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When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
Bueno, si tú no vas a estar cómoda con eso, no hay problemas, escribe un cap con tranquilidad, sin presion, a tu ritmo y como tú lo desees, y cuando llegue tu turno si lo deseas podrás subirlo :) total, tampoco queda mucho :)Ailuu ϟ escribió:¡NO, NELLA! De verdad, es asqueroso. No miento. Además, no me convence de nada lo que escribí.NellaSparksFly escribió:dfgnjadsflkgahsjgaioohas AILUU!!! no digas eso! que seguro que es algo genial :)
Nella †
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
Bueno :3Cammi escribió:Ailuu ϟ escribió:Cammi escribió:Ailuu ϟ escribió:¡Hola chic@s! ¿Cómo están? Espero que bien, yo recién salgo de la pileta.
Les quería decir, que yo tengo algo de cap escrito pero no me convence para nada, creo que es un ASCO y que no merece que lo lean, así que, por ahí para mi próximo turno tengo algo...
¿No lo queres subir hoy, Ailuu? Digo yo no creo que un cap tuyo sea un asco, enserio.
No sé si queres esperar a tu próximo turno o ahora, por mi esta bien :)
No, Cammi. Está horrible, de verdad. Escribí cualquier cosa, además, está incompleto y no se me ocurre mucho, comencé a narrar algo, pero no me gusta la manera en que lo narré, así que tengo que cambiar muchísimas cosas, así que supongo que espero a mi próximo turno, supongo :)
Si vos lo crees, nosotras esperaremos tu turno con ansias :B
¡Ah! Ailuu tengo que decirte que tengo miedo de mi cap porque aparece Louis a lo ultimo pero tengo miedo de decir algo mal o hacer algo mal xd Así que si algo esta mal simplemente decimelo :B
Ok, no hay problema, cualquier cosa te aviso :D
Swaggie.
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
16 de diciembre.
Emma fue la primera en llegar a la habitación ese día, se derrumbo sobre su cama resoplando. Escucho como la puerta se abría de repente y se levanto a ver quién era.
- Activaste la marca.- Dijo Kayla. Ella asintió algo apenada. – Osea que estás segura de esto, lo remplazaras.
- ¡No sé que voy a hacer, Kay! Todo esto es un completo desastre.
- ¿Por qué la activaste entonces?
- Estaba enojada.
- Sabes que si no vas tú hacia ellos, ahora te irán a buscar. – asintió temblorosa.
- ¿Te puedo decir un secreto?
- Claro.
- ¿Me prometes que no se lo dirás a nadie?
- Sabes que puedes confiar en mí, Emma.
- Sé quien es… mi padre.
- ¿Y quién es? – pregunto su amiga interesada.
- Es él, Voldemort. – susurro Emma. Su amiga la miro con ojos abiertos como platos.
17 de diciembre.
Su clase de pociones había llegado a su fin y ahora se dirigía al almuerzo.
- ¡Nott! – escucho que le gritaban, dio media vuelta y observo a la persona que le había hablado.
- Slightouth.
- ¿Puedo hablar contigo? – pregunto él parecía inseguro de hablar con ella, asintió desconfiada. Fueron afuera y cuando estuvieron lo bastante alejados la mirada de Eustace se volvió oscura, Emma estuvo a punto de dar un paso atrás pero se recordó que desde ahora ella no podía tener miedo.
- ¿Qué sucede?
- ¿Lo sentiste?
- ¿Qué?
- La marca, ayer… mi brazo… ardió y la marca tomo más color.
- Yo… - No supo que decir, ¿Pero por qué? Solo tenía que decir parte de la verdad. – Eh, si.
- ¿Qué haremos?
- ¿Haremos?
- Sí, quiero decir esto es un aviso… Estoy seguro que ha llegado algún mortifago que es muy poderoso. ¿Crees que alguien suplantara a ya-sabes-quien?
- ¿A Voldemort? – no podía creer que aun muerto la gente no dijera su nombre. – No lo sé, Eustace y no me interesa.
- ¿Pero…?
- No me interesa. – Dijo antes de dar media vuelta y volver al castillo.
- ¡No hagas ningún plan! – le grito Emma a Beth cuando esta se alejaba por el pasillo.
- Ya lo tengo. – Contesto su amiga, ella no quería que Beth lleve a cabo su plan, porque no tenía ganas de ver a Louis por mucho tiempo. Se pregunto porque la ojivioleta se había levantado sin dar respuesta, entonces llego hasta Malfoy.
¿Qué hacía ella con él? Un escalofrío recorrió toda su espalda solo de pensar que aquel chico pudiera dañar a su hermana. Después de todo Draco había estado en el lago con Pansy cuando Emma casi muere. Nunca había confiado en aquel chico, él era mortifago, sus padres no iban a aceptar a Beth, ella no era sangre pura. No quería que Beth sufriera, ya había suficiente con un corazón roto. Los ojos de Emma se oscurecieron, estuvo a punto de levantarse pero sintió como alguien la sujeto del brazo y la sentó nuevamente en el suelo.
- ¡Vicky!
- Ya sé lo que piensas, pero dale una oportunidad.
- ¡Pero tú ya sabes que es él! ¡Y él estuvo en el lago con Pansy! ¡No confío él!
- Pero Beth si, y ella sabe mejor que nosotras… Como son las personas. – Lo último lo había susurrado. Emma suspiro frustrada, si Malfoy dañaba a Beth ella prometía que lo iba a prender fuego.
Hogwarts 1487.
- ¡Me gustaría tanto ir al baile! – Decía su hermana Kate con aire soñador.
- Solo tienes que esperar un año más, Kate. – Le dijo Marie. Ella hizo una mueca.
- No sé para qué querrías ir a un tonto baile, enserio Katie, no será nada de otro mundo. – Comento Rose mirándose atentamente en el espejo Devonne la estaba peinando entusiasmada.
- ¡Tengo un vestido para ti, Rose! – Comento Dev con una sonrisa, se le daba muy bien la costura y le encantaba hacer sus propios vestidos.
- Ya quiero verlo. – Le respondió a su hermana sonriendo.
- Espero que para mí también tengas uno. – bromeo Marie.
- ¡Oh, claro mi querida Marie, nunca me olvidaría de ti!
- ¿Has decidido impresionar al Señor, Scott? – Pregunto Rose, escucho como a Kate se le escapaban unas risitas de los labios. A veces las dos bromeaban sobre el hecho de que Marie haya aceptado ir con alguien al baile. Todos estaban asombradas de que ella le haya dicho que si.
- Me sorprende como el Señor William se alejado tantos de las mujeres. – Comento Marie.
- Eso se debe querida hermana, a que ahora es un hombre comprometido. – Respondió satisfecha Rose.
- Un hombre comprometido que amara como te veras con este vestido, querida hermana. – Dijo Devonne con una sonrisa, enseñándole el vestido. Rose lo observo con la boca abierta, era maravilloso. Rojo como la sangre, con tonos dorados en los bordes. Tenía un lazo en la cintura del mismo color.
- Es hermoso… - Dijo con admiración.
- Tiene los colores de la caza de él, y los del fuego. – Dijo Devonne con una sonrisa satisfecha.
Sintió como se ruborizaba cuando él pasó su mano por su cintura. Miraban como bailaba todos en aquella sala.
- Permítame decirle, Señorita Fletrut, que se ve radiante esta noche. Tengo que confesarle que me siento a gusto con las miradas de envidia que me lanzan todos los hombres. – Ella negó con la cabeza.
- Eso es porque no ha recibido miradas asesinas de parte de todas las damas de este lugar.
- Que puedo decir somos una pareja envidiable.
- Siempre tan engreído, Señor Humphrey.
- Tendrás que acostumbrarte, querida. Porque vivirás conmigo para siempre.
- Que castigo tan cruel.
- ¿Castigo? Ya veremos si tus gritos son de dolor. – Ella lo miro con la boca abierta sin poder creérselo, su rostro había pasado de un leve rosado a un rojo tan fuerte como su vestido.
- ¡William! – grito escandalizada. Él se limito a soltar una gran carcajada.
- Usted es la que me tentó a decir eso viniendo vestida así, creo que soy afortunado de tenerla a mi lado.
- Que bueno que piense eso, Señor. Porque vivirá conmigo para siempre. – cito ella. – Y yo si puedo hacerlo gritar de dolor.
Él la miro con una ceja enarcada y ella imito su gesto.
Hogwarts actual.
- ¡Beth! – grito Emma desde lejos cuando la vio, al llegar a la chica respiro con dificultad por haber corrido desde tan lejos.
- ¿Qué sucede, Em? – ella miro para todos lados y al darse cuenta que el lugar estaba vacio empezó a hablar.
- Profesor… Curcell… Cazador… ¡es peligroso! – dijo tomando aire después de cada palabra.
- ¿Me estas tratando de decir que Curcell es un…?
- ¡Sí!
- Oh, no. – Su amiga empalideció enseguida.
- ¿Cuántos más hay aquí, Beth? ¿Y si estamos en peligro?
- Entonces tendremos que luchar, Emma. – ella la miro con los ojos como platos por lo decidida que parecía su amiga. ¿Luchar?
18 de diciembre.
Sentada en su mesa de clases de adivinación ya se sentía aburrida, todavía seguía tensa por lo que había pasado la última vez que estuvo aquí. Sintió que alguien tocaba su hombro llamándola. Dio media vuelta y observo a la persona. Era una chica, tenía el cabello color castaño y semi-ondulado. Sus ojos eran de un intenso verde.
- Eh… Yo lo lamento. – Dijo ella con timidez.
- ¿Qué lamentas? – Pregunto la ojiazul confundida.
- Que tu vida no sea fácil, que este llena de oscuridad. – A Emma se le fue el aire de los pulmones y la miro sorprendida.
- ¿De qué hablas?
- He visto… - Dijo apuntado la bola de cristal. – mucha oscuridad a tu alrededor, y fuego, estabas rodeada de fuego. Ten cuidado, tal vez algo malo te suceda.
Emma parpadeo sin poder creer lo que le decía la chica, se fijo en la silla de al lado, Luna todavía no había llegado. Más arriba se encontraba Sam hablando animadamente con Anneliese, no parecían prestar atención hacia donde Emma estaba.
- Esta bien, lo tomare en cuenta. – La chica le sonrío, tal vez contenta de que ella no la haya tomado por loca.
- Soy Valeria, pero puedes decirme Valen.
- Eh… Soy Emma, pero puedes decirme Emma. – Dijo ella con algo de sarcasmo, no podía evitarlo, no confiar en todo el mundo. La chica no se enojo, se limito a sonreír.
- No creas que no puedes cambiar tu destino, Emma.
- Eh, ajá, tomare eso en cuenta también. – Dijo ella dándose media vuelta con los ojos todavía muy abiertos, ¿Qué era aquella chica? ¿Un oráculo humano?
Tenía que alejarse de ella, antes de que descubra todo su futuro, presente y pasado.
El almuerzo era tranquilo, nadie comentaba que en la mañana en el diario había aparecido otro ataque de mortifagos. Emma pincho con el tenedor la tarta que tenía adelante.
- ¿Dónde pasaran las vacaciones, chicas? – Pregunto Agostina.
- En casa, tal vez vaya a la casa de Emma. – Comento Kayla desinteresada del tema, ella se quedo de piedra, esperando que el comentario pase inadvertido para Beth y Luna, después de todo ellas no podían ir a su casa. No podía ir nadie que no sea mortifago.
- ¿Y tu Beth? – Pregunto Kayla, y noto en su voz algo de malicia. Emma la miro con reproche.
- Iré con Luna. – Respondió su amiga sonriente.
- Ya verás que nos divertiremos – comento Luna. – tengo una huerta donde podremos buscar un animal que papá descubrió el otro día, ¡Todavía no descubrió que es! Tal vez nos puedas ayudar Beth.
- Las extrañare. – Dijo Abie nostálgica. Emma la miro con una sonrisa triste, no le gustaba dejar a su amiga, siempre había visto a Abie como una hermana menor, sentía la necesidad de cuidar de ella.
- Te mandare cartas, aparte Iox también se quedara, podrán divertirse los dos. – Comento y Abie hizo una mueca, ella no hablaba con Eliox, pero tampoco iba por ahí insultándolo. Tal vez si le diera una oportunidad podrían ser amigos, quien sabe.
Camino por el jardín, mañana volvería a casa y estas vacaciones iba extrañar mucho estar por Hogwarts. A lo lejos vio alguien que le daba una fuerte patada a un árbol, corrió hacia la persona enojada. ¡La naturaleza no merecía ser tratada así! Cuando estuvo cerca lo escucho hablar solo.
- ¡No te preocupes, Eustace, podrás proteger a tu prima! – Parecía que se daba confianza a sí mismo, o realmente estaba loco.
- ¿Protegerla de qué? – pregunto curiosa, siempre escuchaba a Eustace decir que debía proteger a Vicky, pero nunca se entero de qué.
- Nott. – Dijo él dándose vuelta. – eso no te interesa.
- Claro que sí, es mi amiga, casi mi hermana…
- Lo que sea, no te puedo decir.
- ¿Tan malo es? – Eustace hizo una mueca. – Si me lo dices, te diré unos de mis secretos.
- ¿Estas dispuesta arriesgar tus secretos? ¿Tanto la quieres?
- Cuando se trata de mis amigos, soy capaz de arriesgar hasta mi propia vida. – Dijo segura.
- Solo te puedo decir que trates de mantener a Vicky alejada de su casa. – Emma lo miro sin comprender, pero su cabeza empezó a maquinar miles de manera de mantener a Vicky alejada de allí. ¿Pero qué haría? ¿Invitarla a su casa? ¿Eso era más seguro?
- Esta bien… - Asintió sin preguntar más. Él se sorprendió por eso.
- Ahora dime tu secreto. – Ella arqueo una ceja.
- Tu solo me has dicho la mitad, así que yo hare lo mismo. – Miro para todos lados antes de hablar. – Si realmente quieres ayudar a Vicky, si ella corre peligro… Ven a mi Eustace, ven a la casa de los Nott y pídeme ayuda. Ya verás que yo podre ayudarte, pero si no confías en mi, te hundirás solo. Solo te pido que no hundas a Vicky contigo.
- ¿Y cómo sabes que podrás ayudarme? Vamos, Emma. Solo tienes dieciséis años, eres una niña, ni aun que fueras mortifaga tiene tanto poder. – Emma soltó una risa seca, no le gustaba cuando la subestimaban.
- Ya lo veras, Eustace. Porque sé que te veré en vacaciones.
19 de diciembre.
Había empezado a caer una pequeña lluvia aquella tarde, pero cuando la noche llego los vientos se hicieron mucho más fuertes y el sonido de los truenos la sobresalto. Escucho como la lluvia caía con fuerza en el exterior, vio como un relámpago iluminaba su pequeño hogar. No le molestaba la lluvia, era agradable porque hace mucho tiempo que no llovía. Pero le preocupaba que al vivir en el bosque algún rayo haga caer abajo algún árbol y estrellara sobre su pequeño hogar. Era feliz allí, a pesar de estar sola todo el tiempo. Al menos se encontraba protegida, sabía que pronto tendría que marcharse, no podía vivir mucho tiempo en un solo sitio, podría ser peligroso. El sonido de la puerta la sobresalto, miro preocupada hacia el lugar y se acerco con pasos inseguros. Escondió su varita detrás de ella.
- ¿Quién es? – pregunto desconfiada.
- Por favor, déjeme entrar, necesito un lugar a donde quedarme. - Era la voz de un hombre y parecía desesperado. Abrió la puerta lentamente, su gran corazón nunca le prohibiría la entrada a nadie, pero no era tonta y no sería imprudente. Se encontró allí con aquel hombre. Lo miro atentamente con aquellos ojos azules profundos. Observo atentamente el verde de aquellos ojos, y vio su propio reflejo allí.
Emma despertó no sabiendo bien como sentirse, aquel sueño había sido tan real. Se veía nítido, y se sentía verdadero, nada parecido un sueño, parecía un recuerdo, pero no propio. Porque en un momento había pensando que era ella la que vivía en aquel bosque, pero cuando se vio reflejada en los ojos de aquel hombre vio a su madre.
Con suspiro se levanto y se cambio de ropa. Bajo las escaleras saltando uno que otro escalón. Habían llegado las vacaciones de navidad. Se encontró con una de sus amigas en la sala común.
- ¿Y Luna? - le pregunto a Abie, que ese año se quedaría a pasar las vacaciones en Hogwarts.
- Se ha ido al gran comedor, ha despedirse de sus otros amigos - Dijo sonriendo, aunque parecía algo triste.
- ¿Beth?
- Despidiéndose de Ginny - Emma asintió, Beth estaría protegida con Luna, Abie lo estaría también aquí. Eliox también se quedaría en Hogwarts, y pensó que era lo mejor. - Y Kayla seguramente está buscando a Krum para darle su dirección y así contactarse por lechuzas. O tal vez le pregunta si habrá algún partido de Qudditch estos días navideños.
Emma le sonrío triste.
- Te extrañare.
- Solo serán vacaciones de navidad, son más cortas. - Dijo Abie.
- Igualmente te extrañaré - Dijo Emma sonriendo - ¿A quién molestaré estas semanas?
Abie se carcajeo.
- Ya sé que no puedes vivir sin mí.
Tal vez era que irse de Hogwarts le recordaba mucho más lo que tenía que hacer. Tal vez era porque ella odiaba navidad desde que tenía 13 años. No sabía bien que era, pero odiaba volver a casa. Estar con sus amigas le hacía olvidar todos sus problemas.
De repente Abie la abrazo despidiéndose.
- Cuídate, nos veremos pronto.
- Si... tu también. - Y Emma se fue hacía al gran comedor a despedirse de algunas personas.
Estaba en el tren, miraba por la ventana pensando en cuando sus amigos habían dicho de encontrarse devuelta. ¿Eso sería conveniente? Vicky iba a saber quién era ella, no querría encontrarse con ella. Estaba totalmente segura que la odiaría. Se quedo dormida, y sus sueños la atacaron otra vez.
- Así que dígame, señor. ¿Cuál es su nombre? – Pregunto amablemente la castaña. El hombre de cabellos oscuros dudo posando la mirada en ella unos segundos.
- Tom… Riddle. – Ella asintió, él sonrío con malicia. Ella no era una de las pocas personas que sabían su verdadero nombre. - ¿Y el de usted señorita?
- Aria Bennet. – Dijo con una sonrisa. - ¿Está usted escapando?
- Si, podríamos decir que los tiempos no son nada buenos. Y mi familia es buscada por no ser poseedores de pureza de sangre. – mintió sin pestañear el hombre. La mujer negó con la cabeza claramente en contra de aquello. - ¿Y usted? ¿De qué se esconde?
- No me estoy escondiendo, Señor. – ella estaba mintiendo, el podía verlo en sus ojos. – me gusta vivir en el bosque.
- ¿Quiere decir que su familia es sangre pura?
- Si, lo es.
- No lo he agradecido por dejarme quedarme mientras la tormenta pasa.
- oh, en realidad si lo ha hecho.
- Repetirlo no hace daño. – Dijo con una sonrisa encantadora. – Sé que no puede confiar en mí al cien por cien.
- Usted tampoco en mí. Pero se está arriesgando.
- Oh, no creo que una bella dama como usted pueda hacerme daño.
- Tal vez se equivoca.
- ¿Está tratando de asustarme?
- No, para nada. Pero recuerde que nadie es digno de confianza.
Él se levanto dejando su taza de té caliente sobre la mesa, empezó a recorrer la pequeña cabaña. Encontró una foto de la mujer con un hombre rubio a su lado.
- ¿Su esposo? - Ella suspiro al escuchar eso.
- Fue mi novio en un tiempo, pero fue asesinado por los mortifagos. Nunca conoceré a un Gryffindor tan valeroso con él. – Decía ella con una mezcla de admiración y tristeza.
- Me imagino. – Dijo él dejando la foto en el estante mientras rodaba los ojos.
- ¿Usted ha estado enamorado alguna vez, Tom? ¿Puedo llamarlo así?
- Claro querida, y respondiendo a tu pregunta… Nunca he estado enamorado, lamentablemente.
- Nunca es tarde para encontrar el amor. – Dijo ella tratando de animarlo. Él le sonrío.
- Eso dicen.
Se despertó de golpe, asqueada de cómo Voldemort le había mentido a su madre. Hasta que recordó que era solo un sueño. Suspiro más tranquila.
- Estamos a punto de llegar, Emma. – Dijo Beth con una sonrisa. Ella asintió no muy feliz por ello.
20 de diciembre.
La lluvia seguía con fuerza en el exterior, parecía cada vez ser más fuerte. Aquella lluvia duro tres días exactamente. Las dos personas que estaban dentro de la cabaña hablaron todo aquel tiempo, de sus vidas, de su pasado, y lo que esperaban de en el futuro. Mientras Aria respondía con sinceridad, Riddle se había inventado todo un repertorio. A ella cada vez le caía mejor aquel hombre, era encantador, educado y no sé sentía tan sola a su lado.
- Creo que nunca he conocido a una mujer tan maravillosa como usted, querida Aria. – Comento él aquella tarde. Un trueno sonó al compás de su mentira, la mujer se sonrojo ante sus palabras. Y él sonrío satisfecho.
