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Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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A Journey to Remember.
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Re: A Journey to Remember.
JAJAJAJAJAJAJAJJAAJA
mi suegra es la mejor dejala
no se qUE ESCRIBIIIIIIIIIR
mi suegra es la mejor dejala
no se qUE ESCRIBIIIIIIIIIR
hood.
Re: A Journey to Remember.
mi mamá dice que la mamá de carter tiene una paciencia de oro
yo pienso igual
yo pienso igual
hemmo.
Re: A Journey to Remember.
otra cosa que tienen en comun nuestras mamas
por eso somos el uno para el otro
ahre
por eso somos el uno para el otro
ahre
hood.
Re: A Journey to Remember.
- abran:
- BUENO WACHAS POR FIN SUBO
la cosa es que me quede corta de inspiracion y estuve unos cuatro dias abriendo la ventana para escribir pero no haciendo nada. les subo la primera parte ahora y en unos días la segunda. no me odien ):
pd: es malisimo.
pd2: amen a toby yaY
pd3: shipeen flu.
pd4: las amo chau
COMENTEN :OWO:
zachary richard; toby loocker; luca togliatti.Capítulo 001
Irritado. La única palabra que se le venía a Zac en ese momento. Todos parecían felices por las nuevas noticias, él tan solo se reía porque sabía lo que había por delante. Se imaginaba a la mitad del grupo teniendo sexo las veinticuatro horas, chicas desesperadas por comprarse ropa y más que una pareja con tests de embarazo en la mano y poca esperanza. El tan solo pensar que debería estar en una ciudad lejos de sus rutinas matutinas y sus "amigos" lo estresaba, era totalmente injusto que el viaje fuera obligatorio. Como siempre, los directores se aprovechaban de que todos sus alumnos estaban en buenas situaciones económicas para que no tengan excusas de no ir, y a los becados les cubrían la mitad del viaje. No recibirían un no por respuesta, mucho menos cuando de limpiar su imagen se trataba. Soltó otra risa al pensar en ellos; la razón por la que amaba su escuela era simple, a nadie le importaba nadie y la mitad de los alumnos, profesores y directivos eran hipócritas llenos de dinero. Qué mejor lugar para Zachary Richard.
Su mejor amigo, Eddie, lo miró frunciendo las cejas mientras estiraba la mano para que el le devolviera el porro que ambos estaban compartiendo. Él más castaño sabía que él era una de esas personas que se perdían en sus pensamientos cada dos segundos, por lo que nunca se preocupada demasiado cuando su amigo se desconectaba de esa forma. Ambos se encontraban sentados encima del cartel principal del colegio, estaba hecho de cemento por lo que era más usado como un banco que otra cosa.
La campana tocó y ambos chicos se despidieron e hicieron camino a sus clases. A mitad de camino saludó a Waleska -su mejor amiga-, quien lo abrazó, le plantó un beso en la mejilla y siguió su camino. A pesar de su peculiar personalidad, el rubio tenía unas cuantes personas que realmente lo apareciaban, y otras que lo aborrecían, pero el sentimiento era mutuo. Hablando de roma, Samantha pasó por su lado y, con una sonrisa en su rostro, la empujó con su hombro, haciendo que se tambaleara un poco.
—Mierda, con el olor que tienes puedo encontrarte desde el otro pasillo hermano —Llegó Toby desde atrás, dándole un golpe en la espalda como saludo. —, ¿Cuántos fueron hoy? —Zac rodó sus ojos.
—Medio —Se quejó. —. Había traído solo para mí pero Eddie no tenía más y tuve que compartir.
—Eso debe ser difícil. —El sarcasmo claramente en su voz.
—Claro que lo es.
La clase de matemáticas se centró en dormir y babear el banco. El rubio sintió un golpe fuerte en su cabeza y despertó de repente.
—¡¿Qué diablos?!
—Levántate, idiota —Divisó a Waleska a su lado tendiéndole su mano. —. Acompáñame al almuerzo.
—¿No tienes uno de tus millones amigos para que vaya contigo? —La pelirroja rodó sus ojos.
—Vamos, Zac. Si alguien te ve aquí te castigarán y no deberías dejar que siga pasando eso.
—No me importa —Respondió el levantándose. —, no necesito una maldita buena reputación porque no entraré a una maldita universidad.
—¿Qué pretendes hacer de tu vida, entonces?
—Negocios. —Se limitó a responder, y su amiga levantó una ceja, sin entender a lo que se refería. Solo Eddie, Toby y, lastimosamente, Samantha, conocían su "trabajo" y pretendía mantenerlo en secreto por un tiempo más.
—¿Nunca pensaste en hacer un cambio a tu vida? —Cuestionó, mientras ambos llegaban a la cafetería a paso lento, Zac aún algo somnoliento.
—¿A qué te refieres?
—¿No piensas sentar cabeza? Quiero decir, jamás te he visto con una chica de novio, o me has hablado de alguien que robó tu corazón. Parece que solo vinieras aquí a pasar el tiempo y este año deberías graduarte pero no creo que lo vayas a hacer.
—No me importan esas mierdas. No digo que tú no lo hagas en algún momento, cosa que espero que sí, pero mi vida tiene otra perspectiva a la de los demás.
—Quizá solo lo digas porque jamás tuviste una experiencia en el amor. Quizá cuando te enamores pensarás distinto.
—Una estúpida a la que terminaré engañando o viceversa no cambiará mi visión de la vida, Waleska.
—Ya verás.
Era ya la hora de salir y Zac no podía estar más agradecido. El día se le había pasado más de lo normal y eso lo torturaba.
—Hey —Eddie llegó. El solo asintió con la cabeza en modo de saludo. Necesitaba droga y el no tenerla lo ponía nervioso. —. Lindo humor.
—No jodas.
—¿Qué pasa?
