Stockholm syndrome {Larry Stylinson.

Me atoré con la comida que tenía en la boca por lo cual tosí con fuerza golpeando mi pecho para que esta bajara, acto seguido, vi a Louis saliendo del baño con una pervertida sonrisa en sus labios.

―No quiero hacerlo ―respondí cuando la tos cesó y mi boca estuvo vacía.
― ¿Acaso te lo pregunte? Déjame decirte que la respuesta es no ―acentuó notoriamente la última palabra.
― ¿Acaso vas a obligarme? ―pregunté burlándolo.
―Si no me dejas opción claro que lo haré ―afirmó con seguridad tirándose, literalmente, sobre la cama haciéndola crujir.

Resoplé con fuerza y lo observé unos instantes mientras abría la bolsa con su comida, sus ojos azules me vieron y de inmediato una sonrisa llena de suficiencia se dibujo en sus labios.
Me debatí internamente en que debía responder, decir, o hacer. Desde el puñetazo en mi estómago debía pensar antes de actuar, o al menos intentarlo, aunque lo que pudiese responder fuera sumamente estúpido y mereciera un nuevo golpe.

―Entonces tendrás que hacerlo porque no cederé, estoy grande para bañarme con compañía ―solté sin más como si realmente no temiera que podría hacer o decir ante mi atrevida respuesta pero noté una vez más aquella media sonrisa perversa― ¿No dirás nada? ¿No vas a golpearme? ―pregunté al no recibir ningún tipo de respuesta.
―No ―respondió con naturalidad encogiéndose de hombros.

Me desesperaba no saber qué pasaba por su cabeza, eran tan impredecible como un billete de lotería. Quería levantarme, ir hacia él y golpearlo justo en la entrepierna, para que sintiera solo un poco del dolor que yo estaba sintiendo hasta ese momento. Pero ver el arma sobre la mesa de noche me recordó que eso podía ser lo último que haría.

―Si accedo... ¿Me darás algo a cambio? ―pregunté con mi vista fija en él. Quería ganar su confianza de alguna manera para que me liberase o al menos me diera la suficiente libertad como para que pudiera escapar.
―No ―respondió de la misma manera que anteriormente.
―Maldito ―murmuré entre dientes pero al parecer lo dije lo suficientemente alto para que lo escuchara ya que levantó ambas cejas e hizo una fingida mueca de dolor.
―Si te daré algo a cambio ¿Sabes? ―metió la bandeja ya vacía en la bolsa y luego de cerrarla la hizo a un lado para mirarme fijamente― placer, y mucho bebé ―hizo una guiñada y bufé con fastidio evitando verlo a los ojos, más que nada porque eso había sido sumamente atractivo y no quería volver a caer ante él.

Se levantó de la cama y se quitó la remera para luego tirármela llamando mi atención, solo la tomé en mis manos evitando que cayera  sobre mí. Sentí su aroma, era tan delicioso que el deseo de probarlo una vez más se hizo presente ¡Mierda! No podía ser tan débil. Arrojé la remera a un lado mientras sentía sus pasos acercándose a mí. Estaba en el sillón, quieto, mudo, sin saber qué demonios hacer para evitar desearlo como un loco desesperado.

―Mírame Harry ―pidió con calma posando sus manos sobre  mis hombros por lo cual levante la cabeza para cumplir con su pedido― quítamelos ―exigió ahora y al ver que no moví un musculo se agacho hasta quedar su rostro frente al mío y rozando mis labios susurro: ― que me los quites ―tomó mis manos con brusquedad e hizo que se posaran sobre su entrepierna― Ves como estoy ¿Cierto? ―pregunto cuando mi tacto le causo una erección― necesito que me ayudes con eso ―mi puño estaba tan fuertemente cerrado queriendo resistirse que Louis tuvo que abrirlo y volver a posarlo sobre su erección― quítame los putos jeans o haremos esto a mi manera ―dijo ahora perdiendo la calma, sus ojos ya brillaban de aquella atormentadora manera.

Mi mente se debatía entre resistirse y ser golpeado o algo aun peor, o si simplemente seguirle la corriente y dejarlo salirse con la suya una vez más antes de poder huir de allí. La segunda opción fue la que terminó ganando. Quería escapar, necesitaba hacerlo. Cerré brevemente los ojos y al abrirlos mi mano masajeaba su entrepierna con cierta timidez, me sentía estúpidamente sumiso, cobarde ¿Pero que más podía hacer? Seguirle la corriente si quería salir con vida de allí era la única opción.

