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El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
askjhdj es que la jodí mucho tiempo para que lo hiciera xdd, y me enorgullezco de eso.Ana(: escribió:Suertuda, yo quiero ir a UK antes de morir.turner. escribió:kjsahdjgfj yo no sabía , lo bueno es que aún tengo un boleto a UK, bc mi mamá me lo dio de navidad y aún no lo utilizo, a lo mejor voy allá y si puedo consigo un boleto para alguna fecha del wwat.Ana(: escribió:A Europa no fueron, solo fueron en Londres, USA y Australia. Y este año en el wwat si van a Europa.
Esas canciones yo creo que son covers pero idk...
Por lo que sé, no son covers bc también está la canción de eighteen que ellos compusieron y no ha salido original, también la de amnesia, lost boy, god girls are bad girls y hay otras que ya no recuerdo xdd.
Tienes razon, las canciones son suyas...
yep, quizá después ya las saquen..
Invitado
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Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
En el proximo disco quizas. *Rezando para que las saquen*turner. escribió:askjhdj es que la jodí mucho tiempo para que lo hiciera xdd, y me enorgullezco de eso.Ana(: escribió:Suertuda, yo quiero ir a UK antes de morir.turner. escribió:kjsahdjgfj yo no sabía , lo bueno es que aún tengo un boleto a UK, bc mi mamá me lo dio de navidad y aún no lo utilizo, a lo mejor voy allá y si puedo consigo un boleto para alguna fecha del wwat.Ana(: escribió:A Europa no fueron, solo fueron en Londres, USA y Australia. Y este año en el wwat si van a Europa.
Esas canciones yo creo que son covers pero idk...
Por lo que sé, no son covers bc también está la canción de eighteen que ellos compusieron y no ha salido original, también la de amnesia, lost boy, god girls are bad girls y hay otras que ya no recuerdo xdd.
Tienes razon, las canciones son suyas...
yep, quizá después ya las saquen..
Shelley
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
jksadhsd espero, sino moriré sin conocer sus hermosas voces cantando sin ninguna interrupción de gritos. Aunque prefiero una versión acústica bc así se escucha mejor sus voces skajdhskjd siempre muero con los agudos de Lucrecio y los graves de Micaelo sjhdgjksd<3 *-*Ana(: escribió:En el proximo disco quizas. *Rezando para que las saquen*turner. escribió:askjhdj es que la jodí mucho tiempo para que lo hiciera xdd, y me enorgullezco de eso.
yep, quizá después ya las saquen..
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Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
Hey!
Sé que se estarán preguntando 'Oh, ¿cuando mierdas subirá la estúpida esta la segunda parte? No puede dejarme sin saber' y si no es así, deberían de haberlo pensado. Bueno, quiero decir que lamento el retraso de nuevo pero hoy dije 'Oh, joder, tengo que escribir, mierda Dayana, no hagas esas pendejadas de no hacerlo' entonces estuve horas frente a la computadora tratando de escribir, pero me aburrí y estuve baboseando en tumblr, después me dieron limit y empecé de nuevo a escribir, pero entonces encontré un link para descargarme por fin el photoshop cs5 y lo descargué y empecé a usarlo, pero me di cuenta que soy bien pendeja para eso de las ediciones, entonces vi tutos y ahora mas o menos sé usarlo. Bueno, el caso es que de verdad traté de escribir, y aún estoy en eso, así que hoy muy, muy noche subiré capítulo, o tal vez mañana temprano.
Y para que no piensen que de verdad me hice muy pendeja y no escribí nada, les dejo un adelantito del capítulo c: So, gracias por leer todo esto.<3________________________________________________________________________
Sus ojos miraban descaradamente mi brazo que ya estaba a mi costado y tapando los cortes. Tomé una gran bocanada de aire pensando en las palabras exactas que debería decir, cerré los ojos fuertemente por pocos segundos y los abrí. Tenía que excusarme de alguna manera, pero no había cómo, no tenía las palabras. Ella estaba dos escalones abajo, apretaba su bolso fuertemente, sin quitar la vista de mi.
Iba a decir lo que sea en ese instante, pero ella me ganó.
—¿Por qué? —cuestionó con los ojos llorosos. Su cara se transformó en una mueca de enojo. ¿Por qué está enojada, acaso hice algo malo? Sus ojos me miraron ahora fríamente, sin expresión, y por poco pensé que iba a burlarse de mi como los demás, pero lo que estaba a punto de decir me dolió más que cualquier cosa. —¡Eres un maldito suicida!
Iba a decir lo que sea en ese instante, pero ella me ganó.
—¿Por qué? —cuestionó con los ojos llorosos. Su cara se transformó en una mueca de enojo. ¿Por qué está enojada, acaso hice algo malo? Sus ojos me miraron ahora fríamente, sin expresión, y por poco pensé que iba a burlarse de mi como los demás, pero lo que estaba a punto de decir me dolió más que cualquier cosa. —¡Eres un maldito suicida!
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Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
jkdhfksd me quedé dormida en la pc .____. pero ya casi termino, me falta editarlo y corregir la ortografía c:Nadia. escribió: ¡Quiero capitulo ahora!
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Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
Capítulo 08
||SEGUNDA PARTE||
Entré de nuevo a mi pieza, poniendo seguro y quitándome los zapatos camino a la cama, me senté a mitad en posición de indio mientras veía la foto que tenía con Niall el día de su cumpleaños número doce, unos meses después de conocernos. En ese entonces mi padre aún vivía con nosotros, y mi madre aún podía moverse por toda la casa sin limitarse en nada, como ahora. Teníamos un lindo hogar por el vecindario de Liam, más grande y mejor que está casa. La tomé de mi escritorio y saqué la imagen del porta retratos.
