The Punk Muffins Tour.

Spike nunca había estado en New York. Casi podía recordarse a la edad de cinco años, mientras veía embelesado la celebración del año nuevo en el Time Square desde su televisión compacta. Casi.
Afino las cuerdas de su bajo mientras trataba de no prestar atención a todo el bullicio de su entorno. Tal vez ser un chico de la banda de apoyo no era precisamente el sueño americano de un joven de dieciocho años, pero aun así, hacía lo que le gustaba, la paga era buena, era alguien con un gran sex appeal, viajes por el mundo, la vida le sonreía ¿no?
Continúo en su charla mental mientras empezaba a tocar el bajo como él lo solía hacer, y cuando componía,  el mundo a sus pies no desaparecía ni nada por el estilo, lo que realmente se ocultaba eran todos sus miedos, como si aún pudiera saborear una vida siendo un niño sin problemas, sin ninguna dirección de ida.
 
✰✰✰✰✰✰

 
Era un sitio fascinante, bueno, tal vez no muchas personas encontraran interesante a un backstage lleno de gente correteando en direcciones opuestas, pero sí que lo era.
Planteo los escenarios, situaciones, e incluso ya tenía los diálogos. Las teclas volaron de un lado a otro mientras escribía lo planteado en su cabeza. Ya tenía planeado el final de la situación, Carrie (la protagonista), besándose con Allman, mientras faltaban cinco segundos para que el saliera hacia el escenario mientras qu…
― ¡Shelby! ―espeto alguien en su oído, mientras ella se alzaba en un pequeño brinco, apresurando a cerrar su portátil en un ruido sordo.
―Lucas, estuve a tres segundos de gritar, no habría sido un sonido dulce.
― Tú siempre eres dulce, como un muffin. ¿Entendiste? por Punk Muffins…ya sabes, porque este es un tour, donde hay una banda que se con ese nombre.―carcajeo en castaño ante su propia broma
―Deja de ser gracioso cuando lo explicas, Lucas.  
―Pero si lo fue ¿verdad? —. Pregunto el chico de cabello castaño.
Shelby puso una mano en su barbilla mientras simulaba estar pensándolo.
―Te pongo un nueve, solo por el carisma. Intenta practicar más.
―Cambiarias de opinión sí te trajera un café con…
―Nop. ―La pequeña rubia hablo interrumpiéndolo.
― ¿Crema contenida en espuma con chocolate en los bordes?―expresó Lucas, mientras un puchero se formaba en su sonriente boca.
 Noto como la rubia embozo una sonrisa mientras pasaba su lengua por sus resecos labios.
― Pensé que ya tenías que presentarte para el acústico.
―Tenemos un mínimo de tiempo, pero creo que sí podremos ir un rato fuera a cubrir tus…excentricidades.
―Pero fuiste tú el que lo sugirió.
―Un mínimo detalle.
― ¿Lucas?
― ¿sí?
― Eres la persona más singular que he conocido en mi vida.
― ¿Es un cumplido? O ¿Un insulto?
― La verdad es que no lo sé.
Ambos sonrieron y chocaron los puños en un saludo peculiar mientras se disponían a escabullirse, bajo el caos del backstage.
―Correcto, tenemos quince minutos así que concentrémonos en el objetivo―hablo él, manteniendo su vista en su muñeca.
―Uhm. ¿Lucas? ―Shelby volvió a repetir su nombre.
― ¿Qué? ― espetó sin dejar de mirar su muñeca.
―No sé cómo decirte esto pero, no llevas un reloj en tu muñeca.
―Un simple detalle técnico.
―Uh, claro.
―Bien, Shelby, esto es lo que haremos. Prepararemos el flanco derecho tú serás amarillo uno, dirígete a mi como cabo. Hagámoslo rápido.
― ¿Amarillo uno? ¿Cabo? ¿De qué demonios estás hablando?
― ¿Quieres ese café?
― Sí.
Lucas la miro escéptico mientras la miraba a los ojos con su ceja derecha perfectamente arqueada. Esperando la señal de la rubia.
―Sí, cabo. —Sonrió la rubia mientras resoplaba ante la locura que era su primo.
 
A lado de su primo Lucas, Shelby se sentía increíblemente cómoda y extrovertida. Todo lo que no era ante los ojos de su madre ni siquiera ante sí misma.
Rodo los ojos ante su propia negatividad. Debía dejar de tener miedo. Estar encerrada mientras no hacía mucho por desatarse era como estar rindiéndose sin siquiera percatarse de que lo hacía. De la nada, los ojos de Shelby se empañaron mientras sorbía una respiración profunda.
Y entonces pensó en su madre, en toda su vida; y luego se concentró en este momento, ella no estaba aquí, y aunque todo señalaba que podía vivir su libertad en el tour. No podía borrar a la anterior Shelby. La que siempre cumplía con expectativas de Amelia Kravitz y aun así no lograba impresionarla.
Cerro los ojos e intento quitar de su mente todo lo que contenía dentro suyo. Con una bocanada de aire frio, los abrió.
Tal vez no podía desaparecer a la anterior Shelby, sin embargo, podía transformarla.
 
