Tatu ✞

Sola en la oscuridad

¿Jugamos a las escondidas?
Personaje: Kay Mons

-¿tienes algún miedo?... ¿lo compartirías con migo?... tranquilo, todos tenemos miedo- la voz femenina se perdía en un extraño eco por las pasillos solitarios del psiquiátrico.  La hora de cenar estaba justa y ya todos habían abandonados sus habitaciones para ganar un buen lugar, nadie quería perderse la gran oportunidad de saborear la famosa comida de Fallen angel. Todo en este maldito lugar era bueno y la comida no era ninguna excepción. Una sombra se mecía con un poco de dificultad junto a una pared. Kay había tenido un ataque de ansiedad en la ducha, algún recuerdo de su pasado había venido a su dañada memoria y la había puesto paranoica. -calma, todo estará bien- ¿con quien hablaba Kay? los pasillos estaban desiertos, no había ni un alama a la vista y Cheppy su querido peluche con forma de conejo tampoco estaba. Esta vez si que estaba hablando sola. un rechinido se escucho en el vació, las uñas de Kay rasgaban la pared, algo iba muy mal en su cabeza -¿mamá?- le pregunto Kay al aire, en su voz se escuchaba un terrible miedo agudo. ¿Qué le estaba pasando?.

Mons solo llevaba una bata de baño color lila, había salido rápidamente de la habitación. Parecía que algo le había asustado y la habla obligado a abandonar su recinto. su cabello era un lió, esta empapado y aun escurría, había escondido su obsceno rostro en la maraña de pelos. estaba echa un ovillo y sus pies descalzos temblaban con nerviosismo, movía alterada las manos, estaba en un estado muy grave y nadie parecía estar lo suficiente cerca como para auxiliarla. El miedo se apoderaba de ella, la desesperación se abría paso en su memoria y traía recuerdos pocos agradables a su presente. Necesitaba que alguien le despertara de esa pesadilla, que alguien le dijera que todo había pasado. Pero Kay estaba completamente sola... en la oscuridad.