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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
The Punk Muffins Tour.
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: The Punk Muffins Tour.
ricky es un maldito slut u_u
no vamos a rendirnos con mainbow steph u_u lo lamento
no vamos a rendirnos con mainbow steph u_u lo lamento
nayeon.
Re: The Punk Muffins Tour.
Osas preguntar por que?
Es que son tan hermosos, mas porque el amor que tienen de mejores amigos es MAS que eso aunque lo nieguen, se protegen y se cuidan; pero tambien se pelean; y tambien se aman, y y y ADFHKAJDKAKA NO SON MUY BELLOS
Es que son tan hermosos, mas porque el amor que tienen de mejores amigos es MAS que eso aunque lo nieguen, se protegen y se cuidan; pero tambien se pelean; y tambien se aman, y y y ADFHKAJDKAKA NO SON MUY BELLOS
hange.
Re: The Punk Muffins Tour.
Opino como Ems skdjasdjkandj ELLOS TERMINARAN JUNTOS SI O SI, O LUCINDA LE DARÁ UNA BUENA REGAÑADA A MARC
Shipeen Lurrie (Derrie y Lucas)
pd. askjajsdnsaj idk que escribiré en mi cap, pero ya quiero escribir
Shipeen Lurrie (Derrie y Lucas)
pd. askjajsdnsaj idk que escribiré en mi cap, pero ya quiero escribir
Atenea.
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Re: The Punk Muffins Tour.
saben q uno de mis personajes favoritos es derrie creo q es mi favorito sns )-:
nayeon.
Re: The Punk Muffins Tour.
ay, es hermoso leer eso ;-; pero les juro que son mejores amigos excepto por el pequeño dato muy revelante en la ficha de Marc(?)
peralta.
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Re: The Punk Muffins Tour.
#Lurrieshipper debe ser hagstag o cómo se escriba :cc ellos son hermosos
Stepho, siempre te olvidas de ellos dos
Stepho, siempre te olvidas de ellos dos
Atenea.
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Re: The Punk Muffins Tour.
es que perdi mis tramas, por eso no me acorde u.u
yo shippeo a todos con todos
yo shippeo a todos con todos
peralta.
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Re: The Punk Muffins Tour.
yo haren que shipeen a mis parejas nuevas
okno
Pero esta colectiva da muchos filz
okno
Pero esta colectiva da muchos filz
Atenea.
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bruh :heart:
- :
- Buenas, muffins. A lo mejor y les debo una explicación por toda la demora, pero de ahí a que realmente se las dé, pues nop, sabrán perdonar eso. Lo que sí les pido es mil disculpas por ser tan incumplida y todo; solo unas semanas más y estaré activa de nuevo. No puse mucho de Kenzo y lloraré por eso porque tengo bellas tramas con él, pero la siguiente le dedico más. Btw, Reed es Nat Wolff, pj de Valu. Svy pasa a manos de Anto c': y eso es todo, creo.SIGUE: GIN.
estaciones Z100 y iHeartRadio en el iHeartRadio Theater.
Decir que este día había iniciado fantásticamente sería desestimar el asunto. El día más largo de su vida comenzó tardía y desastrosamente. Había llegado tarde al desayuno, para variar. Para suerte suya, Sydra le había guardado algo así que no moriría de hambre, de momento. Cuando las estilistas arreglaban a los actos para la entrevista y el mini-concierto con la radio Z100, al ir en busca de Elliot, tropezó con los cables de secadoras y rizadores por lo que se ganó más de una mirada furiosa, Sydra solo atinó a reír divertida lo que hizo que su tremenda metida de pata fuera menos penosa. Ya en el bus, mientras Aleen estaba checando el nuevo itinerario de Greenless, por querer despertar a Thomas derramó su café sobre las notas de su amiga. Se disculpó decenas de veces. Aleen dijo que no se preocupara, solo debía hacerlo todo desde el principio. Se disculpó otras decenas de veces más.
Ahora, en la puerta de la estación de radio, aprovechando que los demás bajaban con santa gana de los buses; la que se supone debía ser una llamada amorosa, terminó en una discusión monumental. Rita era insoportable la mayor parte del tiempo, Augustus la quería sin importar cuan dictadora llegara a ser, y esa relación era simplemente absurda. Este chico Grimm y la mayor de las Monterleigh no tenían nada en común. A decir verdad, ni el mismo Gus recordaba cómo fue que empezaron a salir. Pero vale, para eso estoy yo.
―¿Necesitas un balde? ―Preguntó Sydra al darse cuenta cómo miraba a su hermana. Vale, incluso el más distraído se hubiera dado cuenta, pero dejemos al pobre muchacho, estaba en plena adolescencia. ―Es decir, podría abofetearte y creo que la seguirías viendo.
―No es cierto. ―Comentó apenado regresando la mirada a su pequeña amiga. ―No la estaba viendo.
―Espero que no sea lo que me temo. ―Ante el silencio de Gus, Sydra se llevó ambas manos a la boca más aterrada que sorprendida. ―¡Te gusta mi hermana! ―Incluso Rita, que se encontraba a seis metros del par pudo escucharla.
Así comenzaron las preguntas. Gus tomó valor para aceptarlo e invitarla a salir. A Rita le parecía atractivo. Gus creía estar enamorado. Los años pasaron y helos aquí.
Aspiró aire cansado guardado el teléfono celular en el bolsillo de sus vaqueros. Le dio una mirada panorámica a las personas que le rodeaban ¿cómo fue que llegó a meterse en esto? Sus días tenían una placentera igualdad sobre ellos. Siempre le había gustado eso: le gustaba la rutina. Le gustaba ser aburrido. No quería hacerlo, pero lo hacía. Y bueno, ahora estaba rodeado de gente interesante y famosa, no podía compararse con nadie.
Sus ojos se detuvieron en una hermosa chica con el pelo color miel. Sabía quién era, es decir, Rita, Thomas y él habían votado por ella en todos los shows de TXF hasta la final. Ella se estaba riendo de algo histéricamente: hombros doblados hacia adelante, sus grandes ojos miel arrugándose en las esquinas, su boca bien abierta. Ni siquiera era que ella fuese tan bonita (hombre, por supuesto que lo es). Simplemente era tan impresionante, y en el sentido literal, que a Augustus le provocaba verla hasta que sus ojos no dieran más. Si no fuera tan desastroso con cada primera impresión… y si no tuviera novia-casi-prometida, se le acercaría sin dudar y le pediría una cita, aunque lo más posible era que ella se negara, pero no le importaría, solo quería hacerlo.
―Y bien, August. ¿A dónde me llevarás hoy? ―Pegó un respingo al ser invadido por la voz de su más reciente amiga.
―Lucy. Siempre es un gusto. ―Expresó intentando actuar natural de nuevo.
―¿Verdad que sí? ―La menor de los Hepburn se aferró de su brazo. ―Así que… hoy ¿a dónde vamos?
―A la estación, después al iHeartRadio Thearter y supongo que luego regresamos al hotel.
―No me has dicho eso. ―Ante la expresión confundida del peli-negro, siguió. ―Oh, vamos. August. No pensarás que me quedaré aburrida por quién sabe cuántas horas escuchando a los mismos actos, tengo varios meses para hacerlo, pero hoy no. ―El hecho era que Gus realmente quería quedarse a escucharlos, en especial a Tessa; adoraba escucharla cantar, adoraba ver cómo se movían sus labios cada que una palabra salía de ellos, adoraba que en ciertas partes de determinadas canciones ella cerrara los ojos y se dejara llevar… sencillamente, Augustus la adoraba.
