"ROSE GARDEN"(Nick y Tu) 1° Temporada TERMINADA

Feliz año nuevo!!
State: siguela

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MARATON 1/5



CAPITULO 38

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Fui a comprar lo que hacía falta y di una vuelta por el parque cercano a la florería, después de estar ausente por casi una hora, decidí regresar, tal vez ya habrían terminado de charlar a gusto, y bueno si no era así me iría a la parte trasera a regar las flores o algo así.

Ya casi llegaba, me percate de que la puerta seguía cerrada al igual que las cortinas, pensé que habían salido a caminar, saque la llave de mi bolsillo, estaba a punto de meterla en la cerradura…

─pero aun no, si vas a hablar, primero date y dale el tiempo de familiarizarse, eso no es cosa de un momento, así que es lo único que te pido─ la voz del Tío bruce sonaba con un aire de tristeza.

─de acuerdo─ aquel chico se encontraba aun adentro.


Me sentí extraña escuchando algo que no era de mi incumbencia así que metí la llave en la cerradura y la abrí.

─lo siento─ dije enseguida que ambos me miraron.

─estaré en la parte de atrás─ deje lo que había traído en el mostrador y me gire para salir de ahí ya que por alguna razón ajena me sentía incomoda.

─pequeña, espera─ dijo el tío Bruce a lo que yo solo gire para de nueva cuenta estar frente a él.

─si─ le dije


Soltó un suspiro que pareció pesado y estiro su brazo en señal de que quería que me acercara.

─_______, no sé si…Ángel te comento algo, pero, el es nuevo aquí así que te quiero pedir un favor─ sonrió pero pude notar algo extraño en su sonrisa y mas a un en su mirada. ─se quedara en la ciudad por un tiempo y, bueno no tiene donde quedarse, así que…le sugerí que se quede aquí


─ ¿Qué? >>durmió bien anoche<< ─ claro, como no hay otra…habitación por así decirlo─ >>que no diga que conmigo eso es raro y ¡NO, NO! Me niego<< ─se quedara aquí en la parte delantera─>> gracias dios<< no es que pensara que este chico es malo, pero es raro todo esto y no lo comprendo.

─le digo a Bruce que solo necesito ese sofá y dormiré como un bebé─ sonrió nuevamente.

─ok─ fue lo único que pude articular, pues mi cerebro estaba concentrado en asimilar todo lo anterior, pero no lograba descifrar esa confianza de dejarlo solo conmigo, era extraño.

─y un favor mas─ >>otro<< ─serás la encargada de cuidar de Ángel y mostrarle, no sé, la ciudad y todo eso─ no me sonó completamente convencido de sus propias palabras pero en fin, solo asentí y sonreí tratando de ocultar mi obvia confusión. De cuando aquí me dejaba con un extraño. Eso era nuevo, pero lo haria de todas formas.


Una semana paso más que veloz y todo seguía normal que siempre, Nick de nueva cuenta era el mismo de antes conmigo y pasábamos demasiado tiempo juntos, en el salón de clases nos la pasábamos platicando cada vez que podíamos y si no podíamos, nos mandábamos papelitos con cualquier tontería. Con respecto a Ángel, era un chico genial, pasaba casi toda la tarde con él, era un chico muy lindo, no en el aspecto de lindura que le gusta a una chica, sino en un aspecto como de hermano protector, si mi hermano no pudiera ser Kevin tal vez el seria otro ejemplo de un hermano que quisiera tener y con todo lo demás bueno todo era normal.


─entonces, no te molesta que te recoja de la escuela─ dijo mientras regaba una pequeña meceta.

─no para nada─ siempre me habría gustado saber que se siente que tu hermano mayor valla por ti a la escuela y esa era una buena oportunidad, la cual no rechazaría, claro aunque él en verdad no fuese nada mío. ─y cuando piensas regresar a tu casa─ pregunte de la nada, digo sus padres no le dirían nada.

