Los Mejores Amigos [ Logan Lerman] 2da Parte

- Bella ¿Estas bien? - pregunto Logan mientras ponía una mano sobre mi hombro.

Debido al transe que había entrado al perderme en mis pensamientos, tarde en responderle. Mi rostro hizo un gesto parecido a una sonrisa, pero fallo en un intento. Hoy me había despertado sintiendo esa extraña sensación, sentía una presión en el pecho, como si algo me asfixiara, como si algo malo estuviera por pasar. O como si ya hubiera pasado y yo estuviera por enterarme de lo que sucedía. Logan me quedo mirando demostrando en su rostro tal preocupación. Desvíe la mirada de sus ojos azules y me concentre en el libro que estaba terminando de leer. Si acababa de repasar estas ultimas paginas, iría a rendir el examen con total confianza. Agradecí que mi novio me haya obligado a quedarme en casa todo el fin de semana estudiando, sino, no lo hubiera logrado.

- ¿Segura que estas bien? - insistió sentándose en otra silla.

- Perfectamente, solo estoy preocupada por el examen - me excuse sin mirarlo.

- Vas a salir perfectamente, siempre es así cuando te esfuerzas.

- Eso espero, sino me volveré loca con tantos libros.

- Daimon llamo - dijo Logan soltando un suspiro.

- ¿Sucedió algo malo? - pregunte cerrando el libro.

- Pues… es todo lo contrario - sonrío ampliamente.

- ¿Volverá? - pregunte sonriendo también.

- ¡Si, maldita sea! - exclamo contento y deje escapar un gritito de felicidad - Diablos ¿Por qué no dijiste que era por salud del padre? Lo mejor es que se pudo recuperar del cáncer. Esta fuera de peligro y en perfecto estado.

- Eso es maravilloso, Logan. ¡Al fin volverá! Pero ¿Cómo hará con los exámenes, y las materias?

- Al parecer lo tuvieron en cuenta y le tomaran algunos exámenes al parecer - se encogió los hombros.

- ¿Y cuando vuelve? - insistí ansiosa.

- Pasado mañana. Quiere que sea sorpresa así que no hay que decirle nada a los muchachos…

- Será cruel no decirle a Natasha que su querido amor platónico vuelve.

- Al menos un intento tenemos que hacer, cielo - sonrío y me indico el libro con la mirada - Cuando termines de repasar esas hojas nos iremos.

- No tardare - le prometí.


Mas tarde ~


- ¿Cómo te fue en la prueba? - me pregunto Freddie cuando salí de la sala.

- ¿Qué haces aquí? ¿No habías terminado ya? - pregunte frunciendo el seño y sonriéndole.

- Pero quise esperarte ¿Es un pecado acaso? No lo volveré a hacer - dijo haciéndose el ofendido.

Negué con la cabeza y juntos fuimos hacia el patio para platicar sobre el examen. Pasar tiempo con Freddie era raro, casi nunca estábamos los dos solo sino era con los demás, o con Olivia o Logan. A decir verdad, pasar tiempo con el era divertido, no hablaba tantas estupideces y era mas abierto y estaba menos a la defensiva.

Hablamos sobre el examen, sobre como nos querían revolver la cabeza con las preguntas difíciles que ponían sobre los malditos libros que nos habían dado. Hablamos de nuestros compañeros de clases, como se habían copiado uno de los otros sin que el profesor pudiese darse cuenta, solo estaba con su revista de play boy – Si, ni siquiera se había molestado en disimular – y comiendo sus donas como siempre. También hablamos de nuestros amigos y de cómo Olivia estaba algo distante de todos nosotros desde el fin de semana. No me había querido ni siquiera mirar a los ojos el domingo, cuando la pase a buscar para ir con las chicas a mirar las películas que tenia Brie en su casa, y apenas hoy me había saludado.

Decidí dejarlo pasar, quizás ni ella sabia que demonios le sucedía conmigo o con los demás. Miraba a Logan y a Freddie con cierta molestia en particular, pero sobre todo a Freddie.

- ¿Engañaste a Olivia? – pregunte con naturalidad al rubio.

- ¿Qué? ¡No! – exclamo espantado – Jamás le haría es.

- Y no lo hagas, Olivia no tolera la infidelidad – replique dándole una mordida a una de las galletitas que había sacado Freddie de su mochila el un paquete.

- ¿Y tu perdonarías una infidelidad? – pregunto a los pocos segundos.

- No… creo que no – conteste sintiendo un nudo en mi garganta – No podría perdonar a Logan tal cosa.

El tan solo pensar que Logan me podría haber engañado con otra chica, que este besándola o que ella este en brazos de el, me hacia temblar ante la idea de perderlo. Me hacia sentir dolor al creer que yo era un juego mas. Un nombre en su lista de corazones rotos.

Despeje esa idea de mi cabeza al instante. Logan no podía hacerme eso ¿O si? El era mi mejor amigo, el sabia que lo odiaría si llegaba a fallarme de esa manera, y realmente creía que me quería.

- ¿Bella? – inquirió Freddie moviéndome el brazo.

- Lo siento, me perdí en mi mundo – bromee intentando dejar de pensar en todo el lío que tenia en la cabeza.

- O cuando no. Loganlandia es interesante ¿No?

- ¿Loganlandia? – reí ante su tonto comentario.

- Si, Loganlandia. Ya sabes, Olivia vive en el mejor lugar del mundo, Freddielandia.

- Eres un tonto.

- Yo también te quiero – me acompaño y luego saco un paquete de cigarrillos - ¿Quieres uno? – ofreció sacando la tapa del paquete.

- No fumo – replique desviando la vista del cigarrillo.

- Oh vamos, Bella. Yo se que tu lo quieres – me tentó acercándome mas el paquete.

Me sentí atraída hacia un viejo vicio que tenia hace menos de un año. Pero no podía. Había costado tanto dejar el cigarrillo que volver a fumar bajaría todas mis defensas y podría caer en los otros vicios olvidados y superados. No debía tomarlo, no debía fumarlo. No podía volver a ser la vieja Bella destructiva con su cuerpo y su vida ¿Y si luego caía en la bulimia y anorexia de nuevo? Y cuando mi pensamiento termino, me asuste al ver que ya tenia el cigarrillo entre mis labios, encendiéndolo con el encendedor de Freddie.

- Quizás… uno no me haga mal – me dije en voz alta a mi misma.

- ¡Claro que no! – respondió sonriente el rubio, creyendo que era para el mis palabras.

- ¿Y… siempre fumas?

- Solo tres o cuatro paquetes al día – se encogió los hombros como si no le importara.

- ¡¿CUATRO AL DIA?! ¿Estas loco? –exclame abriendo grande los ojos.

- Ya no tanto, quizás dos o uno por día – suspiro con pesadez – Olivia odia que fume, dice que le hace acordar a los malos momentos que paso con su ex novio, Zac. Odio a ese Zac, y ni siquiera lo conozco.

- Oh, Zac – asentí recordando al castaño de los ojos celestes – Era un idiota, pero era bueno en el fondo.

- ¿Qué mas hacia el? ¿Tu sabes como fue la relación con Olivia? – insistió de forma inocente.

- No… bueno, mas o menos. Solo se que Zac siempre se metía en problemas y que Logan tenia que ir a sacarlo de ello, y Olivia se cansaba constantemente de sus payasadas. Creo que haberle cortado a Zac fue la decisión mas sabia que pudo tomar.

- ¿Y que mas me puedes contar de el? – insistió un tanto preocupado.

- Que siempre me molestaba con que Peter se iría con otra chica, que yo no era tan bonita como todas las chicas que andaban con Logan, que le sorprendiera que una tonta como yo había entrado en la pandilla, y tantas cosas mas.

- ¿Yo te caigo mejor? – sonrío nervioso.

- Si, me caes mejor que el – carcajee y le di un pequeño abrazo – Será mejor que vallamos a cambiar nuestros libros antes de que lleguemos tarde a la siguiente clase

Caminamos los dos hacia nuestros casilleros para tomar nuestros libros que usaríamos en la siguiente clase. James apareció al segundo y ellos dos se fueron en busca de Natasha y Brie. Los despedí y guarde los libros que no usaría y saque los otros. Fije mi reloj y observe que solo faltaban cinco minutos para la proxima clase.

Llegue antes que todos y me quede sentada observando la ventana, en uno de los árboles había un nido de parados de pecho rojo. Siempre decían que al tocarlos, tendrías buena suerte para lo que te propongas. Una vez logre tocarlo y la granja de mi tío Richard volvió a nacer.