―Uhm. Está bien. ¿Qué te gustaría hacer? ―Miró por última vez a Tessa junto a estos chicos que suponía eran sus primos.
―Estamos en New York, no lo sé. Hay tantos lugares… vayamos a Central Park.
―Eso es un poco cliché, ¿no te parece?
―Y tú eres Agosto.
―Entonces nos vamos a Central Park. ―Dicho esto, Lucinda lo arrastró en dirección al bus de TPM para decirle a su hermano que se iría con August.
Después de que Dexter lo mirara mal, el hecho de que tuvo que explicarle que tenía novia, que Dexter haya cambiado de parecer al explicarle que era familia de Sydra y que finalmente le dijera “Pues bien, Gussie. Si no la traes en una pieza, te castro.”. Augustus pudo recuperar el ritmo normal de sus latidos y controlar su respiración.
Camino al bus de Greenless se concentró en otro problema, nadie, en lo que va del tour, lo había llamado por su nombre. Sydra le decía Auggie, pero ella tenía cierto derecho por sobre los demás; Thomas prefería decirle cualquier cosa excepto su nombre, pero era su hermano así que igualmente tenía derecho; Aleen y Otelo solo lo llamaban por la primera letra de su nombre; Elliot le decía hermano y Augustus no estaba como para darle discursos de genética, pero el peli-negro no comprendía que esto era de los más normal entre los hombres; Lucinda ya lo había marcado como August; y finalmente Dexter, el mayor de los Hepburn se había referido a él como Gussie.
―Auggie, debo ponerte un rastreador. ―Expresó Sydra dándole un golpe en el brazo.
―Con cuidado, me lo dejarás magullado. ―Intervino Lucinda.
―Alguien debe explicarle las reglas a esta chica. ―Syd ni miró a la castaña.
―Así es como nos llevamos, cosa de familia. ―Explicó él. Lucinda rodó los ojos.
―Como sea, entremos ya a la estación.
―Sobre eso, Syd. No quiero molestar, ni meterte en problemas si es que estropeo algún aparato de la estación. ―Comenzó llevándose una mano a la nuca. ―Así que iré a explorar New York con Lucinda.
―Creí que te morías por escuchar a Tessa. ―Comentó ella. Rápidamente Augustus le hizo diferentes señas para que no dijera más. ―Oh, ya veo. No le contaste a Lucifer-
―Lucinda. ―Le corrigió él sintiendo las uñas de la castaña enterrándose en su brazo derecho.
―Sí, eso. ―Por primera vez en toda la conversación, Sydra se dignó a dirigirle la mirada a Lucy. ―¿Entonces no sabes de la obsesión de mi Auggie por Tessa Kravitz? ―Enfatizó el “mi”.
Ambas se miraron por unos segundos, parecía que lograban comunicarse de esa forma. Augustus temió por su vida, por la vida de los que le rodeaban, pero mucho más por la suya.
Y Sydra exclamó: ―¡Tessa! ―La oji-azul volteó al instante un poco confundida. ―¿Podrías venir, por favor? ¡Es importante!
En lo que Tessa se despedía de las personas con las que estaba y se disponía a acercarse al trío, el pobre chico Grimm solo rogaba porque algo, lo que sea, impidiera que él tuviese que hablarle.
―Nada de nervios. ―Dijeron ambas al unísono.
―Gente que no conozco muere todo el condenado tiempo. ―Gruñó molesto por lo que ambas habían hecho. ―Si tuviera los nervios rotos cada que algo como esto pasara, estaría más loco que rata de alcantarilla.
―Ese es el espíritu. ―Dijo Lucy dándole una palmada en la espalda.
“No seas raro. Has esperado esto por mucho tiempo, aunque ambos estábamos seguros de que no pasaría, pero ahora no la jodas. Eres encantador, probablemente, solo… no la jodas.”
―¿En qué puedo ayudarlas? ―Preguntó sonriente. Augustus siempre se había cuestionado si había algún momento en el que no estuviera sonriendo.
―Puede que haya exagerado la importancia de la situación. ―Sydra se encogió de hombros. ―Por cierto ¿no te he presentado a mi hermanastro alias… ―Se detuvo considerando si debía decirle la verdad o no sobre el hecho de que era el novio de su hermana y todo el asunto. ―alias mejor amigo?
Tessa arrugó la nariz. ―No, pero es un gusto. ―Estrechó dulcemente su mano. Augustus tragó duro.
―A-Augustus Grimm. ―Siseó. No soltó su mano.
―Tiene algo que decirte. ―Lucy empujó al chico quedando como a treinta centímetros de Tessa.
―Yo… tú… fan. ―Al darse cuenta de la sarta de estupideces que estaba murmurando, se aclaró la garganta, soltó la mano de Tessa y continuó. ―Y bien, creo que eres muy talentosa… y muy hermosa e inteligente y dulce y no puedo creer que esto esté pasando. ―Ella puso los ojos en blanco, sonriendo. Una chica acostumbrada a los cumplidos.
―Me gusta mucho tu nombre. ―Confesó. ―Augustus. Augustus. ―Repitió para sí misma. ―Creo que no te agradecí por todo lo que dijiste, pero sí, muchas gracias. ―Abrazó al chico como lo hacía con todos sus fans. ―¿No te molesta que te llame Augustus? Es que de verdad, me gusta mucho. Cuando me lo autorices, te pondré un apodo. Gus suena bien. ―No dijo nada otra vez. Solo quería que siguiera hablando, esa pequeña voz tensa con la excitación de casi revelar las cosas, haciéndole sentir casi como si algo muy importante le estuviera pasado.
―¡Sydra, Tessa, entren de una maldita vez! ―exclamó alguien desde la puerta.
Ya dentro de la estación, las entrevistas se habían dividido en tres grupos. El primer turno sería de Greenless y Wild Lilies; The Punk Muffins y Mad Sounds vendrían segundos; y finalmente Tessa, Alex y The Granade Chapter serían los terceros y en ese mismo orden tocarían en el concierto acústico que la Z100 y iHeartRadio tenían preparado dentro de cinco horas.
El actualmente pelirrojo y pálido muchacho se mentalizaba sobre que debía responder cualquier pregunta de forma relajada, natural y todo el asunto. Por todo lo santo, tenía que actuar como un profesional. A estas alturas ya debería estar acostumbrado, pero lo irónico era que mientras más entrevistas le hacían, menos confiado se tornaba. Ya les habían confirmado que debido al concierto que darían luego, la entrevista no contendría ningún juego extraño y/o penoso como en Chicago. Desde el casi beso con Blake, cada que revisaba Tumblr o alguna otra red social, las fan-fics y ediciones de Blistan le llenaban el dash.
Mientras iba de un lado a otro en el camerino que les habían asignado, al pasar por la puerta, alguien jaló torpemente de él hacia fuera del salón. No tuvo tiempo ni de gritar o quejarse así que ninguno de sus compañeros pudo escucharlo o siquiera darse cuenta de lo que acababa de pasar… y bueno, no es como si alguno de ellos hubiera notado un terremoto en ese momento, Blake, Kenzo y Adam se encontraban pegados a sus teléfonos celulares lo que equivalía a: pueden raptar a Tristan y solo si se nos termina la batería lo notaremos.
―¿Viste eso? Increíble. Somos ninjas, Tristan. ―Expresó haciendo señas confusas.
―Bueno, quizás tú lo seas. ―Comentó acomodándose la camisa a cuadros.
―Eres un ninja realmente ruidoso y torpe. ―Dijo Circe. ―pero ambos somos ninjas.
