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glances {newt | the maze runner}
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: glances {newt | the maze runner}
omg omg omg. eso es lo único que puedo decir bc es. muy. genial. ¿por qué no sabía que tenías esta fic? ksabsadfsdkg, es hermosa:gad:. firsttttt, está tan bien escrita que quiero llorar, srly. secondddd, omg newt, lo amaba en los libros (bc ¿quién no lo ama?), pero esto me hace amarlo más. i mean, su personaje es muy tierno y cariñoso con bárbara, pero nunca pierde al personaje original, no está hecho re OC, sino que todos los personajes se mantienen fieles al libro, y eso es algo difícil (de encontrar, y de escribir).
otra cosa que me encanta es la actitud de minho; siempre la amé (lo sarcástico y malo es kul<3), y me re sorprende que el personaje de esta fic sea, tal como newt, igual al de la saga.
srly, india, es buenísimo.
y ahora... bárbara. es una genia. ya la adoro. no deja que nadie le pase por encima, pide respuestas, responde a las actitudes sarcásticas de minho, newt y hasta alby. la chica es mucho mejor que teresa, muchísimo mejor (cualquiera es mejor que teresa, en realidad, bt).
ahora vamos a hablar de alby, que, junto con gally, se ganan el primer puesto de los más idiotas y odiados. bt, srly, ¿hay necesidad de que el idiota de alby sea tan forro? NO, no la hay; es muy estúpido desconfiar de alguien que acaba de llegar. i know, él sabe algo de thomas y bárbara bt ¡acaban de llegar! ¡no entienden nada! denles un respiro, por dios. y gally... oh god. cuando pensé que no podía ser más idiota que en el libro, intenta violar a bárbara... ugh, ¿por qué no fue él al que enviaron al laberinto de noche, con los penitentes, en vez de ben? ¿eh? ¿eh? ¿eh?
último, but not least... thomas. yo lo amo, lo amo muchísimo, so pensé "me va a ser difícil amar al thomas de la fic bc el adoramiento que le tengo en el libro". pero me equivoqué.
amo a este thomas, es igual al verdadero y la verdad, no podría ser mejor.
en serio, ann, india, te felicito por esto porque es una de las mejores cosas que leí acá dentro del foro(de maze runner, y en general).
voy a seguir comentando y molestando en los próximos capítulos bc es imposible dejar de leer una vez que empezás.
ahora solamente falta que te diga "SEGUILA PLS".
si la seguís, te doy este gato (?).
ily, patricia, y ojalá el comentario sea suficientemente largo. ah, y que sigas esto. bye. ah.
otra cosa que me encanta es la actitud de minho; siempre la amé (lo sarcástico y malo es kul<3), y me re sorprende que el personaje de esta fic sea, tal como newt, igual al de la saga.
srly, india, es buenísimo.
y ahora... bárbara. es una genia. ya la adoro. no deja que nadie le pase por encima, pide respuestas, responde a las actitudes sarcásticas de minho, newt y hasta alby. la chica es mucho mejor que teresa, muchísimo mejor (cualquiera es mejor que teresa, en realidad, bt).
ahora vamos a hablar de alby, que, junto con gally, se ganan el primer puesto de los más idiotas y odiados. bt, srly, ¿hay necesidad de que el idiota de alby sea tan forro? NO, no la hay; es muy estúpido desconfiar de alguien que acaba de llegar. i know, él sabe algo de thomas y bárbara bt ¡acaban de llegar! ¡no entienden nada! denles un respiro, por dios. y gally... oh god. cuando pensé que no podía ser más idiota que en el libro, intenta violar a bárbara... ugh, ¿por qué no fue él al que enviaron al laberinto de noche, con los penitentes, en vez de ben? ¿eh? ¿eh? ¿eh?
último, but not least... thomas. yo lo amo, lo amo muchísimo, so pensé "me va a ser difícil amar al thomas de la fic bc el adoramiento que le tengo en el libro". pero me equivoqué.
amo a este thomas, es igual al verdadero y la verdad, no podría ser mejor.
en serio, ann, india, te felicito por esto porque es una de las mejores cosas que leí acá dentro del foro(de maze runner, y en general).
voy a seguir comentando y molestando en los próximos capítulos bc es imposible dejar de leer una vez que empezás.
ahora solamente falta que te diga "SEGUILA PLS".
si la seguís, te doy este gato (?).
ily, patricia, y ojalá el comentario sea suficientemente largo. ah, y que sigas esto. bye. ah.
Última edición por Colfer. el Mar 29 Jul 2014, 9:59 am, editado 1 vez (Razón : , s)
Invitado
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Re: glances {newt | the maze runner}
omg, india, me hiciste sonreír demasiado con tu comentario ahora subo capítulo, sólo porque te re amo. yo sí te dije del fic por wa hace mucho :jum: newt rulea, rlly amo su personalidad bc siempre es sarcástico y así, pero igual es re lindo ah.Colfer. escribió:omg omg omg. eso es lo único que puedo decir bc es. muy. genial. ¿por qué no sabía que tenías esta fic? ksabsadfsdkg, es hermosa:gad:. firsttttt, está tan bien escrita que quiero llorar, srly. secondddd, omg newt, lo amaba en los libros (bc ¿quién no lo ama?), pero esto me hace amarlo más. i mean, su personaje es muy tierno y cariñoso con bárbara, pero nunca pierde al personaje original, no está hecho re OC, sino que todos los personajes se mantienen fieles al libro, y eso es algo difícil (de encontrar, y de escribir).
otra cosa que me encanta es la actitud de minho; siempre la amé (lo sarcástico y malo es kul<3), y me re sorprende que el personaje de esta fic sea, tal como newt, igual al de la saga.
srly, india, es buenísimo.
y ahora... bárbara. es una genia. ya la adoro. no deja que nadie le pase por encima, pide respuestas, responde a las actitudes sarcásticas de minho, newt y hasta alby. la chica es mucho mejor que teresa, muchísimo mejor (cualquiera es mejor que teresa, en realidad, bt).
ahora vamos a hablar de alby, que, junto con gally, se ganan el primer puesto de los más idiotas y odiados. bt, srly, ¿hay necesidad de que el idiota de alby sea tan forro? NO, no la hay; es muy estúpido desconfiar de alguien que acaba de llegar. i know, él sabe algo de thomas y bárbara bt ¡acaban de llegar! ¡no entienden nada! denles un respiro, por dios. y gally... oh god. cuando pensé que no podía ser más idiota que en el libro, intenta violar a bárbara... ugh, ¿por qué no fue él al que enviaron al laberinto de noche, con los penitentes, en vez de ben? ¿eh? ¿eh? ¿eh?
