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Keep smiling (Harry Styles y tú)
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Keep smiling (Harry Styles y tú)
*Autor: Miriam Martínez
*Adaptación: No, todo de mi cabeza, aunque puede contener escenas basadas en películas o canciones
*Género: novela
*Contenido: romance, drama, alguna escena hot, lenguaje coloquial y a veces vulgar, violencia verbal y psicológica y partes cómicas
*Advertencias: no subiré día a día, pero procuraré ser lo más constante posible. Seguramente no necesite ninguna chica para los chicos, prefiero describirlas a mi modo. Violencia verbal y psicológica y lenguaje vulgar como ya he mencionado.
Spencer Black, una chica sin ningún talento especial, una chica normal de un pequeño pueblo del norte de España acaba de terminar sus estudios pre-universitarios. Esta ansiosa por el magnífico verano que le espera, después de todos los esfuerzos realizados es hora de recoger los frutos. Amigas, sol, playa, fiesta, diversión...eso era todo lo que ella esperaba. Sin dejar de lado algún amor pasajero de verano, pero ¿será ese amor realmente pasajero? ¿Se convertirá el misterioso Harry Styles en algo más que un amor de verano? De todos modos...¿acaso existe el amor?
*Adaptación: No, todo de mi cabeza, aunque puede contener escenas basadas en películas o canciones
*Género: novela
*Contenido: romance, drama, alguna escena hot, lenguaje coloquial y a veces vulgar, violencia verbal y psicológica y partes cómicas
*Advertencias: no subiré día a día, pero procuraré ser lo más constante posible. Seguramente no necesite ninguna chica para los chicos, prefiero describirlas a mi modo. Violencia verbal y psicológica y lenguaje vulgar como ya he mencionado.
Spencer Black, una chica sin ningún talento especial, una chica normal de un pequeño pueblo del norte de España acaba de terminar sus estudios pre-universitarios. Esta ansiosa por el magnífico verano que le espera, después de todos los esfuerzos realizados es hora de recoger los frutos. Amigas, sol, playa, fiesta, diversión...eso era todo lo que ella esperaba. Sin dejar de lado algún amor pasajero de verano, pero ¿será ese amor realmente pasajero? ¿Se convertirá el misterioso Harry Styles en algo más que un amor de verano? De todos modos...¿acaso existe el amor?
Última edición por Miriam Martínez el Miér 08 Mayo 2013, 12:25 pm, editado 1 vez
Miriam Martínez
Re: Keep smiling (Harry Styles y tú)
Bueno, acabo de registrarme y esta es mi primera novela. Espero que les guste, intentaré dar lo mejor de mí ;) Aviso de que lo más seguro es que no escriba día a día debido a los exámenes y el colegio...Grandes abrazos, espero que disfruten!
Miriam Martínez
Re: Keep smiling (Harry Styles y tú)
CAPÍTULO 1:
Despierto. Abro los ojos, poco a poco, no queriendo escapar de este magnífico paraíso, mi cama. Intento volver a dormir, acabo de tener un sueño maravilloso, pero no recuerdo bien que sucedía, tan solo recuerdo al chico que salía en él: pelo castaño, rizado y con algunos mechones sobre la cara debido a su largura, que le daban un aspecto infantil, y, unos ojos…no sabría bien como definirlos, de un color verde azulado, al mirarlos, aunque fuera tan solo durante unos segundos, me trasladaban al mar, podía bañarme en ellos…Es curioso que no recuerde nada de lo que pasaba en el sueño, y sin embargo, recuerde a la perfección todos y cada uno de los detalles del misterioso chico, como esos hoyuelos que le salían al reírse a ambos lados de los labios o cómo hinchaba la nariz y entrecerraba los ojos para parecer sexy. (Alarma: Same bed but it feels just a little bit bigger now, our song on the radio but it don’t sounds the same) Oh, lo había olvidado, debo ir a clase, pero siempre es bueno despertarse escuchando la maravillosa voz de Bruno Mars cantando “When I was your man”.
Me levanto con fuerza, pues es mi último día de bachillerato. A partir de este día comenzaré una nueva etapa de mi vida, la Universidad me espera dentro de tres meses. Me visto, me peino y desayuno. Llamo a una amiga que vive cerca de mí para ir juntas al colegio, al igual que todos los días. Al llegar al colegio y ver a mis compañeros, no podía creer que no los volvería a ver. Llega el profesor y comienza a dar su clase, pero yo no puedo dejar de pensar en que apenas en 6 horas todo cambiará, cada uno tomará su camino y yo no volveré a estar sentada en esta silla. Comienzo a rememorar distintos momentos con mis compañeros de clase, los enfados con profesores, las continuas bromas, las grandes excursiones e incluso los pequeños detalles que tenemos unos con los otros día a día…Casi se me escapan las lágrimas, pero consigo contenerme.
Sin saber porque el chico de mi sueño viene a mi cabeza. Las horas van pasando. Intento aprovechar al máximo el día. No dejo de abrazar a los que ya se han convertido en mis amigos y amigas dentro de la clase. Dios, espero que nada de esto cambie, que, cuando termine el magnífico verano que tenemos preparado y nos separemos para ir a la Universidad, no se olviden de mí. Yo sé que no me olvidaré de ellos, es algo imposible, borrar de mi memoria 18 años de golpe y a todas estas pequeñas personas que me han dibujado una sonrisa día tras día. Finalmente llega la hora de volver a casa. Antes de salir de la clase todos nos unimos en un tierno abrazo, verdaderamente ni tan siquiera yo sabía que estábamos tan unidos. Al separarnos el gracioso de turno suelta “Venga chicos no seáis tan maricones”. Comenzamos a reír como tontos y salimos de clase comentando momentos pasados y asegurando que el verano es muy largo y que sin falta nos reuniremos antes de que cada uno parta a su nuevo destino.
Al volver a casa mi madre me había preparado una comida especial por terminar mi último curso, parecía emocionada, jamás la había visto así. “Mamá, tranquila, aun falta mucho para que me vaya” (sonreí) Ella, con una mirada de complicidad, me contestó con una sonrisa.
Después de comer me dirigí a mi habitación. Me tumbé en la cama pretendiendo dormir un poco antes de ir a dar una vuelta con mis amigas. Sin embargo, las lágrimas, una vez más, comenzaron a deslizarse por mis mejillas. Pero, ¿qué me pasa últimamente? No consigo levantar cabeza. Puedo simular estar feliz, puedo tener días en los que no dejo de hacer el tonto, puedo hacer reír al resto y consolarlos si es necesario, pero la que realmente necesita ayuda soy yo. Sin saber por qué, poco a poco todo comenzó a perder sentido. Sé que tenía a la familia perfecta y a la mejor amiga que jamás nadie podría tener. Sé que no me podía quejar. Había miles y millones de personas que lo pasaban verdaderamente mal, que no tenían nada para llevarse a la boca, que no tenían con que alimentar a sus hijos, que no tenían padres, que se sentían odiados por estos o que tenían grandes problemas familiares…Y yo aquí, quejándome, pensaba, sin saber tan siquiera el por qué.
Había dejado de ilusionarme. Yo solía ser una chica alegre, era rara la vez que tenía un mal día, y los enfados me duraban apenas minutos. Pero todo cambió. Y no hubo ningún factor o detonante que hiciera que esto ocurriera, pero ocurrió, y no sabía cómo salir de esta situación, de este abismo que poco a poco se hacía más profundo. Me sentía verdaderamente superada, como si nada estuviera en mi mano, como si no pudiera avanzar. No tenía a nada ni a nadie al cual culpar, a no ser que fuera a mí misma, por cambiar. A veces culpaba a la adolescencia, convenciéndome de que esta etapa acabaría y pronto volvería a ser yo. Otras veces culpaba a la ciudad en la que vivo y a sus gentes, porque pocas personas me habían sabido valorar. Lo único que tengo claro es que debo dar gracias a Dios, si es que acaso existe, o al destino, por darme a la mejor persona y convertirla en mi mejor amiga y por darme esta fuerte autoestima que, aunque día a día se va apagando y disminuye, sigue existiendo y me impulsa hacia arriba.
-Miriam, te llaman- gritó mi hermana, despertándome de mi trance
+Ya voy- contesté, aclarando mi voz y limpiando las lágrimas de mis mejillas
Mi amiga me había llamado, esa tarde quedaríamos todas e iríamos a dar una vuelta, a divertirnos para celebrar el comienzo del verano y el fin de clases. Fuimos a un bar de gente joven de mi pequeña ciudad, tampoco teníamos muchas opciones para variar de lugar…
Contamos cotilleos, reímos por tonterías, hablamos sobre nuestros problemas…Está siendo una muy buena tarde, mis amigas saben verdaderamente cómo sacarme de esta tristeza que me está consumiendo, aunque ninguna de ellas sabe cómo verdaderamente me siento por dentro. Yo siempre finjo de cara al exterior, no quiero preocupar a nadie, no quiero dar explicaciones de algo que ni siquiera yo comprendo, no quiero dar pena y no encuentro ningún sentido por el que tener que contarles estos sentimientos, pues ellas no pueden solucionarlo y lo único que haría sería preocuparles.
De repente, al girar la cabeza hacia atrás, veo andando a un chico que me resultaba sumamente familiar. ¿Quién era? Tenía la impresión de que ya lo conocía y, de pronto, caigo en la cuenta, ¡es el chico de mi sueño! ¿Qué debo hacer? ¿Debo pensar que es una señal del destino? ¿Soñar con él y luego encontrármelo por la calle cuando nunca antes lo había visto eran simples casualidades? En ese momento mi cabeza daba vueltas…
-¿Alguien sería tan amable de ir a por alguna chuche? Me apetecen patatas, pero no me quiero levantar… (Dijo una de mis amigas haciendo pucheros)
(Era justamente el tipo de excusa que necesitaba si quería actuar) ¬+Sí, voy yo, tranquila.
Me levanto y ya no veo al misterioso chico ¿dónde se ha metido? Hace apenas minutos estaba a unos simples metros…Sentí alivio, pues siempre había sido una chica tímida a la que le daba miedo arriesgarse, e incluso me sorprendí a mi misma cuando me ofrecí voluntaria para hacerle el favor a mi amiga tan solo para encontrarme con ese chico. Fue un acto reflejo, un impulso, pero ni tan siquiera cuando sigo mis instintos las cosas me salen bien…
Ahí tenéis el primer , espero que pronto haya lectoras. Kiss!
Despierto. Abro los ojos, poco a poco, no queriendo escapar de este magnífico paraíso, mi cama. Intento volver a dormir, acabo de tener un sueño maravilloso, pero no recuerdo bien que sucedía, tan solo recuerdo al chico que salía en él: pelo castaño, rizado y con algunos mechones sobre la cara debido a su largura, que le daban un aspecto infantil, y, unos ojos…no sabría bien como definirlos, de un color verde azulado, al mirarlos, aunque fuera tan solo durante unos segundos, me trasladaban al mar, podía bañarme en ellos…Es curioso que no recuerde nada de lo que pasaba en el sueño, y sin embargo, recuerde a la perfección todos y cada uno de los detalles del misterioso chico, como esos hoyuelos que le salían al reírse a ambos lados de los labios o cómo hinchaba la nariz y entrecerraba los ojos para parecer sexy. (Alarma: Same bed but it feels just a little bit bigger now, our song on the radio but it don’t sounds the same) Oh, lo había olvidado, debo ir a clase, pero siempre es bueno despertarse escuchando la maravillosa voz de Bruno Mars cantando “When I was your man”.
Me levanto con fuerza, pues es mi último día de bachillerato. A partir de este día comenzaré una nueva etapa de mi vida, la Universidad me espera dentro de tres meses. Me visto, me peino y desayuno. Llamo a una amiga que vive cerca de mí para ir juntas al colegio, al igual que todos los días. Al llegar al colegio y ver a mis compañeros, no podía creer que no los volvería a ver. Llega el profesor y comienza a dar su clase, pero yo no puedo dejar de pensar en que apenas en 6 horas todo cambiará, cada uno tomará su camino y yo no volveré a estar sentada en esta silla. Comienzo a rememorar distintos momentos con mis compañeros de clase, los enfados con profesores, las continuas bromas, las grandes excursiones e incluso los pequeños detalles que tenemos unos con los otros día a día…Casi se me escapan las lágrimas, pero consigo contenerme.
Sin saber porque el chico de mi sueño viene a mi cabeza. Las horas van pasando. Intento aprovechar al máximo el día. No dejo de abrazar a los que ya se han convertido en mis amigos y amigas dentro de la clase. Dios, espero que nada de esto cambie, que, cuando termine el magnífico verano que tenemos preparado y nos separemos para ir a la Universidad, no se olviden de mí. Yo sé que no me olvidaré de ellos, es algo imposible, borrar de mi memoria 18 años de golpe y a todas estas pequeñas personas que me han dibujado una sonrisa día tras día. Finalmente llega la hora de volver a casa. Antes de salir de la clase todos nos unimos en un tierno abrazo, verdaderamente ni tan siquiera yo sabía que estábamos tan unidos. Al separarnos el gracioso de turno suelta “Venga chicos no seáis tan maricones”. Comenzamos a reír como tontos y salimos de clase comentando momentos pasados y asegurando que el verano es muy largo y que sin falta nos reuniremos antes de que cada uno parta a su nuevo destino.
Al volver a casa mi madre me había preparado una comida especial por terminar mi último curso, parecía emocionada, jamás la había visto así. “Mamá, tranquila, aun falta mucho para que me vaya” (sonreí) Ella, con una mirada de complicidad, me contestó con una sonrisa.
Después de comer me dirigí a mi habitación. Me tumbé en la cama pretendiendo dormir un poco antes de ir a dar una vuelta con mis amigas. Sin embargo, las lágrimas, una vez más, comenzaron a deslizarse por mis mejillas. Pero, ¿qué me pasa últimamente? No consigo levantar cabeza. Puedo simular estar feliz, puedo tener días en los que no dejo de hacer el tonto, puedo hacer reír al resto y consolarlos si es necesario, pero la que realmente necesita ayuda soy yo. Sin saber por qué, poco a poco todo comenzó a perder sentido. Sé que tenía a la familia perfecta y a la mejor amiga que jamás nadie podría tener. Sé que no me podía quejar. Había miles y millones de personas que lo pasaban verdaderamente mal, que no tenían nada para llevarse a la boca, que no tenían con que alimentar a sus hijos, que no tenían padres, que se sentían odiados por estos o que tenían grandes problemas familiares…Y yo aquí, quejándome, pensaba, sin saber tan siquiera el por qué.
Había dejado de ilusionarme. Yo solía ser una chica alegre, era rara la vez que tenía un mal día, y los enfados me duraban apenas minutos. Pero todo cambió. Y no hubo ningún factor o detonante que hiciera que esto ocurriera, pero ocurrió, y no sabía cómo salir de esta situación, de este abismo que poco a poco se hacía más profundo. Me sentía verdaderamente superada, como si nada estuviera en mi mano, como si no pudiera avanzar. No tenía a nada ni a nadie al cual culpar, a no ser que fuera a mí misma, por cambiar. A veces culpaba a la adolescencia, convenciéndome de que esta etapa acabaría y pronto volvería a ser yo. Otras veces culpaba a la ciudad en la que vivo y a sus gentes, porque pocas personas me habían sabido valorar. Lo único que tengo claro es que debo dar gracias a Dios, si es que acaso existe, o al destino, por darme a la mejor persona y convertirla en mi mejor amiga y por darme esta fuerte autoestima que, aunque día a día se va apagando y disminuye, sigue existiendo y me impulsa hacia arriba.
-Miriam, te llaman- gritó mi hermana, despertándome de mi trance
+Ya voy- contesté, aclarando mi voz y limpiando las lágrimas de mis mejillas
Mi amiga me había llamado, esa tarde quedaríamos todas e iríamos a dar una vuelta, a divertirnos para celebrar el comienzo del verano y el fin de clases. Fuimos a un bar de gente joven de mi pequeña ciudad, tampoco teníamos muchas opciones para variar de lugar…
Contamos cotilleos, reímos por tonterías, hablamos sobre nuestros problemas…Está siendo una muy buena tarde, mis amigas saben verdaderamente cómo sacarme de esta tristeza que me está consumiendo, aunque ninguna de ellas sabe cómo verdaderamente me siento por dentro. Yo siempre finjo de cara al exterior, no quiero preocupar a nadie, no quiero dar explicaciones de algo que ni siquiera yo comprendo, no quiero dar pena y no encuentro ningún sentido por el que tener que contarles estos sentimientos, pues ellas no pueden solucionarlo y lo único que haría sería preocuparles.
