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i'll be yours and you'll be mine ♡
O W N :: Zona Libre :: Zona Libre :: Tus ideas
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Re: i'll be yours and you'll be mine ♡
Dating Losses.
All those fairy tales are full of shit..
Desperté por los odiosos rayos del sol que alumbraban mi cara completa, siempre olvidaba ponerle la cortina a la ventana y gracias a eso amanecía de mal humor más se me quitaba cada vez que me daban algo de comer; algo extraño pero así soy yo. Hoy sería un largo día, primero tendría que encargarme de mi papa, está demasiado enfermo y necesita ayuda médica, lástima que no tenemos el dinero suficiente así que yo lo tengo que atender, luego me iría hacia la cafetería en cual trabajo todas las tardes. Mire la hora de mi reloj y eran exactamente las diez de la mañana, primero le haría el desayuno a mi papa y luego me daría una refrescante ducha. Decidí hacerle unos Hot Cakes ya que era su desayuno favorito y también el mío, mi madre me enseño a cocinarlos cuando era pequeña, siempre cocinábamos juntas antes de venirme con mi papa a Estados Unidos. Cuando tenía todo preparado de una vez, agarre una charola y puse todo su desayuno allí, tenía muchas complicaciones al caminar y todas las mañanas él come su desayuno en cama, para evitar cualquier accidente que lo pueda llegar a perjudicar. Toque levemente su puerta y al no recibir respuesta alguna, opte por abrir la puerta, note que estaba profundamente dormido y la imagen me enterneció, se veía demasiado delicado en su cama, tan frágil, no lo digo porque este viejo; al contrario, mi padre tiene 41 años. No quise interrumpirlo y mejor le deje su desayuno en el mueble que estaba alado de la cama, me retire lentamente y me encamine hacia mi regadera para darme una relajada ducha, amaba sentir el agua caer por toda mi espalda y quitarme todo el estrés que estaba sintiendo, ya tengo 22 años pero sigo viviendo con mi padre y no tengo dinero suficiente para mejorar su salud, por eso trabajo en la cafetería aunque aun así, no gano el dinero suficiente. Había quedado de juntarme con mi mejor amiga Emily, tenía que apurarme, ella siempre se quejaba por cualquier detalle que ocurriera pero aun así, la amaba mucho.
Me encontraba comiendo en un local de comida rápida con Emily, las dos éramos fanáticas de la comida rápida por una rara razón: amábamos comer pura grasa, asqueroso pero cierto. Solamente veía como Emily se atragantaba con su hamburguesa, no sé qué trataba de hacer pero la hamburguesa completa no le cabria por toda la boca, solté una ruidosa carcajada y me gane la mirada de la rubia.
— ¿Y ahora de que te ríes rojita? —rojita era un apodo que ella me había puesto en la secundaria, que buenos tiempos.
— Emily, comes como una puerca —volví a echarme a reír. Ella hizo cara de ofendida y luego se unió a mis risas.
— Que conste ¿eh? cuando tú comías como animal nunca te dije nada.
Siempre teníamos unas peleas demasiadas raras, nos ganábamos miradas confusas de la gente y creo que hemos llegado a asustar a la gente, somos demasiado raras para nuestra edad. Compartimos aún más risas y Emily me había comentado que su novio Alex vendría a pasar el tiempo con nosotras, yo gustosa acepte aunque creo que luego de un rato me arrepentí. Se mostraban su cariño todo el santo tiempo que íbamos caminando por la calle, se besaban, se agarraban de la mano y me dejaban atrás todo el tiempo, sentí una oleada de ¿celos? No, no y más NO o quizá si…a quien engaño, sentía celos pero no de ella si no de su relación en general, eran novios y podían tratarse como mejores amigos sin importar que mientras que yo, una chica de 22 años ha estado soltera toda su vida preparándose para ser monja. Baje la mirada y me sentí decepcionada de mi misma, no era que necesitara un hombre pero ¿saben? Se siente lindo que alguien te haga sentir hermosa, que te haga cariños, que te de regalos y por alguna vez en la vida quisiera experimentar eso, al menos una sola vez. Emily y Alex se despidieron de mi cuando ya habíamos llegado al café, entre y me puse mi delantal que marcaba con negritas mi nombre — Olly — la gente se la vivía burlándose de mi nombre, ha habido veces donde me dicen Olla, ni que fuera una olla de oro o algo por el estilo, era algo irritante la mayoría de las veces.
Trabajaba con suma dedicación, ya casi acababa mi turno y me sentí feliz al saber que podría pasar tiempo con mi padre, hoy era noche de películas, le dejaba elegir una y nos sentábamos a verla en su cuarto hasta que el cayera en brazos de Morfeo. Me despedí de mis compañeros de trabajo y me encamine felizmente hacia mi casa, por alguna razón en las mañanas empezaba con mi notorio mal humor para que luego en la noche, me calmara y terminara sonriendo a todo dar, algo que presiento que debe de ser al revés. Fije mi mirada en la entrada de la casa de mi papa y yo, introduje la llave y lo primero que vi fueron todas las luces apagadas a excepción de una: el cuarto de mi papa, me quite los zapatos rápidamente y subí corriendo las escaleras para luego pasar a su cuarto y darle un abrazo reconfortante que al instante el correspondió, sentía que en cualquier momento podría perderlo y luego dejaba de pensar en eso ya que no me lo quería imaginar por nada del mundo.
— ¿Cómo te fue en el trabajo pequeña?
— ¡Muy bien papá! El señor Evans me dio dinero extra por ver mi notorio desempeño —dije con orgullo.
— Me alegro pequeña —me dedico una pequeña sonrisa. — Espero que no se te haya olvidado nuestra noche de películas.
— Me ofendes William, nunca podría olvidar algo con tanta importancia como esto, al final ¿Por cuál te decidiste?
— Tenía muchas ganas de ver alguna de Disney ¿alguna sugerencia?
— Oh no, yo no te ayudare, quedamos que tú eras el que la escogería esta vez —siempre nos turnábamos para ver quien elegía la película, en este caso le toca a él.
— Está bien, está bien —se quedó pensando por un largo rato hasta que al fin se dignó a escoger una de las tantas de Disney. — ¡Hay que ver Monsters Inc! —me dijo como si de un niño chiquito se tratara, yo solo asentí con la cabeza y me fui a preparar las palomitas, las cuales no tenían el mínimo chiste en hacerse.
Al tener todo listo, nos dedicamos a ver la película e inconscientemente a cada segundo de la película me la pase sonriendo ampliamente, no sé si era por la película o por el simple hecho de que estuviera pasando tiempo con mi papá. A la mitad de la película voltee a ver a mi papá y efectivamente había caído en brazos de Morfeo, me pare y lo tape con sus sabanas, le di un beso en su frente y salí de la habitación, un sonido parlante me saco de mis pensamientos, era mi celular. ¿Quién llamaría tan tarde?
— Emily ¿Qué son esas horas de llamar? —le reclame a la chica.
— ¿Viste lo que yo pienso que viste? —me interrumpió sin contestar mi pregunta.
— ¿A qué te refieres con eso? —cuestione algo confundida.
— Argh, a veces pienso que nunca te informas de nada.
— Si bueno, ¿Qué era lo que querías decirme?
— Okay, luego de que Alex y yo hayamos ido a dejarte en la cafetería, chocamos contra un chico y notamos que algo se le había caído ¿Adivina que era? —su tono de voz era de emoción, no entiendo nada.
— ¿Un sándwich?
— ¡Dios mío! Jesucristo perdónala, eres terrible adivinando; era un folleto.
— Emily ve al grano —estaba demasiado nerviosa ¿Qué quería decirme?
— Se basa en concurso ubicado en Londres ¡Un concurso de citas!
— ¿Hasta Londres? ¡¿Te has dado cuenta de que no lo sé, vivimos en Estados Unidos?!
— Te van a salir arrugas, cálmate —respire hondo y negué con la cabeza mientras pensaba en la locura que mi amiga estaba planeando. — Ya te hace falta salir con alguien ¿No crees?
— Pues sí pero… —Emily no me dejo hablar más.
— ¡Ya quedamos! Comenzare a planear todo —después de decir eso, me colgó, me había dejado con la palabra en la boca, deje de pensar en esa locura y me recosté en mi cama hasta caer rendida en brazos de Morfeo.
∞
Me encontraba comiendo en un local de comida rápida con Emily, las dos éramos fanáticas de la comida rápida por una rara razón: amábamos comer pura grasa, asqueroso pero cierto. Solamente veía como Emily se atragantaba con su hamburguesa, no sé qué trataba de hacer pero la hamburguesa completa no le cabria por toda la boca, solté una ruidosa carcajada y me gane la mirada de la rubia.
— ¿Y ahora de que te ríes rojita? —rojita era un apodo que ella me había puesto en la secundaria, que buenos tiempos.
— Emily, comes como una puerca —volví a echarme a reír. Ella hizo cara de ofendida y luego se unió a mis risas.