último, but not least... thomas. yo lo amo, lo amo muchísimo, so pensé "me va a ser difícil amar al thomas de la fic bc el adoramiento que le tengo en el libro". pero me equivoqué.
amo a este thomas, es igual al verdadero y la verdad, no podría ser mejor.
en serio, ann, india, te felicito por esto porque es una de las mejores cosas que leí acá dentro del foro(de maze runner, y en general).
voy a seguir comentando y molestando en los próximos capítulos bc es imposible dejar de leer una vez que empezás.
ahora solamente falta que te diga "SEGUILA PLS".
si la seguís, te doy este gato (?).
ily, patricia, y ojalá el comentario sea suficientemente largo. ah, y que sigas esto. bye. ah.
yo siempre he amado a minho bc no le importa nada e insulta a todo el mundo mundial, eso lo hace muy cul ay, india, me halagas muchísimo<33.
quería que bárbara se sintiera ruda pero a la vez no tanto para que ahí entre newt(?), y que los desafiara bc es más interesante. odio a teresa, jamás me gustó su personalidad ni nada de ella, me provocaba mala espina.
gally está para matarlo a palos y después bailar sobre su cadáver(?), lo odio, lo odio, lo odio encima no muere YO QUERÍA QUE MURIERA.l. todo el libro esperé su muerte y en lugar de eso me dieron la de newt :jum: puto dashner. encima lo interpreta will poulter y yo odio a ese hombre. ah. alby no me cae mal, pero quería que odiara a bárbara bc sí(?).
ahora la sigo, india, ily y espero mi gato.
tobias.
Re: glances {newt | the maze runner}
Capítulo doce.
bowieNo había nada más que oscuridad. Podía distinguir los muros y donde había que dar vuelta; sin embargo la oscuridad era muy densa. No conseguiría durar mucho tiempo ahí.
Escuchó un gemido. Luego otro. Y otro. Comenzó a caminar guiada por sus oídos, escuchaba a alguien agonizando y eso no era bueno. Quedaban alrededor de tres minutos para encontrarlos y sacarlos de ahí.
Distinguió algo moviéndose en la oscuridad. No parecía humano pero después distinguió a Minho cargando a Alby. Quiso gritarle a Newt y Thomas pero sabía que no iban a entrar al Laberinto, de ninguna manera.
—¡Minho! —gritó y corrió hacia él para ayudarlo con Alby.
—Dime que estoy muerto y esto es una alucinación, dime que no entraste al Laberinto —dijo Minho respirando entrecortadamente.
Bárbara no dijo nada y ayudó a su amigo a arrastrar a Alby hacia la puerta. Era muy pesado, sentía como todo su cuerpo se desmoronaba por el peso de Alby, comenzaba a dolerle la espalda y aún faltaban cientos de metros.
Comenzó a vislumbrar la puerta, se acercaban al Área. Quería correr pero con Alby aplastándole la mitad del cuerpo le parecía imposible.
—¡Ya vienen! —escuchó gritar a Thomas.
Veía el Área perfectamente, los tres chicos seguían en el mismo lugar y en la misma posición. Pero Newt parecía una mezcla de emociones, furia, preocupación, desesperación.
Cayó al suelo junto con Alby y volvió a levantarse para ayudar a Minho a arrastrar al Encargado.
La puerta comenzaba a cerrarse y aún les faltaban unos cinco metros, no lo lograrían, necesitaban un enorme milagro.
Bárbara vio a Thomas corriendo hacia ellos y a Newt gritándole que se detuviera. En unos segundos Thomas los ayudaba a jalar a Alby hacia el Área. Entre los tres era mucho más fácil, pero seguía pesando mucho para Bárbara.
Newt y Chuck se habían acercado a la Puerta, faltaba un metro para que se cerrara y no había garantía de que lo lograrían.
—Bárbara, te juro que si no te mata un Penitente yo sí lo haré —dijo Newt mirándola pero no le importó, sabía que había hecho lo correcto.
Lo habían conseguido. ¡Habían logrado llevar a Alby hasta el Área! Sin embargo ninguno de los demás consiguió entrar, la puerta estaba cerrada y ellos estaban dentro del Laberinto de noche.
Bárbara se sintió ahogada, como si no hubiera oxígeno y no pudiera respirar. Un terrible silencio reinaba en el Laberinto, y un velo de oscuridad pareció cubrir el cielo, como si el sol se hubiera escondido. El crepúsculo había caído y las paredes parecían inmensas lápidas de un cementerio para gigantes lleno de maleza. Bárbara se sentó en la roca incrédula, estaba condenada a pasar una noche con los Penitentes y no estaba segura si vería el siguiente amanecer.
—Novatos —dijo Minho incorporándose—, son los shanks más mierteros que alguna vez ha habido.
—No podía quedarme allí y no ayudarlos —dijo Thomas.
—¿Y aquí estás mejor? —dijo Minho rodando los ojos—, nunca rompan la regla número uno.
—Logramos llevar a Alby hasta el Área, es un progreso —dijo Bárbara encogiéndose de hombros, pero sabía que la situación era terrible.
—Del Novato me esperaba esta estupidez, pero de ti no, Bárbara.
Bárbara se encogió de hombros, en el fondo no se arrepentía por haberlos ayudado, Minho era su amigo y necesitaban a Alby vivo.
—¿Qué pasó? —preguntó Thomas.
—No quiero recordarlo… Sólo digamos que los Penitentes pueden actuar como muertos muy bien.
—¿Entonces Alby pasará por la Transformación? —preguntó Bárbara.
—Conseguimos llevarlo al Área, supongo que estará bien. Nosotros tendremos una linda y agradable muerte junto a los Penitentes.
—¿No tenemos ninguna posibilidad? —preguntó Thomas esperanzado.
—Ninguna.
—¿Sabes, Minho? Lo que más me gusta de ti es tu entusiasmo y positivismo, no sabes lo mucho que nos ayuda —dijo Bárbara sarcásticamente.
Minho le sonrió cínicamente y continuó mirando al suelo. Bárbara no tenía planeado morir aquélla noche, debía haber algo que pudieran hacer para sobrevivir, pero con Minho y sus ánimos era difícil.
—¿Cuántos Penitentes vendrán? —preguntó Thomas.
—No sé.
Bárbara deseó estar en el Área durmiendo, pero Alby y Minho se abrían quedado afuera y eso la inquietaría. Pero ahora ella estaba en el Laberinto y según Minho no había posibilidades de sobrevivir. Aquello la inquietaba, no quería morir.
—¿Alguien ha sido dejado afuera por la noche y ha vivido? —preguntó Thomas.
—Nunca.
—¿Cuántos muertos entonces?
Minho se quedó callado en cuclillas mirando al suelo, como si estuviera en un mundo totalmente diferente.
—Al menos doce. ¿No has ido al cementerio?
—Sí.
—Bueno, ésos son sólo los cuerpos que hemos encontrado. Hay otros que jamás encontramos.
Se mantuvieron callados un rato mirando el suelo y esperando a los Penitentes, parecía una forma estúpida de morir pero ninguno tenía ganas de correr por el Laberinto. No había manera de saber si huías de ellos o si corrías hacia ellos. Aquélla noche sería la más horrible de sus vidas.
—¿Qué significa eso de pinchar? —preguntó Thomas quebrando el silencio.
—Tienes que verlos para saber de lo que estoy hablando, shank.
—¿Y por qué no te pinchó a ti también?
—Tal vez lo hizo y voy a colapsar en cualquier momento.
Bárbara sonrió ligeramente pero su sonrisa se esfumó al recordar que estaba en el Laberinto. No era agradable estar ahí y el silencio era demasiado inquietante. Quizá los Penitentes podían quedarse callados y atacar sigilosamente, Bárbara no lo sabía, no conocía nada sobre el Laberinto.
—¿No podemos subir esa cosa? —preguntó Thomas mirando la enredadera—. A las enredaderas.
Minho gruñó.
