Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Preciosas | novela colectiva.
Página 3 de 4. • Comparte
Página 3 de 4. • 1, 2, 3, 4
Re: Preciosas | novela colectiva.
'
Era la segunda vez que el despertador hacía su estruendosa tarea, bufé y de un golpe lo callé. Me desesperé entre las sabanas y miré el techo, que en un principio fue blanco, y ahora esta lleno de toda clase de dibujos y figuras extrañas, de mi habitación. Otro día más en esa horrible preparatoria. ¡Alguien que me mate, por favor!
___ ¡Brooklyn, mueve tu obeso trasero o llegaremos tarde! ___ les comenté que vivía con mi hermano, ¿no? Bueno, el cerdo ese que acaba de gritar desde el pasillo, ese es mi hermano. Tenemos la misma edad, pero él salió primero del vientre de nuestra madre, supongo que desde bebe o me emocionaba salir a la luz en este sádico y cínico mundo. ___ ¡Brooklyn! ¡¿A caso estás tan pesada que ya ni de la cama te puedes levantar?! ___ fruncí mi ceño, y mordí mis labios reprimiendo todo lo que jamás me atrevería a decirle. Y me levanté de la cama, escuché un tercer grito y desesperada abrí la puerta de mi cuarto y le grite:
___ Sí estas tan apurado, entonces vete, no tengo ningún problema en rodar hasta la prepa. Sí así me evito tu estúpida cara a tan tempranas horas de la mañana ¡Pues mejor! ___ me encerré de nuevo con un portazo y pocos segundos después escuche la puerta principal del apartamento cerrarse de un portazo. Suspiré y me dirigí con pesadez al baño, ¡vaya manera de empezar el día! Este debe ser un nuevo record, a decir verdad no entiendo qué carajos era lo que le había hecho a mi hermano, solo sabía que por alguna razón me aborrecía y se avergonzaba de ser mi mellizo, constantemente me negaba y/o insultaba. Recuerdo cuando de pequeños y nuestro padre estaba con nosotros los dos solían decirme que era: "su bebita", recuerdo como mi hermano juraba que me protegería de todos los que quisiesen hacerme daño... ¡Ja!, el tiempo no pasa en vano y la muerte de mi padre, hace dos años, lo convirtió en un maldito y a mí en una insípida, estúpida e insegura versión de mi misma, que era lo suficientemente débil como para dejarse influenciar por lo que decían los demás, y lo suficientemente fuerte u orgullosa, no sé, para no querer aceptar en voz alta que tenía un problema: Yo me odiaba. Más que todo a nivel físico que emocional, pero también lo hacía.
Salí de la ducha con una toalla envuelta alrededor de mi amorfo cuerpo, caminé lentamente hasta el closet y busqué algo que ponerme, luego de unos pocos, muy pocos, minutos, opté por unos pantalones militares anchos, de un color verde olivo de tiro bajo, ajustado a mis caderas por un cinto de cuero negro con tachuelas plateadas; un topcropp negro, sencillo, y una camiseta a cuadros negros con rojos, mucho más ancha de lo necesario y unas vans negras todas viejas y desgastadas. Recogí mi cabello en dos coletas de caballo bajas, y me eché un poco de lápiz labial rosa. Evitando el espejo a toda costa, tomé mi tabla y mi mochila y salí de la casa. Iba tarde.
Los pasillos de la preparatoria estaban desiertos, era lógico, llegué con unos 20 o 25 minutos de retraso y me daba, a decir verdad, mucha paja pedir el justificativo en dirección para que me dejaran entrar. Eran como eso de las 8 y tanto cuando sentí mi estomago gruñir, exigiendo el alimento que no le había dado. Suspiré y caminé hasta el baño de chicas del tercer piso, ese al que nadie iba y tenía la reputación de ser el "baño negro". Me senté sobre el cimiento de los lavabos y saqué del bolsillo derecho de mi bolso una cajetilla de cigarros y un encendedor. La nicotina siempre me ayudaba a reducir la ansiedad, así no comía.
Iba por el tercer cigarrillo cuando la puerta del baño se abrió de golpe. Una chica pelirroja, atribuida con el uniforme de las animadoras venía de espalda empujada por mi hermano. Ambos se pararon en seco cuando me vieron ahí, observándolos con una ceja enarcada.
___ Oh, por favor no se detengan. Yo ya me iba. ___ ironicé, y me bajé de donde estaba recogiendo mi mochila del suelo y dirigiéndome hacía la puerta cuando mi hermano me cerró el paso.
