Re: ÉXTASIS Y VENENO "Kevin & ____ " //ADAPTACIÓN//

por **JB&1D2** Lun 06 Feb 2012, 12:20 pm

siguelaaaaa

por **Vanee LovatoD'Jonas** Lun 06 Feb 2012, 7:39 pm

Sigue

por **JaneJPLove** Mar 07 Feb 2012, 6:41 pm

Hola gracias a los coments aqui les dejo el cap :DD

Capítulo 7

EL taxi la dejó frente a la casa de su abuela.
______ sabía que Bea Wakefield se iba a llevar una gran decepción por la decisión que había tomado su nieta de abandonar a su marido.
En ese respetable barrio del norte de Artarmon era en donde ella había crecido. La casa de su abuela se distinguía de las otras como un faro luminoso y bello entre la monotonía. Las flores nacían sobre cada centímetro disponible del pequeño patio; cubrían la fachada y colgaban de las ventanas.
Las flores eran particularmente brillantes y le daban la bienvenida.
_______ suspiró cansada. Esperaba que su abuela entendiera que no había dejado a Kevin sin motivo.
Los problemas en su matrimonio eran demasiado profundos y requerían de rápidas y drásticas soluciones. No era que ella no lo amara, siempre lo amaría, pero no podía vivir con él durante más tiempo. Estaba destruyéndola. Subió su equipaje al porche. Pesaba, pero no tanto como -su corazón.
Tocó el timbre. Su abuela no tardó mucho en responder a su llamada y fue para _____ un enorme alivio verla otra vez.
Bea Wakefield era una mujer alta y fuerte. A pesar de tener setenta años, su estatura no había disminuido y se mantenía tan ágil como cuando era joven. Su alguna vez rojo cabello ahora era totalmente blanco, pero era tan fuerte como siempre.
Su abuela había conocido la tristeza y el infortunio, pero se había repuesto; su rostro lleno de arrugas denotaba su carácter, y revelaba una intensa vida. Distinguía lo cierto de lo falso y lo bueno de lo malo, sabía precisamente cómo tratar cada situación y no toleraba las tonterías. Pero era también amable y generosa- ______ no recordaba a nadie que le hubiera pedido ayuda a su abuela y a quién ésta se la hubiera negado.
Los brillantes ojos color avellana de Bea se ampliaron por la sorpresa de ver a su nieta. Después se empequeñecieron con rapidez, mientras advertían la tensión y la angustia en el rostro de ______.
Tomó su equipaje con una mirada superficial, después se acercó a _______, la abrazó y la estrechó contra su amplio pecho. La sostuvo así por unos momentos. «Esto es amor, Kevin», pensó ______ con rabia. «Este es el cariño real». Rodeó con los brazos a su abuela con fuerza.
—Me alegro de verte, abuela —declaró con voz ronca y la besó en la mejilla con profundo afecto.
Bea Wakefield la apartó un poco. Una tímida sonrisa jugaba en sus labios.
—Y yo también, ________ —lo consideró por un momento y luego la miró fijamente—. Será mejor que entremos y te prepare una taza de té.
—Me sentará bien, abuela —había un ligero temblor en su voz—. Gracias.
—Y mientras, me contarás tus problemas.
—¿Cómo...? —Kevin no podía haber llamado. Ni siquiera debía saber aún de su huida.
—Querida —Bea Wakefield le aseguró con su abrazo que todo saldría bien—. Cuando alguien llama a tu puerta, con dos maletas, es que tiene problemas.
—Yo —_______ tragó en seco. Su mirada era implorante y vulnerable—... regreso a casa, abuela.
—Siempre serás bienvenida, cariño —su respuesta fue alentadora—. Ahora, entremos para que te pongas cómoda.
Durante el resto de la tarde, permanecieron sentadas en el comedor y bebiendo té. Mientras, _______ luchaba por comunicarle a su abuela su problema; por explicarle por qué había huido del lado de Kevin. Todo resultaba más difícil de lo que había pensado.
Decirle que Kevin la excluía de su vida en los negocios, que se negaba a tener un bebé, su relación con Niki Sandstrom, el lugar demasiado Íntimo que ésta ocupaba en la vida de Kevin, la manera en que ellos la evitaban a ella... Esas cosas eran muy difíciles de decir, pero había aspectos de su relación con Kevin que ella no podría comunicarle a su abuela, no importaba cuánto la quisiera Bea,' cuánto se preocupara por ella.
Había cosas que no podía esperar que su abuela entendiera; como lo que sucedía en la cama, y en especial, lo que había pasado la noche anterior y aquella mañana. Esos momentos eran demasiado íntimos como para contárselos a alguien.
—Así que hice lo correcto... la única cosa posible en estas circunstancias... ¿o no abuela? —preguntó, cuando ya no hubo más qué decir.
—Si tú lo crees así, cariño —señaló sin aprobarlo del todo.
—¿Qué habrías hecho tú, abuela? —______ insistió,
—Lo que habría hecho yo, no importa, _______ —contestó en forma evasiva.
______ movió la cabeza con frustración. Algunas veces la abuela era como Kevin: inmutable, siempre bajo control. _______ sintió alivio por haber logrado que Kevin perdiera el control esa mañana. Por lo menos había ganado una vez. A pesar de que al ganar ella había perdido.
—Kevin sólo me deseaba, abuela —dijo con la necesidad de justificarse.
Bea hizo una pausa para reflexionar. Pero en sus ojos había un brillo de reprimida risa.
—SÍ —asintió—. Todos los hombres son iguales. La historia nos enseña que nada ha cambiado en mil años.
—Pero, ¡no debería ser así! —exclamó ______ protestando.
—Estoy de acuerdo.
—Entonces, ¿qué hace con Niki Sandstrom? —se agitó.
—Esa es una de las preguntas que le haré a Kevin cuando lo vea.
—¿Crees que vendrá a buscarme? —había esperanza y desesperación en su pregunta. _______ quería dos cosas de él; que aceptara su decisión y que se alejara de ella.
—Oh, sí —afirmó su abuela—. Espero poder hablar con él —esto era más de lo que _______ esperaba.
El teléfono sonó y Bea se levantó a contestarlo.
_______ estaba abatida.
—Sí, ella está aquí —cuando oyó a su abuela decir eso, _______ aguzó el oído—-.. y está bien.
