Hojas de otoño [Zayn Malik] ~ INFORMACIÓN

AraAlister escribió: 
Ame el capítulo y amo cuando Zain hahabla en otro idioma. Sigue por!favor

Ahhhh, qué genial que te gustó. 
Estoy escribiendo ahora mismo.

alejita06 escribió:OWN QUE TERNURA ZAYN ES LO MAS HERMOSOOO JAJJAJA AMO SU IDIOMAA JAJA Y VOLVIENDO A NUESTRO TEMA JAJAJ LA DEMENTE SIGUES SIENDO TU AJJAJAJA CREEME ESO ES DELICIOSO JAJAJ TE LO RECOMIENDO :) JAJAJ SIGUELA ESTA MUY BUENA TU NOVELA JAJAJ 
-BESOS

¡Heeey!
La estaré siguiendo muy pronto, quizás hoy o mañana.
¡Abrazos!

carla escribió:O_O WOW ! No sabia eso de que no puede adoptar Q_Q

siguela <3

Siguiendo muy pronto, ahora mismo estoy escribiendo.

Acaricio con cuidado su rostro como si es que de verdad fuera a despertar por tan simple roce.

Deslizo mi dedo por entre sus cejas, estaban más pobladas que cuando tenía quince o dieciséis pero seguían teniendo la misma forma que tanto me gusta.

Su perfil sigue intacto, y puedo ver un par de pecas por ahí en su suave piel.

Sigo bajando y encuentro sus labios, rosados y besables.

Y justo cuando voy a por su barbilla, su boca deja prisionero a mi dedo índice.

Un pequeño grito agudo sale de mi garganta, lo escucho reír y me contagia. Sus ojos también se abren de a poco, dejando ver ese bonito color que tango me gusta, y en uno de ellos, observo ese pequeño lunar tan característico de él.

―Buen día.

―Hola, cielo― Escondo mi rostro en su cuello y dejo un beso ahí, suelta mi dedo para capturarme ahora entre sus brazos.

―Aún no logro entender que es lo que haces para despertar así― Ríe y trata de peinar los nudos de mi cabello.

―Oh, no te burles.

Mi cabeza está cómoda sobre la almohada, que aunque sea la que uso todos los días al dormir, desprende el olor del chico que me apresa y está dejando besos por todos lados y unas cuantas caricias en mi piel.

―No lo hago, la verdad es que… Me gustas así― Esta vez es su turno de dejar besos en mi cuello ―Toda una chica hermosa y seximente despeinada.

Su risa invade mis tímpanos y me retuerzo bajo él por sus caricias que causan cosquillas.

―Zayn…― Tomo sus manos, nuestros dedos se entrelazan mientras sus ojos están atentos a mí como si fuera la mismísima Venus, hermosa y agraciada cuando quizás estaba siendo todo lo contrario, una desastrosa simple chica ―No me mires así.

―¿Cómo no te miro?― Sonríe mirando mi rostro así.

Mierda. ¿Y si tengo una lagaña?

―¡Así!

―No sé de lo que estás hablando, __.

Oh, claro que lo sabes, Malik.

―Necesito cepillar mis dientes.

Soltó una pequeña carcajada ―Pensé que ya habíamos superado esto.

―Por favor dime que no he babeado.

―¿No me das un beso?

―¿Estás loco?

Su risa nos llena los oídos.

El pánico me invade al verle acercarse de a poco a mí. ¿Va besarme? ¡Oh, Dios! No he cepillado mis dientes y él tampoco, esto será realmente… ¿Asqueroso?

Suspiro cuando deja un simple beso en mi mejilla para luego seguir riendo. Se aleja de mí y sale de la cama para dirigirse al… Espera. ¡Yo quiero ir primero al baño!

―¡Detente!

De un salto estoy halándolo de regreso.

Su ceño se frunce ―¿Qué pasa?

―Yo primero― Mi dedo índice señala la puerta blanca del baño.

―Nop― Una sonrisa se pone en su bonita cara de recién levantado ―Yo iré primero, nena.

―¡Quiero cepillar mis dientes!

―Yo también― Se encoge de hombros y sigue caminando conmigo al baño.

Como si fuera suficiente espacio para ambos el del lavamanos.

Sus movimientos son fluidos, toma el cepillo dental, le pone crema y comienza a restregarlo por sus dientes. ¿Y qué hay de mí? No es como que vaya a cepillar mis dientes en la ducha o la tina.

―Zain― Me quejo una y otra vez al ver como el muy tramposo había ocupado el lavamanos ―¡Apresúrate, Malik!

Me dedico a ponerle crema dental a mi cepillo y él aún sigue ocupado el espacio que necesito, sólo que esta vez mirándose en el maldito espejo.

Narciso.  

―¿Crees que deba afeitarme ya?― Sus dedos se deslizan por su piel y sigue mirando esta vez su perfil humedecido después de lavar su cara ―¿No crees que soy guapo?

Bufo y le empujo para por fin poder cepillar mi boca con aliento mañanero.

Comienzo a restregar la crema por cada uno de mis dientes, con cuidado y esmero, arriba abajo, las muelas y por todos lados.

El sonido de un líquido cayendo sobre otro me hace curiosear, miro el lavamanos mientras escupo  y antes de enjuagarme le doy un vistazo a lo que sea que hace Malik tras de mí.

No lo está haciendo conmigo aquí.

No.

Claro que no.

Cierro mis ojos y al abrirlos el sigue con los pantalones abajo, concentrando dejando caer los líquidos en el inodoro, sostiene descuidado su pene apuntando a donde debe y parece estar tarareando una canción.

―¡Zayn eres un idiota!

La espuma termina llenando el espejo y lo que miro ahora es el reflejo de su cuerpo con pequeñas manchas blancas de burbujas de crema dental.

Él ríe ―¡No me veas!

―Podías esperar a que yo saliera.

El comienza a maniobrar dándome la espalda para guardas su cosa en su lugar.

―Tú eres la desesperada que quiso venir conmigo al baño― Ríe mientras se acerca a mí ―Además era urgente y no hay nada que no hayas visto antes… Visto y… Mmmm, tú sabes, hacemos otras cosas con…

―Cállate.

