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in love with a book character {audiciones abiertas.
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Re: in love with a book character {audiciones abiertas.
es el del corredor del laberinto aká the maze runner, van a hacer la peli.
pd:no dicen apellidos bc no lo recuerdan. Apenas me he empezado el libro -como 7 caps hoy- y estoy totalmente enganchada es genial.
pd:no dicen apellidos bc no lo recuerdan. Apenas me he empezado el libro -como 7 caps hoy- y estoy totalmente enganchada es genial.
✦ ausente.✦
pixie.
Re: in love with a book character {audiciones abiertas.
es puta de cariño, ilysm<33Ely. escribió:Encima que me estoy dando el tempo de escribir me decis puta:'c
Invitado
Invitado
Re: in love with a book character {audiciones abiertas.
oh)? una amiga lo estaba leyendo, pero no le gusto mucho.bowie escribió:es el del corredor del laberinto aká the maze runner, van a hacer la peli.
pd:no dicen apellidos bc no lo recuerdan. Apenas me he empezado el libro -como 7 caps hoy- y estoy totalmente enganchada es genial.
Invitado
Invitado
Re: in love with a book character {audiciones abiertas.
yo lo amé, desde 2009 esta pero lo comencé a leer en 2012
y ya me leí todo, ;__;
y ya me leí todo, ;__;
ceonella.
Re: in love with a book character {audiciones abiertas.
supongo que depende de la persona. una amiga mia se lo leyó y le gustó más que THG, otro no se lo acabó bc tampoco le gusto y luego otro los libros de THG le parecían aburridos pero le gustaron las pelis, asi que no se. Depende de la persona, lo que busque y eso .-.fluttershy. escribió:oh)? una amiga lo estaba leyendo, pero no le gusto mucho.bowie escribió:es el del corredor del laberinto aká the maze runner, van a hacer la peli.
pd:no dicen apellidos bc no lo recuerdan. Apenas me he empezado el libro -como 7 caps hoy- y estoy totalmente enganchada es genial.
✦ ausente.✦
pixie.
Re: in love with a book character {audiciones abiertas.
es verdad, depende de los gustos. a mi no me gusta mucho divergente, pero solo por el hecho de que tris se me hace demasiado odiosa. hay veces que me da colera leyéndolo por que, no se, me cae demasiado mal.bowie escribió:supongo que depende de la persona. una amiga mia se lo leyó y le gustó más que THG, otro no se lo acabó bc tampoco le gusto y luego otro los libros de THG le parecían aburridos pero le gustaron las pelis, asi que no se. Depende de la persona, lo que busque y eso .-.fluttershy. escribió:oh)? una amiga lo estaba leyendo, pero no le gusto mucho.bowie escribió:es el del corredor del laberinto aká the maze runner, van a hacer la peli.
pd:no dicen apellidos bc no lo recuerdan. Apenas me he empezado el libro -como 7 caps hoy- y estoy totalmente enganchada es genial.
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Invitado
Re: in love with a book character {audiciones abiertas.
Es que no lo podía encontrar en internet, me salian versiones raras o solo el primer cap. Luego fui a la librería y lo encontré, pero en aquél entonces no tenía dinero para comprarlo así que lo aplacé y esta semana me dieron dinero y cuando ayer fui a comprarlo no quedaba en ninguna librería del centro. Y una amiga me pasó una pagina donde lo encontré. Así que por fin, lo empecé. No creo que tarde nada en devorarlo, yo creo que para mañana o el sábado ya lo finalizaré y empezaré el siguiente (?) Hahaha.Vicious. escribió:yo lo amé, desde 2009 esta pero lo comencé a leer en 2012
y ya me leí todo, ;__;
✦ ausente.✦
pixie.
Re: in love with a book character {audiciones abiertas.
Lulu voy audicionar por tu perfecta idea :)
Invitado
Invitado
Re: in love with a book character {audiciones abiertas.
tienes que leerlo, todo, bc es hermoso, seguramente me gustará más que la película xdd bt las muertes ;__; no ;__;bowie escribió:Es que no lo podía encontrar en internet, me salian versiones raras o solo el primer cap. Luego fui a la librería y lo encontré, pero en aquél entonces no tenía dinero para comprarlo así que lo aplacé y esta semana me dieron dinero y cuando ayer fui a comprarlo no quedaba en ninguna librería del centro. Y una amiga me pasó una pagina donde lo encontré. Así que por fin, lo empecé. No creo que tarde nada en devorarlo, yo creo que para mañana o el sábado ya lo finalizaré y empezaré el siguiente (?) Hahaha.Vicious. escribió:yo lo amé, desde 2009 esta pero lo comencé a leer en 2012
y ya me leí todo, ;__;
ceonella.
Re: in love with a book character {audiciones abiertas.
♡ Lizzie Adams ♡ Nova Felicità ♡
Elizabeth Jane Adams {Kendall Jenner.
Nova Felicità {Finn Harries.
Nova Felicità {Finn Harries.
- escrito 1:
- Esta historia relata la vida de un chico de ciudad.
Su nombre era Ismel, un chico de nacionalidad británica y raíces extranjeras. Su madre, Stefania, había decidido que el nombre de su primer hijo sería el de su abuelo, sin pensar en las consecuencias que eso traería en la vida de ese niño.
Todo empezó normal, con los típicos cumplidos de "Que bebé más hermoso" y "De grande será un chico muy apuesto". Lo típico. Pero un comentario de una prima lejana desconcertó a su madre: "Que nombre más extraño tiene, ¿no?". Allí fue cuando comenzó la cosa.
