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Sin Lugar En Este Mundo - Larry Stylinson
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Sin Lugar En Este Mundo - Larry Stylinson
Nombre: Sin Lugar En Este Mundo.
Autor: German Ernesto Albornoz Cuervo.
Adaptación: Si, totalmente créditos al autor.
Pareja: Lourry.
Genero: Amor, Homosexualidad, Retención sin voluntad propia, Golpes.
Advertencias: Esta es una Fic muy diferente a la que están acostumbradas a leer. Se adentra a la época de la Colonia en el año de 1740, en la Colombia antigua, creo que eso es lo que no estarán acostumbradas a leer pero la novela es muy buena, tanto que yo la acabe en un dia y medio. En serio, les pido que le den una oportunidad no se arrepentirán.
Sumario:
Prologo:
Autor: German Ernesto Albornoz Cuervo.
Adaptación: Si, totalmente créditos al autor.
Pareja: Lourry.
Genero: Amor, Homosexualidad, Retención sin voluntad propia, Golpes.
Advertencias: Esta es una Fic muy diferente a la que están acostumbradas a leer. Se adentra a la época de la Colonia en el año de 1740, en la Colombia antigua, creo que eso es lo que no estarán acostumbradas a leer pero la novela es muy buena, tanto que yo la acabe en un dia y medio. En serio, les pido que le den una oportunidad no se arrepentirán.
Sumario:
Dos hombres, uno blanco y uno pardo, uno rico, otro pobre, amo y esclavo, dos personas que se aman como no debían hacerlo, dos hombres sin lugar en este mundo. Una historia de amor en tiempos de la Colonia.
Prologo:
Lo que más asusta al ser humano es la posibilidad de perder, nuestros miedos quizas se basan en el hecho dejar de poseer aquello que tanto queremos. No es locura el considerar que nuestros mayores temores provengan de la angustia que nos genera en momentos de mayor felicidad la perdidad de esta, las imágenes más aterradoras se materializan cuando la felicidad se desborda. Este hecho es conocido por quienes quieren el poder y juegan, por llamarlo de algún modo, con esta cualidad del ser humano, son generadores de bienes para sutentar el poder en sus manos. La presencia del poder como elemento castrante se nutre del miedo a perder parte de lo dado por él y entra en juego la supremacía sobre el menos aventajado o el que por cualquier eventualidad está en una escalón inferior, el poder busca otorgar a las personas múltiples valores que convertirá luego en juego del miedo para tener dominados a las clases menos poderosas.
De estas características habló Frederick Nietzsche en su tiempo y en esta obra Germán Ernesto Albornoz nos enfrenta al hecho de estar sometido a la voluntad de pocos que sustentan este poder. Víctimas de perder un status imaginario y por consiguiente su posición en el diagrama del poder, quizas hemos sido dominados por estas clases con palabras como dignidad, honor, riqueza e incluso espiritualidad además de una larga lista de eslabones de esta cadena interminable de escalas que nos átan al grillete de pertenecer a las clases poderosas. En la novela nos adentra a la época de la inquisición en la Colombia de 1740, una época turbulenta por la persecución de todo aquello que saliera de los cánones establecidos. La sodomía aparecía en la inquisición de vez en cuando. Algunos llegaban a la hoguera llamándolo como todos conocen pecado nefando y se aplicaba a personas bajas, como eran llamados. Todos estos delitos eran castigados con la hoguera, aunque tiempo después estas prácticas fueran desestimadas, fue y sigue siendo cuna de controversias.
La realidad de muchas personas de antes quizás es tan cruel como la de hace años, en donde el círculo social donde habitan les impiden desarrollarse como personas plenas y destinar su vida a la orientación sexual que fue dado, el sistema de poder ostenta dentro de sus más valiosas posesiones el hecho de exclusión por ser diferente y están orientadas a salvaguardar la moral y buenas costumbres, es cierto que hemos avanzado en este sentido pero aún muchos de nosotros pertenecemos a este entramado del poder. En la novela la inquisición representando al poder religioso y el poder moral persiguen a la pareja, cosa no muy diferente en nuestros días y nos lleva en un entramado de manipulaciones y juegos para poseer la intriga y la utilización indiscriminada de este factor nos conduce en una hermosa historia de amor que se retrata en esta interesante obra.
ARNIEL LEWIS
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Hola:)
Bueno me presento, soy Andrea pero pueden llamarme Andy. Es la primera adaptación que hago y la verdad me atreví a hacerla porque cuando leí este libro idk no se como explicarlo me encanto completamente no podía dejar de leer y los termine muy pero muy rápido... un día hahaha.
Se que la Sinopsis no da mucho material para la historia pero tratare de subir lo mas pronto posible el primer capitulo. Ademas creo que la Sinopsis habla sobre un poco la trama en si.
Gracias por leer y espero sus comentarios acerca de que les parece la historia :)
(Ademas esta es por tu July ;3)
Bye. Xx
Última edición por AndySophy el Dom 05 Ene 2014, 10:22 pm, editado 2 veces
AndySophy
Re: Sin Lugar En Este Mundo - Larry Stylinson
julyALC escribió:PRIMERA LECTORA APARTO!
:3
Apartado :)
Hahaha gracias por leer.
love. xx
P.S. Harry aww
AndySophy
Capitulo 1
El Regreso
1/2
El sopor a pesar de la avanzada hora, era casi insoportable, tantas horas a lomo de mula realmente hacían que ya no pudiera sentir, mis nalgas, las piernas entumidas a los costados y el dolor en mis pies empeoraba por la presión de mis botas, parecía que el calor los haría estallar, a pesar de todo estaba contento estaba en casa, el olor a trapiche evocaba la calidez de mi infancia corriendo por las tierras de mi padre. El negro Mark guiaba la caravana con diligencia no se veía cansado a pesar del trayecto, mi padre lo había enviado a encontrarme a mi regreso de Santa Fe luego de terminados mis estudios con los frailes, todos estos años sin regresar, de nuevo no obstante el agotamiento me sentí feliz, ansioso, el viaje de regreso me había parecido eterno y a pesar de los consejos del negro Mark de pernoctar en el camino había decidido continuar, quería llegar lo antes posible.
A pocos metros de la casa grande, así llamábamos a la edificación principal donde vivíamos, para diferenciarlas de las demás edificaciones y de las chozas de los esclavos, pude notar la tenue luz de las velas dándonos la bienvenida, solo pude distinguir la silueta inequívoca de Harold, este mulato seguro había hecho guardia sin tener la seguridad de nuestra llegada, inmediatamente sonrió al verme, creo que hice lo mismo, cuanto me alegraba de encontrarlo cinco años, parecía un siglo, lo vi tan alto, no lo recordaba así, recordaba aquel niño, siempre un poco más elevado que yo, mi compañero de juegos, confidente en mis pilatunas, mi protector e incluso mi
guardián.
Harold era un joven mulato, un año mayor que yo según se, era hijo del esposo de mi tía, el hombre un
holandés llegado a estas tierras, como mercader de esclavos, amasó una buena fortuna y se dedicó a otros
negocios, relacionados con el comercio de oro proveniente de las minas del interior y del Perú, el señor Styles, un hombre alto de gran complexión, robusto, con cabellos lisos rubios, tez muy blanca, casi rosada, de mandíbula cuadrada, nariz delgada y unos ojos verdes clarísimos, él vivía acalorado y sudoroso, disfrutando de los placeres de la gastronomía, del alcohol y las negras. Con mi tía Doña Josefa nunca tuvo hijos ella tuvo seis o siete
perdidas, nunca llevó a término un embarazo y entonces dejaron de intentarlo o simplemente ella estuvo muy vieja para volver a quedar en estado. El hombre retozaba entre sus esclavas, seguramente engendró muchos bastardos, sin embargo Harold era diferente, este mulato al nacer tuvo un color más claro, casi, un pardo así lo llamaban, color dorado, sus facciones eran de raza blanca, sus cabellos de un castaño claro, caían en rizos sobre su cara, pero sobre todo sus ojos verdes del mismo color del padre, esto fue sin duda alguna la perdición de su madre, de quien no se si no que se llamaba Anne, una negra nacida en estas tierras, hija de esclavos y esclava por derecho al dar a luz a la criatura y al conocerse el color de los ojos del nacido mi tía entro en cólera, amenazó con mandar a matar al vástago, Sir.Styles, para calmarla envió lejos a la madre dicen que la vendió en el Perú, el niño sin embargo corrió con mejor suerte, mi padre llegó a un acuerdo con mi tío y me fue obsequiado
como regalo de bautismo. La negra Karol, la negra primera de la casa, es decir la que supervisaba nuestras
necesidades en el hogar, la esclava de confianza de madre y quien supervisaba los sirvientes domésticos,
se encargó de mi crianza y de la de Harold, con solícitos cuidados, fue la mujer que me bañó y cambió
mis pañales, servía mi comida, ayudaba a vestir, me preparaba deliciosas viandas y de lado hacia los
mismo por Harold a quien tomó como hijo propio, claro le brindó también su atención siempre, cosa que
madre permitió siempre y cuando no me descuidara y atendiera de primero. De esta forma compartí mi
infancia con Harold, jugábamos juntos, corríamos por las tierras del trapiche, subíamos a los árboles,
nadábamos en el riachuelo, aprendimos a montar bajo la supervisión de Mark, nos perdíamos en los
sembrados y en las noches padre autorizaba que Harold llevara su estera y durmiera en mi
habitación.
Sé que Harold era mi esclavo, mi sirviente, sin embargo nos unía un lazo diferente, la amistad.
Allí lo vi de pie, fuerte, se había convertido en un joven atlético, grande, calzaba pantalones sencillos
limpios, la camisa abierta, pude ver como sus ojos brillaban por la emoción del reencuentro.
Desmonté lentamente pues me dolía todo el cuerpo, él amortiguó mi descenso tomándome de la cadera.
-Señorito Sir.William- saludó emocionado
Me giré y quedamos frente a frente, nuestros ojos se encontraron y quise abrazarlo pero me contuve, no
era propio de mi educación.
Lo palmee en el hombro
-Que gusto verte Harold….- no proseguí porque pude notar que mi familia salía a mi encuentro.
Corrieron hacia mí mis hermanas que grandes estaban, padre y madre permanecieron a unos pasos
acompañados por la negra Karol y otros esclavos.
Marry Anne y Marry saltaron sobre mí, me besaban y abrazaban incesantemente, como
estaban de grandes, vestían sus blancos camisones de dormir, seguro mi llegada les había despertado.
-Que grandes y lindas- exclamé con emoción.
-Y usted es todo un caballero, como está de grandecontestó mi hermana Marry Anne.
- Pensé que ya no iba a regresar – aseguro Marry la menor
-Ustedes ya son señoritas- afirmé al verlas tan crecidas y diferentes de la niñas que había dejado
-Además ya estoy comprometida- reveló la mayor de mis hermanas sin modestia alguna.
Arque mis cejas en señal de asombro.
-¿Cuándo ha sucedido esto?- pregunté
-Tengo que contarle tantas cosas hermano respondió entusiasmada
La voz de padre nos interrumpió
-Venga a saludar a su madre- ordenó amablemente. Obedecí de inmediato. Y me acerqué a madre.
Ella permanecía de pie en silencio con su camisón de dormir, cubriendo sus hombros con un pañolón de
encaje, sentí calor ajeno.
La abracé y ella me dio un beso en la mejilla
-Déjame verte- me dijo luego se volteó hacia Karol
-Acerca las velas, quiero ver a mi muchacho-
Traté de enderezarme correctamente, me encontraba estropeado por el viaje
-Estás flaco, ¿si te alimentabas bien en Santa Fe? Y ese pelo enmarañado…-
-Nada que no arregle la cocina de Karol - sentenció padre
Me acerqué y le estiré la mano
-Señor-
El me miró orgulloso, luego me dio unas palmadas cariñosas en la espalda
-Vamos que es hora de descansar- sentenció
Mis hermanas me tomaron de los brazos cada una de gancho a un lado
-¿Trajo obsequios?- preguntó la menor
-Tantos como pude- respondí
-Basta de corrillos- afirmó de nuevo mi padre -
Dejen a su hermano, tiene que descansar, vayan a dormir- Mis hermanas obedecieron de mala gana, pero sin
contradecir al patriarca. Me dieron un beso de buenas noches
-Me complace su regreso- dijo Marry al despedirse
-Mañana le cuento lo de mi compromiso- agregó Marry Anne, inconforme por no haberme podido dar más detalles
Mi padre se volvió al negro Mark y a los esclavos que lo acompañaban:
-Bien Mark, descanse y mañana dígale a los negros que trabajan solo hasta media tarde hay que celebrar
la llegada de mi progenie- luego se giró hacia la negra Karol que permanecía de pie junto a mi madre sonriendo
-Mañana que todos tengan doble ración de comida y guarapo para celebrar- finalizó mi padre Me dirigí a la entrada de la casa familiar no sin antes abrazar a la negra Karol que paciente había esperado su momento.