De repente, al girar la cabeza hacia atrás, veo andando a un chico que me resultaba sumamente familiar. ¿Quién era? Tenía la impresión de que ya lo conocía y, de pronto, caigo en la cuenta, ¡es el chico de mi sueño! ¿Qué debo hacer? ¿Debo pensar que es una señal del destino? ¿Soñar con él y luego encontrármelo por la calle cuando nunca antes lo había visto eran simples casualidades? En ese momento mi cabeza daba vueltas…
-¿Alguien sería tan amable de ir a por alguna chuche? Me apetecen patatas, pero no me quiero levantar… (Dijo una de mis amigas haciendo pucheros)
(Era justamente el tipo de excusa que necesitaba si quería actuar) ¬+Sí, voy yo, tranquila.
Me levanto y ya no veo al misterioso chico ¿dónde se ha metido? Hace apenas minutos estaba a unos simples metros…Sentí alivio, pues siempre había sido una chica tímida a la que le daba miedo arriesgarse, e incluso me sorprendí a mi misma cuando me ofrecí voluntaria para hacerle el favor a mi amiga tan solo para encontrarme con ese chico. Fue un acto reflejo, un impulso, pero ni tan siquiera cuando sigo mis instintos las cosas me salen bien…
Ahí tenéis el primer , espero que pronto haya lectoras. Kiss!
Miriam Martínez
Re: Keep smiling (Harry Styles y tú)
CAPÍTULO 2:
Entro en la tienda, voy mirando a los lados para encontrar las chucherías que me ha pedido mi amiga y…PUM
-Oh lo siento, perdón, iba mirando a los lados y no te he visto. Lo siento. (Dios mío, es el chico de mi sueño. Enrojezco)
+Tranquila, no pasa nada, yo tampoco iba atento al frente…
Tiene un acento extraño, está claro que no es español, creo que es británico…Nos miramos mutuamente, sonreímos sin apartar la vista del otro. Sin encontrar ningún pretexto por el que seguir manteniendo una conversación y decepcionada con mi poca capacidad creativa, sigo andando, pero nada más darle la espalda noto que me agarra del brazo:
+Por cierto, soy Harry- dijo con una impresionante sonrisa.
Mi corazón galopaba. Cuando se trataba de chicos no podía actuar con normalidad, y menos aun si el chico frente al que me hallaba había aparecido en mis sueños y me había atraído desde el inicio. Era realmente guapo, incluso más que en mi sueño. Sentí una extraña sensación cuando este me toco, como una pequeña descarga que recorrió el lugar donde me había tocado y se desplazó hasta mi columna. Noté como, de nuevo, enrojecía. ¡Odiaba cuando esto ocurría! Me dejaba sin cartas, puesto que ponía de manifiesto lo nerviosa que me encontraba…
-Hola…encantada…yo soy Miriam- conseguí decir al fin
+ ¿Sabes? Deberías tener más cuidado- dijo agarrando la bolsa de patatas que llevaba en la mano y que casualmente era la última que quedaba
-¿Ah sí? Quizá eres tú el que deberías andar con más cuidado, tienes la misma culpa que yo o incluso más- contesté desafiante intentando atrapar mi bolsa
+ ¡No estires! No vas a conseguir quitármela-dijo burlón
-¿Qué no? No te aconsejo desafiarme
+Mmm creo que ya lo he hecho- dijo guiñándome un ojo
Comencé a intentar quitarle la bolsa. Se estaba convirtiendo en algo imposible, tenía más fuerza que yo. Sin pensármelo ni un segundo comencé a hacerle cosquillas, él se revolvió y dijo “Eso no vale, tramposa” contesté “Ya sabes lo que dicen, en la guerra como en el amor todo vale”. Tras varios forcejeos la bolsa fue la que no pudo aguantar más y se rompió. Nos quedamos mirándonos sin saber muy bien qué hacer.
-¡Mira lo que has hecho!-dije con un tono demasiado elevado que me sorprendió incluso a mí misma
+Te dije que no conseguirías quitármela y no lo has hecho, tú te lo has buscado-dijo burlón
-¿Yo? Serás…
Por el pasillo en el que nos encontrábamos apareció el dueño de la tienda. Nos quedamos mudos y él comenzó a chillarnos. Harry me agarró fuerte de la mano y echó a correr. Mis piernas reaccionaron y siguieron sus movimientos.
-¿Por qué corremos? Tan solo es una bolsa, la puedo pagar yo si tú no quieres
Él continúo su carrera sin contestarme. Después de recorrer varias calles se paró y dijo
+Ya estamos a salvo
No pude reprimir mi risa, que era bastante escandalosa y, a pesar de que él pretendía parecer serio se echó a reír contagiado por el momento y por mis singulares carcajadas.
+Deberías considerarme tu héroe-dijo aun riendo
-Creo que más bien serías el villano. Robar a una pobre chica una bolsa, más tarde romperla y largarte sin pagar…
+Los tiempos cambian y los héroes lo hacen junto a ellos.
-Si tú lo dices…No eres de aquí ¿verdad?-dije consiguiendo que mi cerebro funcionara
+No, ¿acaso se me nota?
-Me temo, amigo, que tu acento te delata- le guiñé un ojo
+Oh, vaya…Jamás adivinarías de dónde soy
-Estoy casi segura de que no me equivoco si digo que eres británico
Su cara era un poema. Estaba claro que lo había acertado, pero él no se lo imaginaba. Se había quedado simplemente mudo. Comencé a reír.
-Te tengo dicho que no me desafíes (sonreí)
+ Creo que no lo volveré a hacer, has acertado de pleno
Continuamos andando y andando sin fijar ningún destino. No parábamos de hablar, la conversación fluía con mucha facilidad. No hablábamos de nada serio, Harry no paraba de hacer y decir tonterías, yo no paraba de reír. Seguimos caminando hasta llegar a un pequeño parque. Multitud de árboles, un río al lado y personas caminando sobre la hierba, intentando respirar ese aire, sentir ese espíritu, que solo te llena si estás en el campo o la montaña. Nos sentamos en la hierba y nos tumbamos mirando al cielo, jugamos a adivinar qué figura tenían las nubes. Parecíamos dos niños pequeños, no paramos de jugar, arrancando la hierba del suelo y lanzándonosla. De repente se levantó y echó a correr hacia unos columpios cercanos “Tonto quien llegue último” dijo. ¿En serio? Jajaja No pensaba echarme a correr como si tuviera 5 años, se supone que esa etapa de mi vida ya había acabado. Sin embargo, mientras pensaba en ello, caí en la cuenta de que mis pies ya habían comenzado a moverse a toda velocidad hacía los columpios, así que abandoné mis pensamientos e intenté batir a Harry.
-Gané- dijo un Harry muy eufórico
+No vale, has hecho trampa, me has pillado por sorpresa…
-Bla, bla, bla… Has perdido reconócelo (volvió a guiñarme un ojo)
+Oh, sí, lo reconozco. No he sido capaz de batir al gran Harry, no estoy a su nivel…- dije en tono irónico
(Rió) Ahora fui yo la que echó a correr diciendo “Esta es la revancha, carrera hasta el tobogán”. Comenzó a correr, iba a pocos metros de mí. Rápidamente me deslice sobre el tobogán, me alcanzó, me envolvió en sus brazos y ambos caímos directos al suelo…menos mal que era césped.
Nos quedamos así, tumbados en el suelo, riendo, sus brazos envolviéndome y yo agarrándolos (ya que antes me había aferrado a ellos para evitar caerme, “experimento” que no funcionó…). Yo le daba la espalda en esa posición así que me volví despacito para poder mirarle a los ojos. Estábamos a pocos centímetros uno del otro. Dios mío, sus ojos, ¿cómo podían ser tan bonitos? Me transmitían una total tranquilidad y, es extraño, normalmente en esas situaciones me ponía muy nerviosa, pero era todo tan especial, tan distinto, me encontraba tan cómoda a su lado…Solo se oían nuestras respiraciones agitadas a causa de la carrera. La suya chocaba contra mis labios, como imagino que la mía hacía sobre los suyos. Estábamos tan cerca, desde aquí podía ver cada pequeño detalle de su rostro como los pequeños granitos sobre su frente, ocultados tras ese alborotado pelo o las pequitas que tenía sobre esos grandes ojos esmeralda. Sus manos sobre mi cintura, las mías agarrando sus brazos, nuestras piernas rozándose, nuestras respiraciones calmándose, nuestros ojos fijos en los del otro. Harry recortó la distancia que nos separaba y me besó. No dudé en responderle, permitiendo que nuestras lenguas comenzaran a bailar, que nos explorásemos poco a poco. Un beso tranquilo, tierno, pausado, inesperado, un beso de encuentro.
Abrí los ojos muy despacio. No sabía cómo reaccionar. De nuevo volvía la Spencer insegura. Cuando abrí los ojos por completo me encontré con los suyos y su gran sonrisa. Fue un momento perfecto. Nos quedamos así durante unos minutos. De repente noté que alguien me miraba, Harry se echó a reír, yo giré la cabeza y vi a un gran pastor alemán encima de mí. Me asusté, sin saber porque, siempre me habían gustado los perros, y comencé a gritar. El perro se asustó y empezó a ladrar e intentó morderme. Nos levantamos rápidamente y llegó el dueño del perro que lo paró y ató con la correa. Estaba abrazada a Harry debido al miedo que se había apoderado de mi cuerpo en cuestión de segundos. El dueño y el perro se alejaron, disculpándose antes el pequeño hombre por la actitud de su mascota.
-Sé que no te puedes resistir a mis encantos pero…
+ ¡Idiota!- le interrumpí separándome de él- tranquilo que no te volveré a tocar- le dije con una mirada asesina
-No te enfades pequeña, era una simple broma
+Picaste- le dije en tono burlón, satisfecha de que mi mirada había generado tal reacción
-Completamente…
+Por cierto, te he ganado-dije con una gran sonrisa en mi cara
Pasamos unos segundos en silencio. Nos habíamos sentado de nuevo en la hierba y la conversación se había quedado vacía. Mi mente volvió a atacar: ni tan siquiera sabes hacer una broma sin hacer que el otro se enfade...tampoco sabes que decir ahora, vamos, despierta y di algo, sabes que este chico vale la pena. Este último comentario salido de mi sarcástica mente me hizo parar en seco y reflexionar sobre ello. Era verdad, valía la pena, no tenía porque desconfiar en él, se había mostrado amable, simpático, cuidadoso, protector…Todo parecía tan perfecto que mi propio subconsciente me llevó a pensar que algo horrible iba a ocurrir. Cuando empezaba a especular sobre qué podría acontecer, sus palabras me devolvieron a la realidad.
-¿Miriam, sigues aquí?
+Oh, sí, perdona (sonreí, pero mis ojos me delataban, mostraban un miedo irracional, mostraban esa preocupación de que algo malo iba a ocurrir)
-Me encantaría saber lo que pasa por tu cabeza…
+Lo mismo digo amigo (volví a sonreír)
De repente y sin ninguna explicación previa, su mirada se oscureció. ¿Qué había hecho o dicho? ¿Por qué siempre lo tenía que fastidiar?…
-Son tantas cosas y no especialmente alegres las que pasan por mi cabeza…
Pero, ¿qué has hecho Spencer? Repetía sin cesar mi subconsciente. El verde de sus ojos que horas antes me había traído tanta tranquilidad, ahora me asustaba. Había pasado de ser un mar tranquilo en el que poderse bañar a convertirse en un mar lleno de tiburones y medusas.
+ ¿Sabes? Me tienes aquí para lo que necesites (le agarré la mano). Sé que me acabas de conocer, pero puedes confiar en mí. No me gusta ver a nadie así. Te has mostrado tan dulce y alegre durante esta tarde…
Spencer, estás empeorando las cosas. ¿No ves que no quiere hablar de ello? Si hubiese querido te lo hubiese contado. Le has puesto en un compromiso. ¿Cómo eres capaz de pedirle que te cuente sus problemas si te acaba de conocer?
-En realidad-comenzó a hablar interrumpiendo de nuevo mis pensamientos, afortunadamente- no soy tal y como me has visto esta tarde. Últimamente nada va como debería. He perdido la ilusión, ya nada me hace sonreír (vaya, parece que tenemos el mismo problema, amigo), hasta…hasta… (Vamos Harry estoy aquí, contigo no tienes nada de qué preocuparte, suéltalo) hasta que has llegado tú. Esta tarde ha sido verdaderamente inolvidable, hacía mucho tiempo que no me sentía así, gracias.
Me quedé en shock, ¿Qué? ¿Realmente esto me estaba ocurriendo a mí? Esto era simplemente imposible, me acababa de conocer, ¿cómo podía decirme aquello? Bueno, en realidad, estaba pasando por una etapa exactamente igual a la mía, con los mismos sentimientos, y pensándolo bien, yo también me sentía realmente contenta, por primera vez desde hace mucho tiempo... Sabía que debía decir algo y aunque me sentía embriagada y extraña por sus palabras, conseguí volver a la realidad.
+Oh, no tienes porque darlas. Si te sirve de consuelo yo nunca me había sentido así, por lo que quien debería dar las gracias soy yo.
-¿A qué te refieres?- preguntó curioso
+Harry, Harry, quieres saber todo demasiado rápido- dije guiñándole un ojo
-Conseguiré que me lo cuentes
Le sonreí. Mientras hablaba, su mirada comenzó a recuperar ese brillo y color. Me abrazó y comenzó a llorar. ¿Por qué? ¿Otra vez la había fastidiado? ¿Pero, qué había dicho ahora? Jamás había visto a un chico llorar, no sabía qué hacer. Respondí a su abrazo, envolviéndole con mis brazos, fuerte, sin dejar correr el aire entre su cuerpo y el mío. Comenzó a contarme su historia. Era verdaderamente sobrecogedora. Su padre les había abandonado hace apenas 3 meses y, tras este hecho, su madre no volvió a ser la misma. Harry la describía como una mujer cariñosa, amable con todo el mundo, con una de esas miradas que decían “estoy aquí pequeño, no tienes de que preocuparte”, pero tras la partida de su padre, se había convertido en una persona completamente diferente, fría, siempre distante y su mirada ahora pedía ayuda. Harry hacía todo lo que estaba en sus manos para ayudar a su madre, pero no era tan fácil, además su trabajo le impedía estar todo el tiempo que él desearía con su madre.
+ Y tú, ¿cómo te sientes?-le pregunté.
Se quedó callado y a los pocos segundos respondió:
-Vaya, nunca me lo había preguntado. He pasado estos tres meses tan centrado en ayudar a mi madre a salir de ese pozo en el que se encuentra…La verdad es que, cuando me enteré de la noticia, comencé a llorar. No estaba en casa así que no vi como le afectó a mi madre en el mismo momento en el que se enteró. Me contaron que mi padre había dejado una nota en la que se despedía de nosotros. Se largó dejando una nota de despedida. ¿Te lo puedes creer? ¿Qué clase de persona hace eso? Ni tan siquiera quise leerla. Actuaba como si no hubiera pasado nada. Si mi madre me contaba alguna novedad sobre mi padre no contestaba. No quería saber nada de él. Le había causado demasiado daño a mi madre. Lo odio, pero lo odio no solo por abandonarnos sino por hacer que una persona tan importante y especial para mí cambiara tan radicalmente. Ella aun tiene esperanzas de que vuelva, pero yo sé que no lo hará. Ni una sola vez le vi regalarle a mi madre flores o sorprenderle sacándola a cenar fuera, cosas tan simples que cualquier marido hace por su mujer en algún momento de su historia de amor…supongo que entre ellos jamás existió esa historia de amor…
Vaya, Harry estaba realmente destrozado. Su padre lo abandonó y su madre se había ido, había desaparecido en algún mundo paralelo. Y vi que era eso lo que especialmente le hacía sufrir. Vi el dolor en esos preciosos ojos, que ahora estaban rojos y llenos de lágrimas. Junto al dolor estaba la ira y la impotencia, la incertidumbre de no saber qué ocurrirá, la preocupación y la desesperación por no saber que más hacer. No quería que pensara más en ello. No podía hacer nada para ayudarlo y sentía una impotente ira.
-Tranquilo Harry, todo irá bien. No quiero que lo pases mal ahora. Quiero hacerte reír como me has hecho reír tú a mí hace apenas unas horas.
Me incliné, le di un fuerte abrazo y nuestros labios se volvieron a encontrar. Fue un beso agridulce, a través de él pude sentir su dolor, pero también su excitación….Bueno, más bien su excitación la pude sentir golpeándome sobre el pecho, ya que me encontraba inclinada sobre él. Paré de besarlo al sentir el pequeño golpe, fue un instinto. Harry al ver mi cara comenzó a reír. Sí, Harry volvió a reír. Su risa me contagió. Me miró fijamente acariciando mi mejilla, “¿Por qué eres tan guapa?” dijo retirándome un mechón de pelo y volviéndome a besar. La risa se apoderó de nuevo de mí al oír esa oración tan cursi “¿Se está riendo de mí?” comentó con una media sonrisa “No tenga usted ninguna duda, no sabía que fueras tan cursi” le contesté agarrado sus pequeños rizos y besándole apasionadamente.
