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El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Capítulo VI
endless rain into a paper cup
They slither while they pass
They slip away across the universe
Pools of sorrow waves of joy
are drifting thorough my open mind
Possessing and caressing me
Bajé las escaleras saltando, mientras le hacía coro.
Jai guru deva om
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world.
Sin darme cuenta ya habían transcurrido tres largos y, casi, interminables días después de haber presentado el peor de los exámenes que pude haber tenido en todo el semestre. La tortura había durado poco más de dos horas; los ejercicios que contenía el examen eran un tanto complicados pero como pude los resolví. Pero pese a todo, aún no podía recuperarme de la enorme sorpresa que me había llevado el miércoles pasado, cuando Zayn apareció en el quicio de la puerta. Aunque sólo se había limitado en guiarme en los procedimientos, haciéndome señas cuando el profesor nos daba la espalda o no nos miraba, tratando de ser los más discreto que se puede ser, para indicarme si es que estaba haciendo algo mal o si ya me había equivocado, como comúnmente lo hago; pese a ello me sentía inmensamente agradecido con Zayn por el gesto tan noble y generoso que había tenido conmigo, y es que gracias a él pude corregir unos cuantos errores que me hubiesen costado la vida, hablando literalmente, y que de no ser por él hubiese estado perdido; así que ahora tenía una enorme deuda que saldar.
Hoy viernes iríamos a recoger nuestros resultados así que debía apurarme.
Me había levantado temprano y ya estaba aseado. Sólo me faltaba ordenar mi habitación. En un santiamén recogí la ropa sucia y la coloqué en el cesto, ordené zapatos y la ropa del closet. Acomodé libros y hojas sueltas en el viejo librero. Limpié el escritorio y acomodé los cables de la computadora.
Hoy Margarita no hacía acto de presencia, era su día de descanso y a lo que pude juzgar, haciendo el trabajo yo, no dudé que lo tenía más que merecido. Terminado todo, tomé un disco del estuche donde estaban guardados. Lo coloqué en la charola y subí el volumen, calculando que la música llegara hasta el comedor.
Adelante unas cuantas pistas hasta que llegue a la deseada; Across the Universe de The Beatles.
Listo bajé a desayunar, mientras cantaba alegremente. Hoy volvería a ver a Zayn, algo que en indudablemente se estaba convirtiendo en más que una necesidad…
Dejé que el solista cantara como tan magistralmente lo sabe hacer.
Words are flying out likeendless rain into a paper cup
They slither while they pass
They slip away across the universe
Pools of sorrow waves of joy
are drifting thorough my open mind
Possessing and caressing me
Bajé las escaleras saltando, mientras le hacía coro.
Jai guru deva om
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world.
Crucé el pasillo de la sala, presuroso hasta que llegué al comedor, de donde provenía un delicioso olor a comida.
Mamá ya estaba sentada a la cabeza de la mesa desayunando, mejor dicho casi terminando de desayunar, me dirigía a ella y le saludé dándole un beso en la mejilla.
-¿Pasa algo?- pregunté al mirarla con un gesto de rotunda sorpresa en su rostro.
-Lo mismo debería preguntarte yo. Te noto… ¿diferente? ¡No!, diferente no, definitivamente. Te noto alegre… feliz se podría decir. ¿Sucede algo de lo que yo aún no me haya enterado?- dijo inquisitiva, sin despegar la vista de mí, mientras me sentaba a su lado.
-No, en lo absoluto. Figuraciones tuyas Karen…- me apuré en mentir- Es demasiado notorio que te hace falta descansar un poco.-me defendí de inmediato, tratando de evadirla, lo más sutilmente que pude.-Deberías tomarte unas vacaciones.- le recomendé, pero fue inútil, su mirada suspicaz no había desaparecido.- Quizá sea porque hoy me entregan los resultados del examen que presenté el miércoles.- argumenté, mucho antes de que hallara el quid de la cuestión.
-Sí ha de ser eso…- dijo, no muy convencida tomando el tenedor y llevando el último trozo de fruta a su boca. ¡Claro que no estaba convencida! Era un estúpido si suponía que se había creído todas y cada una de mis palabras. Era mucho más que obvio que no lo había hecho, me conocía de sobra; pero por algo se abstuvo en seguir con el tema.
-Y ya que sacaste a colación el tema de las vacaciones, te tenía que decir que…-
-¿No?... ¿Nos vamos a ir de vacaciones?- le interrumpí antes de que terminara, saltando y bailoteando de la emoción.
-Mmm no tanto así- respondió.
-¿No tanto así?-murmuré desilusionado sin entender gran cosa.
-Sí. ¿No acabas de decir que merezco unas vacaciones?-
-¡Claro! Últimamente trabajas mucho y bueno eso no me agrada del todo.-respondí, mirándola, mientras ocultaba una sonrisa burlona.
-Bueno en base a eso, Yo me tomaré muy merecido descanso que tanto me has recomendado.- argumenté, dándome a entender que el viaje era individual y no de familia como lo había supuesto.
-¡¿Sola?!-le interrogué.
-Por su puesto… ¡Sola! ¿Con quién pensabas que iba a ir?- aclaró, sin más. Me quedé sorprendido ante su diestra jugada.- Prácticamente es un viaje de trabajo, es una ciudad que está cerca de la playa y bueno me tomaré unos cuantos días por allá.-
Suspiré, profundamente:
-¿Es inevitable?… -
- Si así es: inevitable, si lo quieres ver así. Sólo son un par de días y nada más, no me voy para toda la vida, Corazón.- dijo levantándose de su asiento.
- ¿Y cuándo te vas?-
-Hoy, por la tarde.- confirmó ligeramente, frunciendo el entrecejo, esperando mi reacción.
-¡¿Hoy?!- casi grité, a la vez que Karen saltaba.
-Bueno no precisamente… por la tarde… salgo un poco antes, cuando termine unos cuantos asuntos pendientes que tengo en la oficina- respondió sonriente, un tanto divertida de mis reacciones- Pienso pasar a Midlands por unos accesorios que me hacen falta y como es viernes la autopista va a estar atestada, así que quiero apurarme.
Puse los ojos en blanco.
-Sólo otra semana más- reproché para mis adentros.
-No lo veas así. Si no mal recuerdo me ha comentado Margarita, que un amigo tuyo te ha estado haciendo compañía, últimamente.- dijo quitada de la pena, sin despegar sus escrutadores ojos negros de los míos. Sus palabras me perturbaron, pero traté de controlarme lo más que pude, para no delatarme.-Sólo que no doy con quien pueda ser y eso que tienes tan pocos amigos… ¿imagínate si fueran más? No, no, no…
-Es un compañero de la escuela, que me ha ayudado a estudiar, no lo conoces.- mentí tratando de no darle mucha importancia al asunto.- Por lo que dudo que estos días este aquí.
-No me habías comentado nada, Liam.- dijo.-Presiento que me…
-¡No! no lo creí importante mamá- le interrumpí antes de que otra cosa sucediera.
-Bueno…- meditó- pues me retiro, voy un poco retrasada.- dijo mirando su reloj de pulsera, consciente de que las cosas aun no habían terminado- Bueno ya está todo listo: Margarita ya está avisada y quedamos como siempre, te prepara el desayuno, la comida y pues la cena ya está en tus manos.
-Pues si no hay de otra.- dije escuetamente.
-¿Sabes? Hay ocasiones que me gustaría darte un par de nalgadas.- dijo Karen, acercándose a mí, para darme un tierno abrazo y un suave beso en la mejilla.- Pero te quiero tanto que me contengo.-concluyó, posando su mano sobre mi mejilla, para borrar la mancha de labial.
-Pero yo te quiero aun más, nunca lo dudes.- dije con todo el corazón.
-Te portas mal cariño…- dicho esto salió rumbo al vestíbulo.
¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! Margarita, Margarita. Casi grité.
Ahora sí, mamá, ya estaba al corriente.
Sopesando las cosas llegué a la conclusión de que no había sido toda la culpa de Margarita, yo había puesto a Karen al corriente de alguna manera, con mis actitudes. Me había delatado yo mismo, de eso no había duda. Era un ruin traicionero.
Seguía ensimismado en mis tribulaciones que no oí cuando Karen me hablaba desde el fondo del vestíbulo.
-¡Liam! ¡Hijo!- gritaba.- ¡Liam!
-Ya voy, ya voy.- respondí- De seguro se te olvidaron las llaves, tu cartera o por qué no hasta la cabeza.
Salí al vestíbulo. Y sin darme tiempo para nada, habló:
-Mi amor te buscan.- para después dirigirme una mirada suspicaz.
-¿Ya listo, Liam?- pregunto Zayn recargado en el marco de la puerta luciendo siempre tan… tan… hermoso.
-¡Hola! Zayn- murmuré fingiendo a duras penas una tranquilidad, que no sentía en lo más mínimo, y una falsa sorpresa, temeroso a que Karen se percatara más de la cuenta
-¿Van a salir?- inquirió mamá un tanto indiscreta, mirándonos a ambos.
-¡Nooo! Sólo vamos a recoger los resultados de los exámenes.- me apuré en responder antes de que su atolondrada cabeza se formulara locas ideas.
-¿Es tu compañero del que tanto me ha hablado Margarita?-
-Sí-
-¿Liam, no que no lo conocía?-
-Karen, literalmente no lo conoces, sólo lo has visto unas cuantas veces y nada más.- respondí, con las mejillas encendidas, antes de que metiese la pata.
¡¿Hasta dónde iba a llegar esto?! Grité para mis adentros.
-Pero si esa es tu preocupación lo resolveremos- dije, mirando de soslayo a Zayn que sonreía divertido, en un vano intento de remediar la situación.- Karen te presento a Zaym, compañero de la escuela, novio de Perrie y amigo mío.
-Mucho gusto guapo, soy Karen Payne.- se presento mamá.- Pero puedes llamarme Karen- le recomendó a mi joven amigo que parecía encantado con mi adorada madre.
-Mucho gusto Karen, Zayn Malik. - dijo extendiéndole su ancha y tosca mano.
-¿Contenta?-
-No del todo, corazón, no del todo, aún quedan unas cuantas dudas, por resolver…- murmuró guiñándome un ojo, uniendo las piezas del rompecabezas en su atolondrada cabeza.- Cariño te quedas en tu casa, me dio gusto conocerte y espero que más adelante tengamos la oportunidad de tratarnos un poco más- dijo mamá dirigiéndose a mi apuesto amigo, para después salir por el quicio de la puerta.
Nadie habló hasta que el automóvil de Karen se perdió en la tranquila calle.
-Simpática tu mamá- aduló Zayn sonriendo dulcemente.
-Un poco más de la cuenta, pero aún así se le quiere.- murmuré, escondiendo mi mirada.
Después de comer un ya almuerzo frugal, y una pequeña discusión sobre quien manejaría, que obviamente ganó Zayn, partimos al instituto de buena gana.
-¿Nervioso?- pregunto Zayn, apagando el automóvil, en el solitario estacionamiento de la escuela.
-Un poco.-murmuré, sintiendo como las manos me sudaban.
-No pasa nada- me consoló.
-No, lo sé: no pasa nada… so
ólo que no pase, ¿no?- ironicé, esbozando una amplia sonrisa en mi rostro, mientras el ponía los ojos en blanco.
Bajamos del automóvil y comenzamos a andar por el campus. Llegamos al salón de clases. Mis demás compañeros, al igual que yo estaban que se morían de los nervios; tenían una expresión ausente, desquiciada, digna de quien no ha dormido tres noches consecutivas.
El único que lucía radiante era Zayn, estaba seguro de sí mismo, sin temor a nada, ¿y quién no lo iba a estar a sabiendas de que el profesor era su tío? Inminentemente yo lo estaría. Sonreía a cada momento en un vano intento inyectarme un poco de confianza; pero era en balde, me turbaba más, me descontrolaba a tal punto, que estuve al borde de un ataque nervioso.