— Que conste ¿eh? cuando tú comías como animal nunca te dije nada.
Siempre teníamos unas peleas demasiadas raras, nos ganábamos miradas confusas de la gente y creo que hemos llegado a asustar a la gente, somos demasiado raras para nuestra edad. Compartimos aún más risas y Emily me había comentado que su novio Alex vendría a pasar el tiempo con nosotras, yo gustosa acepte aunque creo que luego de un rato me arrepentí. Se mostraban su cariño todo el santo tiempo que íbamos caminando por la calle, se besaban, se agarraban de la mano y me dejaban atrás todo el tiempo, sentí una oleada de ¿celos? No, no y más NO o quizá si…a quien engaño, sentía celos pero no de ella si no de su relación en general, eran novios y podían tratarse como mejores amigos sin importar que mientras que yo, una chica de 22 años ha estado soltera toda su vida preparándose para ser monja. Baje la mirada y me sentí decepcionada de mi misma, no era que necesitara un hombre pero ¿saben? Se siente lindo que alguien te haga sentir hermosa, que te haga cariños, que te de regalos y por alguna vez en la vida quisiera experimentar eso, al menos una sola vez. Emily y Alex se despidieron de mi cuando ya habíamos llegado al café, entre y me puse mi delantal que marcaba con negritas mi nombre — Olly — la gente se la vivía burlándose de mi nombre, ha habido veces donde me dicen Olla, ni que fuera una olla de oro o algo por el estilo, era algo irritante la mayoría de las veces.
∞
Trabajaba con suma dedicación, ya casi acababa mi turno y me sentí feliz al saber que podría pasar tiempo con mi padre, hoy era noche de películas, le dejaba elegir una y nos sentábamos a verla en su cuarto hasta que el cayera en brazos de Morfeo. Me despedí de mis compañeros de trabajo y me encamine felizmente hacia mi casa, por alguna razón en las mañanas empezaba con mi notorio mal humor para que luego en la noche, me calmara y terminara sonriendo a todo dar, algo que presiento que debe de ser al revés. Fije mi mirada en la entrada de la casa de mi papa y yo, introduje la llave y lo primero que vi fueron todas las luces apagadas a excepción de una: el cuarto de mi papa, me quite los zapatos rápidamente y subí corriendo las escaleras para luego pasar a su cuarto y darle un abrazo reconfortante que al instante el correspondió, sentía que en cualquier momento podría perderlo y luego dejaba de pensar en eso ya que no me lo quería imaginar por nada del mundo.
— ¿Cómo te fue en el trabajo pequeña?
— ¡Muy bien papá! El señor Evans me dio dinero extra por ver mi notorio desempeño —dije con orgullo.
— Me alegro pequeña —me dedico una pequeña sonrisa. — Espero que no se te haya olvidado nuestra noche de películas.
— Me ofendes William, nunca podría olvidar algo con tanta importancia como esto, al final ¿Por cuál te decidiste?
— Tenía muchas ganas de ver alguna de Disney ¿alguna sugerencia?
— Oh no, yo no te ayudare, quedamos que tú eras el que la escogería esta vez —siempre nos turnábamos para ver quien elegía la película, en este caso le toca a él.
— Está bien, está bien —se quedó pensando por un largo rato hasta que al fin se dignó a escoger una de las tantas de Disney. — ¡Hay que ver Monsters Inc! —me dijo como si de un niño chiquito se tratara, yo solo asentí con la cabeza y me fui a preparar las palomitas, las cuales no tenían el mínimo chiste en hacerse.
Al tener todo listo, nos dedicamos a ver la película e inconscientemente a cada segundo de la película me la pase sonriendo ampliamente, no sé si era por la película o por el simple hecho de que estuviera pasando tiempo con mi papá. A la mitad de la película voltee a ver a mi papá y efectivamente había caído en brazos de Morfeo, me pare y lo tape con sus sabanas, le di un beso en su frente y salí de la habitación, un sonido parlante me saco de mis pensamientos, era mi celular. ¿Quién llamaría tan tarde?
— Emily ¿Qué son esas horas de llamar? —le reclame a la chica.
— ¿Viste lo que yo pienso que viste? —me interrumpió sin contestar mi pregunta.
— ¿A qué te refieres con eso? —cuestione algo confundida.
— Argh, a veces pienso que nunca te informas de nada.
— Si bueno, ¿Qué era lo que querías decirme?
— Okay, luego de que Alex y yo hayamos ido a dejarte en la cafetería, chocamos contra un chico y notamos que algo se le había caído ¿Adivina que era? —su tono de voz era de emoción, no entiendo nada.
— ¿Un sándwich?
— ¡Dios mío! Jesucristo perdónala, eres terrible adivinando; era un folleto.
— Emily ve al grano —estaba demasiado nerviosa ¿Qué quería decirme?
— Se basa en concurso ubicado en Londres ¡Un concurso de citas!
— ¿Hasta Londres? ¡¿Te has dado cuenta de que no lo sé, vivimos en Estados Unidos?!
— Te van a salir arrugas, cálmate —respire hondo y negué con la cabeza mientras pensaba en la locura que mi amiga estaba planeando. — Ya te hace falta salir con alguien ¿No crees?
— Pues sí pero… —Emily no me dejo hablar más.
— ¡Ya quedamos! Comenzare a planear todo —después de decir eso, me colgó, me había dejado con la palabra en la boca, deje de pensar en esa locura y me recosté en mi cama hasta caer rendida en brazos de Morfeo.
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Copyright JAYBIRD © 2013
tenshittae
Re: i'll be yours and you'll be mine ♡
Back to the way it was.
All those fairy tales are full of shit..
Pequeñas lágrimas caían por su cara, esas fotos lo estaban matando sin darse cuenta, fue un total estúpido al terminar con ella y muchísimo más al haberlo hecho desde un mensaje de texto. La había perdido y no la iba a tener de vuelta. Se sentía tan inseguro, estúpido, egocéntrico, asustado, las fans de ella no lo querían y lo habrían mostrado mediante todas las cosas horrendas que ponían del chico. 'Es un irrespetuoso' 'Ella es demasiado para él' 'No hace más que ser un inepto' esas eran frases que el recibía y ya no lo soportaba. Ahora que ellos ya no están juntos, sus fans están más que satisfechos, se insultaban mutuamente y podía notarse que les agrada más el nuevo chico con el que estaba saliendo. Lo último que vio el chico fue una foto de su ex-novia agarrada de la mano con ese tal Nathan, el chico con el cual había escrito una de sus más recientes canciones. Desde que ese video se publicó en la internet, el miedo se cruzó por todo el cuerpo del chico, todos comenzaron a crear conclusiones de que eran pareja y el chico no lo soporto, además de que ya no pasaban tanto tiempo juntos. Finalmente corto con ella mediante un mensaje de texto y se arrepentía, se arrepentía demasiado porque la quería de vuelta.
— ¡Vamos Jai! Tenemos una entrevista con MTV y no podemos llegar tarde —se escuchó una voz a lo lejos, el recién mencionado, cerro la computadora y se puso una almohada en la cara. — ¿Jai? —al no obtener respuesta, opto por la opción de entrar a su habitación. — ¡Woah! ¿Qué te pasa? —pregunto su amigo preocupado al ya poder ver su cara, tenía los ojos rojos de la irritación y sus cachetes mojados, las lágrimas seguían saliendo. Jai simplemente salto corriendo hacia los brazos de su amigo y saco todo lo que tenía dentro, sollozaba tan alto que llego a asustar a su amigo, le dolía verlo así, era como un hermano para él y que esté sufriendo de esa manera no era del todo justo.
— La necesito más de lo que pensaba James —seguía sollozando Jai, tenía un dolor desgarrador en su corazón y alma.
— Shhhh, tranquilo Jai, ya te encontraras a alguien más —trato de consolarlo.
— Ese él es problema, si no es ella entonces no quiero a nadie.
— Mira, tu solo respira y trata de no pensar en ello, le avisare a los chicos que no iras porque estas enfermo ¿está bien? —Jai solo asintió con la cabeza, para los ojos del chico, James siempre fue como un padre, aún recuerda ese video donde le enseño a afeitarse. James se retiró cautelosamente, no sin antes darle un beso en la cabeza.
Después de haber escuchado el sonido de una camioneta irse, se dignó en bajar a la cocina y comer aunque sea un aperitivo. Agarro una manzana y regreso a su cuarto para luego tirarse en la cama y taparse con todas las cobijas. No tenía ganas de nada, así que luego de acabarse su manzana, cayó en brazos de Morfeo.
Mil recuerdos pasaron por la mente del chico, ese momento donde Ariana y él se habían conocido, fue simplemente perfecto, él era fan de la chica y cada vez que podía, le twitteaba cosas con la pequeña esperanza de que ella le respondiera y así fue, ella le respondía los tweets y ahí fue donde los ojos de Jai tomaron un brillo nunca antes visto. También recuerda esa vez que se vieron en año nuevo, como olvidar la mejor noche de sus vidas.