―Está bien. ―Suspiró resignado. ―Así que, Cece, ¿a qué se debe este rapto?
―Hay tres problemas. ―indicó ella impacientemente.
―Nada ilegal. ―Se adelantó el pelirrojo.
―Molusco, te juro por Cristo que intentaré no meterte en nada ilegal.
―Me siento aliviado. ―Suspiró calmado. ―Pues como Jack el Destripador… vamos por partes.
―Problemas. El primero es que después del beso-
―Casi beso. ―le corrigió.
―Es lo mismo. ―Le restó importancia. ―Después de tu demostración de afecto con Blake, Isolda te ve más como el chico de los mil colores que como un prospecto de posible cita. Dos. ―Dibujó el número en el aire. ―Bueno, ese te lo digo en otro momento.
―¿Algún día me dirás quién o qué es Isolda? ―La interrumpió.
―¿No lo has buscado hasta ahora?
―Por mi seguridad he decidido no hacerlo. ―Y Tristan tenía derecho, la última vez que su rubia amiga le dijo que buscara algo, su padre creyó que tenía un tipo de afición con hombres homosexuales gordos y peludos. Y vamos, era impresionante lo que Google entendía por “osos maduros”. Cora, su hermanastra, estuvo meses riéndose por el asunto.
―Como quieras, pero te aseguro que lo sabrás antes de que termine el tour.
―Genial. ―Fingió emoción. ―Entonces, íbamos en el tercer problema.
―Sí. Tercero: Aún no he logrado acercarme exitosamente a The Punk Muffins. Así que necesito que me ayudes.
―¿Cómo se supone que haré eso?
―O sea, Dios. Sé más atrevido. ―Le pegó en el hombro.
―Ouch. ―Se quejó enfatizando lo dicho. ―Cece, te recuerdo que Marc me odia, no sé por qué, pero lo hace.
―Pero dejándolo de lado, los demás parecen ser agradables.
―Eso es cierto. ―Tristan asintió firmemente. ―¿Y sabes? Es irónico porque antes de iniciar con el tour, yo lo tenía como un modelo a seguir. ―La rubia le puso una cara “ew” al escucharlo. ―Es más, creo que aún lo admiro.
―No sé si es irónico como que la hija de Shakespeare era analfabeta o peor.
Siendo honestos Tristan haría lo que fuese por Circe, se lo había demostrado con los años, así que esto sería algo más que agregar a la lista de favores que luego le cobraría… y por lo general hubiera cobrado esos favores hace mucho, pero es Circe de quien estamos hablando.
―¿Molusco? ―Ante el “Mhm” del chico, continuó. ―Mencionaste a Jack el Destripador hace rato.
―Era una expresión.
―Pero lo hiciste. ―Tristan se dio por vencido. ―¿Sabías que en realidad no era un Jack, sino un Aaron?
―¿Cómo?
―Sí, y que no era inglés, sino polaco. Vaya cosas de la vida ¿eh? ―Sí, lo había dejado completamente descolocado. ―¡Sé algo histórico que para ti es completamente desconocido! ―Exclamó Circe. ―¡Te he destituido del trono!
―Deletrea “destituido” y dame cuatro buenos ejemplos históricos. ―Pidió el pelirrojo.
―No. ―Contestó divertida. ―No voy a renunciar a mi puesto por otra de tus clases de historia.
Después de dejar a Circe y regresar al camerino, notó que ninguno de sus amigos se había movido. Puso los ojos en blanco y se sentó en un sofá individual de la esquina conjunta a donde estaba el trío. En algún momento debían notarlo ¿no?
―Mad Sounds y The Punk Muffins, en la cabina en diez minutos. ―Anunció una voz proveniente de un parlante localizado en una de las esquinas del camerino.
―Siento que falta algo. ―Murmuró Kenzo sin despegar la vista de su celular.
Adam, que se había animado a volver al mundo real dijo: ―Uhm. Deja reviso. ―Se puso de pie y continuó. ―Conteo de peinados y colores. Rubio y puntiagudo. ―Indicó tocando la cabeza de Kenzo.
―Hey, si me despeinas Kristyana va a matarte y obligará a Cat a enterrar lo que quede de ti. ―Se quejó el rubio apartando de un manotazo a Adam. Blake soltó una risilla sin mirarlos.
―Cariño, no me interrumpas. ―Respondió pasivo. ―Estropajo castaño. ―Dijo refiriéndose a Blake. ―Semi-estropajo moreno. ―Se llevó ambas manos al cabello. ―¡Oh Dios. Nos falta el amorfo rojizo! ―Gritó capturando la atención de los dos chicos frente a él.
―De verdad. Peores compañeros de banda. ―Comentó Tristan cruzado de brazos mirándolos mal.
Uno de los coordinadores les indicó que para cada entrevista, dos vloggers debían entrar, ya saben, para hacerlo más dinámico. La habían emparejado con Nikola y no podía quejarse porque adoraba al muchacho y él la adoraba igual, pero a último minuto había pedido el segundo turno y cambiado a Nikola por Jackie, dejando al pobre con Margo. Y no me malentiendan, la pequeña castaño-rojiza también adoraba a Margo, el meollo del asunto era que a Nikola no le agradaba el hecho de que Margo intentara, a toda costa, volverla una… bueno… mini-Margo.
“Ética y profesionalismo ante todo, Arabella.” Le había dicho Nikola. “Es mucho más agradable de lo que parece.” Respondió ella.
Y bien, entonces ¿por qué Arabella había cambiado a Nikola por Jackie Sheehan? Sencillo. En todo el trascurso del tour, la pequeña Allman no había cruzado más de dos palabras con la rubia y eso, simplemente, era imperdonable. Por favor, los canales de ambas eran igualmente populares, ambas eran de las mejores vloggers y sus seguidores hace mucho exigían un video de ambas, entonces ¿por qué no darle al público lo que quiere?
Mientras los locutores (Elvis Duran, Danielle Monaro y Bethany Watson) se despedían de Greenless y Wild Lilies. Arabella aprovechó para caerle de sorpresa a la menor de las Sheehan. De momento tenía claro que Derrie le agradaba, es más, podría considerarla como una especie de maestra del entretenimiento, las bromas que hacía le daban material de primera. Por alguna extraña razón, sus seguidores adoraban ver a su hermano cubierto de material misterioso o gritando por el picor en la boca. Derrie tenía uno de los primeros lugares en su lista de “gente cool” (obviamente Dexter tenía mucho que ver con el nombre).
―Compañera en el crimen. ―Saludó sentándose junto a la pálida rubia. Creyó escuchar un “hola” en respuesta, pero sonaba más como un susurro. ―Así que, Watson. ¿Tienes ya las preguntas?
―Soy Jackie. Jackie Sheehan. ―Musitó extendiéndole la mano. Arabella la miró confundida. Media sonrisa se le dibujó en el rostro antes de estallar en risas. Notó que las mejillas de Jackie se tornaban carmesí.
―Oh por Dios. Que dulzura. ―Comentó entre risas. ―Pero vamos, Watson, sé quién eres. ―Dijo recuperando la compostura.
―¿Y por qué me dices “Watson”?
―¿Y por qué no? ―Arabella siempre se las arregla para evadir preguntas o respuestas con su usual monólogo maniático. ―Concéntrate. Así que bien, ¿preguntas?
―Ehm, sí. ―Desvió la mirada a su teléfono celular. ―He escogido las cuatro mejores preguntas que me han enviado por Twitter. ―Se las enseñó. Arabella asintió una vez terminó de leerlas. ―Aún no me has dicho quién eres, aunque te me haces conocida.