—Novato, ¿crees que somos un grupo de idiotas o qué? ¿De verdad crees que nunca hemos tenido la genial idea de trepar por las jodidas paredes?
Bárbara no sabía quién estaba más molesto, si Thomas o Minho, ambos se miraban con desprecio.
—Sólo intento ayudar, ¿por qué no dejas de lamentarte y hablas conmigo?
Minho tomó a Thomas por la camisa y lo elevó unos centímetros del suelo.
—¡No lo entiendes, shank! ¡No sabes nada y es por eso que tienes esperanza! Estamos muertos, ¡muertos!
Minho soltó a Thomas y se recargó en la pared con la cabeza gacha.
—Nunca había estado tan asustado en toda mi vida —murmuró Minho y Bárbara sintió lástima por él. Ella también estaba asustada, quería irse de ahí lo más rápido posible pero aún quedaba toda la noche.
Bárbara quería decirle algo pero no sabía qué decirle principalmente porque ella estaba igual de asustada y quería gritar con todas sus fuerzas.
Algo quebró el silencio, un sonido proveniente de las profundidades del Laberinto. Era un constante zumbido metálico, como cuchillos siendo afilados. Cada segundo se hacia más fuerte y después comenzaron unos extraños clics. Un quejido llenó el aire, y luego algo que sonaba como cadenas arrastrándose. Todo ello en conjunto era terrible, Bárbara quiso trepar las paredes y arrojarse al Área pero era imposible conseguirlo.
Minho se puso de pie, a penas se alcanzaba a distinguir su rostro. Pero cuando habló, Bárbara supo que tenía mucho miedo.
—Tenemos que dividirnos, es nuestra única oportunidad. Sólo manténganse en movimiento, ¡en todo momento!
Luego corrió y desapareció en unos segundos, tragado por el Laberinto y la oscuridad.
La respiración de Bárbara se detuvo, Minho tenía más experiencia con el Laberinto y no tenía por qué cuestionar su palabra, debía tener razón. Pero estaba paralizado por el miedo así que quizá tomó una mala decisión y era mejor mantenerse todos juntos.
—Podemos quedarnos juntos tú y yo —sugirió Thomas.
—Por supuesto que nos quedaremos juntos —respondió Bárbara y lo tomó de la mano para echar a correr.
Bárbara sentía que habían corrido alrededor de treinta minutos sin parar, le dolían las piernas y sentía el cuerpo acalambrado. No mentían, el Laberinto sí era una pesadilla. Hasta el momento no se habían topado con ningún Penitente pero los ruidos seguían atormentándolos mientras corrían. Algunas veces se encontraban en un callejón sin salida pero la mayoría del tiempo era girar derecha, izquierda, derecha, izquierda y así sucesivamente.
Ambos se mantenían en silencio y corriendo, el hablar gastaba energía pero no podían durar toda la noche corriendo sin parar. Tendrían que descansar en algún momento y Bárbara tenía miedo de parar y que un Penitente los atacara.
Puedes sobrevivir, se dijo a sí misma. Podían lograrlo, hasta ahora no había habido muchas complicaciones así que podían sobrevivir si se mantenían juntos y en movimiento.
El cansancio no tardó en vencerlos y optaron por quedarse sentados el uno junto al otro recargados en una pared que tenía varias salidas por si trataban de acorralarlos.
Bárbara quería dormir, pero el miedo la mantenía alerta en todo momento; no conseguía dejar los ojos cerrados ni por cinco segundos, el pánico la hacia volver a abrirlos y mantenerse alerta en todo momento.
—¿Crees que lo consigamos? —preguntó Thomas mirándola.
—No lo sé —susurró e hizo una pausa—, creo que podemos lograrlo pero no conocemos el Laberinto y eso es una gran desventaja.
Thomas asintió y miró hacia el frente.
—En estos momentos preferiría estar con Chuck aunque me altere —dijo Thomas sonriendo ligeramente.
—Lo lindo de ser chica es que tengo una habitación para mí sola.
—Deberíamos turnarnos, ¿no crees? Una noche tú duermes ahí, otra yo. —Hizo una larga pausa— Aunque no estoy seguro de que haya otra noche aquí.
—Hey, no digas eso, pronto estaremos comiendo algo de la asquerosa comida de Sartén.
No estaba convencida de sus palabras, pero prefería mantenerse entusiasta ante esas situaciones. Sabía que si comenzaba a decir que moriría realmente comenzaría a entrar en pánico y estaría más asustada de lo que ya está. Además los Penitentes no habían aparecido aún, quizá no los encontrarían y podrían salir de ahí vivos.
—¿Crees que la chica despierte? —preguntó Thomas mirando a su amiga.
—Quizá, Newt dijo que comía cada vez menos así que no estoy segura.
—No sé por qué pero me preocupa, como si la conociera.
—Quizá la conoces, no te sientas raro, yo siento que te conozco y que Chuck es mi hermano. Supongo que no pudieron borrarnos la memoria del todo.
Thomas asintió.
—Yo sólo quiero volver a casa, quiero escapar de este jodido Laberinto e ir con mi familia —dijo Thomas en un susurro.
—Sé que volveremos a casa y estaremos bien.
Una luz roja a la izquierda llamó la atención de Bárbara. Había un escarabajo navaja a unas pocas pulgadas de ellos, sus patitas largas estaban aferrándose a la piedra y trataba de ocultarse o algo parecido. La luz roja de sus ojos era como un sol pequeño, muy brillante para mirarla directamente. Bárbara se concentró en el cuerpo del escarabajo; el cuerpo era un cilindro de plata, unas seis pulgadas de largo y dos de diámetro con doce patas a lo largo del cuerpo. La cabeza era imposible de ver debido a la luz roja que brillaba sobre ella, aunque parecía ser pequeña. Pero eso no era lo más inquietante, sino lo que tenía escrito en el torso: CRUEL.
Bárbara no sabía por qué esa palabra estaba estampada en el escarabajo, quizá los que los enviaron ahí eran crueles o algo parecido y querían hacérselos saber. Parecía algo estúpido.
Quizá el escarabajo pudiera detectar el movimiento entonces le indicó a Thomas que se mantuviera quieto y ella hizo lo mismo. Con un clic el escarabajo se giró y se alejó. Entonces Bárbara respiró profundamente y miró a Thomas quien estaba preocupado.
Sonó otro chirrido por el Laberinto, ahora se escuchaba más cerca, después se escucharon sonidos mecánicos. Y entonces lo vio, algo indescriptible. Un Penitente.
Escuchó un gemido. Luego otro. Y otro. Comenzó a caminar guiada por sus oídos, escuchaba a alguien agonizando y eso no era bueno. Quedaban alrededor de tres minutos para encontrarlos y sacarlos de ahí.
Distinguió algo moviéndose en la oscuridad. No parecía humano pero después distinguió a Minho cargando a Alby. Quiso gritarle a Newt y Thomas pero sabía que no iban a entrar al Laberinto, de ninguna manera.
—¡Minho! —gritó y corrió hacia él para ayudarlo con Alby.
—Dime que estoy muerto y esto es una alucinación, dime que no entraste al Laberinto —dijo Minho respirando entrecortadamente.
Bárbara no dijo nada y ayudó a su amigo a arrastrar a Alby hacia la puerta. Era muy pesado, sentía como todo su cuerpo se desmoronaba por el peso de Alby, comenzaba a dolerle la espalda y aún faltaban cientos de metros.