─no lo sé, tal vez cuando obtenga llevarme a casa lo que vine a buscar─

─y, se puede saber que viniste a buscar─ la curiosidad de los hermanos Jonas se había adherido a mí.

─pronto lo sabrás─

─ ¿a si?─

─ Sí y además, no tengo nadie que me espere en casa así que no hay ningún problema─

─oh! Ya veo, vives solo─

─pues, desde que papá murió si─

─y tu mamá no vive contigo─ su mirada se torno un poco turbia, pude notarlo

─no─ apretó los labios y supe que había tocado un tema delicado.

─mi…mi madre no…no, no…ella─ las palabras no salían de sus labios y maldije el momento en que pregunte eso. ─ella dejo a mi padre cuando yo apenas era un bebé y bueno…─

─lo siento no quería incomodarte─ dije siendo sincera

─no, no te preocupes, además ella…falleció cuando yo tenía como cinco años, nunca conviví mucho con ella, es solo que, fue algo difícil─

─puedo comprenderte─

─porqué─ pregunto elevando una de sus cejas

─porque, mi madre me crio sola, ella siempre me dijo que mi padre era un hombre bueno y que él había muerto, pero eso es algo que yo nunca me trague del todo, por alguna razón no lo creía así, no tenía ni una foto de él así que me quedaban dudas acerca de su existencia en la vida de mamá cuando la escuche hablando con el tío bruce una vez sobre ese señor, que lo único que hizo fue darme la vida y después dejar a mi madre y a mi solas confirme lo que ya creía─ escupí esas palabras con algo de resentimiento guardado en mi interior desde años atrás, y aquel chico solo me miraba como tratando de comprender mi dolor

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MARATON 2/5



CAPITULO 39

─y…si tu padre nunca hubiese querido dejarlas─ dijo con voz tenue

─no lo creo posible, pero bueno, cambiemos de tema, a algo más interesante, te parece─ al parecer noto mi poco interés en ese tema.

─bien, pero algún día hablaremos de eso─ dijo con una pequeña sonrisa y yo no entendí nada.


Al día siguiente, es decir lunes, el día fue normal en lo que cabe, solo por una pequeña o más bien gran diferencia, los hermanos Jonas no fueron a la escuela, eso fue sumamente raro, es de esperarse que se les haga tarde por culpa de Joe en algunas ocasiones, o más bien todos los días que han llegado tarde es culpa de Joe, pero siempre llegan, Sofía mando un mensaje al número de Joe, pero él no contesto, eso sí que fue más extraño, en el receso intento llamarle, pero la llamada no entraba, ni al móvil de Joe Ni al de Nicholas ni al de Kevin, eso ya era bastante preocupante para mi, y claro para Sofí. La hora de la salida llego, y claro presente a Sofí con Ángel, quien nos invito un helado para después ir a dejar a Sofí a su casa y caminar con rumbo a la florería, tenía ganas de conocer a los demás chicos y le explique, que no habían asistido a la escuela, y que no tenía idea del porque, pero que después se los presentaría.


─sí de a cuerdo, ahí estaré─ hablaba Ángel con el móvil en la mano caminando de un lado a otro ─eso espero, si tarda mucho mejor avíseme, no puedo irme por mucho tiempo…de acuerdo, nos vemos…hasta luego─ presiono una tecla y se dejo caer como un costal de papas al sofá dejando escapar un suspiro pesado.


─está todo bien─ me atrevía preguntar

─sí, es solo que tengo que irme de aquí por una semana, tengo que ir a casa por unos papeles que tengo guardados y…después regresar a Nueva York a firmar otros y, bueno─

─entiendo─ le regale una sonrisa. ─regresaras─ se que suena extraño, pues solo tenía una semana de conocer al chico, pero un sentimiento extraño que no podía explicar había nacido.

