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El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
Harry tenía que ser Harry (?), yapues ;-; y el Nashal tenía que ser teñido, ahno .___.A. escribió:Harry es tierno aww. Y Niall... Dios Niall XD.
Síguela pronto x.
estoy editando...
Invitado
Invitado
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
jksahdg cada vez mas cerca!! el Nashal no podía dejar de ser él (?). La Sun es una asesina en serie, por eso lo sigue (?) ;-;Nadia. escribió:kasjkasjk ¡Se acerca tus escritos! Ya quiero leer. Por cierto, el capítulo xddd. Niall siempre con hambre ese rubio, y Sun siguiendo a Harry (?). Ay, me encantó. Síguela pronto, linda, besos c:
edito y subo c:
Invitado
Invitado
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
Capítulo 04, parte I.
La Academia Northwich era una universidad prestigiada de Cheshire construida a base de ladrillo rojo en principios del siglo XX con siete edificios de dos plantas, cuatro son para dar clases y los otros tres son para hospedar a algunos estudiantes. En este momento Sunshine y Harry estaban en el edificio principal caminando a la primera clase que casualmente tenían juntos. Niall estaba libre, y seguramente iría a comer en la cafetería de nuevo.
—Todos me miran —susurró la castaña a un lado del rizado.
—No todos, sólo los chicos y algunas chicas —contestó Harry agachando la cabeza. Resulta que nunca había sido tomando en cuenta y ahora es el centro de atención por ser el acompañante de Shine.
Ella notó esa reacción del ojiverde pero pensó que él es tímido, aunque no demostró eso cuando se conocieron, de hecho, hasta coquetearon ambos. Sunshine ya se estaba confundiendo con tantos pensamientos que no notó cuando una chica se les acercaba, más bien a Harry. Era Vera.
Harry se maldijo por lo bajo y suspiro, esperando la grande que le viene encima. Ahora, además de soportar sus insultos, quedará mal frente a todos aquellos que no le quitan los ojo encima, y mucho peor, de su nueva amiga.
—Hola, Harry —chilló Vera sonriendo hipócritamente. No había notado a la castaña a lado de él, y sería mejor que siguiera así. Ambos pararon su paso y Harry ya sentía las ganas de vomitar muy fuertes.
«Aguanta, imbécil»
—Hola, Vera —dijo con dificultad. Shine miró a ambos y dejó su vista en la chica frente a ella, después vio como dos chicas se acercaban y tomaban posición atrás de la morocha.
—¿Por qué estás nervioso, lindo? ¿Aún te gusto, o tu mano ya te quitó las ganas?
Todos se rieron de aquello, menos Harry quien bajo la cabeza esperando que la castaña se burlara de él también, pero no lo hizo. Alzó la vista a ella que lo miraba, como esperando que contestara o algo, sólo que Harry es muy cobarde para eso. Se miraron por unos segundos más hasta que Vera volvió a hablar.
—No me digas que te comió la lengua tu gata, ¿cómo se llama? Amy, Abi, Anne, se llama Anne ¿no es así? —murmuró la chica mirando divertidamente a Harry.
Le dolió mucho al rizado escuchar eso, que le hagan burla a él y lo insulten lo soportaba, pero su madre, a ella no deberían hacerle eso, pero no podía y no quería hacer nada en contra, una parte porque sabe que le irá peor después, y otra porque no serviría de nada.
No quería saber como aquella chica sabía el nombre de su madre, sólo quería morirse en ese instante. Las ganas de llorar ya lo estaban matando y sus ojos picaban, pero no podía dejarse ver de esa forma. No en público, estúpido, se dijo. Inhalo profundamente y cerró los ojos aguantando todas esas lagrimas que serán derramadas más tarde.
Levantó la cabeza y abrió los ojos mucho más calmado, se mordió el labio y enfocó la vista en la alta morocha frente a él.
—Vamos, cariño, déjame escuchar tu hermosa voz —lo alentó Vera, burlándose—. Te prometo que si me convences, tal vez esta vez puedas recibir más que un beso —le guiño un ojo.
Sunshine no aguantó más aquella humillación, aunque no fuera para ella, pero no podía soportar como se burlaban del, hasta ahora, único amigo. Caminó delante de Harry y miró a Vera como si la quisiera matar. La apuntó con el dedo índice y entrecerró los ojos.
—¿Quien crees que eres, linda? —dijo pausadamente—. No puedes tratar así a la gente.
El rizado bajó la mirada a la chica que lo defendía. Se meterá en problemas por mi culpa, se dijo. Ya estaba planeando cómo desquitarse después con su cuerpo.
—¿Tú quien eres? —cuestionó la morocha—. Yo trato a quien se me da la gana como yo quiera, cariño, y si no quieres estar en mi lista será mejor que te largues de aquí —amenazó.
—Mira, ¿cómo te llamas? ¿Vera? —preguntó, pero rápidamente levantó una mano, callándola—. Bueno, como sea, si no quieres que te rompa esas uñas de segunda y te quite tus extensiones lárgate tú.
