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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Una escritora sin amor (Zayn Malik) C O N T I N U A C I O N
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) C O N T I N U A C I O N
por Katie Hernandez Lun 09 Jun 2014, 6:33 pm
OH POR DIOS MALDITA PERRA HIJA DE SU MADRE CARA DE MOCO DE GORILA. La odioooooooooooo! Agh me caga, es tan &;@-@:)-@/&-
Bueno, ojala que te recuperes y siguelaaaa please
Bueno, ojala que te recuperes y siguelaaaa please
Katie Hernandez
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) C O N T I N U A C I O N
por Abigail Castro Lun 09 Jun 2014, 6:34 pm
Capitulo 80 ~ Un ramo de lilas.
ANUNCIO: Desde ahora, la mamá de Zayn será Trisha.
Mis piernas temblaban conforme cruzaba lo que parecía ser aquel interminable pasillo. Mi corazón latía lento, pausada y pesadamente, y sentía mi mente a punto de estallar.
Aquello era demasiado.
¿Cuándo se había vuelto mi vida un drama? ¿Una novela donde se dan miles y miles de vueltas antes de llegar al verdadero climax?
Continué caminando; tenía que salir de ahí, y rápido.
Iría a casa, tenía que alejarme de Londres. Toda aquella mierda era demasiado grande, demasiado dolorosa. Jamás me hubiera catalogado a mi misma como una masoquista, pero el color de sus ojos me delataba: eran tan bellos que hasta dolía, pero no podía dejar de mirarlos, por más que me matara.
Me sentía tan diminuta, que muy apenas podía percatarme de como las enfermeras caminaban a mi lado, para después perderse al abrir una puerta o simplemente desaparecer por algún pasillo intercalado.
Tenía que ir al hotel, dormir y no despertarme hasta el día de vuelta a Boston. No podía seguir ahí, no...
— ¿_____? —cerré los ojos; supe que su voz la reconocería hasta muerta—. ¡Ahí estás! Te había estado buscando...
Cuando giré, me encontré con mi mayor razón de felicidad, y al mismo tiempo la mayor causa de mis tristezas.
No podía verlo; aparté el rostro. Estaba cansada, harta de todo; mi vida era un drama y no me gustaba como estaba llevando las riendas. No me gustaba la idea de no poder dormir tranquila por las noches, mientras que pensaba en las tonterías que hacía.
Por un momento, hasta deseé nunca haber viajado a Italia el verano pasado, nunca haber conocido a Zayn. Como yo misma le había dicho: La idea de no encontrar el amor no optimizaba mi vida, pero hubiera soportado mucho más el dolor de la soledad, al dolor del corazón roto que Zayn tiene la manía de halar a las costuras para deshacerlo otra vez.
Entonces, cuando el me sonrió y se acercó a mi, solamente lo supe: No quería volver con él. Ni aunque todo desapareciera, no lo haría.
Me había prometido muchas cosas, promesas que con el paso de los años había roto. Pero algo que sabía que no me convenía romper, era la idea de pisar dos veces la misma piedra. Ya sabía el resultado, ya sabía las consecuencias de dejarme llevar por el amor; sería muy tonto de mi parte volver a caer en la incapacidad de pensar claramente, cuando en lugar de dar un paso, tengo la opción de retroceder dos.
Necesitaba irme de Londres.
— Feliz año nuevo —sonrió Zayn, inseguro de sus movimientos. Mantenía las manos a sus costados, y por un momento las movió con ademán de elevarlas al encuentro de un abrazo, pero en su lugar las regreso a su sitio, incómodo. Yo solamente me quedé quieta, para después, mirar hacia el suelo.
— ¿Dónde estabas?
— En el baño —contesté rápidamente—. Necesitaba remojarme la cara.
— Oh.
Silencio.
Zayn me miró, y yo a el. Simplemente nos miramos.
Algún día lo miraría, y ya no sentiría nada. En verdad...nada.
— Gracias —musitó él, tomándome en curva aguda—. Creo que abriste mis ojos con todo lo que dijiste.
— Alguien tenía que hacerlo.
Contesté, más segura de lo que realmente estaba.
Zayn asintió pensativo, y después me miró a través de sus largas pestañas. Sus ojos tenían un brillo pulcro, casi mágico, y su rostro se veía inmaculado. ¿Cómo alguien podía ser tan guapo? Con su belleza me cortaba la respiración.
Tendría hijos hermosos.
— _____...
— No puedo hacer esto aquí—. lo interrumpí. El retrocedió en su acto del habla, y me miró con el ceño fruncido. Apostaba cualquier cosa a que no entendía mi postura, pero ¿cómo iba a controlar mis sentimientos?
Año nuevo. Vida nueva. No podía pensar en volver a caer en la necesidad de tenerlo cerca para poder respirar con tranquilidad.
— ¿Qué quieres decir?
¿Qué quería decir? Quería decir que lo amaba, y que mi corazón se rompía al verlo con ella. Quería decir que así como era amor, era odio y rencor, todo eso gracias a que la eligió a ella sobre mi. Quería decirle tantas cosas que ni con palabras se expresaban, y quería callar tanto de lo que tenía que decir. Quería gritarle en cara un te amo, y susurrarle al oído un "te odio por hacerme amarte", pero sabía que en ambos salía herida. Y no quería que mi corazón volviera a recibir otro golpe.
Así que simplemente callé, y retrocedí.
Tenía que decirle que todo eso había acabado, pero si hablaba simplemente diría que aún lo quería; mi cerebro no estaba programado todavía para emitir esas palabras tan decepcionantes.
— Creo que ambos tenemos que pensar las cosas, Zayn —mis ojos se encontraron con sus ojos temblorines—. Tenemos que pensar qué queremos para el futuro, qué es lo que deseamos. Tenemos una vida ahora, los dos lejos del otro; ¿vale la pena mesclarlas?
— ¿No quieres mezclarlas?
— No lo se.
— ¿Qué me estás diciendo?
— Digo que...—tomé un fuerte respiro. Cerré los ojos antes de continuar hablando—. Digo que tenemos que pensarlo —concluí, sin más—.
— Yo si quiero mezclar mi vida con la tuya, _____. No me importaría renunciar a lo mio para estar en la tuya.
— A mi si me importaría que lo hicieras, Zayn. No quiero ser la culpable de...
— ¡¿De qué mierda hablas?! ¡¿Culpable de qué?! —el vacío pasillo pareció un eco en nuestra mente. Estabamos tan a la deriva ahí, me sentía tan sola, que hasta tenía ganas de correr y llorar. Solamente quería salir corriendo—. _____, no me importa. Estaré contigo.
— No digas eso —lo callé—. Piénsalo.
— No tengo nada que pensar.
— ¡Si tienes! ¡Ambos tenemos que pensar las cosas! ¡Pensar consecuencias! ¡La última vez que hice las cosas sin pensar, me rompiste el corazón!
Se quedó callado.
Me quedé callada.
Y el silencio había ganado la batalla otra vez.
— Prométeme que lo pensarás.
— ¿Que crees que hago todas las noches, _____? ¿En qué piensas que gasto todas mis horas de descanso? No lo hago; no duermo por pensarte, y si sueño, es contigo. Creo que ya he tenido tiempo suficiente para pensar en lo que quieres.
Si. El si, pero...
— Pero yo no, Zayn —lo miré perder el brillo de su mirada—. Me pasé los cuatro meses pasado sufriendo. Fue tanto, que ni siquiera quise intentar pensar en qué pasaría si nos volviéramos a encontrar. Necesito pensar en eso.
Tragó gordo. Asintió con firmeza, y soltó un bufo de exasperación.
— ¿Qué quieres que haga ahora?
— Hagamos un trato, ¿está bien? —el asintió inmediatamente—. En tres días, nos veremos justo debajo del Big Ben. Si vas, significa que nos daremos una última oportunidad; significa que me quieres, y que estás listo para atarnos a las consecuencias de nuestros actos. Si yo voy, significa que estoy lista para reabrir heridas, y para dejarte entrar de nuevo a mi vida; significa que olvidaré el dolor, y que estoy dispuesta a arriesgarme a que me rompas el corazón, para ver si tenemos una nueva oportunidad.
— Jamás te rompería el corazón otra vez, _____.
Lo ignoré.
— Si no vas, significa que tu alma y mente no están listas para el compromiso. Y si yo no voy, significa que todo lo que quiero hacer es olvidar el verano.
Zayn se quedó en silencio por lo que pareció ser una eternidad de tiempo. Sin embargo, al final accedió. Su triste mirada y el recuerdo de sus labios en los míos me causaban un terrible cosquilleo, sintiendo hasta ganas de tirar todo por la borda, olvidar aquel estúpido trato, y simplemente besarlo.
Tenía que pensar, demasiado. Poner las cartas sobre la mesa, las oportunidades, las ventajas y los motivos por los que me enamoré de él. Tenía que pensar en tantas cosas, que hasta sentí unas tremendas ganas de tirarme a la cama y no moverme hasta el próximo año nuevo.
Sentí mi boca seca, y mis ojos arder. Pero no lloré; no pude hacerlo. Eso simplemente me quebraría y le daría a Zayn la imagen de que necesitaba estar con él, y tal vez elegía ir al lugar citado nada más para no hacerme más infeliz.
— ¿A que hora tengo que estar ahí?
Sus palabras causaron una corriente electrica en mi piel.
— A las 6. Debajo del Big Ben.
— Nos vemos en tres días, entonces.
...
El tres de Enero llegó justo después de que mis lágrimas se secaran y de que mis sentimientos se congelaban. Miraba por la ventana del hotel, como la suave lluvia caía sobre la moderna Londres, y como al fondo, sobre cualquier otro edificio que pudiera estar a la vista, se encontraba el Big Ben.
Sentí un nudo en la garganta en el instante en que me di cuenta de la hora: eran las 5 de la tarde. Una hora más, solo una.
Cerré los ojos. Tenía que ser fuerte.
El cuaderno rosa estaba sobre el rimero de ropa en el tocador.
Algo que me pasaba muy seguido, era no saber decir las palabras correctas. No podía expresarlas con palabras y hacer que salieran de mi boca, por lo que empecé a escribir. En el momento en que tapaba la pluma y cerraba el cuaderno donde escribía toda la mañana de pensamientos que se había creado en mi cabeza, me daba cuenta de la bomba que había creado: si alguien leía lo que escribía, tendrían el arma perfecta para aniquilarme; sabrían exactamente en qué punto pueden doblarme para hacerme caer.
Mis ojos tintinaban cuando me acercaba al cuaderno. Lo tomé, y lo observé por muchos infinitos segundos.
Muchos tenían el poder que les otorgaba el dinero, u otros el apellido. Algunos poseían poder por su belleza, o el poder del habla. Yo quería pensar que tenía cierto poder al escribir los sentimientos que no se ven, o los pensamientos que nadie siente. Quería pensar que había algo profundo en eso.
