Mi Pequeña | OS

Ficha

+ Titulo: Mi pequeña
+ Autor: Karou. {Fati}
+ Adaptación: No.
+ Género: Suspenso, Drama.
+ Contenido: Locura, Psicopatas, amor incondicional.
+ Advertencias: Palabras y acciones fuertes y/u obscenas.
+ Otras páginas: aqui y wattpad

-Amelia, mi querida niña-una voz dulce y suave como los pétalos de una flor la llamaron -¿Amelia donde estas?-La rubia de nombre Amelia se había escondido lejos de los tatuados y lastimados brazos de su amorosa madre- Amy, se que estas ahí- la volvió a llamar pero ahora con una voz normal ya no era una voz dulce y tierna, sino normal claro que todavía no estaba enojada, solo quería a su pequeña hija con ella. Salió de la recamara y bajo las escaleras saltando como lo hacía junto a su Amelia- pequeña, sal por favor tengo un regalo para ti- miro hacia todos lados y no había rastro de su pequeña, la había ya estado buscando desde hace ya un par de días y ni un cabello amarillento había encontrado por ningún lado de la casa, pero claro estaba de que no podía salir de ahí la habían encerrado sin razón alguna, tanto puertas y ventanas estaban selladas lagrimas de frustración salieron de sus oscuro y redondos ojos rodando por sus rosadas mejillas enmarcando su ovalada cara.
Se dejo caer en la fría madera dejando sus largas piernas a la vista de todos, gracias al infantil vestido color salmón que llevaba puesto, pero claro estaba que nadie las vería, nadie llegaría, nadie estaría con ella, le dejaron sola en desesperación de alejarse de ella, con alegría le dejaron sola. Liane se levanto gritando, gritaba entre sollozos, solo gritaba una vocal: “A”, y le importaba poco su garganta, gritaba a todo pulmón, todo lo que podía, abrió los ojos y aunque nublados por las lagrimas logro divisar la puerta y corrió contra ella, con los dos puños y las dos piernas la golpeo tantas veces que podía ver la sangre fluir por sus nudillos y rodillas, dejo su sangre embarrada en la puerta, como prueba de que quería ser libre, quería salir de ahí y ver a su pequeña; tomo el florero que estaba en pequeña mesa de madera igual que casi todo en la casa posicionada un lado de esta y lo lanzo contra la puerta, miles de pedazos de cerámica azul cayeron en la madera rustica, siguió llorando a todo lo que podía.
El gato se acerco a ella en busca de amor, ronroneo y acaricio a la pierna de su dueña, de repente Lia dejo sus sollozos y sus lágrimas a un lado, abrió los ojos se seco las lagrimas y miro al gato Amelia la había llamado maléfica como la de la película por su orejas y su extraño color negro azabache, una sonrisa oscura se impregno en su cara, sus ojos se volvieron sus oscuros con un brillo peculiar que solo veía de vez en cuando. Alarido, maullidos de dolor y sonidos poco tolerables salían de la retraída oficina de Lia, su lugar donde podía hacer sus cosas en paz, donde tejía suéteres y vestidos para su pequeña  Amelia ya que se encontraba en el subterráneo de la casa. Había escrito en un telar blanco con hilo de algodón azul con letra cursiva: “Pequeña Amy, vuelve a casa con mami.” Y con la esperanza de que el gato se la enviara pero este se estaba portando mal y no quería llevarle el telar a Amelia, así que lo tomo y lo paso debajo de la maquina de cocer junto al telar y lo empezó a cocer junto él su preciado telar. La aguja salía y entraba del cuerpo del gato, dejando impregnado a él un telar para la pequeña Amelia. Las manos de Lia tomaron al ensangrentado gato y subió a la primera planta de la casa, volviendo a cerrar su oficina, y por la puerta para gatos de la puerta trasera lanzo al gato muerto con la nota para su pequeña.
Lia fue al comedor por una silla y un par de tijeras con las manos ya ensangrentadas, jalo la silla y se sentó frente a la puerta trasera esperando a su pequeña con un gran sonrisa, así con esa misma sonrisa empezó a clavar un lado de las tijeras en sus desnudas piernas, las sonrisa no se borraba de su rostro así como lagrimas de tristeza salían por su ojos, los tres sentimientos encontrados en un mismo ser: dolor, felicidad y tristeza. Y así fue hasta que se pudo quedar dormida.
-Mamá, ¿mamá?-pronuncio una voz infantil moviendo a Lia. Esta poco a poco empezó a abrir los ojos.
-Amelia- dijo con alegría – mi pequeña donde había estado estos días, no sabes cómo te extrañe, además te fuiste sin un abrazo y tampoco con un suéter, te vas a enfermar-le regaño Lia mientras la abrazaba y besaba su linda cara.
-No mamá no me abrases, no me toques- le dijo mitras se alejaba y soltaba del agarre de su madre- estoy enojada contigo, así que me voy a dormir-dijo y empezó a alejarse en dirección a las escaleras, a la vez Lia con problemas gracias a sus heridas la alcanzo y la tomo por el brazo  
-Espera hija, ¿por qué estas tan enojada conmigo?- le pregunto en desesperación Lia - fue el bastardo de tu padre quien te metió ideas sobre mí ¿verdad?- le dijo enojada Lia.- seguro el muy bastardo te dijo que tu madre era una puta que no se merecía nada-
-No!- le grito la niña- mi padre es un gran persona, pero tú eres un persona asquerosa, por eso mi padre te dejo y se fue con otra mucho más bonita- le reprimió la del vestido – por ello me iré con él y te dejare a ti sola-le grito la niña a Lia – además has matado a maléfica, y era mi mascota preferida, la has asesinado todo por un maldito capricho, y si padre hubiera dicho esas cosas sobre ti estaría totalmente de acuerdo con el – en ese momento Lia no soporto más las ofensas de su hija y le soltó un brutal bofetada que hizo caer a la pequeña, luego la abrazo.
-Lo siento mi pequeña, perdóname, realmente lo siento- le dijo al oído Lia a su hija, esta se soltó del agarre de su madre y se quedo ahí mirándola.


