HEAVY TOUCH. *II Temporada The 10th Guy* -Harry Styles-

por **HappinessOnFire** Sáb 21 Jun 2014, 6:35 pm

[img]

HEAVY TOUCH. *II Temporada The 10th Guy* -Harry Styles- Ml5ibk

[/img]

Nombre: HEAVY TOUCH.

Autor: Eliette Scorche.

Adaptación: Original.

Genero: Romance, Teen,Comedia, Hot.

Advertencias: Esta es la II temporada de The 10th Guy, si comienzan a leerla desde aqui posiblemente no entenderan la trama.

Otras Paginas: En Wattpad.

La vida de Casside Thompson ha comenzado a cambiar, pues, no recuerda muchas cosas. Su pasado quedó atras pero arrastró consigo un olvido. Cuando ella no puede volver a recordar a Harry y su pasado con el todo lo que desea es vivir su vida como si fuera la ultima haciendo muchos desastres y conociendo a muchas personas, un nuevo romance y sobretodo nuevos riesgos, pero hay una persona que ella nunca podrá olvidar y que con la cual se comportará de la manera en la que ella es, solo hay un problema, él nunca podrá tocarla de nuevo sin hacerle daño y ella buscará la manera de que eso cambie.

por **HappinessOnFire** Sáb 21 Jun 2014, 7:16 pm

CAPITULO I

Daba pasos cortos en la entrada de la casa, la brisa hacia que la arena entrara al porche y que mi cabello se revolviera, aparte de eso, todo iba bien. Una semana mas duré en el hospital, una semana mas de tortura y mala comida. De preguntas espantosas repitiendo lo mismo y de miradas extrañas, una semana mas. Josh habia ido cuando desperté, estaba a mi lado sonriendo siempre, animado. Adam habia comprado un gran peluche, también vi el anillo de compromiso de Samantha, una puta con suerte, eso no iba a cambiar. Chleo habia llamado, ¡Tenia novio! ¡Tan rápido!, era guapo -¿Puedes dejar de fantasear y entrar a la casa?- mamá pasó por mi lado, llevaba un bolso llena de ropa.

-No es mi casa- volví a decir. No era “nuestra” casa, era la casa de mis abuelos, que al parecer no tenían miedo de compartir sus cosas, habia olvidado que ellos me habían regalado el Mustang, lo cual, era maravilloso, si recordara como manejar.

-¡Si lo es!- gritó mi abuela, mamá tiró los bolsos -Bienvenida- dijo, me dio dos besos en cada mejilla -¿Cómo te sientes?-

-Siempre voy a tener hambre- ella sonrió y miró a mi abuelo, olí -Y si son costillas agridulces mejor- mi abuelo cocinaba realmente bien.

-Bien, pero primero deberías subir a ver tu habitación- miré las escaleras -La que tiene la mejor vista- y crucé mis brazos.

-La verdad no comprendo porque no quise mudarme aquí desde un comienzo- si mi abuela tenia la mejor casa de la historia, con una vista increíble hacia la playa. Todos me miraban -¿Qué?-

-Pensamos que ibas a regañarnos por dejarte la mejor habitación- dijo mamá, mi abuelo abrazaba a mi abuela y sonreí, realmente no iba a quejarme o ser humilde -Tengo miedo-

-Basta de melodramas- dije mientras reia -Tan solo subiré las cosas y bajaré a cenar- comencé a subir, mientras subia todos me miraban fijamente -¡Estoy bien!- grité mientras cerraba la puerta de la habitación. Suspiré mientras me pegaba a la puerta de la habitación, debía estar aquí por un mes, demostrar que no ocurria nada y no morir paranoicamente si alguien intentaba sobrepasar sus toques conmigo, preferiblemente, un hombre. La habitación era de color carmín, mi abuela era muy armoniosa con esto, tiré los bolsos. Y observe todo detalladamente, no habia nada en las paredes, no habian libros allí ni pintura reciente, ni manchas. Era todo perfecto. Sentí un escalofrio aparecer, la ventana estaba abierta, me asomé. Esto era lo mejor de todo, desde pequeña siempre observaba desde la ventana de la habitación, la mejor vista. La playa podía ser observada desde aquí, desde la parte trasera de la casa, sin la playa, la casa no tendría sentido. Cerré la ventana pero aun asi me quedé observando el mar, habia buen oleaje, genial, como si supiera nadar.

-Esta delicioso- no cabian mas puré de papas en mi boca, y por la cara de mi mamá, a ella no le gustaba que comiera con la boca abierta. Mi abuelo rio.

-Siempre te ha gustado este platillo- y siempre me lo preparaba.

Seguimos comiendo en silencio, bien podía ignorar ciertas cosas, pero debía hacer un plan para salir de aquí y poder volver a mudarme a la universidad y vivir mi vida universitaria como la estaba viviendo Chleo, miré mi celular que estaba en mi regazo, no habia respondido mi mensaje, seguí mirando mi celular, un precioso Iphone dorado, miré a mamá, ¿Desde cuando ella ganaba lo suficiente para pagar esto? Tragué -Mamá, ¿como compraste esto?- levanté el celular.

Ella palideció básicamente -Nosotros la ayudamos- dijo mi abuela, la miré, luego miré mi celular. Eso tenia mas sentido.