Sólo una persona le preguntaría a su abuela por ella. ¡Kevin! Miró el reloj de pared. Eran las cinco y media. Kevin no solía llegar a casa hasta las seis, pero no habría llamado allí a menos que ya hubiera leído su nota. Seguramente habría salido temprano de trabajar- Se sentiría culpable, por lo que había pasado aquella mañana.
—Tanto como se puede esperar en estas circunstancias —agregó la abuela.
La abuela le lanzó una mirada interrogativa mientras cubría el auricular con una mano.
—¿Quieres hablar con él? —______ negó con la cabeza—. No, no quiere hablar contigo. Kevin —otro silencio, otra mirada interrogativa. Bea cubrió el auricular de nuevo—. ¿Puede venir? —otra vez ______ negó con la cabeza. En lo que a ella concernía, en su carta le había dicho todo. No tenía nada que discutir—. No, ella no desea verte, Kevin —hubo una pausa y añadió—. No está bien que me lo preguntes, Kevin. Tú tendrás que averiguarlo por ti mismo —fin de la conversación—.
-Adiós —colocó el auricular en su lugar.
La mirada de la abuela era especulativa mientras escrutaba la expresión de rebeldía de _______.
—Era Kevin —señaló innecesariamente.
—¿Cómo está? —________ sucumbió a la curiosidad.
—No me lo dijo —contestó con suavidad.
_______ hizo una mueca de frustración.
—Bueno, ¿qué dijo, abuela?
—Me preguntó si estabas aquí...
—Quiero decir que, ¿qué va a hacer? —interrumpió ________ con impaciencia.
Bea Wakefield fingió una mirada de impaciencia.
—_______, sólo respondí el teléfono. Si quieres averiguar más, tendrás que preguntarle tú misma.
—¿Vendrá a buscarme? —presionó.
—Querida, lo siento. No tengo idea.
«Por supuesto que no vendrá», se dijo la joven con rabia. ¿Por qué iba a hacerlo? Ahora que su relación había acabado, Niki lo tendría para sí. En realidad nunca fue de ella. Había sido el hombre de Niki, todo el tiempo.
La abuela sacó a _______ de sus pensamientos al colocar en la mesa una cesta con melocotones.
—¿Te importaría pelarlos mientras preparo la cena, _______? —preguntó—. Tú sabes que me encanta la compota de melocotón.
—Por supuesto, abuela —_______ contestó automáticamente.
La tarea la mantuvo ocupada un buen rato.
Acababa de terminar cuando sonó el timbre. Su abuela fue a abrir y ______ se lavó las manos. Ni siquiera se preguntó quién sería el que llamaba a la puerta. Ella había descartado que Kevin pudiera ir a buscarla. No sería sensato que lo hiriera. Su abuela regresó mientras _______ se secaba las manos con la toalla.
—Es Kevin —anunció Bea—. Está en la sala.
El corazón de _______ dio un brinco. La joven miró incrédula a su abuela.
—¿Por qué...? —arrastró las palabras.
—Pregúntale a él. Es tu esposo, _____ —le recordó su abuela.
Pequeños escalofríos le recorrieron la espalda.
Sentía calor y frío a la vez, y temor. Se reprendió a sí misma mientras caminaba por el vestíbulo, hacia la sala. Que Kevin hubiera ido ahí no quería decir nada. Era una visita obligatoria, nada más.
Para descargar su sentido de responsabilidad, y para restablecer su control, su autoridad; no significaba que se preocupara por ella. Sólo que no podía tolerar que ella dijera la última palabra. Él nunca haría caso de lo que ella quisiera.
La puerta de la sala estaba abierta. Kevin no se había sentado. Permanecía de pie, en medio de la habitación. Observaba, esperaba que ella apareciera. Ahí estaba él con su magnetismo; tan angustiosamente guapo. Vestía de forma impecable, con un traje azul marino y la corbata de seda que _______ había regalado.
Su rostro revelaba muy poco. Sus ojos estaban oscurecidos y parecían fundirse con los de _______ en espera de una respuesta. No sonrió al verla. La tensión emanaba de él y la hacía dolorosamente consciente de lo sucedido entre ambos.
________ levantó la barbilla, orgullosa y desafiante.
—No tenías que haber venido —dijo agresiva.
—Quise hacerlo —respondió él con voz suave aún controlada.
—Siempre tienes que hacer lo que quieres, ¿verdad, Kevin? —se burló con amargura.
Un músculo del rostro de Kevin se tensó.
—No, ______. Siento que pienses así. Siento... haberte forzado, como lo hice. Y te doy mi palabra de que nunca volveré a tratarte así.
—¿Como qué. Kevin? —replicó mordaz y con cansancio—. ¿Cómo una cosa? No fue nada nuevo. Siempre he sido sólo una cosa para ti.
Cuando Kevin habló otra vez, fue en tono lento y moderado:
—Sé que estás molesta, ______. Y tienes todo el derecho de estarlo. Pero lo que acabas de decir... es injusto.
—Me utilizaste por última vez. Kevin —declaró con voz entrecortada.
Él levantó la cabeza con brusquedad.
—No acepto haberte utilizado, ______. Nunca te he utilizado. Ni siquiera esta mañana lo hice. Te deseaba, te amaba... sí, como pensé que tú me amabas y me deseabas a mí. ¿Y dices que esto se ha acabado?
Kevin. - - amor... deseo... ________ no podía apenas creer lo que oía. Sin embargo, podía ver en su expresión el deseo. Su cerebro amenazaba con estallar. Experimentaba unas necesidades y ansiedades que no tenían relación con el sentido común.
¿Por qué no podía tener sentido común cuando Kevin la miraba de ese modo? Ella sabía lo que Kevin le haría si regresaba con él. Los hombres nunca cambiaban, como la abuela decía, ni siquiera en miles de años. Entonces, ¿por qué era tan tonta como para desearlo y amarlo aún?
______ apenas podía respirar y de su cuerpo surgían olas de excitación; los labios le temblaban y sus manos se extendían instintivamente, suplicantes, deseosas, con esperanza. La angustia contraía el rostro de Kevin. Después, él caminó hacia ella, con rápidos y urgentes pasos y la alcanzó.
—Te deseo, ______. Siempre te deseo —confesó con voz crispada. Hundió la cabeza contra el cabello de ella y la besó. Rozó su piel con las mejillas, la barbilla y los labios. Ella sintió que su cuerpo se encendía con excitación; un punzante deseo barría su piel y corría a través de sus nervios produciéndole una extraña sensación.