-Qué alegría niño Sir. William-
-Gracias Karol, es grato verte- le dije con profundo afecto
Atravesé el gran portón de madera, llegamos hasta el patio central de la casa, todo empedrado, cubierto
por flores de trinitarias, no pude distinguir su color debido a la oscuridad, pero sabía que eran las que
recordaba, rojas, rosadas y blancas rodeando las vigas de madera que circundaban el recinto y enmarcando
el solar central como si se tratara de un marco viviente, como en los retratos que exhiben en las
casas elegantes santafereñas. Todo estaba como lo recordaba y el aroma, el aroma de mi casa, de mi
infancia, del hogar un olor dulzón, proveniente de los mangos circundantes a la casa, el olor a limpio y lejía
que exigía mi madre en el aseo, el calor, el olor de mi familia.
Padre y madre siguieron rumbo a su habitación mientras, yo continué acompañado de Karol y
Harold a mi habitación, el cargaba mis baúles ayudado por otros dos hombres, cuando llegamos a la habitación la negra se adelantó y me dijo:
-Sábanas limpias, su aguamanil, la bacinilla…- informó, para que me diera cuenta de todo -Agua fresca, todo bien limpio, niño Sir. William, como quería su madre- concluyó orgullosa de su labor
Le gradecí y se retiró con los otros esclavos, quedé a solas con Harold, el acomodó los baúles y continuó de pie esperando, por si deseaba algo.
-¿Todo bien señorito Sir. William?- Afirmé, me tiré en la cama y sonreí, estoy en casa pensé satisfecho.
-Esto me hacía falta- le dije Luego intenté enderezarme para quitarme las botas, mis pies me mataban.
No tuve que hacerlo, el presuroso se acercó y me las quitó cada una de un jalón, procurando no lastimarme.
-Estoy adolorido-
Saqué la camisa de mi pantalón y de nuevo me tiré en la cama, como exhalando un último aliento, como
moribundo, pero del cansancio. Allí con la poca luz me quedé unos minutos en silencio, agotado, Harold
permaneció de pie junto a la cama.
-Trae tu estera- le dije -Quédate aquí Él sonrió y salió presuroso, acatando mi mandado Entre tanto me puse en pie y busqué afanosamente en un baúl, quería darle los obsequios que le traje.
Harold entró con la estera, la desenrolló al pie de mi lecho.
-Esto es para ti- le dije sorprendiéndolo Saqué unas alpargatas que había conseguido en Santa Fe, bien trenzadas y cómodas, Se las entregué y pude ver emoción en su rostro, sus ojos verdes brillaron a pesar de la oscuridad
-Gracias señorito-
Se las calzó de inmediato y le ajustaron.
-¿Cómo sabía el tamaño de mi pie?- preguntó satisfecho con su presente
- Calculé que era solo un poco más grande que el propio- le revelé
Él sonrió y levantó las velas para verse calzado, dio unos pasos para ver que se sentía
-Es la primera vez que tengo calzado- me aseguró
-Espérate hay más- le dije yo estaba muy entusiasmado con los obsequios que le había traído. Le entregué un cuchillo con mango de hueso, la hoja brillo en la penumbra, sus ojos no dieron crédito al verlo.
-Es demasiado, no puedo….- No permití que terminara la frase, no aceptaría una negativa de su parte
-Tómalo, anda, es tuyo- prácticamente le ordené Harold lo tomó y pude ver a pesar de la obscuridad su blanca dentadura sonreír
-Gracias Señorito- me dijo e intentó tocar mi hombro con su mano, pero se arrepintió, el conocía su lugar.
-Vamos a dormir estoy rendido- dije El asintió, nos quitamos las camisas quedando solo en pantalón, me acosté, él se tiró en la estera en el suelo al pie de mi cama. Apagó las velas pero noté como continuaba contemplando su cuchillo en silencio.
Luego me dormí.
Al despertar oí el trino alegre de los pájaros y los escandalosos pericos, la mañana se sentía fresca, me incorporé, el sol entraba por la ventana y los postigos ya habían sido abiertos, al girarme noté que Harold ya no estaba, había recogido su estera y había salido sin despertarme, seguro cumpliendo con sus oficios.
Me puse de pie, busqué el aguamanil, me asee completamente, vestí ropa limpia y cuando estuve preparado, salí rumbo a la cocina, tenía hambre. Salí de la casa pues la cocina quedaba afuera, a un costado, desde allí se podían ver las barracas de los negros, cuando entré la negra Karol me sonrió, estaba esperándome, era una mujer robusta, mucho más con el pasar de los años de nariz ancha y enorme boca, ojos negros diminutos, pelo muy rizado de color más gris que antaño, el cual parecía fijo sobre su cabeza, sin movimiento, pero sobre todo era una mujer confortable, dulce.
-Niño debe tener hambre- me dijo conociéndome bien.
Me acomodé en el tablón de la cocina y la negra me sirvió jugo, arepas de maíz recién hechas, huevos y
queso fresco, no tuvo que insistirme devoré las viandas con ferocidad, ella se sintió complacida.
-¿Y Harold? – pregunté
-El salió temprano, tenía que atender las bestias contestó -Luego iba al sembrado
-¿Está trabajando en los sembrados? - pregunté con extrañeza, Harold era un esclavo doméstico, siempre
lo había sido, además, desde que recordaba su obligación era para conmigo.
Me molestó la situación, la negra se percató de inmediato
-Desde que el Señorito se fue, al mulato Harold le dieron otro uso, maneja los caballos y mulas, ayuda en la siembra, la leña- la negra hizo una pausa -Tenía que ser útil, si no lo hubieran vendido
-Bueno eso va a cambiar, ya hablaré con padre sobre el asunto- dije
Terminé de desayunar y fui a encontrar a padre en la estancia, lo hallé inmerso en sus libros de cuentas.
-Padre-
Me hizo un gesto para que siguiera
-¿Durmió, descansó apropiadamente?- me preguntó
-Mejor que nunca- le respondí
- ¿Le ayudo?-
-Estaba esperando que lo preguntara, sabe que las cuentas y el comercio es lo que menos me complace aseguró
Asentí
-Y usted ya es educado, seguramente será el que lleve las cuentas y se encargue de los cobros en Cartagena-
Me emocionó la idea.
-Por supuesto mande usted- le respondí.
No habíamos terminado nuestra plática cuando madre y mis hermanas se aproximaron lucían elegantes y
hermosas.
Mi madre Doña Johanna era una mujer de belleza señorial, se aproximaba a los cuarenta años, pero
lucía tan hermosa como de costumbre, su cabello negro recogido en moño alto, su blanca tez, facciones
delicadas y labios de un tenue rosa, y sus ojos serenos de color marrón, seguía tan hermosa como siempre,
una mujer pacífica, elegante, de muy buen porte.