─si, claro, aun no tengo resuelto un asunto muy importante, así que te daré lata otro rato más la semana que viene, por ahora debo marcharme en una hora─


Si que era veloz, pues se ducho se cambio de ropa arreglo sus cosas y todo eso en cuarenta minutos, se despidió de mi prometiendo regresar. Para presentarles a mis amigos y conocernos mejor. Me sentí extraña al verlo partir, no sé qué estaba pasando, pero era nuevo y extraño.

Eran ya las siete de la tarde cuando la campanilla de la puerta sonó, anunciando la entrada de alguien, me apresure a entrar pues me encontraba regando algunas plantas, pero antes de abrir la pequeña puerta que me conducía al interior esta se abrió de golpe, dejando ver a Sofía con una cara de agotamiento, al parecer había corrido demasiado.


─estas bien─ le dije

─yo si─ espeto entre cortadamente 

─quieres un vaso de agua─

─no, lo que quiero es que te vistas pero ya─ eso si era extraño.

─pero, no entiendo─

─no es momento de nada, vístete como Rose ya─

─ ¿Qué? Estás loca cierto─ según habíamos quedado esa chica había desaparecido para siempre.

─no, no lo está y yo puedo explicar todo─ la voz de Kevin salió de la nada.

─se qué, que esto está mal, pero Nick necesita a Rose ahora mismo ________, lo que te pido es un pequeño favor, solo eso, y después desapareces a Rose para siempre de la faz de la tierra y de ti, pero hoy si necesito que seas esa chica, solo por el bien de mi hermano─

─no…no estoy entendiendo nada─ y era verdad no tenía idea de que hablaban.

─Nick está enfermo, de acuerdo, está mal, y no hay forma de que logremos que coopere con los procedimientos, esta algo aturdido por los sedantes y no sé que más y solo pide a Rose es lo único que hace, y sé que es la única manera de que entre en razón─


Sentí un hueco enorme en el estomago de solo pensar que Nicholas estuviese mal, y si la única manera de ayudar era esa, pues lo aria sin objeción alguna.

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MARATON 3/5



CAPITULO 40

Como rayo me metí de nuevo a vestirme, no costó mucho pues Sofía traía algo de ropa, al parecer Kevin primero acudió a ella. En menos de treinta minutos estuve lista, vestida, con el cabello suelto y ondulado y con ese par de “ojos falsos” puestos para después partir con rumbo al hospital. Cerré la florería pero no había problema, pues ya casi era hora de cerrarla.


─bien, al menos puedo sabe que es lo que tiene Nicholas─ me mantuve en silencio todo el trayecto pero al estar entrando al hospital, al menos debería tener una idea delo que sucedía


Ninguno de los dos me respondió, llegamos hasta la sala de espera donde Joe y Frankie estaba dormidos en uno de los sofás y pode notar la presencia de sus padres sentados a un lado de sus hijos.


─gracias al cielo que la convenciste de venir─ dijo Denise la madre de los chicos

─no fue tan difícil─ dijo Kevin

─buenas tardes─ sonreí tímida, la familia Jonas me conocía, más no a Rose.

─tranquila querida, se quién eres en realidad─ mis ojos se abrieron más de la cuenta, y mi mirada busco la de Kevin y la de Sofía en busca de una explicación.

─perdón, pero insistían en que te trajera y yo les decía que no era posible, así que tuve que contarles todo, porque sin querer les dije la razón de porque no podías venir, papá también lo sabe─ baje la mirada llena de vergüenza, al saber que ellos estaban enterados de mi juego inmaduro.

─no te sientas mal, Kevin nos conto todo, sabes en mis tiempos hice algo parecido─ dijo Denise tomando mis manos entre las suyas. ─ahora solo ve con Nick─ me sonrió y yo le respondí de la misma manera.


Después de despedirme de sus padres y de Sofí por un rato Kevin me dirigió por un pasillo algo extenso, llegamos hasta casi el fondo del pasillo doblamos a la derecha y de nuevo caminamos por ese pasillo hasta de nueva cuenta estar casi al final, solo que esta vez no me aguardaba otro pasillo sino una puerta color crema con el número 168 grabado en un pequeño cuadro colocado justo por encima de mi cabeza en aquella puerta.