✰✰✰✰✰✰

Treinta minutos después, Lucas y Shelby regresaron de su pequeña travesía por New York, ambos con un vaso de café en sus manos.
De la nada,  Derrie apareció atravesando la mitad de la sala mientras miraba a Lucas con un ceño fruncido.
―eh, ¿dónde estabas Shin chan? Ya falta poco para la presentación de Tessa. Te busque para desearte suerte y no estabas, tenía pulsando en mi celular el nueve y el uno. Estuve a tres segundos de aplastar otro uno para marcar al nueve-once. Ya tenía mis posibles sospechosos ante tu desaparición.
― ¿Derrie?
―Sí, ese es mi nombre.
― Eso ya lo sé.
― Entonces ¿por qué lo preguntas?
― Para preguntarte algo duh.
― ¿Qué cosa?
― Estuviste viendo otra vez Discovery Investigation ¿cierto?
― Tal vez ―respondió Derrie mientras cruzaba los brazos en una agigantada sonrisa.
Lucas correspondió la sonrisa mientras Shelby observaba fascinada a la pelirroja, mientras intercambiaba palabras con su primo. Sabían que eran amigos, claro,  lo había deducido. Ambos eran fanáticos de las bromas.
El chico después de unos segundos fue corriendo hacia su lugar en la banda, mientras dejaba a ambas jóvenes, allí. Expectantes.
―Hola. ―Dijo Derrie mientras veía a la rubia allí con una mueca asombrada.
―Eres Derrie. ―exclamo la Shelby mientras no evitaba contener la emoción.
―Sí, supongo. Tengo ese nombre en mi certificado de nacimiento.
La rubia no pudo evitar reír con esa ocurrencia. 
―Te pareces un poco a alguien, ¿eres familiar de alguien?
―Sí―asintió inmediatamente ― de Tessa.
―Oh, la buena Tessa…espera, ¿eres su hermana menor? ¡Yo también tengo una hermana menor! Es igual a ti, pequeña, rubia, ambas parecen dulces conejitos. O llama, las llamas son muy tiernas, claro, cuando no te escupen en la cara…
―Son las alpacas las que escupen en la cara ― corrigió Shelby.
― Además eres inteligente. ¡Igual que Jackie! ― exclamó Derrie con unos pequeños aplausos rápidos. ― La conoces ¿verdad? ― junto las manos mientras miraba a Shelby expectante.
― Cr...eo…Creo que sí. ―Tartamudeo la rubia ante la confianza con la que hablaba esta.
― ¡Derrie! Ven ahora. ― Exclamo Fred mientras corría hacia esta ― Debes ensayar, Emma y Nova te están esperando.
― Pero Fredster, estoy hablando con peque 2.0―Hablo quejumbrosa, Derrie mientras lo veía con grandes ojos de cachorro.
―Pensé que Jackie era tu peque. ―Expreso Fred, la confusión surcada en su rostro.
―Por eso dije 2.0. Shelby es peque 2.0. Como cuando ves una película y hay una secuela. Es básicamente lo mismo.
Fred la miro más confundido que hace unos minutos.
― ¡Lo que sea! Solo despídete y ven ahora. ― Replico mientras iba caminando en la misma dirección en la que vino.
― Supongo que tienes que irte. ―Dijo Shelby mientras veía como Fred desaparecía por donde quiera que haya ido.
―Supongo, ―concordó―pero aun así, un gusto verte Shelby, eres tan dulce… ¡Como un muffin!  ¿Entendiste? por Punk Muffins…ya sabes, porque este es un tour, donde hay una banda que se con ese nombre―Río, Derrie mientras decía un chiste que Shelby ya había escuchado.
 
Iba a decir algo al respecto, pero en menos de lo que la rubia abría la boca, apareció Fred, y en menos de lo que tardo en cerrar sus labios, Derrie ya había sido cargada en sus hombros y llevaba hacia las demás chicas de Wild Liles.
 
Era lo más parecido a ser sociable que Shelby había experimentado. No hablaba mucho, el 89% del tour lo sabía. Es por ello que sonrió mientras miraba como su cambio estaba comenzando.
 
Volvió a posicionarse donde había estado de nuevo. En un rincón mientras volvía a teclear en su laptop, con una sonrisa en sus labios.
Lastimosamente, al parecer la suerte no estaba de su lado ya que la computadora se indicó que la batería estaba a pocos minutos de acabarse.
 