_______ deslizó los brazos alrededor de la cintura de Kevin, bajo la chaqueta de su traje y lo estrechó contra su cuerpo. Deseaba sentirlo, probarlo. Aspirar su esencia, descubrirlo, acariciarlo siempre.
—_____—gimió Kevin con profunda necesidad.
Puso una mano sobre el trasero de _______. La levantó un poco para que notara su excitación.
Con la otra mano, asió un mechón de sedoso cabello y lo enredó en sus dedos, luego tiró de él con suavidad para obligarla a alzar la cabeza. Le besó los ojos, la nariz, la boca; e introdujo en ésta la punta de la lengua, con sensualidad, en movimientos infinitamente seductores.
Él lo hacía bien y lo sabía. La fresca esencia de su loción acentuaba su agresiva masculinidad. ________ murmuró su nombre y la lengua de él tocó con suavidad la de ella, causándole una enigmática y sofocante sensación. La pasión explotó. Su beso se profundizó en un pretendido acto de posesión.
________ no deseaba detenerlo. Quería que continuara y continuara para que la hiciera girar en una sensación sin fin. Sus uñas se hundieron en la espalda de Kevin. El ardor les penetraba hasta los huesos, derritiéndolos en exquisita anticipación.
De pronto, Kevin se puso tenso y se separó un poco de ______, emitió un ronco sonido de rechazo, echó atrás la cabeza y con suavidad presionó el rostro de ______ contra el cuello.
_______ —imploró—, ven a casa conmigo.
¡Dios del cielo! Ella quería hacerlo, cualquier cosa con tal de estar con él, como ahora. Tenerlo, abrazarlo. Su cuerpo estaba atenazado por el deseo. Su piel estaba viva por la sensibilidad. Kevin... su marido... el hombre al que ella amaba... su único amante... Kevin.
Pero, ¿después de la pasión, qué quedaba? ¿Él miraría su reloj, decidiría que había cosas qué hacer y que la excluían, para ir con Niki? Desesperada, deseaba decir: «Sí, Kevin, iré contigo hasta el fin del mundo», pero ella ya lo había dicho, como también él lo dijo, el día de su boda. Y fue sólo una fantasía, no tenía nada que ver con la realidad, en absoluto!
Kevin hizo a un lado, con la boca, el cabello que ondeaba sobre la oreja de _______. Con erotismo pasó su lengua sobre el sensible lóbulo y murmuró:
—Tú me perteneces y lo sabes. Eres mía, _________. Los dos nos pertenecemos. Ven conmigo ahora. Toda la noche, amor mío...
Su posesión. De regreso a la jaula de oro. En exhibición de su brazo. Su esposa en la cama, pero nunca en ningún otro lugar. ¿No valía ella más que eso? Pero por lo menos ella tendría parte de él, aunque tuviera que compartirlo con Niki. Dios mío! ¿Tendría que hacerlo durante el resto de su vida? ¿Encarar eso otra vez, día tras día, año tras año, sólo para tener a Kevin en su cama? ¿Para que le hiciera el amor, sin que realmente la amara? ¿Y cuando ella fuera mayor y menos deseable, y no hubiera nada más?
—¡No! —espetó con brutalidad.
—¡No me digas eso! —dijo ronco y sus manos se movieron sobre ella, febriles, posesivas. Su boca buscó la de _______ en un intento de desechar cualquier otro pensamiento que no fuera lo que ellos compartían juntos.
¿Cómo había tenido _______ la fuerza para hacerlo?, no lo supo. Cerró sus labios contra cualquier invasión y retiró las manos de Kevin de sus caderas; se apartó con violencia para romper su abrazo.
—¡________... qué demonios...!
Ella nunca lo había visto tan alterado. La agitación se notaba en su rostro; sus ojos se encendían por la emoción y la pasión. Ella temblaba tanto, que apenas podía permanecer de pie.
—¿Qué pasa. Kevin? ¿No funciona bien en la cama tu preciosa secretaria?
—¡Por Dios, ________! —la miró aturdido e incrédulo—. ¡Tú eres mi esposa!
—¡Ella es tu esposa, Kevin! Tu esposa en todo, menos en la cama. Yo sólo soy un cuerpo que satisface tus urgencias sexuales. Con ella compartes todo lo importante y me utilizas a mí cuando el deseo te apremia.
—Niki Sandstrom trabaja para mí —dijo con el rostro contraído por la rabia—. Eso es todo. Tú no sugerirías tales cosas si ella fuera hombre.
—Si fuera hombre, no me odiaría como lo hace —replicó con fiereza—- No se metería entre los dos; no me humillaría y tú no la defenderías como lo haces.
—Esto es entre nosotros, ______ —apretó los labios—. No vamos a meter a Niki —cortó furioso.
________ levantó la barbilla. Sus ojos se encendieron desafiantes.
—¡Muy bien! ¡Entonces regresa a casa Kevin! ¡Solo!
—¡Estás celosa!
—¡No estoy celosa en absoluto! ¡Esa es la verdad! —gritó.
—Quieres atarme. Hacer de mí tu absoluta posesión.
—¡Cómo le das la vuelta a las cosas Kevin! —rió incrédula—. ¡Eso es lo que tú me haces! Lo que tú deseas. ¡No lo que yo deseo!
Los ojos de Kevin brillaron con furia apenas reprimida.
—Todo lo que debo hacer lejos de ti... tú quieres impedirlo. Las citas de negocios, Niki Sandstrom, cualquier proyecto de trabajo...
—¡Lo cual, por supuesto, compartes íntimamente con ella!
—¡Como lo compartiría con cualquiera que hubiera trabajado conmigo desde hace diez años! —gritó.
—¡Y quién me rebaja, a la menor oportunidad! —gritó también—. Nunca me das la oportunidad de compartir lo que haces, porque tú ya lo compartes con Niki y a ella le encanta que yo no sepa nada de lo que es en realidad importante para ti. La fascina verme como una estúpida cuando la gente me hace preguntas referentes a ti y no puedo responder. Ella sí puede responderlas.
—Es mejor que tú no sepas nada.
—¿No confías en que pueda mantener la boca cerrada, verdad? —_______ le escupió las palabras—. ¡Piensas que soy tan torpe e ingenua que revelaría todas tus estrategias y secretos! Pues sucede que sí tengo cerebro. Kevin. Y sé cuándo debo ser discreta. Cuando trabajé para Harris Graham.-.