No tuvimos que esperar mucho, a los pocos minutos que entramos al aula el profesor lo hizo, con una risita cínica y altanera.
Absolutamente todos nos pegamos al asiento, atentos a que lo viniera.
El profesor comentó que eran pocos los que habían aprobado el examen; que había sido una total pérdida de tiempo el haber revisado un centenar de hojas sin el más mínimo sentido; todo un discurso digno de bajar el autoestima a cualquiera hasta lo suelos.
Repartió los exámenes comenzando por los puntajes más altos e indudablemente entre ellos se encontraba Zayn.
-Felicidades señor Malik, no esperaba más de usted.- dijo el profesor extendiéndole su juego de hojas.
-Gracias.-murmuró, apenado por la situación. Aunque era pocos los que sabían del parentesco que había entre ellos dos, era más que suficiente para provocar la envidia, entre el grupo, algo que realmente no le gustaba.
Siguió repartiendo otros pocos exámenes hasta que entre sus gordas manos quedo sólo uno.
-Pues jóvenes ahora sí, el último de los aprobados- dijo el profesor, sin siquiera mirarme. Era más obvio que había buscado la manera de haber encontrado algún error en mi examen, un símbolo, un número, así que iba a tener una excusa para reprobarme y cual fuese era indudable que sería irrefutable. Sí, lo había hecho, estaba reprobado, no había la más mínima y remota duda.
-Payne, Liam Payne.- dijo sin ánimo alguno, con una falsa alegría que no sentía en lo más mínimo.- Superó mis expectativas señor Payne. Lo logró… un seis- murmuró destilando veneno.
Ignoré su estúpida ironía. Me mordí la lengua fuertemente para no gritar, sintiendo como las lágrimas inundaban mis ojos. Me sentía, aturdido, feliz y todo lo que se pudiese sentir, en aquel momento cuando ese seis representaba más que un diez para mí.
¡Había aprobado!…. Y no sólo gracias a mí, mi triunfo se lo debía a Zayn que me miraba feliz, desde su asiento.
Después de la efusiva entrega de exámenes los alumnos que afortunadamente habíamos, aprobando dicho examen salimos a la orden del maestro, que se quedó con el resto del grupo que parecían más mortificados que de costumbre, algunos lloraban, otros más sonreían nerviosamente.
-¡Pasé! ¡Pasé! ¡Pasé!- grité feliz al salir del salón, dando brincos de emoción, mientras los demás caminaban hacia la planta baja. El éxtasis del momento corría por mis venas.- No puedo creerlo, en verdad que no puedo. Había dado por hecho que no lo iba hacer.
Zayn me miraba, callado, alegre y a la vez sorprendido. No había dicho palabra alguna.
… Y sin saber cómo y ni el por qué, impulsado por el momento y por la emoción me arrojé a sus brazos, rodeando su ancho torso como si la vida se me fuese de las manos, en aquel mismo instante. Permanecimos así unidos, unos cuantos segundos, todo una eternidad: él, sorprendido por mi reacción y yo aturdido de sentirlo a mi lado, piel a piel, pegado a mi cuerpo, cerca de mi corazón que latía frenético…
Y de la misma forma que me había arrojado a sus anchos brazos me separé bruscamente, esperando cualquier reacción de su parte: la exigencia de una explicación, un certero golpe, un reclamo e inclusiva la remota y absurda suplica de que no me alejara de él, que estuviera cerca, que no me apartara… ¡Algo! cualquier cosa, ¡lo que fuera! no importaba qué… ni cuán doloroso o mágico me pudiese resultar. Pero nada de lo que temía paso; sólo una mirada sorprendida, sólo unos escrutadores ojos cafés penetrando lo más profundo de mi ser y mi alma, sólo mi alocado corazón danzando aceleradamente… sólo un insufrible silencio de muerte…
Y antes de que las cosas terminaran mucho peor de lo que ya estaban, con las mejillas sonrojadas, tratando de enmendar la situación murmure:
-Perdón… disculpa… en verdad que lo siento… mucho, no… no fue mí intención… en verdad… fue la emoción del momento y… nada más… no quiero que vayas a pensar mal… en verdad disculpa.- murmuré con tropiezos.
Y volví a esperar cualquier cosa, lo que fuese, pero al igual que al principio nada, absolutamente nada pasó. Ahora sólo el murmullo de las hojarascas de los árboles revoloteando por doquier.
Giré sobre mis talones y emprendí la huida. Me moría de pena, al final mi verdadero yo había dado la cara. Que cierto era que la verdad siempre sale a luz; la mí ya había salido a flote.
¿Cómo pude llegar a creer que lo sentía jamás lo iba a saber? Qué imbécil, qué idiota había sido. ¿Cómo pude confiar en mí mismo?, ¿Cómo era posible que lo hubiese hecho? ¿Hasta dónde había llegado?
¡¡¡Idiota, idiota, idiota, mi, mil veces idiota!!! Me dije.
Como pude salí del instituto, chocando con los transeúntes que andaban por la acera, caminé cientos de metros hasta que me refugié bajo un viejo árbol, desnudo por el otoño, sin nada más que la intimidad de sus brazos. Pasé ahí unas cuantas horas, sopesando la magnitud de mis actitudes, hasta que a mi lado se poso tranquila y silenciosamente alguien más.
-No estoy molesto- murmuró Zayn después de un largo rato, mirando el cielo azul que se explayaba sobre nosotros, tan impecable, tan nítido como siempre. Una parvada de aves nos sobrevoló, en dirección al sur. El invierno ya estaba cerca.- No te niego que dejaste desconcertado, pero nada más. Nada de preocuparse.
-¿No debo de preocuparme?- pregunté.
-En lo absoluto-respondió.
-¿Nada?- interrogué incrédulo. ¡Cuánto daría por saber qué es lo que estaba pensado, qué creía de mí, en que cruel concepto me tenía! Quería saber por qué mentía, por qué fingía no importarle en lo absoluto.
-Nada- corroboró.
Analicé sus palabras y sin saber cómo me tranquilicé. Cuán fácil me era creerle, confiar en sus palabras, en su hermosa mirada, en sus labios aduladores, en todo él, ¡Que fácil era!
-Sólo fue una reacción normal, ante lo que sentías. No es para menos. Imagínate, escuché que Jorge no dio una segunda oportunidad a nadie. Sólo un ataque más del festejo.
Sonreí.
-Oye y hablando de celebraciones, tenemos que festejar esto, ¿no?- propuso con esa sonrisa en su rostro que desvanecía, todo afán de ir en su contra.
-¿Qué propones?- inquirí, un tanto quitado de la pena, al mirar sus ojos que me decían que nada de lo que temía había pasado. Pensó unos cuantos minutos, después, su rostro se iluminó maliciosamente, demostrando que algo malo tramaba.- ¿Y?
-¡Sorpresa!-
-¿Sorpresa?- le miré dudoso de lo que pudiera haber planeado.
-Sí, así que vamos- respondió, levantándose de un brinco, sin darme tiempo de saber más o de protestar.
Subimos a su lujoso automóvil y salimos rumbo a Midlands, pero mucho antes de llegar tomó la desviación a una ciudad que no se encontraba, demasiado, cerca que digamos, de Wolverhampton. No pregunté absolutamente nada, porque nada de lo que yo preguntase me era respondido, al menos no como yo quería.
De entre sus bolsillos tomo una pequeña memoria USB y la conectó al estéreo de su automóvil. De inmediato una melodía comenzó a reproducirse sin parar, alguna vez la había oído, pero ya no recordaba el nombre. Al parecer a Zayn no le agradaba del todo porque de inmediato la cambió… una, dos, tres, cuatro pistas se saltó hasta que llego a la deseada; Another One Bites the Dust de Queen
Tuvieron que transcurrir unas diez canciones hasta que llegamos a los linderos de la ciudad de Featherstone. Pasaban de las seis de tarde así que por doquier se miraba movimiento, los transeúntes caminaban por las aceras, presurosos, como un nido de hormigas alborotadas, por todos lados resonaban los claxon y el constante abejorreo de la gente; el bullicio era enorme: una gran urbe se abría paso ante nosotros.
Nos adentramos al centro de la ciudad, mientras el sol se ponía en el horizonte para dar paso a un inminente crepúsculo; hasta que llegamos a un estacionamiento a unas cuantas cuadras de la plaza principal.
Nos detuvimos en el segundo piso. Listo bajamos.
-¿Y?- murmuré mirándolo recargado desde el automóvil.
-Ya te dije es sorpresa. Tú solo sígueme, que yo tengo controlada la situación.- dicho esto se encamino cuesta arriba. Le miré y sopesé la situación, después le seguí.
Cuando salimos del estacionamiento, las farolas de las aceras ya estaban encendidas. Caminamos unas cuadras, alejándonos del centro, rumbo al norte. Me sentía inquieto y dudoso, ¿pero qué más podía hacer?, ya estaba ahí, algo que ya era más que inevitable.
Anduvimos por un dédalo de calles y antes de que mi paciencia se acabara, no detuvimos en un negocio, iluminado con luces fluorescentes, de donde provenía música a todo lo que daba. En lo alto rezaba: Night Fever.
-¿Fiebre Nocturna?- traduje con cierto recelo.-
-Sí, es un antro.- respondió.
-Un antro…- repetí un poco decepcionado.
-Sí, pero no es un antro como cualquiera- corroboró, señalando a mis espaldas. Detrás de mí una pareja caminaba tomados de la mano. Miré sorprendido. La pareja no era como lo había pensado; eran dos hombres, detrás de ellos otra pareja igual y, un poco más lejos, una más pero ahora eran dos mujeres, altas, robustas. Un antro Gay…
Volví la vista a Zayn, un tanto molesto, pero al encontrarme con sus ojos cafés toda la molestia se esfumó al instante. Sonreía como un niño, al que se le ha descubierto en una de sus infantiles jugarretas.
-No, no y no- dije lo más firme que pude. Pero era inevitable en cualquier momento iba a flaquear. Me conocía de sobra y no dudaba que así lo iba hacer.
-Liam vamos, ya estamos aquí, no vinimos hasta Featherstone para nada ¿verdad?- protestó como sólo él lo sabe hacer, mirándome tiernamente, utilizando sus hechizantes y aduladores encantos, conocedor de que eran irresistibles.
-No y no- repetí bajando la mirada, no debía convencerme. Pero el magnetismo que tenían sus ojos me hizo levantarla, para seguir la lucha.
-Liam, no seas tan apachurrado- murmuró como un niño.
-No Zayn. No son de mi total agrado estos lugares.- dije.
-Hazlo por mí, siempre he sentido cierta curiosidad por conocer un lugar así- imploró con una sonrisa traviesa que dejaba al descubierto sus dientes blancos.- Y que mejor si es contigo, nadie se me atreverá a acercárseme.- agregó.
Le miré, su aspecto era mucho más encantador. No había palabras para describirlo. Se me antojó un niño deseoso de conocer el país de las maravillas. Su mirada se clavó en la mía por algunos minutos hasta que todos mis esfuerzos cayeron derrotados. Era débil, no tenía la más mínima fuerza de voluntad. Cuánto odiaba eso.
-Bueno pues vamos-dije resignado, mirando como su bello rostro se tornaba mucho más inquietante cuando el mohín de la felicidad le surcaba.- Pero sólo un rato.- sentencié antes de dar el sí definitivo.
-¡Claro!- aceptó- Pero pasa, por favor- indicó triunfante.
Caminé unos cuantos pasos hasta que estuvimos en la puerta. El mastodóntico cadenero nos miró receloso por algunos minutos. Quizá no cumplíamos los requisitos para poder entrar al lugar (éramos menores de edad). Pero después de un largo escrutinio nos cedió el paso.