Metí otro bocado a mi boca -Necesito una memoria- mi memoria habia desaparecido, nunca entendería esa parte de la historia. Mi memoria habia desaparecido el dia del colapso, donde supuestamente, yo estaba sola, en la universidad. Suspiré -No tengo donde guardar mis fotos-

-No es como si fueras a salir realmente Cass- mamá me miró duramente -No tienes permiso de salir sin autorización-

-Lo sé- y tiré los cubiertos sobre el plato -Realmente no es como si quisiera salir, estoy pensando en hacer cursos por internet, hablar francés o algo. Tambien podría ir a visitar a mis amigos de la universidad, no he hablado con ellos y ya llevo 3 semanas sin ir…- ella iba a protestar, lo sabia, pero no ganaría esto -…Solo fue un colapso-

-Que te dejó en el hospital por 3 semanas-

-No estoy muerta- y me sentía genial, me sentía mas viva que nunca. Realmente no encontraba razones del porque recordaba mi pasado como una mancha negra si ahora me sentía tan bien.

Mamá y yo nos miramos fijamente, una lucha de miradas, era una experta en esto. El abuelo tosió y ambas lo miramos -No salidas- dijo. Abrí mi boca para prostestar pero su mirada fue dura, mi abuelo era el que ponía la ley y ahora vivía en su casa. Me levanté de la mesa.

-Iré a dormir, buenas noches- y dejé el plato allí, bien. No tiré la puerta de la habitación, en cambio a esto, caminé de un lado a otro repetitivamente y patie los peluches que me habian dejado en el hospital, eran demasiados, todos decían “I love you” y tenían muchos corazones. ¿Desde cuando la gente me regalaba estas cosas? Soy mas un corazón negro, no quería saber que significaba un corazón rojo. Adam. Oh dios Adam. Me paralicé enseguida, ahora vivía y estudiaba junto a el. Por alguna razón sentí mi estomago mariposear mientras imaginaba la escena, la cual no recordaba bien, pero no habia sido buena. Suspiré tirándome en la cama, si bien pudiera recordar, quizás podría recuperar mi relación con el, pero nada de eso se pensaba adecuado, algo estaba mal. Di dos aplausos y la luz se apagó, ¿Otra ventaja de la casa de mi abuela? Todo era por sonidos, ge-nial.

Mi cabello seguía goteando mientras pasaba un paño seco repetitivamente por el, primer dia de supervivencia, ¡No se que demonios hacer! estaba sentada en el borde de la cama vestida solo por un pequeño short y una camisa larga. Mi celular nisiquiera entraba a twitter o a Facebook, algo le pasaba. No recordaba que el tener un celular fuera tan aburrido. Miré la ventana y me acerqué a ella, la playa seguía allí, obviamente no se iria de un dia para otro pero esperaba un cambio, talvez el color, o tal vez que creciera la marea y se tragara la casa, eso seria fabuloso, que me llevara la marea y acabara con esta aburrición.

Dia dos, mi abuela habia insistido en que dibujara algo, asi que compró esos creyones y lápices y un block de dibujos para que me inspirara. Lo tiré todo a un lado de la cama, mientras pasaba por la ventana buscando un sitio o algo que dibujar, miré, desde arriba, a esa persona que estaba sentada en la entrada a la parte trasera de la casa. Tenia una silla y un vaso en su mano, me asomé mas y vi que solo podía mirar su cabello, rizado y largo. ¿Qué onda con eso? La vista de la persona era directamente hacia la playa, cerca del único árbol que tenia mi abuela en el patio -¡Abuela!- grité, no era normal ver personas desconocidas sentadas en el patio de una casa ajena, ella entró a la habitación.

-Dime Cassie- me quedé mirando la ventana.

-¿Por qué hay un hombre desconocido en tu patio?- la miré, ella se acercó a mirar y luego sonrió.

-Es solo el vecino- levanté las cejas.

-¿No tiene su propio patio?-

-Está en reparación Cass, suele venir y…- pero ella nisiquiera sabia explicar lo que el hacia, miré de nuevo a la persona, no volteaba -Y hacer eso- ella me miró fijamente -¿Deberias saludar?- sonreí -Y ser amigable-

-Oh dios, no, no me pidas involucrarme con los vecinos porque en serio terminaré en un coma en el hospital- y coloqué mi mano en mi garganta dramáticamente.

-Solo digo Cassie, no todas las personas son iguales…- y salió de mi habitación. Miré de nuevo a esa persona, esa persona tan solo se recostaba allí, sin hacer nada, solo bebia su bebida. Me aparté de la ventana, tenia cosas que dibujar.

Dia 3, supuse, realmente supuse que hoy llovería. Pero cuando salió el sol, mi tristeza aumentó. Las personas normalmente se alegraban de un dia soleado, pero realmente no me gustaba el sol, podía disfrutar claramente de la lluvia y hundirme en ella, eso era todo lo que necesitaba ahora, lluvia igual a felicidad. Mi cabello tardó nuevamente en secar y esta vez lo sequé mirando la ventana, el vecino volvió a venir, esta vez no tenia su ridícula silla, ahora solo habia un paño. ¿El vecino era joven? Pensé que era un viejo rockero de los años 60, pero podía ver su cuerpo semi desnudo desde aquí, estaba todo tatuado y su cabello seguía largo, esta vez, antes de acostarse me miró y sonrió saludando, yo escondí mi cabeza. Diablos. Diablos. Diablos. ¿Qué pensará de una chica de 18 años mirándolo desde su ventana fijamente? Me quedé sentada en el suelo esperando a que pasara el tiempo, luego de eso, volví a asomarme pero el ya no me miraba, tan solo estaba acostado sobre el paño con sus gafas puestas, mirando a la casa. Este chico era extraño, podía siquiera ir a la playa a tomar sol, ¡No sentarse en el patio de tu nueva vecina!.

