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El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
:lloro: :lloro: :lloro: :lloro:Rebeca. escribió:PIPE!!!
Regrese carajo, me fui demasiado tiempo, espero no me odies y aún me quieras como la buena Ziall Shipper que soy xd.
ME ENCANTO!!! El escritor hizo todo con tanto... detalle, cada cosa, todo lo que leí fue wow.. enserio que esta parte me enamoro, aunque no se, espero todo salga bien para Zayn y Liam, me gusto tanto que me muero xD no te comentare nada, ni te citare nada porque mi mente no debe repetir esas escenas xDDDD
Fue todo tan hermoso *-*
Gracias por subir y perdoname de nuevo por no comentar, ya tu sabes ¿no? Enserio y bueno también perdón por el asco de comentario pero no podía soportar otro día mas sin comentar...
Te quiero muchisimo SuegroBro xDDD
:imdead: :imdead: :imdead: :imdead:
Rebe :ilusion: :ilusion:
Regresaste cariño, que emoción, te extrañaba mucho de verdad, que bueno que regresaste me hacía falta tu comentario :,(
Nunca podría odiarte, nada más por favor nunca, nunca me vuelvas a dejar tanto tiempo porque me mato :(
Awwwww:3
Que bueno que te haya encantado preciosa, la verdad sí Orlando es un gran escritor, lástima que esta fue la única historia que escribió, yo soy su fan, y sí todo esto fue tan precioso, pero espera el capítulo que viene, estará miles de kilómetros mejor:3
No tengo nada que perdonarte preciosa, ahora mismo lo subo, no te olvides de mi otra historia, que te extraña carajo, hoy actualizo allá también...
Te quiero muchísimo más Nuerisistabro :3
PipeAlejandroMalik
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Capítulo VIII
El frío aire de aquella noche golpeó mi rostro con fuerza, mientras yacía, recargado sobre el viejo barandal de aquél inutilizado puente peatonal; miraba sin realmente ver cómo bajo mis pies, pasaban corriendo un par carros que después se perdían a unas cuantas curvas que conformaban aquél desierto tramo de la carretera. Desde hace mucho tiempo, cuando mi corazón se sentía abrumado, como ahora estaba, disfrutaba mirar desde lo alto cómo corrían los automóviles sobre el asfalto que no era más que una pequeña parte de aquel manto oscuro que cubría por doquier, así como del aire golpear mi rostro y mi cuerpo…
Llevaba poco más de un cuarto de hora ahí plantado, sin siquiera moverme un centímetro, esperando algo y alguien que deseaba que no llegara, nunca en la vida, pero de una manera totalmente inconsciente sabía que mi suerte no era tan buena y favorable como yo lo deseaba, así que ya estaba listo para esperar lo peor…
Sólo tuvieron que transcurrir unos cuantos minutos más, cuando de pronto oí como unos pasos se acercaban lentamente a mis espaldas. Intenté controlarme, pero mi corazón se disparó a mil, sin el menor aviso, haciendo correr sangre por mis venas sin orden, ni concierto. Como pude guardé el aplomo y no me moví un ápice siquiera… dejé que se acercara, que hablara, que dijera lo que tenía que decir y que se marchara… que no hiciera más grande esta situación que se había salido de nuestras manos. Y no me diera motivos para sentirme más culpable.
Pero las cosas no iban a ser tan sencillas como pude haberlo creído; por el rabillo de mi ojo, me percaté de cómo Zayn, se acercaba, cabizbajo, confundido, hasta que se colocó a unos cuantos centímetros de donde me encontraba, recargando su cuerpo sobre el barandal, mirándome con duda, con temor y un sinfín de sentimientos que ya no sabía que eran pero que estaban ahí y que no podía pasar por alto… Quería volverme hacia él y hablarle, confesarle lo que sentía, que lo amaba como jamás en la vida había amado a alguien, pero no pude, el miedo, la culpa y demás gobernaron mi cuerpo, me mantuvieron ahí adherido al frío barandal.
Tuvieron que transcurrir otra tanda de minutos para que al fin hablara. Y antes de que lo hiciera, suspiró profundamente, necesitaba armarse de valor, lo sabía, lo veía…
-Sé que mi llamada te desconcertó de sobremanera…- Inició, clavando su mirada a lo lejos, en la curva donde se perdía la carretera, abajo un automóvil pasó zumbando, después se perdió en las penumbras de la noche.- Pero realmente necesitaba saber que estás bien… que nada de lo que pasó la otra noche pudo afectarte, necesitaba saber algo de ti, lo que fuera… La duda me estaba matando y no tienes idea de cuánto…
¡Cómo podía decir eso!, ¡cómo podía creer que a mí el dolor no lo estaba haciendo!… Pensé muy en el fondo sin siquiera inmutarme, sin mostrar seña alguna de que me molestaban sus palabras…
-Puedo imaginar, como te sientes, cuán grande es la culpa que ahora cargas… Perrie es tu mejor amiga, lo he visto y ahora todo ha cambiado… No te imaginas cuanto me duele esta situación, no te imaginas cuánto siento que esto haya pasado, de haberlo permitido… estaba en mis manos detenerlo a tiempo… ¡pero no lo hice! Soy un imbécil el mayor de todos- casi gritó con una enorme frustración, con coraje, con un rabia que jamás en la vida había visto en una persona- En verdad lo siento tanto… me duele en el fondo del alma que esta situación este como está ahora… Soy el culpable, lo reconozco y por lo tanto te pido perdón- imploró, tranquilamente, pero con una tranquilidad simulada, falsa, que tanto él como yo sabíamos que no sentía para nada…
Intenté hablar consolarle, pero no pude, sinceramente no quise hacerlo, no debía, cualquier movimiento mal ejecutado traería mucho más malas consecuencias así que no debía hablar y permanecí así, quieto, sin amago alguno de hablar de excusarme, de librarlo de la culpa de la que ambos éramos coparticipes y no solamente él…
Guardó silencio, toda una eternidad, mientras el aire continuaba soplando quedamente, adulando nuestros rostros, por algunos momentos dudé en seguir en aquella postura pero para mi sorpresa lo hice, sorprendentemente bien.
-Realmente no lo sé, no sé qué paso, no sé lo que quiero y deseo, no sé nada y eso si es sumamente frustrante…- Continuó ante mi renuencia en hablar… y es que intentaba creer en cada una de sus palabras pero no podía, mejor dicho no debía hacerlo…- Sé que te arrepientes, de eso no hay duda. Sé que lo que pasó no fue cualquier cosa. ¡Tú y yo!… jamás debió pasar; y lo comprendo si nunca más deseas volver a verme, no protestaré una palabra siquiera, si me pides que me marche y que nunca más me vuelva a atravesar en tu camino, si me pides que deje a Perrie y me marche para nunca volver, así lo haré, no protestaré, no pediré una explicación, ni muchos menos…
Miré por el rabillo del ojo cómo la ira y la frustración se reflejaban en cada uno de sus gestos, en cada una de sus facciones, cómo invadían su sangre que ya comenzaba a golpear frenéticamente en sus venas; pero aún así guardé silencio, no hablé, no dije nada, era una fría estatua, era un ser inanimado de piedra, plantado ahí a una considerable altura del piso… Los minutos eran una eternidad ahí arriba… parecían no pasar, los segundos se hicieron interminables horas…
Y sin esperar más encaminó sus pasos lejos de donde me encontraba…mi absurda e infantil actitud no le eran de gran ayuda…
Observé detalladamente como emprendía su andar con las manos en las bolsas de sus pantalones, y la cabeza gacha, con la culpa y el remordimiento haciendo mella como lo estaban haciendo conmigo… Caminó sin ya importarle nada y sin saber siquiera a dónde dirigirse…
Y antes de que se perdiera en la oscuridad mis labios se despegaron y al fin pronunciaron palabra… Algo, miedo tal vez, me hizo reaccionar…
-Y tú, ¿te arrepientes?...- murmuré sin ánimo alguno, deseoso que no me escuchara, que no me oyera y siguiera con su camino antes de que las cosas se me salieran de control, mucho peor aún de cómo estaban ahora…
Se detuvo al instante que mi voz fluyó por mis labios, sin darme la cara, suspiró largamente y llevó sus manos a su cabeza que al instante tiraron de su cabello… Lentamente giró sobre sus talones, y mostró su rostro, un rostro que ha vivido un calvario en carne propia, no podía describirlo, no podía decir que sentimiento era el que más destacaba porque ahí estaban todos presentes, latentes, ninguno pasaba por alto, ninguno era más, ninguno era menos… Cada surco, cada arruga eran vivo signo de su dolor, de su sufrimiento…
Y yo que, ingenuamente, alguna vez llegue a creer que nada se comparaba con el mío…
-¡No!, ¡no me arrepiento!- gritó sin más, deseoso de librarse de cada uno de los sentimientos que le atormentaban, de todo aquello que sentía y que no podía explicar y que amenazaban con hacer estallar su corazón…-Eso, eso es realmente lo peor de todo, que no me arrepiento… Sí, sufro por ello y porque posiblemente jamás lo llegue a hacer… y porque deseo, anhelo como no tienes la más remota idea que se repita una, otra y otra vez, y no con cualquier persona, sino contigo y nadie más…
No sé qué paso esa noche, no sé qué fue lo que falló o lo que cambió, lo ignoro completamente, de eso no cabe la menor duda. Pero las cosas ya están hechas y no hay vuelta atrás…
Y ahí me quedé congelado, sorprendido, realmente aturdido, mirándole a los ojos, tratando de descubrir una mentira, una duda pero no hubo nada, ¡nada! ¡Nada!… solamente una verdad para confirmar… y nada más.
Titubeé unos segundos, ahora si quería hablar, preguntar un sinfín de dudas e inquietudes, pero mucho antes de poder hacerlo, comprendí un sinfín de cosas que jamás creería sino lo hubiese escuchado de sus labios. No había arrepentimiento, ni nada que le pareciere… había una remota posibilidad que hace mucho creí imposible… una posibilidad que sin duda alguna todo cambiaría… Levanté la vista y la posé sobre sus ojos cafés… y ahí estaba todo, la duda no tenía lugar: me amaba, como yo a él.
Zayn sonrió sin más, gustoso al fin de que llegase comprender lo que su corazón sentía y al instante sin esperar un segundo más levantó su mano… lo miré por unos instantes aún dudoso… Y, después, sin pensarlo un segundo más, hice lo mismo que él, y tomó entre sus dedos mi mano para guiarme en su camino, aun lugar del que por ahora ya no me arrepentiría, a un lugar que ambos deseábamos, inevitablemente hacia el fin del mundo…
* * * * * * * * * * * * * * *
Por más que deseé recordarlo, no pude precisar de qué manera fue en la que llegué a la casa de Zayn aquél día… Únicamente puedo recodar que en un abrir y cerrar de ojos ya estaba ahí, a la mitad del vestíbulo, sin nadie más que nosotros en aquella inmensa casa. No había nadie, ni alma en pena que vagara por ahí, solamente estábamos nosotros dos… nos hallábamos a oscuras, escasamente iluminados con la tenue luz que alcanzaba a entrar de las farolas de la acera. Nadie hablaba, nadie decía nada. Se colocó frente a mí y pese a la oscuridad pude verle con claridad, con suma nitidez como si las penumbras no existieran, sus ojos cafés centelleaban como dos gemas… Mi corazón latía febrilmente, con prisa, parecía latir al redoble de los tambores. Tomó mi barbilla con su dedo índice y alzó mi rostro para poder verme… su mirada profunda y enigmática se clavó en la mía y sin esperar más me besó intensamente, como jamás en la vida alguien lo había hecho y al instante pude recordar aquél sueño que hace mucho me había perturbado enormemente. En respuesta, le seguí en aquél juego que tanto adoraba, mis manos rodearon su cuello, mientras mi pierna rozaba sutilmente su acogedor bulto que ya mostraba débiles señas de vida… Continuamos con aquél juego quien sabe cuánto tiempo hasta que nuestros pulmones imploraron un poco de aire, me alejé sin soltar su mano. Recargué mi cabeza sobre su pecho y el llevó su mano sobre mi cabello con el cual tanto le gustaba jugar... Escuché por mucho tiempo el latir de su corazón que a diferencia del mío latía más pausada y lentamente, sin nada que le preocupara como a mí…
Sin decir palabra alguna deshizo el abrazo y me dirigió rumbo a su alcoba, subimos los peldaños de las escaleras con sumo cuidado, sin soltarnos un instante siquiera, así hasta que llegamos a su habitación. Nos adentramos en aquel lugar sin más. Mientras el cerraba la puerta a mis espaldas, me coloqué a la mitad del cuarto y miré a detalle cada rincón de aquel lugar, con la única finalidad de guardármelos en lo más profundo de mi corazón… Y de pronto recordé lo último que había sucedido en esta habitación… el recuerdo me robó una sonrisa que se escapó débilmente, sin que él se diera cuenta.