No había ni la más pequeña e insignificante duda: Zayn me hacía perder la cabeza.
Recorrimos un largo y oscuro pasillo, escasamente iluminado, hasta que llegamos al corazón del lugar, de donde provenía la música que llegaba hasta las afueras, en donde el humo del cigarro flotaba solitario; en una esquina relativamente pequeña se congregaba un tumulto de gente entorno a la barra.
De inmediato que pisamos el lugar un alto y moreno mesero, con solo un pantalón negro cubriendo su hercúleo cuerpo se acercó a nosotros, y, amablemente, nos ofreció una mesa. Aceptamos sin miramientos y nos guió hasta el lugar. Nos condujo a una mesa cerca de la pista de baile y nos ofreció algo de beber. Rechacé el ofrecimiento sin siquiera pensarlo, pero Zayn ordenó por mí, pese a mis protestas. Después el apuesto mesero se perdió entre el gentío.
Faltaban unos cuantos minutos para que el espectáculo que se ofrecía esta noche comenzara y el lugar ya se hallaba atestado. Por doquier se miraban parejas de hombres y mujeres besándose sin pena alguna bajo las tenues luces fluorescentes, aquí uno podía ser libre, algunos más ya se encontraban en un plan mucho más avanzado. Todos hablaban y sonreían. Amigos o parejas, estaban dentro. Zayn miraba el lugar de arriba a abajo, sin perder detalle alguno. Hasta que nuestras miradas se cruzaron entre barullo de luces.
-¿Y?- pregunté.
- ¡Genial! ¿No?- respondió sin más esbozando una cándida sonrisa.
Puse los ojos en blanco y seguí con mi escrutinio. En mi búsqueda me encontré con unos cuantos pares de ojos que parecían concentrados en mí pero decidí no darles importancia.
Poco antes de que las luces se extinguieran el fornido mesero se acercó a nosotros y nos dejó sobre la mesa una botella de un vodka del que ya no recordaba el nombre, un par de vasos de cristal, y una charola con una buena ducha de hielos. Zayn ni tardo ni perezoso se apuró en servir un generoso trago, para él y para mí.
-Porque aprobamos matemáticas- me invitó a brindar, después llevó su vaso a sus labios.
- Porque aprobamos matemáticas- le imité y bebí un pequeño sorbo.
Al momento, las luces se apagaron dejando todo a oscuras. Por doquier se oían gritos y chiflidos. Sobre la tarima se colocaron las brillantes luces y el espectáculo inició…
La música comenzó, con los acordes de la guitarra… mientras todos aplaudían sonoramente.
I love rock n' roll de Joan Jett.
En el amplio escenario 5 hombres de cuerpos y rostros impecables, todos unos modelos, hicieron acto de presencia sonriendo amablemente a la concurrencia, divertidos de hacérnosla pasar bien; todos iban cubiertos por negros pantalones y camisas al tono, resaltando sus bellas facciones.
El número comenzó con pasos lentos al compás de la música, sin que ninguno fuese por delante ni por atrás, sumamente coordinados. Movían magistralmente la cintura, en un vaivén provocativo, dejando absolutamente nada a la imaginación, mientras el gentío gritaba estruendosamente. Algunos más hacían coro a la muy conocida canción…
… I love rock n' roll
So put another dime in the jukebox, baby
I love rock n' roll
So come an' take your time an' dance with me.
Miraba a Zayn que aplaudía divertido del espectáculo, que se representaba frente a él, sin el más mínimo gesto de desde.
Después de una amplia muestra de sus candentes movimientos uno a uno, los bailarines comenzó a despojarse de su ropa provocativamente, arrojándola al público, cayendo una prenda sobre nuestra mesa; dejando al descubierto sus trabajados pectorales, sus abdomen de hierro, sus anchos brazos y su férreas piernas, quedando en nada más que una minúscula trusa que a duras penas cubría la enorme magnitud de sus dulces encantos. Sus cuerpos, bajo los rayos de las luces de colores, resultaban exquisitos, incitantes, realmente apetecibles, las protuberancias de sus músculos dibujaban sombras sobre su piel que brillaba delicadamente, a cada uno de sus candentes movimientos.
De pronto, uno de ellos, tal vez el líder, bajo de la pasarela y sus compañeros le siguieron como rebaño de ovejas, mezclándose con la gente que gritaba feliz de su osadía.
Uno de ellos se dirigía hacia mí lentamente, marcando el paso al ritmo de la canción, meneando su prominente trasero de una lado a otro, alzando sus manos y deteniéndose de vez en cuanto para que los presentes se agasajaran con su muy dotado cuerpo, que era mucho más que la representación de la tentación misma.
A unos cuantos pasos antes de llegar a mí, se desvío, para que un hombre ya entrado en años le colocara un par de billetes en los hilos de su trusa. Después continuó con su trayecto pero ahora no se dirigía a mí, sino a Zayn que reía de lo lindo.
El apuesto bailarín se detuvo frente a él y le sonrío. Sin la más mínima renuencia por parte de Zayn, el modelo continuó con su espectáculo, arqueando sus piernas para que las de su espectador, que estaba sentado entraran por las de él; esto para estar un poco más cerca. Listo comenzó con el espectáculo.
El bailarín alzo las manos para que mi joven amigo se deleitara con sus amables atributos que parecían de roca a simple vista, mientras el resto del cuerpo lo movía incitantemente.
A nuestros lados la gente gritaba sonoramente, emocionada, unos aplaudían y otros más continuábamos, incluyéndome, coreando la canción…
… I love rock n' roll
So put another dime in the jukebox, baby.
I love rock n' roll.
So come an' take your time an' dance with me.
I love rock n' roll
So put another dime in the jukebox, baby
I love rock n' roll
So come an' take your time an' dance with me.
El guapo bailarín tomo las manos de Zayn y las colocó sobre sus duros pectorales, después se deslizaron a lo largo y ancho de su abdomen, mientras seguía con su danza hecha ya más que una arte. El espectáculo que ambos ofrecían era sumamente encantador. Ver a dos esculturales hombres elevó mi imaginación a mil, más aun cuando uno de ellos era el ser que más deseaba sobre la tierra.
La música seguía a todo lo que daba y todos gritábamos frenéticamente. El modelo le dio la espalda para ofrecerle ampliamente su redondeado y jugoso trasero. Zayn, valientemente tomó sus protuberantes glúteos, con la insinuante tanga entre ellos. Sus anchas manos recorrieron su cuerpo hasta que se posaron en su cintura, la que agarro fuertemente e imitó el tradicional sube y baja, mirándome de soslayo, para dirigirme una sonrisa de complacencia y un fugaz guiño.
Respondí su mohín con mi usual gesto: le puse los ojos en blanco y continué gritando y aplaudiendo, como un loco.
A los pocos minutos el espectáculo terminó con una elaborada coreografía sobre la pasarela. Exhausto por el frenesí del momento me serví un vaso más, Zayn pidió otro igual al mío. Después de que ambos recuperamos el aliento, nos dirigimos a la pista, para bailar un rato. Nos mezclamos entre el gentío que nos hizo compañía por el resto de la noche. Había ocasiones que bailamos con hombres o mujeres sin siquiera haberlos conocido previamente, pero que importaba estábamos ahí para disfrutar y así debía ser, ni más ni menos. Cuando al fin sentí los pies sumamente cansados me acerqué a mi mesa y me desparramé sobre la silla. Miré un largo rato como Zayn seguía entre el revuelo de gente de una lado a otro, sin siquiera mostrarla más mínima muestra de cansancio; le envidié su energía que parecía no agostarse ni un minuto.
Miré el reloj de mi celular y ya pasaban más de las dos de la madrugada. Cansado y deseoso de ya irme me acerqué a la pista y traté de buscarlo, pero en mi intento me tomaron de la mano y me llevaron al centro del lugar para seguir bailando. Un tanto confundido seguí ahí para así aprovechar y buscar a Zayn entre las personas que sudaban a cántaros. Pero no lo encontré, traté de salirme varias veces del lugar pero no me lo permitían: me regresaban una y otra vez. Hasta que por fin lo logré y pude salir de la maraña de gente.
Rodeé el lugar hasta que llegué a mi lugar, en donde ya estaba Zayn, con el rostro y la ropa empapada de sudor. Se veía tan sexy así como estaba, resaltando por la luz que irradiaban sus ojos cafés.
Sonreía al verle.
-¿Ya listo para irnos?- pregunté casi gritando para que mi voz se sobrepusiera a la música.
-¡Claro cuando gustes!- respondió alegremente, tambaleándose de un lado a otro. El alcohol comenzaba hacer efecto.
¡No podía ser cierto, no a mí…! Me lamenté.
Como pudimos salimos del lugar.
Iba atento a cada uno de los pasos que daba Zayn, ya que continuamente encontraba con algo con lo que tropezarse o alguien con quien chocar. Recorrimos el mismo pasillo oscuro y solitario de la entrada hasta que llegamos ahí. Afuera solo estaban unas cuantas parejas por entrar. Pedí permiso para pasar.
Ya alejados del lugar le tomé del brazo y lo coloqué sobre mi cuello para guiarlo por la calle. Anduvimos por el mismo camino que pasamos por la tarde hasta que llegamos al estacionamiento. Descendimos lentamente por las escaleras y arribamos al automóvil.
Le pedí las llaves a Zayn y amablemente me las entregó. Abrí la puerta del copiloto y como bien pude lo hice entrar. Por unos momentos creí que iba a protestar pero entro dócilmente. Colocó la cabeza sobre el asiento, cerró los ojos y comenzó a dormir.
Manejé tranquilamente a Wolverhampton, mirando de vez en cuando el bello rostro de Zayn, tenuemente iluminado por las luces del tablero. Dormía tan plácidamente que por unos momentos me contagio su sueño. Sentí unas ganas enormes de rozar sus labios, de sentirlo cerca, de captar el dulce y exquisito sabor de sus labios… Pero me contuvo como pude. Pisé el acelerador y tomé la desviación a casa.
A unos cuantos metros antes de llegar, Zayn abrió los ojos me miró y sonrió. Respondí su gesto con una sonrisa no tan hermosa como la de él, pero hice lo humanamente posible por compararle.
En unos cuantos minutos llegamos a su casa, donde no había seña alguna de vida. Al parecer no había nadie.
Estacioné el automóvil en la cochera, apagué el motor y me dirigí a abrir la puerta del copiloto. Zayn salió aún tambaleándose pero con un poco más de sentido que hace una hora. Caminó rumbo a su habitación y le seguí temeroso a que pudiese caer. Cruzamos la sala y el vestíbulo, que estaban sumamente oscuros, hasta que llegamos a pie de las escaleras, trató de subir pero al tercer peldaño resbaló.
Subí rápidamente y le ayudé a incorporarse. Y al igual que a las afueras del antro, tomé su brazo lo coloqué sobre mi cuello y lo guíe a su habitación, disfrutando a cada momento el roce de nuestras pieles.
Después de toda una odisea llegamos al último peldaño.
La planta alta a diferencia de la planta baja estaba iluminada por los rayos de la luna que entraban invictos por los altos ventanales que daban al enorme jardín trasero, lleno de árboles y una enorme alberca donde la luna se reflejaba, regodeándose de su belleza, llenado de su luz nácar la amplia estancia.
-Al fondo- murmuró Zayn.
Al final del largo pasillo estaba una enorme puerta de madera. Caminamos bamboleándonos hasta ahí, como un par de ebrios. Al llegar coloqué mi mano sobre el picaporte; giré, el pestillo chasqueó momentáneamente; después empujé. La puerta cedió sin poner oposición alguna.
