Los Mejores Amigos [ Logan Lerman] 2da Parte

- No debes creer todo lo que te digan, Freddie - dijo Emma quitándole la cerveza de la mano - ¿Enserio crees a Olivia capas de engañarte? Y no debes tomar aquí, estamos en la universidad.

Freddie redondeo los ojos molesto y le quito la lata a la rubia para terminar de vaciársela. Cruce mis brazos y miro a los costados, asegurándome de que nadie viera la bebida que mi amigo había traído, podría tener serios problemas si alguien lo viera consumir alcohol en horas de clase.

Emma intento volver a sacársela pero el es mas rapido y movió la lata lejos de ella y la miro fulminantemente.
Tal vez debería decirle a Bella lo que Freddie encontró en su casillero a las primeras horas de ayer, pero aun seguía molesto con ella después de encontrarla en brazos del estupido Ken. ¿Qué no podía mantenerse lejos de mi novia y ella no podía alejarse un poco de el? Encima también estaba abrazando a Brie. No es que me importara con quien ande o no Brie, pero si Sam pretendía algo con Bella y Brie al mismo tiempo, iba a ver dos ojos morados en su lindo rostro. Primero, por meterse con mi novia, y segundo, por jugar con Brie, cuando ella era demasiado delicada a la hora de enamorarse e ilusionarse con alguien.

La rubia me palmeo el hombro llamando mi atención. Me señalo mis manos donde tenia sus libros, estaba apretándolos con fuerza hasta casi rompérselos. Me los quito bruscamente y me fulmino con la mirada. Le di una sonrisa de disculpas y me dispuse a seguir haciendo guardia para que Freddie no sea descubierto. Sabia que la relación que tenia con Olivia iba cayendo cada vez mas y mas, haciéndose trizas con cada cosa que sucediera. Desde que Emma había aparecido, los celos de Olivia salieron a flote irritando a Freddie, y este parecía no darle importancia para molestarla aun mas. Emma miraba a Freddie con preocupación al igual con culpa, ella pensaba que era su culpa de la desconfianza de Olivia hacia Freddie, pero sabia que se equivocaba. Porque si de alguien era la culpa, era mía. Era entendible que ella se sintiera celosa y desconfiara de su novio cuando su mejor amigo había engañado a su novia con Stridder. Aun así, Olivia debería saber una cosa; Freddie era una persona y yo era otra, no me atrevería a arrastrar a mi amigo a mis estupideces. Yo no queria que el y Olivia se separaran.

- Dinos otra vez que decía la carta - insistió Emma cruzándose de brazos.

- Espera, ahí viene ella - dijo el rubio tirando la lata de cerveza dentro de su casillero y pasándole un brazo por los hombros a Emma.

- ¿Acaso quieres que me maten? - susurro esta con una sonrisa fingida.

- Solo quiero que tenga su merecido - Susurro el rubio.

Olivia paso junto con Brie quien iba hablando al parecer sobre una cita que le habían propuesto, pero la castaña no escuchaba ninguna de sus palabras, estaba totalmente concentrada en su novio y Emma. La incomodidad de la rubia fue evidente cuando la mire durante unos segundos. Cualquiera se podía sentir incomodo con la mirada acecina de Olivia, pero volteo la cabeza cuando Freddie levanto la vista comprobando si esta lo miraba.

- Va a cortarte las pelotas - negué con la cabeza mientras veía desaparecer a mis dos amigas.

- Y a mi me arrancara el cabello - dijo Emma quitado con brusquedad el hombro de Freddie - llevan cinco días sin hablar. Deberías hacer algo ¿No crees?

- Ella esta mejor con Alan - farfullo Freddie cerrando de golpe su casillero - Aun no la perdono por poner en peligro a mi hermana. Y es una traidora ¿Saben por que? No, no lo saben. Échenle un vistazo a este sobre, a ver que me dicen después.