___ Ni una palabra a nadie. ¿Has entendido, bola de grasa ambulante? ___ fruncí mis labios y asentí, caminé hasta la puerta y estaba por salir cuando me giré y los vi, volvía a estar besándose, si es que eso se podía decir besar. Aclaré mi garganta, y ambos volvieron a mirarme.
___ ¡Me alegra que no te desagrade el hecho de que él tenga herpes! ____ y eran por momentos como estos por los que me ganaba lo que me ganaba, salí prácticamente corriendo dejando a mi hermano rojo de la rabia y a la chica con una mueca de repulsión que me alegro, sin mentira alguna, el día.
La campana que indicaba el cambio de hora sonó y con ello me dirigí a mi clase de artes y música, mi clase favorita. Entre al gran salón y tomé uno de los trípodes, ubicándome en mi sitio habitual, en rincón apartado de todos los demás, en donde tenía vista perfecta del aula y podía ver lo que hacían todos pero nadie notaba mi presencia ahí.
Antes de darme cuenta la clase había comenzado y mientras algunos, incluida yo, estaban haciendo algún dibujo, otros tantos estaban en la sección de música haciendo un poco de ruido. De pronto la bulla cesó y eso era algo que no solía suceder en esa clase. La curiosidad pudo conmigo y alcé mi vista de mi lienzo para observar como un chico, que mentiría si dijese que no es guapo, rubio estaba sentado en uno de los banquitos altos, justo al frente de todos, su cabeza gacha, fija en los acordes que empezaba a tocar en su guitarra. Miré a mi alrededor y me di cuenta de que casi todas las chicas, por no decir todas, estaban suspirando y eso que no había empezado siquiera a cantar. Lo miré un poco más y suspiré resignada un chico como él jamás se fijaría en alguien como yo. Regresé a mi dibujo, sumiéndome en mis pensamientos hasta que me sentí observada. Arranqué los auriculares que me había puesto y una dulce y armoniosa voz llenó mis oídos, miré al chico de la guitarra y me di cuenta de que sus ojos, perfecta y hermosamente azules estaban fijos en mí. Sus mejillas tomaron un ligero color carmesí cuando nuestras miradas colisionaron, ¿él me estaba cantando?... ¿A mí?
You can't see, you're beautifull.
No, you think you're the worst.
You don't know, now. Why i'm look at you.
But its you.
The way you are.
The way of your smile.
You are so perfect.
¿Why you can't see?
Sentí el agua salda acumularse en mis ojos y sabía que no sería capas de contenerlas por mucho tiempo. Aquello era... era... algo tan ¿intimo? ¿Cómo pudo? Sé que llamé la atención de todos, pues sentí cuando tos se giraron a mirarme cuando salí corriendo de aquella aula. Me enecerré en el primer baño de chicas, en el primer cubículo y rompí en llanto. Qué tan estúpida podía llegar a ser.
Hora de la salida, después de mi clase de artes y música había pasado todas las demás horas encerrada en la biblioteca, inclusive durante el almuerzo. Moría de hambre pero, no podía comer y estaba a punto de irme cuando sentí que me tomaban por el brazo.
___ ¡Brooklyn, Rain te estaba buscando! ___ comentó una chica que era compañera de clases en matemática, hice una mueca y asentí. Ella se fue con su grupo de amigos y yo me encaminé hacía la oficina de la señorita Rain. Suspiré antes de tomar el pomo de aquella puerta de caoba y la abrí lentamente.
___ Brooklyn qué bueno que te veo. Seré breve. Quiero que te quedes a mis clases extendidas. ___ abrí mis ojos como platos. ¡Mierda!
___ Señorita Rain, yo no... ¿Por qué? Si ni siquiera tomo sus clases. ___ era cierto no las tomaba, me a había exonerado pues solía asistir a un psicólogo privado. Ella hizo una mueca.
___ Por lo mismo me gustaría que asistieras. ___ alegó ella, resoplé y me enfurruñé. Asentí ligeramente y salí de su oficina. Los pasillos ya estaban casi desiertos de nuevo, entonces me sentí observada, me giré y divisé a lo lejos una figura masculina, agucé un poco más la vista y lo reconocí. Era el mismo chico de mi clase de música y artes. ¿Por qué mierda me mira tanto?
Capitulo 004
¿Why you are look at me?