─bien─ dijo Kevin. ─perdón, por no decirte claramente que sucede, es solo que estoy algo estresado, y apenado por lo de mis padres─ metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta y bajo la mirada a sus pies.

─todo está bien Kev─ le dije. Sonrió y yo junto con él.

─escucha, No sé si Nick te habrá hablado sobre…─ no lo deje terminar

─se a que te refieres─

─¬bien, pues, últimamente no se había sentido muy bien, y no nos dijo nada, se guardo para sí mismo lo que sentía, y súmale a eso que se descuido, y bueno aquí tienes las consecuencias─

─pero, por eso esta así─ pregunte.

─se le complico, con una infección algo rara, comenzó con vómitos y dolor de estomago, y bueno ayer por la tarde tenia temperatura y en la noche se complico peor y mamá decido traerlo, ya sacaron el diagnostico y bueno el medicamento que necesitan para este caso, no lo tienen aquí y llega hasta dentro de dos días, por ahora están nivelando su glucosa y tratando los síntomas con medicamentos que no lo dañen, pero las fiebres lo ponen algo alterado y alucina y peor aun que no le agradan los hospitales, hace un par de horas lo sedaron porque por poco se arranca la aguja del suero, y lo único que hace es llamar a Rose y que quiere ir a buscarla, por eso te pedimos que vinieras, esperamos que eso lo tranquilice─

─lo intentare─

─no ha querido comer, así que ojala puedas lograr que lo haga, ni con mamá a querido probar bocado─

─no te preocupes─

─entra, ahora está dormido por el sedante, pero el doctor dijo que el efecto duraría un poco más de dos horas así que no tarda en reaccionar, sino es que ya está despierto─ de nuevo sonrió.


Me despedí de Kev quien regreso por el mismo camino que llegamos gire mi cuerpo hasta estar parada frente a esa puerta, tome el picaporte y una gran bocanada de aire, había prometido olvidar esta absurda mentira, y ahora me veía obligada a actuar de nuevo.

Al entrar me dolió en el alma verlo postrado en esa camilla mas pálido que una hoja, con una pequeña solución colgando conectada a un pequeño y delgado tubo que llegaba a una de sus muñecas, y lo peor, como Kevin me había dicho que estaba alterado, se encontraba con las manos atadas a la superficie de la camilla, sentí mi corazón desgarrarse al verlo de esa forma, tal vez los amarres era para protegerlo de lastimarse el mismo, pero no me gustaba ver eso.

Me acerque a él, acaricie su rostro y acomode su rebelde rulo que siempre cubría parte de su frente, para luego sentarme junto a él en un pequeño sillón de cuero negro.

─Rose─ pronuncio casi inaudiblemente mientras abría de a poco sus achinados ojos marrones.

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MARATON 4/5



CAPITULO 41

─Nick─ lo llame en voz baja, pero audible para él.

─has…venido─ sonrió débilmente

─claro. Como te sientes─ me aventure a preguntar

─mucho mejor ahora─

─que bien─


Platicamos por un rato, el seguía soñoliento, supuse que por él sedante de horas atrás.

─permiso─ dijo una amable enfermera entrando a la habitación con una pequeña charola de alimentos.

─este muchachito no ha querido comer bien, espero que esta vez coma algo siquiera─ dijo dejando la charola a un lado. ─me retiro, por lo visto estas bien─ decía mientras revisaba el gotear de la bolsa que colgaba a un lado. Después se paro del lado contrario a que estaba, tomo la mano de Nick y la giro un poco, para dejar a la vista un pequeño trozo de algodón atrapado entre la muñeca de Nick y un poco de cinta adhesiva que evitaba que se callera. La quito con cuidado y dejo ver a continuación una pequeña marca algo verdosa. ─al parecer esto está mejor─ dijo retirando por completo el algodón y la cinta.

