Sons of the Rock.

"—Parece que el proyecto de los hijos del rock está resultando exitoso, a no mucho tiempo de que el programa inicie muchas personas se han declarado fieles de este con el simple hecho de ver a los participantes —él se detuvo un momento y después carraspeo, fotografías de todos los chicos que participarían en el programa aparecieron en la pantalla detrás del hombre—. Metallica, Nirvana, The Beatles, Guns n' Roses, The Rolling Stones, AC/DC...¿quién no conoce por lo menos uno de estos grupos?"

El tazón de arándanos estaba completamente vacío una vez que en el programa llegaron al apellido Jagger.
La pantalla de plasma en frente de mi mostró una vez más al hombre encargado de decir las últimas noticias del espectáculo, este con traje muy elegante hablaba lo último referente a los hermanos Lennon, y sus fotos del lado derecho en la televisión fueron remplazadas por las de dos chicos a los cuales yo conocía muy bien.
Max, sentado en un banco con una guitarra en el regazo y sonriendo, con su típica postura sencilla pero galante y yo, sonriendo con un micrófono en manos. 
El presentador comenzó a hablar sobre los antecedentes de mi hermano cuando saqué mi celular dispuesta a enviarle un mensaje de texto a mi hermano mayor.
La cámara de buena calidad en mi teléfono móvil capturo una foto del televisor en la que él  salía riendo con una gorra volteada, ocultando su cabello, mientras me abrazaba por los hombros y yo besaba su mejilla rodeando con mis brazos su cuello.
"Parece que ahora todos sabrán cuanto me amas" tecleé y envíe junto con la foto al  celular de mi hermano.
Sin más que hacer tome el control remoto y apague la televisión.
Me levanté del sofá de la sala y marché hacia la cocina justamente cuando la puerta principal era abierta de par en par y un hombre con un buen peinado entró por ella. Michael Philip Jagger, mejor conocido como Mick, y para mi era papa, padre o papi.
Miró mi vestimenta al igual que mi cabello para después arquear una ceja y negar con la cabeza, risueño, haciendo que se viera mucho más joven de lo que aparentaba. Tal vez no era buena idea que me quedara en pijama después de las once de la mañana.
Cuando cruzo por el vestíbulo dejo dos grandes bolsas ecológicas que daban en el supermercado, a pesar de tener más de setenta él era fuerte, susurrando algo por lo bajo.

—Veo que alguien madrugo para ir de compras. 

Mi canturreo burlesco trajo consigo la risa de mi padre. 
El plato en el que anteriormente había arándanos estaba impecable después de que lo lave. Y en menos de quince segundos, era récord personal.

—Sabía que si yo no lo hacía, tú probablemente las harías hasta mañana. Las barras de vainilla se agotaron en menos de una semana. 
—Tienes toda la razón, más sin embargo las barras de vainilla no sólo las como yo, son tus favoritas.
—Hmm —asintió con gracia— ¿Has hablado con Max últimamente? 
—Acabo de enviarle un texto hace menos de una hora. 
—¿El motivo? 
—Estuvieron hablando de nosotros en la televisión, unas cuantas fotos, nuestras reputaciones y un poco de ti. 
—¿Las fotos eran buenas? 
—Si, Max y yo, sabes que no siempre estamos juntos y menos que haya fotos de ambos cuando teníamos más de trece.
—No hablaba de las de ustedes, si no de las mías —exclamó haciéndose el ofendido quitando su abrigo y dejándolo en el respaldo de la silla a mi lado—, pero es bueno saber que ustedes se ven bien al igual que yo.

Estalle en carcajadas por su comentario y él simplemente se acercó a mi para abrazarme como sólo los padres hacían. Y era porque necesitaba un poco de cariño por parte de su familia, sus dos esposas habían desaparecido después del divorcio, incluida en ellas mi madre, y sólo éramos nosotros. 
Max se había ido lejos, lamentablemente, por ser el mayor dejándonos a papa y a mi solos. Lo extrañábamos mucho, eran raras las veces que venía de visitas, pues a pesar de estar ligado con un montón de problemas que le daban mala reputación no dejaba de ser nuestro pequeño Maxon Jagger; hermano e hijo.
Rodeé con mis brazos el cuello de mi padre y le correspondí el abrazo con todas las fuerzas que podía.

—¿Estuvo bien que aceptara? —pregunté en un susurró aún abrazando a mi padre.

Se separo de mi, pero me tomó de los hombros, y me dedico una sonrisa grande, sincera, a la Jagger.

—Si lo hiciste sin pensarlo dos veces, al igual que Maxon, es lo correcto —dijo pareciendo todo un viejo filósofo, con estilo en el cabello y la ropa—. Además, si ya firmaste, no puedes arrepentirte. Estas atada a ello ahora. 
—Eso espero entonces. ¿Sabes que estaré fuera por barios meses?
—Como medio año, si no me equivoco. Lo soportare, además, no es la primera vez que uno de mis hijos se va lejos. 

Eso lo sentí como una bofetada, pensaba que no sería tan difícil, más sin embargo sabía que ocurriría tarde o temprano.
Formaría parte de un reality show por unos meses, los hijos del rock, lo que implicaba estar lejos de él. Mi padre era fuerte, mucho, pero no era fácil ver como tus hijos se van lejos de ti; eso lo note cuando mi hermano mayor se mudo. Muy dentro de él temía por quedarse sólo, ese era su temor, y por ende mi temor también.
Pero tenía que enfrentarlo, ser hija de un famoso en el mundo del rock implicaba muchas cosas, así como hacia mi hermano siempre. Tan despreocupado siempre de lo que piensen de él. Eso era ser un Jagger; y era tiempo de que yo me volviera lo que era de herencia.