Enjuago un par de veces mi boca para dejarla totalmente limpia y él sigue riendo por lo histérica que me ha puesto, dejo el cepillo dental en su lugar y dejo espacio para que él pueda lavar sus manos.

Se aplica jabón líquido y comienza a restregarlas lentamente. Muy lentamente.

―También quiero...

Sus ojos se agrandan y sus cejas se alzan ―¿Número uno? ¡Si es número dos, saldré!

Lo miro enojada por unos segundos, justo cuando tiene en sus manos una toalla blanca para secarlas. Ruedo mis ojos cuando se acerca y comienza a besar repetidas veces mis labios.

―¡Qué humor el que tienes hoy, cielo!

―Vete.

Gruñe, quizás molesto o enojado porque no correspondí ninguno de sus besos ―Bésame, gruñona.

―Vete, voy a incendiar tu baño con mi número dos.

Mentiras, sólo quiero lavar mi rostro.

Vacila por unos segundos y da un paso hacia la puerta, se devuelve apresurado.

Sigo ahí con mis brazos cruzados bajo mis pechos. Sus manos terminan en mi mejilla, atrayendo mi rostro al suyo con rapidez también, quizás tenga miedo de que le rechace una vez más pero eso no pasará.

Ansío tanto como él ese beso.

Sus labios dejan un beso en los míos, uno poco delicado y un tanto apasionado. Sonríe y termina por soltarme.

―Te amo. Buscaré esa cosa en spray para que huela bien cuando hagas tu número dos.

Guiña uno de sus ojos y sale del baño antes de que pueda siquiera reclamarle algo.

Idiota.


[…]


No puedo evitar que mi entrecejo se frunza al escuchar el silencio que me rodea. Zayn no está cerca cantando algo o simplemente contándome alguna cosa, Zeus no está intentando excavar el piso ni se escucha el menudo tintineo de su placa chocando con algo y lo más impresionante es que Javadd no está gritando, llorando o riendo.

Mientras termino de poner los platos repletos de comida en la mesa, me pregunto qué rayos están haciendo. Cuando dejo los tres vasos que necesitaremos, quito el delantal y lo dejo en la encimera.

Camino con cuidado tratando de encontrarlos. No están en la habitación principal, abro una segunda puerta y tampoco están en la de Jav, una tercera me deja ver unas paredes repletas de colores que cuentan historias y también está vacía.

Sólo quedan  dos habitaciones, una tiene la puerta semiabierta dejando ver que ellos no están ahí y cuando llego al marco de la última escucho sus voces.

Intento abrir pero fallo porque está bloqueada desde adentro.

―¿Quién?

La voz de Javadd es la que escucho más cerca y luego sólo puedo distinguir risas.

―¿Puedes abrir, cielo? Por favor.

―Sí, má.

―¡No, Jav! Aún no.

―Oh, lo siento, mamá. Tendrás que esperar un poco.

Sonrío aunque la curiosidad no deja de estar carcomiéndome.

Parece ser que están remodelando las cosas ahí dentro, escucho como empujan los muebles de la habitación y luego quedan en silencio otra vez.

La puerta ha sido abierta y puedo notar que han apagado la luz; además, el cuerpo de Zayn se lleva toda mi atención al verle repleto de pintura lila y rosada.

¿Qué rayos?

―¿El desayuno ya está listo? Puedo olerlo desde aquí, huele delicioso.

―Tengo hambre, mami.

Javadd sale también junto a él, y lleva un par de pegatinas en su ropa.

―¿Qué…?

―¿Has preparado unos sándwiches de pollo?

De alguna manera se las arregla para cortarme cada vez que intento preguntar, y frunzo mi ceño cuando le veo cerrar con llave la puerta.

―¿Puedo comer helado después?

Frunzo mi ceño por todas sus preguntas y me limito a asentir ―Sí, claro que sí.

 

El sol comienza a ponerse y se supone que estaríamos haciendo algunas compras para decorar un poco al estilo de navidad, aunque estuviera fuera del alcance de Zayn por su religión, era algo que Javadd venía disfrutando desde muy pequeño y no tendría corazón para quitarle ciertas costumbres.

Miré mi reloj por última vez y Zain aún no aparecía en el jodido centro comercial, sentada en una pequeña mesa junto a mi hijo disfrutábamos de un chocolate caliente, mientras tratábamos de ignorar alguna que otra persona que terminaba dándonos mas atención de la que requeríamos.

―¿No me dirás que era lo que hacían tu papá y tú esta mañana?

Después de dejar el vaso en la mesa, sonríe dejándome ver unos bigotes de chocolate.

―Estábamos acomodando la habitación, mami― Ríe ―Ya te lo dije muchas veces.

Mi cara se contrae y mi sonrisa se esfuma al verle limpiar el chocolate en su cara con la manga de su camisa.

―¿No hay nada más que quieras decirme sobre eso?

―No― Despreocupado toma una de las galletas de la pequeña cesta que él había insistido que comprara, muerde y levanta su mirada color miel y… ―¡Ahí viene papá!

Su dedo señala a mis espaldas, lo sigo y termino girando para encontrarme con mi chico.

Espera. 

¿Qué…? 

¿Es una niña?

POR QUEEEEEE LA DEJAS AYY!! JAJAJA MORIRE MORIRE MORIREEEEEEEE ♥.♥ JAJAJAJA LA DRAMATICA LLEGO SEÑORES JAJAJ BUENO NO :) SIGUELAAA DIOS NO ME LA PUEDES DEJAR AY JAJA ME MATAASTE CON ESTE CAPITULOOOOO♥ ZAYN ES LO MAS LINDO Y HERMOSO DEL MUNDO MUNDIAAAL
-BESOOOOOOOS♥

alejita06 escribió:POR QUEEEEEE LA DEJAS AYY!! JAJAJA MORIRE MORIRE MORIREEEEEEEE . JAJAJAJA LA DRAMATICA LLEGO SEÑORES JAJAJ BUENO NO :) SIGUELAAA DIOS NO ME LA PUEDES DEJAR AY JAJA ME MATAASTE CON ESTE CAPITULOOOOO ZAYN ES LO MAS LINDO Y HERMOSO DEL MUNDO MUNDIAAAL
-BESOOOOOOOS

¡Hooola!
Sí, Zayn es lo más lindo y hermoso del mundo mundial. ¿Quién dice que no? 
La seguiré pronto, muy pronto. ¡Lo prometo!
¡Abrazos!