Dia 4, mi primer dibujo, era una mariposa. Queria quemarlo y lanzar las cenizas al aire en la playa como muestra de odio hacia mi poca inspiración. Pero preferí guardarlo y dárselo a Chleo, ella sabría que hacer con el. Me asomé por la ventana, el chico estaba allí, su cabello estaba amarrado por dos colas y dudé, fielmente, de su sexualidad. Pero lucia bien, a mi parecer no le quedaba tan mal. Hoy volvió a traer el paño, esta vez se colocó de espaldas, terrible, terrible, terrible. Comenzaba a pensar en que sus musculos se movían ciertamente cuando me quedaba mirándolo sin pestañar, luego reaccionaba, pero no podía dejar de mirarlo. ¡Era adictivo! Texto: “Chleo, chico atractivo en el patio de la casa, sigo cautiva, ¿Crees que debería follamelo?” ella no contestó al instante, esto me dio tiempo de seguir mirando a mi vecino, luego leí “Oh dios si, eso seria genial” y reí, como si realmente yo fuera capaz de eso. Cuando levanté la vista el chico se levantó y miraba fijamente hacia la ventana, no me daba tiempo de agacharme y esconderme, el solo sonrió y saludó con su mano. No lo saludé, pero si sonreí, un poco, solo un poco para demostrar gratitud por dejarme entretenida con su cuerpo.

Dia 5, esa mañana me desperté mirando fijamente la ventana desde la cama, mi cuerpo parecía de plomo, los medicamentos hacían su esfuerzo. Me senté en la cama como pude y arrastrando los pies, antes de ir directo al baño miré por la ventana, el no estaba allí aun, demasiado temprano para ser visto por su loca vecina. Fui al baño, regresé y el seguía sin aparecer, me tiré en la cama, bien, ya se habia bronceado completamente, no tendría que aparecer hoy.

Abrí los ojos y me senté asustada en la cama, luego caí de nuevo en ella, los medicamentos me mareaban. Habia sido un golpe, pero a esta hora del dia no habia nadie en casa, habian expecificado como deber hacer las compras de la semana todos juntos y yo habia hecho una lista de cosas útiles como dulces y golosinas. Vino de nuevo el golpe, esta vez era mas leve que el anterior. Provenia de la ventana. Me senté en la cama y mi cabeza giraba, aun asi, me asomé a la ventana y volví a asustarme cuando una piedra casi me cae a mi, por supuesto, si la ventana hubiera estado abierta. Pegué mis manos a la ventana y mi nariz tocó el vidrio, ¿Mi vecino? Esta vez estaba vestido, su bronceado se notaba desde aquí y su cabello estaba suelto, cargaba pantalones ajustados. ¿Quién carga pantalones ajustados en California? ¿En la playa? Ignoré aquello. El hizo una cara extraña y luego sonrió saludando. Yo moví levemente mi mano. El movió su mano indicando a que bajara, ¿Queria tenerme allí? ¿Abajo? ¿Con el? Di un paso atrás, eso era imposible, yo… yo no podría tener un chance con ningún chico, no ahora, no pronto. Negué con la cabeza y el se puso serio, luego me mortifiqué, ¡oh dios su cara era tan tierna! Comencé a mover mis manos nuevamente y toque mi cabeza, colocando una cara molesta e irritada, sus ojos estaban bien abiertos, quería ver de cerca el color de sus ojos, pero no podía acercarme a el. El asintió pensativo y me despedí con la mano, cayendo de nuevo en la cama. ¿Qué habia sido eso? ¿Cuántos días llevaba en el patio? ¿Por qué el interés hacia mi? Mi respiración habia fallado un poco pero luego me calmé, el parecía joven, y tirar piedras a mi ventana era muy de libro y películas románticas, que ridículo. Aun asi, habia funcionado, quería estar y no estar allí. Queria tener acercamiento a el, pero según las palabras exactas del doctor “No puede acercarse a ningún hombre” porque me ponía histérica, eso era nuevo, realmente no recordaba mi reacción a ello ya que, Josh me habia tocado y no habia pasado nada, Adam también. Hasta ese chico enfermero me tocó y no pasaba nada, podía controlarlo. Mi celular comenzó a sonar fuertemente -¿Alo?-

-Cariño ¿todo bien?- la voz de mamá se escuchaba preocupada.

-Si- respondí.

-¿Segura? Siento que no te sientes bien…- miré mis manos, todo estaba bien.

-Estoy bien, ¿Por qué sientes eso?- ella tardó en contestar.

-No salgas- insistió -Falta poco para que volvamos- voltee mis ojos, bien, 5 dias cautiva, veamos que mas podría resistir.

Dia 6, mi rutina diaria era en pensar acercarme a la ventana, esta vez, me arreglé. Tomé una ducha, sequé mi cabello y me asomé a la ventana, pero esta vez, no habia nadie. Miré la hora y el siempre estaba allí a esa hora, siempre. Miré más de cerca, había ¿flores? ¿flores blancas? Abrí la ventana de golpe, ¡Había flores! Me asomé más afuera de la ventana hasta sacar la mitad de mi cuerpo, traté de buscar a mi vecino por todo el patio y mientras buscaba detenidamente… -¿Mucho sol para salir?- me asusté, golpeando mi cabeza con la ventana -Oh ¡Lo Lamento!- gritó. Mi abuelo salió de detrás de los arbustos miré las flores fijamente.

-¿No sabes quien colocó eso ahí?- grité.

El negó con la cabeza -Estaba aquí desde temprano- y siguió arreglando y cortando los arbustos. Miré las flores, no tenían una forma exacta, tan solo estaban puestas allí. No podía ser él, no pudo haberlo hecho. Corrí para bajar las escaleras -¡No Corras!- gritó mi abuela, luego comencé a caminar rápidamente y abrí la puerta trasera después de pasar por la cocina, el olor habia desenvuelto el aire, ¡ahora olía a playa y a flores!, bajé los escalones y el sol penetró mis ojos desde lo más profundo de mi ser, una vez más cerca, pude observar que eran claveles… blancos. Doble un poco la cabeza y observé una tarjeta entre sus pétalos “I wanna be Forever Young with you” sonreí por un segundo, parecía la frase de una canción.

-¿Quién las envió?- mi abuelo seguía regando las matas.

Levanté los hombros y los bajé -Realmente no sé- el sonrió y me ignoró por completo -Si las subes llenaras el cuarto- reí ante la idea de toda la cama llena de macetas con flores adentro, luego olí la tarjeta, ningún olor, como si esperara algo.

por **HappinessOnFire** Dom 22 Jun 2014, 6:36 pm

CAPITULO II

Usualmente, cuando era pequeña el mercado me parecía el mejor lugar para ir con mi abuela, era público, habían muchas cosas que yo quería comprar y muchas cosas que ver, era interesante. Ahora, me parecia insoportable -Tan solo duramos 2 horas allí- explicó mi abuela, yo trataba de recuperar mi aliento mientras llevaba las bolsas a la cocina -Y ella ya estaba cansada-
Se escuchó la risa de mi mamá -Lleva un mes sin salir, ¿Qué esperabas?- me detuve por un segundo, tan poco es que saliera mucho en la universidad.
-Y conoció a ese chico…- sonreí enseguida.
-Guapo, divertido y me dejó todo esto a mitad de precio- señalé las bolsas, luego me tiré al sofá -No quiero decir que hay algo mas pero…-
-Y la invitó a salir- mamá se puso seria -Y obviamente lo rechazó-
-No es como si me dejaran salir aun-
-Solo faltan dos semanas cariño- y besó mi cabeza, exactamente dos semanas y 3 dias. Suspiré. Dia 13, ayer habia ido a terapia, estaba mejor. Realmente mejor. ¡Hasta me dejó salir acompañada! Como si mi mente estuviera realmente mal. No habia logrado pintar muchas cosas, no habia ido a la playa aun. Tan solo me habia quedado todos estos días sentada en la ventana de mi habitación viendo películas en mi laptop, nunca habia visto Diario de una Pasion, tampoco The Notebook u Orgullo y Prejuicio, hasta leí el libro -¿Cass?- miré a mi mamá, me habia quedado mirando la cocina con bastante interés, mi abuelo cocinaba algo -Posiblemente vengan tus amigos- dejé de mirar.
-¿Qué?-
-Rossie, una chica llamada Blanda, Freed y un…-
-Phills-
-El- y terminó de guardar los viveres -Estaban interesados en verte, dejaste tu celular- No es como si fuera parte de su grupo, después de todo, no llevábamos mucho tiempo conociéndonos. Tan solo imaginé mi cara, una chica siendo tomada desprevenidamente -Vendrán después del medio dia- y se ausentó. Iba a ser un dia diferente después de todo.
Sobaba mi estomago después de almorzar, siempre que veía la ventana, iba directamente a ella esperando algo especifico, que mi vecino estuviera. El debió haber arreglado su patio, ya no necesitaba el nuestro. Miré toda la ropa desorganizada en la cama, habia una camisa especial allí, no recordaba haberla comprado. Nisiquiera era de mujer, era de hombre. La tomé, la tela se ajustaba a mis dedos -¡Mamá!- grité, escuche sus pasos en el pasillo.
-Dime cariño…- ella me miró, yo aun cargaba el sweater en mis manos.
-¿No es del abuelo?- pero sabia que no era de el, tenia ese presentimiento. Ella me miró por un momento mas y negó. Sentí que se quedó allí un rato mas, luego se marchó. Mi celular comenzó a sonar, un mensaje “¿Bar hoy? -Rossie” sonreí “Si logro escapar…” ella tardó en contestar “Pensaba que podíamos beber mientras dabamos un paseo, ya sabes”. Mordí mis labios mientras miraba la puerta de entrada. Podia salir acompañada. Podia.
Corrí escaleras abajo sabiendo que mis amigos estaban afuera, ¿Qué tan malo podía ser tener casi 19 años y tener que aun pedirle permiso a tu mamá? Malo. Muy Malo -¿A dónde vas?- me paralicé.
-Ugh, de paseo, con mis amigos- estaba mi abuela sentada al lado de mi mamá, ambas tomando té. Mi abuela miró a mi mamá, ella nos miró a ambas.
-No se que decir-
-No tienes que decir nada- crucé mis brazos sonriendo -Solo daré un paseo-
-Llama- mencionó mi abuela -Estaremos afuera de casa más tarde- y guiñó el ojo.
Phill manejaba, Freed iba adelante, nadie habia mencionado nada acerca del accidente. Rossie comentaba lo nuevo acerca la universidad y Blanda solo sonreía, para ser un grupo cualquiera, me sentia fuera de el -Sé de un bar cerca- no debía beber, no podía beber por los medicamentos. Suspiré.
-Pensaba ir mas al paseo de Hollywood- todos voltearon a mirarme, sonriendo -¿Puedes colocar música?- y Freed asintió, colocando Alright de Supergrass. Comenzamos caminando poco a poco buscando a los famosos en las estrellas, todos reíamos contando chistes y hablando de cosas estupidas, Phill cargaba una cámara en donde mas de una vez lo vi apuntando hacia nosotros, Rossie besó varias estrellas y Blanda colocaba esas caras cada vez que hacia eso. En una de esas, Rossie se agachó para besar la estrella e iba pasando un chico y este cayó, murió el momento y al siguiente reíamos a carcajadas, el chico se molestó y todos salimos corriendo huyendo de el. Todos tenían un tema de conversación, hasta vi a Blanda hablar con Phill como si fueran mejores amigos, yo jugaba con mis manos, no tenia nada de que hablar. “FOTO” gritó Phill y de pronto todos se pusieron juntos, Phill le dio la cámara a un visitante y nos tomó la foto rápidamente. Reí. Fuimos a comer tacos, nisiquiera habia probado los tacos y nisiquiera tenia hambre, pero eran deliciosos -¿Cómo se encuentra tu mente?- Blanda ya se habia terminado su único y misero taco, la miré.
-No me he perdido de gran información- todos se miraron. De pronto miré la ventana, las personas pasaban y pasaban, ninguna notando su alrededor. El sol ocultándose, dejando ver las luces de la calle, habia un cartel a lo lejos, me llamaba mucho la atención -¿Qué grupo es ese?- todos voltearon.
-One Direction- dijo Freed sin interés alguno -Olvidalo, su tour terminó hace un mes- asentí. Luego miré de nuevo el cartel, mi taco iba por la mitad.
-Pueden comerse esto, ya regreso- y me apresuré en salir, al salir quería acercarme mas al cartel asi que caminé por la avenida y hasta crucé una calle. Cuando pude obtener una vista mas cercana -Mi vecino es cantante- dije en voz baja, metí mis manos en mi chaqueta y no lo podía creer, ¡Mi vecino tenia una banda famosa!.
-Oye- Freed me asustó, el habia tocado mi brazo, por un segundo sentí un pequeño pánico aparecer en mi, pero cuando aparté el brazo habia desaparecido -No te vayas asi, le prometimos a tu mamá que te cuidaríamos- sonreí -Es hora de volver, aun tenemos que regresar a la universidad sin ser vistos- y comenzó a caminar, ignorándome.