—Nada, solo no quiero hablar. —Bajó un poco su tono. El semi rubio se encogió de hombros y lo acompañó en su camino a casa.
La realidad era que a Zac lo estaba carcomiendo una idea en su cabeza. Durante la clase de Historia, un mensaje de texto hizo vibrar su teléfono. Se trataba de uno de los tantos clientes a los que él había estafado, no demasiado inteligente ya que este se había dado cuenta y, para peor, tenía su teléfono. Aún no había contestado el mensaje y lo preocupaba el hecho de que podría estar siguiéndolo o esperándolo en algún lado. Sabía que estaba seguro con Eddie, pero físicamente nadie imaginaría que un chico de metro ochenta pero con sonrisa de niño de cinco años sería como él lo es. Y estaba al tanto que su cara tampoco parecía de "chico malo que pateará tu trasero".
Al llegar a la puerta de su casa, frenó de golpe y dio la vuelta para enfrentar a su amigo, quien levantó sus cejas ante la acción.
—¿Que no vas a dejarme pasar? —Preguntó risueño.
—Preferiría que hoy no. Las cosas están jodidas.
—Oh entiendo. Bueno, sabes donde encontrarme. —Él solo asintió. Comenzó a girar la llave en la cerradura y volvió a mirar a Eddie, quien ya iba alejándose.
—Hey, idiota —Él giró, aún caminando. —. Mañana te toca llevar a mi o me dejarás seco de María.
—Oh, púdrete Richard. —Rió, negando con su cabeza. Con un suspiro, entró a su casa. Algunas botellas de cerveza estaban esparcidas por el piso ya vacías, ropa por todos lados y algún que otro plato por ahí, lo normal. Él rodó sus ojos y se encaminó a su habitación, intentando hacer el menor ruido posible. Su madre aún seguía dormida y dudaba que despertara por la hora a la que llegó la noche anterior, pero esta mujer tenía tantos problemas mentales que enserio dudaba si dormía o qué hacía.
Si Zac se era honesto a sí mismo, no podía esperar a terminar la escuela así se iba de ese infierno al que llamaban hogar.
Toby estaba reunido en la mesa central del comedor con su grupo de amigos, totalmente ido de la conversación. Escuchaba a lo lejos como hablaban de las chicas con las que se habían acostado o alguna de sus fantasías sexuales que pretendían hacer realidad en el -ahora- tan esperado viaje. Los quería, realmente, pero le causaba cómo el ya se había acostado con todas esas chicas. Toby no se veía a si mismo como un "mujeriego" ni un rompe corazones, como la mayoría de su grupo era, solo se divertía, tenía sexo y se asegurara que las chicas no sintieran un poco de amor por si mismas como para dormir con cualquiera que se le ofreciera. El castaño había estado toda la hora del almuerzo observando a una chica sentada sola en una esquina. Juraba jamás haberla visto por los pasillos o en alguna de sus clases. Debe ser nueva, pensó, más aún si estaba sentándose sola. Se levantó de su asiento y comenzó a caminar hacia ella, dando una última mirada a su mesa, donde encontró a Craig mirándolo con una mueca de confusión, el solo negó con su cabeza. Al llegar a la mesa donde la castaña se encontraba, se sentó y fijó su mirada en ella, quien no se inmutó por su presencia. El admiró como su ceño estaba fruncido mientras leía un libro cuyo nombre no llegaba a descifrar. Aquella chica -que Toby supuso que no tendría más de dieciséis años-, estaba totalmente concentrada en su lectura, pero con auriculares puestos. Supuso que solo los usaba para que nadie se acercara a ella ni la molestara. Él estaba totalmente intrigado por aquella chica, así que decidió intentar llamar su atención de alguna forma. Lo único que pudo hacer fue pasar una mano por debajo de sus ojos, lo que la hizo saltar y cerrar su libro de golpe. Sacándose un auricular de su oído, levantó sus cejas.
—Hola —Saludó, sonriendo. —. ¿Hace cuánto entraste? Quiero darte una buena bienvenida.
—Hace seis años. —Respondió con su voz un poco baja. Auch. Eso si era un fallo.
—Oh —Se limitó a contestar. —¿Cómo es que jamás te había visto? —La chica cuyo nombre aún no sabía se encogió de hombros y se removió en su asiento, algo incómoda por estar hablando con él, no ansiaba por una larga charla tampoco.
—La gente no suele notarme, aunque tampoco sea una escuela demasiado grande —Contestó. A primera vista, a Toby le había parecido algo tímida, al parecer no se había equivocado. —. También teñí mi cabello. —Agregó.
—¿Enserio? —Ella asintió con su cabeza.
—Sip. Solía ser rubia y decidí que era tiempo de un cambio, aunque seguramente vuelva a mi otro color o algo más oscuro antes de ir al viaje.
—Oh, ¿Intentando impresionar a alguien?
—Tengo el presentimiento de que funcionó, aunque ya me cansé de estar detrás de alguien a quien no le intereso en absoluto. Digamos que aprovecharé las nuevas noticias e intentaré hacer algunos cambios.
—Suena bien.
—Espero que así resulte. —Sonrió. Toby no pudo evitar enternecerse por la mirada de esa chica... o su todo en general. Su cara era aniñada y cuando sonreía le recordaba mucho a su hermana por la forma en la que sus ojos se achinaban; todo en ella le parecía demasiado dulce y delicado, desde la forma en la que pasaba las páginas de su libro hasta cómo fijaba su mirada en alguien. Ésta siempre era suave y parecía atenta a todo, no como algunas miradas que cortaban como cuchillo.
La campana sonó y la castaña se levantó rápidamente de su asiento, dirigiéndose hacia la puerta de la cafetería, no sin antes tirar los restos de su almuerzo.
—¡Espera! —Gritó Toby siguiéndola. Ella se dio la vuelta. —¿Cómo te llamas?