Comenzó a vislumbrar la puerta, se acercaban al Área. Quería correr pero con Alby aplastándole la mitad del cuerpo le parecía imposible.
—¡Ya vienen! —escuchó gritar a Thomas.
Veía el Área perfectamente, los tres chicos seguían en el mismo lugar y en la misma posición. Pero Newt parecía una mezcla de emociones, furia, preocupación, desesperación.
Cayó al suelo junto con Alby y volvió a levantarse para ayudar a Minho a arrastrar al Encargado.
La puerta comenzaba a cerrarse y aún les faltaban unos cinco metros, no lo lograrían, necesitaban un enorme milagro.
Bárbara vio a Thomas corriendo hacia ellos y a Newt gritándole que se detuviera. En unos segundos Thomas los ayudaba a jalar a Alby hacia el Área. Entre los tres era mucho más fácil, pero seguía pesando mucho para Bárbara.
Newt y Chuck se habían acercado a la Puerta, faltaba un metro para que se cerrara y no había garantía de que lo lograrían.
—Bárbara, te juro que si no te mata un Penitente yo sí lo haré —dijo Newt mirándola pero no le importó, sabía que había hecho lo correcto.
Lo habían conseguido. ¡Habían logrado llevar a Alby hasta el Área! Sin embargo ninguno de los demás consiguió entrar, la puerta estaba cerrada y ellos estaban dentro del Laberinto de noche.
Bárbara se sintió ahogada, como si no hubiera oxígeno y no pudiera respirar. Un terrible silencio reinaba en el Laberinto, y un velo de oscuridad pareció cubrir el cielo, como si el sol se hubiera escondido. El crepúsculo había caído y las paredes parecían inmensas lápidas de un cementerio para gigantes lleno de maleza. Bárbara se sentó en la roca incrédula, estaba condenada a pasar una noche con los Penitentes y no estaba segura si vería el siguiente amanecer.
—Novatos —dijo Minho incorporándose—, son los shanks más mierteros que alguna vez ha habido.
—No podía quedarme allí y no ayudarlos —dijo Thomas.
—¿Y aquí estás mejor? —dijo Minho rodando los ojos—, nunca rompan la regla número uno.
—Logramos llevar a Alby hasta el Área, es un progreso —dijo Bárbara encogiéndose de hombros, pero sabía que la situación era terrible.
—Del Novato me esperaba esta estupidez, pero de ti no, Bárbara.
Bárbara se encogió de hombros, en el fondo no se arrepentía por haberlos ayudado, Minho era su amigo y necesitaban a Alby vivo.
—¿Qué pasó? —preguntó Thomas.
—No quiero recordarlo… Sólo digamos que los Penitentes pueden actuar como muertos muy bien.
—¿Entonces Alby pasará por la Transformación? —preguntó Bárbara.
—Conseguimos llevarlo al Área, supongo que estará bien. Nosotros tendremos una linda y agradable muerte junto a los Penitentes.
—¿No tenemos ninguna posibilidad? —preguntó Thomas esperanzado.
—Ninguna.
—¿Sabes, Minho? Lo que más me gusta de ti es tu entusiasmo y positivismo, no sabes lo mucho que nos ayuda —dijo Bárbara sarcásticamente.
Minho le sonrió cínicamente y continuó mirando al suelo. Bárbara no tenía planeado morir aquélla noche, debía haber algo que pudieran hacer para sobrevivir, pero con Minho y sus ánimos era difícil.
—¿Cuántos Penitentes vendrán? —preguntó Thomas.
—No sé.
Bárbara deseó estar en el Área durmiendo, pero Alby y Minho se abrían quedado afuera y eso la inquietaría. Pero ahora ella estaba en el Laberinto y según Minho no había posibilidades de sobrevivir. Aquello la inquietaba, no quería morir.
—¿Alguien ha sido dejado afuera por la noche y ha vivido? —preguntó Thomas.
—Nunca.
—¿Cuántos muertos entonces?
Minho se quedó callado en cuclillas mirando al suelo, como si estuviera en un mundo totalmente diferente.
—Al menos doce. ¿No has ido al cementerio?
—Sí.
—Bueno, ésos son sólo los cuerpos que hemos encontrado. Hay otros que jamás encontramos.
Se mantuvieron callados un rato mirando el suelo y esperando a los Penitentes, parecía una forma estúpida de morir pero ninguno tenía ganas de correr por el Laberinto. No había manera de saber si huías de ellos o si corrías hacia ellos. Aquélla noche sería la más horrible de sus vidas.
—¿Qué significa eso de pinchar? —preguntó Thomas quebrando el silencio.
—Tienes que verlos para saber de lo que estoy hablando, shank.
—¿Y por qué no te pinchó a ti también?
—Tal vez lo hizo y voy a colapsar en cualquier momento.
Bárbara sonrió ligeramente pero su sonrisa se esfumó al recordar que estaba en el Laberinto. No era agradable estar ahí y el silencio era demasiado inquietante. Quizá los Penitentes podían quedarse callados y atacar sigilosamente, Bárbara no lo sabía, no conocía nada sobre el Laberinto.
—¿No podemos subir esa cosa? —preguntó Thomas mirando la enredadera—. A las enredaderas.
Minho gruñó.
—Novato, ¿crees que somos un grupo de idiotas o qué? ¿De verdad crees que nunca hemos tenido la genial idea de trepar por las jodidas paredes?
Bárbara no sabía quién estaba más molesto, si Thomas o Minho, ambos se miraban con desprecio.
—Sólo intento ayudar, ¿por qué no dejas de lamentarte y hablas conmigo?
Minho tomó a Thomas por la camisa y lo elevó unos centímetros del suelo.
—¡No lo entiendes, shank! ¡No sabes nada y es por eso que tienes esperanza! Estamos muertos, ¡muertos!
Minho soltó a Thomas y se recargó en la pared con la cabeza gacha.
—Nunca había estado tan asustado en toda mi vida —murmuró Minho y Bárbara sintió lástima por él. Ella también estaba asustada, quería irse de ahí lo más rápido posible pero aún quedaba toda la noche.
Bárbara quería decirle algo pero no sabía qué decirle principalmente porque ella estaba igual de asustada y quería gritar con todas sus fuerzas.
Algo quebró el silencio, un sonido proveniente de las profundidades del Laberinto. Era un constante zumbido metálico, como cuchillos siendo afilados. Cada segundo se hacia más fuerte y después comenzaron unos extraños clics. Un quejido llenó el aire, y luego algo que sonaba como cadenas arrastrándose. Todo ello en conjunto era terrible, Bárbara quiso trepar las paredes y arrojarse al Área pero era imposible conseguirlo.
Minho se puso de pie, a penas se alcanzaba a distinguir su rostro. Pero cuando habló, Bárbara supo que tenía mucho miedo.
—Tenemos que dividirnos, es nuestra única oportunidad. Sólo manténganse en movimiento, ¡en todo momento!
Luego corrió y desapareció en unos segundos, tragado por el Laberinto y la oscuridad.
La respiración de Bárbara se detuvo, Minho tenía más experiencia con el Laberinto y no tenía por qué cuestionar su palabra, debía tener razón. Pero estaba paralizado por el miedo así que quizá tomó una mala decisión y era mejor mantenerse todos juntos.