La cerró fuertemente, frustrada,  dejo a un lado la computadora mientras se levantaba y se disponía a ver las pantallas que había dentro del backstage. Ya habían culminado las entrevistas de la mayoría, y se preparaban para presentar el concierto acústico preparado.
Se había perdido las primeras presentaciones. Pero llego justo a tiempo para ver como cantaba su hermana.
Sintió un nudo muy profundo en la garganta. Su voz era inmaculada. Parecía que de ella iban a saltar fuegos artificiales, el dolor en su pecho se hizo tan agudo, Shelby no se había percatado que había dejado de respirar, pero cuando lo hizo, todo volvió a caer a sus pies, porque, aunque ella quisiera ser una cantante independiente, y tenía todos los sueños ensartados dentro de sí misma. Sabía que no llegaría a lo que Tessa estaba logrando justo ahora mismo.  Y la razón no era ni su hermana, ni quisiera su madre…era sí misma.
 
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Colbie voló los ojos hacia cierta chica rubia, que veía la pantalla en trance. Ciertamente tenía un aura muy triste, todo el mundo podía darse cuenta.
Un combate interno se formó dentro de la castaña mientras mordió el interior de su mejilla, acallando el sentimiento que quería ir hacia ella y darle un fuerte abrazo. Colbie no era de esas chicas.
Giro su vista hacía otra punto, y lo hizo en el momento exacto para ver a un Dexter sudado tras su presentación. Oh grandioso Jesucristo, eso sí que es ardiente.
―Cuando nos conocíamos sabias disimular. ―Oyó a alguien atrás suyo. Sobresaltándola.
Giro su cabeza, y noto de quien se trataba.
―Ah, eres tú. ― Contesto la castaña con desinterés.
―Esa es una respuesta tan inteligente, Colbie.
―Cállate Parker. ―Bufó.
―Podrías hacerlo si tuviera los labios ocupados.
― ¿Insinúas algo? ―preguntó esta, mientras aun miraba de reojo a Dexter.
― ¿Tú insinúas algo? ― devolvió Parker.
― Tal  vez. ―Hablo Colbie mientras lo miraba con una sonrisa en el rostro.
―  ¿Qué puede ser? ―Pregunto él con un dedo en su barbilla, fingiendo pensar.
― Tal vez…ya sé cómo hacerte callar. Ahora, lo único que tienes que hacer es cerrar los ojos.
Parker así lo hizo, esperaba el beso que este se habría imaginado, pero ya habían pasado cuarenta segundos y aun no tenía esa presión en los labios al besar a alguien.
De repente sintió una presión, pero no la que esperaba. Abrió los ojos mientras se encontraba con una Colbie sonriente, y él, con cinta adhesiva cubriéndole la parte inferior del rostro.
―Listo. Ahora estas callado. No me lo agradezcas. ―Expreso cínicamente mientras salía del punto de su vida.
 
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Oh Shane, él estaba perdido. Literalmente, lo estaba. Se había levantado temprano con el propósito de ir a conseguir algo de comer en algún lugar de New York.  Pues le estaba resultado imposible. Él, era chico de Inglaterra; solo había venido una vez, y fue cuando tenía doce años.
Suspiro cansado mientras veía en distintas direcciones. La gente abundaba, pero ninguna cara era conocida. ¿Cómo había pasado esto?
Tal vez sería bueno llamar a alguien, se dijo. Estaba tecleando el número de Lucy, sin embargo, decidió borrarlo. Se vería tonto llamando que alguien llame a su novia para este tipo de casos. Eso heriría el orgullo de Shane, y ciertamente no quería verse como un idiota frente a su Lucy.
 
Entonces ¿quién?  ¿Colbie? ¿Jayden? ¿911?
 
Estaba tan concentrado en la indecisión de no saber a quién llamar que se sobresaltó cuando su celular en la mano comenzó a vibrar. Lo tomo rápidamente, sin notar a quien pertenecía el número.
 
―Uh, ¿hola?
― ¿Adivina quién es la mejor novia del mundo? ―Hablo una voz muy conocida tras la línea.
Shane sonrió automáticamente.
―Uhm…No lo sé. ¿Tal vez Rainbow con Marc?
―Uno. Ellos no son novios. Dos, deja de bromear. ¿Cómo es que todo el mundo dice que eres un gruñón? Tal vez Lucas y esa pelirroja te están llevando por el camino del mal.
―Está bien, está bien. Tú, pero en realidad, debes decirme que has hecho para ganarte ese trofeo.
― ¡Conseguí un pase para entrar a la estatua de la libertad! ―exclamó.
Shane solo quedo en shock, la última vez que entro fue a tan corta edad, y realmente no supo apreciarlo.
― Nena, eso es genial. ―Murmuro, mientras aun no dejaba que la emoción se apodere de él.
―Lo sé. Ahora  ¿te importaría girar?
― ¿ Para qu…?―expreso confundido mientras hacía lo que Lucy le había dicho.
Allí estaba ella, con un celular en su oído mientras reposaba su cuerpo en una pared, y una sonrisa en su cara.
Shane solo le correspondió el gesto, mientras acomodaba su cabello ya largo  con los dedos e iba hacia ella.
― ¿Perdido? ― Hablo la chica mientras posaba sus manos en el cuello de este.
― En tus ojos. ― Contesto él mientras le daba un estruendoso y corto beso en los labios. 
Y cuando hablamos de corto, en el diccionario de Shane y Lucy, este tenía que durar por lo menos cinco minutos.
 