Marry Anne la mayor de mis hermanas, estaba convertida en una señorita de muy buenas formas, el
cabello de un color marrón rojizo, caía en bucles sobre su exquisito rostro, labios carnosos, ojos vivaces
acaramelados, hacía gala de una coquetería propia en ella desde infante, tal vez en demasía o eso siempre
peso padre, cumplió los diez y ocho años y ahora estaba prometida.
Marry la menor de la casa tenía diez y seis, era de belleza serena y clásica como madre sus cabellos
lisos eran abundantes, sus ojos también caramelo eran vivaces e inteligentes, su sonrisa franca, contrastaba
con lo fuerte de su temperamento.
Me saludaron con afecto e iniciaron los interrogatorios, ¿cómo es Santa Fe, qué tan fría es,
cómo es la gente, qué está sucediendo, cómo era el estudio, qué amigos hizo, que aprendí?, pero mi
hermana Marry Anne se concentraba en detalles como ¿qué se está usando, cuál es la moda, son
bonitas las santafereñas, cómo es la ropa, qué joyas usan? y finalmente mi hermana Marry
preguntó, ¿qué nos ha traído?
Corrí a la habitación y busqué los presentes, los llevé a la estancia en donde todos estaban sentados
esperándome, mis hermanas con ansiedad. Les entregué telas, mantillas españolas, encajes
bordados y aguas de rosas, mi madre agradeció mientras mis hermanas, brincaban de la emoción.
-Niñas mesura- recomendó madre.
Mi padre sonreía disimuladamente al verlas, siempre habían sido su debilidad, las que lo rendían, su talón de
Aquiles. A padre le obsequié una caja de tabaco, una botella de Brandy, se veía complacido.
Mi padre John Tomlinson, era un hombre adusto, hijo de peninsulares, es decir de padres
españoles, nació en las américas por lo que se le consideraba un criollo, el abuelo un hombre de cuna,
pero sin fortuna se encaminó a estas tierras buscando, posición y riqueza, primero fue oficial del ejército y
luego al retiro inició con la cría de ganado y como comendador, después estas tierras que legó a mi padre
quien con visión las convirtió en una sólida y próspera empresa, los trapiches, las siembras, los frutales, sin
dejar de lado el ganado y las bestias, los Tomlinson teníamos fama de tener las mejores mulas de la región,
Padre tenía cerca de noventa esclavos y los trataba con justicia, tenía tratos y negocios con mi tío el señor
Styles, esposo de Doña Josefa, hermana de mi madre, él le compraba cosechas y productos que
comercializaba a lo largo de todo el Virreinato, esto obligaba a Sir. John Tomlinson a ausentarse
ocasionalmente en viajes hasta Cartagena de Indias, donde viven los tíos y la mayor plaza de comercio de
la Nueva Granada, eran solo una cuatro horas a lomo de mula, pero a padre le disgustaba dejar su hacienda,
a pesar de ser un hombre adusto de gruesas cejas negras, mentón firme, andar atlético, cara de recias
facciones y tono de seriedad, nunca se veía cansado, se trataba de un hombre en muy buena forma, pese a
su edad y en sus cabellos había asomo de canas.
Físicamente, tengo parecido con él, mentón cuadrado, nariz recta, cejas gruesas y pobladas, velludo en el
cuerpo, sin embargo heredé los ojos acaramelados de mi madre Doña Johanna al igual que el blanco
inmaculado de su tez, mi cabello negro caía sobre los hombros, muy lacio y por lo general lo recogía tras mi
nuca.
Continuamos departiendo alegremente, fui enterado del reciente compromiso de mi Hermana mayor con
Sir. Phillip Salvatore, criollo nieto de peninsulares hacendado heredero de considerable fortuna y vecino de nuestras tierras las cuales había comprado hace poco, mi hermana no paraba de hablar de él se habían conocido en uno de los viajes de mi padre a Cartagena, en los cuales regularmente llevaba a mis hermanas, con el fin de divertirlas, complacerlas y buscarles marido.
Marry Anne, no cesaba de repetir, la historia, el joven prendado de la belleza de mi hermana, organizó
visita a mi padre y solicitó su permiso para cortejarla, le fue otorgado y al cabo de unos meses hace tan solo
unos días había solicitado a Marry Anne en matrimonio, mi padre quien tenía todo el derecho a
decidir este matrimonio, lo consultó con madre y con la propia Marry Anne, a fin de no comprometerla
con alguien que no fuera de su agrado, en ese sentido Sir.John Tomlinson era un hombre progresista,
cualquier otro hubiera dado su consentimiento ante tal unión sin contar con la opinión de su hija, pero el
valoraba a mis hermanas, las tenía en cuenta, eran mujeres criadas modernamente, sabían leer y escribir,
incluso padre personalmente les había enseñado a montar no solo de lado en silla, si no a horcajadas,
como los hombres, e incluso ellas sabían disparar, todo esto ante la aterrada mirada de madre quien por
su parte les inculcó, el bordado y la costura como parte integral de su formación.
-¿Le dije que es nieto de peninsulares?- repitió por enésima vez mi hermana
-Sí, lo ha dicho-
-¿Le dije que es sumamente rico?-
-Sí- afirmé de nuevo
-¿Le dije que es el hombre más guapo y de buena estampa, de toda la región?-
-Sí y deseo conocerlo, para confirmar tan maravillosa grandeza- le repetí
Mi hermana la menor interrumpió.
-No es más galante o buen mozo que nuestro propio hermano- afirmó, en mi defensa
-Niñas de nuevo compostura, hablan temas impropios de señoritas- les reprochó madre.
- Déjalas esposa, las niñas, pueden decir lo que piensan- les defendió padre.
Siempre les daba el lado a mis hermanas.
-Padre hay otra cosa que quiero solicitarle- le dije cambiando el rumbo de la conversación.
El miró atento, yo proseguí.
-Harold fue un regalo de los tíos para mi sacramento bautismal, está trabajando los campos y con las bestias-
El meneo la cabeza afirmativamente
-Necesito padre que me lo devuelva y releve de sus tareas, él es mi sirviente personal-
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Hola :)
Bueno este es el primer capitulo, como ven lo parti en dos porque es muy largo y solo tiene 7 capítulos esta novela así que aquí esta :)
Espero que les guste y comenten pls,
Bye. Xx
AndySophy
Re: Sin Lugar En Este Mundo - Larry Stylinson
Mmm ...sirvien personal?
Hola nueva lectora!!