Algo desganada y rodando sus ojos, contestó; —Charlotte.
—Soy Toby. —Sonrió.
—Lo sé —Repitió la mueca.—Todos lo saben. Guarda esa sonrisa para otras cosas. —Y desapareció. El chico frunció el ceño ante el repentino cambio de humor, ¿Había metido la pata en algo?. Al ver que casi todos habían salido ya del lugar, se apresuró para ir a clases, aunque claramente se le había hecho tarde. La profesora de Biología, mejor conocida como "Señorita Pharrel" lo miraba con una mueca de enojo, con sus brazos cruzados y cejas fruncidas, que le daban a Toby escalofríos por toda su espalda.
Antes de que pudiera hablar, él lo hizo; —Lo sé, lo sé. Castigo. —Y se dirigió al fondo del salón, donde Caspian se encontraba. Este lo miraba con una sonrisa burlona, pero solo lo ignoró y se sentó en su asiento, escondiendo su cabeza entre sus brazos.
—¿Tan mal te va?
—Bastante. —Contestó, y había un poco de verdad en esa respuesta, solo que Toby prefirió dejarla así porque no le gusta demasiado compartir sus problemas con los demás, fuera quien fuera.
—¿Qué hiciste este fin de semana? —Preguntó, buscando tema de conversación.
—Nada —Bufó. —. Llevé a mi hermana a una de sus estúpidas fiestas con sus estúpidas amigas. Juro que están obsesionadas con todo lo que tenga piernas y un pene.
—O quizás solo contigo.
—Oh espera —Una sonrisa comenzó a crecer por su cara. —, sí hice algo.
—¿Qué clase de algo?
—Dinah Rooney —Contestó, mordiendo su labio.
—¿Dinah quién?
—Rooney. Buena.
—¿Sí?
—Positivo.
—Sigo sin saber quién es. —Tres golpes se escucharon en la puerta y luego, Charlotte hizo paso por el salón, explicándole a la profesora el por qué de su llegada tan tarde y sentándose al lado de una de sus amigas. La castaña dio la vuelta para ver a Toby pero él evadió su mirada, volviendo a su amigo. No iba a estar como un idiota detrás de ella luego de lo del comedor y su repentino cambio de humor.
—Alta, castaña, ojos azules —Respondió, pero Caspian lo miraba con una de sus sonrisas burlonas, cruzado de brazos y recostado en su silla. —¿Qué te pasa, idiota? —Preguntó molesto. Su amigo asintió con su cabeza en dirección a Charlotte, y se ganó un golpe en el hombro de Toby. —Vete a la mierda.
Toby yacía perezosamente en su cama, boca abajo. Su mochila y ropa de abrigo estaban esparcidas por toda su habitación, luego de que entrara y las tirara como si nada. Sintió como la puerta se abría y su madre asomaba la mitad de su cuerpo por esta, sonriéndole.
—¿Qué pasa, ma?
—¿Cómo te fue, cariño? —Preguntó mientras se sentaba a su lado en la cama y sobaba su espalda suavemente.
—Bien —Suspiró. —. Sobre lo del viaje...
—No —Lo interrumpió. —Ni siquiera lo pienses. Irás a París, la pasarás bien con tus amigos, quizás encuentres una linda chica que te guste y luego de dos meses que pasarán volando, volverás conmigo y Camille.
—Pero mamá —Protestó. —¿Qué harás con Camille? ¿Cómo irá a la escuela y se juntará con sus amigas si yo no la llevo y tú estás trabajando?
—Ya veremos, pero quiero que tengas un poco de vida también, Toby. Quiero que hagas lo que te gusta y seas un poco libre, no podemos estar dependiendo de ti todo el tiempo —Acarició su mejilla. —. Dentro de uno o dos años te irás de casa y viviremos como podemos, pero eres casi un hombre y debes empezar a construir tu propia vida.
—Suenas como la directora. —Rodó sus ojos y ella rió ante su aniñado acto.
—Descansa un poco —Despeinó su cabello. —, es temprano para tu trabajo aún.
Luca sabía que estaba siendo bastante obvio observando a Florida, pero no podría importarle menos. Juraba que podría pasar toda su vida admirándola, pero esos pensamientos surgían de su mente en las nubes y un tanto de sus alborotadas hormonas. De vez en cuando soltaba un suspiro cuando su enamorada se acomodaba el cabello o sonreía ante las páginas de su libro. Una observación que había hecho -una de sus tantas, en realidad-, era que muchos de su escuela leían libros, y se refería a los que podían estarlo horas, no los que simplemente los agarraban y dejaban. Eso lo ponía feliz, en parte. Luca era de esas personas que siempre se quejaban de las nuevas tecnologías con las que todo el mundo estaba obsesionado y que ya nadie leía, por ejemplo; pues había una larga lista de cosas las cuales el rizado se quejaba.
—Inundarás la escuela babeando si sigues mirándola. —Llegó Charlie a su lado, asustándolo.
—Buenos días a ti también, Charlotte. —Ella le ofreció una sonrisa y besó su mejilla, para acomodarse al frente suyo.
—La gente normal tiene hobbies como, no sé, mirar televisión, leer revistas, algunos disfrutan el porno también, ¿Sabes? Pero ninguno de ellos gasta su tiempo mirando a una chica que jamás en su vida le habló.
—Me duele la poca esperanza que tienes en mí, Charlotte —Contestó dolido. —. No te invitaré a nuestra boda si sigues así de negativa. Tampoco Toby te hablará, soy un fuerte creyente del karma. —La castaña rodó sus ojos.
—Hoy me habló. —Luca se atragantó con la manzana que estaba comiendo.
—¿Qué dices? —Gritó. Ella se encogió de hombros.
—Se apareció en mi mesa de la nada y me hablo, lo que usualmente hace cuando quiere alguna chica. Estoy bastante segura que ya se le acabaron todas las de la escuela y por eso vino a mí.
—No digas eso, Charlotte. Estoy segura que le pareciste linda y agradable y por eso se acercó a hablarte. —Ella apretó sus labios, no creyéndole a su mejor amigo.
—No lo sé, ya no importa. Decidí que debería ver a alguien más en este viaje, dejar de gustar siempre del mismo porque jamás me notará.
—Mejor así, no me gusta verte triste todos los días.
—¿Lo dice el que tiene un plan de seis meses para una chica con la que jamás cruzó palabra? —Charlie arqueó una ceja.
—No es tan así.
—Claro.
—Estoy seguro que ella está en la misma situación que yo, y es tímida para hablarme.
—Oh vamos, mírala. Su libro es más interesante que todo su alrededor, incluso es peor que yo. —Luca la miró en forma de reproche.
—Ella no se pone auriculares ni tiene un cartel gigante que dice "No me molesten o los patearé en la cara".
—No, no lo tiene porque su cara ya lo dice.
—Auch.
—0-1 hoy, ¿Qué pasa Togliatti?
—No me gusta que me llames por mi apellido.
—¿Por qué no? ¿No te gusta cuando imito tu acento?
—Eres mi mejor amiga y te amo, pero me das ganas de arrancarte el cabello. Que por cierto, ese color te queda bien. —La castaña torció su cabeza y sonrió.
—Gracias. —Charlie se levantó de su asiento, y depositando un beso en la mejilla de su amigo, se largó. No sin antes chocarse con el cuerpo gigante -a comparación del suyo- de Craig, quien le dio una muy falsa sonrisa que ella devolvió.
El moreno palmeó la espalda de Luca y se sentó a su lado, riendo suavemente. Luca lo miró, algo sorprendido, pero le sonrió y ofreció un poco de la comida que tenía en su mesa. Craig negó con su cabeza excusándose de que no estaba hambriento, y sacó un ramo de rosas de detrás de su espalda.
—Whoa —Se alejó cuando tuvo las flores en su cara. —. Hermano, no quiero sonar ofensivo, y no estaba para nada enterado, pero me gustan las chicas.
—¿De qué hablas, idiota? Son para Florida, dáselas.
—¿Por qué se las daría? —El arqueó una ceja.
—Vamos, todo el mundo lo sabe, vas y se las das.
—¿Y por qué harías algo bueno por mi?
—¿Desde cuando dudas de la bondad de las personas y haces tantas preguntas? Es mi acto de la semana, solo quiero ayudar. —Se encogió de hombros y le entregó el ramo. Luca pensó que no tendría nada que perder, por lo que se paró y se dirigió hacia la chica. Dio la vuelta por un segundo, sin saber qué decir, y su "nuevo amigo" -vaya la inocencia del rizado- lo miraba sosteniendo una risa y con sus pulgares arriba.
Inhaló profundamente y habló; —Hey —La rubia levantó su cabeza, frunciendo el ceño. Mudo por ahora tener la mirada de su enamorada en la suya, lo único que pudo hacer fue darle las flores. —. Para ti.
—¿Q-Qué flores son estas? —La cara de Luca se deformó. Dio la vuelta para buscar a Craig pero este moría de la risa apoyado contra la mesa. No tenía a nadie que lo sacara de esa.
—N-No lo sé, ¿Qué tienen?
—Te juro que si llegan a ser mar- —Pero no llegó a terminar la oración, porque ya estaba todo su estornudo por la cara del castaño. Las bocas de ambos estaban abiertas a más no posible mientras se miraban el uno al otro. Las flores terminaron desparramadas por todo su cabello y cara mientras que la chica se iba del patio a paso furioso.
Luca se tiró contra la mesa, donde Craig aún seguía, y riéndose, para mejorar su ánimo.
—¿Sí sabías que era alérgica a las margaritas? —Se sentó derecho de repente e intentó mantener una cara seria, pero claramente falló, rompiendo en carcajadas de nuevo.
—Claro que no. Pero por las dudas me encargué de ponerles perfume extra y todo el polen que encontré.
Su mejor amigo, Eddie, lo miró frunciendo las cejas mientras estiraba la mano para que el le devolviera el porro que ambos estaban compartiendo. Él más castaño sabía que él era una de esas personas que se perdían en sus pensamientos cada dos segundos, por lo que nunca se preocupada demasiado cuando su amigo se desconectaba de esa forma. Ambos se encontraban sentados encima del cartel principal del colegio, estaba hecho de cemento por lo que era más usado como un banco que otra cosa.
La campana tocó y ambos chicos se despidieron e hicieron camino a sus clases. A mitad de camino saludó a Waleska -su mejor amiga-, quien lo abrazó, le plantó un beso en la mejilla y siguió su camino. A pesar de su peculiar personalidad, el rubio tenía unas cuantes personas que realmente lo apareciaban, y otras que lo aborrecían, pero el sentimiento era mutuo. Hablando de roma, Samantha pasó por su lado y, con una sonrisa en su rostro, la empujó con su hombro, haciendo que se tambaleara un poco.
—Mierda, con el olor que tienes puedo encontrarte desde el otro pasillo hermano —Llegó Toby desde atrás, dándole un golpe en la espalda como saludo. —, ¿Cuántos fueron hoy? —Zac rodó sus ojos.
—Medio —Se quejó. —. Había traído solo para mí pero Eddie no tenía más y tuve que compartir.
—Eso debe ser difícil. —El sarcasmo claramente en su voz.
—Claro que lo es.
La clase de matemáticas se centró en dormir y babear el banco. El rubio sintió un golpe fuerte en su cabeza y despertó de repente.
—¡¿Qué diablos?!
—Levántate, idiota —Divisó a Waleska a su lado tendiéndole su mano. —. Acompáñame al almuerzo.
—¿No tienes uno de tus millones amigos para que vaya contigo? —La pelirroja rodó sus ojos.
