I Desesperately wan't you (Harry Styles & tu) SE NECESITAN LECTORAS! NUEVO CAP

Capitulo 24

Después de que Harry me dejara en casa, lo único que quería era bañarme y dormir tras ese largo día en Manchester. Cuando salí del baño con la bata puesta y el pelo mojado, escuche los frenos de un auto haciendo un ruido insoportable, se escucho un portazo y unos pasos que se acercaban a mi puerta, con miedo tome un cuchillo de la cocina y me acerque despacio a la puerta.

- ¿Quien anda ahí? - grite con el cuchillo en alto.

No hubo respuesta.

- Llamare a la policía - dije con el tono de voz mas autoritario que pude.

- Soy....soy yo - contesto una voz del otro lado de la puerta. Sonaba como la voz de un borracho - abre ____ tenemos que hablar.

Deje el cuchillo sobre la mesada del hogar y abrí la puerta con cuidado, cerrando mi bata.

- Henry ¿Estas loco? ¿Sabes que hora es? - le pregunte sin moverme de la puerta.

- Resulta que olvide las llaves de mi casa y tengo que hablar contigo.

- Son las 2 am, estaba por dormir.

- Por favor ____ me conoces ¿No confiad en mi?

- Ah, esta bien - dije en un tono algo enojado - pasa - dije dejan dolo pasar.

El se tambaleo y se agarro del marco de la puerta y encaro directamente al sillón, donde se sentó cayendo desplomado. Cerré la puerta con llave y me dirigí hasta el.

- Necesitas tomar algo para sacarte esa borrachera, hueles a vodka - le dije con  los brazos cruzados luciendo como una madre regañando a su hijo.

- Lo se, perdí las llaves.. ya sabes estaba borracho ahora no tanto - dijo arrastrando las palabras.

- Voy a hacerte un te de hierbas, te saca la borrachera mucho mas rápido- le conteste sin mirarlo y dirigiéndome a la cocina.

- Gracias ____.

- De nada Hen, puedes tomarte un baño si quieres.

El asintió con la cabeza y volví a la cocina, maldición, 2 am y tenia a Henry totalmente borracho en mi casa, eso no era bueno. Mientras dejaba el agua calentarse para el te escuchaba el ruido de la ducha en mi baño.

Si me ponía nerviosa iba a ser peor porque el lo notaria y podría jugar con eso a su favor. Yo sabia que no quería a Henry de la misma manera que el a mi pero no quería lastimarlo ni alejarlo de mi vida ¿pero como iba a hacerlo? ¿como el iba a volver a ser mi mejor amigo y nada mas? Claro que no estúpida, es imposible que seamos amigos igual que antes con el primero hombro que tomo mi virginidad. El ruido de la pava hirviendo sacudió mis pensamientos, puse dos sacos en dos tazas y las revolví echándoles azúcar. Henry carraspeo detrás de mi para llamar tu atención.

- ¿Esta todo bien? - dije girando hacia el. Tenia solo una toalla alrededor de su cintura y las gotas que caían de su pelo recorran su pecho, trague saliva y volví a dirigirme al te que estaba revolviendo tratando de alejar cualquier imagen de el teniendo sexo conmigo en la cocina.

- Me preguntaba si aquí quedo alguna remera mía, creo recordad que había una pero si la tiraste o algo esta bien.

Pensé un poco y luego respondí sin darme vuelta.

- Hay una negra que dejaste, esta en el ultimo cajón de la mesa de luz, viste te por favor.

- Gracias ____.

Deje las tazas en la mesita del living y me dirigir a mi cuarto, todavía no me había cambiado y hacia frió. Me puse mi pantalón acuadrille de pijama, una remera y un buzo. Cuando llegue al living Henry ya estaba sentado en el sillón tomando su te, le sonreí y me tense junto a el subiendo los pies al sillón.

- Gracias, estoy mejor ahora - dijo despees de darle sorbo a su te, se veía adorable con su pelo mojado recién lavado.

- No pasa nada...¿puedo preguntarte algo?

- Si, claro - contesto calmado.

- ¿Por qué de todas las personas que conoces viniste a mi casa?

El se quedo en silencio y me miro fijo para contestarme.

- Todavía sigues siendo mi mejor amiga ¿sabes?

- Me alegro de escuchar eso - le conteste relajada sabiendo que el tenia las cosas claras.

El termino su te y estiro sus brazos en el respaldo del sillón.

- Me tengo que conformar con ser tu amigo _____ es lo único que me queda.

- Henry no digas eso, puedes tener a cualquier chica que quieras y lo sabes.

El se acerco hacia mi y puso su mano en mi rodilla.

- Si, pero la única que quiero no la tengo.

- No hagas esto otra vez, ya lo hablamos. No lo hagas mas difícil - dije con una mueca de dolor en mi rostro.

-¿No lo entiendes no? Tantas cosas pasan por mi cabeza, tantas cosas que no hice, tantas besos perdí, tantos abrazos que no te dí y...- el se tomo la cara entre las manos y parecía estar llorando, me acerque a el y lo abrace.

- Hen, tranquilo - dije frotando su espalda, su cabeza seguía hundida en mi cuello. El separo su cabeza de mi y limpio sus ojos rojos.

- Soy un estúpido - dijo golpeando su cabeza.

- No lo eres, no quiero que sufras por mi. Tu.. vas a ser feliz sin mi, vas a encontrar a otra.

- ¿Igual que hiciste tu? ¿funciono para ti encontrar otro? 

- No metas a Harry en esto - le conteste cortante - esto es entre tu y yo. Lo nuestro estaba acabado antes de que el apareciera.

- Mentira! te estuve llamando por semanas y no contestabas, pase esas 3 semanas llorando como un idiota, tu ni siquiera querías escucharme!

- Lo siento Henry, estaba enojada y no quería hablar contigo.

- Se que fue mi culpa, se que debí ser mejor, se que debí tomar tu mano, tratarte como a mi novia, darte todo mi tiempo y no lo hice, esto me persigue cada vez que cierro los ojos.

Sentí mi corazón estrujado y las lagrimas queriendo salir.

- Henry...

- Sh..- dijo acariciando mi cara mirando mis labios - dime que no sientes nada cerca mio, dime que no quieres besarme y abrazarme.

Su pulgar acaricio mis labios mientras pensaba que decirle, corrí mi cara a un lado y me aleje de el, porque ver a Henry llorar y confesar su amor así era algo que yo había esperado desde que tenia 16 años. 

- No puedo hacerte esto a ti ni a Harry ¿entiendes?.

- Ni siquiera lo conoces ____! Somos amigos desde pequeños, sabes que lo que yo siento por ti es real. ¿quien te dice que mañana ese Harry no te deja por una super modelo?

- Si lo que siente Harry por mi es real o no , lo quiero averiguar y no puedo dejar que otra vez lo nuestro se interponga.

El suspiro y paso las manos por su cabeza. Yo me levante del sillón y lleve la dos tazas a la cocina, mientras las lavaba sentí unos pasos detrás mio, Henry me tomo del brazo y me giro hacia el. Me encontré con su quieta mirada y sus manos en mi cintura. Y recordé la primera vez que me beso, en esa misma cocina después de ver una película como "amigos". La adrenalina corría por mi sangre, el deseo y la imprudencia de la situación, tenia ganas de besarlo y me odiaba por ello. Su aliento cálido y sus labios rozaron los míos y volvieron a alejarse, mi pecho subía y bajaba, el clavo su mirada en mi.

- Lo siento ____ - dijo alejándose de mi - no quise ponerte en esta situación.

Tire torpemente mi pelo hacia atrás y le sonreí.

- Descuida Henry , me voy a dormir, ahora te traigo unas frazadas así te acomodas en el sillón ¿Esta bien?.

El asintió y se quedo parado en la cocina, estuve a punto de besarlo, otra vez la misma mierda pero era diferente, yo estaba pensando en Harry, sabia que no debía hacerlo, le decía a mi cuerpo que no me traicione pero lo seguía haciendo. Saque del placard dos sabanas y una frazada y las lleve al living.

- Aquí tienes - dije dándole las cosas- ¿Te ayudo a armarla?

- Si, gracias, soy torpe armando camas - rió.

- Lo se - dije estirando la sabana en el sillón.

- Me dijo Kat que en dos semanas empiezan la universidad...puedes pedirme ayuda en lo que necesites, tengo apuntes del año pasado.. ya sabes - dijo estirando la sabana del otro extremo.

- Si, supongo que nos cruzaremos en algunas clases... sera bueno conocer a alguien ademas de Kat.

- ____ quiero que sepas que no intentare nada a menos que quieras. Quiero estar bien contigo y poder seguir... hablando - dijo con un suspiro.

- Esta bien Henry, no hay problema, buenas noches - dije besando su mejilla.

- Buenas noches ____ - dijo mientras se acostaba en el sillón.

Me desperté con el molesto ruido del despertador. Los números rojos que parpadeaban me hicieron parpadear y mirar una vez mas.

- Mierda - gemí disgustada al mismo tiempo que saltaba de la cama.

 

Las 7 30, llevaba mas de media hora sonando y era tarde, muy tarde.

- Maldita sea - musite mientras entraba al baño a lavarme la cara.

Me maquille a toda prisa, arregle mi pelo y me coloque unos pendientes, tome unos jeans azules, una camisa blanca, un blaiser negro, me puse los tacos negros y tome la cartera para corre a toda prisa a la cocina.