- Me alagas, Tom. No merezco esas palabras.
- Claro que si, y tengo que confesarte mi querida que estos tres días han sido los mejores de mi vida. Y no puedo negar los sentimientos que tengo hacia a ti.
- ¿Sentimientos? – Pregunto sorprendida.
- Por favor, no me digas que no los correspondes. No podría soportarlo.
- Pero Tom, es demasiado pronto para pensar en sentimientos. No puedo negar que exista una atracción entre nosotros, y que tú eres un hombre estupendo. Pero…
- Pero nada, querida. ¿No has visto lo que sucede en el mundo? Tal vez no nos quede más tiempo para ser felices. Hay que aprovechar los pequeños momentos que nos da la vida.
- Pero…
- Dime que si por favor. Acepta casarte conmigo.
- ¿¡Casarnos!? – Pregunto ella escandalizada.
- Aprenderás a amarme, Aria.
- No lo dudo, se puede aprender a amar. Pero es demasiado pronto, Tom.
- ¿No te gustaría tener mi apellido? Aria Riddle, ¿no ves que bien suena?
- No lo sé…
- ¿Te gustaría tener tus propios hijos, Aria?
- ¿Hijos?
- Si, cuando nos casemos, tendremos hijos.
- ¿Cuántos?
- ¡Cuantos quieras!
- Eso suena maravilloso, Tom.
- ¡Claro que lo es, tendremos un hermoso niño!
- ¿Niño? ¿Y por qué no niña?
- Bueno, tengo que decir que prefiero los niños. Son más fuertes mi querida.
- Yo sé que tendré a la hija más fuerte que puede existir.
- No lo dudo. Entonces, ¿aceptas? – Ella se lo quedo mirando directamente a sus ojos color verdes, ¿Había algo en lo que aquel hombre no sea perfecto? Sin duda podrían ser felices, y le estaba prometiendo una vida maravillosa. Tal vez era una oportunidad que no debía desaprovechar.
- Acepto. – Él sonrió y la beso. Su beso dulce se convirtió en salvaje, cayeron sobre la cama y la ropa desapareció al instante. Se quedaron allí donde todo el siguiente día hicieron el amor sin parar. Dos y tres veces, solo parando para comer.
Al día siguiente Emma se levanto con una expresión de asco en su rostro. ¿Enserio había soñado eso? Las escenas morbosas no habían aparecido en su mente, porque fue como si una nube la tapara, pero ella sabía lo que habían hecho. Se removió incomoda y bajo las escaleras de su casa, paso por la cocina y robo de allí una manzana. Levaba unos jeans de color negro, con un jersey de lana verde oscuro. Tenía el cabello sujetado con un lazo del mismo color que sus jeans.
- ¿Cómo te has levantado, Achlys? – Emma frunció el ceño.
- No me llames así, odio ese nombre. – Su padre la miro y pareció volver a la realidad.
- Oh, lo siento. Estoy acostumbrado. – Ella gruño y se sentó en uno de los sillones, agarro un libro que había sobre la mesa ratona. “Achlys” era Griego, era el nombre que usaba Voldemort con ella, porque no le gustaba “Emma” ya que le parecía un nombre muggle que había utilizado su madre para nombrarla. “Achlys” significaba oscuridad. Así que hasta en su nombre aquella cosa la perseguía.
- Pasado mañana es el gran día. – Emma puso los ojos en blanco ¿Pasado Mañana? ¿No había ni una semana de descanso?
- ¿Tan pronto?
- Claro, ellos están impacientes.
- Que se aguanten.
-¡Emma! – la regaño su padre.
- Era solo una broma. – Ella resoplo y vio como su hermano atravesaba la sala y se sentaba en la mesa a desayunar.
Emma se levanto y camino hacia su habitación otra vez. Se sentó en su escritorio saco un pergamino y su pluma, empezó a escribir.
Vicky:
¿Cómo te encuentras? ¿Has llegado bien a tu hogar? Espero que algún día puedas venir a visitarme, tal vez mañana, tal vez hoy… Como sea, los extraño a todos pero ya sabes por cuestiones de familia tu eres la única que puede venir aquí. Así que me agradaría que vinieras, tal vez puedas pedir permiso para quedarte unos días…
Bueno, siempre había sido un fracaso para escribir cartas, y eso era lo mejor que podía hacer. Se acerco a Nyx y puso la carta en su pata.
- Ya sabes que hacer pequeña, llévale esto a Vicky.- Le acaricio el plumaje y Nyx se revolvió complacida, luego salió volando alejándose en el paisaje. Era tan fácil para su lechuza salir de allí, ella sentía que estaba atrapada en una caja de cristal.
Baje despacio las escaleras casi suspirando, el castillo era tan silencioso en vacaciones. Observe a un chico sentando en el sillón, lo reconocí. Era Eliox, el amigo de Emma. Mi amiga era así, le gustaba ser amiga de esa gente que el mundo rechazaba, o que tenían problemas, era como si de un imán se tratara, ¿Intuición tal vez? No lo sé, pero ella no había dudado en ser amiga de este chico. En cambio yo, cada vez que lo veía se ponía los nervios de punta, sus ojos eran extraños y no deseaba juzgarlo por ello, pero no podía evitar ponerme incomoda al mirarlo.
- Eh… Hola. – salude dudosa. Él se dio vuelta y me miro directamente a los ojos, aparte la mirada. Se sentía extraño, como si él pudiera ver más allá de los ojos de las personas. Desvié la mirada hacia el piso.
- Hola. – Sabía que me estaba comportando como una tonta, aquel pobre chico no tenía la culpa por tener aquellos ojos, pero igualmente deseaba alejarme de él. Sabía que si Emma se enteraba de lo que pensaba se enojaría mucho, parecía querer mucho aquel chico. Y la he visto enojarse cuando alguien le decía algo malo o lo trataba con despecho.
- Es una linda mañana. – Dije mientras seguía caminando.
- Si… - Casi fue un susurro. Abrí la puerta de la sala común.
- Bueno… nos vemos. – Mi voz sonó insegura, lo mire y él simplemente asintió mirando el fuego. Me sentía mal por tenerle miedo, suspire y salí de allí.
Mire desde una de las ventanas de Hogwarts como la nieve caía lentamente, no pude evitar recordar.
Caminaba apurada hacia mis próximas clases, estaba llegando tarde a pociones.
- Si corres por los pasillos tal vez te caigas. – Reconocí la voz de Theo, mire a mi alrededor, allí estaba contra una columna, me mordí el labio se veía tan atractivo así.
- ¿Estas deseando que me caiga, Nott? – el frunció el ceño y en vez de hacerlo ver feo, lo hizo más atractivo para mi sorpresa. Aunque no tanto como cuando me sonreía.
- No me digas “Nott” Me gusta más cuando dices mi nombre.
- ¿Theo? – él sonrió ampliamente y yo me tuve que forzar a respirar, me comportaba como una tonta cuando él estaba cerca.
- Si, me encanta.
- ¿Deseas algo? Estoy llegando tarde a clases. – Él arqueo una ceja.
- Deseo muchas cosas, pero ahora solo quería darte algo.
- ¿Y qué es? – Él se acerco a mí con lentitud, y alce las dos cejas en espera. Con una sonrisa extendió la mano y él tenía una pequeña flor blanca, la mire sorprendida.
- ¿De dónde la has sacado? La nieve está llenando todo el jardín.
- La he encontrado cerca del bosque prohibido, me recordó a ti.
- ¿A mí? – pregunte confundida.
- ¿Es que no lo vez? Yo pude verlo enseguida, es blanca y pura, hermosa y delicada. Eres tú Abie. – Noté como me sonrojaba, una sonrisa tímida se extendió por mis labios. Levante la mano para agarrar la flor, pero él la alejo, lo mire sin comprender. Theo me sonrío ampliamente, extendió la mano hasta mi oreja izquierda. Corrió mi cabello rubio y ubico la flor allí, sentí un escalofrío correr por mi espalda cuando sentí su mano descender hasta mi mejilla.
- No te angusties, Abie. Sé que estas confundida, pero no me enojare contigo si no me elijes a mí. – Agache la mirada con vergüenza.
- ¿No te romperé el corazón? – Escuche como él suspiraba con tristeza.
- Sí, pero prefiero tu alegría antes que la mía. – Solté un sollozo, otra vez, esa perfección insoportable. Sentí como levantaba mi barbilla para mirarlo a los ojos. – Si lo prefieres a él, lo odiare, pero nunca te odiaría a ti.
Me sonrío, y se alejo. Me angustie más al saber que mañana empezarían las vacaciones, lo sabía ese era el tiempo que me daba para elegir entre él o Neville. Suspire, porque tampoco podía romperle el corazón al Neville.
Emma Nott.
Al día siguiente Aria se removió en la cama, claramente cansada. También avergonzada, se había dejado llevar por la pasión y no había aguantado hasta el matrimonio. Estiro su brazo y noto que el otro lado de la cama estaba vacío. Abrió los ojos alarmada, se levanto aferrando la sabana a su cuerpo. Miro para todos lados, encontrando vacio y silencio. Demasiado silencio, la tormenta había cesado. De repente empezó a sentirse una idiota y cuando estuvo a punto de echarse a llorar la puerta se abrió.
- Tom… - Dijo con alegría al verlo. Pero algo en el semblante de él la silencio. Era distinto a los días anteriores, estaba frío y parecía aburrido. Aquella expresión lo hacía ver totalmente diferente.
- Cámbiate, tenemos que irnos.
- ¿irnos?
- Si, ¿Eres tonta? apúrate. – Él cerró la puerta con fuerza y ella se quedo mirando con la boca abierta, ¿Qué había sucedido? Se levanto de la cama y se puso su mejor vestido. Luego agarro un gran pañuelo de lana que usaba para cuando tenía que salir y no quería ser descubierta. Salió afuera y se encontró con él. Se acerco y agarro su brazo. Él se aparto enseguida, asqueado de su tacto y la miro con ojos llenos de ira.
- ¡Ni te atrevas a tocarme nunca más! – Ella lo observo confundida.
- ¿Qué sucede, Tom?
- Deja de llamarme así, con ese estúpido nombre muggle.
- Pero…
De repente ante ellos apareció un automóvil color negro, venía volando por los cielos y se estaciono a su lado.
- Sube.
- No. – Dijo firme.
- Lo harás por las buenas o por las malas. – le amenazo.
- Entonces serán por las malas. – Dijo mientras corría hacía su casa y se encerraba.
- ¿Enserio piensas que puedes huir de mi? – se burlo él. Ella bloqueo la puerta con la cama y todo los que encontraba en el camino, busco su varita por todos lados. – no puedes hacer magia sin tu varita, Bennett.
Al decir aquello ella supo que él la tenía. Se acurruco en un rincón de su casa porque no podía hacer otra cosa.
- ¡BOMBARDA MAXIMA! – sintió que gritaba él haciendo que la puerta, junto a la cama, y la mayoría de los obstáculos que ella había puesto estallaran. Aria soltó un grito de terror al verlo avanzar hacia ella.
- ¡Suéltame! – grito cuando la agarro del brazo y la arrastro fuera de la casa. - ¿Quién eres? ¿Qué quieres de mí? ¿Por qué estás haciendo todo esto?
Él la metió en el auto, y cerró la puerta con fuerza. Había un chofer adelante.
- ¡TOM CONTESTAME! – imploro. Él se dio vuelta hacia ella con violencia y le planto una cachetada en la mitad de su cara, ella se agarro la mejilla aturdida.
- ¡TE HE DICHO QUE NO ME LLAMES ASÍ! Si vuelves a llamarme por ese estúpido nombre muggle, haré algo peor que golpearte. – amenazo con la varita en mano.
- ¿¡Cómo quieras que te llame entonces!? – Dijo ella con enojo mientras las lágrimas corrían por su rostro.
- Lord Voldemort. – Aria sintió que el aire se iba de sus pulmones, y empezó a negar con la cabeza tratando de no creer lo que estaba sucediendo. Ella había sido tan tonta, en confiar en alguien y de alguna forma enamorarse tan rápido del ser más odiado y temido del mundo mágico.
22 de diciembre.
Emma se levanto sobre saltada, tenía lagrimas en el rostro. Se sentó en la cama y se seco las lágrimas, suspiro mirando su ventana. Su madre había sido engañada, le habían hecho creer que la amaban y luego le habían roto el corazón. ¡Estúpido Voldemort! ¡Estúpido Tom Riddle!
Entonces recordó que solo era un sueño, pero una sensación horrible recorría todo su cuerpo.
- Solo es un sueño.- se repitió para sí misma. - Una horrible pesadilla.
Al parecer tenía imaginación, era extraño que solo tuviera imaginación cuando dormía.
Despierta su imaginación era escasa. Fue hasta la ventana y la abrió, miro el exterior a lo lejos distinguió algo que volaba con rapidez hacia su casa. Se agacho cuando la lechuza paso volando y entro en su ventana. Dio media vuelta y la encontró apoyada en el respaldo de su cama.
- ¡Me has asustado, Nyx! – le reprocho, su lechuza hizo un ruido que casi podría ser una carcajada. Vio que tenía atada un papel. ¡La respuesta de Vicky! Agarro con rapidez el papel, y acaricio a Nyx felicitándola por su entrega.
Emma:
¡Me encantaría ir a tu casa! Mis tíos se negaron al principio a que vaya pero de un día para otro han aceptado. No dudo que es raro, pero hay que aprovechar eso. ¿Te parece bien que vaya mañana?
Ella se dio cuenta que la carta había sido enviada ayer, tal vez a la noche. Así que hoy vendría Vicky. Le mando una carta enseguida diciéndole que la esperaba con entusiasmo. Había varias cosas que tenía que contarle a Vicky, y empezaría con la verdad.
- ¡Vicky! – Grito abrazándola cuando la vio en la puerta de su casa. Sintió la mirada incrédula de su padre al verla abrazando a alguien.
- Hola, Em. – Dijo con felicidad su amiga.
- Theo, lleva las cosas de Vicky a mi cuarto. – Luego se giro devuelta hacia su amiga – Han hecho unos cambios en mi cuarto para tu comodidad. Mi padre pensaba que era mejor que te quedes en una de las habitaciones de huéspedes, pero esta casa es muy grande y solitaria, da miedo.
Emma arrastro a Vicky hasta su padre adoptivo.
- Ella es Victoria Slightouth, es mortifaga también. – Sintió como Vicky se tensaba a su lado, Emma lo había dicho con tanta naturalidad. La expresión de su padre se suavizo.
- Supongo que sí es una amiga tuya, ya es parte de la familia. – después hizo una mueca y se marcho, Emma lo miro sorprendida. “Familia” en cierto sentido, Victoria había sido parte de su familia.
- Wow. – Dijo Vicky cuando entro en su habitación. Su casa era en su mayoría oscura, pasando del negro al gris oscuro. Pero su habitación era de un azul mar y blanco. Las paredes estaban pintadas de azul, y había colgados banderines de Ravenclaw. También había un gran poster del equipo de Quidditch las “Holyhead Harpies”. Era una habitación espaciosa cuando entrabas en la pared derecha te encontrabas con el ropero de color blanco que ella tenía, su cama se encontraba en la pared siguiente justo debajo del gran poster, era una cama grande con sabanas blancas y acolchado azul, a juego con su pared. Al lado había una ventana, también había un escrito en la pared que daba al frente de la entrada, a su lado había una pequeña estantería con libros.
- Aquí tengo algunos libros, me gustan mucho, pero la mayoría están en la biblioteca. – Vicky asintió, en la última pared estaba ubicada una cama más pequeña que la que tenía Emma, era de una plaza, pero parecía muy cómoda.
- Allí había un sillón. – Aclaro Emma. – Estuvimos pensando si dejarte dormir en mi cama y que yo duerma en el sillón, pero las personas suelen discutir todo el tiempo sobre quien duerme en el sillón. Así que Theo dijo que era mejor traer una de las camas de las habitaciones de huéspedes.
- ¿Tienen mucha plata? – Pregunto Vicky al ver que vivían en una mansión.
- No tanto como Malfoy, y como ya sabes los mortifagos o como ellos dicen “Ex mortifagos” son menos aceptados en los trabajos, así que nos estamos quedando sin dinero. – Emma hizo una mueca, a ella le gustaba la comodidad de su casa, a pesar de que fuera tan oscura.
Emma y Vicky se habían pasado la tarde acomodando las cosas, su amiga le había contando un poco de cómo había sido desde que llego a la casa de sus tíos. Emma le presento a Victoria su gato Merlín, que al parece se llevaba muy bien con el gato de ella. Los dos eran negros, pero Merlín en vez de tener los ojos amarillos de los gatos los tenía grises.
- ¿No te molesta que haya traído a mi gato? – Pregunto por enésima vez la pelinegra.
- ¡Claro que no, Vicky! Amo a los animales. – Contesto despreocupada.
- Es que no podía dejarlo solo, allí con ellos. – Emma asintió dándole a entender que lo comprendía.
Al llegar la noche bajaron a cenar, su padre no pudo mantener la boca cerrada.
- Así que ¿A qué casa perteneces, querida? – Le pregunto a Vicky inquisitoriamente.
- Slytherin…
- ¡Oh, eso es genial! ¡Aquí todos somos…! Bueno no todos. – Emma corto a su padre con una mirada, sabía cuánto él o a todos le hubiese gustado que ella sea una Slytherin.
- Conocí a tus padres, sabes… - Dijo casi en un susurro, Emma lo miro sorprendida, y después miro a Vicky que tenía la misma expresión. – Los Slightouth, unos grandes mortifagos, tú madre tenía un muy buen corazón. Tal vez sea esa la razón por la cual se llevaba tan bien con mi esposa.
Emma sonrío al pensar en Cassandra, había sido como su segunda madre.
- Si… Ella era una gran madre. – Dijo Vicky y luego agacho la mirada.
- Oh, lo siento querida, debes extrañarlos. – Emma miro a su padre como si fuera idiota, ¿No era obvio?
- Al menos la conociste, Vicky.- Dijo Emma con un suspiro mientras trataba de sonreírle.
Estaban las dos acostadas en sus camas, una tormenta había empezado a caer afuera. Emma miro por la ventana y suspiro.
- ¿Vicky? – Pregunto dudosa.
- ¿Qué sucede, Em?
- ¿Puedo hablar contigo? – Dijo sentando en la cama, vio como Vicky se levantaba y venía hasta su cama, extrañada de la voz que tenía Emma, como si algo estuviera realmente mal.
- ¿De qué quiera hablarme? ¿Sucedió algo malo? – Emma no respondió y agacho la mirada.
- Tengo que contarte algo, pero pienso que si lo sabes, me odiaras. – El silencio se extendió.
- No te odiare. – aseguro su amiga, Emma suspiro porque si lo haría.
- Te lo diré ahora, porque mañana cuando tengamos que ir a ver a los mortifagos. – Vicky la miro sorprendida, ella no sabía eso. – Te enteraras, pero prefiero que lo sepas antes.
- ¿Qué sucede? – pregunto nuevamente, más insistente. Emma trago saliva.
- Empezare desde el principio, pero no me interrumpas hasta el final.- Vicky asintió, y Emma le contó todo. Sobre como Voldemort la había encontrado en un orfanato, de cómo la cuidaron los Nott, del regreso de Voldemort, de las torturas, de la cueva, de su apellido, de sus miedos, de su misión. De quien era ella y todo lo que tenía que hacer. Vicky la miraba con Shock, y a veces hacía caras de horror. Cuando Emma termino de hablar se levanto sin decir nada, y se fue a dormir a su cama. Emma se la quedo mirando desde lejos, suspiro con pesadez y se acostó dando media vuelta se enredo en la cama. Un trueno resonó en la casa, y Emma se quebró, lloro pensando que había pedido una amiga. Se quedo dormida llorando.
23 de diciembre.
- Te dejare claras las reglas. – Ella no lo estaba mirando, miraba la ventana de aquella gran mansión. Las rejas le decían que no saldría de allí. – No podrás salir de esta habitación, detrás de esa puerta está el baño. Te darán tres comidas al día, y quiero las comas todas no por tu salud, si no por la de mi heredero. No hablaras con nadie, no me volverás a llamarme por ese maldito nombre muggle, no me tocaras, y te dirigirás a mi cuando yo te lo ordene.
Aria asintió dando entender que no rompería ninguna regla. Él salió de la habitación dando un portazo. Miro a su alrededor la habitación era pequeña, de piedra y está olvidada en alguna parte de aquella gran mansión. Había una cama de madera, con un colchón fino y sabanas que debieron ser blancas hace un tiempo pero ahora de un color amarillo como las hojas de los libros viejos. Suspiro sentándose allí, no sabía si estaba cómoda o incomoda porque quería sentir nada.
¿Había dicho él “heredero”? ¿Entonces ese era su plan? ¿Lo había llevado a cabo?
Se preguntaba si estaría embarazada y deseo con todas sus fuerzas que no, tal vez así él la mataría, eso era mejor que vivir encerrada. Entonces se arrepentido al momento de desearlo, él no se cansaría, él seguiría intentándolo, por más asco que le tuviera. Y ella se negaría, aun aunque cuando lo veía su alma caía al piso. Recordando su sonrisa amable, y el modo en que sus ojos la miraron. Cuando sus labios la besaron y una gran chispa se encendió en ella. Se repudio así misma por en tan poco tiempo haberse enamorado del hombre que la tenía allí encerrada.
