Un Día Como Hoy - Joe Jonas & {USERNAME} - Nick Jonas & Magali -

por **Rocio_Jonas** Dom 26 Ene 2014, 5:25 pm

• Titulo: Un Día Como Hoy.

• Autor: Rocio (Rocio_Jonas)
• Adaptación: No.
• Género: Drama y Romance.
• Contenido: Alto lenguaje de romanticismo y escenas aptas para corazones enamoradizos.
• Advertencias: Puede que tarde en publicar por problemas técnicos y/o personales.
• Otras páginas:No

Un Día Como Hoy

"Al fin he comprendido que solo basta un beso para ver, que tan grande es el cielo, que tan pequeñas son las estrellas y que tan hermoso es el amor..."

Prologo:

El enamoramiento cambia la vida. Hoy en día, no es fácil encontrar estímulos que provoquen ganas de vivir. El amor es un bien escaso y cuando se lo encuentra, genera fascinación. El enamoramiento cambia la percepción. Lo mismo se transforma en diferente. La temporalidad se vive con más fuerza, sobre todo, hacia el futuro. La persona enamorada proyecta e imagina hacia adelante. Está llena de planes que se disfrutan por anticipado. El pasado se disuelve y queda regalado al arcón de la memoria.

— Thomás Abraham —

Capítulo 1 (Primera Parte)

Los muebles de la casa se encontraban cubiertos por telas blancas, para que el polvo no las arruinara con el tiempo; las paredes se encontraban desnudas por la falta de los cuadros, que en un tiempo no muy lejano, se encontraban decorando las blancas paredes. Ya nada de la casa parecía tener un minucioso recuerdo del pasado, y eso me dolía tanto, porque tenía miedo de también olvidarlas con el tiempo. Eran recuerdos muy bonitos, excepto, el momento en que mis padres habían decidido separarse. Al parecer, a mi madre se le había acabado el amor hacia mi padre – y aunque me duela en el alma – también se le había acabado el amor hacia mí. Simplemente, nos había abandonado sin remordimiento. Y a pesar del sufrimiento que me toco sufrir, no la juzgo ni la odio. Todos hacemos las cosas y tomamos determinadas decisiones por algún motivo, que de algún modo, terminan dañando a otras personas, y exactamente a las personas que más adoramos y amamos.

La casa ya no tenía el mismo brillo que antes, estaba oscuro sin importar cuan radiante estuviera el sol. Ya no había ninguna luz que le devolviera ese brillo, que solo los hogares de familia suelen producir. Nuestra familia paso de ser una familia de tres a de dos integrantes. Mi padre estaba más destrozado que yo; quizás porque desde que tengo uso de razón, mi madre no me aceptaba como su hija sino como otra persona desconocida, a pesar de haber estado por nueve meses dentro de su vientre.

- ¿Ya estas lista, Invitado?

Pregunto mi padre desde su auto, que se encontraba en marcha, esperando al frente de la casa, o mejor dicho, al frente de mi antigua casa.

- ¡Sí… ahí voy!

Respondí, para después de un momento, observar por última vez aquel lugar, que alguna vez fue mi hogar.

Con un gran dolor que me perforaba mi pecho, cerré la puerta que jamás volvería a abrir.

Antes de abrir la puerta del auto de mi padre, levante la mirada con la finalidad de ver, por última vez, la ciudad que me vio crecer. Con una lágrima derramándose por mis mejillas, me subí al auto secándome el rostro con mis manos, para que mi padre no viera ningún rastro de mi silencioso llanto. Con dos minutos antes de que abordara el avión, llegamos al aeropuerto de Barcelona y sin tiempo que perder subimos al avión con destino a Los Ángeles. En cuyo lugar, según mi padre, comenzaríamos una nueva vida.

¡Como hubiese querido creer eso! Pero por un largo tiempo no pude creerle, ya que no pensaba que uno puede realizar o comenzar una vida nueva; como dice dicho refrán: “borrón y cuenta nueva”.

Cuando el avión despego, yo me acomode en mi asiento para terminar cerrando mis ojos, los cuales no tardaron en cerrase. Durante el viaje me mantuve durmiendo, hasta que una voz de una mujer – que supuse que se trataba de una de las azafatas – me despertó.

- Señores pasajeros, en unos minutos aterrizaremos. Desde ya, les pedimos el favor de sujetar sus cinturones de seguridad. Muchas gracias por su atención.

Finalizo la azafata, que colgaba el micrófono mientras mi padre sujetaba su cinturón, y yo hice lo mismo después de unos segundos.

Una vez que nos bajamos del avión, entramos al aeropuerto de Los Ángeles en busca de nuestros respectivos equipajes. Al salir del aeropuerto, después de guardar los mismos en la cajuela del auto, subimos al auto para dirigirnos a la nueva casa.

Después de un largo recorrido por la ciudad de Los Ángeles, llegamos a un barrio privado que quedaba en el lado oeste de la región. El barrio era enorme, y no tengo descripción alguna para describir como eran las mansiones de ese lugar, las cuales valían más de lo que me podía imaginar, ya que algunas estructuras tenían mucha antigüedad de haberlas diseñado y construido. Me quede simplemente sorprendida, aún más, por la tranquilidad que provenía de esta.

Mi padre aparco el auto enfrente de una mansión, la cual tenía dos plantas. La primera planta era hecha de tronco de pino y la planta baja, de ladrillos y piedras. En la entrada de la casa, había una galera de madera maciza de pino al igual que los primeros tres escalones, que se encontraban en la entrada de la casa. Al entrar, por dentro era mucho más hermosa que por fuera, ya que había una escalera en espiral para subir a la segunda planta; un comedor, el cual se encontraba decorado por dos sillones de tres cuerpos, y dos más de un solo cuerpo – cuyo color era blanco, mientras que los almohadones, de color negro - que se encontraban alrededor de una mesa ratona de vidrio, en la cual se encontraba un florero con un hermoso ramillete de flores, que hacia que el ambiente pareciera primaveral. A un lado del comedor, había un estrecho y pequeño pasillo, el cual se dirigía a otra habitación, que supuse que sería el nuevo despacho de mi padre. Detrás del comedor, había una puerta corrediza de madera, en que detrás de ella se encontraba la cocina. Esta tenía una mesada de mármol en el centro, mientras que la cocina con cuatro hornallas, el lavadero y la heladera estaban alrededor de esta, dejando un espacio entre estas dos. La lacena estaba arriba del lavadero, de la cocina y de la heladera.

Cuando mi padre entro detrás de mí, subí las escaleras hasta llegar a la segunda planta, la cual tenía dos baños, una habitación para huéspedes, y dos habitaciones más, las cuales supuse que una era mía y la otra de mi padre.

Al abrir la puerta de mi habitación, me quede sorprendida; ya que era más grande que la habitación de mi anterior casa. Esta tenía una cama de una plaza, cuyo cubre cama era de color blanco mientras las almohadas eran de diferentes matices de rosa y verde manzana; al lado se encontraba una mesa de noche que era de madera, la cual tenía un cajón con un candado con llaves. Las paredes estaban desnudas, porque no tenía ni un solo cuadro. A un lado de la puerta se encontraba el placar, el cual también era de madera fina. Al lado de esta se encontraba un baño con todo incluido, cuyas cerámicas eran de color azul marino.

Al salir de observar el baño, deje mis equipajes a un lado de mi cama y me dirigí hacia el balcón, el cual rodeaba la esquina de mi habitación. Salí por el ventanal que quedaba hacia el frente, en donde no se oía ni se veía a nadie. Había un silencio absoluto como nunca había oído en ninguna parte, ni siquiera en Barcelona.

Cuando cerré mis ojos para aspirar el aroma y la frescura que a menaba en el lugar, escuche de repente dos personas que reían. Parecían felices, porque sus risas decían eso. Decían que eran felices, como una vez mi familia lo fue.

Con absoluto interés en esas dos personas que reían con alegría, abrí mis ojos encontrándome con una pareja. Ella era alta, no tanto, pero que media un poco más que el joven que la acompañaba en su mutua felicidad; su cabello era hermoso, largo y liso que llegaba hasta la cintura, de un color castaño oscuro como sus ojos; los cuales se encontraban cubiertos por unos lentes de marcos finos, haciéndola parecer una ejecutiva o una abogada. Llevaba puesto una remera negra y unos jeans azules, que hacia conjunto con sus zapatillas blancas.

Él era perfectamente hermoso, su tez era blanco como de la chica, aunque este lo cubrían unos lunares que se dispersaban entre sí en su delicado rostro. Su cabello era enrulado, cuyos rulos estaban perfectamente armados, y era de un color castaño oscuro como sus ojos; estos brillaban con una naturalidad, que me dejaba perpleja, ya que tenía un brillo tan perfecto que ni los rayos del sol podían causar el mismo efecto en ellos. Llevaba puesto una camisa acuadrille color amarilla y roja, las cuales al mezclarse, en algunas líneas se hacían de color naranja ladrillo; y unos jeans azules achupinados, los cuales hacían conjunto con sus zapatillas que eran acuadrilladas, de color blanca y negra.

