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El duque - Adaptación [Nick&Tu]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: El duque - Adaptación [Nick&Tu]
WOOOOW! Definitivamente eso fue ge-nial, no me puedo imaginar como va a terminar todo, ruego por que a Nicholas le funcione el tenedor o los de Bow Street hagan algo útil, aunque pienso que ellos no harán nada, pero bueno....SUUUUBE MÁS hahaha :] xx
Annabeth
Re: El duque - Adaptación [Nick&Tu]
Siiiguelaa :D desando leer capitulo me encta esta novela, aunque tengo el presentimiento que está por terminar :(
Flor
Re: El duque - Adaptación [Nick&Tu]
¿Y qué pasaría si él no la quería? ¿Y si creía que ella tenía la culpa del loco comportamiento de Richard y la despreciaba?
Se estremeció al pensarlo. Jane, confundiendo el gesto con verdadero frío, encendió un poco de fuego en la chimenea. Era una bonita mañana.
Se hallaba sentada junto al fuego, acurrucada en la silla sorbiendo el chocolate caliente cuando su madre entró, llevando una bandeja. Resultaba curioso que el chocolate siempre pareciera mejorar las cosas.
—Te he traído un poco de comida —le dijo Marión, cerrando la puerta tras de sí—. Dudo que te apetezca, pero debes comer un poco. Hay huevos, tostadas y jamón.
____ sonrió. Eso le sonaba como un desayuno abundante, pero para alguien que amaba la comida tanto como su madre, era ciertamente escaso.
—Gracias. —____ tomó la bandeja y colocó la taza encima. El estómago le hizo un ruido y se dio cuenta con cierta sorpresa de que tenía más hambre de lo que pensaba. Aunque no tenía ganas de comer, su cuerpo parecía pensar que lo necesitaba.
Masticó un trozo de huevo y lo tragó.
—¿Alguna noticia de Bow Street? —preguntó, temiendo la respuesta.
Su madre negó con la cabeza, con unos cuantos rizos escapándosele de la cofia de dormir.
—Aún no, pero dijeron que se pondrían en contacto con nosotras esta mañana, así que espero que digan algo pronto.
Frustrada, ____ se dedicó a la comida que tenía en el plato.
—Si han estado siguiendo a Richard desde que fuimos a hablar con ellos, seguramente ya les debe de haber conducido hasta Nicholas.
—Podría ser —asintió su madre—. Richard está demasiado seguro de su poder sobre ti para pensar que puedas haberle traicionado acudiendo a las autoridades. Y es demasiado engreído para pensar que nadie sería capaz de seguirle.
____ no quiso recordar a su madre que hacía menos de una semana, Richard tenía todo su apoyo. Aunque ni le gustaba ni aprobaba que su madre se hubiera confabulado con Richard para destruir a Nicholas, tenía que admitir que finalmente estaba compensando su mal comportamiento.
Consiguió acabarse todo el desayuno, además del chocolate. Luego, con la barriga llena, se recostó en la silla y miró a su madre.
—¿Crees que lo encontrarán a tiempo, mamá?
—Estoy segura —asintió Marión, con expresión decidida—. De hecho, no me sorprendería que el duque consiguiera liberarse solo antes de que le encuentren. Sabiendo lo que sabe de las capacidades de Richard, no puedo imaginarme que no esté intentando escapar por todos los medios.
Las palabras de su madre reconfortaron un poco a ____.
—No, sin duda Nicholas no se quedará de brazos cruzados.
Pero ¿y si los matones contratados por Richard habían herido a Nicholas hasta tal punto que no pudiera intentar escapar? ¿Y si estuviera tirado en algún sitio, golpeado y sangrante? No, no podía permitirse pensar cosas tan horribles. No era bueno. Tenía que seguir calmada si quería ayudar a Nicholas. Mientras no le dijeran lo contrario, tenía que suponer que Nicholas estaba bien y de regreso hacia ella.
Mientras su madre y ella hablaban, ____ se secó el pelo ante el fuego. Cuando estuvo casi seco, su madre la ayudó a vestirse. Todo era nuevo, excepto el vestido. Siempre había querido casarse con el vestido azul de satén, pero dadas las circunstancias, había decidido no hacerlo. Por eso llevaba un vestido de la temporada anterior, el de su debut. Era el vestido que lucía cuando conoció a Richard. Y sólo por esa razón, a ____ le desagradaba ponérselo.
Era un sencillo vestido de color marfil que su madre y ella habían modificado cosiéndole unas cuantas rosetas en el escote y el bajo para hacerlo más festivo. Tenía mangas cortas abombadas y un modesto escote. Una cinta de color marfil rodeaba la alta cintura, justo bajo el pecho. Era sencillo y elegante, y mucho mejor de lo que se merecía Richard.
Después de ponerse las medias, su madre la ayudó a meterse en el vestido, y le abrochó las docenas de botoncitos de perla con que se cerraba por la espalda.
—¿Qué quieres que Jane te haga en el pelo? —preguntó su madre cuando ____ dejó caer la espesa masa de oscuras ondas sobre la espalda.
— ¿Importa mucho?
—¿Y si aparece el duque? —preguntó su madre con una leve sonrisa—. ¿No quieres estar bonita cuando
te vuelva a ver?
No le faltaba razón.
—Quizá pudiera rizarlo un poco...
Sopesaron diferentes peinados durante veinte minutos, o al menos durante todo el tiempo que tardó ____ en darse cuenta de que su madre había empezado la conversación sólo para apartar su pensamiento de la seguridad de Nicholas.
Finalmente, ordenaría a Jane que le rizara el pelo y le recogiera parte en lo alto, mientras que el resto caería sobre los hombros y la espalda. Sería un estilo muy griego, que sin duda resultaría elegante.
Una llamada en la puerta indicó la llegada de Jane. Justo a tiempo.
Pero la doncella se quedó en la puerta con una expresión de confusión en el rostro.
—Disculpad, señorita Welsley, pero hay un caballero de Bow Street que desea veros...