Cuando llegue me sorprendí de ver a Henry sentado en la mesa tomando un café y con otra taza al lado.

- Buenos días ___, te hice un café - dijo señalando la mesa.

- Buenos días - dije apoyando la cartera en mi regazo y sentándome a desayunar.

- ¿A que hora entras a trabajar? - pregunto.

- A las 8, tengo 15 minutos para llegar y el maldito auto se me rompió así que mejor me voy - dije levantándome.

- Siéntate ___ yo te llevo, tengo que ir al estudio a las 9.

- Gracias Henry.... y ¿Como te esta yendo en la firma de abogados? - pregunte dándole un sorbo a mi café.

- Muy bien, he aprendido mucho de mis pares y mis jefes. ¿y tu como vas a hacer con el trabajo en la universidad?

- No lo se, supongo que tendré que dejarlo y despumes ver si consigo alguna otro con horarios mas flexibles.

- ¿Pero no es Harry el hijo de tu jefe? Quizás te pueda arreglar los horarios...

- No quiero abusar de eso, prefiero conseguir un empleo por mi misma.. 

- Obstinada, típico tuyo - rió- ¿Vamos?

- No soy obstinada! - dije riendo mientras colgaba la cartera por mis hombros- vamos.

El viaje en el auto de Henry fue rápido y rogué a mis adentros que NADIE nos viera juntos en ese auto, pero al fin y al cabo el era mi amigo ¿no?

- Llegamos - dijo Henry con una sonrisa.

- Gracias por traerme - le sonreí tomando la manija de la puerta.

- Espera! - dijo tocando mi espalda haciéndome girar - gracias por lo de anoche.

- Sabes que puedes contar conmigo, nos hablamos Hen, adiós - dije dándole un parido beso en la mejilla, de esos que hacen ruido.

8:05, genial. Entre casi corriendo por el corredor y cuando llegue a la sala calme mi paso y le sonreí a la recepcionista, abrí la puerta de mi oficina y me arroje cansada en mi silla. Hoy era mi ultimo día, hoy les diría a mis compañeros que me iría y a mi jefe, seguro iban a querer cambiarme de parecer pero mi prioridad ahora era la universidad. 

Todos los lunes, Kat y nuestras amigas nos reuníamos en un bar restaurante de la zona llamando "le petit", ya le había presentado mi renuncia a Styles, el se sorprendió pero entendido mi situación, me pago y me deseo suerte en la universidad seguido de un "espero verte pronto" y sabia a que se refería.

Como me había quedado hablando con mi "ex" jefe llegue 15 minutos tarde al resto, el local se estaba llenando, tal como pasaba todos los días previos a las fiestas de año nuevo.

- Terrible día - dije arrojando la cartera en la cuarta silla que estaba vacía esperando por mi.

- Dímelo a mi- murmuro Marcie tomando un sorbo de su trago - últimamente todos los hombres en la oficina están insoportables ¿tienen el síndrome pre menstrual?

- Están llenos de testosterona - le contesto Kat - ¿por que la tardanza ____?

- Le fui a presentar mi renuncia a Styles....

- ¿Qué? - repitieron las tres a unisono.

- Empiezo la universidad.. no puedo con todo, luego conseguiré un trabajo con horarios mas ajustables.

- Vamos a extrañarte - dijo Andrea - pero nos seguiremos viendo eh!

- Obvio que si - dijo Marcie - y mejor ____, te libras de los cerdos de ahí.

- ¿por qué cerdos? - reí.

- Es el maldito Jake que no deja de molestar, me persigue por los pasillos como si fuera el fin del mundo.

Todas reímos y asentimos.

- Ayer tuve un incidente con Henry - dije con un suspiro mientras apoyaba los codos sobre la mesa y la barbilla entres los dedos entrelazados.

- ¿Que haz hecho esta vez? - pregunto Kat con mirada acusadora.

- Yo nada! - me defendí - el aprecio ayer a las 2 am borracho en mi casa.

- Eso es una forma de coqueteo bastante baja para un hombre lindo como Henry - contesto Marcie.

- No se si fue coqueteo... la cuestión es que con su borrachera confeso su amor y que debía estar con el, y que el sabia que debía tratarme diferente y bla bla, lo mismo de siempre - dije rodando los ojos.

- Uno no sabe lo que tiene hasta lo que pierde, perfecta frase para Henry - respondió Andrea sin dejar de mirar su vaso.

- o cuando esta en manos de otro - dijo Kat levantando una ceja.

- ¿como que otro? - dijeron Marcie y Andre.

- Estoy viéndome con el hijo del jefe...no se si lo conocen - conteste algo avergonzada.

- ¿conocerlo? la pared de mi sobrina esta empapelada con sus fotos! - rió divertida Andrea.

