❥RED|Louis Tomlinson|Capitulo 4|

El despertador empezó a sonar con aquella melodía ocasionando que mis ojos se abrieran de a poco, aun me encontraba dormida tratando de reconciliar mi sueño pero los rayos que se filtraban por las persianas lo hacían imposible y con el despertador aun más. Maldije en voz baja y estire mi brazo para poder encontrar aquel aparato y así fue. Como pude me senté en la cama mientras frotaba mis manos contra mis ojos, voltee asía el despertador admirando la hora que marcaba -10:00 Am- aun era temprano para mi y mas sabiendo que era sábado por la mañana. Me levante dirigiéndome asía las persianas para abrir y que la luz del sol iluminara la habitación que se encontraba a oscuras, admire el paisaje que enmarcaba desde mi ventana para después dirigirme hasta el armario y sacar algún conjunto cómodo para este día. No había tanto frio esta mañana lo que me convenía mucho. Con cierto cansancio camine a duras hasta la puerta del baño pero en ese preciso momento la puerta se abrió dejando ver a un Sean semi-dormido con el cabello despeinado, el me sonrió de lado-Hola-murmuro algo cansado-Hola-le dije de la misma manera que el-¿Apenas te acabas de levantar?-pregunte abriendo la puerta-Algo así, además veo que tu estas igual. Por cierto una chica llamo a tu celular diciendo que pasara por ti en una hora para ir a desayunar-dijo como si nada. Lo mire entre cerrando los ojos ¿desde cuando le presto yo mi celular? ¡Apenas nos conocemos!-Lo tomaste sin permiso-dije mas una afirmación que como una pregunta. Sean me dio una sonrisa traviesa y salió corriendo de mi habitación, juro que lo matare por eso, es decir yo no entro a su cuarto para tomar su celular sin previo aviso. Entre al baño y deje la toalla a un lado del retrete. Estaba algo estresada por todo este rollo y no solo por lo de anoche, esos cinco nunca sabrán lo que es privacidad lo único bueno fue a verlos dejado encerrados en el armario, solo espero que alguien allá escuchado sus gritos upps! Pero volviendo al caso, era todo esto. Una nueva familia. Un nuevo hogar. Una nueva ciudad. Una nueva vida. No, no, no quería esto pero como siempre he dicho, todo lo malo le pasa a _____. Siempre.

Después de ducharme y ponerme algo fresco y cómodo me decidí por llamar a Abi quien estaría en mi casa en unos 15 minutos como máximo. Steven no estaba y Sean había tenido que irse a una practica de futbol según escuche, lo cual indicaba que me encontraba sola con Jena la querida esposa de mi ¿padre? Supongo que legalmente lo sigue siendo, pero fingiré que no es así. Baje brincando las escaleras hasta llegar a la sala y en ese instante apareció Jena con una bandeja de plata en la cual se encontraba un desayuno que seguramente seria para mi-Hola cariño, te hice el desayuno espero que sea de tu agrado-me dijo con amabilidad colocando la bandeja en la mesa de cristal que había ahí-Si como sea-respondí indiferente lo que al parecer ella se entristeció un poco-Entiendo que es un cambio muy fuerte para ti, pero créeme que pronto te acostumbraras-dijo acariciando mi cabello para seguidamente levantarse y caminar asía la cocina. Se detuvo cuando tenia la perilla agarrada y volteo a verme nuevamente-Por cierto, hablamos con el director de la escuela a la que Sean asiste y dijo que dentro de tres días podrías ingresar-hablo y se metió nuevamente a la cocina. Suspire pensando en lo que había dicho. Tal vez no sea tan mala como suponía. Tome un pedazo de tocino que había en el plato, al menos tendría que desayunar algo. Cuando había acabado el timbre sonó y me dirigí asía la puerta, al abrir me encontré a una chica rubia con el cabello algo sedoso, leía un papel y parecía perdida según note en la expresión de su rostro-¿Te puedo ayudar en algo?-pregunte llamando su atención. Ella levanto la mirada dejando a la vista unos ojos verdes hermosos. Enarque una ceja-Oh…busco a ____, es que íbamos a salir con mi amiga Abi pero los de la estación dijeron que solo se podía pasar a pie sino eras de aquí-explico con detalle. Ahí recordé a la amiga de Abi, Ximena tal vez sea ella-Soy yo, ¿eres Ximena no es así?-pregunte y ella me sonrió dejando a la vista una hilera de dientes sumamente blancos-Veo que te ha contado de mi-dijo guardando la hoja de papel en el bolsillo de sus jeans-Aja-dije cruzándome de brazos y desviando la vista asía la cocina, le diría a Jena que ya me iba-¡Jena ya me voy, vuelvo mas tarde!-grite y ella me respondió con un: Esta bien.