El chico estaba más emocionado que nunca y la sonrisa de estúpido no se le quitaba de la cara, vería a su novia después de un largo tiempo y no sabe cómo reaccionar. Noto el hotel donde se encontrarían y corrió a toda velocidad, podía sentir como la adrenalina se apoderaba de todo su cuerpo, cuando llego, la vio adentro del hotel, con sus orejas de Minnie Mouse, tan tierna, tan hermosa, tan…perfecta. Ella aun no lo notaba, así que entro por la puerta y al instante ella sonrió ampliamente, pero un movimiento del chico hizo que cayera al piso mientras ella trataba de agarrarlo. Se sonrojo inmediatamente y se tapó la boca con la mano, ese acto no pudo haber sido más torpe, trato de levantarse y se tambaleo un poco pero luego sintió unos cálidos brazos rodearlo por el cuello, él le devolvió el abrazo y la tomo por la cintura mientras aspiraba el bello olor de su perfume, hubiese querido que ese momento durara para siempre. Terminaron el abrazo y se tomaron fuertemente de las manos, Jai tenía miedo de que eso no fuera real, alguno que otro fotógrafo se acercaba y les tomaba una foto mientras que las fans solo querían ver a Ariana. Jai había tomado la decisión de que fueran a una pista de hielo y ella solo le sonrió en respuesta, llegaron, tomaron sus patines y por fin tocaron el hielo, los dos se sostenían mutuamente, si uno se caía, el otro también, al ya haber pasado demasiado tiempo ahí, los dos twittearon al mismo tiempo 'La mejor noche de mi vida'. Esa noche compartieron risas, abrazos, besos, cariño, esa noche se entregaron todo lo que sentían, uno por el otro.
Aún más lágrimas cayeron ante tal recuerdo, no podía creer como una chica lo ponía así, pero no era simplemente una chica. Era la chica de sus sueños. La que estuvo buscando todo este tiempo, la única que lo aceptaba tal y como era el castaño. No quería creer el hecho de que ya no estén juntos, había aunque sea unas fans que si los apoyaban, que ellas acepten su relación, era demasiado para Jai pero ya todo había acabado así que ese apoyo ya no le podría beneficiar en nada.
Otro día de sufrimiento pasó para Jai, mientras que para Ariana era el día de fingir para todos. Cuando Jai, rompió con Ariana ella cayó en un hoyo de depresión, ella pensaba que todo estaba bien entre los dos pero al parecer no fue así, literalmente la obligaron a salir con Nathan, porque según todos habían amado esa pareja y ella no podía hacer nada más que dar sonrisas falsas, pasaron todo un día juntos en Disney y no puede negar que ese día le encanto pero no se podía sacar de la cabeza a Jai y para ella siempre estará ese día tan especial que tuvo con Jai, cuando ambos se maquillaron.
Ariana había invitado a Jai a pasar la noche con ella, comieron, vieron películas y lo mejor de todo, ¡Pasaron el tiempo juntos! La noche había llegado y tuvieron una idea ¿Por qué no hacer esos retos donde tu novio te maquilla y tú lo maquillas a él? Tomaron una cámara y se prepararon, trajeron todo el maquillaje y Jai no creía el hecho de que enserio estén haciendo esto. Al principio, él tenía que maquillarla a ella pero era un total inexperto y le puso todo por doquier, hubo un momento donde él le aplicaba suavemente algo en la cara y de pronto, la beso en la mejilla, un acto demasiado tierno para la mayoría de los expectantes que vio el video, cuando por fin acabo de maquillarla, ella abrió los ojos y quedo sorprendida.
— Oh por dios, me veo como Luke —dijo la chica más para sí misma que para Jai, Luke era uno de los hermanos de Jai.
Fue el turno de la pelirroja, ahora el solo estaba algo nervioso pero a gusto de estar con la chica que amaba, de vez en cuando se veía para ver el progreso y lo único que hacía era una mueca que hacia reír a su novia, ella había acabado y cuando noto el resultado, simplemente se quedó callado ya que no podía creer que su novia lo haya hecho ver como una chica, ella se rio y el la acompaño. Jai se fue por un momento para ponerse un saco que era de ella y empezó a hacer poses de mujer frente a la cámara, echaba besos y la pelirroja reía a todo dar. Querían enseñárselo al hermano de Ariana pero se encontraba dormido así que prefirieron no despertarlo.
Ese día fue sin duda, uno de los más graciosos para ambos, pero ahora los dos tienen perspectivas diferentes, Jai creyendo que Ariana ya no lo ama más, y ella pensando que él se había hartado de ella, cuando todo en realidad era lo contrario, se necesitaban más que nunca y nadie les haría entender que se siguen amando, preferían creer todo lo que la internet decía, que lo que sus corazones decían, creyeron todas esas mentiras que les contaron y no quisieron escuchar y ¿ahora? Los dos estaban cayendo a un abismo de depresión, un abismo donde durarían por mucho tiempo ya que lo único que quieren es que todo vuelva a ser como era antes.
— ¡Vamos Jai! Tenemos una entrevista con MTV y no podemos llegar tarde —se escuchó una voz a lo lejos, el recién mencionado, cerro la computadora y se puso una almohada en la cara. — ¿Jai? —al no obtener respuesta, opto por la opción de entrar a su habitación. — ¡Woah! ¿Qué te pasa? —pregunto su amigo preocupado al ya poder ver su cara, tenía los ojos rojos de la irritación y sus cachetes mojados, las lágrimas seguían saliendo. Jai simplemente salto corriendo hacia los brazos de su amigo y saco todo lo que tenía dentro, sollozaba tan alto que llego a asustar a su amigo, le dolía verlo así, era como un hermano para él y que esté sufriendo de esa manera no era del todo justo.
— La necesito más de lo que pensaba James —seguía sollozando Jai, tenía un dolor desgarrador en su corazón y alma.
— Shhhh, tranquilo Jai, ya te encontraras a alguien más —trato de consolarlo.
— Ese él es problema, si no es ella entonces no quiero a nadie.
— Mira, tu solo respira y trata de no pensar en ello, le avisare a los chicos que no iras porque estas enfermo ¿está bien? —Jai solo asintió con la cabeza, para los ojos del chico, James siempre fue como un padre, aún recuerda ese video donde le enseño a afeitarse. James se retiró cautelosamente, no sin antes darle un beso en la cabeza.
Después de haber escuchado el sonido de una camioneta irse, se dignó en bajar a la cocina y comer aunque sea un aperitivo. Agarro una manzana y regreso a su cuarto para luego tirarse en la cama y taparse con todas las cobijas. No tenía ganas de nada, así que luego de acabarse su manzana, cayó en brazos de Morfeo.
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Mil recuerdos pasaron por la mente del chico, ese momento donde Ariana y él se habían conocido, fue simplemente perfecto, él era fan de la chica y cada vez que podía, le twitteaba cosas con la pequeña esperanza de que ella le respondiera y así fue, ella le respondía los tweets y ahí fue donde los ojos de Jai tomaron un brillo nunca antes visto. También recuerda esa vez que se vieron en año nuevo, como olvidar la mejor noche de sus vidas.
El chico estaba más emocionado que nunca y la sonrisa de estúpido no se le quitaba de la cara, vería a su novia después de un largo tiempo y no sabe cómo reaccionar. Noto el hotel donde se encontrarían y corrió a toda velocidad, podía sentir como la adrenalina se apoderaba de todo su cuerpo, cuando llego, la vio adentro del hotel, con sus orejas de Minnie Mouse, tan tierna, tan hermosa, tan…perfecta. Ella aun no lo notaba, así que entro por la puerta y al instante ella sonrió ampliamente, pero un movimiento del chico hizo que cayera al piso mientras ella trataba de agarrarlo. Se sonrojo inmediatamente y se tapó la boca con la mano, ese acto no pudo haber sido más torpe, trato de levantarse y se tambaleo un poco pero luego sintió unos cálidos brazos rodearlo por el cuello, él le devolvió el abrazo y la tomo por la cintura mientras aspiraba el bello olor de su perfume, hubiese querido que ese momento durara para siempre. Terminaron el abrazo y se tomaron fuertemente de las manos, Jai tenía miedo de que eso no fuera real, alguno que otro fotógrafo se acercaba y les tomaba una foto mientras que las fans solo querían ver a Ariana. Jai había tomado la decisión de que fueran a una pista de hielo y ella solo le sonrió en respuesta, llegaron, tomaron sus patines y por fin tocaron el hielo, los dos se sostenían mutuamente, si uno se caía, el otro también, al ya haber pasado demasiado tiempo ahí, los dos twittearon al mismo tiempo 'La mejor noche de mi vida'. Esa noche compartieron risas, abrazos, besos, cariño, esa noche se entregaron todo lo que sentían, uno por el otro.