Sin previo aviso de algún lugar comenzó a reproducirse una bella melodía que me estremeció hasta los huesos: All you need is love de The Beatles.
De pronto sentí como Zayn se acercaba a mí, hasta que por fin sentí su cuerpo incandescente a mis espaldas, su rostro se amoldó a la perfección sobre mi hombro a un costado de mi oreja, su boca buscaba la calidez de mi cuello hasta que la encontró. Eché la cabeza hacia atrás para darle mayor campo de acción y así lo hizo, mientras tomaba mis manos entre las suyas y le dedicaba un poco de acción a mi miembro que ya hacía acto de presencia sobre mi ropa. Curvé mi espalda para que mi trasero se colocara sobre aquélla columna de hierro que hace poco había conocido. El contacto era nulo con la ropa puesta, pero la sensación que se lograba transmitir era inigualable. Y así seguimos hasta que mí boca se encontró con la suya y sus manos desabotonaron mi pantalón que cayó al piso cubierto por una alfombra, al instante sus manos se deslizaron sobre mi ajustado bóxer y tomó entre sus manos mi miembro que aun estaba semiinconsciente hasta que lo hizo alcanzar su mayor amplitud…
Hecha su tarea me hizo girar para hacerme quedar frente a él… Su pie pisó mi pantalón y al instante comprendí su siguiente movimiento. Levanté unos cuantos centímetros mis piernas hasta que quedaron libres… Tomó los bordes de mi camisa y de un solo tirón me despojo de ella y la arrojo al piso.
Completamente desnudo, le miré atónito, mientras él seguía ahí con toda su ropa puesta, privándome de su escultural cuerpo que tanto éxtasis me provocaba. Intenté desnudarlo pero no me lo permitió, mientras en su rostro se dibujaba aquello aturdidora sonrisa. ¡Quería enloquecerme!
Me tomó por la cintura y me acercó a él, sus manos se posaron sobre mi espalda ascendieron y descendieron sobre ésta una y otra vez, deseaba sentir en sus anchas manos la tersura de mi piel, la calidez que cada tramo de ella le brindaba, hasta que se posaron sobre mis glúteos que estrujaron hasta el cansancio, sin más por el momento su ancha mano derecha pescó fuertemente mi pierna y la alzó a la altura de su cintura; al instante su equilibrio se vio perturbado y sin el menor aviso caímos sobre la cama. Ambos sonreímos, después nuestras miradas se encontraron y el fuego del momento se avivó intensamente, fiel muestra de que, al menos, de momento, no iba a extinguirse…
Compusimos nuestros rostros… y su mano cayó sobre mi mejilla que tomó y acarició, con ternura, moví unos centímetros la cabeza hasta que sus dedos rozaron mis labios… que delinearon ni tardos, ni perezosos, hasta que mi lengua salió al ataque y se deslizó por éstos una y otra vez, hasta el cansancio. Cuando al fin mi parte había terminado, sus manos atacaron los costados de mi abdomen, el lugar más sensible de mi cuerpo, hasta que su rostro se colocó sobre mi pecho donde su tibia lengua hizo un grácil recorrido, dejando una pequeña marca de su paso por aquel lugar.
Y después de muchos intentos al fin controlé la situación, lo hice girar hasta que mi cuerpo se posó sobre el suyo. Sin esperar un segundo más comencé el ataque… Le despojé de su ropa que estorbaba y nos privaba de un bello espectáculo de que ya quería gozar, porque ya mi cuerpo lo imploraba a gritos, a voz en cuello y que no podía, ni quería esperar un minuto más… Arrojé su ropa a quién sabe diablos donde hasta que por fin aquél mágico espectáculo quedó frente a mí, como la mayor de las revelaciones que jamás haya visto en la vida. Era una estatua de bronce reluciente…
Al instante me arrojé a su boca que me recibió complacida de tenerme ahí a su merced, bajé por su cuello hasta que me posé sobre sus duros y erectos pezones que parecían satisfechos del trato que les daba, lo que no era para menos, así seguí hasta que el mismo instinto me dirigió a su duro abdomen de piedra, en donde cada línea que ahí se marcaba con su exactitud recibió un trato exclusivo. Y así seguí hasta que mi mano tomó aquella hermosa columna que se erguía como una fiera torre de marfil, sin esperar más mi mano la deslizó hasta la profundidad de mi garganta, a aquél acto le hicieron compañía una serie de interminables gemidos que escapan de su boca sin pena alguna.
Capté el dulce sabor de su cuerpo que emanaba aquella parte de él, la mejor parte que tenía… Era un sabor dulce, amargo, salado… todos en una deliciosa combinación que no se comparaba con nada en el mundo y que dudé rotundamente que jamás en la vida iba a encontrar….
Y de la misma manera en que me hice de la situación él también lo hizo. De pronto me miré ahí tirado boca abajo sobre la cama, mientras su lengua subía y bajaba sobre mi espalda hasta llegar al nacimiento de mi cadera que titiritaba al imaginar que le esperaba en aquellos momentos. Pero el solo hecho de volver a recordar aquella extraordinaria sensación un extraño y placentero ardor encendió los ánimos de mi cuerpo que comenzó a clamar que siguiera, porque ya deseaba que lo volviera hacer, una, otra y otra vez… sin descanso, sin tregua alguna. Hace mucho tiempo había gozado de todas estas sensaciones, pero la diferencia que entre ambas había era enorme, abismal, que después de vivirlas al lado de Zayn, las otras vividas con aquella persona que ya había decidido olvidar ya habían quedado atrás, como un mal recuerdo…
Una de sus manos se deslizó hasta mis glúteos, silenciosamente, a sabiendas que su discreción era su arma letal en aquellos momentos. Se extendió en toda su amplitud e inició lo que tenía preparado, uno de sus dedos se inmiscuyó acertadamente en la hendidura de mi trasero, que al momento intentó poner oposición pero que al otro cedió sin más.
Su ágil extremidad sopesó a magnitud el campo de batalla y continuaron con su inmiscución, abriéndose paso en aquél cálido lugar, que aunque ya conocía, no dudaba que alguna grata sorpresa le tenía preparada. Listo el lugar de la refriega continuó con lo que seguía, con lo que ya deseaba y lo que ya no podía esperar un minuto más…
Pese a mi total ensimismamiento me percaté como sus manos elevaron mi cadera a una altura considerable con la única y deliberada intención de que el lugar más recóndito que tenía quedara al descubierto, a la merced de sus caricias, de sus mimos y de sus buenos tratos. Colocó su miembro en la entrada de mi ser, a la espera de la seña que continuara, un leve meneo de caderas le hizo entender que estaba listo, o al menos en parte y el ataque continuó. Entró lenta y apaciblemente sintiendo como cada centímetro de sus carnes se abrió paso en mi interior, hasta que por fin mi ser entero devoró aquella férrea columna que despedía fuego vivo en cada uno de sus movimientos, y de la que no quedó nada…
Después de un largo rato, con el alma en el infinito y los cuerpos llenos de una brillante y fina capa de sudor estallamos juntos, en dos fuertes y abundantes descargas, la mía fue a parar sobre la sabanas que estaban hechas jirones y la de él inundó mi interior y sentí con suma precisión cómo aquél espeso y ardiente líquido invadía cada tramo de mis entrañas, como fiel muestra de su paso por mi cuerpo…
* * * * * * * * * * * * * * *
Y así sin más, mi vida cambió drásticamente, sin el menor aviso…
En un abrir y cerrar de ojos mis sueños de antaño se vieron realizados; lo más mágico que pude haber deseado en la vida al fin llegaba, sin siquiera aún creerlo. Mi vida dio un giro de ciento ochenta grados que volcó todo cuanto había erigido frente a mí, para dejar puesto los cimientos de lo que, ahora en adelante, era y sería mi vida. El panorama era una total utopía, pero desde el primer instante que pude ver lo que me podía deparar el destino quedé prendado, sin remedio, de todo cuanto se me ofrecía y sin más le acepté… Mi corazón así lo quería y lo deseaba, no había otra opción para él, realmente así deseé que fuera, que no hubiera más oportunidades para que más adelante no pudiese arrepentirme de no haberlas tomado.
Y lo que en antaño, en un tiempo pasado que parecía sumamente lejano fue una amistad nacida de la nada absoluta se convirtió en una amor que traspasaba fronteras, que había roto las barreras de lo imposible para dar paso a algo de lo que jamás en la vida me quería separar, algo que quería que fuera mío y sólo mío y de nadie más, por el resto de mi tan mísera vida…
Y cómo desde aquel día que Zayn se acercó a mí para brindarme su ayuda para así librar una materia que venía complicándome la vida, de igual manera ahora estaba a mí lado, brindándome su amistad, su cariño pero sobre todo, su amor, su inmenso amor que sin lugar a dudas había sido lo que más deseaba en toda la vida…
Pasábamos gran parte del día, juntos ya fuera en mi casa o en cualquier lugar donde no nos pudiesen mirar suspicaces, con miradas inquisidoras tratando de descubrir algo que deseábamos que nadie más que nosotros supiéramos y de igual manera las noches de luna e inclusive aquellas donde ni siquiera se asomaba un instante siquiera para ser cómplice del ritual con el cual adulábamos nuestros cuerpos sin descanso; en muchas ocasiones me llegué a preguntar cómo le haría Zayn para salir ya muy entrada la madrugada sin que sus padres se dieran cuenta y regresar sin que éstos se dieran la más mínima idea de que su adorado hijo llevaba poco más de un mes sin siquiera dormir un instante en su confortable cama…
En cuanto a la culpa, el remordimiento, el sentimiento de vergüenza, habían cesado de momento, lo que no implicaba de ninguna manera que hubiesen desaparecido; y es que en las pocas ocasiones que me llegaba a encontrar solo y tenía algunos minutos para mirar en perspectiva volvían sin más, como si nunca en la vida se hubiesen desaparecido, como si jamás hubiesen cesado un instante; lo peor de todo era que volvían más fuertes, mucho más persistentes que antes y que dejaban más que claro que mientras yo supiera que estaba haciendo daño a personas que me amaban, así iba seguir siendo, nada iba cambiar si de yo de alguna manera tampoco lo hacía…
Sí, de alguna manera el constante dolor que me hacían sentir había menguado, pero yo sabía, sin lugar a dudas que en cualquier momento iban a regresar como en cualquier momento lo haría Perrie…
* * * * * * * * * * * * * * *
Aquella fría tarde de invierno había pasado todo el día al lado de Zayn, desde muy entrado el amanecer hasta… hasta que mamá regresara… Pensé inconscientemente mientras escondía una sonrisa burlona.
