Broken hearts.

EN LO ALTO, CON UN AGUDO SONIDO SUSURRANTE, LAS NUBES GRISES CORRIERON POR SIEMPRE HACIA EL OESTE, HASTA RODAR EN CATARATAS SOBRE LAS ÍGNEAS PAREDES DEL HORIZONTE. PERO NINGÚN VIENTO SURCABA EL CIELO. CERRÉ LA PUERTA CARMESÍ UNA VEZ MÁS. ESA SERÍA LA ÚLTIMA VEZ QUE LO HARÍA. NO MÁS AL VIEJO NUMERO 48 DESGASTADO Y DESPINTADO. ME ACERQUE LENTAMENTE A ÉL, ESTABA TENDIDO SOBRE LA CAMA DEL COLOR DE LAS ALAS DE UN ÁNGEL. SUS BRAZOS ATADOS CON SOGAS A LA CABECERA DE LA CAMA, AL IGUAL QUE SUS PIERNAS PARALELAMENTE. REVISE UNA VEZ MÁS LOS NUDOS.

—LO SIENTO. —SUSURRO UNA VEZ MÁS.

MIS MANOS ESTABAN SECAS. PRESAS DEL LÍQUIDO ESCARLATA. PERO ESTAS YA NO TEMBLABAN COMO EN EL INICIO. SUPONGO QUE EN AQUEL MOMENTO NO LO DISFRUTABA O ESTABA TAN SEGADA POR LA CÓLERA QUE RETUMBABA POR CADA PARTE DE MI CUERPO, HACIÉNDOLO TEMBLAR. APRETÉ LAS CUERDAS UNA VEZ MÁS, INMOVILIZÁNDOLO, APRESÁNDOLO, EN AQUELLA CAMA. EL RECUERDO PICABA EN MI CABEZA SOLO HACIENDO QUE ME MOLESTARA EN CUIDAR CADA DETALLE. ME ALEJE UN PAR DE PASOS, OBSERVANDO. EL LUGAR ESTABA IGUAL QUE ESE DÍA. EXCEPTUANDO POR UNAS CUANTAS VELAS. YO SI QUERÍA QUE FUERA ESPECIAL. YO LO AMABA.

—KAYLEE… LO SIENTO. —VOLVIÓ A REPETIR. SUS OJOS ERAN ALARMADOS Y APENAS SALIENDO DEL SUEÑO. AUNQUE AÚN ESTABA UN POCO SOMNOLIENTO. PERO NO PODÍA DORMIR. ESA NOCHE SERIA NUEVAMENTE NUESTRA. ESTA NOCHE SE— NO QUERÍAMOS HACERTE ESO… NOSOTROS…
—SHHH… ES MEJOR QUE GUARDES SILENCIO CARIÑO. ESTA NOCHE SERÁ LARGA E INOLVIDABLE. —MIS PALABRAS ERAN SUAVES. PERO PODÍA SENTIR LA IRA IRRADIANDO DE MÍ. HABÍA AUMENTADO SOLO UN POCO CON SUS PALABRAS. PERO YO QUERÍA QUE FUERA ESPECIAL. NO ALGO APURADO.

EL HABÍA DICHO QUE ME AMABA. ME LO HABÍA REPETIDO VARIAS VECES. EL ME HABÍA ENAMORADO. Y YO LE HABÍA DADO LO MÁS PRECIADO QUE TENÍA. Y ÉL ME HABÍA ENGAÑADO. Y ELLA SE HABÍA BURLADO. Y YO ME ESTABA VENGANDO.
PASE MIS DEDOS POR EL SU TORSO. MI CUERPO ESTABA SECO Y RÍGIDO COMO SI MIS VENAS ESTUVIERAN LLENAS DE CONCRETO. SECÁNDOSE CON EL TIEMPO, CON CADA MINUTO Y SEGUNDO QUE PASABA. ME ENTRISTECÍA QUE EL HECHO DE QUE ÉL ME HABÍA MENTIDO. TOME LA VIEJAS TIJERAS LA ABUELA Y CORTE TODA SU ROPA. A VECES POR ERROR LE HACÍA PEQUEÑOS CORTES EN EL CUERPO. SOLO POR ERROR. VOLVÍ A PASAR MIS DEDOS POR, ESTA VEZ, TODO SU CUERPO. ESTE SE ESTREMECÍA AL CONTACTO. ÉL LO DISFRUTABA.