Ambas empezamos a caminar para llegar hasta la salida. Nadie hablaba lo que era algo desesperante siempre he sido sociable, pero de vez en cuando era callada. Tome un mechón de mi cabellera castaña y empecé a jugar con ella para distraerme. Ximena solo miraba las casas que habían dentro de este lugar, voltee a verla para ver si podía sacarle algo de platica. Pregunte lo primero que se me vino a la mente y también lo mas estúpido-Y, ¿Cómo has estado?-pregunte haciendo que ella volteara a verme con una sonrisa de lado-Bien, ¿tu?-devolvió la pregunta-Igual-respondí algo tímida-Oye, perdón no suelo hablar casi con nadie en el mundo. Soy una anti-social que disfruta de la libertad y vivir sin preocupaciones-me dijo mostrando nuevamente esa hilera blanca adornada con unos hoyuelos. Le sonreí de la misma forma, solo que yo mantenía uno vivo-Pues yo soy alguien algo social que no piensa mucho, digamos que eso es algo que no suelo hacer. Si pienso tengo miedo y si tengo miedo no puedo hacer lo que sea-hable dejando salir mi yo interno que casi nadie consigue. Ximena me agradaba tenia ese aire de chica hiperactiva que me agradaba, además de un toque de rebeldía-Bueno, pienso que entonces seremos grandes amigas-dijo y reí. Era algo cierto. Al menos hice algunas amigas con eso no me sentiría tan sola en Londres.

2:30 pm.

Nos encontrábamos cerca del Mell. Había sido una tarde para nada aburrida junto a ellas, me divertía mucho. Sean me había llamado como seis veces preguntando si estaba bien, la verdad me recuerda mucho a mi hermano. Dios como extrañaba a ese par de idiotas que siempre me molestaban. Mama me había dicho que esta noche viajarían a Chicago y se quedarían con mis abuelos debido a que mi abuela se había sentido mal últimamente. Por otra parte, Sky me había llamado hace un par de horas preguntando como estaba y le dije lo que paso, aunque casi se desmaya cuando le conté lo de los One Direction. Ella los amaba. Aunque no todo es de rosa, me había dicho que Cristine ha estado hablando mal de mí desde que me fui y que la dejo de lado para juntarse con Melannie y su sequito. Sabia que era superficial, pero eso pasa todas mis expectativas sobre las “mejores amigas”, ella no era una de esas. Abi estaciono el coche y bajamos para poder entrar.

Nos encontrábamos ya adentro, estúpido Zayn ¿acaso no puede ir a una tienda y comprar un estúpido regalo para Dove? Pero no, como cada mes siempre se le olvida de ultimo comprar un obsequio como aniversario, aun no entiendo como ella puede seguir con el. Aunque claramente mi amigo hace el mayor esfuerzo para no perder el amor de la pelinegra. Era el único de la banda que tenia novia. Después de lo de Anne planee no volver a tener una. Digamos que Brooks solo me había usado para después salir detrás del primer modelo con abdominales, 1.90 y cabello perfecto apareciera. Estábamos disfrazados no queríamos que nadie nos reconociera-¡Vamos Zayn, muero de hambre!-exclamo Niall desesperado-Hace mas de 16 minutos que comiste Niall, ¡Hasta te di de mi comida!-le reclamo Harry. El rubio solo se encogió de hombros ante la mirada del ruloso. Mire nuevamente a Zayn quien se encontraba indeciso sobre si llevarle un peluche o un collar a Dove-Dios, apúrate a Dove no le interesa lo material-le dije desesperado-Tranquilo Lou-hablo Liam colocando una mano sobre mi hombro.

-¡Miren chicos!-grito Harry observando la estatua de la libertad en miniatura que se encontraba en esa tienda. Note que un par de chicas voltearon a vernos mientras se murmuraban algo y después uno escribía algo en su celular. Esto no puede ser bueno-¡Oh por dios son One Direction!-grito una morena de fuego-Así se hace Styles-murmure-¡Corran!-grito Liam empezando a correr. Maldije por lo bajo y jale a Zayn quien aun seguía observando eso. Todos empezamos a correr por distintas partes y, cada uno con un grupo de chicas. Tenía una velocidad mas avanzada pero aun así tarde o temprano me atraparían. Vi un cajero que se encontraba cerca y volteando a todos lados entre sin que se dieran cuenta, pero al parecer este no era mi día de suerte. Le tape la boca a la chica antes de que gritara hasta que me di cuenta de algo. ¡La conocía!