Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
escuela 329.
O W N :: Originales :: Originales :: One Shot's (originales)
Página 1 de 1. • Comparte
escuela 329.
nombre: escuela 329.
autor: desconocido.
adaptación: si.
género: suspenso, misterio.
otras páginas: si.
autor: desconocido.
adaptación: si.
género: suspenso, misterio.
otras páginas: si.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
La escuela 329.
Había una vez... No, esto está mal.
Esta historia no es un cuento de hadas, es un hecho real; este puede pasarle a alguien ahora mismo, una persona normal como tú o yo.
¿Has oído hablar de la vieja escuela 329? ¿No? Tal vez eres demasiado joven o simplemente es el hecho de que ningún noticiero habló sobre lo sucedido aquel lluvioso día de Abril en el ‘99. Muy poca gente sabe con claridad lo que ocurrió, aunque escasas personas creyeron lo que les estoy a punto de contar.
El día estaba nublado, aunque no les importo mucho a nuestros dos protagonistas. La escuela puntualmente había abierto sus puertas a las siete de la mañana para que los estudiantes pudieran entrar a sus correspondientes clases.
Juan, un chico tembloroso y aptitud sobresaliente, entró a la escuela. A lo lejos, Guillermo venía corriendo lo más rápido que sus pequeñas piernas le permitían, tratando de evitar llegar tarde y tener su segundo reporte esta semana.
«Gracias Dios». Pensó el castaño al dar un paso dentro de aquella gran institución. Se podía apreciar a las niñas jugando resorte y saltando la cuerda. Compañeros y amigos suyos jugando tazos o echando una cascarita. La campana sonó haciendo que todos en aquel patio corrieran tomando sus mochilas a sus clases.
Las horas pasaban en aquella escuela, acercándose la hora de la salida. En la última clase, la cual Juan y Guillermo compartían, la maestra Sol les dejó un proyecto el cual tendría gran significado en sus calificaciones para aquel mes.
― Es un proyecto muy fácil―comenzó a explicar―. Tendrán que investigar en la biblioteca o en libros que tengan en casa sobre el tema que les asignare, será en parejas pero yo las elegiré.
Abucheos se oyeron por todo el salón, dejando sin remedio a la docente escolar para tomar su regla y estrellarla contra la pizarra haciendo estremecer a todos.
― Como decía, yo haré las parejas. Teresita con Renata y hablaran sobre la historia del automóvil, Juan con Guillermo investigaran sobre Leonardo Da Vinci―y siguió nombrando parejas y temas hasta que el timbre final salvo a cada uno de aquellos niños―. Bien, el proyecto es para el viernes.
― ¡Pero hoy es miércoles!―se quejó uno de los niños sentados al fondo.
― Pues les recomiendo comenzar hoy―dijo la maestra de manera cínica―. Nos vemos mañana.
Los niños salieron de aquella aula todos cabizbajos y jurando que aquella era una bruja que sólo buscaba torturarlos.
Juan se acercó tímidamente a Guillermo con el fin de poder hacer el trabajo para el viernes y evitar un castigo o baja de sus calificaciones.
― Hola―dijo apenas audible―, creo que deberíamos empezar nuestro trabajo hoy para poder hacerlo con calma.
― Oh, ¿entonces tú eres Juan? No te conocía, yo soy Guillermo. Genial, ¿vamos?―dijo el niño comenzando a caminar.
― ¡No! Espera―mencionó Juan―. Tengo que avisarles a mis padres, ¿no harás lo mismo?
― Mis padres no vienen a recogerme a la escuela y como hora máxima de regresar tengo hasta las cuatro por lo que no hay problema.
― Oh, le puedo decir a mi mamá que si te podemos dejar después de hacer una parte de la investigación, así no tendrías que caminar solo.
― ¿En serio?―Juan asintió― Gracias.
Después de que Juan fuera con su madre, le pidiera permiso de quedarse hasta las cuatro, llevar a Guillermo hasta su casa y que ésta aceptara, los niños, junto con sus mochilas, fueron corriendo hacia la biblioteca que había allí. Al llegar le pidieron a la bibliotecaria, Rebeca, que por favor les indicara dónde podrían encontrar los libros de Leonardo Da Vinci que necesitaban. Ésta, con gusto y amablemente, llevó a ambos niños hasta la sección indicada, mostrando el librero en donde se podían admirar varios tomos con el título de aquel, por lo visto para ambos, famoso hombre.
― ¿Qué habrá hecho él para tener tantos libros con su nombre?―preguntó asombrado Guillermo.
― Sinceramente no lo sé, pero probablemente inventó algo importante.
― Tal vez era un valiente guerrero capaz de luchar contra mil soldados.
Los niños tomaron un libro y comenzaron a leer, dándose cuenta poco a poco que aquel hombre era un gran pintor y había hecho algunas aportaciones para realizar diversas máquinas. Mientras ambos leían y escribían a Juan le dió sed, pero por un descuido a la hora de tomar su agua, se regó la mayoría de este en el suelo.
― Rayos―se le oyó susurrar a Juan.
― Calma―hablo Guillermo―, vamos por el trapeador, limpiamos y nada pasó.
― Bien, vamos.
Ambos niños se escabulleron en busca del artefacto de limpieza hacia el closet donde se encontraba. Ambos entraron en el closet buscando el trapeador.
― ¿Habías entrado aquí antes?―cuestionó Juan― Yo nunca.
― Ni yo―dijo.
Algo captó la atención del último chiquillo, la pared estaba algo rara, este se acercó a ella captando ahora la atención de Juan.
― Es una puerta―dijo seguro Guillermo―, no entiendo porqué la cerraron. ¿Qué crees que haya atrás?
― No creo que haya nada―dijo inseguro Juan―. Si la cerraron fue por una razón.
― Quiero entrar―dijo sin pensar Guillo.
― ¿Estás loco?―preguntó asombrado.
― Tal vez un poco, pero quiero pensar que ahí hay algo que pide a gritos ser descubierto.
― Definitivamente no estás pensando con claridad―mencionó Juan mientras el otro niño buscaba algo entre los estantes.
― Mira, una llave―dijo sin poder creerlo―. Tal vez sea la llave que abra la puerta.
― De todas formas, la puerta está cubierta con tapiz, ¿cómo se supone que la abrirás?
El pequeño y curioso Guillermo decidió no contestarle con palabras, sino con acciones. Tomó un banco que estaba cerca de ahí y, como pudo, con la misma llave fue rompiendo el tapiz, despejando la puerta.
― No quiero hacerlo, tengo miedo―confesó el chiquillo con lentes.
― No te preocupes, ¿qué ocultarían aquí? No creo que sea el mejor lugar, es muy obvio y no es el mejor lugar para esconder algo.
Juan se limitó a mirar simplemente lo que su compañero hacia. Guillermo, con mucho cuidado y cautela, introdujo la llave a la cerradura, nervioso, giro la llave y, con miedo, abrió la puerta.
La puerta conducía a una habitación totalmente oscura, que apenas se alumbraba por la luz que estaba en el closet del conserje. Guillermo dio un paso al frente mientras que Juan retrocedió.
― Tenemos que ver que hay allí―incitó Guillermo.
― ¡Nos meteremos en problemas! No quiero ir, no quiero ir―mencionó su compañero al borde del llanto.
― No nos pasara nada―dijo tratando de convencerlo y a la vez a sí mismo.
― ¿Prometes que no habrá nada con lo que nos asustemos y no tendremos problemas?
― Lo prometo―mintió para simplemente no ir solo.
Juan, tratando de mostrar valentía, tomó la linterna que estaba ahí y entró a la habitación seguido por Guillermo. Como en una película de terror, la puerta se cerró de un portazo, poniéndoles los pelos de punta a ambos chicos.
― ¡Moriremos! ¡Tenemos que salir de aquí!―exclamó dramático Juan.
― Calma, tenemos que encontrar el interruptor, alumbra las paredes.
Lo encontraron en poco tiempo, aunque ambos estaban inseguros si realmente estaban listos para encender las luces y ver que había en aquel cuarto.
― Alumbra el interruptor, lo prenderé, buscaremos algo con qué salir y estaremos bien, ¿vale?―preguntó tembloroso el chico por el que estaban metidos en aquel lío.
― Okay―mencionó como pudo Juan―, solamente hazlo rápido, tenemos que estar en la entrada a las cuatro para irnos a casa.
― Veras, esto será fácil―comenzó a caminar hacia el interruptor―, encenderé las luces Juan y saldremos de aquí―sin darse cuenta este ya se encontraba llorando.
― Date prisa, ¡hazlo ya de una vez!
― Uno, dos y tr―antes de que el chico terminara de contar la luz cesó, o más bien la luz cayó―. ¡¿Qué ocurre?!―preguntó exaltado.
Pero no hubo respuesta. La linterna tirada en el suelo y Juan desaparecido, se escuchó el grito de su compañero en la habitación.
― ¡Me tiene! Ayuda Guillo, no te vayas sin mi―pedía a gritos la voz llorosa.
― Calma Juan, ¿dónde estás?
― Guillermo es un chico como nosotros pero quiere hacernos daño―se siguió escuchando.
― Juan saldremos de aquí, saldremos de aquí.
El niño muriendo de miedo comenzó a examinar la habitación entera hasta que vio dos sombras.
― ¿Eres tú Juan?
Con cautela y rezándole a todos los santos se acercó, cometiendo un grave error.
― Tú serás el próximo―dijo con una voz rara el niño que tenía a Juan en las manos.
Guillermo, tratando de mantenerse fuerte ante la situación alumbró aquellas sombras. La sangre en su cara desapareció y de su garganta salió un grito a todo pulmón. Su amigo se encontraba muerto, o eso se daba a entender, sobre un charco de sangre en las manos... En las manos de una criatura que perturbó la mente de aquel niño.
― ¡Ayuda!―gritó desesperadamente.
― Nadie vendrá por ti―mencionó aquella voz―. Nadie sabe que estas aquí.
Guillermo corrió por la habitación buscando algo que lo ayudara a salir. Un alambre o algo parecido era lo que necesitaba para abrir la puerta, recordó a su ya difunto amigo Juan. Este tenía su cabello bien recogido y lleno de gel, tratando de que ningún cabello saliera de su lugar. «Él tiene un pasador.» Recordó Guillo, se había percatado de aquello observándolo fijamente antes de entrar a aquel lugar, el pequeño pasador estaba bien escondido por sus cabellos pero una parte de él no podía ser tapada y eso sería la única salvación de él en esos. Con mucho cuidado se acercó nuevamente a donde estaba el cadáver. Alumbró rápidamente tratando de ver si el monstruo seguía junto a él, pero para desgracia suya, éste no se encontraba allí. Se acercó lo más rápido que pudo y le quito el pasador a su amigo.
― Niño tonto, pensaste que te dejaría ir fácilmente―le dijo aquella voz a sus espaldas.
Guillermo corrió lo más rápido que pudo hasta llegar a la puerta, con el pasador comenzó a juguetear en el hoyo donde se supone tendría que entrar la llave.
― Vamos―susurraba desesperado.
Un click sonó en la puerta, pero una mano intervino en que éste abriera en su totalidad la puerta. «Estuve tan cerca.» Pensaba el niño esperando su muerte. Pero sin pensarlo y simplemente tratando de salvarse abrió la puerta, mostrando la luz del closet del conserje. La criatura retrocedió un poco cubriendo sus ojos de la luz de aquella bombilla. Guillermo, con lágrimas en los ojos salió de ahí y cerró la puerta de un portazo.
*****
― Sé que estas en shock, pero nadie los mandó a meterse ahí―hablo el director preocupado.
― ¿Qué era eso? ¿Por qué lo tienen aquí?―preguntó Guillermo con voz muy baja.
― Lo tengo aquí porque pensé que era un lugar seguro. Eso que viste alguna vez fue alguien, él es mi hijo―el rector de aquella primaria retuvo las lágrimas al recordar aquello.
― ¿Qué? ¿Cómo?―cuestionó aun más impactado el chico.
― No te puedo contestar aquello, ni siquiera puedes decirle a nadie.
― Les diré a todos lo que tiene ahí.
― No lo hagas, no es necesario hacer esto.
*****
― Guillermo, te traje comida.
― Gracias Madgalena―respondí sonriente.
Y el director estaba en lo cierto, no debí de decirle a nadie. En lugar de que me creyeran me mandaron a un manicomio. Por lo que me he enterado han vuelto a abrir la escuela con otro nombre y aseguran que no existe la puerta de aquel día. Los padres de Juan me culparon por su muerte, pero al no encontrar pruebas de que yo lo hice no me inculparon.
La escuela sigue en pie, esa cosa sigue ahí, pero nadie sabe exactamente dónde.
- jai pipol.:
- hola, soy alina, mexicana, catorce años y sinceramente subo esto porque hace muuuuuucho que se lo prometí a steph acá arabella. y eso. bai.
drums.
Temas similares
» ♥♡La escuela con 1D♡♥
» silver hair don't care.
» ♥La vida de una pequeña anormal♥
» ¿¡Draco Malfoy en mi salón!?
» Our forbidden love!:3 (One Direction y tu) (Primera parte)
» silver hair don't care.
» ♥La vida de una pequeña anormal♥
» ¿¡Draco Malfoy en mi salón!?
» Our forbidden love!:3 (One Direction y tu) (Primera parte)
O W N :: Originales :: Originales :: One Shot's (originales)
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.