Los Mejores Amigos [ Logan Lerman] 2da Parte

Todo parecía ser un cuento de terror. Olivia seguia furiosa con Freddie y el estaba enojado por la actitud de ella. Los demás parecían llevarse tan bien con Emma que sabía que a Bella le daría un infarto cuando supiera. Y, desgraciadamente, Brie no paraba de hablar con “SAM, SAM, SAM, SAM”. Me irritaba ese nombre, odiaba ese nombre. Si pudiera pedir un deseo, definitivamente que el desaparezca de la faz de la tierra sería el primero en que pediría. ¿Qué tanto interés tenía en Bella? ¿Por qué le importaba tanto su bien estar? Yo era el novio, yo era quien tenía que importarle. Mierda, por primera vez entendía los celos de Peter.

Estábamos saliendo de la universidad cuando mi auto rojo estaciono al frente del edificio. De allí salieron Daimon y Bella, los dos con grandes sonrisas, pero la de esta se esfumo al ver a su hermanastra acompañada por James. En cambio, Natasha fue la primera en correr a los brazos de Daimon en el instante en que lo vio. Freddie y James la seguimos y abrazamos todos juntos a nuestro amigo. Quizás dos meses no eran mucho, pero si para nosotros que habíamos estado acostumbrados a estar cada rato juntos.

- ¿Qué haces aquí? – pregunto Freddie sin poder sacar su sonrisa de su rostro.

- Volví para quedarme – sonrió.

- Me alegra que estés aquí, Daimon – dijo Natasha abrazándolo con fuerza.

- A mi también, Nata – contesto devolviéndole el abrazo.

- Bella ¿Cómo estás? – escuche preguntarle a Bella, que fue la única que se quedo fuera del abrazo junto con Sam y Emma.

Mire disimuladamente hacia mi novia, quien dirigía sus pasos hacia el rubio con una media sonrisa, tal parecer que no podía ignorar la presencia de su hermanastra, pero ni siquiera se molesto en saludarla.

- Estoy bien, Sam ¿Por qué lo preguntas?

- Estaba preocupado por ti. Faltaste dos días seguidos.

- Oh, eso fue porque el martes me descompuse, y hoy quería traer al campeón yo misma – se encogió los hombros – ¿El domingo estas libre, muchachote?

- Para ti siempre – suspiro Sam

Sin esperar a que mi novia le contestara, camine hasta ella con rapidez y la tome del brazo alejándola de Sam y Emma. Bella no se resistió, pero se noto que estaba bastante confundida por mi reacción.

- Luego te explico en casa – susurre imaginándome la pregunta que me haría.

- Ah. - respondió en forma cortante.

- ¡Hola Sam! – lo saludo Daimon aun sonriente.

- ¿Qué tal, Daimon? – lo saludo Sam estrechándole la mano.

- Perfecto, mas si estoy con mis amigos. ¿Y esta señorita quién es? – Sonrió Daimon…¿Coqueteándole?

La expresión de Natasha cambio repentinamente al notar la forma en que Daimon le había coqueteado a Emma, y como ella respondía a la mirada y a su sonrisa. Freddie me miro con los ojos bien abierto. Supe en ese momento que a Daimon no le convenía que Freddie viera a su hermana llorar por él, si es que no quería tener algún hueso roto.

Y así continuo el resto de la semana. Bella se había molestado por mis celos hacia Sam, excusándose de que el solo era un amigo y punto, y yo desconfiando de su supuesto amigo. Emma y Daimon comenzaron con una historia de “amigos con derecho a roce”, y Natasha vivía de los pelos. Olivia seguía molesta con Freddie. Brie no dejaba de hablar de Sam A James también le molestaba la admiración de Brie por Sam Pero finalmente, era sábado a la noche, donde saldríamos a festejar el regreso de nuestro gran amigo. Lo más lindo es que iba el queridísimo Ken.
Bella estaba haciendo las compras, mientras yo me disponía a ordenar un poco la cocina antes de que nos vallamos al pub a cenar con los demás. Primero busque en mi directorio de agendas en mi celular el numero de Peter, y espere impaciente a que me contestase.

- ¿Hola? – lo escuche por la otra línea la voz de una mujer.

- Hola, Selena – dije algo sorprendido. Hace mucho que no hablaba con ella – Soy Logan Lerman, no sé si me recuerdas…

- ¿Quién se olvidaría de ti, Logan? – soltó una pequeña y dulce risita - ¿Cómo has estado? Pareciera que hace siglos que no te veo. Debes de andar con nuevas conquistas como siempre ¿No?

- Estoy muy bien, Selena. Gracias por preocuparte – sonreí al contestarle. Selena siempre había sido ese tipo de personas que con su buen humor hacía sentirte bien - ¿Y ustedes? ¿Sigues soportando al tonto de tu novio?

- No le digas así, Logan – me regaño. – Ya contéstame ¿Sigues tan mujeriego? No he sabido de ti desde la graduación…

- Y yo mucho de ti tampoco, así que estamos a mano – replique en un aire de humor – En verdad, estoy de novio…

- ¿¡Que!? ¡Espera un momento! ¡El gran Logan Lerman de novio! Jesús, con razón es dos mil doce – bromeo soltando una pequeña risita.

- ¡JAJAJA! – Reí con falsedad – Muy lindo de tu parte. Y no te quejes, mi novia es Bella.

- Si, claro. Ya deja de bromear, dime quien es la suertuda.

- Es Bella, mi novia es Bella.

Selena se quedo callada. De seguro había quedado en un estado en shock. Bueno, no fue el único que le había sucedido lo mismo. Cuando le había contado a mi hermana Lindsay sobre mi noviazgo, ella se lo conto a mi abuela, mi abuela a mi abuelo, el a Lucas, y Lucas a Larry. Todos parecían extrañamente alterados y confundidos, hasta dijeron que yo era un imbécil, que como una chica como Bella podría salir conmigo. Los Seven se me rieron cuando los llame para contarles, difícilmente no me creyeron. Y no olvidemos a Ken, que había quedado con la boca abierta cuando nos vio a Bella y a mí de la mano.

- Por Dios ¿Hablas enserio?

- ¡Claro! ¿Por qué bromearía con eso?

- Porque eres un tonto – soltó una risita, tan propio de ella – Oye, Peter ya está aquí. Salió de su ducha.

- Oh ¿Y tú, porque no estabas con el allí adentro? – reí recordando las bromas que le hacía a Hamber.

- ¡Eres un pervertido, Logan Lerman! – Estallo molesta – Fue agradable hablar contigo a pesar de lo último. Llama mas seguido, no te olvides de tus amigos en España.

- Tratare de no hacerlo, Selena. Hasta pronto.

- Adiós, Logan – se despidió la muchacha.

- ¿Qué es lo que le estabas diciendo? – rio Peter tomando el teléfono.

- Nada, solo la molestaba – me defendí.

- No molestes a mi novia, Logan. Si no soy yo el que paga los platos rotos – bromeo soltando una carcajada – Y dime ¿A qué se debe tu llamado?

- Quería preguntarte algo sobre Bella…

- ¿Sobre qué es? – pregunto Peter más serio.

- El día en que Bella fue con Connor a la casa de Víctor en donde estaba Emma y a Jasón ¿Recuerdas que desde aquel día se había vuelto más seria y estaba más a la defensiva?

- Lo recuerdo como si fuera ayer, Logan – suspiro mi amigo con frustración – Pero no soy yo quien debo decírtelo. Le prometí a Bella que jamás te diría nada, ni a ti ni a nadie.

- ¡Necesito saberlo! – Exclame caminando de un lugar a otro – Emma estudia en la misma universidad que nosotros, y Bella no tuvo buenas reacciones al verla…

- ¡¿Qué?! Oh mierda – volvió a suspirar – Bella tiene que estar alejada de esa familiar de mierda. Bastante daño le hicieron la última vez que la vieron.

- Peter, necesito saber que sucedió. Bella se niega a contármelo, y no quiero ignorar algo de su vida.

Peter se quedo callado unos segundos. Rogué porque hubiera aceptado, sino me quedaría de última opción Connor, pero él no abriría la boca y menos si sabía que Bella no estaba enterada de lo que yo estaba averiguando.

- Está bien, Logan. Te lo contare – acepto no muy convencido.