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¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
• Titulo: ¿Fue realmente amor?
• Autor: Yo
• Adaptación: Ninguna
• Género: Romance, Drama
• Contenido: Alto lenguaje
• Advertencias: Tiene lenguaje adulto
Prólogo
Conoces esa historia, sí claro esa historia de amor, el chico malo que en el fondo es un chico bueno que puede ser salvado solo por el amor de una inocente muchacha que es tan pura como la luz de la mañana y se enamora a penas sus ojos se cruzan y bueno, el no vuelve a tocar a ninguna otra chica que no sea ella, SU chica… bueno esta historia es diferente, en realidad ni siquiera sé si puedas decir que es una historia de amor, pero es mi historia y ahora estoy en frente de un juzgado intentándoles hacer entender cómo llegue aquí.
-Mi nombre es ¿Realmente es importante? Digo todos aquí lo saben, ok no me mire así, lo entiendo, mi nombre es Lenore, así como Leonor en español porque mi padre me dijo al nacer que no lloré sino que rugí con la furia de un león, pero bueno no creo que eso a ustedes le importe, ¿No?, bueno no, mi edad, tengo 24, pero al momento en que todo comenzó tenía 2 años menos y un par de ilusiones más, quién pensaría que terminaría aquí.
Ellos me miran con la duda en el rostro, están asustados como un ciervo frente a la luz, la mitad cree que soy culpable y la otra mitad también, pero la diferencia entre estas dos mitades es que una me cree al decir que no tenía más opción y la otra piensa que siempre hay opción, así que les doy mi mejor sonrisa a todos ellos antes de comenzar, menos mal que están sentados, esta historia es larga y pienso contarla toda porque, por primera vez hay alguien dispuesto a escucharla y sin interrupciones.
Aún recuerdo esa sala fría y pequeña adornada por una ínfima luz titilante, me desesperaba, me estaba volviendo loca, tenía tanto que decía y quería lavar mis manos, de verdad quería hacerlo y estaba tan sucia, pero aquel hombre no me dejaba hacerlo y cada vez que intentaba responderle una de sus estúpidas preguntas arremetía con otra cortándome al instante y al final, nunca dije lo importante, nunca le dije por qué y el solo vio el final, el resultado de una serie de acontecimientos catastróficos que se me tatuaron en la mente y en la piel.
Dos años, fueron dos años los que hicieron desaparecer el resto de mis 22 años de existencia para reducirlo solo a esos últimos dos, como si solo hubiese vivido hasta los 22 y los 23 y 24 fueran la vida de otra persona; otra persona que ocupaba mi cuerpo, que tenía mis manos, pero ya no tenía mi mirada, desde ese día en adelante me vi al espejo y ya no veía mis ojos, estos eran apagados, eran una bruma de lo que solían ser.
-Yo…he…¿cuál era la pregunta? –Estaba distraída, perdida en mis pensamientos, ya no recordaba ni siquiera la voz de aquel hombre parado frente a mi con mirada penetrante.
-Quiero que me cuente su versión de los hechos, de principio a final –Me dijo nuevamente, cierto cierto…cómo comenzó esta mierda, para eso debo volver esos dos años, esos dos malditos años.
-Yo tenía 22, los había cumplido ese mismo día y quería celebrar, quería hacer alguna estupidez, de la clase normal, así que con mis amigos jugamos a hacer 22 cosas y en realidad no era nada complicado, ya lo habíamos hecho antes a otro de nuestros amigos, y el juego es solo eso, dependiendo de tu edad tienes que hacer, en mi caso 22 cosas distintas, la primera de ellas fue coquetearle al guardia para que me dejara entrar gratis a uno de los clubs más exclusivos de la ciudad…
Última edición por Pepina el Miér 11 Jun 2014, 6:35 pm, editado 3 veces
Pepina
Reto 1: Coquetear para entrar gratis
-Vamos chicos esto es estúpido –Dije cuando estaba llegando por delante a la fila, Cora solo me empujó hasta que caí en los brazos de uno de los gorilas, daba miedo como la mierda, con razón los contratan, miré hacia atrás y ahí estaba Pete haciéndome una señal con sus pulgares hacia arriba para darme ánimos, así que volví a mirar al frente y le di una sonrisa lo más tierna que pude a aquel gigante y para mi sorpresa me sonrió de vuelta…estúpido Felix y su estúpido reto.
-Puedes moverte, estórbas, hola Sean, voy al VIP –Dijo un idiota empujándome haciendo que me tambaleara y no me estrellé solo gracias al guardia que ahora sabía que se llamaba Sean quien me sostenía en sus brazos y apretó el agarre fuerte.
-Discúlpalo, ese chico no tiene muchos modales que digamos –Cielos realmente un gorila se estaba disculpando por el trato de uno de sus clientes, Whow, esa noche prometía sorprender pensé para mí misma.
-Así que Sean, eres mucho más amable de lo que aparentas, además con esa linda sonrisa que traes escondida he…-Lo sé, pobre intento de coqueteo
-Bue…Bueno muchas gracias –Me dijo un poco sonrojado, me solté de su agarre y le di un asentamiento de cabeza acompañado por otra sonrisa coqueta.
-Sabes hoy es mi cumpleaños, mira –Le acerqué mi identificación para que viera mi fecha de nacimiento- lo vez.
Me sonrió nuevamente y apartó la cinta de la entrada –Déjame hacerte un regalo y entra gratis con tus amigos, disfruta la noche preciosa –Y eso fue más fácil de lo que pensaba, hice un gesto a mis amigos que se saltaron la fila y entraron conmigo susurrando un gracias y sonrisas estúpidas embarrándoles el rostro, si hubiera sabido que cumpliendo ese primer reto mi vida iba a cambiar, jamás hubiera jugado ese estúpido juego.
-Eso fue asombroso –Dijo Pete a la vez que se dejaba caer en una silla de las mesas que se encontraban en el fondo del club, el resto era una pista de baile y el segundo piso la zona VIP.
-Y decías que no sabías coquetear maldita descarada –se carcajeó Cora soltándose su rubio cabello que tenía atado en una coleta y pasándole el elástico a Pete junto con un fugaz beso en los labios.
-Asqueroso –Rugimos Felix y yo al mismo tiempo mientras hacíamos falsas arcadas ante sus muestras de amor, pero la verdad es que nos gustan, ellos eran los más amables, los que nos demostraban que en algún lado de nuestra patética y recóndita existencia podía existir el amor, si ellos llevaban 5 años de relación, todo podía ser posible incluso el “amor de tu vida y amor eterno”.
-Y pensar que mañana ustedes bastardos cumplen 5 años juntos –Dijo Felix con tono alegre, era verdad, un día después de mi cumpleaños habían decidido decir lo que sentían el uno por el otro y sí, fue gracias a mí y a mi maravilloso cumpleaños, nos quedamos todos en mi casa ese día y bueno…nos mantuvieron despiertos por sus malditos ruiditos… aún estamos intentando superar el trauma con Felix.
-En realidad Felix, técnicamente es…-Esperé en silencio un minuto- Ahora, felicidades chicos, 5 años restregándonos en la cara que tienen más estabilidad que Felix y yo juntos –Los felicité y me levanté por unas copas esquivando gente hasta llegar a los pies de la escalera que daba al VIP, subí unos 4 escalones para tener una visual de donde podía encajar mi pequeño cuerpo para hacer la orden y cuando vi un lugar aproveché y corrí allí.
-Mierda disculpa –Dije mientras me sobaba las tetas, una bandeja llena de vasos se había estrellado contra mi humanidad y la de un chico que parecía nervioso.
-Yo…Yo –El pobre estaba tartamudeando pero no iba a dejar que arruinada mi noche así que decidí restarle importancia.
-No te preocupes no fue nada, el dolor de las tetas se va a ir en algún momento, y la blusa se seca, tú estás bien por lo que veo así que no te alarmes –Le di una sonrisa sincera como esperando a que saliera de su entumecimiento.
-No eres tú lo que me preocupa, lo siento… es…es él, se va a enojar me va a matar o te va a matar a ti, mejor vete y déjame arreglar esto –Ok raro a la vista, mejor sigo por mis bebidas, ni que le hubiera derramado el trago a un dios-.
-He! Tarados es que ninguna me piensa ayudar –Grité por encima del ruido ensordecedor de una canción electrónica que sonaba en ese momento, Pete como siempre fue el primero en ayudarme con las bebidas, había traído una ronda de cervezas y una de tequilas para amenizar la noche.
-Felix sabes podrías mover tu trasero de vez en cuando, no se te va a caer porque lo levantes de la silla y le ayudes a Len –Dijo la Rubia en tono divertido.
-Primero, no te metas con mi trasero que yo no me meto con el tuyo, disculpa de ante mano hermano, nada con tu chica lo sabes, y segundo, aquí tu maridito siempre se las da de príncipe azul, de caballero en su brillante armadura, así que no puedo quitarle el protagonismo –Y ahí estaba Felix haciendo gala de algo que nos une, el amado sarcasmo-.
-No te diré nada de mi chica solo porque me dijiste caballero y príncipe, dos halagos en una sola oración Felix, sé que me amas, pero en privado hombre no vez que Cora se puede dar cuenta –Hizo un guiño y le lanzó un beso a Felix para después sentarse y besar la mejilla de Cora-.
Bebimos más menos un cuarto de nuestras cervezas hasta que el maldito de Feliz se dio cuenta de que traía mi blusa empapada y se estaba comenzando a pegar más de lo necesario a mis tetas.
-Mierda Len te metiste a un concurso de camisetas mojadas y no me avisaste –Felix prácticamente me gritó y se paró de un salto apuntándome con el dedo.
-Que rayos te pasó –Explotó en carcajadas Cora mientras Pete se sacaba su chaqueta para entregármela, tan amable como siempre, por algo es nuestro chico dorado.
Gracias por tu apoyo “amiga” –Hice comillas con los dedos mientras me ponía la chaqueta de Pete –Mi buena suerte de mierda e acompaña, estaba parada en las escaleras del VIP y cuando bajé un pobre idiota chocó conmigo y derramo todos sus tragos en mis tetas, el pobre quedó asustado hasta la mierda, pero no de mí, se notaba que lo iban a asesinar si llegaba sin los tragos.
-Así que en el VIP… -Dijo Cora con una sonrisa maliciosa cruzándole el rostro y eso era malo…muy malo porque quería decir que tenía una idea en mente que lo más probable es que no me fuera a gustar para nada…solo dos palabras SANTISIMA MIERDA!
-Vamos…Dilo acabemos con esta tortura luego –Supliqué con los ojos para que no fuera a ser algo muy vergonzoso como lo que le hicimos a Felix el año pasado de gritarle a un chico que era su sueño húmedo hecho realidad y correr a agarrarle el paquete, pobre se llevó una buena paliza.
-Mi psicópata y amada novia qué estás pensando –Y encima Pete la apoyaba el muy hijo de su madre le pasaba la punta de su nariz por la mejilla a Cora para alentarla mientras Felix miraba expectante.
-Debes entrar al privado y besar a uno de los chicos que esté allí…Sin pedírselo y en menos de 3 minutos.
-Pero es un reto por día Cora –Repliqué
-Técnicamente el reto de la puerta fue ayer… –Estoy jodida-.
-Puedes moverte, estórbas, hola Sean, voy al VIP –Dijo un idiota empujándome haciendo que me tambaleara y no me estrellé solo gracias al guardia que ahora sabía que se llamaba Sean quien me sostenía en sus brazos y apretó el agarre fuerte.
-Discúlpalo, ese chico no tiene muchos modales que digamos –Cielos realmente un gorila se estaba disculpando por el trato de uno de sus clientes, Whow, esa noche prometía sorprender pensé para mí misma.
-Así que Sean, eres mucho más amable de lo que aparentas, además con esa linda sonrisa que traes escondida he…-Lo sé, pobre intento de coqueteo
-Bue…Bueno muchas gracias –Me dijo un poco sonrojado, me solté de su agarre y le di un asentamiento de cabeza acompañado por otra sonrisa coqueta.
-Sabes hoy es mi cumpleaños, mira –Le acerqué mi identificación para que viera mi fecha de nacimiento- lo vez.
Me sonrió nuevamente y apartó la cinta de la entrada –Déjame hacerte un regalo y entra gratis con tus amigos, disfruta la noche preciosa –Y eso fue más fácil de lo que pensaba, hice un gesto a mis amigos que se saltaron la fila y entraron conmigo susurrando un gracias y sonrisas estúpidas embarrándoles el rostro, si hubiera sabido que cumpliendo ese primer reto mi vida iba a cambiar, jamás hubiera jugado ese estúpido juego.
-Eso fue asombroso –Dijo Pete a la vez que se dejaba caer en una silla de las mesas que se encontraban en el fondo del club, el resto era una pista de baile y el segundo piso la zona VIP.
-Y decías que no sabías coquetear maldita descarada –se carcajeó Cora soltándose su rubio cabello que tenía atado en una coleta y pasándole el elástico a Pete junto con un fugaz beso en los labios.
-Asqueroso –Rugimos Felix y yo al mismo tiempo mientras hacíamos falsas arcadas ante sus muestras de amor, pero la verdad es que nos gustan, ellos eran los más amables, los que nos demostraban que en algún lado de nuestra patética y recóndita existencia podía existir el amor, si ellos llevaban 5 años de relación, todo podía ser posible incluso el “amor de tu vida y amor eterno”.
-Y pensar que mañana ustedes bastardos cumplen 5 años juntos –Dijo Felix con tono alegre, era verdad, un día después de mi cumpleaños habían decidido decir lo que sentían el uno por el otro y sí, fue gracias a mí y a mi maravilloso cumpleaños, nos quedamos todos en mi casa ese día y bueno…nos mantuvieron despiertos por sus malditos ruiditos… aún estamos intentando superar el trauma con Felix.
-En realidad Felix, técnicamente es…-Esperé en silencio un minuto- Ahora, felicidades chicos, 5 años restregándonos en la cara que tienen más estabilidad que Felix y yo juntos –Los felicité y me levanté por unas copas esquivando gente hasta llegar a los pies de la escalera que daba al VIP, subí unos 4 escalones para tener una visual de donde podía encajar mi pequeño cuerpo para hacer la orden y cuando vi un lugar aproveché y corrí allí.
-Mierda disculpa –Dije mientras me sobaba las tetas, una bandeja llena de vasos se había estrellado contra mi humanidad y la de un chico que parecía nervioso.
-Yo…Yo –El pobre estaba tartamudeando pero no iba a dejar que arruinada mi noche así que decidí restarle importancia.
-No te preocupes no fue nada, el dolor de las tetas se va a ir en algún momento, y la blusa se seca, tú estás bien por lo que veo así que no te alarmes –Le di una sonrisa sincera como esperando a que saliera de su entumecimiento.
-No eres tú lo que me preocupa, lo siento… es…es él, se va a enojar me va a matar o te va a matar a ti, mejor vete y déjame arreglar esto –Ok raro a la vista, mejor sigo por mis bebidas, ni que le hubiera derramado el trago a un dios-.
-He! Tarados es que ninguna me piensa ayudar –Grité por encima del ruido ensordecedor de una canción electrónica que sonaba en ese momento, Pete como siempre fue el primero en ayudarme con las bebidas, había traído una ronda de cervezas y una de tequilas para amenizar la noche.