Los niños "inocentes" se metían con el pequeño Ismel por su acento heredado de su madre y su nombre. "¿Qué haces aquí? ¡Regresa a tu planeta, alien!" "Miren, allí va el chico extraño" "Me dijeron que si me acercaba a él su idiotez se me contagiaría y comenzaría a hablar como lo hace él". A medida que pasaba el tiempo, los insultos se hacían peores, pero lo único que él podía hacer era soportarlo hasta que terminó la primaria.
Cuando comenzó la secundaria en otra escuela se encontró con que el mundo lo ignoraba. "¿Ismel? ¿Quién es él? No lo conozco". Ya a nadie le importaba si tenía ascendencia extranjera o si su nombre era extraño. Directamente, a nadie le importaba él.
Él odiaba estar solo, odiaba que a nadie le importara si le pasara algo, odiaba ser una persona invisible ante los ojos de los demás, pero lo que más odiaba era que nadie pudiera entenderlo. De hecho, nadie intentaba, y eso era lo que más le irritaba. ¿Qué tenía de malo? ¿Qué hizo él para ser marginado de esa manera? No es que él no pudiera hablar con nadie, es sólo que nadie le prestaba atención cuando lo hacía, y por eso dejó de hacerlo.
Este hecho lo volvió un marginado social, pero no es como si él odiara totalmente su posición. Pensándolo objetivamente, podría ser un golpe de suerte terminar así. Puedes escuchar conversaciones, mirar eventos en primera fila, husmear secretos y no preocuparse con que alguien lo descubra. Y él, al darse cuenta de eso, lo utilizó a su favor.
"Extorsiones. Chantajes. Información. ¿Quieres acabar con tu enemigo? ¿Asegurarte que nunca vuelva a meter un dedo en tu vida? Ve con Isa. Él puede lograrlo."
En el fondo de un pasillo al que no llegaba la luz del sol, en una esquina donde el moho se acumuló y donde podían verse manchas de sangre sin limpiar, allí es donde está Isa. El mejor informador en toda la escuela. Si podías pagar la suma, incluso podrías gobernar la escuela con tan solo un poco de información proveniente de la boca del chico de cabello negro.
Ismel se había ganado la vida con el trabajo de informante; aunque ese trabajo le haya hecho desarrollar una mentalidad algo retorcida, pero valía la pena. Bajo el seudónimo de Isa podía ser quien moviera los hilos detrás de todo el ámbito escolar. Profesores, alumnos, empleados, inclusive el director, todos danzando en la palma de su mano y todo por el simple hecho de que él había visto o escuchado algo que no debía. Todo fue perfecto hasta que terminó la escuela.
No sabía qué hacer ahora que había terminado la graduación. Todos seguían festejando el fin de su estadía en la escuela, al menos los que eran como él y no planeaban ir a la universidad, pero no tenía ganas de unírseles. Solo estaba allí, en una esquina, mirando a todos sonreír y hablar entre ellos, y él también sonreía, porque no los odiaba y la felicidad de ellos era la suya, de una manera retorcida y tal vez hasta masoquista, pero al fin y al cabo era feliz. El solo pensar que ellos alguna vez no sabían de su existencia y ahora casi dependían de él lo alegraba.
—Disculpe —un hombre de mediana edad vestido de negro se dirigió a él manteniendo su distancia, acompañado de un hombre más joven que parecía estar alerta, con una mano en su bolsillo, dispuesto a sacar lo que sea que tuviera en ella, esperando el momento exacto.
—¿Qué pasa, abuelos? —respondió Ismel con una sonrisa despreciable en el rostro, la misma que utilizaron sus compañeros contra él en algún momento.
—¿Es usted Isa? —el hombre sacó un papel arrugado con varias letras en él y una firma al final, donde se veía claramente el nombre Isa y unos garabatos.
—Oh, así que soy famoso —mantuvo su sonrisa mientras ladeaba la cabeza entrecerrando los ojos, en una postura egocéntrica que podría irritar a los sujetos, el cuál es su objetivo.
—Por favor, venga con nosotros —el hombre miró a su compañero, asintió y al parecer, esa era la señal que esperaba. El joven sacó un arma blanca de su bolsillo, lo posible para ser comparada con una navaja, y con ésta amenazó a Ismel, con el claro mensaje de "no tienes otra opción".
Pero Ismel no se inmutó.
—Oye —dijo el hombre—, muévete, ¿qué no viste el arma?, ¿eres ciego o qué?
—Lo siento, abuelo, pero no planeo ir a ningún lado —Ismel dejó de recostarse en la pared para pararse frente a los hombres, guardando cierta distancia.
—Chico… —el joven amagó con acercarse y, al ver que Ismel no se inmutaba de ello, atacó.
Ismel había aprendido que al ser informante, no muchos estarían satisfechos por el trabajo, por lo que practicó artes marciales para estos casos, y estaba seguro de que podría vencer al muchacho aún si éste tenía un arma blanca. Pero no hizo nada. Se quedó absorto mirando por sobre el hombro del anciano. Esa fue la primera vez que la vio.
En efecto, terminó con una puñalada a un costado del abdomen. Por suerte no fue nada grave, pero terminó hospitalizado un tiempo y se sentía terriblemente avergonzado por eso, aunque lo superó rápidamente al pasar de los días, en tal vez una semana, máximo. Lo que sí, se sentía desconcertado. ¿Por qué no pudo evitar el ataque? Se había quedado paralizado viendo a otro lado, a una chica. Esa chica. ¿Quién era? No recordaba del todo su cara, lo único que podía recordar con exactitud era su broche en forma de mariposa que adornaba su hermoso cabello castaño.