-Doctor que vamos hacer con la paciente, ¿le volvemos a inyectar la droga?-le pregunto al Doctor Kenneth sobre la paciente 340.
-Sí pero espera a que se vuelva a dormir, recuerda que no tienen que saber que la estamos vigilando-le explico el doctor a la enfermera esta solo asintió y se alejo de los monitores.
Hace ya un par de semanas que pasaba lo mismo, la paciente 340 que fue encerrada en su casa para ser vigilada por los doctores con cámaras por toda la casa, hacia las mismas acciones al despertar después de un día de dormir gracias a la droga que le administraban con la cual olvidaba todo lo pasado durante las pasadas 72 horas. Kenneth volvió a mirar por octava vez a la mujer inclinada sobre el barandal llorando y pidiéndose perdón a sí misma un y otra vez, para luego cambiar de posición y se sentada en las escaleras abrazando su rodillas diciéndose que se odiaba. Tomo el expediente de la mujer que se encontraba en el monitor y empezó a leer en voz alta.
-Liane Kenneth Johnson, 36 años de edad, trastorno de personalidad por dependencia, bipolaridad y doble personalidad, diagnosticada en el 2012 por el Doctor Kenneth gracias a la denuncia del esposo Alfred Harries sobre el asesinato de su única hija Amelia Harries Kenneth - fue lo único que  pudo leer el doctor sobre su diagnosticada hija y la muerte de su desconocida nieta, las lagrimas corrieron atreves de su arrugada cara, la cara se le puso roja, cerró los ojos dejando salir las ultimas lagrimas de sufrimiento- Lo siento mi pequeña, perdóname, realmente lo siento-le dijo a la mujer que se encontraba en la pantalla, la beso y apago las maquinas para salir de su oficina y hacer una pequeña visita a su moribunda esposa en el hospital y contarle todo su horrible día.

OKAY?: