"El almmohadon de plumas" One shoot - Larry Stylinson

Su luna de miel fue un largo escalofrío. Castaño, bajito, angelical y tímido, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerias del matrimonio. Louis lo quería mucho, sin embargo, aunque a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Harry, mudo desde hacía una hora. Harry por su parte, lo amaba profundamente, sin darlo a conocer.
Durante tres meses -se habían casado en abril- vivieron una dicha especial. Sin duda hubiera Louis deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor; más expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de Harry -su marido- contenía a Louis siempre.
La casa en que vivían influía no poco en sus estremecimientos. La blancura del patio silencioso -pisos, columnas y estatuas de mármol- producía una otoñal impresión de palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera sensibilizado su resonancia.
En ese extraño nido de amor, Louis pasó todo el otoño.
Había concluido, no obstante, por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormido en la casa hostil sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.
No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza -gripe- , que se arrastró insidiosamente días y días; Louis no se reponía nunca. Al fin, una tarde pudo salir al jardín apoyado en el brazo de su marido. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto, Harry, con honda ternura, le pasó muy lento la mano por la cabeza, y Louis rompió en seguida en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente, todo su espanto callado, redoblando el llanto a la más leve caricia de Harry. Luego los sollozos fueron retardándose, y aun quedó largo rato escondido en el cuello de Harry, sin moverse ni pronunciar una palabra.
Fue ése el último día que Louis estuvo levantado. Al día siguiente, Louis amaneció desvanecido. El médico de Harry examinó a Louis con suma atención, ordenándole calma y descanso absolutos.
"No sé" -le dijo el doctor a Harry en la puerta de la calle- "Tiene una gran debilidad que no me explico. Y sin vómitos, nada... Si mañana se despierta como hoy, llámeme en seguida."
Al día siguiente, Louis amanecía peor. Hubo consulta con el doctor nuevamente.
Constatóse una anemia de marcha agudísima, del todo inexplicable. Louis no tuvo más desmayos, pero se iba visiblemente a la muerte. Todo el día el dormitorio estaba con las luces encendidas y en pleno silencio. Pasábance horas sin que se oyera el menor ruido. Louis dormitaba.
Harry vivía casi en la sala, también con todas las luces encendidas. Paseábase sin cesar de un extremo a otro, con incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pasos. A ratos entraba en el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, deteniéndose un instante a mirar a su esposo.
Pronto Louis comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que descendieron luego al ras del suelo. Louis, con los ojos desmesuradamente abiertos, no hacía sino mirar a la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama,. Una noche quedó de repente con los ojos fijos. Al rato abrió la boca para gritar, y sus narices y labios se perlaron de sudor.
"¡Harry! ¡Harry!" -clamó, rígido de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.
Harry corrió al dormitorio, y al verlo aparecer, Louis lanzó un alarido de horror.
"Soy yo, Louis, soy yo"
Louis lo miro con etravío, miro la alfombra, volvió a mirarlo, y después de largo rato de estupefactaconfrontación, volvió en sí. Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su Harry, acariciándola por media hora, temblando.
Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en él los ojos.
Los médicos volvieron inútilmente. Había allí delante de ellos una vida que se acababa, desangrándose día tras día,  hora tras hora, sin saber absolutamente como. En la última consulta, Louis yacía en estupor mientras ellos pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca inerte de Louis. Lo observaron largo rato en silencio, y siguieron al comedor.
"Pst..." -se encogió de hombros desalentado el medico de cabecera- "Es un caso inexplicable... Poco hay que hacer"
"¡Sólo eso me faltaba!" -resopló Harry. Y tamborileó bruscamente sobre la mesa.
Louis fue extinguiéndose en su delirio de anemia, agravado de tarde, pero que remitía siempre en las primeras horas. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se le fuera la vida en nuevas oleadas de sangre. Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima.
Desde el tercer día, este hundimiento no la abandonó más.
Apenas podía mover la cabeza. no quiso que le tocaran la cama, ni aun que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares avanzaban ahora en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama, y trepaban dificultosamente por la colcha.
Perdió luego el conocimiento. Los días finales deliró sin cesar a media voz. Las luces continuaban fúnebremente encendida en el dormitorio y en la sala. En el silencio agónico de la casa, no se oía más que el delirio monótono que salía de la cama de Louis, y el sordo retumbo de los eternos pasos de Harry.
Louis urió, por fin. La sirvienta, cuando entró después de deshacer la cama, sola ya, miró un tanto extrañada el almohadón.
"¡Señor!" -llamó a Harry en voz baja- "En el almohadón hay manchas que parecen sangre."
Harry se acercó rápidamente y se dobló sobre aquél. En efecto, sobre la funda, a ambos lasdos del hueco que había dejado la cabeza de Louis, se veían manchitas oscuras.
"Parecen picaduras" -murmuró la sirvienta, después de un rato inmóvil de observación.
"Levántelo a la luz" -le dijo Harry.
La sirvienta lo levantó; pero enseguida lo dejó caer, y se quedó mirando a aquél, lívida y temblando. Sin saber porque, Harry sintió que los cabellos se le erizaban.
"¿Qué hay?" -murmuró,con la voz ronca.
"Pesa mucho" -articuló la sirvienta, sin dejar de temblar.
Harry lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y sobre la mesa del comedor, Harry cortó funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores que formaban parte del relleno del almohadón volaron, y la sirvienta dió un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a los labios. Sobre el fondo, entre la plumas, moviendo lentamente las patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan hinchado, que apenas se le pronunciaba la boca.
Noche tras noche, desde que Louis había caído en cama, había aplicado sigilosamente su boca -su trompa, mejor dicho- a las sienes de Louis, chupándole la sangre. _La picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón sin duda habría impedido desde el principio su desarrollo; pero desde que Louis no pudo moverse, la succión fue vertiginosa. En cinco días, cinco noches, había el monstruo vaciado a Louis.
Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de plumas, ya que al fin y al cabo estos, en su mayoría,  son hechos de plumas de aves, y así como acabaron con la vida de Louis también pueden hacerlo con la tuya...
Ten cuidado y fijate donde duermes..... no vayas a correr con la misma suerte del pobre Louis.