Aún más lágrimas cayeron ante tal recuerdo, no podía creer como una chica lo ponía así, pero no era simplemente una chica. Era la chica de sus sueños. La que estuvo buscando todo este tiempo, la única que lo aceptaba tal y como era el castaño. No quería creer el hecho de que ya no estén juntos, había aunque sea unas fans que si los apoyaban, que ellas acepten su relación, era demasiado para Jai pero ya todo había acabado así que ese apoyo ya no le podría beneficiar en nada.
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Otro día de sufrimiento pasó para Jai, mientras que para Ariana era el día de fingir para todos. Cuando Jai, rompió con Ariana ella cayó en un hoyo de depresión, ella pensaba que todo estaba bien entre los dos pero al parecer no fue así, literalmente la obligaron a salir con Nathan, porque según todos habían amado esa pareja y ella no podía hacer nada más que dar sonrisas falsas, pasaron todo un día juntos en Disney y no puede negar que ese día le encanto pero no se podía sacar de la cabeza a Jai y para ella siempre estará ese día tan especial que tuvo con Jai, cuando ambos se maquillaron.
Ariana había invitado a Jai a pasar la noche con ella, comieron, vieron películas y lo mejor de todo, ¡Pasaron el tiempo juntos! La noche había llegado y tuvieron una idea ¿Por qué no hacer esos retos donde tu novio te maquilla y tú lo maquillas a él? Tomaron una cámara y se prepararon, trajeron todo el maquillaje y Jai no creía el hecho de que enserio estén haciendo esto. Al principio, él tenía que maquillarla a ella pero era un total inexperto y le puso todo por doquier, hubo un momento donde él le aplicaba suavemente algo en la cara y de pronto, la beso en la mejilla, un acto demasiado tierno para la mayoría de los expectantes que vio el video, cuando por fin acabo de maquillarla, ella abrió los ojos y quedo sorprendida.
— Oh por dios, me veo como Luke —dijo la chica más para sí misma que para Jai, Luke era uno de los hermanos de Jai.
Fue el turno de la pelirroja, ahora el solo estaba algo nervioso pero a gusto de estar con la chica que amaba, de vez en cuando se veía para ver el progreso y lo único que hacía era una mueca que hacia reír a su novia, ella había acabado y cuando noto el resultado, simplemente se quedó callado ya que no podía creer que su novia lo haya hecho ver como una chica, ella se rio y el la acompaño. Jai se fue por un momento para ponerse un saco que era de ella y empezó a hacer poses de mujer frente a la cámara, echaba besos y la pelirroja reía a todo dar. Querían enseñárselo al hermano de Ariana pero se encontraba dormido así que prefirieron no despertarlo.
Ese día fue sin duda, uno de los más graciosos para ambos, pero ahora los dos tienen perspectivas diferentes, Jai creyendo que Ariana ya no lo ama más, y ella pensando que él se había hartado de ella, cuando todo en realidad era lo contrario, se necesitaban más que nunca y nadie les haría entender que se siguen amando, preferían creer todo lo que la internet decía, que lo que sus corazones decían, creyeron todas esas mentiras que les contaron y no quisieron escuchar y ¿ahora? Los dos estaban cayendo a un abismo de depresión, un abismo donde durarían por mucho tiempo ya que lo único que quieren es que todo vuelva a ser como era antes.
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Copyright JAYBIRD © 2013
tenshittae
Re: i'll be yours and you'll be mine ♡
Fairy Tale.
All those fairy tales are full of shit..
Los rayos del sol pegaron fuertemente sobre la cara de Emily. Soltó unos pequeños ruidos cuando comenzó a abrir los ojos, se estiro y se quedó allí recostada boca abajo por cinco minutos que parecieron milenios. Abrió los ojos repentinamente y se fijó en su pequeño reloj que estaba al lado de su cama. Se asustó al instante cuando vio la hora y corrió al baño con mucha velocidad. ¡Se le había hecho tarde! Prendió la regadera y trato de bañarse lo más rápido que pudo, ni si quiera le importo que tuviera un poco de shampoo en su cabello. El estilo de Emily era muy femenino, le encantaba usar vestidos de colores claros, usaba la ropa con la que se sentía cómoda. Se puso un vestido de color azul claro que le llegaba un poco más arriba de la rodilla y un suéter color blanco, se dejó su pelo rubio suelto y dejo que este se acomodara como quisiera. Bajo las escaleras y solo agarro una manzana para calmar su apetito. Era una tonta, por quedarse recostada en su cama se le había hecho tarde para ir a la universidad, su maestra la mataría, ni si quiera habría lugar para estacionarse, la iban a...espera ¿qué? Emily vio el calendario que tenía en su cocina y se fijó en la fecha, ¡era sábado! La rubia solo hizo una expresión rara ante su falta de atención, se sentó sobre la mesa que estaba en la cocina y recargo su cabeza sobre ella mientras cerraba los ojos. Comenzó a reírse de sí misma y mejor le llamo a su hermana Marley, hace mucho que no salía con ella e ir de compras no le hacía daño a nadie.
— ¿Si? —se escuchó la dulce voz de su hermana desde la otra línea. Emily visitaba dos veces a la semana a Marley, se la pasaban muy bien y esta vez no sería la excepción.
— ¡Marley! Soy Emily, quería saber si no se, ¿quisieras salir de compras conmigo? Hace mucho que no salimos y enserio tengo muchísimas ganas de verte —por alguna razón, sintió la sonrisa de Marley sobre el teléfono.
— Emily, sabes que me encanta salir contigo; ven por mí en una media hora, te amo —Marley río al final de la frase, se despidieron y después de una media hora; Emily recogió a Marley.
Las dos hermanas caminaban alegremente en el centro comercial, iban tomadas de la mano, parecían niñas chiquitas pero no le dieron importancia. Iban de tienda en tienda, regalando sonrisas, su felicidad estaba al máximo. Después de eso, las dos decidieron ir a comer algo en un restaurante, así podrían platicar un poco sobre sus vidas y disfrutar de una buen comida juntas.
— ¿Que ha sido de tu vida pequeña Emily? Quiero que me lo cuentes todito.
— Pues, ¿Que te puedo contar? ¿Algo que quieras saber en específico?
— Mmm... —hizo una expresión pensativa hasta que se le ocurrió algo. — ¡Ya se! Cuéntame sobre tus relaciones sentimentales ¿Algún pretendiente? ¿Novio? ¿Algo? —la rubia se tensó ante el comentario de su hermana. Hablar sobre sus relaciones la ponía nerviosa y un poco incomoda, pero le contaría a Marley sobre este chico.
— Pues de hecho esta este chico llamado Logan, tiene unos bonitos ojos claros, cabello entre castaño fuerte y negro, en fin, creo que es muy lindo. Viene al café donde trabajo todos los días por alguna razón y cuando le preguntan él dice que viene a visitarme. Siempre me regala sonrisas y e-es muy tierno —la rubia acabado tartamudeando la frase y se sonrojo salvajemente.
— ¡Awww, Emily! —grito emocionada Marley, la gente que estaba alrededor las voltearon a ver raro pero Marley ni se dio cuenta. — ¡Estoy tan feliz por ti! ¿Ya son novios?
— Yo no, yo no quiero nada con el —la expresión de Marley cambio completamente.
— ¿Porque?
— Yo tengo miedo de enamorarme Marley, no quiero sufrir por cosas del amor y no creo estar lista para una relación.
— Emily, tienes veinte años, puede que tu creas que no estar lista pero tu corazón dice lo contrario. Sigue tu corazón Emily, quiero ver a alguien a tu lado. ¿No te has dado cuenta de cómo brillan tus ojos cuando hablas de el? —la rubia bajo la cabeza, estaba roja como un tomate.
— Gracias Marley.
Al final de la conversación, las dos hermanas se dieron un abrazo. Marley siempre sabía que decir y Emily la admiraba, era una mujer con mucho éxito en su vida, era alguien dulce y graciosa, alguien fuerte. Emily deseaba ser como ella cuando fuera mayor, no una mesera en una cafetería donde el sueldo era mínimo. Pero con las condiciones que tenía la rubia, era en lo único que podía trabajar por el momento. Las dos hermanas se despidieron, pues se estaba haciendo un poco tarde.
Emily se quedó pensando en la conversación que habían tenido Marley y ella esa tarde. ¿Le gustaba Logan? La chica suspiro con mucha frustración ya que no tenía ni la menor idea de que le estaba pasando. En el camino hacia su casa, la rubia paro en la cafetería, tenía un aviso que dar. Cuando entro por la puerta trasera, camino hacia la encargada del lugar que a decir verdad; era su amiga.
— Hola Sally, quería saber si me podía tomar el Viernes que viene, yo trabajaría mañana así no cambia nada. Quisiera descansar ese día, espero entiendas.
— ¡Pero qué cosas preguntas! Tu sabes que puedes hacer lo que tú quieras Emily —le contesto su jefa con una sonrisa en la boca.
— Muchísimas gracias Sally, te debo una —la rubia estaba preparada para irse cuando Sally la tomo delicadamente del brazo.
— Este chico... ¿cómo se llamaba? Ah sí, Logan, ha estado esperándote, se veía realmente nervioso y ha estado aquí todo el día.