—Me preguntaba, cuándo lo meterías a él en esto —se mofó.
—Tú sigue con Niki Sandstrom, Kevin, y yo volveré a trabajar para Harry Graham. Trabajaré tan estrechamente con él, como ella lo hace contigo.
—¡No, no... lo harás!
—¡Sí, sí...lo haré!
El aire vibraba entre ellos por el violento choque de voluntades. ______ decidió no ceder y, conociendo a Kevin como lo conocía, notó que un gradual cambio se operaba en la expresión de su rostro, lo que le causó la más oscura sospecha. Ella podía leer sus reacciones con exactitud. De pronto los músculos del rostro de Kevin se relajaron visiblemente. Y entonces sucedió, poco a poco. Primero esbozó una sonrisa de disculpa.
—Lo siento, sé que Graham no significa para ti más que lo que Niki significa para mí —sus manos se extendieron en un gesto pacificador—. Pero ______, no hay necesidad de que trabajes y, aparte de eso, pienso que he sido un egoísta con respecto a lo de tener familia. Si realmente quieres tener un hijo, entonces es lo que haremos. Empezaremos inmediatamente.
El corazón de ________ dio un vuelco. Kevin cedía al permitirle tener un hijo. «Es un soborno», le gritaba su mente; «un nuevo juego para mantenerte ocupada y contenta, fuera de su vida de negocios. Como la decoración de la casa y las compras de ropa. Un bebé- Pero la vida con Niki continuará como antes». Este era el trato. Y para él, tenía que ser una enorme concesión, porque estaba muy claro que no quería familia- No todavía. Lo que significaba que le era de suma importancia seguir viviendo como hasta ahora. Y si el niño la mantenía ocupada, esa venenosa rubia podría estar aun más tiempo con Kevin.
—No, no quiero un hijo tuyo, ya. Kevin. No, a menos que te deshagas de Niki Sandstrom.
—Eres totalmente irrazonable —expresó irritado.
_______ se volvió a mirarlo e ignoró el dolor de su propio corazón.
—Es ella o yo, Kevin.
—¡Por Dios, _____! —explotó—. Niki no merece que le quiten de una patada la posición que ella se ha ganado sólo porque has permitido que tu mente se alimente con estúpidas...
—¡No soy una estúpida! —le gritó—, y eso es precisamente lo que ella te hace creer a ti, ¿verdad, Kevin? Me desprecia.
—¡Tú sólo lo imaginas! —dijo mordaz.
—¡Ni hablar! —_______ se agitó con cólera—. tú podrás estar ciego con respecto a ella, pero yo no. Y no voy a pasar el resto de mi vida con Niki mirando sobre tu hombro. Kevin. ¡Decide a quién prefieres, porque no puedes... tener... a las dos!
—¡No toleraré que me fuerces a decidir —sus ojos destellaron con fiero orgullo—. ¡Yo siempre tomo mis propias decisiones!
—¡Eres absolutamente libre de decidir en el momento que tú quieras!
La mecha estaba encendida y chisporroteaba hacia la explosión. Kevin y _____ estaban demasiado sumergidos en su confrontación, como para preguntarse si Bea Wakefield había juzgado conveniente entrar en esos momentos o había sido pura coincidencia. Llevaba una bandeja de humeante té.
Bea los miró con amabilidad.
—¿Por qué no nos sentamos a beber una deliciosa taza de té mientras charlamos?
Kevin respiró profundamente y se volvió hacia Bea. Sus ojos eran como puñales.
—Bea, tienes todo lo que se puede desear en una abuela, pero esta no es la ocasión para beber té, o para una charla amistosa.
—Tiene razón, abuela —acordó _______ con aspereza—. No somos lo suficientemente civilizados, como para beber té juntos, o hacer cualquier cosa juntos, mientras Kevin tenga otra mujer.
—¡Ella no es mi mujer! —exclamó Kevin.
_______ se dirigió a la puerta con dignidad. Después se detuvo y se volvió a Kevin, desafiante.
—¡O ella o yo!, avísame cuanto te hayas decidido.
Salió y caminó baria su habitación. Cerró de golpe la puerta y sonrió con satisfacción, pues Kevin no intentaría abrir esa puerta de una patada. En la sala, Bea Wakefield miraba al marido de su nieta con tristeza y simpatía.
—Ahora que estamos solos, tal vez quieras una taza de té, Kevin —ofreció.
—¡No! —estalló. Después hizo el intento de recobrarse—. Gracias, pero no.
Empezó a caminar de un lado a otro de la habitación como un tigre enjaulado. Su rostro parecía afectado por una violenta cadena de emociones.
Bea colocó la bandeja sobre la mesita baja, frente a la televisión. Se sirvió una taza de té y se sentó en su sillón favorito.
—¡Tu nieta es totalmente irrazonable —exclamó Kevin.
—Es posible —contestó Bea, evasiva—. Quiero que te sientes. Kevin. Tal vez quieras hablarme de Niki Sandstrom.
—¡No! —se alteró—. ¡No hay nada que hablar a ese respecto!
—Siempre he pensado —dijo meditativa—... que puede haber peores clases de infidelidad que la meramente sexual.
—¡Bea... es una locura! ¡Imaginaciones neuróticas!
—Kevin —suspiró—. Soy una mujer sencilla con manera simple de ver las cosas. Siempre he sabido que las cosas funcionan mejor si te atienes a ciertas reglas. Del todo simples; y una de las primeras, para un matrimonio con éxito, es la lealtad a tu pareja. Total lealtad.
—¡Qué bien! —exclamó mordaz. Después, agregó con sarcasmo—. ¡Díselo a tu nieta cuando ella quiera escucharte, porque yo tampoco quiero escucharte!, si me perdonas...
Caminó con furiosos pasos e inclinó la cabeza hacía ella, con estudiada cortesía.
—Gracias por tu amabilidad, Bea. Por favor, no te levantes, sé el camino.
Salió con paso airado de la habitación. Unos segundos más tarde, la puerta de entrada se cerró de un fuerte golpe. Bea suspiró. Esperó que Kevin no hubiera aflojado las bisagras. Era una lástima que uno no pudiera poner la cabeza de un viejo sobre unos hombros jóvenes, pero quizá un pequeño pensamiento sembrado aquí y otro allá podría echar raíces donde más se requerían. Aunque ella no quería intervenir en un matrimonio. Esa era una buena regla, una de las mejores.