Bueno, aquí les dejo la primera parte del primer capitulo de la fanfics, la cual espero que les guste :) Por cierto, para las que no conozco, me llamo Rocío y pueden decirme como más les guste :) Las dejo, y espero que les guste y ver varios coments para poder publicar la segunda parte ^^ Besos, :love:

por **Magui** Mar 28 Ene 2014, 5:16 pm

SIGUEEEEEEEEEEEE*-* Amiguis, extrañaba verte aquí, tienees que seguir. Ya sabes, parami escribes hermoso, te amo, y wo*-* me da mucha intriga y emoción estar en la nove. Seguramente a todas las encantará porque sabes hacer historias de amor hermosas, me mucha emoción leer mi nombre en el título,y a la vez vergüencita. Seguro muchas chicas ya deben odiarme :P,espero caerle bien a alguien.
TEAMOOOOO

por **Rocio_Jonas** Mar 28 Ene 2014, 6:32 pm

Capitulo 1 (Segunda Parte)

A pesar de que caminaban a la par, ellos se mantenían distanciados por un determinado espacio entre sí. Por lo que di por entendido que eran solamente amigos, quizás mejores amigos. Eso no lo sabía, pero al verlos mejor, hacían una hermosa pareja. Sin embargo, veía en ellos que sentían algo más que un simple querer; aun más él, cuyos ojos brillaban constantemente mientras estos la observaran sin que se diera cuenta de que la miraba con admiración… y con amor, ese amor que jamás pude sentir en mi corazón, pero que tantas personas se permitían hablar de él.

Cada vez que lo observaba, sentía que lo había visto alguna vez, pero no recordaba de donde. Pero eso no dejo que los observara con detenimiento, viendo como se decían el amor que sentían, pero que ellos no se daban cuenta de eso.

- ¡Ya, Nick!

Dijo ella, entre risas y carcajadas. Ambos reían, causando que el silencio ya no existiera, pero convirtiendo un ambiente de felicidad y alegría.

- Pero si no hice nada… solo hice esto…

Respondió poniendo su mano derecha sobre el cuello de la muchacha, que reía sin poder evitarlo; ya que él se encontraba haciéndole cosquillas.

- ¡Por eso! Deja de hacerme cosquillas, Nick.

Inquirió la joven aun riendo, quien se alejaba de él, caminando hasta los tres escalones que contenía la entrada de la casa de al lado. Se sentó ahí, y después de unos segundos, él hizo lo mismo.

Ambos quedaron callados, y por la galería de la entrada de la casa, no podía ver más nada. Me sentía tan sola, que quería tener a alguien en ese momento. No un novio o conocer el amor; solo quería un amigo, a quien abrazar y saber que no estaba sola. Y saber que alguien más, además de mi padre, me quería por todo lo que era.

Capitulo 2 (Primera Parte)

Al entrar nuevamente a la habitación, me dedique a desempacar mis maletas. Cuando toda la ropa se encontraba bien acomodada en el placar, abrí mi otra maleta; de ella saque las fotos que tenía en unos portarretratos hecho a mano por mí, los cuales eran de diferentes colores. Cuando coloque una foto de mi familia, una de mis favoritas, sobre la mesa de noche escuche que mi padre me llamaba para que bajara; ya que había preparado la merienda.

- ¡Ahí voy!

Respondí dejando las maletas detrás de la puerta, la cual cerré detrás de mí. Baje las escaleras, y fui directo hasta la cocina, en donde estaba papá con la merienda, ya que habíamos llegado a eso de las 5 p.m.

- ¿Y qué te pareció la nueva casa, Cariño?

Pregunto mientras probaba bocado de su merienda. Lo mire con cariño, sabiendo que mientras estuviera al lado de él, siempre sería feliz.

- Simplemente… Hermosa, papá.

Respondí siendo yo, la que probaba bocado de mi merienda. Lo mire sonriendo y complacida por sentir el dulce sabor de mi merienda.

- ¿Y la habitación?

Inquirió limpiándose la comisura de sus labios, ya que tenía algunas migajas incrustadas en ella.

- También, es mucho más grande que mi anterior habitación. Y lo hace mucho más hermosa, que tenga un balcón que cubre cierto ángulo de la habitación.

Respondí terminando con mi merienda, ya que después de eso debía seguir ordenando mis cosas.

Al terminar, ayude a papá a levantar y limpiar la cocina para después subir de nuevo a mi habitación, y él ordenar su despacho. Entre y volví a hacer lo que había dejado para ir a merendar. De unas de las maletas, la cual era la última en desempacar, saque algunos presentes que me habían regalado para el día del amigo, y de otros festejos tradicionales de Barcelona.

Una vez que termine de colocarlas en la mesa de noche, me senté, por primera vez, en la cómoda y nueva cama. Cuando iba a recostarme en ella, escuche un ruido de algún instrumento… al escucharlo mejor, distinguí que se trataba de una batería. Con suma curiosidad, me levante y me asome al balcón, cuyo lado daba hacia una habitación de la casa de al lado. Apoye mis brazos cruzados entre sí sobre la baranda del balcón, mientras miraba por el ventanal de esa habitación, cuyas cortinas y ventanales estaban abiertas de par en par, por lo que visualice a tres personas que parecían estar practicando una canción, o eso fue lo que me pareció. Mientras más me quedaba observando, además de sonar una batería sonaba a su vez una guitarra eléctrica, por lo que pude distinguir; y antes de que yo pudiera saber quien era el joven que tocaba la batería, otro joven, el cual no podía verlo bien a causa del bailar de la cortinas por causa de la suave brisa, comenzó a cantar:

Heart and Soul - Corazón y Alma:

Reúnanse alrededor, chicos. Es hora de comenzar a escuchar, la práctica hace al maestro. Pero no perfecciona el trabajo. Hay una ley sobre la música, que nadie puede ser realmente lindo.

Podrás tocar todas las notas bien. Pero eso no significa que te muevas conmigo. Pero si puedes saltar, como David Lee Ruth o expulsar tu puño como Bruce “El Jefe”.

Si tienes corazón y alma. Puedes rockanrolear… Rockanrolear.

Golpeando tambores, Deslizarse de recorrido… El escenario es tu hogar si aprendes como hacerlo tuyo. Como hicieron los grandes. No hay manera que puedas fingirlo.

Tienes que sentir el ritmo antes de moverte. A pesar de que no estás usando los zapatos de gamuza azul, cometiendo errores. Pero eso no importa, si puedes menearte como el viejo Mick Jagger.

Si tienes corazón y alma, puedes rockanrolear… Rockanrolear.

Mientras la música seguía sonando, me quede escuchando, ya que era muy movida y me encantaba.

- Tocan bien, ¿Verdad?

Pregunto mi padre abrazándome por la espalda. Cuando me hablo, me asuste ya que no me había percatado de su entrada a mi habitación. Al darse cuenta de que me asusto, sonrió seguido por una carcajada; ya que siempre le gusto asustarme. Dice que cuando me asusto, mi cara se queda sin color y eso le da gracia. A mi pesar, no me parece algo gracioso.

- ¡Me asustaste, papá! -. Lo regañe, pero aferrándome a un más a su abrazo -. Sí, tocan y canta excelente -. Murmure a medida que sentía que mi padre se alejaba de mí. Cuando lo seguí con la mirada, agarra mis manos, llevándome hasta el centro del balcón -. ¡¿Qué haces, papá?! -. Pregunte entre risas, sabiendo perfectamente que me haría bailar rock and roll, como en sus tiempos. Yo me negaba, pero él de todos modos me hizo bailar con la música aún sonando, acompañado por mis carcajadas.

Si vives y mueres por la música en tu interior. Si el nº uno por cinco nunca se vende. Luego puedes rockanrolear… Rockanrolear.

Bien ahora bájate. Ahora necesito tener toda la atención alcanzándome… Aquí mismo. Mientras la multitud se empieza a animar. Necesito un ventilador hacer volar mi pelo de estrella de Rock… Aquí mismo.

Si puedes gritar como Gasher Rose o cantar como si hubieras echo un show tras show. Si tienes corazón y alma… Puedes rockanrolear.

Si tienes corazón y alma, puedes rockanrolear… Rockanrolear.

Una vez que termino la canción, con mi padre nos separamos mientras yo le aplaudía por su perfecto baile. A pesar de que ya no tenía 28 años, él siempre se mantuvo en forma, haciéndolo un papá muy guapo.

Además de mi débil aplauso, otros más le siguieron, causando que mi padre hiciera una reverencia y que yo me volteara a ver quienes eran los que aplaudían, además de mí.

- ¡Excelente, Sr. ______!

Dijo un joven alto, de cabello corto y un poco de barba, aunque parecía de una semana de haber sido recortado. Llevaba puesto una remera negra en corte en v, la cual se ajustaba a su cuerpo perfectamente, dejando sus brazos bien trabajados y una parte de su pecho a la vista de todos, en cuyo lugar se podía ver un lunar; llevaba unos jeans azules achupinados, y unas zapatillas blancas. Sus ojos eran del mismo color que su pelo, castaño oscuro. Su tez parecía un poco bronceada, mientras que sus labios eran perfectamente gruesos.

- Es verdad, baila muy bien.

Dedicado a Magui que comento :D también te quieroooooooooooooooo!!!!! jajaja, no creo que te odien... va... no sé... hay que preguntar xD Espero que esta segundo capitulo se entienda mejor, además de que ya se ve presente los Jonas *-* Bueno, las dejo :D Besos ^^

por **vosyasabes** Sáb 08 Feb 2014, 11:17 am

Nueva lectoraaaaa!!! Sigueeeee

por **yamijonas** Miér 04 Jun 2014, 2:24 pm

holaaa nueva lectora
siguelaaaaaa

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