Freddie empujo un sobre en mi pecho con brusquedad y se marcho sin siquiera decir adiós. Emma me detuvo al primer paso que hice para seguirlo, ella solo negó la cabeza y murmuro sobre que debíamos dejarlo solo un rato para que piense. No creía que debería estar solo en ese momento, pero quizás si necesitaba tiempo para pensar el mismo sobre todo lo que estaba pasando. Freddie nunca había estado enamorado, pero con Olivia era distinto, y ver que todo se estaba derrumbando, debía dolerle mas que nada.

- Veamos que demonios hay aquí - agarro el sobre que aun estaba en mis manos.

- Pero hay que ir a clases…

- Cinco minutos no harán la diferencia, Lerman - replico la rubia redondeando los ojos. Abrió rápidamente el sobre y saco una carta y cinco fotos. - Oh, no puede ser - susurro al comenzar a ver cada una de las fotos.

Le arranque las fotos de las manos para observar lo que tanto la había dejado impresionada, pero entre en un estado de shock al ver que Olivia estaba besando a otro tipo, al supuesto Alan. La siguiente fotografía era una en que ellos dos estaban a punto de besarse. Era sin dudas en la fiesta del sábado de Natasha. Luego había una en que ambos estaban durmiendo abrazados en la puerta del baño de Brie. ¿Qué demonios era todo esto? ¿Enserio Olivia había sido capas de engañar a Freddie? ¿Acaso había pensado mal de ella después de todo?

- Lee esto, Logan - Emma me tendió la pequeña carta.

Tome el papel en mis manos y comencé a leer las palabras garabateadas sobre el.

“Siento que te enteraras de esta manera. Olivia no queria decirte nada por no querer herirte, pero me he tomado el atrevimiento de hacerlo yo mismo. Lo siento muchísimo, pero ya sabes como es el amor. Uno no siempre gana. Espero que no haya pleitos entre nosotros ni tampoco con mi novia. Discúlpanos por favor, Freddie.

Alan”

- No me lo puedo creer - susurre aun impactado - ¿Nosotros defendiéndola y ella en verdad lo había engañado?

- No lo se, Logan - negó con la cabeza la rubia - Es raro todo ¿Por qué no fue capas de decírselo en la cara? Además, Olivia no es así ¿No? Acá hay gato encerrado. No confío para nada en esto.

- Las fotos son mas que claras - bufe volviéndolas a mostrárselas.

- No creas todo lo que veas, ni todo lo que escuches - replico la rubia con los ojos entrecerrados - Me ha pasado varias veces este tipo de trampas. Pueden estar trucadas o le jugaron una mala pasada a Olivia. Me las quedare y averiguare mas.

- De acuerdo, Sherlock. Avísame cualquier cosa que te enteres - dije con sarcasmo y me prepare para mi siguiente clase.

- Elemental, mi querido Watson, tenlo por seguro que lo lograre - murmuro ella desapareciendo segundos después.

Llegar al departamento después de un largo día en clases, había sido lo mas relajante que había sucedido en el día. Cerré la puerta tras de mi y me recosté sobre el cómodo sofá esperando que el dolor de espalda pasara de una maldita vez. Últimamente, cada vez que me peleaba con Bella todo parecía volverse mas aburrido, cansador y enfermizo. Ella se ponia a la defensiva si le decía algo o se la pasaba esquivando si era yo quien estaba enojado. Los últimos cuatro días se la había pasado esquivándome, excusándose con demasiada tarea o con demasiado sueño, pero ahora no iba a poder escaparse. Íbamos hablar en cuanto ella cruzara la puerta sobre la escenita que había visto de ella y del estupido Ken.

Aun no entendía que era lo que tanto pretendía Sam con Bella. Mierda, era mi novia ¿Quién se creía que era? ¿Qué había echo el por ella? Me frustraba solo pensar que Bella me pudiera dejar por Sam, sabiendo que el no había pasado seis años callado observando como la persona que amaba estaba con otro, que lloraba y reía por otro. El no sabia lo difícil que era estar en el lugar del mejor amigo cuando lo único que uno quiere es amar a la otra persona.