Entre mis patéticos pensamientos, ya me encontraba quitándole los jeans, mis manos desabrocharon su cinturón bajaron su cierre y quisieron quitarlos sin mas pero él me detuvo cuando levanto con cuidado mi cabeza tomándome por el mentón.

―Así me gusta Harry ―se notaba satisfecho, claro, una vez mas Harry cumplía sus ordenes sin demasiada resistencia, eso se acabaría, me dije a mi mismo sin tener la seguridad de que así fuera.

Luego de que deje caer sus jeans al suelo me dispuse a hacer lo mismo con su última prenda pero el tomo mis brazos haciendo que me levantara. Una vez que estuvimos casi a la par, ya qe le superaba la altura notoriamente, fue él quien comenzó a quitarme la ropa.
No actué, no dije ni hice nada pero aun así el no se sintió mal por eso, o quiso detenerse, mientras yo cooperase levantando mis brazos para que pudiese quitar mi remera, o elevando apenas mis pies para dejar mis pantalones en el suelo le era suficiente.
Ahora en igualdad de condiciones, se acercó a mí y besó mis labios, una vez más, no tuve reacción alguna, al menos no inmediata, porque cuando sentí su lengua pidiendo permiso para introducirse en mi boca se lo permití casi instintivamente, siguiendo su juego candente que subía de temperatura a medida que sus largos y finos dedos recorrían mi cuerpo con desenfreno.
Una vez más, perdí la razón, y cuando quise acordar él ya estaba dominando la situación a su antojo, sabía lo que seguía y aunque en algún momento quise evitarlo ya era tarde.

Yo solo seguía sus pasos y no me separé del él sino hasta que él así lo decidió. Cuando abrí mis ojos, estábamos dentro del baño, aquel espacio pequeño que parecía la excusa perfecta para no separarnos demasiado. Mordió su labio inferior con lujuria luego de recorrer mi cuerpo con su mirada y estiró su mano hacia la canilla de la ducha para abrirla.

―Quítate eso ―besó cortamente mis labios para luego el mismo con algo de prisa quitarse su última prenda, de inmediato hice lo mismo.
Se metió bajo el agua y supe que estaba algo fría por una mueca y un leve temblor que hizo, reguló la temperatura y me estiró la mano la cual tomé para adentrarme en la ducha.
Una vez que los dos estuvimos dentro, de un cinchón me pegó contra su cuerpo mojado, provocándome una inevitable erección, no bastaba con estar junto a él, con ver su perfecto cuerpo desnudo, sino que también ahora rozaba contra el mío bajo aquella tibia agua que parecía hervir cuando comenzó a besarme una vez más con desesperación. A recorrerme entero con sus manos inquietas que parecían no tener freno y yo, no sería el encargado de detenerlas.

Me pegó contra la pared con brusquedad, pero eso no importó, ni a mí y mucho menos a él, quien me alzó obligándome a rodear su cintura con mis piernas y a mis brazos aferrarse a él. Me sostuvo con fuerza y cuando supuse ya estaba con la suficiente comodidad y estabilidad, me soltó con una mano por lo cual de mi dependió mantenerme en aquella posición mientras colocaba su pene en mi entrada para comenzar a empujar con cierta prisa. Mi cuerpo estaba completamente mojado, el suyo también, por lo cual la penetración se facilitó y pocos minutos después los movimientos se habían vuelto rápidos.
Mi espalda resbalaba por el frío azulejo, aquella sensación era extrañamente candente, mientras mis dedos se prendían con fuerza de la espalda de Louis mientras lo abrazaba apoyando mi cabeza de lado sobre su hombro mientras lo sentía respirar agitado a causa de la excitación y la fuerza que hacía al sostener mi cuerpo por más que yo cooperase con él.

No tardó mucho tiempo más en bajarme, y ahora, pegarme contra la pared de espaldas a él. Puso una mano en mi abdomen, alejándome un poco de esta, lo necesario para que quedase erguido ante él y así nuevamente pudiera penetrarme con más comodidad.
Apoyé mi cabeza en la pared mientras sentía el agua correr desde mi nuca hacia el resto de mi cuerpo, el chorro impactaba directo en ésta y fusionándolo con las embestidas de Louis me causaban tal placer que no podía mantener mi boca cerrada, necesitaba más aire del que estaba recibiendo, el baño era solo vapor y el calor era insoportable. 
Las canillas estaban bajo mi cabeza, por lo cual cerré la caliente casi por completo y sentí el chorro de agua fría pegar con fuerza en mi espalda dándome una enorme sensación de alivio.

