Re: [Resuelto]'Una Lección De Vida' ( Joe & Tu ) Segunda Temporada -Capítulo Nueve- ¡HE VUELTO!

por **MenitaJonas** Vie 16 Dic 2011, 7:39 am

Capítulo 18

Apenas se sonrió, y no hacía falta que dijera mucho más. Su expresión era clara, ojos fijos en los de Joe, sonrisa amplia, un destello de felicidad en sus pupilas. Sus mejillas se teñían de un suave color escarlata y Joe aprovecho la única oportunidad que quizás tendía de acercarse a ella.

Ahora o nunca. Y si no lo hacía se arrepentiría por el resto de sus días. Esa mujer tenía algo que lo embrujaba, con su humor huraño, su voz fuerte, sus ojos tiernos y esa boca deliciosa que se moría por degustar…

—¿Joe?
—¿mhm?
—Tengo miedo…

Joe ahueco sus manos en torno a su rostro caliente.

—Deja que sea yo quiero esfume esos miedos, cariño.
—¡¿Cariño?!

Ambos voltearon asustado, temiendo haber sido descubiertos. Vinny, Macy y Dean los miraban absortos. Las manos de Joe de pronto se separaron del rostro de ______ (Tu) y al instante tomo distancia de su cuerpo. Giro y se encargo de la comida, extrañando la cercanía del aliento de aquella mujer electrizante. Hacerse el idiota no le serviría, estaba frente a tres genios que parecían leer su mente cada vez que mentía.

—¿Y… qué hacían? —inquirió Dean—. Los hemos dejado hace horas aquí encargándose de la comida y cuando regresamos ¿qué encontramos? Dos adolescentes enamorados.

¡enamorados!, pensó Joe. Nada describía mejor sus sentimientos que esa palabra pero ¿Podría enamorarla?

—Podría jurar que estos dos iban a besarse. —Vinny soltó una risita.

—Pues claro. Iba a besarla en la mejilla para que sus ánimos subieran. ¿Qué pensaban, par de metiches?

Macy se encogió de hombros, hizo conexión con la mirada de su madre y le sonrió.

—Bueno, bueno, a lavarse las manos y a sentarse porque ya vamos a comer.

Los tres pequeños intercambiaron miradas indescriptibles y dejaron la cocina para cumplir con la orden de ______ (Tu)

¿Y ahora como volvería a mirarlo a los ojos? Las piernas en cualquier momento le fallarían y quedaría a la vista todo lo que Joe provocaba en ella…

¡Oh, demonios, él le gustaba mucho!

En un primer instante solo se escuchaba el sonido de la cubertería golpeando en el fondo del plato. Nadie era lo suficientemente valiente como para decir algo inteligente.

—¡Esto es genial! —proclamo Vinny.
—¿Qué crees, _____ (Tu)? Te dije que los guisados de mi papá eran los mejores.

Orgulloso por su actuación, Dean bebió de su vaso.

—Me alegra haber aceptado la invitación.
—Es como un sueño. —pronunció Macy.
—¿Cómo un sueño, nena?
—Sí, mamá, míranos, somos como una gran familia feliz donde todos se aman.

Las mejillas de la mujer ardieron, Joe solo se atraganto.

—¡Bingo!
—Supongo que seríamos una buena familia ¿eh, Vinny? —le sonrió Joe.
—Por supuesto, papá Joe. —carcajeo el pequeño.
—Yo pido un brindis. —dijo Dean. Se irguió en la silla con el vaso en la mano—. ¡Por nuestra familia!
—¡Por mis nuevos hermanos! —imitó Macy.
—Por la nueva mujer en mi vida. —confeso Joe.

Los ojos de ______ (Tu) se abrieron desmesuradamente. No podía estar pasándole tal cosa, era la confesión de amor más linda que le habían hecho en la vida. Claro que no fue que tuviera tantas de todas maneras. Vio a Vinny alzarse sobre la silla con una sonrisa triunfal.

—¡¡Que viva el amor, demonios!!
—¡¡Vinny!! —reclamo Dean frunciendo el ceño.
—¿Pero qué te pasa, amigo?

Vinny se encogió de hombros.

—¡Arruinas el momento, tonto!

Y Macy soltó una risa muy diferente a las habituales. No había timidez alguna en sus carcajadas. Era feliz en toda la magnitud de la palabra.

por **MenitaJonas** Vie 16 Dic 2011, 7:44 am

Capítulo 19

Sus mejillas todavía ardían, que difícil resulto salir de aquella situación sin mostrarse afectada. _______ (Tu) ahora endulzaba su pocillo de café oscuro mientras observaba la espalda de Joe dedicándose de lleno a la limpieza de platos.