Así que solamente comencé a escribir.
"Verlo partir, me parte el alma, pero es el único modo en que yo podré ser feliz.
Se que algún día mi sonrisa volverá a ser genuina, y mis pensamientos serán claros y directos. Se que él representa mi pasado, y se que algún día conseguiré respirar sin inventarme su aroma.
Yo lo se. Y yo se que lo tengo que olvidar.
El tiempo pasará, lloraré y sufriré en silencio. El tiempo pasará y yo seguiré pensando en él, lo se, pues su sonrisa es de esas dignas de recordar hasta el final de los tiempos. Pero se también que algún día, me encontraré con un chico extraño, quizás en un café, mientras que él lee algún libro que quizás ni siquiera me haya gustado. Se que levantará la mirada, y se encontrará con mis ojos, y se sentirá estático. Me sentiré igual que me sentí cuando ese chico arribó en casa de mis abuelos, con una moto y ropa cara y mugrosa, o cuando nos dimos nuestro primer beso. Se que habrá otro más que me haya sentir loca, que me corte la respiración de un suspiro.
O al menos eso quiero pensar."
— ______.
La voz de Lucy irrumpió entre el grafito y el papel.
Cerré el cuaderno, y giré de cintura hacia arriba, mirando hacia la puerta aún sentada en esa silla de madera. Sin moverse, sonrió a medias.
— Son las cinco treinta —anunció. Volví mi vista al papel con aire desganado. Tenía una decisión que tomar. Y me sentía tan confundida, que de repente cualquier alternativa que hubiera tomado en los pasados tres días habían desaparecido: ¿Iría con Zayn o no?
...
Narra Zayn Malik:
Me movía impaciente, sosteniendo el paraguas sobre mi cabeza con una mano, mientras que en el otro mantenía el ramo de lilias. Dejé de contar las veces que miraba calle abajo hacia la derecha y calle arriba hacia la izquierda cuando conté 34, y me enfoqué solamente en observar como las gotas de lluvia chocaban con los charcos de agua del suelo.
______ me estaba volviendo loco.
Aún estando debajo del Big Ben, esperándola, tenía ciertas dudas, pero ninguna tenían que cuestionar mi amor hacia ella. Sabía que la quería, pero no sabía por qué. Sabía que me volvía loco, y que haría cualquier cosa por ella, pero no sabía cómo es que ella, sin ni siquiera haberlo intentado, había logrado que mi locura llegara al borde del límite. Quizás era que no había algo de ella que yo amara: la amaba completamente, a toda ella. A sus absurdos corajes, sus desplantes mimados, o cuando maldecía por que las cosas no salían como ella lo planeaba. Quizás amaba su histeria, y así mismo amaba como sus ojos se iluminaban cuando le decía que me parecía hermosa. Cuando eso ocurrió por primera vez, sobre aquellas rocas, después de que ella se enojara conmigo por haberla despertado una mañana, y terminaramos en el suelo del patio de sus abuelos, siendo descubiertos por Ulises, supe que era algo especial. Supe que sus ojos no brillaban de ese modo por cualquier cosa, y supe que tampoco lo provocaba cualquier persona. Me sentí especial desde ese instante, y creo que una parte de mí sabía que ella era especial. Alguien a quien necesitaría por tiempo ilimitado.
Faltaban aún diez minutos para las seis, y ya me sentía impaciente. No me senté, puesto a que todas las bancas estaban siendo mojadas por las gotas de agua, así que me quedé de pie, simplemente observando la gente pasar.
Algunas personas que pasaban me observaban cargando el ramo de lilas. Sabía lo que pensaban: "¿Lilas?" pero lo que ellos no sabían era que esa flor era la que le gustaba a ______, y valían más que mil rosas.
Justo al otro lado de la calle, una mujer estaba sentada en una banca techada, observandome. En una ocasión, cuando nuestras miradas se encontraron, me sonrió. Esa sonrisa me dio un deje de esperanza; ______ tenía que aparecer. Nada había terminado, nuestra historia apenas comenzaba.
Sin embargo, los minutos pasaron. La lluvia continuó y esa mujer siguió leyendo el periódico. Yo seguí de pie, en el mismo lugar.
Dieron las seis. Mi corazón casi se detiene cuando la última manecilla del reloj marcó la hora. Elevé la mirada: ______ no estaba.
“Se ha retrasado” me dije. “Ahorita llegará”.
Pero la lluvia se fue, y _____ no llegó.
Los minutos pasaron; la mujer del periódico terminó de leer hasta la última hoja; los faroles de las calles comenzaron a iluminarse, y la luz del día se perdió detrás de los edificios.
Por lo que pareció ser una eternidad, eran las seis y media.
La mujer del periódico se puso se pie, y me regaló una última sonrisa, esta sin nada de ánimos y sin nada de felicidad. Era más bien una sonrisa de "Lo siento, creo que la chica que estas esperando no vendrá".
No quise pensar en esa posibilidad.
Continué horas mirando hacia la calle, observando como se llenaba de gente que iba a tomar fotos al gran reloj de noche. Ninguna era _____.
Las 7.
Las 8.
Las 9.
Ninguna, nunca fue _____.
“Ve a buscarla” me dije impaciente, “esto aún no ha terminado”.
Estuve a punto de echarme a correr hacia su hotel, a alcanzarla.
Pero sabía que era en vano; _____ lo había dejado muy en claro cuando hizo el contrato: Si no voy, significa que todo lo que quiero hacer es olvidar el verano.
No supe la hora que era cuando dejé caer el ramo de lilas en la calle, así como los sueños y esperanzas que me había hecho por tres días, al imaginarme a ______ corriendo hacia mis brazos. No lo hizo.
Con las lilas en el suelo, me alejé de ellas. Y por ende, de ______.
___________________
Ya regreseeee! Lo siento taanto, pero pues me lastime y todo eso y estaba en el hospital, al menos Marissa (mi amigita hermosa que si estas leyendo esto sabes que te odio:*) les subio tres caps:)
Bueno, como saben la mama de Zayn se llamaba Patty, pero pues algunas me dijeron que como la mama de Justin se llama Pattie se les iba la magia y se la imaginaban como ella jajaja, y bueno ya cambiare el nombre de ella a Trisha:3
Comenten muchoo y saben que las adoro:* Ah, y le quedan como 9 o 8 capitulos a la novela:( El jueves o viernes empezare a adaptar otra de mis novelas favoritas<3 y les pasare el link por si quieren leerla:) y diganme si preferirian que el hombre protagonista sea Zayn o Harry, quien tenga mas votos ganara:3
ANUNCIO: Desde ahora, la mamá de Zayn será Trisha.
Mis piernas temblaban conforme cruzaba lo que parecía ser aquel interminable pasillo. Mi corazón latía lento, pausada y pesadamente, y sentía mi mente a punto de estallar.
Aquello era demasiado.
¿Cuándo se había vuelto mi vida un drama? ¿Una novela donde se dan miles y miles de vueltas antes de llegar al verdadero climax?
Continué caminando; tenía que salir de ahí, y rápido.
Iría a casa, tenía que alejarme de Londres. Toda aquella mierda era demasiado grande, demasiado dolorosa. Jamás me hubiera catalogado a mi misma como una masoquista, pero el color de sus ojos me delataba: eran tan bellos que hasta dolía, pero no podía dejar de mirarlos, por más que me matara.
Me sentía tan diminuta, que muy apenas podía percatarme de como las enfermeras caminaban a mi lado, para después perderse al abrir una puerta o simplemente desaparecer por algún pasillo intercalado.
Tenía que ir al hotel, dormir y no despertarme hasta el día de vuelta a Boston. No podía seguir ahí, no...
— ¿_____? —cerré los ojos; supe que su voz la reconocería hasta muerta—. ¡Ahí estás! Te había estado buscando...
Cuando giré, me encontré con mi mayor razón de felicidad, y al mismo tiempo la mayor causa de mis tristezas.
No podía verlo; aparté el rostro. Estaba cansada, harta de todo; mi vida era un drama y no me gustaba como estaba llevando las riendas. No me gustaba la idea de no poder dormir tranquila por las noches, mientras que pensaba en las tonterías que hacía.
Por un momento, hasta deseé nunca haber viajado a Italia el verano pasado, nunca haber conocido a Zayn. Como yo misma le había dicho: La idea de no encontrar el amor no optimizaba mi vida, pero hubiera soportado mucho más el dolor de la soledad, al dolor del corazón roto que Zayn tiene la manía de halar a las costuras para deshacerlo otra vez.
Entonces, cuando el me sonrió y se acercó a mi, solamente lo supe: No quería volver con él. Ni aunque todo desapareciera, no lo haría.
Me había prometido muchas cosas, promesas que con el paso de los años había roto. Pero algo que sabía que no me convenía romper, era la idea de pisar dos veces la misma piedra. Ya sabía el resultado, ya sabía las consecuencias de dejarme llevar por el amor; sería muy tonto de mi parte volver a caer en la incapacidad de pensar claramente, cuando en lugar de dar un paso, tengo la opción de retroceder dos.
Necesitaba irme de Londres.
— Feliz año nuevo —sonrió Zayn, inseguro de sus movimientos. Mantenía las manos a sus costados, y por un momento las movió con ademán de elevarlas al encuentro de un abrazo, pero en su lugar las regreso a su sitio, incómodo. Yo solamente me quedé quieta, para después, mirar hacia el suelo.
— ¿Dónde estabas?
— En el baño —contesté rápidamente—. Necesitaba remojarme la cara.
— Oh.
Silencio.
Zayn me miró, y yo a el. Simplemente nos miramos.
Algún día lo miraría, y ya no sentiría nada. En verdad...nada.
— Gracias —musitó él, tomándome en curva aguda—. Creo que abriste mis ojos con todo lo que dijiste.
— Alguien tenía que hacerlo.
Contesté, más segura de lo que realmente estaba.
Zayn asintió pensativo, y después me miró a través de sus largas pestañas. Sus ojos tenían un brillo pulcro, casi mágico, y su rostro se veía inmaculado. ¿Cómo alguien podía ser tan guapo? Con su belleza me cortaba la respiración.
Tendría hijos hermosos.
— _____...
— No puedo hacer esto aquí—. lo interrumpí. El retrocedió en su acto del habla, y me miró con el ceño fruncido. Apostaba cualquier cosa a que no entendía mi postura, pero ¿cómo iba a controlar mis sentimientos?
Año nuevo. Vida nueva. No podía pensar en volver a caer en la necesidad de tenerlo cerca para poder respirar con tranquilidad.
— ¿Qué quieres decir?