-Oye Miriam-dijo interrumpiendo nuestro beso- ¿a qué hora le dijiste a tus amigas que volverías?
+Mmm, no lo sé, la verdad es que no tuve tiempo de avisarles por culpa de un loco que me obligó a correr de su mano por no pagar una bolsa…-ambos reímos
-¿Sabes? son las 22h-dijo.
+ ¿¡QUÉ!?- chillé levantándome de un salto- mis padres me van a matar.
-------
AQUÍ TIENEN OTRO CAPÍTULO, SI HAY ALGUNA LECTORA LE AGRADECERÍA QUE SE MANIFESTARA ;)
Entro en la tienda, voy mirando a los lados para encontrar las chucherías que me ha pedido mi amiga y…PUM
-Oh lo siento, perdón, iba mirando a los lados y no te he visto. Lo siento. (Dios mío, es el chico de mi sueño. Enrojezco)
+Tranquila, no pasa nada, yo tampoco iba atento al frente…
Tiene un acento extraño, está claro que no es español, creo que es británico…Nos miramos mutuamente, sonreímos sin apartar la vista del otro. Sin encontrar ningún pretexto por el que seguir manteniendo una conversación y decepcionada con mi poca capacidad creativa, sigo andando, pero nada más darle la espalda noto que me agarra del brazo:
+Por cierto, soy Harry- dijo con una impresionante sonrisa.
Mi corazón galopaba. Cuando se trataba de chicos no podía actuar con normalidad, y menos aun si el chico frente al que me hallaba había aparecido en mis sueños y me había atraído desde el inicio. Era realmente guapo, incluso más que en mi sueño. Sentí una extraña sensación cuando este me toco, como una pequeña descarga que recorrió el lugar donde me había tocado y se desplazó hasta mi columna. Noté como, de nuevo, enrojecía. ¡Odiaba cuando esto ocurría! Me dejaba sin cartas, puesto que ponía de manifiesto lo nerviosa que me encontraba…
-Hola…encantada…yo soy Miriam- conseguí decir al fin
+ ¿Sabes? Deberías tener más cuidado- dijo agarrando la bolsa de patatas que llevaba en la mano y que casualmente era la última que quedaba
-¿Ah sí? Quizá eres tú el que deberías andar con más cuidado, tienes la misma culpa que yo o incluso más- contesté desafiante intentando atrapar mi bolsa
+ ¡No estires! No vas a conseguir quitármela-dijo burlón
-¿Qué no? No te aconsejo desafiarme
+Mmm creo que ya lo he hecho- dijo guiñándome un ojo
Comencé a intentar quitarle la bolsa. Se estaba convirtiendo en algo imposible, tenía más fuerza que yo. Sin pensármelo ni un segundo comencé a hacerle cosquillas, él se revolvió y dijo “Eso no vale, tramposa” contesté “Ya sabes lo que dicen, en la guerra como en el amor todo vale”. Tras varios forcejeos la bolsa fue la que no pudo aguantar más y se rompió. Nos quedamos mirándonos sin saber muy bien qué hacer.
-¡Mira lo que has hecho!-dije con un tono demasiado elevado que me sorprendió incluso a mí misma
+Te dije que no conseguirías quitármela y no lo has hecho, tú te lo has buscado-dijo burlón
-¿Yo? Serás…
Por el pasillo en el que nos encontrábamos apareció el dueño de la tienda. Nos quedamos mudos y él comenzó a chillarnos. Harry me agarró fuerte de la mano y echó a correr. Mis piernas reaccionaron y siguieron sus movimientos.
-¿Por qué corremos? Tan solo es una bolsa, la puedo pagar yo si tú no quieres
Él continúo su carrera sin contestarme. Después de recorrer varias calles se paró y dijo
+Ya estamos a salvo
No pude reprimir mi risa, que era bastante escandalosa y, a pesar de que él pretendía parecer serio se echó a reír contagiado por el momento y por mis singulares carcajadas.
+Deberías considerarme tu héroe-dijo aun riendo
-Creo que más bien serías el villano. Robar a una pobre chica una bolsa, más tarde romperla y largarte sin pagar…
+Los tiempos cambian y los héroes lo hacen junto a ellos.
-Si tú lo dices…No eres de aquí ¿verdad?-dije consiguiendo que mi cerebro funcionara
+No, ¿acaso se me nota?
-Me temo, amigo, que tu acento te delata- le guiñé un ojo
+Oh, vaya…Jamás adivinarías de dónde soy
-Estoy casi segura de que no me equivoco si digo que eres británico
Su cara era un poema. Estaba claro que lo había acertado, pero él no se lo imaginaba. Se había quedado simplemente mudo. Comencé a reír.
-Te tengo dicho que no me desafíes (sonreí)
+ Creo que no lo volveré a hacer, has acertado de pleno
Continuamos andando y andando sin fijar ningún destino. No parábamos de hablar, la conversación fluía con mucha facilidad. No hablábamos de nada serio, Harry no paraba de hacer y decir tonterías, yo no paraba de reír. Seguimos caminando hasta llegar a un pequeño parque. Multitud de árboles, un río al lado y personas caminando sobre la hierba, intentando respirar ese aire, sentir ese espíritu, que solo te llena si estás en el campo o la montaña. Nos sentamos en la hierba y nos tumbamos mirando al cielo, jugamos a adivinar qué figura tenían las nubes. Parecíamos dos niños pequeños, no paramos de jugar, arrancando la hierba del suelo y lanzándonosla. De repente se levantó y echó a correr hacia unos columpios cercanos “Tonto quien llegue último” dijo. ¿En serio? Jajaja No pensaba echarme a correr como si tuviera 5 años, se supone que esa etapa de mi vida ya había acabado. Sin embargo, mientras pensaba en ello, caí en la cuenta de que mis pies ya habían comenzado a moverse a toda velocidad hacía los columpios, así que abandoné mis pensamientos e intenté batir a Harry.
-Gané- dijo un Harry muy eufórico
+No vale, has hecho trampa, me has pillado por sorpresa…
-Bla, bla, bla… Has perdido reconócelo (volvió a guiñarme un ojo)
+Oh, sí, lo reconozco. No he sido capaz de batir al gran Harry, no estoy a su nivel…- dije en tono irónico
(Rió) Ahora fui yo la que echó a correr diciendo “Esta es la revancha, carrera hasta el tobogán”. Comenzó a correr, iba a pocos metros de mí. Rápidamente me deslice sobre el tobogán, me alcanzó, me envolvió en sus brazos y ambos caímos directos al suelo…menos mal que era césped.
Nos quedamos así, tumbados en el suelo, riendo, sus brazos envolviéndome y yo agarrándolos (ya que antes me había aferrado a ellos para evitar caerme, “experimento” que no funcionó…). Yo le daba la espalda en esa posición así que me volví despacito para poder mirarle a los ojos. Estábamos a pocos centímetros uno del otro. Dios mío, sus ojos, ¿cómo podían ser tan bonitos? Me transmitían una total tranquilidad y, es extraño, normalmente en esas situaciones me ponía muy nerviosa, pero era todo tan especial, tan distinto, me encontraba tan cómoda a su lado…Solo se oían nuestras respiraciones agitadas a causa de la carrera. La suya chocaba contra mis labios, como imagino que la mía hacía sobre los suyos. Estábamos tan cerca, desde aquí podía ver cada pequeño detalle de su rostro como los pequeños granitos sobre su frente, ocultados tras ese alborotado pelo o las pequitas que tenía sobre esos grandes ojos esmeralda. Sus manos sobre mi cintura, las mías agarrando sus brazos, nuestras piernas rozándose, nuestras respiraciones calmándose, nuestros ojos fijos en los del otro. Harry recortó la distancia que nos separaba y me besó. No dudé en responderle, permitiendo que nuestras lenguas comenzaran a bailar, que nos explorásemos poco a poco. Un beso tranquilo, tierno, pausado, inesperado, un beso de encuentro.
Abrí los ojos muy despacio. No sabía cómo reaccionar. De nuevo volvía la Spencer insegura. Cuando abrí los ojos por completo me encontré con los suyos y su gran sonrisa. Fue un momento perfecto. Nos quedamos así durante unos minutos. De repente noté que alguien me miraba, Harry se echó a reír, yo giré la cabeza y vi a un gran pastor alemán encima de mí. Me asusté, sin saber porque, siempre me habían gustado los perros, y comencé a gritar. El perro se asustó y empezó a ladrar e intentó morderme. Nos levantamos rápidamente y llegó el dueño del perro que lo paró y ató con la correa. Estaba abrazada a Harry debido al miedo que se había apoderado de mi cuerpo en cuestión de segundos. El dueño y el perro se alejaron, disculpándose antes el pequeño hombre por la actitud de su mascota.
-Sé que no te puedes resistir a mis encantos pero…
+ ¡Idiota!- le interrumpí separándome de él- tranquilo que no te volveré a tocar- le dije con una mirada asesina
-No te enfades pequeña, era una simple broma
+Picaste- le dije en tono burlón, satisfecha de que mi mirada había generado tal reacción
-Completamente…
+Por cierto, te he ganado-dije con una gran sonrisa en mi cara
Pasamos unos segundos en silencio. Nos habíamos sentado de nuevo en la hierba y la conversación se había quedado vacía. Mi mente volvió a atacar: ni tan siquiera sabes hacer una broma sin hacer que el otro se enfade...tampoco sabes que decir ahora, vamos, despierta y di algo, sabes que este chico vale la pena. Este último comentario salido de mi sarcástica mente me hizo parar en seco y reflexionar sobre ello. Era verdad, valía la pena, no tenía porque desconfiar en él, se había mostrado amable, simpático, cuidadoso, protector…Todo parecía tan perfecto que mi propio subconsciente me llevó a pensar que algo horrible iba a ocurrir. Cuando empezaba a especular sobre qué podría acontecer, sus palabras me devolvieron a la realidad.
-¿Miriam, sigues aquí?
+Oh, sí, perdona (sonreí, pero mis ojos me delataban, mostraban un miedo irracional, mostraban esa preocupación de que algo malo iba a ocurrir)
-Me encantaría saber lo que pasa por tu cabeza…
+Lo mismo digo amigo (volví a sonreír)
De repente y sin ninguna explicación previa, su mirada se oscureció. ¿Qué había hecho o dicho? ¿Por qué siempre lo tenía que fastidiar?…
-Son tantas cosas y no especialmente alegres las que pasan por mi cabeza…
Pero, ¿qué has hecho Spencer? Repetía sin cesar mi subconsciente. El verde de sus ojos que horas antes me había traído tanta tranquilidad, ahora me asustaba. Había pasado de ser un mar tranquilo en el que poderse bañar a convertirse en un mar lleno de tiburones y medusas.
+ ¿Sabes? Me tienes aquí para lo que necesites (le agarré la mano). Sé que me acabas de conocer, pero puedes confiar en mí. No me gusta ver a nadie así. Te has mostrado tan dulce y alegre durante esta tarde…
Spencer, estás empeorando las cosas. ¿No ves que no quiere hablar de ello? Si hubiese querido te lo hubiese contado. Le has puesto en un compromiso. ¿Cómo eres capaz de pedirle que te cuente sus problemas si te acaba de conocer?
-En realidad-comenzó a hablar interrumpiendo de nuevo mis pensamientos, afortunadamente- no soy tal y como me has visto esta tarde. Últimamente nada va como debería. He perdido la ilusión, ya nada me hace sonreír (vaya, parece que tenemos el mismo problema, amigo), hasta…hasta… (Vamos Harry estoy aquí, contigo no tienes nada de qué preocuparte, suéltalo) hasta que has llegado tú. Esta tarde ha sido verdaderamente inolvidable, hacía mucho tiempo que no me sentía así, gracias.
Me quedé en shock, ¿Qué? ¿Realmente esto me estaba ocurriendo a mí? Esto era simplemente imposible, me acababa de conocer, ¿cómo podía decirme aquello? Bueno, en realidad, estaba pasando por una etapa exactamente igual a la mía, con los mismos sentimientos, y pensándolo bien, yo también me sentía realmente contenta, por primera vez desde hace mucho tiempo... Sabía que debía decir algo y aunque me sentía embriagada y extraña por sus palabras, conseguí volver a la realidad.
+Oh, no tienes porque darlas. Si te sirve de consuelo yo nunca me había sentido así, por lo que quien debería dar las gracias soy yo.
-¿A qué te refieres?- preguntó curioso
+Harry, Harry, quieres saber todo demasiado rápido- dije guiñándole un ojo
-Conseguiré que me lo cuentes
Le sonreí. Mientras hablaba, su mirada comenzó a recuperar ese brillo y color. Me abrazó y comenzó a llorar. ¿Por qué? ¿Otra vez la había fastidiado? ¿Pero, qué había dicho ahora? Jamás había visto a un chico llorar, no sabía qué hacer. Respondí a su abrazo, envolviéndole con mis brazos, fuerte, sin dejar correr el aire entre su cuerpo y el mío. Comenzó a contarme su historia. Era verdaderamente sobrecogedora. Su padre les había abandonado hace apenas 3 meses y, tras este hecho, su madre no volvió a ser la misma. Harry la describía como una mujer cariñosa, amable con todo el mundo, con una de esas miradas que decían “estoy aquí pequeño, no tienes de que preocuparte”, pero tras la partida de su padre, se había convertido en una persona completamente diferente, fría, siempre distante y su mirada ahora pedía ayuda. Harry hacía todo lo que estaba en sus manos para ayudar a su madre, pero no era tan fácil, además su trabajo le impedía estar todo el tiempo que él desearía con su madre.
+ Y tú, ¿cómo te sientes?-le pregunté.
Se quedó callado y a los pocos segundos respondió:
-Vaya, nunca me lo había preguntado. He pasado estos tres meses tan centrado en ayudar a mi madre a salir de ese pozo en el que se encuentra…La verdad es que, cuando me enteré de la noticia, comencé a llorar. No estaba en casa así que no vi como le afectó a mi madre en el mismo momento en el que se enteró. Me contaron que mi padre había dejado una nota en la que se despedía de nosotros. Se largó dejando una nota de despedida. ¿Te lo puedes creer? ¿Qué clase de persona hace eso? Ni tan siquiera quise leerla. Actuaba como si no hubiera pasado nada. Si mi madre me contaba alguna novedad sobre mi padre no contestaba. No quería saber nada de él. Le había causado demasiado daño a mi madre. Lo odio, pero lo odio no solo por abandonarnos sino por hacer que una persona tan importante y especial para mí cambiara tan radicalmente. Ella aun tiene esperanzas de que vuelva, pero yo sé que no lo hará. Ni una sola vez le vi regalarle a mi madre flores o sorprenderle sacándola a cenar fuera, cosas tan simples que cualquier marido hace por su mujer en algún momento de su historia de amor…supongo que entre ellos jamás existió esa historia de amor…
Vaya, Harry estaba realmente destrozado. Su padre lo abandonó y su madre se había ido, había desaparecido en algún mundo paralelo. Y vi que era eso lo que especialmente le hacía sufrir. Vi el dolor en esos preciosos ojos, que ahora estaban rojos y llenos de lágrimas. Junto al dolor estaba la ira y la impotencia, la incertidumbre de no saber qué ocurrirá, la preocupación y la desesperación por no saber que más hacer. No quería que pensara más en ello. No podía hacer nada para ayudarlo y sentía una impotente ira.
-Tranquilo Harry, todo irá bien. No quiero que lo pases mal ahora. Quiero hacerte reír como me has hecho reír tú a mí hace apenas unas horas.
Me incliné, le di un fuerte abrazo y nuestros labios se volvieron a encontrar. Fue un beso agridulce, a través de él pude sentir su dolor, pero también su excitación….Bueno, más bien su excitación la pude sentir golpeándome sobre el pecho, ya que me encontraba inclinada sobre él. Paré de besarlo al sentir el pequeño golpe, fue un instinto. Harry al ver mi cara comenzó a reír. Sí, Harry volvió a reír. Su risa me contagió. Me miró fijamente acariciando mi mejilla, “¿Por qué eres tan guapa?” dijo retirándome un mechón de pelo y volviéndome a besar. La risa se apoderó de nuevo de mí al oír esa oración tan cursi “¿Se está riendo de mí?” comentó con una media sonrisa “No tenga usted ninguna duda, no sabía que fueras tan cursi” le contesté agarrado sus pequeños rizos y besándole apasionadamente.
-Oye Miriam-dijo interrumpiendo nuestro beso- ¿a qué hora le dijiste a tus amigas que volverías?
