Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
headphone actor.
O W N :: Originales :: Originales :: One Shot's (originales)
Página 1 de 1. • Comparte
headphone actor.
nombre;; headphone actor.
autor;; yo, taemin.
adaptación;; en parte a la canción del mismo nombre.
género;; generales.
advertencias;; ninguna.
otras páginas;; sólo en onlywn.
autor;; yo, taemin.
adaptación;; en parte a la canción del mismo nombre.
género;; generales.
advertencias;; ninguna.
otras páginas;; sólo en onlywn.
headphone actor.
Otro día igual de aburrido que ayer, y el día anterior, y el día anterior a ese. No tenía otra cosa para hacer más que escuchar la radio desde mi viejo celular mientras me recostaba contra mi librero, sin ganas siquiera de levantarme.
El día estaba despejado, con unas pocas nubes desparramadas a lo largo del cielo azul de cada día. Sonreí, pensando en todo lo que podría hacer hoy con el clima increíble, antes de darme cuenta de cómo no haría nada de eso y, en cambio, me quedaría jugando videojuegos el resto de la tarde.
De la nada, unas palabras resonaron en mis audífonos. “Es muy desafortunado lo que tengo que decir pero, hoy será el fin del mundo”. El presidente de algún país dijo eso entre lágrimas, justo antes de que una gran conmoción se hiciera afuera, y lo sabía por la perfecta vista que tenía a través de la ventana. Al mismo tiempo, una bandada de pájaros cubrió la luna creciente que se asomaba en el cielo, con un rumbo desconocido.
Me exalté y mis cosas se cayeron, desparramándose en el piso, y con suerte sin que nada me cayera encima, salvo por unas pocas novelas y alguna revista que golpearon mi cabeza y tiraron mis audífonos. Los libros en mi estantería quedaron esparcidos por todos lados, mientras que el mundo parecía caerse a pedazos en el exterior.
Sin darme cuenta, había comenzado a temblar. Odiaba eso, me hacía parecer débil, y yo no era débil.
Un juego a medio terminar sin guardar, un libro que apenas había hojeado sobre el escritorio, pero no podía hacer nada de lo que haría un día cualquiera. ¿Quién podría? Por supuesto que nadie, y por eso mismo busqué lo único que podría calmarme en un momento así. Busqué mis audífonos entre la pila de libros, y volví a ponérmelos. No es que fuera mejor, pero habían sido un regalo de una persona muy especial, y pensaba..., no, sabía, que solo él podría calmarme en un momento así. Pero ahora sólo tenía mis audífonos.
Un artista oscuro cantando una canción de nombre desconocido, eso era lo que resonaba en la radio, como si quisieran acompañar el ambiente apocalíptico con un montón de desesperanza sonora. Pero de la nada, la canción se cortó. Como si un disco se hubiera rayado de repente, y todo hubiera quedado en silencio.
“¿Quieres sobrevivir, verdad?”.
De repente, una voz conocida llegó a mis oídos.
Una voz de la que me cansé de escuchar.
Sin embargo, una voz que alguien amaba.
Mi voz.
“Tienes que cruzar la colina dentro de 20 segundos. Tú sabrás lo que te quiero decir, para bien o mal. No debes dudar, sólo escucha. Tienes 20 segundos”.
Dudé. Quién no dudaría.
La voz volvió a hablar.
"Tienes alguien especial, ¿no?".
Escuché con atención.
En el cruce había mucha gente, por supuesto. Hombres, mujeres, niños, no importa. Yo estaba siendo enterrada por los gritos de la gente y el llanto de los bebés. Todo era un gran escándalo, pero no podía oír nada por la tranquila voz que salía de mis audífonos, indicando el camino a la tan aclamada colina.
La voz en los audífonos insistió: “12 minutos para terminar”.
Si todo se iba a ir, a desvanecerse, entonces yo no tenía otra opción. Tenía mis dudas, pero no importa quién lo hizo. No había ninguna canción sobre el fin de la humanidad.