Pero ella sabía que cuando se trataba del amor este era impredecible y sin sentido. ¿No había amado a Brad sobre toda las cosas? Todavía recordaba su cabello rubio brillando bajo el sol, el modo que siempre le contaba de todas las aventuras que quería emprender, con todos los monstruos que quería luchar, parecía un niño. Fue el amor de su vida, y eso no iba a cambiar. La muerte de él sola la hizo más fuerte, porque tenía que buscar venganza. Ella no se echaría a llorar y rendirse, porque si Bradley le había enseñado algo era a luchar.
Al día siguiente miro la comida atenta, morir no era un opción, no más. Eso demostraba su cobardía, enfrentaría la vida y el peligro. Tom nunca más volvió a visitarla, un pequeño elfo siempre traía su comida, era agradable, pero reservado. La miraba con pena y luego se marchaba. Los meses pasaron, pesaban que se volvería loca encerrada allí sin nada que hacer. Pensó mucho, y ideo miles de planes. Hasta ordeno el lugar para mantenerse haciendo algo, luego lo desarmaba tirando cosas contra la pared con enfado. ¿Este era el hombre que había predestinado la mujer aquella que podía ver el futuro? No podía ser, él había interrumpido en el proceso. Ella siempre pensó que sería Brad. Y ahora estaba allí con un bebé que era parte de un destino mucho más grande, ella al caer en manos de la maldad había arruinado el destino de su hijo. Él ya no sería luz para la humanidad. No, estaba equivocada, ese también iba a ser su hijo. Llevaría su sangre en sus venas, y sabría hacer lo correcto. Encontraría a sus antiguos hermanos, como había dicho la mujer. Y haría lo correcto.
Su madre siempre le había dicho que estaba destinada a cosas grandes, pero tener un hijo con el don de la naturaleza, bueno eso era demasiado grande. Ella no lo supo hasta encontrarse con Leyra, ese era su apodo, y era una mujer que podía ver el futuro. Había visto en ella que iba a portar un bebé con un don, sería fruto del amor, pero habría traición. Ella tenía que hacer todo lo posible para que en el futuro aquel bebé se junte con sus hermanos antiguos, porque si no todo sería destrucción.
Cuando había dicho “Traición” pensó que Brad la engañaría y ese día se lo había echado en cara, que errada que estaba. Tenía que sobrevivir a esto, para poder juntar a su hijo con aquellos hermanos. Su hermana no había creído en nada de lo que había dicho Leyra, pero ella siempre había creído en el poder de ver el futuro. Así que estaba convencida de que todo aquello sería verdad.
- ¿Aria? – Levanto la mirada sorprendida.
- ¿Nott? – Él la agarro por el brazo y la empujo fuera de la puerta.
- Si él se entera que fui yo, me matara.
- Gracias.- Dijo sin poder creer que aquel el hombre arriesgara su vida por la suya.
- Ya sabes porque lo hago. – Ella asintió. Nott abrió otra puerta y bajaron corriendo unas escaleras, pronto estaba en algún túnel subterráneo. Todo olía asqueroso ahí y ella tuvo que reprimir el impulso de vomitar. Había muchos túneles pero Nott parecía conocer el camino muy bien, pronto habían llegado a la salida, había rejas.
- Aléjate. – ordeno él y ella se hizo a un lado.
- ¡Bombarda! – Y las frágiles rejas a causa del tiempo estallaron. – Ahora escúchame, corre muy lejos y no pares de correr hasta estar segura. ¿Entiendes, Aria?
Ella asintió impaciente por irse, la libertad le sabía extraña.
- No mires atrás.
- Gracias.- Dijo devuelta antes de salir corriendo.
Correr por el bosque y saber que en cualquier momento te podría atrapar era adrenalina pura. Subió su pañuelo de lana y tapo su cara con él, el viento empezaba soplar con fuerza. Mientras corría y se alejaba empezó a pensar lugares a los que podría ir.
Hannah sin magia y protección no era una buena idea, pero extrañaba a su amiga. Su hermana tampoco era buena idea. También conocía a la esposa de Slightouth, habían hablado varías veces en la biblioteca, le parecía una mujer amable. Se di cuenta que había algo en ella y Hannah que las unía como un hilo como si… ¿Podría ser? En todo caso no podría ir allí, los Slightouth eran mortifagos, y el esposo de ella la entregaría enseguida a Voldemort. Empezó a sentir que sus piernas se cansaban pero no paro de correr, no había opciones, tendría que correr para toda la vida. Pensar en eso la agoto. Llego a un camino en el bosque y escucho los trotes. Era un caballo, el sonido se acercaba cada vez más, despacio pero no lento. Dio media vuelta y se encontró con dos caballos blancos que llevaban un carruaje. Grito sorprendida, y el hombre que dirigía la cosa detuvo a los caballos.
- ¿Qué hace en el medio del bosque, señora? – pregunto algo malhumorado. Ella descubrió su cara.
- Estoy perdida, quiero llegar a la ciudad. – Aria era muy influyente en la gente, tal vez era el modo en que su cabello caía sobre su cara haciéndola ver muy hermosa, o como sus ojos eran siempre amables. O aquella voz y esa inteligencia que sabrían convencerte de que todo iría bien.
- Bueno… um… - dudo el hombre. – yo podría llevarla.
- ¿Enserio? – pregunto ella abriendo los ojos demostrando una inocencia falsa, pero era tan buena actuando.
- Claro.
- Oh, muchas gracias señor, usted es tan caballeroso. – El hombre se sonrojo levemente.
- Suba, estaba yendo a la ciudad a buscar a alguien, no hay nadie allí. – Dijo apuntando el carruaje negro, ella asintió y subió. El viaje fue muy largo, se durmió y cuando despertó sobresaltada un pueblo apareció ante su vista.
- Señora, hasta aquí puedo llegar. – Ella asintió comprendiendo bajo del carro y le agradeció al hombre. Luego empezó a vagar por el lugar sorprendida vio una casa con una lechuza en su ventana. Toco la puerta, una chica joven tal vez de dieciocho años abrió.
- ¿Quién es usted?
- Oh, bueno. Yo estaba de paso en el pueblo… Me preguntaba. – La chica de cabellos negros y rulos espero a su pregunta con paciencia, tenía la piel morena y sus ojos eran grises. – Si podría mandar una carta, por favor.
La chica la miro de arriba abajo y su mirada se poso más tiempo en su vientre, que era prominente después de todo tenía 8 meses y medio de embarazo. La chica acepto, era agradable, se llamaba Mayra, y tenía diecinueve años, ella se había equivocado por uno. Vivía sola allí, su familia estaba muerta, y era de sangre mestiza. Aria le explico que ella huía también, mintió diciendo que era mestiza como ella, y le conto que su esposo había muerto hace unos días. La pobre chica se apiado de ella y no solo la dejo mandar su carta, le dio comida, la dejo quedarse un día allí para descansar y también la dejo tomar un baño de agua caliente. Aria de dirigió agradecida a enviar su carta.
Querida hermana:
Estoy bien, seré breve, escape y tal vez te enteres cómo pero no puedo decírtelo por carta, si alguien la ve comprometería a esa persona. Te quiero lo sabes, y espero volver a verte. No es seguro ahora, recuerda porque tengo que escapar. Tú no crees en esas cosas pero te digo que estoy cien por ciento segura de eso. Por ahora lo mejor es que nadie se entere que eres mi hermana, quema la carta, Cassie.
En ese momento pensó que su hermana Cassandra había hecho bien en casarse con Nott, después de todo él la había ayudado a escaparse. Sabía porqué, él quería a Cassie, aun aunque sea frío y distante, cuando miraba a su hermana era como una persona diferente luchara por salir del interior de él. Pero sobre todo Cassandra había hecho bien casarse con él porque estaría a salvo.
Corrió y corrió y la lluvia no paraba en aquel bosque. ¿Hasta donde quería llegar? No lo sabía solamente quería alejarse lo máximo posible de él. Se sobresaltaba ante cada trueno porque le recordaban a Tom. Sentía que empezaba a llorar cuando sus piernas se entumecían y su respiración al igual que su corazón pedía parar, querían descansar pero no podía. ¿Cuántos días llevaba corriendo y vagando por el bosque? Siempre en línea recta, no sabía cuánto había pasado, pero pareció una eternidad cuando ella vio devuelta el asfalto. Allí en una pequeña ciudad se encontró caminando rápido, camino y camino, pero todo allí parecía un lugar fantasma. Todo estaba cerrado y la gente no estaba en las calles, a pesar de que era obvio que no saldrían con una tormenta. Camino tanto que llego hasta un gran edificio, vio a lo lejos el mar moviéndose inquieto. Empujo las rejas del lugar que se abrieron para ella, camino dudosa hasta la entrada y toco la puerta insegura… Nada. Toco con más fuerza pero nadie respondió. Golpeo otra vez dispuesta a tirar el lugar abajo, y una señora apareció ante sus ojos. Tenía la cuenca de los ojos muy hundidos, y el cabello rubio oscuro apretado en un rodete. Era muy flaca y alta y las arrugas se notaban en su piel.
- ¿Qué desea?
- Por favor, déjeme quedarme. – Dijo Aria apoyando su cabeza en la puerta, se sentía a punto de desfallecer. La mujer la dejo entrar y ella no recordó nada más.
Cuando se despertó estaba en una cama que parecía un pequeño hospital.
- Ha agarrado una fuerte gripe, tal vez algún virus, señora. – Ella tocio con fuerza y luego miro a la enfermera, tendría unos treinta años y el cabello color oscuro que se escondía tras una cofia. Sus ojos marrones la miraron con pena.
- ¿Y cómo esta mi bebé? – Pregunto preocupada. Vio como la mujer movía unas cuantas cosas que parecía filosas.
- Tendrá que ser por cesaría.
- ¿Ya? – pregunto sorprendida. La mujer la miro y suspiro.
- El virus… La esta matado, y si tenemos que sacar al bebé antes de eso… - Ella se quedo sin decir nada, con la boca abierta. ¿Morir? Esa no era una opción, tenía que cuidar de su bebé, tenía que alejarlo del mal.
Dolor, dolor, el dolor se extendía por su cuerpo. El dolor de la cesaría tal vez era un sueño porque había sido con anestesia completa. Pero algo la estaba haciendo sentir muy mal, aquella enfermedad y el parto la dejaban agotada. Sollozo preguntándose hace cuanto se había enfermado ¿Cuándo había empezado la tormenta interminable? Escuchaba el llanto de su hija, niña, habían dicho ellas. Se escuchaba doloroso, quería correr y tranquilizarla pero no tenía fuerza para levantarse. Y esto se sentía muy cercano a la muerte, pero ella tenía que recuperarse, y cuidar a su hija. Era su obligación como madre.
- ¿Señorita Aria? – Dijo la voz dulce de la enfermera de ojos marrones. Aria la miro, sin ganas de hablar. Pero sus ojos se volvieron esperanzados, en sus brazos estaba su bebé. Los quiso levantar pero no respondía. – No se preocupe, yo la ayudo.
Y así lo hizo, y en menos de un minuto tenía a su bebé entre sus brazos. Era ligera como una pluma, pequeña entre sus brazos. Abrió sus diminutos ojos despacio y se sorprendió de encontrar el mismo color que el de ella. Era un azul brillante y lleno de vida.
- Tú pequeña, te llamaras Emma. – Recordó la voz de su madre diciendo con orgullo que su nombre significaba “Aquella que es una mujer fuerte o que tiene fuerza”. Había elegido ese nombre con la esperanza de que sea verdad, que todas las mujeres que se llamen así sean fuertes. En cierto modo su madre lo era, siempre había admirado como se enfrentaba al mundo, iba por lo que quería y no dejaba sus ideales. También su amor y gentileza que había impulsado a Aria y a Cassie a ser buenas personas. Le puso el nombre de su madre porque la extrañaba y porque para una niña con su destino, ella necesitaba un nombre que la mantenga fuerte. La miro atentamente, aquella niña era toda su luz en esa inmensa oscuridad para ella. – Mami lamenta no poder seguir contigo, Emma. Pero tienes que saber que te amo como a nadie en este mundo, más que a mi propia vida. Y siempre estaré para ti, en el fondo de tu mente.
La enfermera le dejo privacidad, y ella aprovecho el momento, estiro el brazo hasta su abrigo y saco la varita que Mayra le había regalado había sido del padre de ella. Dudo lo que iba hacer, tal vez no estaba bien. ¿Pero quién podría castigarla? Cuando iba a morir. Entonces lo hizo y le paso sus últimos recuerdos a su hija. – En el momento adecuado, sabrás que hacer con ellos, saldrá a flote. Tienes que saber la verdad, yo no estaré ahí para contártela.
Emma empezó a llorar y Aria la meció de un lado a otro cantándole una canción de cuna, su voz dulce tranquilizo a su hija.
- Mami te ama, Emma. Nunca lo olvides. – Dijo mientras se le escapaba un sollozo, sintió como su cuerpo dolía cada vez más, era seguro, iba a morir.
A la mañana siguiente se despertó con un vacio en su corazón y miles de lágrimas en sus ojos, ¿Entonces todo era verdad? ¿No era simplemente un sueño? ¿Eran recuerdos?
Había demasiado información para procesar, pero no era tiempo, no hoy, tendría que ser mañana. Hoy era un día donde sus sentimientos no importaban.
Agotada miro hacia su alrededor. Vicky estaba sentada en la cama, jugaba con sus manos y las miraba fijamente.
- ¿Vicky? – pregunto Emma dudosa. Victoria levanto la mirada, y se encontró con la de ella, por un segundo no dijo nada, y luego se levanto corriendo hacia ella. Emma se sorprendió al ver que la abrazaba.
- Lo siento, estuve pensando toda la noche. Y debió ser duro para ti, tú no elegiste ser la hija de él, y no importa si tienes que matar a Potter, en realidad lo odio, solo que me tomo por sorpresa toda tu historia. – Emma le sonrío pero era más una mueca, ya que estaba al borde del llanto.
- ¡Que importa, Potter! Mientras tú seas mi amiga. – Dijo abrazándola. – Pensé que me odiabas.
- Somos hermanas, Emma. Nunca tuve un hermano, y ahora tengo cuatro. – Dijo y la sonrisa de Emma se extendió. Entonces le conto más cosas, sobre los sueños que tenía últimamente y principalmente sobre algo que se había olvidado, Curcell.
Emma se había preparado mentalmente para este momento. Había descubierto algunos secretos que en el fondo ya sabía. Se sentía fuerte y estaba lista para la mejor actuación de su vida.
Se encontraba en un bosque cercano al de su casa, Theo llevaría a Victoria, porque ella tenía que llegar sola. Desde ahora tenía que enfrentarse a estas cosas, sola.
Vestía un hermoso y largo vestido negro. Hecho con manos y telas de las hadas. Era un regalo que su padre le había hecho en su cumpleaños número 16.
Miro el horizonte, no podría desaparecer. Si lo hacía el ministerio lo averiguaría. Tendría que hacerlo a vuelo. Levanto su Nimbus 2001, tenía los galeones para comprar una de las últimas. Pero sentía un cariño especial por su Nimbus 2001, era especial. Cuando se la compraron ella había ingresado a su primer año en Hogwarts, la había pintado de azul, pero solo logro que sea un azul muy oscuro. Se había llevado un gran grito de parte de su padre, sonrío y se monto en ella. Voló por los aires, era rápida. Voló un tiempo pero el lugar a donde se dirigía no se encontraba tan lejos de su casa. Cuando llego bajo de su Nimbus y observo hacia delante, hacia la Gran Mansión.
- La Mansión Malfoy… - por su tono de voz no se sabía si era para ella un disgusto o no ver aquella gran casona. Avanzo con paso decidido mientras que su vestido y su capa ondeaban a causa del viento. Levanto su brazo izquierdo como si estuviera saludando. Y atravesó una gran verja negra como si allí no hubiera nada. Al entrar a la mansión observo la oscuridad en que se ceñía todo, el lugar tenía un aspecto negro y verde. Digna casa de unos Slytherin, se pregunto si así fue toda su vida o antes había más luz, más felicidad. Encontró la gran mesa, allí se encontraba Lucius y Narcisa Malfoy, pero no su hijo. Él también habría recibido el llamado de la marca tenebrosa, así que tendría que llegar. Emma llego hasta el asiento de la punta de la mesa, ese que una vez había pertenecido a Voldemort. Observo cómo dos personas bajaban su mirada ante ella y otros la observaban con curiosidad. Al sentarse sin basilar en la silla de Voldemort escucho algunos gritos ahogados.
Sin prestar atención se acomodo en la silla y los observo con una mirada calculadora y fría.
En su cara apareció una sonrisa malévola.
- Me alegra que muchos de ustedes hayan vuelto. Supongo que el señor tenebroso les habrá hablado de mí…
- Si, pero como sabemos nosotros que eres fiel de confianza, ¿eh? - Ella levanto una ceja y observo a la persona que la había interrumpido. Soltó un sonido de disgusto, Greyback. No le gustaba, no le gustaba nada ese mortifago. Lo ignoro.
Iba a hablar otra vez pero fue interrumpida por un portazo. Alguien había entrado a la casa. Observo a Malfoy parado ahí, engreído y orgulloso. Su corazón dio un golpe al ver también allí a Louis ¿Qué hacía allí? No podía ser que él... Por un minuto sus miradas se cruzaron Emma noto en sus ojos la confusión de verla allí. Se acomodaron en sus asientos. Pero entraba más gente, Vicky con Kayla y Eustace. Retuvo un grito cuando vio entrar al profesor Curcell. El peligro era doble con él, ¿era mortifago y cazador?
Emma habló otra vez, trato de concentrarse porque ahora estaba aturdida.
- ¿Qué les dijo Lord Voldemort sobre mi? – Preguntó. Otra vez los grititos y caras de disgusto al ver que ella lo llamaba Voldemort. Vio que su padre parecía nervioso. – ¿Nadie? ¿Qué tal si me cuentas tu Lucius? – Lucius se removió incomodo en su asiento y fijo la vista en ella sin mirarla a los ojos.
- Él nos ordeno que cuando usted nos llame tendríamos que asistir inmediatamente, que tendríamos que tener el mismo respeto y obedecer sus órdenes como si fuera él. – Emma sonrió.
- Muy bien Lucius, muy bien… - Él sonrió agachando el cabeza, tal vez contento de que hubiese recibido aprobación de alguien.
- Voldemort no les ha contado toda la historia, y yo siento que debo hacerlo para que entiendan porque están aquí.
- Para matar a Harry Potter. - Fue nuevamente interrumpida y ella miro a esa persona molesta. Carrow, Amycus.
- Que te hace pensar, Amycus. – dijo fríamente, ya molesta. – que tú, un simple mago podría derrotar a Harry Potter, si no lo ha podido hacer ni el Señor tenebroso. ¿Crees que eres más fuerte y poderoso de lo que él era? – Inquirió. Amycus no respondió y agacho la mirada. – Me lo imaginaba - dijo ella con asco.
- Les contaré mi historia. Pero si vuelven a interrumpirme no seré tan paciente como lo he sido anteriormente.
Cerró sus ojos, y recordó su sueño. El sueño que le revelo su pasado. El sueño que no era sueño, era un recuerdo.
- Hace 16 años, El señor tenebroso conoció a Aria Bennet, ella estaba escondida en el bosque, no era seguro en aquellos tiempos confiar en nadie. Lord Voldemort la encontró y ellos dos tuvieron una apasionada noche... – Emma observo como Alecto levantaba la mano como si estuviera en la escuela. Ella la observo y soltó un suspiro largo.
- ¿Si, Alecto? – Pregunto molesta.
- Eso es imposible ¡El Señor Tenebroso nunca se enamoro!
- ¿Y QUIEN DIJO QUE ÉL SE HABÍA ENAMORADO, IDIOTA? ¡El simplemente la uso! ¡La uso para obtener el heredero que él deseaba!
Había un silencio de muertos en la habitación, al parecer todos se dieron cuenta a donde iba a parar aquella historia.
- Voldemort mantuvo prisionera a Aria, no le importaba ella, ni sus sentimientos o comodidades. Solo quería el heredero que llevaba en su vientre. Porque era importante, porque había averiguado el don que tendría el hijo de Aria o la hija. Aria escapo cuando tenía 8 meses de embarazo, corrió por los bosques mientras él la persiguió por mucho tiempo. Luego de un tiempo ella llego a un orfanato, donde encontró refugio y dio a luz a una niña. Ella murió al nacer su hija, pero antes ella le había puesto un nombre. La llamo Emma. La niña se crio allí por un año entero, hasta que Voldemort la encontró. Esa misma noche la dejo al cuidado de los Nott, y él se marcho a la casa de los Potter. Volvió trece años más tarde cuando su hija ya había aprendido cosas en Hogwarts que no eran de su agrado. Como el querer, entonces él le enseño que amar es destruir. Que todo aquel que alguna vez tú quieras te destruirá. - Se detuvo y poso su vista en Louis que tenía los ojos desenfocados sin poder creer lo que estaba sucediendo. - Pero no era fácil que ella aprendiera a odiar, entonces uso sus mejores trucos para hacerla odiar el mundo. Para que ella no tuviera sentimientos, para que cada vez que amara a alguien recordara lo que dolía que te torturaran.
- Él lo único que quería es que ella siguiera con la misión que tenía, matar a Harry Potter, y a todos los impuros. Gobernar por encima de los muggles. Él nunca pensó que iba a morir, pero tenía un plan de rescate, siempre pensó que su hija iba a luchar con él, a su lado. Quemando el mundo hasta convertirlo en cenizas.
Muchos la miraban con admiración, otros con miedo, y otros con sorpresa. Una parte de ella estaba feliz por eso, y la otra estaba asustada, muy asustada.
Se levanto de la mesa dejando allí todos en silencio. Estaba asqueada, y se sentía enferma. Pero no mostraría esa debilidad ante ellos.
Se sentó en sillón de la casa de los Malfoy, en la otra habitación discutían. Escucho unos pasos detrás y sintió cuando alguien se sentó a su lado.
- Hola... - Ella lo miro a los ojos, extrañaba tanto que él le hable. Pero no lo admitiría nunca. Recordó todo lo que él la había hecho sufrir.
- ¿Que sucede, Tomlinson? - Dijo con odio.
- Eres una de ellos...
- Tú también, y nunca me habías dicho nada.
- ¿Que quería que te diga? Pensé... yo solo pensé que...
- ¿Que pensaste? No pensaste nada. ¿Pensabas que me asustaría? Te recuerdo que me críe con un padre mortifago.
- No puedo creer que él sea tu...
- No lo digas. Él no es nada para mí. No estaba hablando de él, hablaba de MI padre.
- Nott.
- Si.
- ¿Le has contado a alguien...?
- ¿Lo que he contado hoy? - Él asintió.
- A Vicky, Kayla solo lo de mi verdadero… Padre. Y a mi hermano, hablo mucho con él. – Su hermano, Theo, que ahora resultaba ser su primo. ¿Su primo? Su corazón se acelero al darse cuenta que era el único miembro de su familia de sangre vivo, tenía una familia de verdad.
- Lo suponía...
Se quedaron en silencio allí mirando el fuego. Se escuchaban todavía los murmullos al otro lado de la habitación.
- ¿Que es lo que quieres? - Pregunto ella por fin, él la observo.
- Quiero... Saber más.
- ¿Sobre qué? - Se hizo la tonta, pero sabía de que hablaba.
- Sobre ti, sobre tu historia.
- No es cuento de hadas.
- Quiero saber sobre ti.
- ¿Para qué? Dijiste que yo no te importaba. ¿¡Es que acaso no recuerdas como me trataste!? - No pudo evitar decir eso, pero se sentía agotada, asustada, poderosa, y estar cerca de él le hacía perder los estribos.
- Se que te lastime - Ella bufo - Pero pensé que era lo más fácil. ¿No lo entiendes, no? Tú no eres la única con problemas aquí. Hay quienes tratamos de sobrevivir como podemos. ¿Qué crees que haría un sangre sucia como yo? Tenía que hacerlo, este es el camino que yo elegí. Elegí el poder, elegí la manera de estar a salvo y protegerlas.
- ¿A quiénes?
- A ti y a mi hermana. - Emma lo miro asombrada.
- ¿PROTEGERNOS? ¡Si querías proteger a alguien te hubieses unido al ED! ¡NO AQUÍ! ¡NUNCA AQUÍ!
- ¡NO ENTIENDES! ¡YO NO SOY COMO ESOS! Aquí pertenezco. Soy Slytherin y estoy orgulloso de serlo. ¡Hay cosas que nunca vas a entender!
- ¿Qué cosas? ¿Cómo ese secreto que guardas y no me quieres decir? - Él la miro, no dijo nada. Pero sus ojos decían más.
- No podía estar contigo y tenía que proteger a mi hermana. Estarías en peligro conmigo.
- El problema es que yo estoy en peligro desde que he nacido, yo soy el peligro al que debes temer, no yo de ti. - Él se acerco a ella, tanto que ella pensó que la iba a besar. Pero solo acerco su mano a la mejilla de ella y la acaricio.
- Tú no eres ningún peligro. Yo elegí esto, tu no. Tú no me causas terror en absoluto. - Algo se encendió en ella, no era amor ni pasión. Era el deseo de demostrarle que tan peligrosa podía ser. Trato de aplacar aquel sentimiento, no quería lastimarlo, aunque por todo lo que le había hecho se lo merecía. Pero no quería que se aleje de ella, esa era la verdad.
- Te contaré mi historia, o la de mi madre mejor dicho. Pero no me toques. - Él bajo su mano, pero sonrío.
Emma bajo la voz, tanto que solo la podría oír Louis que todavía estaba cerca de ella.
Emma fue la primera en llegar a la habitación ese día, se derrumbo sobre su cama resoplando. Escucho como la puerta se abría de repente y se levanto a ver quién era.
- Activaste la marca.- Dijo Kayla. Ella asintió algo apenada. – Osea que estás segura de esto, lo remplazaras.
- ¡No sé que voy a hacer, Kay! Todo esto es un completo desastre.
- ¿Por qué la activaste entonces?
- Estaba enojada.
- Sabes que si no vas tú hacia ellos, ahora te irán a buscar. – asintió temblorosa.
- ¿Te puedo decir un secreto?
- Claro.
- ¿Me prometes que no se lo dirás a nadie?
- Sabes que puedes confiar en mí, Emma.
- Sé quien es… mi padre.
- ¿Y quién es? – pregunto su amiga interesada.
- Es él, Voldemort. – susurro Emma. Su amiga la miro con ojos abiertos como platos.
17 de diciembre.
Su clase de pociones había llegado a su fin y ahora se dirigía al almuerzo.
- ¡Nott! – escucho que le gritaban, dio media vuelta y observo a la persona que le había hablado.
- Slightouth.
- ¿Puedo hablar contigo? – pregunto él parecía inseguro de hablar con ella, asintió desconfiada. Fueron afuera y cuando estuvieron lo bastante alejados la mirada de Eustace se volvió oscura, Emma estuvo a punto de dar un paso atrás pero se recordó que desde ahora ella no podía tener miedo.
- ¿Qué sucede?
- ¿Lo sentiste?
- ¿Qué?
- La marca, ayer… mi brazo… ardió y la marca tomo más color.
- Yo… - No supo que decir, ¿Pero por qué? Solo tenía que decir parte de la verdad. – Eh, si.
- ¿Qué haremos?
- ¿Haremos?
- Sí, quiero decir esto es un aviso… Estoy seguro que ha llegado algún mortifago que es muy poderoso. ¿Crees que alguien suplantara a ya-sabes-quien?
- ¿A Voldemort? – no podía creer que aun muerto la gente no dijera su nombre. – No lo sé, Eustace y no me interesa.
- ¿Pero…?
- No me interesa. – Dijo antes de dar media vuelta y volver al castillo.
- ¡No hagas ningún plan! – le grito Emma a Beth cuando esta se alejaba por el pasillo.
- Ya lo tengo. – Contesto su amiga, ella no quería que Beth lleve a cabo su plan, porque no tenía ganas de ver a Louis por mucho tiempo. Se pregunto porque la ojivioleta se había levantado sin dar respuesta, entonces llego hasta Malfoy.
¿Qué hacía ella con él? Un escalofrío recorrió toda su espalda solo de pensar que aquel chico pudiera dañar a su hermana. Después de todo Draco había estado en el lago con Pansy cuando Emma casi muere. Nunca había confiado en aquel chico, él era mortifago, sus padres no iban a aceptar a Beth, ella no era sangre pura. No quería que Beth sufriera, ya había suficiente con un corazón roto. Los ojos de Emma se oscurecieron, estuvo a punto de levantarse pero sintió como alguien la sujeto del brazo y la sentó nuevamente en el suelo.
- ¡Vicky!
- Ya sé lo que piensas, pero dale una oportunidad.
- ¡Pero tú ya sabes que es él! ¡Y él estuvo en el lago con Pansy! ¡No confío él!
- Pero Beth si, y ella sabe mejor que nosotras… Como son las personas. – Lo último lo había susurrado. Emma suspiro frustrada, si Malfoy dañaba a Beth ella prometía que lo iba a prender fuego.
Hogwarts 1487.
- ¡Me gustaría tanto ir al baile! – Decía su hermana Kate con aire soñador.
- Solo tienes que esperar un año más, Kate. – Le dijo Marie. Ella hizo una mueca.
- No sé para qué querrías ir a un tonto baile, enserio Katie, no será nada de otro mundo. – Comento Rose mirándose atentamente en el espejo Devonne la estaba peinando entusiasmada.
- ¡Tengo un vestido para ti, Rose! – Comento Dev con una sonrisa, se le daba muy bien la costura y le encantaba hacer sus propios vestidos.
- Ya quiero verlo. – Le respondió a su hermana sonriendo.
- Espero que para mí también tengas uno. – bromeo Marie.
- ¡Oh, claro mi querida Marie, nunca me olvidaría de ti!
- ¿Has decidido impresionar al Señor, Scott? – Pregunto Rose, escucho como a Kate se le escapaban unas risitas de los labios. A veces las dos bromeaban sobre el hecho de que Marie haya aceptado ir con alguien al baile. Todos estaban asombradas de que ella le haya dicho que si.
- Me sorprende como el Señor William se alejado tantos de las mujeres. – Comento Marie.
- Eso se debe querida hermana, a que ahora es un hombre comprometido. – Respondió satisfecha Rose.
- Un hombre comprometido que amara como te veras con este vestido, querida hermana. – Dijo Devonne con una sonrisa, enseñándole el vestido. Rose lo observo con la boca abierta, era maravilloso. Rojo como la sangre, con tonos dorados en los bordes. Tenía un lazo en la cintura del mismo color.
- Es hermoso… - Dijo con admiración.
- Tiene los colores de la caza de él, y los del fuego. – Dijo Devonne con una sonrisa satisfecha.
Sintió como se ruborizaba cuando él pasó su mano por su cintura. Miraban como bailaba todos en aquella sala.
- Permítame decirle, Señorita Fletrut, que se ve radiante esta noche. Tengo que confesarle que me siento a gusto con las miradas de envidia que me lanzan todos los hombres. – Ella negó con la cabeza.
- Eso es porque no ha recibido miradas asesinas de parte de todas las damas de este lugar.
- Que puedo decir somos una pareja envidiable.
- Siempre tan engreído, Señor Humphrey.
- Tendrás que acostumbrarte, querida. Porque vivirás conmigo para siempre.
- Que castigo tan cruel.
- ¿Castigo? Ya veremos si tus gritos son de dolor. – Ella lo miro con la boca abierta sin poder creérselo, su rostro había pasado de un leve rosado a un rojo tan fuerte como su vestido.
- ¡William! – grito escandalizada. Él se limito a soltar una gran carcajada.
- Usted es la que me tentó a decir eso viniendo vestida así, creo que soy afortunado de tenerla a mi lado.
- Que bueno que piense eso, Señor. Porque vivirá conmigo para siempre. – cito ella. – Y yo si puedo hacerlo gritar de dolor.
Él la miro con una ceja enarcada y ella imito su gesto.
Hogwarts actual.
- ¡Beth! – grito Emma desde lejos cuando la vio, al llegar a la chica respiro con dificultad por haber corrido desde tan lejos.
- ¿Qué sucede, Em? – ella miro para todos lados y al darse cuenta que el lugar estaba vacio empezó a hablar.
- Profesor… Curcell… Cazador… ¡es peligroso! – dijo tomando aire después de cada palabra.
- ¿Me estas tratando de decir que Curcell es un…?
- ¡Sí!
- Oh, no. – Su amiga empalideció enseguida.
- ¿Cuántos más hay aquí, Beth? ¿Y si estamos en peligro?
- Entonces tendremos que luchar, Emma. – ella la miro con los ojos como platos por lo decidida que parecía su amiga. ¿Luchar?
18 de diciembre.
Sentada en su mesa de clases de adivinación ya se sentía aburrida, todavía seguía tensa por lo que había pasado la última vez que estuvo aquí. Sintió que alguien tocaba su hombro llamándola. Dio media vuelta y observo a la persona. Era una chica, tenía el cabello color castaño y semi-ondulado. Sus ojos eran de un intenso verde.
- Eh… Yo lo lamento. – Dijo ella con timidez.
- ¿Qué lamentas? – Pregunto la ojiazul confundida.
- Que tu vida no sea fácil, que este llena de oscuridad. – A Emma se le fue el aire de los pulmones y la miro sorprendida.
- ¿De qué hablas?
- He visto… - Dijo apuntado la bola de cristal. – mucha oscuridad a tu alrededor, y fuego, estabas rodeada de fuego. Ten cuidado, tal vez algo malo te suceda.
Emma parpadeo sin poder creer lo que le decía la chica, se fijo en la silla de al lado, Luna todavía no había llegado. Más arriba se encontraba Sam hablando animadamente con Anneliese, no parecían prestar atención hacia donde Emma estaba.
- Esta bien, lo tomare en cuenta. – La chica le sonrío, tal vez contenta de que ella no la haya tomado por loca.
- Soy Valeria, pero puedes decirme Valen.
- Eh… Soy Emma, pero puedes decirme Emma. – Dijo ella con algo de sarcasmo, no podía evitarlo, no confiar en todo el mundo. La chica no se enojo, se limito a sonreír.
- No creas que no puedes cambiar tu destino, Emma.
- Eh, ajá, tomare eso en cuenta también. – Dijo ella dándose media vuelta con los ojos todavía muy abiertos, ¿Qué era aquella chica? ¿Un oráculo humano?
Tenía que alejarse de ella, antes de que descubra todo su futuro, presente y pasado.
El almuerzo era tranquilo, nadie comentaba que en la mañana en el diario había aparecido otro ataque de mortifagos. Emma pincho con el tenedor la tarta que tenía adelante.
- ¿Dónde pasaran las vacaciones, chicas? – Pregunto Agostina.
- En casa, tal vez vaya a la casa de Emma. – Comento Kayla desinteresada del tema, ella se quedo de piedra, esperando que el comentario pase inadvertido para Beth y Luna, después de todo ellas no podían ir a su casa. No podía ir nadie que no sea mortifago.
- ¿Y tu Beth? – Pregunto Kayla, y noto en su voz algo de malicia. Emma la miro con reproche.
- Iré con Luna. – Respondió su amiga sonriente.
- Ya verás que nos divertiremos – comento Luna. – tengo una huerta donde podremos buscar un animal que papá descubrió el otro día, ¡Todavía no descubrió que es! Tal vez nos puedas ayudar Beth.
- Las extrañare. – Dijo Abie nostálgica. Emma la miro con una sonrisa triste, no le gustaba dejar a su amiga, siempre había visto a Abie como una hermana menor, sentía la necesidad de cuidar de ella.
- Te mandare cartas, aparte Iox también se quedara, podrán divertirse los dos. – Comento y Abie hizo una mueca, ella no hablaba con Eliox, pero tampoco iba por ahí insultándolo. Tal vez si le diera una oportunidad podrían ser amigos, quien sabe.
Camino por el jardín, mañana volvería a casa y estas vacaciones iba extrañar mucho estar por Hogwarts. A lo lejos vio alguien que le daba una fuerte patada a un árbol, corrió hacia la persona enojada. ¡La naturaleza no merecía ser tratada así! Cuando estuvo cerca lo escucho hablar solo.
- ¡No te preocupes, Eustace, podrás proteger a tu prima! – Parecía que se daba confianza a sí mismo, o realmente estaba loco.
- ¿Protegerla de qué? – pregunto curiosa, siempre escuchaba a Eustace decir que debía proteger a Vicky, pero nunca se entero de qué.
- Nott. – Dijo él dándose vuelta. – eso no te interesa.
- Claro que sí, es mi amiga, casi mi hermana…
- Lo que sea, no te puedo decir.
- ¿Tan malo es? – Eustace hizo una mueca. – Si me lo dices, te diré unos de mis secretos.
- ¿Estas dispuesta arriesgar tus secretos? ¿Tanto la quieres?
- Cuando se trata de mis amigos, soy capaz de arriesgar hasta mi propia vida. – Dijo segura.
- Solo te puedo decir que trates de mantener a Vicky alejada de su casa. – Emma lo miro sin comprender, pero su cabeza empezó a maquinar miles de manera de mantener a Vicky alejada de allí. ¿Pero qué haría? ¿Invitarla a su casa? ¿Eso era más seguro?
- Esta bien… - Asintió sin preguntar más. Él se sorprendió por eso.
- Ahora dime tu secreto. – Ella arqueo una ceja.
- Tu solo me has dicho la mitad, así que yo hare lo mismo. – Miro para todos lados antes de hablar. – Si realmente quieres ayudar a Vicky, si ella corre peligro… Ven a mi Eustace, ven a la casa de los Nott y pídeme ayuda. Ya verás que yo podre ayudarte, pero si no confías en mi, te hundirás solo. Solo te pido que no hundas a Vicky contigo.
- ¿Y cómo sabes que podrás ayudarme? Vamos, Emma. Solo tienes dieciséis años, eres una niña, ni aun que fueras mortifaga tiene tanto poder. – Emma soltó una risa seca, no le gustaba cuando la subestimaban.
- Ya lo veras, Eustace. Porque sé que te veré en vacaciones.
19 de diciembre.
Había empezado a caer una pequeña lluvia aquella tarde, pero cuando la noche llego los vientos se hicieron mucho más fuertes y el sonido de los truenos la sobresalto. Escucho como la lluvia caía con fuerza en el exterior, vio como un relámpago iluminaba su pequeño hogar. No le molestaba la lluvia, era agradable porque hace mucho tiempo que no llovía. Pero le preocupaba que al vivir en el bosque algún rayo haga caer abajo algún árbol y estrellara sobre su pequeño hogar. Era feliz allí, a pesar de estar sola todo el tiempo. Al menos se encontraba protegida, sabía que pronto tendría que marcharse, no podía vivir mucho tiempo en un solo sitio, podría ser peligroso. El sonido de la puerta la sobresalto, miro preocupada hacia el lugar y se acerco con pasos inseguros. Escondió su varita detrás de ella.
- ¿Quién es? – pregunto desconfiada.
- Por favor, déjeme entrar, necesito un lugar a donde quedarme. - Era la voz de un hombre y parecía desesperado. Abrió la puerta lentamente, su gran corazón nunca le prohibiría la entrada a nadie, pero no era tonta y no sería imprudente. Se encontró allí con aquel hombre. Lo miro atentamente con aquellos ojos azules profundos. Observo atentamente el verde de aquellos ojos, y vio su propio reflejo allí.
Emma despertó no sabiendo bien como sentirse, aquel sueño había sido tan real. Se veía nítido, y se sentía verdadero, nada parecido un sueño, parecía un recuerdo, pero no propio. Porque en un momento había pensando que era ella la que vivía en aquel bosque, pero cuando se vio reflejada en los ojos de aquel hombre vio a su madre.
Con suspiro se levanto y se cambio de ropa. Bajo las escaleras saltando uno que otro escalón. Habían llegado las vacaciones de navidad. Se encontró con una de sus amigas en la sala común.
- ¿Y Luna? - le pregunto a Abie, que ese año se quedaría a pasar las vacaciones en Hogwarts.
- Se ha ido al gran comedor, ha despedirse de sus otros amigos - Dijo sonriendo, aunque parecía algo triste.
- ¿Beth?
- Despidiéndose de Ginny - Emma asintió, Beth estaría protegida con Luna, Abie lo estaría también aquí. Eliox también se quedaría en Hogwarts, y pensó que era lo mejor. - Y Kayla seguramente está buscando a Krum para darle su dirección y así contactarse por lechuzas. O tal vez le pregunta si habrá algún partido de Qudditch estos días navideños.
Emma le sonrío triste.
- Te extrañare.
- Solo serán vacaciones de navidad, son más cortas. - Dijo Abie.
- Igualmente te extrañaré - Dijo Emma sonriendo - ¿A quién molestaré estas semanas?
Abie se carcajeo.
- Ya sé que no puedes vivir sin mí.
Tal vez era que irse de Hogwarts le recordaba mucho más lo que tenía que hacer. Tal vez era porque ella odiaba navidad desde que tenía 13 años. No sabía bien que era, pero odiaba volver a casa. Estar con sus amigas le hacía olvidar todos sus problemas.
De repente Abie la abrazo despidiéndose.
- Cuídate, nos veremos pronto.
- Si... tu también. - Y Emma se fue hacía al gran comedor a despedirse de algunas personas.
Estaba en el tren, miraba por la ventana pensando en cuando sus amigos habían dicho de encontrarse devuelta. ¿Eso sería conveniente? Vicky iba a saber quién era ella, no querría encontrarse con ella. Estaba totalmente segura que la odiaría. Se quedo dormida, y sus sueños la atacaron otra vez.
- Así que dígame, señor. ¿Cuál es su nombre? – Pregunto amablemente la castaña. El hombre de cabellos oscuros dudo posando la mirada en ella unos segundos.
- Tom… Riddle. – Ella asintió, él sonrío con malicia. Ella no era una de las pocas personas que sabían su verdadero nombre. - ¿Y el de usted señorita?
- Aria Bennet. – Dijo con una sonrisa. - ¿Está usted escapando?
- Si, podríamos decir que los tiempos no son nada buenos. Y mi familia es buscada por no ser poseedores de pureza de sangre. – mintió sin pestañear el hombre. La mujer negó con la cabeza claramente en contra de aquello. - ¿Y usted? ¿De qué se esconde?
- No me estoy escondiendo, Señor. – ella estaba mintiendo, el podía verlo en sus ojos. – me gusta vivir en el bosque.
- ¿Quiere decir que su familia es sangre pura?
- Si, lo es.
- No lo he agradecido por dejarme quedarme mientras la tormenta pasa.
- oh, en realidad si lo ha hecho.
- Repetirlo no hace daño. – Dijo con una sonrisa encantadora. – Sé que no puede confiar en mí al cien por cien.
- Usted tampoco en mí. Pero se está arriesgando.
- Oh, no creo que una bella dama como usted pueda hacerme daño.
- Tal vez se equivoca.
- ¿Está tratando de asustarme?
- No, para nada. Pero recuerde que nadie es digno de confianza.
Él se levanto dejando su taza de té caliente sobre la mesa, empezó a recorrer la pequeña cabaña. Encontró una foto de la mujer con un hombre rubio a su lado.
- ¿Su esposo? - Ella suspiro al escuchar eso.
- Fue mi novio en un tiempo, pero fue asesinado por los mortifagos. Nunca conoceré a un Gryffindor tan valeroso con él. – Decía ella con una mezcla de admiración y tristeza.
- Me imagino. – Dijo él dejando la foto en el estante mientras rodaba los ojos.
- ¿Usted ha estado enamorado alguna vez, Tom? ¿Puedo llamarlo así?
- Claro querida, y respondiendo a tu pregunta… Nunca he estado enamorado, lamentablemente.
- Nunca es tarde para encontrar el amor. – Dijo ella tratando de animarlo. Él le sonrío.
- Eso dicen.
Se despertó de golpe, asqueada de cómo Voldemort le había mentido a su madre. Hasta que recordó que era solo un sueño. Suspiro más tranquila.
- Estamos a punto de llegar, Emma. – Dijo Beth con una sonrisa. Ella asintió no muy feliz por ello.
20 de diciembre.
La lluvia seguía con fuerza en el exterior, parecía cada vez ser más fuerte. Aquella lluvia duro tres días exactamente. Las dos personas que estaban dentro de la cabaña hablaron todo aquel tiempo, de sus vidas, de su pasado, y lo que esperaban de en el futuro. Mientras Aria respondía con sinceridad, Riddle se había inventado todo un repertorio. A ella cada vez le caía mejor aquel hombre, era encantador, educado y no sé sentía tan sola a su lado.
- Creo que nunca he conocido a una mujer tan maravillosa como usted, querida Aria. – Comento él aquella tarde. Un trueno sonó al compás de su mentira, la mujer se sonrojo ante sus palabras. Y él sonrío satisfecho.
- Me alagas, Tom. No merezco esas palabras.
- Claro que si, y tengo que confesarte mi querida que estos tres días han sido los mejores de mi vida. Y no puedo negar los sentimientos que tengo hacia a ti.
- ¿Sentimientos? – Pregunto sorprendida.
- Por favor, no me digas que no los correspondes. No podría soportarlo.
- Pero Tom, es demasiado pronto para pensar en sentimientos. No puedo negar que exista una atracción entre nosotros, y que tú eres un hombre estupendo. Pero…
- Pero nada, querida. ¿No has visto lo que sucede en el mundo? Tal vez no nos quede más tiempo para ser felices. Hay que aprovechar los pequeños momentos que nos da la vida.
- Pero…
- Dime que si por favor. Acepta casarte conmigo.
- ¿¡Casarnos!? – Pregunto ella escandalizada.
- Aprenderás a amarme, Aria.
- No lo dudo, se puede aprender a amar. Pero es demasiado pronto, Tom.
- ¿No te gustaría tener mi apellido? Aria Riddle, ¿no ves que bien suena?
- No lo sé…
- ¿Te gustaría tener tus propios hijos, Aria?
- ¿Hijos?
- Si, cuando nos casemos, tendremos hijos.
- ¿Cuántos?
- ¡Cuantos quieras!
- Eso suena maravilloso, Tom.
- ¡Claro que lo es, tendremos un hermoso niño!
- ¿Niño? ¿Y por qué no niña?
- Bueno, tengo que decir que prefiero los niños. Son más fuertes mi querida.
- Yo sé que tendré a la hija más fuerte que puede existir.
- No lo dudo. Entonces, ¿aceptas? – Ella se lo quedo mirando directamente a sus ojos color verdes, ¿Había algo en lo que aquel hombre no sea perfecto? Sin duda podrían ser felices, y le estaba prometiendo una vida maravillosa. Tal vez era una oportunidad que no debía desaprovechar.
- Acepto. – Él sonrió y la beso. Su beso dulce se convirtió en salvaje, cayeron sobre la cama y la ropa desapareció al instante. Se quedaron allí donde todo el siguiente día hicieron el amor sin parar. Dos y tres veces, solo parando para comer.
Al día siguiente Emma se levanto con una expresión de asco en su rostro. ¿Enserio había soñado eso? Las escenas morbosas no habían aparecido en su mente, porque fue como si una nube la tapara, pero ella sabía lo que habían hecho. Se removió incomoda y bajo las escaleras de su casa, paso por la cocina y robo de allí una manzana. Levaba unos jeans de color negro, con un jersey de lana verde oscuro. Tenía el cabello sujetado con un lazo del mismo color que sus jeans.
- ¿Cómo te has levantado, Achlys? – Emma frunció el ceño.
- No me llames así, odio ese nombre. – Su padre la miro y pareció volver a la realidad.
- Oh, lo siento. Estoy acostumbrado. – Ella gruño y se sentó en uno de los sillones, agarro un libro que había sobre la mesa ratona. “Achlys” era Griego, era el nombre que usaba Voldemort con ella, porque no le gustaba “Emma” ya que le parecía un nombre muggle que había utilizado su madre para nombrarla. “Achlys” significaba oscuridad. Así que hasta en su nombre aquella cosa la perseguía.
- Pasado mañana es el gran día. – Emma puso los ojos en blanco ¿Pasado Mañana? ¿No había ni una semana de descanso?
- ¿Tan pronto?
- Claro, ellos están impacientes.
- Que se aguanten.
-¡Emma! – la regaño su padre.
- Era solo una broma. – Ella resoplo y vio como su hermano atravesaba la sala y se sentaba en la mesa a desayunar.
Emma se levanto y camino hacia su habitación otra vez. Se sentó en su escritorio saco un pergamino y su pluma, empezó a escribir.
Vicky:
¿Cómo te encuentras? ¿Has llegado bien a tu hogar? Espero que algún día puedas venir a visitarme, tal vez mañana, tal vez hoy… Como sea, los extraño a todos pero ya sabes por cuestiones de familia tu eres la única que puede venir aquí. Así que me agradaría que vinieras, tal vez puedas pedir permiso para quedarte unos días…
Nos vemos.
Emma.
Emma.
Bueno, siempre había sido un fracaso para escribir cartas, y eso era lo mejor que podía hacer. Se acerco a Nyx y puso la carta en su pata.
- Ya sabes que hacer pequeña, llévale esto a Vicky.- Le acaricio el plumaje y Nyx se revolvió complacida, luego salió volando alejándose en el paisaje. Era tan fácil para su lechuza salir de allí, ella sentía que estaba atrapada en una caja de cristal.
Abie Black.
Me levante en medio de la oscuridad, corrí las cortinas de mi cama y el sol me cegó. Abrí el cajón de mi mesa de luz, allí estaba la carta de Theo. Me di cuenta de cuánto lo extrañaba, y también a Neville. Aquel chico desastroso y nervioso pero dispuesto a enfrentarse a sus miedos por sus amigos, para hacer lo correcto. Tal vez anteriormente no sería el chico que verías yendo de aventuras, pero ahora era un chico distinto, tal vez no el más valiente. Pero en su corazón corría sangre Gryffindor, él lo había demostrado. Y sabía cómo hacerme reír, y estaba atento a las cosas que yo deseaba, su timidez me causaba ternura. Y luego estaba Theo, él no se rendía hasta obtener lo que quería, y yo era lo que él deseaba. Siempre me llenaba de halagos y me hacía sentir especial. Era protector e inteligente, él era el tipo del hombre que mi familia quería que yo me casara, sangre pura y Slytherin. Tal vez era ese el motivo por el cual busque enamorarme de otra persona, por el cual me negaba a sentir esto por él. No quería darle el gusto a mi familia, pero tenía que venir este chico perfecto en todos los sentidos. Tenía que tener un defecto, algo tendría que esconder. Lo peor es que mi cuerpo reaccionaba a él, como me sonrojaba cuando me alagaba, como me estremecía cuando me tocaba, y mi corazón latía con fuerza cada vez que lo veía. Estaba por completo enamorada de él, pero no era el único en mi corazón. Y eso, me tenía muy confundida.Baje despacio las escaleras casi suspirando, el castillo era tan silencioso en vacaciones. Observe a un chico sentando en el sillón, lo reconocí. Era Eliox, el amigo de Emma. Mi amiga era así, le gustaba ser amiga de esa gente que el mundo rechazaba, o que tenían problemas, era como si de un imán se tratara, ¿Intuición tal vez? No lo sé, pero ella no había dudado en ser amiga de este chico. En cambio yo, cada vez que lo veía se ponía los nervios de punta, sus ojos eran extraños y no deseaba juzgarlo por ello, pero no podía evitar ponerme incomoda al mirarlo.
- Eh… Hola. – salude dudosa. Él se dio vuelta y me miro directamente a los ojos, aparte la mirada. Se sentía extraño, como si él pudiera ver más allá de los ojos de las personas. Desvié la mirada hacia el piso.
- Hola. – Sabía que me estaba comportando como una tonta, aquel pobre chico no tenía la culpa por tener aquellos ojos, pero igualmente deseaba alejarme de él. Sabía que si Emma se enteraba de lo que pensaba se enojaría mucho, parecía querer mucho aquel chico. Y la he visto enojarse cuando alguien le decía algo malo o lo trataba con despecho.
- Es una linda mañana. – Dije mientras seguía caminando.
- Si… - Casi fue un susurro. Abrí la puerta de la sala común.
- Bueno… nos vemos. – Mi voz sonó insegura, lo mire y él simplemente asintió mirando el fuego. Me sentía mal por tenerle miedo, suspire y salí de allí.
Mire desde una de las ventanas de Hogwarts como la nieve caía lentamente, no pude evitar recordar.
Caminaba apurada hacia mis próximas clases, estaba llegando tarde a pociones.
- Si corres por los pasillos tal vez te caigas. – Reconocí la voz de Theo, mire a mi alrededor, allí estaba contra una columna, me mordí el labio se veía tan atractivo así.
- ¿Estas deseando que me caiga, Nott? – el frunció el ceño y en vez de hacerlo ver feo, lo hizo más atractivo para mi sorpresa. Aunque no tanto como cuando me sonreía.
- No me digas “Nott” Me gusta más cuando dices mi nombre.
- ¿Theo? – él sonrió ampliamente y yo me tuve que forzar a respirar, me comportaba como una tonta cuando él estaba cerca.
- Si, me encanta.
- ¿Deseas algo? Estoy llegando tarde a clases. – Él arqueo una ceja.
- Deseo muchas cosas, pero ahora solo quería darte algo.
- ¿Y qué es? – Él se acerco a mí con lentitud, y alce las dos cejas en espera. Con una sonrisa extendió la mano y él tenía una pequeña flor blanca, la mire sorprendida.
- ¿De dónde la has sacado? La nieve está llenando todo el jardín.
- La he encontrado cerca del bosque prohibido, me recordó a ti.
- ¿A mí? – pregunte confundida.
- ¿Es que no lo vez? Yo pude verlo enseguida, es blanca y pura, hermosa y delicada. Eres tú Abie. – Noté como me sonrojaba, una sonrisa tímida se extendió por mis labios. Levante la mano para agarrar la flor, pero él la alejo, lo mire sin comprender. Theo me sonrío ampliamente, extendió la mano hasta mi oreja izquierda. Corrió mi cabello rubio y ubico la flor allí, sentí un escalofrío correr por mi espalda cuando sentí su mano descender hasta mi mejilla.
- No te angusties, Abie. Sé que estas confundida, pero no me enojare contigo si no me elijes a mí. – Agache la mirada con vergüenza.
- ¿No te romperé el corazón? – Escuche como él suspiraba con tristeza.
- Sí, pero prefiero tu alegría antes que la mía. – Solté un sollozo, otra vez, esa perfección insoportable. Sentí como levantaba mi barbilla para mirarlo a los ojos. – Si lo prefieres a él, lo odiare, pero nunca te odiaría a ti.
Me sonrío, y se alejo. Me angustie más al saber que mañana empezarían las vacaciones, lo sabía ese era el tiempo que me daba para elegir entre él o Neville. Suspire, porque tampoco podía romperle el corazón al Neville.
Emma Nott.
Al día siguiente Aria se removió en la cama, claramente cansada. También avergonzada, se había dejado llevar por la pasión y no había aguantado hasta el matrimonio. Estiro su brazo y noto que el otro lado de la cama estaba vacío. Abrió los ojos alarmada, se levanto aferrando la sabana a su cuerpo. Miro para todos lados, encontrando vacio y silencio. Demasiado silencio, la tormenta había cesado. De repente empezó a sentirse una idiota y cuando estuvo a punto de echarse a llorar la puerta se abrió.
- Tom… - Dijo con alegría al verlo. Pero algo en el semblante de él la silencio. Era distinto a los días anteriores, estaba frío y parecía aburrido. Aquella expresión lo hacía ver totalmente diferente.
- Cámbiate, tenemos que irnos.
- ¿irnos?
- Si, ¿Eres tonta? apúrate. – Él cerró la puerta con fuerza y ella se quedo mirando con la boca abierta, ¿Qué había sucedido? Se levanto de la cama y se puso su mejor vestido. Luego agarro un gran pañuelo de lana que usaba para cuando tenía que salir y no quería ser descubierta. Salió afuera y se encontró con él. Se acerco y agarro su brazo. Él se aparto enseguida, asqueado de su tacto y la miro con ojos llenos de ira.
- ¡Ni te atrevas a tocarme nunca más! – Ella lo observo confundida.
- ¿Qué sucede, Tom?
- Deja de llamarme así, con ese estúpido nombre muggle.
- Pero…
De repente ante ellos apareció un automóvil color negro, venía volando por los cielos y se estaciono a su lado.
- Sube.
- No. – Dijo firme.
- Lo harás por las buenas o por las malas. – le amenazo.
- Entonces serán por las malas. – Dijo mientras corría hacía su casa y se encerraba.
- ¿Enserio piensas que puedes huir de mi? – se burlo él. Ella bloqueo la puerta con la cama y todo los que encontraba en el camino, busco su varita por todos lados. – no puedes hacer magia sin tu varita, Bennett.
Al decir aquello ella supo que él la tenía. Se acurruco en un rincón de su casa porque no podía hacer otra cosa.
- ¡BOMBARDA MAXIMA! – sintió que gritaba él haciendo que la puerta, junto a la cama, y la mayoría de los obstáculos que ella había puesto estallaran. Aria soltó un grito de terror al verlo avanzar hacia ella.
- ¡Suéltame! – grito cuando la agarro del brazo y la arrastro fuera de la casa. - ¿Quién eres? ¿Qué quieres de mí? ¿Por qué estás haciendo todo esto?
Él la metió en el auto, y cerró la puerta con fuerza. Había un chofer adelante.
- ¡TOM CONTESTAME! – imploro. Él se dio vuelta hacia ella con violencia y le planto una cachetada en la mitad de su cara, ella se agarro la mejilla aturdida.
- ¡TE HE DICHO QUE NO ME LLAMES ASÍ! Si vuelves a llamarme por ese estúpido nombre muggle, haré algo peor que golpearte. – amenazo con la varita en mano.
- ¿¡Cómo quieras que te llame entonces!? – Dijo ella con enojo mientras las lágrimas corrían por su rostro.
- Lord Voldemort. – Aria sintió que el aire se iba de sus pulmones, y empezó a negar con la cabeza tratando de no creer lo que estaba sucediendo. Ella había sido tan tonta, en confiar en alguien y de alguna forma enamorarse tan rápido del ser más odiado y temido del mundo mágico.
22 de diciembre.
Emma se levanto sobre saltada, tenía lagrimas en el rostro. Se sentó en la cama y se seco las lágrimas, suspiro mirando su ventana. Su madre había sido engañada, le habían hecho creer que la amaban y luego le habían roto el corazón. ¡Estúpido Voldemort! ¡Estúpido Tom Riddle!
Entonces recordó que solo era un sueño, pero una sensación horrible recorría todo su cuerpo.
- Solo es un sueño.- se repitió para sí misma. - Una horrible pesadilla.
Al parecer tenía imaginación, era extraño que solo tuviera imaginación cuando dormía.
Despierta su imaginación era escasa. Fue hasta la ventana y la abrió, miro el exterior a lo lejos distinguió algo que volaba con rapidez hacia su casa. Se agacho cuando la lechuza paso volando y entro en su ventana. Dio media vuelta y la encontró apoyada en el respaldo de su cama.
- ¡Me has asustado, Nyx! – le reprocho, su lechuza hizo un ruido que casi podría ser una carcajada. Vio que tenía atada un papel. ¡La respuesta de Vicky! Agarro con rapidez el papel, y acaricio a Nyx felicitándola por su entrega.
Emma:
¡Me encantaría ir a tu casa! Mis tíos se negaron al principio a que vaya pero de un día para otro han aceptado. No dudo que es raro, pero hay que aprovechar eso. ¿Te parece bien que vaya mañana?
Espero verte pronto.
Vicky.
Vicky.
Ella se dio cuenta que la carta había sido enviada ayer, tal vez a la noche. Así que hoy vendría Vicky. Le mando una carta enseguida diciéndole que la esperaba con entusiasmo. Había varias cosas que tenía que contarle a Vicky, y empezaría con la verdad.
- ¡Vicky! – Grito abrazándola cuando la vio en la puerta de su casa. Sintió la mirada incrédula de su padre al verla abrazando a alguien.
- Hola, Em. – Dijo con felicidad su amiga.
- Theo, lleva las cosas de Vicky a mi cuarto. – Luego se giro devuelta hacia su amiga – Han hecho unos cambios en mi cuarto para tu comodidad. Mi padre pensaba que era mejor que te quedes en una de las habitaciones de huéspedes, pero esta casa es muy grande y solitaria, da miedo.
Emma arrastro a Vicky hasta su padre adoptivo.
- Ella es Victoria Slightouth, es mortifaga también. – Sintió como Vicky se tensaba a su lado, Emma lo había dicho con tanta naturalidad. La expresión de su padre se suavizo.
- Supongo que sí es una amiga tuya, ya es parte de la familia. – después hizo una mueca y se marcho, Emma lo miro sorprendida. “Familia” en cierto sentido, Victoria había sido parte de su familia.
- Wow. – Dijo Vicky cuando entro en su habitación. Su casa era en su mayoría oscura, pasando del negro al gris oscuro. Pero su habitación era de un azul mar y blanco. Las paredes estaban pintadas de azul, y había colgados banderines de Ravenclaw. También había un gran poster del equipo de Quidditch las “Holyhead Harpies”. Era una habitación espaciosa cuando entrabas en la pared derecha te encontrabas con el ropero de color blanco que ella tenía, su cama se encontraba en la pared siguiente justo debajo del gran poster, era una cama grande con sabanas blancas y acolchado azul, a juego con su pared. Al lado había una ventana, también había un escrito en la pared que daba al frente de la entrada, a su lado había una pequeña estantería con libros.
- Aquí tengo algunos libros, me gustan mucho, pero la mayoría están en la biblioteca. – Vicky asintió, en la última pared estaba ubicada una cama más pequeña que la que tenía Emma, era de una plaza, pero parecía muy cómoda.
- Allí había un sillón. – Aclaro Emma. – Estuvimos pensando si dejarte dormir en mi cama y que yo duerma en el sillón, pero las personas suelen discutir todo el tiempo sobre quien duerme en el sillón. Así que Theo dijo que era mejor traer una de las camas de las habitaciones de huéspedes.
- ¿Tienen mucha plata? – Pregunto Vicky al ver que vivían en una mansión.
- No tanto como Malfoy, y como ya sabes los mortifagos o como ellos dicen “Ex mortifagos” son menos aceptados en los trabajos, así que nos estamos quedando sin dinero. – Emma hizo una mueca, a ella le gustaba la comodidad de su casa, a pesar de que fuera tan oscura.
Emma y Vicky se habían pasado la tarde acomodando las cosas, su amiga le había contando un poco de cómo había sido desde que llego a la casa de sus tíos. Emma le presento a Victoria su gato Merlín, que al parece se llevaba muy bien con el gato de ella. Los dos eran negros, pero Merlín en vez de tener los ojos amarillos de los gatos los tenía grises.
- ¿No te molesta que haya traído a mi gato? – Pregunto por enésima vez la pelinegra.
- ¡Claro que no, Vicky! Amo a los animales. – Contesto despreocupada.