Reconocí la casa de mi abuela al entrar a Malibu, también el olor a playa cerca, los chicos se despidieron y yo los apuré a que se marcharan, íbamos a salir mañana en la noche, beberíamos algo, anotado. Caminé por la entrada y pasé directo a la casa, no habia ruido alguno -¿Hola?- pregunté, ellos dijeron que iban a salir. No avisé de todos modos. Al querer subir un escalon me dí cuenta que habian luces entrando por la parte trasera de la casa, también habia musica, asi que fui directo a la cocina y luego abrí la puerta del patio. Las luces no eran de aquí, la playa estaba solitaria también, miré a un lado y la pobre reja de madera que mi abuela habia hecho para dividir la casa no me dejaba observar mas alla. Mi vecino arregló su patio. No necesita este. Caminé mas allá y miré mas allá de la cerca, la canción la podía reconocer, Wild Wood de Paul Weller. Al asomarme esperaba ver cualquier cosa menos el patio hecho un desastre, la grama estaba crecida y habian malezas por todos lados, también habia madera destruida de un lado, y ¿esto que estaba pisando era barro? ¿Cómo podía haber barro en algún sitio en California? ¡Nisiquiera habia tierra! -¿Bienvenida?- mi piel se erizó enseguida, el me estaba mirando mas allá de donde yo estaba, básicamente, habia sido descubierta espiando.
-Ho…la- dije sacando mi zapato de lo que esperaba que fuera barro. No sabia que decir ¿Disculpa por acosarte? Sonaba ridículo.
-Hola- el sonrió, tenia una sonrisa tan hermosa, el era hermoso. Nunca lo habia tenido tan cerca, y tenia hoyuelos, ¿Eso era barba de 3 dias? Quería tocarla -¿Deseas algo?- dejé de mirar sus vellos faciales.
-Ugh…- piensa, piensa, piensa -Solo pensaba que era raro escuchar música y ver luces aquí- realmente no habia visto mucho últimamente, no habia ni movimiento -Digo…- y ahora sonaba mas paranoica de lo normal -No he visto nada de movimiento y…- detente.
El rio, una risa ronca, una risa que hacia que no pudiera dejar de mirarlo -No he estado aquí en estos días- y sonrió mirándome -Llegué hoy- asi que era por eso, el miró alrededor -Esto es un desastre- miré también alrededor.
-Si le pones esfuerzo se arreglará rápido- y hablaba en serio, mi abuelo vivía trabajando para eso, en algunos veranos solia ayudarle.
El me miró por unos segundos, no podía ver el color de sus ojos -Quisiera que quedara mas como tu casa- ambos mirábamos el patio -Limpio, pacifico-
-Como esa canción que tenias- el me miró nuevamente -Wild Wood- y sonrió.
-Viejo álbum- asentí, el volvió a hablar después de un rato -¿Te gusta la música antigua?-
-Clasicos, si- sonreí, luego miré lo que era un gato entrar a su patio -¿Ese gato es tuyo?- el volteo.
-Practicamente vive aquí, pero ya estaba aquí cuando llegue- explicó, era blanco con negro, era extraño ver un gato en Malibú -¿Te gustan los gatos?-
-Mas que los perros- asentí.
-Son mas entretenidos- compartió -¿Quieres una cerveza?- di un paso atrás.
-Yo debería…-
-Pero estas sola… ¿No?- miré la casa, aun no habia encendido las luces. Cuales eran tus opciones, volver, ver alguna película a la oscuridad y comer algo, aquí podias… Y lo miré, el tenia esa mirada fija en mi, sus ojos no tan abiertos.
-Solo una- acepte.
El habia traido dos sillas y estábamos justo donde desaparecia la grama y empezaba la arena, mis pies descalzos en la arena y mis ojos cerrados, escuchando clásicos mientras tomaba poco a poco la 3ra cerveza -Y es complicado el trafico de aquí…- el continuaba hablando de su mudanza, aunque parecía como si supiera mas que yo, lo cual era cierto -…Pero el lugar es mas tranquilo- tomé otro trago.
-Me gusta Malibú, solo que soy mas una chica de ciudad gigante y tecnológica, sabes- el asintió también bebiendo -Mi abuela siempre habia querido que me mudara con ella, pero no es asi de fácil-
-Supongo que la universidad cambia vidas- reí asintiendo -Mi vida ha cambiado mucho- miré a un lado para observar como el miraba hacia al frente -Ya sabes, soy de Inglaterra…-
-Claro- y mi cerveza se habia calentado, podía sentir un poco de calor en mi rostro, habia bebido mucho. Ahora sonaba Put Me Back Together de Weezer. Mis dedos de los pies comenzaron a moverse, de la nada recordé la pancarta afuera del restaurant mexicano y lo miré fijamente, el seguía mirando hacia al frente. Tenia una cara perfecta, su nariz perfilada y la luz de la noche reflejaba sus pestañas, su piel… y sus labios alineados perfectamente, por algún motivo, recordé el sweater esta mañana. Lo imaginé a el con el sweater y mi cabeza dio un pequeño pinchazo, pero sonreí, no era fuerte, no era adolorido.
-¿Te encuentras bien?- quería preguntarle. Yo debía conocerle, o quizás debí haberlo visto en alguna parte antes, pero cuando abrí mi boca mientras nos mirábamos no salió exactamente esa pregunta.
-¿Crees que lograras acomodar el patio?- tomé de mi lata. El volteo.
-Ugh, supongo… comenzaré a arreglarlo- y sonrió mirándome -¿Te gustan las flores?-
Sonreí -Claveles blancos- y luego recordé las flores que me habian dejado el otro dia -Oye, de casualidad no…- ¿Qué podía preguntarle? -Tu dejaste aquellas…- jugaba con la lata, mis manos se congelaban por la brisa -Flores- y lo miré de reojo, el nisiquiera me miraba -En mi patio- al frente de mi ventana, para ser mas específicos.
-Si- no me miró -Me fui justo esa mañana- asentí como si el estuviera mirando y bebi de mi trago, abracé mis piernas, era loco, loco pensar que alguien asi podía hacer algo asi por mi.
-¿Por qué?- El no contestó, tardó tanto en responder que me dio tiempo de ver que mi cerveza estaba a punto de acabar -Debiste decir adiós- dije en voz baja, sabia que el me miraba ahora. No lo conocía, y sabia que eso era una mentira. El estaba allí porque yo lo conocía, de algún sitio, de algún lugar, pero no lo diría, no ahora.
-¿Cass?- voltee enseguida para ver a mi mamá apoyada en la madera, mirando hacia aca, alejada de nosotros.
-¡Voy!- dije colocándome de pie, el se levantó también -Tengo que…- el asentia -Gracias por esto- señalé la cerveza entregándole el resto -Deberia repetirse, básicamente estoy encerrada en mi habitación todos estos días- pero no quería tocar ese tema.
-Fue entretenido- y de la nada recordé que no sabia su nombre cuando ya tenia pasos hechos.
-Tu… nombre…- dije en voz alta.
-Harry- sonreí.
-Por supuesto- y me dí la vuelta para irme, comencé trotar hasta mi patio pero dudé que el haya escuchado, aun asi, lo ví mirarme hasta que desaparecí.

por **HappinessOnFire** Dom 22 Jun 2014, 6:40 pm

CAPITULO III

Ahora no podía dejar de escuchar Put Me Back Together de Weezer, el reproductor seguía sonando la canción y mi dedo hacia que se repitiera una y otra vez. Miré por la ventana esa mañana, no habia ningún indicio de que el estaba allí -¡Mamá!- grité bajando las escaleras -¡Madre!- grité de nuevo, cuando casi choco con alguien, desconocido alguien. Un hombre -Lo siento- el sonrió débilmente.

-Está bien- mamá estaba del otro lado y su cara roja comenzaba a asustarme, miré al hombre de arriba hasta abajo y le sonreí. Tenia un traje de negocios puesto y lentes de lectura, no dejaba de sonreírme, una sonrisa falsa, de negocio. Me parecía familiar.

-Casside, el es Stuart…-

-Brad- la interrumpió el, tomé su mano -Trabajo con tu madre- y abrí la boca fingiendo sorpresa mirando a mamá, bien podía ser lenta en algunas cosas, pero era mas que obvio que ninguna persona que trabajaba contigo sabia donde vivias, a menos que haya algo mas. Como ahora.

-Soy su hija inconsciente del mundo, un poco inútil- el rio.

-No tan inútil, no habla tan mal de ti como creo que crees que hace- reí.

-Se hace tarde- ahora mamá estaba mas apurada y lo sabia porque habia dejado su taza en la encimera de la cocina en vez de lavarla como todos los días.

-Tal vez podrías venir a cenar en alguna ocasión- mamá me miró duramente, yo le sonreí -Digo…-

-Me encantaría-

-Si es que puede- dijo mamá enseguida, luego comenzó a empujarlo hasta la salida y me habló sin palabras, moviendo los labios y según lo que sabia, decía “No comiences” pero como cosa rara.

-¿Qué tal hoy mismo?- crucé mis brazos, una pequeña venganza, yo tenia que contarle todo lo que ocurría a ella pero ella no contaba nada, que entretenido. El miró a mamá.

-Hoy no- dijo ella colocándose en el medio de nosotros dos -Llegaré tarde hoy, tu abuela estará en casa- Asentí. El salió de la sala y yo los seguí hasta la entrada, despidiéndome, sonriente, moviendo la mano -Nos veremos pronto- me iba a encargar de eso Brad, no te vas a acostar con mi mamá solamente, no. El asintió, para mi sorpresa, mamá no uso su auto, se montó en el auto de el y siguió mirándome con dureza, yo le saqué la lengua sin que Brad mirara y luego comenzaron a marcharse. Suspiré.

-¡Vecina!- me asomé a un lado, Harry iba saliendo de lo que parecía ser su auto, tenia bolsas en sus manos. Me escondí pensando en que mi cabello era un desastre y que aun llevaba mi pijama puesta. Cerré la puerta enseguida.

Preparé el almuerzo ya que mamá debía trabajar desde temprano, asi que como cada dia en el que me tocaba hacer algo, la música era el principal sonido que existía -Huele bien cariño- mi abuelo entraba a la cocina.

-¡Me alegra!- ahora estaba entusiasmada -¿A que hora saldrás?-

-¿Piensas escaparte?- el mordia una de sus galletas sin sal, sonreí, culpable -¿Con quien?-

-Mis amigos-

-¿A que hora?- lo miré de reojo y seguí revolviendo la salsa, el ya sabia la respuesta -¿Y como sabré si está bien?-

-Ellos son buenas personas-

-Si pero ellos no viven aquí- y señaló todo el lugar -¿Beberan?- lo miré de nuevo de reojo -¿No tienes prohibido beber?-

-No beberé- o no pensaba tomarme las pastillas hoy para poder beber, el me miraba fijamente -Lo prometo- y sonrió.

-Bien, tienes el auto…-

-El cual olvidé manejar- y el cerró los ojos lamentándose -Pero estaré bien, lo prometo- promesas que pensaba cumplir, pero en la otra crucé los dedos asi que no valia.

-Bien- y masticó la ultima galleta antes de remojarla en mi salsa -Yum cariño está delicioso- sonreí.

Subí a mi habitación despues de mirar una película sobre la 1era guerra mundial con mi abuelo, mucho despues de eso. Al pasar por la ventana noté que Harry estaba acostado con su franela puesta en una de esas sillas reclinables que mi abuela usualmente tenia ahí, yo debía conocerlo, definitamente. Bajé los escalones abrí la puerta trasera, luego me senté en el asiento vacio a su lado sin avisar. Sin mirarlo. En silencio. El tenia manchas marrones en sus pantalones, también en la camisa de huecos que cargaba, no habia sol, iba a llover, miré a un lado y no podía ver hacia su patio, quizás comenzó a arreglarlo -Compré algunas cosas, semillas también- dijo, ¿podia leer mi mente? Suspiré acomodándome en el asiento y mirando al cielo.

-Genial- dije, quedándome ahí, a su lado, sin nada que decir.

-¿Qué harás hoy?- nisiquiera lo miré.

-Saldré con amigos- y escuché un ruido que hizo con su lengua, despues de un rato, lo miré, el miraba el cielo también -¿Quieres venir?-

Cigarettes and Alcohol de Oasis sonaba cuando el abrió la puerta del bar, parecía mas una fiesta antigua, habia variedad de gente y la música eran covers de bandas que tocaban en un pequeño escenario. Me acerqué mas a Harry. Mucha gente. Demasiada -¿Estas bien?- no me habia dado cuenta que estaba tocando su chaqueta, la solté enseguida sintiéndome extraña.

-Si, todo bien-

-¡CASSIE!- ambos volteamos y la cabellera roja con azul de Rossie apareció, ella me abrazó fuertemente -¡Que bueno que viniste!- sonreí, miré a Harry, el sonreía por cortesía.

-El es Harry…- y el la saludó con la mano, ella lo acercó y besó su mejilla -Mi vecino- y sentí algo por dentro, mas allá de todo.

-Vinieron varios de la universidad- dijo ella, entusiasta. Agarró mi mano llevándome hasta la mesa en donde ellos estaban sentados, todos saludaron, ¿Blanda?. Ella vestia algo muy… oscuro, maquillaje excesivo, peinado estrambótico -Si, es blanda- abrí mi boca y traté de acercarme a ella, pero miré las bebidas en la mesa, ya bebidas. Tambien miré a un chico manoseándola sobre el sofá y miré a Harry, el también la miraba extrañado, luego nos miramos -¿Qué quieres beber?- cuando me di cuenta que era Robert ya estaba echándome hacia un lado, chocando con Harry, tenia que alejarme de la gente, respira, respira.

-Robert- sonreí fingiendo alegría -¡Sorpresivo!-

-Si- el trató de saludarme y lo hizo, a medias. Coloqué una mano haciendo que se echara para atrás -¿Ocurre algo?-

-Yo…- pero antes de que pudiera hablar, alguien mas me estaba tocando.

-¿Quieres beber algo?- Harry estaba demasiado cerca de mi, podía sentir su respiración en la piel de mi mejilla y su mano sosteniendo mi hombro, mi corazón latia con fuerza cada vez mas -¿Cass?- Robert nos miraba. Sonreí volviendo a la tierra de las personas normales que no sufrían un paro cardiaco cada vez que un hombre las tocaba.

-Vodka estará bien- para empezar, necesitaba dejar de pensar y para eso el alcohol siempre iba a funcionar.

Sé que la música se reproducia y que el grupo que estaba tocando esta noche ahora tocaba Reptilia de The Strokes, sabia que habian 9 personas alrededor de mi y el que se encontraba mas cerca era Harry, sabia que el tocaba mis dedos cada vez que me entregaba algún trago y que podía sentir su respiración cada vez que se acercaba a decirme algo al oído ya que no se escuchaba del resto nada. Sabia que todos reian y que yo reia sin entender nada, sabia que Rossie habia tocado a Phills mas de 4 veces, 3 en los labios, una en la pierna. Miré el trago, acabado, como los otros dos -¿No estas bebiendo demasiado?- susurró en mi oído, sin tocarme, pero mi respiración fallaba cada vez que hacia eso, cada vez me importaba menos el que me tocara.

-Te he visto fumando- susurré -¿Fumas?-

El no respondió eso, tan solo bajó la cabeza -Es algo nuevo- explicó, luego me miró. ¿Habia visto sus ojos tan verdes como ahora? Lo dudaba -La música está genial- ¿sus labios siempre se movían asi de lento? ¿Y cuando sonreía siempre le salían hoyuelos? Necesitaba otro trago. Al colocarme de pie sentí a todos mirándome.

-Iré por un trago- y trate de salir de allí, pero Robert se puso de pie también.

-Te acompaño- y miré a Harry, sin ninguna razón alguna.

El caminó detrás de mi siguiendo mis pasos, una vez en la barra fui atendida y solo debía esperar -¿Quién es el?- preguntó. Nisiquiera lo miré para saber que hablaba de Harry.

-Mi vecino- expliqué -Le dije que viniera porque…- realmente no sabia la razón -…me agrada-

- ¿No está muy cerca?- lo miré -Digo…- y miré a Harry, el nos estaba mirando fijamente.

Suspiré -¿Qué deseas Robert?-

-Solo saber de ti… demonios, ¿has crecido?- reí, el trató de medirme con su mano y reí fuertemente hasta que colocó su mano en mi cabeza y mi sonrisa fue disminuyendo, luego allí estaba el trago y lo tomé enseguida comenzando a caminar de regreso a la mesa. Me tiré en el asiento al lado de Harry, el se enderezó -¿Todo bien?- tomé de mi trago.

-Si- sonreí. Todo bien, aparte de que me estaba muriendo por tocarlo, pero no quería que el me tocara. Tambien sabia que mi nivel de alcohol aumentaba cada vez mas y que no terminaba de entender las risas de mis amigos. Allí estaba su mano, en su pierna, ¿podia tocarlo? ¡Era mi vecino! Mis dedos se movían a su dirección, cada mes mas, un poco mas y podría tan solo colocar mi mano en su pierna casualmente, o tocar su brazo, realmente no comprendia que quería tocar.

-Deja de mirarme- terminó su trago, sus ojos ahora estaban en los mios -¿Qué estas pensando?- y voltee.

-Nada- y bebí el mio, rápidamente. Una hora mas y mi sistema estaba cada vez mas apagado, me sentia pesada y ligera mentalmente, la música no dejaba de impresionarme y vi a Harry cantando y riendo también, era divertido ver como se unia a todos, tan solo un segundo, para saber que era real.

-Tenemos que irnos- dijo, colocándose de pie.

-No- negué tomando lo ultimo de mi trago, realmente no quería irme.

-Vamos Cass- y me detuve, era, la primera vez que el me llamaba por mi nombre. El también se dio cuenta porque si no no me fuera mirado de esa manera en la que me miraba ahora, me levanté y traté de caminar derecho, pero mis piernas se iban y por alguna razón yo reia. El no dijo nada, tan solo me abrió la puerta de su auto, tan solo se subió a mi lado, tan solo comenzó a manejar, tan solo se reproducia una sola canción en su equipo Say It Ain’t So de Weezer, en mi mente se repetia y repetia cada vez mas. Cerré mis ojos y al siguiente, el auto estaba paralizado -¿Te encuentras bien?-

Miré a un lado de mi asiento, el estaba allí -Si- asentí, el sonrió y abrió paso, luego mi puerta estaba abierto, pero no me ofrecia la mano, no me habia tocado, ni una sola vez. Puse un pie afuera y luego el otro, lo miré fijamente, el también me miraba -Gracias por…- pero nisiquiera podía hablar.

-Está bien- sonrió, siempre sonreía, no me tocaba -Fue una buena noche, solo has bebido demasiado-

-No- debía tocarlo, allí estaba su mano, allí estaba la canción, repitiéndose una y otra y otra vez. Mis dedos se movían, ninguno hablaba, ninguno hacia nada -Debo irme- el asintió, pero ninguno se movia. Voltee mis ojos, nisiquiera sabia que hacer -Lamento…- haberme emborrachado.

-No- el sonrió con la cabeza baja, estábamos allí, en la separación entre su casa y la mia -¿Necesitas ayuda?-

Quise decir que no, quise caminar y llegar a casa, luego arrecostarme, pero nisiquiera podía moverme o pensar -Si- y el me miró, directo a mis ojos, dolió tanto. Subí mi mano a su brazo, lentamente hasta sostenerme de el, mi cabeza dolia, tan solo un poco, no era tan doloroso, no era tan malo. El cerró los ojos y no lo pensé mas, me acerqué mas a el y tan solo toqué con mis labios los suyos, dejé de escuchar la canción, dejé de tocar todo.

por Contenido patrocinado

ϟ hypatia. aka Kate. MP ϟ Ver perfil.	ϟ dépayser aka Lea. MP ϟ Ver perfil.
ϟ youngjae aka . MP ϟ Ver perfil.	ϟ Stark. aka Cande. MP ϟ Ver perfil.

ϟ Legendary. aka Steph. MP ϟ Ver perfil.	ϟ chihiro aka Zoe. MP ϟ Ver perfil.
ϟ Kurisu aka Teph. MP ϟ Ver perfil.	ϟ Calore aka idk. MP ϟ Ver perfil.

HEAVY TOUCH. II Temporada The 10th Guy -Harry Styles-