—Vamos, Zac. Si alguien te ve aquí te castigarán y no deberías dejar que siga pasando eso.
—No me importa —Respondió el levantándose. —, no necesito una maldita buena reputación porque no entraré a una maldita universidad.
—¿Qué pretendes hacer de tu vida, entonces?
—Negocios. —Se limitó a responder, y su amiga levantó una ceja, sin entender a lo que se refería. Solo Eddie, Toby y, lastimosamente, Samantha, conocían su "trabajo" y pretendía mantenerlo en secreto por un tiempo más.
—¿Nunca pensaste en hacer un cambio a tu vida? —Cuestionó, mientras ambos llegaban a la cafetería a paso lento, Zac aún algo somnoliento.
—¿A qué te refieres?
—¿No piensas sentar cabeza? Quiero decir, jamás te he visto con una chica de novio, o me has hablado de alguien que robó tu corazón. Parece que solo vinieras aquí a pasar el tiempo y este año deberías graduarte pero no creo que lo vayas a hacer.
—No me importan esas mierdas. No digo que tú no lo hagas en algún momento, cosa que espero que sí, pero mi vida tiene otra perspectiva a la de los demás.
—Quizá solo lo digas porque jamás tuviste una experiencia en el amor. Quizá cuando te enamores pensarás distinto.
—Una estúpida a la que terminaré engañando o viceversa no cambiará mi visión de la vida, Waleska.
—Ya verás.
{***}
Era ya la hora de salir y Zac no podía estar más agradecido. El día se le había pasado más de lo normal y eso lo torturaba.
—Hey —Eddie llegó. El solo asintió con la cabeza en modo de saludo. Necesitaba droga y el no tenerla lo ponía nervioso. —. Lindo humor.
—No jodas.
—¿Qué pasa?
—Nada, solo no quiero hablar. —Bajó un poco su tono. El semi rubio se encogió de hombros y lo acompañó en su camino a casa.
La realidad era que a Zac lo estaba carcomiendo una idea en su cabeza. Durante la clase de Historia, un mensaje de texto hizo vibrar su teléfono. Se trataba de uno de los tantos clientes a los que él había estafado, no demasiado inteligente ya que este se había dado cuenta y, para peor, tenía su teléfono. Aún no había contestado el mensaje y lo preocupaba el hecho de que podría estar siguiéndolo o esperándolo en algún lado. Sabía que estaba seguro con Eddie, pero físicamente nadie imaginaría que un chico de metro ochenta pero con sonrisa de niño de cinco años sería como él lo es. Y estaba al tanto que su cara tampoco parecía de "chico malo que pateará tu trasero".
Al llegar a la puerta de su casa, frenó de golpe y dio la vuelta para enfrentar a su amigo, quien levantó sus cejas ante la acción.
—¿Que no vas a dejarme pasar? —Preguntó risueño.
—Preferiría que hoy no. Las cosas están jodidas.
—Oh entiendo. Bueno, sabes donde encontrarme. —Él solo asintió. Comenzó a girar la llave en la cerradura y volvió a mirar a Eddie, quien ya iba alejándose.
—Hey, idiota —Él giró, aún caminando. —. Mañana te toca llevar a mi o me dejarás seco de María.
—Oh, púdrete Richard. —Rió, negando con su cabeza. Con un suspiro, entró a su casa. Algunas botellas de cerveza estaban esparcidas por el piso ya vacías, ropa por todos lados y algún que otro plato por ahí, lo normal. Él rodó sus ojos y se encaminó a su habitación, intentando hacer el menor ruido posible. Su madre aún seguía dormida y dudaba que despertara por la hora a la que llegó la noche anterior, pero esta mujer tenía tantos problemas mentales que enserio dudaba si dormía o qué hacía.
Si Zac se era honesto a sí mismo, no podía esperar a terminar la escuela así se iba de ese infierno al que llamaban hogar.
Toby estaba reunido en la mesa central del comedor con su grupo de amigos, totalmente ido de la conversación. Escuchaba a lo lejos como hablaban de las chicas con las que se habían acostado o alguna de sus fantasías sexuales que pretendían hacer realidad en el -ahora- tan esperado viaje. Los quería, realmente, pero le causaba cómo el ya se había acostado con todas esas chicas. Toby no se veía a si mismo como un "mujeriego" ni un rompe corazones, como la mayoría de su grupo era, solo se divertía, tenía sexo y se asegurara que las chicas no sintieran un poco de amor por si mismas como para dormir con cualquiera que se le ofreciera. El castaño había estado toda la hora del almuerzo observando a una chica sentada sola en una esquina. Juraba jamás haberla visto por los pasillos o en alguna de sus clases. Debe ser nueva, pensó, más aún si estaba sentándose sola. Se levantó de su asiento y comenzó a caminar hacia ella, dando una última mirada a su mesa, donde encontró a Craig mirándolo con una mueca de confusión, el solo negó con su cabeza. Al llegar a la mesa donde la castaña se encontraba, se sentó y fijó su mirada en ella, quien no se inmutó por su presencia. El admiró como su ceño estaba fruncido mientras leía un libro cuyo nombre no llegaba a descifrar. Aquella chica -que Toby supuso que no tendría más de dieciséis años-, estaba totalmente concentrada en su lectura, pero con auriculares puestos. Supuso que solo los usaba para que nadie se acercara a ella ni la molestara. Él estaba totalmente intrigado por aquella chica, así que decidió intentar llamar su atención de alguna forma. Lo único que pudo hacer fue pasar una mano por debajo de sus ojos, lo que la hizo saltar y cerrar su libro de golpe. Sacándose un auricular de su oído, levantó sus cejas.
—Hola —Saludó, sonriendo. —. ¿Hace cuánto entraste? Quiero darte una buena bienvenida.