— ¿Dónde se encuentra en estos momentos? —Emily trataba de ocultar su nerviosismo pero no era muy buena haciéndolo.
— Esta afuera cariño.
Después de esa rara conversación, Emily quería que la tierra la tragara. No quería encontrarse con Logan, nunca había hablado con el antes y su estado de ánimo estaba algo complicado. Pensó mil maneras para salir de ahí sin que la viera pero nada se le ocurría. Igual podría salirse por la puerta trasera como anteriormente lo había hecho pero el estacionamiento estaba en la parte delantera y de igual manera la vería. Mordió su labio inferior repetidas veces antes de salir por la puerta. No había señales de Logan —uff— pensó Emily. De un momento a otro, sintió como un brazo la tomaba delicadamente, dirigió la vista hacia esa persona y no era nada más ni nada menos que ese lindo chico con ojos azules como el mar. Emily se le quedo viendo a los ojos sin nada que decir, trato de hacerse la tonta.
— ¿Se le ofrece algo? —su voz sonaba un poco débil a decir verdad.
— Yo...yo quería saber si querías salir un día conmigo Emily —le dedico una hermosa sonrisa que hizo que Emily se sonrojara hasta las orejas. — Awww, te ves tan linda sonrojada —Logan sintió que podía morir en ese mismo momento, le estaba hablando a esa hermosa chica a la cual ha querido hablarle desde hace un gran tiempo y que ahora se sonrojara con un comentario suyo, era la muerte para él.
— Pero ni si quiera te conozco —Emily sabía que no era cierto.
— Por un lado me ofende que digas eso ya que te visito todos los días a la cafetería pero es completamente entendible. Para eso es la cita Emily, sé que sabes mi nombre pero eso podría ayudarnos a conocernos mejor, enserio estoy interesado en ti.
— Esta bien, no te ves como un mal chico, es más; eres lindo —se le había salido completamente de las manos, no supo de donde salió eso. — Q-quiero decir, y-yo no me refiera a eso, este...
— No te preocupes linda —el oji-azul le acaricio la mejilla suavemente. — Nos vemos aquí, el viernes a las 2:30 de la tarde, serás tratada como una princesa todo el día así que ni te preocupes por traer dinero, es así como mereces ser tratada Emily —Logan le beso la mano como si de una princesa se tratara y se retiró.
Emily sonrió ampliamente y comenzó a dar saltos descontrolados por todo el lugar. ¡Tendría una cita con Logan!
— ¿Si? —se escuchó la dulce voz de su hermana desde la otra línea. Emily visitaba dos veces a la semana a Marley, se la pasaban muy bien y esta vez no sería la excepción.
— ¡Marley! Soy Emily, quería saber si no se, ¿quisieras salir de compras conmigo? Hace mucho que no salimos y enserio tengo muchísimas ganas de verte —por alguna razón, sintió la sonrisa de Marley sobre el teléfono.
— Emily, sabes que me encanta salir contigo; ven por mí en una media hora, te amo —Marley río al final de la frase, se despidieron y después de una media hora; Emily recogió a Marley.
♡
Las dos hermanas caminaban alegremente en el centro comercial, iban tomadas de la mano, parecían niñas chiquitas pero no le dieron importancia. Iban de tienda en tienda, regalando sonrisas, su felicidad estaba al máximo. Después de eso, las dos decidieron ir a comer algo en un restaurante, así podrían platicar un poco sobre sus vidas y disfrutar de una buen comida juntas.
— ¿Que ha sido de tu vida pequeña Emily? Quiero que me lo cuentes todito.
— Pues, ¿Que te puedo contar? ¿Algo que quieras saber en específico?
— Mmm... —hizo una expresión pensativa hasta que se le ocurrió algo. — ¡Ya se! Cuéntame sobre tus relaciones sentimentales ¿Algún pretendiente? ¿Novio? ¿Algo? —la rubia se tensó ante el comentario de su hermana. Hablar sobre sus relaciones la ponía nerviosa y un poco incomoda, pero le contaría a Marley sobre este chico.
— Pues de hecho esta este chico llamado Logan, tiene unos bonitos ojos claros, cabello entre castaño fuerte y negro, en fin, creo que es muy lindo. Viene al café donde trabajo todos los días por alguna razón y cuando le preguntan él dice que viene a visitarme. Siempre me regala sonrisas y e-es muy tierno —la rubia acabado tartamudeando la frase y se sonrojo salvajemente.
— ¡Awww, Emily! —grito emocionada Marley, la gente que estaba alrededor las voltearon a ver raro pero Marley ni se dio cuenta. — ¡Estoy tan feliz por ti! ¿Ya son novios?
— Yo no, yo no quiero nada con el —la expresión de Marley cambio completamente.
— ¿Porque?
— Yo tengo miedo de enamorarme Marley, no quiero sufrir por cosas del amor y no creo estar lista para una relación.
— Emily, tienes veinte años, puede que tu creas que no estar lista pero tu corazón dice lo contrario. Sigue tu corazón Emily, quiero ver a alguien a tu lado. ¿No te has dado cuenta de cómo brillan tus ojos cuando hablas de el? —la rubia bajo la cabeza, estaba roja como un tomate.
— Gracias Marley.
Al final de la conversación, las dos hermanas se dieron un abrazo. Marley siempre sabía que decir y Emily la admiraba, era una mujer con mucho éxito en su vida, era alguien dulce y graciosa, alguien fuerte. Emily deseaba ser como ella cuando fuera mayor, no una mesera en una cafetería donde el sueldo era mínimo. Pero con las condiciones que tenía la rubia, era en lo único que podía trabajar por el momento. Las dos hermanas se despidieron, pues se estaba haciendo un poco tarde.
♡
Emily se quedó pensando en la conversación que habían tenido Marley y ella esa tarde. ¿Le gustaba Logan? La chica suspiro con mucha frustración ya que no tenía ni la menor idea de que le estaba pasando. En el camino hacia su casa, la rubia paro en la cafetería, tenía un aviso que dar. Cuando entro por la puerta trasera, camino hacia la encargada del lugar que a decir verdad; era su amiga.
— Hola Sally, quería saber si me podía tomar el Viernes que viene, yo trabajaría mañana así no cambia nada. Quisiera descansar ese día, espero entiendas.
— ¡Pero qué cosas preguntas! Tu sabes que puedes hacer lo que tú quieras Emily —le contesto su jefa con una sonrisa en la boca.
— Muchísimas gracias Sally, te debo una —la rubia estaba preparada para irse cuando Sally la tomo delicadamente del brazo.
— Este chico... ¿cómo se llamaba? Ah sí, Logan, ha estado esperándote, se veía realmente nervioso y ha estado aquí todo el día.
— ¿Dónde se encuentra en estos momentos? —Emily trataba de ocultar su nerviosismo pero no era muy buena haciéndolo.
— Esta afuera cariño.
Después de esa rara conversación, Emily quería que la tierra la tragara. No quería encontrarse con Logan, nunca había hablado con el antes y su estado de ánimo estaba algo complicado. Pensó mil maneras para salir de ahí sin que la viera pero nada se le ocurría. Igual podría salirse por la puerta trasera como anteriormente lo había hecho pero el estacionamiento estaba en la parte delantera y de igual manera la vería. Mordió su labio inferior repetidas veces antes de salir por la puerta. No había señales de Logan —uff— pensó Emily. De un momento a otro, sintió como un brazo la tomaba delicadamente, dirigió la vista hacia esa persona y no era nada más ni nada menos que ese lindo chico con ojos azules como el mar. Emily se le quedo viendo a los ojos sin nada que decir, trato de hacerse la tonta.
— ¿Se le ofrece algo? —su voz sonaba un poco débil a decir verdad.
— Yo...yo quería saber si querías salir un día conmigo Emily —le dedico una hermosa sonrisa que hizo que Emily se sonrojara hasta las orejas. — Awww, te ves tan linda sonrojada —Logan sintió que podía morir en ese mismo momento, le estaba hablando a esa hermosa chica a la cual ha querido hablarle desde hace un gran tiempo y que ahora se sonrojara con un comentario suyo, era la muerte para él.
— Pero ni si quiera te conozco —Emily sabía que no era cierto.
— Por un lado me ofende que digas eso ya que te visito todos los días a la cafetería pero es completamente entendible. Para eso es la cita Emily, sé que sabes mi nombre pero eso podría ayudarnos a conocernos mejor, enserio estoy interesado en ti.
— Esta bien, no te ves como un mal chico, es más; eres lindo —se le había salido completamente de las manos, no supo de donde salió eso. — Q-quiero decir, y-yo no me refiera a eso, este...
— No te preocupes linda —el oji-azul le acaricio la mejilla suavemente. — Nos vemos aquí, el viernes a las 2:30 de la tarde, serás tratada como una princesa todo el día así que ni te preocupes por traer dinero, es así como mereces ser tratada Emily —Logan le beso la mano como si de una princesa se tratara y se retiró.
