blue roses

patrick se enamora de su vecina, aquella que lo desconoce y lo ignora cada vez que puede. él sabe que a ella le gustan las rosas azules, y le entrega a ella una cada mañana con el deseo de que blue note que él existe.

eso me dijo una vez una muy cercana amiga, aunque, no realmente. yo vivía en españa y ella en italia. pero esa frase era cierta, tan cierta que llegaba a dolerme el alma.

cuando tenía quince años, una familia llegó a la casa que estaba al lado de la mía. y allí, en ese momento, caí completamente enamorado de blue bomer, la chica a la que le gustaban las rosas azules.


ella era dulce, tan dulce como un té sin azúcar o comer una barra de jabón. así de dulce. yo lo sabía, ella era dura y nunca sonreía cuando yo intentaba hacerla reír.

"a mi tampoco me gusta sonreír" le dije una tarde, cuando mi madre y la suya se juntaron en mi casa para beber café y charlar, y ella obligada tuvo que venir.

"simplemente te ignoro, patrick, entiendelo" me dijo.


eso me dolió. en ese momento descubrí que el amor dolía.

"quiero sonrisas sinceras, como cuando cantabas canciones de amor"

le dije luego de darle una rosa azul. aquellas que a ella le gustaban. me miró y no se inmutó, solo siguió caminando. con su celular en la mano, y sus auriculares colgando alrededor del cuello.


conocía el amor de blue hacia las rosas azules por la canción que solía cantar seguido cuando se había mudado, ella siempre mencionaba 'azules son tus ojos, como el mar, o como el cielo. azul es mi nombre, como las rosas y como el amor'. nunca supe qué significaba esa letra, o quien la cantaba. era de amor, claro estaba. pero lo único que me importaba es que blue sonreía cada vez que la cantaba.

ella era lo único que me importaba.

le dije, luego de darle una rosa azul. cuando la vi sollozar y tararear canciones de the beatles. quizá no me escuchó, porque estaba con sus grandes amigos, los audífonos.


blue era de las pocas mujeres que no solía ver llorar, era una novedad para vi verla llorar a ella porque mi padre siempre había dicho que llorar era para débiles; y yo la consideraba a ella, la más fuerte y valiente de todas las mujeres. nunca sabría cuál era el motivo de su llanto, porque ella impedía que alguien pudiese notarlo. blue simplemente lloraba, sin que nadie supiese el motivo de su dolor.

note que cuando ella lloraba, el cielo también lo hacía.

le pregunté, luego de darle una rosa azul. cuando la vi con una cigarrillo en sus labios, entre sus hermosos labios, aquellos que nunca se dignaban a sonreír; pero esa vez, blue rió irónicamente, simuló una sonrisa oscura, y volvió a inhalar el humo.


mi abuelo había fallecido de cáncer de pulmón por su terrible adicción al cigarrillo, y me enloquecía el solo hecho de saber que blue tenía la idea de vivir dependiendo de algo que tarde o temprano la terminaría matando por dentro. a ella quizá no le interesaba su vida, ni tampoco su salud, ni tampoco las personas que dependían de ella, como lo era yo. pero no estaba dispuesto a verla destruir su vida.

ella me interesaba más que cualquier cosa en el mundo, ella era mi mundo.