En fin, los hombres, luego de llevarlo a una camioneta donde pararon el sangrado y le vendaron, lo trasladaron a un gran edificio que alguna vez fue un hotel. Allí se encontraba uno de los jefes de la venta clandestina que se hacía en Londres en esa época. El hijo de su hermano había tratado con Isa y quería que él fuera su informante, un trato que aceptó.
Ahora pasaron casi 7 años de ese acontecimiento. Ismel, ahora conocido como Isaya por distintas razones, se convirtió en el mayor informante de toda Londres y alrededores. No había nada que él no supiera, y todo el mundo sabía eso. Una de las reglas al llegar a la ciudad era “no meterse con Isaya si no es estrictamente necesario”. Él era conocido como el número uno en la lista de personas de las que no había que hacerse enemigo, y no le desagradaba esa idea. Lo malo de eso, era que ese puesto era solitario. Pero a él no le importaba, después de todo, ¿a quién necesitaría él? ¿Por qué pasaría tiempo con alguien? Toda su vida estuvo solo, y eso no tendría por qué cambiar ahora.
Abrió el celular y entró al grupo de chat en el que se encontraba. Lo había utilizado como pasatiempo en algún momento, y aunque cambiaba rápido de intereses, ahora se volvió a interesar y pensó que volver a hablar con completos extraños sería divertido hasta que el cliente que tenía que ver ahora llegara de una buena vez al café.
“-- Has entrado a la sala --
Magenta: Miren quién volvió, hace tiempo que no te pasabas por aquí, Moon.
Ganstah: Pasó tiempo Moon, ¿tan ocupado como para no pasarte de vez en cuándo?
Tú (Moon): Lo siento, ¿me perdí de algo?
Ganstah: No mucho, pero Magenta se mudó a Londres hace poco.
Tú (Moon): ¿Volviste?
Magenta: Sí, al final logré librarme de mis deudas con mi hermano y volví. Nada ha cambiado.
Ganstah: Oye Moon, ¿qué tú no vivías en Londres?
Tú (Moon): Oh sí, quién sabe, tal vez nos encontremos.
Magenta: Lo dudo.”
Ismel tomó de su vaso de café mientras revisaba la hora. El cliente estaba llegando ya casi 40 minutos tarde y no lo esperaría por mucho más. Tenía mejores negocios que hacer y podría descartar este, pero decidió que lo esperaría unos 10 minutos más y luego se largaría, después de todo, el escuchar a las chicas chillar en la mesa de al lado ya le ponía de los nervios, aunque era divertido escucharlas hablar de otras personas a sus espaldas.
Las miró de reojo mientras le daba otro sorbo a su café. Eran cuatro chicas de su edad, de las cuales tres estaban siendo unas perras totales con sus chismes, y su apariencia no ayudaba mucho. La cuarta parecía normal, simplemente tomaba de su café mientras revisaba su celular, ajena a las otras.
Su celular vibró.
“Magenta: Tal vez me vuelva a ir.
Ganstah: ¿Por?
Magenta: No soporto a la gente de aquí
Tú (Moon): Acabas de llegar, ¿ya te quieres ir?
Magenta: Si estuvieras al lado de estas chicas querrías que comprara un boleto de avión extra para acompañarme.”
Volvió a tomar un sorbo de su café y miró la hora nuevamente. No habían pasado ni dos minutos. En serio, no volvería a hacer negocios con ese hombre nunca más, y las chicas seguían cotilleando cosas casi inentendibles por sus risas chillonas lo que le daba menos ganas de trabajar.
Dejó el café en la mesa y revisó su celular.
“Magenta: ¿Creen que la policía me deje libre si les explico que maté a estas chicas por insoportables?
Ganstah: Probablemente no.
Magenta: Me voy a cortar con una galleta, lo juro.
Tú (Moon): Tranquila, puedes seguir adelante, ahora suelta esa galleta, mójala en leche y cómetela, campeona.”
La chica de la mesa de al lado, la normal y para nada chillona, comenzó a reírse mientras las demás hablaban. La miró por el rabillo del ojo mientras ella escribía algo en su celular y pronto recibió una respuesta.
“Magenta: Es lindo porque no tengo galletas.
Tú (Moon): ¿Tienes agua cerca?”
La chica miró a su alrededor y negó como para sí misma, luego bajó la mirada a su celular y volvió a escribir.
“Magenta: No, ¿por?”
Ismel sonrió y escribió en su celular antes de cerrarlo y salir del local con un café a medio terminar, mirando una última vez por sobre su hombro a aquella mesa y a la chica mirando con el ceño fruncido su celular.
“Tú (Moon): Por nada, por cierto, lindo broche.
-- Has salido de la sala --”.
- escrito 2:
- Caspar había estado viviendo en Francia hasta sus 10 años. Su madre había conseguido que la reasignaran y, aunque al principio iba a ser en Sudáfrica, la terminaron trasladando a un edificio de la compañía en la que trabajaba en Inglaterra. La noticia fue abrumadora, y aunque él quería seguir viviendo en Francia, terminó acompañando a sus padres, deseando lo mejor para ellos; su madre estaba muy emocionada por este trabajo, y él no quería arruinar su felicidad.
Cuando llegó no fue aceptado inmediatamente por los chicos de su barrio. Su acento era raro y muchas veces terminaba hablando francés al no saber qué palabras utilizar en inglés. Sus vecinos no eran del todo pacientes y por eso prefirieron no hablar con él, al menos hasta que pudiera hablar inglés decentemente.