+Mmm, no lo sé, la verdad es que no tuve tiempo de avisarles por culpa de un loco que me obligó a correr de su mano por no pagar una bolsa…-ambos reímos
-¿Sabes? son las 22h-dijo.
+ ¿¡QUÉ!?- chillé levantándome de un salto- mis padres me van a matar.
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AQUÍ TIENEN OTRO CAPÍTULO, SI HAY ALGUNA LECTORA LE AGRADECERÍA QUE SE MANIFESTARA ;)
Miriam Martínez
Re: Keep smiling (Harry Styles y tú)
Hola, nueva lectora, me gusto mucho, síguela pronto, aunque te falta la ficha, no e te olvide, es importante, y si va a estar Zayn y necesitas chica para él avísame! :)
darko.
Re: Keep smiling (Harry Styles y tú)
Gracias por lo de la ficha Laura, ahora mismo la subiré ;) Y muchas gracias por leer y comentar. Hoy no subiré capítulo, pero espero que te guste la continuación de la nove!! Por ahora no necesito a ninguna chica, pero te avisaré si lo hago. :(L):Laura.est escribió:Hola, nueva lectora, me gusto mucho, síguela pronto, aunque te falta la ficha, no e te olvide, es importante, y si va a estar Zayn y necesitas chica para él avísame! :)
Miriam Martínez
Re: Keep smiling (Harry Styles y tú)
CAPÍTULO 3: ¿QUÉ TENDRÁN LOS ASCENSORES?
La tarde había pasado tan rápido, incluso había oscurecido, pero ni tan siquiera me había dado cuenta, ¿cómo no podía haberlo percibido?…Saque el móvil del bolsillo del pantalón. 6 llamadas de mis padres, 2 de mi mejor amiga y 1 mensaje de Cristian. ¿Un mensaje de Cristian? ¿Qué? Llevaba un tiempo queriendo conseguir a ese chico, nada más y nada menos que 1 año, él estaba al corriente de todo, sin embargo cuando creí que estábamos a punto de empezar una relación, me presentó a su nueva novia. Supongo que interpreté mal las señales que me lazó, pero lo peor no fue que tuviera novia, sino que esto hizo que me dejase de hablar y perdiésemos casi por completo la relación. ¿Por qué me llamaba hora?, no me apetecía saber nada de su vida después de haber sido ignorada por él durante más de medio año. Hacía tiempo que no hablábamos, nunca se dejaba ver… Sacudí la cabeza, alejándolo de mis pensamientos, centrándome en la pequeña persona que tenía a mi lado. Oh, era verdaderamente guapo…Vestía con una camisa azul con los dos botones superiores desabrochados, dejando entrever sus pectorales, combinada con una pantaloneta beis y unas munich del color de sus ojos. Tenía un aire desenfadado y veraniego. Oh, sí, ya es verano.
-¿Quién es Cristian?- me preguntó Harry que se había levantado y acercado a mí sigilosamente.
+Nadie importante-contesté y llamé a mis padres para que no se preocuparan diciéndoles que ya iba camino a casa.
Es raro que me pasara esto a mí, una chica sencilla y nada llamativa que no había sido muy afortunada con los hombres… ¿Y ahora qué hago? Ha sido una tarde perfecta, pero he de volver a casa o mis padres se enfadaran, y nadie quisiera eso, menos aun cuando es verano y quedan tantas fiestas a las que acudir…
Íbamos caminando por la calle. Yo iba sumida en mis pensamientos, supongo que al igual que él. Entonces sentí su mano agarrando la mía, y la acepté sin más preámbulos entrelazando nuestros dedos. Se acercó la mano a su boca y me la besó.
-Un placer haberla conocido Señorita…
+ Black-contesté sonriendo
-Pues como decía, ha sido un placer haberla conocido Señorita Black
Sonreí tímidamente sin saber qué decir. Y al examinar su oración en mi cabeza, me sonó a despedida. ¿Por qué había tenido que decir eso? Fruncí el ceño, todo había ido perfecto, pero esa oración sonaba como “Encantado de haberte conocido, pero espero no volver a verte en la vida” o como “Me ha gustado haberte conocido, pero ¿te has visto?, no me llegas ni a la suela del zapato, preciosa”. Le miré de arriba abajo, perfectamente vestido, con un pelo brillante, unos ojos cautivadores y una sonrisa conquistadora, mi subconsciente tenía toda la razón ¿qué soy yo a su lado?
-¿Algún problema?- dijo Harry preocupado, como si hubiera conseguido entrar en mi mente
+Mmmm…
-Spencer, puedes confiar en mí, yo lo he hecho y ahora me siento más relajado
+Nada, simplemente…estaba pensando…que esa oración suena a despedida…
-Ey, ¿es qué ya te has enamorado de mí?- dijo en tono burlón
+ ¿Cómo puedes dudarlo? Desde que me choqué con esta gran barriga cervecera-contesté divertida golpeándole sobre los que parecían unos trabajados abdominales
-¿Ah, sí? Entonces esto se puede interpretar como una invitación a tu casa…-sonrió con un brillo oscuro en sus ojos
+ ¿Quién ha dicho nada de eso? Romperías mi cama- conteste dándole de nuevo unos golpecitos sobre la tripa
-En realidad creo que lo haría, pero no de esa forma- contestó arqueando las cejas y sonriendo
+ Habrá que comprobarlo- dije siguiéndole el juego
Harry me miró intrigado. Ya habíamos entrado al portal de mi casa y nos encontrábamos en el ascensor. Se podía notar cierta tensión, al menos yo la notaba. Había algo que me impulsaba hacía él, algo que me atraía y contra lo que no quise luchar en ese momento. Me acerqué más a él, ya que nos encontrábamos un poco alejados. Vi el atisbo de su sonrisa, mientras yo seguía mi camino. Antes de que llegara donde se encontraba, me agarró por la cintura y me dio un apasionado y salvaje beso que me pilló totalmente por sorpresa y al que me rendí. Nuestros labios estaban en contacto, nuestras lenguas jugaban divertidas y nuestras respiraciones iban poco a poco entrecortándose. Me atrajo aun más a su cuerpo, sin dejar que el aire corriera entre los dos, deslizó sus manos poco a poco por mi cuerpo hasta llegar a mi cintura acercándome aun más a él. Yo agarraba su pelo y le daba pequeños tirones. Tiró de mi pelo para acceder a mi cuello, y comenzó a besarlo y lamerlo a un ritmo lento y suave. Volvió a mis labios y mordió mi labio inferior tirando ligeramente de él. De repente el ascensor se paró, habíamos llegado al 4º.
-Siempre he pensado que algo extraño tenían los ascensores y hoy lo acabo de comprobar- dijo divertido
-No puedo estar más de acuerdo- dije devolviéndole la sonrisa
Pero mi conciencia volvió al ataque, por desgracia. ¿Qué acababa de hacer? Yo no soy así, o al menos eso creía. Podría haber estado cualquier vecina esperando al ascensor y habernos visto, bueno…así...o incluso mis padres. Oh, mis padres. No había caído en la cuenta de que están en casa. Harry no puede entrar. Mis padres pensaran que es mi novio ¿Acaso no lo es? Intervino mi subconsciente. No, no lo es, por lo menos aun no. Bueno, eso da igual ahora mismo. ¿Qué hago? Yo no quería que ningún chico entrara en mi casa hasta no saber que era el indicado, con el que me iba a casar, y porque no habría más remedio y mis padres debería conocerlo antes de ello…Además mis padres son demasiado tradicionales…Y ahora cómo le digo a Harry que se vaya... ¡En qué lío te has metido Spencer!
-Speeenceer, vuelve a la Tierra, ¿vas a abrir la puerta?-dijo mientras agitaba su mano sobre el aire en frente de mis ojos
+Esto, Harry…
-Sí, Spencer, yo también me quedaría así…pero no creo que a tus padres les haría mucha gracia…-sonrió
Seguíamos en el ascensor, me tenía agarrada por la cintura, apoyaba su frente sobre la pared y su barbilla sobre mi hombro, aspirando mi perfume. Yo también apoyaba mi cabeza sobre su hombro e inhalaba su perfumen, era una mezcla de “One million” con su olor personal...mmm…Mis manos se encontraban aun en su pelo, aunque mis dedos ya no estiraban de él.
-Harry creo que te deberías ir…-dije separándome de él, con una mirada apenada.
+ ¿Cómo?- dijo él con sorpresa, frunciendo el ceño, separándose de mí instintivamente
La tarde había pasado tan rápido, incluso había oscurecido, pero ni tan siquiera me había dado cuenta, ¿cómo no podía haberlo percibido?…Saque el móvil del bolsillo del pantalón. 6 llamadas de mis padres, 2 de mi mejor amiga y 1 mensaje de Cristian. ¿Un mensaje de Cristian? ¿Qué? Llevaba un tiempo queriendo conseguir a ese chico, nada más y nada menos que 1 año, él estaba al corriente de todo, sin embargo cuando creí que estábamos a punto de empezar una relación, me presentó a su nueva novia. Supongo que interpreté mal las señales que me lazó, pero lo peor no fue que tuviera novia, sino que esto hizo que me dejase de hablar y perdiésemos casi por completo la relación. ¿Por qué me llamaba hora?, no me apetecía saber nada de su vida después de haber sido ignorada por él durante más de medio año. Hacía tiempo que no hablábamos, nunca se dejaba ver… Sacudí la cabeza, alejándolo de mis pensamientos, centrándome en la pequeña persona que tenía a mi lado. Oh, era verdaderamente guapo…Vestía con una camisa azul con los dos botones superiores desabrochados, dejando entrever sus pectorales, combinada con una pantaloneta beis y unas munich del color de sus ojos. Tenía un aire desenfadado y veraniego. Oh, sí, ya es verano.
-¿Quién es Cristian?- me preguntó Harry que se había levantado y acercado a mí sigilosamente.
+Nadie importante-contesté y llamé a mis padres para que no se preocuparan diciéndoles que ya iba camino a casa.
Es raro que me pasara esto a mí, una chica sencilla y nada llamativa que no había sido muy afortunada con los hombres… ¿Y ahora qué hago? Ha sido una tarde perfecta, pero he de volver a casa o mis padres se enfadaran, y nadie quisiera eso, menos aun cuando es verano y quedan tantas fiestas a las que acudir…
Íbamos caminando por la calle. Yo iba sumida en mis pensamientos, supongo que al igual que él. Entonces sentí su mano agarrando la mía, y la acepté sin más preámbulos entrelazando nuestros dedos. Se acercó la mano a su boca y me la besó.
-Un placer haberla conocido Señorita…
+ Black-contesté sonriendo
-Pues como decía, ha sido un placer haberla conocido Señorita Black
Sonreí tímidamente sin saber qué decir. Y al examinar su oración en mi cabeza, me sonó a despedida. ¿Por qué había tenido que decir eso? Fruncí el ceño, todo había ido perfecto, pero esa oración sonaba como “Encantado de haberte conocido, pero espero no volver a verte en la vida” o como “Me ha gustado haberte conocido, pero ¿te has visto?, no me llegas ni a la suela del zapato, preciosa”. Le miré de arriba abajo, perfectamente vestido, con un pelo brillante, unos ojos cautivadores y una sonrisa conquistadora, mi subconsciente tenía toda la razón ¿qué soy yo a su lado?
-¿Algún problema?- dijo Harry preocupado, como si hubiera conseguido entrar en mi mente
+Mmmm…
-Spencer, puedes confiar en mí, yo lo he hecho y ahora me siento más relajado
+Nada, simplemente…estaba pensando…que esa oración suena a despedida…
-Ey, ¿es qué ya te has enamorado de mí?- dijo en tono burlón
+ ¿Cómo puedes dudarlo? Desde que me choqué con esta gran barriga cervecera-contesté divertida golpeándole sobre los que parecían unos trabajados abdominales
-¿Ah, sí? Entonces esto se puede interpretar como una invitación a tu casa…-sonrió con un brillo oscuro en sus ojos
+ ¿Quién ha dicho nada de eso? Romperías mi cama- conteste dándole de nuevo unos golpecitos sobre la tripa
-En realidad creo que lo haría, pero no de esa forma- contestó arqueando las cejas y sonriendo
+ Habrá que comprobarlo- dije siguiéndole el juego
Harry me miró intrigado. Ya habíamos entrado al portal de mi casa y nos encontrábamos en el ascensor. Se podía notar cierta tensión, al menos yo la notaba. Había algo que me impulsaba hacía él, algo que me atraía y contra lo que no quise luchar en ese momento. Me acerqué más a él, ya que nos encontrábamos un poco alejados. Vi el atisbo de su sonrisa, mientras yo seguía mi camino. Antes de que llegara donde se encontraba, me agarró por la cintura y me dio un apasionado y salvaje beso que me pilló totalmente por sorpresa y al que me rendí. Nuestros labios estaban en contacto, nuestras lenguas jugaban divertidas y nuestras respiraciones iban poco a poco entrecortándose. Me atrajo aun más a su cuerpo, sin dejar que el aire corriera entre los dos, deslizó sus manos poco a poco por mi cuerpo hasta llegar a mi cintura acercándome aun más a él. Yo agarraba su pelo y le daba pequeños tirones. Tiró de mi pelo para acceder a mi cuello, y comenzó a besarlo y lamerlo a un ritmo lento y suave. Volvió a mis labios y mordió mi labio inferior tirando ligeramente de él. De repente el ascensor se paró, habíamos llegado al 4º.
-Siempre he pensado que algo extraño tenían los ascensores y hoy lo acabo de comprobar- dijo divertido
-No puedo estar más de acuerdo- dije devolviéndole la sonrisa
Pero mi conciencia volvió al ataque, por desgracia. ¿Qué acababa de hacer? Yo no soy así, o al menos eso creía. Podría haber estado cualquier vecina esperando al ascensor y habernos visto, bueno…así...o incluso mis padres. Oh, mis padres. No había caído en la cuenta de que están en casa. Harry no puede entrar. Mis padres pensaran que es mi novio ¿Acaso no lo es? Intervino mi subconsciente. No, no lo es, por lo menos aun no. Bueno, eso da igual ahora mismo. ¿Qué hago? Yo no quería que ningún chico entrara en mi casa hasta no saber que era el indicado, con el que me iba a casar, y porque no habría más remedio y mis padres debería conocerlo antes de ello…Además mis padres son demasiado tradicionales…Y ahora cómo le digo a Harry que se vaya... ¡En qué lío te has metido Spencer!
-Speeenceer, vuelve a la Tierra, ¿vas a abrir la puerta?-dijo mientras agitaba su mano sobre el aire en frente de mis ojos
+Esto, Harry…
-Sí, Spencer, yo también me quedaría así…pero no creo que a tus padres les haría mucha gracia…-sonrió
Seguíamos en el ascensor, me tenía agarrada por la cintura, apoyaba su frente sobre la pared y su barbilla sobre mi hombro, aspirando mi perfume. Yo también apoyaba mi cabeza sobre su hombro e inhalaba su perfumen, era una mezcla de “One million” con su olor personal...mmm…Mis manos se encontraban aun en su pelo, aunque mis dedos ya no estiraban de él.
-Harry creo que te deberías ir…-dije separándome de él, con una mirada apenada.
+ ¿Cómo?- dijo él con sorpresa, frunciendo el ceño, separándose de mí instintivamente
Miriam Martínez
Re: Keep smiling (Harry Styles y tú)
Si alguna tiene dudas sobre cuales son las deportivas Munich con las que va vestido Harry, que busque en google imágenes y verá cómo son. En el color de sus ojos, por supuesto, no hay ninguna creada o por lo menos yo no he visto ninguna hasta el momento. Les pondría una imagen, pero no me deja añadir hipervínculos hasta pasados 7 días :roll: Se ha quedado más corto de lo que esperaba...Más tarde subiré otro! :) Besos lindas!
Miriam Martínez
Re: Keep smiling (Harry Styles y tú)
CAPÍTULO 4: ¿Despedida?
+ ¿Cómo?- dijo él con sorpresa, frunciendo el ceño, separándose de mí instintivamente
-Es que…mis padres…-no sabía cómo explicarle mi situación. Seguro que los padres de otras chicas de mi edad dejarían entrar a miles de chicos a sus casas, pero mis padres eran diferentes, demasiado sobreprotectores y muy muy tradicionales, de esos que creían en la virginidad hasta el matrimonio
+ ¿Y bien Miriam? Creo que te está costando demasiado elaborar tu excusa para que sea creíble…Si simplemente no me quieres invitar dímelo- dijo con tono de reproche
-Vamos Harry, no es eso, es que mis padres son demasiado tradicionales, de esos que…que creen en la virginidad hasta el matrimonio- dije con una media sonrisa
Harry se echó a reír, para mi asombro. ¿Por qué reía? A mí me resultaba realmente difícil explicar este tipo de cosas, no es que yo creyera lo mismo que mis padres, pero yo los quería mucho y me estaba pareciendo que Harry se estaba riendo de ellos y en menor medida de mí…por eso nunca les contaba estas cosas a la gente…
-¿Se puede saber de qué te ríes?- pregunté sin ningún atisbo de alegría en mi cara
+ ¿En serio pretendes que me crea eso Spencer?-dijo aun sonriendo- ya nadie es así, nadie cree en eso, estamos en el siglo XXI por favor…
-Pues mis padres sí que lo hacen ¿vale?, así que al menos podrías respetarlo- dije alterada
+ Spencer, yo lo respeto, simplemente no creo en ello- dijo subiendo los hombros, restando importancia al asunto- ¿acaso tú lo haces?