—Hace seis años. —Respondió con su voz un poco baja. Auch. Eso si era un fallo.
—Oh —Se limitó a contestar. —¿Cómo es que jamás te había visto? —La chica cuyo nombre aún no sabía se encogió de hombros y se removió en su asiento, algo incómoda por estar hablando con él, no ansiaba por una larga charla tampoco.
—La gente no suele notarme, aunque tampoco sea una escuela demasiado grande —Contestó. A primera vista, a Toby le había parecido algo tímida, al parecer no se había equivocado. —. También teñí mi cabello. —Agregó.
—¿Enserio? —Ella asintió con su cabeza.
—Sip. Solía ser rubia y decidí que era tiempo de un cambio, aunque seguramente vuelva a mi otro color o algo más oscuro antes de ir al viaje.
—Oh, ¿Intentando impresionar a alguien?
—Tengo el presentimiento de que funcionó, aunque ya me cansé de estar detrás de alguien a quien no le intereso en absoluto. Digamos que aprovecharé las nuevas noticias e intentaré hacer algunos cambios.
—Suena bien.
—Espero que así resulte. —Sonrió. Toby no pudo evitar enternecerse por la mirada de esa chica... o su todo en general. Su cara era aniñada y cuando sonreía le recordaba mucho a su hermana por la forma en la que sus ojos se achinaban; todo en ella le parecía demasiado dulce y delicado, desde la forma en la que pasaba las páginas de su libro hasta cómo fijaba su mirada en alguien. Ésta siempre era suave y parecía atenta a todo, no como algunas miradas que cortaban como cuchillo.
La campana sonó y la castaña se levantó rápidamente de su asiento, dirigiéndose hacia la puerta de la cafetería, no sin antes tirar los restos de su almuerzo.
—¡Espera! —Gritó Toby siguiéndola. Ella se dio la vuelta. —¿Cómo te llamas?
Algo desganada y rodando sus ojos, contestó; —Charlotte.
—Soy Toby. —Sonrió.
—Lo sé —Repitió la mueca.—Todos lo saben. Guarda esa sonrisa para otras cosas. —Y desapareció. El chico frunció el ceño ante el repentino cambio de humor, ¿Había metido la pata en algo?. Al ver que casi todos habían salido ya del lugar, se apresuró para ir a clases, aunque claramente se le había hecho tarde. La profesora de Biología, mejor conocida como "Señorita Pharrel" lo miraba con una mueca de enojo, con sus brazos cruzados y cejas fruncidas, que le daban a Toby escalofríos por toda su espalda.
Antes de que pudiera hablar, él lo hizo; —Lo sé, lo sé. Castigo. —Y se dirigió al fondo del salón, donde Caspian se encontraba. Este lo miraba con una sonrisa burlona, pero solo lo ignoró y se sentó en su asiento, escondiendo su cabeza entre sus brazos.
—¿Tan mal te va?
—Bastante. —Contestó, y había un poco de verdad en esa respuesta, solo que Toby prefirió dejarla así porque no le gusta demasiado compartir sus problemas con los demás, fuera quien fuera.
—¿Qué hiciste este fin de semana? —Preguntó, buscando tema de conversación.
—Nada —Bufó. —. Llevé a mi hermana a una de sus estúpidas fiestas con sus estúpidas amigas. Juro que están obsesionadas con todo lo que tenga piernas y un pene.
—O quizás solo contigo.
—Oh espera —Una sonrisa comenzó a crecer por su cara. —, sí hice algo.
—¿Qué clase de algo?
—Dinah Rooney —Contestó, mordiendo su labio.
—¿Dinah quién?
—Rooney. Buena.
—¿Sí?
—Positivo.
—Sigo sin saber quién es. —Tres golpes se escucharon en la puerta y luego, Charlotte hizo paso por el salón, explicándole a la profesora el por qué de su llegada tan tarde y sentándose al lado de una de sus amigas. La castaña dio la vuelta para ver a Toby pero él evadió su mirada, volviendo a su amigo. No iba a estar como un idiota detrás de ella luego de lo del comedor y su repentino cambio de humor.
—Alta, castaña, ojos azules —Respondió, pero Caspian lo miraba con una de sus sonrisas burlonas, cruzado de brazos y recostado en su silla. —¿Qué te pasa, idiota? —Preguntó molesto. Su amigo asintió con su cabeza en dirección a Charlotte, y se ganó un golpe en el hombro de Toby. —Vete a la mierda.
{***}
Toby yacía perezosamente en su cama, boca abajo. Su mochila y ropa de abrigo estaban esparcidas por toda su habitación, luego de que entrara y las tirara como si nada. Sintió como la puerta se abría y su madre asomaba la mitad de su cuerpo por esta, sonriéndole.
—¿Qué pasa, ma?
—¿Cómo te fue, cariño? —Preguntó mientras se sentaba a su lado en la cama y sobaba su espalda suavemente.
—Bien —Suspiró. —. Sobre lo del viaje...
—No —Lo interrumpió. —Ni siquiera lo pienses. Irás a París, la pasarás bien con tus amigos, quizás encuentres una linda chica que te guste y luego de dos meses que pasarán volando, volverás conmigo y Camille.
—Pero mamá —Protestó. —¿Qué harás con Camille? ¿Cómo irá a la escuela y se juntará con sus amigas si yo no la llevo y tú estás trabajando?
—Ya veremos, pero quiero que tengas un poco de vida también, Toby. Quiero que hagas lo que te gusta y seas un poco libre, no podemos estar dependiendo de ti todo el tiempo —Acarició su mejilla. —. Dentro de uno o dos años te irás de casa y viviremos como podemos, pero eres casi un hombre y debes empezar a construir tu propia vida.
—Suenas como la directora. —Rodó sus ojos y ella rió ante su aniñado acto.
—Descansa un poco —Despeinó su cabello. —, es temprano para tu trabajo aún.