La pobre chica no tuvo tiempo de acabar la frase, ya que ____ y su madre salieron a toda prisa de la habitación. Con la falda alzada hasta los tobillos, ambas corrieron por las escaleras, con ____ a la cabeza.
El alguacil Bowles estaba en el salón delantero, vestido con una chaqueta marrón en vez de la roja que era el sello de Bow Street. ____ supuso que se la había cambiado intencionadamente, por si Richard tenía la casa vigilada.
—Buenos días, señorita Welsley, señora Welsley —dijo quitándose el sombrero.
____ y su madre hicieron una pequeña reverencia.
—¿Traéis alguna noticia, señor Bowles? —preguntó Marion.
—Así es —contestó el señor Bowles—. Esta mañana nuestros hombres siguieron al señor Fitzgerald hasta un almacén abandonado en el barrio este de la ciudad. Creemos que puede ser ahí donde retiene al duque. Varios agentes se dirigirán hacia el edificio en breve.
Con las rodillas temblando, ____ no pudo evitar soltar una fuerte carcajada de alegría.
—Oh, señor Bowles, muchísimas gracias.
Él alzó las manos como si temiera que ____ fuera a intentar abrazarle.
—No me deis aún las gracias, señorita Welsley. Todavía tenemos que entrar y asegurarnos de que es el lugar que buscamos. Me temo que tendréis que seguir con la farsa hasta que tengamos a su excelencia bajo nuestra custodia.
____ dejó caer los hombros.
—¿De verdad? —Pero ella no quería seguir con el engaño; quería a Nicholas.
—¿Es realmente necesario, señor Bowles? —preguntó Marión, acercándose a ____ por detrás y colocándole las manos en los hombros—. Aún falta una hora para que tengamos que partir hacia Grosvenor Square.
Bowles asintió secamente con la cabeza, pero su expresión era de compasión.
—Lo entiendo, señora Welsley, y me gustaría poderos decir lo contrario, pero no sabemos con seguridad si el duque está en ese almacén. Y no sabemos si Fitzgerald planea regresar después de la boda o qué órdenes habrá dado a sus hombres. Sinceramente, no quiero confiarme demasiado ni correr riesgos innecesarios con la vida del duque. Cuanto más confiado esté Fitzgerald, con menos suspicacia obrará.
Tenía razón, naturalmente, pero eso no quería decir que a ____ tuviera que gustarle. Oh, bueno, no era tan malo. No era como si tuviera que pasar esa hora en compañía de Richard.
Pero la iba a pasar preocupándose por Nicholas y preguntándose cuál sería su reacción hacia ella cuando se vieran de nuevo. Y eso suponiendo que fuera en aquel edificio abandonado donde Richard lo tenía prisionero.
—Haremos lo que deseéis, señor Bowles —le aseguró—. Pero haced todo lo que esté en vuestro poder para que el duque regrese sano y salvo.
—Haremos todo lo que podamos, señorita Welsley —repuso con una sonrisa amable. Se colocó el sombrero en la cabeza y les dijo—: Las veré a ambas en la boda. —Lo dijo como si todo fuera a arreglarse, pero ____ sospechó que Bowles tenía un plan de emergencia por si acaso.
Cuando la puerta se cerró tras él, ____ se volvió hacia su madre.
—Me fastidia tanto esto.
Marion la abrazó, y ____ se sintió reconfortada.
—A mí tampoco me gusta, querida, pero tenemos que ser fuertes. —Soltándola, la tomó de la mano y la llevó hacia las escaleras—. Vamos, que Jane empiece con tu cabello. Quizá su excelencia esté esperándonos cuando lleguemos a la casa.
____ también deseaba eso, porque si no, no pensaba que tendría que fingir un desmayo; sería verdadero.
Richard volvió al sótano aquella mañana. Aunque sólo durante unos instantes. Los suficientes para pavonearse con sus galas de boda y finalizar los planes para el regreso de Nicholas a Escocia.
Y los suficientes para decirle lo dispuesta que estaba ____ a casarse.
Nicholas había necesitado de todo su control para no tirar el grillete y abalanzarse sobre su hermano. La noche anterior había conseguido abrir el cierre, pero esperaba el momento en que regresara el guardia.
Atacar a Richard podría hacerle sentir mejor, pero si entraba el guardia, le superarían en número y Nicholas no tenía ninguna intención de estropear sus planes sólo por no poder controlar su rabia.
Nicholas sabía que su hermano no dudaría en mentirle, pero no pudo evitar una sombra de duda. ¿Era posible que ____ hubiera empezado a creerse el engaño de Richard? ¿Pensaría que Nicholas la había abandonado? No quería creerlo. ____ confiaba en él más que eso, ¿no? Pero ¿cómo podía esperar que ella no dudara de él cuando él dudaba de ella?
El pánico le roía las entrañas, pero se obligó a olvidarlo. Tenía que llegar hasta ____ y convencerla de que él nunca le mentiría. Pero no podía salir corriendo y confiar en escapar del guardia y de la pistola de su hermano. Debía ser paciente y esperar su momento.
Así que esperó. Mucho después de que la voz de Richard desapareciera por las escaleras, Nicholas seguía esperando. Su paciencia estaba llegando al límite. Si el guardia no acudía pronto, lo llamaría, pero eso podía despertar las sospechas del hombre.
Si conseguía reducir al guardia..., no, no podía permitirse pensar «sí». Cuando redujera al guardia, lo encerraría en el sótano. Con un poco de suerte, no habría más guardias arriba. Nicholas lo dudaba. Su hermano era demasiado cauto para contratar a
muchos hombres. El otro hombre que participó en el ataque podía estar arriba, pero Nicholas no dudaba de que podría con él, suponiendo que no estuviera armado.
Se agachó y manoseó el grillete hasta que éste le quedó abierto sobre el pie. A distancia parecería que aún le agarraba la pierna, pero caería si Nicholas se movía con rapidez, según planeaba. Acaba de ponerse en pie cuando oyó la llave girar en la cerradura.
El guardia entró con otra bandeja. Nicholas casi se sintió culpable por engañar al hombre. Después de todo, el tipo podía haberle dado una paliza la noche anterior y no lo había hecho.
Claro que también le había puesto un ojo morado la noche del ataque. Aún lo tenía hinchado y amoratado. De repente ya no se sintió tan mal por lo que iba a hacer.
El guardia dejó la bandeja en la mesa.
—El jefe ha pensado que podríais querer algo de comer antes de que partamos.
—Qué considerado —repuso Nicholas con una sonrisa forzada.
Indicando con un gesto la bandeja de la noche anterior, que seguía en el suelo (con un tenedor que no parecía en absoluto haber sido usado para abrir una cerradura), el hombre le lanzó a Nicholas una mirada inquieta.
—Apartaos mientras recojo eso —ordenó.
Nicholas le obedeció, pero al hacerlo, el grillete cayó de su pie al suelo.
El rostro del guardia se tensó. Con un grito de furia, cargó contra Nicholas.
Con los puños en alto, y el alma y el corazón dispuestos a ganarse la libertad, Nicholas avanzó para enfrentarse con él.
Se estremeció al pensarlo. Jane, confundiendo el gesto con verdadero frío, encendió un poco de fuego en la chimenea. Era una bonita mañana.
Se hallaba sentada junto al fuego, acurrucada en la silla sorbiendo el chocolate caliente cuando su madre entró, llevando una bandeja. Resultaba curioso que el chocolate siempre pareciera mejorar las cosas.
—Te he traído un poco de comida —le dijo Marión, cerrando la puerta tras de sí—. Dudo que te apetezca, pero debes comer un poco. Hay huevos, tostadas y jamón.
____ sonrió. Eso le sonaba como un desayuno abundante, pero para alguien que amaba la comida tanto como su madre, era ciertamente escaso.
—Gracias. —____ tomó la bandeja y colocó la taza encima. El estómago le hizo un ruido y se dio cuenta con cierta sorpresa de que tenía más hambre de lo que pensaba. Aunque no tenía ganas de comer, su cuerpo parecía pensar que lo necesitaba.
Masticó un trozo de huevo y lo tragó.
—¿Alguna noticia de Bow Street? —preguntó, temiendo la respuesta.
Su madre negó con la cabeza, con unos cuantos rizos escapándosele de la cofia de dormir.
—Aún no, pero dijeron que se pondrían en contacto con nosotras esta mañana, así que espero que digan algo pronto.
Frustrada, ____ se dedicó a la comida que tenía en el plato.
—Si han estado siguiendo a Richard desde que fuimos a hablar con ellos, seguramente ya les debe de haber conducido hasta Nicholas.
—Podría ser —asintió su madre—. Richard está demasiado seguro de su poder sobre ti para pensar que puedas haberle traicionado acudiendo a las autoridades. Y es demasiado engreído para pensar que nadie sería capaz de seguirle.
____ no quiso recordar a su madre que hacía menos de una semana, Richard tenía todo su apoyo. Aunque ni le gustaba ni aprobaba que su madre se hubiera confabulado con Richard para destruir a Nicholas, tenía que admitir que finalmente estaba compensando su mal comportamiento.
Consiguió acabarse todo el desayuno, además del chocolate. Luego, con la barriga llena, se recostó en la silla y miró a su madre.
—¿Crees que lo encontrarán a tiempo, mamá?
—Estoy segura —asintió Marión, con expresión decidida—. De hecho, no me sorprendería que el duque consiguiera liberarse solo antes de que le encuentren. Sabiendo lo que sabe de las capacidades de Richard, no puedo imaginarme que no esté intentando escapar por todos los medios.
Las palabras de su madre reconfortaron un poco a ____.
—No, sin duda Nicholas no se quedará de brazos cruzados.
Pero ¿y si los matones contratados por Richard habían herido a Nicholas hasta tal punto que no pudiera intentar escapar? ¿Y si estuviera tirado en algún sitio, golpeado y sangrante? No, no podía permitirse pensar cosas tan horribles. No era bueno. Tenía que seguir calmada si quería ayudar a Nicholas. Mientras no le dijeran lo contrario, tenía que suponer que Nicholas estaba bien y de regreso hacia ella.
Mientras su madre y ella hablaban, ____ se secó el pelo ante el fuego. Cuando estuvo casi seco, su madre la ayudó a vestirse. Todo era nuevo, excepto el vestido. Siempre había querido casarse con el vestido azul de satén, pero dadas las circunstancias, había decidido no hacerlo. Por eso llevaba un vestido de la temporada anterior, el de su debut. Era el vestido que lucía cuando conoció a Richard. Y sólo por esa razón, a ____ le desagradaba ponérselo.
Era un sencillo vestido de color marfil que su madre y ella habían modificado cosiéndole unas cuantas rosetas en el escote y el bajo para hacerlo más festivo. Tenía mangas cortas abombadas y un modesto escote. Una cinta de color marfil rodeaba la alta cintura, justo bajo el pecho. Era sencillo y elegante, y mucho mejor de lo que se merecía Richard.
Después de ponerse las medias, su madre la ayudó a meterse en el vestido, y le abrochó las docenas de botoncitos de perla con que se cerraba por la espalda.
—¿Qué quieres que Jane te haga en el pelo? —preguntó su madre cuando ____ dejó caer la espesa masa de oscuras ondas sobre la espalda.
— ¿Importa mucho?
—¿Y si aparece el duque? —preguntó su madre con una leve sonrisa—. ¿No quieres estar bonita cuando
te vuelva a ver?
No le faltaba razón.
—Quizá pudiera rizarlo un poco...
Sopesaron diferentes peinados durante veinte minutos, o al menos durante todo el tiempo que tardó ____ en darse cuenta de que su madre había empezado la conversación sólo para apartar su pensamiento de la seguridad de Nicholas.
