Hamartia.

Tras esperarlo por toda una semana, cuando Luke no regresa de su expedición, cinco hijos de los doce eternos son llamados a la Casa Grande. Sin sospechar que su rol en el mundo de los dioses es mucho más importante de lo que ninguno hubiera creído, la reina de los grandes los visita en sus sueños y les advierte de una profecía bastante absurda y casi imposible.

Una fuerza desconocida viene a reclamar algo que cree que es suyo y el destino susurra sus nombres, sometiendo a unos adolescentes en la batalla de cartas más grande que los dioses han jugado desde que los titanes fueron derrotados.

Y ser un héroe nunca fue algo fácil, porque si ellos caen, todo a su alrededor también, incluido el Olimpo.

presentación o lo que sea.:

A medida que fue creciendo, Toby aprendió que el tiempo podía llegar a ser el peor de los enemigos.

El tic-tac del reloj cuyo dueño corría delante de él, retumbaba en su cabeza. Ignorando los gemidos de dolor, sus respiraciones agitadas y los golpes que daban sus pies cada vez que daban otro paso, el pequeño e inocente Tobías sólo podía pensar en que no llegarían a tiempo.

El sudor empapaba su cuerpo y los pies le dolían mientras corría por un pasillo que parecía no terminar nunca, casi podía escuchar los susurros en la oscuridad, advirtiéndole del peligro.

Al tropezarse con sus propios pies, se preguntó cuanto tiempo había pasado desde que habían comenzado a correr por su vidas, pero se olvidó de la respuesta cuando las voces en su cabeza comenzaron a gritar. En ese preciso momento, Toby lo supo. En realidad, lo había sabido todo el tiempo, pero prefirió ignorarlo. Sin embargo, ya era muy tarde para eso. Ya no había salida.

De algún modo, él lo sabía. Sabía que su hermano y su nueva amiga presenciarían la misma muerte frente a sus ojos esa noche. Y sólo era la primera de todas las que estaban por venir.

Las voces nunca se equivocaban y tenía por seguro que propio corazón dejaría de latir esa misma noche, pero incluso, sabiendo que iba a morir, no pensó en detenerse ni por un segundo. Por primera vez, seguro de sí mismo, siguió corriendo, sin importarle lo que podría pasarle a él. Lo único que deseaba en esos momentos era que las dos personas que lo acompañaban sobrevivan, y si con sus quince años iba a morir, prefería hacerlo esa noche, salvando a los demás.

Al parecer, el pequeño Toby no era tan pequeño después de todo.

Creyendo que el corazón iba a salirle por la boca, Magnus se detuvo al momento las gotas comenzaron a mojar su rubia cabellera, pensando que habían llegado al final de la meta. Habían salido de aquel agujero negro que tanto los aterraba, pero la carrera no había terminado. El rubio quiso vomitar.

Los tres chicos observaron el bosque delante de ellos. Tan oscuro, tan espeso y probablemente, repleto de trampas que los esperaban con una sonrisa, una vez más.

—Tiene que ser una broma —murmuró Magnus, cansado de seguir.

Antes de que cualquiera de los tres pudiera largar una carcajada, una sombra apareció justo delante de sus ojos, creciendo y estirándose de tal forma que quedaron paralizados.

Fara ahogó un grito al ver como la sombra se transformaba en la dueña de sus pesadillas.

La anciana tenía una apariencia terrible. Parecía más fuerte, más oscura e incluso más poderosa que la última vez. Carecía de belleza y sus ropas parecían harapos desgastados, casi dejándola al desnudo. Su cabello enmarañado cubría aquella mente enigmática, llena de pensamientos destructivos y el olor a sangre hundía las fosas nasales de cualquiera que se le acercara más de lo que debía. Sin embargo, no había peor cosa que sus ojos.

Ambas pequeñas esferas invadidas de locura, desesperadas por presenciar la muerte y cauzar sufrimiento a los desafortunados que se cruzaban en su camino.

—Oh, mis queridos semidioses, siempre tratando de salvar a todo el mundo —dijo con una voz tan temblorosa que parecía que iba a derrumbarse, pero al parecer, su voz sólo demostraba la demencia que la señora poseía —. Por desgracia, me robaron una vida —los ojos de Negro Corazón se clavaron en los verdes de la muchacha con pecas, haciéndola tambalear en su lugar —. Y una vida sólo se paga con una muerte.

Al instante, dirigió su vista a Toby y éste dedujo que había llegado su hora, pero como todo soldado que sirve para otra guerra, su alma no sería la que pagaría la cuenta.

La espada se clavó en su pecho, cruzando todo su interior y por fin, quitándole la vida a su hermano mayor.

De un momento a otro, las sombras desaparecieron, llevándose consigo el bosque, la lluvia y a la mujer. Toby no tuvo tiempo de observar como todo se había ido, ya que tomó a Magnus en sus brazos, aferrándose a él. Su piel comenzaba a ponerse pálida, mucho más pálida de lo normal, haciendo que el dorado de sus cabellos brillaran más que nunca.

No faltó mucho tiempo para que las lágrimas de Toby cayeran en su rostro, mezclándose con las gotas de lluvia, mojándolo por última vez.

—Diles que lo arruiné —apenas se escuchó salir de sus labios. Toby rió entre llantos, sonriéndole.

—Cierra la boca, imbécil, ellos ya sabían que lo harías de todas formas —contestó el ojiazul con la voz ahogada. Siempre había odiaba eso de su hermano, porque incluso en los peores momentos, tenía que bromear cualquier cosa y a partir de ese día, no haría más que extrañar sus comentarios fuera de lugar.

—Te quiero, Toby.

Y sus ojos se cerraron.

Cuando supo que se había ido para siempre, Tobías gritó de dolor, sosteniendo el cuerpo de la única persona que había creído en él.

No quería esto, por supuesto que no lo quería. Había preferido morir millones de veces antes de haber presenciado la muerte de Magnus en sus brazos. Pero era demasiado tarde y todavía tenía que correr.

—Tenemos que irnos —dijo una suave voz, llena de angustia. Toby dirigió su mirada hacia Fara, pidiéndole a su hermano de vuelta, pero sabía que ella no tenía la respuesta.

Le dio un beso en la frente y cargando con toda la culpa del mundo en sus hombros, Toby apoyó el cuerpo de su herman sin vida sobre el frío asfalto, tan frío como su corazón. Y haciéndole caso omiso al dolor en su pecho, sus pies empezaron a moverse rápidamente otra vez.

No sé como responder a esto (?) ahretonta. GRACIAS A DIOS QUE SOS CURIOSA YO YA IBA A BORRARLO PORQUE ME SIENTO RE KK, PIENSO QUE ESCRIBO FEO PORQUE NADIE ME LEE PERO AGUANTE SER INJUBALE, ah re bueno basta. Perdón si soy así de idiota, pero es que me emociona que tu comentario Tengo que agradecerte de corazón por haber comentado, en serio creí que a ninguna alma perdida por las olas de internet se interesaría, así que muchas gracias