Todos se amontonaron en bola para ver el pleito que iba comenzando, unos abuchearon a Shine y otros a Vera. ¿Quien dará el primer golpe?
—¿Por qué defiendes a tan poca cosa como eso? —pregunto la morena señalando a Harry detrás de la castaña—. ¿Qué es de ti? ¿O eres su puta personal, linda? ¿Cayó tan bajo que tiene que pagar para ya no cansar su mano?
La castaña ya no se resistió y le dio una cachetada a Vera, una muy fuerte. Ambas se quedaron mirando, hasta que la morena se lanzó a Shine, pero ésta fue más rápida que esquivo su mano tomándola del otro brazo y empujándola a los casilleros. Los alumnos se sorprendieron de la técnica, pero el más sorprendido era Harry, no podía creer que alguien, además de Liam, lo estuviera defendiendo.
Shine le quitó el cabello del oído y se acerco.
—Mira, zorra de cuarta —susurró—, soy la novia de Harry, y si te le vuelves a acercar te irá peor —lo último lo dijo muy bajo para que nadie escuchara. —Mi padre es Max Beit, si, si, el millonario ese, si quiero puedo contratarte de sirvienta, linda, o puedo correrte de este lugar, pero no me quieres obligar a eso ¿verdad? —la morocha negó—. Me alegro. Búscate un tipo con quien follar en lugar de molestar a personas.
La soltó bruscamente dejándola paralizada y peinó su cabello acercándose a Harry que aún no se salía del shock mientras la otra chica recogía sus cosas e iba lejos de allí. Miró a todos los que la rodeaban y bufó.
—¿Ustedes también van a molestar? ¡Váyanse a ver los calzones del director! —gritó. Miró a Harry y le sonrió disculpándose. Él le correspondió con una sonrisa de lado y articulando un "gracias".
La clase de historia universal no podía ser más aburrida, según Shine. Van dos veces que está a punto de dormirse de tantas explicaciones acerca de cómo afectó la segunda guerra mundial a varios países del primer mundo. Estaba sola en esta clase según su horario ya que Harry tenía biología y Niall también.
—Sunshine, salte de mi clase, por favor —dijo el profesor de unos veinti tantos y treinta pocos haciendo que toda la clase volteara a verla. Ella se sonrojó y mordió su labio encogiéndose en su asiento.
—¿Por qué? —murmuró.
—Porque te estas durmiendo, linda —contestó el joven tranquilamente—. Sé que es aburrido, pero si viene el director y te ve durmiendo aquí nos irá mal a ambos, mejor ahórrate eso yéndote a dormir al patio.
La castaña se sorprendió por la amabilidad pero no dijo nada, sólo recogió sus cosas y salió del aula. Caminó por todo el pasillo hasta llegar a las escaleras bajándolas de dos en dos hasta el baño de chicas. Cerró la puerta tras de sí y caminó al lavabo para echarse un poco de agua en la cara.
No entendía lo que le pasaba si durmió temprano ayer, porque sabía que tardaría mucho en despertarse. Se miró en el espejo y vio las grandes ojeras que tenía, se veía horrible, parecía zombie. Sunshine pensó que tal vez sería por la ansiedad se nueva ciudad y nueva escuela. Secó su cara y saco un corrector de la mochila, puso un poco alrededor de sus ojos, peinó su cabello y arregló su suéter negro de punto. Dio una última mirada a su aspecto y salió del baño con destino a la cafetería, quizá con comida se le quite el sueño.
Paró su caminar cuando escuchó un quejido en el pasillo que estaba a su izquierda. Un golpe sordo y otro contra los casilleros la hicieron caminar instintivamente al lugar de donde provenían esos ruidos. Sujetó fuertemente su mochila de la correa y asomó su cabeza por encima de la pared de granito viendo como tres chicos, uno moreno y otros dos rubios, se amontonaban alrededor de algo en el piso. Un rubio gritó una grosería haciendo que los otros dos se rieran y golpearan a ese algo. Cuando se quejó fue donde Shine se dio cuenta que era un chico hecho un ovillo siendo acorralado de esos tres tipos.
—No está tu noviecita para defenderte ahora —se burló el moreno y le dio una patada en las costillas. El chico en el piso tosió fuertemente y escupió la sangre que provocó la patada.
—No... No es mi novia —susurró en un quejido y alzó la cabeza.
La castaña cerró los ojos y gimió al escuchar su voz. Era Harry.
Otra patada en las costillas recibió el rizado sacando un quejido más fuerte de su boca. Shine quería correr y darle unos cuantos golpes a aquellos tipos pero no podía, se le había olvidado como caminar, hubiera gritado también, pero su voz no estaba con ella en esos instantes. Dio un largo suspiro pensando en que podría hacer para que detuvieran la golpiza contra Harry porque sabía que ella sola no podría contra tres monstruos musculosos, entonces caminó a la puerta más cercana sin hacer ruido, la abrió y cerró fuertemente para que se escuchara del otro lado del pasillo. Espero hasta los pasos se escucharan menos y corrió donde Harry estaba tosiendo y tratando de levantarse en un torpe intento. Se puso en cuclillas frente a él y lo tomó del rostro haciendo que éste la mirara.
—Todos me miran —susurró la castaña a un lado del rizado.
—No todos, sólo los chicos y algunas chicas —contestó Harry agachando la cabeza. Resulta que nunca había sido tomando en cuenta y ahora es el centro de atención por ser el acompañante de Shine.
Ella notó esa reacción del ojiverde pero pensó que él es tímido, aunque no demostró eso cuando se conocieron, de hecho, hasta coquetearon ambos. Sunshine ya se estaba confundiendo con tantos pensamientos que no notó cuando una chica se les acercaba, más bien a Harry. Era Vera.
Harry se maldijo por lo bajo y suspiro, esperando la grande que le viene encima. Ahora, además de soportar sus insultos, quedará mal frente a todos aquellos que no le quitan los ojo encima, y mucho peor, de su nueva amiga.
—Hola, Harry —chilló Vera sonriendo hipócritamente. No había notado a la castaña a lado de él, y sería mejor que siguiera así. Ambos pararon su paso y Harry ya sentía las ganas de vomitar muy fuertes.
«Aguanta, imbécil»
—Hola, Vera —dijo con dificultad. Shine miró a ambos y dejó su vista en la chica frente a ella, después vio como dos chicas se acercaban y tomaban posición atrás de la morocha.
—¿Por qué estás nervioso, lindo? ¿Aún te gusto, o tu mano ya te quitó las ganas?
Todos se rieron de aquello, menos Harry quien bajo la cabeza esperando que la castaña se burlara de él también, pero no lo hizo. Alzó la vista a ella que lo miraba, como esperando que contestara o algo, sólo que Harry es muy cobarde para eso. Se miraron por unos segundos más hasta que Vera volvió a hablar.
—No me digas que te comió la lengua tu gata, ¿cómo se llama? Amy, Abi, Anne, se llama Anne ¿no es así? —murmuró la chica mirando divertidamente a Harry.
Le dolió mucho al rizado escuchar eso, que le hagan burla a él y lo insulten lo soportaba, pero su madre, a ella no deberían hacerle eso, pero no podía y no quería hacer nada en contra, una parte porque sabe que le irá peor después, y otra porque no serviría de nada.
No quería saber como aquella chica sabía el nombre de su madre, sólo quería morirse en ese instante. Las ganas de llorar ya lo estaban matando y sus ojos picaban, pero no podía dejarse ver de esa forma. No en público, estúpido, se dijo. Inhalo profundamente y cerró los ojos aguantando todas esas lagrimas que serán derramadas más tarde.
Levantó la cabeza y abrió los ojos mucho más calmado, se mordió el labio y enfocó la vista en la alta morocha frente a él.
—Vamos, cariño, déjame escuchar tu hermosa voz —lo alentó Vera, burlándose—. Te prometo que si me convences, tal vez esta vez puedas recibir más que un beso —le guiño un ojo.
Sunshine no aguantó más aquella humillación, aunque no fuera para ella, pero no podía soportar como se burlaban del, hasta ahora, único amigo. Caminó delante de Harry y miró a Vera como si la quisiera matar. La apuntó con el dedo índice y entrecerró los ojos.
—¿Quien crees que eres, linda? —dijo pausadamente—. No puedes tratar así a la gente.
El rizado bajó la mirada a la chica que lo defendía. Se meterá en problemas por mi culpa, se dijo. Ya estaba planeando cómo desquitarse después con su cuerpo.
—¿Tú quien eres? —cuestionó la morocha—. Yo trato a quien se me da la gana como yo quiera, cariño, y si no quieres estar en mi lista será mejor que te largues de aquí —amenazó.
—Mira, ¿cómo te llamas? ¿Vera? —preguntó, pero rápidamente levantó una mano, callándola—. Bueno, como sea, si no quieres que te rompa esas uñas de segunda y te quite tus extensiones lárgate tú.
Todos se amontonaron en bola para ver el pleito que iba comenzando, unos abuchearon a Shine y otros a Vera. ¿Quien dará el primer golpe?
—¿Por qué defiendes a tan poca cosa como eso? —pregunto la morena señalando a Harry detrás de la castaña—. ¿Qué es de ti? ¿O eres su puta personal, linda? ¿Cayó tan bajo que tiene que pagar para ya no cansar su mano?
La castaña ya no se resistió y le dio una cachetada a Vera, una muy fuerte. Ambas se quedaron mirando, hasta que la morena se lanzó a Shine, pero ésta fue más rápida que esquivo su mano tomándola del otro brazo y empujándola a los casilleros. Los alumnos se sorprendieron de la técnica, pero el más sorprendido era Harry, no podía creer que alguien, además de Liam, lo estuviera defendiendo.
Shine le quitó el cabello del oído y se acerco.
—Mira, zorra de cuarta —susurró—, soy la novia de Harry, y si te le vuelves a acercar te irá peor —lo último lo dijo muy bajo para que nadie escuchara. —Mi padre es Max Beit, si, si, el millonario ese, si quiero puedo contratarte de sirvienta, linda, o puedo correrte de este lugar, pero no me quieres obligar a eso ¿verdad? —la morocha negó—. Me alegro. Búscate un tipo con quien follar en lugar de molestar a personas.
La soltó bruscamente dejándola paralizada y peinó su cabello acercándose a Harry que aún no se salía del shock mientras la otra chica recogía sus cosas e iba lejos de allí. Miró a todos los que la rodeaban y bufó.
—¿Ustedes también van a molestar? ¡Váyanse a ver los calzones del director! —gritó. Miró a Harry y le sonrió disculpándose. Él le correspondió con una sonrisa de lado y articulando un "gracias".
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La clase de historia universal no podía ser más aburrida, según Shine. Van dos veces que está a punto de dormirse de tantas explicaciones acerca de cómo afectó la segunda guerra mundial a varios países del primer mundo. Estaba sola en esta clase según su horario ya que Harry tenía biología y Niall también.
—Sunshine, salte de mi clase, por favor —dijo el profesor de unos veinti tantos y treinta pocos haciendo que toda la clase volteara a verla. Ella se sonrojó y mordió su labio encogiéndose en su asiento.
—¿Por qué? —murmuró.
—Porque te estas durmiendo, linda —contestó el joven tranquilamente—. Sé que es aburrido, pero si viene el director y te ve durmiendo aquí nos irá mal a ambos, mejor ahórrate eso yéndote a dormir al patio.
La castaña se sorprendió por la amabilidad pero no dijo nada, sólo recogió sus cosas y salió del aula. Caminó por todo el pasillo hasta llegar a las escaleras bajándolas de dos en dos hasta el baño de chicas. Cerró la puerta tras de sí y caminó al lavabo para echarse un poco de agua en la cara.
No entendía lo que le pasaba si durmió temprano ayer, porque sabía que tardaría mucho en despertarse. Se miró en el espejo y vio las grandes ojeras que tenía, se veía horrible, parecía zombie. Sunshine pensó que tal vez sería por la ansiedad se nueva ciudad y nueva escuela. Secó su cara y saco un corrector de la mochila, puso un poco alrededor de sus ojos, peinó su cabello y arregló su suéter negro de punto. Dio una última mirada a su aspecto y salió del baño con destino a la cafetería, quizá con comida se le quite el sueño.
Paró su caminar cuando escuchó un quejido en el pasillo que estaba a su izquierda. Un golpe sordo y otro contra los casilleros la hicieron caminar instintivamente al lugar de donde provenían esos ruidos. Sujetó fuertemente su mochila de la correa y asomó su cabeza por encima de la pared de granito viendo como tres chicos, uno moreno y otros dos rubios, se amontonaban alrededor de algo en el piso. Un rubio gritó una grosería haciendo que los otros dos se rieran y golpearan a ese algo. Cuando se quejó fue donde Shine se dio cuenta que era un chico hecho un ovillo siendo acorralado de esos tres tipos.
—No está tu noviecita para defenderte ahora —se burló el moreno y le dio una patada en las costillas. El chico en el piso tosió fuertemente y escupió la sangre que provocó la patada.
—No... No es mi novia —susurró en un quejido y alzó la cabeza.
La castaña cerró los ojos y gimió al escuchar su voz. Era Harry.
Otra patada en las costillas recibió el rizado sacando un quejido más fuerte de su boca. Shine quería correr y darle unos cuantos golpes a aquellos tipos pero no podía, se le había olvidado como caminar, hubiera gritado también, pero su voz no estaba con ella en esos instantes. Dio un largo suspiro pensando en que podría hacer para que detuvieran la golpiza contra Harry porque sabía que ella sola no podría contra tres monstruos musculosos, entonces caminó a la puerta más cercana sin hacer ruido, la abrió y cerró fuertemente para que se escuchara del otro lado del pasillo. Espero hasta los pasos se escucharan menos y corrió donde Harry estaba tosiendo y tratando de levantarse en un torpe intento. Se puso en cuclillas frente a él y lo tomó del rostro haciendo que éste la mirara.
Mañana subo mi primer cap (?). So, espero que les esté gustando, sino, después vendrá un cambio drástico en la trama (?). Gracias por comentar y leer<3.
Invitado
Invitado
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
Hasta ahi llegue yo..
Mañana es tu gran dia..
Suerte y espero qe este bueno jaja
Seguila
Besos.
Mañana es tu gran dia..
Suerte y espero qe este bueno jaja
Seguila
Besos.
Magui Styles Malik
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
Oh dios, oh dios, oh dios. Mañana es tu primer capitulo kasjakjskajskaj que emoción. Amo esta novela. Así que, esperaré el capitulo askajsk :3333 ah, tremenda emoción.
Pobre Harry D: Cosito, no se merece eso u.u Y Sun defendiendolo de la perra. GOD, mis emociones no pueden ser controladas xddd
Besos c:
Pobre Harry D: Cosito, no se merece eso u.u Y Sun defendiendolo de la perra. GOD, mis emociones no pueden ser controladas xddd
Besos c:
Invitado
Invitado
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
Me encantaron los caps. Por fin alguien lo defiende. Bravo por ti Sun. Si yo fuera Sun, la Vera esta, ya estaria calva, sorry not sorry Vera. Y los 3 chicos estes, agg. Es frustrante leer esto y no poder hacer nada ya que es una novela. Siguela xoxo.
Shelley
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
sajhdg es hoy! ahq ;-; emoción meelsMagui Styles Malik escribió:Hasta ahi llegue yo..
Mañana es tu gran dia..
Suerte y espero qe este bueno jaja
Seguila
Besos.
besos :B
Invitado
Invitado
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
sbmhdgf es coral B| Gracias, enserio.Nadia. escribió:Oh dios, oh dios, oh dios. Mañana es tu primer capitulo kasjakjskajskaj que emoción. Amo esta novela. Así que, esperaré el capitulo askajsk :3333 ah, tremenda emoción.
Pobre Harry D: Cosito, no se merece eso u.u Y Sun defendiendolo de la perra. GOD, mis emociones no pueden ser controladas xddd
Besos c:
dan filz (?) ;-;
besos<3
Invitado
Invitado
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
sajhgd gracias (?). jajaja calva xDDD es que son malotes (?), nopues .__. Es más frustrante que vayas al baño y no hay papel (?). hjgsa okya ;-; la sigo en un momento, linda.Ana(: escribió:Me encantaron los caps. Por fin alguien lo defiende. Bravo por ti Sun. Si yo fuera Sun, la Vera esta, ya estaria calva, sorry not sorry Vera. Y los 3 chicos estes, agg. Es frustrante leer esto y no poder hacer nada ya que es una novela. Siguela xoxo.
Invitado
Invitado
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
Capítulo 04
SEGUNDA PARTE
Una punzada en la boca del estómago tuvo la castaña al ver la sangre que corría por la cara de Harry. Acarició su rostro con las yemas de los dedos y sus ojos se volvieron llorosos. Quería llorar, no sólo por verlo así, sino también la impotencia que sentía al no saber qué hacer ahora. Éste tenía la vista clavada en el piso, conteniendo las lágrimas también, sintiendo vergüenza por sí mismo e incrementando su odio ante el gran miedo que tiene al enfrentarse a las personas. Además de haberle ayudado hace un rato, ahora también, y lo peor es que lo encuentra tirado en el pasillo, con lo que parece una costilla rota, la cara llena de sangre, uno que otro moretón y un ojo hinchado.
—Mírame —pidió la chica en un susurro. Limpió un poco de sangre de su mejilla con el dedo.
Harry alzó la vista hasta esos ojos azules que lo observaban tristemente y expulso un sollozo de la garganta. Unas lágrimas salieron de sus ojos e inmediatamente fueron limpiadas por los dedos de Sunshine aún en su rostro. Sostuvo la respiración aguantando todo ese llanto, cerró los ojos fuertemente aunque le doliera hasta el cabello y contuvo un quejido.
—No es malo llorar, ¿sabes? —murmuró ella viendo los intentos de Harry por retener en llanto. El abrió los ojos poco a poco, esperando que ya no caigan nuevas lágrimas. La vista se le dificultaba con los ojos llorosos y uno de ellos hinchado.
—Lo es para mí —gimió en respuesta el rizado. Ella quitó sus manos de la cara de él mirándolo de arriba a abajo, viendo donde le habían tocado los golpes.
—Hasta la persona más fuerte llora, Harry —inquirió, esperando que así pueda sacar todo lo que retiene dentro.
Entonces él se derrumbó frente a ella, con dolor, con impotencia, con odio. Bajó la cabeza dejando que las lágrimas salieran de sus ojos esmeraldas, ni fuerza tenía para levantar un brazo. Ella se sentó a un lado de él y lo abrazo con cuidado. No fue uno de esos abrazos que das cuando encuentras a un amigo, mucho menos de los que recibes de algún familiar lejano, son de esos abrazos que quieres que te den a todas horas, todos los días, de esos que te dan fuerza, amor, consuelo y protección, todo en un sólo gesto que para quien lo recibe se queda grabado en la memoria. Y así sucedió con Harry; sacó un gran peso de encima —que no sabía que tenía— dejando en su lugar mucha fuerza, pero sobre todo, mucho alivio.
Se quedaron un rato más así, juntos, abrazados, Shine consolándolo y él sollozando en su cuello, aferrándose a ella como si no supiera nadar y estuviera a mar abierto sin nada, más ella fuera la única tabla para salvar su vida.
El llanto fue parando de poco a poco dejando a su paso unas horcadas, pero aun así Harry no quería separarse ni un momento de Sunshine, como si la anterior metáfora estuviera sucediendo ahora. Ella no se quejaba, acariciaba su espalda mientras le daba palabras de aliento al chico como «sácalo todo» o «los voy a matar cuando sepa que estás mejor», pero ni un sólo "todo va a estar bien" salió de su boca, porque sabía que esas palabras no servían de nada, ella más que nadie sabía eso. Se separó un poco el rizado tomándolo de los hombros para mirar su cara con los ojos rojos e hinchados, limpió los restos de lágrimas con los dedos y le sonrió aguantando el llanto por verlo así, tan... mal.
—Tenemos que irnos —avisó la castaña—. Vamos al baño a limpiarte y después a mi casa —sugirió levantándose. Él asintió tratando de levantarse pero falló en el intento. Sunshine tomó el codo de Harry y puso otra mano en su espalda para hacer fuerza, con cuidado de no tocarlo mucho, lo ayudó a pararse. La castaña agarró las cosas de él y caminaron hasta el baño de mujeres.
—¿Estás loca? —preguntó él viendo la puerta.
—No hay nadie, vamos.
En el lavabo ella sacó unas toallitas húmedas mientras el rizado se lavaba la cara procurando no moverse mucho por sus costillas.
—¿Por qué te hicieron esto? —cuestionó ella viendo como Harry quitaba los restos de sangre de la cara. Quería evitar el tema del llanto por ahora, de cualquier forma, ¿cómo no llorar por algo así?
—Por… —el rizado recordó las palabras de uno de los rubios «¿Cuánto pagaste a la chica por protección, ah? Seguro y también pagas sexo con ella»— nada —respondió finalmente. Tomó una de las toallitas que le pasaba Shine y secó su cara, quitando todo resto de sangre. Tenía la cabeza baja para no mirarla, le daba vergüenza después de haber llorado abrazado a ella por más de quince minutos.
—De acuerdo, no me dirás —suspiró—. No hay problema, por ahora; espera a que lleguemos a mi casa.
—¿Qué? No —negó el ojiverde repetidamente con la cabeza—. No puedo saltarme clases, o faltar —agregó.
—Harry, te acaban de dar una golpiza de la que yo no me levantaría en días, quizá semanas, no te puedo dejar aquí así —murmuró observándolo. Él levantó la vista, sorprendido de preocuparle demasiado a la castaña—. Además, sólo es una clase la que te falta ¿no es así? —cuestionó y Harry asintió—. Mi horario termina con esta clase, vamos, mi madre tiene una pomada para moretones y golpes.
Harry suspiró porque no tenía de otra, o se quedaba y Liam lo vería para armar todo un problema enorme, además de que tendría que soportar el dolor del abdomen que tiene por una hora más y otra hora caminando hasta su casa. O fácilmente irse con Sunshine cómodamente en su auto, faltar a una clase y llegar bien a su casa después.
—De acuerdo —aceptó—, pero, tengo que ir a avisarle a Niall sino se asustará mucho cuando no llegue a la clase.
—Dile desde tu celular —dijo ella, sonriendo internamente por lograr que Harry acepte su invitación.
—Eh… pues... aquellos tipos lo rompieron —susurró incómodamente, rascándose el cuello. Recordó que lo sacaron de su pantalón y lo aventaron hasta el otro lado del pasillo, unos diez metros más o menos. La castaña suspiró pesadamente, y por poco hace un berrinche por lo malditos que eran esos chicos, pero controló sus nervios, sacó el celular de sus jeans y se lo pasó a Harry.
—Llámalo, envíale un mensaje, yo que sé.
El rizado se sorprendió por tan lujoso aparato; un IPhone 5, dorado, y su lindo protector en forma de paleta; su celular apenas y servía para hacer llamadas, recibir mensajes y enviarlos, lo necesario. Agradeció internamente a Liam por prestarle su IPhone cuando le daba tutorías y así saber usar uno, era casi igual al de ella, sólo que se veía menos costoso, mucho menos. Escribió un mensaje a Niall diciendo que se podía ir solo a casa, esperando que el rubio tuviera su teléfono en vibrador ya que lo sacarían de la clase o peor aún, tendría que leer el mensaje frente a todos.
—Ya está, Sun.
Le entregó el aparato y revisó en el espejo que su ropa no estuviera llena de sangre, lamentablemente su suéter tenía gotas en todo lo que es del abdomen hasta el cuello, sus mangas estaban rojas por haberse limpiado antes de ahí. Shine también lo vio pero prefirió no decir nada, después le prestaría una playera porque estaba segura que la sangre había traspasado la tela.
—Bien —dijo la castaña y revisó la hora en el teléfono—, tenemos cinco minutos antes de que termine la hora y seamos vistos por toda la escuela. ¿Puedes caminar rápido? —preguntó.
—No estoy seguro —ladeó la cabeza—. Supongo.
—Pues espero que puedas con quince metros por minuto o moriremos aplastados.
Colgó ambas mochilas a su hombro, tomó la mano de Harry y lo jaló afuera del baño. Pasaron por varios pasillos, las oficinas principales y salieron escondiéndose de todo lo que se moviera, parecían espías.
—Parece que matamos a alguien y estamos escapando —dijo ella soltando una risita. Llegaron al estacionamiento atestado de autos, motos y algunas bicicletas, pero no fue difícil localizar el Camaro de ella ya que era el más viejo y mejor cuidado de allí.
—O ninjas-espías-vendedores-de-drogas-mata-personas —agregó él. Se encogió de hombros restándole importancia caminando al lado del copiloto, esperó a que Shine entrara y le quitara el seguro a la puerta y después entró cuidadosamente, tratando de no mover mucho las costillas.
—¿Seguro que no te duele? —preguntó la castaña viendo el esfuerzo que hacía éste. Encendió el motor cuando Harry estuvo dentro y arrancó.
—He recibido peores —respondió luego de un rato.
—Mírame —pidió la chica en un susurro. Limpió un poco de sangre de su mejilla con el dedo.
Harry alzó la vista hasta esos ojos azules que lo observaban tristemente y expulso un sollozo de la garganta. Unas lágrimas salieron de sus ojos e inmediatamente fueron limpiadas por los dedos de Sunshine aún en su rostro. Sostuvo la respiración aguantando todo ese llanto, cerró los ojos fuertemente aunque le doliera hasta el cabello y contuvo un quejido.
—No es malo llorar, ¿sabes? —murmuró ella viendo los intentos de Harry por retener en llanto. El abrió los ojos poco a poco, esperando que ya no caigan nuevas lágrimas. La vista se le dificultaba con los ojos llorosos y uno de ellos hinchado.
—Lo es para mí —gimió en respuesta el rizado. Ella quitó sus manos de la cara de él mirándolo de arriba a abajo, viendo donde le habían tocado los golpes.
—Hasta la persona más fuerte llora, Harry —inquirió, esperando que así pueda sacar todo lo que retiene dentro.
Entonces él se derrumbó frente a ella, con dolor, con impotencia, con odio. Bajó la cabeza dejando que las lágrimas salieran de sus ojos esmeraldas, ni fuerza tenía para levantar un brazo. Ella se sentó a un lado de él y lo abrazo con cuidado. No fue uno de esos abrazos que das cuando encuentras a un amigo, mucho menos de los que recibes de algún familiar lejano, son de esos abrazos que quieres que te den a todas horas, todos los días, de esos que te dan fuerza, amor, consuelo y protección, todo en un sólo gesto que para quien lo recibe se queda grabado en la memoria. Y así sucedió con Harry; sacó un gran peso de encima —que no sabía que tenía— dejando en su lugar mucha fuerza, pero sobre todo, mucho alivio.
Se quedaron un rato más así, juntos, abrazados, Shine consolándolo y él sollozando en su cuello, aferrándose a ella como si no supiera nadar y estuviera a mar abierto sin nada, más ella fuera la única tabla para salvar su vida.
El llanto fue parando de poco a poco dejando a su paso unas horcadas, pero aun así Harry no quería separarse ni un momento de Sunshine, como si la anterior metáfora estuviera sucediendo ahora. Ella no se quejaba, acariciaba su espalda mientras le daba palabras de aliento al chico como «sácalo todo» o «los voy a matar cuando sepa que estás mejor», pero ni un sólo "todo va a estar bien" salió de su boca, porque sabía que esas palabras no servían de nada, ella más que nadie sabía eso. Se separó un poco el rizado tomándolo de los hombros para mirar su cara con los ojos rojos e hinchados, limpió los restos de lágrimas con los dedos y le sonrió aguantando el llanto por verlo así, tan... mal.
—Tenemos que irnos —avisó la castaña—. Vamos al baño a limpiarte y después a mi casa —sugirió levantándose. Él asintió tratando de levantarse pero falló en el intento. Sunshine tomó el codo de Harry y puso otra mano en su espalda para hacer fuerza, con cuidado de no tocarlo mucho, lo ayudó a pararse. La castaña agarró las cosas de él y caminaron hasta el baño de mujeres.
—¿Estás loca? —preguntó él viendo la puerta.
—No hay nadie, vamos.
En el lavabo ella sacó unas toallitas húmedas mientras el rizado se lavaba la cara procurando no moverse mucho por sus costillas.
—¿Por qué te hicieron esto? —cuestionó ella viendo como Harry quitaba los restos de sangre de la cara. Quería evitar el tema del llanto por ahora, de cualquier forma, ¿cómo no llorar por algo así?
—Por… —el rizado recordó las palabras de uno de los rubios «¿Cuánto pagaste a la chica por protección, ah? Seguro y también pagas sexo con ella»— nada —respondió finalmente. Tomó una de las toallitas que le pasaba Shine y secó su cara, quitando todo resto de sangre. Tenía la cabeza baja para no mirarla, le daba vergüenza después de haber llorado abrazado a ella por más de quince minutos.
—De acuerdo, no me dirás —suspiró—. No hay problema, por ahora; espera a que lleguemos a mi casa.
—¿Qué? No —negó el ojiverde repetidamente con la cabeza—. No puedo saltarme clases, o faltar —agregó.
—Harry, te acaban de dar una golpiza de la que yo no me levantaría en días, quizá semanas, no te puedo dejar aquí así —murmuró observándolo. Él levantó la vista, sorprendido de preocuparle demasiado a la castaña—. Además, sólo es una clase la que te falta ¿no es así? —cuestionó y Harry asintió—. Mi horario termina con esta clase, vamos, mi madre tiene una pomada para moretones y golpes.
Harry suspiró porque no tenía de otra, o se quedaba y Liam lo vería para armar todo un problema enorme, además de que tendría que soportar el dolor del abdomen que tiene por una hora más y otra hora caminando hasta su casa. O fácilmente irse con Sunshine cómodamente en su auto, faltar a una clase y llegar bien a su casa después.
—De acuerdo —aceptó—, pero, tengo que ir a avisarle a Niall sino se asustará mucho cuando no llegue a la clase.
—Dile desde tu celular —dijo ella, sonriendo internamente por lograr que Harry acepte su invitación.
—Eh… pues... aquellos tipos lo rompieron —susurró incómodamente, rascándose el cuello. Recordó que lo sacaron de su pantalón y lo aventaron hasta el otro lado del pasillo, unos diez metros más o menos. La castaña suspiró pesadamente, y por poco hace un berrinche por lo malditos que eran esos chicos, pero controló sus nervios, sacó el celular de sus jeans y se lo pasó a Harry.
—Llámalo, envíale un mensaje, yo que sé.
El rizado se sorprendió por tan lujoso aparato; un IPhone 5, dorado, y su lindo protector en forma de paleta; su celular apenas y servía para hacer llamadas, recibir mensajes y enviarlos, lo necesario. Agradeció internamente a Liam por prestarle su IPhone cuando le daba tutorías y así saber usar uno, era casi igual al de ella, sólo que se veía menos costoso, mucho menos. Escribió un mensaje a Niall diciendo que se podía ir solo a casa, esperando que el rubio tuviera su teléfono en vibrador ya que lo sacarían de la clase o peor aún, tendría que leer el mensaje frente a todos.
—Ya está, Sun.
Le entregó el aparato y revisó en el espejo que su ropa no estuviera llena de sangre, lamentablemente su suéter tenía gotas en todo lo que es del abdomen hasta el cuello, sus mangas estaban rojas por haberse limpiado antes de ahí. Shine también lo vio pero prefirió no decir nada, después le prestaría una playera porque estaba segura que la sangre había traspasado la tela.
—Bien —dijo la castaña y revisó la hora en el teléfono—, tenemos cinco minutos antes de que termine la hora y seamos vistos por toda la escuela. ¿Puedes caminar rápido? —preguntó.
—No estoy seguro —ladeó la cabeza—. Supongo.
—Pues espero que puedas con quince metros por minuto o moriremos aplastados.
Colgó ambas mochilas a su hombro, tomó la mano de Harry y lo jaló afuera del baño. Pasaron por varios pasillos, las oficinas principales y salieron escondiéndose de todo lo que se moviera, parecían espías.
—Parece que matamos a alguien y estamos escapando —dijo ella soltando una risita. Llegaron al estacionamiento atestado de autos, motos y algunas bicicletas, pero no fue difícil localizar el Camaro de ella ya que era el más viejo y mejor cuidado de allí.
—O ninjas-espías-vendedores-de-drogas-mata-personas —agregó él. Se encogió de hombros restándole importancia caminando al lado del copiloto, esperó a que Shine entrara y le quitara el seguro a la puerta y después entró cuidadosamente, tratando de no mover mucho las costillas.
—¿Seguro que no te duele? —preguntó la castaña viendo el esfuerzo que hacía éste. Encendió el motor cuando Harry estuvo dentro y arrancó.
—He recibido peores —respondió luego de un rato.
Invitado
Invitado
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
¡NO! No permito que capítulos me hieran (?). Nah, amo estos capítulos <3.
Dios, me encantó *-* Pobre mi Harry, él tan inocente y bella criatura. ¡Mataré a todos los que le hicieron daño! ah. Síguela pronto linda. Besos c:
Dios, me encantó *-* Pobre mi Harry, él tan inocente y bella criatura. ¡Mataré a todos los que le hicieron daño! ah. Síguela pronto linda. Besos c:
Invitado
Invitado
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
FELICIDADEEEEEEES!!
ESTUVO MUY BUENO EL CAPITULO..
ME ENCANTO
SEGUILA PRONTO
ESTUVO MUY BUENO EL CAPITULO..
ME ENCANTO
SEGUILA PRONTO
Magui Styles Malik
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
Que asco me dan ese tipo de personas, en serio.
Y oh Shine nos salió boxeadora ninja o algo parecido kjdansjksa.
Espero que Harry no la aleje de él... :(.
Síguela pronto x.
Y oh Shine nos salió boxeadora ninja o algo parecido kjdansjksa.
Espero que Harry no la aleje de él... :(.
Síguela pronto x.
A.
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
Pobre Harry,:((((( Sun es tan adorable ayudandolo. Siguela xoxo.
Shelley
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