Era la segunda vez que el despertador hacía su estruendosa tarea, bufé y de un golpe lo callé. Me desesperé entre las sabanas y miré el techo, que en un principio fue blanco, y ahora esta lleno de toda clase de dibujos y figuras extrañas, de mi habitación. Otro día más en esa horrible preparatoria. ¡Alguien que me mate, por favor!
___ ¡Brooklyn, mueve tu obeso trasero o llegaremos tarde! ___ les comenté que vivía con mi hermano, ¿no? Bueno, el cerdo ese que acaba de gritar desde el pasillo, ese es mi hermano. Tenemos la misma edad, pero él salió primero del vientre de nuestra madre, supongo que desde bebe o me emocionaba salir a la luz en este sádico y cínico mundo. ___ ¡Brooklyn! ¡¿A caso estás tan pesada que ya ni de la cama te puedes levantar?! ___ fruncí mi ceño, y mordí mis labios reprimiendo todo lo que jamás me atrevería a decirle. Y me levanté de la cama, escuché un tercer grito y desesperada abrí la puerta de mi cuarto y le grite:
___ Sí estas tan apurado, entonces vete, no tengo ningún problema en rodar hasta la prepa. Sí así me evito tu estúpida cara a tan tempranas horas de la mañana ¡Pues mejor! ___ me encerré de nuevo con un portazo y pocos segundos después escuche la puerta principal del apartamento cerrarse de un portazo. Suspiré y me dirigí con pesadez al baño, ¡vaya manera de empezar el día! Este debe ser un nuevo record, a decir verdad no entiendo qué carajos era lo que le había hecho a mi hermano, solo sabía que por alguna razón me aborrecía y se avergonzaba de ser mi mellizo, constantemente me negaba y/o insultaba. Recuerdo cuando de pequeños y nuestro padre estaba con nosotros los dos solían decirme que era: "su bebita", recuerdo como mi hermano juraba que me protegería de todos los que quisiesen hacerme daño... ¡Ja!, el tiempo no pasa en vano y la muerte de mi padre, hace dos años, lo convirtió en un maldito y a mí en una insípida, estúpida e insegura versión de mi misma, que era lo suficientemente débil como para dejarse influenciar por lo que decían los demás, y lo suficientemente fuerte u orgullosa, no sé, para no querer aceptar en voz alta que tenía un problema: Yo me odiaba. Más que todo a nivel físico que emocional, pero también lo hacía.
Salí de la ducha con una toalla envuelta alrededor de mi amorfo cuerpo, caminé lentamente hasta el closet y busqué algo que ponerme, luego de unos pocos, muy pocos, minutos, opté por unos pantalones militares anchos, de un color verde olivo de tiro bajo, ajustado a mis caderas por un cinto de cuero negro con tachuelas plateadas; un topcropp negro, sencillo, y una camiseta a cuadros negros con rojos, mucho más ancha de lo necesario y unas vans negras todas viejas y desgastadas. Recogí mi cabello en dos coletas de caballo bajas, y me eché un poco de lápiz labial rosa. Evitando el espejo a toda costa, tomé mi tabla y mi mochila y salí de la casa. Iba tarde.
Los pasillos de la preparatoria estaban desiertos, era lógico, llegué con unos 20 o 25 minutos de retraso y me daba, a decir verdad, mucha paja pedir el justificativo en dirección para que me dejaran entrar. Eran como eso de las 8 y tanto cuando sentí mi estomago gruñir, exigiendo el alimento que no le había dado. Suspiré y caminé hasta el baño de chicas del tercer piso, ese al que nadie iba y tenía la reputación de ser el "baño negro". Me senté sobre el cimiento de los lavabos y saqué del bolsillo derecho de mi bolso una cajetilla de cigarros y un encendedor. La nicotina siempre me ayudaba a reducir la ansiedad, así no comía.
Iba por el tercer cigarrillo cuando la puerta del baño se abrió de golpe. Una chica pelirroja, atribuida con el uniforme de las animadoras venía de espalda empujada por mi hermano. Ambos se pararon en seco cuando me vieron ahí, observándolos con una ceja enarcada.
___ Oh, por favor no se detengan. Yo ya me iba. ___ ironicé, y me bajé de donde estaba recogiendo mi mochila del suelo y dirigiéndome hacía la puerta cuando mi hermano me cerró el paso.