¿Qué quería decir? Quería decir que lo amaba, y que mi corazón se rompía al verlo con ella. Quería decir que así como era amor, era odio y rencor, todo eso gracias a que la eligió a ella sobre mi. Quería decirle tantas cosas que ni con palabras se expresaban, y quería callar tanto de lo que tenía que decir. Quería gritarle en cara un te amo, y susurrarle al oído un "te odio por hacerme amarte", pero sabía que en ambos salía herida. Y no quería que mi corazón volviera a recibir otro golpe.
Así que simplemente callé, y retrocedí.
Tenía que decirle que todo eso había acabado, pero si hablaba simplemente diría que aún lo quería; mi cerebro no estaba programado todavía para emitir esas palabras tan decepcionantes.
— Creo que ambos tenemos que pensar las cosas, Zayn —mis ojos se encontraron con sus ojos temblorines—. Tenemos que pensar qué queremos para el futuro, qué es lo que deseamos. Tenemos una vida ahora, los dos lejos del otro; ¿vale la pena mesclarlas?
— ¿No quieres mezclarlas?
— No lo se.
— ¿Qué me estás diciendo?
— Digo que...—tomé un fuerte respiro. Cerré los ojos antes de continuar hablando—. Digo que tenemos que pensarlo —concluí, sin más—.
— Yo si quiero mezclar mi vida con la tuya, _____. No me importaría renunciar a lo mio para estar en la tuya.
— A mi si me importaría que lo hicieras, Zayn. No quiero ser la culpable de...
— ¡¿De qué mierda hablas?! ¡¿Culpable de qué?! —el vacío pasillo pareció un eco en nuestra mente. Estabamos tan a la deriva ahí, me sentía tan sola, que hasta tenía ganas de correr y llorar. Solamente quería salir corriendo—. _____, no me importa. Estaré contigo.
— No digas eso —lo callé—. Piénsalo.
— No tengo nada que pensar.
— ¡Si tienes! ¡Ambos tenemos que pensar las cosas! ¡Pensar consecuencias! ¡La última vez que hice las cosas sin pensar, me rompiste el corazón!
Se quedó callado.
Me quedé callada.
Y el silencio había ganado la batalla otra vez.
— Prométeme que lo pensarás.
— ¿Que crees que hago todas las noches, _____? ¿En qué piensas que gasto todas mis horas de descanso? No lo hago; no duermo por pensarte, y si sueño, es contigo. Creo que ya he tenido tiempo suficiente para pensar en lo que quieres.
Si. El si, pero...
— Pero yo no, Zayn —lo miré perder el brillo de su mirada—. Me pasé los cuatro meses pasado sufriendo. Fue tanto, que ni siquiera quise intentar pensar en qué pasaría si nos volviéramos a encontrar. Necesito pensar en eso.
Tragó gordo. Asintió con firmeza, y soltó un bufo de exasperación.
— ¿Qué quieres que haga ahora?
— Hagamos un trato, ¿está bien? —el asintió inmediatamente—. En tres días, nos veremos justo debajo del Big Ben. Si vas, significa que nos daremos una última oportunidad; significa que me quieres, y que estás listo para atarnos a las consecuencias de nuestros actos. Si yo voy, significa que estoy lista para reabrir heridas, y para dejarte entrar de nuevo a mi vida; significa que olvidaré el dolor, y que estoy dispuesta a arriesgarme a que me rompas el corazón, para ver si tenemos una nueva oportunidad.
— Jamás te rompería el corazón otra vez, _____.
Lo ignoré.
— Si no vas, significa que tu alma y mente no están listas para el compromiso. Y si yo no voy, significa que todo lo que quiero hacer es olvidar el verano.
Zayn se quedó en silencio por lo que pareció ser una eternidad de tiempo. Sin embargo, al final accedió. Su triste mirada y el recuerdo de sus labios en los míos me causaban un terrible cosquilleo, sintiendo hasta ganas de tirar todo por la borda, olvidar aquel estúpido trato, y simplemente besarlo.
Tenía que pensar, demasiado. Poner las cartas sobre la mesa, las oportunidades, las ventajas y los motivos por los que me enamoré de él. Tenía que pensar en tantas cosas, que hasta sentí unas tremendas ganas de tirarme a la cama y no moverme hasta el próximo año nuevo.
Sentí mi boca seca, y mis ojos arder. Pero no lloré; no pude hacerlo. Eso simplemente me quebraría y le daría a Zayn la imagen de que necesitaba estar con él, y tal vez elegía ir al lugar citado nada más para no hacerme más infeliz.
— ¿A que hora tengo que estar ahí?
Sus palabras causaron una corriente electrica en mi piel.
— A las 6. Debajo del Big Ben.
— Nos vemos en tres días, entonces.
...
El tres de Enero llegó justo después de que mis lágrimas se secaran y de que mis sentimientos se congelaban. Miraba por la ventana del hotel, como la suave lluvia caía sobre la moderna Londres, y como al fondo, sobre cualquier otro edificio que pudiera estar a la vista, se encontraba el Big Ben.
Sentí un nudo en la garganta en el instante en que me di cuenta de la hora: eran las 5 de la tarde. Una hora más, solo una.
Cerré los ojos. Tenía que ser fuerte.
El cuaderno rosa estaba sobre el rimero de ropa en el tocador.
Algo que me pasaba muy seguido, era no saber decir las palabras correctas. No podía expresarlas con palabras y hacer que salieran de mi boca, por lo que empecé a escribir. En el momento en que tapaba la pluma y cerraba el cuaderno donde escribía toda la mañana de pensamientos que se había creado en mi cabeza, me daba cuenta de la bomba que había creado: si alguien leía lo que escribía, tendrían el arma perfecta para aniquilarme; sabrían exactamente en qué punto pueden doblarme para hacerme caer.
Mis ojos tintinaban cuando me acercaba al cuaderno. Lo tomé, y lo observé por muchos infinitos segundos.
Muchos tenían el poder que les otorgaba el dinero, u otros el apellido. Algunos poseían poder por su belleza, o el poder del habla. Yo quería pensar que tenía cierto poder al escribir los sentimientos que no se ven, o los pensamientos que nadie siente. Quería pensar que había algo profundo en eso.
Así que solamente comencé a escribir.
"Verlo partir, me parte el alma, pero es el único modo en que yo podré ser feliz.
Se que algún día mi sonrisa volverá a ser genuina, y mis pensamientos serán claros y directos. Se que él representa mi pasado, y se que algún día conseguiré respirar sin inventarme su aroma.
Yo lo se. Y yo se que lo tengo que olvidar.
El tiempo pasará, lloraré y sufriré en silencio. El tiempo pasará y yo seguiré pensando en él, lo se, pues su sonrisa es de esas dignas de recordar hasta el final de los tiempos. Pero se también que algún día, me encontraré con un chico extraño, quizás en un café, mientras que él lee algún libro que quizás ni siquiera me haya gustado. Se que levantará la mirada, y se encontrará con mis ojos, y se sentirá estático. Me sentiré igual que me sentí cuando ese chico arribó en casa de mis abuelos, con una moto y ropa cara y mugrosa, o cuando nos dimos nuestro primer beso. Se que habrá otro más que me haya sentir loca, que me corte la respiración de un suspiro.
O al menos eso quiero pensar."
— ______.
La voz de Lucy irrumpió entre el grafito y el papel.
Cerré el cuaderno, y giré de cintura hacia arriba, mirando hacia la puerta aún sentada en esa silla de madera. Sin moverse, sonrió a medias.
— Son las cinco treinta —anunció. Volví mi vista al papel con aire desganado. Tenía una decisión que tomar. Y me sentía tan confundida, que de repente cualquier alternativa que hubiera tomado en los pasados tres días habían desaparecido: ¿Iría con Zayn o no?
...
Narra Zayn Malik:
Me movía impaciente, sosteniendo el paraguas sobre mi cabeza con una mano, mientras que en el otro mantenía el ramo de lilias. Dejé de contar las veces que miraba calle abajo hacia la derecha y calle arriba hacia la izquierda cuando conté 34, y me enfoqué solamente en observar como las gotas de lluvia chocaban con los charcos de agua del suelo.
______ me estaba volviendo loco.
Aún estando debajo del Big Ben, esperándola, tenía ciertas dudas, pero ninguna tenían que cuestionar mi amor hacia ella. Sabía que la quería, pero no sabía por qué. Sabía que me volvía loco, y que haría cualquier cosa por ella, pero no sabía cómo es que ella, sin ni siquiera haberlo intentado, había logrado que mi locura llegara al borde del límite. Quizás era que no había algo de ella que yo amara: la amaba completamente, a toda ella. A sus absurdos corajes, sus desplantes mimados, o cuando maldecía por que las cosas no salían como ella lo planeaba. Quizás amaba su histeria, y así mismo amaba como sus ojos se iluminaban cuando le decía que me parecía hermosa. Cuando eso ocurrió por primera vez, sobre aquellas rocas, después de que ella se enojara conmigo por haberla despertado una mañana, y terminaramos en el suelo del patio de sus abuelos, siendo descubiertos por Ulises, supe que era algo especial. Supe que sus ojos no brillaban de ese modo por cualquier cosa, y supe que tampoco lo provocaba cualquier persona. Me sentí especial desde ese instante, y creo que una parte de mí sabía que ella era especial. Alguien a quien necesitaría por tiempo ilimitado.
Faltaban aún diez minutos para las seis, y ya me sentía impaciente. No me senté, puesto a que todas las bancas estaban siendo mojadas por las gotas de agua, así que me quedé de pie, simplemente observando la gente pasar.
Algunas personas que pasaban me observaban cargando el ramo de lilas. Sabía lo que pensaban: "¿Lilas?" pero lo que ellos no sabían era que esa flor era la que le gustaba a ______, y valían más que mil rosas.
Justo al otro lado de la calle, una mujer estaba sentada en una banca techada, observandome. En una ocasión, cuando nuestras miradas se encontraron, me sonrió. Esa sonrisa me dio un deje de esperanza; ______ tenía que aparecer. Nada había terminado, nuestra historia apenas comenzaba.
Sin embargo, los minutos pasaron. La lluvia continuó y esa mujer siguió leyendo el periódico. Yo seguí de pie, en el mismo lugar.
Dieron las seis. Mi corazón casi se detiene cuando la última manecilla del reloj marcó la hora. Elevé la mirada: ______ no estaba.
“Se ha retrasado” me dije. “Ahorita llegará”.
Pero la lluvia se fue, y _____ no llegó.
Los minutos pasaron; la mujer del periódico terminó de leer hasta la última hoja; los faroles de las calles comenzaron a iluminarse, y la luz del día se perdió detrás de los edificios.
Por lo que pareció ser una eternidad, eran las seis y media.