Su habitación, era un cuarto enorme con un gran ventanal que nacía desde el suelo alfombrado y terminaba hasta el techo, desde donde se podía admirar una gran parte del jardín y desde donde la luna nos miraba jovialmente.
Entramos sin decir palabra alguna. Nos acercamos a la cama.
Lo que acontecido después, sucedió en unos cuantos segundos. Al estar cerca de la enorme cama tropezamos con una par de zapatos; nuestro equilibrio se vio perturbado, traté de recuperarlo, pero me fue inevitable. Su mano sobre mi cuello me atrajo junto a él y caímos sobre la cama que protestó ante nuestro peso….
Quedamos rostro a rostro, cuerpo a cuerpo…
Zayn abrió los ojos repentinamente. Intenté levantarme, pero solo logré sostenerme con mis brazos, a unos cuantos centímetros de su rostro, a unos cuantos centímetros de sus labios; una extraña fuerza me mantuvo ahí, clavado, hipnotizado en sus ojos que me miraban inquietos, dudosos, un tanto sorprendidos…, a la vez que sentía la enorme perfección de su cuerpo bajo el mío, que no pasaba por alto ni el más mínimo detalle que contuviera.
Mi corazón se disparó a mil, la sangre a corrió por mis venas y mi entrepierna comenzó a reaccionar indiscretamente.
-Debo irme…- murmuré con la voz entrecortada.
Pero no hubo miradas, no hubo inciertas palabras, ni torpes respuestas. No hubo cosa alguna…
No hubo nada…
Sólo nuestras acompasadas respiraciones; sólo un enorme e ininterrumpido silencio y la vehemencia de nuestra cálida sangre fluyendo a lo largo y ancho de nuestras venas; sólo las ganas de extinguir la llama de algo que se había encendido hace mucho y que se alimentada de una esperanza que parecía no morir; sólo la enorme necesidad de calmar y de saciar un deseo guardado en lo más profundo de nuestros corazones…
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
JA JA JA JA JA JA JA JA. Sé que dirán, ¿Qué te pasa Felipe de Jesús? ¿Cómo te atreves a dejarla ahí como si nada? JA JA JA JA JA JA JA- Lo siento pero esto tiene que ser así, que comiencen las apuestas, ¿qué pasará?, ¿qué vendrá para mis niños preciosos? A poco Zayn no es un amor de hombre, por él hasta me vuelvo gay, literal. (Mentira Liam, Zayn es todo tuyo). No sé si han visto las últimas fotos de estos locos, yo sí, las amo tanto, cada vez me convenzo de que Ziam es real. Como siempre mis preciosos amo leer sus comentarios, espero que les guste esto…
Ahora pasemos a las noticias no tan agradables, he estado pensando mucho y llegué a la conclusión de que subiré cada viernes en esta historia, de verdad me lo agradecerán. Esta historia se tiene que disfrutar poco a poco. Así que los dejo pensando toda la semana qué pasará. Los amo. hjahahaha
PipeAlejandroMalik
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Eres mala Telesa! JAJAJAJA *la Monse me dejo impactada cuando lo dijo xD*
Tenes razón FELIPE DE JESUS! ESO NO ES DE DIOS!! Jajajajajajajajajaa me encanto, no me lo puedo creer, después de tantas cosas no se, casi se dan amor.. casi xD
Karen, yo admiro a esa mujer xD JAJAJA que intuitiva ¡DIOS!
Y Zayn... que hermoso, tenes razón es tan perfecto que duele... xD
¡ME ENCANTA! no se, esta novela, estoy obsesionada xDDDD
Ya quiero saber que pasa, y tengo que esperar al otro viernes ¡HARÉ UNA HUELGA PIPE! Pero te entiendo :C
Solo que yo quería que subieras mas seguido xD
Siguela pronto, pero así pronto xD
PD: Gracias por la preocupación SuegroBro :')
Te quiero muchisimo, ya te puse porque me he ido y eso.
TE QUIERO PIPE♥
Tenes razón FELIPE DE JESUS! ESO NO ES DE DIOS!! Jajajajajajajajajaa me encanto, no me lo puedo creer, después de tantas cosas no se, casi se dan amor.. casi xD
Karen, yo admiro a esa mujer xD JAJAJA que intuitiva ¡DIOS!
Y Zayn... que hermoso, tenes razón es tan perfecto que duele... xD
¡ME ENCANTA! no se, esta novela, estoy obsesionada xDDDD
Ya quiero saber que pasa, y tengo que esperar al otro viernes ¡HARÉ UNA HUELGA PIPE! Pero te entiendo :C
Solo que yo quería que subieras mas seguido xD
Siguela pronto, pero así pronto xD
PD: Gracias por la preocupación SuegroBro :')
Te quiero muchisimo, ya te puse porque me he ido y eso.
TE QUIERO PIPE♥
Rebeca.
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
SEGUILAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ :yoli:
Fueron a un bar gay :toosexy: jeje
Yo pense que se iban a besar :vibracionmodeo
Pero no :barbpls: JODER¡ CUANDO SE VAN A BESAR? ¡¡
Estoy ansiosa, se hicieron amigos hace poco y yo ya quiero que se den un besito rico :jiji: ah que?)
jaja xD ME ENCANTAAA¡ :timon: :luuv: :galletica:
Fueron a un bar gay :toosexy: jeje
Yo pense que se iban a besar :vibracionmodeo
Pero no :barbpls: JODER¡ CUANDO SE VAN A BESAR? ¡¡
Estoy ansiosa, se hicieron amigos hace poco y yo ya quiero que se den un besito rico :jiji: ah que?)
jaja xD ME ENCANTAAA¡ :timon: :luuv: :galletica:
giuly123
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Oh DIOS que perfección... que te puedo decir.. eres perfectoooooo cada día me sorprendes mas y buscas la manera de abrir mis expectativas lo logras mi buen Felipe... ahora Liam es un tonti que no besa a zaynie y bueno que línea amistad han cultivado.. Siguela pronto que esta novela se ha convertido en uno de mis prospectos favoritos xD
fabiangerjh
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Jajajajajaja esa Monse es un desastre jajajaja, se robo mi corazón, ( una chica llamada Monse también se robó mi corazón :ilusion: :amor: )Rebeca. escribió:Eres mala Telesa! JAJAJAJA *la Monse me dejo impactada cuando lo dijo xD*
Tenes razón FELIPE DE JESUS! ESO NO ES DE DIOS!! Jajajajajajajajajaa me encanto, no me lo puedo creer, después de tantas cosas no se, casi se dan amor.. casi xD
Karen, yo admiro a esa mujer xD JAJAJA que intuitiva ¡DIOS!
Y Zayn... que hermoso, tenes razón es tan perfecto que duele... xD
¡ME ENCANTA! no se, esta novela, estoy obsesionada xDDDD
Ya quiero saber que pasa, y tengo que esperar al otro viernes ¡HARÉ UNA HUELGA PIPE! Pero te entiendo :C
Solo que yo quería que subieras mas seguido xD
Siguela pronto, pero así pronto xD
PD: Gracias por la preocupación SuegroBro :')
Te quiero muchisimo, ya te puse porque me he ido y eso.
TE QUIERO PIPE
Esos chicos se tienen ganas Rebe, pero, ¿Será que pronto se lo den? muajajajajajaja... tienes que leer el proximo capitulo para saberlo, seguiré siendo malo como Telesa, cuando sea lo más importante ahí cortaré el cap jajajaja....
Si #KarenRules, ella es una gran madre :3
Ay Rebe, que bueno que te encante tu novio:3, este fic y el escritor están encantados contigo :aah: :aah:
Pero no Rebe no me andes alborotando a la gente
Créeme que si por mí fuera subo capítulo diario, pues ya la tengo completamente adaptada, pero como ya expliqué son pocos capítulos y es mejor que la disfruten poco a pocos;)
Zayn es el mejor chico que he conocido, pero Zayn es mío y poquito de Li xD...
Te quiero muchísimo Rebenuerisistabro:3, te extrañamos mucho, esperemos que estés de vuelta lo antes posible
PipeAlejandroMalik
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Jajajajajajajajaja :)giuly123 escribió:SEGUILAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ :yoli:
Fueron a un bar gay :toosexy: jeje
Yo pense que se iban a besar :vibracionmodeo
Pero no :barbpls: JODER¡ CUANDO SE VAN A BESAR? ¡¡
Estoy ansiosa, se hicieron amigos hace poco y yo ya quiero que se den un besito rico :jiji: ah que?)
jaja xD ME ENCANTAAA¡ :timon: :luuv: :galletica:
estos chicos andan de calenturientos en bares de mala muerte jajajaja....
y qué si cuando se van a besar.... Ammm... para eso falta un montón :P....
El capítulo que sigue es una belleza así que ya no tienes que esperar ahora mismo lo subo
Que bueno que te encante :3
PipeAlejandroMalik
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Hola Fabiancito, amigo mío, hermano mío, pana mio, bro mío, pana mío. #WishYouWereHerefabiangerjh escribió:Oh DIOS que perfección... que te puedo decir.. eres perfectoooooo cada día me sorprendes mas y buscas la manera de abrir mis expectativas lo logras mi buen Felipe... ahora Liam es un tonti que no besa a zaynie y bueno que línea amistad han cultivado.. Siguela pronto que esta novela se ha convertido en uno de mis prospectos favoritos xD
Me encanta que siempre tengas palabras de aliento para mí, gracias por ser un gran chico que ha revolucionado mi vida en muchos aspectos, eres una gran persona, recuerda cada uno de los planes que tenemos en mente, porque cada uno se va a cumplir...
Gracias por pensar que esta adaptación es perfecta, la verdad que todas las flores que existen para Orlando, se la voló con esta historia...
QUiero sorprenderte a ti y a todos los demás día a día, jajajajaja esa amistad está a punto de desaparecer Fab:(....
es en serio?
esta novela una de tus favoritas?
:imdead: :imdead: :imdead: :imdead: :imdead:
PipeAlejandroMalik
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
MEGA ADVERTENCIA!!! CAPITULO HOT.
Capítulo VII
El contacto de su piel con la mía fue la mejor sensación que hasta el momento había tenido; su cálido aliento golpeó mi rostro y al momento abrió sus parpados y los oscuros que eran sus ojos cafés destellaron en la penumbra, escasamente iluminados por los tenues rayos de la luna que entraban por el alto ventanal, eran provocativos, insinuantes, tentadores…
Nos miramos fijamente, sin siquiera pestañear: él dudoso, pensativo y yo mucho más aun que sorprendido, más que desconcertado, estaba aturdido…, por su sola presencia, por el siempre momento, lo demás, lo demás era cosa aparte, que no importaba de ninguna manera que lo viera.
Y como en incontables ocasiones, yo, aun siendo un joven ingenuo, tenía motivos de sobra para creer que este momento que tanto deseaba y por el cual había implorado, no era del todo verdad, que sólo era una cruel ilusión, un maravilloso sueño del cual pronto despertaría para enfrentarme a la cruda realidad y nada más.
Es un sueño, es un sueño… pronto terminará… Me repetía hasta el cansancio. Tratando de no albergar vanas y ridículas ilusiones, como ya lo venía haciendo desde tiempo atrás.
Pero ya no, las cosas ya no eran así; y es que hubo algo, completamente inexplicable para mí, he inclusive, estoy seguro que hasta para el propio Zayn, en aquel momento, en la magia que lo rodeaba, algo que me alentó a que lo creyera ciegamente y que lo viviera tan intensamente como pudiera, sin reparo, sin remordimiento, ni culpa alguna, sin nada; algo que me incitó a que hiciera a un lado mis absurdos remordimientos, mis miedos infundados y todo aquello que me hacía dudar de mí mismo, y es que con esto es más que claro que el amor no conoce fronteras ni las conocerías jamás. Sí tenía que vivirlo, tan febrilmente, tan apasionadamente para así darle paso a ese atormentador sentimiento; para que así las cosas fluyeran sin obstrucción alguna, en busca de su cauce que se había perdido hace mucho, demasiado tiempo, desde aquella tarde que lo conocí y me quedé embotado ante su bella mirada; de que olvidara las culpas y miedos estúpidos, infundados en sentimientos que solo yo sabía de su existencia.