___ Ni una palabra a nadie. ¿Has entendido, bola de grasa ambulante? ___ fruncí mis labios y asentí, caminé hasta la puerta y estaba por salir cuando me giré y los vi, volvía a estar besándose, si es que eso se podía decir besar. Aclaré mi garganta, y ambos volvieron a mirarme.
___ ¡Me alegra que no te desagrade el hecho de que él tenga herpes! ____ y eran por momentos como estos por los que me ganaba lo que me ganaba, salí prácticamente corriendo dejando a mi hermano rojo de la rabia y a la chica con una mueca de repulsión que me alegro, sin mentira alguna, el día.
La campana que indicaba el cambio de hora sonó y con ello me dirigí a mi clase de artes y música, mi clase favorita. Entre al gran salón y tomé uno de los trípodes, ubicándome en mi sitio habitual, en rincón apartado de todos los demás, en donde tenía vista perfecta del aula y podía ver lo que hacían todos pero nadie notaba mi presencia ahí.
Antes de darme cuenta la clase había comenzado y mientras algunos, incluida yo, estaban haciendo algún dibujo, otros tantos estaban en la sección de música haciendo un poco de ruido. De pronto la bulla cesó y eso era algo que no solía suceder en esa clase. La curiosidad pudo conmigo y alcé mi vista de mi lienzo para observar como un chico, que mentiría si dijese que no es guapo, rubio estaba sentado en uno de los banquitos altos, justo al frente de todos, su cabeza gacha, fija en los acordes que empezaba a tocar en su guitarra. Miré a mi alrededor y me di cuenta de que casi todas las chicas, por no decir todas, estaban suspirando y eso que no había empezado siquiera a cantar. Lo miré un poco más y suspiré resignada un chico como él jamás se fijaría en alguien como yo. Regresé a mi dibujo, sumiéndome en mis pensamientos hasta que me sentí observada. Arranqué los auriculares que me había puesto y una dulce y armoniosa voz llenó mis oídos, miré al chico de la guitarra y me di cuenta de que sus ojos, perfecta y hermosamente azules estaban fijos en mí. Sus mejillas tomaron un ligero color carmesí cuando nuestras miradas colisionaron, ¿él me estaba cantando?... ¿A mí?
You can't see, you're beautifull.
No, you think you're the worst.
You don't know, now. Why i'm look at you.
But its you.
The way you are.
The way of your smile.
You are so perfect.
¿Why you can't see?
Sentí el agua salda acumularse en mis ojos y sabía que no sería capas de contenerlas por mucho tiempo. Aquello era... era... algo tan ¿intimo? ¿Cómo pudo? Sé que llamé la atención de todos, pues sentí cuando tos se giraron a mirarme cuando salí corriendo de aquella aula. Me enecerré en el primer baño de chicas, en el primer cubículo y rompí en llanto. Qué tan estúpida podía llegar a ser.
(...)
Hora de la salida, después de mi clase de artes y música había pasado todas las demás horas encerrada en la biblioteca, inclusive durante el almuerzo. Moría de hambre pero, no podía comer y estaba a punto de irme cuando sentí que me tomaban por el brazo.
___ ¡Brooklyn, Rain te estaba buscando! ___ comentó una chica que era compañera de clases en matemática, hice una mueca y asentí. Ella se fue con su grupo de amigos y yo me encaminé hacía la oficina de la señorita Rain. Suspiré antes de tomar el pomo de aquella puerta de caoba y la abrí lentamente.
___ Brooklyn qué bueno que te veo. Seré breve. Quiero que te quedes a mis clases extendidas. ___ abrí mis ojos como platos. ¡Mierda!
___ Señorita Rain, yo no... ¿Por qué? Si ni siquiera tomo sus clases. ___ era cierto no las tomaba, me a había exonerado pues solía asistir a un psicólogo privado. Ella hizo una mueca.
___ Por lo mismo me gustaría que asistieras. ___ alegó ella, resoplé y me enfurruñé. Asentí ligeramente y salí de su oficina. Los pasillos ya estaban casi desiertos de nuevo, entonces me sentí observada, me giré y divisé a lo lejos una figura masculina, agucé un poco más la vista y lo reconocí. Era el mismo chico de mi clase de música y artes. ¿Por qué mierda me mira tanto?
- Click here:
Lamento haber tardado tanto en subir es solo que no teía internet._.
Espero que les guste el cap c:
bomb.
Re: Preciosas | novela colectiva.