Mi malhumor y mi ira se calmo. Recordando todo lo que estaba recordando. Recordé que yo era una mierda por engañarla, y que con Sam, ella seria mas feliz. Estaba siendo demasiado hipócrita con este tema, me había mandado muchas cagadas y si Bella se llegaba a mandar alguna, no tendría porque importarme ¿No? Además, ella no era de aquellas que engañaban a los chicos. Ella era demasiado fiel a sus sentimientos como para hacerlo.

- Logan ¿Qué haces aquí tan temprano? ¿No ibas a ir al pool con Emma y Freddie? - la voz de Bella me quito de mis pensamientos.

- No, decidí quedarme - respondi alzando la vista hacia ella. Estaba parada la lado de la puerta, colgando su abrigo y dejado aun lado su bolso - Nosotros tenemos que hablar ¿No?

El bolso de Bella se cayo de repente al suelo provocando un gran ruido. Ella me sonrío de manera nerviosa y camino con rapidez hacia la cocina murmurando que tenia demasiada hambre. ¿Es que no podía actuar como una adulta y enfrentarse a las consecuencias que le venían encima?

Me incorpore del sillón y camine hasta la cocina, donde la observe que sacaba una caja de cereales mientras me apoyaba en el marco de la puerta.

- Bells, no me evites. Hablemos de una vez.

- No puedo, Logan - dijo y puso un puñado de cereales en su boca. Luego murmuro algo que no pude entender.

- Carajo, Bells. No hables con la boca abierta. - Ella asintió la cabeza algo avergonzada.

- Que estoy ocupada - respondió una vez que trago

- Cielo, por favor. Solo quiero hablar - le sonreí. Claro que íbamos a hablar pero no como ella estaba creyendo.

- De acuerdo - sonrío ella, dejando de lado el paquete de cereal.

Tome su mano y la guíe hacia el sillón, donde la obligue a sentarla. La expresión de Bella cambio de felicidad a preparación para el regaño que le venia.

- ¡Emborracharte con tequila y bailar sobre el bar como una loca, no es lo que acordamos, Isabella! ¡Y menos dormir con Sam! ¡Hubiera preferido que sea cualquiera menos el!

- ¡Ya te dije que lo siento por todo! - exclamo tapándose los oídos.

- ¡No seas infantil, Isabella! ¡El sábado te descontrolaste como nunca antes lo habías echo!

- El tequila y el brandy tienen la culpa - se justifico levantando sus manos - Además, cuando sales con los chicos también te emborrachas ¡Nunca hice nada malo estando con mis amigas!

- ¿Y que me dices tu remera? Oh, Dios mio. Olía a marihuana…

- Puede ser que probara un poco… pero ¡Vamos, Logan! No he caído en ningún vicio. Apenas probé ayer marihuana, no he tomado cocaína, y fumo pocas veces cigarrillos. Ya no me corto, como mis comidas todos los días, y la ultima vez que vomite fue cuando me reencontré con Emma.

Suspire, bueno, tal vez no debía regañarla tanto. Yo también seguía con mis vicios, pero no queria que Bella volviera a caer conmigo. Solo la maldita idea de volver a verla casi muerta por sobredosis, me enfermaba. Sabia que esto era mi culpa, porque donde yo cayera ella caía conmigo sin importarle nada sin importarle su familia, sus demás amigos, incluso ignoro varias veces a Peter por seguirme. No queria que se sintiera obligada a nada de lo que yo hiciera.

- Prométeme que te cuidaras… y que… y que te alejaras un poco de Sam. No te digo que dejes de ser su amiga, pero que no sean tan cariñosos entre si, por favor.

Bella asintió con la mirada en el suelo. Puede que sea injusto que yo hiciera las cosas que no queria que ella hiciera, pero era porque prefería morirme antes que verla muerta a ella. El corazón me dio una punzada fuerte el solo pensar que ella podría estar muerta. Un mundo sin Bella era igual que vivir en el limbo.