Mikhail. escribió:

Kai
¡Lía volvió! Perdona por haberme ausentado    es que tenía exámenes y como la pequeña saltamones es muy platicadora, relajosa, juguetona y no le gusta trabajar, tuve algunos problemas con Matemáticas   ¡Que dios se apiade de mi y de mi alma pecadora!
En un buen plan, espero no morir después de que entreguen calificaciones. ¿A ti que tal te va en la Uni?
Por cierto, hablando del link de has olvidado .... Ya empezó la novela colectiva en la que te hago homenaje con el. sexy Camerón  

¡Caray! Me desaparezco y subes capítulos! ¡Desaparezco y subes los interesantes!
Aveces que ___ es muy exagerada.   te prometo que me desespera, si yo fuera ella entendería a Zayn
¡Pero noooo! ¡Tiene que hacerle el berrinche!    (<---- se supone que es un dibujo de Zayn  ) Y el hace lo que ella quiere.... ¡Fantástico!
Hahahah pero aún así los amo
¿Es enserio que los musulmanes no pueden adoptar?  Dioses es imposible.  
¡Aísha! Así se llama mi amiga de Ballet, ya sabes como no soy nada social, no tengo amigos por doquier.
¡Si adopto a Aísha!
Dios mío. Debes de seguirla ya ya ya ya......
Por otro lado ..¡Zayn es un pierdo! ¡Hombre tenía que ser! Hizo del baños con ella enfrente    
Ew.
 
Me da ris que ___no quiere besar a Zayn sin haberse lavado los dientes, yo no viviera con mi novio (el cual no tengo   ) también sería igual de ridícula.
En fin , hoy no fui a la escuela por que es cinco de mayo . Y pues bueno espero te encuentres bien cuéntame lago de tu vida, nose
Tal vez tu sí tienes el novio que yo carezco *forever alone*
Hahahahahahaha

Besitos Kai

¡Hola, hola!
¿Ya te han entregado calificaciones? ¿Qué tan mal has salido? Yo, después de un semestre muy atropellado, he podido con todas esas tontas materias. ¡Soy libre por unos días!
Oh, sexi Cameron , pasaré por ahí en cuanto pueda, lo aseguro.
Espero que no desaparezcas para cuando suba el siguiente capítulo, será muy pronto. 
¡Oh, mi Dios! ¿De donde has sacado ese supuesto dibujo de Zayn? ¡Es tan... raro y feo!
Oh, sí, ese capítulo ha tenido unas cuantas cosas cotidianas como esas, no estaba segura si poner lo de Zain haciendo número 1 con la rayis ahí, pero en fin, lo hice. ¡Jajaj!
¿Mi vida? Oh, bueno, mi vida es... una vida normal, común, corriente como la de cualquier chica universitaria de 19 años. ¡No hay naada que contar!
Saludos, mi pequeña y sociable Lía
Y abrazos también para ti.

P.D. ¡Me ha dado hambre al escribir esto! Sí, raro, no sé por qué he dicho eso.

Nayis33 escribió:AAAAAAAAAAAAAAAAAAA QUE HAN PINTADO LA HABITACIÓN PARA LA NENAAA

¡Ojalá que haya quedado lindo!   Jajaja.
Capítulo nuevo muy pronto.

No puedo evitar sonreír melancólico cuando veo a esas señoras soltando unas cuantas lágrimas, sus rostros se humedecen y no pueden quitar sus ojos de la pequeña que comienza a aguar los suyos.
Su mano es diminuta junto a la mía, una niña hermosa está a mi lado y aunque la nostalgia le invade al dejar el lugar que le había cuidado y acogido, camina junto a mí por la pequeña neblina que comienza a formarse en la cima donde se encuentra el internado.

Mi mano izquierda ocupa un pequeño bolso bastante viejo y remendado por varios lados junto a los papeles que me habían hecho firmar, y miro a la derecha para encontrar su pequeña cabeza cubierta por cabellos oscuros.

Un ultimo vistazo a la pequeña cerca de madera en donde están aquellas señoras que habían recibido a este loco tatuado, ellas sonreían, a pesar de estar derramando sus lágrimas sonreían.

―Aisha.

Su nombre sale de mis labios como un susurro.

Es mi primera palabra para ella, la primera de muchas.

Sus hermosos ojos se levanta con vergüenza y entonces parezco querer perderme en ellos. Hay unas pequeñas ondas en sus hebras de cabello, ella pasa sus manos por ahí queriendo quizás acomodarlo pero logrando despeinarlo más, aun así, logra lucir tierna para mí.

Sigue mirándome esperando que diga algo más, lo que ella no sabe es que no tengo nada más que decir.

Porque no sé realmente qué hacer.

Una ráfaga de viento nos azota y hace que todo alrededor se nosotros se mueva.

Ella debe estarse helando.

El vestido viejo que lleva puesto no podría estarle cubriendo o abrigando mucho, quito mi abrigo y torpemente lo envuelvo alrededor de ella. Se aferra un poco a él y un gesto que parece ser una sonrisa pica en sus facciones.

―G-gracias.

Suelto un suspiro y le tomo en mis brazos.

Es liviana. Como una muñequita.

Su agarre a mí es tímido y flojo, le acomodo en mi cuello tal cual como Javadd lo haría, mi mano acaricia por entre el peinado que le habrían hecho las religiosas que quizás estarían mirándome.

Un taxi de Addison Lee aguardaba por mí. El hombre regordete se reincorporó cuando me vio caminar con la pequeña entre mis brazos, y entonces, no me importaban lo que ese hombre fuera a decir después, me valía mierda si iba a cualquier lado a contar que el chico malo de la boyband había ido a adoptar.

―¿Todo listo, señor?― Su voz se perdía entre el sonido del viento, mientras abría la puerta para mí de manera cuidadosa como si se tratara de la mismísima Queen Elizabeth.

¡No seas tonto, hombre! Sólo soy yo.

―Oye, amigo, ahora quisiera ir hasta el Harrods. Por favor.