-Felix sabes podrías mover tu trasero de vez en cuando, no se te va a caer porque lo levantes de la silla y le ayudes a Len –Dijo la Rubia en tono divertido.
-Primero, no te metas con mi trasero que yo no me meto con el tuyo, disculpa de ante mano hermano, nada con tu chica lo sabes, y segundo, aquí tu maridito siempre se las da de príncipe azul, de caballero en su brillante armadura, así que no puedo quitarle el protagonismo –Y ahí estaba Felix haciendo gala de algo que nos une, el amado sarcasmo-.
-No te diré nada de mi chica solo porque me dijiste caballero y príncipe, dos halagos en una sola oración Felix, sé que me amas, pero en privado hombre no vez que Cora se puede dar cuenta –Hizo un guiño y le lanzó un beso a Felix para después sentarse y besar la mejilla de Cora-.
Bebimos más menos un cuarto de nuestras cervezas hasta que el maldito de Feliz se dio cuenta de que traía mi blusa empapada y se estaba comenzando a pegar más de lo necesario a mis tetas.
-Mierda Len te metiste a un concurso de camisetas mojadas y no me avisaste –Felix prácticamente me gritó y se paró de un salto apuntándome con el dedo.
-Que rayos te pasó –Explotó en carcajadas Cora mientras Pete se sacaba su chaqueta para entregármela, tan amable como siempre, por algo es nuestro chico dorado.
Gracias por tu apoyo “amiga” –Hice comillas con los dedos mientras me ponía la chaqueta de Pete –Mi buena suerte de mierda e acompaña, estaba parada en las escaleras del VIP y cuando bajé un pobre idiota chocó conmigo y derramo todos sus tragos en mis tetas, el pobre quedó asustado hasta la mierda, pero no de mí, se notaba que lo iban a asesinar si llegaba sin los tragos.
-Así que en el VIP… -Dijo Cora con una sonrisa maliciosa cruzándole el rostro y eso era malo…muy malo porque quería decir que tenía una idea en mente que lo más probable es que no me fuera a gustar para nada…solo dos palabras SANTISIMA MIERDA!
-Vamos…Dilo acabemos con esta tortura luego –Supliqué con los ojos para que no fuera a ser algo muy vergonzoso como lo que le hicimos a Felix el año pasado de gritarle a un chico que era su sueño húmedo hecho realidad y correr a agarrarle el paquete, pobre se llevó una buena paliza.
-Mi psicópata y amada novia qué estás pensando –Y encima Pete la apoyaba el muy hijo de su madre le pasaba la punta de su nariz por la mejilla a Cora para alentarla mientras Felix miraba expectante.
-Debes entrar al privado y besar a uno de los chicos que esté allí…Sin pedírselo y en menos de 3 minutos.
-Pero es un reto por día Cora –Repliqué
-Técnicamente el reto de la puerta fue ayer… –Estoy jodida-.
Pepina
Reto 2: Besar sin explicaciones
Reto 2: Entrar al privado y besar a un chico sin pedirlo en menos de 3 minutos.
-Hazme sentir orgulloso hija –Proclamó Pete de forma solemne.
-Vendido hijo de puta –Siseé de forma venenosa y bajito dándole mi mejor mirada de odio –Te vendes porque es tu novia-.
-Vamos no tires mierda a la chica solo porque es un genio del mal –Le apoyó Felix.
-Insoportables –Les dije y los fulminé a todos con la mirada-.
-Vamos, haz sentir a tus papis orgullosos –Me dijo Cora con un brillo de diversión en los ojos, la muy hija de puta lo estaba disfrutando por todo lo que le hicimos hacer en su cumpleaños la vez pasada, y eso no era lo peor, lo peor era en este caso el día 22, el último día del reto todo se vale y por lo general es el que se planea para ser épico.
Aún recuerdo lo que hicimos con Cora para el último día de sus 23, bailar en frente de toda la universidad, el caño, con tacones y solo un lindo bikini en invierno, nos odió por un mes completo hasta que salió votada la chica más sexy de la universidad, después de eso fue Pete quien nos odiaba por como todos los chicos miraban como perros hambrientos a su novia.
-Vamos Lenny, recuerda que Cora hizo cosas peores el año pasado, sin nombrar cuando me hiciste seducir al cocinero solamente con un sutier* (colaless masculino), en el armario de la cocina y recuerda, siempre, fuiste tú la del último día, así que ahora prepárate y ve porque solo es el segundo día –Me dijo Felix con una sonrisita de suficiencia en el rostro-.
-Confío en ti hija mía adelante –No sabía si matar a Pete o agradecerle su preocupación y toda la fe que tenía puesta en mí-.
-Iré maldita sea iré, pero ustedes me van a pagar la segunda ronda y tu Cora, prepárame uno de esos cocteles de menta que haces cuando nos tocan las clases con el profesos halitosis, no sé con qué clase de bestia me vaya a tocar allí arriba –Me paré de la mesa decidida y fui camino a las escaleras mientras mis amigos se despedían de mi con la mano y Pete hacía como que se secaba una lágrima de orgullo-.
Caminé por las escaleras y tragué en seco, que haría, quién estaría allí, si no había ningún chico tendría que besar a una chica o el reto quedaba anulado, ni hablar nunca habíamos anulado un reto, sino las consecuencias eran peores como cuando le llenamos la cama de cucarachas a Pete por negarse a invitar a cenar a una prostituta, ho si Cora era extremadamente celosa así que él jamás consideraría hacer algo para que ella sienta celos, todos sabemos que es una mujer macabra, a darme ánimos, lo mejor es correr escaleras arriba abrir la puerta y besar al primer idiota.
Y eso hice, corrí escaleras arriba tropezándome en los últimos escalones pero alcancé a tomar la manilla de la puerta y justo cuando creí que estaba a salvo, se abrió de pronto y lo único que pude ver fueron unos finos y rosados labios, y los besé… no me fijé si era un chico o una chica pero me mantuve besándolo un par de segundos hasta que pudo reaccionar.
-Qué mierda! –Exclamó el separándome de su cuerpo, con una mirada café confundida y las pupilas un poco dilatadas, era la misma voz del chico de la puerta, mierda en sima tenía que ser él.
-Dylan te dije que no pensaba hacer un trío quien es esta puta, sabes olvídalo y olvida que nos vamos a acostar esta noche –Dijo una rubia exuberante con tetas de silicona.
-Yo, este disculpa me voy –Dije y salí corriendo escaleras abajo mientras el furioso pelinegro gritaba un “Hey tu” al cual obviamente yo no hice caso-.
Llegué con el corazón en la mano por el miedo y la adrenalina, le había arruinado un polvo al chico y estaba segura de que no estaría nada contento, yo tampoco lo estaría si un loco viene me besa, me arruina un polvo y se va, pero estaba realmente furioso y no quería tomármelo así que me senté junto a los chicos agradecida de que estuviéramos en una parte escondida e intenté recuperar el aire que aún me faltaba frente a la mirada expectante de los chicos.
-Dos minutos, todo un logro tigresa –Me dijo Félix lanzándome un improvisado golpe al hombro-.
-Realmente lo hiciste –Preguntó Pete un poco ansioso, él y Cora actuaban siempre como mis papás-.
-Si –Dije con una sonrisa trufadora –Fue jodidamente loco.
-Cuéntanos todo –Saltó Cora juntando sus manos y poniendo su cuerpo en dirección al mío-.
-Whow, no fue para tanto, corrí escaleras arriba, estaba abriendo la puerta y de allí salió un chico de pelo negro no lo dejé ni hablar y me lancé a besarlo, pero eso no fue lo peor para el pobre idiota, lo peor es que había una chica con él y le grito furiosa que se olvidara del polvo de esta noche, creo que el idiota se va a quedar sin follar –Rememoré la escena de hace unos minutos y realmente ahora después de todo el susto era casi gracioso y ver a mis amigos reír mientras les contaba lo hacía jodidamente mejor-.
-Estás aprendiendo de tu maestro pequeña saltamontes –Me dijo Felix despeinándome y sonriendo orgulloso por la estupidez cometida, claro como él se lanzaba a cuanta falda veía pasar.
-Heeee! Que no soy puta tampoco –Le reclamé entre risas.
-Qué me estás queriendo decir pequeña Len –Me entrecerró los ojos mientras Pete y Cora se reían de nosotros.
-Ya basta chicos la última vez se terminaron agarrando de los pelos, no quiero otra escenita y que nos echen…una vez más de otro lugar, recuerda que nos vetaron de la heladería –Nos recordó Pete intentando apelar a la compostura que a veces nos fallaba-.
-Eso fue porque Cora no quiso pagar la cuenta –Me defendí
-Sí, ella fue la que nos pidió que hiciéramos algo –Felix se puso de mi lado porque era cierto, si no fuera por Cora no nos habrían prohibido la entrada-.
-Amor así que fuiste tu…recuerdo que me dijiste que los chicos habían comenzado de la nada –Pete, pobre Pete siempre creyendo lo mejor de la arpía que tenía como novia, pero era una buena chica, no le mentía a Pete, salvo cuando él le pedía no meterse en problemas-.
-Atrapada –Dijimos Felix y yo al mismo tiempo y Cora nos lanzó su shot de tequila y el shot de Pete a mí y a Felix al mismo tiempo la muy perra.
-Pete –Dije haciendo un puchero apelando a su sentimentalismo.
-Amor que te he dicho de lanzarle cosas a la gente –Le regañó en tono gentil lo que hacía derretir a Cora y yo aprovechaba ese momento para sacarle la lengua, ella bufó de indignación y se removió en la silla cruzándose de brazos.
-Está bien –Dijo un poco molesta, no con Pete por supuesto, sino que conmigo pero así y todo nos queríamos y no podíamos dejar que nada le pasara a alguien del grupo, solo nosotros nos podíamos hacer bromas pero si un externo nos tocaba, éramos como una jauría de hienas hambrientas por sangre fresca, si hubiera sabido lo que iba a pasar, los hubiera alejado antes de que se hiciera demasiado tarde.
-Voy al baño a lavarme un poco la cara, es segunda vez que me lanzan un trago hoy –Me excusé y partí en dirección al baño mientras Felix iba en mi misma dirección por otros tragos, nos separamos cuando yo estaba en la puerta y le dije que lo iría a buscar a la barra para ayudarle.
Me dí la vuelta rápidamente para correr hacia la puerta del baño que quedaba por un pequeño pasillo donde en frente al baño de mujeres estaba el de hombres y cuando levanté la cabeza del piso choqué con alguien que venía saliendo aterrizando directamente con mi culo al suelo.
-Lo…Lo siento –Dije y comencé a levantarme sobándome el trasero
-TU OTRA VEZ! –Oh no, esa voz, es la voz del chico-polvo-arruinado mierda!
-Yo que nada no te conozco –Le respondí rápidamente y me di la vuelta para correr donde mi amigo.
-Tú no te vas a ninguna parte grandísima zorra me arruinaste una noche y me la pienso cobrar –Me dijo agarrándome por la muñeca y estampándome contra la pared y con la otra mano me sujetó por la cadera para que no escapara.
-Hey, suelta, suelta que la mercancía no está a la venta –Le dije removiéndome intentando escapar.
-No querías besarme zorrita, bueno ahora harás mucho más, harás lo que yo quiera –Mala elección de palabras, nunca he sido la clase de chica sumisa.
-Lo siento –Le dije por lo que iba a hacer
-¿Por qué lo sientes si tú vas a ser mi premio de consuelo? –Me interrogó él
-Por esto –Y le di un rodillazo monumental en las bolas y como era de esperar se quedó sin aire y me soltó en el acto, cosa que yo aproveché para salir corriendo.
-Ve…Ven aquí –Dijo jadeante el pelinegro agarrándose su paquete.
Corrí como alma que lleva el diablo, sabía que el chico tenía amigos porque los había visto fugazmente, además recuerdo que estaba drogado por la dilatación de sus pupilas y drogadicto mal genio con un polvo arruinado, no era una buena combinación… Mierda no encuentro a Felix.
-Maldito idiota aquí estás –Le dije cuando por fin lo divisé entre la gente de la barra coqueteando con una peli-roja mientras me esperaba con las bebidas, él me miró con una sonrisa y haciendo un leve gesto indicando que me largara.
-Creo que los chicos te esperan por qué no llevas las bebidas y yo me quedo charlando con mi hermosa nueva amiga –Me dijo haciendo amago de entregarme los vasos.
-Feli-Feli tenemos que irnos –Le respondí, solo lo llamaba de esa forma cuando algo grave sucedía y lo captó al instante, despidió a la cabeza de fuego y me miro directamente y completamente serio.
-¿Qué sucede, te hicieron algo? –Preguntó un poco asustado y cabreado.
-No, aun no pero si nos encuentran aquí, sí que va a pasar algo –Respondí nerviosa.
-Ok, vamos pero como un idiota te ponga las manos en sima con Pete le caemos a golpes y lo dejamos como saco de box gastado -Él ya estaba en su modo cabrón-protector, podrían decirle cualquier cosa a cualquier mujer, pero jamás a Cora y a mí, nosotras éramos sagradas para los chicos y nadie en la universidad se atrevía a decir una sola cosa mala sobre nosotras.
-Solo vamos no quiero sangre ni escándalos –Le dije y lo agarré de la muñeca arrastrándolo hasta la mesa donde Pete y Cora estaban dándose arrumacos pero nos miraron extrañados al notar mi cara que debía ser de terror.
-Qué pasa chicos –Preguntó Cora.
-Estás bien –Dijo Pete
-Tenemos que irnos ahora –Les contesté a ambos sin espacios a duda, mi voz sonaba firme pero mis ojos bailaban de un lugar a otro temerosa de encontrarme a aquel psicópata rabioso-.
-Te hicieron algo –Dijo Pete y automáticamente él y Cora se levantaron frunciendo el ceño.
-No, nó pero si me encuentran, va a haber mucha mierda que recoger y claramente no quiero que sea la mierda de ustedes así que por favor vamos –No di más espacio a dudas y agarré nuevamente a Felix y lo arrastré en dirección a la puerta donde nos seguían muy de cerca Cora y Pete con signos de interrogación plasmados por toda su cara.
-ALLÍ ESTÁ LA MALDITA ZORRA POR ELLA! –Escuché que gritó la voz del pelinegro
-CORRAN –Grité a mis amigos, jalé más fuerte a Felix y nos pudimos a correr los 4 en dirección al auto.
-Quien…era…ese…tarado –Decía Cora entre suspiros.
-Al que…a que dejé sin…follar –Le respondí jadeando de igual forma.
-Nunca le hagas eso a un hombre…eres una mujer mala, muy mala –Dijo ya Felix conduciendo hacia su apartamento, esta noche nos quedaríamos allí.
Pepina
Re: ¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
OMG, me ha encantado tu nove, Dios me he reído muchísimo e incluso asustada o.o realmente genial. Por favor tienes que seguirla pronto
Oh_Dougie_ Poynter!
Re: ¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
Awww eres mi primera lectora... te prometo que sigo pronto espero seguir viendote por acaOh_Dougie_ Poynter! escribió:OMG, me ha encantado tu nove, Dios me he reído muchísimo e incluso asustada o.o realmente genial. Por favor tienes que seguirla pronto
Pepina
Reto 3: Cómprale un helado al psicópata 1/2
DIVIDÍ EN DOS ESTE CAPÍTULO PORQUE ES UN POCO LARGO
-Cielos tengo una resaca nivel de los dioses –Exclamé levantándome del sillón y tocándome la cabeza a la vez que maldecía por la luz que se filtraba por todo el apartamento.
-De qué te quejas si no nos dejaste ni emborracharnos –Me reprochó Felix que venía saliendo en bóxer desde su habitación.
-Hermano en serio… Cora está aquí podrías por último ponerte una camisa o algo –Le comento Pete un tanto ofendido-.
-Cora es la invitada, si a Len no le molesta que es dueña de casa… Dejó las palabras en el aire.
-Ella está acostumbrada a tus guarrerías cerdo ahora tápate que no quiero vomitar por la mañana –Intervino Cora haciendo muecas de asco.
-El trato lo arreglaron ustedes y nos lo impusieron a nosotros, tu te querías ir a vivir con Pete y por descarte nosotros terminamos viviendo juntos ya que YO Lenor VIVÍA contigo y Felix con Pete, así que ahora no molesten a nuestra pequeña familia –Felix y yo hicimos el mismo gesto cada vez que salía esa conversación y nos toábamos de las manos haciendo pucheros.
Desde que Cora y Pete se hicieron novios, no paso más allá de un año para que se quisieran mudar juntos y como cada uno de nosotros vivía con el otro compañero los chicos decidieron hacer un cambio a nuestras espaldas, llegué un día al departamento y estaban todas las cosas de Pete en mi habitación y me dijeron que si quería más explicaciones fuera al departamento de Felix, fui allí y vi a mi pobre amigo con ojos de plato mirando una cantidad enorme de cajas que resumían mi vida entera.
Le pregunté qué estaba pasando y solo me dijo desde el banquito en que estaba sentado que Cora y Pete lo habían obligado a ordenar todas las cajas en la habitación de Pete pero que le daba miedo hacerlo, alegaba que “no sabía con qué cosa alienígena se podría encontrar allí”, así que miraba las cajas con terror en el rostro.
Despues de un día completo discutiendo y ordenando decidimos cederle eso a nuestros mejores amigos ya que la distancia de sus hogares era bastante grande y para ir a sus casas paternas tenían que tomar un avión en direcciones opuestas, así que yo me acostumbre a un Felix paseando en bóxer por toda la estancia y él se acostumbró a que de vez en cuando le robara una camiseta para dormir sobre todo en verano y a eso lo acompañaba con mis pantaletas, ese había sido nuestro tratado de paz.
-Seguro que no tienen sexo entre ustedes –Preguntó Cora
-Hiug! No! –Respondimos los dos escandalizados, para eso también teníamos un trato que surgió a la fuerza más que por otra cosa, un día los dos habíamos traído a alguien a pasar la noche y después de nuestros juegos por la mañana, nuestras citas se toparon y resultaron ser novio y novia, pero para nuestras conciencias, no lo sabíamos hasta que comenzaron a volar los platos y ollas de nuestra cocina. Desde ese día Felix tiene sexo en el departamento menos los días en que tengo que estudiar y yo si es que llego a tener algo, es una aventura puertas afuera, siempre y cuando Felix no me necesite para estudiar o sea nuestra noche de películas, así que nuestra familia de dos funcionaba bastante bien, sobre todo porque mis citas no eran más de una cada uno o dos meses.
-Sabes nuestro trato –Le dije después de recordar eso.
-No…no…no, No quiero saber que mi pequeña hija sale por ahí a solo…solo…Agh, eso –Exclamó Pete asqueado.
-Si no quieren saber cómo se hace el sistema, no pregunten por el sistema –Respondió Felix encogiéndose de hombros y yo lo apoyaba con un movimiento de cabeza.
-Bueno, ayer terminamos nuestros exámenes, tuvimos nuestra fiesta de despedida, no tenemos el dinero suficiente para viajar, además son solo dos semanas las que tenemos libres, así que, bienvenidas vacaciones, y veamos qué vamos a hacer –Propuso Cora apoyando los codos en la encimera de la cocina.
-Sabes que yo me quedaría estas dos semanas encerrados en nuestra habitación preciosa –Le dijo Pete acariciándole la mejilla con esa dulzura que solo él sabe transmitir, hasta para decir cosas implicadas con sexo le sale tierno y amoroso-.
-Amor no podemos dejar a nuestra bebé a manos de este pervertido sexual –Apuntó Cora en dirección a Felix a lo que Pete asintió con solemnidad.
-Hey! Yo no soy un pervertido sexual, solo me gusta mucho el sexo y lo reconozco, eso no es malo –Se defendió mi amigo ante las acusaciones que de falsas no tenían nada, porque por lo menos traía un ligue cada semana.
-Sexópata –Le dijimos Pete y yo al mismo tiempo, era el pequeño apodo que le teníamos a nuestro amigo que nos miró indignado.
-Ustedes –Nos respondió con lengua bípeda –No, tú –Me miró a mí- Tu eres la frígida que no se hecha un polvo hace siglos.
-Lo siento si mi vagina no salta de paquete en paquete como tu pequeño amiguito que es sumamente sociable, yo me aseguro de que por lo menos me guste mucho –Le respondí.
-Basta, ahí ambos, no quiero saber que mi pequeña bebé hace esas cosas, tu para mi siempre serás virgen Leny –Dijo Pete mientras un escalofrío le recorría la espalda.
-Y tu sexópata aun espero que sigas manteniendo tus manos lejos de nuestra Leny –Le apoyó Cora.
-Por si no se dan cuenta aún sigo aquí –Les dije mientras me acomodaba la polera que le había robado la noche anterior a Felix para dormir y sentarme en el taburete de la cocina para que tomáramos el desayuno que Pete había estado preparando.
-Y bueno, basta de hablar de la vida sexual del pobre Felix que está siendo escaza en estos momentos, por qué no vamos al súper a comprar algo y preparas una lasaña Cora, desde hace tiempo que no como comida real, sabes que Lenore no cocina algo que no sean fideos.
-Sí por favor Cora prepara una lasaña –Rogamos Pete y yo al mismo tiempo.
-Está bien, pero vayan tú y y Felix, a mi amorcito me lo dejan aquí para que me ayude –Dijo Cora con una sonrisita traviesa.
-Si claro…ayuda –Le comenté a Felix de forma sarcástica a lo que él rio.
Tomamos nuestras cosas y les dejamos el apartamento solos a Cora y Pete, nos fuimos en el auto al mercado y tomamos todo lo necesario, una hora aproximadamente después y con un carro lleno de porquerías adicionales a lo que realmente íbamos a comprar, vi la espalda de alguien que se me hizo familiar, no le di importancia y nos dirigimos a la fila de las cajas para pagar.
Estábamos conversando sobre lo que haríamos el resto de las vacaciones mientras esperábamos nuestro turno, podríamos programar algún viaje o buscar algunas películas y hacer una maratón, antes de que Pete y Cora se vayan a casa de sus padres a visitarse mutuamente, estaba suida en esos pensamientos junto con Felix hasta que escucho un grito de un chico que su voz se me había quedado grabada a pulso de miedo.
-COMO MIERDA PUEDES SER TAN ESTÚPIDO TE TRAIGO PARA HACER LAS COMPRAS NO PARA QUE ME DIGAS QUE MIERDA ES LO QUE PUEDO O LO QUE NO PUEDO COMER –Gritó el chico delgado y blancuzco de pelo café pero que tenía una energía de mil soles.
-Disculpe jefe pero es lo que la doctora le había recetado –Respondió visiblemente aterrado el chico.
-Que se joda, has visto que alguna zorra me dé órdenes, la respuesta es NO idiota así que mete ese puto helado en el carro –Dios tanto escándalo por un helado.
Un momento esto se podía poner peor, ellos estaban muy cerca de mí y de Felix y no podía arriesgarme a ser descubierta así que me puse entre el carro y el cuerpo de mi amigo y me escondí detrás de él poniendo mi cabeza en el hueco de su cuello observando los movimientos del chico de ojos café.
-¿Qué te pasa a ti? –Me preguntó Felix medio confundido
-Recuerdas el tipo de anoche, el que dejé sin un polvo –Interrogué bajito para que no escucharan mi voz
-Si claro, pobre imbécil yo creo que aún está enojado por eso, yo lo estaría –Comentó Feliz al aire y eso mismo era lo que me temía.
-Gracias grandísimo idiota, él está aquí ahora así que escóndeme –Sin decir más Felix me apoyó en su hombro y comenzó a pasar su mano por mi cabello mirando disimuladamente hacia atrás, en ese tipo de cosas éramos un buen equipo.
Pagamos y salimos lo más rápido de allí y en todo momento me cuidé de que a qué psicópata no me viera, vamos! Quién rayos hace tanto escándalo por un helado, parecía un niño de 5 años, y porqué le tenía tanto miedo, yo no hubiera soportado que me hablase así, para berrinches que vaya con su madre.
-Le parece a la princesa si me ayuda con las bolsas y cierra la boca para dejar de mirar al pálido con cara de niño inocente de allá, o prefieres que lo llame y nos ayude –Preguntó de forma socarrona Felix.
-Ni se te ocurra, vámonos de aquí –Tomé unas bolas y nos encaminamos al auto como pudimos por la gran cantidad de estupideces que compramos ya que la mayoría de las veces, por no decir todas comíamos en el apartamento de Felix y mío.
Me estaba a punto de subir al auto cuando escuché un “Oye tu” no tomé atención y miré a ese lugar mientras Feliz echaba a andar el motor y mis colores se drenaron al darme cuenta de quién era el que me había gritado.
-Sí, jamás me equivoco con un rostro tu eres la zorra del otro día –Estaba evidentemente enojado aun, vamos si solo fue un polvo, no se debería haber conseguido otro ya?
-Vaya y tú eres el psicópata que no es capaz de conseguirse un polvo si no es con una Barbie con tetas plásticas-LE respondí, yo y mi maldita lengua que se mueve más rápido que mis neuronas-.
-Hooooo no, tu NO acabas de decirme eso –Dijo con una mezcla de diversión e ironía
-Porqué, qué me vas a hacer le grité del otro lado del estacionamiento mientras Felix me esperaba al interior del auto ya hartándose de mi comportamiento, no era la primera vez que tenía problemas por hablar de más.
De pronto el chico de cabellos café peinados de forma cuidadosamente hacia arriba y un costado haciéndolo parecer semi-desordenado sacó un arma por detrás de su pantalón… solo una palabra podría venir a mi mente MIERDA, y su rostro me decía que estaba dispuesto a usarla…conmigo.
Subí al auto como alma que lleva el diablo y le grite a Felix –Acelera grandísimo idiota que vamos a ser un puto colador si no lo haces- y cerré la puerta y al ver mi cara de pánico Feliz supo que estaba en lo cierto y aceleró todas las revoluciones posibles que le daba su auto y salimos de allí sanos y salvos en dirección al apartamento.
-Nada de esto a Pete y Cora –LE dije una vez que mi corazón bajó de mi garganta a mi pecho
-Sabes que el papá de Cora es detective ¿cierto? –Preguntó Felix
-Por eso mismo, no vamos a darle más preocupaciones al tío Bill ya le costó dejar que Cora se mudara conmigo, a la hora que sepa que vive con Pete y que hay un psicópata que me tiene manía, además de tu varios deslices por la cárcel de los que solo te has salvado por el tío Bill, no creo que quieras darle más problemas, que los va a cargar en su mayoría Pete y lo sabes.
-Mierda tienes razón, pero ocultárselo a los chicos estás segura
-Si, joder sí, sabes que Pete es pésimo mintiendo y que no podrá ocultárselo a Cora y ella, no hablará, pero si le dan vueltas un rato sobre un tema lo termina vomitando, aun no sé cómo ha logrado mantenerse callada con todo el asunto vivo con Pete –Le contesté explicando toda la situación.
-Cielos tengo una resaca nivel de los dioses –Exclamé levantándome del sillón y tocándome la cabeza a la vez que maldecía por la luz que se filtraba por todo el apartamento.
-De qué te quejas si no nos dejaste ni emborracharnos –Me reprochó Felix que venía saliendo en bóxer desde su habitación.
-Hermano en serio… Cora está aquí podrías por último ponerte una camisa o algo –Le comento Pete un tanto ofendido-.
-Cora es la invitada, si a Len no le molesta que es dueña de casa… Dejó las palabras en el aire.
-Ella está acostumbrada a tus guarrerías cerdo ahora tápate que no quiero vomitar por la mañana –Intervino Cora haciendo muecas de asco.
-El trato lo arreglaron ustedes y nos lo impusieron a nosotros, tu te querías ir a vivir con Pete y por descarte nosotros terminamos viviendo juntos ya que YO Lenor VIVÍA contigo y Felix con Pete, así que ahora no molesten a nuestra pequeña familia –Felix y yo hicimos el mismo gesto cada vez que salía esa conversación y nos toábamos de las manos haciendo pucheros.
Desde que Cora y Pete se hicieron novios, no paso más allá de un año para que se quisieran mudar juntos y como cada uno de nosotros vivía con el otro compañero los chicos decidieron hacer un cambio a nuestras espaldas, llegué un día al departamento y estaban todas las cosas de Pete en mi habitación y me dijeron que si quería más explicaciones fuera al departamento de Felix, fui allí y vi a mi pobre amigo con ojos de plato mirando una cantidad enorme de cajas que resumían mi vida entera.
Le pregunté qué estaba pasando y solo me dijo desde el banquito en que estaba sentado que Cora y Pete lo habían obligado a ordenar todas las cajas en la habitación de Pete pero que le daba miedo hacerlo, alegaba que “no sabía con qué cosa alienígena se podría encontrar allí”, así que miraba las cajas con terror en el rostro.
Despues de un día completo discutiendo y ordenando decidimos cederle eso a nuestros mejores amigos ya que la distancia de sus hogares era bastante grande y para ir a sus casas paternas tenían que tomar un avión en direcciones opuestas, así que yo me acostumbre a un Felix paseando en bóxer por toda la estancia y él se acostumbró a que de vez en cuando le robara una camiseta para dormir sobre todo en verano y a eso lo acompañaba con mis pantaletas, ese había sido nuestro tratado de paz.
-Seguro que no tienen sexo entre ustedes –Preguntó Cora
-Hiug! No! –Respondimos los dos escandalizados, para eso también teníamos un trato que surgió a la fuerza más que por otra cosa, un día los dos habíamos traído a alguien a pasar la noche y después de nuestros juegos por la mañana, nuestras citas se toparon y resultaron ser novio y novia, pero para nuestras conciencias, no lo sabíamos hasta que comenzaron a volar los platos y ollas de nuestra cocina. Desde ese día Felix tiene sexo en el departamento menos los días en que tengo que estudiar y yo si es que llego a tener algo, es una aventura puertas afuera, siempre y cuando Felix no me necesite para estudiar o sea nuestra noche de películas, así que nuestra familia de dos funcionaba bastante bien, sobre todo porque mis citas no eran más de una cada uno o dos meses.
-Sabes nuestro trato –Le dije después de recordar eso.
-No…no…no, No quiero saber que mi pequeña hija sale por ahí a solo…solo…Agh, eso –Exclamó Pete asqueado.
-Si no quieren saber cómo se hace el sistema, no pregunten por el sistema –Respondió Felix encogiéndose de hombros y yo lo apoyaba con un movimiento de cabeza.