La mujer del periódico se puso se pie, y me regaló una última sonrisa, esta sin nada de ánimos y sin nada de felicidad. Era más bien una sonrisa de "Lo siento, creo que la chica que estas esperando no vendrá".
No quise pensar en esa posibilidad.
Continué horas mirando hacia la calle, observando como se llenaba de gente que iba a tomar fotos al gran reloj de noche. Ninguna era _____.
Las 7.
Las 8.
Las 9.
Ninguna, nunca fue _____.
“Ve a buscarla” me dije impaciente, “esto aún no ha terminado”.
Estuve a punto de echarme a correr hacia su hotel, a alcanzarla.
Pero sabía que era en vano; _____ lo había dejado muy en claro cuando hizo el contrato: Si no voy, significa que todo lo que quiero hacer es olvidar el verano.
No supe la hora que era cuando dejé caer el ramo de lilas en la calle, así como los sueños y esperanzas que me había hecho por tres días, al imaginarme a ______ corriendo hacia mis brazos. No lo hizo.
Con las lilas en el suelo, me alejé de ellas. Y por ende, de ______.
___________________
Ya regreseeee! Lo siento taanto, pero pues me lastime y todo eso y estaba en el hospital, al menos Marissa (mi amigita hermosa que si estas leyendo esto sabes que te odio:*) les subio tres caps:)
Bueno, como saben la mama de Zayn se llamaba Patty, pero pues algunas me dijeron que como la mama de Justin se llama Pattie se les iba la magia y se la imaginaban como ella jajaja, y bueno ya cambiare el nombre de ella a Trisha:3
Comenten muchoo y saben que las adoro:* Ah, y le quedan como 9 o 8 capitulos a la novela:( El jueves o viernes empezare a adaptar otra de mis novelas favoritas<3 y les pasare el link por si quieren leerla:) y diganme si preferirian que el hombre protagonista sea Zayn o Harry, quien tenga mas votos ganara:3
Abigail Castro
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) C O N T I N U A C I O N
por Magui Styles Malik Lun 09 Jun 2014, 6:50 pm
Odio a rayis!!!
Por que no fue??? Pobresito de mi zayn, por que le hizo eso...
No pueden terminar las cosas asi.. me hiciste llorar de la bronca..
Seguila cuanto antes!!
Por que no fue??? Pobresito de mi zayn, por que le hizo eso...
No pueden terminar las cosas asi.. me hiciste llorar de la bronca..
Seguila cuanto antes!!
Magui Styles Malik
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) C O N T I N U A C I O N
por alancayaf Lun 09 Jun 2014, 9:03 pm
Raya es un perra.
Esta bien zayn, quedate con Alice, seguro tiene algo de amabilidad oculta por ahi.
Olvidate de la tonta raya.
No te merece.
Estoy llorando.
Sufro mucho.
Me duele algo.
Ya me voy.
Paz.
Esta bien zayn, quedate con Alice, seguro tiene algo de amabilidad oculta por ahi.
Olvidate de la tonta raya.
No te merece.
Estoy llorando.
Sufro mucho.
Me duele algo.
Ya me voy.
Paz.
alancayaf
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) C O N T I N U A C I O N
por Karen Canales Mar 10 Jun 2014, 11:14 am
Encerio? Pense que llegaria:( pobrecito. siguela pronto! Quiero ver que pasa!! *----*
Karen Canales
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) C O N T I N U A C I O N
por ^_^pocitoLatigable:33 Mar 10 Jun 2014, 9:42 pm
Síguela!!! No pueden acabar así estoy llorando jajaja es exagerado quizá pero el capítulo me enamoro y no puedo creer que rayis haya hecho caso a Alice la odio :/
^_^pocitoLatigable:33
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) C O N T I N U A C I O N
por diama Miér 11 Jun 2014, 11:59 am
bueno hermosa 
te lo dije rei, llore, grite ,me emosione mas de lo normal quiero asesinar a alice con mis propias manos....por que rayis y zayn son tan tercos por dios....ahora ya sabes amooo tu nove pero please! sub cap pronto o momire de un ataque cardiaco a mi corta edad
confesiones: me rasparon un examen de estadistica por que en vez de responder a los ejercicios puse "maatare a zayn por no ir con la rayis"
cube prontitooooooo :bye:
te lo dije rei, llore, grite ,me emosione mas de lo normal quiero asesinar a alice con mis propias manos....por que rayis y zayn son tan tercos por dios....ahora ya sabes amooo tu nove pero please! sub cap pronto o momire de un ataque cardiaco a mi corta edadconfesiones: me rasparon un examen de estadistica por que en vez de responder a los ejercicios puse "maatare a zayn por no ir con la rayis"
cube prontitooooooo :bye:diama
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) C O N T I N U A C I O N
por Dinis LOVE 1D Miér 11 Jun 2014, 4:36 pm
omg!! lo ame
Dinis LOVE 1D
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) C O N T I N U A C I O N
por Isabela85 Miér 11 Jun 2014, 4:44 pm
por qué no llego????????????? por qué????? mas te vale que esta historia tenga un final feliz, porque en este momento estoy a punto de asesinarte
pd: me da gusto que ya estes mejor!!!!
continua pliiiiiiiiiiiiiiiiiiiisssssssssssssss!!!!!!!!!!!!
:bye: :bye: :bye:
Isabela85
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) C O N T I N U A C I O N
por Isabela85 Miér 11 Jun 2014, 4:45 pm
aaaaaaaaaahhh y mi voto va para Harry, porque esta última fue de Zayn
Isabela85
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) C O N T I N U A C I O N
por alancayaf Miér 11 Jun 2014, 6:05 pm
TENGO UNA HIPÓTESIS SOBRE LO QUE HIZO RAYITA.
TENGO MIEDO DE DECIRLA Y QUE SEA ESO Y CAGAR LA HISTORIA.
LO QUIERO DECIR.
AY NO SE.
BUEN, YA FUE.
RAYITA NO FUE PORQUE QUIERE OLVIDARSE DEL VERANO
OSEA, SE OLVIDA Y SE VA CON EL PARA HACER NUEVOS Y BELLOS RECUERDOS, ENTIENDEN?
LO QUE SIGNIFICA QUE SE OLVIDA DEL VERANO Y EMPIEZAN OTRA VEZ.
OTRA HISTORIA.
ESPERO QUE SEA ESO.
SI NO ES ESO, ME PEGO UN TIRO.
ASHE SE VA, CAMBIO Y FUERA.
TENGO MIEDO DE DECIRLA Y QUE SEA ESO Y CAGAR LA HISTORIA.
LO QUIERO DECIR.
AY NO SE.
BUEN, YA FUE.
RAYITA NO FUE PORQUE QUIERE OLVIDARSE DEL VERANO
OSEA, SE OLVIDA Y SE VA CON EL PARA HACER NUEVOS Y BELLOS RECUERDOS, ENTIENDEN?
LO QUE SIGNIFICA QUE SE OLVIDA DEL VERANO Y EMPIEZAN OTRA VEZ.
OTRA HISTORIA.
ESPERO QUE SEA ESO.
SI NO ES ESO, ME PEGO UN TIRO.
ASHE SE VA, CAMBIO Y FUERA.
alancayaf
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) C O N T I N U A C I O N
por Abigail Castro Jue 12 Jun 2014, 4:42 pm
Capitulo 81 ~ Adiós Paris, hola Italia.
El departamento tenía una iluminación pobre. El claxon de algunos camiones de carga de escuchaban lejanos, mientras que yo mantenía mi rostro oculto entre la tela de las almohadas.
Alice había regresado a Paris para continuar con su trabajo, y yo me encontraba despechado en el departamento de Nicholas.
En casa la mayoría de las cosas era un desastre: Mi padre había salido del hospital después de cinco días internado; Nathalie y Bruno habían estado arreglando todo para la llegada de papá a la casa, sin embargo, el arribo sorpresa de Zoey nos tomó a todos desprevenidos. Llegó nerviosa, simplemente preguntando por papá, y su estado de salud. Ni siquiera habló con el; intercambió palabras con Bruno y Nathalie, y después de eso desapareció por las grandes puertas otra vez.
Agradecí no haber estado ahí para verla. Se me hubiera formado un nudo en la garganta, y las palabras de ______ hubieran hecho un remolino en mi cabeza; hubiera querido decirle todo lo que _____ me dijo a mi hermana, pero no iba a ser lo suficientemente fuerte. Al menos, aun no podía recordar bien a ______ sin que quisiera empezar a tirar cosas por la ventana.
Nicholas había salido desde temprano, y yo tuve que haber salido por la mañana directo a la finca de la familia, para ayudar con un par de papeleos. Pero en lugar de eso, mi cama se veía totalmente irresistible.
No sabía que hora era, y muy apenas sabía el día. El sol no había mostrado ni siquiera un escaso rayo colado entre las nubes grises que cubrían aquel cielo de invierno; la ciudad se veía más gris que de costumbre. Se asemejaba a como yo me sentía.
Desde el día en que _____ no apareció en el Big Ben, comencé a tornarme un loco. Tenía mis emociones de mierda tan revueltas que hasta tenía asco, y parecía niña. Sentía repulsion por todo, y al mismo tiempo el cosquilleo en mis nudillos me dejaban interminables ganas de efectuar un golpe contra algo.
Rompí mi teléfono al estrellarlo contra la pared de mi habitación en el departamento de Nicholas, y por poco descompongo la televisión. Una parte de mi realmente creyó que a Nicholas le hubiera agradado eso; me hubiera obligado a comprarle otra tele, y así empezaría el año con televisor reluciente.
Había hablado con mi madre, quien solamente hizo todo más complicado. Ella, así como aparetemente la mayoría de mi familia, había terminada encantada con ______. Me recalcó una y otra vez lo ciego que había sido por dejarla ir, y cómo es que realmente debía de ir a buscarla, y pedirle que estuviera un poco más conmigo, que me diera una oportunidad.
No lo iba a hacer; no podía hacerle eso a _____. Ella realmente había faltado a la cita por que no quería verme, quería olvidarme. Yo tenía que respetar eso, por mucho que me matara la idea de que ella simplemente me quería olvidar por completo.
En un completo silencio, sin ningun artefacto encendido, se escuchó a lo lejos el sonido de la cerradura abrirse. No hice reparo al movimiento; debía de ser Nicholas, regresando a casa. No me moví de mi posición —boca abajo en la cama, con las manos extendidas junto al resto de mi cuerpo— cuando escuché su voz hablando.
— Te dije que te iba a gustar —dijo él. Debía de haber estado hablando por el teléfono, ya que...
— De hecho, no pensé que fuera tan divertido todo esto.
Ella rió.
Me enderecé sobre la almohada, y pelé los ojos. No hice ningun movimiento más, hasta que no escuché que la chica volvió a hablar.
Lucy.