―Lou… Louis ―gemí casi inaudible volviendo a pegar la palma de mi mano contra la pared mientras la otra la llevé a mi pene para masturbarme pero él la quitó y la cambió por la suya, lo que inevitablemente me hizo sonreír.
Tomó mi cabello con su mano libre obligándome a echar mi cabeza hacia atrás y sentí sus labios pegándose a mi cuello.

―Me vuelves loco Harry ―me habló al oído y luego me soltó para tomar mis caderas con ambas manos y apresurar las embestidas por lo cual supe que estaba tan excitado como yo y que probablemente estuviese por llegar al clímax, y no me equivoque, tan solo minutos después, soltó un fuerte gemido y arañó mi hombro con sus dientes, ni siquiera tuvo el tiempo suficiente de salir por completo de mi cuando su orgasmo ya había llegado.
Respiró con fuerza unos segundos antes de retomar el aire mientras yo quise voltearme pero cuando lo notó me lo impidió y abrazándome por detrás comenzó a masturbarme con rapidez.

―Vamos Harry ―gimió mordiendo suavemente mi hombro y parte de mi espalda, también succionando y así, consiguió que mi orgasmo llegase sin hacerse esperar demasiado manchando su mano con mi esperma.
Volteé y volvimos a unir nuestros labios en un beso más calmo, ya que él había saciado su apetito sexual y yo, necesitaba algo de calma y dulzura que por un momento, creí estar recibiendo de su parte.

+:

wouh, wouh, wouh. esto es mucho, juro que me dio un poquito de cosa leerlo, y sabes que soy una amante de ph pero leerlo es mas wouh que verlo. sinceramente no voy a mentirte, soy la chica mas paja () tenia cero ganas de leer, te estoy siendo sincera eh, porque en una relación no hay mentiras ni secretos so por eso o digo, voy a hacer un comentario digno de todo lo que leí hasta ahora, y ya veré en tu tema; por cierto, no estuviste subiéndolos ahí, mala persona!
en parte si y en parte no puedo creer lo bueno que esta quedando esto, y lo buena que estas siendo con este fic! hace mucho no leo nada larry en el foro, porque creo que ya paso de moda y ahora esta mas en wattpad, espero que tu fic sea un poco como el regreso de los fics larrys acá, y también el smut pero el del bueno, porque ewww si es así de cogen y ya y mal detallado o que ni pasión te llega, y si es así mejor me voy a ver videos de sean cody o pornhub lo sé, que horror, pero a vos te gusta, no mientas!
buee, quiero merendar, sabes las muchísimas palabras cutes y sin sentido que pondría para decir que esto esta cool y lo amo, como te amo a vos! espero que lo sigas, y tendré que esperar al sábado o domingo, so ahora entiendo porque no hablamos aun sigo con un poquito de recelo pero me entendes, ily.. terminando, le aclaro a toda persona que leyó mi comentario que la señorita victoria y yo estamos formalmente (así suena piola) en una relación y hoy se cumple una semana (pero ya me tenias de antes)! te amo cariñito y lo sabes, ya hablaremos por wpp. ily bitch

En breve cap, solo si hay interesados en que suba... 

Desperté con pesadez en mis ojos, parecía que los parpados me pesaban, apenas si podía abrirlos. Quise incorporarme en la cama y me encontré con que mis manos estaban atadas al barandal del respaldo. Maldije internamente y como pude, me fui acomodando hasta quedar sentado en esta.

― ¿Louis? ―mi mirada recorrió toda la habitación en busca de algo que pudiera darme una pista de si me encontraba solo, y así era. Un suspiro salió de entre mis labios. Me di cuenta que tenía puesta ropa que no era mía, ya que aquella remera negra y los shorts me quedaban algo ajustados de más. Louis era más pequeño que yo físicamente, le robaba casi unas dos tallas aunque no pareciera.