-Bueno, ayer terminamos nuestros exámenes, tuvimos nuestra fiesta de despedida, no tenemos el dinero suficiente para viajar, además son solo dos semanas las que tenemos libres, así que, bienvenidas vacaciones, y veamos qué vamos a hacer –Propuso Cora apoyando los codos en la encimera de la cocina.
-Sabes que yo me quedaría estas dos semanas encerrados en nuestra habitación preciosa –Le dijo Pete acariciándole la mejilla con esa dulzura que solo él sabe transmitir, hasta para decir cosas implicadas con sexo le sale tierno y amoroso-.
-Amor no podemos dejar a nuestra bebé a manos de este pervertido sexual –Apuntó Cora en dirección a Felix a lo que Pete asintió con solemnidad.
-Hey! Yo no soy un pervertido sexual, solo me gusta mucho el sexo y lo reconozco, eso no es malo –Se defendió mi amigo ante las acusaciones que de falsas no tenían nada, porque por lo menos traía un ligue cada semana.
-Sexópata –Le dijimos Pete y yo al mismo tiempo, era el pequeño apodo que le teníamos a nuestro amigo que nos miró indignado.
-Ustedes –Nos respondió con lengua bípeda –No, tú –Me miró a mí- Tu eres la frígida que no se hecha un polvo hace siglos.
-Lo siento si mi vagina no salta de paquete en paquete como tu pequeño amiguito que es sumamente sociable, yo me aseguro de que por lo menos me guste mucho –Le respondí.
-Basta, ahí ambos, no quiero saber que mi pequeña bebé hace esas cosas, tu para mi siempre serás virgen Leny –Dijo Pete mientras un escalofrío le recorría la espalda.
-Y tu sexópata aun espero que sigas manteniendo tus manos lejos de nuestra Leny –Le apoyó Cora.
-Por si no se dan cuenta aún sigo aquí –Les dije mientras me acomodaba la polera que le había robado la noche anterior a Felix para dormir y sentarme en el taburete de la cocina para que tomáramos el desayuno que Pete había estado preparando.
-Y bueno, basta de hablar de la vida sexual del pobre Felix que está siendo escaza en estos momentos, por qué no vamos al súper a comprar algo y preparas una lasaña Cora, desde hace tiempo que no como comida real, sabes que Lenore no cocina algo que no sean fideos.
-Sí por favor Cora prepara una lasaña –Rogamos Pete y yo al mismo tiempo.
-Está bien, pero vayan tú y y Felix, a mi amorcito me lo dejan aquí para que me ayude –Dijo Cora con una sonrisita traviesa.
-Si claro…ayuda –Le comenté a Felix de forma sarcástica a lo que él rio.
Tomamos nuestras cosas y les dejamos el apartamento solos a Cora y Pete, nos fuimos en el auto al mercado y tomamos todo lo necesario, una hora aproximadamente después y con un carro lleno de porquerías adicionales a lo que realmente íbamos a comprar, vi la espalda de alguien que se me hizo familiar, no le di importancia y nos dirigimos a la fila de las cajas para pagar.
Estábamos conversando sobre lo que haríamos el resto de las vacaciones mientras esperábamos nuestro turno, podríamos programar algún viaje o buscar algunas películas y hacer una maratón, antes de que Pete y Cora se vayan a casa de sus padres a visitarse mutuamente, estaba suida en esos pensamientos junto con Felix hasta que escucho un grito de un chico que su voz se me había quedado grabada a pulso de miedo.
-COMO MIERDA PUEDES SER TAN ESTÚPIDO TE TRAIGO PARA HACER LAS COMPRAS NO PARA QUE ME DIGAS QUE MIERDA ES LO QUE PUEDO O LO QUE NO PUEDO COMER –Gritó el chico delgado y blancuzco de pelo café pero que tenía una energía de mil soles.
-Disculpe jefe pero es lo que la doctora le había recetado –Respondió visiblemente aterrado el chico.
-Que se joda, has visto que alguna zorra me dé órdenes, la respuesta es NO idiota así que mete ese puto helado en el carro –Dios tanto escándalo por un helado.
Un momento esto se podía poner peor, ellos estaban muy cerca de mí y de Felix y no podía arriesgarme a ser descubierta así que me puse entre el carro y el cuerpo de mi amigo y me escondí detrás de él poniendo mi cabeza en el hueco de su cuello observando los movimientos del chico de ojos café.
-¿Qué te pasa a ti? –Me preguntó Felix medio confundido
-Recuerdas el tipo de anoche, el que dejé sin un polvo –Interrogué bajito para que no escucharan mi voz
-Si claro, pobre imbécil yo creo que aún está enojado por eso, yo lo estaría –Comentó Feliz al aire y eso mismo era lo que me temía.
-Gracias grandísimo idiota, él está aquí ahora así que escóndeme –Sin decir más Felix me apoyó en su hombro y comenzó a pasar su mano por mi cabello mirando disimuladamente hacia atrás, en ese tipo de cosas éramos un buen equipo.
Pagamos y salimos lo más rápido de allí y en todo momento me cuidé de que a qué psicópata no me viera, vamos! Quién rayos hace tanto escándalo por un helado, parecía un niño de 5 años, y porqué le tenía tanto miedo, yo no hubiera soportado que me hablase así, para berrinches que vaya con su madre.
-Le parece a la princesa si me ayuda con las bolsas y cierra la boca para dejar de mirar al pálido con cara de niño inocente de allá, o prefieres que lo llame y nos ayude –Preguntó de forma socarrona Felix.
-Ni se te ocurra, vámonos de aquí –Tomé unas bolas y nos encaminamos al auto como pudimos por la gran cantidad de estupideces que compramos ya que la mayoría de las veces, por no decir todas comíamos en el apartamento de Felix y mío.
Me estaba a punto de subir al auto cuando escuché un “Oye tu” no tomé atención y miré a ese lugar mientras Feliz echaba a andar el motor y mis colores se drenaron al darme cuenta de quién era el que me había gritado.
-Sí, jamás me equivoco con un rostro tu eres la zorra del otro día –Estaba evidentemente enojado aun, vamos si solo fue un polvo, no se debería haber conseguido otro ya?
-Vaya y tú eres el psicópata que no es capaz de conseguirse un polvo si no es con una Barbie con tetas plásticas-LE respondí, yo y mi maldita lengua que se mueve más rápido que mis neuronas-.
-Hooooo no, tu NO acabas de decirme eso –Dijo con una mezcla de diversión e ironía
-Porqué, qué me vas a hacer le grité del otro lado del estacionamiento mientras Felix me esperaba al interior del auto ya hartándose de mi comportamiento, no era la primera vez que tenía problemas por hablar de más.
De pronto el chico de cabellos café peinados de forma cuidadosamente hacia arriba y un costado haciéndolo parecer semi-desordenado sacó un arma por detrás de su pantalón… solo una palabra podría venir a mi mente MIERDA, y su rostro me decía que estaba dispuesto a usarla…conmigo.
Subí al auto como alma que lleva el diablo y le grite a Felix –Acelera grandísimo idiota que vamos a ser un puto colador si no lo haces- y cerré la puerta y al ver mi cara de pánico Feliz supo que estaba en lo cierto y aceleró todas las revoluciones posibles que le daba su auto y salimos de allí sanos y salvos en dirección al apartamento.
-Nada de esto a Pete y Cora –LE dije una vez que mi corazón bajó de mi garganta a mi pecho
-Sabes que el papá de Cora es detective ¿cierto? –Preguntó Felix
-Por eso mismo, no vamos a darle más preocupaciones al tío Bill ya le costó dejar que Cora se mudara conmigo, a la hora que sepa que vive con Pete y que hay un psicópata que me tiene manía, además de tu varios deslices por la cárcel de los que solo te has salvado por el tío Bill, no creo que quieras darle más problemas, que los va a cargar en su mayoría Pete y lo sabes.
-Mierda tienes razón, pero ocultárselo a los chicos estás segura
-Si, joder sí, sabes que Pete es pésimo mintiendo y que no podrá ocultárselo a Cora y ella, no hablará, pero si le dan vueltas un rato sobre un tema lo termina vomitando, aun no sé cómo ha logrado mantenerse callada con todo el asunto vivo con Pete –Le contesté explicando toda la situación.
Pepina
Cómprale un helado al psicópata 2/2
-Ni se te ocurra botar ese pedazo de manjar de los dioses que ha sobrado Cora –Le dije a la vez que me sobaba el estómago, le había quedado delicioso e hizo 4 bandejas grandes que claramente eran para mucho más de 4 personas pero con el apetito de Felix y Pete fácilmente se iban a acabar uno cada uno y con Cora entre las dos nos terminamos una bandeja completa.
-Tranquilos que se las guardo en el refrigerador, no quiero saber que comen pizza o alguna otra porquería, deben alimentarse bien me entendieron –Nos dijo a Felix y a mi apuntándonos con una espátula y el ceño fruncido.
-Si mamá –Contestamos al mismo tiempo como niños chiquitos
Pete se dedicó a lavar los platos mientras que con Felix recogíamos la mesa y Cora buscaba alguna película para que pudiéramos pasar a tarde, hoy sería un día tranquilo y lo necesitábamos después del incidente del supermercado que por supuesto no le contamos a los chicos.
-Creo que voy a vomitar –Dijo Felix con las manos en la boca –Pero no pienso desperdiciar ni una cucharada de esa lasaña así que se queda conmigo –Se dio unos pequeños golpecitos en el estómago para seguir con lo que estaba haciendo.
Una vez cada uno terminó con los quehaceres que nos habíamos propuestos y teniendo una dotación decente de palomitas para acompañar la película, nos pusimos en el gran sillón donde cabíamos los 4 más unas cuantas mantas, una para Cora y Pete mientras tanto por la otra nos peleábamos Felix y yo.
-Suéltala que tú eres macho yo soy la mujer desvalida –Le dije haciendo un puchero
-Tú de desvalida no tienes nada, eres una arpía una mala mujer, A MI NO ME LA VENDES! –Y Felix jaloneaba de la otra punta de la manta mientras yo la enredaba con mis piernas y me enganchaba con los brazos de ella.
-Y no podíamos ver la película sin el show previo –Resopló Cora volviendo los ojos y apoyándose en el pecho de su novio haciendo círculos con sus dedos y cubriéndose hasta los hombros con la cabeza en nuestra dirección mirando como peleábamos tal como si fuésemos una entretención más.
-Peeeeeeeeeeeeete dile que la suelte –Rogué como un vil cachorro mojado
-A él no lo metan –Respondió Cora advirtiéndonos
Pero Pete como siempre de mediador se paró en dirección hacia el armario y sacó una de las mantas y nos las tiró a ambos en el rostro para volver a acomodarse con su novia y darle mimos esperando a que nosotros nos las arregláramos.
-Yo quiero esta es más calientita –Dije jalando una de las mantas
-No, yo no quiero la otra tiene ositos, yo soy un hombre no me puedo acostar con una manta con ositos –Replicó Felix
-¿Cómo que no y Sammy? –Refunfuñé como una niña chiquita sacándole la lengua ante su pequeño secretito
-No te metas con Sammy, no es un peluche, es un cojín de serpiente de colección –Me respondió lo más digno posible con las mejillas un poco sonrojadas.
-Basta, Len deja al chico algo de hombría y ocupa la bendita manda de ositos –Me dijo Cora ya un poco harta porque no comenzábamos nunca a ver la película.
A la vez que yo resoplaba Felix daba saltitos de alegría para nada masculinos, al final Cora había elegido una película de terror y como ya estaba entrando la noche sería perfecto porque Felix era un completo cobarde, incluso más que Cora, ella por lo menos se escondía en el pecho de su novio, pero Felix era un caso completamente aparte.
-HAAAAA FANTASMA HIJO DE PUTA PORQUE APARECES ALLÍ TE DIJE QUE TE IBA A MATAR! –A ese mismo grito de niña es al que me refería, ha y no olvidar que lanzó un paquete de palomitas completo al televisor cuando apareció el fantasma y como no íbamos a desperdiciarlas recogimos las que más pudimos y seguimos comiendo, lo sé somos unos cerdos.
-Siempre muere la de las tetas grades primero –Se lamentó Pete a lo que recibió una mirada asesina por parte de Cora y él se excusó con una sonrisita inocente.
-Chicos se quedan hoy a dormir –Pregunté una vez terminó la película
-¿Que dices amor, le hacemos compañía a los bebés para que no se maten los unos a los otros? –Preguntó Pete a Cora, como siempre ella tenía la última palabra
-Sí además estoy cansada, pero conste yo NO pienso dormir en la cama de Feliz, quizás que cochinadas tiene allí –Dijo Cora con cara de asco.
-Ok, ok yo cedo mi cama solo porque son ustedes –Ofrecí a mis amigos
-Si quieres duermes conmigo Leny –Me dijo Felix
-Feli-Feli te quiero mucho pero yo también sospecho de las sustancias de dudosa procedencia que pueda tener tu cama, sobre todo después de las últimas dos locas que tuve que sacar del apartamento. –Contesté con una de mis mejores sonrisas falsas.
-De nuevo estas ocupando a nuestra pequeña como bota ligues –Preguntó Cora enfadada
-Cora cariño ya debes descansar, te parece si te preparo un baño de tina con burbujas que tanto te gustan a ti, ve anda con pete y yo me encargo del resto –Esquivó como campeón Felix y besó la mejilla de Cora para dirigirla a mi habitación y preparar su baño.
Nos despedimos todos y yo me recosté en el sillón y me tapé con las mantas, en realidad las dejé caer porque siempre después de ponerse sus pijamas Cora y Pete venían para arroparme y arreglarme las mantas, según ellos yo era muy desordenada pero bueno.
Al otro día todos nos preparábamos para una salida improvisada, iríamos a una de las mejores heladerías de la ciudad, y por eso me refiero a que también era una de las más exclusivas, pero pagaba la tarjeta negra del papá de Pete, el divorcio de sus padres realmente le había sentado bien a él como hijo único, sus padres cometían por quien le daba más y le daba más amor sobre todo monetario, así que la invitación corría por su cuenta, además era la favorita de Cora.
-No sé cuál es la mierda con el helado de chocolate, en cualquier maldito lugar puedes encontrar un puto helado de chocolate Cora –Le comenté pues aun no entendía su lógica.
-Porque es chocolate suizo entiende mujer de las cavernas –Respondió enojada a punto de jalarme por los pelos ante mi, como dice ella “inconciencia culinaria”, pero un helado era un maldito helado en cualquier lugar.
Nos sentamos todos en una mesa y yo tenía un pastelito porque no me gustan mucho los helados y menos de chocolate pero debía reconocer que los pasteles de ese lugar eran fenomenales, hasta que nuevamente, mi gran suerte se vio afectada.
-Len que ese no es el tipo del otro día –Preguntó Felix lo suficientemente alto para que todos en la mesa nos fueran a escuchar.
-Sí gracias idiota, es él –Contesté rodando los ojos.
-Tengo una idea –Dijo Pete con un brillo similar al de Cora cuando tenía un plan macabro entre manos y eso daba miedo.