Una sonrisa se extendió por mi rostro al recordar aquel día como si hubiera sido ayer que pinchamos una llanta de la bicicleta nueva de Niall, un regalo de su hermano. El recuerdo se mantenía fresco en mi mente aún después de siete años desde el suceso. El rubio quería ver si era tan resistente como había alardeado Greg cuando se la mostró, unos minutos después ambos salimos corriendo al patio con una aguja en mano y cinco más tarde entramos llorando porque ni siquiera habíamos montado en ella y ya estaba inservible.
Acaricié la imagen que tenía en las manos y me llegó una pregunta que me provocó ansiedad. ¿Qué va a ser de mi en unos días? Niall era la única compañía con la que contaba para todo, era un hermano para mi y ahora vamos a separarnos, después de siete años juntos. Se me formó un nudo en la garganta al imaginarme sólo un día en la escuela sin él, y también en la cafetería. Sería terrible.
Dejé la fotografía de lado y me tumbé en la cama. Estoy malditamente cansado, y no sé por qué... Oh, si, hace unas horas fui golpeado.
—¡No puedo mover un dedo! —me quejé en voz alta, mirando el techo medio despintado de mi habitación y con los pies colgando.
Salí de la sala cuando ya no había nadie ahí. Caminé por el largo pasillo tranquilamente mientras sacaba un chocolate de mi bolsillo. Estaba a punto de quitar la envoltura cuando escuché mi nombre detrás de mi. Giré lentamente sobre mis talones, guardando el chocolate para otra ocasión y me encontré con la pequeña de Sun sonriéndome ampliamente. Le devolví el gesto por costumbre y esperé hasta que llegó a mi lado.
—¿En donde te escondes? —preguntó tocándome el hombro, aunque se tuvo que estirar un poco para hacerlo.
—Eres tu la que se esconde —murmuré mirando su mano y después a ella, se dio cuenta de eso y rápidamente la quitó.
Le señalé las escaleras con la cabeza para que me acompañara a salir. Eran las de emergencia, hechas de metal y estaban afuera del edificio, rara vez las usaba, pero ahora me quedaban cerca. Caminábamos cómodamente en silencio, al menos de mi parte, hasta que ella habló de nuevo.
—¿Harry?
—Hmm... —dije distraidamente, mirando los hilos que colgaban de la correa de mi mochila. La miré cuando no prosiguió. —¿Qué?
Íbamos bajando la primera parte de las escaleras, pero la manga de mi suéter se atoró en el barandal así que lo jalé hacia arriba haciendo que mi brazo saliera al aire, mostrando las líneas carmín de diferentes tamaños. Dejé de respirar cuando lo noté, mi labio inferior tembló al mismo tiempo que giraba la cabeza para saber si Sunshine lo había visto, y como lo imaginé, lo hizo.
Sus ojos miraban descaradamente mi brazo que ya estaba a mi costado y tapando los cortes. Tomé una gran bocanada de aire pensando en las palabras exactas que debería decir, cerré los ojos fuertemente por pocos segundos y los abrí. Tenía que excusarme de alguna manera, pero no había cómo, no tenía las palabras.
Iba a decir lo que sea en ese instante, pero ella me ganó.
—¿Por qué? —cuestionó con los ojos llorosos y mirándome fijamente. Su cara se transformó en una mueca de enojo. ¿Por qué se enoja? Sus ojos me miraron ahora, con una nota de furia en ellos. —¡Eres un maldito suicida!
Supe que esto ya no tenía excusa, que no podría seguir fingiendo y que ella ya no estaba conmigo.
Desperté sudado y con la respiración a mil. Esto no me podía estar pasando a mi, no ahora. Tallé mis ojos porque los sentí picar, miré el pequeño reloj que encontré hace unos días y me di cuenta entonces que ni siquiera había amanecido. Mi corazón aún latía fuerte pero se iba acompasando poco a poco. Sólo fue una pesadilla, no es y no será verdad, me repetí varias veces esa frase intentando creérmela, pero sé que de algún modo, esto va a pasar algún día.
Salí de la cama porque sentía mi cuerpo pegajoso por el sudor, caminé al baño para asearme. Me mojé la cara y lavé los dientes con las imágenes de la pesadilla en mis ojos. Se sentía tan real.
Mi cuerpo tembló al recordar aquella frase. «¡Eres una maldito suicida!» No, no lo soy, si fuera un suicida ya hubiera intentado matarme, o hecho algo al respecto, pero yo no quiero matarme, no aún.
Nadie entiende que yo hago esto porque lo merezco, bueno, si lo supieran no lo entenderían. Merezco sufrir por todo lo que he hecho y por lo que soy.
«Eres un maldito suicida»
La frase llegó a mi otra vez en un susurro demasiado bajo y lento, invitándome a creerlo. No, yo no soy de ese tipo de persona, yo sí quiero vivir.
Fui de nuevo a mi habitación para ponerme unos tenis, una sudadera y sacar un cigarro. Salí a la calle en segundos y comencé a caminar sin rumbo con el cigarrillo en mi boca. No pensaba alejarme mucho, ya que es peligroso estar a las cinco de la mañana por estas calles, pero necesito que el aire frío me pegué para tranquilizarme y también necesito estar solo, sin paredes que me asfixien ni nada.
Caminé quince minutos y sin darme cuenta estaba por el barrio de Liam y Niall, mejor dicho de Liam. Aún no me hago a la idea de que Niall se fue hace dos días a Irlanda. Ya siento que no podré yo solo con esta carga, sin nadie que me haga reír, con quien compartir bromas, porque no es lo mismo con Sun, además, con ella apenas me veo en el almuerzo y en tres clases que nos tocan juntos, y eso si la señorita se decide a asistir a clases.
Me acerqué al pequeño parque que estaba por aquí y me di cuenta que tan cambiado estaba todo. Cuando era pequeño los columpios y demás juegos estaban llenos de vida, ahora no son más que lugar para que los pandilleros pinten.
Me senté en un columpio provocando que las cadenas hicieran un horrible ruido en protesta. Mi cigarrillo estaba a medio terminar, yo apenas había comenzado a sentir el humo caliente en mis pulmones. El cielo aún estaba oscuro pero en el horizonte se veían unas franjas naranjas muy pequeñas.