¡Yo conozco ese cuento! Lo leí hace menos de una semana, por mi clase de Español.
En realidad ese no es el punto, sólo quería decirlo porque me emocionó y se me hizo coincidencia.
Como sea, ahora es más... Doloroso, porque son... No sé.
Es como si lo leyera de nuevo, pero más profundo...
Lo amé, aunque Louis...
Eso dolió.

Owwwww que genial es una adaptación lo se la verdadera historia me tenia intrigada desde el principio me encanto 
La ley hace años yo aún recuerdo todo Jaja impresionante. Es genial la historia gracias por compartir esta adaptación. 
Bueno es todo Bye bye cuídate mucho hermosa!!!!!

31SecondsAlone escribió:¡Yo conozco ese cuento! Lo leí hace menos de una semana, por mi clase de Español.
En realidad ese no es el punto, sólo quería decirlo porque me emocionó y se me hizo coincidencia.
Como sea, ahora es más... Doloroso, porque son... No sé.
Es como si lo leyera de nuevo, pero más profundo...
Lo amé, aunque Louis...
Eso dolió.

Gracias!! Lo adapté porque yo también lo leí en mi clase de español y me encanto, y me pareció perfecto adaptar este cuento a Larry    ;)

aleja123 escribió:Owwwww que genial es una adaptación lo se la verdadera historia me tenia intrigada desde el principio me encanto 
La ley hace años yo aún recuerdo todo Jaja impresionante. Es genial la historia gracias por compartir esta adaptación. 
Bueno es todo Bye bye cuídate mucho hermosa!!!!!

Bueno, gracias y me alegra que te halla gustado!!
Besos   :bye: