio- Verás, ayer en el picnic me dijiste de todo, no de todo en el sentido de cosas feas y groseras que te hagan sentir mal, sino al contrario. Me dijiste cosas tan bonitas que me hizo sentir mal porque no sabía si podía corresponderte de la forma en la que tú lo haces. -respiró hondo y continuó hablando de carrerilla, tal y como se había aprendido lo que diría de ida hacia allí- Por eso me asusté y no te dije absolutamente nada, y me quedé allí parada como una idiota intentando razonar por qué no deberías enamorarte de mí cuando ya lo estás. Lo que pasa es que... yo no sé si estoy enamorada de ti. -confesó con siceridad- Es decir, sí que me gustas, y me encanta pasar tiempo contigo y te mentiría si te dijera que no siento nada cuando me miras. Pero no estoy convencida de que esté enamorada de ti. Por eso hice lo que hice. Y lo siento. 

Justin avanzó un paso hacia ella, y Mar volvió a no saber como reaccionar. ¿Se quedaba de pie sin moverse o retrocedía? Si fuera otro día, tan sólo dos días antes, por ejemplo, ya le iría bien. Coquetearía con él y luego lo besaría. Pero se sentía insegura en ese campo, en el de la pareja estable. No quería hacer algo mal, pero no sabía tampoco que límites no estaban permitidos de cruzar. 

-¿Qué es para ti el amor? -preguntó de pronto él.

Ella se quedó en blanco, pero, por primera vez en las últimas doce horas, supo lo que responderle. 

-Para mí el amor es el de los cuentos de hadas. 

-Pero los cuentos de hadas no existen. 

-Lo sé. Pero yo no quiero una historia de amor como la princesa que se enamora a primera vista de su príncipe encantador se casan en contra todas las adversidades y acaban felices para siempre, viviendo en un castillo de ensueño. Yo sólo quiero sentirme como la princesa de ese cuento. 

Justin encarnó los ojos, esperando que continuara. 

-No quiero que él diga algo tan impresionantemente romántico que me haga derretirme, ni que me haga un sólo a la canción más empalagosa que haya en algún etenso repertorio musical de música pop. No quiero que me traiga cada día flores y chocolates, o que me lleve a bailar bajo las estrellas con una orquesta de fondo. Quiero alguien con quién reír, con quién compartir momentos únicos que me hagan feliz. Quiero alguien que esté conmigo por lo que soy, que me apoye y me quiera incluso cuando estoy complicada o me acabo de levantar, con el pelo despeinado y el pijama feo puesto. Quiero levantarme en medio de la noche con él y pensar "tengo suerte de tenerte". Y eso, para mí es un cuento de hadas. 

Dejó escapar el aire al acabar de hablar. Justin se mantuvo serio, y Mar sintió su pulso palpitándole en la muñeca. No le había mentido. Sí que sentía algo por él, aunque no fuera amor. 

-Eso es muy bonito. -dijo sonriendo de medio lado. 

-Lo sé.

Los dos se callaron y se miraron a los ojos, tímidos. Aquella no era la historia de amor que Mar se había 
imaginado desde que era pequeña, así no era como debían salir las cosas. Sin embargo, aquel chico tenía algo. 

-¿Te gustaría ser el príncipe para mi cuento de hadas? -preguntó ella.

Justin sonrió todavía más apliamente. 

-¿Me estás pidiendo para salir como novios, Mar Swegther? 

-Sí, Justin Bieber. ¿Qué dices? 

Se hizo un silencio. 

-Por supuesto.

Los chicos estaban en la sala de estar de la planta de Estados Unidos. Una vez habían entendido a la perfección que eran los CMA's, los habían reunido para ir a hablar con Jerton, el máximo jefe de aquel equipo, según les habían dicho. Niall se mordía las uñas porque estaba muy nervioso. No podía creerse que estuviera en aquel lugar, en medio de tanto famoso, en medio de tantas luces y tantas leyendas. Había gritado fuera cuando se encontró con Justin Bieber, uno de sus ídolos. Él parecía muy contento, y estuvieron hablando un rato. Era tal y como se lo imaginaba, tal y como se mostraba en las entrevistas. Cuando se despidieron, el rubio tuvo todavía más la sensación que aquello debía ser un sueño. 

Entre mucha gente famosa, Jerton aún mantenía la autoridad. Los más jóvenes lo miraban con precaución, y los adultos con algo más de confianza, pero con respeto. 

-¿Simon? -preguntó dándole la mano. 

-Como siempre, un placer verte, Jerton. Estos son los chicos de los que te hablé. Harry Styles, Niall Horan, 
Louis Tomlinson, Zayn Malik y Liam Payne. La banda de The X Factor, One Direction.

-Sí, un placer conoceros a todos. Una lástima que perdiérais. Conozco a gente que realmente deseaba que ganárais. 

Harry se sorprendió.

-¿En serio? 

El rizado se arrepintió de decirlo en el mismo momento que lo pronunció. Jer se mostró algo desconcertado al principio, y eso le hizo dudar de si su seguridad iba a estar garantizada. Podía ser muy buena persona, como aseguró Simon, pero a él le parecía muy intimidante.

-Claro, Harry. -se apresuró a responder Simon- La niña de la que cuida Jerton, supongo que será una gran fan 
de vosotros y...

-En realidad, a Mar no le interesan mucho las boybands. -declaró Jerton. 

-Vaya... 

Simon también parecía arrepentirse de haber hablado de la pequeña. Jerton se mostró algo más a la defensiva en el mismo momento en que Simon dijo "la niña de la que cuida Jerton". 

-Fue una amiga de Mar, Clara, que votaba siempre por vosotros. A veces cuando iban todas a casa la escuchaba gritar sobre vosotros.

-Ah, ¿sus amiguitas? -dijo Zayn.

La habitación se sumió en risas. Todos reían. Jerton también, y de un momento a otro, un chico se acercó a ellos. Ah, él también reía.

-Hola, chicos. Soy Josh. El mejor amigo de Marie. 

Se saludaron e empezaron una pequeña conversación. Un cuarto de hora después, Simon dijo que debía irse, así que dejaría a los cinco adolescentes solos entremedio de tantos desconocidos. Se sintieron algo incómodos, pero Josh había resultado ser una persona muy agradable. De hecho, cuando Jerton se había ido a preparase un café, les comentó que en realidad era muy buena persona, pero que siempre intentaba mantener el respeto entre los participantes de su equipo para que no se crearan malentendidos. Ellos suspiraron algo más tranquilos. 

-Antes de irme, -dijo Simon- ¿podría ver a la niña? Hace muchísimo que no la veo. Dos años, quizá.

-Claro. Iré a decirle que venga. 

Jer salió de la habitación.

-¿Sabes que Mar tiene catorce años, verdad?

-Sí, por supuesto. Pero continúa siendo una niñita. Con esa edad, todavía se está en la infancia. 

El moreno no hizo ningún otro comentario, pero se vio que disfrutaba con la situación. 

-¿Por qué no venís y os presento a la gente? -les dijo a los chicos. Ellos accedieron. 

-Bien, ellos son Zayn, Liam, Niall, Harry y Louis. Chicos, os presento a Jennifer Lawrence, actriz del programa. 
La rubia que está a su lado es Taylor Swift, cantante. La de la izquierda es Demitria Lovato, también cantante. 

-¡Eh! ¡No me presentes así! -habló la aludida antes de levantar la mano para saludar. Todos rieron, y a los cinco nuevos les costó resistirse a la risa. La chica era muy mona. 

-Perdona... Bueno, mejor llamadla Demi. La rubia que queda es Camila.

-¿De qué trabajas? -preguntó Harry.

Ella sonrió de manera encantadora.

-No trabajo aquí, pero mi gran sueño es ser actriz. 

-Pues te has encontrado una buena amistad. -dijo Jennifer, haciendo referencia a Mar. 

-Y él es Alexander Ludwig, actor. El único que falta es Justin, aunque no sé donde está. 

Niall prestó mucha atención de repente. Era como un perrito al que le acabaran de enseñar una chuchería. 

-Y... -los que hablaban miraron a Niall. -¿Por qué nos miras así? 

-¿Habéis dicho Justin Bieber?

-Sí...

-Niall es un fan masivo de Justin. -explicó Liam- A veces da miedo. 

Se rieron de nuevo, pero algo los interrumpió. Jerton apareció, y justo delante de él, hablando de espaldas, se encontraba una chica bajita, delgada y con una larga melena pelirroja recogida en una coleta alta. Iba vestida con una falda roja al conjunto de su pelo que le llegaba algo por encima de la rodilla, una camiseta ajustada de rayas azul marinas y blancas y unas botas con algo de tacón. Sin duda era preciosa. Niall se la quedó mirando. Le recordaba tanto a ella... A decir verdad, aquella chica era la que le estaba ayudando a olvidar a su ex novia de Irlanda, aquella por la que estaba deprimido cuando llegó a la discoteca. Pero ella lo miró a los ojos después de aquel tropezón tonto, y lo ayudó a bailar. También lo ayudó a tener la primera borrachera y la primera 
resaca de toda su vida, pero valió la pena. 

-Simon, ella es la niñita. 

-¿Niñita? ¿De que váis hablando así de mí cuando yo no estoy?

Su voz también le resultaba tan familiar. Era armónica, dulce, suave y aterciopelada. 

-¡Mar! ¡Has cambiado muchísimo desde que te vi por última vez! 

-Me viste cuando acababa de cumplir los doce, Simon. Voy a hacer catorce en un mes. 

Sí, le sonaba muy familiar. Demasiado familiar. La manera de andar, por como se había fijado antes, era la misma. La curva de su cuello, la manera de vocalizar. Pero no la podía ver. Simon estaba justo en frente de ella, y no le permitía verla. 

"Quítate de en medio" -pensó Niall estirando el cuello frenéticamente. Quería verla. ¿Y si era ella?

-Por cierto, Mar, ellos son One Direction. Me han dicho que has oído a hablar de ellos. -dijo, por fin, apartándose. 

Mar tenía los mismos rasgos que ella, las mismas largas pestañas, los mismos labios rojos, y los mismos ojos verdes salvajes y grandes. Niall contuvo el aliento. ¿Era ella? ¿De entre todas las personas del mundo, había vuelto a encontrarse con ella... por casualidad? 

-Sí, me han hablado mucho de ellos. Mi mejor amiga es una gran fan vuestra. -dijo, mirándolos uno a uno. 

Niall ni advirtió como los demás se iban congelando uno a uno cuando los ojos de la chica se posaban encima de ellos en un gesto amigable, pero explosivo. Pero cuando llegó a él, ninguno de los dos pudo apartar la mirada. Se quedaron allí, paralizados. Mar no sabía que estaba haciendo el chico de la discoteca allí, y Niall no sabía quién era aquella chica. ¿No se llamaba Georgia? ¿Por qué le había mentido? ¿Y como es que habían tenido la suerte de volverse a ver? 

-Mar, Niall. ¿Os conocéis?

Cami13 escribió:

¡¡¡¡¡Mar y Justin ya son novios!!!!! Pensé que le diría que no lo quería que se aleje de ella tipo algo así, pero fue todo lo contrario o.o

Mar se encontro con Niall :jejeje: 

Siguela si no quieres que muera deshidratada  

Besooos.xx

Jajajajja yuuhu te sorpreendí!! 
ahora la sigoo linda, la deshidratación es una de las peores maneras de morir ?)
kissees 

-Sí -respondió Mar con naturalidad. Niall no sabía que decir. Seguramente a esas alturas estuviera rojo, ya que estaba muy nervioso -. Lo conocí un viernes que salí con Allison y Clara. Helena no pudo venir... 

Jer le pasó el brazo por el cuello a su actriz favorita y la acercó a su cuerpo, como si estuviera orgulloso de ella. Mar sonrió forzadamente. Sus dedos en su cuello la hacían tensarse. 

-Niall, no dijiste nada. -comentó Simon. Por su mirada, el irlandés supo que aquella era la peor traición que pudiera haber cometido nunca. ¿Y qué iba a saber él que aquella chica era una actriz famosa de catorce años que dirigía su propio equipo en una de las competiciones más importantes nunca vistas? ¡Si incluso le había mentido con el nombre!

-No sabía que te referías a ella. No tuvimos mucho tiempo para hablar...

Aunque lo último lo había dicho bajito, todos se pusieron al tanto y los miraron pausativamente. Jer lo fulminaba por la mirada. Niall cayó. Lo que había dicho se podría haber malinterpretado fácilmente. Si no estaba lo suficientemente sonrojado a esas alturas, se sonrojó todavía más. 

-Estuvimos juntos durante muy poco tiempo. Creo recordar que no nos dijimos nuestros nombres. 

"¿Cómo demonios puede mentir tan bien?" -pensó.


Es actriz, idiota.

"Ah, cierto" -de nuevo, su conciencia le daba la respuesta. Aunque la conciencia de Mar parecía muy apagada, puesto que mentía sin dudar, sin vacilar, todo de un tirón, como si fuera verdad. Mantenía una excelente cara de póquer, e incluso era capaz de engañar a una habitación llena de directores de cine y actores profesionales de Hollywood. Niall comprendió por qué Mar era la dirigente más joven, y por qué la prensa la consideraba la mejor actriz del mundo. Era, sencillamente, fantástica en lo que hacía, y lo hacía como otra antes. 

Simon habló con Mar unos minutos, y ella rió a sus bromas, y respondió todas sus preguntas. Incluso le preguntó por su familia, y el estuvo muy agradecido de que lo hiciera. Parecía una chica encantadora e inocente, pero Niall sabía que no era verdad. Una chica inocente no se vestía con vestidos cortos ni con tacones altos. No bailaba con un desconocido y lo conquistaba, ni bebía alcohol. Una chica inocente no mentía así, ni tenía aquella sonrisa tan misteriosa que completaba como la otra mitad perfecta de la sonrisa de la Mona Lisa. No tenía unos ojos salvajes. Y ella los tenía. Así que Mar Swegther podía ser de todo, menos una chica inocente y encantadora. 

Cuando por fin Simon se fue, Jer mandó a trabajar a los demás, así que Demi y Taylor se fueron al estudio de grabación, y Alexander, Josh y Jennifer -junto con Camila, que iba de observadora-, se fueron al plató para acabar de rodar una escena. El mismo director dijo que debía supervisarla, pero que dejaba a la pelirroja al cargo de los invitados, y que los trataría muy bien.

"Eso ya lo sé" -se dijo Niall. 

Estaba nervioso por quedarse a solas con ella. Técnicamente no se quedaban a solas, porque sus amigos estarían allí, pero la gente se reducía, y eso hacía que ella centrara un poco más su atención en él. Cuando los actores se fueron, a Mar no se le pasó desapercibida la mirada de Harry sobre las caderas de Camila, moviéndose al son de su caminar. En el fondo, era perfectamente entendible. Harían buena pareja, de eso estaba segura. 

-¿Queréis que os enseñe dónde vais a trabajar?

-Claro, eso sería genial. -respondió Zayn. 

Los cinco siguieron a la chica. 

-Mar... ¿puedo llamarte así no?

-Por supuesto, Louis. Dime. 

-¿Te puedo hacer una pregunta?

Ella dijo que sí.

-¿Tu pelo es natural?

Los cuatro rieron, y Louis se quedó como una estatua, sin saber si lo que había dicho estaba mal. 

-¿No está bien preguntarle eso a una chica? Yo pensaba que las 
preguntas prohibidas eran sobre su peso y su ropa.

-¿Cómo puedes fallar una pregunta sobre ropa? -qüestionó Liam.

Mar le respondió. 

-Siempre le puedes preguntar de qué va disfrazada, y resulta que va vestida de calle... O si la ropa que tiene se la pasó su hermana, y es nueva... Hay muchísimas opciones de meter la pata con una chica. 

Todos accedieron. Según ellos, a veces las chicas eran demasiado complicadas. Dialogaron sobre ello un buen rato, mientras curzaban pasillos y habitaciones con las puertas cerradas. Mar acabó aceptándolo, pero no sin remarcar que los chicos a veces también podían ser muy complicados. 

-Y Louis, mi pelo si es natural. Creo que es de color cobre -hizo una pausa-. Ya hemos llegado. 

La habitación que les enseñó era enorme, y tenía, por lo menos, cien 
guitarras, treinta tambores, diez violines, ocho trompetas y muchísimos insturmentos más. Las paredes estaban decoradas de pósters enmarcados de grandes de la música, como Elvis Preasley, Michael Jackson y Hank Williams. En el suelo había sillas detrás de estructuras de metal que sostenían partituras. Había amplificadores para guitarras eléctricas, pero lo que más llamó la atención a Niall fue una vieja guitarra acústica en un rincón de la habitación, algo desgastada, pero aún así preciosa. Se notaba que había estado siendo usada y llevaba siendo usada durante mucho tiempo. 

-Esta es la habitación donde se compone. Normalmente no hay mucha gente porque prefieren componer en sus casas, o bien tienen compositores que lo hacen por ellos. Pero a mí me parece la habitación más bonita de todo el lugar, así que... 

Los cinco penetraron en la habitación. Como había dicho Mar, era hermosa. Soltaron exclamaciones de admiración y cumplidos a los decoradores de interiores, y se repartieron a ver la sala, que aunque no era demasiado grande, parecía ser de las dimensiones perfectas. Zayn y Louis miraron los pósters de las paredes, intercambiando comentarios de ellos e imitando posturas. Harry se atrevió a tocar algún instrumento extraño para hacer reír, y Liam miró las partituras y composiciones que habían por ahí. Pero Niall se acercó a aquella vieja guitarra y la observó con cuidado y detenimiento. La madera estaba pulida, pero desgastada por el paso de los años. Las cuerdas estaban afinadas, así que alguien se había tomado la molestia de cuidarla. Era preciosa. La guitarra acústica más bonita que había visto en su vida. 

Le dio la vuelta, y vio una pequeña incripción en la madera tallada. 


MAJD

-Mar Alexia Jude Diana. -explicó una preciosa voz detrás de él. 
Él de dio la vuelta asustado, como si fuera un niño que lo hubieran encontrado haciendo algo malo. 

-¿Qué?

-Es lo que significa. Mar Alexia Jude Diana. 

Niall volvió a mirar la madera. Era cierto, las letras y las iniciales de los nombres coincidían. 

-¿Esta guitarra la compartían cuatro personas?

-En realidad no. -dijo Mar, acercándose y sosteniendo la guitarra por el mango para verla mejor. Niall tuvo que recordarse de respirar. No estaba tan cerca como le gustaría, pero era genial sentir que no estaba a más de un metro de él- Es mía. 

-¿Tuya? -preguntó con un hilo de voz.

-Sí. Desgraciadamente mis padres no sabían que nombre escoger para mí, y estaban entre esos cuatro. Así que en vez de triar uno que es lo que hace la gente normal, me pusieron los cuatro. Pero todo el mundo me llama Mar, supongo que por qué es el primero y el más corto también. 

Niall asintió. Mar le quedaba genial. Era un nombre no muy usual, para una persona no muy usual. 

-¿Tus padres te dieron esta guitarra?

-Así es. Cuando hice los seis me la regalaron, y fue entonces cuando aprendí a tocar. 

El rubio se la quedó mirando, y cuando ella levantó los ojos de las cuerdas se volvió a quedar atrapado en aquella mirada verde electrizante. Mar tampoco retiró la vista. Aquella inmensidad azul era desconocida, y le gustaba. Sabía que no estaba bien hacer eso cuando tenía novio, desde hacía un día solamente, pero era algo irresistible. 
El tono de llamada de un teléfono movil los despertó. Era el de Niall, que vibraba en su bolsillo. Dejó caer la guitarra bruscamente, y ella tuvo que apañárselas para cogerla antes de que cayera al suelo. 

Murmuró un lo siento, y fue a coger la llamada. Más valía que fuera importante. 

Número desconocido. 

-¿Sí?

-Niall. Hola. 

Se quedó helado. Era ella. 

-¿Steisy? 

-Hola, cariño. -Niall cerró los ojos. Aquella era su ex de Irlanda. Lo dejaron cuando One Direction empezó a ganar popularidad en The X Factor, y le fue terriblemente difícil olvidarse de ella. De hecho, todavía no lo había conseguido. Pero aquella chica del pelo rojo que en esos momentos conversaba con Louis y reía con sus gracias había tenido gran parte de la culpa que la mente del chico estuviera distanciada de sus problemas amorosos con Steisy durante algo más de un mes, que fue cuando se conocieron por primera vez en una discoteca de Hollywood. Entonces aún le parecía absurdo que cogieran un avión sólo para ir a la discoteca, pero Gemma y los chicos le habían insitido tanto que no pudo decir que no. Y al final, allí fue donde la conoció. 

-Niall... quería que supieras esto por mí antes que por terceros. Pero me dijeron que te habías ido a Hollywood y... no puede ni siquiera despedirse. 

Mierda. Se había olvidado completamente de despedirse de ella. 

-Sí, lo siento -dijo. Realmente lo sentía. Steisy fue la primera chica a la que besó, con quién perdió la virginidad, y olvidarla de tal manera le supo mal-. Pero, dime, ¿qué ocurre?

Se hizo el silencio.

-Estoy enamorada. Y no es de ti. He encontrado a un chico y estoy muy feliz. 

Niall se había imaginado aquella conversación miles de veces. E imaginó tal dolor... pero no. No sentía dolor. Al contrario. 

-¡Steisy! -la felicitó- ¡Eso es genial! ¡Felicidades! Me alegro que seas feliz con otra persona.

-No... ¿No te importa? -dijo ella algo dubitativa. 

-Para nada. Estoy muy contento. 