—Podemos quedarnos juntos tú y yo —sugirió Thomas.
—Por supuesto que nos quedaremos juntos —respondió Bárbara y lo tomó de la mano para echar a correr.
Bárbara sentía que habían corrido alrededor de treinta minutos sin parar, le dolían las piernas y sentía el cuerpo acalambrado. No mentían, el Laberinto sí era una pesadilla. Hasta el momento no se habían topado con ningún Penitente pero los ruidos seguían atormentándolos mientras corrían. Algunas veces se encontraban en un callejón sin salida pero la mayoría del tiempo era girar derecha, izquierda, derecha, izquierda y así sucesivamente.
Ambos se mantenían en silencio y corriendo, el hablar gastaba energía pero no podían durar toda la noche corriendo sin parar. Tendrían que descansar en algún momento y Bárbara tenía miedo de parar y que un Penitente los atacara.
Puedes sobrevivir, se dijo a sí misma. Podían lograrlo, hasta ahora no había habido muchas complicaciones así que podían sobrevivir si se mantenían juntos y en movimiento.
El cansancio no tardó en vencerlos y optaron por quedarse sentados el uno junto al otro recargados en una pared que tenía varias salidas por si trataban de acorralarlos.
Bárbara quería dormir, pero el miedo la mantenía alerta en todo momento; no conseguía dejar los ojos cerrados ni por cinco segundos, el pánico la hacia volver a abrirlos y mantenerse alerta en todo momento.
—¿Crees que lo consigamos? —preguntó Thomas mirándola.
—No lo sé —susurró e hizo una pausa—, creo que podemos lograrlo pero no conocemos el Laberinto y eso es una gran desventaja.
Thomas asintió y miró hacia el frente.
—En estos momentos preferiría estar con Chuck aunque me altere —dijo Thomas sonriendo ligeramente.
—Lo lindo de ser chica es que tengo una habitación para mí sola.
—Deberíamos turnarnos, ¿no crees? Una noche tú duermes ahí, otra yo. —Hizo una larga pausa— Aunque no estoy seguro de que haya otra noche aquí.
—Hey, no digas eso, pronto estaremos comiendo algo de la asquerosa comida de Sartén.
No estaba convencida de sus palabras, pero prefería mantenerse entusiasta ante esas situaciones. Sabía que si comenzaba a decir que moriría realmente comenzaría a entrar en pánico y estaría más asustada de lo que ya está. Además los Penitentes no habían aparecido aún, quizá no los encontrarían y podrían salir de ahí vivos.
—¿Crees que la chica despierte? —preguntó Thomas mirando a su amiga.
—Quizá, Newt dijo que comía cada vez menos así que no estoy segura.
—No sé por qué pero me preocupa, como si la conociera.
—Quizá la conoces, no te sientas raro, yo siento que te conozco y que Chuck es mi hermano. Supongo que no pudieron borrarnos la memoria del todo.
Thomas asintió.
—Yo sólo quiero volver a casa, quiero escapar de este jodido Laberinto e ir con mi familia —dijo Thomas en un susurro.
—Sé que volveremos a casa y estaremos bien.
Una luz roja a la izquierda llamó la atención de Bárbara. Había un escarabajo navaja a unas pocas pulgadas de ellos, sus patitas largas estaban aferrándose a la piedra y trataba de ocultarse o algo parecido. La luz roja de sus ojos era como un sol pequeño, muy brillante para mirarla directamente. Bárbara se concentró en el cuerpo del escarabajo; el cuerpo era un cilindro de plata, unas seis pulgadas de largo y dos de diámetro con doce patas a lo largo del cuerpo. La cabeza era imposible de ver debido a la luz roja que brillaba sobre ella, aunque parecía ser pequeña. Pero eso no era lo más inquietante, sino lo que tenía escrito en el torso: CRUEL.
Bárbara no sabía por qué esa palabra estaba estampada en el escarabajo, quizá los que los enviaron ahí eran crueles o algo parecido y querían hacérselos saber. Parecía algo estúpido.
Quizá el escarabajo pudiera detectar el movimiento entonces le indicó a Thomas que se mantuviera quieto y ella hizo lo mismo. Con un clic el escarabajo se giró y se alejó. Entonces Bárbara respiró profundamente y miró a Thomas quien estaba preocupado.
Sonó otro chirrido por el Laberinto, ahora se escuchaba más cerca, después se escucharon sonidos mecánicos. Y entonces lo vio, algo indescriptible. Un Penitente.
tobias.
Re: glances {newt | the maze runner}
me encantó. es tu mach for mi.
sabía que barbara iba a ser pelotuda e iba a entrar. sueño con que newt la cague a pedo, aunque por lo que dijo, lo va a hacer. fldfhdfdlfhdg. minho es tan bello, lo amo al chino puto. y thomas, mi thomas, ctm. .|. dsfldshfslf. yo sé que la querés seguir pronto, yo lo sé.
sabía que barbara iba a ser pelotuda e iba a entrar. sueño con que newt la cague a pedo, aunque por lo que dijo, lo va a hacer. fldfhdfdlfhdg. minho es tan bello, lo amo al chino puto. y thomas, mi thomas, ctm. .|. dsfldshfslf. yo sé que la querés seguir pronto, yo lo sé.
khaleesi.
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Re: glances {newt | the maze runner}
sweetheart. escribió:me encantó. es tu mach for mi.
sabía que barbara iba a ser pelotuda e iba a entrar. sueño con que newt la cague a pedo, aunque por lo que dijo, lo va a hacer. fldfhdfdlfhdg. minho es tan bello, lo amo al chino puto. y thomas, mi thomas, ctm. .|. dsfldshfslf. yo sé que la querés seguir pronto, yo lo sé.
yo te amo bárbara tenía que entrar bc es cul, ah, amo a newt<33, nos casaremos pronto. y minho rulea igual que thomas .l. subiré antes de irme<33.
tobias.
Re: glances {newt | the maze runner}
hola, ann, aps, nueva lectora, encontre la historia hace un tiempo y me gusto mucho la idea, bc ¡ES NEWT! ¿Quién es su sano juicio no ama a Newt? Y a Tommy y a Minho, aunque ese es otro tema. Newbara rlz, son tan tiernos, aunque Newt se tiene que enojar con Barbs por -duh- salir del laberinto, pero es que Barbara es muy impulsiva :roll: y salio a salvar a sus amigos, bueno a su amigo, Alby no.
En fin saludos, cuídate, saludos. :jum:
ily.
Invitado
Invitado
Re: glances {newt | the maze runner}
holap, me alegro de que te guste newt debe ser considerado una de las 10 personas más hots del mundo(?) porque lo es ah. yo soy igual de impulsiva, rlly, ah. ily2.nott. escribió:hola, ann, aps, nueva lectora, encontre la historia hace un tiempo y me gusto mucho la idea, bc ¡ES NEWT! ¿Quién es su sano juicio no ama a Newt? Y a Tommy y a Minho, aunque ese es otro tema. Newbara rlz, son tan tiernos, aunque Newt se tiene que enojar con Barbs por -duh- salir del laberinto, pero es que Barbara es muy impulsiva :roll: y salio a salvar a sus amigos, bueno a su amigo, Alby no.En fin saludos, cuídate, saludos. :jum:ily.
tobias.