- Lo tenias bien escondido eh! Es un lindo chico, dime ¿te gusta mas que Henry? - pregunto Marcie.

- ¿Como que mas que Henry? - dije confundida.

- Vamos, todas sabemos que todavía las rodillas te tiemblan cuando ves a Henry - dijo Kat.

- Mentira! - reí - Harry es diferente... el me hace sentir cosas que nunca sentí...es amable y caballero, directo y el sabe lo que quiere, eso es lo que importa.

Andrea se mordió el labio y acerco su cara hacia el centro de la mesa.

- ¿Ya han tenido sexo?

- Andrea! - la regañe- si...y fue raro... ya sabes después de Henry el es el primero.

- Eso es genial! ahora dinos.. esto quedara entre nosotras cuatro - dijo casi susurrando - ¿Quien es mejor en la cama?

- ah chicas no lo se, tampoco soy una experta en sexo para juzgar... los dos están bien.

- Bueno, pero ¿fue mejor tu primera vez con Henry o con Harry? - pregunto Kat.

- ¿Están tratando de hacer una competencia de ellos? - reí.

- No! son preguntas que se hacen las amigas y se contestan con sinceridad - dijo Kat mirándome fijamente - la verdad.

- Esta bien FBI! tranquilas - reí y me acerque mas con mi silla hacia la mesa - La primera vez con Henry fue inolvidable... hace mas de 3 años que me gustaba y cuando sucedió fue casi irreal igual que nuestro primer beso, el sabe como ponerme los pelos de punta, sabe como provocarme y sabe lo que el causa en mi... el sabe que tenemos mucha piel...- tome un respiro y seguí - con Harry es todo mas sentimental.. no se si me explico, no digo que no tenga deseos con el o que no me atraiga porque el es demasiado sexy también pero cuando tengo sexo con el siento que hago el amor, quiero hacerle el amor.. y con Henry solo quiero sexo, sexo en cualquier lugar y como sea... - tape mi boca y reí.

- Oh por dios! - grito Kat - Acabas de admitir lo que sospechaba!!!

- Eh basta, dijeron entres ustedes 4.

- Somos una tumba - contesto Andrea.

- Ahora dime ¿como te aguantas el no saltar a los brazos musculosos del sexy Henry? - pregunto Marcie divertida.

- ¿Auto-control? Ayer salio de ducharse y tenia solo una minúscula toalla en su cintura y aquí estoy, sobrevivo - dije levantando mi vaso y tomando champagne.

- Sabes que Henry es intocable para nosotras - comento Kat - pero es un desperdicio no recorrer ese cuerpo tallado por los dioses.

- Kat! estoy con Harry! no puedo hacerle eso.

- Ah vamos ____ Harry no es tu novio! ¿quien es para pedirte fidelidad cuando se conocen hace semanas? - dijo Marcie mientras le hacia señas al mozo para que traiga los menus.

- Ya lo se... pero siento que eso es lo correcto.

- Lo correcto pero no lo que quieres ¿no? - pregunto Andrea.

- Yo creo que tienes algo que cerrar con Henry y hasta que no lo cierres no podrás estar al 100% con Harry - concluyo Kat.

Me quede pensando lo que dijo Kat y luego le respondí.

- Por ahora así estoy bien, no quiero mas problemas - dije cuando justo el mozo llego.

Hicimos los pedidos y se alejo de la mesa.

- Yo creo que hay que divertirse mujeres - dijo Marcie encendiendo su segundo cigarrillo - somos jóvenes y lindas.

- Amen - dijo Kat.

Mientras las chicas seguían su charla sobre hombres, sexo y libertad, abrí mi celular para responder unos mensajes.

"¿Como fue tu día Tiggy? te extraño" Harry

El otro mensaje era de Henry.

"Gracias por todo anoche, enserio no quise incomodarte ni acosarte, quiero tratar de que las cosas sean como antes... que seamos amigos ¿esta bien?" Henry.

- ¿le mandas mensajitos a H 1 o H 2? mmmm - dijo divertida Kat.

- Ah cállate, Henry quiere ser mi amigo ¿entiendes? - le mostré el mensaje haciendo una mueca de burla.

- Yo se como termina eso - dijo Kat acercándose a mi odio susurrando- sexo.

Capitulo 25

La noche con las chicas había sido bastante agotadora, me dolía la cabeza y habíamos tomado bastante. Me bañe y me arregle para ver a Harry, me sentía incómodamente nerviosa y no se si se debía a lo que había pasado con Henry, en realidad no había pasado nada pero me sentí mal igualmente. Cuando el timbre sonó el estaba esperando en la puerta pero a su sonrisa le faltaba brillo, parecía preocupado y triste.

- Hola! - me saludo y volvió a meter la mano en su bolsillo mientras yo cerraba la puerta.

