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Síndrome de Asperger
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Síndrome de Asperger
por Bazaga Lun 10 Mar 2014, 1:57 pm
Novela: Síndrome De Asperger
Autor: Marc Bazaga
Adaptación: NO.
Genero: Drama, deporte.
Contenido: Acción, romance.
Advertencias: Lenguaje soez, Actualización indefinida.
Otras páginas: NO.
Autor: Marc Bazaga
Adaptación: NO.
Genero: Drama, deporte.
Contenido: Acción, romance.
Advertencias: Lenguaje soez, Actualización indefinida.
Otras páginas: NO.
- CAPITULO 1:
- CAPITULO 1-Primera semana-Cuatro meses. Aquellos cuatro meses que pase de practicas de ayudante de profesor de educación física me marcaron la vida. Puede que fuera las millones de cosas por las que pase. O porque sencilla y llanamente fue mi primer trabajo. No lo se. Allí conocí a personas que vale la pena conocer. Hoy en día lo recuerdo tanto como puedes recordar tu, señor lector, el sabor de tu comida favorita o el nacimiento de tu hijo.Marc. Ese es mi nombre, sencillo, fácil de recordar ¿no?.Te contare esta historia tranquilamente. Le recomiendo que se siente, con una taza de chocolate o té, según le venga en gana, y disfruté.Iba camino de las practicas, mi primer día. Preguntas se conglomeraban en mi mente. ¿Como serían los niños? ¿Pesados? ¿Simpáticos? ¿Traviesos?. Todo empezaba siempre por la misma pregunta: “Marc, ¿Por que no escogiste el trabajo de hostelería? Te hubiese ido el doble de mejor y ahora no estarías tan confuso”. Dicho sea que hoy en día agradezco haber ignorado a mis pensamientos. ¿Porque acabe eligiendo aquello? Había algo en mi interior que decía a gritos “Hazlo”...El sitió estaba a diez minutos de mi casa. Conocía aquella zona de cabo a rabo. Fue imposible perderme. Sabía donde tenia que ir y los horarios. A mitad de camino me pare dos minutos. Quería tranquilizarme, tomar aire, mirar un rato al cielo para autoconvencerme de que todo iba a salir bien, que no pasaría nada malo, que llegaría allí, los niños serán tranquilos y obedientes. En el fondo sabía que no era así, que me iba a costar, que perdería la cabeza y la paciencia en menos de un mes y me largaría. La razón de tal incertidumbre era clara: en mi primer día me tocaba con los grandes de primaría. No sabía como tratar con ellos y hoy en día quedan pocos que sean benignos.Volví a levantarme. No quería llegar tarde. Mi horario eran los martes, miércoles y jueves. Hoy era martes. Por si te lo estas preguntando mi aspecto no era gran cosa. Rubio, rizado, unos ojos verdes, oscuros, mi estatura era mas alta que mi padre y mi madre, e incluso mi hermano mayor, pero no mas que mis compañeros de secundaria.Estaba ya en la entrada del colegio. Si tuviese que describir el colegio con una palabra seria “pequeño”. No la había visto por dentro pero en mi mas tierna infancia veía el patio de esa escuela desde mi patio y la diferencia entre la puerta del patio y la puerta de la escuela era escasa. Eran las nueve y cuarto de la mañana tal y como me dijeron que lo hiciese.Llame al timbre de aquella puerta y pocos segundos mas tardes un pitido, bastante grave a decir verdad, indicó que la puerta estaba abierta. Entré. Era una sala pequeña en comparación con otras que había visto. La mesa de recepción estaba pegada a las escaleras que llevaban al segundo piso. En la pared de la izquierda estaba el despacho del director y de algunos otros profesores, y en el de la derecha un gran pasillo con muchas aulas.Me acerque a recepción y pregunté por el director. Me dijeron que ahora me atendería. El director salió del despacho y se acerco a mi tranquilamente. Era un hombre mas alto que yo, pelo canoso y con barba, nunca me llegue a fijar en el color de sus ojos.-¿En que puedo ayudarle?-Preguntó el director con una voz grave de sargento militar.-He venido porque Dolores me contrató para hacer prácticas de ayudante de profesor de educación física- expliqué.-¡Oh! Claro ¿David Baza?-volvió a preguntar.-Si.-Un gusto, mi nombre es Adan, soy el director del colegio de primaria de Conserrat- se presentó educada-mente.¿Olvide mencionar que el colegio al que voy se llama Conserrat? Fallo mío, disculpe.-La Dolores debe de estar en el patio con los de sexto. Ella te dirá lo que hacer, si tienes cualquier duda tan solo ven a mi despacho- Dijo con mucha tranquilidad.Dicho esto volvió a su despacho. Por lo poco que sabía de colegios la puerta del patio debía estar en el pasillo. El pasillo tenia las paredes pintadas de dos colores: la parte de abajo azul turquesa y la de arriba blanca como la mismísima nieve. Estaba mínima-mente limpia, eso me agradaba.Llegue a la puerta de el patio y la abrí lentamente, casi con miedo, procurando de que nadie me viera. El efecto fue justo el contrario que lo que quería. Todos me miraban extrañados y la actividad se paró. Eran niños mucho mas bajos que yo y eso me tranquilizó. Soy alguien que no ve diferencias en los seres humanos pero uno debe admitir que le intimida alguien de mas tamaño que el.La Dolores ordenó seguir con la actividad y así lo hicieron, no al unisono pero lo hicieron. Aquella profesora se acerco a mi con una cara de pocos amigos inimaginable. Era mas baja que yo, pelo castaño y ojos oscuros.-Tu debes ser el chico que viene hacer practicas... ¿Marcos?-preguntó.-Si- respondí con gesto dócil.-Un gusto, mi nombre es Dolores- Se presentó- Bien, lo primero que harás sera sacarme material de la habitación aquella.Señalo una habitación en una pared del patio.-Necesito las cuatro colchonetas, un trampolín y unas cuantas pelotas... ¡Ah! Y no te olvides, diez conos. Aquí tienes las llaves- me ordeno.-Esta bien- Asentí.Tal y como dijo ella abrí la puerta de la habitación de material. Era una habitación larga y la acumulación de cosas que había allí hacia que parecería estrecha. Entré para recoger el trampolín. Era un trampolín sencillo, de madera, bastante desgastado. Mientras sacaba el material alguno que otro se me acercaba y me hacía siempre la misma pregunta “¿Como te llamas?” o “¿Quien eres?”. Yo me limitaba a responder “Marc” o “Un ayudante de la Dolores”.En cuanto acabe de repartir los materiales por el patio, donde Dolores me dijo, estuve bastante cerca de ella todo el rato. Observaba a los niños. Era muy extraño. Me recordaban a mi tierna infancia. Tenia la sensación de que iba a aprender un nuevo insulto y todo. Acabe irritado ajena-mente porque ya de por si odio las discusiones estúpidas y de críos.Yo aquel día solo tenia que observar y aprender. En cuanto acabo la clase de Educación física llego mi hora de irme, pero antes, tenia que recoger el material. Cuando lo estaba haciendo un niño de origen asiático se me acerco y me ayudó con las colchonetas.-Me llamo Xang ¿Y tu?-Me preguntó.-David- me presente fingiendo una sonrisa que casi no se notaba.-Esto pesa- Exclamó.-Mucho- Añadí.-¿Quien eres?- Preguntó.-Un ayudante- respondí un pelo mas animado.-Va a venir mas días entonces ¿no?-Preguntó otra vez.Moví la cabeza asintiendo, sonriendo de medio lado. El niño también sonrió entusiasmado y se fue con los demás. Aquel niño era el único que se había interesado por mi de verdad. Los demás parecían preguntarme porque la lógica del universo se lo ordenaba. Puede que fuera algo retorcido pensar que me preguntaban por eso, y lo es, pero yo también viví su época y por aquellos tiempos la recordaba mucho mas que los profesores.Al día siguiente volví, un poco mas cansado que el día anterior, pero volví. Entre en el instituto al despacho del director y pregunte por la aula a la que me tocaba ir (si es que me tocaba ir a alguna, claro). Hoy a primera hora tenia que ir al patio con el frio que hacía. Maldecí al tiempo con todo tipo de insultos y palabras malsonantes en mi mente y fui. Allí estaba la Dolores con los niños de primero de primaria. Todos eran los típicos niños que tenían cara, algunos mas que otros, de no haber roto un plato en su vida. Dolores empezó a explicar la actividad, mientras yo colocaba el material que haríamos servir.A lo lejos vi algo que me dejo totalmente pasmado. Una sonrisa, pero no una sonrisa cualquiera, era una sonrisa de felicidad pura e inocente de aquellas que ya no se ven por ningún lugar. Acompañados de unos ojos enormes y brillantes. Junto a un cabello negro y piel pálida. No me detuve demasiado a mirar. Lo poco que vi fue suficiente para saber que aquella niña era diferente. No era como las demás que sonreían porque eran unos niños. Ella sonreía porque lo necesitaba, le salia, no lo podía evitar. Parecía salir-le involuntariamente. Mis ojos desviaron a una mujer parecida a la Dolores. Esta no era de origen español, eso lo puedo asegurar, o eso o sus padres no son españoles.La primera actividad que hicieron fue dirigir una pelota con los pies. Yo en aquel momento solo tenía ojos para el rostro de la chica aquella. Era impresionante, no era aficionado al fútbol, pero juraría que esa niña lo hacia como un adolescente de segundo de secundaria. Casualmente estuve al lado de la mujer que estaba al lado de esa misteriosa chica.-Hola, mi nombre es Marc- me presenté.-¡Oh! Tu debes de ser el muchacho de practicas, ¿me equivoco?- Tenia una voz muy suave y maternal.-Exacto- asentí- Estos niños son muy activos- exclamé.-Muchísimo. No te lo puedes ni imaginar. Aunque la Dolores sabe mucho mas, yo me encargo de dos chicos de esta clase- explicó gesticulando mucho con las manos.-Vaya ¿Quienes son?-Pregunté curioso.-Pues veras Maria, la del cabello negro con esos ojazos, y el otro pues Javi, no ha asistido- respondió.-¿Y porque se encarga de ella? Es decir, no le veo nada de diferente a los demás chicos- pregunté y mentí.-Tiene un pequeño retraso por así decirlo. Ella debería estar en cuarto de primaria- respondió con un toque de seriedad.-Vaya... no tenía ni idea-confesé.-Al principio es difícil darse cuenta, pero después, miras su estatura, la cara...Observe un poco mas y era cierto. Era bastante mas alta que los otros alumnos. Era increíble. Por un momento me pregunté si ella misma sabia siquiera lo que le pasaba. Mi curiosidad se convirtió en envidia, la envidia en admiración y la admiración en mas curiosidad.Cuando acabo el turno de educación física yo me senté cerca de los cambiadores para que los chicos no fueran al baño de las chicas o a la inversa. Casualmente ella no trajo lo que necesitaba y se sentó al lado miá. La mire de reojo y después directamente. Ella jugaba con sus propios dedos, como si fuesen personitas, infantil-mente. Me pareció increíble la osadía que cometería pero mi curiosidad merecía ser saciada.-Buenos días ¿Cual es tu nombre?- pregunte tranquilo.-¿Eh? ¿Yo?-salió de su ensimismamiento- Me llamo Maria ¿Tu como te llamas? -me pregunto con una voz que reflejaba la inocencia misma.-Mi nombre es Marc- Respondí dibujando una tranquila sonrisa en mi rostro.-¡Así se llama mi tío!- exclamo sorprendida.-¿Ah si?- Pregunte fingiendo algún interés.-¡Si!- se entusiasmo.-... ¿Tu que quieres ser de mayor?-pregunte esta vez con autentica curiosidad.-¿De mayor? Pues... no lo se.-¿No hay nada que te guste? ¿Algún deporte?... ¿Alguna cosa?-insistí.Ella miro al cielo pensativa, con una sonrisa tímida marcada en el rostro, balanceándose de izquierda a derecha lentamente. Moviendo las piernas hacia delante y atrás.-¡Me gusta el fútbol!-respondió motivada.-¿Quieres ser futbolista de mayor? Me parece muy bien -Sonreí mirándola.Obviamente no. No me gustaba el fútbol y me sigue sin gustar. Las razones no cuentan. En aquel momento tuve el impulso de querer hacer a esa niña feliz. Me pregunte si en este colegio tendrían algún equipo, mas no recordaba que tuvieran uno. Ya casi se acababa el rato para cambiarse. Me levante. Ella también. Ella se adelanto a mi y fue a la cola con sus compañeros. Yo sonreía sin saberlo.La siguiente hora. Los de segundo de primaria. Un escalón mas. Sinceramente solo les temía a los de cuarto de primaria hacia delante. Esta vez tuve que entrar en el aula un rato, para presentarme.Me sorprendí... Estos si se les veía la curiosidad por mi. Lo único malo es que a la vez que su curiosidad existía con ella iban las travesuras. La profesora me presentó como Marcos. ¿Que manía tendrían con Marcos? No era ni soy quisquilloso, pero mi nombre no se toca, se lo consentí porque eran mis superiores. ¡Espera! Me estoy desviando del tema.Todos dijeron su nombre uno por uno. “Al fin una profesora que se molesta en presentarme bien a sus alumnos” pensé con una confianza aplastante. Después volvimos al patio para hacer educación física. Saque el material. En el proceso un niño paso tras de mi corriendo a toda velocidad. Mire hacía atrás ya que mi sorpresa fue suma. Era un niño muy bajo para su edad, cara de malo, rubio como yo, ojos azules. Estaba corriendo mucho mas que yo. A mas velocidad. “¿Como era su nombre?”... Me quede pensativo mientras colocaba los conos.Cuando estaba a punto de comenzar la actividad una niña empezó a llorar porque el de al lado le habia pegado. La Dolores regaño al niño y se llevo a la niña y al niño al despacho del director para que resolvieran sus diferencias. Entonces una niña distinta caminó tras ellos con lagrimas en los ojos. Fui hacia aquella chica y me puse delante de ella. Me agache para mirarla a los ojos y le pregunte algo de lo cual jamas me arrepenti.-¿Que te pasa? ¿porque lloras?-pregunte con una voz de hablarle a un estúpido.-Yo no quiero que ella llore...-respondió tartamuda.Ella hecho a llorar y me abrazo...-Venga, no llores ¿Vale? Dentro de nada dejara de llorar. Te prometo en cuanto vuelva ya no estará llorando ¿vale?- Prometí.Ella asintió tristemente y volvió con los demás niños. La Dolores volvió, y la mujer con voz suave y maternal. Me acerque otra vez la mujer cuyo nombre no sabia.-El otro día no te presentaste- proteste con broma.-¿No? Perdona. Mi nombre es Carmen- Se presento.-Un placer Carmen- repetí su nombre para memorizarlo- ¿Acaso también te encargas de algún niño aquí?- Pregunte.-Claro. Me encargo de Marina- Respondió.Marina era la chica que antes me abrazo. Pelo castaño, piel morena, la misma altura que todos.-... Pero a ella la veo exactamente igual que a los demás- añadí.-Tiene abstinencia – respondió seria.-¿Abstinencia?-pregunté.-No... no me sale ahora la palabra... ¡Asperger! Ella tiene un caso extraño de síndrome asperger. Para definirte-lo bien: Le tiene miedo a casi todo lo que pueda hacer un rasguño. Solo para que te imagines. El trimestre pasado estos niños hacían piscina. Yo creía que no me tendría que meter así que no lleve bañador. Tuve que meterme con ella en ropa interior.-Oh... vaya... no me lo esperaba-dije con pena.-Nadie se lo espera. Hasta que le acercas una cuerda para que salte. Ella se hecha al suelo llorando para llorar por miedo a intentarlo y caerse.-¿Se puede progresar con ella?-pregunté curioso.-¡Claro que si! -exclamo- de otra forma estaría en casa muy protegida. El año pasado no se atrevía a tocar una pelota, ahora le da cabezazos y todo. Una vez se dio en la cara, creímos que no iba a salir al patio nunca mas, pero siguió.Fui observándola a ella. Todo aquello era cierto. Lo hacia todo con mucho cuidado, prudente. A veces lloraba y se alejaba si algo había ido demasiado rápido. Me resultaba un sufrimiento ver aquello. La impotencia que sentía por no poder nada para ayudarla era increíble...Pero... no solo observe a la chica, también al chico que corría. El parecía incontrolable, tenía una velocidad poco creíble, una actividad fuera de lo común, una emoción y espirito que hacia maravillas en mi mente.La hora acabo. Aquel chico se me acerco. Y se sentó a mi lado. Yo estaba apoyado en la pared.-Nos llamamos igual- dijo con una sonrisa.-¿Tu también te llamabas Marc?- pregunté retorica-mente.-¡Si!- asintió el- Oye ¿Quieres echar una carrera campo a campo ahora que no esta a la vista la Dolores?-Soy solo el ayudante- respondí.-¡Por favor!-rogó.- Ves a cambiarte-Ordené.El iba cabizbajo a los cambiadores. No sabia si me arrepentiría de lo que haría tras un pesado suspiro.-Anda vamos- le dije y me puse en la portería.Al niño se le puso una sonrisa increíble y no tardo en ponerse a mi lado.-Iremos a la portería y después volveremos ¿Vale?- le propuse firmemente.-1...- empezó el a contar.-2...-me puse en posición, el también.-3...-¡¡YA!!-dijimos al unisono y empezamos a correr.Estábamos igualados, primero el, luego yo. Yo corría todo lo que podía pero hiciese lo que hiciese el estaba al lado. Llegamos a la portería y giramos rápidamente. El derrapó un poco mas y eso me hizo tomar ventaja. Corrí mas, pero el me alcanzo de alguna forma. No solo me alcanzó, me adelantó y ganó.Ambos acabamos con la respiración agitada. Yo le dije que se diera prisa en cambiarse. El emocionado fue... yo sonreí de forma natural.Aquellos fueron los acontecimientos importantes de aquella semana... la primera semana en aquel colegio...
Bazaga
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