- Es que no podía dejarlo solo, allí con ellos. – Emma asintió dándole a entender que lo comprendía.
Al llegar la noche bajaron a cenar, su padre no pudo mantener la boca cerrada.
- Así que ¿A qué casa perteneces, querida? – Le pregunto a Vicky inquisitoriamente.
- Slytherin…
- ¡Oh, eso es genial! ¡Aquí todos somos…! Bueno no todos. – Emma corto a su padre con una mirada, sabía cuánto él o a todos le hubiese gustado que ella sea una Slytherin.
- Conocí a tus padres, sabes… - Dijo casi en un susurro, Emma lo miro sorprendida, y después miro a Vicky que tenía la misma expresión. – Los Slightouth, unos grandes mortifagos, tú madre tenía un muy buen corazón. Tal vez sea esa la razón por la cual se llevaba tan bien con mi esposa.
Emma sonrío al pensar en Cassandra, había sido como su segunda madre.
- Si… Ella era una gran madre. – Dijo Vicky y luego agacho la mirada.
- Oh, lo siento querida, debes extrañarlos. – Emma miro a su padre como si fuera idiota, ¿No era obvio?
- Al menos la conociste, Vicky.- Dijo Emma con un suspiro mientras trataba de sonreírle.
Estaban las dos acostadas en sus camas, una tormenta había empezado a caer afuera. Emma miro por la ventana y suspiro.
- ¿Vicky? – Pregunto dudosa.
- ¿Qué sucede, Em?
- ¿Puedo hablar contigo? – Dijo sentando en la cama, vio como Vicky se levantaba y venía hasta su cama, extrañada de la voz que tenía Emma, como si algo estuviera realmente mal.
- ¿De qué quiera hablarme? ¿Sucedió algo malo? – Emma no respondió y agacho la mirada.
- Tengo que contarte algo, pero pienso que si lo sabes, me odiaras. – El silencio se extendió.
- No te odiare. – aseguro su amiga, Emma suspiro porque si lo haría.
- Te lo diré ahora, porque mañana cuando tengamos que ir a ver a los mortifagos. – Vicky la miro sorprendida, ella no sabía eso. – Te enteraras, pero prefiero que lo sepas antes.
- ¿Qué sucede? – pregunto nuevamente, más insistente. Emma trago saliva.
- Empezare desde el principio, pero no me interrumpas hasta el final.- Vicky asintió, y Emma le contó todo. Sobre como Voldemort la había encontrado en un orfanato, de cómo la cuidaron los Nott, del regreso de Voldemort, de las torturas, de la cueva, de su apellido, de sus miedos, de su misión. De quien era ella y todo lo que tenía que hacer. Vicky la miraba con Shock, y a veces hacía caras de horror. Cuando Emma termino de hablar se levanto sin decir nada, y se fue a dormir a su cama. Emma se la quedo mirando desde lejos, suspiro con pesadez y se acostó dando media vuelta se enredo en la cama. Un trueno resonó en la casa, y Emma se quebró, lloro pensando que había pedido una amiga. Se quedo dormida llorando.
23 de diciembre.
- Te dejare claras las reglas. – Ella no lo estaba mirando, miraba la ventana de aquella gran mansión. Las rejas le decían que no saldría de allí. – No podrás salir de esta habitación, detrás de esa puerta está el baño. Te darán tres comidas al día, y quiero las comas todas no por tu salud, si no por la de mi heredero. No hablaras con nadie, no me volverás a llamarme por ese maldito nombre muggle, no me tocaras, y te dirigirás a mi cuando yo te lo ordene.
Aria asintió dando entender que no rompería ninguna regla. Él salió de la habitación dando un portazo. Miro a su alrededor la habitación era pequeña, de piedra y está olvidada en alguna parte de aquella gran mansión. Había una cama de madera, con un colchón fino y sabanas que debieron ser blancas hace un tiempo pero ahora de un color amarillo como las hojas de los libros viejos. Suspiro sentándose allí, no sabía si estaba cómoda o incomoda porque quería sentir nada.
¿Había dicho él “heredero”? ¿Entonces ese era su plan? ¿Lo había llevado a cabo?
Se preguntaba si estaría embarazada y deseo con todas sus fuerzas que no, tal vez así él la mataría, eso era mejor que vivir encerrada. Entonces se arrepentido al momento de desearlo, él no se cansaría, él seguiría intentándolo, por más asco que le tuviera. Y ella se negaría, aun aunque cuando lo veía su alma caía al piso. Recordando su sonrisa amable, y el modo en que sus ojos la miraron. Cuando sus labios la besaron y una gran chispa se encendió en ella. Se repudio así misma por en tan poco tiempo haberse enamorado del hombre que la tenía allí encerrada.
Pero ella sabía que cuando se trataba del amor este era impredecible y sin sentido. ¿No había amado a Brad sobre toda las cosas? Todavía recordaba su cabello rubio brillando bajo el sol, el modo que siempre le contaba de todas las aventuras que quería emprender, con todos los monstruos que quería luchar, parecía un niño. Fue el amor de su vida, y eso no iba a cambiar. La muerte de él sola la hizo más fuerte, porque tenía que buscar venganza. Ella no se echaría a llorar y rendirse, porque si Bradley le había enseñado algo era a luchar.
Al día siguiente miro la comida atenta, morir no era un opción, no más. Eso demostraba su cobardía, enfrentaría la vida y el peligro. Tom nunca más volvió a visitarla, un pequeño elfo siempre traía su comida, era agradable, pero reservado. La miraba con pena y luego se marchaba. Los meses pasaron, pesaban que se volvería loca encerrada allí sin nada que hacer. Pensó mucho, y ideo miles de planes. Hasta ordeno el lugar para mantenerse haciendo algo, luego lo desarmaba tirando cosas contra la pared con enfado. ¿Este era el hombre que había predestinado la mujer aquella que podía ver el futuro? No podía ser, él había interrumpido en el proceso. Ella siempre pensó que sería Brad. Y ahora estaba allí con un bebé que era parte de un destino mucho más grande, ella al caer en manos de la maldad había arruinado el destino de su hijo. Él ya no sería luz para la humanidad. No, estaba equivocada, ese también iba a ser su hijo. Llevaría su sangre en sus venas, y sabría hacer lo correcto. Encontraría a sus antiguos hermanos, como había dicho la mujer. Y haría lo correcto.
Su madre siempre le había dicho que estaba destinada a cosas grandes, pero tener un hijo con el don de la naturaleza, bueno eso era demasiado grande. Ella no lo supo hasta encontrarse con Leyra, ese era su apodo, y era una mujer que podía ver el futuro. Había visto en ella que iba a portar un bebé con un don, sería fruto del amor, pero habría traición. Ella tenía que hacer todo lo posible para que en el futuro aquel bebé se junte con sus hermanos antiguos, porque si no todo sería destrucción.
Cuando había dicho “Traición” pensó que Brad la engañaría y ese día se lo había echado en cara, que errada que estaba. Tenía que sobrevivir a esto, para poder juntar a su hijo con aquellos hermanos. Su hermana no había creído en nada de lo que había dicho Leyra, pero ella siempre había creído en el poder de ver el futuro. Así que estaba convencida de que todo aquello sería verdad.
- ¿Aria? – Levanto la mirada sorprendida.
- ¿Nott? – Él la agarro por el brazo y la empujo fuera de la puerta.
- Si él se entera que fui yo, me matara.
- Gracias.- Dijo sin poder creer que aquel el hombre arriesgara su vida por la suya.
- Ya sabes porque lo hago. – Ella asintió. Nott abrió otra puerta y bajaron corriendo unas escaleras, pronto estaba en algún túnel subterráneo. Todo olía asqueroso ahí y ella tuvo que reprimir el impulso de vomitar. Había muchos túneles pero Nott parecía conocer el camino muy bien, pronto habían llegado a la salida, había rejas.
- Aléjate. – ordeno él y ella se hizo a un lado.
- ¡Bombarda! – Y las frágiles rejas a causa del tiempo estallaron. – Ahora escúchame, corre muy lejos y no pares de correr hasta estar segura. ¿Entiendes, Aria?
Ella asintió impaciente por irse, la libertad le sabía extraña.
- No mires atrás.
- Gracias.- Dijo devuelta antes de salir corriendo.
Correr por el bosque y saber que en cualquier momento te podría atrapar era adrenalina pura. Subió su pañuelo de lana y tapo su cara con él, el viento empezaba soplar con fuerza. Mientras corría y se alejaba empezó a pensar lugares a los que podría ir.
Hannah sin magia y protección no era una buena idea, pero extrañaba a su amiga. Su hermana tampoco era buena idea. También conocía a la esposa de Slightouth, habían hablado varías veces en la biblioteca, le parecía una mujer amable. Se di cuenta que había algo en ella y Hannah que las unía como un hilo como si… ¿Podría ser? En todo caso no podría ir allí, los Slightouth eran mortifagos, y el esposo de ella la entregaría enseguida a Voldemort. Empezó a sentir que sus piernas se cansaban pero no paro de correr, no había opciones, tendría que correr para toda la vida. Pensar en eso la agoto. Llego a un camino en el bosque y escucho los trotes. Era un caballo, el sonido se acercaba cada vez más, despacio pero no lento. Dio media vuelta y se encontró con dos caballos blancos que llevaban un carruaje. Grito sorprendida, y el hombre que dirigía la cosa detuvo a los caballos.
- ¿Qué hace en el medio del bosque, señora? – pregunto algo malhumorado. Ella descubrió su cara.
- Estoy perdida, quiero llegar a la ciudad. – Aria era muy influyente en la gente, tal vez era el modo en que su cabello caía sobre su cara haciéndola ver muy hermosa, o como sus ojos eran siempre amables. O aquella voz y esa inteligencia que sabrían convencerte de que todo iría bien.
- Bueno… um… - dudo el hombre. – yo podría llevarla.
- ¿Enserio? – pregunto ella abriendo los ojos demostrando una inocencia falsa, pero era tan buena actuando.
- Claro.
- Oh, muchas gracias señor, usted es tan caballeroso. – El hombre se sonrojo levemente.
- Suba, estaba yendo a la ciudad a buscar a alguien, no hay nadie allí. – Dijo apuntando el carruaje negro, ella asintió y subió. El viaje fue muy largo, se durmió y cuando despertó sobresaltada un pueblo apareció ante su vista.
- Señora, hasta aquí puedo llegar. – Ella asintió comprendiendo bajo del carro y le agradeció al hombre. Luego empezó a vagar por el lugar sorprendida vio una casa con una lechuza en su ventana. Toco la puerta, una chica joven tal vez de dieciocho años abrió.
- ¿Quién es usted?
- Oh, bueno. Yo estaba de paso en el pueblo… Me preguntaba. – La chica de cabellos negros y rulos espero a su pregunta con paciencia, tenía la piel morena y sus ojos eran grises. – Si podría mandar una carta, por favor.
La chica la miro de arriba abajo y su mirada se poso más tiempo en su vientre, que era prominente después de todo tenía 8 meses y medio de embarazo. La chica acepto, era agradable, se llamaba Mayra, y tenía diecinueve años, ella se había equivocado por uno. Vivía sola allí, su familia estaba muerta, y era de sangre mestiza. Aria le explico que ella huía también, mintió diciendo que era mestiza como ella, y le conto que su esposo había muerto hace unos días. La pobre chica se apiado de ella y no solo la dejo mandar su carta, le dio comida, la dejo quedarse un día allí para descansar y también la dejo tomar un baño de agua caliente. Aria de dirigió agradecida a enviar su carta.
Querida hermana:
Estoy bien, seré breve, escape y tal vez te enteres cómo pero no puedo decírtelo por carta, si alguien la ve comprometería a esa persona. Te quiero lo sabes, y espero volver a verte. No es seguro ahora, recuerda porque tengo que escapar. Tú no crees en esas cosas pero te digo que estoy cien por ciento segura de eso. Por ahora lo mejor es que nadie se entere que eres mi hermana, quema la carta, Cassie.
Te quiere, tu hermana.
En ese momento pensó que su hermana Cassandra había hecho bien en casarse con Nott, después de todo él la había ayudado a escaparse. Sabía porqué, él quería a Cassie, aun aunque sea frío y distante, cuando miraba a su hermana era como una persona diferente luchara por salir del interior de él. Pero sobre todo Cassandra había hecho bien casarse con él porque estaría a salvo.
Corrió y corrió y la lluvia no paraba en aquel bosque. ¿Hasta donde quería llegar? No lo sabía solamente quería alejarse lo máximo posible de él. Se sobresaltaba ante cada trueno porque le recordaban a Tom. Sentía que empezaba a llorar cuando sus piernas se entumecían y su respiración al igual que su corazón pedía parar, querían descansar pero no podía. ¿Cuántos días llevaba corriendo y vagando por el bosque? Siempre en línea recta, no sabía cuánto había pasado, pero pareció una eternidad cuando ella vio devuelta el asfalto. Allí en una pequeña ciudad se encontró caminando rápido, camino y camino, pero todo allí parecía un lugar fantasma. Todo estaba cerrado y la gente no estaba en las calles, a pesar de que era obvio que no saldrían con una tormenta. Camino tanto que llego hasta un gran edificio, vio a lo lejos el mar moviéndose inquieto. Empujo las rejas del lugar que se abrieron para ella, camino dudosa hasta la entrada y toco la puerta insegura… Nada. Toco con más fuerza pero nadie respondió. Golpeo otra vez dispuesta a tirar el lugar abajo, y una señora apareció ante sus ojos. Tenía la cuenca de los ojos muy hundidos, y el cabello rubio oscuro apretado en un rodete. Era muy flaca y alta y las arrugas se notaban en su piel.
- ¿Qué desea?
- Por favor, déjeme quedarme. – Dijo Aria apoyando su cabeza en la puerta, se sentía a punto de desfallecer. La mujer la dejo entrar y ella no recordó nada más.
Cuando se despertó estaba en una cama que parecía un pequeño hospital.
- Ha agarrado una fuerte gripe, tal vez algún virus, señora. – Ella tocio con fuerza y luego miro a la enfermera, tendría unos treinta años y el cabello color oscuro que se escondía tras una cofia. Sus ojos marrones la miraron con pena.
- ¿Y cómo esta mi bebé? – Pregunto preocupada. Vio como la mujer movía unas cuantas cosas que parecía filosas.
- Tendrá que ser por cesaría.
- ¿Ya? – pregunto sorprendida. La mujer la miro y suspiro.
- El virus… La esta matado, y si tenemos que sacar al bebé antes de eso… - Ella se quedo sin decir nada, con la boca abierta. ¿Morir? Esa no era una opción, tenía que cuidar de su bebé, tenía que alejarlo del mal.
Dolor, dolor, el dolor se extendía por su cuerpo. El dolor de la cesaría tal vez era un sueño porque había sido con anestesia completa. Pero algo la estaba haciendo sentir muy mal, aquella enfermedad y el parto la dejaban agotada. Sollozo preguntándose hace cuanto se había enfermado ¿Cuándo había empezado la tormenta interminable? Escuchaba el llanto de su hija, niña, habían dicho ellas. Se escuchaba doloroso, quería correr y tranquilizarla pero no tenía fuerza para levantarse. Y esto se sentía muy cercano a la muerte, pero ella tenía que recuperarse, y cuidar a su hija. Era su obligación como madre.
- ¿Señorita Aria? – Dijo la voz dulce de la enfermera de ojos marrones. Aria la miro, sin ganas de hablar. Pero sus ojos se volvieron esperanzados, en sus brazos estaba su bebé. Los quiso levantar pero no respondía. – No se preocupe, yo la ayudo.
Y así lo hizo, y en menos de un minuto tenía a su bebé entre sus brazos. Era ligera como una pluma, pequeña entre sus brazos. Abrió sus diminutos ojos despacio y se sorprendió de encontrar el mismo color que el de ella. Era un azul brillante y lleno de vida.
- Tú pequeña, te llamaras Emma. – Recordó la voz de su madre diciendo con orgullo que su nombre significaba “Aquella que es una mujer fuerte o que tiene fuerza”. Había elegido ese nombre con la esperanza de que sea verdad, que todas las mujeres que se llamen así sean fuertes. En cierto modo su madre lo era, siempre había admirado como se enfrentaba al mundo, iba por lo que quería y no dejaba sus ideales. También su amor y gentileza que había impulsado a Aria y a Cassie a ser buenas personas. Le puso el nombre de su madre porque la extrañaba y porque para una niña con su destino, ella necesitaba un nombre que la mantenga fuerte. La miro atentamente, aquella niña era toda su luz en esa inmensa oscuridad para ella. – Mami lamenta no poder seguir contigo, Emma. Pero tienes que saber que te amo como a nadie en este mundo, más que a mi propia vida. Y siempre estaré para ti, en el fondo de tu mente.
La enfermera le dejo privacidad, y ella aprovecho el momento, estiro el brazo hasta su abrigo y saco la varita que Mayra le había regalado había sido del padre de ella. Dudo lo que iba hacer, tal vez no estaba bien. ¿Pero quién podría castigarla? Cuando iba a morir. Entonces lo hizo y le paso sus últimos recuerdos a su hija. – En el momento adecuado, sabrás que hacer con ellos, saldrá a flote. Tienes que saber la verdad, yo no estaré ahí para contártela.
Emma empezó a llorar y Aria la meció de un lado a otro cantándole una canción de cuna, su voz dulce tranquilizo a su hija.
- Mami te ama, Emma. Nunca lo olvides. – Dijo mientras se le escapaba un sollozo, sintió como su cuerpo dolía cada vez más, era seguro, iba a morir.
A la mañana siguiente se despertó con un vacio en su corazón y miles de lágrimas en sus ojos, ¿Entonces todo era verdad? ¿No era simplemente un sueño? ¿Eran recuerdos?
Había demasiado información para procesar, pero no era tiempo, no hoy, tendría que ser mañana. Hoy era un día donde sus sentimientos no importaban.
Agotada miro hacia su alrededor. Vicky estaba sentada en la cama, jugaba con sus manos y las miraba fijamente.
- ¿Vicky? – pregunto Emma dudosa. Victoria levanto la mirada, y se encontró con la de ella, por un segundo no dijo nada, y luego se levanto corriendo hacia ella. Emma se sorprendió al ver que la abrazaba.
- Lo siento, estuve pensando toda la noche. Y debió ser duro para ti, tú no elegiste ser la hija de él, y no importa si tienes que matar a Potter, en realidad lo odio, solo que me tomo por sorpresa toda tu historia. – Emma le sonrío pero era más una mueca, ya que estaba al borde del llanto.
- ¡Que importa, Potter! Mientras tú seas mi amiga. – Dijo abrazándola. – Pensé que me odiabas.
- Somos hermanas, Emma. Nunca tuve un hermano, y ahora tengo cuatro. – Dijo y la sonrisa de Emma se extendió. Entonces le conto más cosas, sobre los sueños que tenía últimamente y principalmente sobre algo que se había olvidado, Curcell.
Emma se había preparado mentalmente para este momento. Había descubierto algunos secretos que en el fondo ya sabía. Se sentía fuerte y estaba lista para la mejor actuación de su vida.
Se encontraba en un bosque cercano al de su casa, Theo llevaría a Victoria, porque ella tenía que llegar sola. Desde ahora tenía que enfrentarse a estas cosas, sola.
Vestía un hermoso y largo vestido negro. Hecho con manos y telas de las hadas. Era un regalo que su padre le había hecho en su cumpleaños número 16.
Miro el horizonte, no podría desaparecer. Si lo hacía el ministerio lo averiguaría. Tendría que hacerlo a vuelo. Levanto su Nimbus 2001, tenía los galeones para comprar una de las últimas. Pero sentía un cariño especial por su Nimbus 2001, era especial. Cuando se la compraron ella había ingresado a su primer año en Hogwarts, la había pintado de azul, pero solo logro que sea un azul muy oscuro. Se había llevado un gran grito de parte de su padre, sonrío y se monto en ella. Voló por los aires, era rápida. Voló un tiempo pero el lugar a donde se dirigía no se encontraba tan lejos de su casa. Cuando llego bajo de su Nimbus y observo hacia delante, hacia la Gran Mansión.
- La Mansión Malfoy… - por su tono de voz no se sabía si era para ella un disgusto o no ver aquella gran casona. Avanzo con paso decidido mientras que su vestido y su capa ondeaban a causa del viento. Levanto su brazo izquierdo como si estuviera saludando. Y atravesó una gran verja negra como si allí no hubiera nada. Al entrar a la mansión observo la oscuridad en que se ceñía todo, el lugar tenía un aspecto negro y verde. Digna casa de unos Slytherin, se pregunto si así fue toda su vida o antes había más luz, más felicidad. Encontró la gran mesa, allí se encontraba Lucius y Narcisa Malfoy, pero no su hijo. Él también habría recibido el llamado de la marca tenebrosa, así que tendría que llegar. Emma llego hasta el asiento de la punta de la mesa, ese que una vez había pertenecido a Voldemort. Observo cómo dos personas bajaban su mirada ante ella y otros la observaban con curiosidad. Al sentarse sin basilar en la silla de Voldemort escucho algunos gritos ahogados.
Sin prestar atención se acomodo en la silla y los observo con una mirada calculadora y fría.
En su cara apareció una sonrisa malévola.