Ella había insistido en ayudarlo pero él se negó así que prefirió no insistir. Además estar tan cerca de Joe era peligroso, lo había comprobado minutos antes de que los niños entraran en la cocina salvándola de cometer un error.

Pero ¿Y si no lo era? ¿Y si resultaba ser la mejor decisión que tomo después de tener a Macy sola? ¿Y si no funcionaba? ¿Y si la lastimaba? ¿Y a Macy? ¿Qué hacer? No había forma de negar que la atraía y a simple vista parecía responsable y buena persona, de no ser así no tendría el hijo que tenía. Estaba casi domesticado y era guapo. Olía bien y tenía sentido del humor, sin destacar que cocinaba como los dioses…

—Y bien. ¿Qué hacemos ahora?

Tuvo que parpadear varias veces para aclarar sus ideas.

—¿Qué haces esta noche? —se animó a preguntar.

—No lo sé todavía. ¿Por qué?

—¿Qué dices si te invito a cenar?

Sus gruesas cejas se fruncieron formando una sola. Al parecer su idea no le gustó, seguro se arrepintió, pensó ______ (Tu).

—¿Estás invitándome a salir, ______ (Tu)?

—Bueno, yo…

—Está bien, acepto tu invitación pero yo elijó donde vamos y seré yo quien pague ¿si?

—¿Yo invito y tu pagas? —ella se carcajeo. No podía creer lo increíble que era él—. Está bien, yo invito y tú pagas.

* * * * *

Del otro lado del pasillo, apenas asomando las orejas, Dean, Vinny y Macy contenían un grito de victoria. Una primera cita sonaba prometedor al principio del plan, un enorme avance. Sin dudarlo se internaron en el mundo de colores de Dean y cerraron la puerta tras ellos.

Macy merodeaba por el cuarto. ¿Qué sentir? Pues miedo, se dijo. Era tan raro desear algo por tanto tiempo y de pronto, sin saber cómo, pareciera que estuviera a punto de conseguirlo. ¿Dónde habían estado Joe y Dean toda su corta vida? ¿Por qué recién ahora? No dudaba de Joe, ni de Dean, menos de su madre pero ella aun así tenía miedo. Siempre algo podía salir mal, siempre algo minúsculo podría cambiar el buen rumbo de las cosas.

Vinny debió notar lo taciturna que estaba porque sintió el peso de su mano regordeta en su hombro tratando de llamar su atención.

—¿Todo okay? El plan salió de lujo ¿eh?
—Pero nosotros no podremos ir. —meditó Dean—. Supongo que tendremos que esperar hasta mañana cuando nuestros padres nos lo cuenten todo.
—¿Y si algo sale mal?
—No lo sabremos hasta que no pase, de momento tendremos que esperar. Todo estará bien, Maces, no seas tan gallina.

El sonido del picaporte bajando, y la presencia de ______ (Tu) en la habitación los tomo desprevenidos. Ella anuncio de repente que debían irse y Macy la obedeció. Tomando su mano y mirando a los muchachos por última vez, se alejo. Dean desde la puerta le envió un mensaje con señas y un movimiento preciso de sus labios ‘Te llamaremos esta noche’. Y eso fue todo lo que supo hasta que el teléfono sonó alrededor de las ocho de la noche. Estuvo esperando la mayor parte del día a que su madre le contara sobre la cita y se impaciento de sobre manera cuando el teléfono sonó dos veces. Corrió a atenderlo.

—Macy de este lado. —musitó.
—Bien, Dean desde aquí. —hubo un silencio—. Vinny esta distrayendo a mi abuela así que podemos hablar tranquilos. Mi papá acaba de salir en el viejo auto del mi tío Nick. Un Mustang negro alucinante.
—Suenas como Vinny. —se sonrió la pequeña.
—¿Deaaaaaaaan? —escucho gritar a lo lejos—. ¿Qué estás haciendo con ese teléfono, hijo? No es un juguete, cielo.
—Lo lamento abuela, solo le marcaba a la mamá de Vinny porque prometimos llamarla cuando estuviéramos aquí pero no hay problema, supongo que podemos hacerlo después ¿eh?

Y la comunicación se perdió. Al menos tenía información, Joe iría en un automóvil viejo, color negro, fue lo único que entendió porque no comprendía que era un Mustang. Macy no supo qué hacer, de pronto su madre estaba a un lado esperando por una respuesta a su pregunta.