―Evitaré ofenderme, pero eso ha dolido, Jackie. Que sepas. ― Negó despacio. Por primera vez en toda la conversación la llamaba por su nombre. ―Me llamo Arabella.
―Oh. ―Se llevó una mano para cubrirse la boca. ―Claro que sí. NoSecrets98 en YouTube ¿cierto?
―¿No te digo? Estamos predestinadas. Jarabella es un hecho. ―Comentó sonriendo. ―Tú sabes cosas de mí, yo sé muchas cosas de ti. Es simple.
―Espera. ―La detuvo Jackie. ―¿Muchas cosas?
―Sí, bueno. Te diré la más obvia: te gusta Carter Mercury.
―Uhm. No-no. No es así. ―Se removió nerviosa en su sitio. ―Te has equivocado de persona.
―Okay. Watson, si queremos que esto funcione. ―Dijo señalando a ambas. ―Hacerte la desentendida no es el mejor inicio. Te gusta Carter. ―Afirmó. ―Y no te culpo, es decir, es uno de mis crushes y está muy bueno, siendo honestas, pero eso ya lo sabes.
―Te lo digo en serio. No me gusta. ―Evitó mirarla.
―No te preocupes, cuando estés lista para aceptarlo, estaré contigo… repitiendo hasta el cansancio: “lo sabía”. ―La palmeó despacio en el hombro. ―Uy, por cierto. Ya que seremos amigas, compañeras en el crimen y demás, ―tomó la bolsa que estaba a sus pies. ―te he comprado un regalo, vale, técnicamente es de Marc, pero él no lo sabe. ―Sacó de la misma una cámara Sony con un moño escarlata. ―Siempre he creído que varios colores son menospreciados.
La rubia tenía los ojos abiertísimos. ―Oh, no puedo aceptarla, es…
―Jackie. Jackie. Jackie. Solo di gracias. ―La interrumpió.
―Gracias, es hermosa. ―Decía mirando desde cada ángulo posible el aparato.
Fueron interrumpidas por las voces de los actos saliendo de la cabina. Bastante impresionante el ruido que pueden hacer unos cuantos adolescentes. Ambas se pusieron de pie. Nikola venía con una cara de alguien que no ha dormido en días, ha pisado desechos y ha sido encerrado en el hábitat de los leones… Margo sonreía divertida.
―Arabella, me debes una grande. ―Expresó dejándose caer en el lugar que ocupaba la chica hace un momento.
―Anda, no creo que haya sido tan malo.
―El niño no soporta ni una. ―Comentó Margo abrazándola. ―Entra de una maldita vez y tráeme todos los chismes que puedas. ―La animó.
―No te decepcionaré.
―Arabella. ―Le reclamó Nikola.
―Es broma. ―Se excusó colocando cara inocente. Cuando giró para entrar a la cabina, asintió hacia Margo y esta la imitó.
Una vez dentro, a algunos les entregaron auriculares celestes y a otros negros. Se acomodaron alrededor de una gran mesa metálica con varios micrófonos y algunas botellas de agua. The Punk Muffins estaban a la izquierda, Mad Sounds a la derecha, Jackie y Arabella a la cabeza y del lado contrario los tres locutores.
―Estamos de regreso. ―Exclamó el único locutor hombre, Elvis Duran. ―En el bloque anterior tuvimos a Greenless y Wild lilies, pero ahora con nosotros se encuentran los canadienses The Punk Muffins y los oriundos de Chicago, Mad Sounds. Bienvenidos a New York, chicos. Es una hermosa ciudad ¿no lo creen?
―Sí, muy hermosa. ―Acotó Adam. ―Uh, por cierto, Tristan ni siquiera es americano. ―Kenzo y Blake rieron ante el comentario.
―Y yo no soy ni remotamente canadiense, pero ya ves. Mayoría gana. ―Agregó Dexter.
―Debe ser algo nuevo estar lejos de casa ¿eh? Y más porque ni siquiera es el comienzo, aún les quedan varios meses de tour. ―Dijo la locutora rubia, Bethany.
―Supongo que sí, no hemos tenido tiempo para pensar en eso realmente. ―Respondió Jason.
―De todos modos, hemos traído a algunos miembros de nuestras familias y amigos. ―Continuó Kenzo.
―Oh, cierto. De hecho aquí con nosotros se encuentra la hermana de Marc, la vlogger Arabella Allman, junto con Jackie Sheehan, la hermana de Derrie, integrante de Wild Lilies. ―La locutora castaña, Danielle, saludó a ambas chicas. ―¿Cómo están, chicas? De seguro muy contentas por irse de gira con todas estas bandas.
―Como estoy acostumbrándome a verlos, no resulta muy impresionante. ―Dijo Arabella. ―Pero luego lo piensas mejor y es como: Oh por Dios, oh por Dios, esto es real. Estoy con ellos, estamos respirando el mismo aire.
―Somos afortunadas. ―Continuó Jackie.
―Y que lo digan. ―Siguió Elvis. ―Siguiendo, chicas, ustedes tienen preguntas para TPM y MS ¿no es así?
―Sí, ayer logramos que se hicieran tendencias #asktpm y #askms, ambas escogimos unas cuentas porque realmente nos llegaron miles, muchas inapropiadas, por cierto. ―Arabella soltó una risita con lo último. ―Dejaré que Jackie comience.
―Uhm. Sí, tengo una pregunta de @Dexters_wife. ―Inició Jackie. ―Si pudieran salir con alguien de su banda ¿Quién sería?
―Antes de responder quiero dejar en claro que estoy muy sorprendido, no tenía ni idea de que ya estaba casado. ―Bromeó el peli-negro. Todos rieron. ― Sydra y Adelice me llevarán a la hoguera.
―Dexter y Sydra son cool juntos. ―Explicó Rainbow. ―Y también está intentado ligarse a Adelice Coleman de The Granade Chapter.
―Hey, querida, tuviste tu oportunidad. No me vengas con celos ahora. ―Dexter se ganó un intento de golpe por parte de su compañera de banda.
―Pero creo que eso deja claro que no escogería a Dexter Hepburn. ―Continuó la chica.
―Tú no, pero yo sí. ―Jason la interrumpió. ―Vamos, no puedes decirle que no a este chico.
―Aw, también te amo, caramelito. ―Dexter abrazó a su rubio amigo. ―¿Saben que ya cumpliremos diez años juntos?
―Esa, señores, es una relación envidiable. ―Dijo Adam. ―Espero que Kenzo y yo podamos durar tanto. Crucen los dedos.
―¿Y tú Tristan? ―Preguntó Jackie.
―Uhm, con Blake. ¿No han visto que ya vamos dándonos muestras de afecto públicas?
―Hermano, no estás ayudando. ―Comentó Blake. ―Pero quiero aclarar que él sería la chica.
―Oh por Dios, Blistan es de mis ships más preciados. ―Exclamó emocionada, Arabella. ―He escrito cada fan-fic Blistan existente, bueno, la mayor parte. Y aunque Blake sea mi crush, prefiero Blistan. De todos modos aún me queda Kenzo. ―El rubio junto a ella la miró sorprendido. ―Quise hacer lo mismo con Mainbow, ya saben, las fan-fics, pero Marc no me deja. ―Rápidamente se ganó una mala mirada de parte de su hermano. ―Da igual, me queda Photoshop.
Aclarándose la voz después de haberse reído por el comentario de Arabella, Elvis dijo: ―Marc, dinos ¿con quién saldrías?