─puede soltarme─ articulo aun débil Nicholas.

─me gustaría hacerlo muchacho, pero no queremos un incidente como el de hace un rato─ dijo amablemente la señorita.

─no lo haré de nuevo, lo prometo, además la causa de que quisiera irme de este lugar ya está aquí─ desvió su mirada hasta centrarla en la mía.

─con eso estarás tranquilo─ el asintió. ─bien, te soltare, pero, solo si prometes no lastimarte de nuevo─

─de acuerdo─ sonrió y me miro nuevamente, su mirada me atrapaba completamente, pero por instantes no podía evitar, pensar el mal que estaba haciendo con esta farsa, y el sin darse cuenta de la verdad, claro aquí la que interesaba era Rose no la verdadera yo, y eso dolía, y demasiado.

─bien señorita─ hablo la enfermera sacándome de mis pensamientos. ─ le quitare las ataduras, pero cualquier cosa solo presione el botón de emergencia─ señalo con su dedo índice un pequeño botón en forma de E que estaba tras la camilla. ─Y en seguida estaré aquí─

─de acuerdo, pero no será necesario, cierto Nick─ lo cuestione con la mirada a lo que él me sonrió. La enfermera soltó las ataduras que lo mantenían pegado a esa cama, lo primero que hizo fue estirar los brazos y luego acercarlos a su pecho. La enfermera salió de la habitación dejándome de nuevo sola con él.

─quieres comer─ dije acercando la pequeña charola y colocándola sobre él.

─no tengo hambre─ su mirada no se apartaba de mi rostro, como si me analizara. Y aunque lo hiciera era absurdo pensar que con el kilo de maquillaje y a como estaba se diera cuenta de que era yo, la chica que ni un poco de brillo solía usar en los labios.

─tienes que comer Nicholas─ ups, solo yo solía llamarlo así ─digo Nick─ me corregí

─eres tan…─

─tan que─ dije al no recibir respuesta, no quería que en este preciso momento sospechara de mi

─tan linda─ sentí arder mi rostro.

─ah…─ok mi manía aun no se aparta de mí. ─solo come un poco quieres─ le ofrecí con el tenedor un trozo de zanahoria.

─de acuerdo, me convenciste─ sonrió tiernamente y acepto el bocado, masticando de a poco. Comió los vegetales, después lo convencí de comer la sopa de pollo y por último los trozos de manzana bañados en un poco de crema. Tomó el té que yacía frente a él, y después retire la charola, colocándola sobre la mesada que la había puesto la enfermera.

─Veo que por fin comiste algo─ el sonriente rostro de Denise abarcaba el espacio entre la pared y la puerta.

─mamá─ saludo algo animado

─y veo que te sientes mejor─

─físicamente más o menos, pero por otro lado, me siento genial─ una de mis manos que se encontraba reposando sobre la cama, se vio acorralada por el agarre de su cálida piel, y de nueva cuenta, como millones de veces atrás, una corriente eléctrica me recorrió completamente.

─mamá te presento a…─

─Ya nos presentamos, verdad linda─ solo asentí en respuesta. ─bien, ya es tarde y esta señorita tiene que retirarse─ dijo su madre tranquilamente.

─ya. Tan…pronto─ su mirada se torno triste.¬─NO! No te irás, si te dejo ir ahora, te irás y no te veré hasta no sé cuando─ su voz se elevo un poco.

─Nick cariño, es tarde van a dar las diez de la noche, tiene que irse a casa¬─ trato de tranquilizarlo su madre. ─de nuevo tienes fiebre─ dijo tocando su frente, mientras el corrió su cara y clavo su mira en mi como una estaca.

─dime que te quedaras. Dímelo─ aferro mi mano con un poco más de fuerza. Sus mejillas comenzaban a tornarse de un rosado fuerte, y sus achinados ojos se veían rojizos y pesados. Denise al igual que él tenía la vista sobre mí, tratando de encontrar una solución que era probable no encontrar. No quería ser la razón de que de nueva cuenta se lastimara, y tuviesen que mantenerlo como lo encontré cuando llegue.

─Me quedare contigo─ sonreí y el con una débil fuerza, me atrajo hacia sí para recargar su cabeza sobre mi pecho.

─no te vayas, no te alejes de mí nunca, Rose. Te amo─ esas palabras acabaron por romperme.

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MARATON 5/5 



CAPITULO 42

Abrase con delicadeza su cabeza aun recargada en mí, mientras acariciaba sus rulos y miraba el techo, esperando que la gravedad hiciese que mis ojos absorbieran las lágrimas amenazantes con salir, y que el nudo formado en mi garganta desapareciera mas era inútil. El enamorado de una parte de mí que no existía, mientras yo me rompía en mil y un fragmentos por dentro, por una parte me sentía afortunada de que él me amara, pero no, el no estaba enamorado de mi, estaba enamorado del fantasma que invente en mi.
Denise presente en ese instante se percato de lo que sucedía. Y solo me observaba.


─Nick─ le dije separándome de él. ─Me quedare contigo, solo…solo déjame ir a decirle a Sofía para que se vaya a casa, está bien─

─está bien, pero…sino regresas, soy capaz de salir a buscarte─

¬no hará falta, lo prometo─ le sonreí, pero esta vez forzadamente. Se recargo de nueva cuenta en la cama cerrando sus ojos, bese su mejilla y salí de aquella habitación, con mi corazón con amenaza de morir en algún momento. Al cerrar la puerta camine dos pasos para luego recargarme en la pared a mi lado, pegue la frente a ella, estaba fría, justo como se sentía mi corazón en ese momento, congelado con la peor de las realidades, desmoronándose a cada respiro, a cada segundo, sangrando más y más hasta que no quedase una gota de él dentro de mí, esto no podía estar pasándome, no esto, tal vez pareciera algo melodramático estar de esa forma, como me sentía, pero…si tan solo nunca hubiese aceptado el cambiarme de horario, no estaría sufriendo esto, ni mucho menos estaría haciendo sufrir a mi príncipe.


─cariño, estas bien─ la dulce voz de Denise me regreso de mi mundo. Acaricio uno de mis hombros y con delicadeza logro que volteara mi rostro a ella.

─_________, pequeña, esto…te lastima demasiado cierto─ solo asentí, mientras ella pasaba una de sus manos por mi rostro limpiando las lagrimas que sin darme cuenta ya no pude mantener ocultas.

─lo…siento Denise, el…él no se merece esto, es que no sé como…no encuentro la manera de decirle, me odiara cuando sepa todo

─tu tampoco te mereces esto─

─ya no quiero seguir con esto, pero…ahora el me necesita así, y no pienso dejar que este mal, por culpa de mi más grande tontería─

─haz lo que sientas que es lo correcto para ambos─

─y si no es correcto─

─solo deja que tu corazón decida pequeña, de los errores aprendemos, y por Paul y por mí no te preocupes, hasta que no estés segura de lo que vas a decirle a Nick, el y yo no pensamos decirle nada¬─ tan comprensiva era aquella mujer, a pesar de que el principal involucrado es su hijo.

─gracias─ fue lo único que pude decir. Deje que las lagrimas desaparecieran poco a poco y acudí con mi amiga quien seguía ahí esperando a que yo saliera. Le explique la situación y me comprendió, ella abogaría ante el tío Bruce por mí. El señor Paul me agradeció el hacer eso por el bien de su hijo, más yo no lo tomaba como un favor o una obligación, lo hacía porque lo quiero demasiado como para dejar que este de esa manera.

