Back To December.

Árboles y mas árboles. Eso era lo que realmente veía. No me había hecho ninguna gracia viajar desde mi queridísima Irlanda, hasta este pueblo medio vacío. Ni a mí ni a mi madre, fanática del cristianismo, que ya había oído sobre las antiguas leyendas de este lugar, Salem. A mí eso era lo único que no me molestaba, al contrario, me intrigaba demasiado, y a veces, me horripilaba pensar que por donde estoy pisando han asesinado a miles de mujeres inocentes. Pero, lo mas horripilante de todo, era pensar en que iba a ser el nuevo del instituto. Odiaba sentirme sólo, sin nadie con quien hablar y que todos me miren como si fuera de otro planeta. ¿Haría amigos? Esa era la pregunta que me rondaba por la cabeza todo ese maldito tiempo. Pero, lo que no sabía era que conseguiría algo mejor que los amigos, pero, como cada cosa, todo tiene un precio.