Le tendí la mano y ella la tomo incorporándose del sillón. Le tome con las dos manos su cara y la bese en los labios. El beso comenzó tímido, supongo que fue por la pequeña discusión que habíamos tenido, pero solo fue unos instantes, luego se volvió mas intenso y profundo. Cada vez mas hermoso. Abrace con fuerza a mi novia, deseando que no nos volviésemos a pelear mas. La vida era corta, y lo que me quedara de vida la queria pasar con ella.

- Te amo, Wade - susurro dulcemente haciéndome sentir que todo adentro latiera con mas velocidad.

- También te amo, Bells - le conteste, separándome un poco de ella y perdiéndome en sus ojos - Con toda mi alma.

Bella unió sus labios con los míos mientras redondeaba sus brazos mi cuello, intensificando mas el beso. Redondee mis manos sobre su cintura y la acerque aun mas hacia a mi. La pasión iba subiendo mientras que los besos se iban volviendo mas apasionados. No se en que momento ya estaba arriba de Bella, quitándole su remera negra con mangas largas y un estampado de una guitarra roja.

Luego de lo del ritual, no habíamos tenido relaciones sexuales. Pero aun así Bella me tenia confianza como para dormir juntos cada noche, y no se molestaba si la veía en ropa interior. Hubo ocasiones en que nos bañamos juntos, porque ya no había vergüenza por ninguna parte de los dos, pero aun no habíamos vuelto a llegar a ese punto.

- Creo que deberías buscar el preservativo.- me sugirió mi novia sonriendo - Que no sea como la ultima vez.

- No podemos tentar a la suerte ¿Eh? Pero ¿Aquí en el sofá? No es tan cómodo.

- Oh, vamos Logan - río dándome un pequeño beso en los labios - Si lo hicimos en el suelo con unas sabanas, podemos hacerlo en el sofá. Además, apuesto que lo has hecho en lugares mas raros e incómodos.

Bien, por donde estaba yendo el tema no me estaba gustando nada y mas por el tono celoso y molesto que Bella estaba usando. Me separe de ella no sin antes darle un corto beso y buscar un preservativo al baño.

Luego de colocármelo, lavarme los dientes y cepillarme un poco el pelo, camine con entusiasmo hasta la sala. Pero al parecer el universo estaba en mi contra, de lo contrario, allí no estaría ni Brie ni Natasha ni James sonriendo de oreja a oreja y Bella asesinándolos con la mirada.

- ¡Hola Logan! - saludo contento el pelirrojo.

- ¡Lerman! ¿Qué te cuentas? - sonrío Brie y Natasha solo saludo con la mano y sonriendo.

- ¿Que tal? - sonreí con falsedad. Que mierda, querer pasar un agradable momento con mi novia al parecer no se podía por una razón o por otra. Que ganas que tenia de mandar todo a la mierda.

- Los chicos nos invitaron a al pub - murmuro Bella redondeando los ojos.

- ¿Quiénes van? - pregunte sentándome con Bella en el sofá. El sofá, donde iba a ser testigo de lo que nos habían arruinado estos tres.

- Bueno, los de siempre.- respondió Natasha encogiéndose los hombros - Freddie, Olivia, el idiota de Daimon, y nosotros. Oh, y Brie invito a Sam.

¡Oh, pero que genial idea! Que carajo, donde sea que fuera el estupido Ken iba a estar estorbando y molestando como siempre. ¿Acaso no podían sacarlo de nuestras vidas y ser los ocho amigos de siempre? ¿Por qué el tenia que venir? ¿No se daban cuenta que era un completo intruso en la reunión? Se supone que íbamos al menos una vez por semana al pub, pero eso era cosa de los ocho ¡No de ese Ken!

Y luego, escuche las palabras de Bella, dejándome totalmente en shock al igual que a los demás.

- Inviten a Emma.