Finalmente, ordenaría a Jane que le rizara el pelo y le recogiera parte en lo alto, mientras que el resto caería sobre los hombros y la espalda. Sería un estilo muy griego, que sin duda resultaría elegante.
Una llamada en la puerta indicó la llegada de Jane. Justo a tiempo.
Pero la doncella se quedó en la puerta con una expresión de confusión en el rostro.
—Disculpad, señorita Welsley, pero hay un caballero de Bow Street que desea veros...
La pobre chica no tuvo tiempo de acabar la frase, ya que ____ y su madre salieron a toda prisa de la habitación. Con la falda alzada hasta los tobillos, ambas corrieron por las escaleras, con ____ a la cabeza.
El alguacil Bowles estaba en el salón delantero, vestido con una chaqueta marrón en vez de la roja que era el sello de Bow Street. ____ supuso que se la había cambiado intencionadamente, por si Richard tenía la casa vigilada.
—Buenos días, señorita Welsley, señora Welsley —dijo quitándose el sombrero.
____ y su madre hicieron una pequeña reverencia.
—¿Traéis alguna noticia, señor Bowles? —preguntó Marion.
—Así es —contestó el señor Bowles—. Esta mañana nuestros hombres siguieron al señor Fitzgerald hasta un almacén abandonado en el barrio este de la ciudad. Creemos que puede ser ahí donde retiene al duque. Varios agentes se dirigirán hacia el edificio en breve.
Con las rodillas temblando, ____ no pudo evitar soltar una fuerte carcajada de alegría.
—Oh, señor Bowles, muchísimas gracias.
Él alzó las manos como si temiera que ____ fuera a intentar abrazarle.
—No me deis aún las gracias, señorita Welsley. Todavía tenemos que entrar y asegurarnos de que es el lugar que buscamos. Me temo que tendréis que seguir con la farsa hasta que tengamos a su excelencia bajo nuestra custodia.
____ dejó caer los hombros.
—¿De verdad? —Pero ella no quería seguir con el engaño; quería a Nicholas.
—¿Es realmente necesario, señor Bowles? —preguntó Marión, acercándose a ____ por detrás y colocándole las manos en los hombros—. Aún falta una hora para que tengamos que partir hacia Grosvenor Square.
Bowles asintió secamente con la cabeza, pero su expresión era de compasión.
—Lo entiendo, señora Welsley, y me gustaría poderos decir lo contrario, pero no sabemos con seguridad si el duque está en ese almacén. Y no sabemos si Fitzgerald planea regresar después de la boda o qué órdenes habrá dado a sus hombres. Sinceramente, no quiero confiarme demasiado ni correr riesgos innecesarios con la vida del duque. Cuanto más confiado esté Fitzgerald, con menos suspicacia obrará.
Tenía razón, naturalmente, pero eso no quería decir que a ____ tuviera que gustarle. Oh, bueno, no era tan malo. No era como si tuviera que pasar esa hora en compañía de Richard.
Pero la iba a pasar preocupándose por Nicholas y preguntándose cuál sería su reacción hacia ella cuando se vieran de nuevo. Y eso suponiendo que fuera en aquel edificio abandonado donde Richard lo tenía prisionero.
—Haremos lo que deseéis, señor Bowles —le aseguró—. Pero haced todo lo que esté en vuestro poder para que el duque regrese sano y salvo.
—Haremos todo lo que podamos, señorita Welsley —repuso con una sonrisa amable. Se colocó el sombrero en la cabeza y les dijo—: Las veré a ambas en la boda. —Lo dijo como si todo fuera a arreglarse, pero ____ sospechó que Bowles tenía un plan de emergencia por si acaso.
Cuando la puerta se cerró tras él, ____ se volvió hacia su madre.
—Me fastidia tanto esto.
Marion la abrazó, y ____ se sintió reconfortada.
—A mí tampoco me gusta, querida, pero tenemos que ser fuertes. —Soltándola, la tomó de la mano y la llevó hacia las escaleras—. Vamos, que Jane empiece con tu cabello. Quizá su excelencia esté esperándonos cuando lleguemos a la casa.
____ también deseaba eso, porque si no, no pensaba que tendría que fingir un desmayo; sería verdadero.
Richard volvió al sótano aquella mañana. Aunque sólo durante unos instantes. Los suficientes para pavonearse con sus galas de boda y finalizar los planes para el regreso de Nicholas a Escocia.
Y los suficientes para decirle lo dispuesta que estaba ____ a casarse.
Nicholas había necesitado de todo su control para no tirar el grillete y abalanzarse sobre su hermano. La noche anterior había conseguido abrir el cierre, pero esperaba el momento en que regresara el guardia.
Atacar a Richard podría hacerle sentir mejor, pero si entraba el guardia, le superarían en número y Nicholas no tenía ninguna intención de estropear sus planes sólo por no poder controlar su rabia.
Nicholas sabía que su hermano no dudaría en mentirle, pero no pudo evitar una sombra de duda. ¿Era posible que ____ hubiera empezado a creerse el engaño de Richard? ¿Pensaría que Nicholas la había abandonado? No quería creerlo. ____ confiaba en él más que eso, ¿no? Pero ¿cómo podía esperar que ella no dudara de él cuando él dudaba de ella?
El pánico le roía las entrañas, pero se obligó a olvidarlo. Tenía que llegar hasta ____ y convencerla de que él nunca le mentiría. Pero no podía salir corriendo y confiar en escapar del guardia y de la pistola de su hermano. Debía ser paciente y esperar su momento.
Así que esperó. Mucho después de que la voz de Richard desapareciera por las escaleras, Nicholas seguía esperando. Su paciencia estaba llegando al límite. Si el guardia no acudía pronto, lo llamaría, pero eso podía despertar las sospechas del hombre.
Si conseguía reducir al guardia..., no, no podía permitirse pensar «sí». Cuando redujera al guardia, lo encerraría en el sótano. Con un poco de suerte, no habría más guardias arriba. Nicholas lo dudaba. Su hermano era demasiado cauto para contratar a
muchos hombres. El otro hombre que participó en el ataque podía estar arriba, pero Nicholas no dudaba de que podría con él, suponiendo que no estuviera armado.
