You Found Me {Segunda parte de "Yellow"} (James y tú)

Nombre: You Found Me
Autor: SonrisasAnónimas
Adaptación: No
Género: Drama y Romance
Advertencias: One Shot, segunda parte de Yellow
Otras Páginas:No

Después de tres años...
James.
Conocer, informar y publicar. En eso consistía mi trabajo. Era aburrido ser el jefe de un periódico, sobretodo porque no podías conocer a más gente a parte de las personas de las que escribía. Que se le iba a hacer, papá me dejó el periódico de herencia, y no tuve otra opción. Después de que algo tan fuerte golpeara mi corazón hace tres años, mi memoria volvió, junto con quién era en verdad. La opinión que tenía de mi mismo era pésima. Un hombre soltero y amargado que buscaba consuelo en la vida de los demás. Exactamente igual que mi padre. Y eso me decían todos: "Eres como tu padre", "Tu padre y tú sois como dos gotas de agua"... A mi sinceramente no me parecían cumplidos, si no una presión que no dejaban de ejercer sobre mí. Echaba de menos cuando estaba en la carretera, conduciendo, sin presiones y libre. También echaba de menos mi melena, claro que según la mano derecha de mi padre: "Ese gato en la cabeza que tu tienes por pelo te de muy mala imagen, cortártelo." Puede que para el sonara a sugerencia, pero era más bien una exigencia. Ahora lo tenía corto, aunque un poco deforme. No me quedaba del todo mal, pero no era mi melena. Y ya ni hablemos de lo que hicieron con mi coche, la misma persona que me "sugirió" que me cortara el pelo también me "sugirió" que comprara otro coche más serio, no un descapotable rojo, que no era lo que la gente esperaba que conduciera un jefe de un periódico.
Ya no era yo, si no un estereotipo. ¿Qué iba a ser si no? ¿Conducir hacia nada para siempre? No hacia nada, no, después de que ella se fuera hice todo lo posible para encontrarla. Viajé y viajé. Busqué, hasta que yo fui encontrado, por uno de los amigos de mi padre, y ahí fue cuando empezó todo esto del periódico y la recuperación de la memoria.

Tú.
Un velo, un traje de boda y un apuesto novio. Me encantaba mi trabajo. Captar la felicidad de los demás en imágenes que más tarde serían enseñadas a los amigos, a los hijos, y hasta nietos. Cada foto que hacía la hacía feliz y con una sonrisa, que de algún modo transmitía a las personas a las que les estaba haciendo la foto. Gracias a mi madre esto era posible. Tras morir mi padre el año pasado, mi madre se dio cuenta de lo corta que era la vida, y que uno debía ser feliz con lo que hacía, porque ahora ¿de qué le valían a mi padre todos esos euros ganados si ya estaba muerto? Mamá dejó el oficio de ser juez y se volcó en completo en su sueño: Tener una compañía para preparas bodas. Yo aproveché la oportunidad y me hice su colaboradora con mis fotos y mis ideas. Ahora éramos madre e hija. Las dos unidas después de tanto tiempo sufriendo.
En mi vida amorosa todo era fantástico, mi madre me presentó a Ángel, una especie de "subsocio", como él se definía. Era tan cariñoso, artístico y amable. Nos enamoramos al instante y al segundo después empezamos a salir. Dentro de dos días hacemos un año. Dice que tiene algo muy especial preparado, me pregunto que será.
También harán tres años desde que...me fui y dejé al posible amor de mi vida solo bajo la noche con una carta y una foto suya. Me sentía mal, no había intentado buscarle, y me olvidé fácilmente de lo que sentía por él. Supongo que por eso cuento los años. Porque lo extraño.
He cambiado tanto físicamente desde que le dejé, ahora soy morena, cosas de la vida. Y éste echo me ha transformado por completo la cara. Antes la tenía más dulce, ahora digamos que soy más adulta. He de admitir que he madurado mucho en tres años, aunque sigo siendo la misma de siempre.

Aw me gusta mucho .. la primer parte fue muy buena, de seguro esta sera igual o mejor!
Sigue pronto :)

Gracias :) yo también espero que esté bien, la verdad es que disfruto mucho escribiendo esta historia.

~2 días para los tres años.~

Tú.
Era por la mañana y estaba en la oficina de mi madre. La miraba esperando que diera algún trabajo, alguna cosa que me pudiera distraer. Me aburría mucho. Golpeaba de manera involuntaria mis piernas mientras silbaba. Mi madre estaba empezando a incomodarse, yo seguí igual. Me echó de vez en cuando unas miradas asesinas mientras miraba el catálogo de vestidos para el nuevo cliente.
-Hija, ¿por qué no sales a tomar algo a la cafetería?-gritó molesta.
-Vale mamá.- respondí a la vez que salía por la puerta.
¡Por fin! Ya podía hacer algo que no fuera mirar. Decidí no ir a la cafetería, lo mejor sería ir a visitar a Ángel. Salí del edificio y empecé a caminar por la ciudad en dirección a su casa, hasta que algo cambió mi rumbo...
James.
No soportaba esto ni un minuto más. ¿Cuántos artículos habré leído ya? Me dolían demasiados los ojos, y el café ya estaba demasiado pasado. Cada segundo que pasaba más ganas tenía de mandarlo todo a la mierda. Y así hice la verdad, tiré todos los artículos por el suelo y salí de aquel infierno de despacho. Fingí estar feliz mientras pasaba por los pasillos hasta la libertad, la calle. Todos, o al menos casi todos me alagaban a la vez que caminaba a su lado junto con la típica pregunta sobre su artículo. Yo les sonreí a todos y al fin salí de allí. ¡Qué a gusto me quedé! Creo que como siga en ese trabajo me voy a quedar calvo del estrés.

Pero por un momento desvanecieron todas mis preocupaciones. Vi, o al menos lo que mi cerebro quiso ver, por un momento a __________(TN). Su sonrisa, su cámara y sus preciosos ojos, los cuales apuntaban a mí con una mezcla de temor y duda. Si era ella estaba realmente muy cambiada. Ahora estaba más...morena. Corrí hacia ella apartando a todo el que se me pusiera por en medio. Ella hizo lo mismo. Después de varios insultos, por fin llegué hasta ella. ¡Dios! ¡Qué feliz estaba! Era ella, no un sueño ni un juego de mi mente. Estaba ahí, delante mía, mirándome asombrada y sin saber qué hacer. Yo sin dudarlo ni un segundo la abracé, queriendo que se quedara allí conmigo para siempre. Pero no pudo ser, así que la dejé de abrazar y la acribillé a preguntas. Las típicas, como: ¿Qué haces aquí? ¿Cómo es tu vida? ¿Por qué estás morena? Al las que ella solo respondió con dos palabras:
-Lo siento.
Cabizbaja, me miraba esperando una respuesta.

Tú.
¡Increíble! ¡Era ÉL! Tantas sensaciones juntas que me revolvían por dentro. Aunque una era la que más me imporaba, la del arrepentimiento. El mientras me disparaba 3 preguntas por segundo. A las que respondí con un "Lo siento". Un mísero lo siento por lo que había echo. Le miré con la cabeza gacha, esperando una respuesta, lo más seguro era que me mandara a paseo, aunque no sé por que me respondió con un:
-Tendrías tus razones para hacerlo.
Intenté explicárselo, pero el me tapó la boca a la vez que me indicaba con la mirada que no le importaban mis razones.
-¿Qué tal si damos un paseo?-me sugirió.
-Vale-contesté aún arrepentida.

James.
¿Un paseo? ¿Tres años sin verla y se me ocurría ir a dar un paseo? Idiota, eso es lo que tendría que estar pensando _________(TN) de mí en esos momentos. Daba igual, tenia que aprovechar ese momento para decirle lo que pensaba decirle aquella noche, no podía esperar más. Aunque primero, quería saber sobre su vida.
-¿Qué tal te va?-se adelantó.
-Pues, nada importante.¿Tú?
-He abierto una compañía de bodas junto con mi madre.
-¿Y lo de ser fotógrafa?
-Eso es lo mejor, hago las fotos de la boda.
Sonreí. Me imaginé a nosotros dos en el altar, que idea más loca.

Tú.
No prestaba mucha atención a lo que decía, estaba fija en él. Como había cambiado ¿y su melena? Aquella que le hacía parecer más joven. Ahora era un adulto en todos los sentidos, claro que en verdad lo era. Llevaba traje, me pregunto en qué trabajará. Se había cortado el pelo, no le quedaba mal, bueno, en él hasta una bolsa de patatas le quedaría bien. Me había ido olvidando de todos los sentimientos por él, pero en aquel abrazo todos volvieron de nuevo, confundiéndome con lo que de verdad sentiría por Ángel, mi novio ahora que en esos momento ni me acordaba que tenía.