Las últimas semanas de aquél mágico e irreal otoño así habían sido: nos veíamos día y noche y es que ya no había poder humano, ya no había nada ni nadie que nos pudiese separarnos, al menos no completamente, porque si de alguna forma así llegase a pasar, cada uno llevaría tatuado en su piel y en su alma, todos y cada uno de aquellos momentos que pasamos juntos. Y es que de una forma inexplicable tanto el uno para el otro ya se había convertido en más que una necesidad el estar cerca, éramos adictos a una droga que no nos llevaría a nada bueno pero que ahí estábamos; una necesidad que debía y tenía que ser saciada de cualquier forma que fuese posible, no importaba cómo, porque ahora ambos sabíamos o al menos creíamos ingenuamente, como lo hacen todos los locos enamorados que aman como nosotros, que, después de todo, el fin justificaba los medios por drásticos o crueles que estos llegasen a ser… ¡Sí! éramos dos locos iracundos que han perdido todo sentido de la realidad…
Al resguardo de su lujoso automóvil mirábamos, hipnotizados, totalmente perdidos, la belleza que nos ofrecía amablemente aquél hermoso cielo de endrino, tachonado por brillantes estrellas que parpadeaban como si fueran pequeños ojos que nos observaban desde lo alto, siendo nuestros únicos cómplices en aquella… singular aventura que ambos habíamos emprendido y de la que no sabíamos cuanto podía llegar a durar y ni la forma en la que iba a acabar.
Nos hallábamos parados a la mitad de un intransitado paraje, a sólo unos cuantos minutos de Wolverhampton; un hermoso lugar, lleno de gigantescos árboles que, por ahora, estaban desnudos, con la intimidad de sus retorcidas ramas a la merced del frío aire que soplaba por doquier y un amplio y empedrado sendero que zigzagueaba unos cuantos metros y después se perdía entre la sinuosas curvas que se formaban más adelante. De vez en cuando algún auto pasaba a nuestros costados, pero lo cristales de humo le impedía ver quien estaba en el interior del vehículo así que seguían su camino, de largo.
Mi cabeza reposaba plácidamente sobre el duro pecho de Zayn que se ensanchaba y se reducía paulatinamente a cada halito que entraba a sus pulmones; su mano izquierda había tomado la mía y jugaba con ella, mientras la otra se hundía en mi rizado cabello, sus dedos se enredaban entre mechones de cabello, se soltaban y volvían al ataque.
Hoy, habíamos pasado gran parte de la tarde así, mirando, sin siquiera realmente ver el espléndido paisaje que se dibujaba frente a nosotros; sin siquiera pronunciar palabra alguna y es que desde hace algún tiempo ambos nos habíamos percatado que no necesitábamos de ellas, eran rotundamente imprescindibles, la sola presencia del otro bastaba, el sólo hecho de sentirnos cerca, de estar piel a piel, eso era realmente suficiente, no necesitábamos más. O al menos a nosotros no… porque cuando el amor existe, cuando realmente anida en un corazón, como lo hace en los nuestros todo lo demás sobra y lo que más cuenta son los hechos, las acciones… las palabras están de más, como todo lo que nos rodeaba, porque a ellas el viento se las lleva fácilmente, como si fuesen las hojas que el otoño le arrebata a los frondosos árboles, y para jamás en la vida volverles a escuchar como quisiéramos, al contrario de los actos que sin lugar a dudas nos demuestran cuán inmenso es el amor, cuán grande y fuerte puede llegar a ser, porque a ellos les podemos recordar, volver a sentirlos una y otra vez hasta el cansancio, porque son los que nos hacen saber que hemos vivido, que hemos amado inmensamente…
¿Ignorantes conformistas? Podrían llegar a preguntarse. Tal vez; no lo sabíamos a precisión, o al menos no nos importaba como debiese ser. O sólo simplemente porque era algo que se nos olvidaba y pasábamos por alto, por el simple hecho de que, de momento, nos teníamos; ya después, cuando ya hubiese pasado un tiempo prudente y nuestros inquietos corazones nos exigiesen exteriorizar ese amor que sentíamos probablemente las cosas cambiarían, de momento estábamos bien, mucho más que bien, eso era indudable… lo demás sobraba, era punto y aparte: otra historia que después nos tocaría vivir, por ahora solamente nos queda disfrutar el momento y nada más…
En un sinfín de ocasiones que llegué a mirar a alguna pareja que parecía que jamás en la vida se podía separar, le juzgué severamente; pero ahora que lo vivo en carne propia, ahora que las cosas han cambiado definitivamente y que soy yo el que está en su lugar, comprendo tardamente que es algo incontrolable, algo de lo que no se puede escapar porque de una manera va incluido en el paquete que había aceptado sin condición alguna. Y no sólo era eso, había más… mucho más de lo que jamás en la vida creí… no me cansaba de verle, de besarle, de tocarle y de pasar cada uno de los momentos de mi vida junto a él. Realmente era sorprendente hasta qué grado se podía llegar, pero al estar en esa situación, en el otro lado del campo de batalla se llega a comprender, tardamente, pero al final de cuentas así lo hice.
Tuvo que transcurrir un largo rato para que su mano que jugaba con mi cabello se detuviera y se colocara sobre mi hombro donde comenzó a dibujar círculos sobre la tela de mi camisa. Después, en un movimiento silencioso, colocó su barbilla sobre mi cabeza, donde dejó escapar un largo suspiro que parecía que había contenido desde hace rato. Aspiré su embriagador aliento, hasta que su fragancia se perdió completamente.
- ¿Qué piensas?- preguntó, rompiendo el silencio y haciéndome salir de mi profundo ensimismamiento.
Sopesé su pregunta quién sabe cuánto tiempo y para sólo para responder un simple:
-Nada…- Guardé silencio otro largo rato más y después volví a hablar- Nada de importancia-.
Y sin siquiera verlo pude imaginar, como aquella sonrisa que tanto adoraba se dibujaba en su rostro.
-¿Piensas en Karen, no es así?- Volvió a inquirir, incrédulo ante mi respuesta.
Sin más me enderecé y me recargué sobre la puerta, para poder mirarle claramente.
-En parte…-
-¡¿En parte?!- preguntó con el entrecejo fruncido.
-Si ya sabes…- murmuré dudoso, después continué- Aunque esté haciendo esto, sé que no está bien o que significa que va a llegar a serlo. Tú y yo sabemos que no es lo correcto y por mucho que sea el amor que sintamos, nada justifica lo que estamos haciendo, nada lo hace y dudo que llegue haber algo que así lo haga… En verdad es algo que no sé, no puedo y ni quiero explicar.
Hay algo que no me permite ser completamente feliz, como realmente lo deseo; aun hay un sinfín de motivos para dar marcha atrás; dudas que no se han despejado como me gustaría y que aún me hacen sopesar las cosas a cada instante. Necesito una razón… la más grande de todas para poder continuar y seguir en esto- Seguí, desviando mi mirada de sus ojos cafés que estaban clavados en mí y la posé en un punto muerto, sobre su hombro.
Y sin siquiera darme tiempo de más tomó bruscamente mi brazo y me acercó a él, hasta que nuestros cuerpos volvieron a estar cerca.
Le miré sorprendido, pidiendo una simple explicación pero antes de que pudiese hablar posó sus labios en los míos y me besó arrebatadoramente, en su afán de hacerme olvidar cada uno de los sentimientos que comenzaban a anidar en mi corazón. Intenté alejarme, de separarme unos cuantos centímetros para suplicarle que parara, que se detuviera pero pudo más aquél deseo que ya me controlaba sin remedio, hasta que mi escasa fuerza de voluntad cedió una vez más.
Su cálida lengua profanó a profundidad mi boca, la mía le imitó, pero no podía comparar el trabajo que realizaba la de Zayn, así que dejé que le guiara hasta donde quisiera y de la forma que fuera.
Después paró, tomó mi rostro entre sus manos y lo alejó unos cuantos centímetros, clavó su inquisidora mirada en la mía y murmuró quedamente:
-Y ahora sí: ¿ya se despejó cuanta duda?, ¿ya se extinguieron lo motivos?, ¿ya puedes ser feliz?, ¿ya hay un motivo inmensamente grande para seguir en esto?-
Sonreí tímidamente, ya no había nada de aquello que me atormentaba, bueno al menos en el momento así era.
-No sé por qué… pero aun no…- murmuré, entrecortadamente, deseoso que continuara con su ardua labor de convencimiento y que jamás en la vida se detuviera; y es que cuánto amaba que empleara en mí sus sutiles métodos de persuasión.
Y sin esperar un segundo más continuó con su certero ataque, mientras sus manos se deslizaban sobre mi cuerpo que ya comenzaba a reaccionar antes sus letales movimientos. Se posaron sobre mis piernas donde ascendieron en dirección a mi entrepierna que ya era de roca, estremeciendo cada centímetro de mi piel… después subieron sobre mi torso donde se colaron bajo mi ropa. Inclinó su rostro sobre mi cuello que mordió queda y delicadamente hasta que subió a mi oreja donde murmuró un sinfín de palabras ininteligibles, y una docena de gemidos que elevaron la temperatura de mi cuerpo a mil.
-¿Y ahora?- volvió a inquirir de nueva cuenta.
Pero como comúnmente lo venía haciendo en los últimos meses ya no pude responder, mi boca no dijo palabra alguna, había perdido la batalla una vez más, mi cuerpo había cedido sin posición alguna y había obtenido al fin aquel absurdo motivo que tanto había pedido. Realmente sólo me había limitado a descubrirlo y es que desde hace mucho ya lo tenía, únicamente que no lo quería verlo… lo peor de todo era que su descubrimiento había sido a un precio demasiado alto…
Los motivos desaparecieron, las dudas se esfumaron sin dejar rastro alguno y así hasta que me sumí más en aquél estado del que, indudablemente, ya no podía, ni quería escapar…
* * * * * * * * * * * * * * *
Justo cuando emprendimos el camino de regreso, en las profundidades de las bolsas de mis pantalones mi móvil comenzó a sonar fuertemente. Rápidamente introduje mi mano y extraje el bendito aparato. Miré la pantalla y reconocí el número al instante. Desbloqueé el teclado y leí en mensaje de texto:
Mi amor, acabo de llevar, surgieron algunos inconvenientes de regreso, pero ya esto aquí. Espero verte para merendar juntos.
Un beso.
Karen
Respondí el mensaje con un simple… de acuerdo mamá, voy para allá.
-¿Y?- inquirió mi hermoso piloto.
-Karen, acaba de llegar y quiere verme para cenar juntos- respondí mientras posaba su mano sobre mi pierna que estrujaba suavemente. Volvió para mirarme y regalarme una de sus adoradas sonrisas.
No tardamos en mucho en llegar a Wolverhampton, era ya noche cuando así lo hicimos, así que los pocos semáforos ya no funcionaban y pudimos ahorrar más tiempo.
Zayn disminuyó velocidad a unos cuantos metros de mi casa, hasta que por fin se detuvo en la entrada. Al instante pude ver el automóvil de mamá estacionado, junto al otro y las luces de la casa encendidas iluminado tenuemente el interior.
-¿Crees que pueda pasar a cenar?- preguntó Zayn, como un niño. Volví la vista a él y sonreí con una sombra de tristeza en mí rostro.
Suspiré profundamente, para armarme de valor.
-Por hoy no lo creo posible, Zayn. En verdad necesitamos resolver esta situación antes de plantearle cualquier cosa a Karen, es muy suspicaz y no dudo, ni por un instante que pueda darse cuenta de algo. En verdad lo siento mucho…- dije en voz baja.
Zayn guardó silencio, posó su mirada en un lujoso automóvil descapotable, estacionado al otro lado de la acera del que no me había percatado.
Después habló, posando su gentil mirada en mi rostro:
-No te preocupes, te entiendo.- Soltó, sin mostrar amago alguno de molestia o algo que se la pareciere. Su mano acarició mi mejilla, después tomó mi rostro y me acercó a sus labios, los posó sobre los míos y me besó suavemente.
-No vemos mañana, ¿te parece?- inquirió poniendo sana distancia entre nosotros dos.
-Me parece muy bien- dije, mientras encendía el motor del auto. Sin más tire de la puerta y salí al frío de la noche. Y antes de que hubiese cerrado, Zayn, colocó su brazo sobre el asiento del copiloto y habló para mi sorpresa:
-Te amo-
Me quedé ahí plantado, fascinado con su bella sonrisa que se dibujaba en su rostro.
-No tanto como lo hago yo- fue lo único que atiné a decir. Acto seguido, cerré la puerta, mientras él movía la cabeza de un lado a otro, con su amplia sonrisa en su rostro que dejaba al descubierto sus dientes blancos.
Espere hasta que se perdió en la calle. Después seguí mi camino, sin antes dirigirle una mirada al llamativo automóvil que había visto hace unos instantes. Sin más, me dirigí a casa, oyendo como la grava crujía bajo mis pies.
Abrí la puerta, y me adentré a la calidez del interior, arrojé el juego de llaves a una pequeña charola que estaba a mi lado, sobre una vieja mesa. Me quité la chamarra y la colgué en el perchero. Cuando me dirigía a la sala, Karen salió de la cocina, con una pequeña charola en las manos donde reposaban una jarra de porcelana con algo caliente, porque despedía una cantidad considerable de vapor y una par de tazas que le hacían juego.
-¡Mi amor, me alegra que hayas llegado temprano!- gritó mamá a mitad de vestíbulo. Colocó la charola sobre la mesa y se acercó a mí, para estrecharme entre sus brazos.- ¡No sabes cuánto te extraño mi vida!-se lamentó, mientras me besaba sin parar en una mejilla y en la otra- Pero la verdad surgieron un sinfín de cosas; no me lo vas a creer, pero compré una pequeña casa a la orilla del mar. Como lo oyes, ¡una casa a la orilla del mar!, la verdad fue inevitable, era una oferta tentadora y bueno el lugar es de ensueño: palmeras, olas, arena, la puesta del sol desde la habitación principal, Cariño, fue inevitable, pero en cuanto conozcas el lugar puedo jurar que te vas a enamorar de él, como yo lo hice… No, no, no fue una ganga.- La miré con una ternura infinita, mientras continuaba hablando sin parar un instante si quiera. Hasta que posé la vista sobre la charola.- O casi lo olvidaba mi alma, tenemos visitas. Esto tampoco lo vas a creer, pero vas a ver que te van alegrar el día- continuó tomando mí mano para que le siguiera, con la otra, sostuvo la charola magistralmente.- Ven pasa te esperan…
Caminé siguiendo sus pasos hasta que llegué al marco de la puerta de la sala de estar…, y mucho antes de entrar la sorpresa me golpeó repentinamente.
-¡¿Tú?!...
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Hola… hola… hello… hello… Hi… Hi-… ok me calmo jajajaja, otro capítulo hot:3, señores esta historia apenas empieza, es muy intensa… ¿no son adorables estos chicos? Derraman miel, seguramente los han de seguir un enjambre de abejas, a menos eso me quiero imaginar yo, juntos por fin y felices… pero… ¿quién será la persona que encontró Li al llegar a su casa?
Descúbranlo la semana que viene, jajajaja (risa malévola)
PipeAlejandroMalik
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Me encantoooooo... por fin los chicos juntos. Mis ziam que bellos. Gracias por adaptr esta novela amigooooo te quiero. Ahora la llegada de alguien secreto... jummm eso ko traerá nada bueno para mis chicos lo se. Muero por saber que sigue asi que act pronto baby. Me encanta esta novela. Sr Orlando me quito el sombrero.
fabiangerjh
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Hola Fab te tocó ser el unico comentario jejej... si por fin juntos, pero será por mucho tiempo?... Son hermosos,,, Esta historia es especial la queria compartir con ustedes... Amigo te quiero mucho.... No traera nada bueno, empiezan los priblemas... ahora mismo lo sabras.... Gracias por querer mis novelasfabiangerjh escribió:Me encantoooooo... por fin los chicos juntos. Mis ziam que bellos. Gracias por adaptr esta novela amigooooo te quiero. Ahora la llegada de alguien secreto... jummm eso ko traerá nada bueno para mis chicos lo se. Muero por saber que sigue asi que act pronto baby. Me encanta esta novela. Sr Orlando me quito el sombrero.
PipeAlejandroMalik
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Capítulo IX
La sorpresa me dejó aturdido de un certero golpe. Mi corazón se disparó a mil, intenté dar unos cuantos pasos pero mis piernas no respondieron a seña alguna de mi cerebro. Así que me quedé ahí, como un imbécil, con la mirada desorbitada posaba sobre la figura de quien yacía sentado en el mullido sillón de la sala…
Sin esperar un instante mi visitante se levantó del asiento, sin darme un minuto para reaccionar, apuró sus pasos hasta que se arrojó a mí, con los brazos abiertos, estrechándome fuertemente contra su cuerpo. A sus espaldas dejaba el rastro de un suave perfume que me hacía evocar aquel pasado que hace mucho había decidido olvidar.
-Me alegra volver a verte- me murmuró al oído, sutilmente, con la deliberada intención de que su cálido aliento me estremeciera- No sabes cuánta falta me has hecho en este largo tiempo… No te imaginas cuanto te he extrañado… Liam.
Intenté responder aquél abrazo pero no pude moverme un centímetro si quiera, mientras mamá arqueaba las cejas un tanto sorprendida, por mi sutil reacción.
Ante mi frío recibimiento, se apartó de mí para mirarme detalladamente. Y yo así lo hice también, pero a diferencia de la suya, mi mirada estaba cargada de algo que no podía explicar a cabalidad y por más que lo intenté no pude hacerlo, como me hubiese gustado. Algo que ya no era como antes lo había sentido pero que aún ahí estaba presente…
Y después de un largo rato al fin exclamé sin más:
-¡Emiliano!... ¿tú?... ¿aquí?...- ante aquél joven que me miraba sumamente alegre con una altanera sonrisa en su agraciado rostro y un brillo especial en sus ojos felinos.
-Me da mucho gusto volver a verte, Liam, cuánto tiempo sin saber de ti.- dijo quitado de la pena, evadiendo mi pregunta y en un intento de que Karen no se percatara de mi brusca reacción, como él ya bien lo había hecho. Pero ya era demasiado tarde, mamá me mirada desconcertada mientras servía una taza de chocolate caliente fingiendo no haber oído absolutamente nada.
-El gusto es nuestro, Cariño. Quien lo diría, después de una larga estancia al fin estas de vuelta con nosotros; eso realmente me alegra, por Liam claro, eran tan buenos amigos- comentó mamá mientras le acercaba a Emiliano la taza que acababa de servir, con una pulcra servilleta blanca, bajo el plato.-
-Gracias…- murmuró, dirigiéndome una mirada, tratando de sopesar cuánto duraría mí aplomo, que parecía que no lo iba a hacer por mucho tiempo.- A mí también me alegra volver a verlos… señora. En cuanto volví a Wolverhampton lo primero que hice es venir, sólo que ya van dos ocasiones en la que he venido pero no he encontrado a nadie hasta llegue a pensar que ya no vivían, en la ciudad.
-Que va cariño yo de aquí ni muerta me muevo, lo que pasa es que desde hace algún tiempo estuve de viaje y bueno Liam al parecer ha aprovechado mi ausencia, para no estar en casa, ¿no es así, mi alma?...- inquirió mamá tratando de romper la tensión, del momento. Al ver su intento fallar se limitó a sentarse sobre el sillón a su espalda, sin despegar los labios.
No respondí y seguí con la mirada sobre Emiliano, que parecía no inmutarse un ápice siquiera. Karen pasó por alto mi descortés actitud y sirvió dos tazas más de chocolate, que dejó sobre la mesa del centro.
-Nos puedes dejar solos, mamá-pedí a Karen, que sin más explicación se levantó de su asiento.
-¡Claro! Sé que tienen mucho de que platicar….- dijo sobriamente, tratando de alejar cuantos mal pensamientos acudían a su cabeza, de todo lo que podía pasar en cuanto ella se fuera- Emiliano, en verdad fue un gusto volver a verte, me daría mucha alegría si un día de estos aceptas una invitación a comer, tu regreso amerita una pequeña celebración- ofreció Karen, por cortesía y es que algo le indicó que no había sido buena idea.
-El gusto fue mío. Y cuando usted disponga señora, yo estaré puntual aquí.- dijo Emiliano levantándose de su asiento de un salto y una radiante sonrisa que me traía tantos recuerdos se esbozo en su rostro.
-¡Esa es la actitud cariño!- celebró mamá- En cuanto tenga un tiempo te lo haré saber. ¿Estás de acuerdo?
-Esperaré con gusto su invitación- confirmó Emiliano, mirándome, tratando de percibir algún gesto, o lo que fuera que delatara lo que realmente estaba sintiendo, pero mi rostro era inexpresivo, vacío, sin ninguna emoción visible, o al menos físicamente no lo eran.
-Me retiro, Liam.- dijo mamá mientras se acercaba a mí. Se colocó a un lado mío, tomó mi mejilla y murmuró en voz baja- Hablen con calma… estoy arriba así que cualquier cosa que se les ofrezca no dudes en llamarme- dejando más que claro que sabía o al menos sospechaba que algo no andaba bien, como debía serlo.
-Gracias- dije sin más, con las ansias contenidas de que nos dejaran solos y es que había tanto por preguntar, tantas inquietudes, tantas cosas que aclarar que ya no podía esperar un minuto más.
Esperé a que Karen subiera las escaleras y cerrara la puerta de su habitación. Hasta que al fin lo hizo; suspiré largamente, tratando de que, en aquella, inhalada de aíre que entraba a mis pulmones, fuera incluida un poco de fuerza para armarme de valor.
Miré fijamente a Emiliano, con todos aquellos sentimientos contenidos en mi interior. Era tal cual le recordaba, nada en él había cambiado. Nada era diferente, el tiempo parecía no haberle cobrado factura… aun de momento claro. Su esculpido cuerpo era tal cual, protuberante, lleno de duros y firmes músculos que oprimían la tela de su camisa sin recato; su piel morena seguí irradiando aquel brillo de cobre que le caracterizaba y que era tan atrayente en él; su cabello de caoba seguía igual de rebelde como desde hace años; y su rostro, continuaba con aquella cautivadora belleza, refinada por sus felinos y cambiantes ojos de miel, que te cautivaban al instante con una sola mirada que te dirigiese.
El silencio era infernal, de muerte y para mi sorpresa fue roto por él.
-En verdad no te imaginas cuánta falta me has hecho en este año- murmuró sin despegar su mirada de la mía.
Esperé a que continuara pero no fue así calló, para que cada una de sus palabras hiciera efecto en mí ser, pero el tiro le salió por la culata, no me inmutaron para nada, todo lo contrario actuaron como estimulante para que dijera lo que tenía que decir.
-¿Cuándo volviste?- pregunté sin más, con descortesía, tratando de ser lo más brusco que se podía, quería que se diera cuenta de cuánto daño había hecho, de cuánto dolor había causado en antaño.
-Hace sólo tres días- respondió de inmediato.
Guardé silencio sin despegar la mirada de la suya. Y es que no entendía a que había vuelto y ni en qué momento lo había hecho. Ya no lo necesitaba, como alguna vez pude haberlo llegado a necesitar, de eso estaba más que seguro.
-Intenté buscarte, pero como ya escuchaste, no había tenido suerte, hoy también así llegue a creerlo, pero justo cuando estaba a punto de irme me percaté de que tu mamá llegó; así que decidí esperarte, necesitaba verte….
-Me da gusto tu perseverancia, pero ya me tiene sin cuidado.- arremetí contra su falsas excusas.
-Debí suponerlo desde el principio… estás molesto, ¿no es así?...- inquirió mientras sonreía, como siempre lo hacía: altaneramente.
-¡No has cambiado Emiliano!- dije mientras ponía los ojos en blanco y veía que definitivamente el tiempo no lo había cambiado en absolutamente nada.- Tu ego está por las nubes.
Sonrió molesto por mi comentario, odiaba que reprimiera su egoísmo muy propio de él, pero no se inmutó más como deseaba que lo hiciera, supo contenerse.
-¡Sí! definitivamente estás molesto- confirmó con ironía para sí mismo. Cruzando los brazos contra su pecho.
Su estúpida afirmación sin sentido me hizo salir de mis cabales y al fin, después de tanto contenerme estallé, con aquella furia contenida que hace mucho había reprimido y de la cual aún quedaban un poco de rastro, lo suficiente como para por lo menos desquitar una pequeña parte de aquello que algún día me hizo sentir.
-¡Y qué esperabas Emiliano!... Que estuviera feliz de la vida por el sólo hecho de saber que has vuelto, de que estabas de regreso… ¡para nada! Te equivocas una vez más como siempre lo haces, ¡erraste!…
Yo a diferencia de ti por supuesto que si he cambiado, las cosas no son como algún día tu las dejaste… a mí el tiempo si me cambió, para bien o para mal eso ya no es de tu incumbencia…
-Necesitas escucharme, antes de cualquier sentencia de tu parte, dame una oportunidad, no te pido más.- suplicó, con una falsa tristeza que ambos sabíamos que no sentía, en lo más mínimo.
-Pides una oportunidad cuando fuiste tú el que huyó de lo que el destino le deparó, de lo que la vida le dio y aún así esperas que esté contento por tu regreso y te brinde una oportunidad.
¡No!, definitivamente, no Emiliano. Tuviste tu oportunidad y la desperdiciaste, la tiraste a la basura, de la peor manera posible, sin la más mínima consideración.
Fue una vida de promesas, de sueños que me prometiste cumplir a como diera lugar y a la primera de los problemas me dejaste sin la más mínima compasión, sin la más mínima explicación. ¡Te fuiste sin decirme nada!, ¡sin palabra alguna! Cuando te busqué, porque te necesitaba… ¡ya no estabas!
Traté de comunicarme contigo y lo único que me encontré fue con negativas, con absurdas excusas que ni la mitad de ellas tú te las creías. ¡Y aún así pides una oportunidad!, eres más imbécil de lo que supuse si crees que puedo darte una oportunidad, o me subestimas en demasía si crees que puedes llegar a convencerme, como antes lo hacías.
-¡Escúchame! Liam, para todo hay una explicación… y mi situación no es la excepción- me interrumpió pero de inmediato continué.
- Y qué explicación piensas darme, las mismas que aquella vez. No va a funcionar, te lo digo desde un principio, no albergues ridículas ilusiones.
Cuando tus padres se percataron de que entre nosotros dos había algo más que una simple amistad de jóvenes ingenuos que aún no saben, ni imaginan que es lo que quieren en la vida te ofrecía hablar con ellos y con Karen de igual manera, para aclarar las cosas, para arreglar y plantear esta situación de la mejor manera posible, y no lo quisiste así, y ni por que ya sabías que era imposible cambiar lo que eras, ni por que ya sabias que habías nacido así y que no iba poder humano que lo cambiara; tu absurdo orgullo sobrepaso ese amor que decías sentir por mí…No hay excusa y ni la va haber, al menos no para ti que te quede claro. Y por más que quieras hacerme creer que no las cosas no fueron como realmente son, pierdes tu tiempo, y te engañas a ti mismo de la peor manera.
-No puedes juzgarme así… ¡no tienes ningún derecho en hacerlo de esa manera!, no cuando no conoces a exactitud la situación, Liam- me dijo conteniendo una ira enorme que denotaba su rostro; y es que creía que de alguna manera que cuando él regresara todo iba a seguir igual a como lo dejo, que aquél Liam que hace mucho tiempo trató seguía tal cual como lo había conocido; lo que nunca llegó a imaginar, ni siquiera en sueños es que las cosas habían cambiado, sin tomarle en la más mínima cuenta… que todo lo que un día abandonó a la merced del tiempo que nunca perdona ya no era suyo… que mi corazón desde hace mucho tiempo le pertenecía a otra persona… inmensa y abismalmente diferente a él, a la que nunca cambiaría por nada del mundo y a la que ahora amaba por sobre todos y todas las cosas…
Indignado se acerco a mí, clavó su felina mirada sobre la mía, con fiereza, con el espíritu de su carácter en ella.
-Te juro por mi vida que te voy a demostrar que no fue mi culpa, que nada de lo que dices tiene fundamento y que el único culpable aquí es el maldito destino que nos hizo pasar una mala jugada en la que los dos perdimos demasiado.
Por un momento mi mirada flaqueó ante tal intensidad, pero como pude la sostuve y le miré mucho más desafiante que como él lo estaba haciendo.
-Y aunque así llegara a ser, suponiendo que la razón estuviera de tu parte, imaginando que todo lo que me has dicho sea verdad… ya te lo dije: ya nada va a cambiar, ya no hay solución a lo que ya pasó. Soy diferente a aquél Liam, que se enamoró perdidamente de ti, ya de él no queda nada, ni rastros de su existencia…
Hoy alguien, mucho mejor que tú ha llegado a ocupar tu lugar. Una persona mil veces diferente a ti.- dije con calma, mientras sentía su respiración contenida restregarse contra mi rostro que está a unos cuantos centímetros del de él. La sorpresa le arrancó un gesto que no pudo disimular en lo más mínimo, su cara se encendió, como si estuviera a punto de estallar en cualquier momento. Pero de alguna forma se contuvo como pudo y guardó la compostura.
Sin más sonrió altaneramente, tratando de disimular todo lo que sentía.
-Eso está por verse Liam. ¡Dúdalo!, date esa oportunidad, concédete el beneficio de la duda y verás que el que ha errado aquí eres tú y no yo- soltó con tono amenazador. Después se alejó con paso fuertes, hacía la salida.
Dejé que se marchara pero antes de que saliera volví a hablar azuzado por todo aquello que viví a su lado, por qué algún día le quise inmensamente.
-Hace mucho te amé, como jamás hasta ese momento lo había hecho. Pero te fuiste sin dar una explicación, sin darme un motivo lógico por el que lo estabas haciendo. De la noche a la mañana desapareciste, saliste de mí vida, sin el menor consuelo de que algún día fueses a regresar. Ese dolor fue inmenso como no tienes idea, pero como pude lo combatí, salí a flote de eso y hoy estoy aquí.
Hay cosas que ni en tiempo perdona, y ésta es una de ella. Ya no estás en mis manos esta situación Emiliano- dije mientras se detenía a la mitad de la sala de estar bajo el marco de la puerta. Se detuvo sin darme la cara, escuchando lo que tenía que decirle- Y aunque todo fuera verdad y que tú no tuvieras culpa en esto que pasó, ya no hay vuelta de hoja, el pasado es eso pasado, aunque duela hasta el alma. Aunque quiera ya no puedo, ni debo hacerlo…
Sin más que decir salió de la casa, jurando por su vida que las cosas iban a cambiar a cualquier precio que fuera…
Cerró la puerta, de un portazo, que hizo vibrar los cristales de la ventanas, oí como las llantas de aquel automóvil descapotable que estaba estacionado en la acera de en frente, rechinaban siniestramente hasta que aquel ensordecedor sonido se perdió en la lejanías.
Después me derrumbé sobre el sillón, mis piernas ya no pudieron sostener mi cuerpo y caí rendido, como si una tonelada de plomo me hubiese caído encima y ya no pudiese maniobrar libremente. Me recargué sobre el respaldo, cerré los ojos y mis manos masajearon mis sienes, con fuerza.
¡Hoy! Después de tanto tiempo, Emiliano, volvía. Pensé.
En verdad no podía creer el grado de mala suerte que podía llegar a tener, en verdad que no podía creerlo y de ninguna manera no lo iba hacer así; pero después de mucho al fin me resigné, como siempre lo venía haciendo, en todo cuanto me tenía reservado la vida.
Lo peor de todo no fue su regreso, no fue su llegada de nueva cuenta a mí vida, nada de ello importaba, lo que realmente me preocupaba era que iba a hacer de ahora en adelante, que tenía que hacer; ya no estaba sólo Perrie de por medio, sino también Emiliano, y aunque yo ya no sintiese nada por él, de alguna manera tenía que hacérselo hacer y notar, de una forma u otra tenía que darse cuenta que ya no lo amaba, que ahora era Zayn quien era el dueño de mí corazón y no él; y era ahí donde el problema surgía ¿de qué manera hacerlo?...
Cerré los ojos y tiré de mis cabellos deseoso de que mi cabeza reaccionaba, pero a tiempo me di cuenta de que esa no era la forma indicada de hacerlo. Así que disminuí la presión que ejercía sobre ellos, esperando que ahora sí las ideas fluyeran sin obstrucción alguna. Pero nada llegaba, nada pasaba. Iba a intentar de nueva cuenta si la fuerza bien empleada daba resultado pero antes de llevar a cabo mis métodos coactivos, escuché como de las escaleras descendía mamá.
Esperé un largo tiempo hasta que por fin habló:
-¿Ya se fue Emiliano cariño?- preguntó.
Suspiré profundamente y me levanté para responderle.
-Sí, ya tiene un rato mamá.- dije abriendo los ojos para verle mejor. Estaba recargada contra la pared de la sala mirándome tiernamente, fingiendo que nada de lo que había dicho aquella noche, lo había escuchado, lo que de alguna manera era imposible, pero siempre tan condescendiente que me hizo quererla mucho más de lo que ya no hacía.
-Por un momento creí que se quedaría merendar- dijo Karen.
-Yo de igual manera, pero tenía compromisos que atender, gente a quién visitar, así que no pudo, ya será para otra ocasión Karen- mentí descaradamente, a sabiendas de que ambos sabíamos lo que realmente había pasado, pero por temor a hablar ocultábamos la verdad.
-Así parece Cariño, ya será para la otra- confirmó encogiendo los hombros, mientras sonreía tratando de despejar el amargo momento que acababa de pasar. Me contagió su alegría al instante que me hizo levantar de un salto de mi asiento para dirigirme a ella y besarle en la frente.
-Te extrañé tanto, mamá- murmuré quedamente, descubriendo que sus ausencias prolongadas me afectaban más de lo que realmente creía.
-Y yo a ti mi amor- respondió, alegre de estar de vuelta.- Pero ya estoy aquí de nuevo, así que aprovéchame que me voy…- dijo con aquella pícara alegría que tanto le envidiaba mientras le ponía los ojos en blanco.
¿Tienes hambre cariño?- preguntó como si nada hubiese pasado aquella noche, como si nadie hubiese regresado del pasado.