Emily sonrió ampliamente y comenzó a dar saltos descontrolados por todo el lugar. ¡Tendría una cita con Logan!
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Copyright JAYBIRD © 2013
Última edición por jariana. el Dom 02 Mar 2014, 9:27 pm, editado 1 vez
tenshittae
Re: i'll be yours and you'll be mine ♡
Dear Ariana.
All those fairy tales are full of shit..
Querida Ariana:
Otra noche lentamente se termina, y me siento tan solo. El calor que me toca se congela en mi piel, pretendo que aún me sostienes. Me estoy enloqueciendo y no puedo dormir, he ido muy lejos y estoy muy involucrado contigo. No puedo creer que te hayas ido, tú fuiste la primera y serás la última. A donde sea que vayas, estaré contigo, cada cosa que quieras, te la daré, cuando necesites a alguien para poner tu cabeza y corazón, recuerda; después del fuego, después de la lluvia, yo seré la llama. Miro sombras que se mueven por la pared y me siento tan aterrorizado. Quiero correr hacia ti, quiero llamarte pero me golpea la luz. No me puedo parar después de estar destrozado, no te puedo ver a través de este velo que hay en mi corazón, tú siempre serás la única, fuiste la primera y serás la última. Y es que, a donde sea que vayas yo siempre estaré contigo, cada cosa que desees, yo te la daré, pero lo más importante, siempre que necesites a alguien para poner tu cabeza y corazón, recuerda; después del fuego, después de la lluvia, yo seré la llama, tu llama. Tengo que tomar un tiempo, un pequeño tiempo para pensar las cosas, esto se siente como el mundo sobre mis hombros, en mi vida ha habido dolor en mi corazón, yo no sé si podré enfrentarlo de nuevo. He hecho de todo para cambiar esta vida solitaria. Soy aquel que quiere estar contigo, déjame ser aquel que te abrace por solo una última vez, tu eres la única que hace que mi vida valga la pena, yo puedo hacer que sonrías. No te estoy forzando a que vuelvas conmigo, pero sí que lo pienses un poco, estoy cayendo y nadie puede levantarme. Te sigo amando y siempre lo hare, a pesar de todo lo que paso entre nosotros, se me hace difícil olvidarte.
Siempre tuyo, Jai.
Seguía escribiendo cartas, cartas que nunca le llegaban a la chica por una razón; no se animaba a enviárselas, todas las conservaba para el mismo, para tener recuerdos, para recordar como acabo destrozado. No quería que ella las leyera, no quería acabar humillado, no quería interponerse en su felicidad. Cada lagrima que el soltaba se conservaba en las cartas, no puede evitar que ese dolor lo carcoma por dentro y fuera, por más que tenga apoyo de sus seres más queridos, no lograra superarlo fácilmente. Y el esperaría, esperaría una línea de codicias y tristezas, solo para ser el próximo en estar con ella.
Otra noche lentamente se termina, y me siento tan solo. El calor que me toca se congela en mi piel, pretendo que aún me sostienes. Me estoy enloqueciendo y no puedo dormir, he ido muy lejos y estoy muy involucrado contigo. No puedo creer que te hayas ido, tú fuiste la primera y serás la última. A donde sea que vayas, estaré contigo, cada cosa que quieras, te la daré, cuando necesites a alguien para poner tu cabeza y corazón, recuerda; después del fuego, después de la lluvia, yo seré la llama. Miro sombras que se mueven por la pared y me siento tan aterrorizado. Quiero correr hacia ti, quiero llamarte pero me golpea la luz. No me puedo parar después de estar destrozado, no te puedo ver a través de este velo que hay en mi corazón, tú siempre serás la única, fuiste la primera y serás la última. Y es que, a donde sea que vayas yo siempre estaré contigo, cada cosa que desees, yo te la daré, pero lo más importante, siempre que necesites a alguien para poner tu cabeza y corazón, recuerda; después del fuego, después de la lluvia, yo seré la llama, tu llama. Tengo que tomar un tiempo, un pequeño tiempo para pensar las cosas, esto se siente como el mundo sobre mis hombros, en mi vida ha habido dolor en mi corazón, yo no sé si podré enfrentarlo de nuevo. He hecho de todo para cambiar esta vida solitaria. Soy aquel que quiere estar contigo, déjame ser aquel que te abrace por solo una última vez, tu eres la única que hace que mi vida valga la pena, yo puedo hacer que sonrías. No te estoy forzando a que vuelvas conmigo, pero sí que lo pienses un poco, estoy cayendo y nadie puede levantarme. Te sigo amando y siempre lo hare, a pesar de todo lo que paso entre nosotros, se me hace difícil olvidarte.
Siempre tuyo, Jai.
Seguía escribiendo cartas, cartas que nunca le llegaban a la chica por una razón; no se animaba a enviárselas, todas las conservaba para el mismo, para tener recuerdos, para recordar como acabo destrozado. No quería que ella las leyera, no quería acabar humillado, no quería interponerse en su felicidad. Cada lagrima que el soltaba se conservaba en las cartas, no puede evitar que ese dolor lo carcoma por dentro y fuera, por más que tenga apoyo de sus seres más queridos, no lograra superarlo fácilmente. Y el esperaría, esperaría una línea de codicias y tristezas, solo para ser el próximo en estar con ella.
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tenshittae
Re: i'll be yours and you'll be mine ♡
Take Care.
All those fairy tales are full of shit..
Camille tuvo suerte en la escuela secundaria. No fue por sus grandiosas calificaciones o por ser parte del consejo estudiantil, ni incluso por sus montones de amigos. Sí, era una estudiante promedio, una nerd para la mayoría, y tenía muchos amigos. Pero lo que la hizo la australiana más afortunada en todo el lugar era que ella tenía algo que todo el mundo quería. Y eso era un muchacho alto con cabello bipolar, estilo punk/rock y una actitud de 'Vete'. Tenía a Michael Clifford. El estudiante apreciado Michael, las chicas lo querían y los chicos querían ser él. Diablos, incluso algunos chicos lo querían. Pero estaban fuera del límite porque un ratón de biblioteca puede llamarlo su novio. Michael era el típico badboy de la escuela, llevaba playeras de bandas de rock, se volaba las clases en su motocicleta y no le importaba nada. Excepto por Camille. Cómo se conocieron fue un poco extraño porque nadie realmente interactuaba con Michael, excepto Luke y Ashton, que eran su grupo de chicos que lo entendían, aunque todo el mundo quería ser su amigo o algo por el estilo. Fue cuando Camille había sido transferida a la escuela pública de Bradford que lo conoció, pero ese no fue exactamente su primer encuentro. Camille fue intimidada en los primeros meses de su año escolar. Los chicos la molestaban por ser inteligente, por qué ser inteligente era algo terrible pero ella no lo entendía, la empujaban con los casilleros y tiraban sus libros. Un día cuando el mismo grupo de chicos la estaba golpeando contra un casillero, ahí fue donde Michael apareció de la nada viendo cómo la cabeza de la chica rebotaba en el metal con un ruido sordo.
— ¿Cuál es el problema Williams? ¿No puedes defenderte? —Un imbécil llamado Stan le escupió en la cara.
— ¡Hey! Ustedes cretinos, ¿podrían dejar de joder y dejar a la chica en paz? —Michael habló con calma y se puso detrás de ellos. Los cuatro chicos que rodeaban a Camille, ahora temblorosos, dieron media vuelta para ver el badboy de la escuela, este tenía dos años por delante que ellos, no se sabía cómo era que el chico seguía aprobando cuando realmente nunca estuvo en las clases, pero tampoco sabían que tan inteligente era Michael, desabrocho su chaqueta de cuero para lucir sus músculos y comenzó a hacer sonar sus nudillos
— ¿Hay algún problema por aquí compañeros? —Preguntó algo intimidante. Los cuatro, incluyendo a Stan, retractaron un —No-no hay ningún problema aquí Michael, lo sentimos— Y ellos se las arreglaron, como las perras eran. Michael no sólo era intimidante, pero también había probado el buen contrincante que era, sólo lo hacía cuando era necesario o para ayudar a aquellos que no pudieran defenderse. Camille cayó al suelo para recuperar sus libros, sin si quiera viendo a su salvador. Michael se agachó para ayudarle a recoger los papeles esparcidos.
— ¿Estás bien Camille? —la recién mencionada se sorprendió, nunca la habían llamado por su nombre, a excepción de Calum o los profesores, y bueno básicamente nadie lo hacía porque nadie hablaba con ella.
— ¿Cómo sabes mi nombre?
— Porque soy bueno con eso, ¿estas bien? —Ambos estaban parados y Michael le entregó sus notas caídas.
— Si, gracias —trato de no tartamudear, estaba asombrada. Michael estaba hablando con ella y además, la había defendido. Había visto a el badboy antes, era difícil no ponerle atención, chaqueta de cuero, camisetas apretadas que se aferraban a cada curva de su cuerpo, y esos ojos, cualquiera se podría perder en ellos.