Al escuchar su risa, salté de la cama. Mi hombro chocó contra el marco de la puerta, pero el dolor comenzó en el hombro hasta que se extendió por el brazo y de diluyó. Crucé el pasillo como un loco desquisiado, y cuando éste se abrió en la sala de estar, tanto Lucy como Nicholas me miraban furtivamente.
Mi respiración no me dejaría mentir; me emocionaba la idea de pensar que tal vez _____...
Miré la habitación, escrudiñandola con la mirada, pero no había nadie alrededor. Solamente la pequeña pelinegra y mi hermano mayor.
— ¿Zayn? ¡Qué mierda estás haciendo aquí! —la exasperación de Nicholas era evidente—. ¿Que no tenías que ir a ver al Sr. Soyer para hablar sobre las propiedades?
— Canceló —argumenté sin quitarle la vista a Lucy—. ¿Cómo estás Lucy?
Ella me miró, casi con pena en los ojos. Su boca se alineó en una fina linea que cruzaba su rostro de izquierda a derecha, y sus grandes ojos tamborileaban.
— Muy bien, ¿y tú? —Por el modo en que me había hablado, tan suave y terso, supe que sabía de antemano cómo me encontraba.
— Me parece que lo sabes —contesté, y su reacción nerviosa se sintió en un instante.
— Zayn, será mejor que te vayas. Estás incomodando a...
— ¿Cómo está? —pregunté por impulso, interrumpiendo a mi hermano.
Lucy apartó la mirada, y noté de soslayo en mi mirada desenfocada como Nicholas cerraba su puño, apretando sus nudillos. Odiaba que lo contradijera pero, ¡a la mierda! No me iba a atener a sus deseos.
Lucy relamió sus labios secos, y después chasqueó la lengua. No habló. Ni cuando con mi mirada le suplicaba de rodillas que lo hiciera.
— ¿Por qué no fue, Lucy? ¿Por qué...?
— Zayn, deja de...
— ¡Deja de decirme lo que tengo que hacer por una puta vez en la vida!
Nicholas retrocedió, y mi rabia pareció abarcar aquel espacio en blanco. Me sentía tan enfadado conmigo mismo, con todos; nadie podría llegar a saber jamás como era que me sentía. Esa clase de soledad, de perdición era tan brutal que debería de haber sido considerada una enfermedad mortal. Nadie podría inventar la cura, ya que la cura la tendría solamente aquel que te causo la enfermedad misma.
— No hagas esto más difícil, Zayn. Para _____ todo esto fue peor.
— ¿Estás hablando enserio? Son unas egoístas, ¿no crees que a mi me dolió todo esto también?
Calló. Yo bufé, exasperado.
— ¡A la mierda todo esto! ¡Yo pensé que podríamos llegar a algún lado!
— ¡No fue culpa suya!
— ¡Ella fue la que eligió no asistir!
— ¡No lo hizo por gusto!
— ¡Mierda!
Grité. Lucy se retrajo durante unos escasos segundos, antes de encararme con sus pantalones buen puestos. Se acercó a mi lo suficiente como para su cabello me tocara el mentón, y terminó por alzarse en puntas para terminar a mi nivel.
— No culpes a _____ de tus errores —gruñó bajo. No vi nada más aparte de los feroces ojos verdes de Lucy escrudiñandome casi con recelo. Relamí mis labios.
— Se que he cometido errores, y se que algunos parecen imperdonables, pero se también que ______ me ama, y estoy seguro de que lograrémos superarlo.
— Ni el más grande amor puede con el peso de...
Lucy cayó sobre sus talones, dejando la frase para el aire. Dio media vuelta, y caminó hacia Nicholas, quien me observaba con las cejas juntas en dos lineas paralelas de un punto en común.
— ¿Qué estas haciedo aquí, de cualquier modo? —preguntó mostrándome su espalda—. ¿No deberías estar en Paris? ¿Con Alice?
— Decidí quedarme un poco más —musité, casi avergonzado de mi credulidad, de los hilos que se destejían del borde, anunciando mi negación a que todo esto acabase. Lucy rodó los ojos.
— Wau —suspiró—. Pensé que sería una mimada que querría que estuvieras todo el día cuidándola.
— Alice ya está bastante grandecita como para cuidarse ella sola.
— Si pero, ahora que está...
Nicholas interrumpió a Lucy con el acto de posar su mano en su hombro.
Se hizo la tensión.
Mi mirada saltó del rostro contrariado de Lucy, a los ojos suplicando por piedad de Nicholas.
Algo me ocultaban; algo gordo.
De repente, a Lucy se le afligió la cara, como si hubiera entendido la muerte de miles de personas, como si hubiera descubierto que ella misma los mato. Su rostro se volvió pálido, y podía jurar que sus carnosos labios se vieron secos en el instante en que Nicholas tragó saliva para su boca seca.
— No lo sabe —susurró Lucy de modo tan cálido, que si no hubiera visto sus labios moverse, posiblemente hubiera confundido sus palabras con una ráfaga de aire caliente de la calefacción —. Mierda.
— ¿Qué? ¿Qué no se?
Ambos me observaban, y se miraron ellos mismos de soslayo, Lucy teniendo que elevar el rostro apenas para poder llegar a los ojos de mi alto hermano.
Tanto él como ella se mostraron nerviosos, dos niños pequeños atrapados con las manos dentro del recipiente de galletas durante horas inapropiadas.
— ¡Hablen!
Exasperado, causé un pequeño brinco en Lucy. Nicholas no se inmutó, quizás por que estaba acostumbrado a esa clase de reacciones mías, sin embargo avanzó con cautela.
— Nosotros no tenemos que decirte nada, Alice sí.
— Se lo estoy preguntando a ustedes, no a ella. ¡A la puta mierda! ¡Contesten!
Mis manos eran un par de juguetes de cuerda, que no se detenían hasta que alguien cortaba el cordón. Lucy extendió su brazo hacia el frente para tomar la mano de Nicholas, quien había avanzado un par de pasos.
— Lucy, dimelo. Por favor.
La chica me observó con miedo, casi verguenza. Yo sentí también pena por ella.
— Alice está embarazada.
Mierda.
Lucy cerró los ojos con fuerza, y la respiración de Nicholas era tan inconstante que pasó por mi mente la idea de que quizás mi hermano era asmático y no se había dado cuenta.
En cuanto las palabras de Lucy salieron de sus labios, tuve dos alternaticas:
Número uno: reirme de ambos hasta que mis nervios termináran doblandome en el suelo, o número dos: soltarles un buen puño (bueno, nada más a Nicholas) por haberme espantado con algo como eso.
Obté por la primera opción.
Mi risa comenzó a inundar el departamento. Las miradas de preocupación de mi hermano y de Lucy comenzó a sustituírse poco a poco por un rostro lleno de irritación.
— ¿De qué mierda te ries?
Eso solamente hacía que mi risa aumentara considerablemente.
— ¡Vas a ser papá, cabrón! —Nicholas empujó mi hombro con enojo—. ¡No deberías de estar riendo así!
— ¡Ustedes dos son unos ingenuos! ¿De dónde sacaron esa mierda?
El "¡¿Qué?!" se dibujó en la frente de la pelinegra. Abrió la boca, pero salió palabra nula de sus labios.
— Alice no puede estar embarazada.
Aclaré una vez que mi ritmo cardiaco volvió al ideal.
— ¿Cómo lo sabes? ¿Haz hablado con ella? Los metodos anticonceptivos pueden fallar y...
— Alice no puede tener hijos, ¿está bien? —los ojos de ambos se abrieron como un par de naranjas—. Cuando perdió a su bebé, fue un aborto espontáneo. Tuvo muchas complicaciones, y terminaron extripandole... La verdad no recuerdo el nombre de lo que le quitaron. El punto es que fue un gran reto para ella, ya que Alice si quería ser madre en el futuro, y ahora no podrá.
Tanto Lucy como Nicholas se mostraron anonados.
Alice había entrado en una depresión nerviosa tras su operación. Su idea para el futuro ideal involucraba claramente hijos propios, y al quitarle esa opción sintió que su mundo se volteó de cabeza. Fue entonces cuando me buscó a mi, y volteó de cabeza el mío también.
— ¡Mierda! —sollozó Lucy.
— Ahora si, ¿de qué chismografo sacaron esa tontería?
— De _____.
Y esa si era una verdadera mierda.
Ahora el afligido era yo. Si _____ pensaba que yo iba a tener un hijo con Alice, entonces...
— Tengo que ver a _____ —mi adrenalina se fue hasta el punto límite—. ¡Mierda! ¡Tengo que hablar con ella! ¡Explicarle! ¡Yo...!
La mirada de Lucy me decía lo contrario. Otra vez, estaba esa mirada de cachorro triste, de compasión.
— ¿Qué? —pregunté, y Lucy se cruzó de brazos —. ¿Más sorpresas?
— _____ ya no está en Londres, Zayn. Se fue hace dos días.
Hace dos dias... El dia acordado para el Big Ben.
— No importa —contesté rápidamente—. Ire a donde esté ella, no importa. Necesito verla, explicarle. ¿Bóston?
Lucy ni se movió. Se mantuvo rígida en la misma posición de gatito acorralado.
— No.
— ¿En dónde está?
— No se si deba decirte, Zayn. _____ no quería verte.
— ¡No quería verme por que pensaba que iba a tener un hijo con Alice! ¡Cosa que es mentira! —avancé hasta ella, hasta que la tomé de ambos hombros y me incliné un poco para quedar más a su altura—. Por favor. No luché por ella en el pasado, no como se lo merecía. Ella de merece que muevan cielo y tierra solo para ver su sonrisa. Por favor, te lo ruego. No hay nada que necesite más que ésto.
Lucy cerró los ojos, y apretó los labios. Suspiró.
—Recibió una llamada de Italia —comenzó—. Ulises se puso delicado otra vez. Fue a Nove.
Esperanza; la sentí crecer en mi pecho.
Italia: ahí vamos otra vez.
Sentía la adrenalina recorrer mis huesos. La sagre caliente bombeaba mis venas, y tenía unas tremendas ganas de correr hasta el aeropuerto. Sin embargo, tenía que hacer algo ántes de eso.
— Yo me iré hoy a Italia; mi vuelo sale en una hora. _____ no pudo esperar para salir corriendo.
— Iré al aeropuerto y tomaré el primer vuelo que encuentre —Lucy asintió—. Dime una cosa: ¿Alice le inventó a ______ que estaba embarazada?
Lucy asintió, abochornada.
Miré a mi hermano, ya que Lucy había bajado la mirada, y caminando hacia la puerta dije:
— Tengo que hacer algo; nos vemos luego.
...
Caminé bajo los pliegos del paragüas, escuchando como las gotas de lluvia discutían con el impermeable. Cuando observé la estructura roja a unos cuantos metros de mi, me fijé en el modo en que mis pies pisaban los charcos de agua, y en como las gotas que los atacaban terminaban integrándose a su composición.