- Me alegra que muchos de ustedes hayan vuelto. Supongo que el señor tenebroso les habrá hablado de mí…
- Si, pero como sabemos nosotros que eres fiel de confianza, ¿eh? - Ella levanto una ceja y observo a la persona que la había interrumpido. Soltó un sonido de disgusto, Greyback. No le gustaba, no le gustaba nada ese mortifago. Lo ignoro.
Iba a hablar otra vez pero fue interrumpida por un portazo. Alguien había entrado a la casa. Observo a Malfoy parado ahí, engreído y orgulloso. Su corazón dio un golpe al ver también allí a Louis ¿Qué hacía allí? No podía ser que él... Por un minuto sus miradas se cruzaron Emma noto en sus ojos la confusión de verla allí. Se acomodaron en sus asientos. Pero entraba más gente, Vicky con Kayla y Eustace. Retuvo un grito cuando vio entrar al profesor Curcell. El peligro era doble con él, ¿era mortifago y cazador?
Emma habló otra vez, trato de concentrarse porque ahora estaba aturdida.
- ¿Qué les dijo Lord Voldemort sobre mi? – Preguntó. Otra vez los grititos y caras de disgusto al ver que ella lo llamaba Voldemort. Vio que su padre parecía nervioso. – ¿Nadie? ¿Qué tal si me cuentas tu Lucius? – Lucius se removió incomodo en su asiento y fijo la vista en ella sin mirarla a los ojos.
- Él nos ordeno que cuando usted nos llame tendríamos que asistir inmediatamente, que tendríamos que tener el mismo respeto y obedecer sus órdenes como si fuera él. – Emma sonrió.
- Muy bien Lucius, muy bien… - Él sonrió agachando el cabeza, tal vez contento de que hubiese recibido aprobación de alguien.
- Voldemort no les ha contado toda la historia, y yo siento que debo hacerlo para que entiendan porque están aquí.
- Para matar a Harry Potter. - Fue nuevamente interrumpida y ella miro a esa persona molesta. Carrow, Amycus.
- Que te hace pensar, Amycus. – dijo fríamente, ya molesta. – que tú, un simple mago podría derrotar a Harry Potter, si no lo ha podido hacer ni el Señor tenebroso. ¿Crees que eres más fuerte y poderoso de lo que él era? – Inquirió. Amycus no respondió y agacho la mirada. – Me lo imaginaba - dijo ella con asco.
- Les contaré mi historia. Pero si vuelven a interrumpirme no seré tan paciente como lo he sido anteriormente.
Cerró sus ojos, y recordó su sueño. El sueño que le revelo su pasado. El sueño que no era sueño, era un recuerdo.
- Hace 16 años, El señor tenebroso conoció a Aria Bennet, ella estaba escondida en el bosque, no era seguro en aquellos tiempos confiar en nadie. Lord Voldemort la encontró y ellos dos tuvieron una apasionada noche... – Emma observo como Alecto levantaba la mano como si estuviera en la escuela. Ella la observo y soltó un suspiro largo.
- ¿Si, Alecto? – Pregunto molesta.
- Eso es imposible ¡El Señor Tenebroso nunca se enamoro!
- ¿Y QUIEN DIJO QUE ÉL SE HABÍA ENAMORADO, IDIOTA? ¡El simplemente la uso! ¡La uso para obtener el heredero que él deseaba!
Había un silencio de muertos en la habitación, al parecer todos se dieron cuenta a donde iba a parar aquella historia.
- Voldemort mantuvo prisionera a Aria, no le importaba ella, ni sus sentimientos o comodidades. Solo quería el heredero que llevaba en su vientre. Porque era importante, porque había averiguado el don que tendría el hijo de Aria o la hija. Aria escapo cuando tenía 8 meses de embarazo, corrió por los bosques mientras él la persiguió por mucho tiempo. Luego de un tiempo ella llego a un orfanato, donde encontró refugio y dio a luz a una niña. Ella murió al nacer su hija, pero antes ella le había puesto un nombre. La llamo Emma. La niña se crio allí por un año entero, hasta que Voldemort la encontró. Esa misma noche la dejo al cuidado de los Nott, y él se marcho a la casa de los Potter. Volvió trece años más tarde cuando su hija ya había aprendido cosas en Hogwarts que no eran de su agrado. Como el querer, entonces él le enseño que amar es destruir. Que todo aquel que alguna vez tú quieras te destruirá. - Se detuvo y poso su vista en Louis que tenía los ojos desenfocados sin poder creer lo que estaba sucediendo. - Pero no era fácil que ella aprendiera a odiar, entonces uso sus mejores trucos para hacerla odiar el mundo. Para que ella no tuviera sentimientos, para que cada vez que amara a alguien recordara lo que dolía que te torturaran.
- Él lo único que quería es que ella siguiera con la misión que tenía, matar a Harry Potter, y a todos los impuros. Gobernar por encima de los muggles. Él nunca pensó que iba a morir, pero tenía un plan de rescate, siempre pensó que su hija iba a luchar con él, a su lado. Quemando el mundo hasta convertirlo en cenizas.
Muchos la miraban con admiración, otros con miedo, y otros con sorpresa. Una parte de ella estaba feliz por eso, y la otra estaba asustada, muy asustada.
Se levanto de la mesa dejando allí todos en silencio. Estaba asqueada, y se sentía enferma. Pero no mostraría esa debilidad ante ellos.
Se sentó en sillón de la casa de los Malfoy, en la otra habitación discutían. Escucho unos pasos detrás y sintió cuando alguien se sentó a su lado.
- Hola... - Ella lo miro a los ojos, extrañaba tanto que él le hable. Pero no lo admitiría nunca. Recordó todo lo que él la había hecho sufrir.
- ¿Que sucede, Tomlinson? - Dijo con odio.
- Eres una de ellos...
- Tú también, y nunca me habías dicho nada.
- ¿Que quería que te diga? Pensé... yo solo pensé que...
- ¿Que pensaste? No pensaste nada. ¿Pensabas que me asustaría? Te recuerdo que me críe con un padre mortifago.
- No puedo creer que él sea tu...
- No lo digas. Él no es nada para mí. No estaba hablando de él, hablaba de MI padre.
- Nott.
- Si.
- ¿Le has contado a alguien...?
- ¿Lo que he contado hoy? - Él asintió.
- A Vicky, Kayla solo lo de mi verdadero… Padre. Y a mi hermano, hablo mucho con él. – Su hermano, Theo, que ahora resultaba ser su primo. ¿Su primo? Su corazón se acelero al darse cuenta que era el único miembro de su familia de sangre vivo, tenía una familia de verdad.
- Lo suponía...
Se quedaron en silencio allí mirando el fuego. Se escuchaban todavía los murmullos al otro lado de la habitación.
- ¿Que es lo que quieres? - Pregunto ella por fin, él la observo.
- Quiero... Saber más.
- ¿Sobre qué? - Se hizo la tonta, pero sabía de que hablaba.
- Sobre ti, sobre tu historia.
- No es cuento de hadas.
- Quiero saber sobre ti.
- ¿Para qué? Dijiste que yo no te importaba. ¿¡Es que acaso no recuerdas como me trataste!? - No pudo evitar decir eso, pero se sentía agotada, asustada, poderosa, y estar cerca de él le hacía perder los estribos.
- Se que te lastime - Ella bufo - Pero pensé que era lo más fácil. ¿No lo entiendes, no? Tú no eres la única con problemas aquí. Hay quienes tratamos de sobrevivir como podemos. ¿Qué crees que haría un sangre sucia como yo? Tenía que hacerlo, este es el camino que yo elegí. Elegí el poder, elegí la manera de estar a salvo y protegerlas.
- ¿A quiénes?
- A ti y a mi hermana. - Emma lo miro asombrada.
- ¿PROTEGERNOS? ¡Si querías proteger a alguien te hubieses unido al ED! ¡NO AQUÍ! ¡NUNCA AQUÍ!
- ¡NO ENTIENDES! ¡YO NO SOY COMO ESOS! Aquí pertenezco. Soy Slytherin y estoy orgulloso de serlo. ¡Hay cosas que nunca vas a entender!
- ¿Qué cosas? ¿Cómo ese secreto que guardas y no me quieres decir? - Él la miro, no dijo nada. Pero sus ojos decían más.
- No podía estar contigo y tenía que proteger a mi hermana. Estarías en peligro conmigo.
- El problema es que yo estoy en peligro desde que he nacido, yo soy el peligro al que debes temer, no yo de ti. - Él se acerco a ella, tanto que ella pensó que la iba a besar. Pero solo acerco su mano a la mejilla de ella y la acaricio.
- Tú no eres ningún peligro. Yo elegí esto, tu no. Tú no me causas terror en absoluto. - Algo se encendió en ella, no era amor ni pasión. Era el deseo de demostrarle que tan peligrosa podía ser. Trato de aplacar aquel sentimiento, no quería lastimarlo, aunque por todo lo que le había hecho se lo merecía. Pero no quería que se aleje de ella, esa era la verdad.
- Te contaré mi historia, o la de mi madre mejor dicho. Pero no me toques. - Él bajo su mano, pero sonrío.
Emma bajo la voz, tanto que solo la podría oír Louis que todavía estaba cerca de ella.
Última edición por Cammi el Dom 15 Ene 2012, 5:15 pm, editado 2 veces
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Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
Entonces le conto todos sus sueños, que en realidad eran los recuerdos de su madre. Pasaron varios segundos hasta que Louis hablo.
- ¿Así es como supiste todo? ¿Tienes recuerdos de ella? - Emma asintió.
- Era hermosa sabes, tenia lo mismos ojos que yo y el mismo color de pelo. Su voz es dulce, y llena de amor. Ella era todo lo que yo hubiese podido ser, si ella seguiría con vida. - Emma se mordió el labio para no llorar.
- ¿La extrañas? - Ella lo miro a los ojos.
- Al principio no, porque pensé que mis padres me habían abandonado. Luego quería saber cómo era, y cuando recordé todo... Bueno, la extraño, cada día, cada hora. Yo la mate, si no me hubiese tenido, ella seguiría viva.
- ¡No digas eso, Emma! No es verdad.
- Ella pensaba que yo era luz pero no soy más que oscuridad, Louis. Destruyo todo lo que toco. He nacido para matar, para ser oscuridad. Ese siempre fue el propósito de Voldemort. Soy una mala persona. - Ella empezó a sollozar, Louis observo como se había quebrado. Muy pocas veces ella había dejado que él la vea llorar y cada una era como agujas que se clavaban en su corazón, así como no podía ver llorar a su hermana, Emma se había vuelto una de las otras personas que tampoco podía ver llorar. Él extendió sus brazos, y la abrazo, no sabía si ella quería eso, no sabía cómo iba a reaccionar ella, pero era lo que él quería. Emma lo abrazo también, así como Louis la volvía débil también la volvía fuerte.
________________________________________________________________________________________________________________
Es el capitulo más largo que escribí, ocupa 20 paginas en word :|
Les dije que tenía que cortarlo, les tuve que dejar el ultimo pedazo por separado...
No vuelvo a escribir algo tan largo, lo prometo pero necesitaba contar todo :)
Que Emma y Louis estén abrazados no significa que Daphne y Louis terminaron y que todo se va volver color de rosa (?)
Digo porque no soy de escribir así xd
Pero en realidad ya sabiendo que los dos son mortifagos Louis no tenía que mentir más, no había razón para que no diga la verdad. Lo que me llevo más tiempo y es más largo es toda la historia de la madre de Emma, es triste como Voldemort la uso pero el no tiene corazón, y yo no iba a ser de las que escriban "Y él se enamoro de ella" ¡Ah! y hay muchas cosas que descubrieron en este cap. Si hay algo mal avísenme :B
- ¿Así es como supiste todo? ¿Tienes recuerdos de ella? - Emma asintió.
- Era hermosa sabes, tenia lo mismos ojos que yo y el mismo color de pelo. Su voz es dulce, y llena de amor. Ella era todo lo que yo hubiese podido ser, si ella seguiría con vida. - Emma se mordió el labio para no llorar.
- ¿La extrañas? - Ella lo miro a los ojos.
- Al principio no, porque pensé que mis padres me habían abandonado. Luego quería saber cómo era, y cuando recordé todo... Bueno, la extraño, cada día, cada hora. Yo la mate, si no me hubiese tenido, ella seguiría viva.
- ¡No digas eso, Emma! No es verdad.
- Ella pensaba que yo era luz pero no soy más que oscuridad, Louis. Destruyo todo lo que toco. He nacido para matar, para ser oscuridad. Ese siempre fue el propósito de Voldemort. Soy una mala persona. - Ella empezó a sollozar, Louis observo como se había quebrado. Muy pocas veces ella había dejado que él la vea llorar y cada una era como agujas que se clavaban en su corazón, así como no podía ver llorar a su hermana, Emma se había vuelto una de las otras personas que tampoco podía ver llorar. Él extendió sus brazos, y la abrazo, no sabía si ella quería eso, no sabía cómo iba a reaccionar ella, pero era lo que él quería. Emma lo abrazo también, así como Louis la volvía débil también la volvía fuerte.
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Es el capitulo más largo que escribí, ocupa 20 paginas en word :|
Les dije que tenía que cortarlo, les tuve que dejar el ultimo pedazo por separado...
No vuelvo a escribir algo tan largo, lo prometo pero necesitaba contar todo :)
Que Emma y Louis estén abrazados no significa que Daphne y Louis terminaron y que todo se va volver color de rosa (?)
Digo porque no soy de escribir así xd
Pero en realidad ya sabiendo que los dos son mortifagos Louis no tenía que mentir más, no había razón para que no diga la verdad. Lo que me llevo más tiempo y es más largo es toda la historia de la madre de Emma, es triste como Voldemort la uso pero el no tiene corazón, y yo no iba a ser de las que escriban "Y él se enamoro de ella" ¡Ah! y hay muchas cosas que descubrieron en este cap. Si hay algo mal avísenme :B
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Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
¡Nella! Me descargue "Canciones para Paula" porque me hiciste acordar que hace mucho quería leerlo, desde la primera vez que lo nombraste y... ¡Tiene tres chicos detrás de ella! ¡Eso es sacrilegio! (?) jajajaja ¡Yo no tengo ni uno! jajaj que deprimente xd
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Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
SJDGAHKJSDHDSKGSAG, ¡CAMMIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII! LO AMÉ DEMASIADO.
¡La historia de Aria y Tom! OMGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGG, ajsdhgkdhgalskgjdsgasldkgjasdg.
Vicky en la casa de Emma :3 ¡Abie! Pobrecita...
¡Y la parte de los mortífagos!
¡LOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOUIS! Esa parte me inspiró por completo, porque yo tenía planeado algo y da justo con lo que pensé.
¡LO AMÉ COMO SIEMPRE! ¡AMO COMO ESCRIBÍS!
¡La historia de Aria y Tom! OMGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGG, ajsdhgkdhgalskgjdsgasldkgjasdg.
Vicky en la casa de Emma :3 ¡Abie! Pobrecita...
¡Y la parte de los mortífagos!
¡LOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOUIS! Esa parte me inspiró por completo, porque yo tenía planeado algo y da justo con lo que pensé.
¡LO AMÉ COMO SIEMPRE! ¡AMO COMO ESCRIBÍS!
Swaggie.
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
Ailuu ϟ escribió:SJDGAHKJSDHDSKGSAG, ¡CAMMIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII! LO AMÉ DEMASIADO.
¡La historia de Aria y Tom! OMGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGG, ajsdhgkdhgalskgjdsgasldkgjasdg.
Vicky en la casa de Emma :3 ¡Abie! Pobrecita...
¡Y la parte de los mortífagos!
¡LOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOUIS! Esa parte me inspiró por completo, porque yo tenía planeado algo y da justo con lo que pensé.
¡LO AMÉ COMO SIEMPRE! ¡AMO COMO ESCRIBÍS!
Me alegra de que te haya gustado, Ailuu :)
Era un revoltijo de cosas, ideas desde el principio de la nove mezcladas y no sabia si iba a quedar bien todo pero me arriesgue.
¡Quiero leer tu cap! ALKSJDAKLSDJ
No me di cuenta de cuanto extrañaba a Louis y Emma hasta que volví a leerlos juntos xd
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Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
Amo demasiado a Maxxie, gosh, es perfecto, solo que es gay D: I don't care, tengo algo con los gays xd Me gusta Maxxie y me gusta Blaine, y los dos son gays.
Cami, me hiciste enganchar con Skins al máximo, aunque salteo las partes de alto contenido (?) Me da cosita...
Cami, me hiciste enganchar con Skins al máximo, aunque salteo las partes de alto contenido (?) Me da cosita...
Swaggie.
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
asdjgfbnafsjkgbafskgbafdkhgasbfhgbasfdgbasfjgadsbgxbcvbdioufbgihfdughda
lo amé, lo amé, lo amé y lo volví a amar... :D
Antes de sumergirme a más no poder a decirte lo mucho que amé el capitulo, Cammi, te respondo a lo del libro..! Sí! son tres chicos detrás de Paula! yo también pensaba lo mismo cuando comencé a leerlo! me reía sobre eso y decía "Si es que ya me gustaría a mi ser como Paula (?)" Pero, realmente es un libro interesante... yo al menos los amo, marcaron mi adolescencia y sin duda alguna muchas cosas sobre mi escritura... Cada página que leía del libro de me hacía más dkjfbaskd y simplemente no paré hasta leer el final, el primer libro me lo leí en un mes, porque era de la biblioteca de mi instituto y tenía que irlo devolviendo, hasta que no me aguanté más y le dije a mi madre que me comprase el libro original cuando iba por el primer cuarto del libro... me lo regaló y no paré hasta terminarlo... Era la primera vez que un libro me capturaba de esa manera tan... exagerada, si se puede llamar así... El segundo, Sabes que te quiero?, me lo compré en cuanto salió, y me lo leí en una semana... y el tercero me lo compré tambien en cuanto salió, dos días después, y me lo leí en 2 semanas también! y eso que tiene 101 capítulos (Me parece recordar que son algo así como 700 páginas)
Esos libros me capturaron desde el primer momento en que los tuve entre mis manos y eso que los descubrí por casualidad... un día, el año ante-pasado, estabamos una amiga y yo en clase de Lengua y la profesora solía llevarnos a la biblioteca para que escogiésemos un libro... Todo comenzó como algo "aburrido" porque la biblioteca de mi instituto hasta ahora no había tenido libros que me llamasen la atención... por lo que cogí el primer libro que vi por ahí entre los "rechazados por todos", se llamaba algo así como "La clase de los excéntricos" o al menos así lo titulé yo para mí misma porque no me gustó en absoluto, solo leí el primer capítulo y me aburrí totalmente, era de una niña que decía que todos los de su clase eran raritos y que ella también lo era... Seguramente el problema sería que era un tipo de libro demasiado infantíl para lo que yo quería... Quizás a una niña de 10 años le habría encantado, no lo sé... pero el punto es que mi amiga escogió el libro con un criterio diferente... ella buscaba "la portada más bonita de todas" y encontró uno de una portada blanca con corazones rojos, le gustó el contraste y cogió el libro... a los pocos minutos de lectura yo ya estaba mirando a mi alrededor aburrida mientras que Teresa, mi amiga, estaba tan metida en la lectura que cuando le hablabas, ella esperaba a terminar de leer la frase para responderte... Así que le pregunté de qué iba el libro... Simplemente me contestó que lo leyese, porque era realmente bueno...
La tomé un poco a la ligera y comencé a leer "Memorias de Idhún" (Tambien es MUY bueno, os lo recomiendo, es algo así como otro mundo donde dragones, magos, hechiceras, héroes, villanos, guerras y unicornios... Se unen en un perfecto equilibrio que te hace volar en la fantasía... Sin duda alguno es otra de mis sagas favoritas! :) creo que os gustaría muchísimo! :D) El punto es que cuando acabé toda la Saga (que fue como un mes después porque realmente me comía los libros de lo muchísimo que me gustaban) me interesé por Canciones para Paula...
Y lo que comenzó como simple curiosidad de saber qué vería Teresa en ellos, terminó siendo simplemente el principio de una adoración infinita! :3
Francisco simplemente capta a la perfección la cotidianidad y la naturalidad de un grupo de amigas... y, como te habrás dado cuenta, Cammi, utiliza muchísimos elementos modernos... Eso simplemente me hace adorar los libros de una manera especial... de una manera u otra te hace sentir que eres SU Paula, pero al mismo tiempo también SU Cris, o SU Diana o SU Miriam... simplemente amo eso...
Ahora, con respecto al capítulo;
kjsadsbfqbfhkjasbfjksafdbfvkjhasbdfkbsaddkfbas ME HAS MATADO!!!
Joeeeee!! cómo puedes escribir ese tipo de cosas y quedarte tan tranquila, Cammi? :( cómo puedes hacerlo tan bien? cómo puedes unir todo tan perfectamente? cómo puedes hacer que me emocione por dentro al mismo tiempo que me da asco pero también al mismo tiempo ternura pero odio pero ganas de llorar pero de reirme.....wqedsajifbqdj !?