El hecho de que nadie en su cuadra quería hablar con él lo volvió un poco antisocial y le fue difícil relacionarse con otras personas cuando comenzó la escuela. A veces se llenaba de valor y le dirigía la palabra a alguno de sus compañeros, pero este sólo le ignoraba. Nadie tenía la mínima intención de relacionarse con el extranjero. Un tiempo después, Caspar aceptó la realidad y también dejó de intentar hablar con otros.
El mantenerse aislado de la socialización logró que Caspar desarrollara gustos algo extraños. Lo único que él hacía era dormir todo el día y estar en la computadora de madrugada. También su actitud al hablar con alguien no era la mejor, por lo que prefería mostrarse indiferente, aún cuando le estuvieran hablando. Ya que ni sus padres soportaban su horrible personalidad, le dieron todos los lujos que él quisiera, con tal de permanecer alejado de ellos lo mayormente posible. A Caspar ya le daba igual eso, él tenía todo lo que quería y necesitaba.
Aún siendo una persona antisocial, mal educada y caprichosa, él seguía siendo Caspar, un chico de 13 años que quería vivir como un adolescente normal, con amigos, risas y diversión. Por eso, una solución para el problema de su incapacidad para socializar fue internet. Él tenía miles de amigos en línea, muchos de ellos medianamente famosos en sus ciudades por razones que nunca le dijeron a Caspar. Ellos eran la solución perfecta para la vida horrible y desastrosa en la que Caspar vivía. Pero aún si eran la solución, sólo eran una fantasía con la que hablar en la noche y en los recesos de la escuela. Caspar no podía escapar de su realidad siendo una persona solitaria.
Un día, uno de sus amigos, el más cercano a Caspar, le aconsejó que pusiera un poco de su parte cuando hablara con otros. “Si tú te sigues manteniendo indiferente nadie va a querer hablarte, y en parte es por eso que nadie te habla y tú te muestras indiferente. Como un círculo vicioso” había dicho. Caspar se mantuvo pensando en ello toda la noche y parte de la madrugada. Tenía razón. Nunca lograría nada mostrándose así. Ese mismo día, Caspar amaneció con una gran sonrisa en el rostro, para luego volver a dormir como hacía normalmente.
Hasta ahora no había tenido oportunidad de poner en práctica lo que había decidido hacer hace unas semanas. Nadie le había hablado más que sus padres, y no había tenido oportunidad de entablar una conversación con ellos, aunque no es como si quisiera. Pero había intentado, sin logro alguno.
Estaba por darse por vencido. Era como si él no existiera, y nadie hablaría con un fantasma, ¿no? No, nadie lo haría. Esto estaba claro para él.
Se encontraba en el banco de una plaza que daba hacia la calle. Hacía calor y él se encontraba comiendo un cono de helado mientras revisaba su celular. No había nadie en línea, por lo que lo guardó y siguió comiendo su cono. Se imaginó a sí mismo en esa situación, pero a los ojos de otra persona, y era simplemente patético. Entendía el por qué nadie le hablaba.
Volvió a revisar su celular. Nadie en línea.
Había un silencio extraño en el lugar. Cada tanto pasaban uno o dos autos por esa calle, y lo único que podía escucharse era el cantar de algunas pocas aves, algo extraño para la ajetreaba ciudad en la que se encontraba. Tanto silencio lo estaba desesperando, pero tenía un helado que comer y él era muy estricto con la comida. A pesar de estar delgado, comía mucho y nunca dejaba una comida a medio comer. Más ahora, con el calor que hacía solo un helado podía refrescarte.
Escuchó unos pasos extraños a lo lejos que iban acercándose y miró de dónde provenían. Una chica linda venía corriendo por la vereda; parecía apurada, pero por esa misma razón, Caspar la ignoró. Estaba lamiendo la punta de su helado de vainilla cuando escuchó un ruido sordo proviniendo de enfrente de él. La chica se había caído, y parecía que se había lastimado.
Caspar reaccionó al instante. Dejó su helado a un lado y se paró para ayudarla, sin importarle que el cono se había volteado y ahora estaba desparramado por toda la banca.
—¿Estás bien? —dijo, sosteniéndola por los brazos. Ella estaba media arrodillada en el piso, mirando una de sus rodillas raspadas. Su cara de dolor había preocupado a Caspar—. Estás herida.
—Sí —la chica de nombre desconocido tenía el ceño fruncido y miraba con dolor su rodilla.
—Espera —Caspar sacó la servilleta que venía con el helado que había guardado en uno de los bolsillos de su pantalón y se lo ofreció a la chica—. Toma.
Ella lo aceptó con gusto pronunciando un “Gracias” y comenzó a limpiar su herida, para luego presionar sobre ella intentando parar el leve sangrado que tenía. La chica levantó la cabeza para mirar a quien la había ayudado y se encontró con el rostro de un chico manchado en la zona de la barbilla con lo que parecía helado. No pudo evitar soltar una pequeña risa.
—Perdón —volvió a mirar al chico que estaba confundido del por qué la risa—, pero, ¿no hubiera sido mejor guardarte la servilleta? —comentó mirando con una sonrisa a Caspar.
Él frunció el ceño mientras ella señalaba su boca. Él la tocó para encontrar helado derretido en sus dedos y se sonrojó fuertemente por la vergüenza –aunque también podría haber sido por la sonrisa de la chica–.
La muchacha quitó el papel de su herida y, al ver que no sangraba más, abrió la servilleta y limpió la comida de la cara del chico con delicadeza mientras éste se sonrojaba. Cuando se aseguró de que ya no estaba manchado volvió a doblar la servilleta y se paró, ofreciendo su mano para que el chico también se levantara. Él, aún sonrojado, la aceptó y pronto ambos estuvieron frente a frente sin decir ni una palabra.
—Eh… —Caspar quiso decir algo, pero las palabras simplemente no salían.