―Incluso si Dexter y Jason fueran las chicas más ardientes, aunque comienzan a parecer mujeres por el cabello, no saldría con ninguno de ellos. ―Se ganó abucheos por parte de sus compañeros. ―Así que supongo que saldría con Rainbow… o conmigo mismo, porque vamos, ¿me han visto? ―Todos rieron de nuevo.
―Sí, Marc. ―Arabella lo interrumpió. ―No tienes moral para reclamarles sobre el cabello, de todos modos ya le has ganado a Rainbow.
―Estás celosa de que inclusive en mi forma femenina, sería más linda que tú.
―Ya que tocamos el tema del cabello. Creo que deberíamos apostar a quién se lo deja crecer más. ―Indicó Elvis. ―Cuando regresen a New York para año nuevo mediremos cuánto ha crecido el cabello de Marc, Dexter y Jason.
―Hablando de medir, ¿por qué no medimos quién es más alto, si Marc o Kenzo? ―Dijo Bethany.
―Creo que miden lo mismo. ―Respondió Tristan. ―Lo que hace lucir a Kenzo más alto es su cabello.
―Por lo menos yo no parezco semáforo en rojo.
―Tranquilas, nenas. Ambas son lindas. ―Interrumpió Blake.
―Chicos, tienen el look, el talento y carisma. No necesitan llamar la atención con escándalos porque son músicos fantásticos. ―Una ola de “aw’s” resonó por el comentario de Elvis. ―Sigamos con las preguntas.
―Relacionado con lo que acaba de decir Mr. Duran, ―Arabella fijó la vista en su teléfono celular. ―Tengo una pregunta de @kadamrlzmyworld. ¿Cuál es el mejor rumor que han oído sobre ustedes?
―Uhm, sí. Diría que, uhm, sobre que uso pelucas. Ya sabes, por los diferentes colores de mi cabello. ―Tristan jugaba con el cable celeste de sus auriculares. ―Recuerdo que twiteé algo como: “¡lo han descubierto! En realidad soy calvo.”
―Oh, recuerdo ese tweet. Entre todos quisimos hacerlo real e intentamos rapar la cabeza de Tristan. ―Confesó Adam.
―Estuvieron persiguiéndome con una rasuradora por como una hora. ―Soltó una risa al contarlo.
La entrevista siguió entre risas, comentarios random y anécdotas. Jackie y Arabella siguieron con sus preguntas. Ambas bandas convivieron bien e incluso, por un momento, parecía que Marc no detestaba a nadie.
―Nos hemos divertido mucho con ustedes, quiero agradecer a nuestras vloggers por sus preguntas. Bien hecho, chicas. ―Ambas sonrieron. ―Estamos ansiosos por escucharlos en el concierto acústico para las ganadoras de “Let’s get mad, punk and wild!”, también estaremos en su presentación en el MSG. ―Todos soltaron diferentes sonidos de emoción. ―Les deseamos lo mejor para este increíble tour y muchas gracias por haber venido.
Los chicos de Mad Sounds estaban muy emocionados, más de lo usual. Es decir, por lo general parece que cada uno ha ingerido, por lo menos, a tres tazas de café (incluso Blake); pero ahora parecían gerbos alimentados con cuatros six-packs de Mountain Dew. La canción que presentarían en unos minutos era de las preferidas, por todos los chicos, y la versión acústica, en especial, les fascinaba.
El simple hecho de estar rodeada de sus bandas, tríos, dúos y solistas preferidos, hacía que el pobre corazón de Arabella no pueda latir como es debido, tanta emoción para una pequeña muchacha de dieciséis años no era buena y si hablamos de Arabella, con más razón. Los Allman eran muy distintos: Arabella, un terrón de azúcar con todo el que conocía, al extremo de que demasiado azúcar resultaba molesto para muchas personas, pero así es ella… entrometida, habladora (es difícil hacerla callar, en serio), apasionada y mandona; y luego tenemos a Marc, que, bueno, es Marc.
Debía concentrarse, sus crushes viajarían con ella alrededor del mundo, esto resultaba más grande que la vez que llegó al millón de suscriptores para su blog. Ya no estaría fangirleando a distancia, no debía inventarse cada cosa para entrar a un concierto y no le acumularía bilis a Marc, probablemente. Pero hablamos de Arabella Honey Allman, la chica que hace un año se metió en ese concierto indicándoles a los de seguridad que era novia del baterista, y ellos no le creyeron, y vamos… la chica les salió con “mi nombre es Arabella Honey Allman y si van allí y le piden al baterista que me eche un vistazo, él les dirá que 1. o soy su novia o 2. quisiera que lo fuese”. Uno de los hombres lo hizo, y el baterista les salió con algo como “sí, es mi novia, déjenla entrar al show.” Más tarde el tipo este quiso ligar con ella y así fue como Arabella rechazó al baterista de los Milkyways.
Mientras veía a Greenless presentarse 1. no dejaba de preguntarse si alguien como Carter Mercury era real y 2. sacudía a Jackie y Nikola cada que el chico en cuestión cantaba. “Arabella, me voy a quedar sin brazo.” se quejó la rubia. “Vamos Watson, ¿y tu sentido aventurero?” respondió emocionada. “Uno no tiene que ver con lo otro.” Indicó. “No apresures conclusiones, querida.” y con eso Jackie se calló.
Sintió que su teléfono celular sonaba. Entonces, después de suspirar molesta porque la estaban interrumpiendo, fue en busca de un lugar más calmado para responder. En el camino tropezó con unas cajas que habían dejado y empujó a la persona que estaba frente a ella, gracias a Oprah, este chico (supuso que era uno, tenía manos de chico) no cayó, eso hubiera sido embarazoso.
―No sabes cómo lo siento. ―Se disculpó levantando el teléfono celular pensando que quizá sería una buena excusa.
―No hay problema, ser empujado estaba en mis planes, de todos modos. ―Cuando el chico levantó la vista a Arabella casi se le sale el corazón, tenía a uno de sus crushes frente a ella.
―Jesús. Alex Delarge. ―Casi gritó.
―Así que sabes cosas de mí ¿eh?
―Sé cosas sobre muchas personas, realmente. Suena raro, pero te aseguro que no soy peligrosa.
―Qué pena, si hubieras sido una acosadora no me molestaría en absoluto que me dispararas en un futuro. ―Arabella no sabía si tomarlo en serio o reír. Él parecía convencido.
―Podría hacerlo, ya sabes, si quieres. ―Alex la miró enarcando una ceja. ―Ser tu acosadora, no dispararte.
―Muy lista. A todo esto, lamento no saber tu nombre.
―Arabella. ―Indicó extendiéndole la mano. ―No Arabelle ni Annabella. Arabella. ―Repitió.
―¿Supongo que tienes apellido? ―Preguntó devolviéndole el saludo.
―Allman. ―Al ver cómo la expresión del rostro del muchacho cambió, se adelantó a responder lo obvio. ―Sí, hermana del líder de The Punk Muffins. No lo escogí como familia, pero si pudiese haberlo hecho… seguiría siendo él.
―Son muy diferentes, sin ofender.
―Según dice, él sacó la belleza, talento, inteligencia y demás agregados. Pero, entre nosotros ―Arabella le hizo una seña para que se acercara más, tuvo que ponerse de puntillas para llegar al oído de Alex. ―Creo que la humildad es lo que más necesitaba.
―Oh. Pero tú eres muy linda, por cierto. ―Y eso fue todo, la pequeña abrió los ojos emocionada reprimiendo las ganas de abalanzársele y repartirle pequeños besos por doquier. ―¿Estás bien? ―Arabella asintió frenética.