por **JaneJPLove** Mar 07 Feb 2012, 6:46 pm

OrianaJBLovato escribió:Nueva lectora
siguelaa

Bienvenida :DD

por **Vanee LovatoD'Jonas** Miér 08 Feb 2012, 5:06 am

:O Kevin fue a buscarla aww dios Qe bello!
si Kevin elige Niki o la rayiz (yo te sugiero a la rayiz xD)
jajajaja Siguela!

por **Vanee LovatoD'Jonas** Vie 10 Feb 2012, 6:12 am

Sigueeeeeeeee

por **Vanee LovatoD'Jonas** Sáb 11 Feb 2012, 5:37 pm

Sigueeeeeee

por **Vanee LovatoD'Jonas** Sáb 11 Feb 2012, 10:46 pm

Sube porfis

por **Vanee LovatoD'Jonas** Lun 13 Feb 2012, 9:05 pm

Sigueeeeeeee

por **JaneJPLove** Mar 14 Feb 2012, 6:31 pm

Hola aqui cap Vanee Jonas Muchas gracias por comentar este cap para ti :DD

por **JaneJPLove** Mar 14 Feb 2012, 6:39 pm

Capítulo 8

______ no fue del todo irrazonable. Esperó varios días. Le dio a Kevin un tiempo prudente para que tomara su decisión y se la comunicara. El fin de semana pasó; también dos días de trabajo; días en que él, seguramente, habría convivido con Niki Sandstrom. Cada hora que pasaba sin que ______ tuviera noticias de él, reafirmaba lo que ella ya sabía. Kevin no se desharía de su preciosa Niki, por nada del mundo.
También probaba lo que ella pensaba sobre su consentimiento para que tuviera un hijo. Kevin no deseaba ese bebé.
Su abuela le buscó muchas cosas que hacer: Limpió toda la plata, lo que resultaba un arduo trabajo; también desyerbó el jardín posterior y preparó la pasta para las tortas; por último, limpió las paredes del cuarto de lavado. Todo lo hizo con gusto, pero ya era suficiente. No iba a pasar el resto de su vida en espera de un hombre que pensaba que otra mujer era más importante que su propia esposa.
El miércoles por la mañana, _______ llamó a Harry Graham y le preguntó si su oferta de trabajo seguía en pie.
—Lo está —afirmó. Después de una pequeña pausa, y con callado interés, agregó—. Si en realidad lo quieres, ______.
—Lo necesito, Harry —replicó con cierta desesperación en su voz.
—¿Oh?
_______ cerró los ojos y recordó con claridad que Harry había sido testigo de la reacción que había tenido Kevin en lo referente a que ella regresara a su antiguo trabajo. Respiró profundamente y explicó:
—He abandonado a Kevin.
—Ah —comprendió. Después señaló con simpatía—. Siento que las cosas hayan llegado a ese extremo, _______.
—Nada va a cambiar, Harry —asintió con desanimada certeza—. Quiero el empleo, me ayudará.
—¡Seguro! Ven ahora mismo si quieres, o mañana por la mañana, si así te conviene más. Sólo dime cuándo quieres empezar, _______.
La amabilidad de Harry y su comprensión le produjeron un nudo en la garganta. _______ presintió que, si acudía ese mismo día, podría desmoronarse ante él, lo que le resultaría terriblemente humillante. Si quería ser profesional, necesitaba mostrarse fría, sosegada y eficiente... como Niki Sandstrom.
—Mañana, si te parece bien, Harry —declaró con voz ronca.
—De acuerdo. Te espero temprano, entonces.
—Gracias, Harry.
Él suspiró.
—Alégrate, cariño. La vida no termina allí. Tenemos que detener la tormenta antes de que nos hagan pedazos. Sé que no querrás hablar, y no te culpo por eso. Te saturaré de trabajo para que no tengas tiempo de pensar en nada más, ¿de acuerdo?
—De acuerdo.
—Y ponte guapa —le pidió—. Me alegrará el día.
—Eres todo un caballero, Harry —dijo en obligada apreciación—. Te veré mañana, tan guapa como pueda y lista para trabajar como un castor.
A la mañana siguiente, ________ estaba nerviosa de volver al puesto de trabajo que hacía tiempo había dejado. La ayudó mucho que varias personas en Epping Televisión Studios la reconocieran y la saludaran, pero la ayudó más que al entrar en la oficina de Harry, él la recibiera con una calurosa sonrisa de bienvenida, así como con varios cumplidos acerca de lo guapa que estaba con su vestido de color dorado.
Los antiguos empleados le dieron la bienvenida por su regreso, lo cual lo animó. Había sólo una persona nueva, que era quien la había sustituido a ella. _________ comprendió que tal vez esa chica ahora sería innecesaria, pero nadie se lo dijo. Harry le entregó unos documentos para su investigación y le dijo que todas las respuestas debían estar listas el siguiente martes, como muy tarde.
________ se dedicó a hacer su trabajo y encontró que aún poseía la habilidad de discernir sobre los puntos importantes que Harry quería usar en su espectáculo. Esto hizo que su autoestima creciera.
Ella era buena para trabajar, además de proporcionarle placer a Kevin en la cama y de ser una esposa de exhibición.
El trabajo mantenía a Kevin lejos de sus pensamientos, tal como Harry le había prometido. Desafortunadamente, las noches solitarias no eran nada fáciles. Deseaba poder seguir trabajando durante el fin de semana. Cuando el sábado llegó, se encontró frente a dos largos días sin nada que hacer.
Su abuela le pidió que limpiara todos los instrumentos de jardín que había en el cobertizo- Era casi mediodía cuando terminó. Volvió a la cocina.
Pensó que quizá podría preparar algo especial para la comida de su abuela. Excepto que le era difícil mostrar un real interés por los alimentos.
—Hay algo para ti sobre la mesa del comedor, ________ —le gritó Bea desde la entrada de la casa.
—Está bien, abuela —contestó, medio esperanzada de que se tratara de otra labor que la mantuviera ocupada.
Pero no fue así. Sobre la mesa había un ramo de rosas rojas, envuelto en celofán. Hermosas rosas rojas. ________ trató de contener el violento latir de su corazón mientras intentaba desprender la envoltura. Era imposible. Sus manos temblaban mientras sacaba la tarjeta. Sólo había una palabra escrita en ella: «Kevin». _______ acercó una silla y se sentó. El cuerpo también le temblaba. Rosas rojas por amor... ¿era eso lo que significaban? ¿Estaría equivocada con respecto a Kevin? ¿Habría él cambiado?
Kevin había necesitado tal vez algún tiempo para solucionar algunas situaciones de negocios con Niki Sandstrom antes de pedirle su dimisión. Pero si ese era el caso, ¿por qué no le había dicho a ________ sus intenciones? ¿O acaso las rosas significaban que él pretendía comunicarle su decisión ese día?
________ estuvo a punto de tirar la silla, en su prisa por moverse. «Un florero para las rosas primero», pensó. No quería que Kevin pensara que no le importaba; rápidamente escogió el mejor florero de la sala y colocó las flores. Después corrió al baño, se duchó y se lavó el cabello. Se sentía muy nerviosa mientras se secaba el pelo, molesta de que su cabello fuera tan largo. Pero a Kevin le gustaba así y complacerlo era su primera prioridad. Si Kevin se había librado de Niki Sandstrom, por ella, no habría nada que _____ no hiciera por complacerlo a él.
Tardó una hora en sentirse satisfecha de su apariencia. Se vistió con sus mejores vaqueros, y una blusa verde de seda, atada a la cintura. A Kevin siempre le había gustado que se pusiera prendas de color verde.
________ rebosaba de felicidad cuando se dirigió a la cocina para preparar la comida. Su abuela ya estaba allí, lavando algunas verduras para la ensalada.
—Yo lo haré, abuela —ofreció ansiosa.
—Ya casi he terminado. Mejor pon La mesa, querida —sus ojos brillaban—. Estás muy guapa, _______.
—Las rosas eran de Kevin —comentó con alegría.
—Lo sabía —contestó.
Pero Kevin no apareció, ni llamó. La tarde cayó.
