//Don't Let Me Go// N.C.//

La chica empezó a abrir los ojos de manera lenta, esta chica es Alice Wells una estudiante cualquiera de la escuela central de Londres, era un día sábado y ella deseaba quedarse en la cama, pero lamentablemente tenía que hacer un trabajo de fotografía para el lunes. Así que, sin quejarse, se paró de la cama y se miró al espejo, tenía puesto un pijama de conejitos y su pelo estaba colgando en una colita de caballo, sonrío de lado al recordar lo de ayer.
 

-          Flash back -

 
La música sonaba constantemente, Alice se encontraba en un antro al cual había ido por el cumpleaños de su prima, claramente no hablaba con nadie ya que no los conocía, digamos que Valeria, su prima, la abandono para irse con un pibe que conoció por ahí. La rubia maldecía por dentro mientras veía a todos bailar, lo hacía sentada desde su lugar, pasaban una canción que no conocía y no le agradaba, eran tipo la una de la madrugada cuando siente que alguien se sienta a su lado y le dice algo que no entiende, la rubia se giró para ver a aquella persona y se encontró con un rubio, solo lo veía de perfil, noto que tiene un arito en el labio inferior y sus ojos son de un azul especial, se veía simplemente perfecto.
-          ¿Disculpa? – le hablo con una voz bastante confundida por la aparición de aquel extraño chico, aunque le agradaba su cercanía.
-          ¡Hola! – grito aquel chico, si no estuviera la música se hubiera quedado sorda, pero como esta estaba apenas lo pudo escuchar. Frunció el ceño al darse cuenta de que ahora lo veía de frente y lo examino de pies a cabeza, se veía muy guapo.
-          ¿Quién eres? – murmuro, tenía sueño y no estaba acostumbrada a interactuar con extraños.
-          Me llamo Jack ¿Vos? – él le dedico una sonrisa sincera mientras que la de Alice fue totalmente falsa, aunque él no pareció darse cuenta de ese pequeño detalle.
-          Alice – murmuro la rubia mientras se paraba para irse y alejarse de ese raro casi extraño.
-          No ¿Qué haces? ¡Ven! – el la agarró del brazo para que no se valla, pero por un mal movimiento, hizo que ambos quedaran casi pegados, los separaba unos centímetros de distancia, sus respiraciones chocaban, cualquiera que los viera diría que se van a besar, bueno eso era lo que iba a pasar hasta que Jack se separó de la rubia, él  sabía que estaba mal lo que iba a hacer ya que su secreto no se lo permite.
-          Ya sé que soy fea, pero tampoco para ilusionarme fingiendo que me vas a besar – susurro la rubia con las lágrimas en los ojos, mientras se daba la media vuelta para irse.
-          ¡Alice! ¡Alice! – la llamo varias veces pero ella se fue…
 -Fin flash back-


La sonrisa, que se le había formado en la cara, lentamente se fue borrando al recordar cómo había terminado su noche, y también recordó lo fea que era ya que ningún chico quería estar con ella. Jack era su última esperanza y, como vieron, se dio cuenta que ni siquiera él quería salir con ella.
 
 
El rubio se lamentaba de lo que había hecho la noche anterior, había lastimado a aquella chica, ella creía que él era heterosexual pero la verdad era que es Gay, lo que sigue sin entender es porque sintió el impulso de besarla, siguió pensando en eso durante una media hora más, hasta que recibió una llamada, luego de bufar varias veces fijo su vista a la pantalla y vio que era Carl, su novio.
-          Hola nene – hablo cuando atendió la llamada, él era el más masculino de ambos.
-          Hola mi amor – le respondió aquel chico moreno, de una alta estatura, moreno e increíblemente sexy, con un tono muy afeminado. Si había algo que Jack odiaba era que su novio se pusiera empalagoso.
-          Dylan – susurro aquel chico - ¿Qué hemos dicho acerca de lo empalagoso? –
-          Solo mientras que hagamos el amor – contesto este como un robot.
-          Entonces ¿Por qué no lo cumples? –
-          Porque te amo – murmuro con una voz algo apagada.
-          Chau mi amor – aunque no le gustaba ser empalagoso con él o mejor dicho no estaba de humor para serlo, tenía que demostrarle su amor de alguna manera.
-          Chau lindo – dijo aquel como si fuera una chica y colgó. Jack suspiro y bajo a donde estaban sus padres, al hacerlo se encontró con su hermana de tres años y sus padres.
-          ¿Hablabas con el putito? – le pregunto Paul, su padre, sin sacar la vista del diario.
-          Se llama Dylan – murmuro Jack mientras agarraba el desayuno de Laura, su madre le hizo. No es mentira que su padre está en desacuerdo con su orientación sexual, cuando se lo había confesado él lo había obligado a contratar a una actriz para que finja ser su novia y bueno paso dos años desde aquello.
Jack comía lento mientras le daba una vista de odio a su padre, quien no despegaba la vista de lo que leía, su hermana comía y no se daba cuenta de lo que sucedía por ser tan joven, mientras que su madre cada dos por tres abría la boca para decir algo, pero luego la cerraba arrepentida.
-          ¿Te da vergüenza tener un hijo puto? – dijo su papá quien miraba de reojo a su mamá, Jack aprovecho que termino de comer para pararse e irse, no quería ver una pelea más por culpa de él.
-          Con permiso – dijo antes de hacer aquel acto.