-Eso es privado- dije cortante
+ ¿Spencer? ¿Qué haces aquí?- dijo una voz desde la puerta de mi casa, que se acababa de abrir
¡Mierda! Esto no podía ir mejor. Mi padre ya ha visto a Harry, perfecto, creo que no volveré a ver la luz del día hasta dentro de cien años... Sé que puede sonar exagerado, pero mis padres realmente era MUY sobreprotectores, no quiero sonar repetitiva, pero es la verdad. Una vez mi padre vio a una de mis hermanas agarrada de la mano con un chico por la calle, se limitó a saludarles y mi hermana se lo presentó como su novio. Mi padre actuó de una forma muy amigable, pero al llegar a casa le dijo a mi hermana que su horario nuevo serían las 2am y no las 4am que era la hora a la que solía volver. Mi hermana se quedó petrificada por su reacción, ya que anteriormente parecía que el chico le había caído bien, y realmente le cayó bien, pero mi padre no se fiaba, no quería que nadie nos hiciera daño y también estaba el pequeño detalle de que no quería que perdiéramos la virginidad hasta el matrimonio…Por eso me había jurado a mí misma que no traería a ningún chico a casa hasta que estuviera completamente segura de que sería “el elegido”. Pero ahora mi padre había visto a Harry. ¿Qué se suponía que debía hacer?
-Hola papi- dije para quitar la tensión existente y para conseguir convencerlo de que Harry se quedara, no podía hacer otra cosa, ya nos había visto, así que supongo que habría que sacarle algo bueno a la situación- este es mi amigo Harry- dije señalándole, mi padre se acercó y le estrechó la mano
+Un placer muchacho
-El placer es mío- contestó Harry educadamente
+ ¿Quieres quedarte a cenar?- dijo mi padre, yo simplemente me quedé asombrada, ¿mi padre estaba invitándole a cenar? Esto no podía ser bueno, seguro que mañana me esperaba un castigo…- mi mujer ha hecho demasiada comida, estamos acostumbrados a estar muchos en casa, pero hoy solo estamos Spencer, su hermano y nosotros dos (refiriéndose a él y a mi madre)
-Sería un verdadero placer- dijo sonriente
¡Oh no! Yo era pésima en disimular mis nervios y mi incomodidad, creo que me espera una laaargaa cena. Mi padre entró el primero en casa anunciando que traía compañía, seguido de él entré yo sin mirar a Harry, aun molesta por su actitud de hace unos minutos…
+ Hey- dijo agarrándome del brazo mientras caminábamos por el pasillo rumbo a la cocina- no quiero que pienses que me estaba riendo de tu familia, ni de sus creencias. Cada uno cree en lo que cree, me parece una postura interesante la que han tomado tus padres, pero he de admitir que me gusta más cómo piensas tú- dijo burlón
-Ni tan siquiera sabes lo que pienso yo y ya sé por dónde vas, simplemente ni lo sueñes…- dije intentando sonar lo más seria posible, cosa que no funcionó cuando vi su cara aterrada, ya que comencé a reír sin poder reprimirme
Finalmente llegamos a la cocina, allí se encontraba mi madre terminando los últimos detalles de la cena.
-Hola mamá, este es Harry, un amigo, es nuevo en la ciudad y no quería cenar solo, estaba echándolo de casa, pero entonces papá le invitó a cenar- dije mirando a Harry con una sonrisa
+Encantada de conocerte Harry, espero que te guste comer, porque sino comeremos sobras hasta la semana que viene- dijo mi madre bromeando, o por lo menos eso esperaba yo, no quería comer sobras ni tan siquiera al día siguiente
-Igualmente, me encanta la comida y seguro que más proviniendo de usted, no tengo ninguna duda de que estará todo riquísimo
Mi madre sonrío agradecida ya que estaba cansada de que nos quejáramos de su comida. La verdad es que cocinaba muy bien, pero odiaba esos purés de verdura que hacía.
+La cena estará lista en unos minutos, mientras le puedes enseñar la casa- dijo mi madre mirándome con ojos inquisitivos, lo que provocó que yo me incomodara. No quería que pensara que Harry era mi novio, sino nunca dejaría de hacerme bromas con este hecho.
-Vale mamá, avisa cuando todo esté listo
Me giré y anduve por el pasillo con Harry a mis espaldas. Le guié por el piso enseñándole todas y cada una de las habitaciones, incluidos los dos baños. Era un piso normal, con 5 habitaciones, un cuarto de estar, dos baños y una cocina.
-Vaya, este piso es muy grande para los pocos que sois- dijo Harry mientras nos dirigíamos al cuarto de mi hermanito pequeño, Javier
+ No es tan grande como crees si te digo que somos 8 hermanos- dije riendo
- ¿¡OCHO!? ¿A qué años se casaron tus padres?- dijo Harry acordándose de las creencias de mis padres con respecto a la virginidad
+ Mi madre tenía 21 y mi padre 23, pero en esos tiempos era normal casarse pronto, además aquí ya solo vivimos 4
-En eso tienes razón, mi madre tenía 22- dijo con la mirada perdida. No, no podía dejar que volviera el Harry triste. Llegamos a la puerta de mi hermanito, Javier.
+Enano, te traigo una sorpresa- dije con una sonrisa ya que sabía que a mi hermano le encantaban los chicos mayores, eran como sus ídolos, supongo que como los de todos los niños.
-¡Hola!- dijo Harry animado desde la puerta llegando hasta mi hermano y revolviéndole el pelo
+ Hola, ¿cómo te llamas?- preguntó mi hermano, era realmente un cotilla, también imagino que como todo niño
-Yo soy Harry, ¿y tú?
+ Me llamo Javier, pero me gusta más Javi, aunque a mi mamá no. ¿Quieres jugar a la wii hasta la hora de cenar?- preguntó mi hermano ilusionado. Yo era la hermana más cercana a él en edad y aun así le pasaba ocho años, por lo que a veces no tenía a nadie con el que jugar porque yo andaba estudiando o saliendo de fiesta con mis amigas.
-Claro- dijo Harry entusiasmado- ¿Spencer te apuntas?
+Como me podría negar…Aunque os aviso de que perderéis- dije riendo
Salieron de la habitación delante de mí y oí como mi hermano le decía a Harry en susurros que yo siempre decía eso, pero que al final siempre perdía.
Reí al oírle decir eso, realmente tenía razón…Nos dirigimos al salón y empezaron a jugar a la Wii. Estaban jugando al tenis y mi hermano ganaba, pero claramente Harry se estaba dejando vencer.
-Vamos Harry, no le engañes y juega bien- sonreí
Él clavo sus ojos en mí. ¡Malditos ojos! Este chico me estaba empezando a gustar y no había pasado si quiera un día junto a él.
+ No me estoy dejando, tú hermano es realmente bueno- dijo mientras hacía un movimiento extraño “intentando” darle a la pelota, mirándome con cara infantil e inocente.
Claramente se estaba dejando ganar, y extrañamente eso me pareció tierno por su parte, parecía que al menos con mi hermano se llevaba bien.
-¡Chicos a cenar!- gritó mi madre desde la cocina
+Oh perfecto, no me ha dado tiempo de jugar, sois unos acaparadores- dije poniendo cara triste
-Tranquila tata, así te ahorras el ridículo- dijo mi hermano mientras se iba corriendo hacia la cocina
Será… ¿Cómo podía ser tan ingenioso con tan solo 10 años? Está empezando a crecer, eso no me gusta, me gusta que sea pequeñito y me dé mimitos cuando se lo pido. Sé que cuando crezca no habrá nada de eso, por desgracia, pero todos debemos crecer. Sentí unos brazos rodeando mi cintura, sacándome de mis pensamientos, ahí estaba Harry una vez más. Apoyó su mentón en mi cabeza y me abrazó con fuerza. Levanté mi cabeza para besarlo, pero me di cuenta de que estábamos a punto de llegar a la cocina, así que me separé de él de inmediato y él me puso cara de cachorrito. Entré en la cocina riendo, haciendo caso omiso de sus quejas.
La cena fue bastante bien para como la esperaba. Harry se mostró amable en todo tiempo, no paraba de dedicar piropos a mi madre acerca de la comida, con mi padre hablaba de fútbol y con Javier no paraba de bromear. Yo me limitaba a intentar mostrarme tranquila y cómoda cuando me sentía completamente nerviosa y con ganas de que esta tortura terminara. Javier le hizo varias preguntas, era muy curioso, pero una llamo la atención de mi familia.
-Y, ¿de dónde eres? Porque cuando hablas no pareces español
+ Eso es porque no lo soy- dijo Harry dándole un golpecito en la nariz- Soy británico- al decir esto me miro riendo, recordando como yo había adivinado a la primera de dónde procedía
-¿Y qué te trae por aquí?- preguntó mi madre extrañada, ya que nadie extranjero vendría a una ciudad tan pequeña como esta, tan solo tenía 25000 habitantes.
+ Simplemente estoy de paso, necesitaba relajarme, cambiar de aires, aunque mañana me tengo que marchar
¿Qué? ¿Había oído bien? ¿Qué mañana se va? ¿Por qué no me ha dicho esto antes? Quizás porque ni siquiera le preguntaste qué hacía aquí, inquirió mi conciencia. Es verdad, ni tan siquiera le había preguntado. Mierda Miriam. Estaba claro que esto parecía demasiado perfecto para ser real. Miré sorprendida a Harry cuando soltó esa bomba, estaba sentado a mi lado y noté como su mano se deslizó hacía mi rodilla, supongo que intentando calmarme.
-Vaya, eso es extraño, un viaje de tan solo un día a un lugar tan lejano- dijo mi padre sorprendido
Harry simplemente sacudió los hombros, restándole importancia. Pero mi padre tenía razón, ¿un viaje de tan solo un día para relajarse a un lugar tan lejano? Era muy extraño…
Me levanté enseguida cuando todos terminamos la cena y empecé a recoger los platos, al poco rato Harry se me unió. Pff, no me apetecía nada que esta noche durmiera en mi casa, no quería que mis padres lo conocieran, ¿cómo podía no haberme dicho nada sobre que mañana se iba? Al terminar de recoger, fui directa a mi habitación, quería relajarme, olvidarme de Harry, mañana se iba, mañana, ¿por qué? ¿Por qué un viaje de un día a un lugar tan lejano? Realmente no llegaba a comprender nada…La frase que hace apenas unas horas había salido de su definidos labios me vino a la cabeza “Encantado de haberla conocido, señorita Black” Inconscientemente sabía que eso era una despedida y acerté de pleno, desearía no haberlo hecho. Cerré la puerta tras haber entrado a la habitación, pero antes de que lo hiciera Harry entró rápidamente.
-Spencer, ¿y mi habitación? ¿O es que acaso tus padres van a permitirme dormir en la misma que la de su querida y virgen hijita?
Tenía ganas de matarlo, no me había comentado nada sobre su vuelta a Inglaterra y ahora ¿me preguntaba por su habitación en vez de aclararme todo esto? Está claro que Harry no era como yo pensaba, esta tarde había sido dulce, cariñoso, simpático y me había hecho reír. Y en cambio ahora se estaba comportando de un modo infantil y ¿acaso se estaba riendo de nuevo de mi familia y sus creencias sobre la virginidad?
+Lo siento, cariño- dije sarcásticamente marcando esta última palabra- tu habitación es esa de enfrente, creo que puedes llegar solo sin necesidad de que te acompañe ¿cierto? ¿O tienes demasiado miedo?
Se acercó peligrosamente hacia mí, cerrando la puerta de la habitación con el pie. Me envolvió en sus brazos
-Lo siento Spencer, siento no haberte dicho nada sobre lo de mañana. Es que…
¿Es que este chico era bipolar? Tan pronto estaba burlándose de mi “virginidad” como pidiéndome perdón…Oh Dios, dónde me había metido…
+ ¿Es que qué Harry?- dije aun enfadada – no tienes escusa…
-Es que estaba tan agusto esta tarde, lo estábamos pasando tan bien, y tú estabas tan contenta, no te quería preocupar
+ ¿Y crees que ha sido una buena decisión? Para que no se te olvide, si es que en algún momento vuelves, ODIO las mentiras, las odio, me da igual que sean utilizadas para protegerme, siempre prefiero la verdad.
-Está bien, entiendo tu enfado, yo estaría igual o peor, pero no he encontrado el momento, perdóname…
+Como te he dicho, enfrente está tu habitación
Me volví, dándole la espalda, sabía que si miraba esos ojos verdes de nuevo, no podría mantenerme firme en mi decisión. Estaba harta de que me mintieran. Una mentira nunca puede significar algo bueno, porque siempre se acaba descubriendo y al final es peor.
-Si necesitas algo, ya sabes dónde estoy-dijo mientras salía de mi habitación
Necesitaba una ducha, necesitaba pensar. Había sido un día tan largo, habían ocurrido tantas cosas en él. Por fin había terminado las clases, había empezado el verano y había conocido a Harry. Un chico que al principio se había mostrado simpático, amable, burlón e incluso me había confesado la mala situación por la que estaba pasando; pero durante la cena había explotado la gran bomba. Mañana se iba, mañana. Seguía sin podérmelo creer. ¿Para qué había realizado este viaje? ¿Tan solo para relajarse? Seguía sin entender nada, era demasiado extraño. Por no hablar de que Harry parecía ser más complicado de lo que creía, parecía que escondía una doble personalidad.
+ ¿Cómo?- dijo él con sorpresa, frunciendo el ceño, separándose de mí instintivamente
-Es que…mis padres…-no sabía cómo explicarle mi situación. Seguro que los padres de otras chicas de mi edad dejarían entrar a miles de chicos a sus casas, pero mis padres eran diferentes, demasiado sobreprotectores y muy muy tradicionales, de esos que creían en la virginidad hasta el matrimonio
+ ¿Y bien Miriam? Creo que te está costando demasiado elaborar tu excusa para que sea creíble…Si simplemente no me quieres invitar dímelo- dijo con tono de reproche
-Vamos Harry, no es eso, es que mis padres son demasiado tradicionales, de esos que…que creen en la virginidad hasta el matrimonio- dije con una media sonrisa
Harry se echó a reír, para mi asombro. ¿Por qué reía? A mí me resultaba realmente difícil explicar este tipo de cosas, no es que yo creyera lo mismo que mis padres, pero yo los quería mucho y me estaba pareciendo que Harry se estaba riendo de ellos y en menor medida de mí…por eso nunca les contaba estas cosas a la gente…
-¿Se puede saber de qué te ríes?- pregunté sin ningún atisbo de alegría en mi cara
+ ¿En serio pretendes que me crea eso Spencer?-dijo aun sonriendo- ya nadie es así, nadie cree en eso, estamos en el siglo XXI por favor…
-Pues mis padres sí que lo hacen ¿vale?, así que al menos podrías respetarlo- dije alterada
+ Spencer, yo lo respeto, simplemente no creo en ello- dijo subiendo los hombros, restando importancia al asunto- ¿acaso tú lo haces?
-Eso es privado- dije cortante
+ ¿Spencer? ¿Qué haces aquí?- dijo una voz desde la puerta de mi casa, que se acababa de abrir
¡Mierda! Esto no podía ir mejor. Mi padre ya ha visto a Harry, perfecto, creo que no volveré a ver la luz del día hasta dentro de cien años... Sé que puede sonar exagerado, pero mis padres realmente era MUY sobreprotectores, no quiero sonar repetitiva, pero es la verdad. Una vez mi padre vio a una de mis hermanas agarrada de la mano con un chico por la calle, se limitó a saludarles y mi hermana se lo presentó como su novio. Mi padre actuó de una forma muy amigable, pero al llegar a casa le dijo a mi hermana que su horario nuevo serían las 2am y no las 4am que era la hora a la que solía volver. Mi hermana se quedó petrificada por su reacción, ya que anteriormente parecía que el chico le había caído bien, y realmente le cayó bien, pero mi padre no se fiaba, no quería que nadie nos hiciera daño y también estaba el pequeño detalle de que no quería que perdiéramos la virginidad hasta el matrimonio…Por eso me había jurado a mí misma que no traería a ningún chico a casa hasta que estuviera completamente segura de que sería “el elegido”. Pero ahora mi padre había visto a Harry. ¿Qué se suponía que debía hacer?