Apoyé mi cabeza contra la pared e intenté recordar cuando me había quedado tan profundamente dormido que ni siquiera me entere que había vuelto a ponerme aquellas malditas esposas. Me sentía limpio y fresco, mi cabello estaba algo húmedo y olía a shampoo de menta. Un suave aroma a perfume masculino inundaba la habitación, si, me había bañado, eso podía recordarlo, Louis me había dejado unos minutos de intimidad para hacerlo con calma y lo agradecí profundamente después de haber tenido sexo en la ducha.

Seguía sin recordar cuando había quedado dormido.

Apoyé mis pies descalzos en el suelo y me quede mirándolos hundido en mis pensamientos.
Recordé la mañana anterior y como el día había sido de lo más normal, me había levantado a las 6:30 y como cada día de lunes a viernes desayune con mis padres y hermana antes de que cada uno saliera de casa a sus respectivos destinos.

Había asistido a clases, luego de estas tuve que ir a casa de Niall a terminar un trabajo y ya lo que seguía, era el hecho de haberme vuelto victima de asalto y secuestro en menos de un abrir y cerrar de ojos ¡Que idiota fui! Creí oír la voz de mi madre cuando de pequeño me decía "nunca hables con extraños" ¿Por qué no fui capaz de ponerlo en práctica esa noche? Volví a retomar la idea que lo del asalto hubiese sido plan de Louis, después de toso, aunque dijo en primera instancia que nunca me golpearía, luego lo hizo ¿Por qué ahora confiaría en su palabra?

―Al fin te despiertas bella durmiente ―aquella aguda voz atravesó la puerta de la habitación logrando que diera un pequeño brinco en mi lugar a causa de la sorpresa.
― ¿Quieres soltarme? ―pregunté molesto y él se acercó a mí para cumplir con mi deseo.
―Tuve que salir un momento y no podía arriesgarme Hazz, lo siento ―dijo fingiendo pena.
Al sentir mis manos libres me levanté de la cama y caminé hasta la puerta por donde él había entrado.
― ¿A dónde crees que vas? ―pregunto siguiéndome de cerca.
―a mi casa ¿Acaso no puedo? ―pregunte con ironía dispuesto a inspeccionar el resto del lugar.

Era algo así como apartamento interno, la única ventana que había visto hasta ese momento era la del cuarto de baño. Definitivamente no me perdía nada si no recorría aquel pequeño lugar. Pues salí de la habitación y me tope con un angosto pasillo el cual me llevo hasta una pequeña sala de estar donde solo había un perchero totalmente desbordado de ropa, una alfombra de color indefinido, y un sillón de un cuerpo con una chaqueta de cuero y llaves encima.

Sentía la respiración de Louis casi en mi nuca pero intente simular que eso no me ponía incomodo.
Luego de la sala, una puerta me dirigió a la cocina, era lo suficientemente cómoda como para quien vive solo, y se notaba que vivía solo, era el típico departamento de soltero solo que este era algo más sombrío.

― ¿Hace cuanto no limpias este lugar? ―arrugue mi nariz en un gesto de asco y salí de allí porque el solo hecho ver el color de las paredes amarillentas me causaba repulsión.
―Paso poco tiempo aquí, poco me importa como esté ―lo miré de reojo pero preferí no hacer comentario ante su respuesta. Me di la vuelta para volver a la habitación, debía irme de allí.
―Deberías considerar limpiarlo ―me atreví a decir sin poder evitar dejar salir mi lado femenino.
―Definitivamente no Harry, aunque podría hacer que tú te encargues de eso ―rió y solo lo miré con desaprobación sin decir nada, solo regresé al cuarto, seguía siendo el lugar más agradable.
 
+++
 
 ―Necesito ir al baño ―tragué saliva y él solo se encogió de hombros antes de tirarse sobre la cama a revisar su celular, lo que tomé como un “haz lo que quieras” y fue lo que hice.
Entré al baño sintiendo un gran nerviosismo, levanté la tapa del inodoro haciendo ruido, el necesario para que pensase que lo estaba usando.

Fue entonces, que fijé mi vista en la pequeña ventana y sin pensarlo dos veces fui hacia ella. Me paré en puntitas y di un leve salto para ver hacia afuera, daba justo al callejón por donde recordaba haber pasado. Estaba seguro que mi cuerpo pasaría por allí, así que sin más, me impulsé hacia arriba y mis manos se aferraron al lado de afuera de la ventana, donde sentí algo viscoso adherirse en ellas y por más asco que me dio aquello no me importó, clavé mis dedos con la mayor fuerza posible para no resbalar y un último impulso hizo que la mitad de mi cuerpo ya estuviese fuera.