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Spike se encontraba solo frente al Times Square, había logrado colarse gracias a la ayuda de ese chico de seguridad, Simon.
Era completamente liberador por fin cumplir algo que había estado en su lista desde hace mucho. Sin importarle mucho las demás personas, paro mientras un grito de celebración regodeaba en su garganta. Había cumplido algo que siempre había anhelado; fue como…como despertar a su alma después de un largo lapsus unido al cautiverio con el cual se había cerrado.
Sí bien, podría ser un completo capullo idiota. Ahora solo era un niño, uno muy emocionado.
 
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La pequeña rubia se encontraba sola mientras dibujaba un cómic en el reverso de un volante dado en la calle. Era buena.
Su madre la había impulsado a hacer muchas cosas para que olvide su gran anhelo de ser cantante.
Amelia logró persuadirla de recibir clases de varias cosas, dibujo, instrumentos musicales, escritura e incluso danza.  Shelby era una gran dotada en muchas cosas pero tan inexperta en perfeccionar su voz.
Oh sí, todo un dilema.
Dejo el lápiz a un lado mientras miraba lo que dibujaba. Garabatos. Eran buenos, pero de alguna manera siempre terminaba desechándolos, como si estos no fueran suficientemente útiles.
 
Arrugo el dibujo y lo tiro en algún rincón mientras resoplaba aburrida.
―Eh, es lindo. ―Dijo alguien atrás suyo.
Se congelo por un momento  mientras reconocía ese tono ronco. Giro la cabeza tan rápido que llego a dolerle, pero no era ella a quien Marc hablaba. Él estaba riendo de algo con Rainbow.
 Giro la cabeza mientras buscaba sus sentimientos en silencio, eso es lo que se le daba hacer bien.
 Todo iba perfectamente mientras se encaminaba a un lugar más cerrado, ciertamente quería atención, pero amaba estar sola. Caminaba con la mirada perdida, hasta que choco con cierta chica de cabello marrón.
 
―Lo siento. ―Dijo mientras hacia un ademan para seguir caminando.
―No importa―respondió esta mientras tendía su mano hacia ella.
Shelby abrió los ojos al ver la pequeña envoltura arrugada.
―Pensé que querrías esto. ―Habló Colbie mientras se lo dejaba en las manos, esperando su respuesta.
― Es basura. ―Gruño mientras dejaba la mano  sin responder de Colbie.
―No, no lo es. ―Expresó la castaña en respuesta.
―No es bueno. ―Bufó Shelby cual niña pequeña en rabieta.
Colbie solo conecto los ojos con los de ella, y le dio una sonrisa de aliento.
―Claro que lo es, es decir, es muy bueno. Aunque pudiste inspirarte en algo más que la cara y los cabellos grasosos de Marc.
Shelby rio en respuesta.
―Ven, mejor hablemos ¿vale?
Y ambas fueron a un pequeño cuarto que parecía ser el de limpieza.
―Ambas entraron y se acomodaron en el pequeño espacio. Shelby alzó una ceja para que Colbie empezara a hablar.
―Te voy a ser honesta Shelby. Fui injusta, lo sé, es un mal hábito. No me disculpare porque en el fondo sabes que es una posibilidad lo que te dije la semana pasada. Lo único que quiero que hagas ahora es que cantes, demuéstrame que no tenía razón.
―No puedo ha…hacerlo. ―Tartamudeo.
―Una estrella siempre lo hace.
Y entonces Shelby cerró los ojos mientras intentaba que las palabras salgan con fluidez. Solo se centró en hacerlo. Sin importar qué.
 