-Hola papi- dije para quitar la tensión existente y para conseguir convencerlo de que Harry se quedara, no podía hacer otra cosa, ya nos había visto, así que supongo que habría que sacarle algo bueno a la situación- este es mi amigo Harry- dije señalándole, mi padre se acercó y le estrechó la mano
+Un placer muchacho
-El placer es mío- contestó Harry educadamente
+ ¿Quieres quedarte a cenar?- dijo mi padre, yo simplemente me quedé asombrada, ¿mi padre estaba invitándole a cenar? Esto no podía ser bueno, seguro que mañana me esperaba un castigo…- mi mujer ha hecho demasiada comida, estamos acostumbrados a estar muchos en casa, pero hoy solo estamos Spencer, su hermano y nosotros dos (refiriéndose a él y a mi madre)
-Sería un verdadero placer- dijo sonriente
¡Oh no! Yo era pésima en disimular mis nervios y mi incomodidad, creo que me espera una laaargaa cena. Mi padre entró el primero en casa anunciando que traía compañía, seguido de él entré yo sin mirar a Harry, aun molesta por su actitud de hace unos minutos…
+ Hey- dijo agarrándome del brazo mientras caminábamos por el pasillo rumbo a la cocina- no quiero que pienses que me estaba riendo de tu familia, ni de sus creencias. Cada uno cree en lo que cree, me parece una postura interesante la que han tomado tus padres, pero he de admitir que me gusta más cómo piensas tú- dijo burlón
-Ni tan siquiera sabes lo que pienso yo y ya sé por dónde vas, simplemente ni lo sueñes…- dije intentando sonar lo más seria posible, cosa que no funcionó cuando vi su cara aterrada, ya que comencé a reír sin poder reprimirme
Finalmente llegamos a la cocina, allí se encontraba mi madre terminando los últimos detalles de la cena.
-Hola mamá, este es Harry, un amigo, es nuevo en la ciudad y no quería cenar solo, estaba echándolo de casa, pero entonces papá le invitó a cenar- dije mirando a Harry con una sonrisa
+Encantada de conocerte Harry, espero que te guste comer, porque sino comeremos sobras hasta la semana que viene- dijo mi madre bromeando, o por lo menos eso esperaba yo, no quería comer sobras ni tan siquiera al día siguiente
-Igualmente, me encanta la comida y seguro que más proviniendo de usted, no tengo ninguna duda de que estará todo riquísimo
Mi madre sonrío agradecida ya que estaba cansada de que nos quejáramos de su comida. La verdad es que cocinaba muy bien, pero odiaba esos purés de verdura que hacía.
+La cena estará lista en unos minutos, mientras le puedes enseñar la casa- dijo mi madre mirándome con ojos inquisitivos, lo que provocó que yo me incomodara. No quería que pensara que Harry era mi novio, sino nunca dejaría de hacerme bromas con este hecho.
-Vale mamá, avisa cuando todo esté listo
Me giré y anduve por el pasillo con Harry a mis espaldas. Le guié por el piso enseñándole todas y cada una de las habitaciones, incluidos los dos baños. Era un piso normal, con 5 habitaciones, un cuarto de estar, dos baños y una cocina.
-Vaya, este piso es muy grande para los pocos que sois- dijo Harry mientras nos dirigíamos al cuarto de mi hermanito pequeño, Javier
+ No es tan grande como crees si te digo que somos 8 hermanos- dije riendo
- ¿¡OCHO!? ¿A qué años se casaron tus padres?- dijo Harry acordándose de las creencias de mis padres con respecto a la virginidad
+ Mi madre tenía 21 y mi padre 23, pero en esos tiempos era normal casarse pronto, además aquí ya solo vivimos 4
-En eso tienes razón, mi madre tenía 22- dijo con la mirada perdida. No, no podía dejar que volviera el Harry triste. Llegamos a la puerta de mi hermanito, Javier.
+Enano, te traigo una sorpresa- dije con una sonrisa ya que sabía que a mi hermano le encantaban los chicos mayores, eran como sus ídolos, supongo que como los de todos los niños.
-¡Hola!- dijo Harry animado desde la puerta llegando hasta mi hermano y revolviéndole el pelo
+ Hola, ¿cómo te llamas?- preguntó mi hermano, era realmente un cotilla, también imagino que como todo niño
-Yo soy Harry, ¿y tú?
+ Me llamo Javier, pero me gusta más Javi, aunque a mi mamá no. ¿Quieres jugar a la wii hasta la hora de cenar?- preguntó mi hermano ilusionado. Yo era la hermana más cercana a él en edad y aun así le pasaba ocho años, por lo que a veces no tenía a nadie con el que jugar porque yo andaba estudiando o saliendo de fiesta con mis amigas.
-Claro- dijo Harry entusiasmado- ¿Spencer te apuntas?
+Como me podría negar…Aunque os aviso de que perderéis- dije riendo
Salieron de la habitación delante de mí y oí como mi hermano le decía a Harry en susurros que yo siempre decía eso, pero que al final siempre perdía.
Reí al oírle decir eso, realmente tenía razón…Nos dirigimos al salón y empezaron a jugar a la Wii. Estaban jugando al tenis y mi hermano ganaba, pero claramente Harry se estaba dejando vencer.
-Vamos Harry, no le engañes y juega bien- sonreí
Él clavo sus ojos en mí. ¡Malditos ojos! Este chico me estaba empezando a gustar y no había pasado si quiera un día junto a él.
+ No me estoy dejando, tú hermano es realmente bueno- dijo mientras hacía un movimiento extraño “intentando” darle a la pelota, mirándome con cara infantil e inocente.
Claramente se estaba dejando ganar, y extrañamente eso me pareció tierno por su parte, parecía que al menos con mi hermano se llevaba bien.
-¡Chicos a cenar!- gritó mi madre desde la cocina
+Oh perfecto, no me ha dado tiempo de jugar, sois unos acaparadores- dije poniendo cara triste
-Tranquila tata, así te ahorras el ridículo- dijo mi hermano mientras se iba corriendo hacia la cocina
Será… ¿Cómo podía ser tan ingenioso con tan solo 10 años? Está empezando a crecer, eso no me gusta, me gusta que sea pequeñito y me dé mimitos cuando se lo pido. Sé que cuando crezca no habrá nada de eso, por desgracia, pero todos debemos crecer. Sentí unos brazos rodeando mi cintura, sacándome de mis pensamientos, ahí estaba Harry una vez más. Apoyó su mentón en mi cabeza y me abrazó con fuerza. Levanté mi cabeza para besarlo, pero me di cuenta de que estábamos a punto de llegar a la cocina, así que me separé de él de inmediato y él me puso cara de cachorrito. Entré en la cocina riendo, haciendo caso omiso de sus quejas.
La cena fue bastante bien para como la esperaba. Harry se mostró amable en todo tiempo, no paraba de dedicar piropos a mi madre acerca de la comida, con mi padre hablaba de fútbol y con Javier no paraba de bromear. Yo me limitaba a intentar mostrarme tranquila y cómoda cuando me sentía completamente nerviosa y con ganas de que esta tortura terminara. Javier le hizo varias preguntas, era muy curioso, pero una llamo la atención de mi familia.
-Y, ¿de dónde eres? Porque cuando hablas no pareces español
+ Eso es porque no lo soy- dijo Harry dándole un golpecito en la nariz- Soy británico- al decir esto me miro riendo, recordando como yo había adivinado a la primera de dónde procedía
-¿Y qué te trae por aquí?- preguntó mi madre extrañada, ya que nadie extranjero vendría a una ciudad tan pequeña como esta, tan solo tenía 25000 habitantes.
+ Simplemente estoy de paso, necesitaba relajarme, cambiar de aires, aunque mañana me tengo que marchar
¿Qué? ¿Había oído bien? ¿Qué mañana se va? ¿Por qué no me ha dicho esto antes? Quizás porque ni siquiera le preguntaste qué hacía aquí, inquirió mi conciencia. Es verdad, ni tan siquiera le había preguntado. Mierda Miriam. Estaba claro que esto parecía demasiado perfecto para ser real. Miré sorprendida a Harry cuando soltó esa bomba, estaba sentado a mi lado y noté como su mano se deslizó hacía mi rodilla, supongo que intentando calmarme.
-Vaya, eso es extraño, un viaje de tan solo un día a un lugar tan lejano- dijo mi padre sorprendido
Harry simplemente sacudió los hombros, restándole importancia. Pero mi padre tenía razón, ¿un viaje de tan solo un día para relajarse a un lugar tan lejano? Era muy extraño…
Me levanté enseguida cuando todos terminamos la cena y empecé a recoger los platos, al poco rato Harry se me unió. Pff, no me apetecía nada que esta noche durmiera en mi casa, no quería que mis padres lo conocieran, ¿cómo podía no haberme dicho nada sobre que mañana se iba? Al terminar de recoger, fui directa a mi habitación, quería relajarme, olvidarme de Harry, mañana se iba, mañana, ¿por qué? ¿Por qué un viaje de un día a un lugar tan lejano? Realmente no llegaba a comprender nada…La frase que hace apenas unas horas había salido de su definidos labios me vino a la cabeza “Encantado de haberla conocido, señorita Black” Inconscientemente sabía que eso era una despedida y acerté de pleno, desearía no haberlo hecho. Cerré la puerta tras haber entrado a la habitación, pero antes de que lo hiciera Harry entró rápidamente.
-Spencer, ¿y mi habitación? ¿O es que acaso tus padres van a permitirme dormir en la misma que la de su querida y virgen hijita?
Tenía ganas de matarlo, no me había comentado nada sobre su vuelta a Inglaterra y ahora ¿me preguntaba por su habitación en vez de aclararme todo esto? Está claro que Harry no era como yo pensaba, esta tarde había sido dulce, cariñoso, simpático y me había hecho reír. Y en cambio ahora se estaba comportando de un modo infantil y ¿acaso se estaba riendo de nuevo de mi familia y sus creencias sobre la virginidad?
+Lo siento, cariño- dije sarcásticamente marcando esta última palabra- tu habitación es esa de enfrente, creo que puedes llegar solo sin necesidad de que te acompañe ¿cierto? ¿O tienes demasiado miedo?
Se acercó peligrosamente hacia mí, cerrando la puerta de la habitación con el pie. Me envolvió en sus brazos
-Lo siento Spencer, siento no haberte dicho nada sobre lo de mañana. Es que…
¿Es que este chico era bipolar? Tan pronto estaba burlándose de mi “virginidad” como pidiéndome perdón…Oh Dios, dónde me había metido…
+ ¿Es que qué Harry?- dije aun enfadada – no tienes escusa…
-Es que estaba tan agusto esta tarde, lo estábamos pasando tan bien, y tú estabas tan contenta, no te quería preocupar
+ ¿Y crees que ha sido una buena decisión? Para que no se te olvide, si es que en algún momento vuelves, ODIO las mentiras, las odio, me da igual que sean utilizadas para protegerme, siempre prefiero la verdad.
-Está bien, entiendo tu enfado, yo estaría igual o peor, pero no he encontrado el momento, perdóname…
+Como te he dicho, enfrente está tu habitación
Me volví, dándole la espalda, sabía que si miraba esos ojos verdes de nuevo, no podría mantenerme firme en mi decisión. Estaba harta de que me mintieran. Una mentira nunca puede significar algo bueno, porque siempre se acaba descubriendo y al final es peor.
-Si necesitas algo, ya sabes dónde estoy-dijo mientras salía de mi habitación
Necesitaba una ducha, necesitaba pensar. Había sido un día tan largo, habían ocurrido tantas cosas en él. Por fin había terminado las clases, había empezado el verano y había conocido a Harry. Un chico que al principio se había mostrado simpático, amable, burlón e incluso me había confesado la mala situación por la que estaba pasando; pero durante la cena había explotado la gran bomba. Mañana se iba, mañana. Seguía sin podérmelo creer. ¿Para qué había realizado este viaje? ¿Tan solo para relajarse? Seguía sin entender nada, era demasiado extraño. Por no hablar de que Harry parecía ser más complicado de lo que creía, parecía que escondía una doble personalidad.
Miriam Martínez
Re: Keep smiling (Harry Styles y tú)
Capítulo 5: ¿Un objeto de sus juegos?
Me desnudé dejando mi ropa sobre la cama y caminé hasta el baño de mi habitación. Entré en la ducha, sentí como el agua caliente bajaba desde mi cabeza, mojando mi pelo y cada parte de mi piel. No podía dejar de pensar en Harry, en cuál sería su verdadera cara, en qué le había movido a venir hasta aquí, en si era verdad todo lo que me había contado esta tarde sobre su familia, en si cada palabra dulce que me había dicho durante la tarde era también sincera… ¿Me había utilizado como un simple pasatiempo? La respuesta era clara y sencilla, sí. Y eso era lo que más me dolía. Una vez más había sido un simple juego, un entretenimiento para un chico aburrido que no tenía otra cosa que hacer. Sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas, pero no, no iba a llorar, ya estaba harta. Yo también puedo jugar. Pero no, yo no soy así y no voy a cambiar, no voy a usar a la gente porque a mí me hayan usado. Simplemente seguiré siendo yo. Me armaré de valor mañana para despedir a Harry. Eso es todo. Después de todo, solo he pasado un día con él. Podría haber sido mucho peor, Richard volvió a pasar por mi mente. Sacudí mi cabeza intentando olvidar a Richard, un año y medio con él, mi relación más duradera, mi primer amor y el único hasta entonces. Había sido mi primer novio, el primer chico en el que me fije y el único que se había fijado en mí. Era por eso que aguanté durante tanto tiempo sus infidelidades, dejándolas de lado, pensando que eran simples descuidos, pero que solo me quería a mí. Y es que era eso lo que me hacía creer cuando estaba a su lado. Me cuidaba, me mimaba, me dedicaba bonitas palabras, era un encanto con mis amigas y bueno…con todo el mundo. Ese era el problema, mis celos crecían por momentos, pero él siempre hacía que me olvidara de ellos cuando estábamos a solas, cuando me hacía el amor. Así éramos nosotros, cuando teníamos problemas era así como los solucionábamos. Él siempre me mentía sobre todas esas chicas con las que se acostaba, me decía que eran simples amigas, que él las quería mucho, pero que nadie me igualaba. Y yo como una tonta volvía a picar en el anzuelo. Poco a poco me fui dando cuenta de que Richard no era como yo creía, me fui enterando de más y más historias sobre sus líos con otras chicas, y ya ni tan siquiera haciendo el amor me olvidaba de todo ello, porque sabía que no eran simples celos, sabía que me estaba engañando, pero yo estaba enamorada y no lo quería dejar. Sí, entonces era idiota. Pensaba que nadie más me iba a querer, que él era el único que me querría y que si lo dejaba marchar me quedaría sola. Afortunadamente ahí estaban mis amigas, intentando hacerme entrar en razón, durante 6 meses lo intentaron y finalmente me di cuenta. Me di cuenta de que no podía seguir así, de que Richard no era como yo creía, de que me engañaba y de que eso no estaba bien y lo único que me estaba haciendo era causarme más dolor, porque eso no podía durar mucho más y porque yo merecía algo mejor, no sabía si lo iba a encontrar, pero como bien dicen, mejor sola que mal acompañada. Así que hice lo que debería haber hecho desde hace tanto tiempo. Deje a Richard. Cuando lo hice él no se lo podía creer, ¿tan tonta creía que era? Bueno, de eso no le culpo, yo hice que lo creyera mediante mi actitud. Me gustaría haberle chillado, haberle montado un número en su propia casa para que sus padres vieran como realmente trataba a las mujeres. Pero eso no valdría para nada. Así que simplemente fui a su casa y le dije que habíamos terminado, largándome después de ver su cara de incredulidad. Lloré el mismo día que tomé mi decisión, en cuanto salí de su casa, me sentía agotada y sola. Ese era mi mayor miedo, el que siempre había tenido, la soledad. Los días pasaron y no pensaba volver a llorar, con esa noche bastaba, no pensaba darle más importancia. Había querido a Richard como a nadie, pero él se había pasado. Poco a poco recuperé mi alegría, la recuperé con suma rapidez, más pronto de lo que yo misma me esperaba, supongo que después de todo no lo quería tanto como creía. Me sentí afortunada por tener a mi mejor amiga, Pilar, ella fue la que me animó a tomar la decisión y la que siempre estuvo a mi lado tanto en los buenos momentos como en los malos. La consideraba mi hermana. No conocía a nadie tan sincero a nadie que se pusiera en el lugar del otro como ella, y a veces eso era un defecto, porque pensaba más en el resto que en ella y sufría con frecuencia por ello, pensando que todo lo malo que ocurría era por su culpa…Pero ahí estaba yo para ayudar, para sacarle esos negativos pensamientos de su cabeza y hacerle ver lo buena persona que era.