Las maletas se encontraban apiladas en una pequeña montaña en el estudio, al lado del vestíbulo, con la mayoría de mis caras prendas acomodadas estratégicamente para no hacer mucho bulto. Eran como mínimo doce y el máximo no podría decirlo con exactitud.
El tiempo pasó volando mientras metía lo que consideraba necesario en las maletas, rojas para los accesorios, cosméticos y perfumes, azules para los materiales de arte y libros, rosas para los zapatos, naranjas para las valiosas pertenecías, verdes para la ropa interior, de baño y pijamas, una negra para todos los portátiles junto con sus cargadores y muchas más amarillas para la ropa, el orden de las cosas era más que característico en mi. 
Suspiré aliviada por el peso que me había quitado de encima.
La noche había llegado hace más de dos horas y mi cuerpo pedía a gritos un descanso después de empacar por toda la tarde con sólo un sándwich con pan integral en el estómago. 
Tomé asiento en uno de los altos bancos en la mesa de mármol que separaba el comedor de la cocina, con sólo unos shorts de pijama junto con un blusón de manga larga, dispuesta a conocer a los demás. No sería la única en el programa, eso era más que obvió, y todos tendrían personalidades diferentes con las que tendría que tratar hasta el final. 
Una vez encendido el iPad las luces automáticas de la cocina se fueron apagando hasta dejarme en una oscuridad absoluta en donde la pantalla portátil de mis manos era la única que me proporcionaba una vista a mi alrededor.

—¡Bingo! —susurré al encontrar una página en la que estaba toda la información del reality show.

Banda tras banda, hijos por hijos, investigue cada detalle sin dejar atrás ninguno en especial. Tenía que saberlo todo si ellos iban a vivir bajo el mismo techo que yo por un montón de meses.
Chicos, chicas, había una gran variedad y todos parecían lo que eran. Hijos de celebridades sin duda alguna.
Me sobresalte cuando las luces se volvieron a encender de la nada, sólo sucedía cuando sentía la presencia de alguien entrando al comedor, y entrecerrando los ojos buscaba al causante de aquello.

—¿A que hora piensas ir a dormir? 

Reconocía perfectamente esa voz, ronca, fuerte y con un toque de gracia en ella, el acento británico le daba su último toque sensual con el que décadas atrás conquistaba a muchas mujeres por ser el vocalista de una de las bandas más famosas de la historia. 
Él entró en el comedor con unos pantalones de algodón y una camiseta blanca holgada, descalzo con el cabello alborotado además, su pijama sin duda alguna.

—Estaba por subir. —contesté poniéndome de pie para ir a la cocina por un vaso de agua.
—¿Ellos serán tus compañeros en el programa? —cuestionó mi padre tomando asiento frente a el iPad acomodado de tal manera en el adorno de mesa para que no se cayera.
—Hmm —asentí con el vaso ya lleno hasta el tope, bebí de este y lo deje en el lavaplatos vacío—. ¿Qué opinas?
—No son tan apuestos como yo de joven —exclamó con superioridad—, son muy delgados. 
—Veo porque Maxon es tan...especial en todos los aspectos. —dije arqueando ambas cejas mientras me colocaba a su lado.
—De tal palo tal astilla Courtney. Tú eres igual, sólo que no te has dado cuenta. —mencionó causando mi risa como por milésima vez en el día— ¿Y que te parecen a ti?
—Buenas personas, amigables tal vez. —respondí sincera.
—Metallica, The Beatles, AC/DC, Nirvana...serán muchos, suena interesante en verdad. Ahora veo porque fue que aceptaste. —murmuró— Pero de igual manera no te saldrás con las tuyas jovencita, será un reality show y yo podré enterarme de todo. Más te vale no involucrarte mucho con uno de esos chicos o me veré obligado a interrumpir el show algún día de esos.
—¡Papa! Tengo dieciocho años, creo que puedo controlar eso yo sola —exclame divertida, Mick era celoso pero eso era en parte broma, por lo que le guiñé un ojo—. El tal Rudd se ve interesante.
—¿El hijo de mi tocayo Phillip? —preguntó.
—Si, Scott, si no me equivoco. De AC/DC. —conteste lo que causo un gruñido de su parte.
—Asesinare a Scott Rudd. —murmuró por lo bajó pero lo logre escuchar.

Estalle en carcajadas y abrace a mi padre fuertemente. No se que demonios haría sin él.

:roll:

Me gusto mucho los capítulos que subieron   ¿ahora me toca a mi? porque la chica que sigue no se a reportado y no sé, ya que, de todos modo me voy a poner a escribir.

Senti como mi padre se acomodaba y me abrazaba. —; no es que seas un bicho raro hija. —acomode mi cabeza en su pecho. —; solo eres diferente. —acaricio mi cabello. —; eres como Rammstein. —los dos reímos. —; hija…
 —¿sí? —Lo mire.
—Prométeme que no harás ninguna locura, al menos no te tengas contacto físico con esos chicos. —Me separe de mi padre y comencé a reír. —; claro papa.
—está bien, además tienes que tener en cuenta que estaré atento a todo lo que hagas. —se levanto de su asiento. —; te quiero hija, que duermas bien. —beso mi frente.
Me acomodo en sillón y dejo escapar un suspiro de cansancio. —; hija. —llamo mi padre, me giro y lo veo. —; ten cuidado con Jaxon fehn. —; porque? —me da mala espina, es hijo de chris fehn, es todo un casanova, el hijo ha de ser igual. —explico. —;mmm…está bien, tranquilo. —sonrió con inocencia.

idek:

gracias pense que iba ser un asco, gracias<3.