Proyecto de Biología.

Tablón de la Gossip.

El verano había terminado, un nuevo curso escolar empezaba, viejos amigos se encontraban y nuevas relaciones se formaban. Craig Miller observaba con cierto desprecio a las personas a su alrededor, desde hace tres años su madrastra había sugerido que las clases en casa de Craig terminaran y empezara a relacionarse con personas de su edad, el chico nunca lo había superado. Simplemente odiaba aún más a esa mujer que se había venido a casar con su padre cuando su madre apenas llevaba dos años muerta, Craig extrañaba a su madre, a su dulce madre, quien lo había alejado de la sociedad por miedo de que este pudiera destruir a inocencia de su hijo pero para sorpresa de todos en menos de un año Craig se había adaptado a la perfección a este estilo de vida y lo había hecho bastante bien. Conseguir la popularidad fue algo bastante fácil para él, tenía todos los requisitos: guapo, millonario y por supuesto la personalidad, aunque Craig casi nunca lo admitía o simplemente alegaba que las personas no tenían la suficiente paciencia, él tenía una personalidad bastante mala.

Era el primero en llegar de los chicos de su grupo, la casa de Craig era la más cercana a la escuela, no era realmente que los necesitara muy pocas veces se había llevado bien con alguno de ellos pero en esta escuela uno tenía que guardar las apariencias bastante bien. Se quedó parado en la puerta de escuela con su mochila en la espalda y su celular en la mano fingiendo hacer algo interesante, aunque simplemente jugaba el conocido Flappy Bird, con su audífonos puestos escuchando a Bon Jovi a todo volumen. Algunas chicas nuevas se le quedaban viendo, como si buscaran alguna señal que el chico les prestaría atención, así paso un buen rato hasta que sintió la presencia de alguien más, frente a él estaba Day Reddington, Craig simplemente lo saludo con un movimiento con la cabeza para seguir con la atención fija a su emocionante partida de Flappy Bird, llevar treinta tubos era emocionante para el joven, Craig conocía a Day pero no lo suficiente para considerarlo su amigo, realmente no consideraba a alguien su amigo. Los hermanos Keen aparecieron después, primero Peter y los pocos minutos Rebecca, Craig sabía por unas cuantas fuentes que ellos nunca venían juntos pero no se sorprendía, si estudiara con su hermana muy pocas veces la hubiera querido ver en la escuela, y de ultimo casi cuando el molesto timbre de la escuela marcaba el inicio de las clases llego Jonathan Mitchell. Fue cuando juntos entraron, como un grupo exclusivo del cual nunca serias parte, los demás estudiantes tenían la molestia de llamarlos “chicos kúles” aunque Craig prefería no usar ese nombre, o cualquier otro, simplemente eran un grupo de chicos que compartían popularidad.

Karime Carters se encontraba en el salón de clase esperando la llegada del profesor, ya había algunas personas a su alrededor pero a ella no le importaba mucho, casi nunca lo hacía, ella nunca había sido buena haciendo amigos, entre la presión de sus padres y el sacar buenas notas, lentamente se había apartado del mundo social para dedicarse a leer libros y siempre conseguir un diez en su promedio. El día de hoy no parecía diferente, aunque fuera el primer día de clase.

Oliver sonrió cuando toco la puerta de la clase de literatura, había llegado tarde, no era algo que debiera extraño, él muchas veces habia llegado tarde. La maestra de literatura abrió la puerta y le lanzo una mirada severa.

―¿Por qué has llegado tarde?

―Lo de siempre.

La maestra se hizo un lado y lo dejo pasar, Oliver ignorando la mirada curiosa de algunas personas se dirigió a su lugar al fondo de la clase, había llegado tarde por una pelea de sus padres, siempre se la pasaban discutiendo, no era que al chico le importara mucho pero comenzaba a afectar sus horarios. Se dejó caer en la silla mientras sacaba el libro que le habían encomendado leer para las vacaciones “Battle Royale”, debía admitir que el libro había estado bastante bueno y no podía ignorar que de algún modo esperaba alguna secuela, a su lado estaba Len, uno de sus mejores amigos, había visto a Len ayer por la noche así que no necesitaba algún saludo energético como lo habían hecho la mayoría de las personas de esta sala cuando se encontraron con sus mejores amigos, ayer había peleado, algo simple nada que pudiera asombrarlo. Muchas veces le habían preguntado porque lo hacía, él tenía dinero no necesitaba más pero la verdad era que Oliver sabia de algún modo que él era adoptado, todo el dinero se iba al orfanato donde según los papeles el había pasado unos meses,  le gustaba ir a ese lugar, convivir con los niños y esas cosas.

Scott buscaba sus libros para la siguiente clase, estaba seguro que estarían en su casillero pero estaba claro que se habían quedado en su casa, sabía que el maestro de biología no lo dejaría entrar a su clase si no se presentaba con su libro; pero tenía que intentar.
Como si lo hubiera adivinado, el maestro casi no lo había dejado entrar, pero gracias a la intervención de la maestra de valores pudo entrar a salvo a la clase. Se sentó a lado de Rebecca, ella era su amiga desde que tenía memoria, la conocía desde que llego de Nueva Zelanda después de ser adoptado por los Dahan cuando apenas tenía unos cuatro años.

―¡Préstenme atención! ―el maestro grito y el silencio se hizo en la sala―, como parte de un proyecto entre la maestra Susan y yo, tendrán que cuidar unos bebes ―las protestas no se hicieron esperar pero el profesor las cayó casi al mismo tiempo cuando empezaron―, él día de hoy simplemente aprenderemos como funcionan estos nuevos robots que una reconocida empresa nos prestara y mañana las parejas serán formadas, suerte.