- Hola Harry ¿todo bien? - le pregunte mientras el ocultaba su cara mirando al piso.

- Si... ¿vamos?.

Hicimos algunas cuadras hasta la plaza del pueblo, compramos unos milkshakes y nos sentamos en los bancos de la plaza.

- ¿me vas a decir que sucede? - le pregunte dándole un sorbo a mi licuado.

- Mañana vuelvo a Londres - contesto con angustia en su voz - la gira empieza antes de lo esperado...

- ¿Cuanto tiempo dura la gira? 

- Uno o dos meses... no lo sé. Pero no quiero estar todo ese tiempo sin verte - contesto tomando mis manos.

- En dos semanas empiezo la universidad.. los dos tendremos cosas que hacer, cosas que hacer con nuestras vidas y...

- ¿me estas dejando ir? - pregunto asustado.

- No, no es eso Harry... es que ¿como vamos a hacer para vernos si estas al otro lado del mundo?

- Mira ahora iré a Londres, pasare año nuevo con los chicos y luego puedes venir a Londres para nuestro primer concierto, yo te daré los pasajes y te espero en el aeropuerto.

- ¿Estas seguro de eso? 

- Si hermosa, te quiero ver y eso sera en una semana y antes de que empieces la universidad - dijo dandome un beso.

- Me parece genial, pero ¿podemos llevar esto despacio?  No se que es lo que esperas de mi como... pareja o algo.

- _____ nos estamos conociendo, nos gustamos y las cosas se irán dando.. vamos tranquilos ¿si?

El acaricio mi cara mirándome dulcemente, acerco sus labios a los míos y se hundió en un profundo beso moviendo su lengua contra la mía, apoye una de mis manos en su pierna acercándome mas a el, tratando de concentrarme en ese beso, sabiendo que lo iba a extrañar, que iba a extrañar su sabor y el olor de su piel, la forma en la que sus dedos acariciaban mi cara cuando me besaba. El separo sus labios mirándome fijamente.

- Te voy a extrañar - solté, y sabia que era enserio.

- Yo también te voy a extrañar, pero nos vemos en unos días ¿si?

Las manos de Harry alrededor de mi se sentían como las alas de una ángel abrazándome para no caer en ese abismo, yo le estaba mostrando lo mejor de mi, el no me conocía y yo tampoco a el pero sin embargo estar con el era lo mas placentero que había sentido, sus labios me daban amor, sus miradas me daban tranquilidad, el era todo lo que había escuchado del amor, el era todo lo que una chica quería. Yo quería ser mejor por el, quería ser todo lo que el quería porque se lo merecía y no podía dejarlo ir, a pesar de mis emociones con Henry no podía dejar ir a Harry, era egoísta y oscura pero me sentía bien con esa adrenalina, y me preguntaba si ese era mi nuevo yo, si esa era mi verdadero yo, mi yo adulta con pasiones, infidelidades y deseos escondidos.

Esa era la vida que me esperaba con Harry, la de esperar y extrañar, la de estar sola y conformarme con unos días. ¿Era eso lo que yo quería? yo era de esas mujeres que necesitaban estabilidad y constancia pero aun así no podía dejar ir a Harry, debía llegar mas lejos con el, debía saber si era capaz de enamorarme de el, enamorarme de una manera distinta. Lo único que sabia del amor era el enamorarse de tu mejor amigo, pero nunca una historia de amor "normal" no de esas que con el tiempo te das cuenta que es la persona indicada, quería con todas mis fuerzas que sea Harry, pensaba en el y se iluminaba mi cara con una sonrisa, el era bueno, amable, directo, confiado y me quería, estaba segura de eso pero la imagen de Henry no iba a salir de mi cabeza, el fue parte de mi vida y lo iba a seguir siendo aunque seria difícil, el siempre iba a estar ahí, el problema no era Henry, el problema eran las emociones que conllevaba estar junto a el, yo debía alejar esas emociones. ¿por qué no era como las otras chicas? las que piensan en un chico y sueñan con el, quizás Kat tenia razón, quizás tenia algo pendiente con Henry y debía cerrarlo, pero si al tratar de cerrarlo ¿solo lo abría mas? Los últimos días después visitar a Harry en londes, nuestra relación se volvio mas formal y real, eramos como una pareja y nos mandábamos mensajes extrañándonos y deseando volver a vernos mientras el estaba en su gira. Cuando empiece la universidad con Kat nos juntamos bastante con Henry, salimos como amigos, nos juntamos en el bar del campus pero siempre llegaba ese momento de tensión entre los dos donde tenia que respirar y alejarme, las cosas que mis impulsos me decían hacer eran algo de lo que yo no estaría orgullosa, Harry y Henry hacían que mi mundo colisione. 

- Bueno, ¿has hablando con ese novio tuyo desde que se marcho o estás pasando un buen rato con otro mientras no está?

Escupí el té que tenía en la boca y negué con la cabeza mientras tosía. ¿Cómo era posible que siempre supiese lo que pasaba antes que nadie?

—¿Y quién es? Ha hecho que te tires el té encima, así que tendrás que darme un nombre y algunos detalles.

Sacudí la cabeza y me volví para mirarla a los ojos.

—No hay nadie. Me he atragantado con el té por lo descabellado de tu pregunta. ¿Por qué iba a engañar a Harry? Es perfecto, abuela.

Hizo un gesto de incredulidad y me dio unas palmaditas en la pierna.

—No existe ningún hombre perfecto. Ninguno. Ni siquiera lo era tu abuelo. Y yo se quien es ese chico..

— ¡Abuela!

— Es el buen mozo de Henry, algunas le contratan para que les corte el césped sólo para poder contemplarlo desde la ventana mientras se les cae la baba ¿Sabias?

— El es mi amigo! y lo sabes!

— Pero si no estuviera Harry...

— Eso no traería mas que problemas! - dije regañándola - abuela no pensé que eras de esas mujeres infieles! - rei.

—De vez en cuando los problemas pueden ser divertidos. Ir siempre por el buen camino puede hacer que la vida se haga tediosa y aburrida. Aún eres joven. No te estoy diciendo que salgas por ahí y te arruines la vida. Sólo digo que a veces un poco de excitación es buena para el alma.

Un mensaje de Henry interrumpió mi charla con la abuela.

Nunca me había molestado en reflexionar sobre lo negra que era mi alma, y no como parecían creer el resto

de los habitantes de esta ciudad, pero en cuanto vi a Henry en el puerto con el aspecto de un ángel caído del cielo, supe que mi alma estaba condenada al infierno y que nunca iba a poder salir de este triangulo amoroso. Creía que verlo y no tener esta sensación sería el toque de atención que necesitaba para dejar de obsesionarme con ello. Pero ahí estaba y mi estúpido y negro corazón se hinchó de alegría. Me di cuenta de que se tambaleaba un poco cuando sus ojos azules se encontraron con los míos. Sólo quería hablar con el, ver cómo se le iluminaban los ojos cuando reía o cómo se mordía el labio inferior para contener la risa. Pero no podía actuar según mis deseos. El no era mío. No lo había sido desde hacía mucho tiempo. No debería haber venido y yo no debería haber accedido a venir sola. Cuando me vio se aproximó, con el carnoso labio inferior apresado entre sus perfectos dientes blancos. Había fantaseado con esos labios demasiadas veces, trague saliva y aleje esos pensamientos de mi mente.

—Hola —dije ruborizada de nervios.

—Has venido —respondió al fin.

Me sonroje aún más.

—Sí, no sé muy bien por qué.

—Yo tampoco — me contesto.

—Mira Henry, estoy sola y aburrida desde que Harry se marchó. Marcie siempre está ocupada, trabajando  y Kat esta estudiando o con Adam. Creo que me gustaría que fuésemos… amigos, recuperar todo lo que hacíamos antes - le dije sabiendo que eso era lo correcto.

El sonrió levemente y contesto.

— Sabes que nunca sera igual pero...lo podemos intentar...hemos pasando tanto veranos juntos en este lago - respondió, y se le fue apagando la voz.

— Soy la misma ___ de siempre.

—Lo siento, pero esta nueva _____ no se parece a la _____ a la que conocí en su momento. A veces se me olvida que la novia perfecta de _____ es la misma chica que empezaba las peleas en este puerto.

—Primero que no soy su novia, estamos saliendo y no cambie! Madure, las cosas ahora son diferentes.

—Es verdad sigues siendo la misma obstinada de siempre - replico con un guiño y le salpiqué la cara con el agua. Su risa familiar hizo que me doliese un poco el pecho.

Suspiró y se inclinó un poco hacia atrás, apoyándose sobre las manos en la madera mojada del muelle.

—No es que cambie,no siempre soy buena. Me esfuerzo mucho por serlo. Quiero ser digna de Harry, de verdad que sí, pero es como si hubiera otro yo en mi interior que intenta escapar. Lucho por controlarlo, pero no siempre lo consigo. Harry me mantiene al borde de ese abismo - no sabia ni de donde habían salido esas palabras ni porque se las dije a Henry.

—______, desde que te decidiste a crecer, no has sido más que perfecta. Es verdad que me ayudabas a meter ranas en los buzones de la gente, pero esa chica ya no está. Querías ser perfecta y lo has conseguido.

—Soy como cualquier joven de 20 años. Envidio a los que se atreven a ser quienes son. Yo no puedo. Pero no es culpa de nadie. Nunca he sido capaz de rendirme a esos impulsos. 

—¿Que quieres ser? —preguntó.

—No lo se, no quiero vomitarme encima o que me lleven en brazos a casa porque estoy borracha… o que me consideren una chica fácil. Pero, por una vez, me gustaría saber qué se siente al hacer algo más..loco. —Se

interrumpió y bajó la mirada al agua—. como la emoción que se siente al escaparse de casa o qué se siente cuando alguien te desea con tanta desesperación que no puede controlarse al besarte - dije sin quitar la mirada del lago.

— Ahora que ya se tus secretos supongo que volvemos a ser amigos ¿no?- la sonrisa le temblaba en los labios.

—Sí, yo diría que sí —respondí, mientras me consumían los remordimientos.

Esperé a ver el coche de mis padres retrocediendo por el camino de entrada antes de coger el móvil y

escribir un mensaje a Henry.

El corazón se me aceleró dentro del pecho. ¿Qué estaba haciendo? Hoy, en el hoyo, me había pasado

de la raya. Nunca tendría que haberle hablado de mis deseos secretos. Pero con sólo pensar en el intenso brillo de sus ojos mientras le explicaba lo que quería experimentar, el cuerpo se me estremecía de excitación.

Cuando sonó el teléfono, me dio tal sobresalto que casi lo dejo caer. Me temblaban las manos, temiendo que fuese Harry. Si hablaba con él, sería incapaz de esconder la culpabilidad que sentía. Era Henry.

—Hola —dije.

—Ya estoy llegando. Deja abierta la puerta trasera

No quería que viesen su camioneta aquí. Sólo era un amigo, pero…también era un chico y mi ex. 

—Te veo dentro de un rato —contesté.—Sí —dijo antes de colgar.

Me quedé mirando el teléfono que tenía en la mano; debatiéndome entre el temor y la excitación. Iba a pasar más tiempo a solas con Henry. Le echaba de menos. Poder ser honesta con alguien era agradable. No tenía que fingir. ¿Qué me pasaba? ¿Por qué deseaba tanto pecar? Tiré el móvil sobre la cama y me fui a la ducha.

No iba a pensar más en la regla que estaba rompiendo. No estaba haciendo nada malo. Era una regla pequeña comparada con otras. O sea, que había otras reglas más grandes que también podía romper. Además, necesitaba romper algunas reglas o me volvería loca.

Un suave golpe en la puerta trasera hizo que los nervios me invadieras, deliberando si esto era correcto o no.

Oí que la puerta se abría y se volvía a cerrar. Me puse rápidamente el short negro mientras acomodaba mi remera, parecía lo bastante informal como para ver una película…más o menos. Me examiné los pies descalzos. Me acababa de pintar las uñas y decidí que seguiría descalza. Aún más informal. Crucé el pasillo para saludar a mi invitado. Al ver a Henry de pie en la cocina, dejó de llegarme oxígeno a los pulmones. El blanco siempre le había

sentado bien, pero viéndole allí de pie en medio de mi cocina con una camiseta blanca estrecha y un par de jeans de cintura baja, sentí que me mareaba. Caí en la cuenta de que estaba conteniendo la respiración.

—Hola —conseguí decir, encogiéndome mentalmente de vergüenza al escuchar el jadeo de mi voz.

Asintió y me lanzó una pequeña sonrisa antes de caminar hasta la heladera y abrirla.

—Tengo sed. ¿Puedo tomar algo? —preguntó sin mirarme.

—Mmm, sí, claro. También he encargado pizza. Llegará dentro de poco. Por si tienes hambre.

Cerró la puerta de la heladera y abrió la lata de coca cola con la mano antes de tomar un trago.

—Yo siempre tengo hambre —contestó.

—Muy bien, perfecto.

No sabía qué más decir. Había invitado a Henry a mi casa para ver una película. Ahora estaba aquí y yo no sabía qué decir ni de que hablar. Se me acercó con una sonrisa.

—Relájate, Soy sólo yo. —Señaló el televisor con la cabeza—. Vamos a ver las películas que tienes.

Tragué saliva con nerviosismo, me di la vuelta y me dirigí hacia el sillón. Todo esto era una mala idea. Me

estaba comportando como una idiota. Los amigos no se comportan así. Si quería que fuese mi amigo, tenía que empezar a comportarme como tal y el parecía ser el mismo Henry de siempre, el Henry que era mi amigo y no el que intentaba besarme a las 2 am, y eso me asusto un poco.

—Tengo estas dos películas. Si no te gusta ninguna, puedes elegir entre las que tengo en mi habitación, pero te aviso desde ya que la mayoría son comedias románticas. 