El no dijo nada más en cuanto ambos estuvimos dentro, él con lo que parecía un envase de alguna bebida caliente y yo con mi pequeña en los brazos.

Y mientras el camino se acortaba, algo dentro de mí crecía.

Nervios, quizás.

Ella se está removiendo como se remueve agitado mi corazón, está tan asustado, queriendo entender lo que estoy haciendo, si esto esta bien o mal; pero aun así, me atrevo a abrazar a mi hija como si quisiera que ella sintiera que ahora yo estoy aquí para ella.

Las luces de la ciudad comienzan a aparecer, el auto pasa a través de ellas siendo iluminado por fragmentos. Todas las farolas están encendidas, estaba terminando la tarde y ya estaban ahí sin parpadear, opacando a las estrellas en el cielo.

Cuando el auto se detuvo, entré en pánico, el viaje de regreso había sido un parpadeo mientras que el de ida me había tomado más de lo que habría imaginado. El hombre bajó para abrir la puerta, y hasta ese entonces me di cuenta que realmente no quería salir de mi pequeño refugio creado dentro de este taxi.

La luz en el techo se encendió apenas el pitido de la puerta al ser abierta estaba presente, Aisha se asustó y se aferró a mí tal como mi pequeño lo hace, salí y tomé todas mis cosas dentro del auto.

Y unos billetes grandes habían terminando en las manos de aquel señor, que amable me había transportado y además esperado por mí. Las tarifas de los servicios de taxi en Londres eran tan jodidamente caras que justo en este momento estaba considerando lo mucho y necesario que era una licencia de conducir y un auto.

―Gracias, amigo― Sonreí un poco, quizás incomodo por la mirada de él sobre nosotros ―Quédate con el cambio.

Giré sobre mis talones para terminar en la entrada del Harrods, caminaba intentado pasar desapercibido y lo lograba, veía lo que algunas tiendas exhibían; y cuando creí que  no me podía ir mejor, encuentro a mi pequeño con unos cómicos bigotes de chocolate, su dedo está señalándome y entonces ocurre lo que tiene que ocurrir.

___ tiene sus ojos en mí, en nosotros. Su mirada está quemándome y siento como un zoológico se oprime en nudo en mis estomago y sube hasta mi garganta.

Mis pasos disminuyen junto a mi velocidad, llego a la mesa y nadie dice nada. No ha más que miradas yendo de un lugar a otro y una pequeña intimidada. El rostro de mi chica no ha reaccionado desde que me pescó in fraganti caminando con la nena en mis brazos, sus labios casi forman una perfecta ‘O’ y ni hablar de sus bonitas cejas elevadas.

―Hay una niña en tus brazos― La voz de Javadd retumbó en mis oídos con una acusación.

Mi propio hijo parecía estarme apuntando con sus palabras, descubriendo mi delito.

Y yo lo admitía una y otra vez con mi sonrisa nerviosa oculta, soy culpable.

―¿Tú…? Es decir… ¿Tú f-fuiste a…? Dijiste que no… no podías…

―Y no puedo…― Mi voz es un susurro ―Pero quiero.

La pequeña se remueve en mis brazos casi cayendo por tomarme desprevenido, maniobro mis manos para dejarla sobre el piso con cuidado. Me tenso cuando ella se esconde atrás de mis piernas.

Un suspiro devuelve mi atención a ___, ella está mirándome tratando de entenderme como si pudiera hacerlo cuando la verdad era que ni yo mismo era capaz de eso.

Ni una palabra más de nuevo, el chocolate de Javadd sigue humeado y las galletas le acompañan formando un bonito retrato.

―Aisha es su nombre.

Jav tiene su ceño fruncido, se que mi pequeño está guardando un montón de preguntas y no faltará mucho para que comience a conectar todo la información suelta que tiene en su inteligente cerebro. Desde el día en el orfanato, su mamá y papá discutiendo, yo pintando la habitación de color purpura cercana a la suya y ahora… la nena que se refugiaba en mí.

―Aisha― Murmura mi hijo mientras quita su mirada de ella y comienza a jugar con las migas de galletas sobre la superficie de la mesa ―…Yo te he visto antes. Eres una de esas niñas sin pa…―Él se detiene antes de decir lo que no quiero que diga, antes de hacer a la pequeña llorar ―Tú has pintado las paredes para ella― Ahora sonríe achicando sus ojos mientras su dedo ya no señala más a Aisha, sino a mí.

Mi chica se inclina aún sentada en la silla donde había estado incluso desde antes que yo llegara aquí, acaricia el pequeño y angelical rostro de ella y entonces le veo sonreír ―Ven aquí. Bienvenida a tu familia, pequeña princesa. Soy tu mami, él es Javadd tu hermano y… Supongo que él no te lo habrá dicho, porque es un tanto torpe, a veces… Él es Zain, tu papá.

Con pasos inseguros se acerca a los brazos abiertos de ___.

―Oye, tú. ¿Quieres un poco?― La sonrisa de Javadd enmarcada por unos graciosos bigotes de chocolate aligera el ambiente para ella, él le está ofreciendo algunas galletas.

Dejo escapar un suspiro porque todo está saliendo mejor de lo que esperaba, tomo asiento al lado de Javadd y beso entre sus cabellos oscuros.

―¡Me has traído una hermana!― Sus palabras en mi oído me hacen sonreír y reír ―Gracias, papá. ¡Eres el mejor!

 
Estaba jodidamente cansado de ir de tienda en tienda, y sabía que Javadd también, pero bastaba ver la sonrisa en el rostro de Aisha para que quisiera correr un maratón entero y cargar a Jav y todas las tontas bolsas conmigo.

Veía como ___ tenía una sonrisa gigantesca en su rostro, llevaba entre sus manos un montón de ropas para nuestra pequeña. Y tras ella una empleada de la tienda con unos cuantos zapatos.

Javadd se mantenía tranquilo a mi lado, jugaba con sus pies haciendo formas en la peluda alfombra que hacia juego con los muebles de la pequeña sala de espera.

―Señor― Una chica pelirroja con unas cuantas pecas está llamándome, sus ojos se agrandan exageradamente, quizás ya me ha reconocido ―Eh, la señorita… Su… ¿Pareja? Sí, su pareja le está llamando a usted y al pequeño.

―Oh. ___― Me levanto y miro el montón de bolsas ―Creo que no podré ir, Jav ve tú a donde tu madre.

―No se preocupe, sus compras estarán seguras.

Asiento ―Gracias.

Camino entre el montón de ropa de niña que nos rodea, Jav va justo delante de mí. Cuando llegamos al área de los probadores no me cuesta para nada encontrar el que ocupa mi nena y mi hermosa novia, ambas están hablando emocionadas.

Aisha apenas había intercambiado palabras conmigo, en cambio, con __ y Jav parecía llevársela mucho mejor.

―¿Mamá?― Javadd se queda afuera conmigo esperando que podamos pasar.

―¡Tienen que ver como se ve mi pequeñita!― Sus manos se juntan debajo de su barbilla y sonríe emocionada.

Empujo con cuidado la puerta y encontramos a una cosita tierna. Aisha, estaba con una hermosa sonrisa en rostro y se le veía tan feliz como a su nueva mamá.

―¡Wow!― Javadd se sorprende tanto y nos hace reír ―De verdad que si estás bonita.

―Hermosa― Sonrío.

―¿Podemos llevar este? ― Su dedo índice choca con la tela.

Ella luce tan tierna señalando la ropa que está usando y puedo ver lo mucho que anhela llevarla.

―Llevaremos eso y todo los que quieras― Me inclino a besar su coronilla llena de cabellos recién peinados por ___.

El celular en mi bolsillo comienza a sonar y la verdad es que no tenía la más mínima intención de tomarlo hasta que dejara de fastidiar, y hasta entonces podría verificar si debía devolver o no llamada; pero, apenas se ausentó el sonido molesto, volvió a sonar, una y otra vez. Las únicas personas que me llamaban hasta fastidiar eran ellos, los chicos, mis hermanos y compañeros; conocían tan bien mis acciones que llamarían todas las veces que fueran necesarias para que me harte y lo atienda.

Veo la pantalla y frunzo mi ceño al ver que está ahí la cara de Liam, podría haber jurado que sería Lou o Niall.

―¡Atiende!

La voz de ___ me hace sobresaltar y salgo de los probadores de paredes rosadas para dirigirme a la sala de espera.

―Liam.

―¡Caíste!― Escucho la risa de Harry y su voz ronca me hace fruncir una vez más el ceño ―Sabía que atenderías si veías que era Liam.

―Eres un idiota― Río un poco mientras tomo asiento justo en medio del montón de bolsas.

―Sí, un idiota en problemas― Carraspeó un poco tratando de aclarar su ronca voz ―Necesito tu ayuda, hermano.

―¿Está todo bien? ¿Qué va mal?

Harry era un chico propenso a los problemas y a los escándalos, parecía que solo vivía para estar en las noticias.

―La he cagado con mi novia, Zain― Su expresión rasposa y miserable me hace estar atento a sus palabras ―Lo he jodido todo esta vez… Hombre, me ha dicho que no quiere verme y te juro que va en serio.

―¿Intentaste hablar con ella?

―¡Claro que sí! Pero me ha dejado fuera de la puerta de su casa todo el día, ni siquiera me ha dicho que me largara. No está gritándome ni golpeándome, nada, sólo me ignora. ¿Sabes lo preocupante que eso? ― Calla y escucho la voz de Liam totalmente distorsionada en el fondo.
 
―¿Dónde estás ahora? Liam también te necesita, quiere que le ayudes a planear algo romántico y empalagoso para su novia, así como tu con __.

―Yo…― Veo como Javadd, Aisha y ___ salen de los probadores y se acercan a pagar ―Te llamo en unos minutos. Estoy… Yo… Tengo algo que decirles también.

―De acuerdo, pero, si no llamas rastrearé tu celular y te buscaré debajo de las rocas si es necesario.

―Te llamaré, lo prometo― Río ―Sólo dame unos minutos.

Dejo el celular en mi bolsillo y llego justo a tiempo para impedir que mi chica pague. Ella levanta una de sus cejas al ver que busco entre mis cosas mi tarjeta de crédito y mi identificación.

―Déjame pagar a mí esta vez.

―Uh. No.

Beso sus labios sin importarme nada más que ella por este corto momento, en cuanto me separo la chica en la caja registradora me está indicando que ingrese mis datos, lo hago y en segundos sale el pequeño comprobante.

―Gracias por su compra, que tengan buen día.

Gimo cansado al ver el montón de bolsas, ___ sólo toma un par y me sonríe tratando de disculparse. Mis dedos vuelven a sufrir cuando cargan todas las demás y gruño al ver como se detienen en otra tienda.

―Tiene que ser una broma.

―Te lo compensaré, cielo― La mano de ella acaricia por donde apenas crecen mis vellos faciales.

―Claro que lo harás, mujer.

Tomo asiento en unas sillas fuera del local y pongo el montón de compras donde pueda verlas. Vuelvo a tomar el celular para encontrarme un par de mensajes de Harry desde el celular de Liam recordándome que debo llamarlos.

Presiono el pequeño icono de llamada y ni siquiera suena dos veces cuando ya han atendido.

―¿Dónde estás ahora? ¿Puedo ir?

Harry Styles a veces puede ser un chico desesperante.

―Harry, estoy en el Harrods terminando algunas compras con ___, Javadd y…

―¿Y quién más?

―Es una larga historia… ¿Por qué no desayunamos mañana?― Miro como __ regresa con un niño en cada mano haciéndole lucir linda.

―Eso suena genial. Es una cita, cielo― Ríe.

Y no puedo evitar soltar un par de carcajadas ―Dalo por hecho. Dile a Liam, yo intentaré contactar con el rubio y Lou.

―Bien. Hasta pronto. Que tengas una noche candente, tigre.

―Eres un idiota, Styles― Murmuro ―Adiós.

___ está frente a mí, lleva una jodida sonrisa demasiado hermosa en sus labios que muero por probar sin moderación alguna.

―¿Nos vamos?

―¡Por favor y gracias!
 

―¡Papá, Zeus se hizo popo fuera del periódico!

Oh, mierda, Zeus. No.

Cierro la puerta y giro en mis talones deseando que la mascotita de mi hijo no haya hecho sus necesidades en la alfombra. Joder, eso iba a ser realmente desastroso pero no, lo único que parecía un desastre era la sala entera con las almohadillas de los sillones en el piso, algunos adornos caídos y un montón de recibos y cosas hechas trizas.

Y la buena noticia es que el popó de Zeus está justo al borde, cerca de la alfombra pero no en ella.

Suspiro.

No es como que al llegar a casa, después de un jodido e infernal día de compras, quieras ordenar el desastre de una bolita de pelos.

―¿Zeus o lo niños?― Pregunto a ___ quien ve todo el desorden con la misma cara de tragedia que yo.

―Zeus― Murmura dejando el montón de cosas sobre las bolsas ―Tú, por favor, pon a enjuagar las pijamas nuevas de Aisha, mándalos a bañar y… ¿Puedes hacer la cena?

―¡Llamaré por un par de pizzas, cielo!― Rebusco una y otra vez sin éxito las pijamas de Aisha, hasta que encuentro una bolsa color negro con lo que parecían ser lo que buscaba ―Esto debería ser.

Mi mano dentro de la bolsa toma una pieza y cuando puedo ver con claridad, frunzo mi ceño porque es exactamente lo que no buscaba.

―¡Eso no es la pijama de Aisha!

Río y agradezco que los niños no estén cerca.

Oh.

El pedazo de tela es un baby doll.

―Lindo y sexi. ¿Cuándo lo usamos?― Bromeo exhibiéndolo en mis manos para mí mismo, cierro mis ojos al sentir que está golpeándome un par de veces y río cuando lo arrebata de mis manos.

Ella, como si supiera desde siempre y me jugara una broma, en la primera bolsa que buscó encontró el pijama ―Tú no has visto eso. ¿Vale? ― Ríe conmigo y besa mis labios.

―Tranquila, prometo sorprenderme cuando lo uses― Suelto una carcajada y huyo a la lavadora antes de que me golpee de nuevo.

―Ya he ordenado la pizza, cielo. Pagaré yo esta vez.

No hice el esfuerzo por contestar porque, simplemente, no le dejaría pagar. De alguna manera y otra me las arreglaría para evitar que eso pasara.

Puse el jabón y todos los detergentes necesarios, el pijama estaría lavado y secado en unos cuantos minutos.

Mi siguiente tarea sería hacer que los pequeñitos de la casa se dieran una ducha.

 ―Zeus te estás ganando un castigo, amigo― Alzo la voz mientras camino al pasillo y observo el orina de perro en la cerámica ― Jav, la próxima vez tendrás que limpiar donde Zeus haga sus necesidades. ¿Entendido?

Lamento mi tono de voz duro y rudo cuando encuentro sus ojos marrones, un tanto culpables.

―Está bien, papá. Lo siento.

Me acerco a él y me inclino para dejar besos en su cabello oscuro y liso como el de su padre, como el mío ―Sólo… nos turnaremos. ¿Va? ― Le veo asentir y sonrío ―Ahora ve a tu baño y prepara las cosas para asearte. ¿Puedes hacer eso? Iré en unos minutos― Pauso mis palabras ―Tu mami ha pedido pizza para la cena.

Vuelve a asentir y sale corriendo mientras intenta quitar los botones de su camisa ―Es una carrera Aisha, el que termine primero bajará con papá a buscar la pizza.

Veo a la pequeña mirar todo con cuidado, sé que está tratando de acostumbrarse a esto. También soy consciente que en mucho tiempo no había tenido muchas cosas como las que tendrá desde ahora.

―Voy a perder― Cruza sus brazos y un puchero se pone en su bonita cara.

―No importa, los dos irán conmigo por la pizza― Aseguro tomando su mano y caminando hasta la habitación que había estado pintando antes ―¿Quieres ver tu habitación?

Sus pestañas largas y curveadas como las de Javadd se levantan con exageración y entonces, sus pupilas se dilatan sorprendida ―¿Tendré una para mí solita?

Sonrío ―Por supuesto que sí― En mis brazos le llevo hasta la habitación que será la suya, está en plena remodelación y aún huele a pintura ―¿Te gustan las princesas? He pintado un castillo para ti― Señalo lo que había estado haciendo, era un bonito castillo rodeado de un bosque encantado, flores y animales.

―¡Princesas!― Exclama y sus manitas chocan aplaudiendo.

―Pero por ahora tendrás que dormir con Jav porque aun no está lista― Camino al marco de la puerta, apago la luz ―Aisha, debes tomar un baño. ¿Vale?

Mis palabras son inseguras porque ciertamente, no sabía como llevar el proceso del baño con la niña y no podía dejarla sola. Si bien recordaba, la nena tendría un año menos que Javadd pero la diferencia de estatura era muy notoria entre ambos. No podría alcanzar la llave de la ducha y hacerlo todo por ella misma.

Abro la puerta del baño y enciendo la luz ―Iré por una toalla limpia― Le dejo de pie ―¿Me esperas acá?

Asiente y entonces salgo de ahí pensando como rayos haré esto.

Fui en busca de una toalla limpia y ya mi eficiente chica venía con ella en sus manos ―Déjame a mí la nena.

―Es lo mejor, no era como si yo… Sabes, no es lo mismo con Jav. ¿O sí? Mierda, debería haber una escuela para padres.

Rasqué mi nuca, sintiéndome un completo inútil y agradecía que ___ era la mujer más eficiente e inteligente en este mundo y todos los demás. 

―Iré con Javadd y luego por la pizza.

―¡No! Me toca pagar. ― Se quejó.

No me importa, cielo.

―Pagarás al próxima, lo prometo― Sonrío y salgo de su vista.

 
 
Con pasos cansados, llegamos a la puerta de nuestra alcoba y antes de que pusiera un pie en ella le cargué haciendo que de entre sus labios saliera un grito ahogado.

—Sssh...— Trato de no reír al cerrar la puerta —Los niños duermen.

—Lo sé pero me has asustado, idiota— Murmura riendo y dejando un leve beso en la piel de mi cuello —¿Te vas a duchar conmigo?

Mis cejas se alzan ante su propuesta tentadora, miro el reloj encima de la mesa de noche, marca las 22:31. Tenemos un poco de tiempo para hacer un par de cosas antes de dormir.