La noche llegó y gradualmente echó por tierra las esperanzas de _______. La joven se fue a la cama con el corazón tan pesado como plomo. El domingo llegó otra docena de rosas de Kevin. Pero ni una palabra. En la negra oscuridad de su habitación, esa noche, ______ decidió que había sido una tonta al imaginar por un momento que Kevin se libraría de su indispensable secretaria. El mensaje de las rosas era bastante claro para ella, ahora. Kevin la deseaba, pero sólo en sus términos.
Si él pensaba que podría hacerla volver a la antigua situación, se llevaría una terrible sorpresa, se prometió con vehemencia. Las rosas no iban a hacer que ella pasara por alto la importancia de aquella mujer en la vida de Kevin, ni siquiera un hijo podría hacerlo.
Fue un alivio regresar a la oficina el lunes por la mañana y concentrarse en asuntos que no tenían relevancia alguna en su vida. ________ tenía la certeza de haber tomado la decisión correcta al aceptar el trabajo que Harry le había ofrecido. Era una salvación. Cuando regresó a casa esa noche, la esencia de rosas impregnaba el aire. Otra docena de perfectos capullos estaban en un florero en su habitación, que sumados a la docena de la sala y a la docena del comedor, resultaban demasiado para ______. Una neblina cubrió su mente. Tomó rápidamente el florero de su habitación y lo llevó a la cocina, donde la abuela preparaba la cena.
—Llegaron esta mañana —afirmó la abuela.
—Me lo figuraba —respondió ________.
Sacó las rosas del florero y las tiró a la basura.
Cogió los floreros de la sala y del comedor e hizo lo mismo. Después sacó el cubo y lo dejó cerca del cobertizo del jardín, así no podría aspirar el aroma de las flores.
—Eran unas rosas muy hermosas, querida —le dijo su abuela.
—No tiene por qué mandarme flores —gritó _____.
—¡Quizá sean una señal! —expresó—. No creo en realidad que Kevin piense que necesitas flores, querida.
—Tienes razón, abuela. Estoy segura de que él no piensa eso en lo absoluto —________ contestó mordaz—. A Kevin le importa un comino lo que yo necesito.
La abuela revisó la fuente en el horno. Después, sin siquiera mirar a ________, preguntó en un furioso tono de voz:
—¿A ti te preocupan las necesidades de Kevin, _______?
—¡Abuela, siempre he hecho lo que Kevin ha deseado! —replicó acalorada—. ¡Hasta ahora!
—Los deseos y las necesidades son algunas veces diferentes —comentó la abuela pensativamente. Después se olvidó del asunto y se dedicó a preparar la cena.
_______ meditó sobre esas palabras. Su abuela tenía razón. Kevin la deseaba a ella, pero necesitaba a su asistente de confianza. Por lo menos, él pensaba que la necesitaba. ¡Y era porque no quería que cambiara ninguna cosa que fuera agradable y cómoda para él! ¡Olvidaba que eso afectaba a su esposa! ¡Olvidaba cómo la venenosa mujer la trataba a ella! ¡Eso no le resultaba importante, en absoluto!
Gracias al cielo, o a Harry, ella tenía un empleo, pensó ______ mientras cerraba la puerta de la entrada, a la mañana siguiente. Atravesó el porche para bajar por los escalones y se detuvo súbitamente por el impacto que le causó ver a Kevin en la calle, apoyado contra el Aston Martin. _______ se quedó perpleja. Su corazón se detuvo y después bombeó con fuerza, a un ritmo irregular.
Recordó que, cuando Kevin parecía relajado, era más peligroso. Con la cabeza alta, bajó por los escalones. Era consciente de su presencia; de que la observaba, y un deseo fiero y primitivo encendió su sangre. «Sí, Kevin», pensó «mira muy bien lo que te estás perdiendo». Ella se movió, consciente del sensual roce de sus muslos con las medias de seda; del ligero movimiento de sus senos, bajo la suave tela de su vestido de color ámbar; de su cabello crespo alrededor de su cuello y hombros.
Kevin se enderezó. Su cuerpo era firme y agresivamente masculino. Se dirigió a la verja y la abrió.
Los ojos de _______ se mofaron de la reserva que había en los de él mientras pasaba a su lado. No tenía idea de por qué estaría allí tan temprano, esa mañana, pero no tenía duda de que muy pronto él se lo aclararía.
—Gracias, Kevin —dijo cuando él cerró la verja después de que pasase ella—. Lamento no detenerme a charlar, pero llegaría tarde a trabajar.
—Yo te llevaré —dijo, sin mostrar ni el más ligero rastro de sorpresa ante lo que debería ser una novedad para él.
_______ no dejó ver su sorpresa. Su arrogante presunción de que ella accedería a sus deseos la enfureció.
—Preferiría coger el autobús. Kevin. No quiero que te salgas de tu ruta —señaló, airadamente.
—Ya me he desviado de mi ruta para poder verte, _______ —replicó. Sus vividos ojos azules la taladraron.
—¿También te saliste de tu rutina para sacar de tu vida a Niki Sandstrom, Kevin? —preguntó.
-No seré forzado a hacerlo. Ni por ti ni por nadie —atacó.
Lo cual quería decir que no.
—Tampoco lo seré yo. Kevin —contestó mordaz. Después giró sobre sus talones y se dirigió a la parada de autobuses.
—¡_______! —la llamó con voz frustrada, que ella ignoró con obstinación. Ella deseó haber conservado los pétalos de las rosas para arrojárselos a la cara. El había sabido que ella trabajaba para Harry Graham otra vez y quería detenerla. Su mundo perfecto y ordenado se desplomaba. Su control estaba roto en pedazos y esto se lo tenía merecido, pensó furiosa. ¡Que le diera sus malditas rosas a Niki, si ella era más importante que su propia esposa!
Lo oyó encender el motor del Aston Martin, pero no se fue. El coche deportivo empezó a moverse junto a ella, y Kevin hizo sonar el claxon.
_________ lo ignoró y caminó con orgullosos pasos sin mirarlo siquiera. El Aston Martin se mantuvo junto a ella y el claxon continuó demandando su atención. La gente en la calle se volvía a mirarlos con curiosidad.
______ seguía su camino y Kevin se mantenía a su lado. Finalmente, la curiosidad la venció. Se detuvo y se volvió hacia el coche. El automóvil se detuvo también. El ruido cesó. La ventanilla del pasajero se abrió. Ella caminó hasta el coche. kevin tenía una mueca de determinación en su rostro.
—¿Qué te propones? —preguntó.
—Quiero hablar contigo —dijo.
—No tenemos de qué hablar.
—Yo sí.
________ consultó su reloj.
—Tengo que estar en la oficina a las nueve —declaró con decisión.
—Estarás a esa hora —dijo Kevin.
_______ titubeó sólo un momento más. Deseaba escuchar lo que Kevin tenía que decirle. Abrió la puerta del coche y entró- Kevin esperó hasta que se colocó el cinturón de seguridad, antes de poner en marcha el Aston Martin otra vez. Él no habló de inmediato. Su atención, en apariencia, estaba fija en la carretera, aunque no habían llegado a la avenida principal que los conduciría a Epping y el tráfico era todavía ligero. Aguijoneada por su silencio, ______ preguntó:
—¿Cómo supiste que estaba trabajando otra vez?
—Ayer se me ocurrió que podrías haber hecho... lo que me dijiste —respondió con lentitud—. Así que llamé a Graham para preguntárselo.
—¿Llamaste a Harry? —la incredulidad creció en su mente. No podía creer que Kevin lo hubiera hecho. Su orgullo no le permitiría que otro hombre se diera cuenta de que ignoraba lo que su esposa hacía.
—Sí —respondió cortante.
______ supuso que había sido un impulso del que ahora se arrepentía.
—¿Por qué no me llamaste a mí? —preguntó con resentimiento.
—No respondes al teléfono cuando llamo, ______ —su mirada era amarga y acusadora—, y tú no llamas.
Eso es cierto.
—No me comprarás con rosas. Kevin —declaró con rebeldía.
—No trataba de comprarte. Intentaba decirte si podrías reconsiderarlo.
Le lastimaba decir esas palabras. El esfuerzo y la tensión estaban marcados con claridad en su rostro. De pronto _______, sintió una inmensa pena por la manera en que lo había tratado.