Oh, Di... has llegado justo a tiempo... ¡que bueno!
me ha encantado tu capi... el hermano de brook es feísimo con ella... espero que no sea así toda la novela...
el chico obiozli es nayal(¿) ahá:p neh, es tan bonito...
sigue: Jude....
me ha encantado tu capi... el hermano de brook es feísimo con ella... espero que no sea así toda la novela...
el chico obiozli es nayal(¿) ahá:p neh, es tan bonito...
sigue: Jude....
chenyeol.
Re: Preciosas | novela colectiva.
maybe tarde un poco en subir, pero amé completamente el cap. bye.
holmes.
Re: Preciosas | novela colectiva.
Tengo ganas de subir ya, tengo el capítulo preparado desde hace una semana, idk.
hayes grier.
Re: Preciosas | novela colectiva.
ya le quedan sólo dos días a la Jude..., tranquila, ¡aguanta, Dunny!♡Weinberg♡ escribió:Tengo ganas de subir ya, tengo el capítulo preparado desde hace una semana, idk.
chenyeol.
Re: Preciosas | novela colectiva.
no creo poder subir, estoy internada, así que pasen me turno c:
holmes.
Re: Preciosas | novela colectiva.
oh, bueno... espero que salgas pronto, jude...
so, sigues dunnia<3, aqueh', dunny.
so, sigues dunnia<3, aqueh', dunny.
chenyeol.
Re: Preciosas | novela colectiva.
Capitulo 006
You look so perfect when you cry.
Wallflower.
Y todo vuelve a comenzar. La misma rutina todos los días. Levantarme, ducharme asqueada, vestirme, desayunar y salir a la preparatoria con Ashton y, al llegar, fingir que soy la persona más feliz a su lado para que, cuando estemos en casa, empiece el verdadero sufrimiento. La mayoría de las personas que supieran esto me dirían que lo dejará. Qué ya había sufrido suficiente a manos de él y, era mi momento de ser feliz. Pero estoy atrapada. Se lo prometí a mi papa en su lecho de muerte. Mama falleció cuando volvía de una de sus pasarelas, sí, mi mama era modelo. Después de aquello mi papa cambió radicalmente. Venía a casa borracho y suplicándome que no le dejará sólo, tenía miedo de que me fuera cómo mama. Siempre me admiro y me cuidaba cómo una princesa porque decía que yo era la viva imagen de mama. Él era la única familia que me quedaba y, de verdad, lo amé con mi vida. Mi padre me amaba a mi. Era muy protector. En su lecho de muerte debido a una enfermedad que cogió, me rogó, imploró, qué fuera feliz con Ashton ya que nadie me haría más feliz que él.
Quizás sea sólo por eso. O por el miedo que tenía a quedarme sola. Ashton era lo que me quedaba en el mundo. Aún recuerdo que, el día de la muerte de mi padre, me preguntó si tenía donde vivir y, cuando le dije que no me quedaba ningún familiar, me dijo con sus hermosas palabras que viviera con él, que el jamás me dejaría sola. Ashton cambio mucho. Antes recuerdo sus abrazos cuando lloraba porque no tenía familia. Sus caricias y sus besos, todo con amor, pero la cuestión es ¿Dónde esta ese amor ahora?
Después de media hora pensando, me levanté. Le preparé el desayuno a Ashton, no quería que se enojará por no despertarme antes que él. Esperé a que llegará y, cuando lo hizo, me dio un beso y empezo a comer. Ese acto me sorprendió, normalmente me saludaba con un seco y casi inaudible "Hola". Quizás se levantó con buen pie. Me quedé observándolo. Era realmente hermoso. Era increible que fuera tan bello cómo malvado y, no podía creer que el ser que me causo hace tiempo tanta felicidad sea ahora el causante de mi sufrimiento.
—Vamos Dunny, es hora de ir a la preparatoria.—dijo Ashton sacándome de mis pensamientos. Yo sólo me levanté y salí para esperarlo. A los minutos salió con su mochila y se ofreció a coger la mía.
Me abrió la puerta de su coche y entré. Todo este comportamiento en él, era demasiado extraño. Cuando llegamos me acompañó a mi clase y se fue la su clase. Yo fui a sentarme con James, mi mejor amigo. El me sonrió y quitó su mochila de el asiento.
—Hey Duns.— ese era su apodo especial para mi. Sólo el podía decirme así.— Ví al tonto de su novio ahí, que raro que te deje en clase. No es muy normal contando lo que te hace.—dijo.