Luca sabía que estaba siendo bastante obvio observando a Florida, pero no podría importarle menos. Juraba que podría pasar toda su vida admirándola, pero esos pensamientos surgían de su mente en las nubes y un tanto de sus alborotadas hormonas. De vez en cuando soltaba un suspiro cuando su enamorada se acomodaba el cabello o sonreía ante las páginas de su libro. Una observación que había hecho -una de sus tantas, en realidad-, era que muchos de su escuela leían libros, y se refería a los que podían estarlo horas, no los que simplemente los agarraban y dejaban. Eso lo ponía feliz, en parte. Luca era de esas personas que siempre se quejaban de las nuevas tecnologías con las que todo el mundo estaba obsesionado y que ya nadie leía, por ejemplo; pues había una larga lista de cosas las cuales el rizado se quejaba.
—Inundarás la escuela babeando si sigues mirándola. —Llegó Charlie a su lado, asustándolo.
—Buenos días a ti también, Charlotte. —Ella le ofreció una sonrisa y besó su mejilla, para acomodarse al frente suyo.
—La gente normal tiene hobbies como, no sé, mirar televisión, leer revistas, algunos disfrutan el porno también, ¿Sabes? Pero ninguno de ellos gasta su tiempo mirando a una chica que jamás en su vida le habló.
—Me duele la poca esperanza que tienes en mí, Charlotte —Contestó dolido. —. No te invitaré a nuestra boda si sigues así de negativa. Tampoco Toby te hablará, soy un fuerte creyente del karma. —La castaña rodó sus ojos.
—Hoy me habló. —Luca se atragantó con la manzana que estaba comiendo.
—¿Qué dices? —Gritó. Ella se encogió de hombros.
—Se apareció en mi mesa de la nada y me hablo, lo que usualmente hace cuando quiere alguna chica. Estoy bastante segura que ya se le acabaron todas las de la escuela y por eso vino a mí.
—No digas eso, Charlotte. Estoy segura que le pareciste linda y agradable y por eso se acercó a hablarte. —Ella apretó sus labios, no creyéndole a su mejor amigo.
—No lo sé, ya no importa. Decidí que debería ver a alguien más en este viaje, dejar de gustar siempre del mismo porque jamás me notará.
—Mejor así, no me gusta verte triste todos los días.
—¿Lo dice el que tiene un plan de seis meses para una chica con la que jamás cruzó palabra? —Charlie arqueó una ceja.
—No es tan así.
—Claro.
—Estoy seguro que ella está en la misma situación que yo, y es tímida para hablarme.
—Oh vamos, mírala. Su libro es más interesante que todo su alrededor, incluso es peor que yo. —Luca la miró en forma de reproche.
—Ella no se pone auriculares ni tiene un cartel gigante que dice "No me molesten o los patearé en la cara".
—No, no lo tiene porque su cara ya lo dice.
—Auch.
—0-1 hoy, ¿Qué pasa Togliatti?
—No me gusta que me llames por mi apellido.
—¿Por qué no? ¿No te gusta cuando imito tu acento?
—Eres mi mejor amiga y te amo, pero me das ganas de arrancarte el cabello. Que por cierto, ese color te queda bien. —La castaña torció su cabeza y sonrió.
—Gracias. —Charlie se levantó de su asiento, y depositando un beso en la mejilla de su amigo, se largó. No sin antes chocarse con el cuerpo gigante -a comparación del suyo- de Craig, quien le dio una muy falsa sonrisa que ella devolvió.
El moreno palmeó la espalda de Luca y se sentó a su lado, riendo suavemente. Luca lo miró, algo sorprendido, pero le sonrió y ofreció un poco de la comida que tenía en su mesa. Craig negó con su cabeza excusándose de que no estaba hambriento, y sacó un ramo de rosas de detrás de su espalda.
—Whoa —Se alejó cuando tuvo las flores en su cara. —. Hermano, no quiero sonar ofensivo, y no estaba para nada enterado, pero me gustan las chicas.
—¿De qué hablas, idiota? Son para Florida, dáselas.
—¿Por qué se las daría? —El arqueó una ceja.
—Vamos, todo el mundo lo sabe, vas y se las das.
—¿Y por qué harías algo bueno por mi?
—¿Desde cuando dudas de la bondad de las personas y haces tantas preguntas? Es mi acto de la semana, solo quiero ayudar. —Se encogió de hombros y le entregó el ramo. Luca pensó que no tendría nada que perder, por lo que se paró y se dirigió hacia la chica. Dio la vuelta por un segundo, sin saber qué decir, y su "nuevo amigo" -vaya la inocencia del rizado- lo miraba sosteniendo una risa y con sus pulgares arriba.
Inhaló profundamente y habló; —Hey —La rubia levantó su cabeza, frunciendo el ceño. Mudo por ahora tener la mirada de su enamorada en la suya, lo único que pudo hacer fue darle las flores. —. Para ti.
—¿Q-Qué flores son estas? —La cara de Luca se deformó. Dio la vuelta para buscar a Craig pero este moría de la risa apoyado contra la mesa. No tenía a nadie que lo sacara de esa.
—N-No lo sé, ¿Qué tienen?
—Te juro que si llegan a ser mar- —Pero no llegó a terminar la oración, porque ya estaba todo su estornudo por la cara del castaño. Las bocas de ambos estaban abiertas a más no posible mientras se miraban el uno al otro. Las flores terminaron desparramadas por todo su cabello y cara mientras que la chica se iba del patio a paso furioso.
Luca se tiró contra la mesa, donde Craig aún seguía, y riéndose, para mejorar su ánimo.
—¿Sí sabías que era alérgica a las margaritas? —Se sentó derecho de repente e intentó mantener una cara seria, pero claramente falló, rompiendo en carcajadas de nuevo.