Re: glances {newt | the maze runner}
Chicas, me ausentaré toda la siguiente semana, así que no podré subir hasta dentro de unos días. Sin embargo más tarde subiré sólo para que tengan capítulo, ah. Las amo y gracias por leer el fic<33.
tobias.
Re: glances {newt | the maze runner}
Capítulo trece.
bowieNewt caminó de un lado a otro frente al Laberinto, las Puertas se habían cerrado y tres chicos se habían quedado dentro con los Penitentes.
Pero no eran Minho y Thomas quienes le preocupaban, era Bárbara. Podría ser una chica muy fuerte pero eso no cambiaba el hecho de que seguía siendo mujer y podían herirla allá afuera. No entendía el por qué pero se sentía mucho más preocupado por Bárbara que por Alby quien pasaba por la Transformación.
Estaba furioso con ella, pero la furia se calmaba cuando pensaba en la muerte de Bárbara. Podía morir en cualquier momento por culpa de un Penitente, no quería pensar eso pero era algo probable considerando que era una novata.
Aunque Minho estuviera con ellos nadie había conseguido sobrevivir una noche en el Laberinto y eso lo inquietaba. Ya era más de media noche y debía ir a dormir, pero quería quedarse esperando ahí como si las Puertas fueran a abrirse para que fuera a buscar a Bárbara. A pesar del miedo que sentía por el Laberinto y los Penitentes, iría por ella aunque eso conllevara morir.
—Newt… —comenzó Chuck quien se había quedado a su lado en todo momento.
—Ahora no, Chuck.
Chuck se movió incómodamente y miró a Newt quien estaba mordiéndose las pocas uñas que le quedaban.
—Se trata de Minho, él es inteligente y ayudará a Thomas y Bárbara. Van a estar bien.
Chuck no se creía sus palabras, era obvio; parecía estarlo diciendo sólo para hacer sentir mejor a Newt y así era. Pero en el fondo confiaba en que sus dos mejores amigos regresarían sanos y salvos a la mañana siguiente.
—Me importa una garlopa la vida de Minho y Thomas, ¡Bárbara está allá afuera, Chuck!
El niño se encogió de hombros y miró hacia las Puertas. Sabía que Newt tenía una relación muy cercana a Bárbara, la mayoría del tiempo que ella había pasado ahí estaba con Newt. Pero no imaginaba que fueran tan amigos en tan poco tiempo, creía que sólo la ayudaba a adaptarse.
—Se trata de Bárbara, esa chica parece ser más inteligente y fuerte que muchos de nosotros —susurró Chuck en voz muy baja pero Newt alcanzó a oírlo.
En parte Chuck tenía razón, Newt sabía perfectamente que Bárbara era una chica muy inteligente y no se dejaría comer por un Penitente. Pero esas criaturas también eran inteligentes y quizá el ingenio no fuera suficiente para vencerlos.
Deseaba poder ir a ayudarlos, después de todo él ya había estado en el Laberinto pero se había jurado no volver a entrar ahí aunque por Bárbara sería capaz de luchar contra un Penitente y tocar su cuerpo viscoso.
Aún faltaban alrededor de seis horas para que las puertas se abrieran y para él serían las seis horas más largas de toda su vida. No podía dejar de preocuparse por ella y aunque Minho era su amigo, le importaba mucho más que Bárbara saliera ilesa de aquélla situación.
—Di algo —dijo Chuck preocupado por Newt.
Él y Newt jamás habían sido unidos, de hecho Newt no desaprovechaba una oportunidad para fastidiarlo. Siempre lo llamaba ‘Chuky’ y creía que era un total idiota, sin embargo Chuck sabía que no lo era. Y aunque le costara admitirlo, Newt le agradaba bastante, era uno de los chicos más amables del Área y eso que no era un ángel de Dios.
—¿Qué quieres que diga, Chuky? Me importa más la vida de esa chica que mi vida, no es algo normal.
Chuck se encogió de hombros.
—Es tu mejor amiga, obviamente harías todo por ella.
Newt asintió. No estaba seguro de querer a Bárbara como su mejor amiga, desde que la había conocido sintió gran afecto por ella y no creía que se debiera a su amistad con ella. De hecho, no sabía a qué se debía; quizá era porque es la única chica que conoce y eso influye en su relación. Por más que trataba de sacársela de la cabeza ella permanecía ahí con su perfecta sonrisa y riendo de lo que él decía… No quería perderla.
Las horas pasaban con una lentitud impresionante, escuchaba a lo lejos los gritos de Alby pero no le importaba en esos momentos. Sólo quería que las Puertas se abrieran y ver a Bárbara sana y salva; pero no estaba seguro de que eso sucediera, quizá podría morir. Se reusó a creer eso, Bárbara estaría bien, tiene que estarlo.
Chuck se había ido a dormir y lo comprendía, eran aproximadamente las cuatro de la mañana y la puerta no abriría hasta las siete. Tres horas más de sufrimiento, pensó.
Se había mantenido parado un rato y al final había optado por sentarse a esperar a que sus amigos volvieran sanos y salvos. Sabía que aquella esperanza quizá era completamente en vano, que ellos podrían morir fácilmente. No quería tener que enterrarlos a ninguno de ellos, verlos sin vida sería una pesadilla inimaginable.
Deseaba que Los Creadores tuvieran un poco de compasión y los salvaran de un terrible destino con los Penitentes, pero no estaba seguro de que eso pasara. Seguramente lo harían todo mucho más brutal y salvaje sólo para divertirse y apostar; no sabía qué pasaba por las cabezas de aquéllas personas.
Cada segundo era interminable y sentía su cuerpo dolorido y cansado pidiéndole dormir. Pero sus sentidos se mantenían activos con la esperanza de ver pronto a Bárbara, sana y salva.
El sueño terminó por vencerlo a las cinco y media de la mañana, sus ojos se habían cerrado y no había podido hacer nada para detenerlos. No estaba del todo cómodo sobre la hierba pero por primera vez, a pesar de todo lo que había sucedido, tuvo un sueño agradable.
En el sueño estaba con Bárbara, ella no dejaba de reír y sonreír además de que en todo momento lo había tomado de la mano. Para ellos el Área ya era un recuerdo muy lejano, parecía que jamás hubiera sucedido y ellos hubieran estado juntos toda su vida, acompañándose y siendo felices.
—¿Eres feliz? —preguntó Bárbara.
—Jamás había sido tan feliz —le respondió él sonriente.
Pero no era Newt quien hablaba, era él, pero no podía controlar lo que decía; sólo se observaba a sí mismo hablando con Bárbara pero no podía decir nada. Parecía que el sueño estuviera programado y tuviera sus propias palabras y planes para decir.
—¿Qué hay de ti, princesa, eres feliz?
Bárbara sonrió ampliamente y lo abrazó por el cuello.
—Muy feliz.
El Newt del sueño sonreía y Newt no pudo evitar sentirse feliz por haber tenido un sueño agradable donde estuviera Bárbara. Pero lo más importante era que ellos eran felices, como si el Área no hubiera existido jamás y hubieran sido felices durante toda su vida.
La imagen no tardó en desvanecerse debido a que Chuck lo sacudía de un lado a otro esperando a que despertara. Sintió un odio profundo hacia el niño por arruinarle el único sueño agradable que había tenido desde que había llegado al Área, pero no lo culpó, él también lo hubiera despertado si estuviera tirado en el suelo durmiendo.