Nunca lei algo asi ahahah super
Hola nueva lectora!!
Nunca lei algo asi ahahah super
Nelshipper
Re: Sin Lugar En Este Mundo - Larry Stylinson
Está muy interesante encerio una pregunta se que me salgo de contexto pero es una preguntita
Quien va hacer como decirlo el que domina??
Te agradecería que me respondas
Bueno igual la voy a leer porque esta genial
Te agradecería montones si te pasas por mi novela
Bueno oh si me presento si lo hago todo al revés bueno mee puedes decir ale y soy de Colombia creo que es todo bueno continuala pronto chauuu bye cuídate!!!!
Quien va hacer como decirlo el que domina??
Te agradecería que me respondas
Bueno igual la voy a leer porque esta genial
Te agradecería montones si te pasas por mi novela
Bueno oh si me presento si lo hago todo al revés bueno mee puedes decir ale y soy de Colombia creo que es todo bueno continuala pronto chauuu bye cuídate!!!!
ale_babylou
Re: Sin Lugar En Este Mundo - Larry Stylinson
Le trae regalitos al harold :3 que tierno es bebe louis. Porfavor continua pronto pronto, se esta convirtiendo esta historia en mis favoritas :3 ahahaha y lo cuida del papá para que no trabaje.
nos vemos pronto.
julyALC
Re: Sin Lugar En Este Mundo - Larry Stylinson
AMÉ EL CAP, ME ENCANTÓ, ME ENAMORÉ!!!!!
enserio, me super gustó!
Siempre tuve problemas para leer novelas de épocas antiguas, ya que me las imagino en blanco y negro, a todos los hombres vestidos con trajes y galeras, y todo ese tipo de cosas; las casas, los autos. TODO! es rarísimo, pero eso es lo que me pasa :x
Pero por suerte esta me gusta tanto que no me importa y a Louis no lo imagino de traje, pero si vestido antiguo.
Me enojó que Harry tuviera que dormir sobre la estera. Yo le daría un colchón por lo menos, pero después me acorde de la época y de que era un esclavo y entendí a Louis.
Seguila pronto, y gracias por adaptar este libro :love:
Saludos :hug:
enserio, me super gustó!
Siempre tuve problemas para leer novelas de épocas antiguas, ya que me las imagino en blanco y negro, a todos los hombres vestidos con trajes y galeras, y todo ese tipo de cosas; las casas, los autos. TODO! es rarísimo, pero eso es lo que me pasa :x
Pero por suerte esta me gusta tanto que no me importa y a Louis no lo imagino de traje, pero si vestido antiguo.
Me enojó que Harry tuviera que dormir sobre la estera. Yo le daría un colchón por lo menos, pero después me acorde de la época y de que era un esclavo y entendí a Louis.
Seguila pronto, y gracias por adaptar este libro :love:
Saludos :hug:
I'mLarryShipper
Re: Sin Lugar En Este Mundo - Larry Stylinson
Nelshipper escribió:Mmm ...sirvien personal?
Hola nueva lectora!!
Nunca lei algo asi ahahah super
Hola:)
Hablas sobre que Louis sea un sirviente? (idk sorry no entendí)
Estoy segura de que nunca has leído algo así. Yo tampoco hasta este libro :)
AndySophy
Re: Sin Lugar En Este Mundo - Larry Stylinson
aleja123 escribió:Está muy interesante encerio una pregunta se que me salgo de contexto pero es una preguntita
Quien va hacer como decirlo el que domina??
Te agradecería que me respondas
Bueno igual la voy a leer porque esta genial
Te agradecería montones si te pasas por mi novela
Bueno oh si me presento si lo hago todo al revés bueno mee puedes decir ale y soy de Colombia creo que es todo bueno continuala pronto chauuu bye cuídate!!!!
Hola Ale :)
En la relación? Creo que no hay quien domina entiendes solo son dos chicos que van en contra de todo. Pero en cuestión mas macho seria Harry: 51% Louis: 49%
Claro que si, bye.
AndySophy
Re: Sin Lugar En Este Mundo - Larry Stylinson
julyALC escribió:Le trae regalitos al harold :3 que tierno es bebe louis. Porfavor continua pronto pronto, se esta convirtiendo esta historia en mis favoritas :3 ahahaha y lo cuida del papá para que no trabaje.nos vemos pronto.
Lo se yo también moría de amor en ese momento aww
La continuare ahora en seguida :3
See you soon ;D
AndySophy
Re: Sin Lugar En Este Mundo - Larry Stylinson
I'mLarryShipper escribió:AMÉ EL CAP, ME ENCANTÓ, ME ENAMORÉ!!!!!
enserio, me super gustó!
Siempre tuve problemas para leer novelas de épocas antiguas, ya que me las imagino en blanco y negro, a todos los hombres vestidos con trajes y galeras, y todo ese tipo de cosas; las casas, los autos. TODO! es rarísimo, pero eso es lo que me pasa :x
Pero por suerte esta me gusta tanto que no me importa y a Louis no lo imagino de traje, pero si vestido antiguo.
Me enojó que Harry tuviera que dormir sobre la estera. Yo le daría un colchón por lo menos, pero después me acorde de la época y de que era un esclavo y entendí a Louis.
Seguila pronto, y gracias por adaptar este libro :love:
Saludos :hug:
Gracias :)
Hahaha en serio? Nunca me ha pasado eso que raro. Es sorprendente que les este gustando tan rápido y apenas es el principio de la historia, pero claro que lo termine muy pronto asi que creo que no saboree cada parte como debía :( aun así dan ganas de volverla a leer :3
Si te soy sincera lei estera y aun no se lo que significa :/
Aww que linda, saludos.
AndySophy
Re: Sin Lugar En Este Mundo - Larry Stylinson
No, perdon ahahaha me referia que me gusto que louis dijera que lo queria a harry como su sirviente personal n.n
Nelshipper
Re: Sin Lugar En Este Mundo - Larry Stylinson
Nelshipper escribió:No, perdon ahahaha me referia que me gusto que louis dijera que lo queria a harry como su sirviente personal n.n
Hahaha ahora entiendo :3
AndySophy
Capitulo 1
El Regreso
2/2
-Es su decisión, Harold es suyo por derecho, hoy mismo le diré a Mark que lo remplace y lo coloque a su servicio como usted pide-
Yo agradecí, estaba complacido.
-Padre, ¿por qué yo no tengo mi propia esclava?- preguntó en tono de reproche Marry Anne
-La tendrás hija, y no solo una como parte de tu dote le entregaré diez a tu marido escoge los que te plazcan-
La nena sonrió de satisfacción
-Pero ni pienses en Karol- aclaró mi madre taxativamente.