—Claro que no. Pero por las dudas me encargué de ponerles perfume extra y todo el polen que encontré.
hood.
Re: A Journey to Remember.
ay camilita. amé el capítulo muycho fue lo mejor del mudno snrsly lo amé so much ljaslkhasdhkaslkdasl en serio en serio en serio :c me enamoré de todos estos pjs pq son los mejrores PRINCIPALEMTNTE LUCA Y mtb toby y bueno zac es un sorete mal cagado pero iugual lo amo y bueno amo a toby y y y yy es una slut ~~
nsadkohylasl te amo y amo tu forma de narrar y sentite feliz pq empezó pierce the veil :c en el playlist que escucho. te amoooo asjkld
nsadkohylasl te amo y amo tu forma de narrar y sentite feliz pq empezó pierce the veil :c en el playlist que escucho. te amoooo asjkld
hemmo.
EL QUE NO HACE PALMAS NO AGUANTA LOS TRAPOS
- CAMILA:
- COJEME. Bueno no mentira, a ver tu capitulo. Primero esta Zac ya se queja de todo osea cálmate wacho recien empezamos y ya con humor del orto, tranka amiwo vas a poder hace tus negocios ah toda la mafia no pero me imagino a James y Ashton ahí re volados JAJAJAJAJA Quiero ponerme a beber y un alto faso fumar por la mujer que mató mis sentimientos -_- Toby estaba como: a estas re duro y él: sabelaaaaa JAJAJAJA destruyendo la imagen de James since camila y sofia. Waska, ahí tratando de dejarlo bien pillo el otro tipo soy re master yolo absoluto, y ella le habla le habla de amor y él no sabes que no, No estoy triste no es mi llanto es el humo de este fasito que me hace llorar -_- bueno es dama gratis déjenme. Cami viste que pablito lescano tiene LA guita osea estamos haciendo algo mal, bue nada que ver. —Una estúpida a la que terminaré engañando o viceversa no cambiará mi visión de la vida, Waleska. —Ya verás. Esa es la que va, Waleska sabe. No se pero amo la amistad retorcida de Zac y Eddie en modo re turbios ellos. Si Zac se era honesto a sí mismo, no podía esperar a terminar la escuela así se iba de ese infierno al que llamaban hogar. Ay no, pobre bebe. Bueno, bebe, es una forma de decir. Ah. Toby, ok, yo lo amo completamente a Toby lo banco a pesar de ser farandula ah por que, bueno pero de verdad, aguante Toby. Él fue directo por la chica que resulto ser Charlie, ah bien en seis año ni la había registrado JAJAJAJAJA la solucion es teñirse wachas, todas a teñirse el pelo. Porque siempre estuve equivocada y no lo quise ver porque yo por ti la vida daba porque todo lo que empieza acaba POR QUE NUNCA TUVE MÁS RAZONES PARA ESTAR SIN ÉL, bueno es que thalia me inspira quien no se sabe esa cancion ): —Lo sé —Repitió la mueca.—Todos lo saben. Guarda esa sonrisa para otras cosas. JAJAJAJAJAJAJA ay me muero se lo decia re directa JAJAJAJAJA Caspian creo que lachotis aka francisco aka no me acuerdo su apellido bue, Juro que están obsesionadas con todo lo que tenga piernas y un pene. EXCATO. OSEA RESCATENSE SON PIBITAS LOCO, QUE PAJERAS QUE ANDAN TODAS POSTA. Ah se había movido a un él bueno JAJAJAJAJAJAJAJA tranquilo. AW Toby y su mamá ): ven por que a él lo adoro tanto u-ú lo re banco. YYYYYYYYYYY, ahora esta Luca. Pobre JAJAJAJAJAJAJAJA no es que le quiera decir pero am TARADO ah re no pero, a ver, Luca y Charlie bff me muero los dos son unos amores ): a los dos re fracaso en el amor JAJAJAJA bueno por lo menos a ella le habia hablado ay no pero me mataron él convencio de que a ella le pasa lo mismo sufro bc Flu ): y aparecia el otro, Luca confiando en las personas incorrectas u-ú que te dicen aaron a vos u-u ah metia tad bueno JAJAJAJA —. Hermano, no quiero sonar ofensivo, y no estaba para nada enterado, pero me gustan las chicas. xFAS. Pero ya, el va re wi *-* Florida y la otra era alergica pobre bebe JAJAJAJAJAJA ay luca sos un bochorno pero te amo u-u ya JAJAJAJA. Camila cerra el orto yo lo ame y te amo y quiero leer y estoy escribiendo y te amo chau. //-U
nayeon.
Re: A Journey to Remember.
recordame mear antes de leer tus comentarios en capitulos mios de ncs para la proxima sofi xfa
hood.
Re: A Journey to Remember.
Camiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii me encantó tu capítulo. Zac es demasiado volado y eso me hace amarlo u_u vincent y él deben ser amigos bc si u_u yyyy gus le debe comprar mucho a zac bc idk(?) ): yy toby morí cuando hablo con charlotte y esta le dijo que llevaba seis años en el colegio): srsly me llegó a doler a mí jfksdjf :c siento que amaré demasiado esa pareja u_u después cuando estaba con caspian morí sakdjf bc lo amo demasiado u_u y después estaba charlotte jsdfad y no sé ya quiero que pase algo entre ellos dos ):
JAJAJAJAJA POBRE LUCA, el puto de craig le hizo una trama y el chiquitito todo cute mirándola u_u y ella ni lo notaba u_u y después con lo de las flores ): xqxqxq.
como sea estuvo saklfjasdkfjskdljfksldjfsf ily <3
JAJAJAJAJA POBRE LUCA, el puto de craig le hizo una trama y el chiquitito todo cute mirándola u_u y ella ni lo notaba u_u y después con lo de las flores ): xqxqxq.
como sea estuvo saklfjasdkfjskdljfksldjfsf ily <3
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