—Gracias por ayudarme —dijo ella, al ver que él no diría nada— y perdón por molestarte mientras estabas comiendo; algún día te pagaré ese helado.
—Oh no, no es necesario —negó rápidamente.
—Por favor —ella sonrió y él no pudo negarse al ver esos ojos que demostraban que en serio quería pagar por molestarlo, aunque no había sido ninguna molestia.
—E-está bien… si tú lo dices.
—Bueno, lamento mucho lo que pasó, pero debo irme. Adiós.
Sin decir una palabra más, ella le dio una última sonrisa y luego se alejó caminando hacia donde se dirigía, intentando no forzar su pierna. Caspar la miró alejarse hasta que la perdió de vista.
Esa noche Caspar no dejó de pensar en el encuentro con ella. Su cuerpo había actuado por si solo, y se sentía tremendamente avergonzado. Una chica lo había visto en las condiciones en las que se encontraba, tal y como él se había imaginado: patético. Si pudiera, desearía que esa chica nunca se hubiera caído, y él nunca la hubiera ayudado. Pero no podía, lo único que podía hacer era pretender que nunca pasó, pero sería inútil si ella no hacía lo mismo.
Aún así, lo hizo. Con el tiempo, se olvidó de lo que había ocurrido, tanto como la vergüenza que pasó, como la sonrisa de la chica linda de cabellos castaños que había sido amable con él.
- this makes me move my booty:
- Courtesy call by Thousand Foot Krutch
- muchos spoilers:
- holo, soy sophie y también soy de la estúpida, sensual y pajera argentina. sé que nos vamos a llevar bien lu-chan<333 y empezando, vamos a lo más impotante
poto<3: sos otaku? ño, más específico: sos fujoshi? si sos fujoshi casate conmigo daskdjagdkadadasjsadhdada
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Re: in love with a book character {audiciones abiertas.
Mainstream. escribió: ♡ Lizzie Adams ♡ Nova Felicità ♡
Elizabeth Jane Adams {Kendall Jenner.
Nova Felicità {Finn Harries.
- escrito 1:
Esta historia relata la vida de un chico de ciudad.
Su nombre era Ismel, un chico de nacionalidad británica y raíces extranjeras. Su madre, Stefania, había decidido que el nombre de su primer hijo sería el de su abuelo, sin pensar en las consecuencias que eso traería en la vida de ese niño.
Todo empezó normal, con los típicos cumplidos de "Que bebé más hermoso" y "De grande será un chico muy apuesto". Lo típico. Pero un comentario de una prima lejana desconcertó a su madre: "Que nombre más extraño tiene, ¿no?". Allí fue cuando comenzó la cosa.
Los niños "inocentes" se metían con el pequeño Ismel por su acento heredado de su madre y su nombre. "¿Qué haces aquí? ¡Regresa a tu planeta, alien!" "Miren, allí va el chico extraño" "Me dijeron que si me acercaba a él su idiotez se me contagiaría y comenzaría a hablar como lo hace él". A medida que pasaba el tiempo, los insultos se hacían peores, pero lo único que él podía hacer era soportarlo hasta que terminó la primaria.
Cuando comenzó la secundaria en otra escuela se encontró con que el mundo lo ignoraba. "¿Ismel? ¿Quién es él? No lo conozco". Ya a nadie le importaba si tenía ascendencia extranjera o si su nombre era extraño. Directamente, a nadie le importaba él.
Él odiaba estar solo, odiaba que a nadie le importara si le pasara algo, odiaba ser una persona invisible ante los ojos de los demás, pero lo que más odiaba era que nadie pudiera entenderlo. De hecho, nadie intentaba, y eso era lo que más le irritaba. ¿Qué tenía de malo? ¿Qué hizo él para ser marginado de esa manera? No es que él no pudiera hablar con nadie, es sólo que nadie le prestaba atención cuando lo hacía, y por eso dejó de hacerlo.
Este hecho lo volvió un marginado social, pero no es como si él odiara totalmente su posición. Pensándolo objetivamente, podría ser un golpe de suerte terminar así. Puedes escuchar conversaciones, mirar eventos en primera fila, husmear secretos y no preocuparse con que alguien lo descubra. Y él, al darse cuenta de eso, lo utilizó a su favor.
"Extorsiones. Chantajes. Información. ¿Quieres acabar con tu enemigo? ¿Asegurarte que nunca vuelva a meter un dedo en tu vida? Ve con Isa. Él puede lograrlo."
En el fondo de un pasillo al que no llegaba la luz del sol, en una esquina donde el moho se acumuló y donde podían verse manchas de sangre sin limpiar, allí es donde está Isa. El mejor informador en toda la escuela. Si podías pagar la suma, incluso podrías gobernar la escuela con tan solo un poco de información proveniente de la boca del chico de cabello negro.
Ismel se había ganado la vida con el trabajo de informante; aunque ese trabajo le haya hecho desarrollar una mentalidad algo retorcida, pero valía la pena. Bajo el seudónimo de Isa podía ser quien moviera los hilos detrás de todo el ámbito escolar. Profesores, alumnos, empleados, inclusive el director, todos danzando en la palma de su mano y todo por el simple hecho de que él había visto o escuchado algo que no debía. Todo fue perfecto hasta que terminó la escuela.
No sabía qué hacer ahora que había terminado la graduación. Todos seguían festejando el fin de su estadía en la escuela, al menos los que eran como él y no planeaban ir a la universidad, pero no tenía ganas de unírseles. Solo estaba allí, en una esquina, mirando a todos sonreír y hablar entre ellos, y él también sonreía, porque no los odiaba y la felicidad de ellos era la suya, de una manera retorcida y tal vez hasta masoquista, pero al fin y al cabo era feliz. El solo pensar que ellos alguna vez no sabían de su existencia y ahora casi dependían de él lo alegraba.
—Disculpe —un hombre de mediana edad vestido de negro se dirigió a él manteniendo su distancia, acompañado de un hombre más joven que parecía estar alerta, con una mano en su bolsillo, dispuesto a sacar lo que sea que tuviera en ella, esperando el momento exacto.
—¿Qué pasa, abuelos? —respondió Ismel con una sonrisa despreciable en el rostro, la misma que utilizaron sus compañeros contra él en algún momento.
—¿Es usted Isa? —el hombre sacó un papel arrugado con varias letras en él y una firma al final, donde se veía claramente el nombre Isa y unos garabatos.
—Oh, así que soy famoso —mantuvo su sonrisa mientras ladeaba la cabeza entrecerrando los ojos, en una postura egocéntrica que podría irritar a los sujetos, el cuál es su objetivo.
—Por favor, venga con nosotros —el hombre miró a su compañero, asintió y al parecer, esa era la señal que esperaba. El joven sacó un arma blanca de su bolsillo, lo posible para ser comparada con una navaja, y con ésta amenazó a Ismel, con el claro mensaje de "no tienes otra opción".
Pero Ismel no se inmutó.
—Oye —dijo el hombre—, muévete, ¿qué no viste el arma?, ¿eres ciego o qué?
—Lo siento, abuelo, pero no planeo ir a ningún lado —Ismel dejó de recostarse en la pared para pararse frente a los hombres, guardando cierta distancia.
—Chico… —el joven amagó con acercarse y, al ver que Ismel no se inmutaba de ello, atacó.
Ismel había aprendido que al ser informante, no muchos estarían satisfechos por el trabajo, por lo que practicó artes marciales para estos casos, y estaba seguro de que podría vencer al muchacho aún si éste tenía un arma blanca. Pero no hizo nada. Se quedó absorto mirando por sobre el hombro del anciano. Esa fue la primera vez que la vio.
En efecto, terminó con una puñalada a un costado del abdomen. Por suerte no fue nada grave, pero terminó hospitalizado un tiempo y se sentía terriblemente avergonzado por eso, aunque lo superó rápidamente al pasar de los días, en tal vez una semana, máximo. Lo que sí, se sentía desconcertado. ¿Por qué no pudo evitar el ataque? Se había quedado paralizado viendo a otro lado, a una chica. Esa chica. ¿Quién era? No recordaba del todo su cara, lo único que podía recordar con exactitud era su broche en forma de mariposa que adornaba su hermoso cabello castaño.
En fin, los hombres, luego de llevarlo a una camioneta donde pararon el sangrado y le vendaron, lo trasladaron a un gran edificio que alguna vez fue un hotel. Allí se encontraba uno de los jefes de la venta clandestina que se hacía en Londres en esa época. El hijo de su hermano había tratado con Isa y quería que él fuera su informante, un trato que aceptó.
Ahora pasaron casi 7 años de ese acontecimiento. Ismel, ahora conocido como Isaya por distintas razones, se convirtió en el mayor informante de toda Londres y alrededores. No había nada que él no supiera, y todo el mundo sabía eso. Una de las reglas al llegar a la ciudad era “no meterse con Isaya si no es estrictamente necesario”. Él era conocido como el número uno en la lista de personas de las que no había que hacerse enemigo, y no le desagradaba esa idea. Lo malo de eso, era que ese puesto era solitario. Pero a él no le importaba, después de todo, ¿a quién necesitaría él? ¿Por qué pasaría tiempo con alguien? Toda su vida estuvo solo, y eso no tendría por qué cambiar ahora.
Abrió el celular y entró al grupo de chat en el que se encontraba. Lo había utilizado como pasatiempo en algún momento, y aunque cambiaba rápido de intereses, ahora se volvió a interesar y pensó que volver a hablar con completos extraños sería divertido hasta que el cliente que tenía que ver ahora llegara de una buena vez al café.
“-- Has entrado a la sala --
Magenta: Miren quién volvió, hace tiempo que no te pasabas por aquí, Moon.
Ganstah: Pasó tiempo Moon, ¿tan ocupado como para no pasarte de vez en cuándo?
Tú (Moon): Lo siento, ¿me perdí de algo?
Ganstah: No mucho, pero Magenta se mudó a Londres hace poco.
Tú (Moon): ¿Volviste?
Magenta: Sí, al final logré librarme de mis deudas con mi hermano y volví. Nada ha cambiado.
Ganstah: Oye Moon, ¿qué tú no vivías en Londres?
Tú (Moon): Oh sí, quién sabe, tal vez nos encontremos.
Magenta: Lo dudo.”
Ismel tomó de su vaso de café mientras revisaba la hora. El cliente estaba llegando ya casi 40 minutos tarde y no lo esperaría por mucho más. Tenía mejores negocios que hacer y podría descartar este, pero decidió que lo esperaría unos 10 minutos más y luego se largaría, después de todo, el escuchar a las chicas chillar en la mesa de al lado ya le ponía de los nervios, aunque era divertido escucharlas hablar de otras personas a sus espaldas.
Las miró de reojo mientras le daba otro sorbo a su café. Eran cuatro chicas de su edad, de las cuales tres estaban siendo unas perras totales con sus chismes, y su apariencia no ayudaba mucho. La cuarta parecía normal, simplemente tomaba de su café mientras revisaba su celular, ajena a las otras.
Su celular vibró.
“Magenta: Tal vez me vuelva a ir.