Me mantuve de espaldas a él porque notaba que el calor me subía por las mejillas y no soportaba la idea de que me viese ruborizada. Estaba siendo tan ridícula. Alcancé las dos películas de acción que tenia y empecé a volverme para mostrárselas cuando se colocó detrás de mí. El cuerpo se me puso en tensión y tuve que tomar

varias bocanadas de aire.

—Déjame ver. —Tenía la boca sorprendentemente cerca de mi oreja. Entonces sus brazos me envolvieron y me quitó las películas de las manos. Cuando nuestros dedos se rozaron,inspiré rápidamente. Se detuvo durante un segundo y luego se apartó de prisa. Mi comportamiento de loca le estaba incomodando.

—Buena elección. Hace tiempo que quiero ver las dos, ¿Harry y tu miran películas?

El nombre de Harry fue como si me echasen un balde de agua fría encima. Me estaba recordando con sutileza que sólo había venido a ver una película con una amiga, lo que era cierto. Sólo tenía que ponerle freno a mi lujuria y todo iría bien.

Me di la vuelta sobre las puntas de los pies.

—Cuando tenemos tiempo si, escoge una y ponla en el dvd. Voy a buscar el dinero antes de que llegue la pizza.

Pero antes iba a mojarme la cara con agua fría y a calmarme un poco. No esperé a que respondiera antes de huir de la habitación. El timbre sonó mientras rebuscaba el dinero en mi bolso. Seguro que el repartidor sería alguien del instituto. No era buena idea que Henry abriese la puerta. Salí corriendo de la habitación y me

encontré cara a cara con Henry. 

—Esperaré aquí mientras pagas —susurró. Asentí y pasé por su lado.

—Quédate el cambio y gracias.

Le devolví la sonrisa y cerré la puerta.

—Huele bien.

Henry me saco la caja de las manos, fue hasta el sofá y la dejó delante de él, en la mesita

del café.

—Voy a buscar platos de papel —dije yo, deseando no sonar tan nerviosa.

Se dispuso a abrir la caja.

—Por mí no hace falta, me basta con papel de cocina.

—Bueno —repliqué de camino a la cocina sin

mirar atrás.

 

 

 

Cuando volví al living, Henry ya iba por la segunda porción de pizza. Me alegraba de que mi comportamiento extraño no le incomodase.

—Ya he puesto la peli —comentó señalando el televisor con la cabeza.

—Ah, perfecto —respondí, alargando la mano para tomar un trozo de pizza.

Henry estaba atento a la película, así que no debería haber tenido problemas para comer. Pero fui incapaz de terminar el primer trozo. Estaba demasiado nerviosa como para comer.

De repente su pregunta golpeo mis pensamientos precipitadamente.

—¿Por qué me has invitado a venir esta noche?

Sentí que se me enrojecían las mejillas. ¿Por qué le había invitado? No era tan sencillo responder a eso. Desde que entró por la puerta, me había estado comportando de forma ridícula.

—Lo siento. Supongo que no quería estar sola, pero estoy bien. Puedes marcharte. Sé que esto es aburrido.

Me las arreglé para formar un sonrisa vacilante.

Su ceño se frunció aún más al inclinarse hacia delante y apoyar los codos en las rodillas, pero no apartó la vista de mí.

—Estar contigo no es aburrido. Pero pareces incómoda. Si quieres que me marche, lo haré.

Suspiré y se me escapó una risita.

—No. Quiero que te quedes. Estoy nerviosa.. después de todo estar aquí... solos es raro.

—¿Por qué te pongo nerviosa? —preguntó, observándome fijamente.

—No lo sé —respondí con sinceridad.

Cruzó el espacio que nos separaba y se relajó estirando el brazo por detrás del sofá.

—No muerdo, _____. Sigo siendo yo. 

Examiné su brazo y la idea de acurrucarme con él me resultó extremadamente tentadora. Pero no

creo que fuese eso lo que tenía en mente. En su lugar, me arrellané en el sofá con cuidado de no tocarle. No puso la mano en mi hombro ni tiró de mí para que me acercase. Su mano permaneció apoyada en el cabecero del sofá y detesté el sentimiento de decepción que me embargó al darme cuenta que no intentaba nada, y era YO.

Al final, el brazo de el resbaló y acabó apoyado en mi hombro. Su dedo empezó a trazar pequeños círculos sobre mi brazo. Era casi como si pequeñas descargas eléctricas recorrieran todo mi cuerpo, tal como pasaba cuando eramos amigos, y era esto lo que estábamos siendo. Cerré los ojos y fantaseé con la idea pasarle las manos por debajo de la camiseta y acariciarle la delicada piel y perfecto cuerpo. Eché un vistazo rápido a través de las

pestañas y vi que su atención estaba completamente centrada en la película. El no tenía ni idea de que me

estaba volviendo loca en esos momentos.