El sabía todo lo que sufría junto Ashton. Él era mi único amigo y el único que Ashton me permitía tener. James sólo quiere lo mejor para mi. Pero yo no puedo dejar a Ashton. Él es lo único que me queda.
—James, dejemos de hablar de eso.
{...}
Abrazé a mi peluche. Dentro de media hora llegaba Ashton y, con él, mi sufrimiento. Cerré los ojos con fuerza. Escuchaba los truenos que caían y caían en la fría calle. Las gotas de lluvia hacían un sonido terrorífico que, por decirlo así, me asustaba. Con los ojos cerrados me sentía bien. Sentía que el mundo ya no podía controlarme ni dañarme cómo normalmente hacía. Sentía que todo a mi alrededor desaparecía y, sólo era yo y el mundo. Todo aquel hermoso silencio acabo cuando sentí unos pasos en la sala de estar. Esos pasos aproximándose a la habitación, acabando con todo el silencio. Los pasos hacían un ruido perfecto junto la lluvia. Cuando la puerta se abrió, no pude hacer nada más que cerrar los ojos con fuerza deseando que, esta vez, no pasará lo de todas las noches.
—Llegué, mi amor.— dijo Ashton quitándose la chaqueta y poniéndola en el sillón. Se acercó a mi para abrazarme.—¿Otra vez por la lluvia? ¿O los truenos?— me abrazó.
No recuerdo cuanto tiempo nos pasamos así. Después de eso empezó a acariciar mi cuerpo. Me temí que ocurriría lo de siempre. Después de acariciar todas las partes de mi cuerpo empezó su parte favorita. Entró en mi brutamente causando que diera un grito de dolor. Y, ahí, Ashton volvió a ser el animal de siempre. Sólo le importaba su placer sin importar el daño que me causará.
{...}
Me levanté para correr al baño, a llorar. No toqué ninguna parte de mi cuerpo, me sentía sucia. Cómo una maldita prostituta a la cual utilizaban y no les importaban el dolor que ella tuviera que soportar. Las lágrimas se comenzaron a acumular nublando mi vista, parpadeé reiteradamente para alejarlas y ver claramente otra vez.. Mis sollozos eran inaudibles pero me desahogaba. Entré a la ducha, aún sollozando. Ahí me senté esperando que se llenará completamente. Cuando se lleno, me metí dentro. Mis sollozos se volvieron más altos y, estaba segura de que pronto serían la causa de que Ashton despertará. Intenté dejar de sollozar, pero el dolor que sentía era insoportable. Cuando veía películas por la televisión sobre chicas que sufrían abuso sexual por parte de su novio, nunca, nunca pensé que sería una de ellas. Y, seguía sin entender cual era la causa de su abuso. Todo era maravilloso entre los dos, nos amabamos y, hasta teníamos planes de futuro.
Miré el agua y vi que tenía un color rojo intenso. Seguramente fue a causa de los movimientos bruscos de Ashton y las posturas que me obligaba a hacer. Después de eso, me pusé la ropa lentamente y le hice el desayuno a Ashton. Nos fuimos a la preparatoria. Por suerte no me tocaba con Ashton. Entré a la aula. Antes de llegar a mi lugar, alguien puso el pie causando que me cayerá. Empecé a escuchar las risas de todos. Me levanté recogiendo la poca dignidad que me quedaba—si es que aún la tenía.— y me dirigí a mi sitio.
—Hoy llega un nuevo chico a la clase. Viene de España. Espero que sean buenos con él. Adelante.— dijo y el nuevo alumno entró.— Presentate.
— Soy Carlos Weinberg, vengo de Madrid, en España. Espero que podamos ser amigos.— dijo. El chico era realmente hermoso. Sus ojos azules eran tan profundos que podría pasarme años observándolos. Su acento español era bastante obvio pero llevaba muy bien el inglés.El me miro y sonrió.
— Puedes sentarte con la Srita. Williams.— me señaló y el se sentó junto a mi.
Intenté reprimir mis lágrimas. Algo que fallo. Carlos se sentó junto a mi. Me miró durante unos segundos y cómo yo hice nada, apartó la mirada segundos después. Lo miré cuando el estaba atento a la explicación de la profesora. Su piel era blanca, casi cómo la nieve. Tenía un lunar en el cuello, pequeño pero adorable. Vestía una camiseta de "Ramones" y unos jeans junto unos converse negros.