―Harry, vamos apúrate ―su voz paralizó mis sentidos y dos golpes tras la puerta empeoraron la situación, no pude pensar en nada más que salir de allí, por eso, sin medir consecuencias, me tiré, literalmente, hacia afuera, haciendo que mi cuerpo golpee con fuerza el frío y sucio suelo del callejón. Para mi suerte, el impacto de la caída no había sido mucho considerando mi estatura, pero mi muñeca se había doblado al evitar con ella caer de cabeza y la sentía palpitar, aun así eso no debía preocuparme por eso, me levanté lo más rápido que pude y empecé a correr para salir de allí.

― ¡Harry! ―sentí su grito a la distancia lleno de furia.
Mis piernas flaquearon pero no miré hacia atrás y mucho menos me detuve, corrí como si mi vida dependiera de ello, y así era.

No entendía porque demonios había esperado a que oscureciera, aunque era bueno si pensaba en que sería más fácil esconderme, lo que no era bueno sin dudas era que estaba en un lugar desconocido y poco agradable.
Salí del callejón y me detuve en seco al ver dos sujetos poco agradables intercambiando algo que supuse sería dinero por droga, entonces, la mirada de uno de ellos se detuvo en mí y de inmediato lo reconocí, era el mismo sujeto que me había robado, además, tenía su rostro hinchado, a causa de los golpes que Louis le había dado.
― ¡Harry! ―Salí de mi transe y volteé, a metros de mi venía Louis hecho una furia por lo cual volví a correr una vez más.

Nunca había sido bueno en deportes, odiaba correr la verdad, pero en ese momento me sorprendía de la velocidad en que mis piernas podían llegar a moverse. Di vuelta una esquina y me adentré en aquella oscura calle, no sabía hacia dónde ir, solo tenía claro que no debía detenerme por nada en el mundo.
Podía sentir como a Louis correr tras de mí y agradecía que fuese más lento que yo.

― ¡Maldita sea Harry detente o juro que te mataré! ―gritó notoriamente agitado y enojado.
No hice caso, ni siquiera me detuve a pensar en sus palabras. Me encontré con que pocos metros más adelante había un alambrado de unos dos metros, mientras corría hacia él intentaba encontrar la manera más fácil de evadirlo pero nada parecía ser útil, por lo cual simplemente con impulso me colgué de éste y empecé a trepar. Mi pie derecho no se pudo aferrar con fuerza necesaria por lo cual me resbalé pero aun así volví a intentarlo. Para entonces, supe que Louis estaba parado detrás de mí y entre mis estúpidos nervios y mis débiles piernas mis manos no sostuvieron el peso de mi cuerpo y caí al piso hacia atrás.

― ¿Realmente creíste que escaparías de mi Harry? ―su voz hizo eco en mi cabeza y apreté mis dientes con fuerza mientras mis ojos se llenaban de lágrimas de impotencia― ¿De veras Harry? ―insistió y apoyé una de mis manos en el suelo para intentar levantarme pero él se encargó de que no lo hiciera dándome un empujón que me hizo caer hacia atrás― Eres un completo idiota si creías que ibas a escapar de mi ―se paró delante y se agachó hasta quedar a mi altura, tomó mi cuello y me apretó con fuerza. Podía ver la ira en sus ojos, pero esa vez no temía, yo tenía tanta o más ira que él, por lo cual puse mi mano sobre la suya para intentar correrla pero fue en vano, él la tomó y la corrió con fuerza. Fue entonces, que me di cuenta que mí otra mano estaba inmóvil, y recordé cuanto me dolía cosa que hasta ese momento no me había podido detener a pensar.
Si, estaba indefenso ante él, pero al notar que mi pierna estaba justo entre las de él no lo dudé, la elevé con fuerza y lo pateé en el lugar indicado. De inmediato me soltó para sujetarse por inercia y fue entonces que lo empujé y me levanté a toda velocidad para salir corriendo una vez más justo por donde había llegado ahí.

― ¡Hijo de perra! ―gritó retorciéndose de dolor y fue lo último que oí antes de sentir un fuerte golpe en mi cabeza que me hizo perder el conocimiento.