Abrí la cabina telefónica, y me adentré a ella. Mi manga del saco se mojó un poco al cerrar el paraguas, pero básicamente entré totalmente seco.
Descolgué el teléfono.
Marqué el número.
Esperé.
— Bounjour, le parlé Alice.
Siendo totalmente franco, su voz era sensual hablando el francés.
— Alice.
— ¿Zayn? —su tono de voz se notó considerablemente más alegre—. ¿De qué número me llamas? No me aparece este número en el registro.
— Es un número público.
Escuché como Alice decía algo más, sin embargo no puse la suficiente atención como para deducir de lo que se trataba.
Me quedé callado. Mis dedos pulgares avanzaron hasta la parte posterior de mi nariz, haciendo presión contra el hueso y avanzando por su contorno, como un masaje improvisado.
Alice seguía parloteando, pero yo solamente me estaba diciendo a mi mismo “dicelo”. Ni siquiera sabía si iba a ser capaz de encararla por teléfono.
Pero no podía ser un cobarde: era eso, y empezar las cosas de manera correcta, o resignarme a perder a _____. Y en esa ocasión, sería "para siempre”.
— Se lo que hiciste —interrumpiendola, Alice se quedó en silencio—. Se que le mentiste a ______ sobre tu embarazo. ¿Por qué mierda le dijiste eso?
Lo único que podía escuchar era el modo acelerado en que su respiración se tornó, y en cómo las gotas de lluvia chocaban contra la cabina.
— ¿Qué estás diciendo?
— ¡Lo que escuchaste! —exploté—. ¡Dime!
Ante la necesidad de mis nudillos, golpeé el vidrio de la cabina telefónica. Solamente me lastimó, sin embargo había descargado un poco de mi furia con el grito, cosa que tenía guardada desde el día en que ______ no apareció frente a mi.
Alice no contestó en un par de minutos. Se tomó su tiempo antes de decir alguna palabra.
— ¿Importa?
— Si, importa y mucho.
— ¿Por qué?
— Alice, solamente explícame el por qué.
— Por que quería alejarla —contestó sin pelos en la lengua—. Quería...quería recuperarte.
— Terminaste perdiéndome más.
— Te perdí cuando te acostaste con ella.
— Quizás desde antes —contesté.
Podía imaginarme como se comenzaba a tallar los ojos... siempre lo hacía antes de llorar. Me imaginaba como parpadeaba cuando sus ojos comenzaban a escocer, y por su voz ahogada supe que estaba en lo correcto.
— Zayn, no entiendo. Eramos perfectos, ¿sabes? ¿Recuerdas cuando me dijiste que era el amor de tu vida? —cerré los ojos. Por supuesto que lo recordaba—. ¿Cuando decíamos el para siempre? ¡A la mierda Zayn! ¡Realmente me gustaba pensar que tú si eras mi por siempre juntos!
— Todo comenzó a descoronarse desde que empezó, Alice.
— Pero me amas —aseguró.
— Claro. Te amo en mi recuerdo, siempre lo haré. Eramos muy jóvenes cuando nos enamoramos, apenas unos niños. Nos gustaba el amor simple, el amor desenfrenado que llevabamos. Eso estuvo perfecto. Pero la gente cambia, la vida cambia, y nuestras decisiones y acciones nos llevan por diferentes caminos. Tu traicionaste mi confianza al acostarte con otro hombre y terminar embarazada de él, y yo traicioné la tuya al hacer el amor con ______ estando contigo. Pero creo que ambos hemos aprendido cosas de eso.
— Me estás rompiendo el corazón.
— Tal vez es lo que necesitas.
Alice no dijo nada. De repente lo único que escuché en su otra linea fueron sollozos. Cerré los ojos.
Por mucho que Alice pudiera haber llegado a hacer, la quería. No era un amor presente, uno de esos que se siente hasta cuando comes, si no era un cariño, una añoranza. Un recuerdo de que en mi pasado me enamoré.
En su momento, el amor de Alice fue puro. Se que ella me amo tanto como yo la amé a ella, y se que fuimos perfectos. Un perfecto primer amor. Y siempre le estaría agradecido, ya que no hubiera vivido un mejor primer amor con alguien que no hubiera sido ella. Ni siquiera una primera gran decepción.
El problema radicada en cuando las relaciones se gastan. Las mentiras comienzan a surgir, la monotonía, el aburrimiento. Comienzas a sentir que todo ese amor está dispersándose con otros sentimientos encontrados, y te aterra el perderlo, por que en tus recuerdos, el amor sigue igual de intenso, pero en tu presente, éste ya de diluyó como el agua en el pintura. Sin embargo, no sueltas; no quieres dejar que nada de ésto muera, quieres que vuelva a pasar, y quieres que todo empiece otra vez; no te imaginas la idea de enamorarte de alguien más, por que en tu cabeza siempre existió ella. Pero cuando otro “ella” llega a tu vida, quizás en un momento de negrura para ti, o tal vez cuando empiezas a ver la luz, todo se vuelve más claro: los sentimientos, las emociones, y el pasado. Vez con claridad los errores que se habían cometido cuando estabas con tu primer amor; vez lo inmaduro que fue su romance. Y después volteas, y la vez a ella, tu segundo amor. Esta vez lo eliges mejor, ésta vez las hormonas no nublan tu juicio. Tal vez lo hagan, pero al menos eres más consiente de lo que quieres, y de lo que deseas evitar. Y al mirarla, te das cuenta de que es perfecta. Y en ésta ocasión, escogiste de una mejor manera: esta chica tiene posiblemente todo lo que te gusta, y quizás tenga también algo que no sea de tu agrado. Pero la amas.
Y es ahí cuando te das cuenta de que, debiste de haber ido más despacio. No sobrepasarte, no asegurar un “amor de mi vida” cuando es la primera vez que se siente eso. No decir "no podré estar con nadie más", por que el ciclo de la vida te lo manda así: te enamorarás varias veces, caerás varias veces. Al menos más de una vez, sí.
El primer amor y el amor de tu vida difícilmente son el mismo. El primer amor siempre te muestra el lado bobo del romance, lo inmaduro, lo infantil. Es una viva demostración de que, el que quiere volar primero, cae más fuerte. Es de los primeros golpes que la vida te da, uno de los más dolorosos, por que no es algo que se asimila a cuando eres pequeño y podías contar con tus padres o hermanos para limpiar las migajas: eso fue algo que hiciste tú solo, sin ayuda de nadie. Es el primer gran dolor que se te acarrea solo a ti, y a nadie más; que solo tu y ella sienten a carne viva.
Eso era Alice para mi: mi primer amor. El primer amor más puro, más bello, más romántico. Si tenía que elegir, elegiría mil veces a Alice para enseñarme lo que era la magia de mi primer beso, la magia de mi primer amorío, aquel por el que haces locura tras locura y por el que serías capaz de cualquier estupidez. Sin embargo, solo sería eso: el primero. Y sin lugar a duda, _____ sería mil y dos veces, mi segundo amor: aquel amor maduro que se basa ya de pláticas profundas, de besos largos y de grandes sentimientos. Aquel que realmente es capaz de cumplir un “para siempre”.
— ¿Esto que quiere decir?
— Siempre te voy a querer, Alice. Siempre serás mi primer amor. Pero solo eso. Tu eres un pasado muy bueno al que siempre mantendré en mi vida, pero tengo que seguir. Y mi futuro es sin ti.
— ¿Esto es un adiós?
— Así parece.
— Vaya... —musitó, entre lágrimas—. ¿Ni siquiera valgo el viaje a Paris para decirlo?
— Lo siento, pero tengo que hacer otro vuelo. Que la vida te sea buena Alice; te quiero.
No esperé a que dijese nada más, y colgué.
No podía ir a Paris a despedirme...quería ver a “Mi Italia”.
__________________
Ahora si saben porque la rayis no fue... Y ahora que Zayn y Alice cortaron (aleluyaaa), creen que rayis lo perdonara?
Jajajaja ame sus comentarios, como varias de ustedes lloraron con el cap.... Recuerdo cuando leí esta novela por primera vez que yo tambien habia llorado :'(
Bueeno, saben que las amo y que este capitulo va con tooodo mi amors<3 byeee
El departamento tenía una iluminación pobre. El claxon de algunos camiones de carga de escuchaban lejanos, mientras que yo mantenía mi rostro oculto entre la tela de las almohadas.
Alice había regresado a Paris para continuar con su trabajo, y yo me encontraba despechado en el departamento de Nicholas.
En casa la mayoría de las cosas era un desastre: Mi padre había salido del hospital después de cinco días internado; Nathalie y Bruno habían estado arreglando todo para la llegada de papá a la casa, sin embargo, el arribo sorpresa de Zoey nos tomó a todos desprevenidos. Llegó nerviosa, simplemente preguntando por papá, y su estado de salud. Ni siquiera habló con el; intercambió palabras con Bruno y Nathalie, y después de eso desapareció por las grandes puertas otra vez.
Agradecí no haber estado ahí para verla. Se me hubiera formado un nudo en la garganta, y las palabras de ______ hubieran hecho un remolino en mi cabeza; hubiera querido decirle todo lo que _____ me dijo a mi hermana, pero no iba a ser lo suficientemente fuerte. Al menos, aun no podía recordar bien a ______ sin que quisiera empezar a tirar cosas por la ventana.
Nicholas había salido desde temprano, y yo tuve que haber salido por la mañana directo a la finca de la familia, para ayudar con un par de papeleos. Pero en lugar de eso, mi cama se veía totalmente irresistible.
No sabía que hora era, y muy apenas sabía el día. El sol no había mostrado ni siquiera un escaso rayo colado entre las nubes grises que cubrían aquel cielo de invierno; la ciudad se veía más gris que de costumbre. Se asemejaba a como yo me sentía.
Desde el día en que _____ no apareció en el Big Ben, comencé a tornarme un loco. Tenía mis emociones de mierda tan revueltas que hasta tenía asco, y parecía niña. Sentía repulsion por todo, y al mismo tiempo el cosquilleo en mis nudillos me dejaban interminables ganas de efectuar un golpe contra algo.
Rompí mi teléfono al estrellarlo contra la pared de mi habitación en el departamento de Nicholas, y por poco descompongo la televisión. Una parte de mi realmente creyó que a Nicholas le hubiera agradado eso; me hubiera obligado a comprarle otra tele, y así empezaría el año con televisor reluciente.
Había hablado con mi madre, quien solamente hizo todo más complicado. Ella, así como aparetemente la mayoría de mi familia, había terminada encantada con ______. Me recalcó una y otra vez lo ciego que había sido por dejarla ir, y cómo es que realmente debía de ir a buscarla, y pedirle que estuviera un poco más conmigo, que me diera una oportunidad.