Después de unos segundos en silencio, vaya cosa rara, intentando calmar sus emociones, dijo: ―¿Sabes qué me molesta? ―Alex hizo un gesto pidiendo que continuara. ―Los nombres. Y digo, mis padres tuvieron cientos de opciones y a mi hermano le pusieron Marc Daniel Allman. Su. Segundo. Nombre. Es. Daniel. ―Aspiró aire molesta. ―Entonces estoy yo. Una piensa que ya tendrían experiencia con esto de nombrar hijos, pero no. De los millones de nombres disponibles se les ocurrió ponerme Arabella Honey Allman. ―Se llevó ambas manos a las mejillas. ―Debo lidiar con algo como Honey por segundo nombre.
―Por lo menos no eres Kenzo.
―Calla, Kenzo es crush. ―Le hizo la seña de silencio. ―No puedo permitir que uno de mis crushes se burle del otro. ―Su teléfono sonó de nuevo. Soltó un “ugh” molesta. ―Por Cristo. No puedo creer que me arruinen otro momento. ―Arrastró el dedo índice hasta el ícono para responder la llamada. ―¡Marc! Más vale que sea importante porque te juro que te castraré si se trata de una estupidez.
Después de que lo dicho por su hermano, que efectivamente era una tontería como “Jason no encuentra su bandana roja. No la has vendido por E-bay ¿no es así?” (y es que ella sí la había tomado, pero para dársela a una fan porque la pobre chica lucía desesperada. Sasha prometió no decir nada de su habitual irrumpir y escapar) Se apresuró a reunir su equipo e ir en busca de Mad Sounds, logró persuadir al ayudante del manager de la banda para que le dejara hablar con los chicos después del concierto. Gracias a eso, Edmond entraba en su lista de “gente cool”.
Divisó a los cuatro chicos sentados en un sofá. Sudorosos y aun así hermosos. Saludó a Circe a distancia. Cuatro metros eran los que la separaban de sus crushes más fuertes (todos los chicos de MS). Suspiró esperanzada con la cámara en mano mentalizándose para no perder el control al estar con ellos.
―Y vas a acercarte o solo te quedarás ahí ¿huh? ―Dio un saltito al escuchar al chico este que le parecía conocido. Es decir, creía que muchas personas eran conocidas porque las había visto por ahí en algún momento. Solo que recién iba aprendiéndose los nombres de todos.
―Maldición. No vuelvas a hacer eso, en la vida. ―Apuntó mirándolo molesta. ―Estuve a punto de soltar mi cámara, pude haberte asesinado si eso sucedía.
―Ay sí. Y como la cámara es tan preciada. ―Se burló levantando las manos. ―Estos vegetales son filmados todo el día, un poco mas no le harán daño. Así que anda, hazlo de una buena vez.
―Ajá. ¿Tú eres?
―¿Acaso importa, fangirl con ínfulas de vlogger? Grábalos y ya. ―Arabella comenzaba a perder los estribos. Intratable, molesto, grosero.
―Espera, ya sé quién eres. Hermanastro de Kenzo. ¿Roth?
―Reed. ―Le corrigió, áspero.
―Ajá, sí. Como sea. Ahora, ¿puedes dejar de ser la lluvia en mi día de verano y permitir que me acerque a Mad Sounds? ―Intentó avanzar, pero este chico, Reed, no se movía.
―Dios, niña. No sé si te has dado cuenta, pero comenzó a llover hace como diez minutos.
―Ese no es el punto. Así que, apártate.
―Chica, no te estoy atando de pies y manos, adelante. ―Le hizo un torpe ademan con las manos cediéndole el paso.
―Eso es lo que pienso hacer.
―Entonces ve.
―No me digas que hacer. Si lo haré será porque lo decida, no porque me lo has dicho.
―Dios, niña, en serio. ―Reed soltó aire negando cansado.
―Oh, genial. Ahora soy "niña". ¿Sabes los problemas que te estás ganando?
―Wow. De verdad, estás sobre-actuando.
―Tú estás bajo-actuando. Y como sea, ya deja de quitarme tiempo. Esta discusión no va a ninguna parte.
―Eso intento, tú eres la que no deja de hablar. ―Reed levantó los brazos al aire en signo de rendición. ―Y, por cierto, si fuera una discusión significaría que aún hay lago porque pelear, pero claramente ya he ganado.
―Entonces ahora soy una charlatana. ―Se puso roja, pero de ira.
―Tus palabras, no mías.
―No tengo tiempo para esto.
―Y Mad Sounds no tiene tiempo para una groupie como tú, y lo sabes, y solo por eso sigues hablando conmigo. ―Esa fue lo que se necesitó para rebasar su límite de paciencia, quiso golpearlo, pero le había prometido a Marc no meterse en problemas, por hoy.
―Eres un idiota.
―Quizás, pero lo reconozco, ¿lo reconoces tú?
―Sí, también reconozco que eres un idiota. Creí que ya lo había dejado en claro. ―Dicho esto pasó casi empujando a Reed y se fue a entrevistar a los chicos.
Si dejaba de lado el hecho de que Reed la haya fastidiado, la entrevista fue más que perfecta. Los chicos eran muy agradables y la dejaron con bastante material para su siguiente video, se divertiría bastante editándolo. Sonrió por inercia al revisar la última parte de la grabación en la que los chicos le decían al público que se suscribieran al canal de Arabella.
―Hey. ―Llamó su atención sentándose junto a ella.
―Oh no, no otra vez. ―Se removió en su lugar.
―Tranquila, vengo en son de paz. Kenzo me lo ha pedido, solo por eso. ―Al escucharlo, la oji-miel sonrió de nuevo. ―Y… ¿Tienes más bandas favoritas, además de la banda de tu hermano y la del mío? ―preguntó.
―Sí, bueno. Algunas personas tienen vidas; otras tienen música.
―Y algunas personas no tienen ninguna de las dos.
―Exacto. Pero ese no es el punto.
―Genial. Entonces, bandas.
―Cierto. En primera, la banda de mi hermano no entra en la lista, no preguntes, solo no está y punto. ―Reed asintió inseguro. ―Segundo, sí. Tengo más bandas además de Mad Sounds. Recientemente se ha incluido Greenless y no es solo porque ande caliente por Carter Mercury, su música es buena, también. ―Sonrió levemente al notar que el chico no lucía espantado o algo peor. ―Y podría decirse que tengo una ligera obsesión con Fall out boy, Panic! At the disco y los Arctic Monkeys… nada grave, lo juro.
No le gustaba aceptarlo, pero necesitaba un favor de su hermano. Si tan solo fuera un poco más comunicativa no le estaría pidiendo esto, pero necesitaba desesperadamente que le ayudara a encontrar a Marc. Sasha y Hell la ayudaban, pero sabía que al verlos, Marc huiría con más razón. El chico cabeza-de-trapeador se le escapó por tercera vez en el día. ¿Qué tanto le costaba dejarse cortar el cabello? Ni que le fuera a doler.
―Carter. ―Empezó usando un tono bastante dulce e inusual en ella. ―Carter, cariño. ¿Hace cuánto que somos íntimos amigos?
―No somos amigos. Somos hermanos.
―Somos mellizos. ―Aclaró. ―Eso significa que fuimos amigos desde que mamá quedó embarazada.
―¿Qué necesitas, amiga?
―Ayúdame a encontrar a Marc, por favor.
―Já. ¿Y por qué lo haría?
―Oh por todo lo santo, Carter. ¿Acaso no soy buena contigo? ¿Acaso no hago que tu banda, en especial tú, luzcan decentes en cada aparición?