Me despedí de Kevin quien se ofreció a llevar a Sofí pues era tarde, además Frankie estaba completamente dormido en los brazos de Joe y tenía que descansar, pues el pobre pequeño a pesar de su edad había pasado todo el día en el hospital negándose a ir a casa de un amiguito para descansar, él quería estar con su hermano.

Regrese a la habitación de Nicholas temiendo que estuviese alterado.

─valla hasta que llegas, solo tú lo aguantas─ dijo Joe quien había entrado minutos atrás cuando Kevin quito a Frankie de sus bazos.

─estoy aquí─ le dije acercándome hasta estar a su lado.

─pensé que no regresarías─

─pues no pienses, ya está aquí. Un minuto después y yo creo que ya estaría caminando por algún pasillo en busca tuya─ Joe fulmino a Nick con la mirada acomodándose en uno de los dos sofás.


Denise insistió en que era mejor que se quedaran dos personas con él, pero ella estaba demasiado cansada para hacerlo, así que Joe opto por ser él quien cuidara el sueño de su hermano menor.


─sabes, no sé porque, pero Kevin pensaba que no ibas a venir─ decía Joe mientras se acomodaba el cabello, típico en Joe.

─pues…es que ─

─vives lejos, cierto─ alzo una de sus tupidas cejas.

─algo así─ no había pensado en eso.

─tu prima me dijo que vives del otro lado de la ciudad¬─

─cierto─ OK salvada por mi miaga, le debo una.

─bien, te importa si duermo un rato, en lo que le da sueño a Nicholas, y cuando se duerma, me despiertas, para que tú puedas dormir mientras yo hago guardia─ dijo, estirando los brazos y acomodándose en el sofá.

─claro, está bien─ En unos cuantos minutos Joe se durmió, mientras Nicholas no dejaba de platicar conmigo. Mientras escuchaba con poca atención lo que decía Nicholas, me puse a pensar lo que él y Joe pensarían de mí al enterarse de todo. Pues Joe al igual que Nicholas, seguían sin saber la verdad.

Qe intenso jajaja
Siguela!

Ame la maraton!
estuvo hermosa... pero me da pena lo que esta pasando entre nick y Rose.. porqe en verdad es la rayis u.u!!
Siguela me encanta!
&....
FELIZ AÑO NUEVO!! :cheers:

ohhhh me encantan las maratones siiiiiii :cheers: :cheers:
ahi pobre ______ con su corazoncito roto :( :(
espero que se le recomponga pronto... siguelaa :bounce: :bounce: :bounce:

:oops:
ohhhhhhhhhhhhhhhh
pobre rayis
ahora si que esta en problemas.....
mis saludos

...

CAPITULO 43

La noche transcurrió tranquila, aunque un poco pesada, Nicholas no se durmió hasta pasadas las tres de la mañana, me cuestionaba cosas con poca importancia, y él decía otras sin algún sentido, al menos la fiebre cedió y estaba platicando con él en sus cinco sentidos.

Cuando abrí los ojos estaba recostada sobre el sofá de dos piezas, ¿Cuándo me había pasado ahí? Me levante tratando de no hacer ruido, pues Joe estaba en el sillón donde se supone que me había quedado dormida, se veía muy cómico pues en vez de estar recargado en la parte trasera del sofá, estaba recargado en la cama de Nick, con los brazos colgando por los lados y la boca entreabierta y haciendo ruidos extraños con ella, mientras tanto Nicholas por su lado estaba durmiendo de lado hacia su hermano con una mano sobre la cabeza de Joe y de la misma forma de su hermano con la boca entreabierta solo que Nick roncaba, era una escena de lo más tierna. 

Me levante con sigilo, tape a Nick bien con la frazada que lo cubría por debajo de la cintura y a Joe lo cubrí con la frazada tirada a un lado de su sofá. Mire el reloj de pared y no pasaban de las nueve de la mañana, me sentía un poco torcida, y cansada, así que salí y me dirigí a tomar un poco de aire fresco para despertar bien, mis ojos los sentía demasiado irritados por haber dormido con los lentes de contacto puestos.


