▬ Expedientes de los GBA.

▬ Tiene una colección importante de libros, en su mayoría de historia y arte, sin mencionar el conjunto de pinturas, cuadernos de dibujos, y hojas sueltas con "garabatos". Es dueño de una guitarra eléctrica y de una Harley Davidson que su padre le compro para su cumpleaños numero quince, otro regalo más por compromiso.


▬ Callado y reservado, por lo general no le gusta hablar de su vida ni meterse en la vida de nadie. Pero cuando lo hace, no siempre es de la mejor manera. Es un imán para los problemas, algo que trae loco a su padre ya que lo ha tenido que sacar de la cárcel en mas de una ocasion. Su actitud intimidante provoca que todo el mundo se aleje de él. Christofer ha escuchado ya suficientes estupideces en su estadía en ese lugar, como por ejemplo apuestas sobre quien se atrevía a iniciar una conversación con él o quien era capaz de enfrentarlo.
Desordenado. Chris es feliz en su desorden personal. Dice que así puede encontrar las cosas fácilmente.
No le gusta convivir con otras personas. Le gusta mas la soledad y el silencio, aunque no puede negar que un par de días a la semana los utiliza para socializar con el genero femenino y adentrarse en sus camas. Después de todo, es un hombre.


▬ Un conjunto de tatuajes adornan sus brazos y parte de su torso y espalda. La mayoría diseñados por él y con un significado en especifico -peleas ganadas, odio, rencor, su madre, su padre-. Perdió a su madre de pequeño, algo que lo traumatizo por completo ya que era la única persona que lo amaba y aceptaba tal cual era. Tiene constantes pesadillas sobre su pasado algo que lo a llevado a dejar de dormir y caer por completo en el insomnio. Toma pastillas para poder descansar de vez en cuando. Tiene un piercing en el labio inferior y uno en su lóbulo derecho.

▬ Tiene un perro a quien adora y trata como si fuera su propio hijo. "Frodo" es una de las mejores cosas que le paso en la vida, según Kay. Su computadora portátil, donde tiene todas las fotos de su familia almacenadas como si fuera oro mismo, y con la cual se comunica con su familia. Tiene un pequeño microscopio que su padre le regalo antes de comenzar la carrera.


▬ Es muy unida a su familia por lo que los extraña a muerte. Vivió durante veinte años prácticamente en una casa llena de niños, durmiendo en una habitación con su hermana dos años menor que ella y una aun mas pequeña que solía levantarse por las noches y meterse en su cama con la excusa de que su cama era incomoda. Sin mencionar a su hermano mayor y al pequeño de la familia. Eran multitud. Siempre con peleas, gritos, risas, y problemas... muchos problemas.
Por esa razón se siente muy sola ahora. Antes solía disfrutar el silencio pero ahora la aturde. Aun así, no dejaría ni loca su carrera ya que eso era lo que siempre soñó.
Demasiado ordenada. Tiene una libreta anota todo lo que debe hacer, estudiar e incluso comprar para no olvidarse, con fecha y hora incluidos. Su habitación, o por lo menos su lugar esta sumamente organizado. Kay no deja nada al azar, no le gusta improvisar.
Dulce y cariño. Compresiva por sobre todas las cosas.
No se mete en problemas, mientras mas alejada este de ellos, mejor.
Ella considera que esta ahí solo para estudiar y nada mas. No le interesan la relaciones mas que de amistad o relacionadas con su carrera. Lo otro es simplemente algo con lo que puede llegar a perder el tiempo y Kay no tiene tiempo para perder.
Centrada y a pesar de necesitar tener la situación entre sus manos, cuando se trata de la investigación es como una niña. Le encanta curiosear, describir y aprender cosas nuevas.
No es nada raro encontrarla con la nariz entre los libros. Casi no se escucha, no se siente. En mas de una ocasion su madre o alguno de sus hermanos se acercaron a ella preguntándole si aun seguía vida. Cuando se sumerge en su mundo es muy difícil sacarla de el.
Tiene una filosofía de vida, en parte inculcada por sus padre y por otro lado formada durante los años de convivencia con sus hermanos, en la que deja en claro "No molestar sino quieres que te molesten".
Con tantos en casa sino se respetaban podías llegar a pasarla muy mal.
Extrovertida. Le gusta hacer amigos, participar en clases y todo proyecto que ande dando vueltas en la Universidad.  
Claramente, Kaylee es una chica con quien se puede convivir. No te molestara, no creara problemas, ni mucho menos traerá a un chico a la habitación para acostarse con él.  



▬ Tiene la mala costumbre de morderse el labio inferior cuando se pone nerviosa o cuando esta demasiado concentrada. Cuando se siente entre la espada y la pared, comienza a hablar muy rápido y la mayor parte de lo que dice son incoherencias. Tiene una manía con el orden. No le gusta que le cambien las cosas de lugar o que salgan con algo que no esta dentro de su agenda. En su cartera siempre lleva perfume y alcohol en gel para desinfectar su manos siempre que lo crea necesario. Necesita una taza de café en la mañana sino no funciona. Por lo general no se pone de mal humor ni se enoja con facilidad, pero cuando lo hace solo le dura un par de horas y listo -muy pocas personas lograron hacerla enojar a tal punto que termina odiandolos-. Le tiene mucho miedo a la oscuridad, se paraliza y sus manos comienzan a sudar, por eso su horario de clases ocupa toda su mañana y gran parte de su tarde, así ya esta devuelta en su habitación para cuando el sol se oculta por completo y la oscuridad inunda las calles.