5 cosas en las que Marie June es mala {re-escrita.

Probablemente nadie lea esto, exceptuando mi profesor. No me importa. Necesito que alguien sepa el dolor que siento.
Gracias, profesor Riley. Ahora me doy cuenta que estoy rota, de lo mala que soy, de lo ciega que estaba, y como "Él", quiso repararme. Oh, ¿Acaso he hecho algo mal? ¿Qué es lo que mi corazón dicta? Nada. Mi corazón no me dicta nada. Solo late, monotonamente, en un ritmo casi triste. Las cicatrices en mis muñecas no desaparecen... se hacen más fuertes.
"Aquí afuera las chicas buenas mueren."

holap:

ficha:

'Hoy es lunes. En realidad no pasa nada muy interesante los lunes (O por lo menos, los míos no), pero sentí la necesidad de mencionarles lo monótona que la vida me puede resultar. Hola, me llamo Marie monótona June. Una don nadie no digna de tirar abajo.
Hay muchas cosas en mis hombros por ahora, pero, luego de que el profesor Riley de filosofía nos haya puesto un trabajo para identificarnos, dictando las cinco cosas en las que somos peores, creo que es momento de que lo escriba. Probablemente los demás escriban cosas como "Soy malo/a dejando ir" o, "soy malo/a pidiendo perdón", mis errores y defectos son más graves que los de los demás.
Manos a la obra.
1). Soy mala dejando a otros entrar.
No es un chiste. Sí, si es un cliché. Pero supongo que es uno de los cinco peores defectos que tengo (Y esos son muchos). Podría darles millones de ejemplos, pero solo tengo tiempo de uno. Por cuestiones que no revelaré por el momento, el nombre de la persona que utilizaré como ejemplos en todos mis errores, solo será conocido como "él."
En fin. Todo comienza una mañana de Jueves; un jueves bastante normal, deje atrás a mis padres mientras se gritaban corriendo hasta la parada del autobús. Desde la poca distancia de la parada y mi casa, podía ver el vehículo yéndose. Intenté alcanzarlo, pero a los cinco segundos, me tropecé y caí al suelo. Rápidamente me levante y me pregunté como podría llegar hasta la escuela. Ir con mis padres no era opción; se la pasarían peleando y eso no terminaría bien.
— ¿Necesitas un aventón?
Esa voz no podía ser otra que la de él. Era extraño escucharle hablarme. Él no era popular ni un marginado, pero sí estaba en ultimo año, mientras yo estaba en el primero. Cabe destacar, que él era muy apuesto, y yo... Bueno, no lo sé. No soy bonita.
— Uh... — Medité mi respuesta, y luego me rendí. No quería ir con mis padres—, vale.
Me subí a su auto. No hubo mucha conversación luego; cada vez que él me decía algo, yo le ignoraba. Era un poco dificil considerando que me estaba haciendo un gran favor. Cuando llegamos a la escuela, le saludé y le agradecí. Después de eso, nos fuimos a nuestras respectivas clases y no volvimos a hablarnos.
Esa tarde, cuando volví a mi hogar, y mis padres seguían peleando, me pregunté sí hacía algo mal. Sacudí mi cabeza mientras los observaba, ninguno de ellos percatándose de que les estaba mirando. ¿Así era el amor? ¿Te enamoras y luego... se va? No todas las cosas duran para siempre, entonces, ¿Por qué el amor sí? Era injusto... pero al mismo tiempo, no lo era. El mundo solo puede ser justo, y en cuanto al amor y el dinero, o la salud, todo solo puede mantenerse vivo por un tiempo. Algo así como una llama. Estoy segura de que mis padres perdieron la suya.
Mientras corría a mi habitación, con esos pensamientos inundándome la mente, mi celular me vibró. Mire a la pantalla, donde se leía:
"Hola" de número desconocido. Confundida, le escribí una respuesta:
"¿Quién eres?"
"Él muchacho guapo que te llevo a la escuela está mañana, Marie June." Respondió, e instantáneamente supe que se trataba de él.
"Jajaja, Hola, entonces."
Tal vez podría dejar a una persona entrar.'

sdjfgds:

hola, cariño , ojalá esta sea de tu agrado, como la otra. ¡gracias por leer!