─a donde ibas─ me saludo con su aterciopelada voz aquel chico de ojos verdes y rulos sedosos.

─solo quería tomar un poco de aire─

─bien, como pasaste la noche─

─bien─

─te vez cansada─

─tal vez un poco─ le sonreí

─toma, mamá te mando un poco de café caliente─ dijo cuando nos encontrábamos sentándonos en la sala de espera. Como llegue ahí no me lo pregunten el sueño estaba apoderado de mi cerebro. ─y esto─ dijo dándome un pequeño frasco en la mano que no tenía el café ─te lo manda Sofía, dice que te quites esas cosas por unos tres minutos y que las pongan en su estuche y mientras se humectan te pongas dos gotas en cada ojo para que no se te irriten─

─gracias─ le sonreí


Platicamos por un rato, mientras hacia lo que Sofía me había dicho, esa chica sí que piensa en todo. 

Tome el café que Kevin había traído y después de un rato me sentía con más energía. Cerca de las diez treinta Joe salió de la habitación con una cara de sueño que ni el mismo se aguantaba.


─cuando Nick este recuperado, lo golpeare por hacer que duerma tan incomodo─ decía mientras se sentaba a lado mío sobando su cuello. ─como dormiste─ pregunto

─bien, aunque, no sé cómo llegue a donde se supone estabas tú─ respondí

─ te veías incomoda ahí así que te pase cargando al sofá, ni siquiera despertaste para ver la escena de celos de Nick¬─

─como esta eso─ dijo Kevin cruzando sus brazos sobre el pecho

─pues es que cuando la cargue y la acomode en el sofá Nick estaba según yo dormido─ enfatizo la última palabra con sus dedos en forma de comillas. ─pero cuando me gire después de arroparte─ me miro ─me asusto su cara de pocos amigos, y me dijo que en mi vida me acercara de nuevo y te tocara o uno de sus puños terminaría en mi cara.─ ese sentimiento nuevo que había descubierto en Nicholas de alguna manera me agradaba, pero dentro de mi no era así.

─bien regresare con Nick─

─no debes ir a descansar─ opino Kevin

─no, me siento bien, además, tengo el permiso de…
─por poco y digo que del tío Bruce. ─tengo permiso, es el punto─ me levante de aquel sitio antes de que el curioso de Joseph comenzara con el interrogatorio.


Entre a la habitación nuevamente con el pesar de mis pasos, en verdad que me sentía algo cansada, para mi suerte Nicholas seguía en los brazos de Morfeo, cubrí su cuerpo con la sabana y me senté nuevamente en el sofá en donde había pasado la noche anterior. Necesitaba aclarar mis pensamientos y ese momento era el adecuado, cerré mis ojos largué un suspiro algo pesado y tire mi cabeza hacia atrás, me sumí en mis pensamientos, en mis sentimientos, y en las consecuencias de mis actos tontos, de los actos tontos de una mentira que me costaría demasiado si seguía con ella.


─te ves tan linda así─ me exalte al escuchar su voz, pero al ver su tierna sonrisa, no pude evitar que mi corazón diera un vuelco.

─como te sientes─

─creo que mejor─

─eso es bueno, además hoy te traerán ya el medicamento, para que te alivies pronto─

─lo se─ expreso con suavidad. ─es por eso que quiero hablar contigo─ lo mire esperando sus palabras. ─escucha, se que en cuanto me recupere…tal vez harás lo de siempre y desaparecerás, y no voy a dejar que eso suceda de nuevo, así que…─se levanto un poco de la camilla, para poder alcanzar mis manos y tomarlas entre las suyas. ─quiero pedirte que…que seas mi novia─ Las palabras me helaron por completo, sentí palidecer mi rostro ante algo como eso, me sentí desvanecer, me esperaba algunas cosas, pero no una como esa en ese momento.