-Hermano, de regalo de bodas deme a Harold, él nos ha visto crecer, le tengo confianza- me solicitó
-Querida, Harold es un leal compañero para mí, ni obligado se lo entregaría, pídame otra de mis
pertenencias y gustoso se la entregaré-
Ella sonrió satisfecha
-Algún regalo mejor se me ocurrirá- me dijo
- Como siempre- afirmó Marry
Todos reímos, incluso padre.
-Padre, ¿por qué Harold no está marcado?- preguntó la menor con ojos vivaces
Mi madre se incomodó
-Los pardos, casi nunca se marcan, pierden valor explicó él.
El pardo, así llamaban a Harold, por ser un mulato de tez clara
-Igual es un esclavo- replicó madre
-Hermano, podría darle la libertad- afirmó Marry mirándome
No supe que contestar, no quería perderlo.
-Tu hermano, no puede desperdiciar sus bienes intervino padre - Además, a Harold, se le ha tratado con gentileza en esta casa, se le han prodigado buenos tratos es más, tus hermanas en tu ausencia, le han enseñado a leer y a escribir.
-Algo que no apruebo- intervino madre.
-Basta de hablar de pardos y de esclavos, volvamos al más importante de los acontecimientos, mi compromiso y mi boda- interrumpió sin modestia mi hermana
-De nuevo todo se trata de ti y tu compromiso discutió la menor
-Es algo que debo celebrar- Justificó Marry Anne
-Voy a convertirme en esposa-
- Que cosas dices y sin sonrojarte- afirmó Doña Johanna
-Madre, estamos en el 1740, los tiempos cambian, además no estoy diciendo mentira alguna- Padre le dio la razón
-Los tiempos cambian - sentencié convencido - Estamos a puertas del futuro-
-Es cierto - recalcó padre -Incluso el Virrey Don Sebastián de eslava, no se asentó en Santa Fe, si no aquí en Cartagena y está dando desarrollo a la ciudad, hospitales, ampliando vías, reforzando edificaciones, el futuro es próximo mujer y nuestros hijos deben estar preparados para los cambios venideros-
- Toda esta modernidad, me abruma, no puedo temer sobre el destino del recato y las buenas maneras interpeló
ella visiblemente afectada -Pero basta de charlas es hora del bordado- finalizó mirando a mis hermanas quienes se pusieron de pie y marcharon detrás de nuestra señora.
Madre y mis hermanas se retiraron era la hora del bordado, presto me dispuse a iniciar un
reconocimiento del estado de la tierras, los sembrados y luego los establos, Sir. John Tomlinson se sumió de
nuevo en sus labores.
Recorrí, las tierras a caballo revisé las siembras, los campos, el trapiche, saludé a los esclavos, en su mayoría a todos los conocía desde infante, solo un par de caras nuevas, negros más jóvenes y algunos niños hoy se trabajaba solo hasta media tarde mi padre lo había ordenado para celebrar mi regreso y todos los esclavos recibirían doble ración de comida y guarapo para festejar, razón por la que me saludaban efusivamente.
Sin embargo a pesar de haber prácticamente recorrido todo el lugar no vi muestras de Harold, quien había madrugado a remendar una cerca en el extremo de la propiedad, decidí volver al establo, era casi medio día y el calor comenzaba a ser inaguantable, sudaba copiosamente y mi camisa se pegaba a mi cuerpo totalmente humedecida.
Cuando llegué al establo, para desmontar, me encontré con Harold, quien atendía los caballos y las mulas.
-Señorito Sir. William- Me saludó
-Harold, te has ido sin siquiera avisarme- le repliqué
-Usted disculpe, pero el trabajo no da espera- me respondió humildemente
-Pues eso se acabó, he hablado con padre y desde ahora estás solo a mi disposición, no más jornadas en la siembra, o con las bestias-
-Me gusta trabajar con los animales - dijo mientras acariciaba la cabeza de mi caballo
-Está hecho, ¿o es que acaso prefieres tus labores con las bestias, que tus servicios hacia mí?- repliqué algo molesto
-Disculpe, Señorito, no era mi intención-
Sequé mi cara con mis manos, el sudor caía formando gruesas gotas desde mi cabeza
-Sabes toma una bestia y vamos hasta el pozo, deseo nadar-
Me voltee hacia otro de los esclavos y le ordené que avisara en la casa grande que no llegaría a la hora del almuerzo, luego con Harold nos dirigimos hasta el pozo ubicado en el costado sur de la propiedad, en el último
confín de las tierras de padre.
Apenas desmonté, me quité la ropa, me desnudé por completo y me arrojé al agua, Harold hizo lo propio, y me siguió en la zambullida el agua me refrescó de inmediato aunque su temperatura era tibia.
Bromeamos y jugamos como cuando éramos niños, nos arrojamos agua, e incluso competimos, saliendo como desde la infancia Harold vencedor en velocidad y destreza acuática, luego, nos quedamos allí flotando, mirando el paisaje.
-Me place que haya regresado- me dijo -Fue mucho tiempo-
-Me place haberlo hecho- respondí
Luego de un tiempo, nos colocamos los pantalones y nos sentamos en la orilla, Harold sacó una bota de agua miel, me la pasó disculpándose porque él ya había bebido de ella
-Si no le disgusta mi amo, tomar de mi bebida-
-¿Cuántas veces compartimos bebida, Harold, tomamos del mismo recipiente o compartimos comida, a qué viene esto?-
-Las cosas son diferentes, estamos crecidos y su merced es el amo-
Entendí lo que decía, ya no éramos niños y nuestros lugares estaban bien demarcados, sin embargo no estaba dispuesto a modificar ciertas cosas.
-Estamos solos, no me gusta que me digas amo, ni tampoco Señorito, me incomoda- repliqué - Acaso no nos conocemos de toda la vida, no fue Karol nuestra criadora, no dormimos juntos de infantes, y compartimos travesuras-
Harold asintió sonriendo, le placía recordar esos instantes.
Bebí de la bota, luego él bebió, entonces sacó un mango y lo cortó diestramente con el cuchillo que le había obsequiado, me brindó la mitad comió la otra.
Me quedé contemplándolo, se había convertido en un joven alto acuerpado, totalmente atlético cuyos músculos, seguro por el trabajo, se definían firmemente a lo largo de toda su persona. Me quedé mirando sus ojos verdes como el cielo, como contrastaban con el dorado de su piel.
Nuestras miradas se encontraron y permanecimos unos instantes solo mirándonos, en silenció, con un sentimiento que no podía definir.
Entonces el apartó su vista de la mía.