En mis incesantes cavilaciones miré el rostro de ángel de Zayn, con una mirada en la que llevaba, en ella, promesas implícitas, sueños que en un pasado se habían relegado, reprimido de todas las formas humanas posibles y, sin olvidar, todo, absolutamente todo, el amor que guardaba por él en mí loco corazón… en ella le entregué mi alma completamente, mi ser entero: todo lo que era, sin lugar a dudas. Me quedé con las manos vacías, sin nada…
Traté de hablar pero algo que no he llegado a comprender que me hizo callar: ¿él?, ¿yo?, ¿o el simple miedo a que todo acabara? ¡No lo sé! y es que ya no importaba al final de cuentas. ¡No importaba!
Él sonrió como un niño, mientras mi rostro se acercaba al suyo lenta e inexorablemente.
En mi pecho, sentí el latido enfebrecido de mi corazón y de alguna otra forma fuera de mi entendimiento, pude comprender que existía una minúscula posibilidad de que mi amor fuera correspondido; ya no importaba de qué forma, ni cuánto tiempo, hoy, mañana, uno, dos, tres, mil años ¡ya no importaba! No quise mirar el lejano futuro que, por ahora, parecía sumamente incierto, impredecible como siempre lo había sido. Sólo me limité en dejarme llevar, sin control alguno, por aquél bello momento que jamás creí ver del todo realizado.
Y antes de que ambos nos pudiéramos percatar de lo que pasaba, sus suaves labios se rozaron con los míos en un tierno beso, en una dulce caricia que sentí hasta el alma, que tocó las fibras más sensibles de mi ser estremeciéndome incontrolablemente; en un beso donde tanto el uno, como el otro, nos entregábamos en cuerpo y alma, en el que nos rendíamos ante un amor prohibido… un amor nacido de la nada absoluta y a su vez cumplíamos ese deseo guardado en lo más profundo de nuestros ingenuos corazones…
Cerré los ojos y me dejé llevar por el momento…
¡Al diablo con todo! ¡Si ya estaba en el maldito infierno, qué importaba que lo hiciera o dejara de hacer! ¡Al final de cuentas daba lo mismo! Si no lo hacía me lamentaría toda vida por el haber tenido la oportunidad y no haberla aprovechado y junto a ello aun ahí estaría ese sentimiento atormentándome a cada momento; u otra forma dejarme guiar por mi corazón, hacer lo que mi cuerpo deseara y que la vida decidiera cuán bien o mal lo había hecho.
Primero sus delgados y suaves labios tocaron los míos, ligeramente, casi temblando, sentía miedo en ellos, duda, remordimiento, quizá, hasta pudo ser todo a la vez: un remolino de sentimientos, una vorágine de sensaciones, algo como lo que yo estaba padeciendo e inclusive más, estoy seguro, lo que no era para menos, le entendía en gran medida. Pero ya era tarde, muy tarde para que dar marcha atrás.
Su aliento se mezcló con el mío, la experiencia era mágica, rotundamente inexplicable. Y al igual que yo cerró los ojos y se dejó arrastrar por el mar de nuevas sensaciones que había descubierto. Su tibia lengua buscó la mía, hasta que por fin la encontró. Ambas parecían conocerse desde hace mucho, como si fueran viejas amigas, como si hubieran nacido la una para la otra. Eran almas gemelas.
El sabor de su boca era mil veces mejor de lo que me había imaginado, y como siempre superó mis expectativas. Fue un beso largo, lleno de amor de mi parte y puedo apostar a ganar que de la de él de igual manera. Lo sentía lo percibía en cada uno de sus movimientos; y es que el trato que me estaba dando no era para menos; rayaba en la mismísima veneración…
Después de un largo rato sentí las manos entumidas de sostener tanto tiempo mi cuerpo y al instante, como si hubiésemos estado conectados, Zayn me tomó entre sus brazos y me giró hasta que quedó sobre mí. Dejó caer su cuerpo sobre el mío, y justo en ese momento sentí como una parte de él comenzaba a reaccionar debido al momento. Fue la mismísima gloria; cuanto había deseado aquello, cuanto había estado dispuesto a ofrecer por ello y ahora estaba ahí, sin el menor costo, al menos no de momento.
Sus carnosos labios se separaron de los míos y comenzaron a trazar una vereda, recorrieron mis mejillas, mientras su agitada respiración se restregaba con contra mi piel, quemaba al simple contacto pero pude y supe aguantar, valientemente; no era el momento de las más mínima protesta. Un largo escalofrío agitó mi cuerpo cuando se posaron en mi cuello donde se detuvieron para seguir con su arduo trabajo. Entre sus dientes tomó un trozo de mi piel y le propinó pequeñas mordidas una y otra vez, hasta que dejó unas cuantas marcas en él, como fiel huella de su paso.
De pronto, bruscamente se separó de mí, se colocó de rodillas. Le miré sorprendido. Acto seguido tomó los bordes de su camisa y se despojó de ella, el espectáculo que me ofrecía su torso desnudo y su piel morena bañada por los rayos de la luna me dejó aturdido, con la vista clavada en su espectacular cuerpo, en sus carnes perfectas. Titubeante y aún perturbado por tan maravilloso espectáculo, sólo atiné en acercar mi rostro a su abdomen de piedra, sentí como su piel seguía despidiendo un extraño, pero a la vez placentero ardor; aspiré largamente hasta que su aroma quedo grabado en mi ser. Mi titiritante boca quedó a la altura de su ombligo, en donde mi boca profano deliberadamente; en respuesta un largo espasmo y un casi interminable escalofrío azotaron su cuerpo. Sonreí mirándole a los ojos, en respuesta se agachó para seguir con el ataque y de nueva cuenta nuestras bocas volvieron a ser una sola, como tanto lo había soñado.
En verdad había creído que el estar al lado de Zayn iba a ser una experiencia extraordinaria, pero hoy comprobé que no, que no iba a ser así, todo lo contrario, iba a ser algo mágico y que de alguna manera me demostraba que volvía a errar como siempre.
Con todas las fuerzas de mi ser, quería que nuestro cuerpos se fundieran, que fueran uno solo, para que nada ni nadie pudiese separarnos, para estar juntos hasta la eternidad… e instintivamente mis manos se posaron en su cuello para no dejarlo ir, mis piernas rodearon las de él, ya no era una petición a la espera de respuesta, ya no lo era, era ya un necesidad, una adicción, la más fuerte de todas las que una vez había conocido, una que ya no podía controlar aunque así lo deseara, y es que estaba fuera de mis manos.
En este acertado movimiento, nuestros miembros quedaron juntos, sintiéndose el uno contra el otro, sintiendo como crecían inexorablemente, como sentían que si no se les atendía explotarían, ambos clamaban atención, ambos deseaban que fueran atendidos, con mimos, con caricias, con todo aquello con lo que contaba el uno para el otro…
Sin más Zayn comenzó un suave vaivén, un preciso movimiento de cadera que hacía que su miembro rozara contra el mío, la sensación era casi imperceptible, la mezclilla sofocaba parte del roce, pero el sólo hecho de imaginármelo me encendió a mil. Mis manos oprimieron con fuerza su marcada espalda, mis piernas imitaron sus movimientos. La necesidad de sentirlo mío y de nadie más creció desmesuradamente, mi cuerpo lo clamaba, lo imploraba, lo suplicaba de todas la maneras posibles… Pero sabía que aún no era el momento debía esperar… esto no podía terminar de un momento a otro, esto era para gozarse, disfrutarlo, para aprovecharlo el mayor tiempo posible… no era cualquier cosa y como tal debía ser tratado.
Justo cuando creí enloquecer se detuvo repentinamente. Abrí los ojos inquiriendo la razón, pero de inmediato contraatacó,: sus anchas manos se apuraron en despojarme de mi ropa, mi camisa cayó a un lado, dejando al descubierto mi blanco torso mientras sus dedos se deslizaban ágilmente por mi piel que al simple contacto vibraba. Después sus labios se recorrieron mi pecho hasta que su boca se posó en mis pezones que sin esperar más reaccionaron, un interminable escalofrío me hizo temblar… Dedicó unos cuantos minutos de su atención sobre mi pecho, hasta que los espasmos ya eran incontrolables. Se detuvo unos momentos hasta que me tranquilicé, se sostuvo sobres sus codos para mirar mi cara contraída por el placer… después divertido de mi reacción sonrió, dulcemente, divertido de mi reacción.
Le miré y en sus ojos vi algo que no supe describir, algo completamente inexplicable. Su actitud me aturdió y antes de que pudiese hacer o decir algo, lo que fuese, tomó mi mano derecha entre la suya, entrelazó sus dedos con los míos y elevó nuestras palmas sobre su rostro, las miró a detalle después lentamente, las llevó sobre su pecho, donde mis dedos acariciaron su suave piel, y así sutilmente hasta que llegó bajo su ombligo, donde se detuvo dubitativamente, volvió a mirarme, esperaba aprobación para ejecutar su siguiente movimiento, pero no había palabras para pedir tal petición, no había nada que pudiese decir de momento… no había nada… sólo actos, sólo silenciosos movimientos y sin más que esperar colocó mi palma sobre su duro miembro… Me petrifiqué de momento, e instintivamente volví la vista a sus ojos buscando una explicación, o lo que fuese… no había nada… sólo una constante y persistente inquietud, una duda que había que saciar, calmar, porque ya había carcomido toda la tranquilidad que poseía.
Sin más mi mano se deslizó sobre su miembro magistralmente… con unas ganas enormes de sentirlo en todo su esplendor, de mirarlo, de palparlo a detalle… e inclusive algo más… un enorme deseo guardado por mucho tiempo, uno que ya no podía, ni debía esperar un segundo más…
Mis dedos se deslizaron sobre el resorte de su bóxer y antes de que pudiera tirar de él, elevó su cadera unos cuantos centímetros, una pequeña seña de que continuara, sin esperar un minuto le despojé de su ropa interior y sin más su miembro saltó por los aires… Le miré unos momentos, tenía que guardar cada uno de sus detalles a profundidad, no debía olvidarlo nunca en la vida. Después mis manos lo tomaron, sintiéndolo en su mayor expresión, en toda la extensión. La experiencia era mágica, extraordinaria como lo había pensado. Mis manos comenzaron un lento sube y baja, hasta que por fin alcanzó toda su amplitud. Era una columna enorme, firme, que no se permitía titubeo alguno. Se erguía sobre su amplio y esculpido vientre, como un amplio derroche de su virilidad, el tono de su piel que en aquella parte tomaba, era un poco más claro que el de su demás cuerpo, pero no por ello dejaba de ser sumamente inquietante.
Sopesé largamente mi siguiente movimiento, dudaba en hacerlo sentía temor, miedo y no por lo que pudiese pensar, los hechos hablaban por sí mismos, sino por no hacerlo bien, sino por decepcionarlo. Pero sin pensarlo un segundo más mis labios rozaron la punta de su miembro, sintiendo la calidez que despedía, una eternidad después mi lengua salió de mi boca y se deslizó sobre la sonrosada punta de éste, dejando un rastro acuoso.