Se agachó y manoseó el grillete hasta que éste le quedó abierto sobre el pie. A distancia parecería que aún le agarraba la pierna, pero caería si Nicholas se movía con rapidez, según planeaba. Acaba de ponerse en pie cuando oyó la llave girar en la cerradura.
El guardia entró con otra bandeja. Nicholas casi se sintió culpable por engañar al hombre. Después de todo, el tipo podía haberle dado una paliza la noche anterior y no lo había hecho.
Claro que también le había puesto un ojo morado la noche del ataque. Aún lo tenía hinchado y amoratado. De repente ya no se sintió tan mal por lo que iba a hacer.
El guardia dejó la bandeja en la mesa.
—El jefe ha pensado que podríais querer algo de comer antes de que partamos.
—Qué considerado —repuso Nicholas con una sonrisa forzada.
Indicando con un gesto la bandeja de la noche anterior, que seguía en el suelo (con un tenedor que no parecía en absoluto haber sido usado para abrir una cerradura), el hombre le lanzó a Nicholas una mirada inquieta.
—Apartaos mientras recojo eso —ordenó.
Nicholas le obedeció, pero al hacerlo, el grillete cayó de su pie al suelo.
El rostro del guardia se tensó. Con un grito de furia, cargó contra Nicholas.
Con los puños en alto, y el alma y el corazón dispuestos a ganarse la libertad, Nicholas avanzó para enfrentarse con él.
Andiie
Re: El duque - Adaptación [Nick&Tu]
Capítulo 12
Nicholas no perdió el tiempo. En cuanto el guardia se puso a su alcance, estrelló el puño contra la vendada nariz del hombre. Con fuerza.
—¡Au! —El hombre se llevó las manos a la cara y cayó de rodillas, gimiendo de dolor.
—Me gustaría poder decir que lo siento —dijo Nicholas mientras rodeaba al hombre caído—. Pero no lo siento.
Corrió sobre el sucio suelo lo más rápido que pudo. Oyó al guardia gruñendo mientras se ponía en pie. Nicholas atravesó el portal, cerró la puerta de golpe y giró la llave, luego sigilosa y rápidamente, subió las escaleras.
Había otra puerta en lo alto. Estaba abierta de par en par, y al mirar con cuidado hacia fuera, vio que le habían tenido prisionero en lo que parecía un almacén abandonado.
No se veía a nadie, y a juzgar por las pisadas sobre el polvo que cubría el suelo, el tipo al que había encerrado en el sótano era la única persona en el edificio. No tendría que preocuparse porque alguien le atacara mientras escapaba.
Desde el sótano, oyó al guardia gritar. Parecía enfadado; sólo alguien muy, muy enfadado emplearía el lenguaje que aquel hombre estaba usando. La abuela de Nicholas le calentaría las orejas si le oyera hablar así.
Dejó la puerta superior abierta para que pudieran encontrar fácilmente al guardia si alguien entraba en el edificio. No quería que el hombre estuviera encerrado mucho tiempo con sólo un poco de agua y comida.
Pero tenía cosas más importantes en las que pensar. Debía llegar hasta la mansión Brahm y detener a Richard. No sabía si la boda se iba a celebrar allí o no, pero como mínimo alguien podría decirle adónde ir.
Corrió hacia la puerta más cercana con la esperanza de que lo llevara al exterior.
—¡No te muevas! —ladró una voz cuando Nicholas abrió la puerta.
Nicholas se quedó inmóvil, y se encontró rodeado de varios hombres vestidos con chaquetas rojas. ¿Los agentes de Bow Street no llevaban chaqueta roja?
El hombre más cercano lo miraba de arriba abajo. Nicholas se imaginó su propio aspecto, con la elegante chaqueta y los pantalones mugrientos y el pañuelo mal colocado alrededor del cuello.
—¿Excelencia? —le preguntó el hombre con voz insegura.
Nicholas no sabía si relajarse o tensarse, así que no hizo nada.
—Sí —contestó sin apartar la mirada del hombre.
—Soy el alguacil Bowles —le informó el hombre con una risita de alivio—. Os hemos estado buscando. La señorita Welsley está muy preocupada por vos. -
Nicholas dejó caer los hombros aliviado. ¡Gracias a Dios! ____ había avisado a los agentes de la ley, como le había prometido que haría. ¡No había caído en la trampa de Richard! Al menos, no totalmente.
—Bueno, me alegro mucho de que me hayáis encontrado —dijo Nicholas—. Hay un hombre encerrado en el sótano. Trabaja para mi hermano, Richard Fitzgerald. Lo reconocí como el hombre que me atacó hace unas noches.
Bowles ordenó a tres hombres que bajaran al sótano.
—Excelencia, tengo unas preguntas que haceros.
Nicholas se acercó a los escalones exteriores.
—Sin duda las tenéis, pero me temo que van a tener que esperar. Veréis, debo impedir una boda. —
Pasando junto al oficial, prácticamente saltó todos los escalones hasta llegar al suelo.
Bowles lo seguía de cerca.
—Permitidme que os acompañe. —Su tono le dijo claramente a Nicholas que no aceptaría un no. Bowles detuvo un carruaje de alquiler y sostuvo la puerta para que entrara Nicholas—. Yo también deseo estar presente cuando el señor Fitzgerald descubra que ha sido atrapado. Podéis responder a mis preguntas durante el trayecto.
Nicholas se recostó contra el asiento y suspiró de frustración.
—Si contesto a vuestras preguntas, ¿prometéis arrestar a mi hermano inmediatamente?
Bowles sonrió y se inclinó hacia fuera.
—Grosvenor Square —dijo al cochero—. Y más vale que corras si sabes lo que te conviene.
¿Por cuánto tiempo más tendría que mantener aquella farsa?