—ME LASTIMASTE, EIZEN, LO HICISTE. HICISTE QUE ME LASTIMARA, EIZEN. —DECÍA MIENTRAS ME SUBÍA ENCIMA DE ÉL. SENTADA SOBRE SUS CADERAS ME INCLINE PARA SUSURRARLE AL OÍDO. — EIZEN. ME GOLPEARON. ¿LO SABES? DOLIÓ MUCHO. —HICE UN PUCHERO. ME LEVANTE, Y TOME LAS MISMAS TIJERAS. ACERCÁNDOLAS AL FUEGO DE UNA DE LAS VELAS. LAS POCAS GOTAS DE SANGRE SE CONSUMIERON EN SUAVES CHASQUIDOS Y SALTOS SOBRE EL METAL QUE CADA VEZ SE CALENTABA MÁS. — ¿SABES DÓNDE ME GOLPEARON, EIZEN? ¿TIENES ALGUNA IDEA? ¿NO? YO TE ENSEÑARE. —MIS ÚLTIMAS PALABRAS EN UN SUSPIRO DE PESAR. — ME GOLPEARON AQUÍ. —ALEJE LAS PUNTAS DE LAS TIJERAS DE LA VELA, PARA ACERCARLAS. EL HIERRO CALIENTE TOCO SU COSTADO DERECHO. —Y EL GRITO. Y YO REÍ. VOLVÍ A HACER EL PROCEDIMIENTO CON LAS TIJERAS EN EL FUEGO. UNA Y OTRA VEZ. CON MOVIMIENTOS TIESOS Y MECÁNICOS. EN SUS BRAZOS. EN SU ABDOMEN. EN SUS PIERNAS. Y EL GRITO. Y YO REÍ.
—KAYLEE, DE VERDAD LO LAMENTO. SÉ QUE NO DEBÍ HABERLO HECHO. PERO DE VERDAD LO SIENTO. —SUS OJOS CON LÁGRIMAS. ASUSTADOS. EL YA NO ME AMABA. ÉL ME TENÍA MIEDO. ENTONCES MIS OJOS COMENZARON A ARDER CON LAS SALADAS LÁGRIMAS. LAS TIJERAS CAYERON AL SUELO. JUNTO CON EL SONIDO SECO D MI CUERPO AL CAER ARRODILLADA.
—LO… LO SIEN… SIENTO… EIZEN… —MI VOZ ERA RONCA ENTRE MIS PROPIOS SOLLOZOS Y LOS DE EL.
—KAYLEE. SUÉLTAME. OLVIDARE TODO ESTO. OLVIDAREMOS TODO ESTO… SUÉLTAME, DÉJANOS IR A MÍ Y A CLAIRE. —LA MENCIÓN DE AQUEL NOMBRE HIZO QUE LA FURIA NUEVAMENTE ME INUNDARA. PERO ESA VEZ FUE DIFERENTE. COMO DEMONIOS INUNDÁNDOME, POSEYÉNDOME, PARA DE LLORAR. TOME UNO DE LOS CUCHILLOS, QUE HABÍA LLEVADO PARA LA OCASIÓN. NUESTRA OCASIÓN. ESTE TENÍA UN POCO DE SANGRE. PERO NO ERA MÍA. TAMPOCO DE EIZEN. — KAYLEE…

CON LA PUNTA PRESIONANDO LIGERAMENTE POR ARRIBA DE SU RODILLA, LO PASE POR SU PIEL. APENAS RASPANDO UN POCO LA SUPERFICIE. ESTA VEZ EL NO GRITO. SOLO SE QUEJÓ UN POCO. CONTINÚE HACIENDO PEQUEÑOS CORTE POR SU CUERPO. UNA, Y OTRA, Y OTRA VEZ. ESTABA DEMASIADO CONCENTRADA E IGNORABA SUS SUPLICAS. ÉL LA QUERÍA A ELLA. NO A MÍ. EL HABÍA DICHO QUE ME AMABA. PERO ME HABÍA ENGAÑADO. ME HABÍA TRAICIONADO. LO MIRE UNA VEZ MÁS A SUS LINDOS OJOS VERDES.

—KAYLEE, POR FAVOR… —SUPLICO UNA VEZ MÁS. PERO NADA EN MI ESTABA DE SU PARTE. EL CORAZÓN QUE ANTES LO AMABA CON FE CIEGA, ESTA INSENSIBILIZADO POR EL DOLOR. ROTO EN PEQUEÑAS PIEZAS DE UN PICAZO.
—EIZEN. ME ROMPISTE EL CORAZÓN. YA NO HAY QUIEN SAQUE LA CARA POR TI. ME ROMPISTE EL CORAZÓN. Y AHORA YO ROMPERÉ EL TUYO. —MI VOZ YA NO ERA MI VOZ. ERA SOLO GRUÑIDOS ANÍMALES, ALARIDOS MONSTRUOSOS. CON EL CUCHILLO AÚN MÁS ENSANGRENTADO, APUÑALE SU PECHO UNA VEZ. Y OTRA, Y OTRA. HASTA QUE COMENCÉ A SOLLOZAR MIENTRAS LO HACÍA. CAÍ JUNTO A SU CUERPO. EN LA CAMA, AHORA, ESCARLATA. MIENTRAS INSACIABLES DESEOS ROÍAN MIS ENTRAÑAS Y CONSUMÍAN MI CORAZÓN, HASTA SER AL FIN UNO CON LOS MUERTOS QUE AMO.

— ¡NO, NO COMO ERES AHORA, EN EL FRÍO VALLE, EN LA SOMBRA!, SINO COMO DEBISTE DE SER, DERROCHANDO UNA VIDA DE MAGNÍFICA A MI LADO. —SUSURRE UNA VEZ MÁS. Y YA ME HABÍA DADO CUENTA QUE ESA SERÍA LA ÚLTIMA. LOS CAMINOS DE LA MUERTE SON NUMEROSOS Y EXTRAÑOS.
ME HABÍA CONVERTIDO EN EL MONSTRUO DE MIS PESADILLAS. NO SOLO LO HABÍA ASESINADO. TAMBIÉN HABÍA MUERTO. DONDE SUS ANTIGUOS MORADORES SE MARCHARON.
ACECINE ESE CORAZÓN. QUE QUISE PARA MÍ, PERO NUNCA FUE MÍO. Y LO MALDIJE POR ESO. Y LA MALDIJE A ELLA POR QUITÁRMELO. Y ME MALDIJE A MÍ MISMA POR HACERLE ESO.