Ganstah: ¿Por?
Magenta: No soporto a la gente de aquí
Tú (Moon): Acabas de llegar, ¿ya te quieres ir?
Magenta: Si estuvieras al lado de estas chicas querrías que comprara un boleto de avión extra para acompañarme.”
Volvió a tomar un sorbo de su café y miró la hora nuevamente. No habían pasado ni dos minutos. En serio, no volvería a hacer negocios con ese hombre nunca más, y las chicas seguían cotilleando cosas casi inentendibles por sus risas chillonas lo que le daba menos ganas de trabajar.
Dejó el café en la mesa y revisó su celular.
“Magenta: ¿Creen que la policía me deje libre si les explico que maté a estas chicas por insoportables?
Ganstah: Probablemente no.
Magenta: Me voy a cortar con una galleta, lo juro.
Tú (Moon): Tranquila, puedes seguir adelante, ahora suelta esa galleta, mójala en leche y cómetela, campeona.”
La chica de la mesa de al lado, la normal y para nada chillona, comenzó a reírse mientras las demás hablaban. La miró por el rabillo del ojo mientras ella escribía algo en su celular y pronto recibió una respuesta.
“Magenta: Es lindo porque no tengo galletas.
Tú (Moon): ¿Tienes agua cerca?”
La chica miró a su alrededor y negó como para sí misma, luego bajó la mirada a su celular y volvió a escribir.
“Magenta: No, ¿por?”
Ismel sonrió y escribió en su celular antes de cerrarlo y salir del local con un café a medio terminar, mirando una última vez por sobre su hombro a aquella mesa y a la chica mirando con el ceño fruncido su celular.
“Tú (Moon): Por nada, por cierto, lindo broche.
-- Has salido de la sala --”.
- escrito 2:
Caspar había estado viviendo en Francia hasta sus 10 años. Su madre había conseguido que la reasignaran y, aunque al principio iba a ser en Sudáfrica, la terminaron trasladando a un edificio de la compañía en la que trabajaba en Inglaterra. La noticia fue abrumadora, y aunque él quería seguir viviendo en Francia, terminó acompañando a sus padres, deseando lo mejor para ellos; su madre estaba muy emocionada por este trabajo, y él no quería arruinar su felicidad.
Cuando llegó no fue aceptado inmediatamente por los chicos de su barrio. Su acento era raro y muchas veces terminaba hablando francés al no saber qué palabras utilizar en inglés. Sus vecinos no eran del todo pacientes y por eso prefirieron no hablar con él, al menos hasta que pudiera hablar inglés decentemente.
El hecho de que nadie en su cuadra quería hablar con él lo volvió un poco antisocial y le fue difícil relacionarse con otras personas cuando comenzó la escuela. A veces se llenaba de valor y le dirigía la palabra a alguno de sus compañeros, pero este sólo le ignoraba. Nadie tenía la mínima intención de relacionarse con el extranjero. Un tiempo después, Caspar aceptó la realidad y también dejó de intentar hablar con otros.
El mantenerse aislado de la socialización logró que Caspar desarrollara gustos algo extraños. Lo único que él hacía era dormir todo el día y estar en la computadora de madrugada. También su actitud al hablar con alguien no era la mejor, por lo que prefería mostrarse indiferente, aún cuando le estuvieran hablando. Ya que ni sus padres soportaban su horrible personalidad, le dieron todos los lujos que él quisiera, con tal de permanecer alejado de ellos lo mayormente posible. A Caspar ya le daba igual eso, él tenía todo lo que quería y necesitaba.
Aún siendo una persona antisocial, mal educada y caprichosa, él seguía siendo Caspar, un chico de 13 años que quería vivir como un adolescente normal, con amigos, risas y diversión. Por eso, una solución para el problema de su incapacidad para socializar fue internet. Él tenía miles de amigos en línea, muchos de ellos medianamente famosos en sus ciudades por razones que nunca le dijeron a Caspar. Ellos eran la solución perfecta para la vida horrible y desastrosa en la que Caspar vivía. Pero aún si eran la solución, sólo eran una fantasía con la que hablar en la noche y en los recesos de la escuela. Caspar no podía escapar de su realidad siendo una persona solitaria.
Un día, uno de sus amigos, el más cercano a Caspar, le aconsejó que pusiera un poco de su parte cuando hablara con otros. “Si tú te sigues manteniendo indiferente nadie va a querer hablarte, y en parte es por eso que nadie te habla y tú te muestras indiferente. Como un círculo vicioso” había dicho. Caspar se mantuvo pensando en ello toda la noche y parte de la madrugada. Tenía razón. Nunca lograría nada mostrándose así. Ese mismo día, Caspar amaneció con una gran sonrisa en el rostro, para luego volver a dormir como hacía normalmente.
Hasta ahora no había tenido oportunidad de poner en práctica lo que había decidido hacer hace unas semanas. Nadie le había hablado más que sus padres, y no había tenido oportunidad de entablar una conversación con ellos, aunque no es como si quisiera. Pero había intentado, sin logro alguno.
Estaba por darse por vencido. Era como si él no existiera, y nadie hablaría con un fantasma, ¿no? No, nadie lo haría. Esto estaba claro para él.
Se encontraba en el banco de una plaza que daba hacia la calle. Hacía calor y él se encontraba comiendo un cono de helado mientras revisaba su celular. No había nadie en línea, por lo que lo guardó y siguió comiendo su cono. Se imaginó a sí mismo en esa situación, pero a los ojos de otra persona, y era simplemente patético. Entendía el por qué nadie le hablaba.
Volvió a revisar su celular. Nadie en línea.