—Pues era equivocado de nuevo, mamá.
—Bueno, no importa. Vamos a la cama, nena, es tarde.

Donde menos quería estar era en la cama pero debía obedecer. Si hubiera tenido un deseo habría sido ser una mosca para poder espiar en la cita. ¡Qué nervios tenía! Su futura familia dependía de esa cita, Dios quisiera que todo saliera bien esa noche. Solo él conocía los enormes deseos de Macy de poder contar con una mamá, un papá y encima de todo un hermano increíble y un amigo divertidísimo. Sintió como cosquillas en los ojos, eran ganas de llorar, tenía miedo de perder todo eso que ni siquiera era suyo.

______ (tu) la arropo y se sentó a su lado para darle un beso en la frente y acomodar su flequillo. Le sonrió mientras se perdía en ese par de ojos azules. Era única, hermosa, incomparable, su magnífica Macy.

—¿Mamá?

—¿Mhm?
—¿Rezas conmigo?
—No hay porque tener miedo, nena, ya viene tu abuela y para cuando despiertes estaré aquí. Puedes ver la tele hasta las nueve treinta ¿Qué te parece?
—No tengo miedo por la oscuridad, tengo miedo por esta noche. Si no sale bien entre Joe y tu, yo no tendré una familia, mamá. Él te hace feliz y también a mí y me encanta verte feliz.

Algo se le atoro en el pecho. Quizás era la culpa por haber elegido mal al padre de su hija. Quizás el saber el dolor que le causaba a su pequeña privándola de un amor paterno. ¡Pero demonios! Cuan difícil era explicarle cómo funcionaban las cosas entre los adultos. Habría querido que entendiera pero ella era apenas una criatura inocente, ajena a los problemas del mundo adulto.

—Existen muchos tipos de padres, nena. Solo basta con que tú lo quieras con todo tu corazón y él también a ti para que te adopte en su alma y entonces es lo mismo.
—Pero yo quiero un papá de verdad, uno que viva conmigo y que pueda arroparme junto a ti, que me lleve a la escuela por las mañanas y me empuje en el columpio los sábados por la tarde. Un papá que ame a una mamá y que todos cenemos juntos por las noches, uno que juegue conmigo, mire la televisión y nos haga felices, mami. ¿No podemos adoptarlos?
—Oh, cielo…
—No quiero ser caprichosa ni egoísta…
—Por favor, Macy, calla por favor…

No iba a soportar seguir escuchando los gritos de su hija que clamaba por algo de amor. De pronto se odiaba inmensamente al saber el terrible daño que le causó. Maldito sea Oliver por haberlas abandona y perderse la aventura de su vida cada vez que la miraba a esos tremendos ojos azules que tenían la verdad para todo. La volvían al mundo real y cuando era necesario la hacían soñar lo justo para motivarla a seguir, a mejorar. Solo ella, la criatura más especial en la tierra tenía el poder de ablandarle el alma, el poder de hacer que _____ (Tu) quisiera mejorar día con día.

El timbre sonó.

—Yo debo irme ahora, pero mañana hablaremos de esto, mi amor.
—Okay, mamá.
—Oh, linda, perdóname, por favor. —sollozo peinando sus cabellos dorados una vez más. Salió rápidamente antes de que la pequeña la viera desplomarse ante ella.

¿Podría darle una oportunidad a Joe, darse una a ella misma? ¿Podría ser feliz, confiaría?

por **MenitaJonas** Vie 16 Dic 2011, 7:47 am

Capítulo 20

Era raro estar en el asiento de copiloto en un automóvil que Joe conducía, tan bien vestida y arreglada. Era perturbador saber que se había esmerado en lucir bonita. Si, el tipo le gustaba pero el recuerdo de Oliver tratándola como una basura gorda y tonta no era fácil de borrar. Se sentía insegura. Después de convertirse en mamá dudo de que algún otro hombre pudiera verla con ojos de amor… hasta que apareció él.

—He estado pensando en decir algo desde que subiste pero no quiero que te molestes conmigo.

Oh, genial, pensó. Quizás solo sea una cita de lastima, o para matar el tiempo.

—No te preocupes. ¿Qué pasa?
—Es que luces increíblemente hermosa, ______ (Tu).

La miro por un instante y le regalo una sonrisa, para luego volver la vista a la calle. Tuvo que luchar contra sus impulsos de morderse el labio inferior y sonrojarse. No iba a comportarse como una adolescente inexperta.