―Ese es tu trabajo. ―Carter regresó la mirada a su portátil.
―Pero podría no querer hacerlo bien, ya sabes, tal vez te quemaría el cabello o algo.
―¡Oh Dios! ―Exclamó su hermano antes de comenzar a reír. ―Debes ver esto.
Ahí estaba, cubierta de pintura. Un video mostraba cómo Kristyana se había puesto de blanco fácil la vez que fueron al Paint-ball. Tenía una explicación, ella no quería entrar, pero Hellen la había convencido, el punto es que Kristy jamás dijo que se esforzaría por participar así que ni bien comenzó el juego se quedó parada en medio camino. Tristan le disparó una vez, pero se disculpó. Carter, tan buen hermano, le pegó dos tiros, ella le devolvió tres. Y así hasta que fue eliminada.
Carter la dejó argumentando que iría a mostrarle el video a Ryder. Se quedó sentada pensando: Dios, te juro que voy a hacer un voto de silencio, me mudaré a un monasterio y te adoraré todos los días de mi vida si sólo por esta vez me proporcionas una capa de invisibilidad. Vamos, vamos. Por favor, por favor. Capa de invisibilidad ahora, ahora. Pero nada pasó. Revisó los comentarios hasta que uno en particular le llamó la atención: “Muy buen video, Nikola. Esperamos más. ox” Así que ya tenía alguien para dejar caer toda su ira.
Para suerte suya, y mala suerte de Nikola, este pasaba bromeando con Arabella.
―¿Qué cojones te pasa? ¿Por qué me grabaste? ¿Quién te dijo que podías subirlo? ―Reclamó Kristy. Tan pronto como terminó de decirlo, Arabella se marchó dejando solo al chico con Kristyana.
―Wow, calma bonita.
―No me digas así. ¿Y por qué lo hiciste?
―Se supone que capturara el momento, además, eres de lejos de las más bonitas en este tour, ¿por qué negarle eso al público? ―Rápidamente sintió sus mejillas arder, claramente no estaba acostumbrada a este tipo de cumplidos.
―Esto no se queda así.
―Pero claro que no, podemos ir a cenar, si quieres. Entonces decidirías si terminarlo ahí o no.
―Joder. Te estás ganando una enemiga peligrosa. ―Se le acercó peligrosamente. ―¿Qué fue lo terrible que te hice para merecer esto?
―Vale, vale. Lo siento.
―No. La que lo sintió fui yo. ―Tragó duro. ―Mi aspiración en la vida, una de muchas, es ser invisible y soy muy buena en eso. ¿Por qué quieres arruinarlo?
―Ya te pedí perdón.
―Dios perdona, Nikola. Yo no.
Jason había sido su mejor amigo desde los 12 años, cuando ambos finalmente admitieron el hecho de que era probable que ninguno de los dos atrajera a nadie más como mejor amigo. Lo quería como a un hermano más y probablemente él era la única persona que conocía la mayor parte de Dexter Hepburn, él era de lejos el ser vivo con el que ser cool resultaba bastante divertido… hasta que conoció a Sydra, claro. Jason seguía siendo su favorito, pero la líder de Greenless le resultaba especial.
Si seguimos con las chicas, llegamos al tema de Adelice. Se supone que debería haberse acostado ya con la chica Coleman, pero no, eso no había pasado. Por extraño que sonase, la noche que la llevó a cenar se la pasó muy bien, pero por un lapso de estupidez momentánea prefirió acompañarla hasta su habitación en lugar de llevarla a la suya. No se perdonaría eso, jamás. Es Dexter Hepburn a quien nos referimos, si se propone acostarse con alguien, lo cumple. Pero bueno, para otro día será.
―Entonces. Tessa Kravitz y tú ¿huh? ―Decía tomando su bajo para el soundcheck.
―No lo sé, es decir, tampoco te importa. ―Respondió Marc.
―Vamos, Allman. No seas niña.
―Y tú no seas gilipollas y concéntrate en tocar. ―El rizado tomó su guitarra.
―Si no hablas de esto conmigo ¿con quién lo harás? ¿Rainbow? Sería demasiado incómodo para ti. ―Dexter tenía un punto, maldita sea, claro que lo tenía.
―No tengo idea de cómo es que consigues cogerte a tantas chicas.
―Bueno. No soy conocido por mi dedicación o generosidad de espíritu, así que probablemente sea porque soy caliente. ―Expresó buscando una botella de agua. Ambos rieron.
―Sí, bueno, puede que haya algo con Tessa. ―Confesó. ―No estoy muy seguro.
―Honestamente, ella está buena, pero no está taaan buena. ¿Sabes quién de verdad está buena?
―¿Quién?
―Adelice Coleman y Sydra Monterleigh.
―Esas son dos, Dexter. Aprende a contar, hombre.
―No fastidies.
―Por otro lado, te recuerdo que dijiste eso de la rubia esa en el concierto de Denver.
―Puede que ella haya estado buena, pero también era 1. agresivamente insípida y 2 una absoluta, intensa e íntegra perra.
―Tienes razón.
Cuando terminó la conversación con Marc, porque Rainbow apareció, se dispuso a salir al escenario. En el camino observó cómo su pequeña hermana intercambiaba gérmenes con su, uhm, novio. Esperó hasta que Lucy se fuera, lo que no demoró mucho, y decidió molestar un poco al chico. Cualquier chico, sin importar que fuese novio de Lucinda, le caía automáticamente mal por ser exactamente eso, novio de su hermanita.
―Dexter.
―Shane. ―Imitó el saludo del moreno. ―Caminemos. ―Indicó moviendo la cabeza para que lo siguiera. ―¿Cómo van las cosas con mi hermana?
―Bien. Sí. No puedo quejarme, es maravillosa.
―Es una Hepburn, lo ha sido desde que llegó a este mundo. ―Dijo como si fuera lo más obvio. ―¿Sabes? Existen hermanos sobreprotectores, Shane. ―Comentó colocando el brazo por sobre los hombros del moreno. Se detuvo de golpe. ―Y créeme, Dexter Hepburn es de los peores.
―Otelo. ―Lo llamó.
―Ziggy, dichosos los ojos que te ven.
―Vaya, que original. ―Viró los ojos con ambas manos en las caderas.
―Vamos, me agarraste desprevenido. Puedo hacerlo mejor.
―Me desvías del tema. En fin, te necesito.
―Sabía que tarde o temprano lo admitirías.
―Podrías, por unos minutos, dejar de intentar ligarme y actuar como el profesional que, ambos sabemos, eres muy en el fondo. ¿Por favor?
El chico suspiró desanimado. ―¿Qué puedo hacer por ti?
―En diez minutos es el soundcheck de Greenless, promete que harás exactamente todo lo que te diga. ―Explicó sacando unos comunicadores del bolso que siempre llevaba (quizá lo único femenino de Ziggy). ―Te hablaré por medio de esto. ―Indicó colocándole uno de los comunicadores. ―Muy simple.
―Si hago todo bien ¿qué ganaré?
―Ambos conservaremos nuestros empleos y evitaremos que a Aleen le dé una crisis.
―Necesito más motivación. ―La oji-azul lo miró enarcando una ceja. ―¿Aceptarías salir conmigo?
―¿Vas en serio?
―¿Sabes? De repente como que me siento indispuesto, ―Inició dramatizando. ―Quizá debas pedirle a alguien más que te ayude con esta improvisada prueba de sonido. Pero… oh, cierto, los demás sonidistas y técnicos de luces ya están ocupados con otros actos. ―Se llevó una mano a la frente y otra a la altura del corazón. ―Dios, que pena. A la pobre Aleen le dará un infarto y seguro que Nicky y Gerard se pondrán fúricos.