— No hay problema linda, parece que te vendría bien un descanso. Ven conmigo —Y antes de que Camille tuviera tiempo para protestar, una mano ya tiraba de la suya, era firme y suave. Salieron de la escuela, llegaron a la linda motocicleta de Michael y ambos se subieron, la castaña un poco a regañadientes, pero ante la insistencia de Michael se escondió en su firme espalda. Camille usando un casco para su seguridad, Michael no
— Está bien, vámonos de aquí. ¿Alguna idea de a dónde quieres ir? —Preguntó mirando el camino para poder salir del estacionamiento. La chica susurro un pequeño —a mi casa, por favor— y Michael solo asintió con la cabeza. Camille iba indicando la dirección a su casa, su padre y su madre eran abogados, ninguno se encontraba en casa y pronto fueron llegando a lo que Michael llamaría ‘una mansión’. A Camille nunca le pareció tan grande, así que estaba acostumbrada a la basura cara que nadie necesita. Entraron a la casa de la castaña y lo primero que hizo Michael fue agarrar algo de tomar, con toda la confianza del mundo, Camille se quedó parada sin hacer nada y espero a que Michael terminara su vaso de agua. Los dos caminaron hacia la sala de estar de Camille y establecieron una pequeña plática.
— Hay un montón de cosas que la gente no sabe sobre mí, como que toco la guitarra, supongo que canto bien y que además, te encuentro ridículamente sexy —Camille lo dejo salir. No quiso pronunciar la última parte y sus ojos se engrandecieron mirando los ojos del chico.
— ¿Es así? —El chico con el pelo bipolar levantó las cejas. Camille no tenía tiempo para y cuando menos se dio cuenta, ya tenían sus labios aferrados. Rodaron por el suelo con sus lenguas lamiendo cada centímetro de sus bocas. Pronto los dos estaban desnudos en la cama de la castaña, su cabeza sobre el corazón revoloteando de Michael.
— Eso fue…
— Brillante, me gustaría hacerlo más a menudo —Soltó Michael sin aire, Camille solo le dedico una tímida sonrisa. Se quedaron en la cama abrazados por el resto de la noche hasta que Michael tuvo que irse, no quería estar en el encuentro incómodo de los padres de Camille y menos en su estado desaliñado, simplemente sacudió su cabeza mientras Camille lo llevaba a la puerta.
— No te preocupes por ellos, no están acostumbrados a verme con alguien más que no sea Calum y tú eres un poco diferente que el —ella habló suavemente y se inclinó para darle un beso.
— Nos vemos mañana Cams, no quiero dejar de besarte —Él sonrió en su coche, Camille vio como lentamente el auto desaparecía en la noche.
Dicen que el resto es historia. Después de llegar a conocerse en las próximas semanas ambos decidieron que los sentimientos que tenían eran mutuos. Camille encontró que Michael era realmente inteligente y tuvieron largas conversaciones sobre todos los temas que les vinieron a la mente. Michael encontró que Camille era increíblemente talentosa e incluso cantaba con él un par de veces, sus voces se mezclaban tan bien que se convertía en una armonía. Michael era en realidad el indicado para preguntarle. Habían pasado dos meses desde su primer encuentro humeante caliente y esta vez no había sido la excepción.
— Eh, Cams, no soy muy bueno en esto y no sé si voy a ser todo lo que quieras pero... ¿quieres ser mi novia? —Preguntó tímidamente. Camille le respondió con un beso y una sonrisa que hizo a las estrellas celosas. Los besos no pararon esa noche hasta que ninguno de los dos pudiera respirar o sentir sus labios. Hasta el día de doy ya todo el mundo sabía sobre la pareja. Al principio las personas estaban realmente sorprendidas, era difícil de creer. El chico malo de Norwest estaba saliendo con una tipa que podría estar leyendo algo que cualquier otra cosa. Nadie entendía cómo ni por qué sucedió.
Camille sonrió mientras caminaba por los pasillos, estaba esperando ver a su novio junto a su casillero, desde que empezaron a salir, Michael siempre se encontraba apoyado contra él casillero, viéndose tan sexy en el cuero negro y un aire de 'Me importa un carajo', pero hoy no estaba. Eso fue sorprendente. Sacó su teléfono y rápidamente le envió un mensaje al número que se sabía de memoria.
Para: Mikey, De: Cams ¿Dónde estás bebe? Xoxo. Mientras esperaba una respuesta, veía como todas las parejas pasaban justamente frente a ella. Sintió como un zumbido llegó de su bolsillo. Para: Cams, De: Mikey Lo siento bebe, estoy enfermo en casa:( xo.
Camille entró silenciosamente en la casa de Michael y oyó a alguien toser desde la sala donde la televisión estaba en un volumen bajito, este lugar prácticamente se había convertido en su segundo hogar. Giró a la esquina para verlo, tirado en su sofá con una manta gruesa hasta la barbilla y su cabello despeinado. Su piel generalmente bronceada era de tez enfermiza y estaba temblando.
— Hola cariño —Camille habló suavemente con una tímida sonrisa en su cara. Nunca había visto a su Michael tan frágil y vulnerable. Sólo cuando estaban solos, su comportamiento era suave y cariñoso. Alrededor de otros era el típico badboy al que todos le tenían miedo, pero cuando los dos compartían una cama y besos perezosos, Michael se convertía en ese chico dulce que amaba dar cariño.
— Cams, que es lo que estas —tocio ligeramente. — ¿haciendo aquí? —Él estaba agradecido de que ahora su linda novia lo estuviera acompañando y para Michael no había nada mejor que estar con su Camille.
— Estoy aquí para cuidar de ti, imbécil. ¿Qué parece? —Camille se rio, colocando su bolsa abajo y sentándose en el sofá, cerca del torso del mayor. Ella puso su mano sobre la frente sudorosa de su novio para luego revisar sus glándulas que estaban hinchadas.
— Pero Cams, no quiero que te enfermes —Él gimió.
— No estoy preocupado por eso, es muy difícil que yo llegue a enfermarme. Ahora tienes fiebre y no te vas a mover hasta que estés mejor. Voy a hacer algo de sopa y té caliente. —Camille besó su frente con cautela y Michael ronroneo en respuesta. Hizo su camino a la cocina antes de ser detenido por un suspiro.
— ¿Bebe?
— ¿Sí?
— ¿Me puedes pasar el control remoto? He estado atrapado viendo una película ridícula durante una hora —el control remoto estaba a centímetros de él. Era realmente un bebé cuando estaba enfermo. Rodo los ojos y entregó a su novio el tal deseado control remoto. Cuando la sopa estaba lista, Camille quería que Michael se tragara el tazón completo y no podía parar, incluso cuando Michael protestó diciendo que estaba lleno.
— Ya no puedo comer más Cams.
— ¡Sí se puede! Y lo harás. Confía en mí, esto te hará sentir muchísimo mejor —Camille hizo sonidos de avión para intentar conseguir una sonrisa de Michael. — Vamos, ¿quién es un buen novio? —A regañadientes abrió la boca para terminar los últimos trozos de su comida. Camille sostuvo su mano y le entregó la taza de té que efectivamente podría calmar su esófago ardiente, se sentaron allí ociosamente ojeando los canales. Eventualmente Camille era una total experta en lo que hacía, miro como Michael dormitaba junto a ella. Sonrió al ver como algunos de sus colores habían vuelto, la sopa era un elixir mágico. La fiebre estaba empezando a desaparecer, gracias a Dios. Lentamente vio como un pequeño movimiento suyo hizo que Michael fuera abriendo sus ojos lentamente. Este bostezo con cansancio.
— Me siento como un bebe, y tu pareces mi mama.
— Nadie te ama más que yo Michael, bueno a excepción de tu mama. Ahora ven aquí. —abrió sus brazos, dejando a Michael colapsarse en su pecho y enterrando sus dedos por el pelo bipolar del chico. Pronto Michael estaba profundamente dormido en su abrazo. Puso un suave beso en la parte superior de su cabeza mientras le susurraba un 'Te amo'.
— ¿Cuál es el problema Williams? ¿No puedes defenderte? —Un imbécil llamado Stan le escupió en la cara.
— ¡Hey! Ustedes cretinos, ¿podrían dejar de joder y dejar a la chica en paz? —Michael habló con calma y se puso detrás de ellos. Los cuatro chicos que rodeaban a Camille, ahora temblorosos, dieron media vuelta para ver el badboy de la escuela, este tenía dos años por delante que ellos, no se sabía cómo era que el chico seguía aprobando cuando realmente nunca estuvo en las clases, pero tampoco sabían que tan inteligente era Michael, desabrocho su chaqueta de cuero para lucir sus músculos y comenzó a hacer sonar sus nudillos
— ¿Hay algún problema por aquí compañeros? —Preguntó algo intimidante. Los cuatro, incluyendo a Stan, retractaron un —No-no hay ningún problema aquí Michael, lo sentimos— Y ellos se las arreglaron, como las perras eran. Michael no sólo era intimidante, pero también había probado el buen contrincante que era, sólo lo hacía cuando era necesario o para ayudar a aquellos que no pudieran defenderse. Camille cayó al suelo para recuperar sus libros, sin si quiera viendo a su salvador. Michael se agachó para ayudarle a recoger los papeles esparcidos.