—Hola.— me dijo en voz baja. Me miro y se sorprendió al ver a mis lágrimas.—¿Estas bien?—preguntó.
— Sí.
—Pues no te ves bien.— dijo.— ¿Sabes? te ves tan perfecta cuando lloras.
—Gracias.—sonreí, por primera vez en el día.
El volvió a sonreírme. Estaba realmente hermoso al sonreir. La clase paso rápida. Me la pasé observando a Carlos y, a veces, sentía su mirada en mi. En el receso fui a un banco. Normalmente, cómo todas la parejas, debería estar con mi novio. Pero según él, necesitaba ser más popular para estar junto a el en el receso.
— Hey, ¿Porqué tan sola?— dijo alguien. Levante la mirada y me encontré con Carlos. Le sonreí.
—Siempre estoy sola en los recesos.
—Ya no.— se sentó junto a mí.
Quizás sea sólo por eso. O por el miedo que tenía a quedarme sola. Ashton era lo que me quedaba en el mundo. Aún recuerdo que, el día de la muerte de mi padre, me preguntó si tenía donde vivir y, cuando le dije que no me quedaba ningún familiar, me dijo con sus hermosas palabras que viviera con él, que el jamás me dejaría sola. Ashton cambio mucho. Antes recuerdo sus abrazos cuando lloraba porque no tenía familia. Sus caricias y sus besos, todo con amor, pero la cuestión es ¿Dónde esta ese amor ahora?
Después de media hora pensando, me levanté. Le preparé el desayuno a Ashton, no quería que se enojará por no despertarme antes que él. Esperé a que llegará y, cuando lo hizo, me dio un beso y empezo a comer. Ese acto me sorprendió, normalmente me saludaba con un seco y casi inaudible "Hola". Quizás se levantó con buen pie. Me quedé observándolo. Era realmente hermoso. Era increible que fuera tan bello cómo malvado y, no podía creer que el ser que me causo hace tiempo tanta felicidad sea ahora el causante de mi sufrimiento.
—Vamos Dunny, es hora de ir a la preparatoria.—dijo Ashton sacándome de mis pensamientos. Yo sólo me levanté y salí para esperarlo. A los minutos salió con su mochila y se ofreció a coger la mía.
Me abrió la puerta de su coche y entré. Todo este comportamiento en él, era demasiado extraño. Cuando llegamos me acompañó a mi clase y se fue la su clase. Yo fui a sentarme con James, mi mejor amigo. El me sonrió y quitó su mochila de el asiento.
—Hey Duns.— ese era su apodo especial para mi. Sólo el podía decirme así.— Ví al tonto de su novio ahí, que raro que te deje en clase. No es muy normal contando lo que te hace.—dijo.
El sabía todo lo que sufría junto Ashton. Él era mi único amigo y el único que Ashton me permitía tener. James sólo quiere lo mejor para mi. Pero yo no puedo dejar a Ashton. Él es lo único que me queda.
—James, dejemos de hablar de eso.
{...}
Abrazé a mi peluche. Dentro de media hora llegaba Ashton y, con él, mi sufrimiento. Cerré los ojos con fuerza. Escuchaba los truenos que caían y caían en la fría calle. Las gotas de lluvia hacían un sonido terrorífico que, por decirlo así, me asustaba. Con los ojos cerrados me sentía bien. Sentía que el mundo ya no podía controlarme ni dañarme cómo normalmente hacía. Sentía que todo a mi alrededor desaparecía y, sólo era yo y el mundo. Todo aquel hermoso silencio acabo cuando sentí unos pasos en la sala de estar. Esos pasos aproximándose a la habitación, acabando con todo el silencio. Los pasos hacían un ruido perfecto junto la lluvia. Cuando la puerta se abrió, no pude hacer nada más que cerrar los ojos con fuerza deseando que, esta vez, no pasará lo de todas las noches.
—Llegué, mi amor.— dijo Ashton quitándose la chaqueta y poniéndola en el sillón. Se acercó a mi para abrazarme.—¿Otra vez por la lluvia? ¿O los truenos?— me abrazó.
No recuerdo cuanto tiempo nos pasamos así. Después de eso empezó a acariciar mi cuerpo. Me temí que ocurriría lo de siempre. Después de acariciar todas las partes de mi cuerpo empezó su parte favorita. Entró en mi brutamente causando que diera un grito de dolor. Y, ahí, Ashton volvió a ser el animal de siempre. Sólo le importaba su placer sin importar el daño que me causará.