Lejos oí un suave gemido que escapo de los labios de Zayn y que intentó ahogar pero que fue imposible. Los débiles murmullos que su garganta proliferaba me incitaron a hacer el siguiente movimiento y, sin más, su miembro profanó la intimidad de mi boca, mientras un largo espasmo surcaba su cuerpo. Listo comencé mi trabajo… mi boca se deslizaba sobre aquella columna con maestría, con una experiencia que quién sabe diablos donde pude haberla aprendido. Sus manos se posaron sobre mi cabeza, sus dedos tomaron mis rizados cabellos y guiaron mis movimientos, para que fuesen sutiles, ecuánimes, acompasados…
Cada gemido que oía, cada espasmo que azotaba su cuerpo, y cada uno de aquellos signos que escapaban de su cuerpo eran un aliciente para continuar, para seguir con lo que estaba haciendo y no abandonarlo nunca en la vida.
Pero mucho antes de que continuara tomó mi rostro entre sus manos y me llevó a su boca, donde la batalla que habían iniciado nuestras lenguas continuó arduamente, como si los ánimos lejos de ser calmados se hubiesen caldeado aún más. Sus manos morenas se posaron sobre mis hombros donde descansaron unos minutos después recorrieron mi cuerpo, sin dejar rincón alguno sin conocer; al igual que las mías deseaban grabar a cabalidad cada detalle, cada uno de los rasgos de mi cuerpo, por si de alguna manera esto que estaba pasando no volviese a ocurrir nunca más en la vida, por lo menos tuviese el vivo recuerdo de cada momento… Hasta que por fin terminaron su andanza y se detuvieron sobre el borde mi pantalón y sin petición alguna lo desabotonó, miré incrédulo cada uno de sus movimientos, sin decir palabra o protesta alguna; y es que realmente no había nada que decir y que hacer, así que, sin poner resistencia, alguna dejé que continuara algo que indudablemente deseaba que hiciera por sobre todas las cosas, no había nada que deseara como aquello.
A los pocos segundos mi pantalón le hizo compañía a mi camisa sobre el frío piso, me recostó sobre la cama tiernamente, con suma delicadeza. Se posó a mi lado, mientras sonreía… Su mano derecha se apoderó de uno de mis pezones y comenzó a jugar con él, mientras sonreía de sus puerilidades, después delineó mi abdomen, hasta que llegó a mi miembro que se marcaba contra la tela de mí bóxer, y sin el menor aviso su mano se inmiscuyó en mí intimidad, que por unos momentos casi explotaba, por el sólo hecho de sentir su piel rozar la mía, pero supe y pude contenerme. Tomó entre sus dedos mi miembro que parecía de piedra, mientras su rostro se acercaba a mí oído donde su lengua profanó a profundidad, causándome un interminable escalofrío que me erizó los vellos de la nuca.
Su mano subía y bajaba con una destreza sorprendente hecha todo un arte, mientras su lengua jugaba con el lóbulo de mi oreja, que ya estaba a la merced de sus caricias…
Y casi a punto de estallar se detuvo por unos instantes y me despojó de mi ropa interior que fue a parar quien sabe diablos donde. Sin más que mí desnudez acercó su cuerpo al mío, para que nuestros miembros se rozaron, se sintieran el uno al otro en toda su expresión, en toda sus amplitud… La diferencia no era mucho como un día llegué a imaginar, pero si entre los dos había notoria diferencias, ambos pasamos por alto, sin impórtanos un ápice siquiera, eso estaba de más, al menos para nosotros dos así era… lo importante era el deber que tenía el uno con el otro, los que sobraba estaba de más.
Sin esperar un segundo más, me indicó que girara mi cuerpo y así lo hice, sin siquiera dudarlo un segundo. Hasta que quedé boca abajo. Hundí mi rostro sobre la almohada que estaba impregnada de un embriagador aroma, de su aroma que aspiré hasta el cansancio.
Y para mi sorpresa sentí como su boca besaba mi cuello, con suma paciencia, con sumo interés, con unas enormes ganas de hacerme sentir su presencia, su timidez reprimida, su inmensa pasión que comenzaba a desbordarse, como un río. Su trato era delicado, sutil, como si aún en él anidara temor, miedo, algo, lo que fuese y que en cualquier momento le podía hacer reaccionar y darse cuenta del mayor error de su vida; pero conforme transcurrían los minutos entre sus caricias y las mías, cada uno de aquellos temores se esfumaban sin dejar rastro de su existencia, dejando el camino a una pasión que pronto no conocería limites.
Cuando pude salir a flote del mar de placer en el que me encontraba su boca ya se había posado sobre la base de mis glúteos. Y sin esperar más sus blancos dientes tomaron una parte generosa de mis carnes. El dolor era poco, y el placer que ello implicaba era inmenso, amplio, así que dejé que siguiera, sin poner las más mínima oposición. Ante mi elocuente aprobación continuó con lo que tenía reservado: sus toscas manos tomaron mis glúteos y los separaron para dejar al descubierto la parte más íntima de mi cuerpo… El sentir lo que me esperaba me estremeció hasta el tuétano de los huesos e hizo que temblara un poco, mientras Zayn ahogaba una de sus cándidas sonrisas que tanto amaba…
Esperé unos segundos después sentí como mi ser era profanado a profundidad… desfallecí sobre la cama sintiendo el cuerpo entumido, embotado de tanto placer, del sólo hecho de sentir que su boca hurgaba la parte más íntima que tenía, por unos segundos creí que no era verdad pero el placer que estremecía a mi cuerpo me devolvió a la realidad, abracé fuertemente la almohada, aferrándome a ella como si la vida se me escapara de mi cuerpo; floté suspendido en un universo que no conocía y del que no esperaba conocer nunca en la vida… Intenté ahogar cada uno de los suaves gemidos pero me era imposible, se esfumaban de mis labios, sin darme cuenta, sino hasta que ya llenaban la habitación, y haciendo eco en la soledad de la casa.
De pronto y para mi rotunda sorpresa aquel torrente de placer se detuvo: dejé de sentir cada una de las sensaciones que me hacían perderme como un vil loco, sin remedio. Intenté averiguar qué pasaba, qué había ocurrido así que alcé el rostro de la almohada, pero de inmediato sentí como el peso de su cuerpo caía sobre el mío, mientras su miembro en su máxima expresión se amoldaba, a la perfección en la hendidura de mi trasero, por momentos el miedo me invadió, recordé, como un sueño lejano, aquélla sensación que hace mucho había experimentado y que le precedía al placer del cual pronto gozaría. Pasé saliva con dificultad y me armé de valor…
Y después de tanto esperar, después de tanto soportar aquellas enormes ganas de que estuviera cerca y que fuera solamente mío, sentí como aquella férrea columna se abría paso hacía un lugar que, a cada movimiento, le cedía el paso pese al miedo. Hasta que por fin el dolor creció en una enorme punzada que me hizo proferir un gemido que intenté ahogar entre las plumas de la almohada, pero que me fue inevitable… Ante mi reacción se detuvo unos instantes y acercó su rostro a mi cuello, murmuró algo a media voz, pero no entendí nada de lo que dijo, lo único que atiné a decir era que continuara, que no se detuviera, que siguiera hasta el final. Y así lo hizo… hasta que por fin algo más que una atracción física y emocional, algo más que una inquietud nacida de la nada absoluta nos unía, aunque esto jamás en lo que resta de nuestras vidas se volviese a repetir, ni siquiera una vez más; ya nos pertenecíamos, éramos el uno del otro, hasta el final, hasta el último segundo de nuestras vidas….
Con el cuerpo y el alma separados, deshilvanados, ajenos el uno del otro, hasta cierto punto, a causa del mismo éxtasis y de toda la vorágine de sensaciones, caí a su lado, donde sus brazos me esperaban; rápidamente me rodearon, acogiéndome tiernamente.
Nuestros rostros quedaron uno frente a al otro. En aquel momento no había palabras, no había actitudes que pudiesen expresar la mejor parte de este momento… no había nada… es más dudé demasiado que pudiese existir algo que así lo hiciera… Y al no encontrar nada a mi alcance, sólo atiné en mirarlo, en contemplar sus bellos ojos cafés, en hundirme en esa hermosa mirada que me hacía perder la cordura tan pronto como se posaba en ella.
Nuestras frentes se unieron y ambos al instante cerramos los ojos. Lejos oía su suave respiración; era tan suave, tan dulce, tan infantil que comenzó a arrullarme, era como una canción de cuna, porque al instante provocó que un intenso sueño comenzara a cobrar fuerza. Sabía que tenía la batalla perdida, pero aún así comencé a dar pelea, no debía darme por vencido; así que mi mano se elevó y se posó gentilmente sobre el rostro de Zayn, donde sopesó a fondo cada uno de sus enigmáticos rasgos, pero mucho antes de poder palpar todos y cada uno de ellos, caímos en sueño profundo y abismal, en brazos el uno del otro…
El dulce piar de la aves anunció que pronto amanecería, pese aun que las sombras de la madrugada aún cubrían por doquier. Repentinamente abrí los ojos. Por un instante me sentí perdido, desorientado, pero al otro recordé donde me hallaba como por arte de magia. Sin más dirigí la vista a mi acompañante que seguía aún sumido en un profundo sueño, suspiraba acompasadamente, mientras su pecho se ensanchaba a cada inhalada de aire que entraba en sus pulmones. Le miré por una eternidad entera… Me hubiese quedado ahí de no ser porque en el fondo la culpaba comenzaba a anidar…
Solté su mano que sujetaba la mía. Y sin esperar más tiré de la sabana y me levanté quedamente, rápidamente busqué mi ropa esparcida por la habitación, listo salí sin dirigirle mirada alguna… a cada instante que pasaba el fastidioso malestar al que ya estaba acostumbrado comenzaba hacer acto de presencia.
Cerré la puerta lo más silenciosamente que pude, hasta que el pestillo chasqueó fugazmente. Ya fuera me apuré en vestirme, sin importarme el aspecto que tenía, en esos momentos nada me importaba más que la imperiosa necesidad de poder salir de la casa lo más pronto que pudiese…. Era ya un instinto de supervivencia y nada más.
Caminé sigilosamente, sin mirar nada, ni nadie, ya no necesitaba más alicientes que aumentaran esta enorme sensación de culpa. Salí y crucé el verde jardín presurosamente. Fuera del pórtico alcé la vista, para mirar la calle. No había nadie… la acera estaba solitaria, como en estos momentos realmente deseaba que así fuera. En lo alto miré los primeros rayos del sol que comenzaban a nacer tras dos pétreas montañas a mí costado. Después suspiré tan profundamente como mis pulmones me lo permitieron, listo encaminé mis pasos a algún lugar del que jamás en la vida pudiese regresar…
* * * * * * * * * * * * * * *
Ya había transcurrido una semana después de todo lo acontecido con Zayn y la culpa parecía no menguar en ningún momento. A cada hora que transcurría sentía que crecía muy dentro de mí como un mal parásito, sintiendo a cada segundo asfixiarme, oprimiendo con fuerza mi cuello, mi corazón, sin remedio alguno.
Era algo que no podía controlar, algo que no podía contenerme, algo que estaba fuera de mis manos y de mi total y absoluta fuerza, era algo tan ajeno a mí pero a la misma vez muy personal.
No podía mirar a nadie a los ojos, ni siquiera a mí mismo, veía en la mirada de los demás y en la mía la culpa inquiriendo haciendo mella, en lo más profundo de mi ser; me causaba la mayor de las repugnancias, el mayor de los odios. Quería que la tierra me tragara, que me devorara entre sus entrañas, o que un rayo me partiese a la mitad, cualquier cosa que me borrara del mapa sin dejar el más mínimo rastro de mi existencia que tanto daño había causado, lo que fuese, pero tarde comprendí que mi suerte no era tan buena, como tanto lo deseaba y que ni lo llegaría hacer, de ninguna manera.