Faltaba media hora para que las Puertas se abrieran y todos los Habitantes se habían reunido frente a la Puerta Oeste esperando ver a Minho, Bárbara y Thomas; pero nadie sabía en qué estado estarían.
—Levántate, shank —dijo Chuck dándole una mano que Newt tomó sin mucho agrado.
Sabía que su aspecto era terrible, pero eso no era lo peor, tenía un dolor creciente en la espalda y sentía como si se hubiera roto la mitad de la columna vertebral. Hizo unos cuantos movimientos para hacer que los huesos de la espalda crujieran pero a pesar de eso sentía el cuerpo dolorido por haber dormido sobre el suelo en una posición no muy cómoda cabe agregar.
Todos los Habitantes estaban atentos a la Puerta, preparándose mentalmente para lo que tuvieran que enfrentarse en cuanto se abrieran las Puertas. La mayoría susurraba cosas sobre Thomas y Bárbara, tenían mucho fe en Minho pero en los dos novatos no había esperanza alguna. No como la que tenían Chuck y Newt.
—Newt, ¿crees que estarán bien? —preguntó Sartén acercándose a él seguido de Winston quien estaba cruzado de brazos.
—Espero que lo estén —respondió llevándose las manos a la cabeza.
—¿Tendrán un castigo, no? —preguntó Winston mirando con preocupación el Laberinto— Ya sabes, rompieron la regla número uno.
—Güey, acaban de pasar la noche allá afuera y lo único que te preocupa es su castigo, no seas miertero —lo regañó Sartén.
—Lo sé, pero es la regla número uno y no pueden romperla así…
—Cállate y deja de ser un imbécil, Winston —lo cortó Newt furioso.
Estaba cansado de las constantes objeciones de Winston ante cualquier tema, no había nada que no lo molestara. Siempre recurría a la negación y se preguntaba por qué no tenía el amor de todos los chicos… A Newt jamás le había caído mal Winston, no era su persona favorita pero no lo odiaba. Aunque podía ser un shank muy molesto la mayoría de veces.
Winston se encogió de hombros y miró al suelo. Lo único que le preocupaba a él era el orden y aunque Newt era un gran fanático de esa regla; la vida de aquéllos chicos era mucho más importante para él que cualquier regla del Área.
—Yo sólo decía —comentó Winston.
—Pues ya no digas cosas tan mierteras —respondió Newt sin mirarlo.
Chuck esperaba emocionado sin prestar atención a los chicos que discutían; se sentía nervioso pero la emoción era mucho más grande que sus crecientes nervios. Sus manos no dejaban de sudar y durante la noche no había conseguido conciliar el sueño, la había pasado revolviéndose en el saco de dormir y mordiéndose las uñas hasta acabárselas.
Los Habitantes se habían reunido en una especie de formación con forma de rectángulo con Newt al frente de todos ellos.
Deseaba morderse las uñas pero el día anterior había acabado con cada una de ellas, algunas incluso habían sangrado un poco peor los nervios lo atormentaron en todo momento.
—Deberías calmarte —sugirió Chuck a su lado.
—Oh, gracias por el consejo, Chucky, realmente iluminaste mi vida. —Dijo con sarcasmo pero sabía que el niño tenía razón.
—Sólo trato de ayudar —comentó Chuck entre dientes.
Faltaban tan sólo cinco minutos para que las Puertas se abrieran y pudieran saber si habían logrado sobrevivir. Newt estaba seguro de jamás haber experimentado tantos nervios en toda su vida, con cada segundo que pasaba crecían mucho más y tenía ganas de gritar que abrieran las puertas de una vez por todas. Pero se contuvo y se quedó callado hasta que dieron las siete.
Las Puertas se abrieron con un sonido metálico y estruendoso. Tardaron unos cuantos minutos más y Newt seguía esperando pacientemente aunque quería correr y adentrarse en el Laberinto para observar.
Nada. Ellos no estaban ahí.
Pero no eran Minho y Thomas quienes le preocupaban, era Bárbara. Podría ser una chica muy fuerte pero eso no cambiaba el hecho de que seguía siendo mujer y podían herirla allá afuera. No entendía el por qué pero se sentía mucho más preocupado por Bárbara que por Alby quien pasaba por la Transformación.
Estaba furioso con ella, pero la furia se calmaba cuando pensaba en la muerte de Bárbara. Podía morir en cualquier momento por culpa de un Penitente, no quería pensar eso pero era algo probable considerando que era una novata.
Aunque Minho estuviera con ellos nadie había conseguido sobrevivir una noche en el Laberinto y eso lo inquietaba. Ya era más de media noche y debía ir a dormir, pero quería quedarse esperando ahí como si las Puertas fueran a abrirse para que fuera a buscar a Bárbara. A pesar del miedo que sentía por el Laberinto y los Penitentes, iría por ella aunque eso conllevara morir.
—Newt… —comenzó Chuck quien se había quedado a su lado en todo momento.
—Ahora no, Chuck.
Chuck se movió incómodamente y miró a Newt quien estaba mordiéndose las pocas uñas que le quedaban.
—Se trata de Minho, él es inteligente y ayudará a Thomas y Bárbara. Van a estar bien.
Chuck no se creía sus palabras, era obvio; parecía estarlo diciendo sólo para hacer sentir mejor a Newt y así era. Pero en el fondo confiaba en que sus dos mejores amigos regresarían sanos y salvos a la mañana siguiente.
—Me importa una garlopa la vida de Minho y Thomas, ¡Bárbara está allá afuera, Chuck!
El niño se encogió de hombros y miró hacia las Puertas. Sabía que Newt tenía una relación muy cercana a Bárbara, la mayoría del tiempo que ella había pasado ahí estaba con Newt. Pero no imaginaba que fueran tan amigos en tan poco tiempo, creía que sólo la ayudaba a adaptarse.
—Se trata de Bárbara, esa chica parece ser más inteligente y fuerte que muchos de nosotros —susurró Chuck en voz muy baja pero Newt alcanzó a oírlo.
En parte Chuck tenía razón, Newt sabía perfectamente que Bárbara era una chica muy inteligente y no se dejaría comer por un Penitente. Pero esas criaturas también eran inteligentes y quizá el ingenio no fuera suficiente para vencerlos.
Deseaba poder ir a ayudarlos, después de todo él ya había estado en el Laberinto pero se había jurado no volver a entrar ahí aunque por Bárbara sería capaz de luchar contra un Penitente y tocar su cuerpo viscoso.
Aún faltaban alrededor de seis horas para que las puertas se abrieran y para él serían las seis horas más largas de toda su vida. No podía dejar de preocuparse por ella y aunque Minho era su amigo, le importaba mucho más que Bárbara saliera ilesa de aquélla situación.
—Di algo —dijo Chuck preocupado por Newt.
Él y Newt jamás habían sido unidos, de hecho Newt no desaprovechaba una oportunidad para fastidiarlo. Siempre lo llamaba ‘Chuky’ y creía que era un total idiota, sin embargo Chuck sabía que no lo era. Y aunque le costara admitirlo, Newt le agradaba bastante, era uno de los chicos más amables del Área y eso que no era un ángel de Dios.
—¿Qué quieres que diga, Chuky? Me importa más la vida de esa chica que mi vida, no es algo normal.
Chuck se encogió de hombros.