Bostecé, sin darme cuenta de que aún tenía sueño por las escasas cinco horas que dormí.
Tiré la colilla de cigarro por ahí cuando terminé, miré mis pies con los ojos medio abiertos. Si que tengo sueño.
Sentí unos trotes ligeros cerca de mi y alcé la vista, encontrándome con un cuerpo delgado corriendo alrededor del parque, vestía un pantalón deportivo negro y una sudadera ajustada gris. Ella sintió mi mirada y se giró para verme, ladeó la cabeza de lado y después se acercó a mi.
Creo que la conozco, debe ser la hermana de Sunshine, Romina.
—Eres Harry, ¿cierto?
Vaya, que directa.
—Ah, si —respondí torpemente. Ella me sonrió y sin duda alguna supe que era su hermana, ambas tiene la misma sonrisa.
—Genial. Eres el amigo de mi hermana, Shine. Me ha hablado mucho de ti, dijo que eras guapo pero no pensé que tanto...
—Espera —carraspeé, con las mejillas rojas por el cumplido. Sonreí un poco por lo parecidas que son, las dos igual de habladoras—. ¿Te ha hablado de mi?
—Si, por supuesto. Eres el único amigo que tiene aquí, tú sabes, la chica es medio rara —hizo un gesto con la mano para restarle importancia. —¿Qué haces aquí a esta hora, y solo?
Tosí un poco por lo rápida y fluida que iba nuestra plática, es fácil hablar con los Beit por lo que me doy cuenta.
—Desperté hace un rato y soy de esas personas que no pueden volver a dormir —mentira, ahora mismo estaría durmiendo de nuevo—, tú sabes.
—Claro, a mi me pasa lo mismo, por eso salgo a correr cuando sucede. Oh, soy tan grosera, olvidé presentarme, lo siento. Soy Romina, un gusto —me extendió la mano y guiñó un ojo. Es linda.
Me di cuenta de que las mangas de mi sudadera eran cortas, así que me acerqué un paso y le tomé la mano. Quedamos un poco cerca, pero nada de que preocuparse. Le sonreí con la boca cerrada y la solté.
Miró el reloj en su muñeca y después a mi.
—Oye, son las cinco y media. ¿Te gustaría ir a desayunar conmigo? Mi auto está aquí cerca, y podremos tener una vista hermosa del amanecer.
Lo pensé un minuto y acepté, al final de cuentas, es hermana de mi amiga, ¿qué podría pasar?
Caminamos en silencio a su auto, por lo poco que sé de coches puedo decir que era un Audi, pero no sabía diferenciar qué tipo. Me abrió la puerta del copiloto y arrancó camino a... no sé.
Una sonrisa se extendió por mi rostro al recordar aquel día como si hubiera sido ayer que pinchamos una llanta de la bicicleta nueva de Niall, un regalo de su hermano. El recuerdo se mantenía fresco en mi mente aún después de siete años desde el suceso. El rubio quería ver si era tan resistente como había alardeado Greg cuando se la mostró, unos minutos después ambos salimos corriendo al patio con una aguja en mano y cinco más tarde entramos llorando porque ni siquiera habíamos montado en ella y ya estaba inservible.
Acaricié la imagen que tenía en las manos y me llegó una pregunta que me provocó ansiedad. ¿Qué va a ser de mi en unos días? Niall era la única compañía con la que contaba para todo, era un hermano para mi y ahora vamos a separarnos, después de siete años juntos. Se me formó un nudo en la garganta al imaginarme sólo un día en la escuela sin él, y también en la cafetería. Sería terrible.
Dejé la fotografía de lado y me tumbé en la cama. Estoy malditamente cansado, y no sé por qué... Oh, si, hace unas horas fui golpeado.
—¡No puedo mover un dedo! —me quejé en voz alta, mirando el techo medio despintado de mi habitación y con los pies colgando.
{****}
Salí de la sala cuando ya no había nadie ahí. Caminé por el largo pasillo tranquilamente mientras sacaba un chocolate de mi bolsillo. Estaba a punto de quitar la envoltura cuando escuché mi nombre detrás de mi. Giré lentamente sobre mis talones, guardando el chocolate para otra ocasión y me encontré con la pequeña de Sun sonriéndome ampliamente. Le devolví el gesto por costumbre y esperé hasta que llegó a mi lado.
—¿En donde te escondes? —preguntó tocándome el hombro, aunque se tuvo que estirar un poco para hacerlo.
—Eres tu la que se esconde —murmuré mirando su mano y después a ella, se dio cuenta de eso y rápidamente la quitó.
Le señalé las escaleras con la cabeza para que me acompañara a salir. Eran las de emergencia, hechas de metal y estaban afuera del edificio, rara vez las usaba, pero ahora me quedaban cerca. Caminábamos cómodamente en silencio, al menos de mi parte, hasta que ella habló de nuevo.
—¿Harry?
—Hmm... —dije distraidamente, mirando los hilos que colgaban de la correa de mi mochila. La miré cuando no prosiguió. —¿Qué?
Íbamos bajando la primera parte de las escaleras, pero la manga de mi suéter se atoró en el barandal así que lo jalé hacia arriba haciendo que mi brazo saliera al aire, mostrando las líneas carmín de diferentes tamaños. Dejé de respirar cuando lo noté, mi labio inferior tembló al mismo tiempo que giraba la cabeza para saber si Sunshine lo había visto, y como lo imaginé, lo hizo.
Sus ojos miraban descaradamente mi brazo que ya estaba a mi costado y tapando los cortes. Tomé una gran bocanada de aire pensando en las palabras exactas que debería decir, cerré los ojos fuertemente por pocos segundos y los abrí. Tenía que excusarme de alguna manera, pero no había cómo, no tenía las palabras.
Iba a decir lo que sea en ese instante, pero ella me ganó.
—¿Por qué? —cuestionó con los ojos llorosos y mirándome fijamente. Su cara se transformó en una mueca de enojo. ¿Por qué se enoja? Sus ojos me miraron ahora, con una nota de furia en ellos. —¡Eres un maldito suicida!
Supe que esto ya no tenía excusa, que no podría seguir fingiendo y que ella ya no estaba conmigo.
Desperté sudado y con la respiración a mil. Esto no me podía estar pasando a mi, no ahora. Tallé mis ojos porque los sentí picar, miré el pequeño reloj que encontré hace unos días y me di cuenta entonces que ni siquiera había amanecido. Mi corazón aún latía fuerte pero se iba acompasando poco a poco. Sólo fue una pesadilla, no es y no será verdad, me repetí varias veces esa frase intentando creérmela, pero sé que de algún modo, esto va a pasar algún día.
Salí de la cama porque sentía mi cuerpo pegajoso por el sudor, caminé al baño para asearme. Me mojé la cara y lavé los dientes con las imágenes de la pesadilla en mis ojos. Se sentía tan real.
Mi cuerpo tembló al recordar aquella frase. «¡Eres una maldito suicida!» No, no lo soy, si fuera un suicida ya hubiera intentado matarme, o hecho algo al respecto, pero yo no quiero matarme, no aún.
Nadie entiende que yo hago esto porque lo merezco, bueno, si lo supieran no lo entenderían. Merezco sufrir por todo lo que he hecho y por lo que soy.
«Eres un maldito suicida»
La frase llegó a mi otra vez en un susurro demasiado bajo y lento, invitándome a creerlo. No, yo no soy de ese tipo de persona, yo sí quiero vivir.
Fui de nuevo a mi habitación para ponerme unos tenis, una sudadera y sacar un cigarro. Salí a la calle en segundos y comencé a caminar sin rumbo con el cigarrillo en mi boca. No pensaba alejarme mucho, ya que es peligroso estar a las cinco de la mañana por estas calles, pero necesito que el aire frío me pegué para tranquilizarme y también necesito estar solo, sin paredes que me asfixien ni nada.
Caminé quince minutos y sin darme cuenta estaba por el barrio de Liam y Niall, mejor dicho de Liam. Aún no me hago a la idea de que Niall se fue hace dos días a Irlanda. Ya siento que no podré yo solo con esta carga, sin nadie que me haga reír, con quien compartir bromas, porque no es lo mismo con Sun, además, con ella apenas me veo en el almuerzo y en tres clases que nos tocan juntos, y eso si la señorita se decide a asistir a clases.
Me acerqué al pequeño parque que estaba por aquí y me di cuenta que tan cambiado estaba todo. Cuando era pequeño los columpios y demás juegos estaban llenos de vida, ahora no son más que lugar para que los pandilleros pinten.
Me senté en un columpio provocando que las cadenas hicieran un horrible ruido en protesta. Mi cigarrillo estaba a medio terminar, yo apenas había comenzado a sentir el humo caliente en mis pulmones. El cielo aún estaba oscuro pero en el horizonte se veían unas franjas naranjas muy pequeñas.
Bostecé, sin darme cuenta de que aún tenía sueño por las escasas cinco horas que dormí.
Tiré la colilla de cigarro por ahí cuando terminé, miré mis pies con los ojos medio abiertos. Si que tengo sueño.
Sentí unos trotes ligeros cerca de mi y alcé la vista, encontrándome con un cuerpo delgado corriendo alrededor del parque, vestía un pantalón deportivo negro y una sudadera ajustada gris. Ella sintió mi mirada y se giró para verme, ladeó la cabeza de lado y después se acercó a mi.
Creo que la conozco, debe ser la hermana de Sunshine, Romina.
—Eres Harry, ¿cierto?
Vaya, que directa.
—Ah, si —respondí torpemente. Ella me sonrió y sin duda alguna supe que era su hermana, ambas tiene la misma sonrisa.
—Genial. Eres el amigo de mi hermana, Shine. Me ha hablado mucho de ti, dijo que eras guapo pero no pensé que tanto...
—Espera —carraspeé, con las mejillas rojas por el cumplido. Sonreí un poco por lo parecidas que son, las dos igual de habladoras—. ¿Te ha hablado de mi?
—Si, por supuesto. Eres el único amigo que tiene aquí, tú sabes, la chica es medio rara —hizo un gesto con la mano para restarle importancia. —¿Qué haces aquí a esta hora, y solo?
Tosí un poco por lo rápida y fluida que iba nuestra plática, es fácil hablar con los Beit por lo que me doy cuenta.
—Desperté hace un rato y soy de esas personas que no pueden volver a dormir —mentira, ahora mismo estaría durmiendo de nuevo—, tú sabes.
—Claro, a mi me pasa lo mismo, por eso salgo a correr cuando sucede. Oh, soy tan grosera, olvidé presentarme, lo siento. Soy Romina, un gusto —me extendió la mano y guiñó un ojo. Es linda.
Me di cuenta de que las mangas de mi sudadera eran cortas, así que me acerqué un paso y le tomé la mano. Quedamos un poco cerca, pero nada de que preocuparse. Le sonreí con la boca cerrada y la solté.
Miró el reloj en su muñeca y después a mi.
—Oye, son las cinco y media. ¿Te gustaría ir a desayunar conmigo? Mi auto está aquí cerca, y podremos tener una vista hermosa del amanecer.
Lo pensé un minuto y acepté, al final de cuentas, es hermana de mi amiga, ¿qué podría pasar?
Caminamos en silencio a su auto, por lo poco que sé de coches puedo decir que era un Audi, pero no sabía diferenciar qué tipo. Me abrió la puerta del copiloto y arrancó camino a... no sé.
You know, es lo mejor que puedo hacer xdd. Espero que les haya gustado, y se me olvidaba decirles, este capítulo es demasiado largo bc tendrá tercera parte yeeeei, ahre. So, gracias por comentar, las amo, bañense, estudien y eso<3
Invitado
Invitado
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
¿Es joda? JAJAJA creí que se lo decía enserio :c me asustaste D: gracias, eh. ah. sakdjkasd igual, me encantó el capitulo. ¿Soy yo o la hermana se le está como tirando a Styles? xd. ¡Él es de Sun!
Síguela pronto c: besos.
PD: amo tus capítulos
Síguela pronto c: besos.
PD: amo tus capítulos
Invitado
Invitado
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
Tía, cuando vi el adelanto y despues en el capitulo que todo era un sueño de Harry me quede muda osea ¿Porque haces eso? Eres mala. Si fuera Harry tendria cuidado con la Romina lol. Siguela xoxo.
Shelley
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
Y yo qe pense qe de verdad Sun lo vio..
Me encanto..
Me parece a mi o Romina le esta tirando la onda a Styles...ojo con el eh qe es de tu hermana..
Seguila pronto
Me encanto..
Me parece a mi o Romina le esta tirando la onda a Styles...ojo con el eh qe es de tu hermana..
Seguila pronto
Magui Styles Malik
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
No ._. es de verdad ._. si me dejas contarte un secreto, eso lo escribí primero, y tenía pensado que de verdad lo iba a decir, pero dije 'nah, no quiero que la trama continúe así, al menos, no por ahora, no sé más adelante...'Nadia. escribió:¿Es joda? JAJAJA creí que se lo decía enserio :c me asustaste D: gracias, eh. ah. sakdjkasd igual, me encantó el capitulo. ¿Soy yo o la hermana se le está como tirando a Styles? xd. ¡Él es de Sun!
Síguela pronto c: besos.
PD: amo tus capítulos
Gracias<3333333 creo que todos notamos lo coqueta que ha sido (?) jaksghfdsa.
tengo tercera parte, busco imagenes y subo ¡IT'S TRUE!
kjashjgdfjkad muchas, muchas gracias mi querida y adorada Nadia, aprecio mucho tus comentarios, de verdad<3333333333333333 pondría más tres, pero paja .__. bueh<3333333
Invitado
Invitado
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
sajkhdgfjskkhdgfjsk no fue mi intención u_ú pero bueeeeeh. El mundo es mundo y de malos no se acaba, ahre, me inventé la frase y ni siquiera sé qué significa. Si fuera Romina seguiría así, lel, ahre yo .__. La sigo cundo encuentre gifs del rizado jirafa c: chau<333333Ana(: escribió:Tía, cuando vi el adelanto y despues en el capitulo que todo era un sueño de Harry me quede muda osea ¿Porque haces eso? Eres mala. Si fuera Harry tendria cuidado con la Romina lol. Siguela xoxo.
Invitado
Invitado
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
ajshdjgjs si lo iba a decir de verdad, pero entonces como soy una escritora buena pensé que mejor aún no c:Magui Styles Malik escribió:Y yo qe pense qe de verdad Sun lo vio..
Me encanto..
Me parece a mi o Romina le esta tirando la onda a Styles...ojo con el eh qe es de tu hermana..
Seguila pronto
gracias<333333
sjkahjshdj creo que si, pero ah :meh: dice Harry que si no es con ella pos con la hermana .___.
ya sigo, cariño<33
Invitado
Invitado
Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
Capítulo 08
||TERCERA PARTE||
Llegamos a su casa en poco tiempo, debe haber sido porque la chica condujo a noventa por hora, posiblemente.
Salimos del auto y caminamos tranquilamente hasta la entrada. No se me había ocurrido que me podía encontrar con Sun hasta que cruzamos la puerta. ¿Qué pensaría ella de esto?
Esta era la primera vez que pisaba la casa porque anteriormente se encontraban en una residencia un poco más pequeña y lejana del pueblo. Recuerdo que Sunshine me dijo que por este motivo había faltado el martes a la escuela. Las estancias estaban acomodadas de diferente manera a como suponía, a diferencia de la primera casa, en la entrada tenían un pasillo un poco estrecho en vez de la sala enorme.
Romina iba prendiendo las luces a cada lado que pasábamos y yo sólo la seguía, sin chistar y sin decir nada. Al final del pasillo habían unas escaleras de loseta café de diferentes tonos, variaban desde el pastel hasta el más oscuro y se encontraban en el lado derecho, pero Romina siguió hasta la última puerta del lado izquierdo y me hizo un ademan para que entrara.
Me quedé sin palabras al descubrir la enorme cocina. Las paredes estaban pintadas de un tono azul griseo muy claro y los muebles eran negros, mientras que los utensilios y las pequeñas cosas que estaban eran de un tono plateado brillante, y todo estaba perfectamente acomodado. Me encantó el lugar, estoy enamorado de la cocina, literalmente.
—Veamos —susurró la pelirroja mirando dentro del refrigerador y sacándome de mi ensoñación. Alzó la cabeza por encima de la puerta y me sonrió, no pude evitar devolverle el gesto. —Tengo de todo un poco, así que dime que quieres desayunar.
Terminamos comiendo cereal con leche porque ninguno de los dos nos decidíamos, pero no era un cereal con leche común y corriente, no, éste contenía fresa, kiwi, moras azules y miel. Aunque la cocina terminó hecha un desastre por Romina que intentó hacer hot cakes, pero cuando iba a hacerlos yo, la masa se había terminado.
Unos pasos se escucharon en el pasillo y después la voz de una mujer, supuse que sería su madre. ¿Todos se levantan tan temprano aquí?
Como lo supuse, una señora pelirroja de ojos claros y muy guapa entró a la cocina vestida deportivamente. Se quedó parada cuando me vio y después sonrió a lo grande. Es lindo sentirse así; estar en un lugar y que todos te reciban con una sonrisa y eso.
—¿Quien eres, cariño? —se acercó demasiado a mi y me acarició la mejilla. No me quejo de eso, absolutamente.
Le sonreí abiertamente y me entraron unas ganas enormes de reír, hasta que escuché un carraspeo a mi lado.
—Es Harry —me presentó Romina—, el amigo de Alexia —miró a su madre intensamente hasta que la señora se alejó un poco.
—Un gusto, cariño —sonrió—. Soy Bea, su mamá.
Le sonreí disculpándome, y no sé si era por la mirada de Romina, o porque yo le seguí el juego. Me di cuenta de que Sunshine tenía dos nombres que si los decía en voz alta sonaban muy formal, me imaginé por un segundo a ella estando en una oficina, detrás de un escritorio enorme; la licenciada Sunshine Alexia Beit.
Já, apenas y va tres veces a la semana al colegio y yo pienso en ella como licenciada.
—¿Qué haces aquí tan temprano, Harry? Digo, son las seis y media y a esta hora todos deberían estar dormidos.
—Menos nosotros —agregó su hija, comiendo un poco de cereal—. Me creerías que lo encontré en el parque por donde viven los Payne —dijo distraidamente mientras servía más leche a su plato.
—¿De verdad? —Sacó una jarra de jugo del refrigerador, me ofreció pero negué. —¿Qué hacías tan temprano por allá? —Me dio una mirada reprobatoria.
—¿Conocen a la familia Payne? —pregunté verdaderamente confundido, Shine no lo había comentado. Bueno, tampoco es que siempre habláramos de ella.
—Oh, si —Bea respondió—, son amigos de la familia, pero Alexia nunca se ha llevado bien con Liam, el hijo menor.
—¿Por qué?
Esto se tornaba divertido, ya me imagino verlos a los dos cuando yo mismo los presente, si no es que ya se han encontrado antes.
—De pequeños, Alexia pensaba que Liam le estaba robando a Romina sólo porque ellos dos eran mejores amigos, tú sabes. —me guiñó un ojo, y no supe que significaba eso.
Con que no se llevan bien, eh. Lo creo de Alexia, pero no de Liam. Los imagino de pequeños, Alexia golpeando a Liam con su muñeca mientras él trataba de defenderse diciendo que no estaba haciendo nada malo, y a Romina gritando para que vinieran a separarlos. La imagen me hizo reír tanto que las dos mujeres que me acompañaban me miraron extraño, pero no dijeron nada. Era como si estuvieran acostumbradas a ese tipo de acciones.
—¿Tú los conoces? —preguntó la pelirroja a mi lado.
—Ah, si, Liam es mi amigo.
Romina escupió la leche que tomaba, me miró con una cara de sorpresa, mientras Bea me hacia una seña con la mano para restarle importancia.
—Limpias eso —le ordenó a su hija.
Volví mi vista al plato de cereal que tenía frente a mi, ya estaba a la mitad. Una pregunta me pasó por la mente y se fue tan rápido como vino. ¿Por qué Bea no había dicho nada del desastre con los hot cakes?
Alguien entró rápidamente pero se detuvo frente a mi, supe quien era cuando miré su playera de Arctic Monkeys. Alexia había llegado.
Le sonreí ampliamente pero ella me miró con mala cara. ¿Qué tengo?
—Hola, Alexia —la saludé.
Exhaló aire cerrando los ojos, después los abrió y miró a su hermana.
—¡Y le dijiste mi segundo nombre! —soltó alzando las manos, matando a su hermana con la mirada.
Alguien no amaneció de buenas....
La susodicha se encogió de hombros limpiando la leche derramada. Las ganas de reírme eran enormes, pero sabía que sería aún peor si lo hacía.
—¿A qué hora te vas? —le preguntó Alexia a su madre.
—Cuando amanezca.
—Claro —respondió irónicamente, como retractándose de su pregunta porque era estúpida. Me miró, chasqueó la lengua y como si nada se sirvió un plato de cereal igual al mío. Se sentó a mi lado y empezó a comer, ignorándome olímpicamente.
—Alexia —le advirtió Bea. Ella suspiró dejando el plato de lado y volteó a verme.
—¡Hola, Harry! —sonrió—. ¿Qué haces aquí? No, no me digas. Eres muy tempranero, eh.
Y como si nada hubiera pasado antes, me metí en una extensa plática con ella de diferentes temas cada dos minutos.
Por el rabillo del ojo pude ver como Romina le susurraba algo a su madre y después se acercó a nosotros.
—¿Sabías que Harry es amigo de Liam? —preguntó de repente, en ese instante supe por donde iba la cosa, pero quería ver la reacción de Sunshine.
Vi como se quedaba con la boca abierta primero, y después su cara cambió radicalmente por una mueca de confusión, y después de furia.
—¿Por qué no me lo dijiste? —exigió saber.
—Tampoco comentaste que lo conocías —me excusé.
—¡Porque es un maldito roba hermanas!
—Cariño —la tranquilizó Bea—, ya han pasado once años de eso, ¿no crees que es un poco infantil lo que haces?
—Le hablas de niñerías a la pequeña de la casa —se burló Romina.
—Lo que sea —dijo Bea, poniendo los ojos en blanco, creo que esto le hartaba—, va a amanecer. Vamos al patio —me sonrió cuando la miré confundido.
—Vamos —Sunshine me tomó de la mano llevándome con ella a través de la puerta de la cocina que conducía al patio y yo había ignorado hasta ahora.
El patio trasero era inmensamente inmenso, sin exagerar. Todo estaba cubierto de pasto a excepción de la piscina a la derecha, tenía pequeñas jardineras regadas por toda la extensión y cubiertas de flores como las azucenas, lilas, margaritas y más. A mitad del patio estaba un árbol enorme rodeado de rosas blancas y azules, contrastando entre ellas y entre las flores de las jardineras cercanas. Era completamente hermoso, pero lo que llamó más mi atención fue el horizonte más allá de él, no me había dado cuenta que la casa estaba construida cerca del acantilado que colinda con la ciudad vecina, haciendo que el lugar tomará mucha más belleza de la que ya tenía. Si ponía atención se podía ver la costa a lo lejos, y unos pequeños rayos de sol ya se colaban entre las montañas al este. Todo eso combinando con el frío clima y el sentimiento de la navidad próxima hacían de esto algo increíblemente mágico.