Amé todo... Lo del sueño de la madre de Emma...! bueno, mejor dicho el recuerdo! Que su madre le diese sus recuerdos...! OH POR DIOS! ahora entiendo por qué Rose le dijo que aquello era un recuerdo, no un sueño! jerdbfgkjfsqhqef y yo creyéndome que era que Emma lo había visto, o algo así! qué inocente soy! :x
Louis...!! Me imaginaba que dirías exactamente eso que no quería leer... que no todo sería ahora color de rosas (?) jajajaja lo digo porque realmente echaba de menos esa relación de ellos! en mi mente Louis besó a Emma (?) jajajaja pero simplemente en cuanto lo imaginé me dije: "No, si el primer beso de ellos hubiese sido tan fácilmente, no sería importante... tiene que pasar algo realmente grande para que eso ocurra...!"
dslkfhwdfwebfikwe Eustace...! Ahora ya sabe a qué se refería Emma! Ahora ya sabe a quién pedirle ayuda, sabe que puede acudir a ella pero... no lo hará... sino todo lo contrario... porque de cierta manera ahora sabe que es Emma la responsable de hacer el cambio de sangre de Poppy... (?) adsjkhfqdkjfa Aunque Emma no le haría daño a Victoria... él es sobreprotector con ella...
DSABFKJLANDSLKNASLFD Vicky vio a Eustace con los mortífagos!!!! ajdsfhqwjkfbq ideas, ideas que fluyen en mi cabeza! jasdkfhkqf tengo que narrarlo, voy a hacerlo, eso tiene que ser narrado (?)
dwsjfbasdkf Vicky sabe la verdad de Emm! me maté :| cuando leí que se fue a dormir me quedé como: Oh Vicky! sé que es así como realmente reaccionarías! es así como eres pero... ES EMMA!
Simlemente mientras lo leía mi mente decía; "Al día siguiente tiene que abrazar a Emma, decirle que son hermanas, que estará con ella, que nada importa...!" y cuando leí que fue exactamente lo que pusiste fue como de: OH DIOS! ME LEE LA MENTE! SABE CÓMO ES VICKY! LA CONOCE TAN BIEN COMO LA CONOCE EMMA! :D jajajaja (?)
La mansión Nott, la mansión Malfoy... me dan escalofríos...
Y Cursell!!! OH por dios! él también me da escalofríos :|
djgbnqfknwkjfea Aria conocía a Poppy!!!?? :O
dobfsdjkfbkds y Nott conocía a los padres de Vicky! asjdkfhdskjaff :O
Oh! la historia de la madre de Emma me entristeció muchísimo... sin saber por qué me dio muchísima rabia al principio... por cómo la engañó él... Emma no se merece un padre así, eso no es un padre... Y al final me dio tristeza porque Aria muriese y Emma quedase sin madre... me da tristeza...
wqfhwkfnewj Abbie! :D
Oh! amé esa partecilla! Theo es tan tierno...! :arre: Quiero leer más sobre Abbie y Theo! quiero que Abbie escoja a Theo! él es tan jqhfaksdf :) quiero decir, Neville también pero... Theo es THEO... jajajaja (?)
Y pobre Eliox... Por una parte me gusta Abbie con él porque no es el mismo trato que le da Emma, eso es obvio, y refleja lo que siente el resto del mundo por Iox, todos excepto sus hermanas.... pero por otra parte me da pena el pobre de Eliox..! jajaja
fjugdbaksdfnakds seguro que hay mil cosas más que se me olvidan decir y comentar que me han encantado pero... simplemente tengo tantísimas ideas que como no empiece a escribir ahora se me irán perdiendo por el camino y no quiero! dskfnqhdkjfbjq :|
Lo amé, Cammi :3 dwifhbqkjfbqw
Yo mi capítulo lo empezaré a escribir ahora, si no termino hoy lo subiré mañana pero intentaré darme prisa y acabarlo hoy :3 djfhbasdjhfa
lo amé, lo amé, lo amé y lo volví a amar... :D
Antes de sumergirme a más no poder a decirte lo mucho que amé el capitulo, Cammi, te respondo a lo del libro..! Sí! son tres chicos detrás de Paula! yo también pensaba lo mismo cuando comencé a leerlo! me reía sobre eso y decía "Si es que ya me gustaría a mi ser como Paula (?)" Pero, realmente es un libro interesante... yo al menos los amo, marcaron mi adolescencia y sin duda alguna muchas cosas sobre mi escritura... Cada página que leía del libro de me hacía más dkjfbaskd y simplemente no paré hasta leer el final, el primer libro me lo leí en un mes, porque era de la biblioteca de mi instituto y tenía que irlo devolviendo, hasta que no me aguanté más y le dije a mi madre que me comprase el libro original cuando iba por el primer cuarto del libro... me lo regaló y no paré hasta terminarlo... Era la primera vez que un libro me capturaba de esa manera tan... exagerada, si se puede llamar así... El segundo, Sabes que te quiero?, me lo compré en cuanto salió, y me lo leí en una semana... y el tercero me lo compré tambien en cuanto salió, dos días después, y me lo leí en 2 semanas también! y eso que tiene 101 capítulos (Me parece recordar que son algo así como 700 páginas)
Esos libros me capturaron desde el primer momento en que los tuve entre mis manos y eso que los descubrí por casualidad... un día, el año ante-pasado, estabamos una amiga y yo en clase de Lengua y la profesora solía llevarnos a la biblioteca para que escogiésemos un libro... Todo comenzó como algo "aburrido" porque la biblioteca de mi instituto hasta ahora no había tenido libros que me llamasen la atención... por lo que cogí el primer libro que vi por ahí entre los "rechazados por todos", se llamaba algo así como "La clase de los excéntricos" o al menos así lo titulé yo para mí misma porque no me gustó en absoluto, solo leí el primer capítulo y me aburrí totalmente, era de una niña que decía que todos los de su clase eran raritos y que ella también lo era... Seguramente el problema sería que era un tipo de libro demasiado infantíl para lo que yo quería... Quizás a una niña de 10 años le habría encantado, no lo sé... pero el punto es que mi amiga escogió el libro con un criterio diferente... ella buscaba "la portada más bonita de todas" y encontró uno de una portada blanca con corazones rojos, le gustó el contraste y cogió el libro... a los pocos minutos de lectura yo ya estaba mirando a mi alrededor aburrida mientras que Teresa, mi amiga, estaba tan metida en la lectura que cuando le hablabas, ella esperaba a terminar de leer la frase para responderte... Así que le pregunté de qué iba el libro... Simplemente me contestó que lo leyese, porque era realmente bueno...
La tomé un poco a la ligera y comencé a leer "Memorias de Idhún" (Tambien es MUY bueno, os lo recomiendo, es algo así como otro mundo donde dragones, magos, hechiceras, héroes, villanos, guerras y unicornios... Se unen en un perfecto equilibrio que te hace volar en la fantasía... Sin duda alguno es otra de mis sagas favoritas! :) creo que os gustaría muchísimo! :D) El punto es que cuando acabé toda la Saga (que fue como un mes después porque realmente me comía los libros de lo muchísimo que me gustaban) me interesé por Canciones para Paula...
Y lo que comenzó como simple curiosidad de saber qué vería Teresa en ellos, terminó siendo simplemente el principio de una adoración infinita! :3
Francisco simplemente capta a la perfección la cotidianidad y la naturalidad de un grupo de amigas... y, como te habrás dado cuenta, Cammi, utiliza muchísimos elementos modernos... Eso simplemente me hace adorar los libros de una manera especial... de una manera u otra te hace sentir que eres SU Paula, pero al mismo tiempo también SU Cris, o SU Diana o SU Miriam... simplemente amo eso...
Ahora, con respecto al capítulo;
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Joeeeee!! cómo puedes escribir ese tipo de cosas y quedarte tan tranquila, Cammi? :( cómo puedes hacerlo tan bien? cómo puedes unir todo tan perfectamente? cómo puedes hacer que me emocione por dentro al mismo tiempo que me da asco pero también al mismo tiempo ternura pero odio pero ganas de llorar pero de reirme.....wqedsajifbqdj !?
Amé todo... Lo del sueño de la madre de Emma...! bueno, mejor dicho el recuerdo! Que su madre le diese sus recuerdos...! OH POR DIOS! ahora entiendo por qué Rose le dijo que aquello era un recuerdo, no un sueño! jerdbfgkjfsqhqef y yo creyéndome que era que Emma lo había visto, o algo así! qué inocente soy! :x
Louis...!! Me imaginaba que dirías exactamente eso que no quería leer... que no todo sería ahora color de rosas (?) jajajaja lo digo porque realmente echaba de menos esa relación de ellos! en mi mente Louis besó a Emma (?) jajajaja pero simplemente en cuanto lo imaginé me dije: "No, si el primer beso de ellos hubiese sido tan fácilmente, no sería importante... tiene que pasar algo realmente grande para que eso ocurra...!"
dslkfhwdfwebfikwe Eustace...! Ahora ya sabe a qué se refería Emma! Ahora ya sabe a quién pedirle ayuda, sabe que puede acudir a ella pero... no lo hará... sino todo lo contrario... porque de cierta manera ahora sabe que es Emma la responsable de hacer el cambio de sangre de Poppy... (?) adsjkhfqdkjfa Aunque Emma no le haría daño a Victoria... él es sobreprotector con ella...
DSABFKJLANDSLKNASLFD Vicky vio a Eustace con los mortífagos!!!! ajdsfhqwjkfbq ideas, ideas que fluyen en mi cabeza! jasdkfhkqf tengo que narrarlo, voy a hacerlo, eso tiene que ser narrado (?)
dwsjfbasdkf Vicky sabe la verdad de Emm! me maté :| cuando leí que se fue a dormir me quedé como: Oh Vicky! sé que es así como realmente reaccionarías! es así como eres pero... ES EMMA!
Simlemente mientras lo leía mi mente decía; "Al día siguiente tiene que abrazar a Emma, decirle que son hermanas, que estará con ella, que nada importa...!" y cuando leí que fue exactamente lo que pusiste fue como de: OH DIOS! ME LEE LA MENTE! SABE CÓMO ES VICKY! LA CONOCE TAN BIEN COMO LA CONOCE EMMA! :D jajajaja (?)
La mansión Nott, la mansión Malfoy... me dan escalofríos...
Y Cursell!!! OH por dios! él también me da escalofríos :|
djgbnqfknwkjfea Aria conocía a Poppy!!!?? :O
dobfsdjkfbkds y Nott conocía a los padres de Vicky! asjdkfhdskjaff :O
Oh! la historia de la madre de Emma me entristeció muchísimo... sin saber por qué me dio muchísima rabia al principio... por cómo la engañó él... Emma no se merece un padre así, eso no es un padre... Y al final me dio tristeza porque Aria muriese y Emma quedase sin madre... me da tristeza...
wqfhwkfnewj Abbie! :D
Oh! amé esa partecilla! Theo es tan tierno...! :arre: Quiero leer más sobre Abbie y Theo! quiero que Abbie escoja a Theo! él es tan jqhfaksdf :) quiero decir, Neville también pero... Theo es THEO... jajajaja (?)
Y pobre Eliox... Por una parte me gusta Abbie con él porque no es el mismo trato que le da Emma, eso es obvio, y refleja lo que siente el resto del mundo por Iox, todos excepto sus hermanas.... pero por otra parte me da pena el pobre de Eliox..! jajaja
fjugdbaksdfnakds seguro que hay mil cosas más que se me olvidan decir y comentar que me han encantado pero... simplemente tengo tantísimas ideas que como no empiece a escribir ahora se me irán perdiendo por el camino y no quiero! dskfnqhdkjfbjq :|
Lo amé, Cammi :3 dwifhbqkjfbqw
Yo mi capítulo lo empezaré a escribir ahora, si no termino hoy lo subiré mañana pero intentaré darme prisa y acabarlo hoy :3 djfhbasdjhfa
Nella †
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
¡Nella! No sé pero a mi me encanto canciones para Paula, ayer estuve leyendo hasta la pagina 250 y pico.
Ya llegue a la parte donde Katia esta en el hospital, y si tengo que ser sincera...
No me gusta Katia, no me gusta que se acerque a Ángel y lo que él siente por ella. Me pone celosa (?)
Yo se que la chica no hizo nada malo, ella solo lo quiere... Pero... ¡No!
jajaja lo peor es que cuando Paula esta con Alex también me gustan juntos.
Me gusta el libro reconozco películas y música, Mario con sus canciones de Maná, me encanta esa banda.
Ahora mismo después de responderte voy a ir a leer devuelta xd
Sobre lo que comentaste, a veces deje cosas al aire como lo que Aria conoce a los Slightouth (No mucho, los había visto y cruzado palabras) pero no quise aclarar cual de todos, por el simple hecho de que me gusta dejar espacios por si alguien quiere completarlos con algo, yo no tengo nada pensado para eso. Pero si tengo la oportunidad de darle una idea a alguien siempre me encantaría. A mi me mata la parte en que Eustace viene a hablarle a Emma como si no se hubiesen peleado (Aunque se nota que se hablan tensos, dirigiéndose por su apellido) Eso mismo pensé cuando ella le decía que si necesitaba ayudar a Vicky que vaya con ella, encima no le dijo "Si necesitas ayuda vos" si no si que era solo por Vicky, pero yo sabía que no iba a ser porque es muy cabezota jajaja (aparte pierde toda la magia) Yo me imagine como todos entraban y de repente era como si una mascara se le cayera a todos. Me gustaría saber que pensaba Louis de ver a Emma allí, que pensaba Vicky de ver Eustace y Curcell. Simplemente estaban todos expuestos, bueno si extrañabas a Louis y Emma... ayer termine el próximo capitulo (No me costo nada porque uní muchas partes que tenía de hace mucho) y va a ver mucho de ellos dos :B
Con respecto a los sueños de Emma, se me había ocurrido hace mucho, y cuando escribo en mi cabeza pienso todo detalladamente, siempre pasa que escribo algo y pasa el tiempo y tengo que encontrar algo razonable porque todo cambio, pero a mi me divierte no dejar cabos sueltos. ¡Vicky! Yo dije... ¿Que haría Vicky en este momento? yo no creí que Victoria se ponga a gritarle cosas o eso, me imagine que se iba en silencio y se quedaba toda la noche pensando, porque es mucha información para procesar, entonces también pensé en lo mucho que habían cambiado Emma y Vicky y lo parecidas que son y creo que ninguna de ellas dos puede permitirse perder a nadie.
¡Abie! Me gusta escribir de Abie y ver todo y a todos desde otro punto de vista. Yo no iba a salir corriendo a que Eliox y ella sean amigos, porque eso no es lo que escribe Yass, y me gusta respetar las historia de los demás. Aparte me gusto la idea de ver por lo ojos de otra persona como ven a Iox. Porque hasta ahora para todas era normal, y yo no encontraba lo que Yass escribía de que a Eliox lo apartaban xd Abie es demasiado buena para tratarlo mal, pero no tiene el mismo punto de vista que Emma.
También eso es algo que me gusta Abie sufre por sentir amor y Emma por no poder sentirlo.
Bueno, Theo y Abie son los que más me inspiran. Aparte Theo con Emma es muy lakjslads Entonces me imagine como sería con Abie, Theo no es un "chico malo" así no lo describió Rowling, así es como yo me imagino a Theo siguiendo lo que dijo ella :)
También me gusta que sea sincero y le diga no la va odiar a ella, pero si a él.
Y... Y... ¡ME ALEGRA TANTO QUE TE HAYA GUSTADO! Te juro que estaba pensando "Este debe ser el capitulo más aburrido que haya escrito" no sé es que de repente me había agarrado un ataque de baja autoestima y que les guste el cap me hace feliz.
Ya llegue a la parte donde Katia esta en el hospital, y si tengo que ser sincera...
No me gusta Katia, no me gusta que se acerque a Ángel y lo que él siente por ella. Me pone celosa (?)
Yo se que la chica no hizo nada malo, ella solo lo quiere... Pero... ¡No!
jajaja lo peor es que cuando Paula esta con Alex también me gustan juntos.
Me gusta el libro reconozco películas y música, Mario con sus canciones de Maná, me encanta esa banda.
Ahora mismo después de responderte voy a ir a leer devuelta xd
Sobre lo que comentaste, a veces deje cosas al aire como lo que Aria conoce a los Slightouth (No mucho, los había visto y cruzado palabras) pero no quise aclarar cual de todos, por el simple hecho de que me gusta dejar espacios por si alguien quiere completarlos con algo, yo no tengo nada pensado para eso. Pero si tengo la oportunidad de darle una idea a alguien siempre me encantaría. A mi me mata la parte en que Eustace viene a hablarle a Emma como si no se hubiesen peleado (Aunque se nota que se hablan tensos, dirigiéndose por su apellido) Eso mismo pensé cuando ella le decía que si necesitaba ayudar a Vicky que vaya con ella, encima no le dijo "Si necesitas ayuda vos" si no si que era solo por Vicky, pero yo sabía que no iba a ser porque es muy cabezota jajaja (aparte pierde toda la magia) Yo me imagine como todos entraban y de repente era como si una mascara se le cayera a todos. Me gustaría saber que pensaba Louis de ver a Emma allí, que pensaba Vicky de ver Eustace y Curcell. Simplemente estaban todos expuestos, bueno si extrañabas a Louis y Emma... ayer termine el próximo capitulo (No me costo nada porque uní muchas partes que tenía de hace mucho) y va a ver mucho de ellos dos :B
Con respecto a los sueños de Emma, se me había ocurrido hace mucho, y cuando escribo en mi cabeza pienso todo detalladamente, siempre pasa que escribo algo y pasa el tiempo y tengo que encontrar algo razonable porque todo cambio, pero a mi me divierte no dejar cabos sueltos. ¡Vicky! Yo dije... ¿Que haría Vicky en este momento? yo no creí que Victoria se ponga a gritarle cosas o eso, me imagine que se iba en silencio y se quedaba toda la noche pensando, porque es mucha información para procesar, entonces también pensé en lo mucho que habían cambiado Emma y Vicky y lo parecidas que son y creo que ninguna de ellas dos puede permitirse perder a nadie.
¡Abie! Me gusta escribir de Abie y ver todo y a todos desde otro punto de vista. Yo no iba a salir corriendo a que Eliox y ella sean amigos, porque eso no es lo que escribe Yass, y me gusta respetar las historia de los demás. Aparte me gusto la idea de ver por lo ojos de otra persona como ven a Iox. Porque hasta ahora para todas era normal, y yo no encontraba lo que Yass escribía de que a Eliox lo apartaban xd Abie es demasiado buena para tratarlo mal, pero no tiene el mismo punto de vista que Emma.
También eso es algo que me gusta Abie sufre por sentir amor y Emma por no poder sentirlo.
Bueno, Theo y Abie son los que más me inspiran. Aparte Theo con Emma es muy lakjslads Entonces me imagine como sería con Abie, Theo no es un "chico malo" así no lo describió Rowling, así es como yo me imagino a Theo siguiendo lo que dijo ella :)
También me gusta que sea sincero y le diga no la va odiar a ella, pero si a él.
Y... Y... ¡ME ALEGRA TANTO QUE TE HAYA GUSTADO! Te juro que estaba pensando "Este debe ser el capitulo más aburrido que haya escrito" no sé es que de repente me había agarrado un ataque de baja autoestima y que les guste el cap me hace feliz.
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Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
¡CAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAMIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII! ¡TERMINÉ CON LA PRIMERA GENERACIÓN Y YA EMPECÉ CON LA DE EFFY! Ajhsgadkjdgadsg.
Swaggie.
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
Ailuu ϟ escribió:¡CAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAMIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII! ¡TERMINÉ CON LA PRIMERA GENERACIÓN Y YA EMPECÉ CON LA DE EFFY! Ajhsgadkjdgadsg.
¡Me estas rompiendo el corazón con tu firma! lkajsdlkajsdlkajskldjaslkd :'(
Te dije que te iba a gustar Skins y la primera generación :B
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Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
Cammi escribió:Ailuu ϟ escribió:¡CAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAMIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII! ¡TERMINÉ CON LA PRIMERA GENERACIÓN Y YA EMPECÉ CON LA DE EFFY! Ajhsgadkjdgadsg.
¡Me estas rompiendo el corazón con tu firma! lkajsdlkajsdlkajskldjaslkd :'(
Te dije que te iba a gustar Skins y la primera generación :B
Ajhagkshgaksjdgdasgdsg, Jal y Chris, eran tan perfectos juntos. A mi me empezó a gustar desde el cap de Chris en la primera temporada. Son mi OTP de la gen 1. Ajhasgsgkajsd, ya vi a Freddie y es como asdjhgkghsdjgdasg, flawless human being.
Tenés razón en todo lo que decís :D
Swaggie.
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
Cook ya me cae mal...
Swaggie.
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
ASLDKJHGASDHASDGAFDGHASJDKASLDKJAHSGDHAJSKDAFDFSDSDFSGFDADADDASDAD O.O CAMI AMÉ EL CAP DESDE EL COMIENZO HASTA EL FINAL, SIMPLEMENTE ESTUVO GRANDIOSO!! SIEMPRE LO REPITO PERO ADMIRO TU IMAGINACIÓN... PONES TODAS ESAS IDEAS EN UN CAP Y QUEDA MUY ASDAGSDFFAGSDGAG ENTENDES? LA HISTORIA DE EMMA REALMENTE ME ATRAPA!
YA QUIERO CAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAP
YA QUIERO CAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAP
-Debbie-
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