―Eres terrible.
―¿Eso es un sí?
―Cinco minutos. ―Ziggy se colocó el otro comunicador. ―Quiero que tengas todo listo en cinco minutos. ―Otelo sonrió complacido. Ella volteó de repente. ―Nada de chocolates, corazones o esas cosas cursis y patéticas que les emocionan a las niñas. ¿Entendido? ―El muchacho asintió obediente y fue a preparar su equipo.
En lo que buscaba a Britt vio como el chico rubio de Mad Sounds intentaba coquetear con Zily, rio para sí misma, pero al parecer, él lo notó. La miró mal, ella le devolvió la mirada y se fue. Era gracioso y más por el abrupto cambio de humor que había tenido.
―Oh. Eso era algo que merecía ser documentado. ¿Dónde se mete Arabella, Jackie o alguno de los vloggers cuando se los necesita? ―Dijo acercándose a la morena.
―No te burles, no es gracioso. ―Respondió Brazil revisando su tabla de tareas.
―Lo fue para mí. Digo, que tan seguido ves a Kenzo Ogden siendo ignorado por Brazil McCardi.
―No lo estaba ignorando.
―Claro que lo hiciste, eso me lo confirma aún más.
―No y, ―Se calló al ver una mata rubia. ―Hey, Cora, ¿has visto a Dexter?
―Se supone que tú eres su niñera, yo soy la de Tristan. ―Comentó la rubia sin detenerse.
Tessa adoraba a su familia, en realidad adoraba a medio mundo, si fuese por ella, hubiera llevado consigo al tour a alrededor de unas ciento diez personas. Vamos, esta chica era la Madre Teresa de la gira. Le agradaba ayudar a otros, sentía que importaba y era útil en algo. Y quería a su madre, pero sus constantes comentarios, críticas, que ella fuera quien dirigiese su vida y todo el asunto, la estresaban bastante. Daba gracias por tener a personas como Monica, Edmond, Ives, Cindy, Lucas, Derrie y Anabelle en su vida. Si bien era cierto que tres de los mencionados eran familia, ella confiaba en todos y ese era su peor error, confiar ciegamente; y sí, puede que no fuera muy unida con Anabelle, pero la quería demasiado y deseaba que llegaran a ser unidas. Cuando se las arregló para que Chelsie convenciera a su madre de dejar que la castaña viniera con ellas de gira, imaginó que era un paso más para acercarse.
―Debiste haberme visto, fue épico. ―Comentó la rubia. Por el silencio de Tessa sintió que algo andaba mal. ―Oh, no quiero aburrirte con mis cosas, podemos hablar de algo más, si quieres.
―Ah, no. Está bien, sigue con tu historia. No me aburres. ―Dijo apenada. ―De hecho, me haces sentir como que importo. Te tomas el tiempo para contarme todo y me alegra, me siento incluida, como que… encajo. ―Confesó.
―Pero claro que importas. ―Decía Ives sonriendo. ―Pero segura que no quieres hablar sobre tu madre… o Marc. ¿huh?
Tessa se quedó en silencio una vez más, había evitado pensar en esos temas. Se complicaba demasiado. En especial con Marc, ella podía haber jurado que el dulce arcoíris, como le gustaba referirse a Rainbow, y él eran algo. Quizá era inocente, pero no tonta ni mucho menos ciega; así que el hecho de que Marc se le haya acercado así de repente la ponía en duda sobre muchas cosas. Deseaba confiar, pero algo en lo profundo le advertía que se cuidara. Y por lo santo y sagrado, debió hacerle caso. Por supuesto que tenía que desconfiar, ambos (Marc y Tessa). Ninguno, creo, sabía que sus managers eran los que estaban acercándolos, Amelia había quedado con Kean y Kelsie en crear esta relación para incrementar la fama de ambos.
―El punto es que realmente no le importa; es solo que la forma en la que soy le hace quedar mal. ―Le explicó a Ives. La rubia supo que hablaba de su madre. ―Como en el after party en Denver. ¿Sabes qué me dijo? Y la cito: “no me importa en absoluto si te embriagas hasta perder el sentido, si llegas al hospital con una sobredosis o como sea, pero no me avergüences, ni al apellido Kravitz frente al público.” Ridículo.
Después de que se le fuera el tiempo hablando con Ives, optó por recorrer el MSG sin objetivo alguno, solo quería despejar su mente de tantas dudad. Escuchó como si alguien estuviera pidiendo ayuda así que corrió hasta una habitación de la cual provenía música. Extraño.
Pero no era ninguna víctima, era su muy lejana hermana. Tragó duro por haberla confundido.
―Oh, Tessa. No me di cuenta que entraste. ―Expresó bajándole el volumen al aparato. ―Uhm ¿y qué crees?
―Shelby. ―Entonces las alucinaciones se presentaron: en el hombro izquierdo tenía a Ricky y en el derecho a Delaware, ambos en tamaño figura de acción. “Anda, dile la verdad. Eso fue terrible. No sé si mis pobres oídos vayan a recuperarse.” Dijo ese imaginario Ricky Montana. “Dramatizas. Y no, no puedes decirle eso a tu pobre hermana. Dile que estuvo bien.” Comentó la alucinación de Delaware. “Eso es mentir.” Contraatacó el rubio. “Mejor que dañarle su ya baja autoestima.” Dicho esto, ambos desaparecieron. ―Eso- eso estuvo muy bien. ―Mintió. Su hermana sonrió sonrojándose.
―Aquí estás, vamos atrasadas para la prueba de maquillaje y peinado. ―Su adorada Moon apareció para rescatarla. ―Luego debemos quedar con Cindy, Lucas y los demás chicos de la banda sobre las canciones para mañana.
―Nos vemos luego, Shelby. ―Se despidió sonriendo, pero sintiéndose culpable por haberle mentido.
Miró su reflejo, lucía hermosa, pero en lo profundo no se sentía así, aunque eso ya era algo común. Tessa podría escuchar de cientos de personas lo hermosa que era, pero jamás lo creería realmente, le faltaba autoestima, era obvio. De momento quería apreciar el trabajo que Cat había hecho. Le encantaba todo, el cabello, maquillaje, todo.
―Y bien ¿te gusta? ―Preguntó una Cat tímida.
―Oh vamos. ¿No es un terrón de azúcar? ―Dijo la semi-rubia estrujando a la pequeña pelirroja. ―Mírala, es todo amor. Hasta se llama Cat… es como un gatito. ―La estrujó aún más fuerte. ―¿Podemos conservarla? Di que sí, por favor Monica.
―Tessa, no puedes conservar a una persona como lo harías con una mascota. ―Explicó la morena intentando que la semi-rubia soltara a Cat.
―Moon of my life, no me refería a eso. ―De repente Tessa la soltó. ―Quise decir, que si Cat puede ser mi estilista definitiva. ―Y la necesitaba. La madre de la oji-azul no le dejaba tener una que durase más de dos actos seguidos, según ella, no hacían el mejor trabajo así que debía ir probando las habilidades de cada una. Pensándolo bien, Delaware, Cindy y Monica eran las únicas personas constantes en su carrera.
―Hablaré de eso con Chelsie.
―Muchas gracias, te adoro, Moon. ―Se levantó dispuesta a estrujar, ahora, a quien considera su más fiel amiga.
―El maquillaje, Tessa. ―Dijo la pelirroja antes de que le plantara un beso en la mejilla a Monica.
―Cierto, lo siento.
bxmbshell.
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