Cerré la ducha tras 20 minutos sobre aquel chorro de agua caliente, que a pesar de todo, no había conseguido relajarme. Las preguntas sobre Harry no habían dejado de recorrer mi mente, y el sentimiento de que de nuevo me iban a abandonar recorrió mi cuerpo, sola otra vez. Me puse mis braguitas y una de mis camisetas anchas, esta era mi forma preferida de dormir, mi pijama preferido. Cogí mi MP3 mientras me tumbaba en la cama poniendo el volumen al máximo intentando no oír mis propios pensamientos, algo que resultaba imposible.
Me estaba costando dormir, odiaba el insomnio y más si tenía que luchar con mis ganas de ir a ver a Harry y aclarar todo lo ocurrido, para al menos disfrutar de él durante las pocas horas que le quedaban en España. Sin embargo no sabía si era lo correcto. Yo era una chica muy enamoradiza y sabía que si seguía pasando más tiempo con él, aunque tan solo fueran unas horas, me empezaría a gustar y eso no podía ocurrir. ¿Por qué se tenía que ir? Quizá debería ir a su habitación y dejar que me explicara todo porque ¿acaso quería quedarme con un mal recuerdo de él? Se había portado genial conmigo, y no se lo merecía. Mientras mi mente seguía funcionando y no dejaba que el sueño se apoderase de mí, oí como se entreabría la puerta. Vaya, ese debía ser Javier, pensaba que ya había superado su miedo a dormir solo y a la oscuridad…
-Javi, otra vez aquí, creía que ya no tenías miedo, ya tienes 10 años, tienes que superar tus miedos-dije con voz cansada yo quería arreglar las cosas con Harry, pero con mi hermano aquí no podría escaparme a su habitación…genial.
Me desnudé dejando mi ropa sobre la cama y caminé hasta el baño de mi habitación. Entré en la ducha, sentí como el agua caliente bajaba desde mi cabeza, mojando mi pelo y cada parte de mi piel. No podía dejar de pensar en Harry, en cuál sería su verdadera cara, en qué le había movido a venir hasta aquí, en si era verdad todo lo que me había contado esta tarde sobre su familia, en si cada palabra dulce que me había dicho durante la tarde era también sincera… ¿Me había utilizado como un simple pasatiempo? La respuesta era clara y sencilla, sí. Y eso era lo que más me dolía. Una vez más había sido un simple juego, un entretenimiento para un chico aburrido que no tenía otra cosa que hacer. Sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas, pero no, no iba a llorar, ya estaba harta. Yo también puedo jugar. Pero no, yo no soy así y no voy a cambiar, no voy a usar a la gente porque a mí me hayan usado. Simplemente seguiré siendo yo. Me armaré de valor mañana para despedir a Harry. Eso es todo. Después de todo, solo he pasado un día con él. Podría haber sido mucho peor, Richard volvió a pasar por mi mente. Sacudí mi cabeza intentando olvidar a Richard, un año y medio con él, mi relación más duradera, mi primer amor y el único hasta entonces. Había sido mi primer novio, el primer chico en el que me fije y el único que se había fijado en mí. Era por eso que aguanté durante tanto tiempo sus infidelidades, dejándolas de lado, pensando que eran simples descuidos, pero que solo me quería a mí. Y es que era eso lo que me hacía creer cuando estaba a su lado. Me cuidaba, me mimaba, me dedicaba bonitas palabras, era un encanto con mis amigas y bueno…con todo el mundo. Ese era el problema, mis celos crecían por momentos, pero él siempre hacía que me olvidara de ellos cuando estábamos a solas, cuando me hacía el amor. Así éramos nosotros, cuando teníamos problemas era así como los solucionábamos. Él siempre me mentía sobre todas esas chicas con las que se acostaba, me decía que eran simples amigas, que él las quería mucho, pero que nadie me igualaba. Y yo como una tonta volvía a picar en el anzuelo. Poco a poco me fui dando cuenta de que Richard no era como yo creía, me fui enterando de más y más historias sobre sus líos con otras chicas, y ya ni tan siquiera haciendo el amor me olvidaba de todo ello, porque sabía que no eran simples celos, sabía que me estaba engañando, pero yo estaba enamorada y no lo quería dejar. Sí, entonces era idiota. Pensaba que nadie más me iba a querer, que él era el único que me querría y que si lo dejaba marchar me quedaría sola. Afortunadamente ahí estaban mis amigas, intentando hacerme entrar en razón, durante 6 meses lo intentaron y finalmente me di cuenta. Me di cuenta de que no podía seguir así, de que Richard no era como yo creía, de que me engañaba y de que eso no estaba bien y lo único que me estaba haciendo era causarme más dolor, porque eso no podía durar mucho más y porque yo merecía algo mejor, no sabía si lo iba a encontrar, pero como bien dicen, mejor sola que mal acompañada. Así que hice lo que debería haber hecho desde hace tanto tiempo. Deje a Richard. Cuando lo hice él no se lo podía creer, ¿tan tonta creía que era? Bueno, de eso no le culpo, yo hice que lo creyera mediante mi actitud. Me gustaría haberle chillado, haberle montado un número en su propia casa para que sus padres vieran como realmente trataba a las mujeres. Pero eso no valdría para nada. Así que simplemente fui a su casa y le dije que habíamos terminado, largándome después de ver su cara de incredulidad. Lloré el mismo día que tomé mi decisión, en cuanto salí de su casa, me sentía agotada y sola. Ese era mi mayor miedo, el que siempre había tenido, la soledad. Los días pasaron y no pensaba volver a llorar, con esa noche bastaba, no pensaba darle más importancia. Había querido a Richard como a nadie, pero él se había pasado. Poco a poco recuperé mi alegría, la recuperé con suma rapidez, más pronto de lo que yo misma me esperaba, supongo que después de todo no lo quería tanto como creía. Me sentí afortunada por tener a mi mejor amiga, Pilar, ella fue la que me animó a tomar la decisión y la que siempre estuvo a mi lado tanto en los buenos momentos como en los malos. La consideraba mi hermana. No conocía a nadie tan sincero a nadie que se pusiera en el lugar del otro como ella, y a veces eso era un defecto, porque pensaba más en el resto que en ella y sufría con frecuencia por ello, pensando que todo lo malo que ocurría era por su culpa…Pero ahí estaba yo para ayudar, para sacarle esos negativos pensamientos de su cabeza y hacerle ver lo buena persona que era.
Cerré la ducha tras 20 minutos sobre aquel chorro de agua caliente, que a pesar de todo, no había conseguido relajarme. Las preguntas sobre Harry no habían dejado de recorrer mi mente, y el sentimiento de que de nuevo me iban a abandonar recorrió mi cuerpo, sola otra vez. Me puse mis braguitas y una de mis camisetas anchas, esta era mi forma preferida de dormir, mi pijama preferido. Cogí mi MP3 mientras me tumbaba en la cama poniendo el volumen al máximo intentando no oír mis propios pensamientos, algo que resultaba imposible.
Me estaba costando dormir, odiaba el insomnio y más si tenía que luchar con mis ganas de ir a ver a Harry y aclarar todo lo ocurrido, para al menos disfrutar de él durante las pocas horas que le quedaban en España. Sin embargo no sabía si era lo correcto. Yo era una chica muy enamoradiza y sabía que si seguía pasando más tiempo con él, aunque tan solo fueran unas horas, me empezaría a gustar y eso no podía ocurrir. ¿Por qué se tenía que ir? Quizá debería ir a su habitación y dejar que me explicara todo porque ¿acaso quería quedarme con un mal recuerdo de él? Se había portado genial conmigo, y no se lo merecía. Mientras mi mente seguía funcionando y no dejaba que el sueño se apoderase de mí, oí como se entreabría la puerta. Vaya, ese debía ser Javier, pensaba que ya había superado su miedo a dormir solo y a la oscuridad…
-Javi, otra vez aquí, creía que ya no tenías miedo, ya tienes 10 años, tienes que superar tus miedos-dije con voz cansada yo quería arreglar las cosas con Harry, pero con mi hermano aquí no podría escaparme a su habitación…genial.
Miriam Martínez
Re: Keep smiling (Harry Styles y tú)
Aquí tenéis un nuevo capítulo, espero que os guste y espero que haya lectoras aunque sean fantasmas ;) AVISO: no subiré hasta el miércoles tengo exámenes hasta entonces y, por supuesto, no quiero suspender...Lo siento, intentaré hacer maratón el miércoles y así recompensaros. Besos y suerte en vuestros exámenes si es que también los tenéis ahora!!
Miriam Martínez
Re: Keep smiling (Harry Styles y tú)
LO SIENTO MUCHÍSIMO CHICAS!! Si es que alguna está leyendo esta novela...Lo siento de verdad por no subir ayer...Me puse mala y aun estoy un poquito mal, espero poder hoy subir algún capítulo..Lo siento, de nuevo... Pásenlo biien ;)
Miriam Martínez
Re: Keep smiling (Harry Styles y tú)
¿Perdamos el conocimiento? Narra Harry
-Javi, otra vez aquí, creía que ya no tenías miedo, ya tienes 10 años, tienes que superar tus miedos-dijo con voz cansada.
No sabía qué hacer, fingir que era su hermanito y meterme con ella en la cama sigilosamente dándole una sorpresa o hablarle antes de nada avisándole de que no era quién creía…Sí, creo que elegiré la segunda opción…Una vez que me haya tumbado con ella será imposible que me eche y me mande de vuelta a “mi habitación”.
Caminé sigilosamente hasta el borde de su cama. Ella seguía con los ojos cerrados, aunque su ceño estaba fruncido, parecía que estaba teniendo una batalla interna. ¿Qué le ocurriría? ¿En qué estaría pensando? La verdad es que prefiero no adivinarlo, no quiero ser yo el causante de su malestar y creo que lo estoy siendo, parecía muy enfadada hace unas horas, cuando se enteró de que mañana volvía a marcharme. Yo solo quería relajarme en un lugar diferente, lejano y ajeno al ruido y a la situación de mi familia y de mi vida en general, simplemente quería divertirme y olvidarme de todo aunque solo fuera durante un día. Ella no estaba entre mis planes. Le acababa de conocer y ya sentía una gran atracción por ella. Pero me negaba a reconocerlo y a dar esa evidencia, ¿por qué me llamaba la atención tanto?, incluso “dormida”, tan solo era una chica de pelo castaño, ojos oscuros, piel pálida y de mediana estatura. Mi prototipo no podría ser más diferente, a mí me gustan las chicas altas con grandes piernas y a poder ser con ojos claros…Ya ni tan siquiera sé lo que busco respecto a las mujeres. ¿¡QUÉ HAGO PENSANDO EN TODO ESTO!? Hace tiempo que me juré no pensar más sobre chicas. Simplemente viviría mi vida, eso es lo que me prometí, sin ataduras, sin sufrimiento…Con el tatuaje de Mac Miller como referencia “No girl, no cry”. Esa era mi meta. Pero eso no quiere decir que no me pueda divertir ¿verdad?
Se encontraba en su cama y se había movido hacia el lado de la pared para dejar sitio a “su hermano”. Sí, a mí. Voy a disfrutar de mi estancia aquí, mañana me voy, he de aprovechar y este parece ser el mejor plan, ¿por qué desperdiciarlo si se me ha puesto en bandeja? Me deslicé sobre su cama y me tape con el edredón. Vi cómo su mano se acercaba hacia mi pelo. Oh no, me iba a descubrir. Frotó mi pelo con su mano izquierda con una suave agilidad y con gran desparpajo.
-¿Harry? ¿Qué haces aquí? ¡Largo de mi cama!
+Por favor, déjame quedarme, yo también le tengo miedo a la oscuridad-no, jamás había tenido miedo a cosas tan absurdas, ni tan siquiera de pequeño, pero si esta era la única forma de conseguir permanecer en su cama, mentiría. Puso los ojos en blanco, dándose por vencida y se dio la vuelta dándome de este modo la espalda. Me acerqué a ella sin pensarlo, pasando mis manos por su cintura y apoyando mi barbilla en su hombro. Mierda, esto no estaba funcionando de la manera que esperaba. Acerqué mis labios a sus orejas, no sin antes dibujar por su cuello un camino de besos.
+ ¿No piensas tan siquiera en dirigirme la mirada?-Susurré tan cerca suyo que pude sentir su escalofrío
-Harry, yo no soy la que se va mañana-una respuesta fría, calculadora, concisa, seria, resentida
+Vamos Spen, no te enfades, he de hacerlo porque...porque…
-¿¡Por qué Harry? Explícate de una vez y se sincero, ya te dije mi opinión sobre las mentiras
+No te recomiendo gritar, tus padres están en dos habitaciones a la derecha…Me voy porque tengo toda mi vida allí, no puedo quedarme aquí como si nada, he de volver con mi familia y con mis amigos
-Está bien, te entiendo, es lo que debes de hacer, pero déjame hacerte una pregunta… ¿Sabías desde un principio que mañana regresarías?
+Por supuesto, nunca tuve pensado en quedarme, solo era un día de relax, ya te lo he dicho-¿qué se supone que estamos haciendo? Ahora mismo podría estar probando sus labios, sí, esos labios suaves, extraordinariamente perfilados y tan expertos al igual que su lengua.
-Harry, ¿estás escuchándome?- mierda, ¿me había hablado? Estaba tan concentrado en sus labios que me perdí en medio de sus palabras, tan solo observando todos y cada uno de sus movimientos, guardando en mi memoria cada gesto y forma que adaptaban con cada palabra que salía de su boca.
+Lo siento, me he perdido…-dije haciendo un puchero implorando claramente su perdón
-Está bien Harry, no te culpo, simplemente querías entretenerte por un día lejos de casa y de tus problemas. Casualmente te encontraste conmigo y viste que era una fácil presa, así que como buen depredador no te lo pensaste y empezaste la caza.
+ ¿Miriam? Estás exagerando demasiado, no somos animales, yo no soy ningún depredador y tú no eres ninguna presa, y mucho menos una fácil.
-Lo que tu digas-dijo llena de desprecio-solo te haré una última pregunta… ¿Este viaje solo fue para relajarte o existían otros motivos?
+ ¿Cuántas veces quieres que te lo repita? Solo relax, ¿tan difícil es de comprender?
- Para tu próxima escapada, te recomiendo otros lugares para perderte, este es con frecuencia aburrido.
+Veo que ya quieres perderme de vista-bajé mi mirada. ¿De verdad quería perderme de vista? Era la primera vez que me pasaba esto con una chica, he tenido problemas con ellas, basados siempre en los celos por su parte y en la continua desconfianza que supuestamente yo causaba, pero que no quisieran verme era algo nuevo…Tan sólo habíamos pasado un día juntos, tan difícil era dejar la polémica a un lado y disfrutar de nuestra única noche. Solo diversión. De eso se trataba hoy, cero sentimientos. Y en esto Miriam no me lo estaba poniendo muy difícil…
Se rió ante mi comentario, más alto de lo que ella pretendía, pues se tapó rápidamente la boca, dándose cuenta de la hora que era. Oh, esa risa y esos labios…Espera, estaba hablando de nuevo, he de prestar atención.
-Bueno olvidemos todo por esta noche, ¿no crees? Aprovechemos lo poco que queda, después de todo solo hemos pasado un día juntos, esto no hará daño a nadie.
En realidad sí, sí que lo hará. Alice. No, no tenía que pensar en ello. He venido aquí para olvidarme.
+Haz que pierda el conocimiento, por favor.
-------------------------------------
VUELVO A PEDIR PERDÓN, SÉ QUE ÚLTIMAMENTE HE ESTADO MUY AUSENTE, PERO ES QUE ENTRE LAS CLASES Y QUE ME HE PUESTO MALITA, NO ESTOY TENIENDO TIEMPO DE ESCRIBIR. ESTE CAPÍTULO ME HA QUEDADO DEMASIADO CORTO Y NO ME HA GUSTADO MUCHO, PERO BUENO...ESPERO QUE OS GUSTE DE TODAS FORMAS. :enamorado:
-Javi, otra vez aquí, creía que ya no tenías miedo, ya tienes 10 años, tienes que superar tus miedos-dijo con voz cansada.
No sabía qué hacer, fingir que era su hermanito y meterme con ella en la cama sigilosamente dándole una sorpresa o hablarle antes de nada avisándole de que no era quién creía…Sí, creo que elegiré la segunda opción…Una vez que me haya tumbado con ella será imposible que me eche y me mande de vuelta a “mi habitación”.