La imagen era espectacular, perfecta para una fotografía.
Me quedé con la boca abierta por un bien rato hasta que Romina me sacó de mi mismo para llevarme al barandal que había al final del patio, aunque quedaban metros más para llegar a la punta del acantilado, sabía que el barandal de vidrio lo habían puesto por seguridad.
—¿Verdad que es hermoso? —suspiró.
—Es increíble —corregí—. Mágico.
—Estoy de acuerdo contigo —dijo Alexia a mi izquierda, mirando hipnotizada cómo iba saliendo el sol poco a poco.
—Y yo —terció Bea a mi derecha, a un lado de Romina.
Nos quedamos por minutos ahí parados hasta que el sol se pusiera completamente y entonces, una nube gris tapo la mayoría de él dejando en sombra a la ciudad.
Esa imagen hizo metáfora a mi vida en estos momentos. A veces feliz y lleno de vida, a veces triste, deprimido, solo y apagado.
Salimos del auto y caminamos tranquilamente hasta la entrada. No se me había ocurrido que me podía encontrar con Sun hasta que cruzamos la puerta. ¿Qué pensaría ella de esto?
Esta era la primera vez que pisaba la casa porque anteriormente se encontraban en una residencia un poco más pequeña y lejana del pueblo. Recuerdo que Sunshine me dijo que por este motivo había faltado el martes a la escuela. Las estancias estaban acomodadas de diferente manera a como suponía, a diferencia de la primera casa, en la entrada tenían un pasillo un poco estrecho en vez de la sala enorme.
Romina iba prendiendo las luces a cada lado que pasábamos y yo sólo la seguía, sin chistar y sin decir nada. Al final del pasillo habían unas escaleras de loseta café de diferentes tonos, variaban desde el pastel hasta el más oscuro y se encontraban en el lado derecho, pero Romina siguió hasta la última puerta del lado izquierdo y me hizo un ademan para que entrara.
Me quedé sin palabras al descubrir la enorme cocina. Las paredes estaban pintadas de un tono azul griseo muy claro y los muebles eran negros, mientras que los utensilios y las pequeñas cosas que estaban eran de un tono plateado brillante, y todo estaba perfectamente acomodado. Me encantó el lugar, estoy enamorado de la cocina, literalmente.
—Veamos —susurró la pelirroja mirando dentro del refrigerador y sacándome de mi ensoñación. Alzó la cabeza por encima de la puerta y me sonrió, no pude evitar devolverle el gesto. —Tengo de todo un poco, así que dime que quieres desayunar.
Terminamos comiendo cereal con leche porque ninguno de los dos nos decidíamos, pero no era un cereal con leche común y corriente, no, éste contenía fresa, kiwi, moras azules y miel. Aunque la cocina terminó hecha un desastre por Romina que intentó hacer hot cakes, pero cuando iba a hacerlos yo, la masa se había terminado.
Unos pasos se escucharon en el pasillo y después la voz de una mujer, supuse que sería su madre. ¿Todos se levantan tan temprano aquí?
Como lo supuse, una señora pelirroja de ojos claros y muy guapa entró a la cocina vestida deportivamente. Se quedó parada cuando me vio y después sonrió a lo grande. Es lindo sentirse así; estar en un lugar y que todos te reciban con una sonrisa y eso.
—¿Quien eres, cariño? —se acercó demasiado a mi y me acarició la mejilla. No me quejo de eso, absolutamente.
Le sonreí abiertamente y me entraron unas ganas enormes de reír, hasta que escuché un carraspeo a mi lado.
—Es Harry —me presentó Romina—, el amigo de Alexia —miró a su madre intensamente hasta que la señora se alejó un poco.
—Un gusto, cariño —sonrió—. Soy Bea, su mamá.
Le sonreí disculpándome, y no sé si era por la mirada de Romina, o porque yo le seguí el juego. Me di cuenta de que Sunshine tenía dos nombres que si los decía en voz alta sonaban muy formal, me imaginé por un segundo a ella estando en una oficina, detrás de un escritorio enorme; la licenciada Sunshine Alexia Beit.
Já, apenas y va tres veces a la semana al colegio y yo pienso en ella como licenciada.
—¿Qué haces aquí tan temprano, Harry? Digo, son las seis y media y a esta hora todos deberían estar dormidos.
—Menos nosotros —agregó su hija, comiendo un poco de cereal—. Me creerías que lo encontré en el parque por donde viven los Payne —dijo distraidamente mientras servía más leche a su plato.
—¿De verdad? —Sacó una jarra de jugo del refrigerador, me ofreció pero negué. —¿Qué hacías tan temprano por allá? —Me dio una mirada reprobatoria.
—¿Conocen a la familia Payne? —pregunté verdaderamente confundido, Shine no lo había comentado. Bueno, tampoco es que siempre habláramos de ella.
—Oh, si —Bea respondió—, son amigos de la familia, pero Alexia nunca se ha llevado bien con Liam, el hijo menor.
—¿Por qué?
Esto se tornaba divertido, ya me imagino verlos a los dos cuando yo mismo los presente, si no es que ya se han encontrado antes.
—De pequeños, Alexia pensaba que Liam le estaba robando a Romina sólo porque ellos dos eran mejores amigos, tú sabes. —me guiñó un ojo, y no supe que significaba eso.
Con que no se llevan bien, eh. Lo creo de Alexia, pero no de Liam. Los imagino de pequeños, Alexia golpeando a Liam con su muñeca mientras él trataba de defenderse diciendo que no estaba haciendo nada malo, y a Romina gritando para que vinieran a separarlos. La imagen me hizo reír tanto que las dos mujeres que me acompañaban me miraron extraño, pero no dijeron nada. Era como si estuvieran acostumbradas a ese tipo de acciones.