-No, definitivamente no- respondí- pero si gustas te puedo acompañar.- le ofrecí.
-No, no, no. Ningún pero que valga, hoy cenarás conmigo, hace mucho que no lo hacemos. Y hoy que podemos, no aceptaré un no por respuesta así que vamos que mi estomago clama un poco de comida- dijo si más, tomándome y guiándome a la cocina.
Tardamos una medía hora en preparar algo decente para cenar, y es que por las noches yo era quien se encargaba de tal situación pero el día de hoy no tenía contemplado cenar en casa así que en la cocina no había absolutamente nada. Preparamos una comida sencilla: un par de sincronizadas y jugo de naranja. Listos nos dirigimos al comedor, Karen con un plato repleto de comida y yo con una jarra de cristal y un par de vasos, cubiertos y platos en las manos. Me demoré unos instantes en la cocina buscando quien sabe qué diablos. Cuando volví mamá ya estaba sentada a la espera de que la hiciera compañía. Me senté a su lado derecho, colocó un plato y un par de cubiertos al instante; mientras repartía unas cuantas piezas de comida, recorrí el comedor lentamente.
“Hace mucho que no como en casa” Pensé para mis adentros mientras una sonrisa maliciosa se dibujaba en mi rostro, que de inmediato trate de disimular, por temor a que Karen se percatara.
En mi recorrido mi vista cayó sobre un montón de periódicos que estaban al otro lado de la mesa. Me levanté de la silla y me dirigí a él. De igual manera hace mucho que no me tomaba la molestia en leer un poco de información, pudo haber pasado de todo y yo sin darme siquiera cuenta. Así que tomé el primer ejemplar, el del día de hoy y lo llevé hasta mi lugar para hojearlo detenidamente, miré sin darle mucha importancia a las principales noticias que acaparaban los titulares.
Hasta que por fin una captó mi atención, en lo alto un enorme titular llenaba la página, y bajo este una foto enorme de alguien a quien conocía de sobra.
En la nota rezaba lo siguiente:
Literatura Contemporánea
Perrie Edwards, la nueva revelación de la literatura juvenil.
La noche pasada, Perrie Edwards, la nueva joven que enarbola el estandarte de la inspiración, logró sobresalir en la penúltima etapa del concurso de literatura juvenil, que se está llevando a cabo en la maravillosa ciudad de Montreal, Canadá; tras una ardua competencia donde se disputa algo más que un título y la publicación especial de una novela de su autoría.
Ésta nueva revelación ha causado sensación y furor, en los círculos de la nueva literatura moderna que, hoy día, está en manos de nuestro jóvenes. Su trabajo ha destacado por el de sobre todos aquellos concursantes que la han acompañado en esta competencia y es que su frescura y sencillez con la que plasma cada párrafo de sus historias es sensacional, sumamente cautivador que atrae y te embauca al momento y te transporta a mágicos mundos de donde pocas veces puedes escapar…
Y hoy a quien le deseamos el mayor de los éxitos, que sin lugar a dudas pronto obtendrá.
J.G
Cerré de golpe el periódico y lo arrojé contra la mesa. Karen se percató de inmediato de mi reacción y buscó el por qué de ella. Tomó el periódico entre sus manos pasó rápidamente, las hojas hasta que encontró aquella que había leído hace solo unos instantes. Leyó rápidamente la nota. Conforme sus ojos se deslizaban por las líneas del texto, en su rostro se dibujaba una alegría que en la mía no aparecía ni un asomo siquiera. Hasta que por fin terminó, sin más salto de su asiento alegremente, bailoteando como nunca. La alegría que ella sentía no era para menos, si en mí hubiese aparecido hubiese sido mucho más inmensa, pero no era el caso.
-¿Cariño sabes lo que eso significa?- preguntó mientras se acercaba a mí y se colocaba a mi lado. Me limité a sonreír, fingiendo algo que no sentía en lo más mínimo.
-Pronto, mi vida, muy pronto Perrie estará con nosotros, ¿no te alegra eso?- dijo sin más, tomando mi cabeza para acercarla a su cuerpo, mientras yo dirigía la vista a la ventana donde se perdió, por largo rato.
“Pronto estará con nosotros… con nosotros…” repetí sin sentido, a sabiendas que su regreso era ya algo que de lo que no podía huir, algo que sabía que pronto pasaría pero que había preferido ignorar, algo total y rotundamente inevitable…
* * * * * * * * * * * * * * *
Aquélla tarde Karen se preparaba para salir de viaje de trabajo, su estancia esta vez seria de dos días o tres a los mucho, aun poblado que estaba a una cuantas horas de Wolverhampton, así que había decidido aprovecharlos a lo máximo, en compañía de mi más adorado sueño.
De momento Zayn no estaba al corriente del regreso de Emiliano, era algo que me lo había reservado para una ocasión como ésta, y es que necesitaríamos un largo tiempo para aclarar unos cuantos puntos que me gustarían que quedaran en claro, tiempo que no gozábamos mientras Karen estuviera en Wolverhampton.
Así que por esta ocasión no dormiría dos noches en casa, por lo cual mi maleta con mis cambios de ropa necesarios ya se encontraba preparada bajo la cama, a la espera de que partiéramos en cualquier momento. El lugar aún no lo sabía pero daba lo mismo a donde fuéramos, hay ocasiones que detalles como ellos salen sobrando en demasía y que se vuelven trivialidades, minimiedades…
Mamá se despidió pasadas las ocho de la noche. Dejándome las ya conocidas indicaciones. Ya previamente había hablado con Margarita, para que hacer de su conocimiento que no estaría en casa, por dos días, mintiéndole que mamá sabia de tal situación, esperando y otra vez confiando en que la suerte estuviera de mi lado y las cosas no se me salieran de las manos.
Un cuarto de hora después de que mamá salió de casa, tocaron al timbre. Rápidamente abrí para no hacer esperar a Zayn. Cuando abrí la puerta ahí estaba, mi más deseado sueño de otoño, tal y como lo recordaba, llevábamos unas cuantas horas sin vernos, pero para mí había sido una eternidad. Sin esperar más me arrojé a sus brazos y le besé como pocas veces lo había hecho.
-¡Woooo!, vaya recibimiento tan efusivo- dijo sorprendido, mientras cerraba la puerta a sus espaldas.- Pocos de estos, había recibido…- continuó dibujando una sonrisa. Por mi parte me limité a seguir con mi trabajo, pero de inmediato me detuve. No había tiempo que perder…
-Mejor nos vamos, ¿no te parece bien?- inquirí, separándome unos centímetros de él.
-¡Me parece perfecto!- respondió efusivamente.- Hay tanto que hacer…- murmuró por lo bajo, maliciosamente…
Sonreía ante sus ocurrencias
-Y de qué hablar…- completé, mientras en su rostro se dibujaba un gesto de no saber de que hablaba, en lo absoluto. Sin darle tiempo de más, le empujé a la salida, abrí la puerta, y sin esperar un minuto más salimos a disfrutar un día de la compañía tanto del uno como del otro, porque ninguno de los dos sabíamos cuando esto iba a acabar…
Nuestro destino final fue un parque, que se hallaba en una reserva ecológica, una extraordinaria combinación de deportes extremos y un paisaje de ensueño, anclado en la hendidura de tres grandes empinadas laderas que terminaban en un terreno boscoso, repleto de enormes árboles, lugar localizado en el poblado de Brewood. Rentamos una pequeña cabaña para dos personas, en lo más profundo de aquel lugar, con la deliberada intención de que nadie nos molestara de momento.
La noche previa a nuestra partida de aquel lugar, al fin decidí hablar con él y que pasara lo que tuviera que pasar y que fuera lo que la vida quisiera…
Zayn acababa de salir de bañarse cuando comencé el ataque. Cubría su cuerpo de tentación con nada más que una toalla blanca que traía amarrada a la cintura, dejando al descubierto su pecho de piedra y su marcado abdomen, todo un espectáculo que pese a conocerlo a profundidad aun me perturbaba en demasía.
-Zayn…. Necesitamos hablar, es importante- murmuré sin darle más vueltas al asunto.
-Adelante te escucho- dijo recargándose sobre un tocador que estaba en la habitación de la cabaña.
Pasé saliva con dificultad, suspiré largamente y al fin dije lo que tenía que decir….
Lo que creí que podía empezar y terminar mal, se volvió una amena platica. Zayn reaccionó de la mejor manera, algo que no me lo podía creer, y es que francamente esperaba otro tipo de reacción y no la mostrada por él, en aquel momento.
Le conté todos y cada uno de los detalles de toda la historia vivida al lado de Emiliano, algo que jamás se lo había contado, o al menos no como así, como realmente habían pasado las cosas, ni la forma en las que estas se habían dado. Escuchó atento todo lo que tenía que decir y cada una de las cosas que de mi boca salían. Hasta que por fin terminé.
El silencio se asentó sobre la habitación como un incierto presagio de lo que pronto venia. Le miré fijamente, esperando su reacción o lo que fuera ya no importaba qué…
Se acercó a mí lentamente, casi contado cada uno de uno de los pasos que sus firmes piernas articulaban, hasta que se colocó frente a mí. Tomó mi barbilla y levantó mi rostro para poder mirarme y al fin habló:
-Y a ti, ¿aún te importa, Emiliano?...- preguntó, frunciendo el entrecejo, con el miedo de la respuesta grabado en su rostro- ¿Existe aún un sentimiento, que pueda separarte de mí?, ¿algún motivo que pueda alejarte de mi lado?, ¿alguna duda que te haga ir junto a él?
Le miré con detalle, lo que respondiera cambiaría de alguna forma toda situación planteada así que debía sopesar mi respuesta, de la mejor manera posible. Miré las perspectivas planteadas, hasta que por fin opté por la mejor, o la que yo creí que era la mejor, lo demás no importaba.
-Nada de lo que un día llegué a sentir por él, está ya en mi corazón, ni dudas, ni motivos, ni sentimientos…- respondí tratando de que mi mirada expresara lo que sentía, lo que realmente mi corazón me dictaba y no esos falsos miedos que aún estaban ahí, presentes haciendo mella cada que tenían la oportunidad para así hacerlo.- Ahora eres tú, a quien yo amo, a quien yo quiero y por quien daría todo cuanto tengo… ahora y hasta que el destino diga mi vida eres tú…
-¿Nada?- inquirió nuevamente, tratando de reafirmar lo expresado.
-En lo absoluto: nada- respondí.
-Perfecto…- murmuró triunfante y sin más palabras se puso en cuclillas, para poder rozar mis labios, con los suyos que ya ansiosos lo esperaban. Después de una ardua batalla me inclinó sobre la cama para comenzar su más certero ataque que me tenía reservado para aquel día y, mientras la toalla que cubría su cuerpo caía al piso, para también así, de una vez por todas confirmar cada una mis palabras que aquella noche había dicho…
El regreso a casa no fue la mejor parte de aquel viaje, pero al final de cuentas terminé por aceptar que así debía ser y es que no había otra opción posible a mi alcance, al menos no una coherente como debía serlo.
Karen no se percato en lo más mínimo de mi ausencia aquellos días, o al menos así lo creí de momento y bueno es que eso era lo que mejor que convenía.
* * * * * * * * * * * * * * *
El regreso de Karen y el de Emiliano habían venido a complicar un tanto las cosas, en todo lo referente a mi vida clandestina que llevaba al lado de Zayn, pero como mejor pude les hice frente, de la mejor manera que encontré a mi alcance.
Las salidas en compañía de Zayn ahora tenían que ser más disimuladas, tenía que cuidar de que Karen no se percatara de mis constantes y silenciosas huidas, así que ahora todo era con mayor precaución, me recogía a unas cuantas de mi casa, las horas de visita, se habían reducido a poco menos de la mitad y la hora de regreso de igual manera.