____ estaba en el salón recibidor, cerca de la sala donde se iba a celebrar la ceremonia. Su madre estaba con ella, ambas mordiéndose las uñas y yendo de un lado a otro mientras se aproximaba la hora de la ceremonia.
Así las encontraron Hester y Marie cuando entraron unos minutos después.
—¿Nerviosa, querida? —preguntó Hester sonriendo al ver a ____.
Al borde de la histeria, ____ asintió con la cabeza.
—Un poco —consiguió decir.
Hester se sentó en un sofá cercano, de brocado color crema.
—Yo también estaba nerviosa el día de mi boda. Es normal. Sólo me gustaría saber por qué Richard tiene tanta prisa. —Miró fijamente a ____—. ¿Ha ocurrido algo que yo debiera saber?
Oh, tantas cosas habían pasado que Hester debería saber que ____ no sabría por dónde empezar.
—Supongo que sólo está ansioso —mintió. -
Marie jugueteó con los dedos de sus guantes. La muchacha parecía tan triste y deprimida que no resultaba divertido verla.
—Me gustaría que Nicholas estuviera aquí.
Hester le cubrió la mano con la suya.
—A mí también, querida.
Y a ____. Ésa era la oportunidad que había estado esperando.
—¿Y dónde está Nicholas?
Los ojos de Marie brillaban de lágrimas reprimidas.
—¡No lo sabemos!
Hester dio unas palmaditas a su hija en la mano.
—Me dejó una nota agradeciéndome nuestra hospitalidad y diciendo que se marchaba a Escocia inmediatamente.
—Y en la mía sólo me decía adiós —interrumpió Marie con un sollozo.
—Le dejó a Richard una carta reconociéndolo como el auténtico heredero del ducado, pero eso no tiene sentido. —Hester alzó la mirada—. Sé que Ethan y Maureen estaban casados, ____. He visto el certificado de matrimonio. Ethan creía que era auténtico y yo también. ¿Por qué escribiría Nicholas esa carta?
Oh, cómo deseaba ____ decirle la verdad, decirle el monstruo mentiroso que era su hijo, pero no podía. Era incapaz de herir así a Hester.
—No lo sé —mintió de nuevo—. Quizá supiese lo mucho que significaba el título para Richard.
Hester tenía una expresión de dolor.
—Incluso así, no se lo puede dar a Richard. No es legal, sobre todo si el matrimonio era válido.
____ procuró calmarse, aunque el corazón le latía violentamente. ¡Hester sabía la verdad! Richard no podría probar sus falsas pretensiones al título cuando hasta su madre sabía que eran mentira. ¡Cómo deseaba decírselo a Hester!
—No lo sé, Hester. Yo tampoco lo comprendo.
Hester apretó los dientes y ____ se sorprendió al ver lo severa que se la veía.
—No lo creo. Creo que sabes más sobre lo que está pasando de lo que me dices, ____. ¿Sabes dónde está Nicholas?
Tragándose las palabras que amenazaban con escapársele, ____ negó con la cabeza. A pesar de lo culpable que se sentía por no explicarle a Hester toda la verdad, no podía soportar ser ella quien se lo dijera. Al menos esta vez no tenía que mentir.
—No, Hester. Te digo con toda sinceridad que no tengo ni idea de dónde está. Ya me gustaría saberlo.
—Y a mí —suspiró Hester—. Lamento ser tan dura contigo, querida. Estoy tan preocupada. Aunque no es mi hijo, he tomado mucho cariño a Nicholas en el poco tiempo que hace que lo conozco.
____ entendía perfectamente cómo se sentía.
—¡Todos le habíamos tomado cariño! —exclamó Marie. Las lágrimas dejaron paso a la rabia—. ¡Nos merecemos algo mejor que una impersonal nota de despedida! —Se volvió sollozando.
La tristeza de su amiga le resultaba difícil de soportar a ____. No podría guardar silencio por mucho más tiempo.
La mirada de Hester era triste cuando la pasó de su hija a ____.
—Sé que había cierta tensión entre él y Richard. A Richard le afectó mucho la muerte de su padre, y luego enterarse de que después de todo no era el heredero... Bueno, te puedes imaginar lo difícil que puede ser eso para un joven.
—Sí —contestó ____, casi ahogándose de angustia—. Me lo imagino. —No tenía que imaginárselo. Sabía perfectamente cuánto había afectado a Richard la muerte de su padre: lo había vuelto loco.
Hester se puso en pie, sonriendo cariñosamente.
—Estoy segura de que tú y tu madre querréis estar un rato a solas antes de la ceremonia. Marie y yo os dejamos ahora. —Se acercó a ____ con los brazos abiertos y la envolvió en un delicado abrazo—. Estás trayendo tanta felicidad a nuestra familia, ____ —le susurró al oído.
El horror se apoderó del corazón de ____. ¿Felicidad? Era la última cosa que le iba a traer a la pobre Hester. Cuando los de Bow Street llegaran y se llevaran a Richard, a Hester se le iba a romper el corazón.
Pero no había otra manera. Richard tenía que pagar por lo que había hecho. ____ forzó una sonrisa y le devolvió el abrazo. Y cuando Hester se apartó, ____ abrazó también a Marie. Entonces las dos mujeres salieron y dejaron a ____ y a su madre solas de nuevo.
—Esta pobre mujer va a quedar destrozada cuando todo esto acabe —comentó Marión en voz baja.
—Realmente no sé si puedo hacerle esto.
—Tú no tienes la culpa de nada.
____ le dirigió una fiera mirada a su madre.
—¿No? Si no me hubiera enamorado de Nicholas, Richard podría haberse conformado con mi fortuna y dejar a su hermano en paz.
—¿De verdad crees que eso habría sido suficiente para satisfacer la ambición de Richard?
____ negó tristemente con la cabeza.
—No lo sé, pero al menos yo no tendría que mentir a dos personas que siempre han sido buenas conmigo.
—¿Quieres salvar a Nicholas? —preguntó Marion, mirando fijamente a su hija.
—¡Claro que sí! —¿Cómo podía siquiera preguntarlo?
—Entonces debes hacer esto a pesar del dolor que le causará a Hester.
Su madre tenía razón, naturalmente. A ____ podría no gustarle la situación, pero haría lo que debiera hacer para conseguir que Nicholas estuviera a salvo.
Miró el gran reloj que se hallaba en la esquina. Sólo quedaban quince minutos.
—No van a llegar a tiempo —dijo, con una voz muy próxima al pánico.
Su madre cruzó la alfombra con tres impacientes zancadas y tomó las manos de ____ entre las suyas, mirándola fijamente a los ojos.
Nicholas no perdió el tiempo. En cuanto el guardia se puso a su alcance, estrelló el puño contra la vendada nariz del hombre. Con fuerza.
—¡Au! —El hombre se llevó las manos a la cara y cayó de rodillas, gimiendo de dolor.
—Me gustaría poder decir que lo siento —dijo Nicholas mientras rodeaba al hombre caído—. Pero no lo siento.
Corrió sobre el sucio suelo lo más rápido que pudo. Oyó al guardia gruñendo mientras se ponía en pie. Nicholas atravesó el portal, cerró la puerta de golpe y giró la llave, luego sigilosa y rápidamente, subió las escaleras.
Había otra puerta en lo alto. Estaba abierta de par en par, y al mirar con cuidado hacia fuera, vio que le habían tenido prisionero en lo que parecía un almacén abandonado.
No se veía a nadie, y a juzgar por las pisadas sobre el polvo que cubría el suelo, el tipo al que había encerrado en el sótano era la única persona en el edificio. No tendría que preocuparse porque alguien le atacara mientras escapaba.
Desde el sótano, oyó al guardia gritar. Parecía enfadado; sólo alguien muy, muy enfadado emplearía el lenguaje que aquel hombre estaba usando. La abuela de Nicholas le calentaría las orejas si le oyera hablar así.
Dejó la puerta superior abierta para que pudieran encontrar fácilmente al guardia si alguien entraba en el edificio. No quería que el hombre estuviera encerrado mucho tiempo con sólo un poco de agua y comida.
Pero tenía cosas más importantes en las que pensar. Debía llegar hasta la mansión Brahm y detener a Richard. No sabía si la boda se iba a celebrar allí o no, pero como mínimo alguien podría decirle adónde ir.
Corrió hacia la puerta más cercana con la esperanza de que lo llevara al exterior.
—¡No te muevas! —ladró una voz cuando Nicholas abrió la puerta.
Nicholas se quedó inmóvil, y se encontró rodeado de varios hombres vestidos con chaquetas rojas. ¿Los agentes de Bow Street no llevaban chaqueta roja?
El hombre más cercano lo miraba de arriba abajo. Nicholas se imaginó su propio aspecto, con la elegante chaqueta y los pantalones mugrientos y el pañuelo mal colocado alrededor del cuello.
—¿Excelencia? —le preguntó el hombre con voz insegura.
Nicholas no sabía si relajarse o tensarse, así que no hizo nada.
—Sí —contestó sin apartar la mirada del hombre.
—Soy el alguacil Bowles —le informó el hombre con una risita de alivio—. Os hemos estado buscando. La señorita Welsley está muy preocupada por vos. -
Nicholas dejó caer los hombros aliviado. ¡Gracias a Dios! ____ había avisado a los agentes de la ley, como le había prometido que haría. ¡No había caído en la trampa de Richard! Al menos, no totalmente.
—Bueno, me alegro mucho de que me hayáis encontrado —dijo Nicholas—. Hay un hombre encerrado en el sótano. Trabaja para mi hermano, Richard Fitzgerald. Lo reconocí como el hombre que me atacó hace unas noches.
Bowles ordenó a tres hombres que bajaran al sótano.
—Excelencia, tengo unas preguntas que haceros.
Nicholas se acercó a los escalones exteriores.
—Sin duda las tenéis, pero me temo que van a tener que esperar. Veréis, debo impedir una boda. —
Pasando junto al oficial, prácticamente saltó todos los escalones hasta llegar al suelo.
Bowles lo seguía de cerca.
—Permitidme que os acompañe. —Su tono le dijo claramente a Nicholas que no aceptaría un no. Bowles detuvo un carruaje de alquiler y sostuvo la puerta para que entrara Nicholas—. Yo también deseo estar presente cuando el señor Fitzgerald descubra que ha sido atrapado. Podéis responder a mis preguntas durante el trayecto.
Nicholas se recostó contra el asiento y suspiró de frustración.
—Si contesto a vuestras preguntas, ¿prometéis arrestar a mi hermano inmediatamente?
Bowles sonrió y se inclinó hacia fuera.
—Grosvenor Square —dijo al cochero—. Y más vale que corras si sabes lo que te conviene.
¿Por cuánto tiempo más tendría que mantener aquella farsa?
____ estaba en el salón recibidor, cerca de la sala donde se iba a celebrar la ceremonia. Su madre estaba con ella, ambas mordiéndose las uñas y yendo de un lado a otro mientras se aproximaba la hora de la ceremonia.
Así las encontraron Hester y Marie cuando entraron unos minutos después.
—¿Nerviosa, querida? —preguntó Hester sonriendo al ver a ____.
Al borde de la histeria, ____ asintió con la cabeza.
—Un poco —consiguió decir.
Hester se sentó en un sofá cercano, de brocado color crema.
—Yo también estaba nerviosa el día de mi boda. Es normal. Sólo me gustaría saber por qué Richard tiene tanta prisa. —Miró fijamente a ____—. ¿Ha ocurrido algo que yo debiera saber?
Oh, tantas cosas habían pasado que Hester debería saber que ____ no sabría por dónde empezar.
—Supongo que sólo está ansioso —mintió. -
Marie jugueteó con los dedos de sus guantes. La muchacha parecía tan triste y deprimida que no resultaba divertido verla.
—Me gustaría que Nicholas estuviera aquí.