La ausencia de Karen, que ya se había prolongado más de lo suficiente, había sido de gran ayuda en este largo calvario que parecía no tener fin. Y al igual que las prolongadas vacaciones de Karen habían ayudado, el inminente fin de cursos también había aportado su parte generosamente. Sólo me quedaba asistir al instituto a tomar lista y recoger la última calificación del curso, asunto del que podía salir airoso, en caso de no hacer acto de presencia: ni en sueños pisaría de nueva cuenta el instituto, al menos no en estos días… no, sino hallaba una pronta solución a mi situación y de no ser así ya había considerado, seriamente, lo que antes pudo ser una remota y descabellada idea… cambiarme de escuela.
Al estar encerrado en las cuatro paredes de mi habitación, a mi mente habían acudido un centenar de preguntas, de las cuales muchas no tenían respuesta, o al menos no la que yo desea para mermar esa inquietud que cada una de ellas había sembrando en lo más profundo de mí ser. Centenares y centenares de preguntas que a cada segundo que pasaba brotaban más y más. Una tras otra.
Pero había una pregunta, de tantas, que me hacía a mí mismo, en mi fuero interno, quizá la más importante de todas ellas ¿Cómo pude haber traicionado a mi mejor amiga, a la que era casi mi hermana?... Pero pronto quedó relegada tan rápido como llego otra: ¿Por qué una parte de mí se empeñaba en hacerme pensar y desear tan intensamente que volviera pasar, que se repitiera?; pregunta que planteó nuevos cuestionamientos, nuevas fronteras que parecían tan lejas y ajenas a mí, a las que no podía, ni siquiera en sueños tener acceso.
En momentos creí volverme loco, de estar perdiendo la razón a cada tic tac que el reloj articulaba, sentía sumergirme en una nada absoluta, en un pantano de tinieblas, que nublaban mi escaso razonamiento. Pero cuando lograba salir de ahí victoriosamente volvía a comprender, muy a mi pesar que pese a la culpa, al dolor, al remordimiento, al odio y a todo aquello que me atormentaba, de ninguna manera, lo que había vivido a lado de Zayn, lo cambiaría por nada en este mundo y es que ¿quién, en su sano juicio lo haría?…
Aunque el tiempo hubiese transcurrido no podía olvidar ningún detalle, por pequeño e insignificante pudiese parecer; cada uno lo tenía grabado a al rojo vivo en cada tramo de mi piel, en mi memoria, en mi cuerpo… cada uno, sin excepción, sus besos, sus caricias, el sabor de su boca, la tersura de su piel, su cálido aliento, su cuerpo y todo él mismo, estaban en mí, de pies a cabeza, hasta el último de mis días… Como un sueño lejano, muy lejano, o tal vez también, una vida pasada
¡Pero todo estaba ahí, presente!, ¡todo!, sin ninguna posibilidad de poder arrancármelos siquiera. Mi castigo, mi condena era esa: tenía que vivir con ello a cada minuto, a cada segundo, aunque absurdamente intentara hacerme creer que me pesaba, que era algo que deseaba que no volviera a pasar, era eso o nada, no había otra opción posible, vaya ni siquiera podía imaginármela; así que de una u otra manera tenía que saldar la cuenta que se había facturado a causa de mi debilidad y así que el destino había optado por este tormento, porque ¿cuál otra podía ser mejor?...
Mi Yo interno se había fragmentado en dos partes, tan distintas, tan diferentes que por momentos creía enloquecer ante la batalla que entre ambas se había desatado, y es que una deseaba con todas las fuerzas posibles que aquellos bellos momentos se volviera a repetir, no le importaba a quién dañaba, ni de qué forma lo hacía, porque me aseguraba, como nadie lo había hecho hasta el momento, que las personas no viven de recuerdos, de vanas y pretenciosas ilusiones; así que, en este juego en el que no me quería inmiscuir, yo no sería la excepción, ¿cómo era posible que yo llegara a creer que lo podía ser? ¿En qué cabeza cabía esa absurda posibilidad?; mientras tanto la otra parte, no perdía el tiempo, se regocijaba al verme ahogándome entre el remordimiento, la culpa.
Ambas estaban a la par, igualadas se podría decir, ya que a ambas las odiaba de la misma manera, ninguna mitigaba mis dolores, ninguna hacia lo posible por hacerme sentir una milésima parte de cómo deseaba y merecía sentirme realmente…
El sol se ocultaba tras la ventana de mi habitación, irradiando sus últimos tristes rayos del día de un tono rojizo desvaído, cuando tomé el reproductor que estaba sobre la cama, donde me tiré, colocando los pequeños audífonos en mis orejas. Otro día más pasaba y con él, otro día, de mí desdichada vida, se iba sin remedio, lo que era, de alguna manera, lo mejor, de momento claro, después el tiempo y la vida dirán la última palabra que espera que fuera pronto, ya no podía esperar un minuto más.
Encendí el aparato y dejé que la música comenzara y, demostrándome que mi mala suerte seguía latente, se reprodujo una melodía que no ayudaba de mucho, mejor dicho de nada, en aquellos momentos… Yesterday de The Beatñes. Y con ella los recuerdos volvieron drásticamente, tan vividos, tan nítidos que por momentos los creía y es que eran tan reales que mi cuerpo se estremecía incontrolablemente, azotado por constantes espasmos que me erizaban la piel…
En los últimos días los recuerdos habían vuelto a cada instantes, tan claros y nítidos como lo fueron la primera vez. Su retorno era una tortura diaria que me orillaba a cada día a una inminente locura, a un precipicio del que me iba a ser dificultoso salir, y con ellos la pugna volvía, primero mí cuerpo reaccionaba de una manera poco recatada, después de ello el remordimiento se apoderaba de mí hasta mermar la escasa fuerza moral que aun lograba contener…
Aún podía percibir su cálido aliento arremetiendo contra mi rostro con premura como si la vida se le escapara de la manos, como si cada halito se volviese a restregar contra mis mejillas, contra mi cuerpo; volvía a sentir su delgados labios estrecharse con los míos, mientras nuestras tibias lenguas jugaban un diestro juego de vida o muerte, uno que era mil veces mejor del que, tiempo a tras había vivido, después se deslizaban por cada tramo de mi cuerpo trazando una vereda que aun permanecía ahí, como viva prueba de su paso; mi boca cantaba de nueva cuenta y con rotunda precisión el sabor del dulce néctar que emanaba de la de él a cada beso, a cada uno de sus precisos movimientos que hizo para dibujar el contorno de mis tiritantes labios; los músculos de mi cuerpo se contraían, cuando imaginaban la intensidad salvaje que su cuerpo despedía en cada movimiento que me propinaba, a cada uno de los ígneos arranques que se salían de él, demostrándome que no erraba al imaginarme cuan pasional podía llegar a ser; mi piel se imaginaba, delirantemente, percibiendo el inmenso calor que fluía a través de la de él, que por momentos parecía quemar, como si hubiese estado expuesta por largas horas a los imperdonables rayos del sol de verano; sobre mis dedos sentía su sangre corriendo bajo su tostada piel, en una presurosa carrera; mi agitada respiración se mezclaba en una sola con la de él que salía de sus pulmones con premura, tratando de retenerla el mayor tiempo posible; la imperante necesidad de calmar una inmensa sed que se había apoderado de él hace mucho.
Los recuerdos mitigaban, en parte, el dolor por haber traicionado a mi mejor amiga y en otra, dejaban a la vista el sin fin de dudas que tenía en la vida, de las cuales, estaba seguro, pocas aclararía, pero si había algo de lo que estaba seguro, era que todo lo acontecido ya no podía ser un sueño, sino una realidad concreta, única y completamente mía y de nadie más, mi mayor tesoro, el más apreciado de todos , algo que me pertenecería hasta la muerte; ya no existía esa remota posibilidad que de pronto despertara, como siempre lo venía haciendo y de pronto mirara, de la manera más cruel que puede existir, que no era cierto, que era una ilusión, como antes lo había sido: ¡ya no había esa posibilidad! ¡Ya no era alucinaciones propias de mi aturdida cabeza! ¡Ya no! ¡En verdad que no!
Ya no había miedo, ni desesperanza y de alguna forma ya no cabía la posibilidad de que algún día llegasen a regresar… ahora sólo había el añorado deseo que volviera a pasar, que se repitiera una, otra y otra vez y así, por el resto de mi vida, que fuera algo que formara parte de mí, sin lo que no pudiese vivir e inclusive morir, como lo estaba haciendo ahora, justo en estos momentos… ¡Cuánto lo deseaba! ¡Cuánto imploraba que las cosas se repitiesen!… Si mi deseo se convirtiese en fuerza, cargaría sobre mi espalda el mundo entero… movería montañas, no habría cosa que no pudiese hacer…
Sin darme cuenta mi cuerpo comenzó a reaccionar involuntariamente; la excitación corrió por mis venas rápidamente, como veneno, como una letal ponzoña; mi miembro se alzo en toda su amplitud, mis manos en un intento inconsciente, surcaron mi pecho después de haber acariciado previamente mi cuello, mi rostro mis labios como si hubiese sido Zayn mismo, el que me hubiese brindado tan bellas caricias, se dirigieron a la columna de hierro que se alzaba entre mis piernas, sin la menor duda, sin perder el menor tiempo posible. Palparon unos minutos la extensión de éste bajo la piel de mezclilla, lo que percibieron no les hizo huir, todo lo contrario el deseo creció enormemente. Oprimieron fuertemente mi miembro cuando creí explotar, corrieron el cierre de mi pantalón y se adentraron para sentir la rigidez de mi falo que parecía reventar. Mis dedos deseosos de saciar la sed de mi alma, por algunos momentos se movieron magistralmente, palpando mi miembro que reclama atención necesaria, su inmiscusión fuera rápida y certera como si de ello dependiera mi vida. Tomaron la base propinándole un pequeño apretón que reavivo los ánimos que por ninguna razón se podían perder… Y así comenzaron un acertado movimiento de sube y baja, candente ecuánime, desde la base hasta la punta, mientras mi mente evocaba nítidas escenas de una noche que recordaría toda mi vida…
Sentí, sobre mi piel, sobre cada tramo de mi cuerpo, sobre cada extensión, sobre cada músculo cómo un leve calor que ascendía y descendía, en oleadas de sensaciones, en gratos estímulos, que eran como una enorme descarga de energía que provenía de por doquier. Mi cuerpo comenzó a transpirar imperceptiblemente cubriendo con una delgada capa mi piel que reclama atención oportuna a voz en cuello; mientras mi mano seguía haciendo su ardua labor, sin sentir la más mínima muestra de cansancio, de arriba abajo. Hasta que, justo en el centro de mi abdomen anido una pequeña contracción y no de dolor, sino de placer…, y que anunció lo inminente, que duro ahí unos cuantos minutos y que después se deslizó lentamente como si nada le preocupara, tensando aún más mi miembro, hasta que llego a la base de mi miembro donde se retuvo.
Resoplaba fuertemente, en un intento de llena mis pulmones con el aíre necesario, con un poco de vida, mientras mi otra mano se aferraba a la sobrecama y la estrujaba fuertemente… Hasta que por fin, de un momento a otro, mi mano de detuvo oprimiendo la base de mi miembro que lanzo tres fuertes contracciones que arrojaron una considerable cantidad de liquido que se derramo sin nada que le restañara, cubriendo mi mano que lo acogió con agrado sintiéndolo arder como si fuera lava pura.
Mi último gemido fue ahogado entre las gratas sensaciones que mi cuerpo experimentaba. Relajé mi cuerpo que se amoldó al colchón a la perfección. Después de haber recuperado un poco de energía y la conciencia, el arrepentimiento volvió a arremeter sin piedad… Y me sumergí en un turbio pantano del que, indudablemente, ya no iba a poder salir de ninguna manera. Y justo en ese momento, para completar el cuadro de lo más patético, me pregunté por qué aún me seguía sorprendiendo su regreso, era algo a lo que debía acostumbrarme sin lugar a dudas, no había otra opción.