Hubo algunas ocasiones que me veía en situaciones complicadas, cuando Karen estuvo a punto de caerme en mis constantes mentiras, pero por una u otra cosa lograba salir airoso de la situación, pero no sin antes hacer conciencia que no siempre la suerte estaría de mi lado y que, confiar en ella como ya lo venía haciendo últimamente pese a sus constates golpes bajos que me había acertado, era jugar con fuego, del cual sino me cuidada podía quemarme.
A Emiliano, lo había visto unas cuantas ocasiones, situación que ya se iba a volver cotidiana, lo sabía, pero siempre trataba de evadirlo de la mejor manera posible; pese a todo no quería herirlo de ninguna manera, algo que había decidido después de pensar con la cabeza fría como bien lo había hecho. Nos habíamos visto dos o tres ocasiones sino mal recuerdo, una en el centro comercial de San Marcos y una más en él un pequeño parque a unas cuantas cuadras de mi casa, en ambas nuestras miradas se cruzaron, sin más hasta que nos alejábamos el uno del otro. Afortunadamente en ninguna me había visto en compañía de Zayn, situación que agradecí de sobremanera y es que el sólo hecho de que así fuera era que el supusiera y no erróneamente que algún vínculo me unía con mi fiel acompañante, algo que indudablemente no me convenía que supiera de ninguna manera, al menos no de momento ya que la situación entre nosotros dos aún se encontraba en un limbo, del cual pronto saldría, si ello era para bien o para mal, aún no lo sabía a precisión…
Pero pese a todo la situación aun no se había complicado como yo lo venía esperado, pero llegué a un punto donde me di cuenta que no toda la vida iba a ser de esa manera, así que me lo metí en la cabeza, para poner definitivamente los pies sobre la tierra y así evitar el duro golpe de la caída…
Todo siguió en calma hasta que por fin las nuevas noticias trajeron la desgracia que pronto azotaría mi vida de la peor manera: Perrie, había salido victoriosa de aquel tan mencionado concurso, lo que fue titulares de los periódicos por días enteros. Su historia había cautivado a miles de personas y como tal merecía el premio ofrecido. La noticia se regó como pólvora, y corrió por doquier. Y de la misma manera que los preparativos de su partida no se hicieron esperar, lo mismo ocurrió con los de regreso. Pero esta vez a diferencia de la pasada, mi renuencia en participar fue inamovible. No me sentí bien haciéndolo, así que evité todo malestar antes de que las cosas realmente se pusieran peor a como me lo podía imaginar….
Su regreso, estaba programado para una semana después del final de su concurso, así que lleve la cuenta exacta desde aquel día, hasta que por fin el día que menos deseaba que llegara al fin arribo a mí vida…
Karen ya se encontraba arreglada, lista para hacer acto de presencia en la casa de los Edwards, donde se llevaría a cabo un pequeña celebración en honor de mi mejor amiga, así que aquella mañana insistía en que no podía faltar.
-Es mi última palabra, mamá, no pienso ir así que por lo que más quieras, no insistas- dije por enésima vez aquel día, harto ya de esa situación.
-No entiendo, tú actitud Liam, realmente me desconcierta y eso me preocupa- dijo mirándome a los ojos e inmediatamente que su mirada se posó en la mía que la desvíe a un punto muerto.
-A mi no y es por ello que te pido que no insistas, por favor, mamá…- murmuré.
-¿Es tu última palabra?- inquirió, rendida a sabiendas de que no me haría cambiar de opinión.
-La última Karen, no hay más- derrotada ante mi respuesta salió de mi habitación, sopesando las cosas y terminando de embonar las piezas de aquél rompecabezas. Lo que más temía en la vida había sucedido.
Después de unos minutos, a lo lejos oí como su automóvil arrancaba hasta que por fin se perdió en las lejanías…
Me acerqué a la ventana y miré la solitaria calle, mientras sopesaba cuán oportuno era mi ausencia en aquella fiesta. Resignado terminé por aceptar que por ésta vez no había escogido la mejor opción…
* * * * * * * * * * * * * * *
Todas aquellas personas que estimaban y querían a Perrie se hallaban congregadas en el pequeño jardín de su casa: papás, maestros, amigos, compañeros, vecinos y por supuesto Zayn, su adorado novio, estaba ahí haciendo acto de presencia. Todos esperaban su llegaba que estaba programaba para pasado el medio día.
Eran doce y cuarto, cuando mamá arribó a aquel lugar, muerta de la pena, sin siquiera saber que decir o que inventar cuando todo mundo le preguntaba por mí.
Debbie y Alexander se acercaron a Karen y le ofrecieron amablemente una copa. Mamá aceptó, esperando que no preguntaran por mí, pero tarde se dio cuenta que mi ausencia no iba a pasar tan desapercibida, como ingenuamente llego a creerlo. Después de evadir a los papás de Perrie se alejó del gentío y fue a recargarse al poste de uno de los toldos que estaban plantados en el jardín a la espera de lo que lo inevitable llegara…
Era la media cuando todos estallaron en sonoros aplausos que inundaron el lugar mágicamente, mamá se enderezó para mirar más detalladamente lo que sucedía en aquel momento. Perrie entraba triunfante por la puerta principal, con aquella radiante sonrisa que le caracterizaba. El tenue sol de aquel día hacía destellar su cabello color miel y sus ojos claros. Sin darle tiempo de más todos se abalanzaron contra ellas, para estrecharla entre sus brazos y felicitarla por su gran triunfo que indudablemente se merecía, a su alrededor formaron un coro a la espera de su turno. Sus papás, así como Zayn y Karen, esperaron tranquilamente hasta el final.
Cuando todos habían ya expresado su enorme afecto Debbie la tomó entre sus brazos y la estrecho fuertemente, con el llanto contenido, su padre Alexander, tomó sus rostro y le besó en la frente, mirándola con orgullo, mientras su ancha mano se deslizaba por su liso cabello que había crecido unos cuantos centímetros. Zayn siguió en aquella larga fila que a cada minuto que pasaba se acercaba más y más a Maite, que esperaba inquieta a que su ingenio fuese puesto a prueba, en cualquier momento. Cuando al fin llego su turno Perrie prorrumpió sonoramente:
-¡Karen!, me da tanto gusto volver a verte-
-Cariño, a mi también, no tienes idea de cuánto- murmuró mamá sin decir más y la llevo entre sus brazos. Perrie la abrazó fuertemente como si fuera su segunda madre; hasta que por fin lo inevitable llegó.
-¿Y Liam, Karen? - preguntó mi mejor amiga separándose de mamá a la espera de respuesta.- ¿Dónde está?, no lo veo por ningún lado...
Mamá guardó silencio, mientras todo mundo le miraba a la espera de aquella respuesta que había evadido magistralmente en toda la recepción. Pasó saliva con dificultad, sólo esperaba que Perrie creyera todas y cada una de sus palabras que había pensado hace sólo unos instantes. Y justo cuando se había armado de valor y había decidido hablar ha de decir algo, interrumpí.
-Aquí estoy Perrie- dije con tono elevado, para que mi voz se sobrepusiera al bullicioso sonido que clamaba en el jardín, al instante todos se volvieron a verme.
-¡Liam!...- gritó mi mejor amiga, dándole la espalda a Karen, que me miraba desconcertada, con mirada amenazante que exigía una explicación.
Y sin más Perrie corrió hacia mí, al estar a unos cuantos centímetros extendió los brazos y me abrazó fuertemente, fiel muestra de que me había extrañado como nunca en la vida. Con una enorme culpa que a duras penas podía soportar, le abracé, sintiendo como mis brazos temblaban. Después alcé la vista para posarla sobre Zayn que me miraba desconcertado por mi repentina aparición, su mirada era un interrogante pero después comprendió mis motivos y sin más se volvió un recordatorio, que me decía hasta el cansancio que no olvidara por nada del mundo mi fiel promesa de que guardaría, hasta que llegara el momento indicado, nuestro pequeño secreto…
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Emiliano es un nuevo personaje, él es mi mejor amigo en la vida real, le encantan las artes como a mí, es una gran persona, nada que ver con el Emiliano de aquí, pero él me pidió que si algún día hacía algo para él, quería ser un villano, espero que lo odien mucho, eso lo hará feliz. Bueno como se pueden dar cuenta los problemas vienen en chinga para mis niños, todo, todo, todo cambiará, pero para eso tienen que esperar otra semana…. JAJAJAJAJAJAJAJAJAA ( risa malévola)
Volveré…..
PipeAlejandroMalik
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Como siempre tus capituos son fabulosos¡¡
Nunca habia usado esa palabra .-. xD
Emiliano queria ser el villano? Se esta ganando el lugar perfectamente jeje
Perrie...... porque carajos regresaste? Bueno, no todo siempre puede ser de color rosa
Tranquilos Ziam, todo estara bien )?
... Son la 1 de la mañana y lei los 3 o 2 capitulos que no lei
Antes estaba leyendo "Las fuerzas del Destino" y me dije.... que habra pasado con "El otro rosro de la vida"? :wtfpls:
Entre, habia capitulos y todo, yo ni enterada
estaba asi :
Pero bueno, aca estoy ya comentado
Seguila¡ :omg: :enamorado: , ya quiero ver en el lio que se metio Leeyum y Zy
Nunca habia usado esa palabra .-. xD
Emiliano queria ser el villano? Se esta ganando el lugar perfectamente jeje
Perrie...... porque carajos regresaste? Bueno, no todo siempre puede ser de color rosa
Tranquilos Ziam, todo estara bien )?
... Son la 1 de la mañana y lei los 3 o 2 capitulos que no lei
Antes estaba leyendo "Las fuerzas del Destino" y me dije.... que habra pasado con "El otro rosro de la vida"? :wtfpls:
Entre, habia capitulos y todo, yo ni enterada
estaba asi :
Pero bueno, aca estoy ya comentado
Seguila¡ :omg: :enamorado: , ya quiero ver en el lio que se metio Leeyum y Zy
giuly123
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Al fin terminé de leer todos lo capítulos!!! :3 Me fascinaron.
Holis suegrito :)
Tengo tanto que decir...
Perrie me cae muy bien, pero... ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué tuvo que volver?! Esto sólo le traerá más preocupación a Liam... y eso me mata :(
Los capítulos hot me encantaron. Los amé.
Y odio a Emiliano xD dicelo, dile que lo odio con mucho rencor jejeje.
Espero que eso no le moleste... porque odio al personaje no a él. Eso es lo que él quiere ¿Cierto? Pues, entonces lo logró... lo odio con todo mi corazón ( ?
Bueno... Ahora quiero decir que Zayn en toalla se ha de ver muuuy sexy
Pero es de Liam, así que me calmo...
Y dime ¿Emiliano es Alan? ¿O Alan es otro? Ya me perdí xD
Estoy muy alegre porque al fin pude comentar :3
Ya me imagino la reacción de Perrie cuando Liam le diga toda la verdad...
Perrie va a estar así: :gasp:
Y Liam así: :misery:
Zayn así:
Y yo, así:
Estas son la reacciones que me imagino ;)
Cuando leí que Perrie volvió dije...
-Wow aquí dice algo acerca de Perrie ....Perri volvió!!! ... Ay Liam.... hoy te mueres, hijo Y Zayn... tú también... Pero no los culpo... ustedes se deseaban, así que... algo tenían que hacer. No se podian quedar con el deseo -
Espero que todo les salga bien a estos nenes :3
Siguela, te quiero mucho
Holis suegrito :)
Tengo tanto que decir...