-Es tarde, se ha ido el día, debemos regresar- aseguró
-Muero de hambre- le dije poniéndome de pie.
Entonces nos marchamos rumbo a la casa grande.
Antes de llegar asaltamos la cocina de Karol, me senté en el mesón mientas él comía de pie
-Sírvele conmigo- le dije a la negra, luego me giré hacía él y le dije -Compartamos la mesa-
El obedeció sin mayor incomodidad, y Karol le colocó la comida a mi lado aunque no le agradó la
idea.
Los días transcurrieron, en calma y forma lenta, el calor cedía, la brisas de principio de años refrescaban el ambiente calmando las temperaturas, acompañado de Harold estaba al tanto de todo lo que había acontecido en las tierras, como iban las cosechas, el número de esclavos, como ejecutaban sus labores, la producción del trapiche, en fin todo lo concerniente a los negocios de padre.
Teníamos visitas, mis tíos habían llegado con el propósito de celebrar mi retorno, aprovechado la ocasión madre celebró una cena en la casa, invitando al prometido de Marry Anne, Sir. Phillip, quien puntual había arribado trayendo consigo licores y viandas de presente para nosotros y un espejo de plata para su prometida.
Era un joven, un par de años mayor que yo, delgado de elevada estatura, cabellos negros recogidos a la usanza, brillantes ojos negros, tez blanca, prominente mentón, una nariz adecuada a su rostro bastante recta, sombra de barba, pícara sonrisa y modales muy elegantes, ricamente ataviado, sin modestia alguna, todo en él era fino.
Al introducirnos nos agradamos mutuamente, hablamos de varios tópicos, se trataba de un caballero ilustrado, también había estudiado en Santa Fe, lo cual hacía que tuviéramos muchas anécdotas en común.
El señor Styles, esposo de mi tía había traído consigo, un joven menor de veinte años, de padre holandés y madre criolla, que ahora se desempeñaba como su secretario y contador, el señor Hans Cristhian, supongo que esta invitación obedecía a intereses particulares en presentarle algún buen partido a mi hermana menor, pues aunque el muchacho no era rico era a leguas un correcto caballero, ilustrado e inteligente, rubio como el sol de estatura promedio, quizás de mi talla, tenía facciones agradables, como dibujadas, una nariz diminuta cubierta de pecas unos ojos vivaces e inquisitivos de color verde, complexión normal, ni grueso, ni delgado, aire de intelectual y una timidez evidente.
Pobre de él, pensé, en manos del huracán que es mi hermana Marry.
Mi madre dispuso habitaciones para mis tíos y los jóvenes visitantes, en lugar de utilizar el tablón en la cocina, dispuso el comedor reservado, al interior de la casa, el que casi nunca utilizábamos, buscó su mejor vajilla y los cubiertos que había heredado de su madre, dispuso candeleros de bronce y plata en la estancia, todo estaba impecable como a ella le gustaba. La negra Karol preparó exquisitos alimentos, cocido, carnes, garbanzo, frutas y pan de maíz, lo acompañamos con vino y todo fue delicioso, el Señor Styles comió como si hubiese estado en ayuno durante un largo período. Todos nos sentamos y la conversación fue amena, Harold sirvió las copas y le colaboró a Karol, junto con otra esclava en la atención de la mesa. Lo veía allí de pie esperando llenar las copas cada vez que estas se vaciaban. Pude observar como mi tía Doña Josefa le miraba con mala intención, realmente le disgustaba aunque no se pronunciaba al respecto, por el contrario el holandés como llamaban al tío Styles de vez en cuando le lanzaba una mirada, interesada tratando de descubrir más acerca de su bastardo. No obstante jamás le dirigió la palabra y Harold tampoco lo hizo, bien sabía el pardo que este hombre era su padre.
Luego de terminar la cena, padre y el señor Styles se retiraron a fumar tabaco, entre tanto madre y la tía se retiraron también a la estancia de costura, se permitió que mis hermanas quedaran con los jóvenes, conmigo de chaperón.
Nos sentamos en torno al patio central, aprovechando la refrescante brisa, permití que Sir. Phillip se acomodara junto a mi hermana Marry Anne, la menor se sentó frente a ellos y a cada costado el señor Cristhian y yo, Harold permaneció de pie cerca al grupo.
-¿Cuéntenos señor Cristhian hace mucho que arribó a Cartagena de Indias?- preguntó mi hermana mayor
-Hace poco menos de un mes, yo trabajaba con el señor Styles manejando el comercio en Honda, de allí soy oriundo-
-Pensé que era holandés - afirmó de nuevo Marry
-Mi padre lo es, mi madre es criolla- respondió
-¿Dónde estudió? Sir. William y yo estudiamos en Santa Fe, no juntos, ni en el mismo colegio, pero ambos somos de estudio capitalino-
- No señor, no tuve la oportunidad de viajar a Santa Fe, mi preparación se la debo al aprendizaje con mi padre, no poseo los medios, ni la fortuna de sus mercedes- El joven se sintió avergonzado
-Nadie posee la fortuna de Sir. Phillip- afirmé en tono de gracia aunque había certeza en mis palabras.
-¿A qué se dedica su padre? - preguntó mi hermana menor, mirándolo fijamente
-Comercia con telas, traídas desde Europa, e incluso de oriente y las distribuye en todo el Virreinato de la Nueva Granada, incluso comercia hasta con el Virreinato del Perú o la Capitanía General de Venezuela-
-Que hermoso oficio, me encantan las telas, sobre todo encajes y sedas- intervino Marry Anne
-Mi dama, sepa usted que en cuanto tenga la oportunidad, le encargaré las telas que usted desee- le consintió Sir. Phillip -El mismo señor Cristhian nos puede ayudar en esta empresa- El rubio asintió.
Mi hermana sonrió.
-Pero ha dejado usted los negocios de su familia, para trabajar con mi tío el señor Styles- afirmó la menor de mis hermanas, en tono inquisitivo.
-Sabe usted señorita Marry, inicié mi trabajo con su tío, para poder conocer a fondo las rutas del comercio, buscar nuevos negocios y mire he llegado hasta Cartagena de Indias, el puerto más grande de mercadería de todo el reino- en la palabras del joven se denotaba orgullo por su logro.
-Claro, me imagino que también conocerá ahora el oficio de la venta de esclavos- sentencio con molestia Marry.
-Es un oficio respetable- afirmó la mayor en tono de reproche a nuestra hermana menor.