—Gracias, me esmere un poco. Y tú, dios, resultaste ser guapo detrás de los delantales que encontraba cada que volvía a casa. —rió para disimular sus nervios.
—Oh, gracias por el cumplido a mis delantales.

Y ahí estaban de nuevo hablando de trabajo o cosas que en realidad no les competían demasiado.

—Gracias por aceptar, sabes, desde que murió Oliver me he sentido mal. Bueno es el hecho de que esa mujer me odia cuando debería ser al revés, ella se quedo con todo lo que yo quería, una familia. Lamento que sea tu amiga y tengas que escucharme decir todas estas cosas sobre ella pero es que…
—En realidad, y siéndote sincero, ella no es mi amiga. Fue mi pareja.

_____ (Tu) esperaba cualquier respuesta, menos esa. Lo miro con detalle mientras estacionaba el auto, no dijeron más hasta que entraron, encontraron una mesa alejada que les proporcionaría intimidad para seguir con el tema y ordenaron. Solo cuando el camarero se retiro ella siguió preguntando.

—¿Ella es…?
—¿La madre de Dean? —Joe sonrió con pesar—. Si, ella es la madre de Dean.
—¡Dios mío!
—Lo sé…yo quisiera pedirte que guardes esto como un secreto hasta que yo crea que es momento de decírselo a Dean y que ellos se conozcan.
—¿Vas a presentarlos? ¡Pero, Joe, ella los abandono!
—Pero es la madre de mi hijo, _____ (Tu).Si por mi fuera, yo preferiría que jamás se cruzaran, no quiero personas tan tóxicas como ella en su vida, pero yo se que aunque el niño no lo diga, siente ese vacío. Es su madre a pesar de todo, además él, tanto como Macy, tiene medios hermanos que también tiene derecho a conocer. Son sangre de su sangre.

Por años _______ (Tu) pensó en eso, noche tras noche se atormentaba sabiendo que había perdido un día más para contarle sobre los hijos de Oliver, que eran sus medios hermanos. Los mellizos, Dilan y Tom eran un año menor que ella, incluso recordaba las noches que lloro cuando los pequeños nacieron días después de que Macy cumpliera su primer año de vida. El bastardo de Oliver apenas si había esperado meses para meterse a la cama con otra mientras que ella ¡ella durmió sola desde que la abandono! Y luego estaba la pequeña Emma que vio una única vez a lo lejos en brazos de Oliver en un supermercado. La niña con suerte tendría diez meses.

—Quiero verla, hablar con ella, cuestionarle porque abandono a su hijo y luego no regreso por él.
—Siempre quise preguntarle lo mismo a Oliver.

Ninguno dijo más, sabían que eso resultaba imposible.

—Yo creí que se pondría feliz cuando le contara sobre mi embarazo aunque no haya sido deseado, porque él juraba que me amaba pero supongo que no quería hijos por el momento.
—Por años le rogue a Jazmín formar una familia, incluso casarnos. Y siempre se negó, en un descuido de ella dios me cumplió ese deseo pero al momento en que salí con mi hijo en brazos del sanatorio, vi a mi lado y estaba solo. Ella decidió irse.

______ (Tu) quiso llorar. En años siempre se sintió distinta, tildada y al fin encontraba alguien que comprendiera cuán difícil resultaba criar y mantener a un hijo sola. No se arrepentía de Macy en su vida, sino del momento, de Oliver, de su estúpido e iluso amor. ¿Cómo iba a arrepentirse de ese ángel? Si ella resulto ser su salvación.

Joe pareció notar la emoción en sus ojos, quizás el dolor. Le tendió la mano y cubrió la suya. Se sentía tan bien, tan segura y él no había dicho ni una palabra. Todo estaba en sus ojos.

—Muy bien, ahí viene la comida. Estoy hambriento como un oso.

El mesero dispuso los platos y se retiro.

—No estés triste. Ahora nos tenemos el uno al otro.

¡Oh, por todos los cielos! Ella debería estar loca si no le daba una oportunidad a ese hombre. ¿Qué podría ocurrir? Era fuerte y soportaría de pie un abandono más si algo se arruinaba.

* * *

La velada, aunque comenzó triste, resulto ser de las más increíbles para _____ (Tu) por no decir significativa. Y rogaba que fuera lo mismo para aquel hombre que la mirada con una sonrisa amplia en sus labios. Y esos labios, labios que quería besar pero que no estaba segura de cómo le responderían. Él era cálido, con sentido del humor, y humano por sobre todas las cosas, además estaba en la misma sintonía que ella, tenía un hijo y hacía un gran trabajo criándolo, se esmeraba mucho y no era ningún imbécil insensible.

Con el brillo de la luna golpeando en sus firmes facciones, creyó que empezaba a enamorarse, se asusto, quiso salir corriendo. El amor que la desequilibraba siempre la atemorizaba, porque odiaba el hecho de no poder manipular sus emociones. Y Joe lograba todo aquello.

—La he pasado muy bien. —declaro Joe.
—Yo también, han sido educado y muy gracioso.
—Gracias, son dos de mis mayores talentos.
—Oh, claro, lo que tu digas. —se carcajeo agachando la cabeza. Y ahí estaba él, cuando se irguió, tan cerca de su rostro, casi con la promesa de darle ese beso con el que fantaseo secretamente instantes previos—. Joe yo…
—Yo quisiera bésate. —se aventuro él inseguro.

Muy bien, ______ (Tu) se dijo, si lo besas y no sientes nada, jamás volverás a salir con este sujeto… pero si por el contrario él puede hacerte sentir algo por más mínimo que sea, entonces estarás en problemas. No podía evitar ser tan analítica, pero si había algo que no iba con ella era la mentira.

—Yo… yo quisiera que me besaras.

Supuso que sería apasionado, feroz, fugaz, como un amante, pero se equivocó. Él ahueco su rostro con sus manos y le sonrió, se acerco más y delineo la longitud de sus cejas con los dedos pulgares de sus manos. Lentamente, torturándola, bajo la cabeza y unió sus labios con los de ______ (Tu). Y lo supo con certeza una vez que se separaron: tenía serios problemas con aquel hombre encantador, estaba robándole el corazón.

por **MenitaJonas** Vie 16 Dic 2011, 7:53 am

Capítulo 21

Apenas escucho el suave canto de los pájaros afuera, Dean se giro sobre el colchón. A su lado una mano suave y pequeña lo reconfortaba. Esta vez abrió los ojos y se encontró con los de su abuela. ¡Lo recordaba todo! Ya era de día, la cita debería de haber terminado y con suerte su padre habría llegado a la casa.

—Buenos días, cielo.
—¿Dónde está mi papá ¿Qué hora es, abuela?

La mujer frunció el ceño. Pero si aquel niño no sonaba como su nieto, el orgullo de toda la familia.

—He dicho buenos días, Dean.
—Emm, si, lo siento. Buenos días, abuela. ¿Ha vuelto mi papá? ¿Qué hora es?

Claro que era Dean, el mismo niño perseverante que conocía.

—No ha vuelvo aun, son las once y cuarto pero llamo para decir que tenía un almuerzo…
—¡Y yo debo ir con él! Abuela, él no puede dejarme, llámalo, llámalo, dile que tiene que llevarme.
—Pero hijo, quizás sea importante y solo pueden ir los padres, sin niños.
—¡Si, si, abuela, es importante, pero también deben ir los hijos!

Oh, claro que su padre no iba a dejarlo fuera de eso. Su padre no podía tener un almuerzo con otra persona que no fuera ______ (Tu), y de eso estaba casi seguro. Salto de la cama y corrió hacía el corredor en busca del teléfono. Intentaba recordar el número de la casa de Macy pero no podía hacerlo. Cuando un artista esta somnoliento, todo le resulta dificultoso, incluso para él que era ‘perpicas’.

Cinco, nueve, ocho… ¿Qué seguía? Sacudió la cabeza para aclarar sus ideas. No lo recordaba. Colgó el teléfono de nuevo por si acaso él decidía volver a llamar, lo miro fijamente por unos instantes que le parecieron una eternidad cuando el sonido de la puerta golpeándose al cerrar lo despertó.

—¡Mamá! —escucho gritar. Era su padre.

Volvió a realizar una carrera hasta la sala, y ahí estaba, con las llaves en la mano. Joe le sonrió apenas lo vio aparecer y le tendió ambos brazos para recibirlo.

—¡Oh, papá, por favor, jamás pienses en abandonarme de nuevo! —casi sollozo.

Joe gesticulizo ceñudo y miro a su madre. Ella tampoco sabía que le sucedía. ¿De dónde entonces un pequeño como Dean sacaría esa idea tan tonta? Antes muerto que abandonarlo, pensó.

—Como se te ocurre, pequeño bribón, que voy a abandonarte.
—Tú tenías un almuerzo y no ibas a llevarme. Y sabes muy bien que tenías que contarme como te fue anoche.

Joe sonrió ante la preocupación sin razones del niño que tan solo era por su bien.

—Pues a eso eh venido. A contártelo, camarada.
—Lo lamento, papá, es que tuve miedo ¿sabes?
—¿Miedo? Pensé que habías dormido con la luz encendida.
—No de la oscuridad, eh superado eso hace tiempo.

Intentó no sonreír con más énfasis. Escuchar a su pequeño decir su pequeño que había superado su fobia a la oscuridad, era divertido.

—¿Entonces…?
—Tenía miedo de que pudieras irte con _____ (Tu) y Macy y empezar una nueva familia sin mí.

La sonrisa de Joe se esfumó. Por el rabillo del ojo intento buscar ayuda en su madre. Siempre el pasado volvía para atormentarlo, siempre acechándolo.

* * *

Apenas el pequeño corrió a meterse bajo la ducha, Denise le ofreció una taza de café a su hijo y se sentó a su lado, después de todo no lo había llevado nueve meses en el vientre al divino botón, sabía que algo le pasaba a su muchacho pero como lo conocía bien sabía que él no diría nada si ella se lo preguntaba. Le daría el tiempo que necesitase para que estuviera listo y hablara.

—¿Tú estás bien, mamá?
—De mil maravillas ¿pero y tu, hijo?
—He tenido una buena noche pero hay algo que sucedió y que quiero… bueno, necesito hablarlo con alguien…
—Pues estoy aquí y tengo el tiempo que necesites, mi cielo.
—Bien…

¿Por donde debía empezar? ¿El hecho de que Dean tenía medios hermanos que a su vez eran medios hermanos de Macy? ¿O que había vuelto a cruzarse con Jazmín, la mujer de sus sueños transformados en pesadillas? ¿Cómo iba a decirle a su madre que a pesar de todos los errores de aquella mujer que amo tontamente, su hijo merecía conocerla?

—¿Y bien?
—Bueno, es que he visto a Jazmín.

Ella no respondió.

—He hablado con ella también.
—Me sorprende que personas que no tengan corazón puedan expresarse. —musitó.
—Ella enviudó recientemente, y tiene más hijos.

Entonces ahí estaba la mirada llena de ira de su madre, que rodeaba con fuerza la taza caliente que emanaba un humo espeso que perfumaba la cocina. Joseph sabía lo que ella iba a decirle, pero su mirada ya lo explicaba todo.

—Ese individuo no se acercará a mi pequeño, Joseph.
—Yo sé, mamá, lo sé, no se lo merece. Pero ella no quiere verlo.
—Ah, bueno, en ese caso…
—Soy yo quien quiere que Dean la conozca. —la interrumpió.
—¡¿Te has vuelto loco?! —vociferó—. ¡Ella trajo al mundo a esa criatura y la abandonó, te abandonó! Esa bestia no se merece entrar en la vida de este ángel.

Joe entendía aquello, su madre tenía razón. ¡pero demonios, fuese lo que fuese Jazmín, él no quería que el día de mañana su hijo lo odiara por negarle la existencia de su madre! Sabía también que no era seguro que ella lo acogiera como al resto de los pequeños que engendro con Oliver, pero el intento no podía empeorar las cosas. Quizás ella podría haber cambiado.

—Dime algo, maldito. ¿Crees que ella se interesa en Dean? ¡Ella no lo hace, Joe! De haber sido así lo habría buscado, sabe dónde encontrarte, sabe que no le guardas rencor. Entiéndelo de una buena vez ¡Su-madre-no-lo-quiere!
—Por todos los santos, mujer. —exclamó Paul—. ¿Qué está pasando aquí?

Ella se puso de pie con prisa y dejo la taza en la mesa. Se volvió para sonreírle a Paul y al niño en las escaleras y luego una rápida mirada severa a su hijo. Luego se fue.

Joe entendía los miedos de su madre, porque eran los mismos que los suyos pero algo le decía que era lo correcto. Fuese o no lo mejor para el pequeño, él estaría con Dean de todas formas para reconfortarlo si una vez más era rechazado por el único ser que debía amarlo inmensamente, y que no lo hacía: su madre.

por **MenitaJonas** Vie 16 Dic 2011, 7:58 am

Y uno de yapa porque son las mejores lectoras :)

por **MenitaJonas** Vie 16 Dic 2011, 7:59 am

Capítulo 22

Las últimas palabras que la abuela Denise había soltado, quedaron merodeando en su cabeza. Todos eran grandes actores y buenos mentirosos a la hora de disfrazar sus problemas frente a Dean, pero él lo notaba. No era un tonto y aunque le molestara que lo trataran como tal, no podía decir nada. Siempre calló sus dudas sobre porque ‘esa madre’ de la que siempre su papá y sus abuelos cuchicheaban no lo había querido.

De vez en cuando lo había comentado con Vinny pero claro que no obtuvo respuestas, ni mucho menos. Solo más dudas y después de un tiempo de que aquellas ideas rondaran en su mente, él elaboró sus propias razones. Siempre veía a las otras madres de sus amigos en la puerta de salida mientras que su papá era el único entre ese mar de mujeres con ojos brillantes. No se lamentaba no tener una mamá como esas, ya tenía un papá que estaba seguro que ninguno de sus compañeros tenía en casa. Y jamás tendrían.

Está bien, pensó, no era muy listo con los números y siempre dejaba los calcetines sucios en el baño además de que olvidaba por completo cerrar el tubo de la pasta de sientes por las mañanas después de cepillarse pero podía atarse los cordones solo cuando ninguno de sus amigos podía en el jardín. Era un excelente artista aunque no lo aceptara frente al público porque le encantaba que lo halagaran por largo rato, podía también cruzar las calles solo y jamás había tenido un accidente. No era muy listo en algunas cosas, pero su maestro de deportes había proclamado ante la clase que era ‘perpicas’. Él no podía estar mintiendo. No. No.

Entonces él pensó que no necesitaba una mamá teniendo a un padre como el suyo, era divertido, cocinaba bien, siempre le compraba lápices de colores, está bien, no podía darle todos los juguetes que los demás papás le daban a sus hijos, pero le daba algo mucho más importante que una vez el abuelo Paul dijo: amor. El amor era importante para un niño. Sin recalcar el hecho de que muchos de los padres de sus amigos no asistían a las reuniones o a las presentaciones escalares, en cambio su papá iba orgulloso vistiendo su mejor camisa y con la cámara colgando de su cuello, se sentaba en primera fila y lo saludaba con ansias desde las butacas. Y luego de eso, comentaba en la mesa de los domingos, frente a toda su familia, lo grandioso que Dean era. A veces la abuela Denise y el abuelo Paul también asistían y presumían con los demás abuelos a su gran nieto. Y a él le gustaba. Se sentía querido, importante para los demás.

Su familia era grandiosa, él no necesitaba una mamá. Tenía un padre asombroso, dos abuelos divertidos que lo dejaban saltar en su cama enorme y un mejor amigo a todo dar. Dean era feliz, pensó, y todo eso sin una mamá. Además estaban sus primos que aunque podían ser molestos y a veces discutían con él por puro placer, los quería con todos su corazón. Dean no sabía mucho sobre madres pero si todas eran como las de sus primos pues bueno, quizás él también querría tener una. Danielle y Melanie eran geniales con él, lo que provocaba las peleas entre él, Jordan y Lucie que por ser la única niña en la familia pensaba que Dean debía rendirle honores como todos los demás. Pues no, ella era molesta, chillona, presumida y siempre le robaba los lápices por las noches solo para molestarlo. Jordan era el mayor y solo por eso se creía lo máximo y justo en esos momentos llegaba su tío Kevin a ponerlo en su lugar. Pero la mayor parte del tiempo él era divertido, no tanto así su tío Nicholas. Él era… bueno, él era distinto, y Dean no lo veía tanto por lo que cada vez que se cruzaban siempre le sonreía tímidamente por temor. No era malo, por el contrario, pero Dean no sabía cómo acercase a él con su semblante serio, su corte de pelo estructurado y su ropa siempre prolija… Sin embargo tenía un recuerdo maravilloso de su tío Nick: el día que ese sujeto le sonrió, miro a Joe, volvió a mirar a Dean y le dijo ‘Maldita sea, tengo un sobrino que destila talento. Esta pintura es maravillosa. ¿Crees que podrías vendérmela? Pagare lo que sea por ella.’

Su primer dibujo vendido fue para su tío Nicholas. Jamás lo hubiera pensado, y jamás olvidaría el orgullo y la satisfacción que sintió cuando el pecho se le llenaba de aire y la panza de mariposas al momento de guardar los diez dólares en el bolsillo de sus pantalones.

—Estas muy callado. —le dijo Joe.
—Ah, es que tengo sueño.
—Le dije a tu abuela que no te dejara comer esa porquería empaquetada que mi padre compra en el supermercado ¿cómo se llama?
—¡Las papitas con queso con geniales! Ten cuidado con ellas y no las llames ‘porquería empaquetada’.
—Lo lamento, lo lamento. —se carcajeo—. ¿Estás bien, cielo?
—Por supuesto. Solo pensaba…
—¿Una nueva combinación de colores?
—No-oh-oh.
—Mhm. Ya veo. ¿En Mimi?
—No-oh-oh, tampoco.
—Wow, increíble. ¿Entonces?
—En que yo no necesito una mamá como todos los demás niños.

Su pequeño caminaba sobre un terreno peligroso que Joe no estaba seguro si quería transitar… al menos por el momento.

—Creo que el próximo fin de semana podríamos ir a la playa. ¿Qué dices?
—Buen intento de evadirme, pero no funciono. A menos que invites a Macy y su madre.
—Macy y su madre. Genial, voy a decírselos mañana.

El niño arrugo la frente.

—¿No las veremos hoy?
—Si-Ih-ih. —respondió Joe imitándolo.
—¿Y adónde vamos?
—A la casa de alguien que quiero que conozcas.
—¿Alguien importante como Santa Clouse?
—No lo creo.
—Bah, entonces no me interesa.
—No puedes saberlo todavía, es una sorpresa.

Dean no pregunto demasiado. El camino era demasiado largo y suficiente como para seguir meditando sobre el tema de ‘esa madre’. ¿Realmente él tendría una? ¿Cómo luciría ella? Es decir, todos los niños vienen de las cigüeñas, o eso había entendido, por lo que su padre podría haber escrito perfectamente una carta a alguna cigüeña en Paris. Ah, sí tan solo él pudiera volver a Paris, porque sabía que había estado ahí pero no recordaba nada y estaba seguro de que el lugar era hermoso. Tenía vagos recuerdos sobre la ciudad oscura y la noche salpicada con estrellas pequeñitas pero no recordaba mucho más. Ni siquiera la cara de su cigüeña-transporte. Pero si ella lo viera, lo recordaría aunque él no pudiera hacerlo. Las cigüeñas son ‘perpicases’ también.

Vinny se reía ante sus relatos extensos y sus reflexiones filosóficas. Pero Vinny no entendía nada, él aseguraba que los niños venían en naves extraterrestres donde los tenían en tubos de ensayo como los que usaba su padre que en su laboratorio del hospital. De nuevo se convencía de que tenía razón, por ejemplo, su mejor amigo tenía una madre que intentaba meterlo en una burbuja para que nada le sucediera y tenía un padre que los abandonó para formar otra familia, en otro estado, con una casa más grande, un perro y más hijos. Vinny había llorado por meses cuando su padre se marcho pero pronto lo supero. Él estaba seguro de que no necesitaba una madre que lo sobreprotegiera, tenía todo lo que quería con su padre. Y lo mejor de todo era que no tenía que compartirlo con hermanos llorones y molestos que venían en navidad a robarle toda la atención como pasaba con Vinny. Salvo que sean Macy o Vinny, con ellos podía compartirlo todo excepto la caja de lápices que ni siquiera su padre podía tocar.

Dean sonrió, lo tenía todo, todo lo que quería. Y pronto una familia como la del resto, y al demonio con ‘esa madre’ que quien sabe porque no lo quería. Él no la necesitaba.

por **andreita** Vie 16 Dic 2011, 12:17 pm

omj que te pedo decir: ESCRIBES MARAVILLOSO
AME LOS CAPS

por **andreita** Vie 16 Dic 2011, 12:17 pm

ES UNA DE LAS NOVE MAS MARAVILLOSAS QUE HE LEIDO

por **andreita** Vie 16 Dic 2011, 12:17 pm

EL MARATON ESTUVO GENIAL

por **andreita** Vie 16 Dic 2011, 12:17 pm

AMO ESTA NOVE :9

por **Suzzey** Vie 16 Dic 2011, 12:35 pm

Va a conocer a su mama ojala la desprecie como ella hizo con el jajaja mala
Soy
Gracias por la mega súper y hermoso maratón pero me quede intrigada quiero saber q pasa
Con la mami de deán ya quiero ver a joe y a ______ juntos falta mucho?
En fin siguela porfa

por **Suzzey** Vie 16 Dic 2011, 12:36 pm

andreita escribió:ES UNA DE LAS NOVE MAS MARAVILLOSAS QUE HE LEIDO

Muy cierto

por **Ciin :)** Sáb 17 Dic 2011, 1:49 pm

siiiguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

por **andreita** Dom 18 Dic 2011, 11:13 am

porfa queior mas

por **ForJoeJonas** Lun 19 Dic 2011, 6:42 pm

CAPII!!!!!!

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