Que estúpido seguía siendo. No iba a cambiar.
Me levanté y me dirigí al baño. Limpié los restos del espeso líquido de mi descarga con la tela de mi camisa. Listo me despojé de ella y la arrojé al cesto de ropa que estaba en el interior de un pequeño clóset, quedándome sólo en pantalones. Coloqué mis manos en el borde del lavamos, miré el blanco reluciente de la porcelana. Por algunos momentos divague… hasta que por fin alcé el rostro y me encontré con el iluso reflejo que me devolvía el espejo. Sonería sin ánimo, como últimamente venía haciéndolo. Patético.
La mueca que se dibujó en mi cara, hizo brotar una furia irascible y, sin motivo aparente, de pronto mi mano se estrecho contra el cristal que al contacto se hizo añicos, desvaneciéndose mi imagen al instante que los trozos irregulares caían a los lados en un estrepitoso sonido. En un acto reflejo tire fuertemente de mi brazo, y al instante que mi mano salía del marco donde se sostenía el espejo, la palma rozó con fuerza un trozo irregular que desgarro mi piel. Grité. Después enormes gotas de sangre de un rojo intenso cayeron de golpe sobre el lavamanos. Coloqué mi mano bajo el grifo y dejé que corriera el agua fría, mientras miraba como se diluía la sangre rápidamente. ¡Vaya estupidez!
¡Lo que me falta! murmuré con ironía para mis adentros.
Lejos, sobre mi cama mi teléfono móvil comenzó a sonar fuertemente. Con una sensación de ardor en el borde de la herida, que por momentos mitigaba el agua, quité la mano y presioné sobre la parte afectada. La sangre había dejado de fluir y ahora sólo se miraba una pequeña línea roja. Rápidamente arranqué una considerable porción de papel y envolví mi mano sin orden y me dirigí a mi habitación. Mi teléfono había dejado de pitar pero justo al llegar a la puerta retomo su frenético sonar. Me arrojé sobre la cama y lo tomé con la mano sana, miré el número pero no lo reconocí.
Contesté rápidamente:
-Sí, diga- murmuré mientras miraba que en el papel ya se había marcado un mancha carmesí.
-Liam, soy Zayn. - clamó una dulce voz al otro lado de la línea, que me dejó congelado. Y antes de poder reaccionar e inclusive colgar, pidió con voz de suplica:- ¡No vayas a colgar! ¡Por favor!- así que seguí ahí como una estatua oyendo cada una de sus palabras que brotaban de sus exquisitos labios, sin saber qué hacer, ni qué decir, y no tanto por su petición sino por el grado de sorpresa al que había llegado. Y es que no podía creerlo ¡Zayn! ¡Zayn! ¡Zayn!.
-Sabía que si te marcaba de mi línea no ibas a contestar- continuó- es más dudé mucho en si debía o no hacerlo… Pero, en verdad que ya no puedo con esta situación, es insostenible. Te lo juro que lo pensé mucho, le di vueltas y vueltas al asunto en todos estos días y no sé qué pensar….- guardó silencio toda un eternidad al igual que yo, suspiró largamente mientras oía como el aire entraba por su nariz y escapaba por su boca. Hasta que por fin soltó entre balbuceos el fin de su llamada- Liam por favor, por lo que más quieras… necesitamos hablar…, necesitamos vernos…
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _Señor Jesús, este capítulo es tan hot, les dije que valdría la pena esperar una semana, Zayn no pudo ser más cariñoso con Li haciendo el amor, porque sí señores, lo que ellos hicieron fue hacer el amor, se amaron con pasión, espero que les haya gustado. Me encanta, me encanta y me encanta…
Ahora les haré esperar otra semana más para ver si Li decide ver a Zy jajajajaja, soy malo… Los amoJ
PipeAlejandroMalik
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
malo? Malo es poco... eres malvado como se te ocurre dejar el cap allí... que hermoso fue diooooooos no lo puedo creer que bello Zayn.. c': jajaja estuvo de lo mejor ste capitulo... esperare con ansias. Yo quiero que liam acepte.. todo fue tan lindo.. tan inesperado. Llore en serio jajaja
fabiangerjh
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Comentando (obvio) en esta novela tan Per-fect¡
Como siempre me encantan los capitulos :abby:
Liam y Zayn... bueno, tuvieron.... :fosforitos:
Zayn de seguro que cuando desperto ese dia estaba como: ¿Que hice ayer?.... y Liam?¡ Estoy jodido
Ahora Leeyum va a tener que ir a hablar con Zayn, yo me desmayaria xD :pokerface:
Zy de seguro debe de tener muchas dudas :muack:
Deberia dejar de decirles a los chicos: bebe, Leeyum, Li, Zy o Zayni :roll:
Nunca, suena tan tierno :P
Ayer lo ultimo que hize a la noche es releer tu otra nove: Las fuerzas del destino...... y hace mucho que no tenia un sueño, al parecer las palabras de lo que escribiste se me quedaron grabadas tanto que las soñe .-.
Sentite alagado(?) porque nunca sueño cosas coherentes o con otras personas xD
SEGUILAAAAAAA¡ ... espera.... UNA SEMANA? Me vas a matar :wut:
Pero bueno, sere paciente.
Atte: Tu lectora super fiel :fiu:
Como siempre me encantan los capitulos :abby:
Liam y Zayn... bueno, tuvieron.... :fosforitos:
Zayn de seguro que cuando desperto ese dia estaba como: ¿Que hice ayer?.... y Liam?¡ Estoy jodido
Ahora Leeyum va a tener que ir a hablar con Zayn, yo me desmayaria xD :pokerface:
Zy de seguro debe de tener muchas dudas :muack:
Deberia dejar de decirles a los chicos: bebe, Leeyum, Li, Zy o Zayni :roll:
Nunca, suena tan tierno :P
Ayer lo ultimo que hize a la noche es releer tu otra nove: Las fuerzas del destino...... y hace mucho que no tenia un sueño, al parecer las palabras de lo que escribiste se me quedaron grabadas tanto que las soñe .-.
Sentite alagado(?) porque nunca sueño cosas coherentes o con otras personas xD
SEGUILAAAAAAA¡ ... espera.... UNA SEMANA? Me vas a matar :wut:
Pero bueno, sere paciente.
Atte: Tu lectora super fiel :fiu:
giuly123
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
!Holiwis! No he leído todos los caps, pero en cuanto los lea todos, te dejaré uno de mis comentarios-testamentos ;) I promise :3 Pero ténme pasiencia ^-^
Soy bien lenta para leer .-.
Soy bien lenta para leer .-.
Invitado
Invitado
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
PIPE!!!
Regrese carajo, me fui demasiado tiempo, espero no me odies y aún me quieras como la buena Ziall Shipper que soy xd.
ME ENCANTO!!! El escritor hizo todo con tanto... detalle, cada cosa, todo lo que leí fue wow.. enserio que esta parte me enamoro, aunque no se, espero todo salga bien para Zayn y Liam, me gusto tanto que me muero xD no te comentare nada, ni te citare nada porque mi mente no debe repetir esas escenas xDDDD
Fue todo tan hermoso *-*
Gracias por subir y perdoname de nuevo por no comentar, ya tu sabes ¿no? Enserio y bueno también perdón por el asco de comentario pero no podía soportar otro día mas sin comentar...
Te quiero muchisimo SuegroBro xDDD
Regrese carajo, me fui demasiado tiempo, espero no me odies y aún me quieras como la buena Ziall Shipper que soy xd.
ME ENCANTO!!! El escritor hizo todo con tanto... detalle, cada cosa, todo lo que leí fue wow.. enserio que esta parte me enamoro, aunque no se, espero todo salga bien para Zayn y Liam, me gusto tanto que me muero xD no te comentare nada, ni te citare nada porque mi mente no debe repetir esas escenas xDDDD
Fue todo tan hermoso *-*
Gracias por subir y perdoname de nuevo por no comentar, ya tu sabes ¿no? Enserio y bueno también perdón por el asco de comentario pero no podía soportar otro día mas sin comentar...
Te quiero muchisimo SuegroBro xDDD
Rebeca.
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Hola amigo Fab:)fabiangerjh escribió:malo? Malo es poco... eres malvado como se te ocurre dejar el cap allí... que hermoso fue diooooooos no lo puedo creer que bello Zayn.. c': jajaja estuvo de lo mejor ste capitulo... esperare con ansias. Yo quiero que liam acepte.. todo fue tan lindo.. tan inesperado. Llore en serio jajaja
Yo no soy malo:(
Sólo soy travieso xD
jajajajaja eso se llama dejar las cosas en lo más emocionante dude... xD
Gracias por pensar que fue hermoso, la verdad es que es una de mis historias preferidas...
Zayn es mi Zayn es un amor de hombrexD
Espérate a ver lo que viene.
Ciao
PipeAlejandroMalik
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Hola hermosa :3giuly123 escribió:Comentando (obvio) en esta novela tan Per-fect¡
Como siempre me encantan los capitulos :abby:
Liam y Zayn... bueno, tuvieron.... :fosforitos:
Zayn de seguro que cuando desperto ese dia estaba como: ¿Que hice ayer?.... y Liam?¡ Estoy jodido
Ahora Leeyum va a tener que ir a hablar con Zayn, yo me desmayaria xD :pokerface:
Zy de seguro debe de tener muchas dudas :muack:
Deberia dejar de decirles a los chicos: bebe, Leeyum, Li, Zy o Zayni :roll:
Nunca, suena tan tierno :P
Ayer lo ultimo que hize a la noche es releer tu otra nove: Las fuerzas del destino...... y hace mucho que no tenia un sueño, al parecer las palabras de lo que escribiste se me quedaron grabadas tanto que las soñe .-.
Sentite alagado(?) porque nunca sueño cosas coherentes o con otras personas xD
SEGUILAAAAAAA¡ ... espera.... UNA SEMANA? Me vas a matar :wut:
Pero bueno, sere paciente.
Atte: Tu lectora super fiel :fiu:
Gracias por siempre comentar, en los buenos y en los no tan buenos capítulos, de verdad no tienes idea de cómo me emociona leer casa uno de tus comentarios:3
Que bueno que te haya gustado
Liam y Zayn hicieron el amor, ¿no es eso perfecto?
Jajajajaajaja tu "Zayn de seguro que cuando desperto ese dia estaba como: ¿Que hice ayer? .... y Liam?! estoy jodido" eso me mató de risa de verdad jajajajaja xD
Sí Li tiene que dejar su cobardía y afrontarlo, pero la pregunta es... ¿Qué pasará? Ya lo sabrás ahora mismo.
No jamás dejes de decirles así a los niños, son tan tiernos que incluso yo les digo apoditos más dulces xD...
¡WoW! ¿En serio releiste la novela? *Muere de un infarto*.
Ya leí en la otra historia tu sueño, yo también he soñado con ellos :#
Me siento el hombre más alagado del universo entonces ....
Ya no esperarás más preciosa, aquí tienes el capítulo... DIsfrútalo.
También pásate por mi otra historia en la tarde estará listo el capítulo xD.
Gracias fiel lectora te quiero muchísimo
PipeAlejandroMalik
Re: El Otro Rostro de la Vida (Ziam)
Hola hermosa :3LostDoll escribió:!Holiwis! No he leído todos los caps, pero en cuanto los lea todos, te dejaré uno de mis comentarios-testamentos ;) I promise :3 Pero ténme pasiencia ^-^
Soy bien lenta para leer .-.
Que bueno verte por aquí me dio tanta emoción. Bienvenida a esta locura. No te preocupes tómate tu tiempo. Me gustaría saber si te gusta la historia. Ahora mismo subo capítulo.
CIao
PipeAlejandroMalik
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