-Dispara –Contesté ahorrando el tiempo en insistencias y explicaciones estúpidas
-Reto 3, incítale al psicópata un helado y tú también tienes que comerte uno, de chocolate y conversar con él todo lo que te dure el helado y como siempre sin decir nada sobre que esto es una apuesta –La sonrisa del gato de Alicia en el país de las maravillas no era nada comparada con la del condenado Pete.
-Te amo mi amor, eres un genio –Dijo Cora besándolo en los labios.
-La maldad se contagia, te perdimos Pete, te Perdimos, este ser maléfico te llevó al lado oscuro de la fuerza –Felix hacía un falso tono lastimero.
-¿de verdad no me piensas ayudar? –Pregunté a Felix después de todo lo que había pasado.
-Lo siento, no es tan grave como cuando mandamos a Pete a comprar drogas vestido de travesti –Me respondió con un encogimiento de hombros.
Y para lo que iba nuestra conversación el chico de pelos café en punta ya se había dado cuenta de nuestra presencia y miraba con recelo hacia donde nos encontrábamos nosotros y susurraba su ya clásico “zorra” que iba dirigido hacia mi.
Me levanté con mi orgullo intacto, no iba a dejar que me llamara zorra sin razón que el conociera, porque hasta ese entonces me había estado portando bastante bien y desde hace mucho que no salía con un ligue por ahí, no después de lo que pasó con Matt, ese maldito bastardo loco que se atrevió a querer golpearme y terminó con un florero partido en la cabeza.
Sigilosamente me puse a su lado y el observaba todos y cada uno de mis movimientos pendiente de cuál sería el próximo, así que la mejor estrategia para esa batalla era confundir al enemigo y una sonrisa sería la mejor forma de hacerlo en esos minutos, le di la más grande y falsa sonrisa que pude esbozar y me digné a hablarle antes de que su limitado vocabulario volviera a su ya conocido “zorra”.
-Hola, si estás aquí supongo que vienes por un helado, déjame invitarte uno –Le dije todo rápido sin darle muchas opciones de poder interrumpirme.
-Acaso tu pequeña zorra estás loca o eres masoquista –Me preguntó confundido que era lo que quería lograr.
-A mí me da uno de chocolate –lo observé por unos segundos – Y él tiene cara de ser más del tipo menta con crema y galletas de chocolate, cuánto sería –Pregunté a la cajera que me miraba con la misma cara de confusión que el chico.
Nos entregó los helados a lo que él tomó el suyo un tanto temeroso y mirándome a cada segundo como asegurándose de que mi bipolaridad era real y que no vaya a salir corriendo y gritando como una enferma mental, porque realmente eso era lo que parecía en esos minutos, le dio una probada al helado y asintió por fin.
-Está realmente bueno –Dijo el de ojos café
-Me imaginaba, porque eres frío por fuera como la menta, pero da la impresión que escondes pedazos de ti que aunque son escasos, como los trozos de las galletas, te hacen ser o vero completamente distinto a lo que muestras en el exterior –Me di a explicar lo que le pareció conforme porque asintió pero aun sin sonreír.
-Por cierto me llamo Lenor y tu? –Pregunté mientras daba un gran mordisco al asqueroso helado que tenía en frente y el pobre tipo miraba como preguntándome si realmente me gustaban tanto o era un acto de masoquismo por cómo se convulsionaba mi rostro.
-Mi nombre es Dylan, pero tu tienes algún problema mental o algo –Interrogó mientras daba delicadas lamidas a su helado con la punta de su lengua lo que se apreciaría de ser sexy si no fuera porque es un psicópata completo.
-No, que yo sepa no tengo ninguno,, pero la locura que me acompaña a diario ya la siento parte de mi, además me relaciono con gente que está igual de loca que yo y vive en líos así que es pan de cada día –Me encogí de hombros para darle esa respuesta pues era sincera.
-Entonces a pesar de que te apunté con un arma cargada en medio del estacionamiento, tu aun vienes y e invitas un helado a sabiendas de que puedo descargar todo el plomo que traigo en unos cuantos agujeros en tu suave piel –Me comentó él a medida que acariciaba mi rostro.
Le di otro bocado que acabó con la mitad de mi helado y le respondí –Si quisieras hacerme pasar por un colador humano, ya lo hubieras hecho, y no tiene nada de malo que te invite un helado al fin y al cabo siempre dicen que las muertes dulces son lo mejor, aunque odie el maldito helado de chocolate.
Él me quedó mirando con cara de circunstancia y me arrebató el helado de chocolate para entregarme el suyo –Ten, a mí no me importa el sabor del helado, me gusta lo frío que queda en mi lengua después de comerlo y me entregó el suyo.
-Gracias –Le dije y terminé con los últimos bocados de su helado y me despedí con un beso en la mejilla dispuesta a marcharme porque la apuesta ya está cumplida.
En eso me agarró fuerte del brazo y me apegó a su cuerpo –Ni te olvides que por esto pequeña zorra voy a olvidar que me arruinaste una buena noche de sexo y que me las vas a pagar.
-Tranquilos que se las guardo en el refrigerador, no quiero saber que comen pizza o alguna otra porquería, deben alimentarse bien me entendieron –Nos dijo a Felix y a mi apuntándonos con una espátula y el ceño fruncido.
-Si mamá –Contestamos al mismo tiempo como niños chiquitos
Pete se dedicó a lavar los platos mientras que con Felix recogíamos la mesa y Cora buscaba alguna película para que pudiéramos pasar a tarde, hoy sería un día tranquilo y lo necesitábamos después del incidente del supermercado que por supuesto no le contamos a los chicos.
-Creo que voy a vomitar –Dijo Felix con las manos en la boca –Pero no pienso desperdiciar ni una cucharada de esa lasaña así que se queda conmigo –Se dio unos pequeños golpecitos en el estómago para seguir con lo que estaba haciendo.
Una vez cada uno terminó con los quehaceres que nos habíamos propuestos y teniendo una dotación decente de palomitas para acompañar la película, nos pusimos en el gran sillón donde cabíamos los 4 más unas cuantas mantas, una para Cora y Pete mientras tanto por la otra nos peleábamos Felix y yo.
-Suéltala que tú eres macho yo soy la mujer desvalida –Le dije haciendo un puchero
-Tú de desvalida no tienes nada, eres una arpía una mala mujer, A MI NO ME LA VENDES! –Y Felix jaloneaba de la otra punta de la manta mientras yo la enredaba con mis piernas y me enganchaba con los brazos de ella.
-Y no podíamos ver la película sin el show previo –Resopló Cora volviendo los ojos y apoyándose en el pecho de su novio haciendo círculos con sus dedos y cubriéndose hasta los hombros con la cabeza en nuestra dirección mirando como peleábamos tal como si fuésemos una entretención más.
-Peeeeeeeeeeeeete dile que la suelte –Rogué como un vil cachorro mojado
-A él no lo metan –Respondió Cora advirtiéndonos
Pero Pete como siempre de mediador se paró en dirección hacia el armario y sacó una de las mantas y nos las tiró a ambos en el rostro para volver a acomodarse con su novia y darle mimos esperando a que nosotros nos las arregláramos.
-Yo quiero esta es más calientita –Dije jalando una de las mantas
-No, yo no quiero la otra tiene ositos, yo soy un hombre no me puedo acostar con una manta con ositos –Replicó Felix
-¿Cómo que no y Sammy? –Refunfuñé como una niña chiquita sacándole la lengua ante su pequeño secretito
-No te metas con Sammy, no es un peluche, es un cojín de serpiente de colección –Me respondió lo más digno posible con las mejillas un poco sonrojadas.
-Basta, Len deja al chico algo de hombría y ocupa la bendita manda de ositos –Me dijo Cora ya un poco harta porque no comenzábamos nunca a ver la película.
A la vez que yo resoplaba Felix daba saltitos de alegría para nada masculinos, al final Cora había elegido una película de terror y como ya estaba entrando la noche sería perfecto porque Felix era un completo cobarde, incluso más que Cora, ella por lo menos se escondía en el pecho de su novio, pero Felix era un caso completamente aparte.
-HAAAAA FANTASMA HIJO DE PUTA PORQUE APARECES ALLÍ TE DIJE QUE TE IBA A MATAR! –A ese mismo grito de niña es al que me refería, ha y no olvidar que lanzó un paquete de palomitas completo al televisor cuando apareció el fantasma y como no íbamos a desperdiciarlas recogimos las que más pudimos y seguimos comiendo, lo sé somos unos cerdos.
-Siempre muere la de las tetas grades primero –Se lamentó Pete a lo que recibió una mirada asesina por parte de Cora y él se excusó con una sonrisita inocente.
-Chicos se quedan hoy a dormir –Pregunté una vez terminó la película
-¿Que dices amor, le hacemos compañía a los bebés para que no se maten los unos a los otros? –Preguntó Pete a Cora, como siempre ella tenía la última palabra
-Sí además estoy cansada, pero conste yo NO pienso dormir en la cama de Feliz, quizás que cochinadas tiene allí –Dijo Cora con cara de asco.
-Ok, ok yo cedo mi cama solo porque son ustedes –Ofrecí a mis amigos
-Si quieres duermes conmigo Leny –Me dijo Felix
-Feli-Feli te quiero mucho pero yo también sospecho de las sustancias de dudosa procedencia que pueda tener tu cama, sobre todo después de las últimas dos locas que tuve que sacar del apartamento. –Contesté con una de mis mejores sonrisas falsas.
-De nuevo estas ocupando a nuestra pequeña como bota ligues –Preguntó Cora enfadada
-Cora cariño ya debes descansar, te parece si te preparo un baño de tina con burbujas que tanto te gustan a ti, ve anda con pete y yo me encargo del resto –Esquivó como campeón Felix y besó la mejilla de Cora para dirigirla a mi habitación y preparar su baño.
Nos despedimos todos y yo me recosté en el sillón y me tapé con las mantas, en realidad las dejé caer porque siempre después de ponerse sus pijamas Cora y Pete venían para arroparme y arreglarme las mantas, según ellos yo era muy desordenada pero bueno.
Al otro día todos nos preparábamos para una salida improvisada, iríamos a una de las mejores heladerías de la ciudad, y por eso me refiero a que también era una de las más exclusivas, pero pagaba la tarjeta negra del papá de Pete, el divorcio de sus padres realmente le había sentado bien a él como hijo único, sus padres cometían por quien le daba más y le daba más amor sobre todo monetario, así que la invitación corría por su cuenta, además era la favorita de Cora.
-No sé cuál es la mierda con el helado de chocolate, en cualquier maldito lugar puedes encontrar un puto helado de chocolate Cora –Le comenté pues aun no entendía su lógica.
-Porque es chocolate suizo entiende mujer de las cavernas –Respondió enojada a punto de jalarme por los pelos ante mi, como dice ella “inconciencia culinaria”, pero un helado era un maldito helado en cualquier lugar.
Nos sentamos todos en una mesa y yo tenía un pastelito porque no me gustan mucho los helados y menos de chocolate pero debía reconocer que los pasteles de ese lugar eran fenomenales, hasta que nuevamente, mi gran suerte se vio afectada.
-Len que ese no es el tipo del otro día –Preguntó Felix lo suficientemente alto para que todos en la mesa nos fueran a escuchar.
-Sí gracias idiota, es él –Contesté rodando los ojos.
-Tengo una idea –Dijo Pete con un brillo similar al de Cora cuando tenía un plan macabro entre manos y eso daba miedo.
-Dispara –Contesté ahorrando el tiempo en insistencias y explicaciones estúpidas
-Reto 3, incítale al psicópata un helado y tú también tienes que comerte uno, de chocolate y conversar con él todo lo que te dure el helado y como siempre sin decir nada sobre que esto es una apuesta –La sonrisa del gato de Alicia en el país de las maravillas no era nada comparada con la del condenado Pete.
-Te amo mi amor, eres un genio –Dijo Cora besándolo en los labios.
-La maldad se contagia, te perdimos Pete, te Perdimos, este ser maléfico te llevó al lado oscuro de la fuerza –Felix hacía un falso tono lastimero.
-¿de verdad no me piensas ayudar? –Pregunté a Felix después de todo lo que había pasado.
-Lo siento, no es tan grave como cuando mandamos a Pete a comprar drogas vestido de travesti –Me respondió con un encogimiento de hombros.
Y para lo que iba nuestra conversación el chico de pelos café en punta ya se había dado cuenta de nuestra presencia y miraba con recelo hacia donde nos encontrábamos nosotros y susurraba su ya clásico “zorra” que iba dirigido hacia mi.
Me levanté con mi orgullo intacto, no iba a dejar que me llamara zorra sin razón que el conociera, porque hasta ese entonces me había estado portando bastante bien y desde hace mucho que no salía con un ligue por ahí, no después de lo que pasó con Matt, ese maldito bastardo loco que se atrevió a querer golpearme y terminó con un florero partido en la cabeza.
Sigilosamente me puse a su lado y el observaba todos y cada uno de mis movimientos pendiente de cuál sería el próximo, así que la mejor estrategia para esa batalla era confundir al enemigo y una sonrisa sería la mejor forma de hacerlo en esos minutos, le di la más grande y falsa sonrisa que pude esbozar y me digné a hablarle antes de que su limitado vocabulario volviera a su ya conocido “zorra”.
-Hola, si estás aquí supongo que vienes por un helado, déjame invitarte uno –Le dije todo rápido sin darle muchas opciones de poder interrumpirme.
-Acaso tu pequeña zorra estás loca o eres masoquista –Me preguntó confundido que era lo que quería lograr.
-A mí me da uno de chocolate –lo observé por unos segundos – Y él tiene cara de ser más del tipo menta con crema y galletas de chocolate, cuánto sería –Pregunté a la cajera que me miraba con la misma cara de confusión que el chico.
Nos entregó los helados a lo que él tomó el suyo un tanto temeroso y mirándome a cada segundo como asegurándose de que mi bipolaridad era real y que no vaya a salir corriendo y gritando como una enferma mental, porque realmente eso era lo que parecía en esos minutos, le dio una probada al helado y asintió por fin.
-Está realmente bueno –Dijo el de ojos café
-Me imaginaba, porque eres frío por fuera como la menta, pero da la impresión que escondes pedazos de ti que aunque son escasos, como los trozos de las galletas, te hacen ser o vero completamente distinto a lo que muestras en el exterior –Me di a explicar lo que le pareció conforme porque asintió pero aun sin sonreír.
-Por cierto me llamo Lenor y tu? –Pregunté mientras daba un gran mordisco al asqueroso helado que tenía en frente y el pobre tipo miraba como preguntándome si realmente me gustaban tanto o era un acto de masoquismo por cómo se convulsionaba mi rostro.
-Mi nombre es Dylan, pero tu tienes algún problema mental o algo –Interrogó mientras daba delicadas lamidas a su helado con la punta de su lengua lo que se apreciaría de ser sexy si no fuera porque es un psicópata completo.
-No, que yo sepa no tengo ninguno,, pero la locura que me acompaña a diario ya la siento parte de mi, además me relaciono con gente que está igual de loca que yo y vive en líos así que es pan de cada día –Me encogí de hombros para darle esa respuesta pues era sincera.
-Entonces a pesar de que te apunté con un arma cargada en medio del estacionamiento, tu aun vienes y e invitas un helado a sabiendas de que puedo descargar todo el plomo que traigo en unos cuantos agujeros en tu suave piel –Me comentó él a medida que acariciaba mi rostro.