—¿Qué tal un baño en la tina?— Le dejo sobre el colchón y acaricio sus hombros con toda la delicadeza que puedo —Tú, yo, unos cuantos besos y ese aceite con esencia de lavanda que tanto nos gusta.

—Está bien, suena... Relajante.

—Justo lo que nos merecemos.

[...]
 
Termino de poner las gotas en el agua y al girar encuentro a mi chica con su brassier y tratando de escurrirse fuera de sus pantalones, luce tan graciosa y tierna, que sin darme cuenta estoy soltando un par de carcajadas e inmediatamente paro cuando me da una mirada dura y de reproche.

—Ríete lo que quieras, al menos mis pantalones se mantienen ajustados a mi trasero.

Sigo riendo aunque ha sido un verdadero golpe bajo, ella se estaba burlando de lo grande que me quedaban los pantalones en mi trasero.

—Pues lamento decirte que con eso tendrás que conformarte— Seco un par de lágrimas que salieron por tanto carcajearme —Cariño. ¿Estás subiendo de peso?

Sonrió, porque ha ganado unos cuantos gramos que le sientan descaradamente bien. Justo ahora se ve como una diosa para mí.

—Ahora vas a llamarme gorda— Resopla y se elevan un poco los cabellos que se han salido del recogido que lleva —Sigue así y terminaras de cabeza en esa cosa.

Observo su dedo índice que señala el agua que nos espera y termino admirando sus ojos, estoy neutro y sé que a ella le molesta que no le esté tomando en serio sus tontas amenazas. Una media sonrisa aparece en mi rostro.

—Eres un idiota, Zayn.

—Ven aquí y déjame darte amor.

Me acero a ella lo suficiente como para sentir su piel con la mía, le estrecho en mis brazos y entonces mis manos comienzan a bajar lo que falta de su pantalón mientras dejo un montón de besos en cualquier lugar de su rostro.

El resto termina de quitarlo con sus pies, ahora, ella sólo lleva su ropa interior, la cual me doy el gusto de quitar lentamente. Desabrocho su sujetador y deslizo con cuidado cada una de esas tiras elásticas de sus hombros hasta que cae al piso; sus panties también termina descansado junto a su pantalón.

Me alejo un poco.

Mis ojos siguen en los suyos mientras quito mi bóxer.

No importaba cuantas veces me habría visto sin ropa, me pondría nervioso cada vez que sus ojos estuvieran en mí. Siento mis mejillas enrojecer un poco, lo sé porque siento el calor subir a ellas.

Su risa llega a mis tímpanos y me hace bajar la mirada mientras le ayudo a entrar al agua.

―Cariño, sólo soy yo.

―Lo sé― Mis pies sumergidos en el agua buscan la posición cómoda para sentarme ―Pero, joder, bebé… Siento como si fuera la primera vez, todo el tiempo me pasa eso.

Tomo asiento con mi espalda apoyada en la superficie y le hago espacio para que esté muy, muy pero muy cerca de mí. Justo delante, en medio de mis piernas.

―Si empiezas a moverte como loca, voy a tener una erección― Digo sin rodeos cuando ella está acomodándose en mi pecho.

Ella ríe ―No aguantas nada, Zain.

Río con ella y dejo un par de besos en la piel de su cuello que ha dejado completamente accesible para mí al recoger su bonito cabello al tope de su cabeza. Sus vellos se erizan y se remueve cuando siente mis labios una vez más.

―Tú tampoco lo haces― Aseguro recostándome y cerrando mis ojos.

Este momento podría congelarlo por siempre y para siempre.

Teniéndola justo así, cerquitita, siento cada una de sus respiraciones y movimientos. Pudiendo hacerla estremecer con mis labios o una simple palabra en su oído. Sólo amándole con cada trozo de mí.

Tratando de acomodarme, mis cabellos chocan con el gel relajante muscular que habíamos dejado al borde de la tina.

―Aléjate un poco, ___― Murmuro tomando un poco del gel en mi mano izquierda.

―¿Qué?― Se queja una y otra vez mientras se desplaza unos centímetros más allá ―¿Ya estás erecto? Ni siquiera me he movido. ¿Tampoco podía respirar?

Niego mientras rio sin hacer mucho ruido ―Cállate. Cierra esa boquita por unos minutos, mi amor.

―¿Qué…?

Y antes de que pueda decir algo más deslizo mis manos en un masaje por sus hombros, su espalda y vuelvo a subir hasta llegar a su tenso cuello.

―Oh, Dios, esto es la gloria― Gime graciosamente y me emociona saber que puedo darle placer de otras maneras a las que no acostumbro ―Zain Malik, me estás llevando al mismísimo cielo.

―Puedo hacer maravillas con estas manos― Le digo, no sé realmente si estoy bromeando o lo estoy diciendo en serio, pero me distraigo cuando estoy tocando la piel de mi novia y decido no pensar ni darle vueltas al asunto.

―Créeme que lo sé.

―Ahora las piernas, __.

Mientras pongo un poco más de ese gel que tanto le gusta, ella se da vuelta y me deja ver su rostro sonrojado mientras oculta con sus brazos sus pechos.

―No mires acá― El tono de su voz ha subido unos cuantos decibelios.

Alzo una de mis cejas y comienzo mi trabajo con sus piernas ―No es la primera vez que haya visto esas, o tocado o… Bueno, el caso es que, no tienes porque ocultarte de mí.

Ella cierra sus ojos y trata de no emitir ningún sonido que se asimile a algún gemido, lo sé, porque está presionando sus labios y su entrecejo se frunce y se relaja de la nada.

―Lo sé, pero no te imaginas lo penetrante y jodidamente sexi que es esa mirada tuya. Ocultarme es un reflejo, cariño― Un gemido sale de sus rosados labios y sus ojos se abren cuando presiono la planta de su pie con mis dedos ―¿Me dejarás ponerte un poco de…?― Señala el gel tras de mí.

―Estás cansada y sabes a donde terminan los masajes que me das― Sonrío viendo como su cara se transforma en una burlona ―Así que, no empieces si no puedes terminar el trabajo.

 ―Bebé eres muy débil.

―Tú me haces débil― Murmuro terminando con los masajes en el cuerpo de mi hermosa novia.

―Ven aquí. Ahora es tu turno de darme amor.

El sonido del agua cuando cruza hasta llegar a mis brazos me relaja, todo en este momento me alivia. Mis labios y yo le recibimos gustosos. Sus manos acarician mi cabello y juegan con él mientras sus besos me hipnotizan de alguna manera.

―Mmm…― Me separo para acomodarla en mis piernas y que su roce no termine por llevarnos a la cama tan pronto.

―Te amo― Susurra en mi oído.

Comienza a dejar besos en mi rostro. Uno en mi frente, otro en medio de mis cejas, uno en mi ojo izquierdo, mi mejilla derecha, por mi mentón, el que me hace más feliz es el fugaz que deja por mis labios y me estremece con un par que marca en mi cuello para luego terminar succionando y probablemente dejando un hickie ahí.

―Oh, joder, yo te amo también, ni te imaginas cuanto.

Le estrecho entre mis brazos hasta que ella termina por acomodarse en mi pecho y sus manos dejan caricias en mi nuca, quizás muy cerca de mis tatuajes.

Nos quedamos así por unos segundos, no sé cuantos son pero sé que han sido bastantes. Veo lo grande que es la tina, es gigantesca y sin embargo, preferimos estar acurrucados uno al lado del otro.

―Yo… No sé como comenzar esto― Su voz retumba en mi cuerpo y me hace sentir vibraciones en mi piel, sin detener sus caricias sigue hablando ―Sé que a veces puedo ser una loca caprichosa y, tal vez tenías razón me precipité un tanto con lo la prueba de embarazo negativa.

No digo nada, me limito a escucharle porque sé que va a tardar en explicar, quizás no de tantas vueltas como yo para explicar algo, pero tardaría, lo sabía.

―No sé si te sentiste presionado y fuiste hasta esas monjitas que quizás te miraban como si fueras una mala persona por… tu apariencia o tu religión, o que rayos sé― Sus labios reposan unos segundos en mi hombro y no pasa mucho tiempo cuando vuelve a hablar ―Sólo… Gracias. Gracias por ir por esa nena que necesitaba de nosotros, o puede ser que nosotros somos quienes necesitamos de ella. Hoy ha sido un día agotador pero me ha encantado tanto, lo grabaré en mi memoria y así podré recordarlo siempre.

―Deja de agradecerme, ____― Miro el agua, respiro y puedo oler el aroma de ella que nos envuelve ―Lo he hecho porque amo a Javadd y a ti. Estoy tan jodidamente loco por ustedes dos que siento que puedo hacer hasta lo imposible. No te sorprendas si un día me ves intentando volar― Bromeo y beso su sien.

―Ahora eres papá de dos― Reposa sus labios en la punta de mi nariz y me hace sonreír ―Y yo soy mamá de dos.

―Una sexi mamá de dos― Corrijo.

―¿Entonces te parezco sexi? Hace rato me llamaste gorda.

―Oye, yo no dije eso― Reprocho frunciendo mi ceño.

―¡No soy tonta!

―A mí me parece que sí― Río ―Porque lo único que estuve pensando todo el tiempo es que estás increibl…―  Doy un respingo cuando siento sus manos en un lugar muy abajo, un lugar muy mío y que, diablos… son mis glúteos ―¿Qué estás haciendo? Quita tus manos de mi inexistente trasero― Rio.

―Pues, estoy tocando lo que es mío.


―Oh, no. Mi trasero es sólo mío, no he olvidado que te has burlado de mi trasero no rellenador de pantalones― Intento quitar sus manos del lugar que se han ganado sin saber exactamente cómo.

―Estoy conformándome con eso, Zain― Se burla de mí.

Sus manos están de vuelta a un lugar no tan próximo a mí, me relajo cuando sólo estoy sentado encima de la superficie de la tina. Y no han pasado siquiera quince segundos cuando ella está acomodándose justo donde debe, encima de mi pene; y antes de que pueda protestar el roce con lo suyo me entretiene.

―Maldición, lo lograste, bebé― Río cerrando mis ojos y echando mi cabeza hacia atrás tratando de no gemir ―Salgamos y vamos a la cama.

―Quiero hacerlo aquí.

―___, el condón y el agua no…― Gimo cuando los círculos que traza con su cadera están haciendo efectos en mí ―Oh, cielos.

―Hoy no usaremos condón, Zain― Se levanta conmigo y con una de sus manos seca mi pene para empezar a ir y venir de la punta a la base con algún lubricante, y me está volviendo loco ―Yo me he encargado de eso― Se sonroja un poco.

Se ha vuelto loca.

―De acuerdo, de acuerdo― Detengo su mano y mis besos no tardan mientras nos acomodo en al agua para que ella esté al mando esta vez, la hago sentarse de a poco mientras mi erección le llena ―Tú marcas el ritmo, amor.

Sus brazos me acercan a ella, tanto que a escasos centímetros tengo sus bonitos senos, les beso y ella suspira. Oh. Su cara es jodidamente sexi cuando está acostumbrándose a tenerme ahí dentro por completo. Y yo estoy siendo completamente afortunado porque sin el látex puedo sentirla.

Sí, puedo sentirla completa y mía, sólo mía.

Ahhhhhhhh, yo sigo leyendo tu novela en serio es largo el capítulo, no me imaginaba que tanto, Zain es el mejor y tu querida Kai tambien eres la mejor por escribir de esa forma. Te amo 

AraAlister escribió:Ahhhhhhhh, yo sigo leyendo tu novela en serio es largo el capítulo, no me imaginaba que tanto, Zain es el mejor y tu querida Kai tambien eres la mejor por escribir de esa forma. Te amo 

¿De verdad soy la mejor? 

KaiSmirnov escribió:

AraAlister escribió:Ahhhhhhhh, yo sigo leyendo tu novela en serio es largo el capítulo, no me imaginaba que tanto, Zain es el mejor y tu querida Kai tambien eres la mejor por escribir de esa forma. Te amo 

¿De verdad soy la mejor? 

Si, claro que lo eres, yo nunca te mentiría, podría decir que por tu forma de escribir eres casi perfecta. Si señor estas tocando la perfección.