Colbie no podía mentir, sonaba terrible. Realmente no sabía cómo era posible que alguien con una voz tan dulce para hablar cambiara radicalmente al hacer otra acción.
No podía soportarlo más, seguramente Simon Cowell la comería viva si intentaba cantar un verso más.
―Basta. ―Habló de repente la castaña, asustando a Shelby.
― ¿Qué? ¿Por qué? ―Espeto confundida.
―Quiero decir que…uh…cantas muy bien. Claro aún podrías mejorar ciertas cosas. ―Mintió mientras la culpa se apoderaba de ella. Mayormente no mentía, claro, tal vez fue criada por padres hippies muy liberalistas, pero sabía que ellos no aprobaban las mentiras.
―Gracias pero… ¿Cómo podría mejorar? ¿A qué te refieres?
―Uh, fácil, con ayuda de alguien. Un coach.
―No conozco a muchos, Colbie.
―Pero yo sí. Tú solo espera mi señal. ¿Entendido?  ―Hablo tan fugazmente, que apenas y llegaba a saber lo que salía de su boca.
Shelby solo asintió con la cabeza, aparentemente emocionada. Y entonces hizo algo que dejo a Colbie de piedra, le dio un gran abrazo, como si fuera algo natural en ella.
―Esto significa mucho para mí. ―Fue lo último que dijo antes de salir con una enorme sonrisa.
Todo era un tema de prioridades para Colbie, no sabía qué hacer. Aunque no era tan malo, ella sabía cantar, claro, no profesionalmente. Aunque eso no significaba que tenía una voz terrible, cuando era joven sus padres amaban la música y así es como encontró a cierta persona. Bien, ya tenía ese respaldo. Ahora tenía que actuar rápido.
Oh sí, Colbie estaba perdida

✰✰✰✰✰✰

 
Shane no podía pedir más que esto, habían pasado recorriendo toda la mañana, ―mejor dicho todo el día―, toda clase de lugares junto a Lucy.  Ir a la estatua de la libertad fue completamente algo que él  nunca olvidaría.
Ahora, él estaba tomado de la mano con una mujer hermosa, completamente extravagante y dueña el 90% de sus pensamientos.
Al entrar, el estropicio era…wow.  Gente de aquí hacia allá, corrían, era mejor que ver las Olimpiadas. Tal vez todo era porque se acercaba el gran concierto.  El ensayar era indispensable para dar un fabuloso show.
Tomó a Luncinda en brazos mientras la llevaba a una esquina algo alejada de todo el caos que había allí. Y lo único que hizo es besarla, por un largo, largo tiempo.
Luego de esto ambos se alejaron, y luego apareció Dexter, intercambiaron palabras, (sobre la relación de Shane y Lucy) para luego irse con el mismo aura despectivo, dejando a un Shane realmente confuso y solo quizá, un poco temeroso.
 
Luego del encuentro, Shane fue directo hacía su guitarra para tratar de aliviar sus nervios, o componer algo.
Fue bruscamente sacado de su realidad, cuando de la nada una pequeña mano poderosa lo agarro de su camisa y prácticamente intento arrastrarlo hacía un armario de limpieza.
 
Colbie se hallaba en frente del moreno con  una mirada que nunca se encontraba en ella.
Solo alguien que la conocía desde hace tiempo podía identificar esa expresión.
 
―Bien,  ¿Qué cosa? ¿A quién? Y ¿Cómo paso? ―Hablo sin rodeos.
― Clases de como cantar,  a Shelby Kravitz y paso porque, no lo sé. Su voz me hace llorar, pero no como la de Alex Delarge, es muy disfuncional. Al ver su cara, toco una fibra sensible y ligeramente le mentí.
Shane solo la miro con una cara no tan peculiar.
― ¿Tú? ¿Una fibra sensible? No es por ofenderte pero la única vez que te vi llorar fue cuando murió tu conejillo de indias, ¡Y eso fue cuando tenías quince años!
― ¡Ese no es el punto! El punto es que necesito que me ayudes, sabes que no te lo pido todo el tiempo. No pido que tenga la voz de Rainbow, solo pido que hagas algo.
―No puedo hacerlo, te recuerdo que soy coach de instrumentos, con gusto te ayudara si quisiera tocar la guitarra, el piano, o quizá el maldito triángulo. No puedo hacerlo.
― ¡¿Qué?! Claro que puedes, tú me ayudaste a cantar, no me dedicaría a hacerlo profesionalmente, pero mi voz es pasable. Y admitámoslo, sonaba muy al antes de que me ayudaras.
― Lo siento Colbie pero no puedo, no he cantado desde que iba en secundaria, y no lo haré.
― Vamos Shane, tenías una voz hermosa, solo porque quedaste en segundo lugar en un concurso amateur deber dejar de hacerlo, además, es para un bien común.
― Ya no canto, punto. Podría hablar con Jayden sobre esto. Él quizá…―Pero esta no lo dejo terminar.
― Espera. Eso quiere decir que  ¿no le has cantado a tu novia?
Shane solo apretó los dientes.
― No.
―  Así que solo a mí ¿eh? ―Bromeo la castaña.
― Tuve más ex novias, Genevieve. Además, ese no es el punto.
― Ugh, eres un ogro.
― Uno que ahora va a salir de aquí, y va a hacer algo productivo con una guitarra, mientras esta acostado en una cama, ya que está excesivamente cansado. Y tal vez vaya a conseguir un café, te recomiendo uno. Te vez terrible, los sentimientos de culpa te sientan muy mal.
Dicho esto, él salió mientras que a Colbie, un intenso dolor de cabeza, empezaba a comerla viva.
Solo había una persona más a quien recurrir, y era un coach, no precisamente de su agrado.

✰✰✰✰✰✰

Parker salía de su habitación mientras caminaba de un lado hacia otro. Todo se divertían ¿Por qué él no? Dicho esto se encaminaba a la salida, pero un pitido empezó a sonar y todo el mundo salía hacia afuera. Parker solo se quedó en su sitio mientras un olor de putrefacción se colaba por sus fosas nasales, e hizo que sus ojos se aguaran ligeramente.
Y de la nada pequeñas cucarachas se colaban por su camisa y cabello. Bueno, eso no era tan malo. Agradeció haber estado en los boys scouts, ya que bueno, los insectos no lo asustaban.
 De la nada la visión se le aclaro mientras que todos entraban en pánico. Agarro un insecto con su mano y descubrió que era un simple objeto de goma.
Quería abrir la boca para decir que no eran reales pero temía abrir la boca mientras ese olor seguía presente en el aire.
La luz se encendió y el olor dejo de hacer su efecto, y entonces una pelirroja a peculiar salió de una puerta mientras todos la miraban como si quisieran matarla. Parker solo sonrió con cierto asombro.
Era una broma  muy creativa, muy maduro para admitirlo pero no lo suficiente para decírselo.
 
  ✰✰✰✰✰✰
 
Spike no había salido tras la alarma de incendio. No se había percatado que había sonado hasta que quiso comer algo y vio todo el revuelo que se había formado.  Y aun así, pensándolo, él no hubiera salido. Es decir, la muerte llegara en algún momento de tu vida aleatoriamente, morir incinerado solo era una de las muchas formas.  Aunque, bueno,  ciertamente Spike no quería morir calcinado.
 
Encendió la televisión y decidió hacer zapping. Dejo en una película de Bratt Pitt y Olando Bloom. Era interesante. Se quedó allí hasta que esta termino. Estaba muy aburrido, y ciertamente nervioso, porque, mierda, iba a tocar al Madison Square Garden. El sueño de tantas personas. Y ahora lo estaba sintiendo, y era una sensación tan placentera.
 
Su cuerpo produjo adrenalina, estaba muy emocionado así que salió a hacer cualquier cosa, solo para distraerse.
Apenas puesto un pie afuera, fue abordado por una rubia que con la cual cayó al piso. 
―Lo…lo siento. ―Expreso esta, mientras tartamudeaba.
Spike pensó unos pocos segundos en gritar o decirle algo, pero no le apetecía.
―Venga no importa. ―Dijo él mientras le tendía la mano para levantarse, está la acepto mientras acomodaba su ropa.
―Soy…soy Shelby. ―Pronuncio en voz baja.
―Ah, claro.
― ¿No me vas a decir el tuyo?
― ¿Debería?
― Eso es lo que se supone que se haga, cuando alguien quiere presentarse.
― Tal vez no quiero presentarme, además, ¿a quién estas engañando? Sé que si sabes mi nombre.
― Tal vez esperaba que me lo dijeras tú. ―Espetó.
― Tal vez no todo sale como tú quieres. ― Respondió el castaño.
Shelby perdió la paciencia.
― ¡Bien! Pero es de muy mala educación no hacerlo, deberías saberlo.
― ¿Quién eres? ¿Mi madre?
― No creo que eso tenga demasiado sentido puesto que soy menor que tú. Genio.
― Es curioso que no hables en la todo el tour y ahora básicamente estas dando un sermón. Explica eso.
― ¿Quién eres? ¿Mi madre? ― Atacó esta con la misma frase antes usada por él.
― Tal vez debería hacerlo, así podrías de una vez cerrar la boca.  Aunque también hay otra manera.
― ¿Sabes qué? Olvídalo. Yo nunca soy así. Creo que tu estas nervioso, yo estaba cansada, y básicamente eso paso. Así que solamente comencemos de nuev…
Unos labios se posaron juntos a ella mientras los movía con sincronía largos segundos en los cuales Shelby estaba en shock.
Spike solo se separó de ella, con los labios más rojos de lo normal. Dándole una sonrisa cínica.
― Era la única forma de hacerte callar. ― se encogió de hombros mientras entraba de nuevo a su habitación. ― por cierto, soy Spike.
Y cerró la puerta dejando a una Shelby muy aturdida.

✰✰✰✰✰✰

 
Spike estaba especialmente emocionado mientras decenas de cientos de miles de personas gritaban bajo el apabullante exceso de música. Era lo mejor que pudo haber logrado. Todo el mundo observaba a todo el mundo.
 
En backstage fue un total lío. Pero aquí estaba, bajo las luces de New York, y pasándola fenomenal. No importaba si solo era un chico de dieciocho años. No importaba que fuera un miembro de apoyo. Nada de eso pasaba por la mente de Spike. Solo había espacio para la emoción del momento. Porque en ese momento, Spike estaba viviendo, como si apenas hubiera despertado.
 
✰✰✰✰✰✰

 
Habían pasado dos días y Colbie estaba evitando a Shelby en cada momento que se presentaba. Realmente no era cobarde, solo evitaba un cataclismo. Colbie nunca soporto ver llorar a las personas, era su kriptonita.
Tomo una respiración profunda mientras aspiraba una calada de su cigarrillo. Raramente fumaba, es solo que ahora lo necesitaba.
Se armó de valor mientras recogía su cabello e iba al lugar donde menos quería ir ahora.
Lo vio parado en una esquina con los ojos cerrados y los audífonos a un alto volumen. Colbie lo tomo de la camisa mientras  lo llevaba hacía afuera donde el aire era algo frío.
―Debo hablar contigo. ―dijo sin rodeos esta.
― Uh, lamento informarte de esto Colbie, pero ya estamos hablando.
― Es importante, me harías un gran favor.
―  Bien.
― ¿Por qué no? Aun no sabes lo que voy a pedi…Espera ¿Qué?
― Dije que está bien.
― Me estas tomando el pelo. ―exclamo esta, confundida.
Él tomo su cabello en su mano.
― Ahora sí lo hago.
― No seas idiota.
― Entonces deja de decir lo obvio, sí, voy a ayudarte. Así que habla ya.
Colbie asintió algo incrédula.
― Quiero que le enseñes a cantar a alguien, es mi mayor prioridad ahora.
― Y hablamos de…
― Shelby Kravitz.
― Estas consiente que soy un coach de instrumentos además ¿la hermana de Tessa? Siempre supuse que sería buena cantante, tiene una voz muy linda cuando habla además no creo que deberí…
― ¡No! En realidad no te estaría pidiendo ayuda si esto no fuera algo importante. Vamos, debes haber estudiado algo de eso.
―Supongo.
―Con eso bastara. Gracias por aceptar. Te debo una. ― giro mientras caminaba hacia su destino, pero no logro salir antes de que Parker la agarrara del brazo.
―Ey, ey, ey. No lo hare gratis. Te llevare a cenar, yo te diré cuando. Ponte algo bonito. 
 
  ✰✰✰✰✰✰

Shane nunca había cruzado palabras con Ian, solo con Dexter.
Ciertamente Ian parecía querer matarlo, tenía un aura muy apegada a la de Lucinda.
Si no fueran hermanos, Shane podría pensar que hubo algo entre ellos.
Esperaba a Lucy, apegado a la pared. Había salido temprano del after party. Quería visitarla como una sorpresa, pero al parecer ella no pensaba salir a ninguna parte, o no estaba.
Iba a llamarla a su celular, cuando de repente vino Dexter y golpeo su hombro con algo más de la fuerza necesaria.
― ¿Qué haces aquí, Shane? ―Pregunto este.
― Ya me iba. ―Dijo este mientras guardaba su celular y se encaminaba a volver al after party.
Dexter quería poner al chico incómodo y antes de que él se fuera grito su nombre.
― ¡Shane!
Este viro mientras lo miraba expectante.
― ¿sí?
― Quiero preguntarte algo antes de que te vallas. Acércate.
Este fue paso a paso, acercándose con una mueca de nerviosismo.
―Dilo. ―Dijo mientras tomaba un sorbo de agua de la botella que había estado teniendo en la mano.
― ¿Tú y mi hermana ya se han acostado? ―Pregunto de una sola.
Shane escupió toda el agua mientras un poco se quedaba en su garganta.
Dexter solo sonrió mientras iba hacia la habitación mientras en el camino le  decía algo a Shane.
― No digas más, tu acción lo dijo todo.
Y entonces solo abrió y cerró la puerta mientras contenía una carcajada, y volvía a su habitación, junto a sus hermanos, omitiendo la escena que ocurrió con Shane.

✰✰✰✰✰✰
 
 
Colbie había sustituido la culpa que sentía por mentirle a Shelby, transformándola a ira, cruda.
Parker era especialmente idiota, lo sabía. Tenía muy presente que era lindo y todo eso. Pero no era tan de su tipo. Aunque, en realidad no podía hacer nada, básicamente él le estaba haciendo un favor, así que no podía quejarse. No era de las que se quejaban.
Colbie estaba llegando a pensar si no padecía un desorden mental o algo así. Sinceramente, ella sentía que se estaba volviendo loca.
 
― ¿Pensando en nuestra cena? ― Ugh, reconocería esa voz donde sea.
― Sí, en realidad sí. Me gustaría saber que veneno te podría matar más rápido.
― Deja las espinas por un momento Colbie. Sera especial.
― ¿Por qué no llevas a Derrie? Coqueteas con ella.  Podrías pasar un buen tiempo con ella. Miss bromista y tú. Me los imagino juntos.
― ¿Celosa?
― No en realidad no. Es más, puedes casarte con esa pelirroja, y puedo ser yo la dama de honor si te parece.
― No creo que se te den las bodas. No se supone que te criaron los hippies, sé más abierta al siglo XXI.  Y sé cómo chicas normales y ve a comprarte un vestido Gucci y emociónate por salir con un chico lindo.
―  No tengo quince años, Parker. Y lo de la cena, es algo absurdo, terminare matándote con un tenedor o algo así que creo que deberías reconside…
La castaña iba a seguir hablando pero dos voces distrajeron la voz de ambos.  
― ¡Parker!
― ¡Colbie!
Exclamaron ambas voces al mismo tiempo mientras levantaban las manos en forma de saludo.
Y los dos mayores, se quedaron de piedra. Tardaron un poco para reaccionar, pero cuando lo hicieron, ocurrió algo peculiar.
― ¿Qué haces aquí? ― Articularon al unísono.
― ¿Otra vez? ¿Enserio? ― Volvieron a repetir.
Colbie bufo mientras veía el rostro conocido frente a ella. Y al parecer Parker tenía la misma expresión. La castaña fue la primera en hablar.
― ¡Willow! ¿Qué haces aquí? ― Exclamo esta.
― Mamá dijo que podría venir y buscarte, necesitaba un respiro. Así que les dije que si me podrían mandar con mi hermana mayor favorita y aceptaron. Fácil.
― Soy tu única hermana mayor. ―replico esta.
― Por eso. Además sé que te alegras de verme.
― Claro que me alegro es solo que ¿Cómo? ¿Por qué mama no me aviso?
― Uh, bueno, yo quería que fuese una sorpresa, además, ellos ahora están en una campaña anti-celulares. Al parecer estos son muy dañinos para el alma.
Colbie solo resoplo.
―Ahora que estamos aquí. ¿Dónde está?
― ¿Esta quién?
― Alex Delarge, Adam Folknore, Blacke Underwood.
― ¿Fangirl?
― Yep.
Colbie solo resoplo de nuevo mientras una sonrisa se formaba al tener a su pequeña hermanita aquí, y le dio un gran abrazo.
Y por otro lado al parecer tenían la misma discusión.
―Peter ¿Qué demonios haces aquí?
― Uh, hola Parker, no te he visto en meses, podrías sentirte más emocionado.
― Claro que lo estoy. ―Entonces lo abrazó. ―Solo me agarraste de sorpresa, eso es todo.
― Bien, ahora. ¿Dónde puedo conocer a Rainbow? ¿Tessa? ―Hablo este rápidamente.
― Así que viniste con otras intenciones. ¿Eh? Pensé que venias para saber de mí.  ― Hablo él bromista.
― Siempre puedo hacer las dos cosas.
― Ese es mi chico.
 
Parker y Colbie se vieron mientras ambos cogían a sus hermanos menores por sus hombros.
― ¿Quién es él? ― pregunto Willow mientras miraba a Parker.  
― Soy un chico afortunado por ver una belleza como la tuya. ―Dijo este antes de que Colbie pudiera hablar.
Willow no pudo evitar sonrojarse a lo cual Colbie frunció el ceño mientras mantenía una mirada furiosa hacia el castaño.
― Eres un idiota. Punto.
― Hey, debes de mantener cierto respeto para mí.  Se supone que eso hacen las personas que deben favores. ―Hablo recalcando la palabra debe.
― No, perdiste ese beneficio cuando pediste una cena antes que otra cosa.  Colbie cambio la conversación al ver al chico de alado.
―Se llama Peter. ―Dijo Parker antes de que él pudiera hablar.
― En realidad me gusta más que me digan Chase.
― Esperen, así que tú te llamas Parker y el Peter. ¿Enserio? ¿Peter Parker? ― Habló incrédula esta mientras notaba como lo nombres encajaban con el de un cómic.
― Uh, al parecer a papá le gustaba ese cómic.
―  Pero mejor puedes decirme Chase. ― Dijo este mientras miraba a Colbie.
― Claro, Chase. ― La castaña le sonrió junto con un guiño.  
Al ver esto, Parker interrumpió.
―Entonces… ¿Te veo en la cena? ―Dijo este.
― Por desgracia. Yo cumplo mi palabra.
―No actúes como si lo odiaras, Colbie. Sabes que deseas besar a un chico aquí, con apellido Crawford.
Y entonces Colbie sonrió.
―Tienes razón. Quiero besar a uno.
Parker sonrió mientras esperaba que esta lo besara. Pero el castaño se llevó una sorpresa cuando ella se plantó en frente y beso a su hermano. Uno muy largo, para luego alejarse con su hermana y una gran sonrisa en los labios.
 
Y tal vez con un Parker muy incrédulo y un Chase muy emocionado.