Le di otro bocado que acabó con la mitad de mi helado y le respondí –Si quisieras hacerme pasar por un colador humano, ya lo hubieras hecho, y no tiene nada de malo que te invite un helado al fin y al cabo siempre dicen que las muertes dulces son lo mejor, aunque odie el maldito helado de chocolate.
Él me quedó mirando con cara de circunstancia y me arrebató el helado de chocolate para entregarme el suyo –Ten, a mí no me importa el sabor del helado, me gusta lo frío que queda en mi lengua después de comerlo y me entregó el suyo.
-Gracias –Le dije y terminé con los últimos bocados de su helado y me despedí con un beso en la mejilla dispuesta a marcharme porque la apuesta ya está cumplida.
En eso me agarró fuerte del brazo y me apegó a su cuerpo –Ni te olvides que por esto pequeña zorra voy a olvidar que me arruinaste una buena noche de sexo y que me las vas a pagar.
Pepina
Re: ¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
aaaaaaaaaaaaaaw maravillosa! me encanta, me encanta, se está poniendo muy buena así que me tendrás por aquí todos los días. :aah:
Oh_Dougie_ Poynter!
Re: ¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
Me alegra un montón que te guste, me pondré a escribir solo por ti, y espero que sigas leyendo porque me motivas, espero que le recomiendes a ver si a alguien más le gusta n.nOh_Dougie_ Poynter! escribió:aaaaaaaaaaaaaaw maravillosa! me encanta, me encanta, se está poniendo muy buena así que me tendrás por aquí todos los días. :aah:
Pepina
Re: ¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
OMG!!!!!!!!!!!!!!
O sea... NO! No puedes hacerme esto! No puedes dejar a novela así! Ya!!!!!!! Por favor, sube el siguiente capitulo!
Realmente me encanto y estaba desesperada por no encontrar una novela buena y encuentro la tuya y me dejas así :'c
Siguela, pleaseeeeeeeeeeeeeeee!
O sea... NO! No puedes hacerme esto! No puedes dejar a novela así! Ya!!!!!!! Por favor, sube el siguiente capitulo!
Realmente me encanto y estaba desesperada por no encontrar una novela buena y encuentro la tuya y me dejas así :'c
Siguela, pleaseeeeeeeeeeeeeeee!
Invitado
Invitado
Re: ¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
LuckSomniator escribió:OMG!!!!!!!!!!!!!!
O sea... NO! No puedes hacerme esto! No puedes dejar a novela así! Ya!!!!!!! Por favor, sube el siguiente capitulo!
Realmente me encanto y estaba desesperada por no encontrar una novela buena y encuentro la tuya y me dejas así :'c
Siguela, pleaseeeeeeeeeeeeeeee!
Estoy escribiendo no te preocupes hoy subo :P :bye:
Pepina
Reto 4: Si tanto odias cocinar, cocina para el psicópata
-No es para tanto, aunque podrías buscarte un nuevo apodo, el de zorra ya está muy trillado –Le respondí como si no me importara en realidad, ya me habían llamado de muchas formas diferentes y a mí me bastaba con la opinión de mis amigos.
-La verdad no te entiendo –Me dijo él jalándose del poco cabello que tenía –La mayoría de las chicas una de dos, o hacen todo un gran drama porque les dicen zorras y la otra mitad se aprovecha de esa fama haciendo guarrerías y lanzándose a todo cuanto chico o pene se levante a su alrededor, pero por lo que te he visto no cabes en ninguna de las dos opciones.
-La verdad es que no me importa y mi helado se acabó, así que aquí acaba mí conversación -Me di la vuelta y lo dejé con la palabra en la boca-
Sentí un jalón de cabello bastante fuerte que me hizo soltar un auch! Y me volteé rápidamente, no podía creer que aquel chico de ojos marrón fuera capas de jalarme así del cabello cuando minutos o segundos antes estábamos conversando como gente civilizada.
-Recuerda que yo no olvido y que aquí yo mando pequeña zorrita –Susurró en mi oído y me dio un empujón para soltarme y gracias a que no soy una maldita patosa no tropecé y logré equilibrarme para no caer al suelo.
-Joder que bruto, se nota que nunca le han enseñado a tratar con una mujer –Bueno no es que sea la delicadeza en persona, pero eso no implicaba que me trataran como a un cavernícola más, que también tengo mi dignidad!
Caminé hacia los chicos de vuelta sobándome la cabeza y queriendo asesinar a cada ser humano que se me cruzara por el camino, ¿ustedes no tienen esa vena asesina? Bueno decirlo ahora suena peor de lo que pensaba en esos momentos, pero es algo, un pequeño tirón constante que se da en la parte posterior de tu cabeza que avanza como un tic hasta el ojo, eso me indica que estoy en contra del puto mundo cabrón y mis amigos me la pagarían, nadie se metía con mi cabello, con lo que me costaba ganarle las batallas al cepillo cada mañana Y FELIX LO SABÍA el muy puto me había visto cientos de veces luchar para desenredarlo.
-Uno así podrías conseguirte Leny, que logre dominarte fiera! –Sugirió divertido Felix a lo que yo quise darle una bofetada, el muy hijo de puta vio como me agarraba del cabello y se atreve a decir que es la clase de hombre que necesito.
-En una de esas y puede domarte –Estuvo de acuerdo Pete.
-¿Tú también? –Pregunté, ya no cabía en mi indignación, busqué apoyo en mi amiga y por lo menos ella me miraba preocupada, sabía que no era una buena mezcla chicos malos y yo, no terminábamos nada de bien y el ultimo imbécil que me alejó por un buen tiempo de las relaciones me había roto una costilla, pero no se fue libre, se fue con unos cuantos puntos en la cabeza, una orden de restricción y lo que más me dolió fue el florero de mi abuela que le estampé por cabrón.
-Basta chicos, es problema de ella con quien se vaya a acostar o si no piensa sacudirle las telarañas a esa cosa –Claro el apoyo de Cora no era del todo gratos, me tenía que salir con algo.
-Oye mi pequeña amiga no tiene telarañas no ha pasado tanto….-Me quedé callada en medio de la frase, la verdad no recordaba muy bien cuándo había sido la última vez, así que esa era una batalla que era mejor no pelear.
-Mira el lado positivo, cumpliste la apuesta, ahora te quedan solo 19 cosas por cumplir, cada vez más cerca del número 1 –Pete y su maldito brillo maquiavélico en los ojos.
-Bien chicos, lamento decirles que este será tiempo de chicas así que, vuelen por ahí que me llevaré a nuestra pequeña bebé de compras –Cora me agarró por un brazo y por el otro agarraba a Pete plantándole un leve pero cariñoso beso en los labios.
-Suerte mis amores –Contestó Pete dándome un beso en la frente y advirtiéndome que no dejara a ningún cabrón ponerle las manos encima a Cora, era desesperadamente sobreprotector, pero aun así era tierno, se notaba que la quería y mucha veces Felix y yo nos preguntábamos si encontraríamos a alguien que nos quisiera tanto y que aceptara a nuestros amigos como su propia familia tal y como ellos lo hacían.
-Por favor Lenore no te jodas ningún maniquí, sabemos que estás desesperada –Gritó Felix ya casi cuando estaba llegando a la esquina y nosotras por el camino contrario.
Jodido hijo de puta, toda la gente me quedó mirando con caras raras, así que me solté del brazo de Cora y corrí en dirección a los chicos para darle el mejor manotazo en la nuca que pude y le calzó de lleno porque con el impulso se fue hacia adelante y casi se cae en conjunto con una sarta de palabrotas que era mejor no repetir y corrí de vuelta hacia Cora.
-Esta vez no te diré nada porque se lo merece, pero Pete y yo no intercederemos en la tercera guerra mundial que armen en su departamento –Me advirtió mi amiga a lo que yo asentí como un cachorrito mojado.
Llegamos al centro comercial y caminamos por varias tiendas a lo que yo iba sujetando la ropa de Cora y clasificándola por sus valores, tenía una cierta cantidad que no podía excederse en ropa, sabía que Pete podría comprarle lo que quisiera, pero ella no era esa clase de chica así que mes a mes ahorraba una cantidad que gastaba exclusivamente en ropa y zapatos, por mi parte compraba algo solo si realmente me gusta, como esa chaqueta de eco-cuero que esta por allá.
-Leny si vas por otra chaqueta te recuerdo que tienes 5 diferentes –Me advirtió Cora al ver mis intenciones con aquella preciosidad.
Fui sin importarme lo que dijera, ya hablaríamos de su adicción a los zapatos si ella quiere hablar de mi adicción a las chaquetas, pero una imagen me hizo congelar por completo, era el psicópata con otra rubia de tetas de silicona y vaya que ni siquiera con que ella le estuviera restregando sus gomas por todo el brazo e intentara alcanzarlo para darle algunos besos ese jodido cabrón sonriera; y como mi vida vale mucho como para que me descubra con cara de idiota mirando la asquerosa escenita agarré la primera chaqueta y la intenté pasar con cierre y todo sobre mis brazos quedando atrapada en ella, pero al menos cubría mi rostro y parte de mi pelo, así que de una retorcida manera mi tarea estaba hecha.
-Te dije que te compensaría por esta noche de sexo, pero te lo advierto me tengo que correr por lo menos dos veces, no me gusta perder mi tiempo –Le dijo el muy puto a la chica, claro como si él fuera el dios del sexo, opté por correrme un poco para alejarme de ellos pero adivinen mi buena suerte.
-Ten cuidado idiota casi arruinas mi manicura –Dio una voz chillona a la vez que sentía que alguien estaba bajando el cierre del mi súper chaqueta escudo humano contra imbéciles.
-Tú otra vez, es que no puedes apartarte de una puta vez o quieres realmente que te folle cuanto antes, aún recuerdo que me lo debes –Dijo el muy idiota bastante irritado.
-También vas a follar con…con…esta cosa –La chica meneó la mano con desdén, por lo menos yo no soy plástica.
-Hay no querida silicona con piernas yo con tu querido espécimen no follaría, aunque tu deberías tratarte con un poquito más de respeto no crees –Bueno sonaría mucho más serio si yo no tuviera la mitad de una chaqueta pasada por mi cuerpo con los brazos arriba metidos en las mangas de las chaqueta sin poder bajarlos y el cierre hasta la mitad en donde solo se ve mi cara con el pelo alborotado por todas partes.
-Tiene razón Dyl amor yo quiero ser única, no quiero que folles con otras chicas –Y ese fue mi momento para largarme porque estaba segura que era el segundo polvo que le arruinaba.
-Sabes que yo no tengo únicas, tendrías que ser una puta ninfa y no lo eres, ni siquiera todo lo que tienes es tuyo, así que estás lejos de serlo –Alcancé a escuchar mientras me deslizaba entre los pasillos buscando a mi amiga como un maldito T-Rex.
-Allí estas, pero que mierda te pasó –Me dijo Cora a la vez que me bajaba el cierre y quedaba liberada de la trampa mortal en la que se había convertido la chaqueta y como ya me había encariñado con ella, la compré.
-Ni te creas que te vas a escapar maldita zorra es la segunda por tu culpa, la segunda –Me gritó desde el otro lado de la tienda –Maldición ese hombre no tenía ni una pizca de vergüenza.
-No me digas por favor que es el mismo al que le arruinaste el polvo del otro día –Miró Cora suplicante, a lo que yo solo asentí.
-Te parece si pagamos todo y nos largamos de una vez –Le dije con mi mejor sonrisa y con mi próxima nueva adquisición en la mano.
Hicimos eso y nos fuimos directo a mi apartamento con Felix, suponíamos que los chicos estarían jugando allí Xbox o algo, la verdad no era muy difícil averiguar en qué se podrían gastar 3 horas seguidas ellos dos solos, sin contar las cajas de pizza que deberían estar esparcidas por el cuarto. La verdad es que a Pete y a Felix les convenía vivir con mujeres sino su hogar sería un maldito infierno entre las cajas, la mugre y nada comestible, eso es mucho decir ya que yo no soy una persona muy asociada al orden, pero llega un punto en que me molesta y termino en modo limpieza cosa que al parecer Felix nunca le llega y bueno Pete se ve obligado a limpiar en el apartamento que comparte con Cora porque ella sí es una maniática de la limpieza… quizás se me pegó algo de ella y por eso terminé con poca tolerancia a la mierda esparcida por todo el lugar.
-Dios no los podemos dejar solos un par de horas sin que tengan todo esto hecho un chiquero, Felix no me extraña que no tengas novia –Le dijo Cora
-Para que si tengo a Leny, cumple casi el mismo papel, es fastidiosa, me hace comer, de vez en cuando, cuando tiene muy buen humor logra cocinar algo y limpia el apartamento, además podemos jugar Xbox o tener noches de películas y por ultimo cuando tengo algún examen me manda a estudiar y no me deja salir ni hacer nada que no sea estudio… para todo lo demás una zorrita de una noche termina de cumplir el papel –Explicó Felix como si fuera lo más simple del mundo.
-Jodido cabrón –Contesté con un bufido y me senté a su lado, la verdad es que sí nos conocíamos demasiado bien, hasta nos habíamos visto desnudos sin querer y a él no le importaba que yo me rasurara las piernas mientras él se rasuraba el rostro, a veces parecíamos una vieja pareja de casados…sin la parte del sexo claro está y lo mejor de todo es que siempre, SIEMPRE nos preferíamos antes que cualquier ligue, como cuando me esguince el tobillo y él estaba follando con una chica que le había costado como una semana en conseguir y lo llamé por teléfono y salió corriendo dejándola en mitad de un polvo, en resumidas cuentas podíamos contar el uno con el otro aunque la mayor parte del tiempo parecía que nos queríamos matar el uno al otro.
-A que no adivinan con quién se topó Len hoy mientras estábamos de compras –Ahí estaba Cora en su plan cotilla que siempre lograba involucrar a nuestros amigos, quienes obviamente la miraron pidiendo más explicaciones, maldición a veces eran peor que chicas.
-Con el psicópata del otro día, al que le jodió el polvo y no saben qué es lo más gracioso -Dijo conteniéndose la risa- que al parecer le jodió otro.
Y en ese momento explotaron de la risa todos menos Felix lo que me hizo extrañar porque el sería el primero en estar riéndose de mis desgracias, era algo mutuo.
-¿Te hizo algo? –Preguntó serio-
-No, nada, tranquilo, solo me dijo que ya me las iba a cobrar
-Solo ten cuidado Len, ese tipo me recuerda de algo, aun no lo sé pero estoy seguro que no es nada bueno –Asentí como un muñeco de esos que se ponen en los autos, de forma casi desesperada-.
-Tendré tu consejo en mente la próxima vez que vengas oliendo a club de strippers y cantando “el mariachi” de Antonio Banderas, porque según tú, ahí vas en tus momentos de reflexión, y créeme que la puta canción ya me la estoy aprendiendo, y las mujeres si te faltan, al contrario de lo que versa la maldita cancioncita esa –Le respondí en plan de broma, la verdad es que si lo hacía, pero quería sacar la tensión del momento, a mí tampoco me gustaba el tipo de todas maneras.
-Hombre yo creí que ya no hacías eso, agradece Lenore, que ha ido cambiando la canción, la primera vez que lo hizo venía cantando “Im a Barbie Girl”, así que le agregó un poco de testosterona a sus serenatas, aunque de este departamento tengo una seria duda a ver quién es el verdadero macho. –y Pete realmente lo estaba pensando porque nos miraba a Felix y a mi alternativamente.