Hester le cubrió la mano con la suya.
—A mí también, querida.
Y a ____. Ésa era la oportunidad que había estado esperando.
—¿Y dónde está Nicholas?
Los ojos de Marie brillaban de lágrimas reprimidas.
—¡No lo sabemos!
Hester dio unas palmaditas a su hija en la mano.
—Me dejó una nota agradeciéndome nuestra hospitalidad y diciendo que se marchaba a Escocia inmediatamente.
—Y en la mía sólo me decía adiós —interrumpió Marie con un sollozo.
—Le dejó a Richard una carta reconociéndolo como el auténtico heredero del ducado, pero eso no tiene sentido. —Hester alzó la mirada—. Sé que Ethan y Maureen estaban casados, ____. He visto el certificado de matrimonio. Ethan creía que era auténtico y yo también. ¿Por qué escribiría Nicholas esa carta?
Oh, cómo deseaba ____ decirle la verdad, decirle el monstruo mentiroso que era su hijo, pero no podía. Era incapaz de herir así a Hester.
—No lo sé —mintió de nuevo—. Quizá supiese lo mucho que significaba el título para Richard.
Hester tenía una expresión de dolor.
—Incluso así, no se lo puede dar a Richard. No es legal, sobre todo si el matrimonio era válido.
____ procuró calmarse, aunque el corazón le latía violentamente. ¡Hester sabía la verdad! Richard no podría probar sus falsas pretensiones al título cuando hasta su madre sabía que eran mentira. ¡Cómo deseaba decírselo a Hester!
—No lo sé, Hester. Yo tampoco lo comprendo.
Hester apretó los dientes y ____ se sorprendió al ver lo severa que se la veía.
—No lo creo. Creo que sabes más sobre lo que está pasando de lo que me dices, ____. ¿Sabes dónde está Nicholas?
Tragándose las palabras que amenazaban con escapársele, ____ negó con la cabeza. A pesar de lo culpable que se sentía por no explicarle a Hester toda la verdad, no podía soportar ser ella quien se lo dijera. Al menos esta vez no tenía que mentir.
—No, Hester. Te digo con toda sinceridad que no tengo ni idea de dónde está. Ya me gustaría saberlo.
—Y a mí —suspiró Hester—. Lamento ser tan dura contigo, querida. Estoy tan preocupada. Aunque no es mi hijo, he tomado mucho cariño a Nicholas en el poco tiempo que hace que lo conozco.
____ entendía perfectamente cómo se sentía.
—¡Todos le habíamos tomado cariño! —exclamó Marie. Las lágrimas dejaron paso a la rabia—. ¡Nos merecemos algo mejor que una impersonal nota de despedida! —Se volvió sollozando.
La tristeza de su amiga le resultaba difícil de soportar a ____. No podría guardar silencio por mucho más tiempo.
La mirada de Hester era triste cuando la pasó de su hija a ____.
—Sé que había cierta tensión entre él y Richard. A Richard le afectó mucho la muerte de su padre, y luego enterarse de que después de todo no era el heredero... Bueno, te puedes imaginar lo difícil que puede ser eso para un joven.
—Sí —contestó ____, casi ahogándose de angustia—. Me lo imagino. —No tenía que imaginárselo. Sabía perfectamente cuánto había afectado a Richard la muerte de su padre: lo había vuelto loco.
Hester se puso en pie, sonriendo cariñosamente.
—Estoy segura de que tú y tu madre querréis estar un rato a solas antes de la ceremonia. Marie y yo os dejamos ahora. —Se acercó a ____ con los brazos abiertos y la envolvió en un delicado abrazo—. Estás trayendo tanta felicidad a nuestra familia, ____ —le susurró al oído.
El horror se apoderó del corazón de ____. ¿Felicidad? Era la última cosa que le iba a traer a la pobre Hester. Cuando los de Bow Street llegaran y se llevaran a Richard, a Hester se le iba a romper el corazón.
Pero no había otra manera. Richard tenía que pagar por lo que había hecho. ____ forzó una sonrisa y le devolvió el abrazo. Y cuando Hester se apartó, ____ abrazó también a Marie. Entonces las dos mujeres salieron y dejaron a ____ y a su madre solas de nuevo.
—Esta pobre mujer va a quedar destrozada cuando todo esto acabe —comentó Marión en voz baja.
—Realmente no sé si puedo hacerle esto.
—Tú no tienes la culpa de nada.
____ le dirigió una fiera mirada a su madre.
—¿No? Si no me hubiera enamorado de Nicholas, Richard podría haberse conformado con mi fortuna y dejar a su hermano en paz.
—¿De verdad crees que eso habría sido suficiente para satisfacer la ambición de Richard?
____ negó tristemente con la cabeza.
—No lo sé, pero al menos yo no tendría que mentir a dos personas que siempre han sido buenas conmigo.
—¿Quieres salvar a Nicholas? —preguntó Marion, mirando fijamente a su hija.
—¡Claro que sí! —¿Cómo podía siquiera preguntarlo?
—Entonces debes hacer esto a pesar del dolor que le causará a Hester.
Su madre tenía razón, naturalmente. A ____ podría no gustarle la situación, pero haría lo que debiera hacer para conseguir que Nicholas estuviera a salvo.
Miró el gran reloj que se hallaba en la esquina. Sólo quedaban quince minutos.
—No van a llegar a tiempo —dijo, con una voz muy próxima al pánico.
Su madre cruzó la alfombra con tres impacientes zancadas y tomó las manos de ____ entre las suyas, mirándola fijamente a los ojos.
Andiie
Re: El duque - Adaptación [Nick&Tu]
Ameeee los capitulos aunque estaría buenisimos que subieras uno máaas *_* ajajaja,
Flor
Re: El duque - Adaptación [Nick&Tu]
Florencia L.O escribió:Ameeee los capitulos aunque estaría buenisimos que subieras uno máaas *_* ajajaja,
haha gracias, si puedo subo mas a la noche :)
Andiie
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