— ¿Estás bien Camille? —la recién mencionada se sorprendió, nunca la habían llamado por su nombre, a excepción de Calum o los profesores, y bueno básicamente nadie lo hacía porque nadie hablaba con ella.
— ¿Cómo sabes mi nombre?
— Porque soy bueno con eso, ¿estas bien? —Ambos estaban parados y Michael le entregó sus notas caídas.
— Si, gracias —trato de no tartamudear, estaba asombrada. Michael estaba hablando con ella y además, la había defendido. Había visto a el badboy antes, era difícil no ponerle atención, chaqueta de cuero, camisetas apretadas que se aferraban a cada curva de su cuerpo, y esos ojos, cualquiera se podría perder en ellos.
— No hay problema linda, parece que te vendría bien un descanso. Ven conmigo —Y antes de que Camille tuviera tiempo para protestar, una mano ya tiraba de la suya, era firme y suave. Salieron de la escuela, llegaron a la linda motocicleta de Michael y ambos se subieron, la castaña un poco a regañadientes, pero ante la insistencia de Michael se escondió en su firme espalda. Camille usando un casco para su seguridad, Michael no
— Está bien, vámonos de aquí. ¿Alguna idea de a dónde quieres ir? —Preguntó mirando el camino para poder salir del estacionamiento. La chica susurro un pequeño —a mi casa, por favor— y Michael solo asintió con la cabeza. Camille iba indicando la dirección a su casa, su padre y su madre eran abogados, ninguno se encontraba en casa y pronto fueron llegando a lo que Michael llamaría ‘una mansión’. A Camille nunca le pareció tan grande, así que estaba acostumbrada a la basura cara que nadie necesita. Entraron a la casa de la castaña y lo primero que hizo Michael fue agarrar algo de tomar, con toda la confianza del mundo, Camille se quedó parada sin hacer nada y espero a que Michael terminara su vaso de agua. Los dos caminaron hacia la sala de estar de Camille y establecieron una pequeña plática.
— Hay un montón de cosas que la gente no sabe sobre mí, como que toco la guitarra, supongo que canto bien y que además, te encuentro ridículamente sexy —Camille lo dejo salir. No quiso pronunciar la última parte y sus ojos se engrandecieron mirando los ojos del chico.
— ¿Es así? —El chico con el pelo bipolar levantó las cejas. Camille no tenía tiempo para y cuando menos se dio cuenta, ya tenían sus labios aferrados. Rodaron por el suelo con sus lenguas lamiendo cada centímetro de sus bocas. Pronto los dos estaban desnudos en la cama de la castaña, su cabeza sobre el corazón revoloteando de Michael.
— Eso fue…
— Brillante, me gustaría hacerlo más a menudo —Soltó Michael sin aire, Camille solo le dedico una tímida sonrisa. Se quedaron en la cama abrazados por el resto de la noche hasta que Michael tuvo que irse, no quería estar en el encuentro incómodo de los padres de Camille y menos en su estado desaliñado, simplemente sacudió su cabeza mientras Camille lo llevaba a la puerta.
— No te preocupes por ellos, no están acostumbrados a verme con alguien más que no sea Calum y tú eres un poco diferente que el —ella habló suavemente y se inclinó para darle un beso.
— Nos vemos mañana Cams, no quiero dejar de besarte —Él sonrió en su coche, Camille vio como lentamente el auto desaparecía en la noche.
Dicen que el resto es historia. Después de llegar a conocerse en las próximas semanas ambos decidieron que los sentimientos que tenían eran mutuos. Camille encontró que Michael era realmente inteligente y tuvieron largas conversaciones sobre todos los temas que les vinieron a la mente. Michael encontró que Camille era increíblemente talentosa e incluso cantaba con él un par de veces, sus voces se mezclaban tan bien que se convertía en una armonía. Michael era en realidad el indicado para preguntarle. Habían pasado dos meses desde su primer encuentro humeante caliente y esta vez no había sido la excepción.
— Eh, Cams, no soy muy bueno en esto y no sé si voy a ser todo lo que quieras pero... ¿quieres ser mi novia? —Preguntó tímidamente. Camille le respondió con un beso y una sonrisa que hizo a las estrellas celosas. Los besos no pararon esa noche hasta que ninguno de los dos pudiera respirar o sentir sus labios. Hasta el día de doy ya todo el mundo sabía sobre la pareja. Al principio las personas estaban realmente sorprendidas, era difícil de creer. El chico malo de Norwest estaba saliendo con una tipa que podría estar leyendo algo que cualquier otra cosa. Nadie entendía cómo ni por qué sucedió.
Camille sonrió mientras caminaba por los pasillos, estaba esperando ver a su novio junto a su casillero, desde que empezaron a salir, Michael siempre se encontraba apoyado contra él casillero, viéndose tan sexy en el cuero negro y un aire de 'Me importa un carajo', pero hoy no estaba. Eso fue sorprendente. Sacó su teléfono y rápidamente le envió un mensaje al número que se sabía de memoria.
Para: Mikey, De: Cams ¿Dónde estás bebe? Xoxo. Mientras esperaba una respuesta, veía como todas las parejas pasaban justamente frente a ella. Sintió como un zumbido llegó de su bolsillo. Para: Cams, De: Mikey Lo siento bebe, estoy enfermo en casa:( xo.
♡
Camille entró silenciosamente en la casa de Michael y oyó a alguien toser desde la sala donde la televisión estaba en un volumen bajito, este lugar prácticamente se había convertido en su segundo hogar. Giró a la esquina para verlo, tirado en su sofá con una manta gruesa hasta la barbilla y su cabello despeinado. Su piel generalmente bronceada era de tez enfermiza y estaba temblando.
— Hola cariño —Camille habló suavemente con una tímida sonrisa en su cara. Nunca había visto a su Michael tan frágil y vulnerable. Sólo cuando estaban solos, su comportamiento era suave y cariñoso. Alrededor de otros era el típico badboy al que todos le tenían miedo, pero cuando los dos compartían una cama y besos perezosos, Michael se convertía en ese chico dulce que amaba dar cariño.
— Cams, que es lo que estas —tocio ligeramente. — ¿haciendo aquí? —Él estaba agradecido de que ahora su linda novia lo estuviera acompañando y para Michael no había nada mejor que estar con su Camille.
— Estoy aquí para cuidar de ti, imbécil. ¿Qué parece? —Camille se rio, colocando su bolsa abajo y sentándose en el sofá, cerca del torso del mayor. Ella puso su mano sobre la frente sudorosa de su novio para luego revisar sus glándulas que estaban hinchadas.
— Pero Cams, no quiero que te enfermes —Él gimió.
— No estoy preocupado por eso, es muy difícil que yo llegue a enfermarme. Ahora tienes fiebre y no te vas a mover hasta que estés mejor. Voy a hacer algo de sopa y té caliente. —Camille besó su frente con cautela y Michael ronroneo en respuesta. Hizo su camino a la cocina antes de ser detenido por un suspiro.
— ¿Bebe?
— ¿Sí?
— ¿Me puedes pasar el control remoto? He estado atrapado viendo una película ridícula durante una hora —el control remoto estaba a centímetros de él. Era realmente un bebé cuando estaba enfermo. Rodo los ojos y entregó a su novio el tal deseado control remoto. Cuando la sopa estaba lista, Camille quería que Michael se tragara el tazón completo y no podía parar, incluso cuando Michael protestó diciendo que estaba lleno.
— Ya no puedo comer más Cams.
— ¡Sí se puede! Y lo harás. Confía en mí, esto te hará sentir muchísimo mejor —Camille hizo sonidos de avión para intentar conseguir una sonrisa de Michael. — Vamos, ¿quién es un buen novio? —A regañadientes abrió la boca para terminar los últimos trozos de su comida. Camille sostuvo su mano y le entregó la taza de té que efectivamente podría calmar su esófago ardiente, se sentaron allí ociosamente ojeando los canales. Eventualmente Camille era una total experta en lo que hacía, miro como Michael dormitaba junto a ella. Sonrió al ver como algunos de sus colores habían vuelto, la sopa era un elixir mágico. La fiebre estaba empezando a desaparecer, gracias a Dios. Lentamente vio como un pequeño movimiento suyo hizo que Michael fuera abriendo sus ojos lentamente. Este bostezo con cansancio.
— Me siento como un bebe, y tu pareces mi mama.
— Nadie te ama más que yo Michael, bueno a excepción de tu mama. Ahora ven aquí. —abrió sus brazos, dejando a Michael colapsarse en su pecho y enterrando sus dedos por el pelo bipolar del chico. Pronto Michael estaba profundamente dormido en su abrazo. Puso un suave beso en la parte superior de su cabeza mientras le susurraba un 'Te amo'.
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