Las piernas me dolían y sentía mi pecho quemándose. Por mi enfermedad, estaba siempre malhumorada, y no podía hacer esfuerzo físico por el riesgo de tener un ataque. Pero ahora todo era diferente, y corría como nunca antes lo hice.
Pensaba en él y cómo estaría feliz cuando llegue a la colina. Con su tranquila voz, sonreiría y me preguntaría como estaba, no sin antes saludarme como siempre hacía. Tal vez era sólo una ilusión, pero ese dulce sueño me daba fuerzas.
“Corre, sólo queda un minuto”.
Ya no podía entender lo que me decía la voz, la colina estaba en frente de mí.
No sé cómo es posible, pero agoté mis últimas fuerzas y aumenté mi ritmo. Mi respiración se entre cortaba y podía sentir que en cualquier momento me desmayaría, pero todo se calmo al ver una gran pared proyectando el amplio cielo de color carmesí. Detrás de la pared, se podían ver a un montón de hombres con batas blancas aplaudiendo. “Magnífico” dijo uno de ellos, y me tomó por la mano, obligándome a entrar.
Observaba la ciudad desde algún tipo de instalación experimental, donde se veía perfectamente la ciudad llena de desesperación por el probablemente falso anuncio del fin del mundo. Me volví a los aparentes científicos que no dejaban de anotar cosas, y uno de ellos me tomó del hombro antes de explicar que toda mi vida había vivido en un pequeño mundo dentro de una caja. No entendía nada, sólo pensaba en él, si de verdad era una ilusión después de todo.
Abrí mi boca para preguntar, pero las palabras no salían. Uno de los hombres sonrió y se acercó a una caja no muy lejos de nosotros. La abrió y sacó algo de ella, y gracias a los tantos juegos de acción que jugué a lo largo de mi vida, pude reconocer que eso era claramente el control de una bomba. Me estremecí por completo.
“Ya no es necesario” dijo, y tranquilamente explotó la bomba en el centro de la ciudad.
En un segundo, la ciudad en la que había vivido toda mi vida se convirtió en un agujero de cenizas y restos de quién sabe qué. Miré, atónita, como todo lo que alguna vez conocí se esfumaba en un instante.
Y entonces, desde los audífonos en mis oídos, oí un leve: “Lo siento”.
El día estaba despejado, con unas pocas nubes desparramadas a lo largo del cielo azul de cada día. Sonreí, pensando en todo lo que podría hacer hoy con el clima increíble, antes de darme cuenta de cómo no haría nada de eso y, en cambio, me quedaría jugando videojuegos el resto de la tarde.
De la nada, unas palabras resonaron en mis audífonos. “Es muy desafortunado lo que tengo que decir pero, hoy será el fin del mundo”. El presidente de algún país dijo eso entre lágrimas, justo antes de que una gran conmoción se hiciera afuera, y lo sabía por la perfecta vista que tenía a través de la ventana. Al mismo tiempo, una bandada de pájaros cubrió la luna creciente que se asomaba en el cielo, con un rumbo desconocido.
Me exalté y mis cosas se cayeron, desparramándose en el piso, y con suerte sin que nada me cayera encima, salvo por unas pocas novelas y alguna revista que golpearon mi cabeza y tiraron mis audífonos. Los libros en mi estantería quedaron esparcidos por todos lados, mientras que el mundo parecía caerse a pedazos en el exterior.
Sin darme cuenta, había comenzado a temblar. Odiaba eso, me hacía parecer débil, y yo no era débil.
Un juego a medio terminar sin guardar, un libro que apenas había hojeado sobre el escritorio, pero no podía hacer nada de lo que haría un día cualquiera. ¿Quién podría? Por supuesto que nadie, y por eso mismo busqué lo único que podría calmarme en un momento así. Busqué mis audífonos entre la pila de libros, y volví a ponérmelos. No es que fuera mejor, pero habían sido un regalo de una persona muy especial, y pensaba..., no, sabía, que solo él podría calmarme en un momento así. Pero ahora sólo tenía mis audífonos.
Un artista oscuro cantando una canción de nombre desconocido, eso era lo que resonaba en la radio, como si quisieran acompañar el ambiente apocalíptico con un montón de desesperanza sonora. Pero de la nada, la canción se cortó. Como si un disco se hubiera rayado de repente, y todo hubiera quedado en silencio.
“¿Quieres sobrevivir, verdad?”.
De repente, una voz conocida llegó a mis oídos.
Una voz de la que me cansé de escuchar.
Sin embargo, una voz que alguien amaba.
Mi voz.
“Tienes que cruzar la colina dentro de 20 segundos. Tú sabrás lo que te quiero decir, para bien o mal. No debes dudar, sólo escucha. Tienes 20 segundos”.
Dudé. Quién no dudaría.
La voz volvió a hablar.
"Tienes alguien especial, ¿no?".
Escuché con atención.
En el cruce había mucha gente, por supuesto. Hombres, mujeres, niños, no importa. Yo estaba siendo enterrada por los gritos de la gente y el llanto de los bebés. Todo era un gran escándalo, pero no podía oír nada por la tranquila voz que salía de mis audífonos, indicando el camino a la tan aclamada colina.
La voz en los audífonos insistió: “12 minutos para terminar”.
Si todo se iba a ir, a desvanecerse, entonces yo no tenía otra opción. Tenía mis dudas, pero no importa quién lo hizo. No había ninguna canción sobre el fin de la humanidad.
Las piernas me dolían y sentía mi pecho quemándose. Por mi enfermedad, estaba siempre malhumorada, y no podía hacer esfuerzo físico por el riesgo de tener un ataque. Pero ahora todo era diferente, y corría como nunca antes lo hice.
Pensaba en él y cómo estaría feliz cuando llegue a la colina. Con su tranquila voz, sonreiría y me preguntaría como estaba, no sin antes saludarme como siempre hacía. Tal vez era sólo una ilusión, pero ese dulce sueño me daba fuerzas.
“Corre, sólo queda un minuto”.
Ya no podía entender lo que me decía la voz, la colina estaba en frente de mí.
No sé cómo es posible, pero agoté mis últimas fuerzas y aumenté mi ritmo. Mi respiración se entre cortaba y podía sentir que en cualquier momento me desmayaría, pero todo se calmo al ver una gran pared proyectando el amplio cielo de color carmesí. Detrás de la pared, se podían ver a un montón de hombres con batas blancas aplaudiendo. “Magnífico” dijo uno de ellos, y me tomó por la mano, obligándome a entrar.
Observaba la ciudad desde algún tipo de instalación experimental, donde se veía perfectamente la ciudad llena de desesperación por el probablemente falso anuncio del fin del mundo. Me volví a los aparentes científicos que no dejaban de anotar cosas, y uno de ellos me tomó del hombro antes de explicar que toda mi vida había vivido en un pequeño mundo dentro de una caja. No entendía nada, sólo pensaba en él, si de verdad era una ilusión después de todo.
Abrí mi boca para preguntar, pero las palabras no salían. Uno de los hombres sonrió y se acercó a una caja no muy lejos de nosotros. La abrió y sacó algo de ella, y gracias a los tantos juegos de acción que jugué a lo largo de mi vida, pude reconocer que eso era claramente el control de una bomba. Me estremecí por completo.
“Ya no es necesario” dijo, y tranquilamente explotó la bomba en el centro de la ciudad.
En un segundo, la ciudad en la que había vivido toda mi vida se convirtió en un agujero de cenizas y restos de quién sabe qué. Miré, atónita, como todo lo que alguna vez conocí se esfumaba en un instante.
Y entonces, desde los audífonos en mis oídos, oí un leve: “Lo siento”.
hi, i'm sophie, but you can call me soph (?). bueno, como amo kagepro decidí adaptar mi canción favorita, aunque si han visto el anime o leido el manga verán que es bastante diferente, y los escritores de la canción me pegarían si vieran mi shot :c pero ustedes no lo haráncreo(?)así que lean y comenten, no muerdo, bueno, si quieren sí (?) pero generalmente no, jé.
Invitado
Invitado
O W N :: Originales :: Originales :: One Shot's (originales)
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.