—¿Tú los conoces? —preguntó la pelirroja a mi lado.
—Ah, si, Liam es mi amigo.
Romina escupió la leche que tomaba, me miró con una cara de sorpresa, mientras Bea me hacia una seña con la mano para restarle importancia.
—Limpias eso —le ordenó a su hija.
Volví mi vista al plato de cereal que tenía frente a mi, ya estaba a la mitad. Una pregunta me pasó por la mente y se fue tan rápido como vino. ¿Por qué Bea no había dicho nada del desastre con los hot cakes?
Alguien entró rápidamente pero se detuvo frente a mi, supe quien era cuando miré su playera de Arctic Monkeys. Alexia había llegado.
Le sonreí ampliamente pero ella me miró con mala cara. ¿Qué tengo?
—Hola, Alexia —la saludé.
Exhaló aire cerrando los ojos, después los abrió y miró a su hermana.
—¡Y le dijiste mi segundo nombre! —soltó alzando las manos, matando a su hermana con la mirada.
Alguien no amaneció de buenas....
La susodicha se encogió de hombros limpiando la leche derramada. Las ganas de reírme eran enormes, pero sabía que sería aún peor si lo hacía.
—¿A qué hora te vas? —le preguntó Alexia a su madre.
—Cuando amanezca.
—Claro —respondió irónicamente, como retractándose de su pregunta porque era estúpida. Me miró, chasqueó la lengua y como si nada se sirvió un plato de cereal igual al mío. Se sentó a mi lado y empezó a comer, ignorándome olímpicamente.
—Alexia —le advirtió Bea. Ella suspiró dejando el plato de lado y volteó a verme.
—¡Hola, Harry! —sonrió—. ¿Qué haces aquí? No, no me digas. Eres muy tempranero, eh.
Y como si nada hubiera pasado antes, me metí en una extensa plática con ella de diferentes temas cada dos minutos.
Por el rabillo del ojo pude ver como Romina le susurraba algo a su madre y después se acercó a nosotros.
—¿Sabías que Harry es amigo de Liam? —preguntó de repente, en ese instante supe por donde iba la cosa, pero quería ver la reacción de Sunshine.
Vi como se quedaba con la boca abierta primero, y después su cara cambió radicalmente por una mueca de confusión, y después de furia.
—¿Por qué no me lo dijiste? —exigió saber.
—Tampoco comentaste que lo conocías —me excusé.
—¡Porque es un maldito roba hermanas!
—Cariño —la tranquilizó Bea—, ya han pasado once años de eso, ¿no crees que es un poco infantil lo que haces?
—Le hablas de niñerías a la pequeña de la casa —se burló Romina.
—Lo que sea —dijo Bea, poniendo los ojos en blanco, creo que esto le hartaba—, va a amanecer. Vamos al patio —me sonrió cuando la miré confundido.
—Vamos —Sunshine me tomó de la mano llevándome con ella a través de la puerta de la cocina que conducía al patio y yo había ignorado hasta ahora.
El patio trasero era inmensamente inmenso, sin exagerar. Todo estaba cubierto de pasto a excepción de la piscina a la derecha, tenía pequeñas jardineras regadas por toda la extensión y cubiertas de flores como las azucenas, lilas, margaritas y más. A mitad del patio estaba un árbol enorme rodeado de rosas blancas y azules, contrastando entre ellas y entre las flores de las jardineras cercanas. Era completamente hermoso, pero lo que llamó más mi atención fue el horizonte más allá de él, no me había dado cuenta que la casa estaba construida cerca del acantilado que colinda con la ciudad vecina, haciendo que el lugar tomará mucha más belleza de la que ya tenía. Si ponía atención se podía ver la costa a lo lejos, y unos pequeños rayos de sol ya se colaban entre las montañas al este. Todo eso combinando con el frío clima y el sentimiento de la navidad próxima hacían de esto algo increíblemente mágico.
La imagen era espectacular, perfecta para una fotografía.
Me quedé con la boca abierta por un bien rato hasta que Romina me sacó de mi mismo para llevarme al barandal que había al final del patio, aunque quedaban metros más para llegar a la punta del acantilado, sabía que el barandal de vidrio lo habían puesto por seguridad.
—¿Verdad que es hermoso? —suspiró.
—Es increíble —corregí—. Mágico.
—Estoy de acuerdo contigo —dijo Alexia a mi izquierda, mirando hipnotizada cómo iba saliendo el sol poco a poco.
—Y yo —terció Bea a mi derecha, a un lado de Romina.
Nos quedamos por minutos ahí parados hasta que el sol se pusiera completamente y entonces, una nube gris tapo la mayoría de él dejando en sombra a la ciudad.
Esa imagen hizo metáfora a mi vida en estos momentos. A veces feliz y lleno de vida, a veces triste, deprimido, solo y apagado.
Última edición por turner. el Lun 07 Abr 2014, 10:15 am, editado 1 vez
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Re: El muchacho de los ojos tristes {Harry S.}
¡NIÑAAAAAA! ah.
Bueno, como siempre en mi comentario debe haber un ¡me encantó el capitulo! xd si te das cuenta, siempre pongo lo mismo, lol. ¡Yo quiero una casa así! D: El nombre Alexia me recuerda a una de una novela ah. Por si te preguntas cual, Avenida Brasil Eeen fin, espero que la sigas pronto <3 Ay, muchachita, esa firma *-* ¡Besos! c:
Bueno, como siempre en mi comentario debe haber un ¡me encantó el capitulo! xd si te das cuenta, siempre pongo lo mismo, lol. ¡Yo quiero una casa así! D: El nombre Alexia me recuerda a una de una novela ah. Por si te preguntas cual, Avenida Brasil Eeen fin, espero que la sigas pronto <3 Ay, muchachita, esa firma *-* ¡Besos! c:
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