No lo iba a hacer; no podía hacerle eso a _____. Ella realmente había faltado a la cita por que no quería verme, quería olvidarme. Yo tenía que respetar eso, por mucho que me matara la idea de que ella simplemente me quería olvidar por completo.
En un completo silencio, sin ningun artefacto encendido, se escuchó a lo lejos el sonido de la cerradura abrirse. No hice reparo al movimiento; debía de ser Nicholas, regresando a casa. No me moví de mi posición —boca abajo en la cama, con las manos extendidas junto al resto de mi cuerpo— cuando escuché su voz hablando.
— Te dije que te iba a gustar —dijo él. Debía de haber estado hablando por el teléfono, ya que...
— De hecho, no pensé que fuera tan divertido todo esto.
Ella rió.
Me enderecé sobre la almohada, y pelé los ojos. No hice ningun movimiento más, hasta que no escuché que la chica volvió a hablar.
Lucy.
Al escuchar su risa, salté de la cama. Mi hombro chocó contra el marco de la puerta, pero el dolor comenzó en el hombro hasta que se extendió por el brazo y de diluyó. Crucé el pasillo como un loco desquisiado, y cuando éste se abrió en la sala de estar, tanto Lucy como Nicholas me miraban furtivamente.
Mi respiración no me dejaría mentir; me emocionaba la idea de pensar que tal vez _____...
Miré la habitación, escrudiñandola con la mirada, pero no había nadie alrededor. Solamente la pequeña pelinegra y mi hermano mayor.
— ¿Zayn? ¡Qué mierda estás haciendo aquí! —la exasperación de Nicholas era evidente—. ¿Que no tenías que ir a ver al Sr. Soyer para hablar sobre las propiedades?
— Canceló —argumenté sin quitarle la vista a Lucy—. ¿Cómo estás Lucy?
Ella me miró, casi con pena en los ojos. Su boca se alineó en una fina linea que cruzaba su rostro de izquierda a derecha, y sus grandes ojos tamborileaban.
— Muy bien, ¿y tú? —Por el modo en que me había hablado, tan suave y terso, supe que sabía de antemano cómo me encontraba.
— Me parece que lo sabes —contesté, y su reacción nerviosa se sintió en un instante.
— Zayn, será mejor que te vayas. Estás incomodando a...
— ¿Cómo está? —pregunté por impulso, interrumpiendo a mi hermano.
Lucy apartó la mirada, y noté de soslayo en mi mirada desenfocada como Nicholas cerraba su puño, apretando sus nudillos. Odiaba que lo contradijera pero, ¡a la mierda! No me iba a atener a sus deseos.
Lucy relamió sus labios secos, y después chasqueó la lengua. No habló. Ni cuando con mi mirada le suplicaba de rodillas que lo hiciera.
— ¿Por qué no fue, Lucy? ¿Por qué...?
— Zayn, deja de...
— ¡Deja de decirme lo que tengo que hacer por una puta vez en la vida!
Nicholas retrocedió, y mi rabia pareció abarcar aquel espacio en blanco. Me sentía tan enfadado conmigo mismo, con todos; nadie podría llegar a saber jamás como era que me sentía. Esa clase de soledad, de perdición era tan brutal que debería de haber sido considerada una enfermedad mortal. Nadie podría inventar la cura, ya que la cura la tendría solamente aquel que te causo la enfermedad misma.
— No hagas esto más difícil, Zayn. Para _____ todo esto fue peor.
— ¿Estás hablando enserio? Son unas egoístas, ¿no crees que a mi me dolió todo esto también?
Calló. Yo bufé, exasperado.
— ¡A la mierda todo esto! ¡Yo pensé que podríamos llegar a algún lado!
— ¡No fue culpa suya!
— ¡Ella fue la que eligió no asistir!
— ¡No lo hizo por gusto!
— ¡Mierda!
Grité. Lucy se retrajo durante unos escasos segundos, antes de encararme con sus pantalones buen puestos. Se acercó a mi lo suficiente como para su cabello me tocara el mentón, y terminó por alzarse en puntas para terminar a mi nivel.
— No culpes a _____ de tus errores —gruñó bajo. No vi nada más aparte de los feroces ojos verdes de Lucy escrudiñandome casi con recelo. Relamí mis labios.
— Se que he cometido errores, y se que algunos parecen imperdonables, pero se también que ______ me ama, y estoy seguro de que lograrémos superarlo.
— Ni el más grande amor puede con el peso de...
Lucy cayó sobre sus talones, dejando la frase para el aire. Dio media vuelta, y caminó hacia Nicholas, quien me observaba con las cejas juntas en dos lineas paralelas de un punto en común.
— ¿Qué estas haciedo aquí, de cualquier modo? —preguntó mostrándome su espalda—. ¿No deberías estar en Paris? ¿Con Alice?
— Decidí quedarme un poco más —musité, casi avergonzado de mi credulidad, de los hilos que se destejían del borde, anunciando mi negación a que todo esto acabase. Lucy rodó los ojos.
— Wau —suspiró—. Pensé que sería una mimada que querría que estuvieras todo el día cuidándola.
— Alice ya está bastante grandecita como para cuidarse ella sola.
— Si pero, ahora que está...
Nicholas interrumpió a Lucy con el acto de posar su mano en su hombro.
Se hizo la tensión.
Mi mirada saltó del rostro contrariado de Lucy, a los ojos suplicando por piedad de Nicholas.
Algo me ocultaban; algo gordo.
De repente, a Lucy se le afligió la cara, como si hubiera entendido la muerte de miles de personas, como si hubiera descubierto que ella misma los mato. Su rostro se volvió pálido, y podía jurar que sus carnosos labios se vieron secos en el instante en que Nicholas tragó saliva para su boca seca.
— No lo sabe —susurró Lucy de modo tan cálido, que si no hubiera visto sus labios moverse, posiblemente hubiera confundido sus palabras con una ráfaga de aire caliente de la calefacción —. Mierda.
— ¿Qué? ¿Qué no se?
Ambos me observaban, y se miraron ellos mismos de soslayo, Lucy teniendo que elevar el rostro apenas para poder llegar a los ojos de mi alto hermano.
Tanto él como ella se mostraron nerviosos, dos niños pequeños atrapados con las manos dentro del recipiente de galletas durante horas inapropiadas.
— ¡Hablen!
Exasperado, causé un pequeño brinco en Lucy. Nicholas no se inmutó, quizás por que estaba acostumbrado a esa clase de reacciones mías, sin embargo avanzó con cautela.
— Nosotros no tenemos que decirte nada, Alice sí.
— Se lo estoy preguntando a ustedes, no a ella. ¡A la puta mierda! ¡Contesten!
Mis manos eran un par de juguetes de cuerda, que no se detenían hasta que alguien cortaba el cordón. Lucy extendió su brazo hacia el frente para tomar la mano de Nicholas, quien había avanzado un par de pasos.
— Lucy, dimelo. Por favor.
La chica me observó con miedo, casi verguenza. Yo sentí también pena por ella.
— Alice está embarazada.
Mierda.
Lucy cerró los ojos con fuerza, y la respiración de Nicholas era tan inconstante que pasó por mi mente la idea de que quizás mi hermano era asmático y no se había dado cuenta.
En cuanto las palabras de Lucy salieron de sus labios, tuve dos alternaticas:
Número uno: reirme de ambos hasta que mis nervios termináran doblandome en el suelo, o número dos: soltarles un buen puño (bueno, nada más a Nicholas) por haberme espantado con algo como eso.
Obté por la primera opción.
Mi risa comenzó a inundar el departamento. Las miradas de preocupación de mi hermano y de Lucy comenzó a sustituírse poco a poco por un rostro lleno de irritación.
— ¿De qué mierda te ries?
Eso solamente hacía que mi risa aumentara considerablemente.
— ¡Vas a ser papá, cabrón! —Nicholas empujó mi hombro con enojo—. ¡No deberías de estar riendo así!
— ¡Ustedes dos son unos ingenuos! ¿De dónde sacaron esa mierda?
El "¡¿Qué?!" se dibujó en la frente de la pelinegra. Abrió la boca, pero salió palabra nula de sus labios.
— Alice no puede estar embarazada.
Aclaré una vez que mi ritmo cardiaco volvió al ideal.
— ¿Cómo lo sabes? ¿Haz hablado con ella? Los metodos anticonceptivos pueden fallar y...
— Alice no puede tener hijos, ¿está bien? —los ojos de ambos se abrieron como un par de naranjas—. Cuando perdió a su bebé, fue un aborto espontáneo. Tuvo muchas complicaciones, y terminaron extripandole... La verdad no recuerdo el nombre de lo que le quitaron. El punto es que fue un gran reto para ella, ya que Alice si quería ser madre en el futuro, y ahora no podrá.
Tanto Lucy como Nicholas se mostraron anonados.
Alice había entrado en una depresión nerviosa tras su operación. Su idea para el futuro ideal involucraba claramente hijos propios, y al quitarle esa opción sintió que su mundo se volteó de cabeza. Fue entonces cuando me buscó a mi, y volteó de cabeza el mío también.
— ¡Mierda! —sollozó Lucy.
— Ahora si, ¿de qué chismografo sacaron esa tontería?
— De _____.
Y esa si era una verdadera mierda.
Ahora el afligido era yo. Si _____ pensaba que yo iba a tener un hijo con Alice, entonces...
— Tengo que ver a _____ —mi adrenalina se fue hasta el punto límite—. ¡Mierda! ¡Tengo que hablar con ella! ¡Explicarle! ¡Yo...!
La mirada de Lucy me decía lo contrario. Otra vez, estaba esa mirada de cachorro triste, de compasión.
— ¿Qué? —pregunté, y Lucy se cruzó de brazos —. ¿Más sorpresas?
— _____ ya no está en Londres, Zayn. Se fue hace dos días.
Hace dos dias... El dia acordado para el Big Ben.
— No importa —contesté rápidamente—. Ire a donde esté ella, no importa. Necesito verla, explicarle. ¿Bóston?
Lucy ni se movió. Se mantuvo rígida en la misma posición de gatito acorralado.
— No.
— ¿En dónde está?
— No se si deba decirte, Zayn. _____ no quería verte.
— ¡No quería verme por que pensaba que iba a tener un hijo con Alice! ¡Cosa que es mentira! —avancé hasta ella, hasta que la tomé de ambos hombros y me incliné un poco para quedar más a su altura—. Por favor. No luché por ella en el pasado, no como se lo merecía. Ella de merece que muevan cielo y tierra solo para ver su sonrisa. Por favor, te lo ruego. No hay nada que necesite más que ésto.
Lucy cerró los ojos, y apretó los labios. Suspiró.
—Recibió una llamada de Italia —comenzó—. Ulises se puso delicado otra vez. Fue a Nove.
Esperanza; la sentí crecer en mi pecho.
Italia: ahí vamos otra vez.
Sentía la adrenalina recorrer mis huesos. La sagre caliente bombeaba mis venas, y tenía unas tremendas ganas de correr hasta el aeropuerto. Sin embargo, tenía que hacer algo ántes de eso.
— Yo me iré hoy a Italia; mi vuelo sale en una hora. _____ no pudo esperar para salir corriendo.
— Iré al aeropuerto y tomaré el primer vuelo que encuentre —Lucy asintió—. Dime una cosa: ¿Alice le inventó a ______ que estaba embarazada?
Lucy asintió, abochornada.
Miré a mi hermano, ya que Lucy había bajado la mirada, y caminando hacia la puerta dije:
— Tengo que hacer algo; nos vemos luego.
...
Caminé bajo los pliegos del paragüas, escuchando como las gotas de lluvia discutían con el impermeable. Cuando observé la estructura roja a unos cuantos metros de mi, me fijé en el modo en que mis pies pisaban los charcos de agua, y en como las gotas que los atacaban terminaban integrándose a su composición.
Abrí la cabina telefónica, y me adentré a ella. Mi manga del saco se mojó un poco al cerrar el paraguas, pero básicamente entré totalmente seco.
Descolgué el teléfono.
Marqué el número.
Esperé.
— Bounjour, le parlé Alice.
Siendo totalmente franco, su voz era sensual hablando el francés.
— Alice.
— ¿Zayn? —su tono de voz se notó considerablemente más alegre—. ¿De qué número me llamas? No me aparece este número en el registro.
— Es un número público.
Escuché como Alice decía algo más, sin embargo no puse la suficiente atención como para deducir de lo que se trataba.
Me quedé callado. Mis dedos pulgares avanzaron hasta la parte posterior de mi nariz, haciendo presión contra el hueso y avanzando por su contorno, como un masaje improvisado.
Alice seguía parloteando, pero yo solamente me estaba diciendo a mi mismo “dicelo”. Ni siquiera sabía si iba a ser capaz de encararla por teléfono.
Pero no podía ser un cobarde: era eso, y empezar las cosas de manera correcta, o resignarme a perder a _____. Y en esa ocasión, sería "para siempre”.
— Se lo que hiciste —interrumpiendola, Alice se quedó en silencio—. Se que le mentiste a ______ sobre tu embarazo. ¿Por qué mierda le dijiste eso?
Lo único que podía escuchar era el modo acelerado en que su respiración se tornó, y en cómo las gotas de lluvia chocaban contra la cabina.
— ¿Qué estás diciendo?
— ¡Lo que escuchaste! —exploté—. ¡Dime!
Ante la necesidad de mis nudillos, golpeé el vidrio de la cabina telefónica. Solamente me lastimó, sin embargo había descargado un poco de mi furia con el grito, cosa que tenía guardada desde el día en que ______ no apareció frente a mi.
Alice no contestó en un par de minutos. Se tomó su tiempo antes de decir alguna palabra.
— ¿Importa?
— Si, importa y mucho.
— ¿Por qué?
— Alice, solamente explícame el por qué.
— Por que quería alejarla —contestó sin pelos en la lengua—. Quería...quería recuperarte.
— Terminaste perdiéndome más.
— Te perdí cuando te acostaste con ella.
— Quizás desde antes —contesté.
Podía imaginarme como se comenzaba a tallar los ojos... siempre lo hacía antes de llorar. Me imaginaba como parpadeaba cuando sus ojos comenzaban a escocer, y por su voz ahogada supe que estaba en lo correcto.
— Zayn, no entiendo. Eramos perfectos, ¿sabes? ¿Recuerdas cuando me dijiste que era el amor de tu vida? —cerré los ojos. Por supuesto que lo recordaba—. ¿Cuando decíamos el para siempre? ¡A la mierda Zayn! ¡Realmente me gustaba pensar que tú si eras mi por siempre juntos!
— Todo comenzó a descoronarse desde que empezó, Alice.
— Pero me amas —aseguró.
— Claro. Te amo en mi recuerdo, siempre lo haré. Eramos muy jóvenes cuando nos enamoramos, apenas unos niños. Nos gustaba el amor simple, el amor desenfrenado que llevabamos. Eso estuvo perfecto. Pero la gente cambia, la vida cambia, y nuestras decisiones y acciones nos llevan por diferentes caminos. Tu traicionaste mi confianza al acostarte con otro hombre y terminar embarazada de él, y yo traicioné la tuya al hacer el amor con ______ estando contigo. Pero creo que ambos hemos aprendido cosas de eso.
— Me estás rompiendo el corazón.
— Tal vez es lo que necesitas.
Alice no dijo nada. De repente lo único que escuché en su otra linea fueron sollozos. Cerré los ojos.
Por mucho que Alice pudiera haber llegado a hacer, la quería. No era un amor presente, uno de esos que se siente hasta cuando comes, si no era un cariño, una añoranza. Un recuerdo de que en mi pasado me enamoré.
En su momento, el amor de Alice fue puro. Se que ella me amo tanto como yo la amé a ella, y se que fuimos perfectos. Un perfecto primer amor. Y siempre le estaría agradecido, ya que no hubiera vivido un mejor primer amor con alguien que no hubiera sido ella. Ni siquiera una primera gran decepción.
El problema radicada en cuando las relaciones se gastan. Las mentiras comienzan a surgir, la monotonía, el aburrimiento. Comienzas a sentir que todo ese amor está dispersándose con otros sentimientos encontrados, y te aterra el perderlo, por que en tus recuerdos, el amor sigue igual de intenso, pero en tu presente, éste ya de diluyó como el agua en el pintura. Sin embargo, no sueltas; no quieres dejar que nada de ésto muera, quieres que vuelva a pasar, y quieres que todo empiece otra vez; no te imaginas la idea de enamorarte de alguien más, por que en tu cabeza siempre existió ella. Pero cuando otro “ella” llega a tu vida, quizás en un momento de negrura para ti, o tal vez cuando empiezas a ver la luz, todo se vuelve más claro: los sentimientos, las emociones, y el pasado. Vez con claridad los errores que se habían cometido cuando estabas con tu primer amor; vez lo inmaduro que fue su romance. Y después volteas, y la vez a ella, tu segundo amor. Esta vez lo eliges mejor, ésta vez las hormonas no nublan tu juicio. Tal vez lo hagan, pero al menos eres más consiente de lo que quieres, y de lo que deseas evitar. Y al mirarla, te das cuenta de que es perfecta. Y en ésta ocasión, escogiste de una mejor manera: esta chica tiene posiblemente todo lo que te gusta, y quizás tenga también algo que no sea de tu agrado. Pero la amas.
Y es ahí cuando te das cuenta de que, debiste de haber ido más despacio. No sobrepasarte, no asegurar un “amor de mi vida” cuando es la primera vez que se siente eso. No decir "no podré estar con nadie más", por que el ciclo de la vida te lo manda así: te enamorarás varias veces, caerás varias veces. Al menos más de una vez, sí.
El primer amor y el amor de tu vida difícilmente son el mismo. El primer amor siempre te muestra el lado bobo del romance, lo inmaduro, lo infantil. Es una viva demostración de que, el que quiere volar primero, cae más fuerte. Es de los primeros golpes que la vida te da, uno de los más dolorosos, por que no es algo que se asimila a cuando eres pequeño y podías contar con tus padres o hermanos para limpiar las migajas: eso fue algo que hiciste tú solo, sin ayuda de nadie. Es el primer gran dolor que se te acarrea solo a ti, y a nadie más; que solo tu y ella sienten a carne viva.
Eso era Alice para mi: mi primer amor. El primer amor más puro, más bello, más romántico. Si tenía que elegir, elegiría mil veces a Alice para enseñarme lo que era la magia de mi primer beso, la magia de mi primer amorío, aquel por el que haces locura tras locura y por el que serías capaz de cualquier estupidez. Sin embargo, solo sería eso: el primero. Y sin lugar a duda, _____ sería mil y dos veces, mi segundo amor: aquel amor maduro que se basa ya de pláticas profundas, de besos largos y de grandes sentimientos. Aquel que realmente es capaz de cumplir un “para siempre”.
— ¿Esto que quiere decir?
— Siempre te voy a querer, Alice. Siempre serás mi primer amor. Pero solo eso. Tu eres un pasado muy bueno al que siempre mantendré en mi vida, pero tengo que seguir. Y mi futuro es sin ti.
— ¿Esto es un adiós?
— Así parece.
— Vaya... —musitó, entre lágrimas—. ¿Ni siquiera valgo el viaje a Paris para decirlo?
— Lo siento, pero tengo que hacer otro vuelo. Que la vida te sea buena Alice; te quiero.
No esperé a que dijese nada más, y colgué.
No podía ir a Paris a despedirme...quería ver a “Mi Italia”.
__________________
Ahora si saben porque la rayis no fue... Y ahora que Zayn y Alice cortaron (aleluyaaa), creen que rayis lo perdonara?
Jajajaja ame sus comentarios, como varias de ustedes lloraron con el cap.... Recuerdo cuando leí esta novela por primera vez que yo tambien habia llorado :'(
Bueeno, saben que las amo y que este capitulo va con tooodo mi amors<3 byeee
Abigail Castro
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) C O N T I N U A C I O N
por Magui Styles Malik Jue 12 Jun 2014, 6:03 pm
Ahhhhhh al fin se fue Alice de la vida De Zayn!!
Ahora que se ponga las pilas con las rayis!!
Ya es hora de que esten juntos de nuevo♥♥♥♥
Seguila pronto
Ahora que se ponga las pilas con las rayis!!
Ya es hora de que esten juntos de nuevo♥♥♥♥
Seguila pronto
Magui Styles Malik
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) C O N T I N U A C I O N
por ^_^pocitoLatigable:33 Jue 12 Jun 2014, 6:27 pm
Síguelas su genial y maldita Alice no merece el morí de Zayn qe bueno que esta vez el peleara por rayis
Pásate por mi novela por favor
VIDA...¿Cuál?:
^_^pocitoLatigable:33
Re: Una escritora sin amor (Zayn Malik) C O N T I N U A C I O N
por ^_^pocitoLatigable:33 Jue 12 Jun 2014, 6:32 pm
Alice no merece el amor de nuestro Zayncho y pues me alegra por parte que él decida pelear por rayis aunque me pone muy triste que ya vaya a acabar la novela pues es realmente buena espero la sigas pronto
PÁSATE POR MI NOVELA
VIDA...¿CUÁL? HARRY STYLES Y ____ WHITE:
^_^pocitoLatigable:33
Contenido patrocinado
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