-Hey que yo haya matado a esa rata gigante y Felix saliera huyendo no hace que mis ovarios se conviertan en pelotas, aunque las pelotas de Felix le llegaron tan arriba del susto que puede que se hayan vuelto un par de ovarios –Nos reímos ante la situación, menos Felix que odiaba con todo su ser a las ratas, incluso una vez saltó a los brazos de Cora haciendo a los dos caer.
-Bueno, buen, Leny cariño ya que al parecer estaremos una temporada en este apartamento, por qué no nos preparas una de esas deliciosas galletas –Preguntó Cora con cara de cachorro mojado.
-Porque no me gusta cocinar y solo lo hago en ocasiones especiales –Le respondí con desdén.
-Piensa que hoy es especial, sobreviviste al psicópata que te ronda a cada instante –Dijo Pete en un puchero, él también amaba mis galletas y no es que no cocinara nunca, solo que me aburría y solo lo hacía en caso de ser estrictamente necesario-.
-En ese caso haré las estúpidas galletas, pero nada más, ningún otro postre, y ustedes mientras tanto podrían preparar algunas hamburguesas y tenemos nueva maratón para la noche, porque no pienso salir, cada vez que lo hago me topo con el psicópata.
Nos pusimos cada uno en lo nuestro, yo con la harina y lanzándole un poco de vez en cuando a Felix que se dedicaba a molestarme, Cora y Pete haciendo hamburguesas de carne y soja ya que Cora no comía carne y bueno, a mí me gustaban ambas así que no tenía de qué quejarme y por último Felix arreglaba la estancia acomodando todos nuestros cojines que trajo de las respectivas habitaciones, obviamente que de la mía consiguió mucho más pues me encantaban y unas cuantas mantas para no repetir la pelea del día anterior, no queríamos que nos llegara otro cachetazo en la nuca por parte de Cora, así que esta noche planeábamos hacerla tranquila, ya mañana saldríamos a algún lugar a divertirnos.
Esta vez escogimos una película de humor y yo estaba casi meándome en los pantalones y golpeando a Felix en el brazo como si fuera una foca epiléptica y él también se reía y le salían esos pequeños soniditos parecidos a los de un cerdo que lo hacía sonar más gracioso al punto de casi ahogarse con su propia risa.
De esa forma pasamos la noche, comiendo una dotación casi irracional de galletas, pero había guardado unas 50 para el otro día porque sabía que las iban a querer en algún momento y no pensaba volver a cocinarlas, no había ninguna ocasión especial así que no hay manera en el infierno que cocine dos días seguidos, solo lo hice una vez que Felix estaba enfermo y le hice una sopa, así que más de eso nada más.
Nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones, Cora y Pete en la mía, ellos eran a los únicos que les dejaba ocupar mi cama y entrar a mi habitación, todos los demás lo tenían prohibido, mi cama era un aposento sagrado para mí. Felix se fue como de costumbre a su habitación y antes me había ofrecido su cama pero yo estaba tan acostumbrada a dormir en el sofá que ya éramos íntimos amantes y dormía bastante bien allí; por supuesto pasados unos minutos Cora y Pete llegaron para terminar de arroparme, levanté mis pies para que Pete pasara más mantas por debajo sino sabía que los dejaría colgando y Cora puso una almohada en el suelo y la otra a un costado de mi cabeza y ambos besaron mi frente… ellos serían unos excelentes padres.
-Es genial levantarse un día sin resaca –Exclamé frotándome los ojos por la luz que se filtraba de la ventana.
-Hoy vamos todos a ir a comer al parque a la hora de almuerzo –Dijo Cora dando unas pequeñas palmaditas y Pete besó sus labios en aprobación.
-Siempre y cuando Len lleve las galletas que tiene secuestradas –Exclamó Felix como niño chiquito.
-Lo haré, lo haré, ahora cada uno por lo suyo y yo creo que en unas dos horas estaremos listos para salir a comer, Cora tu dúchate primero que eres la que más se demora –Dije apuntando a mi amiga la que se cruzó de brazos e hizo un mohín el cual Pete se excusó levantando los hombros porque sabía que yo tenía razón.
Después de que cada uno nos arregláramos y que claramente Cora fuese la última en hacerlo, preparamos algunos sándwiches y una que otra cosa para comer entre medio como tartas frutas y cosas así, desde hace tiempo que no salíamos al aire libre y dado que Felix no saldría a montar en bicicleta conmigo, esto era lo máximo que podía hacer él como actividad para estar al aire libre; por supuesto mis galletas también iban incluidas en todo el paquete.
-Hey te reto a tomar las bicicletas de la policía –Le dije a Cora a penas llegamos al parque-.
-¿Y si gano qué? –Preguntó ella con ese brillo de maldad en su mirada-.
-Tú escoges el siguiente reto, no importa qué nivel sea –Le respondí segura que jamás haría eso, vamos su padre es detective, tiene algo así como un fetiche por la autoridad.
-Yo que tu corría –Me dijo Felix y le miré extrañada hasta que volví mi rostro y vi a Cora corriendo en dirección a las bicicletas de los policías y tomar una, como no podía quedarme atrás tomé otra y la salí persiguiendo con los pobres hombres tras nosotras.
Cuando se cansaron de seguirnos, nos bajamos de la bicicleta y Cora comenzó a hablar como una histérica en ruso gracias a su madre que era rusa y desde pequeña le había inculcado el idioma para visitar regularmente a sus familiares y los policías nos miraban con caras de no entender nada, yo por otra parte comencé a hablarles en alemán y estaban más jodidamente confundidos y ofuscados al punto de que estaban sacando las esposas por desórdenes públicos según lo que nos habían dicho y que por supuesto nosotras hicimos como no entender.
-Las señoritas aquí pensaban que eran bicicletas para turistas, no era su intención tomarlas, un idiota les jugo una mala broma –Dijo una voz que ya me estaba comenzando a sonar fastidiosamente familiar a mis espaldas haciendo que cada bello de mi piel se erizara al tener ese tono tan particularmente psicopático.
Hablamos un poco más entre nosotras, yo en alemán y Cora en ruso a lo que el trastornado ese parecía entendernos y nos respondió algunas cosas y habló con los policías y facilitó el no tener ningún cargo a nuestras espaldas. Le entregamos sus bicicletas y cuando nos disponíamos a largarnos el psicópata me tomó del brazo tan fuerte que creía que me dejaría una marca.
-Tu vete –Le habló a Cora entre dientes haciendo notoria su para nada entretención con el tema, y mi gran amiga en dos segundos desapareció de mi vista.
-¿Y yo por qué no puedo irme? -Pregunté intentando zafarme de la fuerza de su agarre.
-A ver veamos primero, chocas conmigo en la entrada del local y ni siquiera me pides disculpas, segundo cuando mando a uno de mis chicos por los tragos tú los derramas todos haciéndome gastar el doble y esperando a jodido idiota el doble de tiempo, tercero me jodes el polvo de esa noche y por si fuera poco, me jodes otro polvo más sin siquiera disculparte y ahora que te salvo de ir a la cárcel por una estupidez ni siquiera me das las gracias. Sabes he matado gente por menos.
-Mira bonito, si me quisieras muerta ya lo estaría así que ahora vamos con la rutina donde me dices zorra, yo te digo psicópata nos damos la vuelta y no nos volvemos a ver a menos que la vida quiera jodernos ¿quieres? –Y me solté de sus manos para correr en dirección a mis amigos que me esperaban y Cora con una sonrisa triunfante.
-Tengo tu reto para hoy, en realidad para ahora –Me lanzó una bolsa con mis galletitas y apuntó al psicópata que se estaba encendiendo un cigarro dispuesto a marchar –Entrégale las galletas y dale un beso en la mejilla, y ya sabes las condiciones de los retos, sin explicaciones.
-Ve por ello –Me dijo Pete empujándome al ver que el chico ya se iba.
Felix solo se limitó por mirar hacia un lado, a él no le daba buena espina y a mi tampoco pero debía hacerlo, era el reto número 4 y se tenía que cumplir… corrí en dirección al chico y lo di vuelta por los hombros ganándome una mirada furiosa de su parte, le besé la mejilla y sin querer fue cerca de la comisura de los labios y le entregué e paquetito con mis galletas.
-Ten, las hice yo, que las disfrutes –Le dije para salir corriendo nuevamente en dirección hacia mis amigos dejándolo completamente descolocado alternando la mirada entre el paquete de galletas que le entregué y yo.
-La verdad no te entiendo –Me dijo él jalándose del poco cabello que tenía –La mayoría de las chicas una de dos, o hacen todo un gran drama porque les dicen zorras y la otra mitad se aprovecha de esa fama haciendo guarrerías y lanzándose a todo cuanto chico o pene se levante a su alrededor, pero por lo que te he visto no cabes en ninguna de las dos opciones.
-La verdad es que no me importa y mi helado se acabó, así que aquí acaba mí conversación -Me di la vuelta y lo dejé con la palabra en la boca-
Sentí un jalón de cabello bastante fuerte que me hizo soltar un auch! Y me volteé rápidamente, no podía creer que aquel chico de ojos marrón fuera capas de jalarme así del cabello cuando minutos o segundos antes estábamos conversando como gente civilizada.
-Recuerda que yo no olvido y que aquí yo mando pequeña zorrita –Susurró en mi oído y me dio un empujón para soltarme y gracias a que no soy una maldita patosa no tropecé y logré equilibrarme para no caer al suelo.
-Joder que bruto, se nota que nunca le han enseñado a tratar con una mujer –Bueno no es que sea la delicadeza en persona, pero eso no implicaba que me trataran como a un cavernícola más, que también tengo mi dignidad!
Caminé hacia los chicos de vuelta sobándome la cabeza y queriendo asesinar a cada ser humano que se me cruzara por el camino, ¿ustedes no tienen esa vena asesina? Bueno decirlo ahora suena peor de lo que pensaba en esos momentos, pero es algo, un pequeño tirón constante que se da en la parte posterior de tu cabeza que avanza como un tic hasta el ojo, eso me indica que estoy en contra del puto mundo cabrón y mis amigos me la pagarían, nadie se metía con mi cabello, con lo que me costaba ganarle las batallas al cepillo cada mañana Y FELIX LO SABÍA el muy puto me había visto cientos de veces luchar para desenredarlo.
-Uno así podrías conseguirte Leny, que logre dominarte fiera! –Sugirió divertido Felix a lo que yo quise darle una bofetada, el muy hijo de puta vio como me agarraba del cabello y se atreve a decir que es la clase de hombre que necesito.
-En una de esas y puede domarte –Estuvo de acuerdo Pete.
-¿Tú también? –Pregunté, ya no cabía en mi indignación, busqué apoyo en mi amiga y por lo menos ella me miraba preocupada, sabía que no era una buena mezcla chicos malos y yo, no terminábamos nada de bien y el ultimo imbécil que me alejó por un buen tiempo de las relaciones me había roto una costilla, pero no se fue libre, se fue con unos cuantos puntos en la cabeza, una orden de restricción y lo que más me dolió fue el florero de mi abuela que le estampé por cabrón.
-Basta chicos, es problema de ella con quien se vaya a acostar o si no piensa sacudirle las telarañas a esa cosa –Claro el apoyo de Cora no era del todo gratos, me tenía que salir con algo.
-Oye mi pequeña amiga no tiene telarañas no ha pasado tanto….-Me quedé callada en medio de la frase, la verdad no recordaba muy bien cuándo había sido la última vez, así que esa era una batalla que era mejor no pelear.
-Mira el lado positivo, cumpliste la apuesta, ahora te quedan solo 19 cosas por cumplir, cada vez más cerca del número 1 –Pete y su maldito brillo maquiavélico en los ojos.
-Bien chicos, lamento decirles que este será tiempo de chicas así que, vuelen por ahí que me llevaré a nuestra pequeña bebé de compras –Cora me agarró por un brazo y por el otro agarraba a Pete plantándole un leve pero cariñoso beso en los labios.
-Suerte mis amores –Contestó Pete dándome un beso en la frente y advirtiéndome que no dejara a ningún cabrón ponerle las manos encima a Cora, era desesperadamente sobreprotector, pero aun así era tierno, se notaba que la quería y mucha veces Felix y yo nos preguntábamos si encontraríamos a alguien que nos quisiera tanto y que aceptara a nuestros amigos como su propia familia tal y como ellos lo hacían.
-Por favor Lenore no te jodas ningún maniquí, sabemos que estás desesperada –Gritó Felix ya casi cuando estaba llegando a la esquina y nosotras por el camino contrario.
Jodido hijo de puta, toda la gente me quedó mirando con caras raras, así que me solté del brazo de Cora y corrí en dirección a los chicos para darle el mejor manotazo en la nuca que pude y le calzó de lleno porque con el impulso se fue hacia adelante y casi se cae en conjunto con una sarta de palabrotas que era mejor no repetir y corrí de vuelta hacia Cora.
-Esta vez no te diré nada porque se lo merece, pero Pete y yo no intercederemos en la tercera guerra mundial que armen en su departamento –Me advirtió mi amiga a lo que yo asentí como un cachorrito mojado.
Llegamos al centro comercial y caminamos por varias tiendas a lo que yo iba sujetando la ropa de Cora y clasificándola por sus valores, tenía una cierta cantidad que no podía excederse en ropa, sabía que Pete podría comprarle lo que quisiera, pero ella no era esa clase de chica así que mes a mes ahorraba una cantidad que gastaba exclusivamente en ropa y zapatos, por mi parte compraba algo solo si realmente me gusta, como esa chaqueta de eco-cuero que esta por allá.
-Leny si vas por otra chaqueta te recuerdo que tienes 5 diferentes –Me advirtió Cora al ver mis intenciones con aquella preciosidad.
Fui sin importarme lo que dijera, ya hablaríamos de su adicción a los zapatos si ella quiere hablar de mi adicción a las chaquetas, pero una imagen me hizo congelar por completo, era el psicópata con otra rubia de tetas de silicona y vaya que ni siquiera con que ella le estuviera restregando sus gomas por todo el brazo e intentara alcanzarlo para darle algunos besos ese jodido cabrón sonriera; y como mi vida vale mucho como para que me descubra con cara de idiota mirando la asquerosa escenita agarré la primera chaqueta y la intenté pasar con cierre y todo sobre mis brazos quedando atrapada en ella, pero al menos cubría mi rostro y parte de mi pelo, así que de una retorcida manera mi tarea estaba hecha.
-Te dije que te compensaría por esta noche de sexo, pero te lo advierto me tengo que correr por lo menos dos veces, no me gusta perder mi tiempo –Le dijo el muy puto a la chica, claro como si él fuera el dios del sexo, opté por correrme un poco para alejarme de ellos pero adivinen mi buena suerte.
-Ten cuidado idiota casi arruinas mi manicura –Dio una voz chillona a la vez que sentía que alguien estaba bajando el cierre del mi súper chaqueta escudo humano contra imbéciles.
-Tú otra vez, es que no puedes apartarte de una puta vez o quieres realmente que te folle cuanto antes, aún recuerdo que me lo debes –Dijo el muy idiota bastante irritado.
-También vas a follar con…con…esta cosa –La chica meneó la mano con desdén, por lo menos yo no soy plástica.
