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La noche de la extinción{ audiciones a.
O W N :: Novelas colectivas :: Novelas colectivas :: Novelas Colectivas :: Inscripciones / audiciones
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La noche de la extinción{ audiciones a.
La noche de la extinción.
Desde hace ya veintiocho, el gobierno de Los Ángeles a sido cambiado de pies a cabeza. Ya nada es seguro con ellos al mando, nadie puede estar a salvo desde que todos los relojes toquen la medianoche.
Hay que sobrevivir doce horas, las peores que existen para todos. Luego que todos los relojes marquen la medianoche, tienen que esconderse o defenderse. Esta permitido, durante doce horas, cometer delitos y asesinatos de cualquier tipo. Pero solo por doce horas, luego de eso, si te encuentran haciéndolo fuera de hora, eres carbonizado.
Pero no pudieron mantenerlo así por mucho tiempo.
Todo se salió de control, ya no eran doce horas, si no que todos los días. Tenías que asesinar o ser asesinado. Y morir no estaban en los planes de ninguno. Como todos, alguien tenía que salir ganador. Pero ¿En una ciudad entera? Cuando el grupo de jóvenes sobrevivientes y de corazón puro, sale a la luz, hay un nuevo objetivo para todos esos asesinos. Descuartizarlos, violarlos o asesinarlos rápidamente. Estaban en peligro. Tenían que encontrar rápidamente el lugar por donde se manejaba toda la ciudad, antes de que todo acabe.
Doce horas, asesinatos, sufrimientos, un gobierno, no seguridad, no vida. Nada esta al alcance de sus manos, nunca más.
Reglas.
#Pido el mayor respeto posible.
#Buena ortografía y gramática, se que nadie acá es un Jhon Green o Victor Hugo, pero pido esfuerzo.
#Solo habrá 5 días para subir capítulo, si no subes sin avisarme, será una falta. Me duele decir esto, pero a las 5 faltas, te tendré que sacar de la novela.
#No hay roles, pero los pido. Así que por favor, ser originales.
#No pueden utilizar a Ansel Elgort, Shailene Woodley, Eddie Redmayne u Samantha Barks. Bc son míos.
#Esta basada en una nueva película que vi ayer bc, le hice modificaciones, pero la idea es la misma.
#Odio completamente que pongan el mismo nombre del representante. Ej: Niall Horan, como Niall Horan. NO, si me lo haces así, me veré obligada a denegar tu ficha o hacer que lo cambies.
#Me da lo mismo, las fichas con code o sin el. Pero por favor que no me deformen el tema, odio que pase eso. Si no, te banearé.
#Si leíste las reglas poner un gif de los beatles *por favor traten de no siempre poner el mismo* y un gif de Eddie Redmayne en Mi semana con marilyn en spolier.
Aclaraciones.
Para las que no entendieron muy bien la historia, se trata de un futuro, no muy lejano, en el que el gobierno cambia y todo se vuelve inseguro. Todas las noches, durante doce horas, esta permitido cometer asesinatos y violaciones. De cualquier tipo, pero solo tienen doce horas. Si lo hacen fuera del horario acordado, son calcinados (quemados vivos). Pero ya no pudieron mantenerlo más y ahora todos los días es lo mismo. El gobierno no puede hacer nada. Pero sale a la luz un grupo de chicos, que no han matado a nadie, pero de han mantenido con vida. Cuando los asesinos se enteran, quieren matarlos. Así que ellos tienen que entrar al edificio principal y desactivar algo ( que no diré aun ) si quieren sobrevivir. Soy un asco explicando, así que dudas, por mp.
Ficha.
Como dije, no hay code de ficha. Así que solo voy a pedir los icons de los personajes, los nombres, los representantes, si es asesino o alma pura, arma específica de cada uno y obviamente los escritos. Puede ser en spolier o link, lo leeré de todas formas.
Is hi or hey?.
Hola! me llamo América, pero díganme como quieran idk. Aunque no me lo crean, estoy desde anoche tratando de subir todo, bc se me cortaba la luz a cada rato y la verdad que estoy muy enojada por eso, pero lo estoy haciendo rápido antes de que me pase nuevamente (? idk la idea la saque de una nueva película con el mismo nombre, pero le agregué varias cosas, espero que les guste. no se que más decir, estoy dispuesta a responder sus dudas por mp. beso!
holmes.
Re: La noche de la extinción{ audiciones a.
¿porque tienes ideas tan perfectas!? but audicionare me ha encantado la trama y creo que es por "La purga" si no me equivoco, no lo se idk.
Bien lo de las reglas te lo dejó junto con mi ficha, estoy desde mi celular, y no me salen muy bien que digamos las fichas desde aquí lml no quiero deformar el tema.
Bien lo de las reglas te lo dejó junto con mi ficha, estoy desde mi celular, y no me salen muy bien que digamos las fichas desde aquí lml no quiero deformar el tema.
• B r o o k ✌
Re: La noche de la extinción{ audiciones a.
Hi! esperaré tu ficha. La película tambien se llama La noche de la explicación sooo eso (? es nueva. Lo espero, no te hagas problemas :)•Katt escribió:¿porque tienes ideas tan perfectas!? but audicionare me ha encantado la trama y creo que es por "La purga" si no me equivoco, no lo se idk.
Bien lo de las reglas te lo dejó junto con mi ficha, estoy desde mi celular, y no me salen muy bien que digamos las fichas desde aquí lml no quiero deformar el tema.
holmes.
Re: La noche de la extinción{ audiciones a.
O EM GI! En este momento estoy tratando de evitar las colectivas, ya que tengo como 5, pero evidentemente no puedo resistirme de la tuya. En un rato te dejo la ficha y los gifs que pediste, ya que estoy desde el celular.
mindless
Re: La noche de la extinción{ audiciones a.
Espero tu ficha y me alegro que te haya gustado :)#Clary escribió:YO. YO. YO. YO.
LO AMÉ Y AUDICIONARÉ
holmes.
Re: La noche de la extinción{ audiciones a.
asdfghjklñ me alegro que no puedas resistirte bc es lo que quería lograr (? Bueno espero todo, no hay problema y tomate tu tiempo.shadow. escribió:O EM GI! En este momento estoy tratando de evitar las colectivas, ya que tengo como 5, pero evidentemente no puedo resistirme de la tuya. En un rato te dejo la ficha y los gifs que pediste, ya que estoy desde el celular.
holmes.
Re: La noche de la extinción{ audiciones a.
WOW, me gusto ... Corrección: me encanto
Te mandare mi ficha (?) más tarde o tal vez hasta mañana
Te mandare mi ficha (?) más tarde o tal vez hasta mañana
Four T.
Re: La noche de la extinción{ audiciones a.
Me alegro que te haya encantado. La esperaré, hay tiempo sooo no problem.American Wild Angel escribió:WOW, me gusto ... Corrección: me encanto
Te mandare mi ficha (?) más tarde o tal vez hasta mañana
holmes.
Re: La noche de la extinción{ audiciones a.
♪Nombre del personaje femenino: Lucinda Diamond
♪Nombre del personaje masculino: Ryan Matthews
♪Representantes: kaya scodelario & Logan Lerman
♪Roles: asesina y alma pura
♪armas: arco y cuhcillo- cuhcillo y pelea cuerpo a cuerpo
♪Escrito/s de tu autoría:
- escrito :
— ¡DAME OTRO TRAGO!— Grité por sobre la música al bar-man.
El tipo de la barra empezó a mezclar un montón de tipos diferentes de alcohol para hacer otro más de los tragos que he estado tomando toda la noche, el atractivo tipo castaño me pasó mí trago de color azuloso
— ¡AQUÍ TIENES!— me gritó por encima de la música. — ¿No crees que ya es mucho trago?—dijo un poco más bajito, sin quitar su galante sonrisa del rostro
—Tú limítate a servirme tragos y a verte bien, guapo—
A pesar de mi tono cortante, el no perdió la sonrisa coqueta... O la vista de mis pechos
—Agresiva...— se apoyó en sus antebrazos, inclinándose más hacia mí—eso me gusta— dijo de una manera lenta y seductora. Bien, si a esto iba a jugar, yo podría divertirme un rato.
Puse mi mejor sonrisa seductora y me incline hacia delante, más cerca de él, dándole una vista completa de mis pechos dentro de mi blusa de encaje — ¿ah sí?— dije con voz ronca y lenta. Puse mi mano sobre la de él y empecé a acariciarle la mano con lentos movimiento circulares. Me incline aún más sobre él, dejándole mis pechos casi a la altura de los ojos, para poder susurrarle al oído. —porque a mí me encantan los hombres que saben lo que quieren.—ronronee en su oído mordiendo ligeramente el lóbulo de su oreja, me separe ligeramente, asegurándome que mis pechos rozarán donde más pudieran dé el, con mi otra mano acaricie su pelo.—también me encantan los castaños.— baje mi mano por su mandíbula hasta su pecho.—fornidos…—acaricie ligeramente con mi dedo índice la piel que revelaban los botones desabrochados de su camisa, mi mando viajó hasta sus brazos, solté un pequeño gemido en su oído cuando acaricie la piel de sus bíceps—y no tienes ni idea como me ponen los tipos con tatuaje.—suspiré en su oído, mientras trazaba el dibujo de un dragón que estaba en su brazo. Baje mi cara rozándole el cuello con la nariz y dejando allí y pequeño beso que lo hizo soltar un gemido ronco desde la garganta.
Me separe de el para poder mirarle a la cara asegurándome que mis pechos siguieran en su línea de visión.
Tome el trago que momentos antes él me había preparado y eche mi cabeza hacia atrás para que el líquido bajara por mi garganta, soltando un gemido de satisfacción cuando el líquido termino de bajar por mi esófago. Miré al chico de la barra y tuve que aguantar con todas mis fuerzas las ganas de reír, el pobre tipo parecía a punto de tener un orgasmo y yo apenas y lo había tocado, claro, que la mayoría de veces ese el efecto que yo causo en los hombres, los estúpidos no pueden ver más allá de la fachada de rubia de ojos celestes porque creen que ya tienes una vagina que meter en la cama, pues conmigo en diferente…
—yo... tú... Ah... Digo... Si quieres...— tartamudeo el castaño, el pobre parecía que iba a ahogarse, o a sufrir un paro cardiaco en cualquier segundo.
— ¿Si...?— no termine de decir muy bien las palabras que estaba pensando cuando escuche una voz perfectamente conocida para mí chillar.
— ¡OYE TÚ, PERRA EN CELO, DEJA AL POBRE TIPO QUE PARECE ESTAR A PUNTO DE MEARSE ENCIMA!— me gire hasta la fuente de la voz que chillaba con ese tono arrastrado.
Mire a la chica castaña de tez morena que "caminaba" hacia mi dirección
“Caminar” pensé de manera burlona “la pobre está casi gateando en mi dirección”
Sonreí burlona mientras la analizaba; su cabello estaba revuelto y sus labios hinchados, su vestido de encaje mal arrugado y mal puesto hasta podía apostar que estaba al revés, y por el movimiento de sus pechos también apostaba porque no traía sujetador. Sonreí, ella había tenido acción.
—y ¿tú de qué te ríes rubia estúpida?— bramó ella en ese tono arrastrado que me indico que había estado bebiendo aún más que yo, y yo había bebido bastante, aunque yo no me emborrachaba con tanta facilidad, debía tomarme al menos tres botellas completas de vodka para terminar así, aunque claro, eso es probablemente lo que ella tomó.—¡estoy hablando contigo, pendeja de mierda!— siguió gritándome insultos, si hubiera sido otra persona, le habría roto la cara pero teniendo en cuenta que era mi mejor amiga ebria la que decía todas esas pendejadas lo deje pasar y me limite a soltar una carcajada cuando se intentó sentar en el taburete a mi lado y se calló de culo al suelo
— ¿Cuánto has bebido Shannon Kelly? — dije en tono de reproche, cuando en verdad estaba que me meaba de la risa al ver a mi amiga en este estado
— ¡¿BEBER?! ¡¿YO?! — me miró con aire ofendido mientras se intentaba apoyar de la barra para levantarse, su mano resbaló y volvió a caer al suelo. Solté una sonora carcajada — ¿de qué mierda te ríes, tú? — me fulmino con la mirada mientras se sentaba en el tambaleante taburete junto al mío “¿Qué habrá bebido Shannon?” me pregunte mentalmente, la había visto en peores borracheras, pero no en tan poco tiempo, “¿le habrán dado algo?”, volví a mirar a su dirección y la vi hablando con el chico castaño con el que yo había estado ‘charlando’ un rato antes.
—Mira, chico lindo — empezó con un tono arrastrado, demasiado para ser sano. “¿la habrán drogado?” la pregunta vino a mí con horror, no podría ni pensar en un tipo dándole algo a mi amiga.¬¬— no tienes ni la más mínima oportunidad con esa zorra rubia. Y mucho menos conmigo así que deja de mirarme con cara de pendejo y mueve esas manos tan grandes tuyas lejos de esta zorra rubia mal teñida — me señaló — y prepárame un trago bien fuerte. Entendiste. Sí. Gracias – no dejo que el chico aún sin nombre para mí. Sonreí y deseche la idea de que alguien la haiga drogado, no me gustaría ver al pobre imbécil que tratara de meterle algo a la fuerza
—Y tú — me señaló con un tembloroso dedo índice, ahogándose con sus propias carcajadas— si tantas ganas tienes de tener algo de emoción esta noche, te propongo algo — de repente las carcajadas de ambas se detuvieron, y nos dirigimos diferentes miras, sus ojos ya no estaban ni rojos ni vidriosos, aun brillaban, pero no por el alcohol, sino por la excitación, de verdad que lo que ella me iba a proponer parecía prometedor, o por lo menos para llamar mi atención.
— y… ¿Qué tipo de propuesta sería esa? — dejé el trago que le había quitado a una de las camareras vestidas de putas, y me incline hacia delante para escucharla mejor
—woh, woh — alzó sus manos en signo de defensa mientras volvía a reír como estúpida — calma rubia— le arrebató el trago de la mano al bar-man que al parecer aún no había salido del shock. — Yo no soy ese como ese pobre chico — lo señaló— que con solo que me enseñes los pechos me voy a derretir ante ti — dio un largo sorbo al trago, tan largo que me sorprendió que no se ahogara — yo pido mucho más — me guiño el ojo antes de empezar a reírse a carcajadas, negué con la cabeza, esta chica tenia alcohol hasta las orejas, en otras circunstancias la habría dejado reírse hasta mearse encima, pero, ella me había provocado y yo quería saber de qué tipo trato hablaba
—haber zorra barata, levanta el culo del suelo y dime de que tipo de trato esas hablando
—Veo que llame tu atención, querida Charlie— dijo risueña, pero en sus ojos se veía el desafío, y eso me gustaba
— ¿A qué tipo de trato te refieres Shann? — le arrebaté el trago y me tomé de golpe
— A una apuesta Charlie, te hablo de una apuesta —dijo con los ojos brillándole por el desafío, y eso me gustaba. Una apuesta. Apuesta
— ¿Qué tipo de apuesta? — dije con gran interés
En su rostro apareció una sonrisa igual a la del gato de Alicia en el país de las maravillas
—primero te diré que te propongo— yo asentí indicándole que siguiera —te propongo mi Audi — mis ojos se abrieron de par en par, la apuesta deberá bien difícil, de ninguna otra manera arriesgaría su precioso Audi R8 Spyder rojo, ese mismo que yo le he querido quitar desde hace tanto…— solo si tu ganas…
—Trato hecho — me apresure a decir. Mis padres me compraban un montón de cosas que yo no les pedía, pero solo cuando les entraba un ataque de conciencia y se acordaban de que tenían una hija, claro que yo nunca pedí ninguna basura de esas que ellos me regalaban cada cumpleaños, navidad, acción de gracias o año nuevo, todos con una hermosa tarjeta (que le habían pedido comprar a una de sus nuevas pasantes con cabello rubio teñido y con lentillas azules) que decía la misma frase rebuscada cada año, donde decían que no podían estar allí porque papá consiguió un nuevo contrato, o mamá sedujo a un nuevo empresario y ya tenían la mitad de las acciones de su competencia, o papá había comprado otra casa de playa (de esas en las que por alguna misteriosa razón solo cabían ellos dos) o mamá tenía una nueva cirugía, claro que desde los 4 años ya me daba igual que no estuvieran, nunca los necesité, pero si necesitaba esos cheques que mandaban cada mes. Pero sus ataques de culpa no han llegado tan lejos como para comprarme ese Audi, y Shannon me estaba ofreciendo el suyo en bandeja de plata, no me importa si la apuesta era desnudarme sobre la barra, y mucho menos me importaba que pasaría su perdiera, lo único que me importaba era tener a esa belleza en el aparcamiento de mi departamento.
Shannon me miro con expresión sorprendida, pero no demasiado, ella sabía que yo deseaba ese auto y que haría lo que fuera por que fuera mío, y por eso no dudaba que el reto sería una verdadera tortura.
— ¿Qué tengo que hacer? —Shannon volvió a poner la siniestra sonrisa en su rostro y me señalo a los sofás que estaban en la mitad del bar
—vez a ese chico — en el sofá de podía distinguir a un chico con cabellos oscuros, tal vez alto y musculoso, no podía ver bien ya que estaba sentado. Yo asentí— su nombre es Zayn Malik y va F.O.P — yo no entendía a qué iba todo eso, arrugue la nariz cuando se sentó a una pelirroja en una pierna y a una morena en la otra mientras les acariciaba la espalda con una mano diferente a cada una. Shannon sonrío al ver mi reacción — él iba a la escuela con mi hermano el año pasado antes de graduarse— le hice un gesto con la mano para que prosiguiera, no entendía a donde iba ella con tanta palabrería — él es todo lo que tu odias, es un cerdo miserable que solo busca sexo con las chicas, las utiliza y las vota, es un abusivo y un completo imbécil — era cierto que yo odiaba todas esas cosas y más en un hombre, pero aun no entendía que mierda tenía que ver ese dandi con todo esto. Ella debió ver la incertidumbre en mis ojos porque agrego — quiero que vallas con él y coquetees con él durante treinta minutos — abrí los ojos de par en par, iba protestar cuando agregó — no debes ni insultarlo ni golpearlo y tampoco debes acostarte con el
Mierda. Definitivamente. Mi mejor amiga era una completa zorra. Sonreí. Eso lo aprendió de mí.
Bien, ese tal Seian podía irse a la mierda, yo tendría mi Audi nuevo
Cuadre los hombros y levante mi fina barbilla, Shannon sonrío, ella sabía que yo lo haría, por más que lo odiara o era una Hathaway, y los Hathaway jamás renunciábamos, a nada.
Voltee hacia donde estaba el, la morena había desaparecido, pero la pelirroja ahora esa a horcajadas sobre él. Puaj. Que asco. Esa chica debía quererse tan poco para sentarse sobre el primer tipo que se cruza.
Cuando estaba más cerca puede distinguir los rasgos de la pelirroja, era bonito, sí, pero nada del otro mundo. Sonreí. Esa chica no será un obstáculo entre mi Audi y yo. Acomode mi cabello y también mis tetas en la blusa de encaje, asegurándome de que el escote se hiciera un más generoso, casi tenia los pezones en el aire. Perfecto
El tal Zian miro me mi dirección y empecé caminar hacia el con un va y ven de caderas, el chico me miro boqui-abierto cuando me acerque a él, dejó caer a la pelirroja de su regazo y la hecho del sofá donde estaba sentada cuando lo me puse a su lado me miro con unos grandes ojos mieles, el chico era muy atractivo, lástima que era un completo imbécil
—Hola— dijo con una voz lenta, ronca y seductora, muy parecida a la que yo había usado instantes atrás con el del bar, lástima que yo no me derretía con unas palabras en tono seductor
Me deje caer el sillón, justo a su lado, me cruce de piernas, dejando mi pierna izquierda casi sobre él, me incline de la misma manera como lo había hecho con el tipo del bar, solo que de seguro él está viendo mucho más que el del bar
Puse mi mano un sus bíceps y se lo acaricie ligueramente, me incliné rozándole el brazo con mis pechos y le respondí en su oído
—Hola— ronronee en su oído.
—Me llamo zayn— el imbécil no se dignó ni a tenderme la mano, por el contrario puso su mano en mi cintura, y me arrastro aún más cerca de el de lo que yo ya estaba, si eso era siquiera posible— y ¿Cuál es tu nombre preciosa? — con su otra mano tomo mis piernas y las puso sobre las suyas, intentando la antigua posición de la chica pelirroja que él había echado de su regazo instantes antes; tuve que hacer mi más grande esfuerzo para no pararme y darle un puñetazo en la nariz y darle una patada en las pelotas
—Charlotte¬— dije mientras él ponía su mano en la parte inferior de mi muslo y lo acariciaba, me esforcé para que la sonría de mi rostro
— ¿Quieres bailar, preciosa?- dijo en mi odio, un escalofrío recorrió mi columna vertebral, cuando dijo esas palabras en mi oído me escupió ligeramente y me esforcé por asentir sin hacer una mueca de asco. Tomó mi mano y me arrastro a la pista de baile, tomo mis manos y las puso detrás de su cuello, con sus grandes manos me rodeo la cintura y me apretó contra él —y dime preciosura ¿estas tetas son naturales? — dijo mientras bajaba sus manos y me apretaba el culo para acercarme más a él
Esta sería la media hora más larga de toda mi jodida vida{***}
Las carcajadas de Shannon se escuchaban por todo mi departamento
— ¡YA DEJA DE REIRTE, JODIDA BORRACHA DE MIERDA! — le lancé un cojín desde el sofá donde estaba sentada yo, hasta en el que ella se revolcaba de la risa— no es gracioso— dije ahora en un todo más bajo y divertido al ver como ella se caía del sofá y se revolcaba del piso
— ¡FUE ILARANTE! — Tomó una gran bocanada de aire para poder seguir hablando — ¡aún recuerdo su cara cuando le pateaste las pelotas! — volvió a tener un ataque de risa y esa vez yo me le uní, sí había sido graciosa su cara cuando lo había pateado, pero se lo merecía— dejó de reírse y adopto un semblante serio y yo también deje de reírme porque sabía lo que . Yo había hecho una apuesta, y había perdido
Era hora de pagar{***}
¿Dónde mierda quedaba la jodida residencia Horus?
Horus.
¿Qué nombre de mierda era ese?
Le pregunté a un tipo barbudo que debía ser el jardinero, que por favor me dijera donde quedaba esa jodida residencia, mientras más rápido comenzaran esos 6 meses de mierda, más rápido se acabarían y con ellos la puta apuesta de mierda.
¡ A LA HIJA DE PERRA NO SE LE OCURRIO DECIR QUE EL CASTGO SERÍA QUE ME INSCRIBIERA EN UN JODIDO INTERNARIOS PARA CHICOS¡
¡¡¡CHICOS!!!
Obviamente yo no era un chico, aunque mis pechos estuvieran fajados para esconderlos, y mi cabello bajo una peluca, porque ni de coña iba a cortarme los risos rubios.
Los pantalones eran incomodos, era como usar una falda-pantalón de tela gruesa que pareciera que en cualquier momento se caerían y me dejaría desnuda a la vista de todos estos –increíblemente buenos- chicos
Luego de caminar durante 10 putos minutos por fin di con la residencia horal o como sea.
Era grande, con una cocina equipada- que de seguro ninguno de estos ineptos sabría usar- una gran living con unos cuantos sofás y una gran TV de plasma, al menos las cosas no estarían tan mal.
Escuché una voces procedentes de una habitación y hay habían tres chicos, dos chicos con el cabello lizo y uno de risos, uno me era familiar…
— y ¿tú quién eres? — me pregunto es de risos
¬—soy Thomas Ryder — hice huso de mis facultades de actriz para hacer un tono masculino natural que se notara fluido— y ¿tú quién eres? — lo señale con la barbilla
—Harry Styles — me dedico una sonrisa con hoyuelos que de seguro mataba a todas las chicas, bueno a casi todas. Me aguante una mueca de asco y un insulto, este era otro típico dandi, y yo ya había tenido suficiente de dandis como para el resto de mi vida ,por la culpa de uno me metí en este puto lio
— Troy Eyers— me dijo es que estaba en la puerta del baño, su sonrisa era un poco más amable y nerviosa, ahora aparte de un dandi, y me tocaría vivir con un idiota. Genial. Simplemente genial.
Entonces es tipo del pelo negro se giró, contuve la respiración
—Zayn Malik— me dio una de sus sonrisas baratas y estuve a punto de vomitar.
Ahora no solo era un dandi y un idiota, eran un idiota, dos dandis
Definitivo.
Estos serán los peores seis meses de mí vida
- escrito dos:
- Capítulo 05[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Elizabeth Grey .Leía una y otra vez los ejercicios, antes de comenzar a resolverlos.Movía mi lápiz con rapidez, mientras escribía las ecuaciones y los resultados en toda la longitud de la hoja.Ejercicios matemáticos, pan comido para un cerebro de erudición. Terminé de resolver todos ejercicios que tenía de tarea, y cerré de golpe el libro; me quité los lentes y me miré en el espejo de cuerpo entero que estaba frente a mí. Me veía horrible- más de lo normal- tenía grandes bolsas debajo de los ojos, mi piel tenía un asqueroso tono pálido- más pálido de lo normal-, y me veía realmente escuálida- más escuálida de lo normal-.Mañana eran las pruebas de aptitud y estaba realmente nerviosa; sería el día más decisivo en vida, de hecho, sería el día que decidirá mi vida. Toda mi vida.Escuché el grito de mamá en el piso de abajo llamándonos a mis hermanos y a mí para cenar; dejé de mirar mi rostro y me aseguré de estar presentable, mi madre enloquecería si hay un solo cabello mal en mí; luego de asegurarme de que todo estuviera en orden bajé las escalera y fui hasta la mesa de comedor, donde estaban mi madre, mis dos hermanos gemelos pequeños, y mi hermano mayor, listos para cenar; pero mi hermano tenía el ceño fruncido—Hasta que al fin te dignas a bajar— bramó mi hermano. — No sé porque demoras tanto en bajar— me dedico una mueca de asco—, tampoco es que te arregles demasiado.Miré a mi madre en busca de apoyo, para que le dijera que se callara, que no me insultara más, que me defendiera, tal como una madre debía cuidar de su hija; pero no, no hiso ni el más mínimo esfuerzo por ayudarme, en vez de eso se hizo oídos sordos, como si mi hermano nunca hubiera dicho nada; siempre era lo mismo, mis hermanos me insultaban y me molestaban, todo delante de ella, pero ella actuaba como si nada me pasara, ella nunca hacía nada por mí. Aparté mi vista de ella. Mi mirada se nubló por las lágrimas que comenzaron a acumularse bajo mis parpados; me mordí el labio para evitar que un sollozo saliera de ellos; me negaba a llorar delante de ellos; no podía dejar que Charles supiera que sus palabras me hacían sentir miserable; inhale profundamente y mantuve el aire dentro de mí unos segundos antes de soltarlo para calmarme, cerré los ojos y repetí la acción un par de veces más; cuando estaba segura que no iba a echarme a llorar allí mismo abrí los ojos, Charles me miraba con una sonrisa en sus labios.— ¿Estás bien?- sus ojos brillaron con maldad-, te vez muy palida- me miró con el asco disimulado por una exagerada-falsa- preocupación— pareciera que vas a desmayarte en cualquier momento,— puso de lado su cabeza e hizo una falsa y exagerada mueca de condescendencia que fue reemplazada por una sonrisa malvada— o a echarte a llorar.Me mordí el labio y aparté la vista para que no viera mis ojos brillar por las lágrimas; suspiré varias veces hasta conseguir que mi respiración se normalizara, cuando estuve segura que no haría ninguna de las dos cosas que dijo Charles lo miré, me preparé mentalmente durante unos segundos para encararlo; cuando me decidí a responderle algo se escuchó el ruido de un par de tacones bajando por las escaleras, instintivamente todos los presentes en la sala nos giramos hacia la procedencia del ruido.Mi hermana Charlotte bajaba por las escaleras, con su hermoso y curviliento cuerpo enfundado en un ajustado vestido azul que le llegaba a la mitad del muslo. Tenía un cabello negro largo que le llenaba la espalda de hermosos tirabuzones oscuros, unos grandes ojos verdes ocultos bajo unas largas y espesas pestañas, con delicados pómulos altos y carnoso y rosados labios; ella era exactamente igual que Charles. Y todo lo contrario a mí. Ella era guapa, alta, y muy segura de sí misma; y yo era insegura, bajita, y con un rostro bastante simple. Charlotte no me trataba como me trata Charles. Ella me trata mucho peor.Cuando por fin bajó todas las escaleras, no sabía si era mi imaginación pero me pareció verla bajar en cámara lenta, nos miró a Charles y a mí, nos dedicó una sonrisa y una mueca de repulsión respectivamente.— ¿Por qué no han empezado a cenar? — Preguntó Charlotte con su bello rostro deformado por el ceño fruncido que demostraba confusión.— Te estábamos esperando, linda — dijo mi madre con una gran sonrisaTípico, yo me retrasaba durante cinco segundos y Charles me hacía sentir como un gusano; y Charlotte se podría tardar cinco horas, pero a ella nunca le dirían nada. Ella era la hija y hermana perfecta, mientras que yo era algo muy parecido a un paracito.—Muy bien, —dijo Charlotte con una sonrisa perfecta-como todo en ella— ya podemos empezar— ¡Sí! — Gritó mi hermanito Tyler— me muero de hambre— se froto el estómago con un movimiento circular— ¡YO TAMBIÉN! — lo imitó su clon exacto, Taylor.— ¿No vamos a esperar a papá? — dije en una pregunta casi inaudibleMi madre ignoró mi pregunta, el par de rubios de ojos azules que eran mis hermanitos siguieron quejándose de hambre, y mis hermanos me dedicaron una mueca de fastidio, estaba segura que ni siquiera habían escuchado mi pregunta, y lo que los molestaba era el simple hecho de que yo tenía que respirar el mismo aire que ellosEscuché la puerta de la calle abrir y cerrarse, y luego la voz de la única persona en este a mundo a la que le importo, gritó— ¡BUENAS NOCHES, FAMILIA!— su vos era tan cálida que solo escucharla me recordó que no estaba completamente sola en este nido de arpías.Mi padre entro en la sala, vistiendo un impecable traje azul oscuro, casi negro.Él era realmente atractivo, era bastante alto-1.90-, era de contextura delgada, aunque era bastante musculoso, definitivamente Charles había heredado lo atractivo de mi padre, su cabello era del mismo tono negro, ambos tenían una mandíbula cuadrada y fuerte, y ambos tenían los grandes ojos verdes.Mientras mis hermanitos habían salido exactamente como mi madre, con cabello rubio y grandes ojos azules.Yo, en cambio, era una mezcla de ambos, con el cabello rubio de mi madre, y los enormes ojos verdes de mi padre.—Buenas noches— murmuran todos los presentes en la mesa desganados, todos menos yo— ¡HOLA, PAPÁ! — grité con un tono un poco demasiado entusiasmado y fui hacia él casi dando saltitos—Hey, pequeña— me dijo revolviéndome el cabello, usualmente abrazaba a mi papá siempre que lo veía, pero nunca delante a mi familia; los únicos que se abrazaban al saludarse eran los Concordia, y mi madre explotaría si se entera que mi padre y yo nos comportamos un par de Cordialidad a sus espaldas.— ¿ya podemos empezar a comer? — Preguntó Charlotte con una mueca de fastidio— me muero de hambre.Y así, como cada vez que Charlotte dice algo, le hicimos caso y durante el resto de la noche, a excepción del ruido de los cubiertos chocando contra los platos, la cena trascurrió en silencio.…Caminaba por los pasillos de la escuela con la mirada clavada en el piso, traía un Jersey tan grande, que podría haber sido de Charles o mi padre, unas gafas enormes azules y el cabello recogido en un moño cualquiera sobre mi cabeza, en el que tenía uno o dos lápices, era obvio que mi madre no me había visto esta mañana, de lo contraría nunca me habría dejado salir así.Hoy eran las pruebas, y no entendía porque tantos nervios, mis hermanos ya las habían hecho y seguían aquí, claro que ellos eran el esquema de perfectos eruditos, eran hábiles, astutos, siempre estaban pensando.Yo pensaba tan rápido que al final me terminaba doliendo la cabeza; me encantaba leer, y saber más y más, mis ansias de conocimiento eran insaciables, pero había algo en mí que me decía que no tenía que saciarlas, que tenía que hacer cosas ilógicas y estúpidas, y eso me perturbaba.Un montón de chicos de Concordia pasaron junto a mí riendo, lo cual me regresó a la realidad.A lo lejos escuché el pitido del tren, y me acerqué a la ventana revisando mi reloj; 7:25. Justo a tiempo.Miré como varios hombres y mujeres vestidos de negro-solo negro- saltaban del tren en movimiento; algunos rodaban por el pasto, y otros caían de pie y se estabilizabanVi como la brisa que provocaba el tren levantó la falda larga de una chica de Cordialidad pelirroja, como movía las ropas y los cabellos de todos los que estaban a su pasoYo siempre había querido subir al tren. Yo había viajado en el autobús, en el auto de mis padres, e incluso en la lujosa limusina de mi tía; pero nunca en tren, porque el tren no espera a nadie, y solo los Intrepidez podían usarlo.De nuevo, un ruido me sacó de mis pensamientos, el timbre sonó indicando el final de las clases.Hace un par de años, cuando tenía 14, Charles solía llevaros en el auto de papá a casa, a Charlotte, y a mí- a regañadientes-, pero ahora que se habían graduado yo debía tomar el autobús, o ir caminando cuando perdía el autobús; más o menos como me pasó ahora.Resople y tosí cuando inhale el polvo que levando el viejo autobús.Genial. Simplemente genial. Ahora tendría que ir caminando. Caminar no era un problema para mí, me gustaba caminar, me ayudaba a despejar la mente y a no pensar tanto, el verdadero problema es que para llegar a casa, bebía atravesar la ciudad, y con ella el territorio de los Sin Facción.Los Sin Facción me asustaban, realmente me daban miedo; miraba con horror puro las condiciones en las que vivían; había una mujer, no mucho mayor que yo-tal vez tenía unos 18 años- tenía a un pequeño bebé de unos pocos meses apretujado contra su pecho, el bebé casi parecía una de esas muñecas que papá solía comprarme cuando era pequeña, recuerdo que Charles solía agarrarme o sentarse sobre mí y obligarme a ver como Charlotte les arrancaba la cabeza o los brazos, o simplemente las fundían en la llama de la estufa, cuando le contaba a mamá lo que hacían mis hermanos, ella no me creía a mí, y les creía a ellos cuando le decían que eran excusas mías para llamar su atención y meter a mis hermanos en problemas.El brutal grito que soltó la chica al ver que me quedaba mirándolos a ella y a su extraño bebé casi hace que me dé un ataque al corazón e hizo de mis libros cayeran al piso del susto— Es mío…— siseó la chica, casi como una serpiente— es mi bebé— lo apretó con tanta fuerza contra su pecho, que me sorprendió que el bebé no llorara o se quejara del dolor. Tal vez sí era una muñeca— no te me acerques, ¡BRUJA! — me gritó tan fuerte que a pesar de la distancia de unos metros entre nosotras me causo un fuerte dolor en el tímpanoLa chica dejó caer al extraño bebé-muñeca al piso mientras se abalanzaba sobre mí.No tuve tiempo para reaccionar y esquivar a la chica-ahora-loca, que se abalanzaba sobre mí, cuando una mano me jaló fuera del alcance de mi “atacanteUn chico rubio me puso justo detrás de él, interponiéndose así entre ella y yo.—Wooh— puso sus manos frente a él en ademán de hacerla retroceder y de poner un poco de espacio entre nosotros y ella— cálmate, Sarah— no sabía ni quién era este chico, ni por qué me estaba ayudando, pero realmente estaba agradecida con él.La chica “Sarah” no pareció haber escuchado al chico, porque dio paso a delante como si fuera a abalanzarse de nuevo sobre mí, sin importar al chico-rubio-sin-nombre, que me había rescatado de esta chica loca.— ¿dónde está tu bebé, Sarah? — preguntó el chico ladeando la cabeza; me recordaba un poco a Charles cuando me hacía preguntas incomodas o capciosas, solo con el simple hecho de hacerme sentir mal— no lo dejastes ¿o sí? — dijo con un tono horrorizado, como si el hecho que Sarah hubiera tirado a esa tétrica muñeca que ella llamaba bebé. Al parecer para Sarah sí lo era, porque en seguida se olvidó del chico rubio y de mí, y soltó un horrendo chillido horrorizado y corrió a levantar a la tétrica muñeca y la estrujo contra su pecho fuerza y empezó a murmurar cosas inentendibles para mí, rápidamente desapareció entre las sombras de un callejón oscuro, junto con su espeluznante muñeca.El chico-rubio-sin-nombre se giró a verme.Él tenía unos cálidos ojos cafés, y me dedico una sonrisa perezosa— Y dime rubia— se recostó en una pared que tenía detrás, cruzó su tobillo izquierdo sobre el derecho, de los bolsillos de sus desgastados pantalones negros sacó una caja de cigarrillos y lo encendió— ¿cómo te llamas?— E…Elizabeth— tartamudee, este chico a pesar de haberme salvado de la “psicópata de la muñeca” me causaba escalofríos—Bien — me dedicó una sonrisa ladeada por la que se escapó algo de humo — dime, Elizabeth — un escalofrío me recorrió la columna vertebrar por la manera en la dijo mi nombre — ¿Qué edad tienes? — Me dirigió una mirada significativa — no pareces tener la edad para haber arruinado tu vida ya.— dieciséis— tartamudee, este chico me ponía nerviosaDe repente dejó de fumar y tiró en cigarrillo al piso y lo pisó, me miró con sus grandes ojos y se acercó— así que hoy haces las pruebas cierto — no fue una pregunta. Yo asentí. — Permíteme darte un consejo, Elizabeth — no esperó a que yo respondiera— no importa que te digan en las pruebas — sus ojos, aunque oscuros, brillaron— todo es pura mierda— de todo lo que pudo haberme dicho, eso fue lo último que esperé; aunque, no sé porque me sorprendió tanto, después de todo, fueron las pruebas y las elecciones lo que lo llevaron a vivir entre los Sin Facción—pe… pe…Pero— puso su dedo índice en mis labios haciéndome callar— Escúchame— me dedicó otra de sus miradas que me daban escalofríos— lo que sea que digan las pruebas no importa, debes elegir lo que es mejor para ti, donde estés a salvo, Elizabeth—me miró— no pienses tanto con esto, pequeña erudita — me pio unos suaves golpecitos en la cabeza —y utiliza más esto— me dio un toquecito en el pecho, a pesar de que haya tocado uno de mis pechos en el proceso, no sentí asco o miedo, me sentí… segura, como si eso fuera cierto— no pienses, simplemente sigue tu instinto, pequeña rubia, elige el lugar donde estarás más segura— me dio una de sus sonrisas fáciles y se dio la vuela y empezó a desaparecer entre las sombras— ¡ESPERA! — gritéÉl se detuvo, pero no se volteo— ¿Si, rubiecita? — doblo su cabeza, pero no del todo, dándome una buena vista de su perfil en las sombras— ¿cómo te llamas?Él giró la cabeza del todo mirándome sobre su hombro, me dio una de sus sonrisas y dijo—Alec, pequeña rubia, mi nombre es AlecY así Alec desapareció por completo entre las sombras dejándome allí de pie en ese sucio callejón del área Sin Facción, entre las sombras, aturdida por completo.…Estaba en la sala de espera, junto a un montón de chicos que estaban igual de nerviosos que yo.Miré mis asquerosas manos, las manos en si estaban bien, pálidas y huesudas, pero bien, el problema eran mis uñas, todas roídas por los nervios.La conversación, si es que eso se le llama conversación, que había tenido con Alec no salía de mi cabeza“no pienses, simplemente sigue tu instinto, pequeña rubia, elige el lugar donde estarás más segura”Sus palabras no abandonaban mi cabeza, ¿Qué habrá querido decir con que no pensara tanto? Es mi futuro, el obvio que voy a pensar en él ¿Dónde crea que esté a salvo? ¿A salvo de qué? ¿De terminar como él?Todas esas y más preguntas pasaron a segundo plano para mí cunado escuche un ‘Elizabeth Grey’. Me seque el sudor de las asquerosas manos en los muslos y me dirigí a la puerta numero 5 donde un chico de intrepidez me pidió que entrara,La sala estaba llena de espejos por todas partes, me miré en los espejos, pálida y nerviosa, parecía un pálido bebé pájaro que se cayó del nido.Una mujer se sinceridad me esperaba en una silla.Ella traía unos pantalones ajustados blancos, y una camiseta negra, y tenía una sonrisa dulce, la mayoría de los sinceridad no tenían una sonrisa dulce, más bien era un poco… tétrica, sin embargo la de la mujer frente a mí no lo era— Toma asiento, querida— me señalo la silla frente a ella— me llamo LiliamMe dirigí cautelosamente a la silla y recosté en ella,—No te preocupes, linda— me dedico una de sus dulces sonrisas que parecían de Concordia—no dolerá, lo prometo— me tendió el suero color azul en un vasito de vidria, en otras circunstancias habríamos durado horas mientras yo preguntaba por el suero, si no fuera porque mi tía me había dicho todo a cerca de él.Tome el vasito y me lo tome de un solo trago y cerré los ojos.…Cuando se abren, el instante ha pasado, pero estoy en otro lugar. Estoy en la cafetería de la escuela de nuevo, pero todas las mesas están vacías, y veo a través del cristal de las paredes que está nevando. Sobre la mesa delante de mí hay dos canastas. En una hay un pedazo de queso, y en la otra, un cuchillo de la longitud de mi antebrazo.Detrás de mí, la voz de una mujer dice: ―Elige.― ¿Por qué? ―pregunto.―Elige ―repite ella.Miro por encima de mi hombro, pero no hay nadie. Me dirijo de nuevo a las canastas. ― ¿Qué voy a hacer con ellos?― ¡Elige! ―Grita.Cuando me grita, mi miedo desaparece y la obstinación la sustituye. Frunzo el ceño y cruzo los brazos.―Como quieras ―dice ella.Las cestas de desaparecen. Escucho el chirrido de la puerta y me doy vuelta, justo frente a mí, hay un enorme perro con una nariz puntiaguda que está a pocos metros. Se agacha y se arrastra hacia mí, sus labios desplegando sus blancos dientes. Un gruñido gorjea de las profundidades de su garganta, y veo por qué el queso hubiese venido muy bien.O el cuchillo. Pero es demasiado tarde.“corre” escucho que me susurran, peor no debo correr, lo pero que puedo hacer si un perro me persigue es correr“toma el cuchillo” me susurra otra voz, pero tampoco le hago, soy muy débil para poder contra un perro tan grande“el queso” esa es mi propia voz diciéndome, ESO ES, el queso; pero cuando voy a tomar el pedazo de queso que está en las canastas es demasiado tarde, el perro se abalanza sobre mí, tal como lo había hecho Sarah, solo que esta vez nadie iba a salvarme, crucé las manos sobre mi rostro esperando el impacto.Algo áspero y húmedo toca mi mejilla y es precisamente lo que estaba esperando. Los gruñidos del perro paran, y cuando levanto la cabeza para mirarlo de nuevo, está jadeando. Lamiéndome la cara. Frunzo el ceño y me siento en mis talones. El perro apoya las patas sobre mis rodillas y me lame la barbilla. Me estremezco, limpiando la baba de mi piel, y me río.― ¿No eres una bestia tan feroz, eh?Empiezo a acariciarlo lentamente, yo siempre he querido un perro, esa es otra de las razones por las que no soy una buena erudita, en Sabiduría no se permiten mascotas porque ellos dicen que son ilógicas, y es cierto, pero eso nunca me hizo cambiar de opinión.Parpadeo, y cuando mis ojos se abren, una niña se encuentra del otro lado de la sala llevando un vestido blanco. Ella estira las dos manos y grita: ―¡Perrito!Mientras ella corre hacia el perro a mi lado, abro la boca para advertirle, pero soy demasiado lenta. El perro se da vuelta. En vez de gruñir, ladra y gruñe y encaja, y sus músculos se tensan como alambre enrollado. A punto de saltar. No pienso, sólo salto; acabo de saltar, me pongo entre la niña y el perro; siento los rasguños y las mordidas en toda mi cara y caigo al suelo son el perro monstruoso sobre mí.Cuando mi cabeza golpea el piso el perro desaparece junto con la niña, en vez de eso estoy sentada en el destartalado autobús que perdí hoy.Sentado cerca de mí, está un hombre con un periódico.No puedo ver su cara por encima del papel, pero puedo ver sus manos. Tienen cicatrices, como si se hubiese quemado, y ellas se aprietan alrededor del papel, como si él quisiera arrugarlo.―¿Conoces a este hombre? ―me pregunta. Señala la imagen en la página principal del periódico. El titular dice: ¡Asesino Brutal Finalmente Aprehendido! Me quedo en la palabra “asesino”. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que leí esa palabra, pero incluso su forma me llena de pavor.En la foto debajo del título está un hombre joven con una cara plana y una barba. Siento que lo conozco, aunque no recuerdo cómo. Y al mismo tiempo, siento que sería una mala idea decirle al hombre eso.―¿Y bien? ―escucho la ira en su voz―. ¿Lo haces?Una mala idea, no, una muy mala idea. Mi corazón late con fuerza y me aferro a la barra para parar los temblores de mis manos, por entregarme. Si le digo que conozco a ese hombre del artículo, algo horrible va a pasar conmigo. Pero puedo convencerlo de que no lo hago. Puedo limpiar mi garganta y encogerme de hombros, pero eso sería una mentira.Me aclaro la garganta.―¿Lo haces? ―repite.Me encojo de hombros.―¿Y bien?Un escalofrío me atraviesa. Mi miedo es irracional, esto es sólo una prueba, no es real.―No ―dije, mi voz casual―. No tengo idea de quién es.Se pone de pie y, finalmente, veo su cara. Lleva gafas de sol oscuras y la boca doblada en una mueca. Su mejilla es ondulada con cicatrices, al igual que sus manos. Se inclina cerca de mi cara. Su aliento huele a cigarrillos. No es real, me recuerdo a mí misma. No es real.―Estás mintiendo ―dice él―. ¡Estás mintiendo!―No lo estoy.―Puedo verlo en tus ojos.Me pongo más derecha. ―No puede.―Sí lo conoces ―dice en voz baja―, podrías salvarme. ¡Podrías salvarme!Estrecho mis ojos. ―Bien ―le digo. Mi mandíbula rígida―. No lo hago.Todo se dispersa a mí alrededor y estoy de nuevo en la sala de pruebas recostada sobre la extraña silla reclinable, con Liliam inclinada sobre mí con los ojos abiertos como platos— ¿Qué pasa? — Me apoyé en mis manos para sentarme derecha— ¿hay algo mal? ¿Hubo algún error? — esto era lo que me temía, que algo saliera mal en mis pruebas, ahora tal vez diría que no mostré aptitudes para ninguna facción y terminaría hecha una Paria, igual que Alec.—Escúchame bien, y quiero que me escuches muy bien, Elizabeth— miro hacia todas partes, como si temiera que hubiera alguien espiándonos — tus resultado son inconcluyentes.¿Inconcluyentes? ¿Qué significaba eso? ¿Qué era lo que estaba mal conmigo?— ¿Inconcluyentes? — Ladee la cabeza, casi como un pájaro— ¿eso qué quiere decir?—Por lo general, cada etapa de la simulación elimina una o más de las Facciones, pero en tu caso, sólo dos han sido descartadas.— ¿solo dos? — ¿eso se supone qué era bueno o malo? Por la manera en la que lo decía, supongo que es malo— Significa que tienes aptitudes para varias facciones— me miró y vi lastima en sus ojos, estaba acostumbrad a que los demás me vieran con lastima e incluso con asco, pero no entendía porque Lilliam lo hacía— puedes ser una Abnegación, intrepidez, sabiduría. — Yo abrí los ojos como platos— el haber saltado para ayudar a la niña dice Abnegación e Intrepidez, y el no haber atacado siguiere Sabiduría— aún me costaba procesar toda la información— ellos… ellos lo llaman... — volvió a mirar a todos lados— divergente.Divergente.Divergente.Divergente, la palabra flotaba en mi mente.—Y escucha— se inclinó aún más hacia mí— no debes decirle a nadie más sobre esto; los divergentes no son aceptados porque dañan el sistema. No. Deben. Descubrirte. Por nada del mundo. Ahora debo cambiar los resultados para que nadie se entere.Ella empezó a teclear cosas en la computadora, pero eso no tenía importancia para mí.¿Divergencia? ¿Tres facciones? ¿Dañan el sistema? ¿No decirle a nadie?Esas y más preguntas siguieron rodando en mí cabeza hasta que me dolió la cabeza.…Esa misma noche estaba en mi habitación, aun pensando en las cosas que me dijo Lilliam, en mi conversación con Alec, en la prueba, y en los resultados.Y la palabra divergente no dejaba de rondar en mi mente.¿Será peligroso? ¿Qué facción debo elegir?Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando mi padre entro por la puerta—Hola, princesa— susurro mientras se sentaba a mi lado — ¿cómo te fue hoy, preciosa?Se supone que no debía decirle a nadie, pero él era mi padre, era la única persona en este mundo que me cuida y que le importo se supone que podía confiar en él.— bien. Ya sabes. Todo normal— le sonreí, el me devolvió la sonrisa y me abrazó, envolví mis brazos de vuelta a su alrededor sintiéndome la peor persona del mundo, pero ya había tomado una decisiónYa no era solo mi vida la que estaba en peligro por la divergencia, también la de Lilliam, y no quería que la de mi padre también estuviera en peligro, ni la de mi familia, por más malos que fueran conmigo, yo no podría hacerles eso.Así que ya está hecho, nunca nadie sabrá que soy Divergente.
- the beatles:
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Wicked
Re: La noche de la extinción{ audiciones a.
mierda, porque haces estas cosas? eh? es perfecto. yo querer participar. mas tarde te dejo mi ficha. una cosa, ¿cual es el maximo de personajes? ¿se pueden tener cuatro?
Invitado
Invitado
Re: La noche de la extinción{ audiciones a.
#Clary escribió:
Lucy Diamond
♪Nombre del personaje femenino: Lucinda Diamond
♪Nombre del personaje masculino: Ryan Matthews
♪Representantes: kaya scodelario & Logan Lerman
♪Roles: asesina y alma pura
♪armas: arco y cuhcillo- cuhcillo y pelea cuerpo a cuerpo
♪Escrito/s de tu autoría:
- escrito :
— ¡DAME OTRO TRAGO!— Grité por sobre la música al bar-man.
El tipo de la barra empezó a mezclar un montón de tipos diferentes de alcohol para hacer otro más de los tragos que he estado tomando toda la noche, el atractivo tipo castaño me pasó mí trago de color azuloso
— ¡AQUÍ TIENES!— me gritó por encima de la música. — ¿No crees que ya es mucho trago?—dijo un poco más bajito, sin quitar su galante sonrisa del rostro
—Tú limítate a servirme tragos y a verte bien, guapo—
A pesar de mi tono cortante, el no perdió la sonrisa coqueta... O la vista de mis pechos
—Agresiva...— se apoyó en sus antebrazos, inclinándose más hacia mí—eso me gusta— dijo de una manera lenta y seductora. Bien, si a esto iba a jugar, yo podría divertirme un rato.
Puse mi mejor sonrisa seductora y me incline hacia delante, más cerca de él, dándole una vista completa de mis pechos dentro de mi blusa de encaje — ¿ah sí?— dije con voz ronca y lenta. Puse mi mano sobre la de él y empecé a acariciarle la mano con lentos movimiento circulares. Me incline aún más sobre él, dejándole mis pechos casi a la altura de los ojos, para poder susurrarle al oído. —porque a mí me encantan los hombres que saben lo que quieren.—ronronee en su oído mordiendo ligeramente el lóbulo de su oreja, me separe ligeramente, asegurándome que mis pechos rozarán donde más pudieran dé el, con mi otra mano acaricie su pelo.—también me encantan los castaños.— baje mi mano por su mandíbula hasta su pecho.—fornidos…—acaricie ligeramente con mi dedo índice la piel que revelaban los botones desabrochados de su camisa, mi mando viajó hasta sus brazos, solté un pequeño gemido en su oído cuando acaricie la piel de sus bíceps—y no tienes ni idea como me ponen los tipos con tatuaje.—suspiré en su oído, mientras trazaba el dibujo de un dragón que estaba en su brazo. Baje mi cara rozándole el cuello con la nariz y dejando allí y pequeño beso que lo hizo soltar un gemido ronco desde la garganta.
Me separe de el para poder mirarle a la cara asegurándome que mis pechos siguieran en su línea de visión.
Tome el trago que momentos antes él me había preparado y eche mi cabeza hacia atrás para que el líquido bajara por mi garganta, soltando un gemido de satisfacción cuando el líquido termino de bajar por mi esófago. Miré al chico de la barra y tuve que aguantar con todas mis fuerzas las ganas de reír, el pobre tipo parecía a punto de tener un orgasmo y yo apenas y lo había tocado, claro, que la mayoría de veces ese el efecto que yo causo en los hombres, los estúpidos no pueden ver más allá de la fachada de rubia de ojos celestes porque creen que ya tienes una vagina que meter en la cama, pues conmigo en diferente…
—yo... tú... Ah... Digo... Si quieres...— tartamudeo el castaño, el pobre parecía que iba a ahogarse, o a sufrir un paro cardiaco en cualquier segundo.
— ¿Si...?— no termine de decir muy bien las palabras que estaba pensando cuando escuche una voz perfectamente conocida para mí chillar.
— ¡OYE TÚ, PERRA EN CELO, DEJA AL POBRE TIPO QUE PARECE ESTAR A PUNTO DE MEARSE ENCIMA!— me gire hasta la fuente de la voz que chillaba con ese tono arrastrado.
Mire a la chica castaña de tez morena que "caminaba" hacia mi dirección
“Caminar” pensé de manera burlona “la pobre está casi gateando en mi dirección”
Sonreí burlona mientras la analizaba; su cabello estaba revuelto y sus labios hinchados, su vestido de encaje mal arrugado y mal puesto hasta podía apostar que estaba al revés, y por el movimiento de sus pechos también apostaba porque no traía sujetador. Sonreí, ella había tenido acción.
—y ¿tú de qué te ríes rubia estúpida?— bramó ella en ese tono arrastrado que me indico que había estado bebiendo aún más que yo, y yo había bebido bastante, aunque yo no me emborrachaba con tanta facilidad, debía tomarme al menos tres botellas completas de vodka para terminar así, aunque claro, eso es probablemente lo que ella tomó.—¡estoy hablando contigo, pendeja de mierda!— siguió gritándome insultos, si hubiera sido otra persona, le habría roto la cara pero teniendo en cuenta que era mi mejor amiga ebria la que decía todas esas pendejadas lo deje pasar y me limite a soltar una carcajada cuando se intentó sentar en el taburete a mi lado y se calló de culo al suelo
— ¿Cuánto has bebido Shannon Kelly? — dije en tono de reproche, cuando en verdad estaba que me meaba de la risa al ver a mi amiga en este estado
— ¡¿BEBER?! ¡¿YO?! — me miró con aire ofendido mientras se intentaba apoyar de la barra para levantarse, su mano resbaló y volvió a caer al suelo. Solté una sonora carcajada — ¿de qué mierda te ríes, tú? — me fulmino con la mirada mientras se sentaba en el tambaleante taburete junto al mío “¿Qué habrá bebido Shannon?” me pregunte mentalmente, la había visto en peores borracheras, pero no en tan poco tiempo, “¿le habrán dado algo?”, volví a mirar a su dirección y la vi hablando con el chico castaño con el que yo había estado ‘charlando’ un rato antes.
—Mira, chico lindo — empezó con un tono arrastrado, demasiado para ser sano. “¿la habrán drogado?” la pregunta vino a mí con horror, no podría ni pensar en un tipo dándole algo a mi amiga.¬¬— no tienes ni la más mínima oportunidad con esa zorra rubia. Y mucho menos conmigo así que deja de mirarme con cara de pendejo y mueve esas manos tan grandes tuyas lejos de esta zorra rubia mal teñida — me señaló — y prepárame un trago bien fuerte. Entendiste. Sí. Gracias – no dejo que el chico aún sin nombre para mí. Sonreí y deseche la idea de que alguien la haiga drogado, no me gustaría ver al pobre imbécil que tratara de meterle algo a la fuerza
—Y tú — me señaló con un tembloroso dedo índice, ahogándose con sus propias carcajadas— si tantas ganas tienes de tener algo de emoción esta noche, te propongo algo — de repente las carcajadas de ambas se detuvieron, y nos dirigimos diferentes miras, sus ojos ya no estaban ni rojos ni vidriosos, aun brillaban, pero no por el alcohol, sino por la excitación, de verdad que lo que ella me iba a proponer parecía prometedor, o por lo menos para llamar mi atención.
— y… ¿Qué tipo de propuesta sería esa? — dejé el trago que le había quitado a una de las camareras vestidas de putas, y me incline hacia delante para escucharla mejor
—woh, woh — alzó sus manos en signo de defensa mientras volvía a reír como estúpida — calma rubia— le arrebató el trago de la mano al bar-man que al parecer aún no había salido del shock. — Yo no soy ese como ese pobre chico — lo señaló— que con solo que me enseñes los pechos me voy a derretir ante ti — dio un largo sorbo al trago, tan largo que me sorprendió que no se ahogara — yo pido mucho más — me guiño el ojo antes de empezar a reírse a carcajadas, negué con la cabeza, esta chica tenia alcohol hasta las orejas, en otras circunstancias la habría dejado reírse hasta mearse encima, pero, ella me había provocado y yo quería saber de qué tipo trato hablaba
—haber zorra barata, levanta el culo del suelo y dime de que tipo de trato esas hablando
—Veo que llame tu atención, querida Charlie— dijo risueña, pero en sus ojos se veía el desafío, y eso me gustaba
— ¿A qué tipo de trato te refieres Shann? — le arrebaté el trago y me tomé de golpe
— A una apuesta Charlie, te hablo de una apuesta —dijo con los ojos brillándole por el desafío, y eso me gustaba. Una apuesta. Apuesta
— ¿Qué tipo de apuesta? — dije con gran interés
En su rostro apareció una sonrisa igual a la del gato de Alicia en el país de las maravillas
—primero te diré que te propongo— yo asentí indicándole que siguiera —te propongo mi Audi — mis ojos se abrieron de par en par, la apuesta deberá bien difícil, de ninguna otra manera arriesgaría su precioso Audi R8 Spyder rojo, ese mismo que yo le he querido quitar desde hace tanto…— solo si tu ganas…
—Trato hecho — me apresure a decir. Mis padres me compraban un montón de cosas que yo no les pedía, pero solo cuando les entraba un ataque de conciencia y se acordaban de que tenían una hija, claro que yo nunca pedí ninguna basura de esas que ellos me regalaban cada cumpleaños, navidad, acción de gracias o año nuevo, todos con una hermosa tarjeta (que le habían pedido comprar a una de sus nuevas pasantes con cabello rubio teñido y con lentillas azules) que decía la misma frase rebuscada cada año, donde decían que no podían estar allí porque papá consiguió un nuevo contrato, o mamá sedujo a un nuevo empresario y ya tenían la mitad de las acciones de su competencia, o papá había comprado otra casa de playa (de esas en las que por alguna misteriosa razón solo cabían ellos dos) o mamá tenía una nueva cirugía, claro que desde los 4 años ya me daba igual que no estuvieran, nunca los necesité, pero si necesitaba esos cheques que mandaban cada mes. Pero sus ataques de culpa no han llegado tan lejos como para comprarme ese Audi, y Shannon me estaba ofreciendo el suyo en bandeja de plata, no me importa si la apuesta era desnudarme sobre la barra, y mucho menos me importaba que pasaría su perdiera, lo único que me importaba era tener a esa belleza en el aparcamiento de mi departamento.
Shannon me miro con expresión sorprendida, pero no demasiado, ella sabía que yo deseaba ese auto y que haría lo que fuera por que fuera mío, y por eso no dudaba que el reto sería una verdadera tortura.
— ¿Qué tengo que hacer? —Shannon volvió a poner la siniestra sonrisa en su rostro y me señalo a los sofás que estaban en la mitad del bar
—vez a ese chico — en el sofá de podía distinguir a un chico con cabellos oscuros, tal vez alto y musculoso, no podía ver bien ya que estaba sentado. Yo asentí— su nombre es Zayn Malik y va F.O.P — yo no entendía a qué iba todo eso, arrugue la nariz cuando se sentó a una pelirroja en una pierna y a una morena en la otra mientras les acariciaba la espalda con una mano diferente a cada una. Shannon sonrío al ver mi reacción — él iba a la escuela con mi hermano el año pasado antes de graduarse— le hice un gesto con la mano para que prosiguiera, no entendía a donde iba ella con tanta palabrería — él es todo lo que tu odias, es un cerdo miserable que solo busca sexo con las chicas, las utiliza y las vota, es un abusivo y un completo imbécil — era cierto que yo odiaba todas esas cosas y más en un hombre, pero aun no entendía que mierda tenía que ver ese dandi con todo esto. Ella debió ver la incertidumbre en mis ojos porque agrego — quiero que vallas con él y coquetees con él durante treinta minutos — abrí los ojos de par en par, iba protestar cuando agregó — no debes ni insultarlo ni golpearlo y tampoco debes acostarte con el
Mierda. Definitivamente. Mi mejor amiga era una completa zorra. Sonreí. Eso lo aprendió de mí.
Bien, ese tal Seian podía irse a la mierda, yo tendría mi Audi nuevo
Cuadre los hombros y levante mi fina barbilla, Shannon sonrío, ella sabía que yo lo haría, por más que lo odiara o era una Hathaway, y los Hathaway jamás renunciábamos, a nada.
Voltee hacia donde estaba el, la morena había desaparecido, pero la pelirroja ahora esa a horcajadas sobre él. Puaj. Que asco. Esa chica debía quererse tan poco para sentarse sobre el primer tipo que se cruza.
Cuando estaba más cerca puede distinguir los rasgos de la pelirroja, era bonito, sí, pero nada del otro mundo. Sonreí. Esa chica no será un obstáculo entre mi Audi y yo. Acomode mi cabello y también mis tetas en la blusa de encaje, asegurándome de que el escote se hiciera un más generoso, casi tenia los pezones en el aire. Perfecto
El tal Zian miro me mi dirección y empecé caminar hacia el con un va y ven de caderas, el chico me miro boqui-abierto cuando me acerque a él, dejó caer a la pelirroja de su regazo y la hecho del sofá donde estaba sentada cuando lo me puse a su lado me miro con unos grandes ojos mieles, el chico era muy atractivo, lástima que era un completo imbécil
—Hola— dijo con una voz lenta, ronca y seductora, muy parecida a la que yo había usado instantes atrás con el del bar, lástima que yo no me derretía con unas palabras en tono seductor
Me deje caer el sillón, justo a su lado, me cruce de piernas, dejando mi pierna izquierda casi sobre él, me incline de la misma manera como lo había hecho con el tipo del bar, solo que de seguro él está viendo mucho más que el del bar
Puse mi mano un sus bíceps y se lo acaricie ligueramente, me incliné rozándole el brazo con mis pechos y le respondí en su oído
—Hola— ronronee en su oído.
—Me llamo zayn— el imbécil no se dignó ni a tenderme la mano, por el contrario puso su mano en mi cintura, y me arrastro aún más cerca de el de lo que yo ya estaba, si eso era siquiera posible— y ¿Cuál es tu nombre preciosa? — con su otra mano tomo mis piernas y las puso sobre las suyas, intentando la antigua posición de la chica pelirroja que él había echado de su regazo instantes antes; tuve que hacer mi más grande esfuerzo para no pararme y darle un puñetazo en la nariz y darle una patada en las pelotas
—Charlotte¬— dije mientras él ponía su mano en la parte inferior de mi muslo y lo acariciaba, me esforcé para que la sonría de mi rostro
— ¿Quieres bailar, preciosa?- dijo en mi odio, un escalofrío recorrió mi columna vertebral, cuando dijo esas palabras en mi oído me escupió ligeramente y me esforcé por asentir sin hacer una mueca de asco. Tomó mi mano y me arrastro a la pista de baile, tomo mis manos y las puso detrás de su cuello, con sus grandes manos me rodeo la cintura y me apretó contra él —y dime preciosura ¿estas tetas son naturales? — dijo mientras bajaba sus manos y me apretaba el culo para acercarme más a él
Esta sería la media hora más larga de toda mi jodida vida{***}
Las carcajadas de Shannon se escuchaban por todo mi departamento
— ¡YA DEJA DE REIRTE, JODIDA BORRACHA DE MIERDA! — le lancé un cojín desde el sofá donde estaba sentada yo, hasta en el que ella se revolcaba de la risa— no es gracioso— dije ahora en un todo más bajo y divertido al ver como ella se caía del sofá y se revolcaba del piso
— ¡FUE ILARANTE! — Tomó una gran bocanada de aire para poder seguir hablando — ¡aún recuerdo su cara cuando le pateaste las pelotas! — volvió a tener un ataque de risa y esa vez yo me le uní, sí había sido graciosa su cara cuando lo había pateado, pero se lo merecía— dejó de reírse y adopto un semblante serio y yo también deje de reírme porque sabía lo que . Yo había hecho una apuesta, y había perdido
Era hora de pagar{***}
¿Dónde mierda quedaba la jodida residencia Horus?
Horus.
¿Qué nombre de mierda era ese?
Le pregunté a un tipo barbudo que debía ser el jardinero, que por favor me dijera donde quedaba esa jodida residencia, mientras más rápido comenzaran esos 6 meses de mierda, más rápido se acabarían y con ellos la puta apuesta de mierda.
¡ A LA HIJA DE PERRA NO SE LE OCURRIO DECIR QUE EL CASTGO SERÍA QUE ME INSCRIBIERA EN UN JODIDO INTERNARIOS PARA CHICOS¡
¡¡¡CHICOS!!!
Obviamente yo no era un chico, aunque mis pechos estuvieran fajados para esconderlos, y mi cabello bajo una peluca, porque ni de coña iba a cortarme los risos rubios.
Los pantalones eran incomodos, era como usar una falda-pantalón de tela gruesa que pareciera que en cualquier momento se caerían y me dejaría desnuda a la vista de todos estos –increíblemente buenos- chicos
Luego de caminar durante 10 putos minutos por fin di con la residencia horal o como sea.
Era grande, con una cocina equipada- que de seguro ninguno de estos ineptos sabría usar- una gran living con unos cuantos sofás y una gran TV de plasma, al menos las cosas no estarían tan mal.
Escuché una voces procedentes de una habitación y hay habían tres chicos, dos chicos con el cabello lizo y uno de risos, uno me era familiar…
— y ¿tú quién eres? — me pregunto es de risos
¬—soy Thomas Ryder — hice huso de mis facultades de actriz para hacer un tono masculino natural que se notara fluido— y ¿tú quién eres? — lo señale con la barbilla
—Harry Styles — me dedico una sonrisa con hoyuelos que de seguro mataba a todas las chicas, bueno a casi todas. Me aguante una mueca de asco y un insulto, este era otro típico dandi, y yo ya había tenido suficiente de dandis como para el resto de mi vida ,por la culpa de uno me metí en este puto lio
— Troy Eyers— me dijo es que estaba en la puerta del baño, su sonrisa era un poco más amable y nerviosa, ahora aparte de un dandi, y me tocaría vivir con un idiota. Genial. Simplemente genial.
Entonces es tipo del pelo negro se giró, contuve la respiración
—Zayn Malik— me dio una de sus sonrisas baratas y estuve a punto de vomitar.
Ahora no solo era un dandi y un idiota, eran un idiota, dos dandis
Definitivo.
Estos serán los peores seis meses de mí vida
- escrito dos:
Capítulo 05[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Elizabeth Grey .Leía una y otra vez los ejercicios, antes de comenzar a resolverlos.Movía mi lápiz con rapidez, mientras escribía las ecuaciones y los resultados en toda la longitud de la hoja.Ejercicios matemáticos, pan comido para un cerebro de erudición. Terminé de resolver todos ejercicios que tenía de tarea, y cerré de golpe el libro; me quité los lentes y me miré en el espejo de cuerpo entero que estaba frente a mí. Me veía horrible- más de lo normal- tenía grandes bolsas debajo de los ojos, mi piel tenía un asqueroso tono pálido- más pálido de lo normal-, y me veía realmente escuálida- más escuálida de lo normal-.Mañana eran las pruebas de aptitud y estaba realmente nerviosa; sería el día más decisivo en vida, de hecho, sería el día que decidirá mi vida. Toda mi vida.Escuché el grito de mamá en el piso de abajo llamándonos a mis hermanos y a mí para cenar; dejé de mirar mi rostro y me aseguré de estar presentable, mi madre enloquecería si hay un solo cabello mal en mí; luego de asegurarme de que todo estuviera en orden bajé las escalera y fui hasta la mesa de comedor, donde estaban mi madre, mis dos hermanos gemelos pequeños, y mi hermano mayor, listos para cenar; pero mi hermano tenía el ceño fruncido—Hasta que al fin te dignas a bajar— bramó mi hermano. — No sé porque demoras tanto en bajar— me dedico una mueca de asco—, tampoco es que te arregles demasiado.Miré a mi madre en busca de apoyo, para que le dijera que se callara, que no me insultara más, que me defendiera, tal como una madre debía cuidar de su hija; pero no, no hiso ni el más mínimo esfuerzo por ayudarme, en vez de eso se hizo oídos sordos, como si mi hermano nunca hubiera dicho nada; siempre era lo mismo, mis hermanos me insultaban y me molestaban, todo delante de ella, pero ella actuaba como si nada me pasara, ella nunca hacía nada por mí. Aparté mi vista de ella. Mi mirada se nubló por las lágrimas que comenzaron a acumularse bajo mis parpados; me mordí el labio para evitar que un sollozo saliera de ellos; me negaba a llorar delante de ellos; no podía dejar que Charles supiera que sus palabras me hacían sentir miserable; inhale profundamente y mantuve el aire dentro de mí unos segundos antes de soltarlo para calmarme, cerré los ojos y repetí la acción un par de veces más; cuando estaba segura que no iba a echarme a llorar allí mismo abrí los ojos, Charles me miraba con una sonrisa en sus labios.— ¿Estás bien?- sus ojos brillaron con maldad-, te vez muy palida- me miró con el asco disimulado por una exagerada-falsa- preocupación— pareciera que vas a desmayarte en cualquier momento,— puso de lado su cabeza e hizo una falsa y exagerada mueca de condescendencia que fue reemplazada por una sonrisa malvada— o a echarte a llorar.Me mordí el labio y aparté la vista para que no viera mis ojos brillar por las lágrimas; suspiré varias veces hasta conseguir que mi respiración se normalizara, cuando estuve segura que no haría ninguna de las dos cosas que dijo Charles lo miré, me preparé mentalmente durante unos segundos para encararlo; cuando me decidí a responderle algo se escuchó el ruido de un par de tacones bajando por las escaleras, instintivamente todos los presentes en la sala nos giramos hacia la procedencia del ruido.Mi hermana Charlotte bajaba por las escaleras, con su hermoso y curviliento cuerpo enfundado en un ajustado vestido azul que le llegaba a la mitad del muslo. Tenía un cabello negro largo que le llenaba la espalda de hermosos tirabuzones oscuros, unos grandes ojos verdes ocultos bajo unas largas y espesas pestañas, con delicados pómulos altos y carnoso y rosados labios; ella era exactamente igual que Charles. Y todo lo contrario a mí. Ella era guapa, alta, y muy segura de sí misma; y yo era insegura, bajita, y con un rostro bastante simple. Charlotte no me trataba como me trata Charles. Ella me trata mucho peor.Cuando por fin bajó todas las escaleras, no sabía si era mi imaginación pero me pareció verla bajar en cámara lenta, nos miró a Charles y a mí, nos dedicó una sonrisa y una mueca de repulsión respectivamente.— ¿Por qué no han empezado a cenar? — Preguntó Charlotte con su bello rostro deformado por el ceño fruncido que demostraba confusión.— Te estábamos esperando, linda — dijo mi madre con una gran sonrisaTípico, yo me retrasaba durante cinco segundos y Charles me hacía sentir como un gusano; y Charlotte se podría tardar cinco horas, pero a ella nunca le dirían nada. Ella era la hija y hermana perfecta, mientras que yo era algo muy parecido a un paracito.—Muy bien, —dijo Charlotte con una sonrisa perfecta-como todo en ella— ya podemos empezar— ¡Sí! — Gritó mi hermanito Tyler— me muero de hambre— se froto el estómago con un movimiento circular— ¡YO TAMBIÉN! — lo imitó su clon exacto, Taylor.— ¿No vamos a esperar a papá? — dije en una pregunta casi inaudibleMi madre ignoró mi pregunta, el par de rubios de ojos azules que eran mis hermanitos siguieron quejándose de hambre, y mis hermanos me dedicaron una mueca de fastidio, estaba segura que ni siquiera habían escuchado mi pregunta, y lo que los molestaba era el simple hecho de que yo tenía que respirar el mismo aire que ellosEscuché la puerta de la calle abrir y cerrarse, y luego la voz de la única persona en este a mundo a la que le importo, gritó— ¡BUENAS NOCHES, FAMILIA!— su vos era tan cálida que solo escucharla me recordó que no estaba completamente sola en este nido de arpías.Mi padre entro en la sala, vistiendo un impecable traje azul oscuro, casi negro.Él era realmente atractivo, era bastante alto-1.90-, era de contextura delgada, aunque era bastante musculoso, definitivamente Charles había heredado lo atractivo de mi padre, su cabello era del mismo tono negro, ambos tenían una mandíbula cuadrada y fuerte, y ambos tenían los grandes ojos verdes.Mientras mis hermanitos habían salido exactamente como mi madre, con cabello rubio y grandes ojos azules.Yo, en cambio, era una mezcla de ambos, con el cabello rubio de mi madre, y los enormes ojos verdes de mi padre.—Buenas noches— murmuran todos los presentes en la mesa desganados, todos menos yo— ¡HOLA, PAPÁ! — grité con un tono un poco demasiado entusiasmado y fui hacia él casi dando saltitos—Hey, pequeña— me dijo revolviéndome el cabello, usualmente abrazaba a mi papá siempre que lo veía, pero nunca delante a mi familia; los únicos que se abrazaban al saludarse eran los Concordia, y mi madre explotaría si se entera que mi padre y yo nos comportamos un par de Cordialidad a sus espaldas.— ¿ya podemos empezar a comer? — Preguntó Charlotte con una mueca de fastidio— me muero de hambre.Y así, como cada vez que Charlotte dice algo, le hicimos caso y durante el resto de la noche, a excepción del ruido de los cubiertos chocando contra los platos, la cena trascurrió en silencio.…Caminaba por los pasillos de la escuela con la mirada clavada en el piso, traía un Jersey tan grande, que podría haber sido de Charles o mi padre, unas gafas enormes azules y el cabello recogido en un moño cualquiera sobre mi cabeza, en el que tenía uno o dos lápices, era obvio que mi madre no me había visto esta mañana, de lo contraría nunca me habría dejado salir así.Hoy eran las pruebas, y no entendía porque tantos nervios, mis hermanos ya las habían hecho y seguían aquí, claro que ellos eran el esquema de perfectos eruditos, eran hábiles, astutos, siempre estaban pensando.Yo pensaba tan rápido que al final me terminaba doliendo la cabeza; me encantaba leer, y saber más y más, mis ansias de conocimiento eran insaciables, pero había algo en mí que me decía que no tenía que saciarlas, que tenía que hacer cosas ilógicas y estúpidas, y eso me perturbaba.Un montón de chicos de Concordia pasaron junto a mí riendo, lo cual me regresó a la realidad.A lo lejos escuché el pitido del tren, y me acerqué a la ventana revisando mi reloj; 7:25. Justo a tiempo.Miré como varios hombres y mujeres vestidos de negro-solo negro- saltaban del tren en movimiento; algunos rodaban por el pasto, y otros caían de pie y se estabilizabanVi como la brisa que provocaba el tren levantó la falda larga de una chica de Cordialidad pelirroja, como movía las ropas y los cabellos de todos los que estaban a su pasoYo siempre había querido subir al tren. Yo había viajado en el autobús, en el auto de mis padres, e incluso en la lujosa limusina de mi tía; pero nunca en tren, porque el tren no espera a nadie, y solo los Intrepidez podían usarlo.De nuevo, un ruido me sacó de mis pensamientos, el timbre sonó indicando el final de las clases.Hace un par de años, cuando tenía 14, Charles solía llevaros en el auto de papá a casa, a Charlotte, y a mí- a regañadientes-, pero ahora que se habían graduado yo debía tomar el autobús, o ir caminando cuando perdía el autobús; más o menos como me pasó ahora.Resople y tosí cuando inhale el polvo que levando el viejo autobús.Genial. Simplemente genial. Ahora tendría que ir caminando. Caminar no era un problema para mí, me gustaba caminar, me ayudaba a despejar la mente y a no pensar tanto, el verdadero problema es que para llegar a casa, bebía atravesar la ciudad, y con ella el territorio de los Sin Facción.Los Sin Facción me asustaban, realmente me daban miedo; miraba con horror puro las condiciones en las que vivían; había una mujer, no mucho mayor que yo-tal vez tenía unos 18 años- tenía a un pequeño bebé de unos pocos meses apretujado contra su pecho, el bebé casi parecía una de esas muñecas que papá solía comprarme cuando era pequeña, recuerdo que Charles solía agarrarme o sentarse sobre mí y obligarme a ver como Charlotte les arrancaba la cabeza o los brazos, o simplemente las fundían en la llama de la estufa, cuando le contaba a mamá lo que hacían mis hermanos, ella no me creía a mí, y les creía a ellos cuando le decían que eran excusas mías para llamar su atención y meter a mis hermanos en problemas.El brutal grito que soltó la chica al ver que me quedaba mirándolos a ella y a su extraño bebé casi hace que me dé un ataque al corazón e hizo de mis libros cayeran al piso del susto— Es mío…— siseó la chica, casi como una serpiente— es mi bebé— lo apretó con tanta fuerza contra su pecho, que me sorprendió que el bebé no llorara o se quejara del dolor. Tal vez sí era una muñeca— no te me acerques, ¡BRUJA! — me gritó tan fuerte que a pesar de la distancia de unos metros entre nosotras me causo un fuerte dolor en el tímpanoLa chica dejó caer al extraño bebé-muñeca al piso mientras se abalanzaba sobre mí.No tuve tiempo para reaccionar y esquivar a la chica-ahora-loca, que se abalanzaba sobre mí, cuando una mano me jaló fuera del alcance de mi “atacanteUn chico rubio me puso justo detrás de él, interponiéndose así entre ella y yo.—Wooh— puso sus manos frente a él en ademán de hacerla retroceder y de poner un poco de espacio entre nosotros y ella— cálmate, Sarah— no sabía ni quién era este chico, ni por qué me estaba ayudando, pero realmente estaba agradecida con él.La chica “Sarah” no pareció haber escuchado al chico, porque dio paso a delante como si fuera a abalanzarse de nuevo sobre mí, sin importar al chico-rubio-sin-nombre, que me había rescatado de esta chica loca.— ¿dónde está tu bebé, Sarah? — preguntó el chico ladeando la cabeza; me recordaba un poco a Charles cuando me hacía preguntas incomodas o capciosas, solo con el simple hecho de hacerme sentir mal— no lo dejastes ¿o sí? — dijo con un tono horrorizado, como si el hecho que Sarah hubiera tirado a esa tétrica muñeca que ella llamaba bebé. Al parecer para Sarah sí lo era, porque en seguida se olvidó del chico rubio y de mí, y soltó un horrendo chillido horrorizado y corrió a levantar a la tétrica muñeca y la estrujo contra su pecho fuerza y empezó a murmurar cosas inentendibles para mí, rápidamente desapareció entre las sombras de un callejón oscuro, junto con su espeluznante muñeca.El chico-rubio-sin-nombre se giró a verme.Él tenía unos cálidos ojos cafés, y me dedico una sonrisa perezosa— Y dime rubia— se recostó en una pared que tenía detrás, cruzó su tobillo izquierdo sobre el derecho, de los bolsillos de sus desgastados pantalones negros sacó una caja de cigarrillos y lo encendió— ¿cómo te llamas?— E…Elizabeth— tartamudee, este chico a pesar de haberme salvado de la “psicópata de la muñeca” me causaba escalofríos—Bien — me dedicó una sonrisa ladeada por la que se escapó algo de humo — dime, Elizabeth — un escalofrío me recorrió la columna vertebrar por la manera en la dijo mi nombre — ¿Qué edad tienes? — Me dirigió una mirada significativa — no pareces tener la edad para haber arruinado tu vida ya.