Aprendiendo a decir adiós (Nick y tu)

“En la vida, hay que concluir las cosas debidamente. Sólo entonces puedes soltarlas. Si no, te quedas con palabras que deberías haber dicho y que no dijiste, y el corazón se te llena de remordimiento. Ese adiós malogrado me sigue doliendo hasta el día de hoy.”

-Vida de Pi, Yann Martel

Incrispe mis manos contra el volante y al instante empezaron a sudar, como me fue posible me parqué y salí apresurada hacia el kiosco, mientras caminaba no sabía que iba a decirle, lo que tenía claro era que el cielo me había dado una segunda oportunidad para cambiar mi decisión.

A medida que me acercaba le vi con la cabeza gacha, apoyado en sus rodillas y las manos entrelazadas, aun con la misma ropa de la noche anterior...

Nick, mi Nicholas..

Disminui la velocidad de mis pasos para pasar desapercibida mientras le contemplaba, supongo percibió mi mirada sobre él y levantó la vista y me observo sorprendido -_____*- logré descifrar de sus labios.

Los últimos metros no pude soportarlo más, toda lógica abandono mi cabeza y corrí hacia él que ya estaba de pie y me arrojé a sus brazos y le besé, sí!!! le besé con tanto amor y necesidad, era mi forma de decirle que todo lo malo lo habia borrado, que yo también quería estar con él y empezar desde cero y sé que recibió el mensaje porque me abrazo tan fuerte que me hacía daño pero no me importo e hice lo mismo.

-____*, _____* mi _____*- repetía una y otra vez

Entre sus brazos tenia la sensacion que estaba en casa, me negaba a soltarle, pero debía hacerlo, -tienes un viaje de por medio- dije por fin y le recordé las largas 5 semanas que se avecinaban y esto causo que la emoción por fin me embargará y las lágrimas aparecieron de nuevo.

Con una sonrisa y limpiando mis lagrimas con sus pulgares, susurro-No te preocupes preciosa, estaré en contacto todos los días y a toda la hora que pueda escabullirme de los compromisos, bueno de Stalet también que a veces me hostigua demasiado- y ambos reímos, pero cambio su tono a serio cuando dijo - sabes bien que estas responsabilidades van más allá de nosotros dos verdad?-

-Si, tienes razon no hay que ser egoístas tendremos tiempo suficiente cuando regreses- asenti resignada.

Sonrió de nuevo con dulzura y tomo su chaqueta sin soltar mi mano -es hora que me marche- dijo viendome -un avión me espera dentro de 2 horas, debo correr pero no quiero moverme- y me abrazó de nuevo, -acompañame- pidio.

-mmm... creo que este es un buen lugar para decirte hasta luego- me encogi de hombros -ademas estorbaria más que ayudar- le señale.

-Ni en mil años llegarías a ser eso- me regaño.

-Lo sé, ahora vete- le dije tranquila, empujandolo suavemente hacia la salida -el deber llama-.

Asintió y con suma delicadeza tomó mi rostro, me observó como memorizandolo y acarició mis ruborizadas mejillas, besó mi frente, cada uno de mis parpados, despues mi nariz y por último con una caricia rozo sus labios con los míos y me beso de nueva cuenta, logrando que una sensación maravillosa me invadiera. Cuando por fin logramos separarnos, mantuve los ojos cerrados y suspiré, no quería ver como se alejaba de mi.

-¿Me esperarás?- escuche que me pregunto ya lejano.

Abrí mis ojos y con la mejor y más resplandeciente de mis sonrisas le respondí -Hasta el final-.