{...}
Me levanté para correr al baño, a llorar. No toqué ninguna parte de mi cuerpo, me sentía sucia. Cómo una maldita prostituta a la cual utilizaban y no les importaban el dolor que ella tuviera que soportar. Las lágrimas se comenzaron a acumular nublando mi vista, parpadeé reiteradamente para alejarlas y ver claramente otra vez.. Mis sollozos eran inaudibles pero me desahogaba. Entré a la ducha, aún sollozando. Ahí me senté esperando que se llenará completamente. Cuando se lleno, me metí dentro. Mis sollozos se volvieron más altos y, estaba segura de que pronto serían la causa de que Ashton despertará. Intenté dejar de sollozar, pero el dolor que sentía era insoportable. Cuando veía películas por la televisión sobre chicas que sufrían abuso sexual por parte de su novio, nunca, nunca pensé que sería una de ellas. Y, seguía sin entender cual era la causa de su abuso. Todo era maravilloso entre los dos, nos amabamos y, hasta teníamos planes de futuro.
Miré el agua y vi que tenía un color rojo intenso. Seguramente fue a causa de los movimientos bruscos de Ashton y las posturas que me obligaba a hacer. Después de eso, me pusé la ropa lentamente y le hice el desayuno a Ashton. Nos fuimos a la preparatoria. Por suerte no me tocaba con Ashton. Entré a la aula. Antes de llegar a mi lugar, alguien puso el pie causando que me cayerá. Empecé a escuchar las risas de todos. Me levanté recogiendo la poca dignidad que me quedaba—si es que aún la tenía.— y me dirigí a mi sitio.
—Hoy llega un nuevo chico a la clase. Viene de España. Espero que sean buenos con él. Adelante.— dijo y el nuevo alumno entró.— Presentate.
— Soy Carlos Weinberg, vengo de Madrid, en España. Espero que podamos ser amigos.— dijo. El chico era realmente hermoso. Sus ojos azules eran tan profundos que podría pasarme años observándolos. Su acento español era bastante obvio pero llevaba muy bien el inglés.El me miro y sonrió.
— Puedes sentarte con la Srita. Williams.— me señaló y el se sentó junto a mi.
Intenté reprimir mis lágrimas. Algo que fallo. Carlos se sentó junto a mi. Me miró durante unos segundos y cómo yo hice nada, apartó la mirada segundos después. Lo miré cuando el estaba atento a la explicación de la profesora. Su piel era blanca, casi cómo la nieve. Tenía un lunar en el cuello, pequeño pero adorable. Vestía una camiseta de "Ramones" y unos jeans junto unos converse negros.
—Hola.— me dijo en voz baja. Me miro y se sorprendió al ver a mis lágrimas.—¿Estas bien?—preguntó.
— Sí.
—Pues no te ves bien.— dijo.— ¿Sabes? te ves tan perfecta cuando lloras.
—Gracias.—sonreí, por primera vez en el día.
El volvió a sonreírme. Estaba realmente hermoso al sonreir. La clase paso rápida. Me la pasé observando a Carlos y, a veces, sentía su mirada en mi. En el receso fui a un banco. Normalmente, cómo todas la parejas, debería estar con mi novio. Pero según él, necesitaba ser más popular para estar junto a el en el receso.
— Hey, ¿Porqué tan sola?— dijo alguien. Levante la mirada y me encontré con Carlos. Le sonreí.
—Siempre estoy sola en los recesos.
—Ya no.— se sentó junto a mí.
hayes grier.
Re: Preciosas | novela colectiva.
¡dunny!, me ha fascinado tu capítulo. no podía imaginarme a mi ashey así malo y agresivo :wtfpls:, dios, no podía.
ya me pongo a escribir mi capítulo.
ya me pongo a escribir mi capítulo.
chenyeol.
Página 3 de 4. • 1, 2, 3, 4
Temas similares
» Preciosas {novela colectiva. inscripciónes abiertas.
» Internado Drums - Novela Colectiva - Inscripciones cerradas, novela comenzada.
» Novela Colectiva del Mes
» When I was your man|Novela Colectiva|
» Nothing is as before | Novela Colectiva.
» Internado Drums - Novela Colectiva - Inscripciones cerradas, novela comenzada.
» Novela Colectiva del Mes
» When I was your man|Novela Colectiva|
» Nothing is as before | Novela Colectiva.
Página 3 de 4.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.