Y decía la verdad. Tres meses antes, cuando rompieron, sí que lloró y lloró como un niño pequeño. Pero para entonces, estaba tan feliz por ella. Y entonces supo que por fin la había olvidado. No sabía como ni por qué. Pensó que un día se despertó y ya no la amaba. Y el no se dio cuenta de ese cambio. La historia que compartieron fue preciosa, pero Niall estaba contento de que hubieran puesto un punto final y ella hubiera empezado una nueva historia con otra persona. 
Porque, al fin y al cabo, eso es lo que es el amor. Un libro que escribes con alguien más. Las hojas y los momentos pasan, e intentas pasar página en los momentos amargos, y cerrar la portada para acabar un libro con la última palabra, que acostumbra a ser un adiós. Hasta que un día te encuentras con un libro que no tiene final, y que la persona con el que relatas los hechos, la coprotagonista, resulta ser el gran amor de tu vida que todos soñamos. Su princesa.

Niall miró inconscientemente a Mar. 

Lo que no sabía era que ella ya estaba involucrada en una historia en la que él no era más que un personaje secundario.

No podía creérselo. Estaba saliendo con ella. Eso parecía un logro increíble. Justin caminaba por el pasillo hacia plató, ya que tenía que grabar un capítulo de la serie que presentarían a los premios. ¿Si ganaban influiría en su relación con Mar? No, seguro que no. Ella no era así. 

Cruzó la puerta de la sala de composiciones, sin mirar adentro. Si hubiera mirado, hubiera visto a su entonces novia con aquel chico rubio de ojos azules que había gritado al conocerlo, y en especial este último, mirándola ensimismado. 

Porque si Justin no se podía creer lo que había ocurrido con Mar, Niall todavía podía hacerlo menos. Pensaba que no la volvería a ver en toda su vida, pensaba que no tendría la oportunidad de volver a hundirse en aquellos ojos verdes. Pensaba que no volvería a ver su pelo rojo nunca más, que no la volvería a ver...  en fin, ni físicamente. Pero la chica le había estado quitando el sueño se encontraba allí, a menos de cinco metros de distancia, hablando con Harry animadamente. Niall hizo una cara repulsión cuando vio la mirada de seducción de Harry entrar en acción. Si se pensaba que iba a consentirlo, lo llevaba claro.

-Harry, ¿puedes venir un momento?

El rizado fue a regañadientes y lo miró como queriendo decir: ¿no ves lo que tengo entre manos?

-¿Qué pasa?

-¿Qué estás haciendo con Mar?

Harry captó su aire celoso, y aquello lo divertió. 

-Tranquilo, tigre. Sólo estábamos hablando.

-Creo que no lo entiendes. Ella es la chica de la que te he hablado -el otro joven no lo entendió, por lo que Niall tuvo que especificar-. Georgia. La de la discoteca. Pues resulta que se llama Mar Swegther y es una actriz famosa. 

El chico abrió mucho los ojos y la boca, y lo miró como si no se lo creyese. 

-Tampoco cambia tanto las cosas. 

-¡Lo cambia todo! 

-Está bien, tal vez si que cambie mucho las cosas... 

-Eh -interrumpió Mar-, les decía a Zayn a Louis y a Liam que deberíamos ir a plató. ¿Vamos?

-Claro. 

Llegaron a plató entre bromas, risas y miradas furtivas por parte de Harry y Niall, que iban algo callados. Cuando llegaron, no pudieron evitar soltar un suspiro de la impresión. No sólo era una habitación enorme y llena de cosas que no habían visto en su vida, sino que había miles de personas allí, trabajando a un gran ritmo. 

-Mar, hola. -saludó Jer. Los cinco se tensaron. Aunque Josh les había asegurado que era muy buena persona, 
todavía lo encontraban intimidante. Sin embargo, cuando se acercó a la chica y se agachó para darle un beso en la frente -era tan bajita que debía hacer eso- y bromear entre ellos les pareció un buen hombre, al menos con Mar. 

A lo lejos, vieron a los de antes: Josh, Jennifer, Taylor, Demi y Alexander, aunque se les había unido Justin en ese momento. Él sonrió al verlos allí, pero no era por simpatía. Era porque su novia se encontraba presente. Pero eso Niall no lo sabía.

-Vamos a grabar un capítulo de Instant Star, nuestra serie para los premios. Pero antes, voy a adelantaros lo 
que haremos dentro de tres semanas: vamos a ir a un campamento a la montaña, todos juntos. Todos los de mi equipo y, por supuesto, Mar.