Caminé sigilosamente hasta el borde de su cama. Ella seguía con los ojos cerrados, aunque su ceño estaba fruncido, parecía que estaba teniendo una batalla interna. ¿Qué le ocurriría? ¿En qué estaría pensando? La verdad es que prefiero no adivinarlo, no quiero ser yo el causante de su malestar y creo que lo estoy siendo, parecía muy enfadada hace unas horas, cuando se enteró de que mañana volvía a marcharme. Yo solo quería relajarme en un lugar diferente, lejano y ajeno al ruido y a la situación de mi familia y de mi vida en general, simplemente quería divertirme y olvidarme de todo aunque solo fuera durante un día. Ella no estaba entre mis planes. Le acababa de conocer y ya sentía una gran atracción por ella. Pero me negaba a reconocerlo y a dar esa evidencia, ¿por qué me llamaba la atención tanto?, incluso “dormida”, tan solo era una chica de pelo castaño, ojos oscuros, piel pálida y de mediana estatura. Mi prototipo no podría ser más diferente, a mí me gustan las chicas altas con grandes piernas y a poder ser con ojos claros…Ya ni tan siquiera sé lo que busco respecto a las mujeres. ¿¡QUÉ HAGO PENSANDO EN TODO ESTO!? Hace tiempo que me juré no pensar más sobre chicas. Simplemente viviría mi vida, eso es lo que me prometí, sin ataduras, sin sufrimiento…Con el tatuaje de Mac Miller como referencia “No girl, no cry”. Esa era mi meta. Pero eso no quiere decir que no me pueda divertir ¿verdad?
Se encontraba en su cama y se había movido hacia el lado de la pared para dejar sitio a “su hermano”. Sí, a mí. Voy a disfrutar de mi estancia aquí, mañana me voy, he de aprovechar y este parece ser el mejor plan, ¿por qué desperdiciarlo si se me ha puesto en bandeja? Me deslicé sobre su cama y me tape con el edredón. Vi cómo su mano se acercaba hacia mi pelo. Oh no, me iba a descubrir. Frotó mi pelo con su mano izquierda con una suave agilidad y con gran desparpajo.
-¿Harry? ¿Qué haces aquí? ¡Largo de mi cama!
+Por favor, déjame quedarme, yo también le tengo miedo a la oscuridad-no, jamás había tenido miedo a cosas tan absurdas, ni tan siquiera de pequeño, pero si esta era la única forma de conseguir permanecer en su cama, mentiría. Puso los ojos en blanco, dándose por vencida y se dio la vuelta dándome de este modo la espalda. Me acerqué a ella sin pensarlo, pasando mis manos por su cintura y apoyando mi barbilla en su hombro. Mierda, esto no estaba funcionando de la manera que esperaba. Acerqué mis labios a sus orejas, no sin antes dibujar por su cuello un camino de besos.
+ ¿No piensas tan siquiera en dirigirme la mirada?-Susurré tan cerca suyo que pude sentir su escalofrío
-Harry, yo no soy la que se va mañana-una respuesta fría, calculadora, concisa, seria, resentida
+Vamos Spen, no te enfades, he de hacerlo porque...porque…
-¿¡Por qué Harry? Explícate de una vez y se sincero, ya te dije mi opinión sobre las mentiras
+No te recomiendo gritar, tus padres están en dos habitaciones a la derecha…Me voy porque tengo toda mi vida allí, no puedo quedarme aquí como si nada, he de volver con mi familia y con mis amigos
-Está bien, te entiendo, es lo que debes de hacer, pero déjame hacerte una pregunta… ¿Sabías desde un principio que mañana regresarías?
+Por supuesto, nunca tuve pensado en quedarme, solo era un día de relax, ya te lo he dicho-¿qué se supone que estamos haciendo? Ahora mismo podría estar probando sus labios, sí, esos labios suaves, extraordinariamente perfilados y tan expertos al igual que su lengua.
-Harry, ¿estás escuchándome?- mierda, ¿me había hablado? Estaba tan concentrado en sus labios que me perdí en medio de sus palabras, tan solo observando todos y cada uno de sus movimientos, guardando en mi memoria cada gesto y forma que adaptaban con cada palabra que salía de su boca.
+Lo siento, me he perdido…-dije haciendo un puchero implorando claramente su perdón
-Está bien Harry, no te culpo, simplemente querías entretenerte por un día lejos de casa y de tus problemas. Casualmente te encontraste conmigo y viste que era una fácil presa, así que como buen depredador no te lo pensaste y empezaste la caza.
+ ¿Miriam? Estás exagerando demasiado, no somos animales, yo no soy ningún depredador y tú no eres ninguna presa, y mucho menos una fácil.
-Lo que tu digas-dijo llena de desprecio-solo te haré una última pregunta… ¿Este viaje solo fue para relajarte o existían otros motivos?
+ ¿Cuántas veces quieres que te lo repita? Solo relax, ¿tan difícil es de comprender?
- Para tu próxima escapada, te recomiendo otros lugares para perderte, este es con frecuencia aburrido.
+Veo que ya quieres perderme de vista-bajé mi mirada. ¿De verdad quería perderme de vista? Era la primera vez que me pasaba esto con una chica, he tenido problemas con ellas, basados siempre en los celos por su parte y en la continua desconfianza que supuestamente yo causaba, pero que no quisieran verme era algo nuevo…Tan sólo habíamos pasado un día juntos, tan difícil era dejar la polémica a un lado y disfrutar de nuestra única noche. Solo diversión. De eso se trataba hoy, cero sentimientos. Y en esto Miriam no me lo estaba poniendo muy difícil…
Se rió ante mi comentario, más alto de lo que ella pretendía, pues se tapó rápidamente la boca, dándose cuenta de la hora que era. Oh, esa risa y esos labios…Espera, estaba hablando de nuevo, he de prestar atención.
-Bueno olvidemos todo por esta noche, ¿no crees? Aprovechemos lo poco que queda, después de todo solo hemos pasado un día juntos, esto no hará daño a nadie.
En realidad sí, sí que lo hará. Alice. No, no tenía que pensar en ello. He venido aquí para olvidarme.
+Haz que pierda el conocimiento, por favor.
-------------------------------------
VUELVO A PEDIR PERDÓN, SÉ QUE ÚLTIMAMENTE HE ESTADO MUY AUSENTE, PERO ES QUE ENTRE LAS CLASES Y QUE ME HE PUESTO MALITA, NO ESTOY TENIENDO TIEMPO DE ESCRIBIR. ESTE CAPÍTULO ME HA QUEDADO DEMASIADO CORTO Y NO ME HA GUSTADO MUCHO, PERO BUENO...ESPERO QUE OS GUSTE DE TODAS FORMAS. :enamorado:
Miriam Martínez
Re: Keep smiling (Harry Styles y tú)
CAPÍTULO 7:¿Nuestra última noche? Narra Spencer:
+Haz que pierda el conocimiento, por favor-su voz. Su tono de voz me alteraba, esa voz tan profunda me excitaba, podía jurar que producía en mí un efecto no deseado. ¿Desde cuándo una voz podía excitar a alguien? Jamás me había ocurrido algo así. No me quería implicar en esto. Pero, uff, era tan duro luchar contra el deseo y aun más teniéndolo frente a mí, en mi propia cama. Esto era una mezcla demasiado explosiva. “Haz que pierda el conocimiento”, esa simple oración volvió a pasar de nuevo por mi mente y sin pensármelo ni un solo segundo lo besé. Apenas se había pasado 2horas desde que probé esos labios y ya los echaba de menos. ¿Cómo podía ocurrir?
Beso tras beso, caricia tras caricia, ni podíamos ni sabíamos parar, nos devorábamos uno al otro. Haciéndonos uno al fundir nuestros labios. Sus manos se situaban en mis piernas, subiendo y bajando sobre ellas en un movimiento regulado. Mis manos sobre su pelo, estirando de él cada cierto tiempo. Respirar se estaba volviendo imposible, necesitaba coger aire, separé mis labios momentáneamente de los suyos, abrí mis ojos y vi como me miraba. Y, de nuevo, me perdí en ese mar, lleno de un agua cristalina, tranquila. Noté su sonrisa debajo de mis labios y sonreí por inercia. Quizás esta noche, después de todo, podía terminar bien.
Narra Harry:
Desperté notando la vibración de mi Iphone. Apagué rápidamente la alarma aun con mis ojos cerrados. No quería irme. No quería volver a ese infierno llamado vida. Ayer fue un día plagado de tranquilidad, sin estrés ni prisas y lo más importante sin problemas. Pero sin duda lo que más me gustó fue la noche, desde que pedí a Spencer que me hiciera perder el conocimiento, todo marchó sobre ruedas. Quizás debería habérselo pedido antes… Podía sentir cierta hinchazón en mis labios producidos por los insaciables besos con los que nos deleitamos. Aun sentía los tirones en mi pelo y mi pecho comenzaba a añorar el contacto de sus finos y largos dedos. Abrí mis ojos encontrándome con un verdadero ángel frente a mí. Esta chica era realmente bella, no podía dejar de sorprenderme. Me di cuenta que mi boca estaba abierta y la cerré velozmente sintiéndome ridículo y dando gracias de que ella continuara dormida.
Me levanté intentando hacer el mínimo ruido posible. Me dirigí a “mi habitación” y comencé a vestirme, jersey azul de Rams23, unos vaqueros y unas vans del mismo color que el jersey. Por suerte, ayer llevaba conmigo la mochila que había traído desde Londres con ropa y algunos alimentos. Metí mi pijama en la mochila y saqué mi cuaderno, decidido a escribirles una carta de agradecimiento a los padres de Spen por haber sido tan permisivos y amables.
“Señores Black, muchas gracias por haberme permitido alojarme durante este día en vuestra casa. Solo quería expresar mi agradecimiento y para ello os escribo esta pequeña carta. Sé que no es gran cosa, y desearía tener algo más de dinero aquí para poder regalarles algún detalle, pero desafortunadamente no llevo suficiente dinero conmigo y tampoco tengo suficiente tiempo. Señora Black: un placer poder haber disfrutado de su exquisita comida. Señor Black: no se preocupe que la próxima Champions se la llevará el Madrid. Pequeño Javier: algún día volveré para la revancha de la wii. Spencer: simplemente gracias. ¡Cuidaos!- Harry”
Cogí la pequeña carta que acababa de escribir y la dejé sobre la mesa de la cocina, para que pudieran leerla al despertarse. Dejé junto a ella una cajita de bombones que había comprado en la estación de tren de Madrid. Eso era lo máximo que les pude dejar, y me sentía mal por ello. No es que me faltara el dinero, es más, se podía decir que me sobraba, y esta vez estaba quedando como un usurero, pero no podía hacerle nada. El viaje lo realicé con tan poca preparación que me olvidé la mitad de las cosas al venir. Volví a “mi habitación” cogiendo mi maleta y combinado mi atuendo casual con un gorro de lana de color gris. Me acerqué al cuarto de Spencer, para observarla una última vez. Al volverla a ver, sentí unas ganas tremendas de acurrucarme a su lado y perderme con ella como había hecho la noche anterior. Pero, no podía, debía volver a Londres. ¿Le debería escribir algo a Spen? Deseché rápidamente esa idea que vagó por mi cabeza durante varios minutos, haciéndome dudar sobre cómo debería actuar. No, dije que no más complicaciones, no más chicas. Excepto Alice. No más. La carta podría acarrear sentimientos por su parte y hasta ahora esto solo ha sido algo físico. No complicaré más las cosas. Le di un último besó en los labios y me marché, procurando no hacer ruido con la puerta al largarme.
+Haz que pierda el conocimiento, por favor-su voz. Su tono de voz me alteraba, esa voz tan profunda me excitaba, podía jurar que producía en mí un efecto no deseado. ¿Desde cuándo una voz podía excitar a alguien? Jamás me había ocurrido algo así. No me quería implicar en esto. Pero, uff, era tan duro luchar contra el deseo y aun más teniéndolo frente a mí, en mi propia cama. Esto era una mezcla demasiado explosiva. “Haz que pierda el conocimiento”, esa simple oración volvió a pasar de nuevo por mi mente y sin pensármelo ni un solo segundo lo besé. Apenas se había pasado 2horas desde que probé esos labios y ya los echaba de menos. ¿Cómo podía ocurrir?
Beso tras beso, caricia tras caricia, ni podíamos ni sabíamos parar, nos devorábamos uno al otro. Haciéndonos uno al fundir nuestros labios. Sus manos se situaban en mis piernas, subiendo y bajando sobre ellas en un movimiento regulado. Mis manos sobre su pelo, estirando de él cada cierto tiempo. Respirar se estaba volviendo imposible, necesitaba coger aire, separé mis labios momentáneamente de los suyos, abrí mis ojos y vi como me miraba. Y, de nuevo, me perdí en ese mar, lleno de un agua cristalina, tranquila. Noté su sonrisa debajo de mis labios y sonreí por inercia. Quizás esta noche, después de todo, podía terminar bien.
Narra Harry:
Desperté notando la vibración de mi Iphone. Apagué rápidamente la alarma aun con mis ojos cerrados. No quería irme. No quería volver a ese infierno llamado vida. Ayer fue un día plagado de tranquilidad, sin estrés ni prisas y lo más importante sin problemas. Pero sin duda lo que más me gustó fue la noche, desde que pedí a Spencer que me hiciera perder el conocimiento, todo marchó sobre ruedas. Quizás debería habérselo pedido antes… Podía sentir cierta hinchazón en mis labios producidos por los insaciables besos con los que nos deleitamos. Aun sentía los tirones en mi pelo y mi pecho comenzaba a añorar el contacto de sus finos y largos dedos. Abrí mis ojos encontrándome con un verdadero ángel frente a mí. Esta chica era realmente bella, no podía dejar de sorprenderme. Me di cuenta que mi boca estaba abierta y la cerré velozmente sintiéndome ridículo y dando gracias de que ella continuara dormida.
Me levanté intentando hacer el mínimo ruido posible. Me dirigí a “mi habitación” y comencé a vestirme, jersey azul de Rams23, unos vaqueros y unas vans del mismo color que el jersey. Por suerte, ayer llevaba conmigo la mochila que había traído desde Londres con ropa y algunos alimentos. Metí mi pijama en la mochila y saqué mi cuaderno, decidido a escribirles una carta de agradecimiento a los padres de Spen por haber sido tan permisivos y amables.
“Señores Black, muchas gracias por haberme permitido alojarme durante este día en vuestra casa. Solo quería expresar mi agradecimiento y para ello os escribo esta pequeña carta. Sé que no es gran cosa, y desearía tener algo más de dinero aquí para poder regalarles algún detalle, pero desafortunadamente no llevo suficiente dinero conmigo y tampoco tengo suficiente tiempo. Señora Black: un placer poder haber disfrutado de su exquisita comida. Señor Black: no se preocupe que la próxima Champions se la llevará el Madrid. Pequeño Javier: algún día volveré para la revancha de la wii. Spencer: simplemente gracias. ¡Cuidaos!- Harry”
Cogí la pequeña carta que acababa de escribir y la dejé sobre la mesa de la cocina, para que pudieran leerla al despertarse. Dejé junto a ella una cajita de bombones que había comprado en la estación de tren de Madrid. Eso era lo máximo que les pude dejar, y me sentía mal por ello. No es que me faltara el dinero, es más, se podía decir que me sobraba, y esta vez estaba quedando como un usurero, pero no podía hacerle nada. El viaje lo realicé con tan poca preparación que me olvidé la mitad de las cosas al venir. Volví a “mi habitación” cogiendo mi maleta y combinado mi atuendo casual con un gorro de lana de color gris. Me acerqué al cuarto de Spencer, para observarla una última vez. Al volverla a ver, sentí unas ganas tremendas de acurrucarme a su lado y perderme con ella como había hecho la noche anterior. Pero, no podía, debía volver a Londres. ¿Le debería escribir algo a Spen? Deseché rápidamente esa idea que vagó por mi cabeza durante varios minutos, haciéndome dudar sobre cómo debería actuar. No, dije que no más complicaciones, no más chicas. Excepto Alice. No más. La carta podría acarrear sentimientos por su parte y hasta ahora esto solo ha sido algo físico. No complicaré más las cosas. Le di un último besó en los labios y me marché, procurando no hacer ruido con la puerta al largarme.
Miriam Martínez
Re: Keep smiling (Harry Styles y tú)
Por hoy no subiré más. Espero que les esté gustando la nove, personalmente no me está convenciendo, pero de todas formas seguiré trabajando en ella. No sé cuando volveré a subir, espero poder hacerlo el Domingo, pero no prometo nada. Si tienen alguna duda, preguntenla, si tienen alguna sugerencia no duden en escribirla, estoy abierta a distintas opiniones y sugerencias. Si piensan que es mala díganlo, y si piensan que es buena igual. ¡CUÍDENSE!
Miriam Martínez
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