-Disculpe usted señorita Marry, pero la mano de obra negra es necesaria para el progreso - se
defendió el joven
-Claro y enriquece las arcas de los tratantes como mi tío- respondió tajante la niña- Aunque sea a costa del sufrimiento y la vejación de otros-
-Perdone Doña Señorita Marry, pero que sería de la vida de estos seres si no los hubiéramos traído, evangelizado, vestido y organizado, serían poco más que animales- agregó el prometido de mi hermana mayor- No me malentienda estoy en contra del maltrato ya sea a esclavos o bestias, pero son necesarios para nuestro progreso y desarrollo-
Mi hermana no se sintió satisfecha con la respuesta sin embargo Sir. Phillip tenía la razón.
-Además nuestro hermano Sir. William no puede siquiera calzarse las botas, sin que Harold lo ayude - recalcó Marry Anne.
Todos rieron, yo me sentí incómodo con la observación.
-Harold, es como si fuera de la familia, no es solo un esclavo-
-Entonces Harold siéntate con nosotros, participa de nuestra plática- insistió sarcástica la menor de mis hermanas.
Harold no contestó, permaneció inmóvil, sé que la charla era incómoda para su persona.
-Exagera, hermana- le respondí -Padre maneja esta hacienda con los esclavos, nunca los maltrata, ni abusa de ellos, es un amo justo ¿que más pueden querer?-
-No sé, libertad- respondió ella
Se giró de nuevo hacia Harold y le preguntó
-¿Quisieras tú la libertad Harold?- El joven no contestó
-Responde, ¿quisieras tu ser libre?-
-No lo sé señorita, no pienso en eso-
-Lo ve hermana, Harold es feliz como esta y le place su situación- le reproché
-Tal vez, tengan razón señores y la equivocada soy yo, es triste Harold y yo que le insistí ayer mismo a mi hermano Sir. William que te diera la libertad-
Los ojos de Harold se iluminaron.
-Pero, él se negó rotundamente, entiendo su razón no sabrías que hacer con ella, es triste si por mi fuera no existirían amos, ni esclavos, pero peco por ingenua-
-Loable señorita Marry, pero impráctico afirmó condescendiente el señor Cristhian.
-Un imposible, que haríamos nosotros sin esclavos y ellos sin sus amos- agregó Sir. Phillip.
-Serían dueños de sus vidas, supongo- remató Marry-Anne
Luego miró al señor Cristhian fijamente y le preguntó
-¿Es usted dueño de su vida, señor Cristhian?-
El hombre no dudó
-No después de haberla conocido señorita-
Sir. Phillip rió a carcajadas.
Marry no supo que responder, la habían vencido en su terreno.
-Que descaro señor Cristhian para con mi hermana, revelar usted sus intenciones sin mesura algunaintervino Marry Anne en tono de mofa.
El señor Cristhian se sintió avergonzado y mi hermana Marry permaneció sonrojada y callada, un estado nada
común en ella.
La charla terminó, se hizo tarde y fue hora de retirarnos a nuestros aposentos, cuando subí, Harold me ayudaba con las velas, luego quitó mis botas, me quité la camisa busqué un camisón, me cambié y acosté en la cama, él estuvo a punto de retirarse.
-Harold extiende la estera y duerme aquí- le ordené
Él tomó la estera y cumplió el mandado, se descalzó sus alpargatas nuevas se quitó la camisa y se tendió en el piso.
-Señorito-
-Si Harold-
-¿Usted me daría la libertad?-
No supe que responder, mi hermana y sus imprudencias.
-¿Quieres la libertad, qué harías con ella, dónde vivirías, qué sería de ti?-
- No lo sé señorito, solo preguntaba-
-Además Harold ¿qué haría yo sin ti?, como eres de egoísta-
-Lo siento señorito-
Había franqueza en sus palabras
-Harold, siempre hemos estado juntos desde críos, cuando me fui a Santa Fe tú fuiste lo que más extrañe, yo no te vendería o cambiaría por nadie, siempre vas estar a mi servicio, ¿No crees que es lo mejor?-
- Mi gratitud, señorito-
Luego nos quedamos callados, me quedé pensando, no quería dejar ir a Harold, ni lo vendería jamás, como era posible que el pensara siquiera en abandonarme, me molestó su actitud enormemente, era responsabilidad de mi hermana y sus ideas locas, libertad a los esclavos, ¿de dónde sacaba eso?, tanta lectura estropeaba su cordura.
-Harold-
-Si señorito-
- ¿Qué harías si fueras libre?-
-No lo sé señorito-
-Piensa, dímelo-
-Yo sé leer y escribir, podría trabajar como un secretario al igual que el señor Cristhian, o podría atender bestias, compraría mis propias mulas y haría cargas, conocería lugares, nunca he salido de estas tierras, vería cosas como las que usted vio, otras ciudades otras gentes….-
El no continuó
Se percató de mi disgusto.
-Se te olvida algo, eres un pardo, un mulato no un blanco, ni un criollo, ni un holandés, eres un mulato bastardo, no hay para ti mejor lugar que este respondí dejándome llevar por la cólera.
-Lo siento amo- respondió recalcando la última palabra sabiendo que me molestaría
-No te dije que no me llamaras amo-
-Disculpe señorito Sir. William, pero es la verdad usted me está recordando mi sitio, que soy un pardo, una persona sin lugar en este mundo-
Sin lugar en este mundo
Eso me dijo, que egoísmo y que torpe Harold, que acaso no lo tenía todo en esta casa, el haber sido mi presente bautismal, no la había salvado de las minas o de quien sabe que destino aciago.
-Eres un desagradecido, recoge tu estera vete a dormir a las barracas, seguro ese es tu lugar Él se levantó molesto, no pudo disimularlo y de inmediato se marchó.
Trate de dormir de nuevo, pero me retorcía en la cama sin poder conciliar el sueño, trataba de no pensar, pero Harold me había generado mucha incomodidad, esclavo torpe, no se daba cuenta de lo que tenía, cuántos amos azotan a sus esclavos, cuántos pardos son ahogados al nacer, bajo las ordenes de piadosas mujeres como mi tía, para ocultar el pecado de sus maridos, es que acaso no era consiente, de que me debía su vida. Y ahora me había obedecido y se había marchado, no debí habérselo ordenado, el acata todos mis mandatos. Seguí inquieto, tratando de dormir, para cuando lo logré, estaba amaneciendo.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Hola :)
Aquí la segunda parte del capitulo!!!
La subí hoy porque ALGUIEN me obligo ¬¬ hahaha (perdón por tardar tanto)
Por favor comenten que les pareció y que piensan de la libertad de Harold :D
Ok es todo, bye.
Última edición por AndySophy el Jue 09 Ene 2014, 9:22 am, editado 1 vez
AndySophy
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