Había un silencio extraño en el lugar. Cada tanto pasaban uno o dos autos por esa calle, y lo único que podía escucharse era el cantar de algunas pocas aves, algo extraño para la ajetreaba ciudad en la que se encontraba. Tanto silencio lo estaba desesperando, pero tenía un helado que comer y él era muy estricto con la comida. A pesar de estar delgado, comía mucho y nunca dejaba una comida a medio comer. Más ahora, con el calor que hacía solo un helado podía refrescarte.
Escuchó unos pasos extraños a lo lejos que iban acercándose y miró de dónde provenían. Una chica linda venía corriendo por la vereda; parecía apurada, pero por esa misma razón, Caspar la ignoró. Estaba lamiendo la punta de su helado de vainilla cuando escuchó un ruido sordo proviniendo de enfrente de él. La chica se había caído, y parecía que se había lastimado.
Caspar reaccionó al instante. Dejó su helado a un lado y se paró para ayudarla, sin importarle que el cono se había volteado y ahora estaba desparramado por toda la banca.
—¿Estás bien? —dijo, sosteniéndola por los brazos. Ella estaba media arrodillada en el piso, mirando una de sus rodillas raspadas. Su cara de dolor había preocupado a Caspar—. Estás herida.
—Sí —la chica de nombre desconocido tenía el ceño fruncido y miraba con dolor su rodilla.
—Espera —Caspar sacó la servilleta que venía con el helado que había guardado en uno de los bolsillos de su pantalón y se lo ofreció a la chica—. Toma.
Ella lo aceptó con gusto pronunciando un “Gracias” y comenzó a limpiar su herida, para luego presionar sobre ella intentando parar el leve sangrado que tenía. La chica levantó la cabeza para mirar a quien la había ayudado y se encontró con el rostro de un chico manchado en la zona de la barbilla con lo que parecía helado. No pudo evitar soltar una pequeña risa.
—Perdón —volvió a mirar al chico que estaba confundido del por qué la risa—, pero, ¿no hubiera sido mejor guardarte la servilleta? —comentó mirando con una sonrisa a Caspar.
Él frunció el ceño mientras ella señalaba su boca. Él la tocó para encontrar helado derretido en sus dedos y se sonrojó fuertemente por la vergüenza –aunque también podría haber sido por la sonrisa de la chica–.
La muchacha quitó el papel de su herida y, al ver que no sangraba más, abrió la servilleta y limpió la comida de la cara del chico con delicadeza mientras éste se sonrojaba. Cuando se aseguró de que ya no estaba manchado volvió a doblar la servilleta y se paró, ofreciendo su mano para que el chico también se levantara. Él, aún sonrojado, la aceptó y pronto ambos estuvieron frente a frente sin decir ni una palabra.
—Eh… —Caspar quiso decir algo, pero las palabras simplemente no salían.
—Gracias por ayudarme —dijo ella, al ver que él no diría nada— y perdón por molestarte mientras estabas comiendo; algún día te pagaré ese helado.
—Oh no, no es necesario —negó rápidamente.
—Por favor —ella sonrió y él no pudo negarse al ver esos ojos que demostraban que en serio quería pagar por molestarlo, aunque no había sido ninguna molestia.
—E-está bien… si tú lo dices.
—Bueno, lamento mucho lo que pasó, pero debo irme. Adiós.
Sin decir una palabra más, ella le dio una última sonrisa y luego se alejó caminando hacia donde se dirigía, intentando no forzar su pierna. Caspar la miró alejarse hasta que la perdió de vista.
Esa noche Caspar no dejó de pensar en el encuentro con ella. Su cuerpo había actuado por si solo, y se sentía tremendamente avergonzado. Una chica lo había visto en las condiciones en las que se encontraba, tal y como él se había imaginado: patético. Si pudiera, desearía que esa chica nunca se hubiera caído, y él nunca la hubiera ayudado. Pero no podía, lo único que podía hacer era pretender que nunca pasó, pero sería inútil si ella no hacía lo mismo.
Aún así, lo hizo. Con el tiempo, se olvidó de lo que había ocurrido, tanto como la vergüenza que pasó, como la sonrisa de la chica linda de cabellos castaños que había sido amable con él.
- this makes me move my booty:
Courtesy call by Thousand Foot Krutch
- muchos spoilers:
holo, soy sophie y también soy de la estúpida, sensual y pajera argentina. sé que nos vamos a llevar bien lu-chan<333 y empezando, vamos a lo más impotantepoto<3: sos otaku? ño, más específico: sos fujoshi? si sos fujoshi casate conmigo daskdjagdkadadasjsadhdada
FICHA ACEPTADA.
pd: hola sophie, te conozco por kuwtk, la nc de connú. lo siento, no soy otaku;-; bt supongo que son buenos. he visto muy pocos en mi vida como para tener una decisión definitiva.
pd2: ame la canción<33.
Invitado
Invitado
Re: in love with a book character {audiciones abiertas.
Chica he amado la trama, sinopsis o historia.
Mañana dejo mis sensualona ficha y el pedido de eso.
Mañana dejo mis sensualona ficha y el pedido de eso.
Karou.
Re: in love with a book character {audiciones abiertas.
✦ ausente.✦
pixie.
Re: in love with a book character {audiciones abiertas.
Lu!! Asdfghjklñ en un rato te dejo mi ficha but, tengo una duda, debo poner un cap mio? Pues tu ya sabes como escribo...
Besos linda ;)
Besos linda ;)
argent.
Re: in love with a book character {audiciones abiertas.
Irma Janania
Uriah
Representantes: Crystal Reed y Tyler Posey.
- This Makes Me Move My Booty:
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argent.
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