— dieciséis— tartamudee, este chico me ponía nerviosaDe repente dejó de fumar y tiró en cigarrillo al piso y lo pisó, me miró con sus grandes ojos y se acercó— así que hoy haces las pruebas cierto — no fue una pregunta. Yo asentí. — Permíteme darte un consejo, Elizabeth — no esperó a que yo respondiera— no importa que te digan en las pruebas — sus ojos, aunque oscuros, brillaron— todo es pura mierda— de todo lo que pudo haberme dicho, eso fue lo último que esperé; aunque, no sé porque me sorprendió tanto, después de todo, fueron las pruebas y las elecciones lo que lo llevaron a vivir entre los Sin Facción—pe… pe…Pero— puso su dedo índice en mis labios haciéndome callar— Escúchame— me dedicó otra de sus miradas que me daban escalofríos— lo que sea que digan las pruebas no importa, debes elegir lo que es mejor para ti, donde estés a salvo, Elizabeth—me miró— no pienses tanto con esto, pequeña erudita — me pio unos suaves golpecitos en la cabeza —y utiliza más esto— me dio un toquecito en el pecho, a pesar de que haya tocado uno de mis pechos en el proceso, no sentí asco o miedo, me sentí… segura, como si eso fuera cierto— no pienses, simplemente sigue tu instinto, pequeña rubia, elige el lugar donde estarás más segura— me dio una de sus sonrisas fáciles y se dio la vuela y empezó a desaparecer entre las sombras— ¡ESPERA! — gritéÉl se detuvo, pero no se volteo— ¿Si, rubiecita? — doblo su cabeza, pero no del todo, dándome una buena vista de su perfil en las sombras— ¿cómo te llamas?Él giró la cabeza del todo mirándome sobre su hombro, me dio una de sus sonrisas y dijo—Alec, pequeña rubia, mi nombre es AlecY así Alec desapareció por completo entre las sombras dejándome allí de pie en ese sucio callejón del área Sin Facción, entre las sombras, aturdida por completo.…Estaba en la sala de espera, junto a un montón de chicos que estaban igual de nerviosos que yo.Miré mis asquerosas manos, las manos en si estaban bien, pálidas y huesudas, pero bien, el problema eran mis uñas, todas roídas por los nervios.La conversación, si es que eso se le llama conversación, que había tenido con Alec no salía de mi cabeza“no pienses, simplemente sigue tu instinto, pequeña rubia, elige el lugar donde estarás más segura”Sus palabras no abandonaban mi cabeza, ¿Qué habrá querido decir con que no pensara tanto? Es mi futuro, el obvio que voy a pensar en él ¿Dónde crea que esté a salvo? ¿A salvo de qué? ¿De terminar como él?Todas esas y más preguntas pasaron a segundo plano para mí cunado escuche un ‘Elizabeth Grey’. Me seque el sudor de las asquerosas manos en los muslos y me dirigí a la puerta numero 5 donde un chico de intrepidez me pidió que entrara,La sala estaba llena de espejos por todas partes, me miré en los espejos, pálida y nerviosa, parecía un pálido bebé pájaro que se cayó del nido.Una mujer se sinceridad me esperaba en una silla.Ella traía unos pantalones ajustados blancos, y una camiseta negra, y tenía una sonrisa dulce, la mayoría de los sinceridad no tenían una sonrisa dulce, más bien era un poco… tétrica, sin embargo la de la mujer frente a mí no lo era— Toma asiento, querida— me señalo la silla frente a ella— me llamo LiliamMe dirigí cautelosamente a la silla y recosté en ella,—No te preocupes, linda— me dedico una de sus dulces sonrisas que parecían de Concordia—no dolerá, lo prometo— me tendió el suero color azul en un vasito de vidria, en otras circunstancias habríamos durado horas mientras yo preguntaba por el suero, si no fuera porque mi tía me había dicho todo a cerca de él.Tome el vasito y me lo tome de un solo trago y cerré los ojos.…Cuando se abren, el instante ha pasado, pero estoy en otro lugar. Estoy en la cafetería de la escuela de nuevo, pero todas las mesas están vacías, y veo a través del cristal de las paredes que está nevando. Sobre la mesa delante de mí hay dos canastas. En una hay un pedazo de queso, y en la otra, un cuchillo de la longitud de mi antebrazo.Detrás de mí, la voz de una mujer dice: ―Elige.― ¿Por qué? ―pregunto.―Elige ―repite ella.Miro por encima de mi hombro, pero no hay nadie. Me dirijo de nuevo a las canastas. ― ¿Qué voy a hacer con ellos?― ¡Elige! ―Grita.Cuando me grita, mi miedo desaparece y la obstinación la sustituye. Frunzo el ceño y cruzo los brazos.―Como quieras ―dice ella.Las cestas de desaparecen. Escucho el chirrido de la puerta y me doy vuelta, justo frente a mí, hay un enorme perro con una nariz puntiaguda que está a pocos metros. Se agacha y se arrastra hacia mí, sus labios desplegando sus blancos dientes. Un gruñido gorjea de las profundidades de su garganta, y veo por qué el queso hubiese venido muy bien.O el cuchillo. Pero es demasiado tarde.“corre” escucho que me susurran, peor no debo correr, lo pero que puedo hacer si un perro me persigue es correr“toma el cuchillo” me susurra otra voz, pero tampoco le hago, soy muy débil para poder contra un perro tan grande“el queso” esa es mi propia voz diciéndome, ESO ES, el queso; pero cuando voy a tomar el pedazo de queso que está en las canastas es demasiado tarde, el perro se abalanza sobre mí, tal como lo había hecho Sarah, solo que esta vez nadie iba a salvarme, crucé las manos sobre mi rostro esperando el impacto.Algo áspero y húmedo toca mi mejilla y es precisamente lo que estaba esperando. Los gruñidos del perro paran, y cuando levanto la cabeza para mirarlo de nuevo, está jadeando. Lamiéndome la cara. Frunzo el ceño y me siento en mis talones. El perro apoya las patas sobre mis rodillas y me lame la barbilla. Me estremezco, limpiando la baba de mi piel, y me río.― ¿No eres una bestia tan feroz, eh?Empiezo a acariciarlo lentamente, yo siempre he querido un perro, esa es otra de las razones por las que no soy una buena erudita, en Sabiduría no se permiten mascotas porque ellos dicen que son ilógicas, y es cierto, pero eso nunca me hizo cambiar de opinión.Parpadeo, y cuando mis ojos se abren, una niña se encuentra del otro lado de la sala llevando un vestido blanco. Ella estira las dos manos y grita: ―¡Perrito!Mientras ella corre hacia el perro a mi lado, abro la boca para advertirle, pero soy demasiado lenta. El perro se da vuelta. En vez de gruñir, ladra y gruñe y encaja, y sus músculos se tensan como alambre enrollado. A punto de saltar. No pienso, sólo salto; acabo de saltar, me pongo entre la niña y el perro; siento los rasguños y las mordidas en toda mi cara y caigo al suelo son el perro monstruoso sobre mí.Cuando mi cabeza golpea el piso el perro desaparece junto con la niña, en vez de eso estoy sentada en el destartalado autobús que perdí hoy.Sentado cerca de mí, está un hombre con un periódico.No puedo ver su cara por encima del papel, pero puedo ver sus manos. Tienen cicatrices, como si se hubiese quemado, y ellas se aprietan alrededor del papel, como si él quisiera arrugarlo.―¿Conoces a este hombre? ―me pregunta. Señala la imagen en la página principal del periódico. El titular dice: ¡Asesino Brutal Finalmente Aprehendido! Me quedo en la palabra “asesino”. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que leí esa palabra, pero incluso su forma me llena de pavor.En la foto debajo del título está un hombre joven con una cara plana y una barba. Siento que lo conozco, aunque no recuerdo cómo. Y al mismo tiempo, siento que sería una mala idea decirle al hombre eso.―¿Y bien? ―escucho la ira en su voz―. ¿Lo haces?Una mala idea, no, una muy mala idea. Mi corazón late con fuerza y me aferro a la barra para parar los temblores de mis manos, por entregarme. Si le digo que conozco a ese hombre del artículo, algo horrible va a pasar conmigo. Pero puedo convencerlo de que no lo hago. Puedo limpiar mi garganta y encogerme de hombros, pero eso sería una mentira.Me aclaro la garganta.―¿Lo haces? ―repite.Me encojo de hombros.―¿Y bien?Un escalofrío me atraviesa. Mi miedo es irracional, esto es sólo una prueba, no es real.―No ―dije, mi voz casual―. No tengo idea de quién es.Se pone de pie y, finalmente, veo su cara. Lleva gafas de sol oscuras y la boca doblada en una mueca. Su mejilla es ondulada con cicatrices, al igual que sus manos. Se inclina cerca de mi cara. Su aliento huele a cigarrillos. No es real, me recuerdo a mí misma. No es real.―Estás mintiendo ―dice él―. ¡Estás mintiendo!―No lo estoy.―Puedo verlo en tus ojos.Me pongo más derecha. ―No puede.―Sí lo conoces ―dice en voz baja―, podrías salvarme. ¡Podrías salvarme!Estrecho mis ojos. ―Bien ―le digo. Mi mandíbula rígida―. No lo hago.Todo se dispersa a mí alrededor y estoy de nuevo en la sala de pruebas recostada sobre la extraña silla reclinable, con Liliam inclinada sobre mí con los ojos abiertos como platos— ¿Qué pasa? — Me apoyé en mis manos para sentarme derecha— ¿hay algo mal? ¿Hubo algún error? — esto era lo que me temía, que algo saliera mal en mis pruebas, ahora tal vez diría que no mostré aptitudes para ninguna facción y terminaría hecha una Paria, igual que Alec.—Escúchame bien, y quiero que me escuches muy bien, Elizabeth— miro hacia todas partes, como si temiera que hubiera alguien espiándonos — tus resultado son inconcluyentes.¿Inconcluyentes? ¿Qué significaba eso? ¿Qué era lo que estaba mal conmigo?— ¿Inconcluyentes? — Ladee la cabeza, casi como un pájaro— ¿eso qué quiere decir?—Por lo general, cada etapa de la simulación elimina una o más de las Facciones, pero en tu caso, sólo dos han sido descartadas.— ¿solo dos? — ¿eso se supone qué era bueno o malo? Por la manera en la que lo decía, supongo que es malo— Significa que tienes aptitudes para varias facciones— me miró y vi lastima en sus ojos, estaba acostumbrad a que los demás me vieran con lastima e incluso con asco, pero no entendía porque Lilliam lo hacía— puedes ser una Abnegación, intrepidez, sabiduría. — Yo abrí los ojos como platos— el haber saltado para ayudar a la niña dice Abnegación e Intrepidez, y el no haber atacado siguiere Sabiduría— aún me costaba procesar toda la información— ellos… ellos lo llaman... — volvió a mirar a todos lados— divergente.Divergente.Divergente.Divergente, la palabra flotaba en mi mente.—Y escucha— se inclinó aún más hacia mí— no debes decirle a nadie más sobre esto; los divergentes no son aceptados porque dañan el sistema. No. Deben. Descubrirte. Por nada del mundo. Ahora debo cambiar los resultados para que nadie se entere.Ella empezó a teclear cosas en la computadora, pero eso no tenía importancia para mí.¿Divergencia? ¿Tres facciones? ¿Dañan el sistema? ¿No decirle a nadie?Esas y más preguntas siguieron rodando en mí cabeza hasta que me dolió la cabeza.…Esa misma noche estaba en mi habitación, aun pensando en las cosas que me dijo Lilliam, en mi conversación con Alec, en la prueba, y en los resultados.Y la palabra divergente no dejaba de rondar en mi mente.¿Será peligroso? ¿Qué facción debo elegir?Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando mi padre entro por la puerta—Hola, princesa— susurro mientras se sentaba a mi lado — ¿cómo te fue hoy, preciosa?Se supone que no debía decirle a nadie, pero él era mi padre, era la única persona en este mundo que me cuida y que le importo se supone que podía confiar en él.— bien. Ya sabes. Todo normal— le sonreí, el me devolvió la sonrisa y me abrazó, envolví mis brazos de vuelta a su alrededor sintiéndome la peor persona del mundo, pero ya había tomado una decisiónYa no era solo mi vida la que estaba en peligro por la divergencia, también la de Lilliam, y no quería que la de mi padre también estuviera en peligro, ni la de mi familia, por más malos que fueran conmigo, yo no podría hacerles eso.Así que ya está hecho, nunca nadie sabrá que soy Divergente.
- the beatles:
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Ficha Aceptada.
Has tenido un pequeño problema con el code, el cual creo que e arreglado. Soo sabes que amo como escribes y que no tienes casi ninguna falta. Así que eso, buena suerte beso.
Última edición por ♡ Redmayne ♡ el Dom 06 Abr 2014, 2:57 pm, editado 1 vez
holmes.
Re: La noche de la extinción{ audiciones a.
Esperaré tu ficha, sabes que te amo (? El máximo es 5 así que si puedes tener 4. La espero beso.stay gucci escribió:mierda, porque haces estas cosas? eh? es perfecto. yo querer participar. mas tarde te dejo mi ficha. una cosa, ¿cual es el maximo de personajes? ¿se pueden tener cuatro?
holmes.
Re: La noche de la extinción{ audiciones a.
Noah Davis | Autumn Sanders
Asesino | Alma Pura
Un bate con clavos enterrados | Pistola M1911 (Armas temporales)
Zayn Malik | Ebba Zingmark
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