—Es tu mejor amiga, obviamente harías todo por ella.
Newt asintió. No estaba seguro de querer a Bárbara como su mejor amiga, desde que la había conocido sintió gran afecto por ella y no creía que se debiera a su amistad con ella. De hecho, no sabía a qué se debía; quizá era porque es la única chica que conoce y eso influye en su relación. Por más que trataba de sacársela de la cabeza ella permanecía ahí con su perfecta sonrisa y riendo de lo que él decía… No quería perderla.
Las horas pasaban con una lentitud impresionante, escuchaba a lo lejos los gritos de Alby pero no le importaba en esos momentos. Sólo quería que las Puertas se abrieran y ver a Bárbara sana y salva; pero no estaba seguro de que eso sucediera, quizá podría morir. Se reusó a creer eso, Bárbara estaría bien, tiene que estarlo.
Chuck se había ido a dormir y lo comprendía, eran aproximadamente las cuatro de la mañana y la puerta no abriría hasta las siete. Tres horas más de sufrimiento, pensó.
Se había mantenido parado un rato y al final había optado por sentarse a esperar a que sus amigos volvieran sanos y salvos. Sabía que aquella esperanza quizá era completamente en vano, que ellos podrían morir fácilmente. No quería tener que enterrarlos a ninguno de ellos, verlos sin vida sería una pesadilla inimaginable.
Deseaba que Los Creadores tuvieran un poco de compasión y los salvaran de un terrible destino con los Penitentes, pero no estaba seguro de que eso pasara. Seguramente lo harían todo mucho más brutal y salvaje sólo para divertirse y apostar; no sabía qué pasaba por las cabezas de aquéllas personas.
Cada segundo era interminable y sentía su cuerpo dolorido y cansado pidiéndole dormir. Pero sus sentidos se mantenían activos con la esperanza de ver pronto a Bárbara, sana y salva.
El sueño terminó por vencerlo a las cinco y media de la mañana, sus ojos se habían cerrado y no había podido hacer nada para detenerlos. No estaba del todo cómodo sobre la hierba pero por primera vez, a pesar de todo lo que había sucedido, tuvo un sueño agradable.
En el sueño estaba con Bárbara, ella no dejaba de reír y sonreír además de que en todo momento lo había tomado de la mano. Para ellos el Área ya era un recuerdo muy lejano, parecía que jamás hubiera sucedido y ellos hubieran estado juntos toda su vida, acompañándose y siendo felices.
—¿Eres feliz? —preguntó Bárbara.
—Jamás había sido tan feliz —le respondió él sonriente.
Pero no era Newt quien hablaba, era él, pero no podía controlar lo que decía; sólo se observaba a sí mismo hablando con Bárbara pero no podía decir nada. Parecía que el sueño estuviera programado y tuviera sus propias palabras y planes para decir.
—¿Qué hay de ti, princesa, eres feliz?
Bárbara sonrió ampliamente y lo abrazó por el cuello.
—Muy feliz.
El Newt del sueño sonreía y Newt no pudo evitar sentirse feliz por haber tenido un sueño agradable donde estuviera Bárbara. Pero lo más importante era que ellos eran felices, como si el Área no hubiera existido jamás y hubieran sido felices durante toda su vida.
La imagen no tardó en desvanecerse debido a que Chuck lo sacudía de un lado a otro esperando a que despertara. Sintió un odio profundo hacia el niño por arruinarle el único sueño agradable que había tenido desde que había llegado al Área, pero no lo culpó, él también lo hubiera despertado si estuviera tirado en el suelo durmiendo.
Faltaba media hora para que las Puertas se abrieran y todos los Habitantes se habían reunido frente a la Puerta Oeste esperando ver a Minho, Bárbara y Thomas; pero nadie sabía en qué estado estarían.
—Levántate, shank —dijo Chuck dándole una mano que Newt tomó sin mucho agrado.
Sabía que su aspecto era terrible, pero eso no era lo peor, tenía un dolor creciente en la espalda y sentía como si se hubiera roto la mitad de la columna vertebral. Hizo unos cuantos movimientos para hacer que los huesos de la espalda crujieran pero a pesar de eso sentía el cuerpo dolorido por haber dormido sobre el suelo en una posición no muy cómoda cabe agregar.
Todos los Habitantes estaban atentos a la Puerta, preparándose mentalmente para lo que tuvieran que enfrentarse en cuanto se abrieran las Puertas. La mayoría susurraba cosas sobre Thomas y Bárbara, tenían mucho fe en Minho pero en los dos novatos no había esperanza alguna. No como la que tenían Chuck y Newt.
—Newt, ¿crees que estarán bien? —preguntó Sartén acercándose a él seguido de Winston quien estaba cruzado de brazos.
—Espero que lo estén —respondió llevándose las manos a la cabeza.
—¿Tendrán un castigo, no? —preguntó Winston mirando con preocupación el Laberinto— Ya sabes, rompieron la regla número uno.
—Güey, acaban de pasar la noche allá afuera y lo único que te preocupa es su castigo, no seas miertero —lo regañó Sartén.
—Lo sé, pero es la regla número uno y no pueden romperla así…
—Cállate y deja de ser un imbécil, Winston —lo cortó Newt furioso.
Estaba cansado de las constantes objeciones de Winston ante cualquier tema, no había nada que no lo molestara. Siempre recurría a la negación y se preguntaba por qué no tenía el amor de todos los chicos… A Newt jamás le había caído mal Winston, no era su persona favorita pero no lo odiaba. Aunque podía ser un shank muy molesto la mayoría de veces.
Winston se encogió de hombros y miró al suelo. Lo único que le preocupaba a él era el orden y aunque Newt era un gran fanático de esa regla; la vida de aquéllos chicos era mucho más importante para él que cualquier regla del Área.
—Yo sólo decía —comentó Winston.
—Pues ya no digas cosas tan mierteras —respondió Newt sin mirarlo.
Chuck esperaba emocionado sin prestar atención a los chicos que discutían; se sentía nervioso pero la emoción era mucho más grande que sus crecientes nervios. Sus manos no dejaban de sudar y durante la noche no había conseguido conciliar el sueño, la había pasado revolviéndose en el saco de dormir y mordiéndose las uñas hasta acabárselas.
Los Habitantes se habían reunido en una especie de formación con forma de rectángulo con Newt al frente de todos ellos.
Deseaba morderse las uñas pero el día anterior había acabado con cada una de ellas, algunas incluso habían sangrado un poco peor los nervios lo atormentaron en todo momento.
—Deberías calmarte —sugirió Chuck a su lado.
—Oh, gracias por el consejo, Chucky, realmente iluminaste mi vida. —Dijo con sarcasmo pero sabía que el niño tenía razón.
—Sólo trato de ayudar —comentó Chuck entre dientes.
Faltaban tan sólo cinco minutos para que las Puertas se abrieran y pudieran saber si habían logrado sobrevivir. Newt estaba seguro de jamás haber experimentado tantos nervios en toda su vida, con cada segundo que pasaba crecían mucho más y tenía ganas de gritar que abrieran las puertas de una vez por todas. Pero se contuvo y se quedó callado hasta que dieron las siete.
Las Puertas se abrieron con un sonido metálico y estruendoso. Tardaron unos cuantos minutos más y Newt seguía esperando pacientemente aunque quería correr y adentrarse en el Laberinto para observar.
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