Perrie me cae muy bien, pero... ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué tuvo que volver?! Esto sólo le traerá más preocupación a Liam... y eso me mata :(
Los capítulos hot me encantaron. Los amé.
Y odio a Emiliano xD dicelo, dile que lo odio con mucho rencor jejeje.
Espero que eso no le moleste... porque odio al personaje no a él. Eso es lo que él quiere ¿Cierto? Pues, entonces lo logró... lo odio con todo mi corazón ( ?
Bueno... Ahora quiero decir que Zayn en toalla se ha de ver muuuy sexy
Pero es de Liam, así que me calmo...
Y dime ¿Emiliano es Alan? ¿O Alan es otro? Ya me perdí xD
Estoy muy alegre porque al fin pude comentar :3
Ya me imagino la reacción de Perrie cuando Liam le diga toda la verdad...
Perrie va a estar así: :gasp:
Y Liam así: :misery:
Zayn así:
Y yo, así:
Estas son la reacciones que me imagino ;)
Cuando leí que Perrie volvió dije...
-Wow aquí dice algo acerca de Perrie ....Perri volvió!!! ... Ay Liam.... hoy te mueres, hijo Y Zayn... tú también... Pero no los culpo... ustedes se deseaban, así que... algo tenían que hacer. No se podian quedar con el deseo -
Espero que todo les salga bien a estos nenes :3
Siguela, te quiero mucho
αngel.
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Y AQUI ESTOY! Amame... okno XD
Si me siento una mala persona por dejar a Fabian solito para comentarte, pero bueno acá estoy y te pido disculpas... esta novela es de las cosas mas hermosas que he leídol... y de nuevo, no te comento nada del primer capítulo porque su lenguaje es demasiado alto para mi XDDDD
No es cierto, hicieron el amor que bonito *-----*
Yo me pregunto..... ¿Y Niall donde esta? *u* XD
Ahora llego Emiliano, vale el tipo en la novela no me da ni puta gracia pero me imagino que es un gran amigo como para que lo pongas en la novela... así que... BIENVENIDO! okno xd, igual que Cecy ;-;
Ok, no te hago el mensaje tan LARGO porque bueno, no tengo mucho tiempo pero que sepas que no te dejo, que siempre que subes te leo pero no puedo comentar :c
TE ADORO UN MUNDO PIPE<3
PD: Ziall Shipper de corazón ya te dije XDDD
Seguila pronto :3
Si me siento una mala persona por dejar a Fabian solito para comentarte, pero bueno acá estoy y te pido disculpas... esta novela es de las cosas mas hermosas que he leídol... y de nuevo, no te comento nada del primer capítulo porque su lenguaje es demasiado alto para mi XDDDD
No es cierto, hicieron el amor que bonito *-----*
Yo me pregunto..... ¿Y Niall donde esta? *u* XD
Ahora llego Emiliano, vale el tipo en la novela no me da ni puta gracia pero me imagino que es un gran amigo como para que lo pongas en la novela... así que... BIENVENIDO! okno xd, igual que Cecy ;-;
Ok, no te hago el mensaje tan LARGO porque bueno, no tengo mucho tiempo pero que sepas que no te dejo, que siempre que subes te leo pero no puedo comentar :c
TE ADORO UN MUNDO PIPE<3
PD: Ziall Shipper de corazón ya te dije XDDD
Seguila pronto :3
Rebeca.
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Perrie... Emiliano .-. Colapsare de tanta preocupación. Por favor sube mas seguido.. quiero compartir tus novelas con una prima que vendrá a quedarse unos dias para el mes de agosto. Y no puedo dejarselas a medias porque me mata
Asi que termina esto ya :'c Espero que las cosas terminen de manera aceptable por lo menos. No quiero llorar mas por mis ziam. Y Liam que no se siga portando mal porque va a hacer que termine dandome un infarto
Asi que termina esto ya :'c Espero que las cosas terminen de manera aceptable por lo menos. No quiero llorar mas por mis ziam. Y Liam que no se siga portando mal porque va a hacer que termine dandome un infarto
fabiangerjh
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Hola preciosa, ahora mismo la sigo, espero que te guste, jajaja y si a mi amigo le gustan esos papeles de malito jajaja, y Perrie tenía que regresar algún día, si no se acaba la novela jajajaa...giuly123 escribió:Como siempre tus capituos son fabulosos¡¡
Nunca habia usado esa palabra .-. xD
Emiliano queria ser el villano? Se esta ganando el lugar perfectamente jeje
Perrie...... porque carajos regresaste? Bueno, no todo siempre puede ser de color rosa
Tranquilos Ziam, todo estara bien )?
... Son la 1 de la mañana y lei los 3 o 2 capitulos que no lei
Antes estaba leyendo "Las fuerzas del Destino" y me dije.... que habra pasado con "El otro rosro de la vida"? :wtfpls:
Entre, habia capitulos y todo, yo ni enterada
estaba asi :
Pero bueno, aca estoy ya comentado
Seguila¡ :omg: :enamorado: , ya quiero ver en el lio que se metio Leeyum y Zy
Si estos chicos son algo calenturientos, y espera a lo que viene:)
PipeAlejandroMalik
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Me Mataste, Siguela Plis! :enamorado: :enamorado: :enamorado: :enamorado: :enamorado: :enamorado: :enamorado: :enamorado: Osea no puedes dejarla así, Me vas a matar
ManuyMiley
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Hola preciosa:)αngel. escribió:Al fin terminé de leer todos lo capítulos!!! :3 Me fascinaron.
Holis suegrito :)
Tengo tanto que decir...
Perrie me cae muy bien, pero... ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué tuvo que volver?! Esto sólo le traerá más preocupación a Liam... y eso me mata :(
Los capítulos hot me encantaron. Los amé.
Y odio a Emiliano xD dicelo, dile que lo odio con mucho rencor jejeje.
Espero que eso no le moleste... porque odio al personaje no a él. Eso es lo que él quiere ¿Cierto? Pues, entonces lo logró... lo odio con todo mi corazón ( ?
Bueno... Ahora quiero decir que Zayn en toalla se ha de ver muuuy sexy
Pero es de Liam, así que me calmo...
Y dime ¿Emiliano es Alan? ¿O Alan es otro? Ya me perdí xD
Estoy muy alegre porque al fin pude comentar :3
Ya me imagino la reacción de Perrie cuando Liam le diga toda la verdad...
Perrie va a estar así: :gasp:
Y Liam así: :misery:
Zayn así:
Y yo, así:
Estas son la reacciones que me imagino ;)
Cuando leí que Perrie volvió dije...
-Wow aquí dice algo acerca de Perrie ....Perri volvió!!! ... Ay Liam.... hoy te mueres, hijo Y Zayn... tú también... Pero no los culpo... ustedes se deseaban, así que... algo tenían que hacer. No se podian quedar con el deseo -
Espero que todo les salga bien a estos nenes :3
Siguela, te quiero mucho
Que bueno es tenerte por aquí:D, me emociona que me leas aquí también.
Si aquí el personaje de Perrie es muy lindo,aunque en la vida real Perrie no me cae también, mira cielo muchas veces así es el amor, uno no puede elegir de quien se enamora, solo llega y ya, y si tienes razón para Liam no vienen cosas muy buenas que digamos...
Jajaja :3 los capítulos hot son asdfgh... el autor es tan D:.... Emiliano ya tienes tu primer odio, *emiliano baila como loco de la emoción* No emi es así a él le gusta mucho llamar la atención, pero en la vida real es un amor de persona, sí eso es lo que quiere, que un personaje odioso lleve su nombre, ay Zayn en toalla, es increíble, bueno me han contado jajaja, sisisi Liam pega duro, igual me han contado xD
No quiero ni pensar como la pasará el pobre Li cuando toda la verdad se sepa :(. Creeme que esa parte de la historia es tan triste, súper triste, esta historia no es apta para cardiacos :S
Perrie tenía que regresar para darle emoción a la historia, jajajaja es que ese par es super caliente jajaja
Yo espero lo mismo.
La sigo ahora mismo,te quiero muchisimo más
PipeAlejandroMalik
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Rebe :)))))) Por fin estas de regreso, que emoción, te amo demasiado ya:)Rebeca. escribió:Y AQUI ESTOY! Amame... okno XD
Si me siento una mala persona por dejar a Fabian solito para comentarte, pero bueno acá estoy y te pido disculpas... esta novela es de las cosas mas hermosas que he leídol... y de nuevo, no te comento nada del primer capítulo porque su lenguaje es demasiado alto para mi XDDDD
No es cierto, hicieron el amor que bonito *-----*
Yo me pregunto..... ¿Y Niall donde esta? *u* XD
Ahora llego Emiliano, vale el tipo en la novela no me da ni puta gracia pero me imagino que es un gran amigo como para que lo pongas en la novela... así que... BIENVENIDO! okno xd, igual que Cecy ;-;
Ok, no te hago el mensaje tan LARGO porque bueno, no tengo mucho tiempo pero que sepas que no te dejo, que siempre que subes te leo pero no puedo comentar :c
TE ADORO UN MUNDO PIPE<3
PD: Ziall Shipper de corazón ya te dije XDDD
Seguila pronto :3
Jajajaja no eres una mala persona, solo eres una abandonadora, si eso es lo bueno estas de regreso y te voy a decir una cosa, si me vuelves abandonar te mato, te mato jajaja... Gracias por pensar que esta historia es hermosa, la verdad desde la primera vez que la lei me enamore, espero que no te traumes con algunas cosas que pasaran aqui, si no fue tan hard, porque ellos hicieron el amor jahjaja. Emiliano, en la novela es un grano en el cu..ello, jajaja emiliano es un amor de persona jijiji xD. Gracias por aceptar tan bien a mis amigos, nada más te digo que son mios, jajaja, tu también ya eres mia, y mato a quien te quiera apartar de mi lado... ok no
Ojala puedas comentar más seguido, la fuerza del destino te extraña,
Te adoro Rebe<3
Yo soy Ziam Shipper de hueso colorado y los defiendo con odio jarocho:)
La sigo ahora mismo
PipeAlejandroMalik
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Hola Fabiancito:)fabiangerjh escribió:Perrie... Emiliano .-. Colapsare de tanta preocupación. Por favor sube mas seguido.. quiero compartir tus novelas con una prima que vendrá a quedarse unos dias para el mes de agosto. Y no puedo dejarselas a medias porque me mata
Asi que termina esto ya :'c Espero que las cosas terminen de manera aceptable por lo menos. No quiero llorar mas por mis ziam. Y Liam que no se siga portando mal porque va a hacer que termine dandome un infarto
Jajaja ya no están solos los chicos, con la entrada de este par las cosas se pondrán color de hormiga. Espero que no padezcas del corazón porque esta novela es super intensa. Te prometo que esta historia terminará antes de agosto para que tu prima la lea, te lo juro. Espero que le guste.
Las cosas tienen un rumbo extraño, tengo que advertirtelo. Lo siento pero las lagrimas que vienen son inevitables. Liam no se porta mal.
PD.- Dile a alguien que es muy especial para mí, que se adueño por completo de mi corazón, que es la persona más hermosa de la tierra y que quiero que esté siempre conmigo<3
PipeAlejandroMalik
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Hola:)ManuyMiley escribió:Me Mataste, Siguela Plis! :enamorado: :enamorado: :enamorado: :enamorado: :enamorado: :enamorado: :enamorado: :enamorado: Osea no puedes dejarla así, Me vas a matar
bienvenida, gracias por comentar, la sigo ahora mismo:)...
Tengo una historia completamente mía, ojalá igual la puedas leer te dejo el link;)
https://onlywn.activoforo.com/t76350-la-fuerza-del-destino-ziam
PipeAlejandroMalik
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