-Hay no querida silicona con piernas yo con tu querido espécimen no follaría, aunque tu deberías tratarte con un poquito más de respeto no crees –Bueno sonaría mucho más serio si yo no tuviera la mitad de una chaqueta pasada por mi cuerpo con los brazos arriba metidos en las mangas de las chaqueta sin poder bajarlos y el cierre hasta la mitad en donde solo se ve mi cara con el pelo alborotado por todas partes.
-Tiene razón Dyl amor yo quiero ser única, no quiero que folles con otras chicas –Y ese fue mi momento para largarme porque estaba segura que era el segundo polvo que le arruinaba.
-Sabes que yo no tengo únicas, tendrías que ser una puta ninfa y no lo eres, ni siquiera todo lo que tienes es tuyo, así que estás lejos de serlo –Alcancé a escuchar mientras me deslizaba entre los pasillos buscando a mi amiga como un maldito T-Rex.
-Allí estas, pero que mierda te pasó –Me dijo Cora a la vez que me bajaba el cierre y quedaba liberada de la trampa mortal en la que se había convertido la chaqueta y como ya me había encariñado con ella, la compré.
-Ni te creas que te vas a escapar maldita zorra es la segunda por tu culpa, la segunda –Me gritó desde el otro lado de la tienda –Maldición ese hombre no tenía ni una pizca de vergüenza.
-No me digas por favor que es el mismo al que le arruinaste el polvo del otro día –Miró Cora suplicante, a lo que yo solo asentí.
-Te parece si pagamos todo y nos largamos de una vez –Le dije con mi mejor sonrisa y con mi próxima nueva adquisición en la mano.
Hicimos eso y nos fuimos directo a mi apartamento con Felix, suponíamos que los chicos estarían jugando allí Xbox o algo, la verdad no era muy difícil averiguar en qué se podrían gastar 3 horas seguidas ellos dos solos, sin contar las cajas de pizza que deberían estar esparcidas por el cuarto. La verdad es que a Pete y a Felix les convenía vivir con mujeres sino su hogar sería un maldito infierno entre las cajas, la mugre y nada comestible, eso es mucho decir ya que yo no soy una persona muy asociada al orden, pero llega un punto en que me molesta y termino en modo limpieza cosa que al parecer Felix nunca le llega y bueno Pete se ve obligado a limpiar en el apartamento que comparte con Cora porque ella sí es una maniática de la limpieza… quizás se me pegó algo de ella y por eso terminé con poca tolerancia a la mierda esparcida por todo el lugar.
-Dios no los podemos dejar solos un par de horas sin que tengan todo esto hecho un chiquero, Felix no me extraña que no tengas novia –Le dijo Cora
-Para que si tengo a Leny, cumple casi el mismo papel, es fastidiosa, me hace comer, de vez en cuando, cuando tiene muy buen humor logra cocinar algo y limpia el apartamento, además podemos jugar Xbox o tener noches de películas y por ultimo cuando tengo algún examen me manda a estudiar y no me deja salir ni hacer nada que no sea estudio… para todo lo demás una zorrita de una noche termina de cumplir el papel –Explicó Felix como si fuera lo más simple del mundo.
-Jodido cabrón –Contesté con un bufido y me senté a su lado, la verdad es que sí nos conocíamos demasiado bien, hasta nos habíamos visto desnudos sin querer y a él no le importaba que yo me rasurara las piernas mientras él se rasuraba el rostro, a veces parecíamos una vieja pareja de casados…sin la parte del sexo claro está y lo mejor de todo es que siempre, SIEMPRE nos preferíamos antes que cualquier ligue, como cuando me esguince el tobillo y él estaba follando con una chica que le había costado como una semana en conseguir y lo llamé por teléfono y salió corriendo dejándola en mitad de un polvo, en resumidas cuentas podíamos contar el uno con el otro aunque la mayor parte del tiempo parecía que nos queríamos matar el uno al otro.
-A que no adivinan con quién se topó Len hoy mientras estábamos de compras –Ahí estaba Cora en su plan cotilla que siempre lograba involucrar a nuestros amigos, quienes obviamente la miraron pidiendo más explicaciones, maldición a veces eran peor que chicas.
-Con el psicópata del otro día, al que le jodió el polvo y no saben qué es lo más gracioso -Dijo conteniéndose la risa- que al parecer le jodió otro.
Y en ese momento explotaron de la risa todos menos Felix lo que me hizo extrañar porque el sería el primero en estar riéndose de mis desgracias, era algo mutuo.
-¿Te hizo algo? –Preguntó serio-
-No, nada, tranquilo, solo me dijo que ya me las iba a cobrar
-Solo ten cuidado Len, ese tipo me recuerda de algo, aun no lo sé pero estoy seguro que no es nada bueno –Asentí como un muñeco de esos que se ponen en los autos, de forma casi desesperada-.
-Tendré tu consejo en mente la próxima vez que vengas oliendo a club de strippers y cantando “el mariachi” de Antonio Banderas, porque según tú, ahí vas en tus momentos de reflexión, y créeme que la puta canción ya me la estoy aprendiendo, y las mujeres si te faltan, al contrario de lo que versa la maldita cancioncita esa –Le respondí en plan de broma, la verdad es que si lo hacía, pero quería sacar la tensión del momento, a mí tampoco me gustaba el tipo de todas maneras.
-Hombre yo creí que ya no hacías eso, agradece Lenore, que ha ido cambiando la canción, la primera vez que lo hizo venía cantando “Im a Barbie Girl”, así que le agregó un poco de testosterona a sus serenatas, aunque de este departamento tengo una seria duda a ver quién es el verdadero macho. –y Pete realmente lo estaba pensando porque nos miraba a Felix y a mi alternativamente.
-Hey que yo haya matado a esa rata gigante y Felix saliera huyendo no hace que mis ovarios se conviertan en pelotas, aunque las pelotas de Felix le llegaron tan arriba del susto que puede que se hayan vuelto un par de ovarios –Nos reímos ante la situación, menos Felix que odiaba con todo su ser a las ratas, incluso una vez saltó a los brazos de Cora haciendo a los dos caer.
-Bueno, buen, Leny cariño ya que al parecer estaremos una temporada en este apartamento, por qué no nos preparas una de esas deliciosas galletas –Preguntó Cora con cara de cachorro mojado.
-Porque no me gusta cocinar y solo lo hago en ocasiones especiales –Le respondí con desdén.
-Piensa que hoy es especial, sobreviviste al psicópata que te ronda a cada instante –Dijo Pete en un puchero, él también amaba mis galletas y no es que no cocinara nunca, solo que me aburría y solo lo hacía en caso de ser estrictamente necesario-.
-En ese caso haré las estúpidas galletas, pero nada más, ningún otro postre, y ustedes mientras tanto podrían preparar algunas hamburguesas y tenemos nueva maratón para la noche, porque no pienso salir, cada vez que lo hago me topo con el psicópata.
Nos pusimos cada uno en lo nuestro, yo con la harina y lanzándole un poco de vez en cuando a Felix que se dedicaba a molestarme, Cora y Pete haciendo hamburguesas de carne y soja ya que Cora no comía carne y bueno, a mí me gustaban ambas así que no tenía de qué quejarme y por último Felix arreglaba la estancia acomodando todos nuestros cojines que trajo de las respectivas habitaciones, obviamente que de la mía consiguió mucho más pues me encantaban y unas cuantas mantas para no repetir la pelea del día anterior, no queríamos que nos llegara otro cachetazo en la nuca por parte de Cora, así que esta noche planeábamos hacerla tranquila, ya mañana saldríamos a algún lugar a divertirnos.
Esta vez escogimos una película de humor y yo estaba casi meándome en los pantalones y golpeando a Felix en el brazo como si fuera una foca epiléptica y él también se reía y le salían esos pequeños soniditos parecidos a los de un cerdo que lo hacía sonar más gracioso al punto de casi ahogarse con su propia risa.
De esa forma pasamos la noche, comiendo una dotación casi irracional de galletas, pero había guardado unas 50 para el otro día porque sabía que las iban a querer en algún momento y no pensaba volver a cocinarlas, no había ninguna ocasión especial así que no hay manera en el infierno que cocine dos días seguidos, solo lo hice una vez que Felix estaba enfermo y le hice una sopa, así que más de eso nada más.
Nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones, Cora y Pete en la mía, ellos eran a los únicos que les dejaba ocupar mi cama y entrar a mi habitación, todos los demás lo tenían prohibido, mi cama era un aposento sagrado para mí. Felix se fue como de costumbre a su habitación y antes me había ofrecido su cama pero yo estaba tan acostumbrada a dormir en el sofá que ya éramos íntimos amantes y dormía bastante bien allí; por supuesto pasados unos minutos Cora y Pete llegaron para terminar de arroparme, levanté mis pies para que Pete pasara más mantas por debajo sino sabía que los dejaría colgando y Cora puso una almohada en el suelo y la otra a un costado de mi cabeza y ambos besaron mi frente… ellos serían unos excelentes padres.
-Es genial levantarse un día sin resaca –Exclamé frotándome los ojos por la luz que se filtraba de la ventana.
-Hoy vamos todos a ir a comer al parque a la hora de almuerzo –Dijo Cora dando unas pequeñas palmaditas y Pete besó sus labios en aprobación.
-Siempre y cuando Len lleve las galletas que tiene secuestradas –Exclamó Felix como niño chiquito.
-Lo haré, lo haré, ahora cada uno por lo suyo y yo creo que en unas dos horas estaremos listos para salir a comer, Cora tu dúchate primero que eres la que más se demora –Dije apuntando a mi amiga la que se cruzó de brazos e hizo un mohín el cual Pete se excusó levantando los hombros porque sabía que yo tenía razón.
Después de que cada uno nos arregláramos y que claramente Cora fuese la última en hacerlo, preparamos algunos sándwiches y una que otra cosa para comer entre medio como tartas frutas y cosas así, desde hace tiempo que no salíamos al aire libre y dado que Felix no saldría a montar en bicicleta conmigo, esto era lo máximo que podía hacer él como actividad para estar al aire libre; por supuesto mis galletas también iban incluidas en todo el paquete.
-Hey te reto a tomar las bicicletas de la policía –Le dije a Cora a penas llegamos al parque-.
-¿Y si gano qué? –Preguntó ella con ese brillo de maldad en su mirada-.
-Tú escoges el siguiente reto, no importa qué nivel sea –Le respondí segura que jamás haría eso, vamos su padre es detective, tiene algo así como un fetiche por la autoridad.
-Yo que tu corría –Me dijo Felix y le miré extrañada hasta que volví mi rostro y vi a Cora corriendo en dirección a las bicicletas de los policías y tomar una, como no podía quedarme atrás tomé otra y la salí persiguiendo con los pobres hombres tras nosotras.
Cuando se cansaron de seguirnos, nos bajamos de la bicicleta y Cora comenzó a hablar como una histérica en ruso gracias a su madre que era rusa y desde pequeña le había inculcado el idioma para visitar regularmente a sus familiares y los policías nos miraban con caras de no entender nada, yo por otra parte comencé a hablarles en alemán y estaban más jodidamente confundidos y ofuscados al punto de que estaban sacando las esposas por desórdenes públicos según lo que nos habían dicho y que por supuesto nosotras hicimos como no entender.
-Las señoritas aquí pensaban que eran bicicletas para turistas, no era su intención tomarlas, un idiota les jugo una mala broma –Dijo una voz que ya me estaba comenzando a sonar fastidiosamente familiar a mis espaldas haciendo que cada bello de mi piel se erizara al tener ese tono tan particularmente psicopático.
Hablamos un poco más entre nosotras, yo en alemán y Cora en ruso a lo que el trastornado ese parecía entendernos y nos respondió algunas cosas y habló con los policías y facilitó el no tener ningún cargo a nuestras espaldas. Le entregamos sus bicicletas y cuando nos disponíamos a largarnos el psicópata me tomó del brazo tan fuerte que creía que me dejaría una marca.
-Tu vete –Le habló a Cora entre dientes haciendo notoria su para nada entretención con el tema, y mi gran amiga en dos segundos desapareció de mi vista.
-¿Y yo por qué no puedo irme? -Pregunté intentando zafarme de la fuerza de su agarre.
-A ver veamos primero, chocas conmigo en la entrada del local y ni siquiera me pides disculpas, segundo cuando mando a uno de mis chicos por los tragos tú los derramas todos haciéndome gastar el doble y esperando a jodido idiota el doble de tiempo, tercero me jodes el polvo de esa noche y por si fuera poco, me jodes otro polvo más sin siquiera disculparte y ahora que te salvo de ir a la cárcel por una estupidez ni siquiera me das las gracias. Sabes he matado gente por menos.
-Mira bonito, si me quisieras muerta ya lo estaría así que ahora vamos con la rutina donde me dices zorra, yo te digo psicópata nos damos la vuelta y no nos volvemos a ver a menos que la vida quiera jodernos ¿quieres? –Y me solté de sus manos para correr en dirección a mis amigos que me esperaban y Cora con una sonrisa triunfante.
-Tengo tu reto para hoy, en realidad para ahora –Me lanzó una bolsa con mis galletitas y apuntó al psicópata que se estaba encendiendo un cigarro dispuesto a marchar –Entrégale las galletas y dale un beso en la mejilla, y ya sabes las condiciones de los retos, sin explicaciones.
-Ve por ello –Me dijo Pete empujándome al ver que el chico ya se iba.
Felix solo se limitó por mirar hacia un lado, a él no le daba buena espina y a mi tampoco pero debía hacerlo, era el reto número 4 y se tenía que cumplir… corrí en dirección al chico y lo di vuelta por los hombros ganándome una mirada furiosa de su parte, le besé la mejilla y sin querer fue cerca de la comisura de los labios y le entregué e paquetito con mis galletas.
-Ten, las hice yo, que las disfrutes –Le dije para salir corriendo nuevamente en dirección hacia mis amigos dejándolo completamente descolocado alternando la mirada entre el paquete de galletas que le entregué y yo.
Última edición por Pepina el Vie 20 Jun 2014, 8:43 am, editado 1 vez
Pepina
Re: ¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
Aaaaw sin palabras, simplemente genial el capitulo. Me encanta lo rudo que es Dylan y lo locos que son los amigos de Lenore <3 Espero el siguiente cap. con ansias :aah:
Oh_Dougie_ Poynter!
Re: ¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
Wtf!!
Lenny parece bipolar, o bueno... eso ha de pensar Dylan, y también que esta loca :)
Jajaja, amo que le arruine los polvos, y me encanto cuando Felix no se rio por lo que le panos a Lenore :3
Amo la novela, espero que la puedas continuar pronto :d
Lenny parece bipolar, o bueno... eso ha de pensar Dylan, y también que esta loca :)
Jajaja, amo que le arruine los polvos, y me encanto cuando Felix no se rio por lo que le panos a Lenore :3
Amo la novela, espero que la puedas continuar pronto :d
Invitado
Invitado
Re: ¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
Gracias jejeje y Dylan se va a poner más rudo todavía :jojojo:Oh_Dougie_ Poynter! escribió:Aaaaw sin palabras, simplemente genial el capitulo. Me encanta lo rudo que es Dylan y lo locos que son los amigos de Lenore <3 Espero el siguiente cap. con ansias :aah:
Pepina
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