—¿Lo has reconsiderado tú, Kevin? —preguntó tranquila.
Kevin no la miró cuando respondió.
—Si te refieres a Niki.. no —dijo finalmente—. No me sentiría bien, ______.
Y por supuesto, era más importante que él se sintiera bien, a que ella se sintiera bien. Una profunda y dolorosa tristeza oprimió su corazón. Ella no dijo nada. No había nada que decir. La necesidad que tenía Kevin por Niki hacía que sus esperanzas murieran. ______ volvió la cabeza y miró por la ventanilla. Hubo un largo silencio; pesado por las cosas que no se dijeron. Los recuerdos se precipitaron como un torrente: felices y dolorosos y después desaparecieron. Kevin rompió el silencio:
—Me preguntaba —hizo una pausa para aclararse la garganta. Su voz tenía un tono grave—. No sé si se te había olvidado... Este domingo nos espera mi madre... con el resto de la familia... para la celebración de su cumpleaños.
El cumpleaños de Sophia. _______ lo había olvidado, sumida en la turbulencia de los días pasados.
Era una gran ocasión para Sophia. Con toda su familia reunida para celebrarlo. ______ recordó la fiesta del año pasado y cuánto había disfrutado.
Qué segura estaba entonces del amor de Kevin, antes de que comprendiera lo de Niki Sandstrom.
A ______ le caía muy bien Sophia. Deseaba que Kevin fuera como Sophia; abierto, emotivo... Le gustaba toda su familia e iba a echarlos de menos.
—Le enviaré un regalo a tu madre. Kevin, con mis excusas. Gracias por recordármelo —dijo con tristeza.
Hubo una pausa corta y después Kevin señaló bruscamente.
—Quiero que vengas conmigo, _______.
El resentimiento surgió de nuevo.
—Lleva a tu otra mujer —espetó.
—Niki no es mi esposa —replicó mordaz—, no la quiero a ella conmigo. Te quiero a ti.
—Para exhibirme delante de tu familia —lo ridiculizó cruelmente.
Él respiró profundamente.
—Si quieres ponerlo así, pues... sí. Ir sin ti y que mi familia sepa que mi esposa me ha dejado... me daría la imagen de un fracasado.
Lo dijo en un tono bajo, monótono y ella no necesitaba mucha sensibilidad para saber que cada palabra le dolía. Otra vez se arrepintió de sus propias réplicas, aun cuando éstas estuvieran justificadas por las circunstancias. Ella no quería herir a Kevin; lo amaba. Estaba claro que significaba mucho para él que su familia lo considerara un hombre de éxito, Y era tan difícil que Kevin hablara de sus cosas personales, o que confesara sus fracasos...
Por alguna razón, las palabras que su abuela había dicho la noche anterior se deslizaron dentro de su mente. «¿Te preocupas por las necesidades de Kevin, _____?» Quizá esta era una de las necesidades de Kevin, más significativa que su orgullo.
Después de todo, se había olvidado de su orgullo al pedirle que la acompañara. En los viejos tiempos, antes de que ellos se casaran, _______ había sentido el profundo amor que él tenía por su familia. Por todos ellos. Excepto por ella. Se tragó su amargura. ¿Realmente importaba mucho si representaba el papel de la esposa sumisa una vez más?
—De acuerdo, Kevin —concedió—. Iré contigo a la fiesta de cumpleaños de tu madre-
Oyó su largo suspiro de alivio.
—Gracias, ______.
—¿A qué hora nos pondremos en camino? —preguntó.
—¿Te parece bien a las diez?
—Me parece bien —estuvo de acuerdo.
No se dijeron nada más hasta que llegaron a las puertas de Epping. _______ esbozó una sonrisa forzada.
—Gracias por traerme.
—Ha sido un placer —dijo él con la deslumbrante sonrisa que siempre había atrapado el corazón de _______.
Ella necesitó de toda su fuerza de voluntad para salir del coche y caminar hasta la oficina. Mientras lo hacía, sentía que la mirada de Kevin la quemaba.
Sabía que él la miraría hasta que ella estuviera fuera de su vista. No pudo evitar preguntarse si habría tomado una decisión equivocada al ceder en lo referente al cumpleaños de Sophia. Seria tan fácil sucumbir a esa sonrisa... Pero no debía. No, mientras él conservara a su lado a Niki Sandstrom.
Él sólo la utilizaría como siempre lo había hecho.
_____ tendría que recordarlo todo el tiempo.
Era extraño que Kevin no discutiera con ella por su trabajo con Harry Graham. ¿Sería porque lo de su madre era tan importante para él que no quería enfurecerla con otra cosa? ¿O sería posible que estuviera haciendo concesiones a sus necesidades?
Después de todo, él ya había cambiado su manera de pensar en lo referente a tener familia.
Esa tarde, cuando terminó de cumplir las instrucciones de Harry, no pudo resistirse a preguntarle acerca de la llamada de Kevin.
—Él me hizo una pregunta directa y yo le di una respuesta directa —respondió evasivo.
Ella lo miró atónita.
—Pensé que ibas a continuar protegiéndome, Harry.
—¿Eso te perjudicó?
—No —admitió.
Él se reclinó en su silla- Puso los pies sobre su escritorio y colocó las manos en la nuca. Suspiró profundamente.
—Por la experiencia que he tenido, déjame decirte algo, _____. El divorcio no es algo que te recomiende. No existe nadie, que yo sepa, que haya disfrutado de pasar por ese trance. Sé que duele íntimamente.
En sus ojos se advertía la dolorosa experiencia.
—Empieza por romperse la comunicación. Tú no dices las cosas que deberías decir, igual el otro.
Después, se llega al absurdo punto en que ya no puedes ni siquiera decir las cosas más fáciles. Ya no hablas, ni te comunicas. Todo, cada pequeña cosa, alimenta tus resentimientos y tú haces montañas de ellos. Y esas montañas se vuelven demasiado altas para ser escaladas —le ofreció una lastimosa sonrisa—. No sé qué pasa entre Kevin y tú y es mejor que no lo sepa. Recuerdo lo que había entre vosotros y me apena veros separados. Quizá fuiste tú quien ha hecho la montaña de un grano de arena o quizá haya sido él. De cualquier manera, es mejor que Kevin sepa lo que va a pasar. Saber es mejor que no saber. Hablar, es mejor que no hablar. Por lo menos, tienes la oportunidad de aceptar el punto de vista del otro.
Eso era cierto, pensó ______. Ella estaba contenta de haber subido al coche de Kevin esa mañana. En realidad habría sido horrible no saber lo que pasaba. Imaginar cosas. Ella, de pronto, se dio cuenta de lo que debió de ser para Kevin la noche en que ella no había ido a casa... sin saber... e imaginando cosas. Aunque fue culpa suya, por querer librarse de ella para tener sólo a su mujer de confianza a su lado.
—Las montañas son lugares muy solitarios, _______ —dijo Harry con suavidad—. Cuando te sitúas en una, piensas que estás en un tugar maravilloso; como amo y señor lo contemplas todo,
Pero la realidad es muy diferente. Tú estás solo. Y te lo dice alguien que lo sabe.
Ella frunció el ceño.
—¿Crees que Kevin esté cambiando de manera de pensar? —preguntó inquieta.
Harry se encogió de hombros.
—Quizá le están importando otras cosas mucho más de lo que alguna vez le importaron. Pasas por un infierno terrible cuando una mujer te deja, _______.
—Fue por su actitud.
Harry suspiró. Su sonrisa era una mueca. Al hablar, sus palabras fueron amables y burlonas.
—Oh, así pasa siempre, _____. Siempre es la actitud de la otra persona.
______ captó el mensaje; después de todo, ella tenía que resolver sus propios problemas. Ahora estaba contenta de haber accedido a pasar el domingo con Kevin y su familia. Por lo menos les daría la oportunidad de estar juntos y tendrían tiempo para alcanzar un mejor entendimiento. Merecía la pena el esfuerzo de intentarlo, de cualquier manera; se dijo que las montañas eran lugares muy fríos. Especialmente por la noche.

por **Vanee LovatoD'Jonas** Miér 15 Feb 2012, 2:23 pm

chiikajonas93 escribió:Hola aqui cap Vanee Jonas Muchas gracias por comentar este cap para ti :DD

aww nunca me habian dedicado un cap especialmente a mi :( Gracias &....

ahhhh Kevin puede estar cambiando!!!!!! & el domingo la fiesta de su mama!!!!! vas a estar juntos!!!!!

Siiiiguuueeelaaa!!!!!!!!!

por **Vanee LovatoD'Jonas** Miér 15 Feb 2012, 8:22 pm

Sigueeeee

por **Vanee LovatoD'Jonas** Sáb 18 Feb 2012, 9:43 am

Sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

por **☎ Jimena Horan ♥** Sáb 18 Feb 2012, 4:14 pm

lo siento no pude pasar,otravez lo siento
y ya lei el cap y me encanto!
siguelaaaaaaaa

por Contenido patrocinado

ϟ hypatia. aka Kate. MP ϟ Ver perfil.	ϟ dépayser aka Lea. MP ϟ Ver perfil.
ϟ youngjae aka . MP ϟ Ver perfil.	ϟ Stark. aka Cande. MP ϟ Ver perfil.

ϟ Legendary. aka Steph. MP ϟ Ver perfil.	ϟ chihiro aka Zoe. MP ϟ Ver perfil.
ϟ Kurisu aka Teph. MP ϟ Ver perfil.	ϟ Calore aka idk. MP ϟ Ver perfil.

ϟ ego. aka Kalgh/Charlie. MP ϟ Ver perfil.	ϟ Asclepio. aka Gina. MP ϟ Ver perfil.
ϟ mieczyslaw aka Alec. MP ϟ Ver perfil.