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Siento que no me haya salido muy bien, no me encontraba inspirada xD. Espero que la siguiente parte me salga mejor.

Sonreí. Me imaginé a nosotros dos en el altar, que idea más loca
re tierno. AHHHHHH LA ENCONTRO!! pero dios, 3 años?? se demoro alguin ;)

JESUS. lo he amado. igual que el anterior. ya sabes (uno de mis favoritos)
James :inlove: ahhhh mi amor platónico. con o sin melena. Sexy. :D
ya sabes Lena que la tienes que seguir.
yo estaré esperando, as always.
subeeeeeee :P

:love:

James.
Vamos, ese era el momento perfecto para decírselo. Decirle que estuve buscándola, que removí cielo, tierra y mar para encontrarla, solo porque la amaba. Quería decírselo, para por fin estar juntos para siempre.
-Te quería decir algo...-la dije a la vez que me tocaba la nuca.
Entonces llegó un chico, rubio, ojos azules y más joven que yo y le dio un beso. Ese beso que yo llevaba deseando tres jodid*** años, y ahora venía un extraño y me lo robaba.
-Te presento a Ángel-dijo incómoda-mi novio.
-Encantado-éste extendió la mano en forma de saludo, tuve que cogérsela para no quedar mal delante de ____________(TN)
-Yo soy James.-me presenté.
-¿Y de qué os conocéis?-dijo celoso.
Yo aprovechando sus celos miré a ________(TN) y empecé a reír, como si fuera un chiste que solo nosotros encontrábamos la gracia.
-Es largo y complicado de contar.-dije, aún riendo.
-Ah, vale-dijo intentando ocultar lo molesto que estaba-bueno,-miró a _________(TN) ¿nos vamos?
Ella asintió y se despidió de mí dándome dos besos. Hasta su fragancia me enamoraba. Vainilla.
-¡Oye! Dame tu número-la dije.
-No, todos nuestros encuentros tienen que ser como siempre, por casualidad.
Temí por sus palabras, cada "encuentro" era al cabo de años. Espero que el siguiente no sea así por dios.
Tu.
Me fui con Ángel a tomar un helado. Vainilla, mi sabor y olor favorito. Nos sentamos en una mesa de la terraza del bar.
-No se porque, pero me suena su cara.-dijo Ángel pensativo.
Siguió pensando. Yo también fui a lo mio. Quería estar con James y ponerme al día de toda su vida, de seguir haciéndole fotos como siempre, sacarle de quicio, que tanto le gustaba. Miré mi helado y le di un pequeño mordisco. Mientras Ángel seguía pensando.
-¡Ya sé!-gritó.
Se levantó de su silla y fue hasta el bar. Al cabo de unos segundos volvió con un periódico en la mano.
-Mira, es él.
Señaló una foto en el periódico, salía el sonriendo de manera falsa. Bien, ya sabía donde trabajaba para irle a buscar "accidentalmente".
Terminé de tomar algo con mi novio y volví de nuevo al trabajo, donde de nuevo, no había nada que hacer y donde pasé el resto de la mañana pensando en que excusa pondría para ir al trabajo de James accidentalmente.

Por la tarde...

James.
Y lo peor de un día de trabajo era la tarde, la mayoría de las personas se iban a casa a comer, y sólo unos pocos se quedaban por la tarde. Yo era un de esos pocos. Y a cada segundo odiaba más mi trabajo, más de lo que lo odiaba ya. Entonces vi una melena morena, y unos ojos azules que se acercaban a mí. No había duda, era ella.
-¿Qué haces aquí?-la pregunté.
-Quería entregar unas fotos que hice hace tiempo para un artículo-dijo señalando el sobre.
-Genial, pues déjalas ahí.-le señalé una esquina de mi mesa.
-Así que jefe ¿eh?- se sentó en un sofá que había en el despacho.
-Si, y, bueno, no quiero ser grosero pero ¿por qué sigues aquí?
-Porque este es uno de nuestros encuentros por casualidad-sonrió.
-No puedo, tengo que trabajar.-dije serio.
-Bah, trabajo, si tú eres el jefe, tú deberías elegir cuando trabajar ¿no?-dudé un momento-¡Vamos a fuera que hace un precioso día para pasear!
Decidí llevarla la corriente y salí de la oficina. Corrimos cogidos de la mano a través de todo el pasillo del edificio ignorando miradas y susurros, yo solo estaba pendiente de ella y su amplia sonrisa que tanto había extrañado.

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ayyyyyyy JAMES TE HARÉ UN CLUB DE FANS!
es un amor :love: pero Ángel no me agrada, no,no :x
el tonto le interrumpió el momento a James, y de nuevo no pudo decirle nada.
layis estúpida. QUE TERMINE CO EL. si al fin y al cabo quiere a james :lol:
jajajajaj....sabes que tienes que seguir :D
porque me adicté.. jaja. Si, bue, soy adicta :D

¿Pretty please?

:love:

SIGUELA

noooooooooooooooooooooooooooooooooooo me mori
jashdghshahdkasgasfhgdj nueva lectoraaa
ya lei la otra parte
mujeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeer no la podes dejar ahí
seguila porfaaaaaaaaa

seguiiiiiiiiii :P

Perdónenme por la espera, pensé que se habían olvidado de mi y decidí dejarlo, después vi todos esos comentarios que me hicieron sentirme como una tonta. Pasé varios días intentando seguir, pero la inspiración no venía, y me fui de vacaciones. Después el descanso y el descubrimiento de la increíble banda Simple Plan, decidí seguir. Gracias por seguir siempre ahí.

Tú.
Paseo, me reí. Andaba listo si pensaba que solo íbamos a pasear. Tanto tiempo separados no se recupera así como así. Le tenía preparada una sorpresa, a mi estilo, claro.
Por fin llegamos al lugar en el que se llevaría a cabo mi sorpresa. En el parque, había colocado el escenario de un supuesto picnic. Una manta a cuadros, platos y vasos de plástico y una cesta de mimbre con la comida dentro.
-¿Lo tenías ya preparado, verdad?-preguntó, aunque a mí me pareció más una afirmación.
Yo solo me resigné a asentir con una media sonrisa.
Abrí la cesta, donde dentro se encontraba la cámara de fotos, unos bocadillos y dos helados. Lo saqué todo y me coloqué la cámara al cuello. Me puse de rodillas encima de la manta y le invité a que se sentara a mi lado.

James.
Todavía no conseguía saber de que se trataba todo aquello. Lo único que sabía es que me gustaba estar con ella. Sacó varias cosas de una cesta que había encima del mantel, entre ellas una cámara. Esta era una de las suyas. Sonreí, todavía era la misma chica que conocí una vez en un desierto. Se puso de rodillas y me indicó que me sentara. Yo la hice caso y me senté, temiéndome ya lo que sucedería cuando se colgó la cámara en el cuello. Me dio un bocadillo de atún. Mis tripas rugían, no había comido nada desde el almuerzo por el estrés del trabajo. Lo abrí algo ansioso y le dí un bocado. Clic. Ya me había echo la primera foto y me sentía como un animal en un zoo.
-¿Me la dejas?-señalé la cámara.
-Un buen fotógrafo no presta su instrumento, osea su cámara.
La miré con cara de cachorrito, ella se rió y después me la dio.
-Debería practicar esa cara, parecías un violador.
-Y tú deberías no dejar tu cámara a cualquiera, porque podría pasar esto.
La hice una foto de manera rápida. Al cabo de un segundo de apretar el botón salió un papel de la cámara. Era la foto, ella la cogió y la agitó en el aire. Después la miró y me empujó.
-Eres un pato haciendo fotos, mejor dedícate a dirigir periódicos.-dijo riendo.
-No estará tan mal.-le arrebaté la foto de las manos y la miré.
Salía uno de sus ojos arrugados por la amplía sonrisa que debería tener en su rostro. La cuestión es que solo salía su precioso ojo azul en toda la foto.
-Me la quedo, para cuando seas una famosa y reputada fotógrafa y ya no te acuerdes de mí.-dije guardándome la foto en la cartera.
-Eso no va a pasar idiota.-dice sonriendo.
-¡Ah! Con que no sé hacer fotos y soy un idiota-contesté sonriendo de manera sarcástica.
-Te lo digo con cariño-me acarició.
Noté calor en mis mejillas y como la sangre se acumulaba en ellas. Me había ruborizado, yo, un tío.

Tú.
Al acariciarle noté un escalofrío por mi cuerpo y como la piel se me ponía de gallina. El se puso rojo. Había sido raro, esto nunca me pasaba cada vez que acariciaba a alguien, ni si quiera con Ángel. Acaso, ¿le quiero? Puede, no tengo ni idea.

awwww....
Lena pensé que no la seguirías :(
PERO SI! jajaja que felicidad...
te salió tan tierno y hermoso.. ahhh
definitivamente amo a James... :inlove:
ya quiero terminar con Angel y besar a James :P
bueno..... espero más. por favor ;)
Besos... :hug:

Pr FAVOOR QUIERO MAS!! please siguela!! new lectora!

Bueno, seguramente me odiarán, ya que aparezco cada dos años y luego me presento con una excusa cualquiera, y ésta es la contraseña del foro que se me olvidó. Pero ahora ya la encontré, tengo un montón de tiempo libre ahora mismo y voy a escribir como una posesa.

~Un día para los tres años~

Tú.
Estaba en casa de Ángel, los dos tumbados en el sofá, viendo los anuncios esperando a una película de la que apenas me acordaba. Ángel rodeó mis hombros con su brazo, y poco a poco me fue acercando hacia él, de modo que acabáramos besándonos mientras la película comenzaba. ¿Era posible que pensara en James cuando le estaba besando? ¿Seré una idiota por no poder sentir nada durante ese beso.
—Te quiero—susurró en un oído.
Solo pude soltar un suspiro, que le hizo preocuparse más de lo que yo necesitaba.
—¿Qué te pasa?
—Ne sé si quiero continuar con esto.—dije de sopetón y mirándole a los ojos.
—¿Con qué?
—Con lo nuestro, no siento nada, absolutamente nada.
Él se enfadó, y me besó, como el beso final de los protagonistas en una película. Debí haber sentido cohetes, chispas o mariposas, pero nada, como si besara un trozo de plástico.
—¿Y ahora qué?
—Nada.
—¿Pues sabes qué? ¡ Márchate de mi casa, zo**a.
Se levantó enfadado y me cogió del hombro, demasiado fuerte me hacía daño.
—¡Me duele!—me quejé.
—Eso se lo dices a alguien a quién le importe.
Me empujó fuera de la casa, ya estaba en el porche, intenté explicarme, abrí la boca para hablar y me dio un portazo en la cara. Tenía razón, era una p**a, ¿Quién deja de querer a alguien de un día para otro? Puede que, no le llegara a querer, a lo mejor solo servía como venda para curar las heridas del pasado. A lo mejor, a quién de verdad amaba era a James. No sé, mi cabeza está totalmente descolocada. Mi interior estaba lleno de sentimientos, confusos y revueltos sin saber donde colocarse. Me senté en las escaleras de la entrada y apoyé mi cabeza sobre las manos.
—Bueno, si quiero hacer algo, más me vale hacerlo ya.—me dije a mi misma.
Me levanté y salí corriendo hacía la redacción.

James.
Estaba terminando de colocar todos los artículos en orden, para luego leerlos y destrozarme la vista con ellos. Alguien me llamó a la puerta.
—¿Quieres que te prepare un café? Me parece que lo necesitas—dijo Lea, mi secretaria.
—Vale, gracias, no estaría mal.
—Con mucha leche, ¿no?
—Si, está bien.
Se marchó y yo continué con mi trabajo. Me senté en la butaca situada detrás del escritorio y me puse las gafas para leer. Ví la montaña de folios que se elevaba desde la mesa. Tragué saliva y cogí el primero. "La música en la enseñanza"
Resoplé, tenía pinta de ser algo muy aburrido.
Alguien abrió la puerta, supongo que sería Lea con mi café.
—Déjalo en mi mesa—dije sin apartar la vista del papel.
Oí el ruido de sus pasos, y como se ponía delante de mi. Me giré. No era Lea. No, era ella, la alegría de mis días.
—¿Qué haces tú por aquí?
—Tengo que hablar contigo—se puso seria, y yo también.
—Dime—la miré a los ojos.
Entonces se agachó y me besó. Sus manos pasaron por mi pelo, acariciándolo y entrelazando los dedos por él. Se sentó encima de mis piernas y la cogí por la cara, dulcemente. Sí, la quería por encima de todo. Ese día en la que la conocí fue el mejor de mi vida, y nunca lo olvidaría.